Organos Sexuales

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 8

Reproducción de Órganos

Reproductores masculino y
femenino
¿Qué es el aparato reproductor femenino?
Como su nombre lo indica, el aparato reproductor femenino es el
conjunto de órganos, tejidos y conductos presentes en los seres humanos
del género femenino (así como de otros animales superiores), que
cumplen con las diversas funciones involucradas en la reproducción sexual.

¿Qué hace?

Esto implica desde la preparación para el coito, la fertilización del


óvulo, el embarazo (o sus equivalentes en otros animales, como la puesta
de huevos) y el nacimiento. También se le conoce como aparato genital
femenino.

En el caso del ser humano, el aparato reproductor femenino es el


encargado de propiciar física y bioquímicamente el encuentro entre los
espermatozoides eyaculados por el hombre dentro de la vagina de la
mujer, y los óvulos generados por ésta.

Dicha unión se produce en el útero y, una vez producida la


fecundación de las células, se genera un cigoto que tras nueve meses de
crecimiento se convertirá en un nuevo individuo humano.

A todo el proceso de gestación de dicho nuevo individuo en el útero


se lo conoce como embarazo, y durante los nueve meses que toma el
cuerpo de la mujer se dispondrá hormonal, bioquímica y físicamente para
brindar al feto los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.

Cuando éste se encuentra listo para existir fuera de la matriz, los


músculos alrededor del útero se contraen y el cérvix se dilatará, para
expulsarlo por el canal de parto (la vagina).

El aparato genital femenino, así, es indispensable para la


reproducción de la especie y está diseñado evolutivamente para activarse
en la pubertad, junto al despertar hormonal y sexual, etapa que forma
parte de la adolescencia.
La menstruación, así, es una actividad normal del mantenimiento
uterino, que descarta los óvulos no fecundados y renueva las paredes del
endometrio, para que al mes siguiente las probabilidades de fertilidad sean
siempre lo más altas posible.

Función del aparato reproductor femenino


Como se ha dicho, la función del aparato reproductor de la mujer no
podría ser más indispensable para la especie: propiciar la fecundación y
servir de recipiente al nuevo individuo hasta la culminación de su
gestación.

Sin embargo, no debe pensarse que dicha función es meramente


pasiva. La producción de óvulos se inicia con la pubertad, junto a la
menstruación, a pesar de que las mujeres nacen con la cantidad total de
óvulos formados que dispondrá durante la vida.

Por su parte, los óvulos no esperan simplemente a ser fecundados,


sino que segregan moléculas que atraen a los espermatozoides hacia ellos
y, una vez producido el encuentro, facilitan la absorción del contenido del
espermatozoide para obtener el cigoto. Se trata de un proceso complejo
que se da en la conexión entre las trompas de Falopio y el útero en donde
se gestará el bebé.

Partes del aparato reproductor femenino


El aparato genital de la mujer se compone de dos partes, cada una
involucrando distintos conjuntos de órganos, glándulas y conductos.

Órganos externos: La vulva. Esto comprende el clítoris, los labios mayores


y labios menores, el Monte de Venus y los orificios de la uretra y de la
vagina.

Órganos internos: La mayor porción del aparato genital femenino está


dentro del cuerpo, y abarca diversos órganos que merecen mención
aparte; La vagina, el útero, los ovarios y las trompas de falopio.

¿Qué es el aparato reproductor masculino?


Cuando se habla del aparato reproductor masculino, se hace alusión
al conjunto de órganos internos y externos, así como conductos entre ellos,
que le permiten al hombre tener relaciones sexuales y eventualmente
reproducirse con una mujer.

A diferencia del aparato reproductor femenino, el masculino se


encuentra mayormente a la vista, por fuera del cuerpo, y dispone de los
mecanismos para producir e introducir en el útero una carga de
espermatozoides (la eyaculación) y así fecundar el óvulo, dando lugar a un
cigoto que, con el tiempo, devendrá en un nuevo individuo. Este método
de reproducción es compartido por el ser humano con la mayoría de los
animales vertebrados.

El aparato reproductor masculino nace junto al individuo pero inicia


sus funciones hormonales y mecánicas a partir de la pubertad, etapa de la
adolescencia en que el ser humano madura sexualmente y su cuerpo se
dispone para la reproducción.

Función del aparato reproductor masculino


Como hemos dicho, la función biológica primordial del aparato
reproductor masculino es la reproducción. Esto pasa por diversas etapas
que involucran a distintos órganos, en la medida en que se segregan las
hormonas sexuales que activan el proceso y predisponen al organismo
para la reproducción.

