Guía Psicoeducativa para Personal de Salud Que Atiende A Familiares y Personas Con TX Mentales
Guía Psicoeducativa para Personal de Salud Que Atiende A Familiares y Personas Con TX Mentales
Guía Psicoeducativa para Personal de Salud Que Atiende A Familiares y Personas Con TX Mentales
psicoeducativa
para personal de
salud que atiende
a familiares y
personas con
trastornos mentales
María Luisa Rascón Gasca
Valeria Hernández Durán
Leticia Casanova Rodas
Humberto Alcántara Chabelas
Alejandra Sampedro Santos
México, 2011
Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y
Personas con Trastornos Mentales
María Luisa Rascón Gasca, Valeria Hernández Durán, Leticia Casanova Rodas, Humberto
Alcántara Chabelas, Alejandra Sampedro Santos
Editores
Shoshana Berenzon, Jesús del Bosque, Javier Alfaro, Maria Elena Medina-Mora
Validación interna
Ingrid Vargas, Nayelhi Saavedra,
Validación externa
Martha Rosas Lurrabaquío, Cinthia Andia, Dante M. Alvear Galindo, Eduardo Madrigal de
León, Corina Benjet
Aspectos éticos
Liliana Mondragrón
Producción Editorial
Patricia Fuentes de Iturbe
Esta Guía Psicoeducativa se diseñó con el apoyo de recursos para la igualdad entre
mujeres y hombres. Anexo 10 del PEF-2010
Secretaria de Salud
ISBN: 978-607-460-429-0
Edición 2013
Consulta en http://www.inprf.org.mx/
Citación
Rascón Gasca M. L., Hernández Durán V., Casanova Rodas L., Alcántara Chabelas H.,
Sampedro Santos A. Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a
Familiares y Personas con Trastornos Mentales. Ed. Shoshana Berenzon, Jesús del
Bosque, Javier Alfaro, Maria Elena Medina-Mora. México: Instituto Nacional de Psiquiatría
Ramón de la Fuente Muñiz. Serie: Guías Clínicas para la Atención de Trastorno Mentales.
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización por escrito de los
titulares de los Derechos de Autor.
Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
Índice
I. Introducción
1.1 A qué necesidad responde el curso psicoeducativo
1.2 Objetivos del curso psicoeducativo
1.3 A quien va dirigido
1.4 Resumen del contenido del curso
1.5 Forma de trabajo del curso psicoeducativo
II. Curso Psicoeducativo
Módulos de clase :
1° Módulo : Introducción a las Enfermedades Mentales
2° Módulo : Reacciones emocionales en el proceso de aceptación de la enfermedad: El papel de la familia
y del paciente
3° Módulo : Conociendo los Trastornos Depresivos, de Ansiedad y Alimenticios.
4° Módulo : Conociendo los Trastornos de Esquizofrenia, de Personalidad, de la Demencia y Problemas
Relacionales
5° Módulo : Información sobre el tratamiento médico de las enfermedades mentales.
6° Módulo : El cuidado del paciente y del familiar cuidador
7° Módulo : Prevenir las recaídas y el apoyo en situación de crisis
8° Módulo : Creencias, mitos y discriminación hacia la enfermedad Mental
9° Módulo : La participación en las redes sociales y el cierre del curso
III. Anexos
Material (cursos). Por módulos.
Glosario
Bibliografía
Iconografía
Cuestionario de evaluación
Directorios
Guía Psicoeducativa para el Personal de
Salud que brinda Atención a Familiares y
Personas con Trastornos Mentales
Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
Introducción
La presente Guía Psicoeducativa está dirigida al personal de salud que brinda atención a familiares y per-
sonas con trastornos mentales.
Esta guía será de utilidad para la capacitación y está diseñada para ser de fácil comprensión y aplicación,
tiene un formato de curso psicoeducativo porque incluye la información temática clase por clase y el ma-
terial de apoyo, lo mismo que el procedimiento para ser impartido.
La inalidad de este curso es brindar una herramienta para que el instructor (profesional de la salud) pueda
informar y educar a los familiares y pacientes (usuarios del servicio) desde la perspectiva biopsicosocial,
proporcionando los conocimientos y aspectos esenciales en torno a las enfermedades mentales, basado
en el modelo psicoeducativo.
La intervención psicoeducativa incluye la interacción entre la persona con enfermedad mental o usuario,
sus familiares y amigos, con el proveedor de la información, que en este sentido será cualquier integrante
del equipo de salud mental. En este curso se dará una interacción entre:
Sociedad
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Se destina esta guía al profesional o paraprofesional que colabore en el equipo de salud mental de la
unidad, quien será el instructor que brindará la educación a los familiares y a las personas adultas con:
Trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, esquizofrenia, trastornos alimenticios, trastornos de perso-
nalidad, demencia y problemas relacionales.
El curso está constituido por nueve módulos con duración de 180 minutos por sesión. Las temáticas tie-
nen el propósito de generar cambios en los conocimientos, a su vez en las emociones, actitudes y condu-
cir a un cambio en la calidad de vida, tanto del paciente como del familiar en el hogar.
En un breve recorrido por esta guía psicoeducativa, podemos decir que fue elaborada como un dispositivo
que abarcara en primera instancia, un acercamiento a lo que hoy conocemos como enfermedad mental
y al proceso de aceptación, por el que transitan tanto familiares como pacientes. Consecutivamente, se
formularon tres módulos cuya inalidad es informar de manera puntual, los rasgos y las características
generales de los diferentes trastornos mentales y tratamientos médicos, su relevancia y consecuencias.
Una vez terminado este bloque esencialmente informativo, se da pie al abordaje sobre la importancia del
cuidado tanto del paciente como del familiar, así como los signiicados y sentidos muchas veces de índole
discriminatorio, en torno a la enfermedad. Para terminar, se propone conocer la importancia de la red so-
cial y otros organismos que facilitan y promueven la atención integral.
Cualquier integrante del equipo de salud mental (trabajador(a) social, psicóloga(o), enfermera(o), médico(a)
general o psiquiatra) puede ser instructor. Se recomienda que sean personas con experiencia en el trato
con los pacientes y sus familiares, y en el manejo de grupos, que sean empáticos, cordiales y sobre todo
que estén interesados en impartir el curso. Es necesario que al menos sean dos los expositores por cada
sesión y se roten o alternen en las funciones para cada clase.
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Funciones
El curso comprende 9 módulos consecutivos, una sesión por semana y con duración de 180 minutos, de
manera que se tiene que programar para 2 meses y una semana, es conveniente planear las fechas de
modo que no se atraviesen vacaciones de verano o in de año, ni pasen más de dos semanas sin clases, la
idea es impartir tres o cuatro cursos al año.
Los horarios, las actividades relacionadas con los preparativos para cada sesión y el registro de asistencia
deben deinirse con antelación. El registro de cada familiar o persona enferma puede consistir en hoja de ins-
cripción que contenga los datos personales del participante como son: nombre, edad, dirección, teléfono, co-
rreo electrónico (si se tiene), relación o parentesco con el familiar enfermo y diagnóstico si se tiene. Esto será
muy útil para la red social de los participantes, como para las estadísticas de los alumnos que tomen el curso.
Número de participantes
El número de participantes no debe exceder de 25 personas, considerando familiares y/o pacientes, con el
in de facilitar la participación y la integración a las dinámicas.
Lineamientos de participación
Pueden asistir los familiares cercanos o lejanos, responsables de la manutención y cuidado del paciente,
también amigos y conocidos interesados en conocer y entender la enfermedad, así como las personas que
tienen los trastornos antes mencionados, estables, es decir, en tratamiento. Se debe considerar la condi-
ción actual del paciente, la habilidad para concentrarse, así como el nivel de estrés emocional que los pa-
cientes puedan sobrellevar, ya que debe tomarse en cuenta la posibilidad de la exacerbación de síntomas
durante el curso, por lo cual será conveniente exhortar al paciente a retomarlo posteriormente.
Es importante enfatizar a los participantes que el criterio para obtener la constancia al inalizar el curso,
dependerá del 80% de asistencia a las sesiones del curso.
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Es recomendable un espacio cómodo, ventilado, con mesas y sillas, y que puedan colocarse formando un
círculo. Se puede escoger un lugar fuera del centro de salud que favorezca la integración a la comunidad
(Ejemplo: aula de escuela, dispensario-iglesia, centro recreativo, entre otros)
● Compromiso: Se adquiere el compromiso con todos y cada uno de los participantes de asistencia, reci-
procidad y colaboración.
● Conidencialidad: Lo que se comente dentro del grupo es conidencial. Los asuntos privados que se
expongan durante las sesiones no deben comentarse fuera del grupo. Esta regla es fundamental para la
conianza de los usuarios y familiares durante el curso.
● Retiro: Cualquier persona, sea paciente o familiar, están en libertad de abandonar la sala durante la se-
sión, se sugiere comunicar al grupo la intención de irse (si en el grupo participan dos profesionales de la
salud mental, uno de ellos puede salir con el paciente o familiar a brindarle apoyo).
● Participación: En cada sesión se solicitará su participación voluntaria, si algún integrante no desea par-
ticipar se le respetará.
● Asistencia: Se recomienda explicar al grupo lo importante que es dar aviso si no es posible asistir a clase,
así los profesores sabrán que los pacientes y/o familiares se encuentran bien y lo comunicarán a los demás
integrantes.
En cada clase es importante la preparación del tema, la organización del material, en particular, en el
primer módulo es necesario destinar tiempo para la integración del grupo, mediante la presentación de
cada uno (ver primer módulo), además de proporcionar gafete, o etiqueta, o personalizador con el nombre
de pila de cada uno; también estar al pendiente si llegan personas que no estaban previamente inscritas
y plantear la posibilidad de inclusión o anotarlos en la lista para el siguiente curso, se recomienda monito-
rear el tiempo para iniciar y terminar puntualmente.
