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La n atu rale z a h u m a n a • 91

92 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..


nueva unidad de vida con características especialísimas, diferente y separada de
alma’ denota individualidad o personalidad; por su parte, la palabra hebrea del
todas las otras unidades similares. Esta cualidad de individualidad en cada ser
Antiguo Testamento, rüaj, traducida como ‘espíritu’, se refiere a la chispa de vida
viviente, que lo hace constituir una entidad única, parece ser la idea que se
esencial para la existencia humana. Describe la energía divina o principio vital
destaca en el término hebreo nefesh. Cuando se lo usa en este sentido, nefesh no
que anima a los seres humanos.
es una parte de la persona, es la persona; y en muchos casos, se lo traduce como
“Rüaj ocurre 377 veces en el Antiguo Testamento, y su traducción más fre­
‘persona’ (ver Gén. 14:21; Núm. 5:6, 7; Deut. 10:22; Lev. 11:43).
cuente es espíritu, viento, o aliento (Gén. 8:1, etc.). Se lo usa también para deno­
“Por otra parte, las expresiones tales como ‘mi alma’, 'tu alma’, ‘su alma’, etc.,
tar vitalidad (Jue. 15:19), valor (Jos. 2:11), genio o ira (Jue. 8:3), disposición (Isa.
son por lo general modismos que reemplazan los pronombres personales yo, tú,
54:6), carácter moral (Eze. 11:19), y el asiento de las emociones (1 Sam. 1:15).
él, etc. (ver Gén. 12:13; Lev. 11:43, 44; 19:8; Jos. 23:11; Sal. 3:2; Jer. 37:9, etc.). En
"En el sentido de soplo o aliento, el rüaj de los hombre es idéntico al rüaj de
más de 100 de 755 instancias en el Antiguo Testamento, la versión inglesa lla­
los animales (Ecl. 3:19). El rüaj del hombre abandona el cuerpo al morir (Sal.
mada “Versión del Rey Jacobo” traduce nefesh como vida (Gén. 9:4,5; 1 Sam. 19:5;
146:4) y vuelve a Dios (Ecl. 12:7; compárese con Job 34:14). Rüaj se usa frecuent­
|ob 2:4,6; Sal. 31:13; etc.).
emente con referencia al Espíritu de Dios, como en Isa. 63:10. En el Antiguo
“A menudo, nefesh se refiere a los deseos, los apetitos, o las pasiones (ver Deut.
Testamento, y con respecto al hombre, la palabra rüaj nunca denota una entidad
23:24; Prov. 23:2; Ecl. 6:6, 7), y a veces se traduce como ‘apetito’ (Prov. 23:2). Pu­
inteligente capaz de existir separada de un cuerpo físico.
ede referirse al asiento de los afectos (Gén. 34:3; Cant. 1:7; etc.), y ocasionalmente
"El equivalente de rüaj en el Nuevo Testamento es pnéum a, 'espíritu’, de­
representa la parte volitiva del hombre como cuando se lo hace formar parte de
rivado de pneo, ‘soplar’, o ‘respirar’. Tal como sucede con rüaj, no hay nada inher­
expresiones como “saciarte” o “saciar tu deseo”, “como él quisiese”, “a su volun­
ente en la palabra pnéum a que denote una entidad existente consciente fuera del
tad” (Deut. 23:24; Sal. 105:22; Jer. 34:16). En Números 31:19, el nefesh (traducido
cuerpo; tampoco implican de manera alguna un concepto tal los usos de este
tomo persona), está muerto, y en Jueces 16:30 (traducido ‘yo’), muere. En Números
térm ino con respecto al hombre que presenta el Nuevo Testamento. En pasajes
!>:2 y 9:6 (‘muerto’) se refiere a un cadáver (compárese con Lev. 19:28; Núm. 9:7,
tales como Romanos 8:15, 1 Corintios 4:21, 2 Timoteo 1:7 y 1 Juan 4:6, pnéuma
10).
denota ‘temperam ento’, ‘actitud’, o ‘estado emocional’. Se lo usa también para
“El uso de la palabra griega psujé en el Nuevo Testamento, es similar al de
designar diversos aspectos de la personalidad, como en Gál. 6:1; Rom. 12:11, etc.
