Templos de Arequipa

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA


FACULTAD DE CIENCIAS HISTÓRICO SOCIALES
PROGRAMA PROFESIONAL DE TURISMO Y HOTELERÍA

TRABAJO 2: COMPLEJOS ARQUITECTÓNICOS DE LA COMPAÑÍA


DE JESÚS, SAN FRANCISCO DE ASÍS Y SAN AGUSTÍN

ASIGNATURA: SISTEMA DE GUIADO TURÍSTICO


DOCENTE: HUMBERTO ALTUNA SOTOMAYOR
AÑO: 2DO “A”

INTEGRANTES:
- CONDORI TICONADERLY BRANDON
- CORNEJO MEJIA NAZRY ARGEL
- FLORES RAMOS JUAN DIEGO
- MEZTAS OSSCO RANDY
- QUISPE CASTILLO GABRIELA
- SANDIA NOA CRISTOPHER JOSEP JHON
- SUYCO CHIRE MOHANDY LARRY
- YAPO SALAS ALMENDRA

AREQUIPA - PERÚ

2019
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LISTA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN __________________________________________________________ 4

COMPLEJO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS___________________________________ 5

•Historia general del complejo__________________________________________________ 5

El Templo __________________________________________________________________8

Capilla de San Ignacio ________________________________________________________10

Claustros de la compañía ______________________________________________________11

•Descripción de la Fachada y ornamentos interiores_________________________________ 13

COMPLEJO DE SAN FRANCISCO__________________________________________ 16

•Historia y general del complejo_______________________________________________ 16

El Templo y convento de San Francisco _________________________________________16

El templo de la tercera orden __________________________________________________16

La casa de la fundación del Fierro ______________________________________________17

• Descripción de las Fachadas y ornamentos interiores____ _________________________ 18

• La plaza de San Francisco: Historia general, descripción y la revolución de 1865 _______19

COMPLEJO DE SAN AGUSTÍN____________________________________________ 24

•Historia y general del complejo_______________________________________________ 24

El Templo de San Agustín ____________________________________________________26

Los claustros Agustinos ______________________________________________________27

• Descripción de la Fachada y ornamentos interiores _______________________________ 30

ICONOGRAFIA Y AGIOGRAFIA___________________________________________31

BIBLIOGRAFÍA ___________________________________________________________ 51
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LISTA DE FIGURAS

Templo de la Compañía de Jesús: ___________________________________________32

Paredes del templo de la Compañía de Jesús ___________________________________34

Portón Santiago de la Compañía de Jesús______________________________________34

Interior del templo de la Compañía de Jesús ___________________________________36

Anagrama de Jesús. Tatiana Medina Sánchez __________________________________37

Altar de la Compañía de Jesús ______________________________________________37

Altar de los Fundadores de la Compañía de Jesús _______________________________37

Cúpula en media naranja del ábise de la Compañía de Jesús _______________________38

Claustros mayores de la Compañía de Jesús ____________________________________39

Fachada del templo de San Francisco de Asís ___________________________________40

Interior del templo de San Francisco de Asís ____________________________________42

Órgano del templo de San Francisco de Asís ____________________________________42

Cruz de San Damián y Escudo de la Orden Franciscana ___________________________43

Biblioteca del museo de San Francisco de Asís __________________________________44

Sala Duns Escoto del museo de San Francisco de Asís ____________________________44

Sala Duns Escoto del museo de San Francisco de Asís ____________________________44

Imagen de Jesús Nazareno del templo de San Francisco de Asís _____________________45

Vitrales del museo de San Francisco de Asís ____________________________________45

Fachada del templo de San Agustín ___________________________________________46

Interior del templo de San Agustín ____________________________________________48

Presbiterio y Altares Menores del templo de San Agustín__________________________48

Altar de la Virgen de Copacabana en el templo de San Agustín______________________49

La Dolorosa y Jesús Nazareno, respectivamente en el templo de San Agustín___________49

Púlpito del templo de San Agustín_____________________________________________50


4

INTRODUCCION:

El turismo es, uno de los medios más importantes para el intercambio cultural y es cada vez
más apreciado como una fuerza positiva para la conservación del patrimonio natural y cultural
Con frecuencia, muchos profesionales en turismo, en especial los guías oficiales enfrentan
situaciones en las que dan a conocer acerca del centro histórico de la ciudad de Arequipa y en las
que se habla sobre todo de monumentos como son templos, plazas, conventos, casonas coloniales,
etc. Por lo tanto, resulta de suma importancia para todos ellos conocer con profundidad sobre este
tema.
En el presente trabajo se desarrolla los temas como son; el Complejo de la Compañía de
Jesús, el Complejo de San Francisco y Complejo de San Agustín y además se desarrolla temas acerca
de la historia de estos complejos.
Para la elaboración del presente trabajo fue necesaria la recolección de datos, mediante
bibliotecas virtuales, páginas web y toda información que se puede encontrar mediante la tecnología.
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COMPLEJO ARQUITECTÓNICO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS, SAN


FRANCISCO DE ASÍS Y SAN AGUSTÍN

I. COMPLEJO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS


1. HISTORÍA GENERAL DEL COMPLEJO
El templo de la Compañía es una de las numerosas iglesias ubicadas en el Centro
Histórico de Arequipa. Se encuentra ubicada entre el Portal de la Municipalidad y el
Portal de Flores. Templo erigido por la Compañía de Jesús en la ciudad de Arequipa y
uno de los ejemplos más destacados de la llamada arquitectura mestiza. (Asin,1999)
Tanto Don José de Acosta como Don Luis López se dedicaron a impartir la
religión cristiana a los españoles, criollos y mestizos. Don Gonzalo Ruiz se encargó de
enseñar a los indígenas las lenguas aborígenes, ya que él era un buen conocedor de estas
lenguas.
Los vecinos y moradores de Arequipa conocían la labor de los jesuitas, que
hacían en las ciudades del Perú. Ellos aportaban sumas de dinero de 17, 508 pesos,
producto de las erogaciones recogidas. A pesar de esto, los jesuitas consideraron que
este dinero era insuficiente para la fundación, es por eso que decidieron regresar a la
ciudad de Lima.
Ya al año siguiente, del año de 1574 se hizo presente la segunda comisión Jesuita
integrada por los padres Alonzo Barzana, Luis López, y Juan García. Hubo un cabildo
abierto y es así que hubo la necesidad de fundar la casa de la Compañía de Jesús en la
ciudad de Arequipa, por lo que decidieron aumentar sus donaciones a 10, 000 pesos.
Don Diego Hernández Hidalgo fue influenciado por el capitán Jerónimo
Pacheco y su esposa Dña. Lucía de Padilla decidieron donar todos sus bienes a la
fundación de una casa de la Compañía, a cambio, él solicitaba a los jesuitas que lo
reconocieran como fundador de la compañía. Posteriormente añadió a su testamento un
codicilo en el que daba plazo de un año para que aceptaran su donación. Es así que los
jesuitas aceptaron la donación y acordaron reconocerlo como fundador de la Casa de la
Compañía en Arequipa a Don Diego Hernández Hidalgo.
Tiempo después Don Diego Hernández Hidalgo falleció un 27 de Julio de 1578,
Don P. Antonio López y el hermano Marco Antonio se enteraron de tal noticia y
decidieron viajar a la ciudad de Arequipa un 16 de agosto de 1578, para tomar posesión
de dichos bienes donados por tan ilustre benefactor. Con 3,000 pesos decidieron
comprar un terreno, sobre el cual construyeron la iglesia.
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Pero ellos no contaban con la licencia correspondiente de edificar una habitación,


pues tal parece que el vicario no veía con simpatía dicho establecimiento de los jesuitas,
por tal motivo ordenó que destruyeran dicha habitación y altar donde se hacían las misas.
El procurador de la Orden, aterrorizado por tremenda injusticia, solicitó a la Real
Audiencia de Lima el reconocimiento del derecho que tenían los jesuitas sobre los bienes
de Don Diego Hernández Hidalgo. Posteriormente consiguieron que Felipe II les
autorizara la fundación del colegio y fábrica de la iglesia, en Cédula Real expedida en
Madrid el 27 de febrero de 1582.
Una vez que a los jesuitas se les devuelven sus propiedades en Arequipa, el
Vicario General Dr. Manuel Abad de Usúnsola que gobernaba esta iglesia en nombre
del Obispo del Cuzco, observo su regreso alegando que carecían de licencia para fundar
la casa y que el lugar donde habían iniciado la fábrica de la iglesia perjudicaría
enormemente a la iglesia Mayor. Esta observación fue elevada al virrey Enríquez, quien,
por el contrario, ratificó la cédula de Felipe II.
Fundadores:
También nos mencionan que el capitán Diego Hernández Hidalgo donó para la
fundación de la Compañía de Jesús en Arequipa, la cantidad de 11,580 pesos y 11 tiendas
en la calle de la alcantarilla o de los Mercaderes a condición de que su cuerpo fuera
sepultado en la iglesia y celebraran la fiesta de Santiago Apóstol, patrón de dicho colegio,
el 25 de Julio de cada año. De no efectuarse la fundación antes de la navidad de 1579 la
donación quedaría sin efecto. Del dinero se tomarían 7,366 pesos y se impondrían a
censo sobre la viña de Juan Zegarra y los 4,214 restantes se destinarían a la fábrica de la
iglesia. El censo se redimió en 1676, ignorándose el destino del capital. (Medina, 2013)
Los sucesivos terremotos que sacudieron la ciudad de Arequipa arruinaron las
11 tiendas que había donado Hidalgo y en su reedificación se gastaron 2,000 pesos que
fueron tomados de los 4,000 que pertenecían a la fiesta de San Francisco Javier, que
había sido establecida por el Obispo Juan Cavero.
El terremoto de 1582 arruinó la iglesia y claustros que los jesuitas estaban
construyendo, lo que conmovió al capitán Antonio de Llanos y a su esposa María
Cermeño, que donaron 44, 386 pesos para su reedificación; entregaron 21, 828 en
efectivo, 20,258repartidos al rédito, 1,300 en una estancia con 300 vacas en el valle de
poso y 1,000 en 12 topos de tierras que compraron en el pago de Porongoche. Se hacía
esta donación a cambio de ser admitidos como insignes benefactores y fundadores del
colegio; por otra parte, para tener derecho a ser sepultados a la derecha del altar menor;
para que los jesuitas doctrinaran a los indios Chilpacas, Salamanticas, y Chichas de la
provincia de Condesuyos, así como los Canchos del Valle de Characato que tenían
encomendados los donantes. Con los réditos de los censos se pagaría la cera que se
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necesitaría para la celebración de la fiesta de la Virgen de la Purificación. Los jesuitas