Módulos para familiares y pacientes (juntos) N: 1°, 3°, 4°, 5°, 7°,8° y 9°
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1° Módulo
(Juntos)
2° Módulo
(Separados)
Grupo Familiares Grupo Pacientes
3° Módulo
(Juntos) Familiares y Pacientes
4° Módulo
(Juntos)
5° Módulo
(Juntos)
6° Módulo
(Separados)
8° Módulo
(Juntos)
9° Módulo y Cierre
(Juntos)
Iconografía y Símbolos:
Dinámica Grupal: Se reiere a que los integrantes del grupo participarán de manera ordenada
y con tiempo. Se sugiere promediar el tiempo entre el número de alumnos con un máximo de
2 minutos para las clases de presentación grupal del 1° módulo.
Receso de 10 minutos.
1° Módulo
Introducción a la enfermedad mental
Material para instructor
Objetivo general
1. Identiicar las funciones que desarrollará como instructor del curso.
2. Integrar a los participantes al grupo.
3. Conocer los antecedentes de la enfermedad mental y su perspectiva.
Objetivos de aprendizaje
1. Identiicar el contenido del módulo en cuanto a las características del curso psicoeducativo.
2. Identiicar la prevalencia de las enfermedades mentales
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material
2. Dinámicas de presentación
3. Tarea
● Compromiso: Se adquiere el compromiso con todos y cada uno de los que participan de asistencia,
reciprocidad y colaboración.
● Conidencialidad: Lo que se comente dentro del grupo es conidencial. Los asuntos privados que se
expongan durante las sesiones no deben comentarse fuera del grupo, esta regla es fundamental para la
conianza de los usuarios y familiares durante el curso.
● Retiro: Cualquier persona sea paciente o familiar puede retirarse de la sala durante una sesión en caso de
que no desee hacerlo, se sugiere comunicar al grupo que se va (si en el grupo participan dos profesionales
de la salud mental, uno de ellos puede salir con el paciente o familiar a brindarle apoyo).
● Asistencia: Se recomienda explicar al grupo lo importante que es dar aviso si no pueden asistir a clase a
los profesores para saber que se encuentran bien y compartirlo con los demás integrantes.
Introducción
La Organización Mundial de la Salud en su informe emitido en el 2001 reporta que más de 450 millones
de personas en todo el mundo padecen en algún momento de su vida algún tipo de perturbación mental
y neurológica, con inclusión de las relacionadas con el abuso de sustancias, lo que hace de los trastornos
mentales una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. Se estima que a nivel mundial
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del 1% al 2% de la población padece esquizofrenia. Alrededor del 20% de todos los pacientes atendidos
por profesionales de atención primaria padecen uno o más trastornos mentales. En una de cada cuatro
familias, al menos uno de sus miembros puede sufrir un trastorno mental o del comportamiento. Estas
familias no sólo proporcionan apoyo físico y emocional, sino que soportan las consecuencias negativas de
la estigmatización y la discriminación.
Se ha estimado que en 1990, los trastornos mentales y neurológicos eran responsables del 10% de los
AVAD (totales perdidos por todas las enfermedades y lesiones). En el 2000 ese porcentaje había aumenta-
do al 12% y se prevé que llegará hasta el 15% en 2020. Por lo general, los trastornos frecuentemente res-
ponsables de discapacidades importantes son los trastornos depresivos, los debidos al uso de sustancias
psicoactivas, la esquizofrenia, la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, el retraso mental y los trastornos
de la infancia y la adolescencia. Los factores asociados a la prevalencia, la aparición y la evolución de los
trastornos mentales y conductuales son la pobreza, el sexo, la edad, los conlictos y desastres, las enferme-
dades físicas graves y el entorno sociofamiliar.
Caraveo y cols., en 1996, encontró un 0.7% de prevalencia en esquizofrenia en la población urbana adulta.
El Sistema Nacional de Salud SNS (2000) reportó la esquizofrenia, los trastornos esquizotípicos y trastornos
delirantes con una prevalencia de 0.8% de morbilidad hospitalaria. Se muestra una mayor incidencia en las
edades de 15 a 44 años mostrando una tendencia a disminuir paulatinamente. En los hombres se observa
mayor incidencia de los 15 a los 44 años mientras que en las mujeres es de los 25 a 44 años. La mortalidad
debido a estos trastornos es del 0.9% (Frenk, 1999). Actualmente se ha calculado que la enfermedad afecta
entre 500 mil a 700 mil personas en México (www.ssa.gob.mx).
Los síntomas psiquiátricos son frecuentes entre la población general, dichos síntomas afectan a más de la
mitad de los adultos en algún momento de su vida. Los trastornos mentales ocupan el quinto lugar como
carga de enfermedad, entre las diez enfermedades discapacitantes, cuatro son por trastornos mentales
(Frenk, 1999). Los trastornos mentales afectan el modo de pensamiento y comportamiento de una perso-
na, alterando su humor, sus sentimientos y su capacidad de relacionarse.
Se estima que una de cada cuatro familias tiene al menos un miembro afectado por un trastorno mental o
del comportamiento (Pai y Kapur 1982; Fadden y cols; 1987; Wineield y Harvey 1994) citado en OMS. 2001.
En el 2006, la esquizofrenia ocupó el décimo lugar como enfermedad discapacitante. (Frenk J, Gonzales-
Pier y cols; 2006).
En los últimos años, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades mentales se ha ocupado de inte-
grar los elementos necesarios para lograr la evolución positiva de la enfermedad con el menor número de
recaídas. En la década de los años 80, los modelos de estudio sufrieron algunos cambios que permitieron
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pasar de los enfoques reduccionistas, es decir, sólo el enfoque biológico, psicológico, familiar u otro, a mo-
delos integrales Bio-Psico-Sociales que comprenden una serie de posibilidades de estudio y de carácter
terapéutico, con dos condiciones básicas: Primero, que los recursos terapéuticos se integren en programas
coordinados y planteados a mediano y largo plazo; segundo, que se integre a la familia como una unidad
básica de salud incorporada a dichos programas. De la misma manera se ha pretendido mejorar el nivel de
funcionamiento global del paciente, su calidad de vida y su apego al tratamiento aunado a la participación
familiar.
Para cumplir estos objetivos en los servicios de las UNEMES, CISAME del Sistema de Sa-
lud Mental de la Secretaría de Salud (SS), se articula la participación del paciente y de su
familia con un equipo interdisciplinario de profesionistas, favorecido con las redes de
apoyo social.
Los principios del Modelo Colaborativo del equipo de salud mental son: Compartir la informa-
ción, capacitar a las familias, amigos y a las personas con la enfermedad, integrarles al trata-
miento, sembrar la semilla de la recuperación en un trabajo conjunto que permita aminorar la
discriminación y el estigma que pesan sobre las enfermedades mentales.
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Antes de terminar la clase del módulo inicial, mencione que habrá clases en que se les pedirá la realización de tareas.
Para el próximo módulo 2° Sesión, será necesario pedirles que escriban cómo se sienten respecto a la experiencia con la
enfermedad y traer el escrito la próxima clase, ya que será material para trabajar en clase .
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2º Módulo
Objetivo General
1. Identiicar las reacciones emocionales en el proceso de aceptación de la enfermedad por parte de la
persona enferma y de su familiar.
Objetivo de aprendizaje
1. Reconocer la importancia del proceso de aceptación de la persona enferma y del familiar cuidador.
2. Admitir la nueva condición de vida, cómo poder afrontarla y sobrellevarla hacia una mejor calidad de
vida.
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase.
2. Participación en dinámica, los familiares y personas con la enfermedad.
Nota: En esta sesión se debe separar al grupo, formando dos grupos, por un lado los pacientes y por otro
los familiares, con el propósito de que cada uno exprese sus sentimientos, por lo cual serán necesarios dos
instructores.
El material es similar para ambos grupos.
Introducción
La respuesta natural ante saber que se tiene o que un ser querido tiene una enfermedad, es de dolor, algu-
nos podemos creer que es producto de la mala suerte o que es un castigo, sin embargo lo sentimos como
una pérdida de diferentes expectativas.
En segundo lugar, queremos compartir y recomendar al familiar y a la persona en tratamiento que consi-
dere:
“LA ENFERMEDAD (ya sea depresión, esquizofrenia, u otra), será una CONDICIÓN EN SU
VIDA, con la que hay que APRENDER A VIVIR, SIN QUE LE ENFERME”. Foucault M, 2005
Ejemplo: Una persona que contrae la diabetes, tendrá esa condición el resto de su vida y paralelamente
considerará el tratamiento y los cuidados que beneicien su salud.
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En este orden de ideas, Sanz Ortiz (1990) expresa: “Cuando la persona enferma, lo hace de forma integral,
no en partes, ni a plazos. Todos los componentes del ser humano quedan alterados y cada uno de ellos
demanda sus propias necesidades. De tal forma que la enfermedad genera síntomas físicos, como el dolor
y la disnea; síntomas psicoemocionales como miedo, ansiedad, ira y depresión; necesidades como senti-
mientos de culpa, de perdón, de tranquilidad; y demandas sociales como consideración y no abandono.”
(¿Qué es un enfermo?, en Farreras-Rozman; 2000).
De acuerdo con lo mencionado, podemos hablar de una experiencia de enfermedad, como un proceso en
donde intervienen diferentes cambios o modiicaciones de un estado previo. Dicha experiencia se puede
clasiicar en un proceso en cinco etapas:
En general, las «personas con una enfermedad» actúan de una forma especial frente a su estado; la socio-
logía médica la llama la conducta de enfermedad a tal modiicación actitudinal.
La conducta de enfermedad implica cómo el enfermo controla su organismo, deine e interpreta sus sínto-
mas, adopta acciones, hace uso del sistema sanitario o la alternativa médica. Existe una gran variabilidad
en la forma en la que las personas reaccionan frente a la enfermedad, tanto la propia como la ajena.
Nota al instructor: Si es posible presentar al grupo el esquema 1 ampliicado en papel o dibujado y descri-
birlo de acuerdo con el texto.
La Dra. Kubler-Ross (1969) advierte que en el proceso de aceptación de la enfermedad existen etapas por
las que transitan, tanto el enfermo como el familiar. Los pasajes de una a otra, no necesariamente se dan
de manera lineal y progresiva, lo que quiere decir que quizá en un primer momento la primera etapa que
aparezca sea distinta al orden señalado a continuación.
