Primera Guia - para El Formulario.

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• PRIMERA CLASE DE VALIENTES. (MODALIDAD VIRTUAL) Tema 1.

UN LUGAR DONDE PERTENCER.


Eres llamado a pertenecer, no solo a creer. Incluso en el entorno perfecto y
sin pecado, en el jardín del Edén, Dios dijo: “No es bueno que el hombre este solo”.
Dios nos creó para vivir en comunidad, para la comunión y para tener una familia, y
no podemos cumplir los propósitos de Dios solos. En la Biblia no hay ningún ejemplo
de santos solitarios o ermitaños espirituales aislados de otros creyentes y privados
de la comunión. La Biblia dice: que formamos un cuerpo, somos sus miembros,
hemos sido edificados juntamente, formamos articulaciones, somos herederos
juntos, estamos sostenidos y ajustados en conjunto, y seremos arrebatados juntos,
ya no podemos valernos por nosotros mismos.
Aunque nuestra relación con Cristo es personal, la intención de Dios no es
que sea privada. En la familia de Dios estamos conectados con todos los demás
creyentes, y nos pertenecemos mutuamente por la eternidad (Romanos 12.5).
Seguir a Cristo implica participación, no solamente creer. Somos miembros de su
cuerpo. ¿Qué significa ser un Miembro? Significa ser un órgano vital de un cuerpo
con vida, una parte indispensable y ligada al cuerpo de Cristo. La Iglesia es un
cuerpo, no un edificio, es un organismo no una organización. Debemos revisar y
entender (Romanos 12.4-5) descubrirás tu papel en la vida mediante tu relación con
los demás.
SOY PARTE DEL CUERPO DE CRISTO.
Fuera del cuerpo, los órganos se secan y mueren. No pueden sobrevivir solos;
nosotros tampoco. Por eso es que el enfriamiento espiritual de los creyentes se
debe a la ausencia en las reuniones de adoración, cuando descuidamos la
comunión todo lo demás se va a pique. Ser miembro de la familia de Dios tiene
repercusiones y no es algo para ser ignorado casualmente, la Iglesia es parte del
plan de Dios para el mundo. Jesús dijo: edificare mi iglesia, y las puertas del reino
de la muerte no prevalecerá contra ella.
LA IGLESIA DE CRISTO ES INDESTRUCTIBLE.
La iglesia es indestructible y existirá por la eternidad. Sobrevivirá al universo,
y tu papel en ella también. La persona que dice: “No necesito a la iglesia”, es
arrogante o ignorante. La iglesia es tan importante que Jesús murió en la cruz por
ella. “Cristo amó a su iglesia entregó su vida por ella”. La Biblia llama a la iglesia
“la esposa de Cristo” y “el cuerpo de Cristo”. No me puedo imaginar diciéndole a
Jesús: “Te amo, pero no me gusta tu esposa”, o “Te acepto, pero rechazo tu
cuerpo”. Sin embargo, eso es lo que hacemos cuando le restamos importancia,
menospreciamos o nos quejamos de la iglesia. Por el contrario, Dios nos manda a
amarla tanto como la ama Jesús. La Biblia nos ordena “amar a nuestra familia
espiritual”. Es triste ver que muchos cristianos usan la iglesia, pero no la aman.
LA CONGREGACIÓN LOCAL:
Ekklesia: conjunto de creyentes que se unen en un mismo espíritu y una
misma fe en Jesucristo. Todas las veces que se usa la palabra iglesia en la Biblia
se refiere a la congregación local y visible. El Nuevo Testamento da por sentado
que los creyentes son miembros activos de una congregación local. Un cristiano sin
Ekklesia es como un órgano sin un cuerpo, una oveja sin rebaño o un niño sin
familia. No es su estado natural. (Efesios 2.19).
En la actualidad, el individualismo independiente de nuestra cultura ha
creado muchos huérfanos espirituales: “creyentes conejos” que saltan de una
iglesia a otra sin identificarse, sin rendir cuentas ni comprometerse con ninguna.
Muchos creen que es posible ser un “buen cristiano” si unirse (a veces sin siquiera
asistir) a una iglesia local, pero Dios no está de acuerdo con eso. Su Palabra ofrece
muchas razones de peso para justificar la necesidad de estar comprometidos y ser
activos en la comunión.
LA NECESIDAD DE LA FAMILIA ECLESIÁSTICA:
1. Te permite identificarte como creyente genuino: No se puede decir que
sigo a Cristo si no tengo ningún compromiso con otro grupo específico de
discípulos. En nuestro Ministerio, las Tribus y los Jesús en las Casas. (Juan
13.35). Somos testimonio al mundo cuando, viniendo de diferentes
comunidades, diferentes familias y clases sociales, nos reunimos en amor
como una familia en la iglesia. No somos parte del cuerpo de Cristo en
soledad. Necesitamos a los demás para expresar que somos miembros del
cuerpo. Juntos, no por separado, somos miembros de su cuerpo. Y eso da
testimonio al mundo.