nefesh en el Antiguo Testamento. Se la usa con referencia a la vida animal así
Como sucede con rüaj, el pnéum a se entrega al Señor al m orir (Luc. 23:46; Hech.
como la humana (Apoc. 16:3). En diversos pasajes aparece traducida simplemente 7:59). Como rüaj, pnéum a se usa también para designar al Espíritu de Dios (1
romo ‘vida’ (ver Mat. 6:25; 16:25, etc.). En ciertas instancias se la usa simplemente Cor. 2:11,14; Efe. 4:30; Heb. 2:4; 1 Ped. 1:12; 2 Ped. 1:21; y otros)”.5
para designar ‘gente’ (ver Hech. 7:14; 27:37; Rom. 13:1; 1 Ped. 3:20; etc.), y en otras
es equivalente al pronombre personal (ver Mat. 12:18; 2 Cor. 12:15, etc). A veces
3. Unidad de cuerpo, alma y espíritu. ¿Cuál es la relación entre el cuerpo, el
se refiere a las emociones (Mar. 14:34; Luc. 2:35), a la mente (Hech. 14:2; Fil. 1:27)
alma y el espíritu? ¿Qué influencia tiene esta relación sobre la unidad del hom­
o al corazón (Efe. 6:6)”.4 bre?
La psujé no es inmortal, sino que se halla sujeta a la muerte (Apoc. 16:3); pu­
ede ser destruida (Mat. 10:28). a. Una doble unión. Por cuanto la Biblia considera que la naturaleza
La evidencia bíblica indica que a veces nefesh y psujé se refieren a la persona del hombre es una unidad, no define en forma precisa la relación que exis­
completa, y en otras ocasiones a un aspecto particular del ser humano, como los te entre el cuerpo, el alma y el espíritu. En ocasiones, el alma y el espíritu
alectos, las emociones, los apetitos y los sentimientos. Sin embargo, este uso de se usan en forma intercambiable. Notemos su paralelismo en la expresión
ninguna manera muestra que el hombre sea un ser hecho de dos partes separa­ de gozo de María después de la anunciación. “Engrandece mi alma al Se­
das y distintas. El cuerpo y el alma existen unidos; unidos forman un todo indi­ ñor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Luc. 1:46,47).
visible. El alma no tiene existencia consciente fuera del cuerpo. No hay texto al­ En una instancia, Jesús caracteriza al hombre como una combinación
guno que indique que el alma sobrevive al cuerpo como una entidad consciente. de cuerpo y alma (Mat. 10:28), y en otra ocasión Pablo se refiere al cuerpo
2. El significado bíblico de espíritu. La palabra hebrea nefesh, traducida como y al espíritu (1 Cor. 7:34). En la primera cita, alma se refiere a las facul-
L a n a tu ra le z a h u m a n a ♦ 94 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN E N .

tades superiores del hombre, presumiblemente la mente, a través de la necesaria la preparación de toda la persona: espíritu, alma y cuerpo.
cual se comunica con Dios. En la siguiente, espíritu se refiere a esta facul­ c. Una unión estrecha e indivisible. Es claro que cada ser humano es
tad más elevada. En ambas instancias, el cuerpo incluye el aspecto físico una unidad indivisible. El cuerpo, alma y espíritu funcionan en estrecha
además de emocional, en la persona. cooperación, revelando una relación intensamente interdependiente entre
las facultades espirituales, mentales y físicas de una persona. Las deficien­
b. Una triple unión. Hay una excepción a la caracterización general del cias es un aspecto estorbarán a los otros dos. Una mente o espíritu confu­
hombre como una entidad que comprende una unión doble. Pablo, que se so, impuro y enfermo, tendrá un efecto destructivo sobre la salud física y
refiere a la unión doble de cuerpo y espíritu, también habla en térm inos de emocional del individuo. Lo contrario es también la verdad. Una constitu­
una unión triple. Declara: “Y el mismo Dios de paz os santifique por com­ ción física débil, enferma o sufriente, generalmente afectará en forma ne­
pleto; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irre-pren- gativa nuestra salud emocional y espiritual. El impacto que las facultades
sible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:23). Este pasaje tienen unas sobre otras, significa que cada individuo tiene una responsa­
expresa el deseo de Pablo, de que ninguno de estos aspectos de la persona bilidad que Dios mismo le ha asignado, en el sentido de mantener sus fa­
sea excluido del proceso de la santificación. cultades en la mejor condición posible. Hacer eso constituye una parte
En esta instancia, el térm ino espíritu puede comprenderse como “el vital del proceso de ser restaurados a la imagen del Creador.