Proceso
1) Negación y aislamiento: La negación nos permite amortiguar el dolor ante una noticia
inesperada e impresionante, permite recobrarse. Es un defensa provisoria y pronto será susti-
tuida por una aceptación parcial: “no podemos mirar al sol todo el tiempo”.
2) Ira: La negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento; surgen todos los ¿por
qué? Es una fase difícil de afrontar para los padres y todos los que los rodean, esto se debe a
que la ira se desplaza en todas direcciones, aún injustamente. Suelen quejarse por todo, todo
les viene mal y es criticable. Luego pueden responder con dolor y lágrimas, culpa o vergüenza.
La familia y quienes los rodean no deben tomar esta ira como algo personal para no reaccionar
en consecuencia con más ira, lo que fomentará la conducta hostil del doliente.
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3) Pacto o Regateo: Ante la diicultad de afrontar la difícil realidad, más el enojo con la gente,
surge la fase de intentar llegar a un acuerdo para superar la vivencia traumática, dicho acuerdo
no necesariamente signiica arreglo y aceptación, más bien es un proceso de negociaciones
continuas que van íntimamente relacionadas con el regateo en el cual se desatan diversas
tensiones ya sean a nivel individual, con las personas que les rodean o en ambas partes.
5) Aceptación: Quien ha pasado por las etapas anteriores en las que pudo expresar sus senti-
mientos -su envidia por los que no sufren este dolor, la ira, o coraje por la pérdida de expectati-
vas del hijo o del ser querido y la depresión- contemplará el próximo devenir con más tranqui-
lidad. No hay que confundirse y creer que la aceptación es una etapa feliz: En un principio está
casi desprovista de sentimientos. Comienza a sentirse una cierta paz, se puede estar bien solo o
acompañado, no se tiene tanta necesidad de hablar del propio dolor… la vida se va afrontando,
generando sentimientos más afables como la esperanza que sostiene y da fortaleza al pensar
que se puede estar mejor, promueve el deseo de que todo el dolor experimentado tenga algún
sentido; permite poder sentir que la vida aún espera algo importante y trascendente de cada
uno es un gran estímulo que alimenta la esperanza.
Algo que es conveniente revisar internamente, si se sienten ofendidos aunque sientan que
avanzan en el proceso de aceptación, revisar sus expectativas y acomodarlas nuevamente, si
¿crees que tu ser querido debe actuar como tú quieres? Van a sufrir mucho, descárgate de
aquellas expectativas y no te impongas más.
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ACEPTACIÓN
RESIGNACIÓN
DEPRESIÓN
REGATEO
RABIA
NEGACIÓN Y AISLAMIENTO
Esquema: 1
Retomando clase
Sugerencias al instructor:
● Lo más importante es comprender que son emociones normales y no deberían ser ocultadas,
ni reprimidas o negadas.
● Expresar las emociones ayudará a que el familiar y el paciente se abran a la oportunidad de
otorgarse apoyo mutuo.
● Deshacer silencios de tensión…permite alivio
(Dinámica Grupal). Pregunte a los familiares ¿En qué etapa se encuentran y cómo se siente?
Retome, la Tarea solicitada en la primera clase para la 2° Sesión.
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Estas características se suelen pasar por alto con excesiva frecuencia. Estudios como los de Cabrero (1993),
ponen de maniiesto el costo o tensión que origina la estigmatización, los temores a conductas imprede-
cibles, la pérdidas de vínculos sociales, el descuido de necesidades y la sobreocupación del familiar que
atiende al paciente, las consecuencias económicas si el paciente era el jefe de familia, y plantea dos rasgos
íntimamente relacionados con el costo: La sobrecarga y la desesperanza por parte de los integrantes de la
familia.
La familia juega un papel determinante; sin embargo, es fácil olvidar que ésta suele encontrarse tan nece-
sitada de ayuda y de escucha como su enfermo o usuario. Además es importante tomar en cuenta que las
familias, de por sí arrastran sus propios problemas y conlictos los cuales simplemente se complican por la
nueva crisis que supone una enfermedad grave.
El estudio del impacto en la vida familiar, tanto en los cuidadores como en los usuarios se ha observado
en diversos aspectos como la restricción en sus actividades sociales (Platt y cols, 1980), la reducción de sus
vínculos sociales (Anderson, 1984), y el aislamiento en sus hogares con pocos contactos sociales (MacCar-
thy, 1988).
Así que la forma externa o interna en que la familia experimenta el control de la enfermedad, incidirá sobre
la interpretación que le den al padecimiento, su comportamiento frente a él y su capacidad para brindar
cuidados al enfermo (Rolland, 1994). Cuando alguien siente que el control se localiza de manera interna, es
decir que el individuo y su familia conciben que ellos puedan llevar el control mediante el tratamiento la
enfermedad, podrán entonces dominarla y no permitirán que sea ésta la que los controle. Por otra parte, si
el individuo y su familia sienten o piensan que el control se encuentra en otro u otros (Dios, los médicos o
el azar), les resultará más difícil aceptar la enfermedad y hacerse cargo de ella.
Sería necesario evaluar las creencias que tienen la familia y el paciente acerca de la enfermedad, así como
aquellas ideas que de una u otra manera pueden inluir sobre el curso de la misma. Las creencias involucran
vergüenza, culpa o rechazo, y muchas veces bloquean el proceso familiar de aceptación. Por otra parte,
desde las políticas nacionales hasta la psicología popular se mantiene una tendencia a la internacionali-
zación y localización de los problemas en el individuo o la familia. Estos valores interactúan con el sistema
de creencias familiares y producen la sensación de que la pérdida de un miembro, como consecuencia de
una enfermedad, constituye un signo de debilidad y falta de carácter para luchar, por lo que esto llega a
transformarse en una sensación de derrota y vergüenza (Velazco ML y Sinibaldi J; 2001).
La adaptación familiar a la enfermedad mental puede seguir uno de dos cursos (Koch, 1985):
1) Cuando las familias son lexibles y las reglas permiten a sus miembros expresar emociones, la adapta-
ción familiar es eicaz y continúa funcionando efectivamente aun cuando sea de forma diferente.
2) La adaptación ineicaz ocurre cuando los roles son rígidos o cuando las reglas familiares prohíben la
expresión emocional. La lexibilidad en roles como en reglas debe considerarse como el recurso que con-
tribuye a que la familia resista el impacto desorganizante del estrés que ocasiona el padecimiento.
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“Mientras más funcional sea una familia, contará con más recursos para manejar la enfermedad mental.
En cuanto a los recursos de la misma, habrá que valorar una serie de aspectos como la capacidad de au-
tonomía de los diferentes miembros, la existencia o no de límites de funcionamiento claros, el estilo de
comunicación, la capacidad o diicultad de la familia para expresar sus afectos de manera clara y directa,
así como si existe un sistema abierto que permita la entrada y salida de información al igual que la creación
de relaciones nuevas y, inalmente, su habilidad para resolver problemas y conlictos.
Las demandas que la enfermedad mental exige a la familia, así como la gravedad de la misma se encuen-
tran inversamente relacionadas con el grado de adaptación familiar al padecimiento (Sholevar y Perkel;
1990). La poca adaptación familiar por lo general se relaciona con la aparición de “otros” estresores dentro
del sistema (Koch, 1985), los cuales quizá se presenten como un niño con problemas escolares, un indi-
viduo con depresión, desesperanza o ideación suicida (Guthrie, 1996), o bien con conlictos en la pareja
marital (Rolland, 1994).
Las familias con mayor información, un mejor sostén emocional y material tienen mayor oportunidad de
alcanzar una adaptación efectiva a la enfermedad; por otra parte, aquellas que viven relativamente aisladas
de la sociedad, en la pobreza o que son estructuralmente inlexibles, pueden tener mayor diicultad para
adaptarse. Así que la actitud de la familia y del paciente resulta crucial en la determinación del curso de la
enfermedad y contribuye para el mejoramiento o exacerbación de los síntomas (Velazco ML y cols; 2001).
(Dinámica Grupal) Pregunte a los familiares ¿De acuerdo con la etapa en que se encuentran,
que cree que puede hacer para apoyar o apoyarse?
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3° Módulo
Conociendo los trastornos depresivos, de ansiedad y alimenticios.
Objetivo General
1. Conocer los trastornos depresivos, de ansiedad y alimenticios.
Objetivo de aprendizaje
1. Identiicar la prevalencia, causalidad
sintomatología, herencia y genética de cada trastorno mental
Actividades de aprendizaje
3. Lectura del material en clase
4. Participación en dinámica, los familiares y personas con la enfermedad.
Introducción
Los trastornos abordados en este tercer módulo, se dividen en tres bloques, el primero, está constituido
por los trastornos depresivos también llamados trastornos de humor o desórdenes del estado de ánimo.
Éstos se encuentran entre los trastornos más frecuentemente observados, tanto en la práctica psiquiátrica,
como en la medicina general. Conoceremos los Trastornos depresivos, distímico y bipolar, tres tipos de
depresión, en el que varían el número, la gravedad y la persistencia de los síntomas.
Por otra parte, y seguido de los trastornos depresivos se abordarán los trastornos de ansiedad, sus distin-
tas clasiicaciones y en torno a ellas, la sintomatología y los tratamientos son variables dependiendo del
diagnóstico clínico.
I. DEPRESIÓN
Depresión viene del latín depressio: hundimiento. El paciente se siente hundido con un peso sobre su exis-
tencia. Es un trastorno afectivo que varía desde bajas transitorias del estado de ánimo que son característi-
cas de la vida misma, hasta el síndrome clínico, de gravedad y duración importante con signos y síntomas
asociados, marcadamente distintos a la normalidad.
“Un trastorno del estado de ánimo al que en épocas pasadas se prestaba muy poca atención, en años
recientes se ha convertido en una de las principales enfermedades causantes de la pérdida del mayor nú-
mero de años de vida saludable. La depresión afecta a 350 millones de personas en el mundo y amenaza
con ser de las principales enfermedades, en las siguientes dos décadas.