aceptaron estas condiciones dejando de doctrinar a los indios desde 1713 ya que se
habían extinguido.
Al producirse la expulsión de los jesuitas en 1767 la donación de los esposos
Llanos estaba reducida a solo 27,720 pesos distribuidos en la siguiente forma: 13,600se
pagaron en la compra de la hacienda de San Jerónimo; 4 700 en la compra de la casa,
aperos y herramientas de la estancia de Yanarico en Puno; un principal de 1,680
impuestos en la viña de San Javier, en el valle de Vitor; 1,600 para la chacra que
compraron a María de Robles en Guasacache; y 600 pesos para la adquisición de 6
tiendas en la calle Mercaderes. Asimismo, se impusieron los siguientes censos: 4 400
pesos en la viña de Doña Violante de la Cerda, 600 en la viña y casa de Hernando
Almonte y 440 en la viña del Lic. Francisco de Rivera y Castillo.
Los benefactores del colegio Jesuita fueron muchos entre los primeros tenemos
a Dña. Lucía de Padilla, vecina y rica encomendera de Arequipa, que donó una viña de
25 000 cepas en el valle de Churunga y unas tierras en Cayanga; en recompensa solicitó
a los jesuitas que doctrinaran a los indios Arones y Yungas del Valle de Ocoña que
habían sido encomendados a su esposo Jerónimo Pacheco.
Juan Chacón y su esposa Juana Ramírez, vecinos de Arequipa, donaran la mitad
de la viña de San Juan de la Vega, más conocida como Tacar, situada en el valle de Vitor,
así como los olivares de Lluta y Matarani que poseían en las lomas de Hilay. A cambio
de esta donación pedían que se les reconociera como insignes benefactores y que
doctrinaran perpetuamente a los indios que tenían encomendados en ambas propiedades.
Pedro Soliorigo, vecino también de Arequipa, donó 17, 999 pesos en un
comienzo y posteriormente, designó 36, 000 pesos en efectivo, 24,000para la fábrica de
la iglesia y 12,000para la adquisición de 20 negros.
Inés Chirinos de Loayza lego todas sus propiedades al colegio Jesuita, las
mismas que superaban los 50 000 pesos, pero solo aparecieron 18, 347, valor de la
hacienda Sacay la Grande, el saldo en que fue invertido. Como se sabe muchas personas
más donaron sus bienes.
En la Iglesia de la Compañía se fundaron las Cofradías de la Virgen de la
Purificación, de la virgen de Loreto y la de Jesús, María y José. Las tres eran
administradas por los jesuitas y gozaban de bienes urbanos, rurales y algunos censos.
Los ascendientes de Juan Ramírez Zegarra y Casaos de España trajeron la
imagen de la virgen de la Purificación, más conocida como la chiquita.
Como el número de devotos aumentaba paulatinamente fue donada a la Iglesia
de la Compañía donde le construyeron capilla y altar con las donaciones y limosnas,
además impusieron algunos censos sobre ciertas propiedades.
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o EL TEMPLO.
Es un templo colonial que se encuentra localizado en el centro de la ciudad
de Arequipa; este templo, es considerado, el de mayor antigüedad dentro del
departamento de Arequipa. La Iglesia de la Compañía es conocida comúnmente
como la Iglesia y el Complejo de la Compañía, y es, a nivel arquitectónico, la mejor
muestra de arquitectura mestiza arequipeña. Esta iglesia también es conocida por los
moradores como la “Capilla Sixtina de Arequipa”, gracias a las bellas piezas de arte
que alberga en su interior. Como complejo arquitectónico, la iglesia, que fuera
levantada por los jesuitas, se ve acompañada además por espacios destinados a la
vivienda, entre otros recintos con fines religiosos de la orden. (Jauregui, 1958)
La fachada del templo consta de dos cuerpos. El primero está divido entre
dobles columnas, hallándose en el área central la puerta principal que es de madera
de cedro y está adornada con grandes clavos de la época. Las paredes están
adornadas con rosetas geométricas y medallones contiene las letras SD, SF, SI Y
MN, iniciales de las palabras latinas Sanctus Deus, Sanctus Fortis, Sanctus
Inmortalis y Miserere Nobis es decir Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten
misericordia de nosotros.
Mientras que en el segundo piso hay una bella hornacina que sirve de
ventana, asemejándose está a una concha adornada con rosetas. Se dice que
antiguamente las superficies del interior estaban recubiertas de policromías, como
en la capilla de San Ignacio cuya decoración se asemeja a la de un retablo
ayacuchano gigante, pero ahora solo se luce el sillar. El retablo y el retablo de los
Fundadores El retablo del altar mayor fue edificado con piezas de cedro y roble,
palos de sauce y lloque, y está bañada de pan de oro. En el centro del retablo se
observa la imagen de la virgen con el niño Jesús, y a los lados las imágenes en
madera policromada de San Ignacio de Loyola y San Francisco de Borja,
considerados fundadores de La Compañía. Asimismo, se observa las imágenes de
San Joaquín y Santa Ana, padres de la virgen María, una imagen moderna del
Corazón de Jesús; y sobre ella, la del Padre Eterno, flanqueado por San Juan Bautista
y San Juan Evangelista. Empero, en el templo también existe otro retablo llamado
el “Retablo de los Fundadores”, pues en él hay imágenes de varios santos fundadores
de órdenes religiosas como Santiago, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de
Asís, San Agustín de Hipona, San Pedro, San Juan de Dios, San Antonio Abad y
San Pacomio. En el templo destacan hermosas imágenes de santos, como la del Justo
Juez, que recorre cada Martes Santo las principales calles de la Ciudad Blanca;
asimismo, la de la Virgen de la Macarena, y el Señor Cautivo.
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La iglesia, según los registros históricos encontrados, fue fundada en el siglo


XVI, se sabe, que el diseño del edificio, data de 1573, aunque algunos dicen que la
obra recién estuvo concluida en 1578. Pese a esta primera fecha de fundación, el
templo que ha llegado hasta nosotros, no es el mismo que del XVI, ya que aquel
sufrió las consecuencias del terremoto de 1584; de hecho, el templo es producto de
las diferentes reconstrucciones que se dieron hasta la mitad del siglo XVII. A nivel
arquitectónico, la Iglesia de la Compañía, es un edificio de dos pisos que presenta
una planta de cruz latina, conformada por una nave central y alas laterales; como
cubierta del edificio, se distingue una cúpula asentada sobre pechinas y existen
también bóvedas de medio punto como parte del techo de la construcción. También
forman parte del templo, un coro alto y un santuario.
La construcción de la Iglesia de la Compañía se inicia en el año de 1590.
Estuvo bajo la dirección del hermano Felipe y fue terminada de construir en el año
de 1698. Al igual que en otros edificios de Arequipa, el material para su construcción
procede de las canteras del volcán Misti. Las propiedades físicas de esta roca
volcánica la convierten en una piedra muy fácil de labrar, pero dificultan la talla en
profundidad por su textura porosa. Esto dio lugar al desarrollo de un tipo de
decoración superficial que, como en el caso de la iglesia de la Compañía, traspasa
los límites de la portada y cubre parcialmente el resto del paramento formando un
gran tapiz en piedra.
Es el monumento más representativo de la “Arquitectura Arequipeña” es el
templo de la Compañía de Jesús. Su estilo mestizo fue imitado no solo en las iglesias
que se edificaron en los alrededores de la ciudad como San Miguel de Cayma, San
Juan Bautista de la Chimba de Yanahuara y Paucarpata, si no que se extendió por
toda la región andina desde Puno a La Paz y Potosí, dejando verdaderas joyas
arquitectónica.
La edificación del primer templo que levantaron los jesuitas en Arequipa se
inicia en 1578, a base de los planos confeccionados cinco años antes por el arquitecto
Gaspar Baez y que, desgraciadamente, se derrumbó con el terremoto que sacudió
esta región en el año de 1582.
Ocho años más tarde el hermano jesuita Diego Polipo, sobre las ruinas del
primer templo y desarrollando siempre los planes de Gaspar Baez, inicio la segunda
construcción del templo dedicado al apóstol Santiago. Finalmente, existen
evidencias de que una tercera fábrica fue levantada a mediados del siglo VVII y
concluida en 1667, año en que esteban Lara clavaba la Cruz en el chapitel de la torre.
El maestro cantero Simón de Barrientos, el 22 de Octubre de 1654, ante el
escribano Alonso Laguna, suscribía con el padre Jerónimo Martel, Rector del
10

Colegio Jesuita de Arequipa, el contrato para realizar en el templo que estaban


edificando una escalera de caracol en cuadro que conduciría de la antesacristía a la
bóveda; un pretil con su cornisa de vara y cuarto de alto a lo largo de toda la obra y
con sus respectivos desagües, dos capitolios a lado de la epístola, desde sus
cimientos y correspondientes de las dos del patio y en proporción de las demás,
cubiertas a la perfección, para lo cual se desarmaría la capilla de la Virgen de Loreto
y se abriría arco en la capilla de Santo Cristo, de manera que guardara proporción
con las demás, dos bóvedas grandes en el cuerpo principal de la iglesia con sus dos
arcos correspondientes y en la forma en la que está construida la parte que sigue al
arco total, con sus ventanas y cunetas, según las otras bóvedas de la misma traza y
forma con sus respectivos tarjones; la puerta y portada que da a la calle de los
ejercicios de piedra negra dura, quijarreña, pomposa y jarifa con buen arte.
El terremoto que sacudió la ciudad de Arequipa derrumbó el campanario de
la iglesia, o el campanario de la iglesia, y este a su vez, arruinó la capilla de la virgen
de Loreto que obligo a los jesuitas a solicitar ayuda para su reparación. Donde mejor
se plasma el estilo mestizo arequipeño es en la portada lateral la cual fue diseñada y
construida por el maestro cantero Simón Barrientos en 1654.

o CAPILLA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA


La antigua sacristía de la iglesia, conocida actualmente como la Cúpula de
San Ignacio.
Todas sus paredes están pintadas de llamativos colores, que a pesar de tener
más de 300 años de antigüedad se conservan en el tiempo. Este lugar era usado
antiguamente como la sacristía de la iglesia, desde donde los padres preparaban la
misa, destacando figuras y cuadros bañados en pan de oro.
Figuras policromadas y en alto relieve adornan sus paredes desde el piso
hasta el techo de la cúpula, resaltando entre estos dibujos el de aves de la selva,
variedad de frutas y enredaderas de flores exóticas, cuyos símbolos representaban
para los Jesuitas, la riqueza espiritual de “La Creación”; frente a la entrada destaca
un gran lienzo atribuido a Diego de la Puente, que representa la visión de la Storta,
un episodio célebre en la vida de San Ignacio que decidió el rumbo de su
“Compañía”, según narró un Jesuita.
En la cornisa, en la que se sustenta, se observan ocho imágenes de santos
que guardan en su interior sus propias reliquias. En las cuatro pechinas de los
ángulos figuran los evangelistas: Juan con el águila, Lucas con el toro, Marcos con
el león y Mateo con el hombre. También destacan las pinturas de Las lágrimas de
San Pedro, Cristo Resucitado y la Virgen de la Candelaria, hechos por el pintor
11

Bernardo Bitti, pero destacan además otras mucho más antiguas como la imagen de
la Virgen de Copacabana. En este retablo gigante destaca también el aguamanil,
hecho de piedra y notándose en alto relieve el monograma IHS, que son las primeras
letras del nombre de Jesús en griego.
Asimismo, destacan en tres pequeños ambientes empotrados los objetos
litúrgicos de la iglesia católica y que son usados en las celebraciones eucarísticas;
así, por ejemplo: el cáliz, la hostia, entre otros. La cúpula, que tiene la forma de una
mitad de naranja, tiene un tragaluz en la cúspide que ilumina todo el recinto, hoy
convertido en un tractivo turístico más de la Ciudad Blanca. antigua sacristía del
templo, es un elemento singular dentro del conjunto jesuita. Tiene planta cuadrada
cubierta con cúpula de media naranja de ladrillo. Su interior está decorado con
pinturas murales de intensos colores en las que se representan flores, frutas y aves
tropicales vinculadas a la simbolización de la selva amazónica como el paraíso
terrenal, característica de la primera etapa de la expansión evangelizadora de
América. La cúpula presentaba daños estructurales y sus pinturas murales se
encontraban en proceso de desprendimiento del muro por pérdida de adherencia del
soporte.
El terremoto de junio del 2001 agravó esta situación, pues produjo el
agrietamiento de la bóveda y el desprendimiento de fragmentos de pintura. En marzo
del 2002 se iniciaron los trabajos de restauración y puesta en valor. En la primera
etapa, se consolidó estructuralmente la cúpula y se fijaron los enlucidos.
Posteriormente, se intervinieron las pinturas murales y el conjunto de bienes
muebles de la capilla y la antesala. Estos trabajos contaron con la participación de
un equipo de restauradores del valle del Colca. Los trabajos concluyeron en julio del
2006 con la implementación del plan museográfico, que integró la capilla y la
antesala al circuito de visitas del monumento, y habilitó un nuevo acceso de
visitantes desde el segundo claustro.

o CLAUSTROS DE LA COMPAÑÍA
Entre los claustros conventuales levantados en Arequipa Colonial,
sobresalen notablemente los de la Compañía de Jesús, no solo por su grandiosidad
y originalidad, sino también por su rica ornamentación. “la frondosa decoración
parece hablarnos de la imaginación inagotable de su autor y del deseo de no copiar
nada de lo conocido. Pocas veces es dable contemplar algo más original y más bello”,
dice el arquitecto Harth-Terre.
El terremoto de 1582 arruino la Iglesia y Claustros que los Jesuitas estaban
construyendo, lo que conmovió al Capitán Antonio de Llanos y a su esposa María
12

