Proyecto de Ciencias 4
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Proyecto de Ciencias 4
PSI.ESMIRNA LÓPEZ
Cuando se habla de la cultura de la prevención, no
se trata de crear una nueva cultura. Es educar para
crear una nueva cultura. Es educar para crear
conciencia, adoptar nuevas conductas y una actitud
responsable y de respeto por la protección de las
vidas, el entorno, por las futuras generaciones;
Así pues, múltiples sectores están mostrando un interés creciente por la cultura de
seguridad como un medio para reducir la siniestralidad laboral y mejorar la
competitividad de la empresa.
ejemplo:
ACTIVIDAD 1. social familiar - uso de drogas
grado y necesidad de
escoge uno y habla sobre su
importancia.
prevención.
costumbres y
actitudes
LOS HÁBITOS
El hábito es cualquier comportamiento
aprendido (no es innato, no nacemos con ningún
hábito) mediante la repetición, que se realiza de
forma habitual y automática sin apenas pensar
en ello. Es un elemento básico del aprendizaje
humano.
El tiempo para alcanzar el automatismo del nuevo comportamiento varió de 18 a 254 días. Esta
variación tan amplia se justifica porque varían la perseverancia y motivación de las personas y el
hábito a conseguir. Por ejemplo, se comprobó que los hábitos relacionados con el ejercicio físico
tardaban más en adquirirse que la costumbre de consumir una fruta al día.
«Si repites algo cada día en la misma situación,
se convierte en una reacción automática ante
dicha situación», afirmaba Jane Wardle, coautora
del estudio. Cuando se ha creado el hábito no
hace falta pensar en el comportamiento
seleccionado para repetirlo porque se ha hecho
automático.
Aprendemos mediante la asociación y memorizamos mediante la repetición.
Cuando hacemos algo desconocido o asimilamos un conocimiento nuevo nuestras
neuronas se agrupan químicamente para comunicarse, creando nuevas
conexiones entre ellas o sinapsis. Y si repetimos esa experiencia nueva a menudo
(Ley de la repetición) esas conexiones neuronales se hacen cada vez más fuertes,
hasta que las neuronas individuales terminan por liberar una sustancia química
(unas moléculas llamadas neurotrofinas) para fijar esas conexiones, y el hábito
estará adquirido. Los hábitos como atarse los zapatos, conducir o escribir a
máquina son redes neuronales que se han hecho automáticas por la repetición
física.
Las neuronas se reorganizan continuamente
según nuestros pensamientos y aprendizajes.
Entonces podemos reestructurar (literalmente)
nuestro cerebro simplemente cambiando
nuestra forma de pensar o aprendiendo nuevas
habilidades. Si decidimos elegir un nuevo hábito
y estimulamos repetidamente las nuevas
conexiones neuronales, estaremos creando una
mentalidad distinta en nosotros, estaremos
instaurando una nueva forma de pensar y de
experimentar la realidad.
Lo seres humanos tenemos la facultad de renovarnos a nosotros mismos,
poseemos el potencial y la aptitud para transformarnos en la persona a la que
aspiramos mentalmente, empleando de forma consciente las mismas herramientas
con las que elaboramos de forma inconsciente nuestro antiguo Yo. Entre estas
herramientas mentales propias del ser humano están la fuerza de la repetición, la
activación de nuevas sinapsis mediante el estudio de nuevos conocimientos o
viviendo nuevas experiencias, la atención plena en nuestro entorno (mindfulness)
que nos permite interrumpir los pensamientos de preocupación recurrentes, o
también, por el contrario, el aprender a darnos cuenta de nuestra dependencia al
estado emocional que hemos creado.
Debemos interiorizar que los seres humanos somos un proceso en constante
transformación, somos un fluir de experiencias que enriquecen nuestra percepción
del mundo, y a menudo pensamos en la manera de mejorar nuestras habilidades,
físicas y sociales, y en cambiar nuestro comportamiento con las personas cercanas.
Podemos transformar nuestros pensamientos automáticos con tesón, cada día,
para crear nuevos hábitos más positivos para nosotros y así renovar nuestras
emociones y conductas.
LA COSTUMBRE
La costumbre es la práctica o el
modo habitual y frecuente de hacer
o pensar de una persona, cultura o
tradición.
La costumbre puede ser personal, por ejemplo, “Juan tiene la costumbre de comer
pan en el desayuno”. También puede ser una costumbre cultural relacionada con
las tradiciones como en los actos y ritos frecuentes transmitidos de generación en
generación como, por ejemplo, “en India se tiene la costumbre de comer con las
manos”.
