El Proceso Economico Claudio Belini

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“EL PROCESO ECONOMICO”

CLAUDIO BELINI

Tema:
Objetivos: Demostrar que las condiciones ofrecidas por el mercado internacional continuaron ejerciendo un
papel importante en las posibilidades económicas que se abrían en el país.
Hipótesis: Así como el crecimiento anterior al 30` fue posible por la expansión del comercio internacional, el
lento incremento de la producción posterior parece estar condicionado por las menores oportunidades del
mercado internacional. Para la crisis del ´29 Argentina era uno de los principales productores y exportadores
mundiales de carne bovina, lana y cereales. Desde fines del SXIX la economía local había crecido a ritmo
acelerado posicionándola como la más extensa y diversificada de América Latina. Para fines del 50` se había
apartado de ese perfil, orientándose hacia el mercado interno, con producciones cíclicas y marcadas
diferencias sectoriales, y aunque los productos primarios seguían constituyendo el grueso del comercio
exterior, no era suficiente para el desenvolvimiento industrial, ralentizando la renta per cápita y llevando a
la Argentina al grupo de países “subdesarrollados”.

Crisis y transformaciones en los años ´30

Impacto de la Gran Depresión: Luego de la IGM, la economía argentina continuó especializándose en la


producción y exportación de materias primas, pero los cambios del mercado internacional afectaron su
desempeño. El país estaba mal preparado para afrontar un periodo de inestabilidad (alto grado de apertura
al comercio mundial, canasta de productos exportables limitada, dependencia del capital extranjero), por lo
tanto, una crisis financiera o industrial en Europa afectaba de manera local (a través de reducción del precio
de exportación, reducción de inversión extranjera y derrumbe de importaciones). Ya desde antes de la Gran
Depresión la economía se deslizó a la recesión. La primera amenaza llegó con la prosperidad de EEUU, la
especulación bursátil y el consecuente egreso de oro. Entre 1928 y 1932 la combinación de salida de
capitales y caída de los ingresos por la disminución de precios de las exportaciones (no de volúmenes)
produjo una reducción de importaciones, lo que marca el comienzo de un nuevo ciclo recesivo y un veloz
ascenso del desempleo.

Una recuperación temprana: El impulso viene del exterior, una sequía que afectó a los principales
competidores de granos de Argentina entre 1933/37. La coyuntura permitió mejorar los ingresos de
agricultores, activar la economía interna y suministrar divisas para las importaciones, con lo cual se recupera
la economía. En este proceso el Estado debía limitarse a crear condiciones para cuando la depresión se
detuviera, intervino en esta recuperación intentando alcanzar y mantener el equilibrio presupuestario,
reduciendo el gasto público, reformando el sistema impositivo, estableciendo nuevos gravámenes a
productos importados y abonando la moratoria de deuda externa generada. Sin embargo, esto no fue
suficiente, Gran Bretaña al abandonar el patrón oro obligó al Estado a tomar medidas monetarias para evitar
la devaluación. Se estableció la Oficina de Cambios que intervino en el mercado de divisas (fijaba el tipo de
cambio). Con este control el Estado pretendía vigilar el comercio exterior para equilibrar pagos externos y
evitar desequilibrios en la balanza de pagos.