principio superior de inteligencia y pensamiento de que ha sido dotado el
hombre, y con el cual Dios puede comunicarse por su Espíritu (ver Rom. El hombre a imagen de Dios
8:16). Es por la renovación de la mente por medio de las actividades del La pareja de seres vivientes que Dios creó en el sexto día de la creación fue
Espíritu Santo cómo el individuo puede transformarse a la semejanza de hecha “a imagen de Dios” (Gén. 1:27). ¿Qué implica ser creados a imagen de
Cristo (ver Rom. 12:1, 2). Dios?
“Por ‘alma’... cuando se la distingue del espíritu, podemos comprender
esa parte de la naturaleza del hombre que encuentra expresión a través de Creados a imagen y semejanza de Dios. Con frecuencia se sugiere que las di­
los instintos, las emociones y los deseos. Esta parte de nuestra naturaleza mensiones humanas morales y espirituales revelan algo acerca de la naturaleza mo­
también puede ser santificada. Cuando gracias a la obra del Espíritu Santo, ral y espiritual de Dios. Pero por cuanto la Biblia enseña que el hombre comprende
la mente es puesta en conformidad con la mente de Dios, y la razón santi­ una unidad indivisible de cuerpo, mente y alma, las características físicas del hom­
ficada se impone sobre la naturaleza inferior, los impulsos —que de otro bre también deben de algún modo reflejar la imagen de Dios. Pero, ¿no es Dios un
modo serían contrarios a Dios— se sujetan a su voluntad”.6 espíritu? ¿Cómo puede un ser espiritual estar asociado con una forma corporal?
El cuerpo, que está bajo el control ya sea de la naturaleza superior o de Un breve estudio de los ángeles revela que, a semejanza de Dios, ellos también
la inferior, es la constitución física: la carne, la sangre y los huesos. son seres espirituales (Heb. 1:7, 14). Sin embargo, siempre aparecen en forma
El orden en que Pablo coloca los elementos, primero el espíritu, luego humana (Gén. 18:1-19:22; Dan. 9:21; Luc. 1:11-38; Hech. 12:5-10). ¿Es posible que
el alma y finalmente el cuerpo, no es una mera coincidencia. Cuando el un ser espiritual pueda tener un “cuerpo espiritual” con forma y rasgos definidos
espíritu está santificado, la mente se halla bajo el control divino. A su vez, (ver 1 Cor. 15:44)?
la mente santificada tendrá una influencia santificadora sobre el alma, es La Biblia indica que algunas personas han visto a Dios, o partes de su perso­
decir, sobre los deseos, los sentimientos y las emociones. La persona en la na. Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y los 70 ancianos “vieron al Dios de Israel” (Éxo.
cual se lleva a cabo esta santificación no abusará de su cuerpo, y por lo 24:10). En su encuentro con Moisés en el Sinaí, Dios —si bien rehusó m ostrar su
tanto su salud física será excelente. De este modo, el cuerpo se convierte rostro—, después de cubrir a Moisés con sus manos, le permitió contemplar sus
en el instrum ento santificado a través del cual el cristiano puede servir a espaldas (Éxo. 33:20-33). Dios se le apareció a Daniel en una visión de la escena
su Señor y Salvador. El llamado que hace Pablo a la santificación se halla del juicio, mostrándose como el Anciano de Días, sentado en un trono (Dan. 7:9,
claramente fundado en el concepto de la unidad de la naturaleza humana, 10). Pablo describe a Cristo como “la imagen del Dios invisible” (Col. 1:15) y “la
y revela que la preparación efectiva para la Segunda Venida de Cristo hace imagen misma de su sustancia” (Heb. 1:3). Estos pasajes parecen indicar que
La naturaleza humana • 95 96 . LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA CREEN EN..