Sin embargo, las estadísticas oiciales de la Secretaría de Salud (SS) reieren que de 12 a 20% de la pobla-
ción de 18 a 65 años de edad -más de 10 millones de individuos- están deprimidos o sufrirán algún epi-
sodio de este tipo en algún momento de su vida. La misma dependencia reconoce que, por lo general, la
depresión no es diagnosticada y mucho menos atendida con oportunidad.
Uno de los estudios que realizó la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP) para seis regio-
nes a nivel nacional, en el año 2000, dio a conocer cuáles son los porcentajes de la población de 18 a 65
años de edad, que vive en áreas urbanas, y que presentan algún trastorno psiquiátrico. El estudio arrojó
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que por tipo de trastorno, los más frecuentes fueron de ansiedad 14.3%, los trastornos afectivos 9.1%, en
donde los hombres presentaron prevalencias más altas de cualquier trastorno en comparación con las mu-
jeres (30.4% y 27.1% alguna vez en la vida, respectivamente). Sin embargo, las mujeres presentan preva-
lencias globales más elevadas para cualquier trastorno en los últimos 12 meses (14.8% y 12.9%). Al analizar
los trastornos individuales, las fobias especíicas fueron las más comunes (7.1%) alguna vez, y Fobia Social
4.7% alguna vez. De los trastornos afectivos, los que se ubicaron con más porcentajes fueron, episodio
depresivo mayor, alguna vez (3.3%), episodio depresivo menor, alguna vez (1.5%), manía (bipolar I) alguna
vez (1.3%), hipomanía (bipolar II) alguna vez (2.0%) (Medina-Mora ME y cols; 2003).
La alerta es generalizada, advierten los especialistas, por el estilo de vida de un sistema globalizado en el
que imperan el estrés, las diicultades económicas, el desempleo, la violencia, entre otros fenómenos so-
ciales. Todos ellos necesariamente afectan y atentan contra la unidad de las familias. De manera particular
están en riesgo sus miembros más vulnerables: los niños, muchos de los cuales llegarán a la edad adulta
también afectados por la depresión y la consecuente disminución de sus capacidades físicas, emocionales
e intelectuales.
Mientras, en el año 2000 la depresión se ubicó en el cuarto lugar en la tabla de enfermedades causantes
de discapacidad, después de las infecciones respiratorias bajas, las condiciones perinatales y el VIH/sida, la
OMS, calcula que en 2020 ocupará el segundo sitio, sólo detrás de las enfermedades isquémicas cardiacas
(OMS, 2001).
a) TRASTORNO DEPRESIVO
La depresión es una enfermedad tratable, al igual que la diabetes o la hipertensión. Muchos creen erró-
neamente que la depresión es normal en personas mayores, adolescentes, mujeres menopáusicas, madres
primerizas o en personas que padecen enfermedades crónicas. Pero esta es una idea equivocada, no im-
porta la edad, el sexo o la situación de la vida, la depresión nunca es algo normal. Cualquier persona que
experimente síntomas depresivos debe ser diagnosticada y tratada para revertir su condición.
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“ Mi hijo se me perdió 5 veces en un año; la última vez se me perdió 2 meses y medio, llegó irreconoci-
ble, estaba muy delgado, llegó un domingo, todo vomitaba, le dieron vitaminas, pero ¡ay! señorita,
desde que él se me perdió la primera vez, yo lloraba todo el día, ni atendía a mi hija, no sabía si había
comida, como yo ni comía porque no podía tragar nada, vomitaba todo, hasta la fecha no puedo
comer grasas, ni tantita leche o crema porque me viene el dolor, el doctor dice que tengo gastritis
nerviosa, llegué a pesar 30 kilos, estaba en los puros huesos… no quería hablar con nadie, no quería
salir porque sentía que la gente me iba a hacer daño o que se iban a burlar de mi, de mi dolor”
“Toda la vida he vivido angustiada, con depresión, desde que me casé, y bueno para acabarla de
amolar desde hace 10 años con lo de mi hijo, yo no tengo fuerzas para seguir adelante, sólo espero
que la muerte me recoja, hice de toda mi familia un caos… desde hace 5 años, para tratar de olvidar
tantos problemas me tomo mis cervecitas, mis cubitas o mis aperitivos, pero ya me dijo el doctor
que ya tengo problemas con el alcohol, que vaya a AA, pero yo no creo que sea necesario”.
“Yo vendía ropa, pero dejé todo para ayudar a mi hijo, a veces creo que él y yo deberíamos irnos de la
casa a morirnos juntos y así dejar de hacerles tanto daño a los demás que viven en casa, deberíamos
quitarnos la vida él y yo, yo ya lo he intentado tres veces, ya no aguanto tanto sufrimiento, creo que
yo soy la que está mal, muchas veces he sentido lo que siente mi hijo, cuando me casé sentía que le
mandaba mensajes a mi marido para que regresara, cuando él llegaba yo creía que le podía leer y
controlar sus pensamientos… también he sentido olores extraños, como a caño, mis hijos dicen que
no huele a nada, ¡hasta he llegado a oír voces!
b) TRASTORNO DISTÍMICO
El trastorno distímico es un tipo de depresión menos grave, incluye síntomas crónicos (a largo plazo) que
no incapacitan tanto, pero sí interieren con el funcionamiento y el bienestar de la persona.
La característica esencial de este trastorno es un estado de ánimo crónicamente depresivo que está pre-
sente la mayor parte del día de la mayoría de los días durante al menos 2 años. Muchas personas con disti-
mia también pueden padecer de episodios depresivos severos en algún momento de su vida.
Las características asociadas al trastorno distímico son parecidas a las de un episodio depresivo mayor.
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En adultos, las mujeres son dos o tres veces más propensas que los varones a presentar un trastorno distímico.
c) TRASTORNO BIPOLAR
La enfermedad bipolar, también conocida como maníaco-depresiva, se debe a una alteración de los me-
canismos que regulan el estado de ánimo que da lugar a episodios de manía (euforia, hiperactividad, tras-
tornos del sueño y del apetito), que se alternan con fases de depresión que pueden prolongarse durante
varios meses. Precisamente se llama enfermedad “bipolar” porque el ánimo oscila desde el polo de la ma-
nía hasta el polo de la depresión.
Durante los periodos sintomáticos algunos pacientes pueden sufrir además delirios y alucinaciones que
hacen necesaria su hospitalización.
Aunque por el momento no se conocen métodos para su total curación, sí existen tratamientos que per-
miten a los pacientes mantener una buena calidad de vida. No hay que olvidar que el paciente bipolar
que sigue un tratamiento adecuado pasa un gran parte del tiempo asintomático, pudiendo llevar una vida
similar a la de cualquier persona sin la enfermedad.
“El trastorno bipolar es una condición psiquiátrica crónica y severa que se maniiesta con episodios recu-
rrentes de depresión y manía (bipolar I) o de depresión e hipomanía (bipolar II). Este desorden psiquiátrico
es progresivo y conlleva una alta morbilidad y mortalidad. Aproximadamente entre el 25 y el 50% de los
pacientes bipolares tienen un intento de suicido durante su vida.
La depresión y la manía son los polos opuestos que limitan una línea continua a lo largo de la cual se dan
los diferentes grados del estado afectivo. Los padecimientos en los que solamente se maniiestan síntomas
de tipo depresivo se denominan unipolares, mientras que los que presentan tanto síntomas depresivos,
como maníacos se denominan bipolares. Por lo tanto, se consideran como trastornos bipolares a los cua-
dros de patología afectiva en los que las manifestaciones luctúan de manera intermitente, desde el extre-
mo depresivo al maníaco.
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Los síntomas de la fase depresiva suelen coincidir con los de una depresión normal: falta de ilusión, sen-
sación de tristeza o vacío, baja autoestima, diicultad para realizar las tareas habituales, enlentecimiento,
falta de concentración, deseo de morir, molestias físicas, ansiedad, insomnio o exceso de sueño, pérdida o
exceso de apetito, inhibición social o ideas de culpa o ruina.
Pródromos de depresión: El paciente puede perder el apetito, aparecen alteraciones del sueño (duerme
mucho o, por el contrario, muy poco); está más aislado que de costumbre, muestra pérdida de interés, está
inquieto o preocupado, bebe demasiado alcohol o consume drogas...
Pródromos de manía: No quiere tomar la medicación, está muy irritable o excitado, hace gastos excesivos
e inhabituales, duerme poco, puede mostrar un entusiasmo desbordado por proyectos o ideas que apare-
cen de manera repentina, toma más alcohol o abusa de drogas, se muestra impaciente, intolerante, habla
mucho, presenta cambios del estado de ánimo sin razón concreta. También es frecuente que aparezcan
cambios de carácter: Personas generalmente tímidas o introvertidas se muestran bromistas, habladoras y
exageradamente extrovertidas. (www.azprensa.com, 2007).
Pueden tener un episodio de ansiedad y pensar, “simplemente necesito sobrellevarlo mejor.” Quizás sien-
tan que: “simplemente es mi forma de ser.” Es importante recordar que los trastornos de ansiedad son algo
más y son condiciones médicas que pueden ser tratadas (Cliveland Clinic; 2008).
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a) Clasiicación
En esta sección se describen los siguientes trastornos de ansiedad: trastornos de angustia sin agorafobia,
trastorno de angustia con agorafobia, agorafobia sin historia de trastorno de angustia, fobia especíica,
fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés postraumático, trastorno por estrés agu-
do, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica, trastorno de
ansiedad inducido por sustancias y trastorno de ansiedad no especiicado.
En el contexto de todos estos trastornos pueden aparecer crisis de angustia y agorafobia, de ahí que los
criterios para el diagnóstico de estas dos entidades se expongan por separado al principio de esta sección.
La crisis de angustia o trastorno de pánico se caracteriza por la aparición súbita de síntomas de aprensión,
miedo pavoroso o terror, acompañados habitualmente de sensación de muerte inminente.
Durante estas crisis también aparecen síntomas como falta de aliento, palpitaciones, opresión o malestar
torácico, sensación de atragantamiento o asixia y miedo a «volverse loco» o perder el control.