Cermeño, que donaron 44,386 pesos para su reedificación. La sucesiva


reconstrucción siguiente de la cual se tiene datos es la de 1677 bajo la dirección de
Lorenzo de Pantigoso, alarife tan afamado que fue designado “Obrero Mayor para
la reconstrucción de la Ciudad”, después del terremoto del 20 de octubre de 1687,
un ejército de peones, entre indios, negros y españoles, trabajaba y modelaba el sillar
acarreado desde las canteras de Chilina. La fecha de la terminación de las obras,
1738, figuraba en el arco de la entrada hasta 1973, en estos ambientes funciono el
célebre Colegio de Santiago, al igual que el Juniorado de los Jesuitas, aunque no por
mucho tiempo. Al ser expulsados en 1767, los Claustros, al igual que sus demás
propiedades pasaron a la Administración de los Padres Oratorianos de San Felipe
Neri.
En 1788, a solicitud del Obispo Chávez de la Rosa, parte de los Claustros se
designó para Hospicio de niños huérfanos y expósitos. Al crearse la Beneficencia
Pública de Arequipa, en 1848, esta institución se hizo cargo del Hospicio y para ello
introdujo reformas en los Claustros. En 1921 la beneficencia acordó construir un
local más apto para el Orfanato, en la Avenida Goyeneche; para tal efecto, los
Claustros fueron divididos en ocho lotes y vendidos en subastas públicas. Los
nuevos propietarios modificaron profundamente el hermoso recinto, parte del cual
estaba ruinoso y convertido en precarias viviendas; en esta subasta se hizo acreedor
de los Claustros la familia Romaña. Por fin en 1971 el Banco Central Hipotecario
adquirió los antiguos Claustros y emprendió una profunda restauración, cuyo
resultado podemos apreciar hoy en día.
Todo el conjunto consta de un Claustro Mayor, que tiene acceso a la calle
General Moran; un Claustro Menor y un patio con salida a la calle Palacio Viejo.
Adosados a la Iglesia e integrados a ella arquitectónicamente, los Claustros muestran
hoy su antiguo esplendor y el carácter imponente de sus 40 ambientes. El Claustro
Mayor es de una sola planta, con arcos de medio punto sobre pesadas columnas
íntegramente decoradas en sus cuatro caras. Cada casillero exhibe idénticos relieves,
de tres gruesos racimos de uvas, una papaya, una concha, una rosa, una hoja de
cantuta y hojas de parra desprendidas de la parte inferior, así como alados querubines,
elementos todos circunscritos por dos tallos que se entrecruzan varias veces. En cada
clave se repite la misma roseta simétrica y en cada enjuta un medallón con los
Monogramas de Jesús, María y José; además querubines y cuatro pequeñas figuras
de San Ignacio, San Francisco Javier. A la altura de un delgado arquitrabe, unas
chorreras en forma de pumas estilizados que sirven para el desagüe de las lluvias. El
friso tiene rosetas cuadrifolias y todo remata en una amplia cornisa estilizada. En las
esquinas figuran medallones con las letras SD, SF, SI y MN. En el centro del patio,
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luce una hermosa pileta de tres cuerpos con motivos fitomorfos y zoomorfos, traída
de Lima en la reciente restauración.
E l Claustro Menor es más sencillo en su ornamentación y sigue el esquema
general de todos los Claustros Conventuales de Arequipa. En la actualidad los
ambientes de estos Claustros están ocupados por tiendas y establecimientos
comerciales y entidades a fines al turismo.

2. DESCRIPCIÓN DE LA FACHADA Y ORNAMENTOS INTERIORES

FACHADA PRINCIPAL

Es la fachada que da frente a la Calle General Moran y a la esquina de la Plaza


de Armas. Está considerada entre las mejores expresiones del estilo barroco mestizo
hispanoamericano. Consta de dos pisos o cuerpos; el piso inferior posee tres calles entre
dobles columnas, en la calle central del primer piso se encuentra la solemne puerta
principal de madera de cedro y adornada con grandes clavos de la época.
Sobre la puerta se encuentra un arco de medio punto adornado con rosetas, las
enjutas son sencillas.
A ambos lados de la puerta principal se encuentran dos pares de columnas de
estilo corintio con hojas de acanto, las cuales están decoradas en su tercio inferior con
molduras en forma de zig-zag a su vez estas columnas descansan en pedestales de piedra
negra decoradas con figuras geométricas.
Los intercolumnios, es decir las calles laterales, están decoradas con relieves de
querubines, follajería y unos escudos con las palabras EL AÑO y DE 1698, fecha de la
última reconstrucción del templo. El friso del primer piso lleva un pámpano o sarmiento
con rosetas geométricas y unos medallones que contienen las letras SD, SF, SI y MN,
iniciales de las palabras latinas Sanctus Deus, Sanctus Fortis, Sanctus Inmortalis,
Miserere Nobis (Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten Misericordia de
Nosotros), tomadas de la liturgia del Viernes Santo; sobre las dobles columnas exteriores,
encima del entablamento, podemos ver unos trozos de frontones curvos y prominentes
y sobre ellos unos bellos pináculos ligeramente desviados.
Sobre los medallones centrales podemos apreciar unos monogramas que
contienen las letras XS, NS (Cristo, Nuestro Señor o Nazareno).
Sobre la puerta en el segundo piso, hay una bella hornacina que sirve de ventana,
una concha venerada y unas rosetas cuadrifolias ornamentan la hornacina, bajo la cual
se proyecta una notable ménsula o una especie de repisa sostenida por un niño o ángel,
esta ménsula en otros tiempos sostenía una gran cruz de piedra, la cual se derrumbó con
alguno de los terremotos que habría sufrido este templo.
14

A ambos lados de la hornacina destacan sendas águilas bicéfalas, Insignia de los


Habsburgos; bajo cuyo reinado se edificó la Iglesia. Aquí también podemos apreciar un
par de columnas a cada lado, de estilo corintio con hojas de acanto, a diferencia de las
primeras columnas del piso inferior estas están decoradas con molduras en forma de
espiral en su tercio inferior.
En el segundo friso se hallan labrados los anagramas de María y José a los
costados y el de Jesús en el centro. El frontispicio superior alberga otra pequeña
hornacina y sobre su respectiva ménsula destaca una escultura en sillar del Niño Jesús
en señal de bendición, a ambos lados de la hornacina apreciamos unas imágenes de
santos, las cuales están decoradas con follajería a su alrededor.
Esta impresionante fachada culmina en un frontispicio trilobular y unos
pináculos decorativos sobre este. Todos los espacios han sido decorados con diversos
temas en bajo relieve, como lacerias, rosetas, granadas, racimos de uvas, querubines,
mascarones o ese curioso gato-tigre con cuerpo de miriópodo, propio de la mitología
altiplánica, ubicado en los extremos o parte sobresaliente del primer piso.
No faltan naturalmente representaciones de la flora local como choclos y
cantutas.
A la derecha de la fachada principal, observamos una bella Portada Lateral. Hoy
se halla clausurada, pero en otros tiempos servía para comunicarse con los Claustros del
Colegio.
En esta Portada Lateral se encuentra un hermoso arco pico de viuda, a ambos
lados se observa una columna de estilo corintio con hojas de acanto; estas descansan
sobre pedestales de piedra negra decorados con follajería; lo que más resalta de esta
portada es el anagrama del IHS, Escudo de los Jesuitas; este está decorado con follajería
a su alrededor al igual que toda la portada que también está decorada con follajería.
En esta Portada Lateral también encontramos la Cruz Vestida o Cruz Pueblerina
la cual contiene diferentes objetos de la Pasión de Cristo.

FACHADA LATERAL
Esta Portada fue diseñada y construida por el Maestro Cantero Simón de
Barrientos en 1654. Está considerada como una de las más antiguas muestras del Arte
Mestizo Arequipeño pues señala puntos de partida para el complicado tapiz de la fachada
principal. En su originalidad, presenta reminiscencias de estilos anteriores de principio
de ciclo.
Un frontón muy abierto y elevado sobre el arco de medio punto de la puerta,
alberga bajo una gran concha de venera (símbolo del Santuario de Santiago de
15

Compostela), el bajo relieve del Apóstol Santiago, a quien el templo está dedicado. El
apóstol aparece en actitud guerrera, montado a caballo y con el sable en alto, decapitando
moros, los clásicos enemigos de la fe. Las cabezas de los vencidos, juntamente con el
emblema de la Media Luna, se ven pisoteados por las patas del caballo. Las crines del
animal se desenvuelven de manera original en grandes espirales. En la parte inferior del
frontón hay una ménsula labrada sostenida por dos sirenas con alas de ángel. Las
columnas son capiteles corintios, están decoradas en su parte inferior con molduras en
zig-zag motivo que se repite en las columnas del primer piso de la Fachada Principal.
sobre los capiteles hay unos frisos con relieves que representan el León de San Marcos
y al Toro de San Lucas.
Sobre las cornisas del entablamento, sendos pináculos producen un equilibrio
armónico. En los intercolumnios podemos ver una pequeña repisa al pie de unos escudos
con el monograma de Jesús (IHS), y un sencillo tema decorativo.
Son también de mencionar los casetones que adornan las jambas y el arco de la
puerta, elementos decorativos más frecuentes a comienzos del siglo XVII que en la
época en que se edificó la Iglesia, cuando ya el barroco había sentado sus reales en el
estilo arquitectónico.

INTERIORES

La distribución interna de la Iglesia corresponde a la Planta Basílica Jesuítica,


con una nave principal al centro y dos menores a los lados, cúpula de media naranja en
el crucero, bóveda de cañón, santuario, sacristía y coro alto. Una serie de semicolumnas
jónicas adosadas a gruesas columnas separan los arcos y sostiene un sólido entablamento,
con arquitrabe, frisos y cornisas. Sobre las cornisas, contrastando con la blancura del
sillar de los muros y bóvedas, un rioja balaustrado circula por todo el contorno interior
del templo.
Antiguamente todas las superficies interiores estaban recubiertas de policromías,
como todavía puede admirarse en la Sacristía Antigua, o Capilla de San Ignacio; ahora
luce el sillar a cara vista.
RETABLOS, TALLAS Y LIENZOS
El retablo del altar mayor es una magnifica composición del más puro Estilo
Barroco Churrigueresco. Es una obra del Maestro Entallador Juan de Salas, quien utilizo
para su realización 447 piezas de cedro y roble, 21 alisos y algunos palos de sauce y
lloque. Sobre la maravilla del tallado en madera hay una cobertura generosa de pan de
oro, que a los rayos del sol emite destellos de fuego. El sagrario, de pura plata repujada,
es obra del Maestro Cuzqueño Pedro Gutiérrez. En el centro del retablo hay un óleo de
16

Bernardo Bitti SJ, máximo exponente de la pintura colonial en Arequipa, que representa
a la Virgen de la Candelaria. A los lados, en sendas hornacinas, están las imágenes en
madera policromada, de San Ignacio de Loyola, el fundador, en el lado derecho (mirando
hacia la puerta principal); y de San Francisco de Borja, duque de Gandia, considerado
el “Segundo Fundador” de la Compañía, a la izquierda. En el segundo piso, a la derecha
se halla San Juan Berchmans, en el lado izquierdo, San Estanislao de Kostka, ambos
jóvenes estudiantes jesuitas que murieron en la flor de la juventud. más arriba, San
Joaquín y santa Ana, padres de la virgen María; al centro, una imagen moderna del
corazón del Jesús; sobre ella, la del Padre Eterno, flanqueado por San Juan Bautista
(derecha) y San Juan Evangelista (izquierda).

II. COMPLEJO DE SAN FRANCISCO


1. HISTORIA GENERAL DEL COMPLEJO.
o EL TEMPLO Y EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO
Los padres franciscanos arriban a Arequipa en 1551. Al año siguiente
fundan su
convento en los terrenos donados por el rico encomendero y comerciante
don Lucas Martínez Begazo, encargándose de la obra el padre Fr. Alonso Rincón.
La Iglesia se levanta pobremente y de manera provisional, pues en el lugar de la
primera Iglesia funcionó el refectorio. Los vecinos de Arequipa solicitan la
construcción de un complejo religioso para los franciscanos, para lo cual ofrecen sus
donaciones y limosnas; el cabildo, por su parte, cede la calle real que va a la Plaza
Mayor. En 1569 se celebra contrato con el arquitecto Gaspar Baéz y la obra se inicia
de inmediato, sus muros se levantan de sillar y sus bóvedas de ladrillo, de una sola
nave, como todas las primeras iglesias de Arequipa, posteriormente es añadido el
presbiterio y finalmente las naves colaterales a costa del canónigo D. Ignacio
Gregorio de Adriazola.
Contiguo al convento franciscano se construye el convento y la iglesia de la
Tercera Orden, para los Caballeros de San Francisco, son concluidos en 1775 y
bendecidos el 23 de febrero de 1577 por el Deán Pedro de Santa María. Antonio
Lastarria fue el principal benefactor de esta obra.

o EL TEMPLO DE LA TERCERA ORDEN.


Formando casi un mismo conjunto arquitectónico con el templo de San
Francisco, se encuentra el de la Tercera Orden. Mientras el primera data de 1664, el
segundo fue construido entre 1775 y 1777, por Antonio Lastarria.
17

Él terremoto de 1784, afectó gravemente a el templo de la Tercera Orden,


habiéndose caído parte de ella y reconstruido, prontamente.
Una pequeña puerta ubicada a la derecha del Altar Mayor, permite
comunicar a este templo con el Convento de San Francisco.
De estilo barroco mestizo del siglo XVIII, su planta tiene forma de cruz
latina. Su portada principal se caracteriza principalmente por los contrafuertes que
la sostienen, siendo su ornamentación netamente arequipeña.
El primer cuerpo de su portada está flanqueado por columnas salomónicas
que sostienen una cornisa que se interrumpe para dar paso a una ménsula, la que
parece sostener el tímpano estilizado, curvo y abierto que presenta. En el interior de
este, se encuentra la re-presentación de Santa Clara adorando la Hostia, así como
símbolos eucarísticos.
Rodean la figura central una especie de círculo, follajes con pináculos a cada
extremo y en medio una cruz y sobre este, un arco de medio punto que encierra
Portada.
El íntegro del segundo cuerpo de la portada se encuentra flanqueada por
gruesas pilastras con decoración de rosetas y hojas.
El templo es de una nave, con bóveda tipo cañón, presentando grandes
lunetos y distintas tallas que representan el Corazón de Jesús, el Corazón de María
y el Corazón de San José.
Pilastras adosadas a la pared sostienen la bóveda de cañón, que al igual que
todo el templo está edificado en sillar.
La sacristía de pequeñas dimensiones, tiene techo abovedado y sus paredes
son de grandes dimensiones. El claustro está rodeado de arcos de medio punto que
descansan sobre pilares rectangulares.
El púlpito por las características que muestra, con motivos de rocalla,
principalmente, corresponde a la segunda mitad del siglo XVIII.

o LA CASA DE LA FUNDACIÓN DEL FIERRO.