Se produce el semen y los espermatozoides en los testículos y la


próstata (10 a 14 días); se da la erección a través del llenado de sangre del
cuerpo del pene y, finalmente, luego del éxtasis durante el coito, se vacía a
través de la uretra el contenido seminal (eyaculación).

Partes y órganos del aparato reproductor


masculino
El aparato reproductor masculino involucra los siguientes órganos y
conductos:

Órganos externos: Testículo, pene, epidídimo, conductos deferentes.

Órganos internos: Vesículas seminales, próstata, uretra, glándulas


bulbouretrales.

¿Qué es la gametogénesis?
La gametogénesis es el proceso por el cual se forman las células
sexuales, también conocidas como gametos. Ocurre en los seres humanos
y también en gran cantidad de animales, plantas y hongos que se
reproducen sexualmente.

La gametogénesis ocurre tanto en hombres como en mujeres y


consiste en la formación y maduración de los gametos, las células sexuales.
Estos gametos, durante la fecundación, se fusionan para formar una célula
llamada cigoto, que se dividirá y diferenciará después en un embrión y en
un nuevo individuo.

¿Qué es la ovogénesis?

La ovogénesis es una parte fundamental de la reproducción sexual:


aquella en la que se generan los óvulos, de ahí el nombre del proceso, que
tiene lugar exclusivamente en los individuos de sexo femenino.

La ovogénesis es el proceso en el que se forman los gametos


femeninos, es decir, las células sexuales femeninas, llamadas óvulos. De ahí
el nombre, pues ovogénesis significa nacimiento del óvulo. Se trata de un
proceso en que las células germinales, que como todas las otras células del
cuerpo tienen dos juegos de cromosomas, pasan de ser diploides, a
producir células reproductoras haploides, las únicas con la mitad de
material genético.

En las mujeres, la ovogénesis tiene lugar en los ovarios, unos órganos


de alrededor de 5 cm de diámetro y con una forma que recuerda a la de
una almendra, que se encuentran situados en los extremos de las trompas
de Falopio, en la parte alta de la cavidad pélvica, en el abdomen inferior.
En los humanos, los ovarios contienen gran cantidad de folículos primarios,
cada uno de estos contiene un óvulo inmaduro. Cuando inicia el ciclo
ovárico, que en la mayoría de mujeres se da cada 28 días, al menos 20 de
estos folículos empiezan a desarrollarse, aunque solo uno alcanzará una
maduración completa y será liberado, siendo los demás descartados y
desechados. Se trata éste de un proceso muy importante, que permite
eliminar óvulos que no habrían dado lugar a individuos sanos o que
simplemente no podrían ser germinados.

Fases de la ovogénesis y proceso

El proceso de ovogénesis es uno muy largo, que empieza en la


misma formación del embrión humano y que se extiende hasta que el
individuo alcanza la madurez sexual. Consta de tres fases principales,
llamadas Proliferación, Crecimiento y Maduración, que se dan separadas en
dos etapas: prenatal, que es la que ocurre antes del nacimiento del
individuo, y postnatal.

Proliferación

Esta es la primera fase, que recibe el nombre de proliferación o


multiplicación. En el inicio, las células germinales primordiales se
reproducen mediante sucesivas mitosis y viajan hasta los ovarios, donde
siguen multiplicándose dando lugar a millares de ovogonias, que es el
nombre que reciben las células madres del ovario diploides, es decir, que
contienen la totalidad de la dotación genética correspondiente a un
individuo de la especie.

Crecimiento
La segunda fase de las fases de la ovogénesis es la de crecimiento. La
división por meiosis de las ovogonias tiene como resultado el nacimiento
de ovocitos primarios, que aún siguen siendo diploides. Estos se ven
rodeados por células epiteliales planas y foliculares, dando así nacimiento
al folículo primordial.

Maduración
En esta fase de la ovogénesis se completa la transición de diploide a
haploide. La primera división por meiosis de estos ovocitos primarios no
ocurrirá aproximadamente hasta el séptimo mes de gestación, cuando se
da la primera mitosis, o meiosis I. La división meiótica sigue avanzando
aquí hasta alcanzar la fase de diploteno de la profase I, momento en que
todo el proceso se detiene y el ovocito entra en una suerte de estado de
hibernación, dando lugar a la conocida como dictiotena, que no es otra
cosa que un lapso de inactividad.