La agorafobia sin historia de trastorno de angustia se caracteriza por la presencia de agorafobia y síntomas
similares a la angustia en un individuo sin antecedentes de crisis de angustia inesperadas.
La fobia especíica se caracteriza por la presencia de ansiedad clínicamente signiicativa como respuesta
a la exposición a situaciones u objetos especíicos temidos, lo que suele dar lugar a comportamientos de
evitación.
La fobia social se caracteriza por la presencia de ansiedad clínicamente signiicativa como respuesta a
ciertas situaciones sociales o actuaciones en público del propio individuo, lo que suele dar lugar a com-
portamientos de evitación.
El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por obsesiones (que causan ansiedad y malestar signiica-
tivos) y/o compulsiones (cuyo propósito es neutralizar dicha ansiedad).
El trastorno por estrés agudo se caracteriza por síntomas parecidos al trastorno por estrés postraumático
que aparecen inmediatamente después de un acontecimiento altamente traumático.
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El trastorno de ansiedad inducido por sustancias se caracteriza por síntomas prominentes de ansiedad que
se consideran secundarios a los efectos isiológicos directos de una droga, fármaco o tóxico.
Nota: Si en el grupo no hay familiares o pacientes con trastorno alimenticio se puede continuar con más
participaciones respecto a trastornos anteriores y no leer la parte III.
Introducción
Un trastorno en la alimentación es una enfermedad causada por la ansiedad y por una preocupación ex-
cesiva por el peso corporal y el aspecto físico, relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios
comunes.
La encuesta nacional de epidemiología psiquiátrica del 2002, señaló una prevalencia de anorexia nervosa
nula, una prevalencia bulímica nervosa alguna vez en la vida de 0.6% en hombres y 1.8% en mujeres, en
población de 18 a 65 años de edad (Medina-Mora ME y cols; 2003).
La persona que padece algún trastorno en su alimentación, basa en la comida -un particular signiicado de
acuerdo con diversos factores psicológicos y evolutivos- en todos los pensamientos y actos que forman
parte de su cotidianeidad, se siente hiperdependiente de esa idea, con lo cual el alimento se convierte,
entonces, en el eje a partir del cual gira la vida y el mundo para la persona que tiene el trastorno.
Estas conductas alimenticias pueden o no alterarse voluntariamente, esto está sujeto a factores internos y
externos como el nivel de autoestima, presiones familiares, frustración por tener sobrepeso, comparación
constante con alguien cercano por parte de un familiar o amigo, entre otras.
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Generalmente estos tipos de trastornos en la alimentación, más allá de los síntomas que encierra cada uno
en especial, se acompañan de un marcado aislamiento de la persona, excesivo cansancio, sueño, irritabili-
dad, agresión (sobre todo hacia personas conocidas y miembros de la familia), vergüenza, culpa y depre-
sión, registrándose un trastorno en la identidad partir de la nominación de la enfermedad.
Las encuestas en la población estudiantil (nivel secundaria, preparatoria y técnico) del Distrito Federal de
1997, 2000 y 2003, permitieron comparar el aumento del trastorno, observándose en la edad promedio
de 14.5 años, el reporte de tres o más conductas alimentarias de riesgo, en hombres 1.3% en (1997) y 3.8%
en el (2003), en mujeres 3.4% y 9.6% (respectivamente). Al analizar el tipo de conducta en los varones, la
preocupación por engordar mostró un aumento importante de 5.4% en (1997) a 11.5% en el (2003), el uso
de métodos purgativos aumentó signiicativamente de 1.3% en (1997) a 6.1% en (2003), el de método res-
trictivos de 10.5% en (2000) a 11.9% en (2003), en atracones 2.6% en (1997) a 6.5% en (2003). En las mujeres
los datos mostraron que la preocupación por engordar se duplicó de 15.3% en (1997) a 29.8% en el (2003),
el uso de métodos purgativos aumentó de 1.9% en (1997) a 8.0% en (2003), la práctica de atracones de
3.3% en (1997) a 5.9% en 2003, mientras que el método restrictivo se mantuvo estable.
En conclusión, los adolescentes más afectados fueron los varones en edades entre 12 a 13 años y las mu-
jeres de 18 a 19 años, grupos en los que más se observaron los mayores cambios a lo largo del período de
estudio (Unikel SC y cols; 2006).
Los trastornos alimentarios no afectan únicamente la manera de comer; en realidad, se desarrollan como
resultado de problemas en la percepción y en la forma en que una persona se ve a sí misma y en relación
con su mundo, problemas que son causados por múltiples factores que se vuelven cíclicos y se realimen-
tan a sí mismos, pues los efectos de la desnutrición y semi-inanición agravan los problemas subyacentes
y llevan a que el problema se vuelva crónico.
c) Sintomatología
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• Incapacidad de reconocer o aceptar los riesgos que implica su conducta alimenticia, a pesar de contar
con información al respecto (o desinterés en cuanto a lo que pueda llegar a acontecer).
• Preferencia por los alimentos “lights”
• Empleo de “hierbas adelgazantes” y/o píldoras de dieta.
• Sentimientos de culpabilidad tras consumir alimentos.
• Consumo de anabólicos.
• Adicción a las drogas. (La drogadicción se presenta en algunas pacientes anoréxicas.)
• Creciente introversión y retraimiento social. Tendencia al aislamiento de la familia y de las amistades.
• Poca espontaneidad social.
• Restricción de la expresividad emocional y de la iniciativa.
• Necesidad de controlar el entorno.
• Pensamiento inlexible.
• Diicultad para la concentración, en algunos casos.
• Hiperactividad, caracterizada por la práctica de la actividad física de manera obsesiva y excesiva. El
individuo anoréxico ejecuta la mayor cantidad de movimientos posibles para realizar un mayor gasto
calórico. Así, camina varios kilómetros al día, estudia paseando o de pie, hace abdominales, sube
escaleras, corre, va al gimnasio (en ocasiones que hasta 5 ó 6 horas por día) o practica deportes,
generalmente a modo de obligación y de manera compulsiva.
• Alteración del sueño, debido al hecho puntual de que al estar despierto el anoréxico puede realizar un
mayor gasto calórico, o al insomnio que puede sentir.
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4°Módulo:
Conociendo los trastornos de esquizofrenia, de personalidad, demencia, y problemas
relacionales.
Objetivo General
1. Conocer los trastornos esquizofrenia, de personalidad, demencia y problemas relacionales.
Objetivo de aprendizaje
2. Identiicar la prevalencia, causalidad, sintomatología, herencia y genética de cada trastorno mental.
Actividades de aprendizaje
5. Lectura del material en clase.
6. Participación en dinámica, los familiares y personas con la enfermedad.
Introducción
En esta clase revisaremos el trastorno de la esquizofrenia, de la personalidad y de la demencia. Se conoce-
rán sus prevalencias, causalidad, sintomatología, herencia y genética.
También hablaremos de que los problemas relacionales no se circunscriben propiamente como trastornos,
que están ligados a factores sociales, económicos y culturales que en ocasiones derivan en la creación de
condiciones propicias para el desarrollo de alguna enfermedad mental, por este motivo, creemos que es
de suma importancia tener información básica para conocer y generar estrategias pertinentes para afron-
tar dichas problemáticas.
V. ESQUIZOFRENIA
Es un trastorno (enfermedad) mental que afecta a una de cada 100 personas en el mundo y que se mani-
iesta por una gran cantidad de síntomas que van desde ideas o conductas extrañas hasta el atentar contra
la integridad del propio enfermo o de quienes lo rodean, en los casos más severos.
Se considera como un trastorno o enfermedad porque su origen o causa proviene del organismo humano
y no de fuerzas sobrenaturales como espíritus, demonios, embrujamientos, hechizos o drogas especiales.
Es mental porque se afectan las funciones propias de la mente, como la capacidad para razonar, sentir, te-
ner deseos de hacer cosas y experimentar emociones. Estas funciones dependen de que el cerebro coordi-
ne correctamente algunas actividades químicas o eléctricas, pero en la enfermedad se ejecutan de manera
inapropiada, lo que produce los síntomas del trastorno.
a) Causas de la esquizofrenia
En este momento de la evolución del conocimiento de los trastornos neuropsiquiátricos y del comporta-
miento se considera que la causa es multifactorial, aunque el principal factor participante es la herencia.
El paciente hereda de sus padres uno o varios genes que lo predisponen a padecer la enfermedad. Estos
genes se activan ante el estrés y producen alteraciones en el desarrollo del cerebro durante el crecimiento,
pero las consecuencias suelen ser detectadas hasta la adolescencia.
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Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
Las diferentes regiones del cerebro utilizan sustancias químicas para comunicarse entre sí, una de ellas es
la dopamina. Uno de los sistemas de comunicación más afectados en la enfermedad es éste, el de la dopa-
mina, pero no es el único, aquellos que usan serotonina, ácido glutámico y muchos otros también se ven
afectados. Los medicamentos que se utilizan en el tratamiento intentan corregir algunas fallas.
b) Síntomas de la esquizofrenia:
Síntomas positivos: Se le llama positivos porque implican un aumento en el espectro de su comportamien-
to, se distorsionan las funciones normales, relejadas por comportamientos extraños que en ocasiones se
maniiestan y en otras ocasiones no.
• Trastornos en la lógica del pensamiento (incoherencia en su lenguaje)
• Ideas delirantes, son ideas extrañas, no se puede convencer al paciente que son irreales, por ejemplo:
ideas de grandeza, se sienten poderosos, ricos, guapos, fuertes, cuando en realidad no lo son.
• Ideas de persecución, se sienten perseguidos: Por la policía, el FBI, la CIA, los extraterrestres.
• Ideas de referencia, sienten que las personas en la calle, en la radio o la TV hablan de ellos. Tienen
transmisión del pensamiento, la creencia de que se pueden comunicar por medio de telepatía con de-
terminadas personas o alguien le envía mensajes a su cabeza.
• Alucinaciones, las más comunes son las auditivas donde el paciente escucha un voz que le habla sin
que nadie esté presente o varias voces que hablan de él frecuentemente, lo insultan o le dan órdenes,
en otras ocasiones solamente escucha ruidos, sirenas, helicópteros, etc.