El Auge del bilateralismo: La suspensión del patrón oro, la inconvertibilidad de las monedas y el control de
cambios alcanzaron barreras que segmentaron el comercio internacional. El orden que emergió de la crisis
se organizó sobre las bases del bilateralismo. Argentina se encontraba en un triángulo de comercio con Gran
Bretaña (exportaciones) y EEUU (importaciones), de manera que podía afrontar sus desequilibrios, pero con
el abandono de la multilateralidad el comercio triangular se agravó; EE. UU no compraba productos
argentinos y era competidor en el mercado primario y Gran Bretaña había anunciado compras
preferenciales a sus dominios y reducciones en otras naciones. En 1933 se alcanzó un acuerdo; por el Pacto
Roca Runciman, el país compraría carne argentina, a cambio de reducciones en los precios, ventajas
cambiarias, exenciones arancelarias y el redireccionamiento de parte de las divisas de exportaciones a las
industrias británicas asentadas en el país. El vuelco del país al bilateralismo fue una respuesta a la
coyuntura externa creada por la Gran Depresión y a la política británica de preferencias. En 1933 Pinedo
puso en marcha una serie de medidas económicas; se implantó un régimen de control cambiario más severo
con el objetivo de evitar la acumulación de compromisos financieros y un mercado negro de divisas, es decir,
se dispuso un desdoblamiento cambiario, creándose un mercado oficial (se negocian las divisas provenientes
de las exportaciones y se compran para importaciones aprobadas por el Ministerio de Hacienda) y uno libre
(todas operaciones de importaciones no prioritarios). El pacto y la reforma cambiaria dieron como
resultado la consolidación de relaciones bilaterales con Gran Bretaña y el estancamiento del comercio
argentino- estadounidense, sus importaciones se negociaban a un precio más caro.

Intervencionismo Estatal: Con el derrumbe del comercio y la crisis financiera, el desorden monetario
internacional obligó al Estado a asumir nuevas funciones. El control de los cambios y el incremento del
proteccionismo fueron los primeros instrumentos utilizados a fin de paliar los efectos deflacionarios
provenientes del mercado internacional. No fue suficiente y en 1933 se puso en marcha el Plan Acción
Económica Nacional; en el orden financiero el estado obligaba al sector exportador que obtenía divisas
extranjeras a venderlas en el mercado oficial a un precio más bajo que el de importaciones por lo tanto, con
esta intervención en la compra y venta obtenía márgenes de cambios como fuente de ingresos, se
sancionaron nuevamente amplias reformas impositivas unificando impuestos internos y nuevos
gravámenes, se renegoció la deuda interna y externa a plazos más largos, se creó el Banco Central cuyo
objetivo era proteger el valor de la moneda, adecuar la política monetaria y crediticia a las necesidades de
los negocios, supervisar los bancos y ser agente financiero del estado. El plan incluía una política económica
destinada al sector productivo; disponía un ordenamiento e intervención en los principales ramos de la
producción agraria. Se crearon juntas (Junta de Carnes, Junta de Granos, etc.) con el fin de regular, controlar
o asesorar los sectores de la producción teniendo como objetivo la defensa de los precios de productos. Una
característica de la intervención estatal del 30`fue que la mayor parte de las entidades creadas
incorporaban los intereses corporativos en su seno, esta incorporación de intereses ponía en contacto a
las elites económicas y a la burocracia estatal permitiendo políticas sectoriales más definidas

Crisis del Campo: Principal sector afectado por la crisis internacional con caídas en el valor de las
exportaciones. La depresión afecta a las redes de comercialización y financiamiento y actividades vinculadas
al agro; arrendatarios y propietarios quebraron por deudas con acopiadores y comerciantes. El gobierno
respondió con la reforma de la ley de arrendamiento (extensión de contratos y jurisdicción), plan de
moratoria y rebaja de intereses para los deudores hipotecarios. A pesar del estancamiento del sector
agropecuario, crecen los cultivos con plantas industriales (algodón, azúcar, tabaco, yerba, etc.) beneficiados
por la devaluación y las oportunidades para sustituir importaciones, estos cultivos se orientan al mercado
interno y ofrecen sus materias primas para la nueva industria sustitutiva. La combinación del estancamiento
del área cerealera y la expansión de cultivos industriales redujeron el peso del agro pampeano en el
conjunto de la producción agrícola. La ganadería bovina sufrió en menor medida la crisis, se benefician por
el pacto Roca Runciman el sector de invernadores y se perjudica el de criadores porque allí se descargan las
perdidas.