En el contexto de la seguridad y salud laboral
la Cultura Preventiva de una empresa vendría
a ser algo así como el conjunto de usos,
costumbres, conocimientos, etc., que emplea
para evitar los accidentes (y enfermedades
profesionales). Es un concepto que se
emplea, cada vez más, para explicar que en
su carencia radican las causas de los
accidentes laborales.
La creciente concienciación en seguridad laboral
está siendo notable en los últimos años, desde la
promulgación de la Ley de Prevención 1995 y los
Reglamentos que la han desarrollado. Hay
muchas pruebas de ello: el nivel de “tolerancia
cero” que el público manifiesta hacia los
accidentes laborales, la atención continua de los
medios de comunicación, los miles de técnicos
de prevención que ya trabajan en nuestras
empresas, el nivel de formación de muchos
trabajadores sabedores de sus riesgos, planes
de emergencia, etc.
los accidentes siguen produciéndose porque,
en opinión de muchos, no hay “Cultura
Preventiva”. O, más exactamente, no hay lo
que podríamos llamar “costumbres
preventivas” de trabajo: hay modos de
trabajar que parecen favorecer los accidentes
y otros que, por el contrario, parecen
evitarlos. Un ejemplo: dos conductores que
cumplen correctamente el código, pero uno
conduce de manera brusca (aceleraciones,
frenadas, etc.) y otro de manera suave. Aun
los dos cumpliendo la Ley, uno hace una
conducción preventiva y el otro, una
conducción de riesgo; uno puede ocasionar o
sufrir un accidente con más facilidad que el
otro. El cumplimiento de la Ley no implica la
existencia de las costumbres preventivas.
En todas las situaciones laborales sucede igual: Las “costumbres” afectan a todos los trabajos:
en personas que desarrollan la misma función, administrativos, directivos, técnicos, manuales,
unas pueden hacerlo “en manera preventiva” y etc. El concepto “costumbre preventiva” no
otras “en manera de riesgo”. Un presupuesto implica documentación ni inversión; no se
puede ser preventivo o de riesgo; una venta es necesitan papeles ni equipos: pertenece al
preventiva y otra de riesgo; una soldadura se campo cultural.
hace preventivamente y otra, no; un andamio se
monta preventivamente, etc.
Podría parecer que el tema “costumbres de
trabajo” es teórico y alejado de la realidad, pero
no: es muy real y bastan algunos ejemplos.
Costumbres de riesgo son: “el que venga detrás
que arree”, “ya vale, para lo que pagan”, “ande
yo caliente…”, etc. Todas son muestras de trabajo
insolidario (y muy extendidas, por cierto). En
cambio, costumbres de trabajo preventivas son:
“trabajar para el siguiente”, “hacer las cosas
bien”, “haz bien y no mires a quien”, etc. Unas y
otras son perfectamente conocidas aunque no
estén escritas en ningún procedimiento
documentado: son “parte de la cultura”.
El cambio cultural es una cuestión muy práctica
que interesa a todas las empresas, grandes y
pequeñas. A todas las actividades (construcción,
agricultura, industria, comercio, sanidad…). Y a
todos los actores de la prevención (autoridades,
empresarios, trabajadores, sindicatos,
asociaciones…). Necesitamos cambiar
costumbres de riesgo por costumbres
preventivas si queremos resolver la siniestralidad
laboral. Y, para ello, los sistemas de prevención
deben favorecer las formas “preventivas” de
trabajo. ¿Lo hacen? Me temo que la respuesta es
no, pues su mayor parte está diseñada para el
cumplimiento mínimo de la legalidad, y sin
contemplar la cultura preventiva.
¿Es posible cambiar las costumbres de trabajo? La cultura preventiva representa el camino adelante en
Rotundamente, sí. Las costumbres se pueden la resolución de la siniestralidad laboral, y cuanto antes
se identifique como una actividad preventiva más,
cambiar si se identifican y se buscan con
mejor. Cambiar las costumbres de trabajo es un largo
compromiso, trabajo en equipo y mucho viaje que, como todos, empieza por el primer paso, que
esfuerzo y dedicación. Para ello hay que reforzar es identificar su necesidad. Todos tienen que hacerlo:
los sistemas de prevención actuales con la empresas, trabajadores, autoridades e instituciones;
cultura preventiva y la gestión del cambio algunos lo han hecho ya y otros están en el camino de
hacerlo. Lo importante, ahora, es aumentar la masa
cultural. Una vez identificadas las costumbres de
crítica necesaria para impulsar el cambio.
trabajo cuesta menos de lo que parece, y tiene
más ventajas de las que se puede imaginar.
