Metafísica Ficha 2

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Unidad I Ficha 2

Prof. Héctor Carrere


Metafísica Aristotélica

El saber que trata del “ser en cuanto ser”.


Todos los demás saberes y conocimientos tratan de algunos aspectos particulares del ser, de lo
que hay. Por ejemplo, las matemáticas tratan la realidad, el ser, como algo numerable y
cuantificable; la medicina se refiere al ser en cuanto sano o enfermo y a las condiciones para
recuperar y conservar la salud. Desde esta perspectiva la metafísica sería el estudio o tratado del
ser en cuanto que es, es decir, lo que comúnmente se denomina “ontología” (de “óntos” y “lógos”,
“estudio del ser”).

“Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber”. Con estas palabras se
inicia el libro primero de la Metafísica de Aristóteles. Ese deseo de saber culmina en la
adquisición de la sabiduría que consiste, para Aristóteles, en el conocimiento de las causas y
los principios del ser. Y ese conocimiento es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las
primeras causas y principios del ser, el conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento
de la causa última de la naturaleza y de la realidad.

La crítica de la Teoría de las Ideas

La metafísica aristotélica se elabora en buena medida como reacción a la teoría de las


Ideas de Platón. Aristóteles estará de acuerdo con Platón en que hay un elemento común entre
todos los objetos de la misma clase, el universal, la Idea, que es la causa de que apliquemos
la misma denominación a todos los objetos del mismo género; admitirá, por lo tanto, que ese
universal es real, pero no que tenga existencia independiente de las cosas, es decir, que sea
subsistente. La teoría de las Ideas, por lo demás, al dotar de realidad subsistente al universal,
a la Idea, duplica sin motivo el mundo de las cosas visibles, estableciendo un mundo paralelo
que necesitaría a su vez de explicación.

Aristóteles considera que la teoría de las Ideas es imposible, ya que establece una
separación entre el mundo visible y el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y aquello
por lo que una sustancia es, su forma o esencia. Las Ideas, en efecto, representan la esencia
de las cosas, es decir, aquello por lo que las cosas son lo que son.1

Sin embargo, Aristóteles no se separa del todo de su maestro: al igual que Platón,
admitirá la existencia de seres no sensibles, las esencias, pero esta vez inmanentes
(inoculadas) dentro de las cosas singulares como su "forma" para formar, junto con la
“materia”, un compuesto unitario: la substancia. En ello consiste la teoría hilemórfica de

1 https://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_meta.htm
1
Aristóteles: introducir el mundo ideal platónico dentro de nuestro propio mundo, sin que
perdamos nuestra unidad. Esto tiene la ventaja de que podemos hacer ciencia de lo que es
inmutable y universal sin perdernos en las alturas: solo hay ciencia de las esencias, pero éstas
se encuentran en las cosas mismas: lo universal se halla subsumido en lo particular en un
vínculo íntimo que nos permite la unidad del hombre con la naturaleza y el privilegio de su
conocimiento.2 Aristóteles le ha devuelto al mundo su realidad: lo que "es" realmente son las
cosas (substancias) y no las ideas separadas de Platón.

En esta crítica aristotélica a la teoría de las Ideas se vislumbran ya los fundamentos de


su propia metafísica: ante la imposibilidad de que las Ideas expliquen coherentemente la causa
de lo real propondrá la teoría de las cuatro causas del ser; y ante la irrealidad de las Ideas,
propondrá su teoría de la sustancia. La inconsistencia de la explicación platónica del cambio,
por lo demás, le llevará a proponer la distinción entre ser en acto y ser en potencia.3

La teoría de las cuatro causas

En el libro I de la Metafísica, luego de haber identificado el verdadero saber con el


conocimiento de las causas del ser, Aristóteles nos presenta las cuatro causas de las que ya
nos había hablado en la Física:

“Evidentemente es preciso adquirir la ciencia de las causas primeras, puesto que decimos
que se sabe, cuando creemos que se conoce la causa primera. Se distinguen cuatro causas.
La primera es la esencia, la forma propia de cada cosa, porque lo que hace que una cosa
sea, está toda entera en la noción de aquello que ella es; y la razón de ser primera es, por
tanto, una causa y un principio. La segunda es la materia, el sujeto; la tercera el principio del
movimiento; la cuarta, que corresponde a la precedente, es la causa final de las otras, el
bien, porque el bien es el fin de toda producción.”4

Hay, pues, cuatro causas del ser que condicionan su existencia: la causa material, la
causa formal, la causa eficiente y la causa final.

La causa Material

- La Materia es aquello que es determinado por la forma para sacarla a la luz (hacer
presente a la forma). La materia es indeterminada, ya que no posee ninguna forma
que la determine a ser algo. Es lo que es susceptible de recibir una forma sin ser de

2http://cibernous.com/autores/aristoteles/index.html
3https://www.webdianoia.com/aristoteles/aristoteles_meta.htm
4Aristóteles, Metafísica, libro 1, 3

2
hecho ninguna. Sin una forma que la determine, la materia no sería ni perceptible
ni cognoscible.

La causa Formal

- La Forma es la esencia de la cosa, el qué es la cosa. Es decir, aquello que determina


a algo a ser ese algo y no otra cosa. Es el universal, es la especie, las notas esenciales
que hacen que algo sea lo que es y, por lo tanto, pueda ser conocido y definido.
Esta forma es eterna, pero no puede existir sin la materia, el otro elemento de la
substancia. La forma es también considerada la naturaleza propia de la cosa, es
decir, su principio inmanente de actividad y desarrollo por el cual llega a hacerse
como tal ser.