Es una importante muestra de arquitectura del pasado republicano de nuestra
ciudad. La casa del fundo “El Fierro” de estilo mestizo, hecho de sillar y ladrillo.
Se terminó de construir en 1804 por impulso de Presbítero Jorge Antonio
del Fierro y Velarde. Fue edificado para el colegio de mujeres, pues no había en ese
tiempo y se llamó las Educandas, contaba con 22 aposentos, departamento de
administración, huerta y pozo de baño, lamentablemente por la muerte del fundador
fue reemplazado por su sobrino en 1847, empezando a decaer como institución,
dejando de funcionar desde el terremoto de 1868, fue reconstruido, siendo cárcel de
18

varones hasta 1940, posteriormente desempeño funciones humildes como taller de


mecánica de camiones, etc.
Actualmente está ubicado en la calle San Francisco 415, cuenta con una
posición estratégica para los visitantes ya que conecta la calle Ayacucho con la plaza
San Francisco, todos sus aposentos son usados para la venta de artesanías de
Arequipa y de regiones cercanas.

2. DESCRIPCIÓN DE LAS FACHADAS Y ORNAMENTOS INTERIORES.


La Portada de este Templo, se distingue de los que presenta Arequipa, por la
combinación armoniosa del sillar (piedra blanca producto de las erupciones volcánicas)
y del ladrillo (arcilla quemada de color rojizo).
El templo y convento de San Francisco, es uno de los primeros en levantarse en
la Arequipa Colonial, sin embargo, la actual portada está inscrita, para los arquitectos,
en el estilo neo-clásico.
La Orden Franciscana se instaló en Arequipa a 12 años de la fundación de esta,
es decir en 1552 y su primer templo fui construido por Diego de Mendoza según los
documentos, en 1564. En esa época se habla de una sola nave y un santuario con cúpula.
Al parecer, el templo actual, tiene las características generales del plan de
Gaspar Baez, el gran alarife de los primeros años de la Colonia.
En las inmediaciones del campanario se aprecian 4 cariátides que representan a
la Virgen y santos, en alto relieve.
En el interior, las naves laterales tienen a manera de Altar, pequeñas hornacinas.
Las naves laterales fueron adicionadas en 1687, después de uno de los terremotos que
azotó esta ciudad.
La sacristía, de regular tamaño, termina en una techumbre de bóveda de cañón.
De planta octogonal abovedada, cuyo entablamento corrido descansa en pilastras jónicas
que mueren a la altura del muro apeado en curiosas ménsulas, resistió el terremoto de
1868.
La Sala de Conferencias, está decorada con cuadros de la Escuela cusqueña. El
Coro del Templo se encuentra sobre la entrada. Su lado frontal, se halla exquisitamente
tallado en relieves de estilo mestizo que muestran a la Virgen de la Inmaculada
Concepción, San Francisco y Santo Domingo.
El Altar Mayor, es íntegramente repujado en plata y es de un estilo barroco
mestizo. El Claustro Mayor del Convento, es de aspecto sencillo, formado por galerías
abovedadas con arcos de medio punto.
19

3. LA PLAZA DE SAN FRANCISCO: HISTORIA GENERAL, DESCRIPCIÓN Y


LA REVOLUCIÓN DE 1865.
Se llamó antes "28 de febrero" en homenaje a la revolución arequipeña de 1865
que acabó con la victoria del 2 de mayo de 1866. Fue la prolongación de la calle del
mismo nombre que, en otro tiempo, como dice Víctor Andrés Belaúnde, fue "una especie
de patio para las familias del barrio", los Vargas, Paz Soldán y Diez Canseco.
Es una prolongación de la calle San Francisco y en la plaza del mismo nombre
se ubicó el Colegio de las Educandas, que fundó en 1809 el presbítero Jorge del Fierro
y Velarde.
Pero no siempre se llamó Plaza San Francisco. Su nombre anterior fue Plaza "28
de febrero", en recuerdo al pronunciamiento de Arequipa, el 28 de febrero de 1865,
contra la firma del tratado Vivanco - Pareja, durante el gobierno del general Juan
Antonio Pezet. En aquella oportunidad, el prefecto departamental Mariano Ignacio
Prado proclamó el gobierno "restaurador" de la dignidad del país y marchó hacia Lima,
donde estableció la dictadura para hacer frente a la guerra con España que acabó con la
victoria del 2 de mayo de 1866.
La heroica acción del 2 de mayo de 1866 en el Callao, puede ser considerada,
sin duda alguna, como la culminación del proceso histórico iniciado en Arequipa el 28
de febrero de 1865; revolución que tomó el nombre de "Restauradora del Honor
Nacional". Corresponde pues al pueblo de Arequipa, la singular iniciativa de repudiar el
Tratado Vivanco-Pareja y de convocar a los pueblos del Perú a luchar para lograr una
verdadera Segunda Independencia Nacional frente a las pretensiones españolas, que
dieron lugar a una guerra con esa nación de la cual nos habíamos liberado en 1821 y
1824.
Este episodio de la historia nacional tuvo a la ciudad de Arequipa como
protagonista. El tratado Vivanco - Pareja fue rechazado por la población arequipeña que
secundó el pronunciamiento del general Prado. Contando con el apoyo del coronel
Domingo Gamio, Mariano Lino Cornejo y el coronel Ginés, tercer jefe del batallón
Ayacucho y su ayudante el teniente coronel Elías Suárez puso en marcha la revolución
contra Pezet.
La noche del 28 de febrero de 1865 todos los sectores de la ciudad convergían
hacia la Plaza de Armas de Arequipa. Las campanas de templos, conventos y
monasterios tocaban a rebato, el pueblo de Arequipa salía a las calles a protestar y al
amanecer
el día siguiente, un movimiento arrollador estaba en marcha.
Tal revolución se apoyaba en un hecho concreto: interpretó correctamente el
sentimiento nacional. Se trataba de evitar mayores ultrajes a la soberanía nacional,
20

humillada con la ocupación de las Islas Chincha por la Escuadra Española. La bandera
peruana fue vejada, el territorio nacional fue violado y un buque de la escuadra peruana
había sido apresado.
La magnitud del conflicto al que no era ajena una previa maquinación española
tenía
que ver con un simple incidente en la Hacienda Talambo que pudo haberse
resuelto rápidamente. La intransigencia desarrollada alrededor de este hecho agravó la
situación y comprometió el honor nacional.
Una expedición científica española, terminó por descubrir el verdadero objetivo
de su misión y reclamando situaciones históricamente superadas tomó las islas Chincha
usando ello como medio de presión para negociar la aceptación de condiciones
de arreglo, totalmente inaceptables, que, sin embargo, el gobierno de Pezet terminó por
aceptar por medio de la firma de un Tratado llamado Vivanco-Pareja ya que lo
suscribieron, por el Perú el general Vivanco y por España el Almirante J. Pareja.
Siendo el coronel Mariano Ignacio Prado se puso a la cabeza del movimiento
revolucionario, al lado del pueblo arequipeño. En el Manifiesto de esta revolución se
revela un conocimiento cabal de los intentos europeos de dominar América que
se habían producido como antecedentes, y llama a la unidad americana para hacer frente
al peligro que representaban las pretensiones españolas sobre el Perú
Los inspiradores y conductores populares del movimiento fueron: Domingo
Gamio, Manuel Masías, Mariano Pio Cornejo, Juan Antonio Ugarteche. En Lima
apoyaron
el movimiento el doctor José Maria Químper fundador y director del periódico
"El Peruano" y el Vice-Presidente de la República General Pedro Diez Canseco. Fue el
quien pronunció la frase que identificó al movimiento: "La actual revolución es la
segunda lucha por la Independencia del Perú".
Con tal fin, fueron citados al local de la prefectura los jefes de los cuatro cuerpos
acantonados en Arequipa. Como se manifestaron opuestos a los planes rebeldes de Prado,
éste ordenó su arresto mientras conseguía la adhesión de los demás miembros del
ejército. En tales circunstancias, se reunió el pueblo de Arequipa el 1" de marzo de 1865,
en cabildo abierto, en el local de la Universidad Nacional de San Agustín. En la sesión
participaron las corporaciones civiles y eclesiásticas de la ciudad, con el objeto de
deliberar sobre la grave situación del país. Y en consideración además al
pronunciamiento que, en la víspera, 28 de febrero, hizo el coronel Prado. Surgió así el
Acta de Arequipa que, en base a varias razones, entre ellas la humillación del honor
nacional a raíz de la firma del tratado Vivanco - Pareja, declaró que el general Pezet
21

había cesado en el mando de la República, "por haber violado la Constitución y las Leyes
en la celebración del tratado de 27 de enero de 1865".
Que declara reos de Alta Traición a la patria, de acuerdo con el artículo 6to. De
la Constitución y 108 del Código Penal a don Juan Antonio Pezet, José de Allende,
Pedro José Calderón, Evaristo Gómez Sánchez, Manuel Antonio Zárate y José Carda
Urrutia, los que deben ser aprehendidos, sometidos a juicio y castigados con
sujeción
a las leyes del país.
Fue entonces que, mientras el llamado por la ley asumía sus funciones, en este
caso el general Pedro Diez Canseco, como segundo vicepresidente de la República, se
encargó el poder político y militar al coronel Mariano Ignacio Prado. El documento fue
firmado por más de 10 mil personas. A su turno, los jefes y ofíciales del ejército
pertenecientes a los cuerpos de la división existentes en esta plaza de Arequipa, también
suscribieron un acta adhiriéndose a la otra del pueblo arequipeño.
Que encarga del Poder Político y militar al señor Coronel don Mariano Ignacio
Prado. Que el pueblo de Arequipa considera haberse identificado con el espíritu y deseo
de la nación.
El mismo 1ro. de marzo los jefes y oficiales del Ejército reunidos, suscribieron
un acta de adhesión a M.I. Prado y en los considerandos del pronunciamiento señalan la
violación, traición y conculcación de la Constitución y de las leyes por parte del gobierno,
habiendo perdido por ello su legitimidad.
Al día siguiente, 2 de marzo, el coronel Prado dio un manifiesto a la nación, en
que justificó el movimiento rebelde en base a la "inconsecuencia y traición de parte del
general Pezet". Dijo entonces lo siguiente: "Aquí tenéis a la patria colocada al borde de
un espantoso abismo que amenaza tragarla. Es menester que sus esforzados hijos se
presenten frente a frente del traidor para salvarla". Y en otro párrafo agregó: "La valiente
y magnánima Arequipa se ofrece a vuestra vanguardia (...)". En seguida, el ejército
restaurador a órdenes de Prado, estableció su cuartel general en la plaza de Arequipa,
"mientras convenga a las operaciones de la guerra". Luego se trasladó a Chincha Alta
en el departamento de Ica, hasta ocupar la ciudad de Lima.
Pero el espíritu de la revolución del 28 de febrero no fue sino consecuencia del
ambiente que rodeó el pronunciamiento del coronel Prado en la ciudad. Con fecha 19 de
febrero de 1865, en el pliego N° 1 de "La Guillotina", editado en la imprenta de Valentín
Ibáñez, se publicó un manifiesto revolucionario que el historiador Francisco Mostajo
atribuye al abogado Cayetano Sánchez. Aunque también expresó el sentimiento del
equipo de redactores de "La Guillotina", integrado aparte de Sánchez por Mariano
Ambrosio Cateriano, José Moscoso Melgar, Eliodoro del Prado y Daniel Barreda. Sin
22

embargo, el propio Mostajo afirma que Sánchez, al releérselo el manifiesto, le dijo: "debí
estar profundamente conmovido cuando escribí así".
El manifiesto revolucionario condenó el tratado y al gobierno de Pezet.
Terminaba diciendo lo siguiente: "¡Despertad, peruanos, levantaos! El vapor humeante
de la sangre de nuestros hermanos de Lima, el Callao reclaman el castigo de los
criminales asesinos: Viértase la sangre de los traidores y tiranos y quede extinguida para
siempre esa raza maldecida que infama nuestro nombre".
Participaron en el movimiento rebelde los juristas arequipeños Toribio Pacheco,
José Simeón Tejeda y José María Quimper, formando parte del gabinete llamado de los
talentos que presidió José Gálvez.
Resulta fundamental reconocer que sin la revolución del 28 de febrero de 1865
no podría haberse labrado la victoria del "2 de mayo de 1866, ambos hechos están así
relacionados por el poder revolucionario del pueblo arequipeño que supo en su momento,
recoger el anhelo nacional y canalizarlo, prueba de ello es la forma veloz como se
propagó la adhesión al movimiento. Por otra parte, tiene este movimiento proyecciones
internacionales muy vastas. Ya en el Manifiesto publicado en "La Guillotina" se
menciona expresamente a Chile y a Bolivia como hermanos a los cuales amenaza España
al igual que al Perú. Es el Canciller doctor Toribio Pacheco y Rivero quien como
Ministro de Relaciones Exteriores del Gabinete Gálvez hace posible la cuádruple alianza
contra España. Es un paladín de la unidad continental.
Pero, tiene la revolución de 1865 un contenido popular indiscutible, son los
viejos caudillos arequipeños, los Gamio y los Masías los que conducen al pueblo en este
pronunciamiento. No se trata tampoco de desmerecer la gallarda actitud del
Prefecto
Prado, sino de reconocer la admirable continuidad del espíritu revolucionario
arequipeño que, una vez más se manifiesta, con razón suficiente, para hacer valer
principios jurídicos y valores nacionales ante la invasión española.
Fue aquella la época de mayor gloria del coronel Prado. Su nombre estuvo
asociado por mucho tiempo a la victoria del 2 de mayo de 1866. Esta situación cambió
radicalmente con la Guerra del Pacífico en 1879. De héroe pasó a ser tratado corno
traidor. El viaje que hizo a Europa en plena guerra, a juzgar por sus consecuencias, fue
un grave error político que dio origen a la leyenda negra de Prado.
23