Etapa postnatal

Las fases de la ovogénesis no se completarán hasta la etapa


postnatal cuando, al llegar la mujer a la pubertad, se rompa la dictiotena y
se reanude la actividad en los ovocitos que habían quedado bloqueados
tras la meiosis I. Al nacer, cada mujer tiene un promedio de un millón de
ovocitos primarios en estado de dictiotena, pero al llegar a la madurez
sexual ese número queda reducido a algo menos de la mitad, al ser
eliminados los otros.

Cuando llega la madurez sexual, los ovocitos primarios crecen en


tamaño y la meiosis I concluye, generando un ovocito secundario, ya
haploide, y el primer cuerpo polar, que se queda con solo una pequeña
parte de citoplasma y acaba atrofiando.

El ovocito secundario, en cambio, sufre una segunda meiosis, que


queda detenida en la metafase II. El ovocito secundario que queda como
resultado es el que conocemos habitualmente como óvulo, y es expulsado
del ovario como parte del proceso de ovulación. Una vez ocurrido esto, será
fecundado por un espermatozoide o, en caso contrario, eliminado en la
menstruación.

¿Qué es el ciclo menstrual?


El ciclo menstrual o ciclo sexual femenino es el proceso que prepara
al útero de la mujer para el embarazo todos los meses, mediante el
desarrollo de los gametos femeninos y una serie de cambios fisiológicos. Se
considera un ciclo contando desde el primer día de un periodo o
menstruación hasta el primer día del periodo siguiente.

La primera menstruación, también conocida como menarquia, es el


día en el que se produce el primer sangrado vaginal con origen menstrual
en una mujer, y supone la señal de que su cuerpo ya es fértil y está
capacitado para que los óvulos sean fecundados para dar lugar a un cigoto
que posteriormente se convertirá en el feto. Esta primera hemorragia
menstrual de la mujer se produce durante la pubertad, y está considerada
como el evento central de este periodo. A partir de la menarquia lo natural
sería que se suceden los ciclos menstruales con regularidad, aunque es
habitual que durante los primeros meses o de sangrado haya
irregularidades en cuanto a la frecuencia y en cuanto a la cantidad del
periodo.

Fases del ciclo menstrual femenino:

Menstruación

La menstruación o periodo es el sangrado mensual de una mujer.


Durante la menstruación, el cuerpo femenino está liberándose de las
células de recubrimiento del útero. La sangre menstrual fluye de este a
través de una abertura en el cuello uterino, y abandona el cuerpo a través
de la vagina. La cantidad de sangre que se pierde está en torno a los 35 ml,
pero es normal que vaya de entre 10 hasta 80 ml. Lo más común es que los
períodos menstruales duren de tres a cinco días, aunque al igual que el
ciclo menstrual completo y el volumen de sangre, también esta cifra
puede variar ligeramente dependiendo de cada mujer, y puede oscilar
entre dos y siete días.

Preovulación

La preovulación es la fase que se produce tras la menstruación y,


como indica su nombre, antes de la ovulación. En ella, el ovario produce
unas hormonas llamadas estrógenos, que se encargan de hacer que uno
de los óvulos que se encuentran en su interior madure. Normalmente se da
entre los días 6 y 13 del ciclo, aunque pueden variar incluso en la misma
mujer, debido a una gran variedad de factores que van desde la pérdida de
peso al estrés emocional, a enfermedades, al exceso de ejercicio o incluso
la dieta.

Ovulación
Durante esta fase, el óvulo completa el proceso de maduración y es
trasladado desde el ovario en el que estaba alojado hasta el útero, a través
de una de las trompas de Falopio. Los niveles hormonales aumentan y
ayudan a preparar el recubrimiento del útero para el embarazo; por este
motivo la mayor probabilidad de embarazo de una mujer es durante los
tres días antes de la ovulación o en el mismo día de la ovulación.

Postovulación

En caso de que la fecundación del óvulo no se haya producido, dicho


óvulo acaba involucionando y es expulsado en la próxima menstruación.
Tras la postovulación empieza un nuevo ciclo menstrual.

Duración del ciclo menstrual

El ciclo menstrual promedio tiene una duración de 28 días, aunque


puede ser algo más corto o algo más largo, llegando a variar de 21 a 45 días,
dependiendo de cada persona y de su cuerpo.

El periodo en el que la mujer es más fértil y, por tanto, la probabilidad


de que sus óvulos sean fecundados y se quede embarazada, es mayor
durante varios días previos a la ovulación, este día, y uno o dos días
después. En ciclos normales, estos días fértiles suelen corresponderse con
la segunda semana y el comienzo de la tercera.

También podría gustarte