Industria en primer plano: La pérdida de dinamismo del sector agrario fue compensada por la
Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI). Durante la década del 30`, la manufactura se
convirtió en el sector más dinámico de la economía. La fuerte devaluación monetaria y las restricciones
existentes para importar crearon un clima de protección que estimuló las inversiones en el sector industrial
y el crecimiento de la producción. La industria textil algodonera fue la de mayor desarrollo, además se
amplió la capacidad de producción por la instalación de empresas extranjeras. No hubo políticas públicas
que se propusieran alentar el crecimiento industrial, lo ocurrido fue un subproducto de las medidas
tomadas para apaliar la crisis

Recesión (1937-1938): Con la caída de los precios mundiales causada por la recuperación de los grandes
competidores y una sequía local, se inició una severa crisis, por su parte la alta demanda de divisas
destinadas a la importación de manufacturas provocó problemas en la balanza de pagos. El gobierno tomó
nuevas medidas económicas (reforma cambiaria con devaluación, mayor de control de importaciones e
incremento de oferta monetaria para alentar la actividad interna)

La guerra y la reforma económica peronista en la posguerra

Impacto de la guerra y Plan Pinedo: 1940 la 2° GM causó una caída del valor y volumen de exportación de
granos y reducción de importaciones de manufacturas. Se presentó el Plan Pinedo para hacer frente a la
crisis agraria a través de la adquisición estatal de la cosecha, para evitar la desocupación, un sistema
crediticio a largo plazo que estimulase la construcción de viviendas invirtiendo en el sector manufacturero y
se propuso reorientar el comercio hacia los EEUU. El plan era una respuesta a la coyuntura y no un cambio
del modelo de desarrollo (no se puso en marcha). Para 1941 la caída de las exportaciones fue compensada
por incremento de productos ganaderos, semielaborados agropecuarios y manufacturas. Las importaciones
descendieron por el retiro de la oferta mundial. El resultado fue que el déficit de la balanza comercial se
revirtió, el país se benefició con un superávit hasta 1949.El aparato productivo industrial siguió creciendo
lo que atrajo a la población rural a las grandes ciudades.

Política económica del Peronismo: Propuso construir una economía mixta con papel activo del Estado, el
objetivo fue alentar la expansión del mercado interno y la industrialización. Se nacionalizó; el Banco Central
y los depósitos de bancos privados, dando al gobierno gran autonomía en el manejo de la política monetaria
y crediticia; el comercio exterior que a través del IAPI monopolizó las exportaciones e importaciones. El
control de la política monetaria y crediticia y las ganancias obtenidas por la nacionalización del comercio
exterior permitieron crecimiento productivo, pleno empleo, y la transferencia de la renta agraria a una
mayor participación de los salarios en la distribución de ingresos.

Nacionalizaciones de Posguerra: El nuevo papel del Estado en la distribución del ingreso fue acompañado
por un incremento en las funciones como empresario, la posguerra llevó al auge de las nacionalizaciones.
Entre el 46´ y el 50´ el Estado adquirió la compañía de telégrafo y telefonía, red ferroviaria, compañías de
navegación área, usinas eléctricas. También invirtió en industrias a través de la creación de la DINIE
(Dirección Nacional de Industrias del Estado), holding que incorporó empresas metalúrgicas, químicas y
farmacéuticas y la creación de IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), empresa que destacó
en la producción de aeronaves y automóviles. En conjunto entre 1946 y 1954, la participación de las
empresas estales en el valor de la producción industrial se triplicó.

El Estancamiento Agrícola pampeano y expansión de las economías regionales: La producción agrícola


pampeana se contrajo, pero se vio compensada por el incremento en la producción de carne. El aumento
del consumo interno de cereales y carnes redujo los saldos destinados a la exportación, provocando
restricción en la balanza comercial y en la capacidad de transformación económica. Factores: *reducción de
campos para el cultivo por caída de precios internacionales, reorientando las tierras a la ganadería con
mejores precios; *intervención del Estado en el sector (prórrogas en los contratos de arrendamiento, en un
contexto inflacionario, afectaban negativamente las rentas de los propietarios, políticas crediticias para
adquisición de tierras inician proceso de desconcentración de grandes unidades de producción, pero
impacta más la intervención del IAPI en la monopolización de exportación de granos desalentando las
inversiones);*boicot estadounidense (marginó las compras de alimentos del Plan Marshall e impuso
restricciones para la venta de maquinarias paralizando la mecanización agrícola en un momento en que
occidente daba un gran salto de rendimientos por avances en la mecanización)*finalmente los años de
sequías. Al igual que en los 30´, el periodo vio un crecimiento en la producción ganadera y aumento del
área sembrada en regiones extra pampeanas de cultivos industriales, pero hubo rigideces por la falta de
tecnologías.