La antigua Plazoleta San Francisco fue la prolongación de la calle del mismo


nombre. Esa cuadra también fue llamada de las Educandas, porque allí quedaba el
Colegio para mujeres que fundó el presbítero Jorge del Fierro y Velarle. En otro tiempo,
familias tradicionales de Arequipa, como los Vargas, Paz Soldán y Diez Canseco,
vivieron en el barrio de San Francisco.
Víctor Andrés Belaunde recuerda que su abuelo Pedro se formó en el histórico
y pintoresco barrio de San Francisco. Cuenta en sus memorias que "la Iglesia bloqueaba
la calle que venía de la Plaza de Armas y al formar un ángulo recto con el templo de la
Tercera Orden, constituía con ésta el marco de una pintoresca plazoleta, unida
estrechamente a la historia de Arequipa".
Este fue uno de los pocos espacios públicos que tuvo Arequipa en aquel tiempo.
Al respecto, Belaunde decía: "La calle de San Francisco y su prolongación la plazuela,
formaban una especie de patio para las familias del barrio, teniendo influencia en la
relación de los vecinos y en la formación de los muchachos".
En la plazoleta San Francisco quedó el antiguo Teatro Arequipa, al costado de
la Tercera Orden Franciscana, era pequeño y en el segundo piso funcionó alguna vez el
Diario "El Deber" y también el Círculo de Obreros Católicos.
En la Plaza "28 de Febrero", hoy San Francisco, lució por mucho tiempo un
monumento de homenaje a los arequipeños que participaron en la revolución de 1865.
Una de las placas recordatorias también rindió homenaje a los redactores de "La
Guillotina". Otra placa lleva la siguiente inscripción: "Pueblo arequipeño cuando la
nacionalidad peligra lucha como el 28 de febrero y vence como el 2 de mayo. La obra
fue diseño del abogado y arquitecto arequipeño Gerardo Alberto Cornejo Iriarte.
En 1973, el Concejo Provincial tomó la decisión de cambiar de nombre a la
plaza 28 de Febrero por San Francisco. La reacción del decano del Colegio de Abogados
de Arequipa, doctor Raúl Cárdenas Ruiz, fue inmediata y protestó por el cambio de
nombre. Sin embargo, un número importante de abogados no apoyó su actitud de
rechazo a la decisión del municipio.
El monumento a la revolución arequipeña de 1865 y a los héroes del 2 de mayo
de 1866 fue trasladado a la Avenida Bolognesi, frente al Club Internacional, con el
nombre de Parque 28 de Febrero. En su lugar fue colocado el monumento a San
Francisco, fundador de la orden franciscana. Recientemente ha recuperado su lugar
original en el atrio del templo que lleva su nombre. Predicó la pobreza, y su vida fue un
apostolado dedicado a los pobres.
La plaza ha recuperado su prestancia de antes. Allí se ubica el Museo Histórico
Municipal que junto a la pinacoteca del Convento de San Francisco y a la biblioteca
24

regional "Mario Vargas Liosa" forman el centro turístico y cultural más importante de
la ciudad de Arequipa.

III. COMPLEJO DE SAN AGUSTÍN


1. HISTORIA GENERAL DEL COMPLEJO.
Desde la fundación de la ciudad de Arequipa estuvieron presentes las Órdenes
Religiosas. Los primeros en llegar fueron los dominicos, luego los franciscanos,
mercedarios y jesuitas que de inmediato iniciaron la construcción de sus templos y
conventos en los solares que les había designado el Cabildo en unos casos o donados
por ciertos españoles encomenderos en otros o por adquisición directa.
Don Alonso de Luque, primer escribano de Arequipa, y su esposa doña Isabel
de Vega Sarmiento eran devotos de S. Agustín, por lo que se preocuparon para que esta
Orden enviara algunos frailes a esta ciudad de Arequipa y fundaran su convento. Para
lograr este fin, don Alonso de Luque donó el solar que le había repartido el Cabildo en
la fundación de la ciudad; es decir la manzana formada por la Plaza Mayor, la primera
cuadra de la calle Puente Bolognesi, la calle Sucre y la calle San Agustín. Esto nos ubica
en el plano urbano de Arequipa del siglo XVI para poder localizar el convento de San
Agustín; asimismo, donaron una fuerte suma de dinero para iniciar las obras.
El convento de San Agustín de Arequipa se fundó el 23 de agosto de 1574. En
el Capítulo IX de la Orden, celebrado en Lima el 11 de junio de 1585 se acordó consagrar
el templo a la advocación de San Nicolás de Tolentino.
El fundador del convento fue el padre Fr. Luis López, más tarde Obispo de Quito,
el primer Prior el padre Hernando de la Cruz, con quien colaboraron los padres Diego
de Lezama, Diego de Aldana, Juan Moreno y Juan de la Cuba.
Los hijos de Agustín de Hipona de inmediato iniciaron los trabajos de
construcción del convento e iglesia, pero al año siguiente, 1575, el Virrey Toledo que
visitó la ciudad de Arequipa, ordenó la suspensión de estas obras, así como las del
colegio de la Compañía, por no contar con licencia real las puertas se cerraron y las
campanas dejaron de tañer.
La construcción quedó paralizada por seis años y se reanudaron por una Real
Cédula expedida por Felipe II el 5 de marzo de 1581.
En la construcción del convento se adelantó poco, sólo cimientos de cal y canto
y muros de sillar, que cayeron a causa del terremoto del 22 de enero de 1582, que dejó
a la ciudad en escombros, a tal extremo que sus habitantes celebraron un Cabildo Abierto
con el fin de trasladar la ciudad a un lugar más apropiado y menos peligroso, pero más
pudo su terquedad pues desafiaron a la naturaleza y decidieron quedarse, para lo que
25

iniciaron nuevamente la construcción de sus viviendas y conventos más imponentes y


respetables.
La edificación de San Agustín se reinicia en 1583, año en que Diego de Porras
Sagredo y Ana de Ulloa fundan una Capellanía a cambio de que se les permitiera señalar
sitio para edificar el altar de su sepultura. Lo propio ocurre con Alonso de Luque y su
esposa que en escritura fundan una Capellanía a cambio de que les fijaran un sitio para
edificar su sepultura. En 1590 se celebra un contrato para continuar las obras de
albañilería y al año siguiente se encarga de amaestrarlas Nicolás Alonso. Este año el
maestro cantero Nicolás Alonso con apoyo de Pedro Riaño se comprometió a construir
el templo y convento de San Agustín hasta la cornisa, quedando lista pan colocar los
simbrales y bóvedas de los techos.
El 19 de febrero de 1600 erupcionó el Huaynaputina y sus cenizas cayeron sobre
Arequipa durante ocho días causando graves estragos. Cuatro años más tarde un nuevo
sismo sacude la ciudad quedando sus "templos, iglesias y monasterios de monjas y
frailes averiados hasta sus cimientos sin que ninguno de ellos se pueda habitar ni tenga
pared de una vara de alto".
La destrucción de los templos y conventos por los terremotos, exigió de sus
pobladores la contratación de maestros, arquitectos y alarifes de Lima y Cusco. Es así
como el Obispo Pedro de Perea contrata a los maestros Andrés de Espinosa y Francisco
Flores para fabricar la Iglesia Mayor. Aprovechando la presencia de estos maestros
celebran contrato con ellos los frailes agustinos Pedro de la Rúa, Prior, Cristóbal de
Jesús, Superiores y Francisco de Alvarado, Bernardo Ramos, Antonio Enríquez, Luis de
Arteaga y Diego de Cárcamo.
La escritura suscribe en 1621 y se señala las siguientes especificaciones de
construcción: Edificación de una capilla Mayor en la iglesia, de bóveda de sillar,
construcción de dos altares en las capillas colaterales para Cristo y la Virgen de la Gracia;
el arco total de la iglesia; dos bóvedas dentro de la capilla mayor y colocación de ladrillo
en la capilla mayor y colaterales; por los que abonarían más de doce mil pesos y estarían
concluidas en el tiempo de dos años y medio.
Según este contrato continuarían con las obras de cantería del claustro mayor,
de sillar, siguiendo los cimientos estaban comenzados, los muros y pilastras de piedra
blanca, los techos de los salones de bóveda y los claustros abovedados.
El arquitecto Juan de Aldana, que vino a la ciudad de Arequipa a solicitar del
obispo Ugarte, celebró contrato en 1643 con los padres agustinos para cerrar el techo de
la capilla mayor y colaterales de bóveda de cañón, así como para levantar la torre de la
iglesia. El contrato no se cumplió porque la muerte sorprendió a Aldana y las obras
26

quedaron paralizadas catorce años en que celebran otro contrato con el indio Lázaro
Mayba para que construyera las cimbras del templo hasta terminar el templo y convento.
Quien termina las obras de San Agustín es un alarife de origen humilde: un indio
que había aprendido los secretos del arte de construir y que había aprendido seguramente
a su cosmovisión y a su cultura indígena, los conocimientos técnicos de la arquitectura
y de la construcción traídos por los españoles. La presencia de Lázaro Mayba es
importante, no sólo porque concluye la construcción de uno de los Monumentos
Históricos más originales de Arequipa, particularmente por su bella fachada principal,
ricamente decorada, sino porque su nombre se incorpora por su actividad a la lista de
los constructores de la bella arquitectura arequipeña, Mayba es un arquitecto indio y ello
significa mucho en la arquitectura de esta región.
La Iglesia y claustros del convento agustino parecen haberse concluido en la
década del 60 al 70 del siglo XVII. El terremoto de Santa Úrsula ocurrido en 1687 lo
destruyó. Como los frailes agustinos no disponían del dinero necesario para reedificarlo
demoraron mucho, aproximadamente un siglo. Cuando habían concluido la restauración
un nuevo sismo destruyó la ciudad en 1784. En San Agustín "La Iglesia, quedó
enteramente rajada y se desplomó un pedazo de su bóveda, la torre en estado de botarse,
aunque los claustros y celdas, con esperanza de remediarse".

o EL TEMPLO DE SAN AGUSTÍN


El templo de San Agustín, figura como uno de los primeros en ser construido,
tras la fundación de la ciudad.
Se estima que la iglesia actual fue planificada por Juan de Aldana, quien le
dio estilo barroco mestizo de la segunda mitad del siglo XVII, similar al exhibido
por el de La Compañía de Jesús.
Sin embargo, el Templo y Convento de San Agustín, fundado en 1574, fue
concluido cinco años más tarde, habiendo sido edificados sobre terrenos donados en
parte por el primer Escribano Público y de Cabildo de Arequipa, Alonso de Luque.
El Convento de San Agustín, quedó suprimido en 1827. En sus ambientes
han funcionado cuatro de las principales instituciones de Arequipa: la Academia
Lauretana, el Colegio Nacional de la Independencia Americana la Universidad
Nacional del Gran Padre de San Agustín y el Colegio de Abogados, sucesivamente.
En la actualidad, dichos claustros forman parte de algunos Programas Académicos
de la Universidad.
El frontis de la Iglesia de San Agustín, está compuesto de dos cuerpos. En
el primero, la entrada muestra un arco de medio punto. Las jambas, están decoradas
27

con motivos intercalados de flores y follajes. En la enjuta, ángeles con faldellines


sostienen una rama con flor.