Dios es un ser personal y que posee una forma personal. Esto no debe sorpren­ cuales fue coronado (Sal. 8:5). Suya era la responsabilidad de gobernar con bon­
dernos, puesto que el hombre fue creado a imagen de Dios. dad el mundo, reflejando el benéfico gobierno de Dios sobre el universo. De este
El hombre fue creado “un poco menor que los ángeles" (Heb. 2:7), una indi­ modo, vemos que no somos víctimas de las circunstancias, dominados por fuer­
cación de que fue dotado de dones mentales y espirituales. Si bien Adán, al ser zas ambientales. Más bien, Dios nos ha comisionado para hacer una contribu­
creado, no poseía experiencia, ni desarrollo del carácter, fue hecho “recto” (Ecl. ción positiva al formar el ambiente, usando cada situación en la cual nos vemos
7:29), lo cual constituye una referencia a su rectitud moral.7Como poseía la im a­ colocados como una oportunidad para cumplir la voluntad de Dios.
gen moral de Dios, era justo además de santo (ver Efe. 4:24), y era parte de la La aceptación de estos postulados provee la clave para mejorar las relaciones
creación que Dios consideró buena “en gran manera" (Gén. 1.31). humanas en un mundo en el cual abunda el quebrantamiento. Provee además la
Por cuanto el hombre fue creado a la imagen moral de Dios, se le dio la opor­ solución al problema que representa el consumo egoísta de los recursos naturales
tunidad de dem ostrar su amor y lealtad a su Creador. A semejanza de Dios, tenía del mundo, y la desconsiderada contaminación del aire y el agua que lleva a un
la capacidad de escoger, es decir, la libertad de pensar y actuar con referencia a deterioro progresivo de la calidad de la vida. La adopción de la perspectiva bíblica
imperativos morales. De este modo, era libre de am ar y obedecer o de desconfiar acerca de la naturaleza humana provee la única seguridad de un futuro próspero.
y desobedecer. Dios corrió el riesgo de que el hombre escogiera en forma equivo­
cada, porque únicamente poseyendo la libertad de escoger podría el hombre de­ Creados p a ra im ita r a Dios. Como seres humanos, debemos actuar como
sarrollar un carácter que exhibiera plenamente el principio del amor que es la Dios porque fuimos hechos para ser como Dios. Si bien es cierto que somos hu­
esencia de Dios mismo (1 Juan 4:8). Su destino era alcanzar la mayor expresión manos, y no divinos, dentro de nuestro dominio debemos reflejar a nuestro
de la imagen de Dios: Amar a Dios con todo su corazón, alma y mente, y am ar a Hacedor en todas las maneras posibles. El cuarto m andam iento destaca esta
otros como a sí mismo (Mat. 22:36-40). obligación: Debemos seguir el ejemplo de nuestro Creador, trabajando los pri­
meros seis días de la semana y reposando en el séptimo (Éxo. 20:8-11).
Creado p a ra establecer relaciones con sus semejantes. Dios dijo: “No es
bueno que el hombre esté solo” (Gén. 2:18), y creó a Eva. Así como los tres miem­ Creados con in m ortalid ad condicional. En la creación, nuestros primeros
bros de la Deidad se hallan unidos en una relación de amor, también nosotros padres recibieron la inmortalidad, si bien su disfrute de ella estaba condicionado
fuimos creados para gozar de la comunión que es posible en la amistad o el m a­ a su obediencia. Como tenían acceso al árbol de la vida, habían sido destinados a
trimonio (Gén. 2:18). Al entrar en esta clase de relaciones, tenemos la oportuni­ vivir para siempre. La única forma en que podían poner en peligro su estado de
dad de vivir por los demás. Ser genuinamente humano significa estar orientado inmortalidad era por la transgresión del mandamiento que les prohibía comer
hacia una relación. El desarrollo de este aspecto de la imagen de Dios constituye del árbol del conocimiento del bien y del mal. La desobediencia los conduciría a
una parte integral de la armonía y la prosperidad del reino de Dios. la muerte (Gén. 2:17; ver 3:22).