• Las alucinaciones visuales son menos frecuentes, el paciente tiene “apariciones”, ve personas o perso-
najes como fantasmas o seres fantásticos. También percibir olores que nadie más percibe (alucinaciones
olfatorias) o tener sensaciones corporales inexplicables, por ejemplo un varón puede sentir como se
mueve un feto en su vientre.
Síntomas negativos: Así se le llama a la ausencia de la conducta “normal”. Capacidades con las que conta-
ba o se esperaba que tuviera a esa edad:
• Aplanamiento afectivo, diicultad para expresar sus emociones con gestos.
• Retraimiento emocional, se aleja de los demás, le es difícil relacionarse con otros. (Ortega H, y cols., 2001).
El diagnóstico de los trastornos de la personalidad requiere una evaluación de los patrones de actividad
del sujeto a largo plazo y las características particulares de la personalidad han de estar presentes desde
el principio de la edad adulta.
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Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
Los rasgos de personalidad que deinen estos trastornos también tienen que diferenciarse de las caracte-
rísticas que surgen como respuesta a estresantes situacionales especíicos o a estados mentales más tran-
sitorios (por ejemplo, trastornos del estado de ánimo o de ansiedad, intoxicación por sustancias).
El clínico tiene que valorar la estabilidad de los rasgos de personalidad a lo largo del tiempo y en situacio-
nes diferentes. La evaluación también puede verse complicada por el hecho de que las características que
deinen un trastorno de la personalidad en ocasiones no son consideradas problemáticas por el sujeto.
Para ayudar a salvar esta diicultad, es útil la información aportada por otros observadores (DSM-IV, p.p. 646).
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VII. DEMENCIA
El término demencia describe un grupo de síntomas causados por alteraciones de las funciones cerebrales.
La enfermedad de Alzheimer es uno de los muchos tipos conocidos de demencia. Algunos de los síntomas
de demencia son el preguntar repetidamente lo mismo, perderse en lugares conocidos, no poder seguir
instrucciones, desorientarse en el tiempo, con las personas y los lugares y descuidar la seguridad, la higie-
ne y la nutrición propia. Las personas con demencia van perdiendo sus habilidades a diferentes ritmos.
Muchas condiciones causan la demencia, algunas pueden revertirse y otras no. Además, muchas otras
condiciones clínicas pueden ocasionar síntomas parecidos a los de la enfermedad de Alzheimer, sin que
este sea el caso. Algunas de estas condiciones pueden ser tratadas. Las condiciones que se pueden revertir
pueden estar ocasionadas por iebre elevada, deshidratación, déicit vitamínico y mala alimentación, reac-
ciones adversas a medicamentos, problemas de la glándula tiroides o un leve trauma en la cabeza. Estos
padecimientos pueden ser graves y deben ser tratados por un médico lo antes posible.
A veces, las personas mayores presentan problemas emocionales que se pueden confundir con la demen-
cia. La tristeza, la soledad, la preocupación o el aburrimiento suelen ser más comunes en las personas ma-
yores que están al borde de la jubilación o que deben hacer frente a la muerte del cónyuge, de un familiar
o de un amigo. La adaptación a estos cambios hace que algunas personas se sientan confundidas u olvida-
dizas. Los problemas emocionales pueden ser aliviados con el apoyo de los amigos y la familia o mediante
la ayuda profesional de un médico o consejero.
Existe estudios que demuestran que la demencia en los pacientes geriátricos es un trastorno frecuente,
“uno de los estudios llevado a cabo en México con 226 pacientes geriátricos señala que la prevalencia de
demencia fue de 3.5 % en los adultos de 60 años de edad o mayores; 1.2 % en el sexo masculino y 2.3 %
en el femenino (p < 0.015); en la Unidad de Medicina Familiar 27 fue de 7 %; en la 29, de 0 %; en la 30, de
1.78 %; en la 32, de 5.2 %; las cuatro pertenecientes a Ciudad Guadalupe, Nuevo León, México. Se encontró
deterioro cognitivo leve en 30.5 % de la población.
En conclusión, la prevalencia de demencia aumenta con la edad y es más frecuente en la mujer. El médico
familiar debe identiicar la enfermedad y no ignorar o subdiagnosticar este padecimiento para brindar una
atención integral al adulto mayor en las unidades de primer contacto, mejorando la calidad asistencial en
este grupo de edad.”
a) Causa de la demencia
La demencia es causada por la destrucción de las células cerebrales. Una lesión en la cabeza, derrame, tu-
mor cerebral o alguna enfermedad que dañe las células cerebrales. Algunas personas tienen antecedentes
familiares de demencia.
Las dos formas más comunes de demencia en las personas mayores son la enfermedad del Alzheimer y la
demencia por infartos múltiples (a veces conocida como demencia vascular). Estos tipos de demencia son
irreversibles, o sea, no tienen cura.
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nos acordamos de ellas. La gente con demencia con frecuencia se olvida de las cosas, pero nunca las
recuerda. Se le puede hacer la misma pregunta una y otra vez, y cada vez olvida que ya la contestó. Ni
siquiera recuerda que ya le han hecho esa pregunta.
• Diicultad para realizar tareas que les son familiares. Las personas con demencia pueden preparar una
comida, pero se les olvida servirla. Inclusive se les puede olvidar que la prepararon.
• Problemas con el lenguaje. Las personas que tienen demencia pueden olvidar palabras simples o usar
palabras equivocadas. Esto hace que sea difícil entender qué es lo que quieren.
• Desorientación en cuanto a tiempo y espacio. Las personas que tienen demencia pueden perderse en
la misma calle donde viven. Se les puede olvidar cómo llegaron a cierto lugar y cómo regresar a su casa.
• Mal juicio. Inclusive una persona que no tiene demencia podría distraerse y olvidarse de cuidar con
atención a un niño durante un tiempo corto. Pero las personas que tienen demencia podrían olvidarse
del niño del todo y salir de la casa durante todo el día.
• Problemas con el pensamiento abstracto. Cualquier persona puede tener diicultad para llevar un ba-
lance de su chequera, pero la gente con demencia puede olvidar para qué son los números y qué debe
hacerse con ellos.
• Poner las cosas fuera de sitio. Las personas con demencia pueden colocar las cosas en los lugares equi-
vocados. Pueden poner una plancha en el congelador o el reloj de pulso dentro de la azucarera. Luego
no pueden encontrar estas cosas.
• Cambios de temperamento. Todo mundo es temperamental de vez en cuando, pero las personas con
demencia pueden tener cambios bruscos de temperamento y pasar de la calma al llanto o a la ira en
cosa de minutos.
• Cambios en la personalidad. Las personas que tienen demencia pueden tener cambios drásticos de
personalidad, ponerse irritables, sospechosos o asustarse.
• Pérdida de la iniciativa. Las personas con demencia pueden volverse pasivas. Pueden no querer ir a
otros lugares o ver a otras personas.
Si bien hasta el momento, no ha resultado posible asignar una causalidad especíica o una sintomatología
precisa y generalizable que aplique para la categoría referida a los problemas relacionales, diversas inves-
tigaciones del área médica han planteado una serie de criterios que permitirían determinar un caso, dife-
renciándolo de aquellos conlictos de rango común, que por su naturaleza no pueden ser considerados
patológicos por sí mismos, ya que:
“Existe una preocupación constante acerca de que las miserias humanas ordinarias sean recogidas como
una clasiicación psiquiátrica, dando lugar a una sobreextensión del alcance de las profesiones dedicadas
a la salud mental” (Philips, KA y cols; 2005)
En este sentido cabe destacar que, pese a no contar actualmente estudios que comprueben fehaciente-
mente una relación de tipo causal entre la herencia genética y las conductas asociadas a los problemas
relacionales, no han dejado de realizarse esfuerzos encaminados a comprobar dicha hipótesis que repre-
senta un punto de conlicto y debate en la salud mental, sirva lo anterior para comprender la diicultad de
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establecer un sistema de clasiicación y diagnóstico coniables que permitiera identiicar, tratar y dar un
correcto seguimiento de estos padecimientos.
De igual manera, hay que mencionar que la multitud de trastornos psiquiátricos principales pueden verse
afectados, por tanto, modiicados, en su curso y tratamiento por la presencia de trastornos de relación, lo
cual “ha de ser tenido en cuenta de cara a un pronóstico y tratamiento de la urgencia.” (Sánchez Ruiz, JJ y
cols; 1999).
Sin embargo, ateniéndonos a términos generales, se podría entender por problemas relacionales a todas
aquellas afectaciones y malestares que son producto de una desadaptación al medio social, abarcando
el ámbito de los conlictos conyugales, familiares, laborales y escolares, en consideración de aquellas si-
tuaciones en las que se incluye como un factor preponderante la agresividad física o verbal o en suma,
diicultades graves y continuadas en la relación con los semejantes que degeneran en pautas relacionales
disfuncionales para el sujeto y sus allegados.
Siguiendo lo anterior nos atreveríamos a recoger los siguientes criterios indicadores para la consi-
deración de un caso:
-Imposibilidad para controlar la “cólera, desprecio y otras expresiones negativas de uno hacia otro”
(Avances en el DSM, 2005).
-Defensa o ausencia de respuesta frente a las críticas del otro (Gottman JM, 1994).
-Reforzamiento de los sentimientos negativos e incontrolables hacia el otro.
-Sentimiento de aislamiento
-Déicit en las habilidades para la solución de conlictos.
-Deterioro generalizado en el rendimiento familiar, social y laboral
(Dinámica Grupal) Pregunte a los familiares su experiencia respecto a los problemas relacio-
nales en su ser querido. (Uno o dos participantes). 5 minutos
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5° Módulo
Información sobre el funcionamiento cerebral, el tratamiento médico y psicosocial de
las enfermedades mentales.
Material para instructor
Objetivo General
1. Conocer el funcionamiento cerebral, las etapas del tratamiento médico y su pronóstico. Además de
otros tipos de intervenciones.