ACTIVIDAD
Elige una costumbre que tengas y que quieras
modificar y trata de explicar y escribir cómo
podrías cambiarlo
Gestión del cambio
Los cambios nunca son fáciles. Por eso, es tan
necesaria una gestión del cambio proactivo que
se adelante a todos los problemas que puedan
surgir. Para realizar una buena gestión de
proyectos es imprescindible tener en cuenta
todos los factores que pueden impactar en su
viabilidad. Una forma de intentar minimizar
incidencias es conocer dónde puede fallar la
implementación de un cambio y tomar medidas
lo antes posible.
PROBLEMAS DE GESTIÓN
● Falta de planificación
● Falta de seguimiento y control ● Falta de información
● Prestar más atención a las tareas que a los ● Presupuesto demasiado limitado
objetivos ● Falta de experiencia, conocimientos y
habilidades
● Falta de identificación de puntos clave a lo
● Escasez de tiempo
largo del proyecto ● Falta de adaptación de otras tareas relacionadas
● Escasez de acciones correctivas ● Incompatibilidad con las prácticas de la compañía
● No considerar todos los aspectos que ● No considerar otros caminos alternativos
implicados en el cambio
● Retraso en la toma de decisiones
importantes
● Pereza para gestionar asuntos
complicados
● Falta de incentivos para cambiar ● Envío de mensajes inconsistentes
comportamientos anteriores ● Falta de compresión de los mensajes
● Falta de involucración con el proyecto ● Surgimiento de rumores confusos
● Incapacidad para mover a la gente de su zona ● Falta de explicación de las ventajas de realizar
de confort (siempre lo hemos hecho así) el cambio
● Falta de esfuerzo suficiente ● Incapacidad para rebatir objeciones
● Cambios producidos por modas pasajeras ● Falta de una visión que motive el cambio
● Creación de disrupciones inaceptables por la ● No gustan tener que hacer cambios
compañía ● No gustan las sorpresas imprevistas
● Conflicto entre áreas ● Falta de confianza en uno mismo y en otros
● Creación de luchas de poder en la compañía ●
ACTIVIDAD
Escribe al menos media cuartilla
de que situaciones psicosociales
pueden influir en el ambiente de
prevención y riesgo.
¿Qué disciplinas se encargan de la prevención?
SEGURIDAD EN EL TRABAJO
Según la NOM 035 STPS, el patrón debe identificar, evaluar y analizar factores de
riesgo psicosocial dentro del entorno de trabajo. Y, posteriormente, adoptar
medidas para prevenir y controlar el alcance de estos factores de riesgo.
Hoy en día los conceptos que triunfan son los de liderazgo y coaching: anglicismo
que procede del verbo inglés to coach, «entrenar» que es un método que consiste
en acompañar, instruir y entrenar a una persona, o a un grupo de ellas, con el
objetivo de cumplir metas o desarrollar habilidades específicas.
Cuando hay que tomar una decisión urgente evidentemente hay que actuar de forma
autoritaria, por ejemplo, en una intervención de emergencias el mando que dirige un cuerpo de
bomberos ha de tomar decisiones rápidas y dar órdenes claras y contundentes, ha de ser
autoritario para que se ejecuten lo más rápidamente posible. Esta claro que en este tipo de
situaciones no se puede ser consultivo ni democrático.
Independientemente del estilo de mando existen unos factores claves en la
dirección de personas en el ámbito empresarial:
Tener unos objetivos claros, así como los modos y métodos para conseguirlos.
No todas las personas somos iguales, ni todos los trabajadores tenemos las
mismas motivaciones para el trabajo. Un buen líder necesita conocer las
particularidades personales de cada trabajador a su cargo para obtener de él el
máximo rendimiento con la máxima satisfacción del propio trabajador. Los factores
motivacionales pueden ser muy diferentes para cada trabajador.
LIDERAR CON EL EJEMPLO
Un buen líder no debe tener privilegios ni prebendas injustificados. Evidentemente
un puesto de responsabilidad debe ser remunerado adecuadamente y contar con
los recursos necesarios para realizar convenientemente sus competencias, pero
diferencias injustificadas generan distanciamiento con los empleados produciendo
una pérdida de credibilidad y confianza.
Evitar actitudes de superioridad ante los empleados así como de colegueo. Se puede
tener una relación cercana con los empleados pero el jefe debe poderse identificar en
todo momento, por sus actos, sus comportamientos, su forma de comunicarse, etc.
Si es posible, saberse el nombre de pila de todos los empleados es una buena forma
de generar confianza.
Preocuparse por los aspectos emocionales del trabajador que puedan repercutir directamente
en el trabajo (motivaciones laborales, quejas, aspiraciones, compañerismo…). Esto no significa
interés por la vida personal y privada del trabajador.
● Confiar y delegar
● Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo.
● Practicar en su justa medida el sentido del humor y el positivismo.