Creados pa ra ser mayordomos d el am biente. Dios dijo: “Hagamos al hom­ La caída


bre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del A pesar de haber sido creados perfectos y a imagen de Dios, y de estar coloca­
mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que dos en un ambiente perfecto, Adán y Eva se convirtieron en transgresores. ¿Cómo
se arrastra sobre la tierra” (Gén. 1:26). En este pasaje, Dios menciona en la misma sucedió una transformación tan radical y terrible?
frase la imagen divina del hombre y su dominio sobre la creación inferior. El
hombre fue colocado sobre los órdenes inferiores de la creación en calidad de El origen d el pecado. Si Dios creó un mundo perfecto, ¿cómo pudo desarro­
representante de Dios. El reino animal no puede comprender la soberanía de llarse el pecado?
Dios, pero muchos animales son capaces de am ar y servir al hombre.
David se refiere al dominio del hombre en los siguientes términos: “Le hiciste 1. Dios y el origen del pecado. Dios el Creador, ¿es también el autor del peca­
señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (Sal. do? La Escritura nos dice que por naturaleza Dios es santo (Isa. 6:3) y que no hay
8:6-8). La exaltada posición del hombre indicaba la gloria y el honor con los ninguna injusticia en él. “Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus
La naturaleza humana • 97 98 . LOS A DV ENTISTA S DEL SÉPT IM O D ÍA CREEN EN..

caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él” (Deut. 32:4). cer la fruta. La tentación comenzó a atacar su mente santificada. La creencia en
La Escritura declara: “Lejos esté de Dios la impiedad, y del O m nipotente la la Palabra de Dios ahora se transformó en creencia en la palabra de Satanás. De
iniquidad” (Job 34:10). “Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie” pronto se le ocurrió que “el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los
(Sant. 1:13); Dios odia el pecado (Sal. 5:4; 11:5). La creación original de Dios era ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría”. Descontenta con su posición,
"en gran manera buena” (Gén. 1:31). Lejos de ser el autor del pecado, Dios es “au­ Eva cedió a la tentación de llegar a ser como Dios. “Y tomó de su fruto, y comió;
tor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Heb. 5:9). y dio también a su marido, el cual comió así como ella". (Gén. 3:6).
Por confiar en sus sentidos antes que en la Palabra de Dios, Eva dejó de de­
2. El autor del pecado. Dios hubiera podido evitar el pecado si hubiese creado pender del Creador, cayó de su elevada posición, y se hundió en el pecado. Por lo
un universo lleno de autómatas que solo hicieran aquello para lo cual fueron tanto, la caída de la raza humana se caracterizó, por encima de todo, por la falta
programados. Pero el amor de Dios requería que creara seres que pudiesen res­ de fe en Dios y su Palabra. Esta incredulidad llevó a la desobediencia, la cual, a su
ponder libremente a su amor; y una respuesta así es posible solo de parte de seres vez, resultó en una relación quebrantada, y finalmente en la separación entre
que tienen libertad de elección. Dios y el hombre.
La decisión de proveer su creación con esta clase de libertad, significaba sin
embargo que Dios debía arriesgarse a que algunos seres creados se apartaran de El impacto del pecado. ¿Cuáles fueron las consecuencias inmediatas y de
él. Desgraciadamente, Lucifer, un ser de elevada posición en el mundo angélico, largo alcance que tuvo el pecado? ¿Cómo afectó a la naturaleza humana? ¿Y cuál
se volvió orgulloso (Eze. 28:17; ver 1 Tim. 3:6). Descontento con su posición en el es la posibilidad de eliminar el pecado y mejorar la naturaleza humana?
gobierno de Dios (compárese con Judas 6), comenzó a codiciar el lugar que le
correspondía a Dios (Isa. 14:12-14). En un intento por obtener el control del uni­ 1. Las consecuencias inmediatas. La primera consecuencia del pecado fue un
verso, este ángel caído sembró la semilla del descontento entre sus compañeros, cambio en la naturaleza humana que afectó las relaciones interpersonales, así
y obtuvo la lealtad de muchos. El conflicto celestial que resultó se term inó como la relación con Dios. La nueva experiencia reveladora y estimulante solo
cuando Lucifer, conocido ahora como Satanás, el adversario, y sus ángeles fueron produjo en Adán y Eva sentimientos de vergüenza (Gén. 3:7). En vez de conver­
expulsados del cielo (Apoc. 12:4, 7-9; ver también el capítulo 8 de esta obra). tirse en seres iguales a Dios, como Satanás había prometido, se sintieron atemo­
rizados y procuraron esconderse (Gén. 3:8-10).
