Textos Velocidad Lectora 1º 2º y 3º Evaluacion 1º A 8º Básico
Textos Velocidad Lectora 1º 2º y 3º Evaluacion 1º A 8º Básico
Textos Velocidad Lectora 1º 2º y 3º Evaluacion 1º A 8º Básico
8° básico Los reyes del país blanco La tierra unida por el La nochebuena de los
espacio. Vagabundos
En las siguientes fichas podrán encontrar los textos anteriormente señalados, en dos
versiones. Una de ellas está acompañada por el número de palabras y puntuaciones
del texto, de manera de facilitar el conteo para el examinador. La otra corresponde al
texto que leerá el alumno.
Primera evaluación
3
A LA LUNA
8
Simón es un mono.
13
Tolón es un león.
18
Son unos astutos animales.
26
Salen en su nave a la Luna.
37
La nave se posa en el suelo de la Luna.
43
Pasean y no se asustan.
47
Simón siente pena,
53
Pues está sin sus papás.
59
Tolón le pasa un maní.
A LA LUNA
Simón es un mono.
Tolón es un león.
Pasean y no se asustan.
en la primavera. 260
Extraído de: “El mundo en que vivimos”
LAS AVES
Si los animales y peces son tan variados, tanto o más son
las aves del cielo. Unas son enormes y temibles, como el
cóndor de los Andes; otras útiles y valiosas para el hombre,
como la gallina; algunas se hacen amigas íntimas del
hombre, llegando a imitar y pronunciar algunas palabras;
otras nos deleitan con su canto, como el canario.
Si nos fijamos, podremos ver que las aves también tiene un
esqueleto y son por lo tanto vertebrados.
Su sangre es caliente y respiran por los pulmones, como los
mamíferos, pero el cuerpo lo tienen cubierto de plumas y
nacen de huevos puesto por las hembras.
El interior de los huesos de las aves, especialmente de las
voladoras, es hueco y lleno de aire. Las extremidades
anteriores están convertidas en alas y cuando están
paradas, el cuerpo lo apoyan en las extremidades inferiores
que terminan en dedos.
Las aves fabrican sus nidos en las formas y lugares más
diversos. En ellos empollan sus huevos y cuidan a los
pollitos cuando nacen. La formación del pollito dentro del
huevo varía según las especies. Los de la gallina tardan veintiún
días en nacer.
La mayoría de las aves son sedentarias, es decir que viven
en una región. Otras, como la cigüeña y la golondrina, cuando
Llega el invierno, se dirigen a países más cálidos, para regresar
en la primavera.
EL PERRO 2
El perro es el amigo más fiel del hombre. Le ha prestado 15
innumerables servicios, tanto al rico como al pobre, al 26
cazador como al guerrero. Tú mismo te has divertido más de 38
una vez jugando con un perro. 45
El perro tiene el cuerpo cubierto de pelo, cuyo color y largo 57
varía según la raza. Su cabeza es aguda, terminando en la 69
nariz, la cual está siempre húmeda, para favorecer su olfato. 82
Este es sumamente fino y le sirve para localizar la presa y 94
seguir el rastro. 100
Para caminar, el perro se apoya en cuatro dedos, que están 112
protegidos por cojinetes. Las uñas se gastan al caminar, por 122
la cual no son aguzadas. Se dice que las garras del perro son 136
romas. 141
Aunque el perro suele comer de todo, prefiere la carne, 153
estando su hocico especialmente adaptado para 159
desmenuzarla. Los caninos son los dientes encargados de 168
desgarrar la carne, que luego tritura con los molares. Por esto 181
se dice que la dentadura del perro es “dentadura carnívora”. 192
El perro, cuando va de caza, localiza su presa con el olfato, y 205
cuando ésta huye, la persigue hasta que la alcanza, para 219
devorarla o entregarla a su dueño. 227
Cada año la perra suele tener de dos a diez perritos que 239
alimenta con la leche de sus mamas. 247
Extraído de “ El mundo en que vivimos”
EL PERRO
El perro es el amigo más fiel del hombre. Le ha prestado
innumerables servicios, tanto al rico como al pobre, al
cazador como al guerrero. Tú mismo te has divertido más de
una vez jugando con un perro.
El perro tiene el cuerpo cubierto de pelo, cuyo color y largo
varía según la raza. Su cabeza es aguda, terminando en la
nariz, la cual está siempre húmeda, para favorecer su olfato.