Objetivo de aprendizaje
1. Identiicar el funcionamiento cerebral.
2. Ubicar las etapas del tratamiento médico y su pronóstico.
3. Identiicar los fármacos.
4. Reconocer la importancia de las diferentes tipos de intervenciones terapéuticas.
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase
2. Participación en dinámica, los familiares y personas con la enfermedad.
I. Funcionamiento cerebral
El cerebro
Desde hace siglos, la medicina reconoce al cerebro como uno de los órganos más importantes del cuerpo
humano, dado que en él se concentran la mayoría de los mecanismos que regulan al organismo vivo y se
desarrollan las funciones cognitivas y afectivas que resultan distintivas de nuestra especie. Por lo mismo,
cualquier lesión externa o interna a este órgano conlleva complejas afectaciones para el sujeto que las
padece, las cuales pueden incluir alteraciones en la memoria y la inteligencia, pérdida del control sobre el
propio cuerpo, variaciones en la percepción sensorial o en caso extremo, la muerte. Los daños y enferme-
dades cerebrales abarcan un amplio espectro de sintomatologías y etiologías, no siempre están relaciona-
das ya que pueden estar ligados a inlamaciones de diversos grados (producto de contusiones o edemas),
accidentes vasculares (debido al bloqueo de vasos sanguíneos), enfermedades neurodegenerativas (como
el Alzheimer o la enfermedad de Huntington), enfermedades de origen vital o bacteriano (como algunos
tipos de Menningitis o la Encefalomielitis), condiciones asociadas a errores genéticos (como el síndrome
de Down o el síndrome de Tourette) o bien los padecimientos que actualmente son reconocidos como
trastornos mentales y que, además de la base biológica involucran aspectos sociales y subjetivos (la esqui-
zofrenia, depresión, desorden bipolar, trastorno de estrés postraumático, entre otros) (Brown; 2008).
Características principales:
Las neuronas pueden tener una forma muy variada dependiendo de cómo se organicen sus prolongacio-
nes. Se puede hablar de tres tipos de neuronas atendiendo de su morfología. Neurona Unipolar (de una
sola prolongación celular salen al axón y las dendrita (células de raíz dorsal). Neuronas bipolar (tiene dos
prolongaciones principales saliendo de su soma (células bipolares de la retina) y las neuronas múltipolares,
se caracterizan por tener múltiples prolongaciones saliendo de su cuerpo celular (células de la médula
espinal, piramidales de la corteza o células de Purkinje del cerebelo.
En el trastorno obsesivo compulsivo, las anormalidades estructurales observadas en el cerebro de las per-
sonas con este padecimiento, tienen una cantidad inferior de materia blanca en el cerebro (ibras de co-
nexión), y un mayor volumen de células corticales. Esta anormalidad cerebral es notoria que ahora los
investigadores declaran que el trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por un trastorno neurológico.
En los trastornos afectivos, investigaciones post mortem han mostrado una grave disminución de células
gliales en el cerebro de las personas con depresión y trastorno bipolar. Los estudios indicaron que del 40 al
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90% de las células gliales habían desaparecido. Estudios conducidos en animales indican la existencia de
una posible conexión entre el exceso de la “hormona del estrés” cortisol en la depresión y una disminución
dramática de células gliales. Con el tiempo, esta reducción puede causar daño o destruir las neuronas. Las
células gliales también regulan el glutamato, el cual cuando disminuye, no logra controlar el exceso de
estímulo de la estructura límbica implicado en el proceso emocional (ILCE; 2009).
Para complementar lo anterior son necesarias ciertas pruebas especializadas como una tomografía com-
putarizada, resonancia magnética, pruebas de laboratorio y otras pruebas o exámenes que puedan ayudar
a identiicar algunos cambios asociados con el trastorno psiquiátrico. Sin embargo, hay otros aspectos
importantes que deben ser tomados en cuenta, como son las áreas claves de información tanto biológicas,
psicológicas y sociales para describir la patología del paciente, disfunciones y problemas; otra característi-
ca importante, es la fundamentación de la evaluación diagnóstica en la interacción entre clínico, paciente
y familia, apuntando a una comprensión conjunta de la condición clínica del paciente, un acuerdo y moni-
toreo del plan de tratamiento.
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pero también están asociados con efectos secundarios que pueden desmotivar al paciente para tomarlos
con regularidad. Sin embargo, muchos de estos efectos secundarios pueden tratarse. Los efectos secun-
darios comunes de los tratamientos tradicionales incluyen sedación y aumento de peso. Otros efectos se
conocen como síntomas extra piramidales (contracciones musculares, problema de movimiento y marcha,
y sensaciones de inquietud interior o “aprehensión”).
Los riesgos a largo plazo pueden provocar una discinesia tardía, éste es un trastorno que suele provocar
movimientos involuntarios principalmente en la parte baja de la cara, esto ocurre cuando se toma medica-
mentos neurolépticos por tiempo prolongado. Los antipsicóticos atípicos, parecen tener un peril de efec-
tos secundarios un poco más seguro. También parecen ayudar a las personas que no se han beneiciado de
los medicamentos tradicionales anteriores. Usualmente es necesario hacer un tratamiento farmacológico
continuo, con prescripción y seguimiento médico para prevenir una reaparición de los síntomas.
Expectativas (pronóstico)
Existen muchas consecuencias potenciales de los trastornos mentales. La mayoría de las personas con es-
tos trastornos encuentran que sus síntomas mejoran con los medicamentos y algunas obtienen un control
importante de los síntomas a lo largo del tiempo. Sin embargo, muchos otros experimentan discapacidad
funcional y están en riesgo de episodios agudos repetidos, particularmente en las etapas primarias de la
enfermedad.
Complicaciones
• El incumplimiento de la terapia con medicamentos por lo general conducirá a una recaída de los síntomas.
Prevención
La mejor manera de prevenir las recaídas es continuar tomando los medicamentos recetados, puesto que
los efectos secundarios son una de las razones principales por las que las personas con un trastorno mental
dejan de tomar los medicamentos, es muy importante encontrar los medicamentos que controlen los sín-
tomas, sin producir efectos secundarios. Es necesario hablar siempre con el médico para discutir cualquier
tipo de ajuste en los medicamentos o si el paciente desea suspenderlos.
Otras intervenciones como psicoterapia de apoyo y centrada en el problema pueden ser útiles para mu-
chos individuos. Las técnicas de comportamiento tales como el entrenamiento de habilidades sociales, se
pueden utilizar en un escenario terapéutico o en el ambiente natural del paciente para estimular el des-
empeño social y ocupacional.
Las intervenciones que combinan apoyo y educación en las enfermedades mentales (psicoeducación) pa-
recen ayudar a las familias a enfrentar la situación y reducen las recaídas.
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Los fármacos pueden ser clasiicados de acuerdo a su estructura química básica, dependiendo del trastor-
no mental, el tratamiento puede ser llevado con distintos grupos de fármacos o sustancias activas.
A continuación se describen algunos fármacos que han sido utilizados para las enfermedades mentales.
Antidepresivos
Los antidepresivos son utilizados en el tratamiento de los trastornos afectivos tales como trastorno depre-
sivo, distímia, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de la alimentación, trastorno de
pánico, estrés postraumático, han sido manejados también para el trastorno limite de personalidad.
En los años 50’ se observó que la iproniazida, fármaco utilizado para el tratamiento de la tuberculosis,
podía inducir una mejoría en los estados de ánimo, siendo éste el inicio a la síntesis de los inhibidores
de la monoaminooxidasa (IMAO) y a la generalización de su uso en enfermedad depresiva, sin embargo
se trataba de medicamentos no especíicos y podían provocar efectos adversos graves así como también
limitaciones en su uso.
En las últimas décadas se han incorporado antidepresivos distintos con componentes más selectivos, que
afecta sólo un sistema neurotransmisor, como los antidepresivos inhibidores de recaptura de norepinefri-
na y serotonina (SNRI), que han resultado más efectivos y seguros.
En México se introdujeron seis ISRS (Inhibidores selectivos de reabsorción de serotonina): luoxetina, pa-
roxetina, sertalina, luvoxamina, citalopram y escitalpram; todos tiene el mismo mecanismo de acción, in-
hiben al transportador de serotonina en las terminales de presinápticas serotonimérgicas (Cuadro 5.1).
*Además de la depresión es un medicamento aprobado para el tratamiento de la ansiedad y para el trastorno de estrés
post-traumático. Demora de 4 a 6 semanas en funcionar.
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Ansiolíticos
Los ansiolíticos, son los medicamentos más utilizados para tratar los síntomas de ansiedad, los ansiolíti-
cos se crean con respecto a su estructura química, pero dado que las benzodiazepinas son del grupo más
prescritas e importantes, muchos son clasiicados como hipnóticos. Dentro de estas benzodiazepinas
se encuentra: Diazepam, Lorazepan, Clodiazepoxido, Alpraszolam, Clorazepato, cualquier benzodiacepina
pueden ser utilizadas a dosis bajas durante el día para el tratamiento de la ansiedad y en dosis más altas
para el insomnio durante la noche (Cuadro 5. 2).
Existen diferentes fármacos que han sido utilizados y que facilitan la mejoría clínica de las personas afec-
tadas, la luoxetina que ha sido aceptado como antibulímico desde hace varios años, sin embargo la uti-
lización de antidepresivos y anticonvulsivos han reportado efectos positivos en cuanto a la reducción de
sintomatología de la bulimia nervosa (disminución de la frecuencia de episodios bulímicos) así como otros
trastornos del comportamiento alimentario (Cuadro 5.3).
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Antipsicóticos Típicos
Los antipsicóticos típicos tradicionales, también conocidos como neurolépticos y antagonistas dopami-
nérgicos, fueron introducidos en los años 50’ en el tratamiento de la psicosis, de manera particular para
el tratamiento de la esquizofrenia, posteriormente fueron desplazados por los antiopsicóticos atípicos,
llamados también de segunda generación, éstos producen menos efectos extrapiramidales, mejorando
en gran medida los síntomas negativos de la esquizofrenia, los síntomas depresivos que en ocasiones per-
sisten con la psicosis. El problema de estos medicamentos neurolépticos de alta potencia es que provocan
un fuerte bloqueo de la dopamina en otra parte del cerebro, que controla los movimientos motores inos
conocidos como: acinesia, acatisia, distonia, en particular la acatisia es el efecto secundario neurológico
que causa una insoportable inquietud en manos y piernas, no se puede estar sentado tranquilamente, la
acatisia por si sola es culpable del abandono del tratamiento frecuentemente.