o LOS CLAUSTROS AGUSTINOS


El conjunto arquitectónico "San Agustín", está integrado por el templo y los
claustros, ambos forman el convento.
Arquitectónicamente son una sola y misma concepción, son un solo y mismo
diseño original, son la misma cosa, son una unidad por ello, aunque por razones
ajenas a la idea del arquitecto y constructor con el tiempo se hayan desligado
jurídicamente de manera que a partir de 1827 los Claustros fueron ocupados en la
fundación docente del Colegio de la Independencia y de la Universidad de San
Agustín.
Hay que destacar que en la construcción de este conjunto arquitectónico se
demoró aproximadamente un siglo; esto se debe a la técnica constructiva de la época
y a las dimensiones del edificio.
Lo más importante dentro del convento es el claustro mayor construido en
forma geométrica como un cuadrilátero alrededor de un jardín central que le
proporciona luz y frescura otorgándole una belleza singular en las construcciones de
Arequipa. El material empleado fue el sillar y piedra blanca, con mortero de cal y
arena y canto rodado.
La construcción fue de un solo piso, con muros de cajón anchos, que
cumplían la función de portantes; crujías angostas y altas que terminaban en cornisa
de donde arrancaban los cimbrales de las bóvedas de cañón. El Claustro se
caracteriza por tener 38 pilastras. cuyos tableros tienen el mismo ancho y terminan
en la parte superior en una cornisa tratando de imitar un capital.
Los techos de los claustros son abovedados con aristas que terminan frente
a cada pilastra, en una pechina orlada que reposa en los paramentos de las
habitaciones que dan al claustro, sobre una repisa con adornos.
En el Claustro Mayor estaban ubicados los principales ambientes como Sala
Capitular, a la que se ingresaba por la puerta con frontis lobulado del atrio; el largo
aproximado superaba los 50 metros lineales por seis de ancho.
Luego el ambiente de la biblioteca constituido por una enorme sala dividida
para sala de lectura y depósito. Al fondo el zaguán que unía el claustro Mayor con
el Menor; asimismo, en el Claustro Mayor estaba el refectorio y otros ambientes. El
Claustro Mayor se comunicaba con la Iglesia por intermedio de una hermosa
sacristía de forma octogonal y eupulin amoldurado que aún se conserva como única
reliquia del siglo XVII en espera de su restauración.
28

La galería de arcadas del lado norte colindaba con la nave lateral de la Iglesia
de San Agustín. Sobre ésta se levantaron varias habitaciones, a fines del siglo XVIII
y comienzos del XIX, en las que funcionó la Academia Lauretana base y origen
académico del Colegio de la Independencia Americana y de la Universidad de San
Agustín, así como de la Corte Superior de Justicia de Arequipa; estos ambientes
deben ser restaurados la antes posible por su prestancia y tradición histórica; además,
conservan su ingreso por medio de la escalera que da al atrio de la iglesia.
El Claustro Menor, del que queda muy poco. era de menores Proporciones
que el Claustro Mayor y de una arquitectura más modesta, aunque del mismo estilo;
pues ambos se construyeron en la misma época. De este claustro sólo queda una
danza de cinco pilastras y techo abovedado en el sector este del edificio, dando frente
a las antiguas celdas de los frailes agustinos, todo esto paralelo a la calle San Agustín.
En este claustro estaban ubicados las habitaciones, celdas, salones de celdas,
dormitorios y refectorios de los novicios.
Este claustro estaba separado de las tiendas, cuyo frente da a la Plaza Mayor,
por un callejón que unta la calle del Puente con la de San Agustín. El muro exterior
del convento que daba a este callejón y los muros posteriores de las tiendas, estaban
unidos por los arbotantes que formaban idealmente el techo del mismo.
La obra educativa del Libertador Simón Bolívar se caracteriza por la
fundación de colegios y universidades. La prodigiosa actividad del genial
venezolano, le hace avizorar la importancia de impulsar la educación, como uno de
los medios de asegurar la libertad, la paz y la felicidad de los ciudadanos. Estando
en Arequipa en 1825 prometió fundar un Colegio y una Universidad, lo que ratificó
por medio del Decreto del 6 de agosto de 1825 que da lugar al nacimiento del
Colegio Nacional de Ciencias y Artes.
En las Actas de la Academia Lauretana del 27 de agosto y 2 de noviembre
de 1825 se señala que la Junta de Beneficencia de Arequipa, adjudicó doce mil pesos
anuales para el Colegio con el nombre de “Bolívar", reconociendo al Libertador
como Fundador del mismo. Este Colegio no pudo instalarse porque el Congreso
Nacional fue recesado y no pudo pronunciarse sobre el proyecto fundacional a pesar
del informe favorable de la Corte Suprema de Justicia de Lima.
La idea de fundar un Colegio en Arequipa fue impulsada por el Prefecto del
Departamento. General Don Antonio Gutiérrez de La Fuente, quien se dirige al
Mariscal Andrés de Santa Cruz y “solicitó la planificación de un Colegio Nacional
de Ciencias y Artes para cuyo objeto propuso la supresión del convento de San
Agustín, a fin de que, con sus rentas y local, y en unión de la Academia Lauretana
se sentase las bases del engrandecimiento patrio de Arequipa”.
29

Santa Cruz expidió un Decreto Supremo, el 20 de junio de 1826, de acuerdo


con el Dictamen de la Dirección General de Estudios en la que se encontraba el sabio
arequipeño don Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz; es así como queda expedido
el camino para el establecimiento del Colegio.
El 1° de agosto del mismo año se instala solemnemente la Junta Subalterna
de la Dirección General de Estudios y acordó suprimir el Convento de Agustinos,
convirtiéndolo en el Colegio General de Ciencias y Artes, para instruir a la juventud,
particularmente a los niños pobres procedentes de provincias, a los que se brindaría
gratuitamente vivienda, asistencia, alimentación y educación.
El 4 de marzo de 1827, el General Gutiérrez de la Fuente, dispuso la creación
del Colegio de Ciencias y Artes en el Convento, casas de los agustinos bajo el
nombre de "Independencia Americana”. Sin pérdida de tiempo se procedió a ocupar
las casas, iglesias, fincas, censos y demás derechos que habían sido propiedad de los
padres agustinos, a pesar de su oposición.
El Colegio se instaló solemnemente el 15 de julio de 1827. Este día el
Prefecto juntamente con los catedráticos y profesores tomaron posesión del
convento de los agustinos y pusieron a cada quien en posesión de su respectiva
cátedra.
Las austeras celdas de frailes agustinos, se vieron cambiadas por el bullicio
de la juventud arequipeña. El edificio que los agustinos habían levantado con tantos
sacrificios desde 1575, se destina con el advenimiento de la obra educacional
republicana a un Colegio y de inmediato a una Universidad. La egregia figura del
Deán Valdivia está presente desde el comienzo, pues fue elegido Director.
La Universidad ocupaba también los afanes del Libertador y el Prefecto
Gutiérrez de La Fuente imbuido de los mismos nobles propósitos que Bolívar se
prodigó para hacer realidad el funcionamiento de una Casa Superior de Estudios, y
viendo coronados sus afanes el 11 de noviembre de 1828, con la instalación solemne
de la Universidad, en la capilla del Colegio de la Independencia Americana.
En el siglo XIX el antiguo local del Convento Agustino fue ocupado más de
cinco veces por las tropas revolucionarias, dan do lugar a clausurar las actividades
educacionales y a constantes refacciones y modificaciones de la planta física.
El terremoto del 13 de agosto de 1868, afectó tremendamente las estructuras
del convento agustino, particularmente en la iglesia que se vino al suelo, quedando
completamente inservible y sin poder funcionar.
El local averiado por el terremoto, se utilizó durante los años de la Guerra
con Chile como cuartel y como maestranza del ejército. En 1883, en los antiguos
claustros agustinos funcionó una Escuela de Clases del Ejército, similar a la que en
30

1878 se fundara en Chorrillos, Lima. En 1883 se instaló el Congreso Nacional para


sus sesiones. Al trasladarse la Escuela de Clases al Cusco, la Junta de Almonedas,
decidió sacar a remate el templo de San Agustín que se encontraba en ruinas, por la
cantidad de S/. 20,500.
Con excepción de los cuartos construidos al costado de la nave lateral del
templo de San Agustín, todas las construcciones de material aligerado ubicadas en
la segunda planta de los Claustros Mayor y Menor y que objetivamente no
concuerdan con los materiales, formas ni estilo del conjunto arquitectónico
rompiendo su unidad armónica pues el convento fue de una sola planta como hemos
señalado anteriormente, estas modificaciones corresponden al periodo republicano
que se inicia con la entrega del local al colegio de la Independencia en 1827 y a la
Universidad en 1828.
Esta entrega tiene graves consecuencias para el conjunto arquitectónico,
pues rompe la unidad del templo—convento que había sustentado la razón de ser del
edificio como totalidad. Por otra parte, las modificaciones, producto de las
refacciones, han cambiado sustancialmente el conjunto del edificio, abriendo puertas
y ventanas, levantando tabiques y muros de división y construyendo todo un segundo
piso para aulas y habitaciones. En consecuencia, el uso del edificio dio lugar a graves
alteraciones en su estructura, de tal magnitud que casi lo hacen irreconocible en
relación con su diseño original.
Las modificaciones, adiciones y supresiones del primer piso han
desnaturalizado la forma original del edificio, en tal extremo que debemos realizar
un esfuerzo para imaginarlo como fue.
El mejor homenaje que puede rendir la Primera Casa de Estudios Superiores
del Sur del Perú a la ciudad de Arequipa en su 450 aniversario es restaurar, este
conjunto arquitectónico.

2. DESCRIPCIÓN DE LA FACHADA Y ORNAMENTOS INTERIORES.


El frontis de la Iglesia de San Agustín, está compuesto de dos cuerpos. En el
primero, la entrada muestra un arco de medio punto. Las jambas, están decoradas con
motivos intercalados de flores y follajes. En la enjuta, ángeles con faldellines sostienen
una rama con flor.
En los intercolumnios hay hornacina aveneradas, una en la parte central que se
destaca por su tamaño.
En las otras dos hornacinas, se muestran tallas de santos, en alto relieve. A los
lados se presentan pequeñas pilastras decoradas con jarrones, follajes y flores. En la
parte superior, existe una talla de un águila bicéfala, insignia de los hansburgo.
31

Las franjas laterales de la portada, están decoradas con motivos en forma de


tallos y hojas, que, en una forma armoniosa, van de abajo hacia arriba.
El interior del templo es de una sola nave, con techo de calamina, que remplazó,
después de 1868, a una antigua bóveda de sillar.
Los altares son de estilo neoclásico, trabajados en yeso y la antesacristía, es una
pequeña habitación con bóveda de cañón, toda construida en sillar.

3. ICONOGRAFÍA Y HAGIOGRAFÍA:

El punto clave de la ciudad monumental de Arequipa se concentra en su mezcla


ideal de recursos locales; como la ignimbrita – o comúnmente conocido como “sillar” -
que fue utilizada como materia prima para la construcción de la mayor parte de
edificaciones en el centro de la ciudad. Y, por otro lado, el apoyo de los estilos
arquitectónicos que trajeron los españoles del mundo occidental. Dichos factores fueron
imprescriptibles para el inicio de esta ciudad a una escala no solo política o económica,
sino, además, a un nivel destacablemente artístico. El arquitecto e historiador Harth
Terré describe acertadamente lo que significa la arquitectura arequipeña: “La frondosa
decoración parece hablarnos de la imaginación inagotable de su autor y del deseo de no
copiar nada de lo conocido. Pocas veces es dable contemplar algo más original y más
bello”. Por tanto, la idea de que Arequipa monumental está marcada por su construcción
artística es inminentemente aceptada, incluso sin desprenderse de su dimensión social,
económico, religioso, ambiental, etc.
Vale notar que, los factores que se abordan en el estilo arquitectónico
Arequipeño, en el marco local y de la realidad de la época en la que se inició son
fundamentales, ya que, partir desde el conocimiento de este nos ayuda a interpretar
mejor la decoración ornamental de la arquitectura Arequipeña. En primer lugar, es
menester destacar el rol que cumplió la Iglesia Católica en el desarrollo de la arquitectura
civil y religiosa desde los inicios de la colonia.
Es de dominio público la importancia de la Iglesia católica durante el periodo
Virreinal no sólo en el campo espiritual, sino también en la propia formación de la
sociedad civil, en donde las manifestaciones artísticas tienen una singular importancia,
pues son el reflejo y materialización de épocas determinadas. (Sanchez, 2018)
Asimismo, el tiempo que implicó culminar la construcción de toda la ciudad
monumental propició los cambios en, principalmente, las construcciones civiles,
haciendo de los solares (terrenos que se extendían en cuadras enteras) y casonas fuentes
de nuevos estilos arquitectónicos que escapaban de las tradicionales líneas occidentales,
pero que no se desprendía de los rasgos iconográficos religiosos, que permanecían
32

indelebles en los nuevos surgimientos artísticos de las edificaciones Arequipeñas civiles.