La industria: A mediados del 40´, el valor agregado de la industria supera por primera vez el valor de la
producción primaria, pero la falta de algunas materias primas y combustibles limitan la expansión a las
ramas livianas, esta dependencia se agravó con la intervención de EE.UU. en la guerra. La novedad fue la
exportación artículos manufacturados a Sudamérica y Sudáfrica. La dictadura del 43`había sostenido
políticas favorables a la protección industrial como la creación de la Secretaria de Industria y Comercio, el
Banco de Crédito Industrial y el fomento a industrias de interés nacional que se ven reforzadas con la
presidencia de Perón y la implementación del Primer Plan Quinquenal(1947-1951),tuvo como objetivos
proteger las industrias que se habían expandido durante la guerra, desarrollar nuevas manufacturas y
exportar textiles y aceites a través de protección arancelaria, ley de Aduanas, Ley de Fomento industrial,
tipos diferenciales de cambios. Sin embargo, las industrias se vieron beneficiadas más que nada por el
mercado interno y la política crediticia. A partir del 49´ el crecimiento industrial se vio afectado por el
estrangulamiento externo que impidió importar maquinaria e insumos para el sector, no se llevó a cabo el
desarrollo de industria pesada debido a la falta de interés del gobierno en un contexto de disponibilidad
de divisas para importar esos insumos y por el boicot estadounidense que proveía tecnología.

Crisis del 49`: Las nacionalizaciones y las masivas importaciones provocan derrame en las reservas, la deuda
con EE.UU. agravó la situación y se sumó una caída de la producción y precios de productos exportables que
redujeron la posibilidad de importar insumos y equipos para la industrialización. La crisis de divisas derivó en
caída de producción industrial, a estos factores se agregó una acelerada inflación. Con la crisis del 49`,
Argentina entra en una etapa económica caracterizada por la sucesión de breves ciclos de expansión y
recesión.

La forzada orientación hacia el mercado interno en los años 50`

Crisis permanente del comercio exterior: El ciclo expansivo comenzaba con los impulsos de la política
económica y crediticia para estimular la industria manufacturera y el consumo interno, el crecimiento
industrial demandaba divisas para insumos y materias primas pero el estancamiento de las exportaciones y
la falta de préstamos extranjeros generaban escases en las divisas, dando fin al ciclo expansivo. La falta de
divisas se intentaba resolver mediante devaluación para estimular las exportaciones, pero no era eficaz y la
balanza comercial quedaba deficitaria.

La crisis del 52´ y el Segundo Plan Quinquenal: Inflación y perdida de reservas obligan a Perón en el 52´ a
aplicar un plan económico ortodoxo; política fiscal y monetaria restrictiva, precios más remunerativos para
el agro, congelamientos de salarios, contracción del crédito industrial. Las medidas logran reducir la
inflación. Se pone en marcha el Segundo Plan Quinquenal1953-1957) que tenía como objetivo reducir gastos
sociales, volcar los recursos a la acción económica con el fin de alcanzar una estructura industrial integrada
que permitiera reducir la dependencia externa, pero no se logró revertir el déficit de la balanza comercial. El
gobierno sancionó nueva ley de inversiones extranjeras para promover ingresos de capitales. La entonces
integración de la estructura industrial no puede ser financiado sin estos aportes.