Este es sumamente fino y le sirve para localizar la presa y
seguir el rastro.
Para caminar, el perro se apoya en cuatro dedos, que están
protegidos por cojinetes. Las uñas se gastan al caminar, por
la cual no son aguzadas. Se dice que las garras del perro son
romas.
Aunque el perro suele comer de todo, prefiere la carne,
estando su hocico especialmente adaptado para
desmenuzarla. Los caninos son los dientes encargados de
desgarrar la carne, que luego tritura con los molares. Por esto
se dice que la dentadura del perro es “dentadura carnívora”.
El perro, cuando va de caza, localiza su presa con el olfato, y
cuando ésta huye, la persigue hasta que la alcanza, para
devorarla o entregarla a su dueño.
Cada año la perra suele tener de dos a diez perritos que
alimenta con la leche de sus mamas.
Extraído de “ El mundo en que vivimos”
LAUTARO 1
Una noche estaba Lautaro en las caballerizas del Conquistador 10
Don Pedro de Valdivia cuando una voz en un suave susurro pronunció 22
su nombre. El indio se sobresaltó; no estaba acostumbrado a recibir 35
visitas durante su trabajo, mucho menos a esa hora. El lugar estaba 49
apenas alumbrado por la luz parpadeante de una antorcha; ni un ruido 62
venía de la calle, y de vez en cuando el relincho de un caballo o el 79
choque de los cascos contra la piedra rompían el silencio. Lautaro 91
prestó atención. La voz volvió a oírse y desde un rincón obscuro vio 105
surgir una sombra; Lautaro retrocedió vacilando. 113
- Lautaro, no temas… -dijo la voz, y sonó tan suave, tan familiar, 130
que el indio se detuvo y, tranquilizado, intentó hablar, pero la sombra 145
se adelantó y, apareciendo ante la luz de la antorcha, no le dio tiempo 161
para decir nada. 165
Lautaro estaba ahora tan sorprendido, que tal vez ni siquiera 176
hubiera tenido voz para hacer la pregunta que le bailaba en los labios. 190
Frente a él estaba la figura de una muchacha. No tendría más de 204
dieciséis años; vestía acercándose a él aún más, ella le tomó de la 219
mano, y le dijo: 225
-Esta noche debes venir a casa de Francisco de Villagra; allí en 238
la solera, hay un hombre aguardándote; él me ha dicho que trae un 253
mensaje para ti, un mensaje de Cayumanque, cacique de Arauco. 266
Fernando Alegría
(chileno)
LAUTARO
Una noche estaba Lautaro en las caballerizas del Conquistador
Don Pedro de Valdivia cuando una voz en un suave susurro pronunció
su nombre. El indio se sobresaltó; no estaba acostumbrado a recibir
visitas durante su trabajo, mucho menos a esa hora. El lugar estaba
apenas alumbrado por la luz parpadeante de una antorcha; ni un ruido
venía de la calle, y de vez en cuando el relincho de un caballo o el
choque de los cascos contra la piedra rompían el silencio. Lautaro
prestó atención. La voz volvió a oírse y desde un rincón obscuro vio
surgir una sombra; Lautaro retrocedió vacilando.
- Lautaro, no temas… -dijo la voz, y sonó tan suave, tan familiar,
que el indio se detuvo y, tranquilizado, intentó hablar, pero la sombra
se adelantó y, apareciendo ante la luz de la antorcha, no le dio tiempo
para decir nada.
Lautaro estaba ahora tan sorprendido, que tal vez ni siquiera
hubiera tenido voz para hacer la pregunta que le bailaba en los labios.
Frente a él estaba la figura de una muchacha. No tendría más de
dieciséis años; vestía acercándose a él aún más, ella le tomó de la
mano, y le dijo:
-Esta noche debes venir a casa de Francisco de Villagra; allí en
la solera, hay un hombre aguardándote; él me ha dicho que trae un
mensaje para ti, un mensaje de Cayumanque, cacique de Arauco.