Denominada por Concepción Huamán (2018) como “Arquitectura Mestiza”.
Por otro lado, se destacan los múltiples aspectos que propiciaron las
modificaciones y cambios en la arquitectura colonial Arequipeña y qué signos son los
que la impulsaron a construir la cultura del periodo de dominación colonial. En principio,
la iconografía y simbología religiosa significó una búsqueda de representación que los
hombres le quería dar a sus posesiones, tanto que sirva como signo de pertenencia, como
una Bandera o Escudo, que representan subjetivamente, y que funcionan a tal punto que
dañarla se traduce a un delito. Asimismo, este tipo de muestras de representación
generalmente están constituidas por elementos que guarden relación con la realidad
espacial (tiempo y terreno) y con el significado cosmológico se le atribuyan. Del mismo
modo, la actividad antrópica es crucial para la determinación de ciertos elementos que
alojen consigo historias y “Saberes Culturales” poco conocidos, pero identificados
gracias al reconocimiento de mencionados tipos de manifestaciones antrópicas.
Finalmente, los factores que han modificado la estructura de las edificaciones de
Arequipa están vinculados estrechamente a la geomorfología de la ciudad que, en virtud
de la presencia de cuerpos vulcanológicos que desde siempre han presentado actividad
sísmica, pero con algunos hitos en los últimos siglos. (QUISPE, 2018)

TEMPLO DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS:

Figura: Fachada del templo de la Compañía


de Jesús. Fuente. Go2Perú, Iglesia de la Compañía de
Jesús. J. Mazzatti (2018)
33

El edificio de la Compañía se compone de 2 cuerpos y 3 calles, la calle del medio


es la principal y en donde se pueden encontrar más ornamentación. El estilo
arquitectónico del templo de la Compañía de Jesús es de Barroco mestizo, aunque con
alguna influencia renacentista plateresca. Asimismo, en toda la portada se puede
visualizar mucha presencia de ornamentación en alto relieve, destacándose entre ellas;
hojas, flores, conchas (sponthilus), ángeles u otras figuras poligonales.

Primer Cuerpo: En la parte inferior del umbral se pueden distinguir los


pedestales con diseño de poliedro (alto relieve), además los fustes de las pilastras (8) es
uno de los pocos con incisiones zigzagueantes, el capitel, por otro lado, cada capitel
muestra ornamentación Fito morfa, tiene discretos arquitrabes delgados y finaliza con
breves cornisas cuadrangulares.
Segundo Cuerpo: El segundo cuerpo inicia en la cornisa del primero,
nuevamente las pilastras se sujetan de sus pedestales adosado suspendidos y sus fustes,
a diferencia del primer cuerpo muestran incisiones en espiral (ondulantes), la cual
podríamos denominarlas como pilastras Salomónicas, del mismo modo, los capiteles
son Fito mórficos y tienen breves arquitrabes seguidos de cornisas cuadrada. Por los
extremos podemos visualizar dos remates adosados, uno en cada extremo y dos cornisas
curvas o moldeantes. Pero, el punto central de este segundo nivel es la bóveda del medio,
techada por una onerosa concha venera y un vitral como fondo de dicha estructura. Este
cuerpo finaliza en una consistente cornisa, seguida por un arquitrabe sencillo y friso
cuadrangular.
Tímpano: En el último nivel se encuentra el tímpano, rodeado de una cornisa
moldeante y en el medio representado un mural grotesco en alto relieve, las figuras
principales son la del Arcángel Miguel y de dos ángeles postrados, la bóveda del
Arcángel Miguel no está techada por una concha venera, esto tiene una razón. La concha
venera es la personificación de la virtud de la maternidad y fecundidad, por ello
generalmente ornamenta a imágenes marianas o representaciones vinculadas a dichas
virtudes.

Sin duda alguna, algo que se desconoce mucho los claustros de la Compañía de
Jesús es que funcionaron durante el siglo XVII como un colegio religioso, el colegio
Santiago
Apóstol, aunque en la actualidad se hayan cerrado las puertas permanentemente
[…] en la figura se observan algunas pinturas que las escribieron algunas promociones
de dicha institución. Estas han permanecido en un buen estado de conservación, a pesar
34

los diversos factores meteorológicos como las abundantes precipitaciones en estación


de verano en nuestra ciudad y sus altos índices de radiación solar.

Figura: Paredes del templo de la Compañía de Jesús. Fuente. Go2Perú,


Iglesia de la Compañía de Jesús. J. Mazzatti (2018)

Por otro lado, la figura con la que se le


denominó a dicha escuela secular religiosa en
el siglo XVII está representada en el lado de la
calle Álvarez Thomas en donde se representa
la figura de Santiago Matamoros, sujetando
una espada a caballo, como fiel
personificación de los testimonios de las
guerras de España y algunas durante la colonia
en donde se cuenta que dicho apóstol se
presentaban en los combates de las tropas
españolas con los musulmanes derrotando al
contendiente y venciendo al ejército enemigo,
asimismo se relata que ante la amenaza de las Figura: Portón Santiago de la
comunidades indígenas durante la colonia y el Compañía de Jesús. Fuente. Go2Perú, Iglesia de
la Compañía de Jesús. J. Mazzatti (2018)
35

proceso de evangelización se presentaba con los grupos españoles este apóstol,


defendiéndoles.
Las columnas con capiteles corintios están decoradas en su parte inferior con
molduras en zigzag, motivo que se repite en las columnas del primer piso de la fachada
principal. Sobre los capiteles hay unos frisos que representan al León de San Marcos y
al Toro de San Lucas.
Sobre las cornisas del entablamento, sendos pináculos producen un equilibrio
armónico. En los intercolumnios podemos ver una pequeña repisa al pie de unos escudos
con el monograma de Jesús (IHS) y un sencillo tema decorativo.
Son también de mencionar los casetones que adornan las jambas y el arco de la
puerta, elementos decorativos más frecuentes a comienzos del siglo XVII que en la
época en que se edificó la iglesia, cuando ya el barroco había sentado sus reales en el
estilo arquitectónico.

Por dentro del templo de la Compañía de Jesús se pueden ver diversas


características del arte Barroco, primero, en la nave central, cerca al ábside se observa
el atrio principal, trabajado en pan de oro y con un sagrario de plata comprimida. Sobre
el sagrario se halla un lienzo de la virgen María con el Niño Jesús en Brazos, y en la
parte superior se puede encontrar el anagrama de Jesús (IHS) que se encuentra rodeado
de rayos de oro, además, una imagen de Jesús Resucitado se halla justo en el medio del
atrio, ubicada en la bóveda central bajo un arco de medio punto estriado, por los
extremos se encuentran nueve miembros de la Compañía de Jesús.
Vale notar, que la Congregación de la Compañía de Jesús fue la pionera en
establecer los primeros anagramas representativos de la Iglesia en Arequipa. Cada
anagrama representa a través de letras en abreviación o entrelazadas como dinámica de
personificar a algún personaje de la Iglesia católica, como principales a Jesús, la Virgen
María o San José. (Sanchez, 2018, pág. 31)
36

Figura: Interior del templo de la Compañía de Jesús. Fuente.


Go2Perú, Iglesia de la Compañía de Jesús. J. Mazzatti (2018)

Anagrama de Jesús:
(IHS o JHS)
El anagrama que representa la persona de Cristo ha quedado profundamente
utilizada en la arquitectura monumental de Arequipa, y con mayor presencia en las
edificaciones urbanas, cabe notar, que el origen de este símbolo no es unánime respecto
a su interpretación, debido a que se le ha atribuido numerosos significados, entre los
más acertados se encuentran los siguientes; se le atribuye un sema etimológico, dentro
del Latín se le ha interpretado como una sigla, cuyo significado es “Lesus Hominum
Salvator” (Jesús Salvador de los Hombre), Otra de las teorías afirman que el emperador
Constantino tuvo un sueño en el que le apareció este signo con la firma “In Hoc Signo
Vinces” (Con este signo vencerás) y lo que hace referencia con la hostia consagrada
“Jesús Hostia Sagrada”. (Benavides, 2018)

San Ignacio de Loyola, por otra parte, iniciaba su misión de propagar su carisma
para la evangelización, particularmente en el Perú. Es por eso que la Orden de la
Compañía de Jesús es una de las más presentes en nuestro país y su influencia ha
marcado profundamente en la arquitectura civil de los inicios urbanos de Arequipa. Es
menester, también mencionar que San Ignacio de Loyola fue quién más valor le dio a
este signo que no estaba muy reconocido y en consecuencia con el que más se logró
conocer a dicha orden, Y esto por su reiterada utilización de su arquitectura en general.
37

Figura: Anagrama de Jesús. Tatiana Figura: Altar de la Compañía


Medina Sánchez. Unidad de investigación de de Jesús. Fuente. Go2Perú, Iglesia de
la Universidad Católica San Pablo. la Compañía de Jesús. J. Mazzatti
(2018)

Otra de las obras más destacadas dentro del templo de la Compañía de Jesús es
el popular Altar de los Fundadores. En donde se han representado algunos santos
fundadores como principalmente Ignacio de Loyola; un militar español que luego fue
religioso tras su conversión en épocas de la contrarreforma, también otros personajes
como Pedro Fabro y Francisco Javier.

Figura: Altar de los Fundadores de la Compañía de Jesús.


Fuente. Go2Perú, Iglesia de la Compañía de Jesús. J. Mazzatti (2018)
38

Otro de los íconos del templo de la Compañía de Jesús es el púlpito que se


encuentra en el lado izquierdo de la nave principal y está tallado en una fina madera en
pan de oro.

Figura: Cúpula en media naranja del ábise de la


Compañía de Jesús. Fuente. Go2Perú, Iglesia de la
Compañía de Jesús. J. Mazzatti (2018)

Algo que también se puede apreciar con mucha tutela es el diseño policromático
de la cúpula en media naranja del ábside, el cual se distingue de otros en distintos
templos de Arequipa por su combinación de múltiples colores tropicales, su explicación
se concentra principalmente en el carisma misionero que tiene la Congregación de la
Compañía de Jesús, dado que en las primeras épocas que ocuparon la ciudad, la
congregación ya había iniciado su misión por todo el territorio, y especialmente la selva
Amazónica, en donde mayor se hacía su presencia. Por esa razón, principalmente se
desarrolló este tipo de diseño.
39

Figura: Claustros mayores de la Compañía de Jesús.


Fuente. Go2Perú, Iglesia de la Compañía de Jesús. J.
Mazzatti (2018)

“La cúpula es de media naranja, con un tragaluz en la cúspide: Sobre la cornisa


en la que se sustenta se pueden ver 8 imágenes de santos con sus respectivas reliquias.”
Los claustros de la compañía de Jesús que se ubican al lado izquierdo del templo
también fueron construidos en el estilo Barroco mestizo. El arquitecto fue Harth Terré
quien describió a estas construcciones como el culmen del trabajo original de la
arquitectura de Arequipa. En las columnas del claustro se logra visualizar abundante
ornamentación en alto relieve, particularmente marcados por figuras zoomorfas, Fito
morfa, figuras geométricas, ángeles y anagramas. Además, de gárgolas o íconos
antropomorfos.
40

Templo de San Francisco de Asís:

Figura: Fachada del templo de San Francisco de Asís. Fuente.