La caída de Perón y la fallida liberalización de la economía: Tras la caída de Perón el informe Prebisch
identificaba los desaciertos de la política peronista: 1) desaliento a la producción primaria
exportable;2)industrialización no privilegió inversiones en industrias de acero y energía, ambos factores
provocaron restricciones en la balanza comercial; 3) inflación provocada por las políticas peronistas (déficit
de empresa pública, créditos expansivos, incrementos salariales por encima de la productividad). Proponía
aplicar medidas ortodoxas (devaluación, simplificación del régimen de cambios, reducción del déficit,
privatización de empresas, congelamiento de salarios). No se consolidó una política económica, pero se
logró que el país ingresara en el FMI y abandonara el bilateralismo. Estas medidas habían sido aconsejadas
por Prebisch para conseguir inversiones. Las negociaciones con la deuda externa obligaban al país a usar las
divisas generadas por exportaciones al pago de la deuda y a importar mercancías a sus acreedores. La
devaluación y el retorno al comercio multilateral no resolvieron el principal problema del comercio
exterior: el estancamiento de las exportaciones, la balanza comercial mostraba desequilibrios

Lenta expansión del agro: En el 52´ a la baja de exportación agriaría se sumaban caídas en los precios, de tal
manera que el IAPI por primera vez comenzaba a acumular grandes pérdidas en las operaciones. El gobierno
respondió con políticas de precios sostén para mejorar la retribución recibida por los agricultores, prioridad
de cambio para introducir maquinaria agrícola y créditos para la inversión, pero no fueron suficientes y el
agro siguió estancado. Después de Perón se acentuaron las políticas en favor del agro; eliminación del IAPI,
devaluación, incentivos fiscales, pero tampoco tuvieron impacto sobre la producción y exportación.

La industrialización incompleta: En el 50´ el país seguía con una economía semiindustrializada, el tejido
industrial local era débil para desarrollar una nueva etapa sustitutiva centrada en equipos e insumos. El
Segundo Plan Quinquenal intentó colocar como prioridad el fomento de la siderurgia, la producción
metalúrgica, de aluminio, química y eléctrica a través una programación en el uso de las divisas y
convocatoria al capital extranjero (Ley 14122) pero estos instrumentos no fueron suficientes para acelerar la
industrialización, la falta de inversiones extranjeras, las restricciones de divisas se erigieron en una barrera
importante porque estas industrias requerían grandes costos. La posibilidad de diversificar las exportaciones
tampoco parecía fácil, la industria operaba a altos costos debido a la obsolescencia de equipos, por otro
lado, en el periodo se dio una caída en la producción industrial por inflación y falta de divisas. El gobierno
desarrollista sancionó nueva ley de inversiones extranjeras con beneficios en el cambio y libre giro de
utilidades llevando a un fuerte desarrollo, pero con transnacionalización de empresas y endeudamiento.

Plan de estabilización de 1959: Frondizi adoptó una estrategia diferente para la integración de la estructura
industrial; el estado no puede juzgar un papel activo en el proceso, el desequilibrio en la balanza de pagos y
la falta de capitalización interna imponían convocar el capital extranjero para la rápida industrialización. La
medida más destacada fue la firma de contratos de explotación petrolífera con compañías extranjeras para
lograr el autoabastecimiento de energía. La nueva política fue acompañada por la toma de deuda para
resolver el déficit externo, el Estado se comprometió a aplicar un programa de estabilización que incluía
devaluación, mercado libre de cambios, créditos restrictivos, corrección del déficit. Pero los efectos fueron
caída del pbi, récord de inflación y desocupación.

Conclusiones: Tras la Gran Depresión el estancamiento del agro argentino fue reemplazado por la
industrialización que surgía como efecto secundario (las exportaciones no eran suficientes para importar
manufactura y esta fue cubierta por la nueva industria). El gobierno no aplicó políticas sectoriales de largo
plazo y la recuperación temprana de la economía inhibieron la búsqueda del desarrollo. Desatada la IIGM, la
economía continuó creciendo sobre las exportaciones de carne y el sector manufacturero. La
industrialización se dio en un periodo de escasez de combustibles, materia prima y equipos productivos
desgastados. Al finalizar la guerra el país había acumulado reservas, pero la política agraria peronista fue
ineficaz para promover el crecimiento productivo y alentar inversiones en el sector. A partir del 49´ cayeron
los precios de exportación, se redujeron los saldos en el mismo momento que el sector industrial
demandaba divisas. Comenzó el periodo de crisis periódicas.

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