Fernando Alegría
(chileno)
CORFÚ: EL POSADERO DE BELÉN 6
Hace muchos años, cuando Roma era el centro del mundo y los 19
hombres creían que la Tierra era plana y adoraban a muchos dioses, 32
vivía en Belén un hombre tosco y terrible llamado Corfú. Era el dueño 46
de la posada más grande de Belén y su única fe era la del dinero. 62
-¡Quiero ser rico y poderoso! –decía Corfú todas las noches 74
mientras contaba las monedas. Y de tanto contar oro se había vuelto 87
frío como el metal y su ambición lo había transformado en egoísta y 100
solitario. 102
No amaba a nadie y por eso mismo nadie lo quería. Sólo 115
escuchaba el tintineo de las monedas, y la música que compone el 128
desierto cuando el viento azota las dunas y los arbustos no tenía 140
significado para él, porque había desterrado la belleza del fondo de su 153
corazón. 155
La fortuna de Corfú aumentaba día a día, pero, a pesar de su 170
riqueza, no encontraba la felicidad. Una gran amargura habitaba en su 183
garganta y en su pecho, y la leche se le agriaba en la boca, la miel 201
perdía su dulzor al contacto con su lengua, y el vino le sabía amargo 216
como los remordimientos. 220
Una tarde, cuando aguardaba a un grupo de ricos mercaderes, 232
vio llegar ante su puerta un pobre cortejo de viajeros rendidos por la 245
fatiga y la sed. 250
Un hombre cubierto de polvo y arena tiraba un maltrecho burro 261
sobre el cual iba instalada una joven de hermoso aspecto, a punto de 275
desfallecer por el rigor del desierto y por el niño que lleva en su vientre 290
y que y a pugnaba por nacer. 297
Manuel Vega Olivares
(chileno)
CORFÚ: EL POSADERO DE BELÉN
Hace muchos años, cuando Roma era el centro del mundo y los
hombres creían que la Tierra era plana y adoraban a muchos dioses,
vivía en Belén un hombre tosco y terrible llamado Corfú. Era el dueño
de la posada más grande de Belén y su única fe era la del dinero.
-¡Quiero ser rico y poderoso! –decía Corfú todas las noches
mientras contaba las monedas. Y de tanto contar oro se había vuelto
frío como el metal y su ambición lo había transformado en egoísta y
solitario.
No amaba a nadie y por eso mismo nadie lo quería. Sólo escuchaba
el tintineo de las monedas, y la música que compone el desierto
cuando el viento azota las dunas y los arbustos no tenía significado
para él, porque había desterrado la belleza del fondo de su corazón.
La fortuna de Corfú aumentaba día a día, pero, a pesar de su
riqueza, no encontraba la felicidad. Una gran amargura habitaba en su
garganta y en su pecho, y la leche se le agriaba en la boca, la miel
perdía su dulzor al contacto con su lengua, y el vino le sabía amargo
como los remordimientos.
Una tarde, cuando aguardaba a un grupo de ricos mercaderes,
vio llegar ante su puerta un pobre cortejo de viajeros rendidos por la
fatiga y la sed.
Un hombre cubierto de polvo y arena tiraba un maltrecho burro
sobre el cual iba instalada una joven de hermoso aspecto, a punto de
desfallecer por el rigor del desierto y por el niño que lleva en su vientre
y que y a pugnaba por nacer.
Manuel Vega Olivares
(chileno)
LA TIERRA UNIDA POR EL ESPACIO 6
Hace poco más de veinte años no era posible transmitir 16
imágenes directas de televisión de un continente a otro. En tanto, los 30
llamados telefónicos internacionales, por lo general, eran de mala 41
calidad técnica y requerían largas esperas para obtener las 50
comunicaciones. 52
En la actualidad, la imagen y el sonido llegan instantáneamente 62
-y con absoluta claridad- a cualquier punto de la Tierra. 75
Los satélites de comunicaciones representan uno de los 83
principales beneficios de la era espacial para toda la humanidad. 94
Hoy día podemos comunicarnos por teléfono –sin demora y 104
nítidamente - con Nueva York, París, Tokio, Sydney, Nairobi o con 119
cualquier ciudad del mundo, recibimos diariamente por televisión las 129
imágenes de los principales acontecimientos que ocurren en los 138
diferentes puntos de la Tierra, es posible enviar al instante télex, 141
telegramas y fax, cualquiera sea el destino, o bien en pocos 154
segundos no ponemos en contacto con un banco de datos 164
computarizado en Japón, Norteamérica o Europa. 172
Miles de personas usan estos servicios a cada minuto, en todos 184
los continentes. 187
Sin embargo, hasta hace sólo veinte años, habría sido imposible 199
obtener tal cantidad de comunicaciones, con tanta eficiencia. 209
En la actualidad, en cambio, todo esto es factible gracias a un 223
conjunto de satélites que se encuentran a treinta y seis mil kilómetros 235
de altura. Estos aparatos se mueven en el espacio a la misma 248
velocidad de la Tierra y, por esos, siempre están en el mismo punto 263
con respecto a nuestro planeta: sobre los océanos Atlántico, Índico y 276
Pacífico, en la línea Ecuatorial. 283
Hernán Olguín
(chileno)
LA TIERRA UNIDA POR EL ESPACIO
Hace poco más de veinte años no era posible transmitir
imágenes directas de televisión de un continente a otro. En tanto, los
llamados telefónicos internacionales, por lo general, eran de mala
calidad técnica y requerían largas esperas para obtener las
comunicaciones.