Go2Perú, Iglesia de San Francisco de Arequipa. J. Mazzatti (2018)
41

El estilo arquitectónico por el que se destaca el templo, museo convento de San


Francisco de Asís es el Renacentista, sin embargo, se pueden distinguir los dos subtemas
de dicho estilo arquitectónico, y es el plateresco y l herreriano, por un lado, predomina
el diseño herreriano por su estructura en general, principalmente su tímpano ubicado
sobre cada ventana y la fachada que carece de ornamentación en comparación al barroco,
pero para el estilo herreriano está de sobra el diseño de la fachada, por tanto, esta escaza
ornamentación corresponde al estilo plateresco que, aunque no sea muy evidente
conserva ciertos signos ornamentales propios del estilo, además su construcción ha
incorporado Ladrillo. Otra de las más notables curiosidades es la ausencia de cuerpos y
calles marcadas en la fachada, si bien es cierto existe un primer nivel, pero se desvanece
la idea de que haya un segundo o inclusive remate, no obstante, podemos pensar en
considerar calles y cuerpos “imaginarios”.
Primer Cuerpo: Podemos notar que esta fachada se compone por cuatro
pedestales, porque hay cuatro pilastras rectangulares y un arco de medio punto en el
centro sostenida por jambas a los extremos. Asimismo, son notables tanto el arquitrabe,
como el friso y la cornisa seguido por un tímpano adosado renacentista. Por otro lado,
llama mucho la atención dos bóvedas pequeñas ubicadas en sendos extremos de este
nivel, es decir, en las calles laterales de dicho cuerpo. Están ornamentadas por dos
columnas estriadas, horizontalmente, en cada lado y llevan encima un tímpano
suspendido adosado y coronado por una cruz latina.
Segundo Cuerpo: Este segundo nivel, aunque no esté muy marcado, cumple con
ciertos elementos que la validan dentro de la estructura de toda la fachada. Al pie de este
segundo cuerpo se encuentra el tímpano del primer cuerpo y, en las calles de los
extremos se hallan dos ventanas cuadradas ornamentadas por dos pilastras
cuadrangulares a los extremos y tímpanos adosados en la parte superior. Las pilastras
adosadas, aunque estén suspendidas en el segundo cuerpo de la fachada, tienen
pedestales y cornisas en la base como en el techado, del mismo modo, en la calle
principal del segundo cuerpo se encuentra una figura ovoidal con bordes notablemente
curvos. Finalmente, el techo culmina en una cornisa curva. (Ortiz, 2013)
42

Figura: Interior del templo de San Francisco de Asís. Fuente.


Go2Perú, Iglesia de San Francisco de Arequipa. J. Mazzatti (2018)

Por otra parte, se ha podido determinar el estilo arquitectónico con el que se


han construido la mayor parte de espacios dentro del templo principalmente. Los arcos
de medio punto con los que la nave central fue construida pertenecen al estilo románico,
iniciado en Italia y caracterizado por sus arcos de medio punto y sus techos llanos, no
ornamentados y solo transversa dos por cornisas delgadas que generalmente parten de
las jambas que las sujetan de los extremos. Indudablemente el estilo románico
predomina en las naves de la capilla. Además, el presbiterio del templo está
abundantemente ornamentado por artesonados que componen la cúpula central del
presbiterio y en el que se exponen múltiples cuadros, un número aproximado de 32 solo
en las paredes del presbiterio entre figuras en alto y bajo relieve.

Asimismo, en la parte posterior del


templo se puede encontrar un órgano
parecido al de la Catedral, pero en menor
escala, que en siglos pasados lo utilizaban
los frailes a determinada hora del día para
cumplir además con el “oficio divino”,
ahora está expuesto como parte de la
ornamentación del templo, pero es utilizado
en ocasiones especiales en el que
especialistas en dicho instrumento tocan o
Figura: Órgano del templo de San Francisco
de Asís. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San practican este instrumento. Está tallado en
Francisco de Arequipa. J. Mazzatti (2018)
43

cedro y es uno de los elementos principales de madera en el templo franciscano. (Barrios,


2010)
Una de las más singulares del carisma de la orden franciscana es la adoración a
la cruz de San Damián, cuenta la tradición Franciscana que cuando Francisco era un
soldado tuvo una revelación divina que provocó su conversión; se dice que San
Francisco al rezar un poco en el templo de San Damián ante la imagen de Jesús
crucificado, escuchó el llamado de Dios a reconstruir a la Iglesia. En la cruz de
encuentran los personajes que acompañaron a Jesús hasta su muerte en la cruz. Están
Santa María, madre de Jesús, San Juan el apóstol, Santa María Magdalena, Santa María
madre de Santiago el Mayor. Por otro lado, el escudo que representa a toda la orden
religiosa también posee un significado muy especial, este signo se compone
principalmente por dos brazos entrecruzados y ambos con heridas en las palmas; el
[brazo] desnudo que aparece desde el lado derecho representa el sacrificio de Jesucristo
mientras que el de la izquierda representa al de San Francisco de Asís. Este santo
experimentó los estigmas de la crucifixión de Jesús, y usualmente se le considera como
el otro Cristo.

Figura: Cruz de San Damián y Escudo de


la Orden Franciscana. Fuente. Wikipedia

La orden franciscana en Arequipa se aventuró a la misión de adoctrinar a los


indígenas del Colca, es por eso que tardan en construir su templo y convento lo hicieron
mucho pensando en aquel lugar cuya misión había sido conocida. Fue una razón por la
que en la biblioteca del templo de san Francisco se llegaran a contar más de 20,000
ejemplares.
44

Figura: Biblioteca del museo de San Francisco de


Asís. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San Francisco de Arequipa.
J. Mazzatti (2018)

En esta sala, llamada “sala Duns Escoto “, ahora parte del museo convento de
San Francisco se exhibe una de las advocaciones marianas más importantes de la Iglesia
y especialmente para los hermanos Franciscanos. Fray Juan Duns Escoto fue un
miembro de la orden que dedicó mucho su vida que dicha advocación de la Virgen María
esté más presente en la iglesia. Otra de las salas más populares, es la de Fray José
Guadalupe Mujica, quien más allá de propagar el carisma Franciscano trajo a aquí,
Arequipa, la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe. Dado que él era mexicano.
Además, fue un destacado artista y quien mandó a construir el altar mayor, en la que
representan reiteradamente a Francisco Solano y san Antonio de Padua. Asimismo, se
representó a algunos capítulos de la vida de la Virgen María y de Nuestra Señora de
Guadalupe. (unknow, 2012)

Figura: Sala Duns Escoto del museo de San


Francisco de Asís. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San
Francisco de Arequipa. J. Mazzatti (2018)
45

Otra de las principales figuras


representativas del templo de la catedral es la
imagen de Jesús a cuestas de la Cruz, el Cuarto
Misterio Doloroso del Rosario, por cierto. Y es
una de las más reconocidas, en virtud de su tarea
en el Viernes Santo de cada año, en el que pasea
la imagen de Jesús llevando la Cruz al calvario.
Toda la Iglesia Católica celebra cada Viernes
Santo se la pasión de Cristo, es decir su
propósito de que fuera encarnado. Además, su
popularidad se debe a que esta figura en donde
Cristo es vulnerado, transmite una virtud de
Figura: Imagen de Jesús
empatía, y comprensión ante el sufrimiento de Nazareno del templo de San Francisco
de Asís. Fuente. Go2Perú, Iglesia de
los fieles. Su bóveda está ornamentada por un San Francisco de Arequipa. J.
marco de madera en pan de oro y por el Mazzatti (2018)

anagrama de Jesús (JHS) tanto en la parte


inferior, como en la superior.
Otra de las más notables muestras de arte en el templo de San Francisco son los
vitrales que hasta ahora se han logrado conservar; una que representa la actividad
permanente de. La evangelización acompañados de la Virgen María, y al otro lado,
aunque no esté completa puedo decir que este vitral al igual de otros está dedicado a la
Virgen de Lourdes en la que Santa Bernarda (visionaria) fue la testigo directa de las
apariciones en Lourdes. (Crespo, 2011)

Figura: Vitrales del museo de San Francisco


de Asís. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San Francisco de
Arequipa. J. Mazzatti (2018)
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Templo de San Agustín:

Figura: Fachada del templo de San Agustín. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San
Agustín. J. Mazzatti (2018)

El templo de San Agustín es otra de las edificaciones con mayor ornamentación


en su estructura, su estilo es Barroco Mestizo al igual que la Compañía de Jesús y fue
construida en 1575. Se compone de principalmente ignimbrita y está dividido en dos
cuerpos y tres calles. La fachada esta ornamentada por figuras fitáticas en alto y bajo
relieve, en una composición de blancos y grises con un frontispicio plateresco y mestizo.
En el interior del templo es notable la expresión del arte mestizo, los altares neoclásicos
y especialmente el altar mayor por su cuidado tallado además de su aplicación de pan de
oro la hace muy singular, justo a l interior de la sacristía que al igual que el templo ha
sobrevivido al terremoto de 1868, en ella reside el ejemplo más remarcable de este tipo
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de construcción en la región, la planta octogonal cubierta por una bella cúpula. Por otro
lado, los claustros mayores de San Agustín sirvieron para cobijar a la intelectualidad del
siglo XIX con la academia de Lauretana, origen de la Universidad Nacional de San
Agustín y el colegio de Abogados, estos claustros se caracterizan por tener 38 columnas
cuyos tableros tienen el mismo ancho y terminan en la parte superior en una cornisa
tratando de imitar a un capitel. En la actualidad estos claustros están bajo la
administración de la UNSA, y la fiesta principal en la Iglesia de San Agustín, Señor de
los Milagros son los días 16,18 y 29 de octubre. Asimismo, su fachada se compone de 2
cuerpos y tres calles notablemente marcadas.
Primer Cuerpo: Lo primero que surge en el primer cuerpo que funciona como
base son los pedestales de cada pilastra y que en total son cuatro, estos pedestales están
ornamentados por figuras vegetales y continuadas por un breve arquitrabe como base
del fuste, estos fustes están marcado por algunas incisiones sinuosas y terminadas en
una cornisa que rodea la columna, en el caso del capitel, a este le continúa un notable
arquitrabe un friso y una cornisa ostentosa Cabe resaltar que a los extremos de este
primer cuerpo, se encuentran dos bóvedas vacías y ornamentada con conchas veneras en
cada una. Todo el fondo de la fachada está ornamentado por figuras Fito morfa, entre
las que destacan flores y ramos curvos.

Segundo Cuerpo: El segundo cuerpo inicia en la cornisa del primero, en donde


se levantan los pedestales de las pilastras, las que por cierto son ornamentadas por
figuras Fito mórficas después son terminadas en una breve cornisa la que, por cierto,
sujeta dos fustes que son ornamentados por algunas hojas. Ac continuación se ve el
capitel en forma de copa, el arquitrabe oculto en el relieve y el friso que precede a la
elegante cornisa, sin embargo, existe un subnivel que llega al techo en forma de cornisa,
este le sucede al segundo nivel y es la forma continuada de las pilastras de este nivel.
Por otro lado, son notables dos pilastras achatadas y bulbosas las que son coronadas con
cornisas moldeantes. En el centro sobresales tres cornisas independientes que funcionan
como base de una ilustrísima bóveda. La cornisa del medio sujeta a la bóveda
propiamente dicha, la cual está techada por una concha venera y las otras dos cornisas
que son más pequeñas sujetan a dos jambas.
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Figura: Interior del templo de San Agustín.


Fuente. Go2Perú, Iglesia de San Agustín. J. Mazzatti

El interior del templo está marcado por el estilo románico respecto a su techo,
que son allanados, solo presentan cornisas en liga y en la parte del presbiterio varia [ligas]
son las que inician de la cúpula en media naranja y terminan conectadas a múltiples
pilastras. El altar mayo no la constituye un atrio como comúnmente se ve en otros
templos, sino un altar en el que se muestra una imagen de Jesús crucificado en la popular
imagen del Señor de los Milagros, dicha estructura no está adosada a la pared y está
ornamentada por pan de oro y en la parte superior se halla una pequeña cúpula

Figura: Presbiterio y Altares Menores del templo de San


Agustín. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San Agustín. J. Mazzatti (2018)
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Asimismo, los altares que se exponen en


las naves laterales están dedicados a santos y
patronos (as) que representa mucho a la
devoción de los fieles católicos, advocaciones
marianas como la de Copacabana es una de las
representaciones más queridas y, por tanto, más
visitadas y venerada. Además, se pueden
encontrar otras representaciones como la del
Cristo Nazareno que también está presente en el
templo de San Francisco y es muy importante
para ciertas celebraciones litúrgicas como la de
Viernes Santo en particular. También se puede
encontrar una capilla más, la del Señor de la
Figura: Altar de la Virgen de
Buena Esperanza, así como la de la Dolorosa Copacabana en el templo de San
coronando a una imagen más. Cabe notar, que Agustín. Fuente. Go2Perú, Iglesia de
San
cada altar menor está coronado por un tímpano
adosado en forma curva, además, en cada extremo hay dos pilastras, todas iniciadas en
pedestales, con fustes decorados y capiteles en pan de oro. Antes de llegar al tímpano o
frontispicio hay un arquitrabe, un friso y una cornisa que finalmente sostiene el
frontispicio.

Figura: La Dolorosa y Jesús Nazareno, respectivamente


en el templo de San Agustín. Fuente. Go2Perú, Iglesia de San
Agustín. J. Mazzatti (2018)
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Por otro lado, el púlpito del Templo de San Agustín está tallado minuciosamente
en cedro y barnizado en negro oscuro, en la parte alta de este se pueden diferenciar
múltiples y pequeños frontispicios con murales grutescos y con una cúpula ornamentada
de ángeles, sin embargo, el detalle que más sobresale sobre el púlpito es un querubín
alado.

Figura: Púlpito del templo de


San Agustín. Fuente. Go2Perú, Iglesia
de San Agustín. J. Mazzatti (2018)
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BIBLIOGRAFÍA

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