3. El origen del pecado en la raza humana. Sin dejarse conmover por su ex­ Cuando Dios interrogó a Adán y a Eva acerca de su pecado, en vez de admitir
pulsión del cielo, Satanás decidió engañar a otros para que se unieran en su re­ su falta, procuraron transferir su propia culpabilidad. Adán dijo: “La mujer que
belión contra el gobierno de Dios. Su atención se dirigió a la recientemente creada me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Gén. 3:12). Sus palabras
raza humana. ¿Qué podía hacer para que Adán y Eva se rebelaran? Vivían en un implican que Eva y, en forma indirecta, Dios eran responsables de su pecado,
mundo perfecto, en el cual su Creador había provisto para todas sus necesidades. mostrando claramente cómo su trasgresión quebrantó su relación con su esposa
¿Cómo podrían ser inducidos a sentirse descontentos y desconfiar del Ser que y su Creador. Eva, a su vez, culpó a la serpiente (Gén. 3:13).
era la fuente de su felicidad? El relato del primer pecado provee la respuesta. Las nefastas consecuencias que tuvo la trasgresión revelan la seriedad de la
En su asalto a los primeros seres humanos, Satanás decidió tomarlos despre­ falta cometida. Dios maldijo a la serpiente, el instrumento de Satanás, condenán­
venidos. Acercándose a Eva cuando estaba próxima al árbol del conocimiento del dola a arrastrarse sobre su pecho, como un recuerdo perpetuo de la caída (Gén.
bien y del mal, Satanás, disfrazado de serpiente, le hizo preguntas acerca de la 3:14). A la mujer, Dios le dijo: “Multiplicaré en gran manera los dolores en tus
prohibición divina de comer del árbol. Cuando Eva afirmó que Dios había dicho preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se
que si comían del árbol morirían, Satanás contradijo la prohibición divina, di­ enseñoreará de ti” (Gén. 3:16). Y por cuanto Adán escuchó a su mujer en vez de
ciendo: “No moriréis”. Despertó la curiosidad de la mujer, sugiriendo que Dios a Dios, la tierra fue maldita para aumentar la ansiedad y el esfuerzo de sus traba­
estaba procurando impedirle gozar de una maravillosa y nueva experiencia: La jos: “Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días
de ser como Dios (Gén. 3:4, 5). Inmediatamente se arraigó la duda acerca de la de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el
Palabra de Dios. Eva se dejó cegar por las grandes posibilidades que parecía ofre- sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella

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las facultades físicas, mentales y espirituales. Y en última instancia, si no
fuiste tomado” (Gén. 3:17-19). se la resuelve, produce muerte, porque “la paga del pecado es muerte”
Al reafirmar la naturaleza incambiable de su ley, y el hecho de que cualquier (Rom. 6:23).
transgresión lleva a una muerte inevitable, Dios declaró: “Polvo eres, y al polvo El antídoto contra la culpa es el perdón (Mat. 6:12), el cual produce
volverás” (Gén. 3:19). Dios ejecutó este veredicto cuando expulsó de su hogar una conciencia limpia y paz mental. Dios está ansioso de conceder su
edénico a los transgresores, interrumpiendo así su comunión directa con él (Gén. perdón a los pecadores arrepentidos. Lleno de misericordia, Cristo llama
3:8), y al impedirles participar del árbol de la vida, fuente de vida eterna. Así, a la raza aplastada por el pecado y la culpa, diciéndole: “Venid a mí todos
Adán y Eva pasaron a estar sujetos a la muerte (Gén. 3:22).
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat. 11:28).