En la actualidad, la imagen y el sonido llegan instantáneamente
-y con absoluta claridad- a cualquier punto de la Tierra. Los
satélites de comunicaciones representan uno de los principales
beneficios de la era espacial para toda la humanidad. Hoy día
podemos comunicarnos por teléfono –sin demora y nítidamente -
con Nueva York, París, Tokio, Sydney, Nairobi o con
cualquier ciudad del mundo, recibimos diariamente por televisión las
imágenes de los principales acontecimientos que ocurren en los
diferentes puntos de la Tierra, es posible enviar al instante télex,
telegramas y fax, cualquiera sea el destino, o bien en pocos
segundos no ponemos en contacto con un banco de datos
computarizado en Japón, Norteamérica o Europa.
Miles de personas usan estos servicios a cada minuto, en todos
los continentes.
Sin embargo, hasta hace sólo veinte años, habría sido imposible
obtener tal cantidad de comunicaciones, con tanta eficiencia.
En la actualidad, en cambio, todo esto es factible gracias a un
conjunto de satélites que se encuentran a treinta y seis mil kilómetros
de altura. Estos aparatos se mueven en el espacio a la misma
velocidad de la Tierra y, por esos, siempre están en el mismo punto
con respecto a nuestro planeta: sobre los océanos Atlántico, Índico y
Pacífico, en la línea Ecuatorial.
Hernán Olguín
(chileno)
Tercera evaluación
La casita de caramelo. 5
Había una casita de caramelo. 11
Tenía las paredes de turrón. 17
El techo era de chocolate. 23
Las puertas y las ventanas de caramelo 30
de menta. 33
Los muebles eran de caramelo de fresa. 41
Menos el colchón de la cama que era de 50
chicle. 52
Un día llovió. 56
Y la casa se deshizo dulcemente, poquito 64
a poco. 67
La casita de caramelo.
Había una casita de caramelo.
Tenía las paredes de turrón.
El techo era de chocolate.
Las puertas y las ventanas de caramelo
de menta.
Los muebles eran de caramelo de fresa.
Menos el colchón de la cama que era de
chicle.
Un día llovió.
Y la casa se deshizo dulcemente, poquito
a poco.
EL MONITO ROSA 3
Este era un monito muy gracioso. Lo llamaban 12
Monito Rosa por su pelo claro y delicado. 21
Vivía con su familia sobre las ramas de un 30
gran árbol, en el corazón de la selva. 40
Era alegre como un niño y solamente pensaba 48
en saltar de rama en rama y en correr tras las 59
mariposas. 61
Pero lo que más le gustaba era imitar lo que 71
hacían los hombres. Lo mismo que hacen 79
algunos niños chicos cuando quieren parecerse 85
a los mayores. 89
Un día, Monito Rosa llegó, persiguiendo una 98
mariposa, hasta el límite del bosque. A poca 108
distancia, vio a un joven que descansaba 116
tranquilamente sentado al pie de un gran árbol. 125
Carlos Collodi
(extracto)
EL MONITO ROSA
Este era un monito muy gracioso. Lo llamaban
Monito Rosa por su pelo claro y delicado.
Vivía con su familia sobre las ramas de un
gran árbol, en el corazón de la selva.
Era alegre como un niño y solamente pensaba
en saltar de rama en rama y en correr tras las
mariposas.
Pero lo que más le gustaba era imitar lo que
hacían los hombres. Lo mismo que hacen
algunos niños chicos cuando quieren parecerse
a los mayores.
