CHARLA PRÁCTICA
PROTECCION RESPIRATORIA
El aire que respiramos está compuesto de aproximadamente 21% de Oxígeno, 78% de Nitrógeno y
1% de otros gases. En ésta combinación estos gases mantienen la vida. La salud depende del aire
que respiramos y cuando otras sustancias están presentes por lo regular estaremos sujetos a
incomodidades, problemas de salud o incluso propensos a la muerte.
Los riesgos en un ambiente de trabajo muchas veces no son percibidos, la empresa deberá
inspeccionar y controlar regularmente las instalaciones para identificar y evaluar la naturaleza de
los riesgos que pueden estar presentes cuando se manejan o almacenan sustancias químicas.
Es importante comprender los posibles riesgos que pueden afectar su salud, de forma general las
actividades de trabajo pueden presentar los siguientes riesgos al sistema:
Polvos: son formados cuando un material sólido es molido o triturado. Mientras más pequeña sea
la partícula más tiempo se quedará suspendida en el aire y existirá una mayor oportunidad de ser
inhalada.
Humos: Productos de materiales (metales, plásticos, etc.) que son fundidos, calentados, o
enfriados rápidamente formando partículas finas que quedan suspendidas en el aire.
Neblinas: Se forman con líquidos que son nebulizados -efecto rociados-
Gases: Sustancias -ni líquidas ni sólidas- como oxígeno, nitrógeno, dióxido de azufre, etc.
Vapores: Se forman con el proceso de evaporación de sustancias.
Una forma de proteger al trabajador (y a nosotros) contra la inhalación de contaminantes es a
través de equipos de protección respiratoria.
Estos equipos conocidos como mascarillas son generalmente piezas que cubren nariz y boca
(aunque hay de cara completa) que permiten el paso del aire a través de filtros.