2. El carácter del pecado. Muchos pasajes de la Escritura, incluyendo en forma
particular el relato de la caída, dejan en claro que el pecado es un mal moral, lo
d. El centro de control del pecado. El asiento del pecado se halla en lo
que sucede cuando un agente moral libre elige violar la voluntad revelada de Dios
que la Biblia llama el corazón, y que nosotros conocemos como la mente.
(Gén. 3:1-6; Rom. 1:18-22).
Del corazón “mana la vida” (Prov. 4:23). Cristo revela que son los pensa­
mientos de la persona los que contaminan, “porque del corazón salen los
a. La definición del pecado. Las definiciones bíblicas del pecado in­
malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los
cluyen: “El pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4), una falta en la actu­
hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” (Mat. 15:19). El corazón in­
ación de cualquiera “que sabe hacer lo bueno y no lo hace” (Sant. 4:17), y
fluye sobre la totalidad de la persona: el intelecto, la voluntad, los afectos,
“todo lo que no proviene de fe” (Rom. 14:23). Una definición amplia del
las emociones y el cuerpo. Por cuanto “engañoso es el corazón más que
pecado es: “Cualquier desviación de la voluntad conocida de Dios, ya sea
todas las cosas, y perverso” (Jer. 17:9), la naturaleza humana puede ser
al descuidar lo que ha mandado específicamente, o al hacer lo que ha
descrita como corrompida, depravada y completamente pecaminosa.
prohibido específicamente”.8
El pecado no conoce la neutralidad. Cristo declara: “El que no es con­
3. El efecto del pecado sobre la humanidad. Algunos pueden creer que la
migo, contra mí es” (Mat. 12:30). El no creer en Jesús es pecado (Juan
sentencia de muerte constituía un castigo demasiado severo por comer la fruta
16:9). El pecado tiene carácter absoluto porque constituye rebelión contra
prohibida. Pero solo podemos medir la seriedad de la transgresión a la luz del
Dios y su voluntad. Cualquier pecado, pequeño o grande, resulta en el
efecto que causó el pecado de Adán sobre la raza humana.
veredicto de “culpable”. De este modo, “cualquiera que guardare toda la
El primer hijo de Adán y Eva se convirtió en un asesino. Sus descendientes
ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos” (Sant. 2:10).
pronto violaron la sagrada unión del matrimonio cometiendo poligamia, y no
pasó mucho tiempo sin que la maldad y la violencia llenaran el mundo (Gén. 4:8,
b. Elpecado abarca los pensamientos así como las acciones. Con frecuen­
23; 6:1-5; 11-13). Los llamamientos divinos al arrepentimiento y a la reforma no
cia se habla del pecado solo en términos de actos de transgresión concretos
causaron efecto, y solo ocho personas fueron salvadas de las aguas del diluvio
y visibles. Pero Cristo dijo que el sentir ira contra alguien viola el sexto man­
damiento del decálogo: "No matarás” (Éxo. 20:13), y que los deseos impuros
que destruyó a los impenitentes. La historia de la raza después del Diluvio, con
quebrantan el mandamiento que dice: “No cometerás adulterio” (Éxo. 20:14). pocas excepciones, constituye un triste relato de los frutos de la pecaminosidad
El pecado, por lo tanto, abarca no solo la desobediencia abierta que se tradu­ de la naturaleza humana.
ce en actos, sino también los pensamientos y los deseos.
a. La pecaminosidad universal de la humanidad. La historia revela
c. El pecado y la culpabilidad. El pecado produce culpabilidad. Desde que los descendientes de Adán comparten la pecaminosidad de su natura­
la perspectiva bíblica, la culpabilidad implica que el que ha cometido leza. En oración, David dijo: “No se justificará delante de ti ningún ser
pecado es digno de castigo. Y por cuanto todos somos pecadores, todo el humano” (Sal. 143:2; ver 14:3). “No hay hombre que no peque (1 Rey. 8:46).
mundo está “bajo el juicio de Dios” (Rom. 3:19). Salomón declaró: “¿Quién podrá decir: yo he limpiado mi corazón, limpio
La culpabilidad, si no se deshace de ella en forma adecuada, destruye estoy de mi pecado?" (Prov. 20:9); "ciertamente no hay hombre justo en la

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