Un día, Monito Rosa llegó, persiguiendo una
mariposa, hasta el límite del bosque. A poca
distancia, vio a un joven que descansaba
tranquilamente sentado al pie de un gran árbol.
AVENTURAS DEL SEÑOR CONEJO 4
Estaba el señor conejo escondido entre las matas del 13
bosque, cuando vio pasar al señor zorro con un saco muy 25
pesado al hombro. 29
Al conejo le pareció que dentro del saco chillaba algún 39
animal; tal vez sería la señora tortuga, muy amiga suya, y 53
quiso librarla del poder del zorro, aunque le costara mucho 64
trabajo. 66
Echó a correr con todas sus fuerzas hacia la casa del 77
astuto animal y llegó antes que él. Entró en el jardín que 90
tenía el zorro y arrancó unas plantas y algunas flores. 101
Después se escondió debajo de un rosal y esperó la llega- 111
da del ladrón de gallinas. 117
Al poco rato llegó y dejó el saco dentro de la casa. 130
Entonces el conejo se puso a gritar: ¡Señor zorro, que le 144
están robando las flores! 149
Salió corriendo al jardín para perseguir a los ladrones, 159
pero sólo encontró una porción de flores en el suelo. 170
Entretanto, el señor conejo entró en la casa del zorro; 182
sacó ligerito a la señora tortuga del saco; tomó después 193
un panal de abejas, lo metió dentro del saco, lo ató bien con 208
una cuerda y lo sacudió para que se despertaran las 218
abejas. Inmediatamente salieron de allí el conejo y la 228
tortuga y se fueron al bosque corriendo. 236
Amanda Labarca
Chilena
AVENTURAS DEL SEÑOR CONEJO
Estaba el señor conejo escondido entre las matas del
bosque, cuando vio pasar al señor zorro con un saco muy
pesado al hombro.
Al conejo le pareció que dentro del saco chillaba algún
animal; tal vez sería la señora tortuga, muy amiga suya, y
quiso librarla del poder del zorro, aunque le costara mucho
trabajo.
Echó a correr con todas sus fuerzas hacia la casa del
astuto animal y llegó antes que él. Entró en el jardín que
tenía el zorro y arrancó unas plantas y algunas flores.
Después se escondió debajo de un rosal y esperó la llega-
da del ladrón de gallinas.
Al poco rato llegó y dejó el saco dentro de la casa.
Entonces el conejo se puso a gritar: ¡Señor zorro, que le
están robando las flores!
Salió corriendo al jardín para perseguir a los ladrones,
pero sólo encontró una porción de flores en el suelo.
Entretanto, el señor conejo entró en la casa del zorro;
sacó ligerito a la señora tortuga del saco; tomó después
un panal de abejas, lo metió dentro del saco, lo ató bien con
una cuerda y lo sacudió para que se despertaran las
abejas. Inmediatamente salieron de allí el conejo y la
tortuga y se fueron al bosque corriendo.
Nuestro hermoso planeta 3
La Tierra es nuestro planeta. Por cierto, tú ya lo 15
sabías. Pero ¿has mirado el punto que ocupa en el 27
espacio? 29
En ese minúsculo punto viven millones de seres 37
humanos, y entre ellos estamos nosotros. 45
Nuestra estrella es el Sol. El nos envía sus 55
cálidos rayos para que entibiemos nuestro cuerpo, 63
germinen las semillas, aumente el caudal de los ríos 73
al derretir la nieve de las montañas, y todo ello para 85
darnos vida. 88
La Luna es un astro satélite de la Tierra y el 99
más cercano a ella. Ha sido visitada por el hombre, que 112
ha iniciado su conquista. Y la continúan estudiando 121
intrépidos cosmonautas y otros científicos. 127
Chile ocupa un pedacito muy pequeño de nuestro 135
planeta. Allí se encuentra en un rincón, entre la 146
cordillera y el mar. 151
Nuestro planeta es muy bello. En él hay diversos 161
climas. Desde los más helados a los más cálidos 171
y desde los más lluviosos a los más secos. 191
La vegetación es abundante y variada: árboles, 200
arbustos, hierbas y miles de flores lo adornan por 210
todas partes, purifican el aire y perfuman el ambiente. 221
Arturo Devia Jorquera
Extracto
Nuestro hermoso planeta
La Tierra es nuestro planeta. Por cierto, tú ya lo
sabías. Pero ¿has mirado el punto que ocupa en el
espacio?