La materia y la forma determinan el hilemorfismo aristotélico. Son los co-elementos o


principios inmanentes (la materia (hylé) y la forma (morphé)) de la que está compuesta la
sustancia.

Así pues, la sustancia está formada por dos co-elementos eternos, materia y forma, que
son diferenciables tan solo por el pensamiento y no en la realidad física, donde siempre se dan
indisolublemente unidas la una a la otra. Aristóteles ha solucionado así el problema de la
trascendencia de las esencias, al quedar estas inheridas dentro del compuesto.

La causa Eficiente

- Es el principio del cambio o del movimiento. Es aquel agente que produce un cambio
o un movimiento. La causa eficiente convierte en actual lo que antes era potencial.
“Es el principio primero de donde proviene el cambio o el reposo, como el que
quiere algo es causa, como es también causa el padre respecto de su hijo, y en
general el que hace algo respecto de lo hecho, y lo que hace cambiar algo
respecto de lo cambiado.”5

La causa Final

- Aquello hacía lo que tendemos. Aristóteles creía que el universo todo tiene una
finalidad, tendemos hacía algo. Los movimientos tienden a un fin, nada es casual.

La teoría de la sustancia

La sustancia es en Aristóteles la forma privilegiada de ser. El ser se dice de muchas


maneras, pero fundamentalmente como sustancia, es decir, como aquello que no se da en un

5
Aristóteles, Física, libro 2, 3
3
sujeto, sino que es ello mismo sujeto. Es aquello que posee “ser” por sí mismo y no necesita
de otras categorías para ser.

Es la esencia de un sujeto, es decir, lo que responde a la pregunta ¿Qué es algo? La


sustancia es el sujeto del que se predica todo lo demás. Es la categoría fundamental porque
el resto de ellas se dicen de un sujeto, necesitan de un sujeto para ser: rojo, cálido, alto...,
son afecciones, modificaciones o acciones de un sujeto. Sin éste, no pueden darse. Pues bien,
la sustancia, en tanto que sujeto en el que se inhieren el resto de las categorías, es el individuo
particular, la cosa individual y concreta de la que predicamos (decimos) algo. Caballo, mesa,
árbol, piedra, todos ellos son sustancias (compuestos hilemórficos).

Las afecciones, acciones y determinaciones de la substancia (de los seres concretos y


particulares) son denominadas por Aristóteles accidentes, es decir, aquello que necesita de
otro (de la sustancia) para ser. Las cosas que son así, pero podrían ser de otra manera. Los
accidentes son todo aquello que no te cambia sustancialmente.

“Accidente se dice de lo que se encuentra en un ser y puede afirmarse con verdad,


pero que no es, sin embargo, ni necesario ni ordinario"... "El accidente se produce, existe,
pero no tiene la causa en sí mismo, y sólo existe en virtud de otra cosa.”6

Las diez categorías de Aristóteles son los distintos modos en que atribuimos un predicado a un
sujeto y son, en definitiva, los distintos modos de ser (que tiene algo).

1. La Sustancia (o esencia)

2. La cantidad
3. La cualidad
4. La relación
5. El lugar
6. El tiempo Accidentes
7. La situación
8. La posesión
9. La acción
10. La pasión

Ser en acto y ser en potencia

Para poder explicar el cambio Aristóteles necesitará recurrir no sólo a la teoría de la


sustancia, que le permite distinguir la forma de la materia, sino además a otra estructura
metafísica, la que permite distinguir dos nuevas formas de ser: el ser en acto y el ser en
potencia.

6 Aristóteles, Metafísica, libro 5, 30


4
“El ser no sólo se toma en el sentido de sustancia, de cualidad, de cuantidad, sino que
hay también el ser en potencia y el ser en acto, el ser relativamente a la acción”.7

Por “ser en acto” se refiere Aristóteles a la sustancia tal como en un momento


determinado se nos presenta y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de
capacidades o posibilidades de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente
es. Un niño tiene la capacidad de ser hombre: es, por lo tanto, un niño en acto, pero un hombre
en potencia. Es decir, no es un hombre, pero puede llegar a serlo.

De alguna manera, por lo tanto, la potencia representa una cierta forma de no-ser: no
se trata de un no-ser absoluto, sino relativo, pero que es tan real como cualquier otra
consideración que podamos hacer de la sustancia. Cada sustancia encierra, por lo tanto, un
conjunto de capacidades o potencialidades, una cierta forma de no-ser relativo, que le es tan
propia como su composición hilemórfica. Junto al ser en acto hemos de admitir, pues, el
reconocimiento del ser en potencia. Las potencias de una sustancia vienen determinadas por
la naturaleza de cada sustancia: una semilla podrá convertirse en planta y, por lo tanto, es
potencialmente una planta; pero no podrá convertirse en caballo.

(Nota complementaria; para aquellos estudiantes que quieran profundizar en los conceptos más importantes de Aristóteles,
les dejo el siguiente link):

http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/johergon/2013/05/09/conceptos-fundamentales-de-aristoteles/

7 Aristóteles, Metafísica, libro 9, 1


5

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