2. Te aparta del aislamiento Egocéntrico: La iglesia es el salón de clases


donde aprendes a vivir en la familia de Dios, es el laboratorio donde se
practica el amor comprensivo y sin egoísmo. Como miembro participante
podrás aprender a interesarte en los demás y a conocer la experiencia de
otros. (I Corintios 12.26). teniendo regularmente contacto con creyentes
comunes e imperfectos podremos aprender a tener comunión verdadera y a
experimentar el Centro del Evangelio, el Amor unos a otros. La comunión
Bíblica cosiste en estar tan comprometidos con los demás, así como lo
estamos con Jesucristo. Dios espera que entreguemos la vida unos por otros,
nos sabemos de memoria (Juan 3.16) pero nos olvidamos de (I Juan 3.16)
3. Te ayuda a mantenerte en forma espiritualmente: No podrás crecer y
madurar si solo asistes a los cultos de adoración y tribus, si eres un
espectador pasivo. (Efesios 4.16). El Nuevo Testamento emplea más de
cincuenta veces la frase “UNOS A OTROS”. Se nos manda a orar, alentar,
saludar, edificar, amar, servir, perdonar, llevar las cargas, enseñar ayudar,
estimular entre muchas más tareas mutuas y reciprocas. Esto es Membresía
Bíblica, estas son nuestras responsabilidades como Iglesia, que Dios espera
que cumplamos en nuestra congregación Dulce Refugio. Parece ser más fácil
ser santo cuando no hay nadie a nuestro alrededor que pueda frustrar
nuestras preferencias, pero esta santidad es falsa y no verificable. La
verdadera madurez se demuestra en nuestras relaciones. Para crecer
necesitamos algo más que la Biblia y la Oración, necesitamos a otros
hermanos. Crecemos más rápidos y seremos más fuertes y efectivos si
aprendemos de los demás y asumimos responsabilidades.

4. El Cuerpo de Cristo te necesita: Dios tiene un papel exclusivo para que lo


desempeñes en su familia. En el cuerpo de Cristo está el desarrollo dentro
de El Ministerio y a fin de desempeñarlo Dios te ha dado dones (I Corintios
12.7) La manifestación del Espíritu es para provecho de la Iglesia. La Iglesia
Dulce Refugio es el lugar que Dios te ha provisto para descubrir, desarrollar
y usar tus dones. Quizás tengas un ministerio más amplio, pero eso es un
agregado al servicio del Cuerpo de Cristo. Jesús no prometió edificar tu
ministerio personal sino Edificar su Iglesia.

5. Compartirás la Misión de Cristo en el Mundo: Jesús estuvo en la tierra


obrando en su cuerpo físico bienes y sanidades, hoy usa a su Iglesia, su
Cuerpo espiritual. La Iglesia es el instrumento de Dios en la tierra. No solo
debemos ser ejemplo al mundo de que nos amamos unos a otros, también
debemos manifestar el Amor del Padre al mundo.

6. La Iglesia evitara que te apartes: nadie es inmune a la tentación, a las


tormentas, a los ríos que golpean las casas, dadas las circunstancias, tanto
tú como yo podemos caer en la tentación. Como el Padre sabe eso, nos ha
asignado la responsabilidad de cuidarnos mutuamente. Tienes un hermano
menor que debes atender y guiar (hebreos 3.13). “No te metas en mi vida”
no es una frase que un cristiano debe expresar. Dios nos llama y nos manda
a asumir compromiso con los demás. Si sabes de alguien en este momento
que está flaqueando es tu responsabilidad buscar a esa persona y devolverla
a la comunión (Santiago 5.19-20).

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