En ese minúsculo punto viven millones de seres
humanos, y entre ellos estamos nosotros.
Nuestra estrella es el Sol. El nos envía sus
cálidos rayos para que entibiemos nuestro cuerpo,
germinen las semillas, aumente el caudal de los ríos
al derretir la nieve de las montañas, y todo ello para
darnos vida.
La Luna es un astro satélite de la Tierra y el
más cercano a ella. Ha sido visitada por el hombre, que
ha iniciado su conquista. Y la continúan estudiando
intrépidos cosmonautas y otros científicos.
Chile ocupa un pedacito muy pequeño de nuestro
planeta. Allí se encuentra en un rincón, entre la
cordillera y el mar.
Nuestro planeta es muy bello. En él hay diversos
climas. Desde los más helados a los más cálidos
y desde los más lluviosos a los más secos.
La vegetación es abundante y variada: árboles,
arbustos, hierbas y miles de flores lo adornan por
todas partes, purifican el aire y perfuman el ambiente.
EL CÓNDOR 2
El Cóndor, que figura en nuestro escudo nacional, 12
es una de las aves más grandes. Vive en la cordillera de 25
los Andes y sus alas desplegadas, de extremo a 35
extremo, alcanzan hasta tres metros. 42
Su cuello es corto, sin plumas, aunque el macho 53
tiene un collar blanco. La cabeza es pequeña y tiene 64
ojos vivaces que poseen una vista extraordinaria. Su 73
pico es fuerte y ganchudo. 79
Las patas son cortas y provistas de poderosas 87
garras, ya que es carnívoro, como todas las aves 98
rapaces. Se alimenta de cadáveres de mamíferos y 107
crías de vacuno y corderos. A veces come tanto, que 119
no puede levantar el vuelo. 125
Es muy desconfiado al atacar a una presa y cuando 135
está herido se defiende rabiosamente de sus enemigos. 144
El nido lo hace en los riscos más elevados y 154
difíciles de alcanzar, poniendo los huevos en un hueco 164
de la roca. 168
Los polluelos nacen cubiertos de un plumón 175
blanquecino, debiendo ser alimentados por sus padres. 184
Su vuelo es imponente y sereno y apenas mueve las 194
alas de vez en cuando. Vuela a la altura increíble de 206
siete mil metros. 210
Extraído de “ El mundo en que vivimos”
EL CÓNDOR
El Cóndor, que figura en nuestro escudo nacional,
es una de las aves más grandes. Vive en la cordillera de
los Andes y sus alas desplegadas, de extremo a
extremo, alcanzan hasta tres metros.
Su cuello es corto, sin plumas, aunque el macho
tiene un collar blanco. La cabeza es pequeña y tiene
ojos vivaces que poseen una vista extraordinaria. Su
pico es fuerte y ganchudo.
Las patas son cortas y provistas de poderosas
garras, ya que es carnívoro, como todas las aves
rapaces. Se alimenta de cadáveres de mamíferos y
crías de vacuno y corderos. A veces come tanto, que
no puede levantar el vuelo.
Es muy desconfiado al atacar a una presa y cuando
está herido se defiende rabiosamente de sus enemigos.
El nido lo hace en los riscos más elevados y
difíciles de alcanzar, poniendo los huevos en un hueco
de la roca.
Los polluelos nacen cubiertos de un plumón
blanquecino, debiendo ser alimentados por sus padres.
Su vuelo es imponente y sereno y apenas mueve las
alas de vez en cuando. Vuela a la altura increíble de
siete mil metros.
LA PATAGONIA 2
Hoy, la Patagonia austral se divide físicamente en tres 12
regiones de características muy dispares. Una es la región 21
de la pampa, que abarca entre la costa del océano Atlántico 34
hasta el límite de la región boscosa de la cordillera de los 46
Andes. Esta región boscosa comprende la extensión que 55
llega hasta dentro de la cordillera, donde terminan los 65
bosques a una altura de mil campos de hielo aún 75
inexplorados, nieves perpetuas y ventisqueros que desgrana 83
n
sus témpanos en los enrevesados canales magallánicos 90
del Pacífico. 93
El Estrecho de Magallanes corta la cola de América y 103
de la Patagonia, dejando al sur la gran isla de Tierra del 116