Los antipsicóticos típicos, también están clasiicados de acuerdo con su estructura química, clorhidrato de
tioridazina, clorhidrato de clorpromazina, levomepromazina, lufenazina, sulpiride, diclorhidrato de lu-
pentixol, Cis (z)-decanoato de lupentixol, haloperidol, tiotixeno y perfenazina (Cuadro 5.4).
Antipsicóticos Atípicos
Desde la década de los 90´s se crearon una serie de medicamentos de la “segunda generación” comenzan-
do con el Clozaril, que demostró cambios importantes para las personas que no habían tenido mejoría con
otros medicamentos. Sin embargo el clozaril tiene que usarse con cuidado ya que tiene el 1% de probabi-
lidad de causar agranulocitosis una baja precipitada de células blancas en la sangre.
Actualmente se ha logrado un gran beneicio de los medicamentos atípicos en la salud física de las perso-
nas con este trastorno, pero deben sobrellevar la consecuencia negativa de aumento de peso también, lo
cual debe de ser supervisado por el riesgo de morbilidad y mortalidad debido a riesgos cardiovasculares
como niveles altos de colesterol, la hipertensión y la diabetes.
Para el tratamiento de los síntomas cognitivos de la demencia es necesario hacer varias consideraciones,
como conocer qué tipo de demencia afecta al paciente, en qué fase se encuentra el padecimiento, deter-
minar qué tipo de medicamentos deben ser prescritos, la forma de utilizarlo, conocer cómo será manejado
el tratamiento, tiene que ver con la red de apoyo, es indispensable conocer los recursos económicos con
los que se cuentan para poder elegir un tratamiento combinado o sólo una sustancia farmacológica (Cua-
dro 5.6).
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Anticonvulsivantes
La comprensión de los mecanismos de acción de los estabilizadores del ánimo se encuentra íntimamente
relacionada con el conocimiento acerca de la isiopatología del trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es una entidad clínica compleja y su presentación clínica es muy variable, sus síntomas
en algunas ocasiones han sido resueltos con anticonvulsivantes y han sido bastante útiles con el trata-
miento con valproato o ácido de valproíco, la lamotrigina y la carbamazepina, en otros trastornos mentales
se han utilizado con éxito en las patologías médicas, sobre todo en dolor y se administra gabapentina y la
pregabalina. A continuación se mencionan algunos anticonvulsivantes que son potencialmente aplicados
en los tratamientos (Cuadro 5.7).
Fuente:
Diccionario de Especialidades Farmacéutica 2008. Manual de Psicofarmacología.
Ed. Chavez-Leon E; Del Bosque G J; Ontiveros U MP; Asociación Psiquiátrica Mexicana: Primera Edición 2007.
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En particular, se ha considerado que el tratamiento integral actual de la esquizofrenia, debe considerar por
lo menos cuatro aspectos fundamentales:
1. El tratamiento farmacológico
2. El tratamiento psicosocial
3. La terapia familiar
4. El manejo del paciente en la comunidad.
Respecto al componente psicosocial, se han identiicado áreas especíicas en las cuales los pacientes tie-
nen diicultades para tener un desempeño de roles efectivo y satisfactorio en cuanto a su funcionamiento
psicosocial. Estas áreas incapacitan a los pacientes a desarrollar actividades que tienen que ver con aspec-
tos ocupacionales, manejo de dinero, relaciones sociales, vínculos de pareja y relaciones familiares.
Los tratamientos psicosociales desarrollados a nivel internacional han demostrado su efectividad terapéu-
tica ya que mejoran el funcionamiento psicosocial, ayudan a reducir las recaídas y rehospitalizaciones y a
tener un funcionamiento comunitario más satisfactorio para el paciente. (Valencia M; Rascón ML; y cols,
2003). Los programas llevados a cabo en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente” demos-
traron su efectividad (Díaz y cols; 1998).
La terapia cognitiva no es un proceso “de un día para el otro”. Aún cuando un paciente ha aprendido a
reconocer cuándo y dónde su proceso de pensamiento se ha torcido, puede llevar meses de concentrado
esfuerzo el reemplazar un pensamiento inválido con uno más adecuado. Pero con paciencia y un buen
terapeuta, la terapia cognitiva puede ser una herramienta valiosa en la recuperación. (Ruiz J; 1999)
(Fuente: www.enbuenasmanos.com)
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Grupos de autoayuda
• Incluyen personas con necesidades similares
• Son facilitadas por una persona con enfermedad mental en equilibrio, u otra persona con conocimien-
to sobre el tema.
• Apoyan a personas que viven un evento que altera sus vidas, como: muerte, abuso, un accidente serio,
adicción o diagnóstico de una discapacidad física, emocional o mental de él mismo o un familiar.
• Se realizan de manera informal, gratuita y sin intención de obtener ganancias económicas.
• Proporcionan apoyo y educación.
• Son voluntarios, anónimos y conidenciales
Terapias expresivas
Terapias de arte: Colorear, pintar y esculpir pueden ayudar a muchas personas a resolver conlictos inter-
nos, dejar salir emociones reprimidas, y aumentar la auto-conciencia, así como el crecimiento personal.
Algunos profesionales de la salud usan la terapia artística como una herramienta de diagnóstico y como
una forma de tratar desórdenes como la depresión, traumas relacionados con el abuso y la esquizofrenia.
Terapia de danza-movimiento: Algunas personas sienten que sus almas se elevan cuando dejan volar sus
pies. Otros particularmente los que preieren más estructura, o que piensan que tienen “dos pies izquier-
dos”, obtienen el mismo sentimiento de libertad y paz interna de las artes marciales orientales, como el Tai
Chi. El principio básico de la terapia de danza-movimiento es que puede ayudar a la persona a integrar sus
aspectos emocionales, físicos y cognitivos de sí mismo.
Terapia de música- sonido: No es una coincidencia que muchas personas pongan música tranquila para
relajarse, o canciones “movidas” para sentir energía. Las investigaciones sugieren que la música estimula
los químicos positivos del cuerpo (opiáceos y endorinas). Esta estimulación resulta en una mejora de la
circulación, presión arterial, pulso, respiración y cambios de postura. La terapia de música o sonido se ha
usado para tratar desórdenes como estrés, depresión, esquizofrenia y autismo en niños para diagnosticar
necesidades relacionadas con la salud mental.
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6° Módulo
El cuidado del paciente y del cuidador familiar
Objetivo General
1. El paciente reconocerá los cuidados que debe tener como paciente con un problema de salud mental
2. El cuidador reconocerá su papel como tal, así como el manejo de su autocuidado.
Objetivo de aprendizaje
1. El paciente identiicará sus propias necesidades dentro del ámbito del autocuidado para una mejor ex-
pectativa de vida en el proceso de la enfermedad.
2. El cuidador orientará en la construcción de estrategias del cuidado del paciente y sobre todo de su au-
tocuidado relacionado con la salud física, emocional y espiritual.
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase.
2. Participación en dinámica, los familiares y personas con la enfermedad.
Nota al instructor:
En esta sesión, habrá que hacer una separación formando dos grupos, por un lado los pacientes y por
otro los familiares,
El grupo de los pacientes inicia con los cuidados del mismo y concluye con ver “Proceso de los módu-
los” (pág. 5). Sin embargo, se reunirán ambas partes para efectuar la dinámica propuesta.
En el grupo de los familiares se trabajarán las temáticas correspondientes al cuidado del cuidador que
concluye con los siete aspectos positivos del cuidador.
El cuidado de sí mismo, es una acción que involucra a distintas personas, por ende es importante la co-
operación, el respeto, la escucha, el diálogo y la disposición entre las partes que estén en juego. Aunque
no siempre es posible tener tales actitudes, debido a múltiples situaciones y problemáticas que paulati-
namente van deteriorando y viciando las formas de relación mantenidas durante largos periodos; si es
posible generar estrategias que posibiliten formas solidarias en el día a día para que en lugar de erosionar
las relaciones sociales se fortalezcan los lazos y vínculos en ella, tanto en los planos paciente/familiar como
en los de la comunidad en la que se inscriben.
En este sentido, consideraremos seis factores trascendentales de atención personal en la vida cotidiana de
las personas que viven una enfermedad mental: Higiene, alimentación, toma de medicamentos, ocupa-
ción, diversión y ejercicio.
Higiene personal
¿Sabías que el baño no sólo limpia el cuerpo de las toxinas acumuladas diariamente, sino que también re-
laja y reduce considerablemente la ansiedad y el estrés emocional? Además, tú puedes añadirle elementos
agradables como la música, la iluminación o la temperatura del agua, para hacer de éste un espacio más
placentero. El aseo personal no es un asunto de vanidad o un rasgo de supericialidad, de hecho a lo largo
de la historia prácticamente todas las culturas han desarrollado una serie de normas, hábitos y costumbres
sobre la higiene, que en muchos casos consideran como un modo de vida o un in terapéutico y ritual, por
ejemplo: sabías que en la antigua Tenochtitlán utilizaban diversas plantas a modo de jabón y que sus habi-
tantes acostumbraban mascar tzictli (chicle) para limpiarse los dientes, además se lavaban las manos con
jícaras llenas de agua, antes y después de comer, e incluso se bañaban varias veces al día en las lagunas y
canales destinados exclusivamente a ese in, también utilizaban los temazcales (baños de vapor) como ba-
ños curativos, y por si fuera poco, los mexicas ya tenían por costumbre lavar la ropa varias veces por sema-
na, prestando igual consideración a la hora de mantener limpios y cuidados los espacios públicos y privados.
En suma, al ser una práctica que se debe realizar diariamente, la higiene personal nos procura un cuidado
y atención corporal y mental constantes, permitiéndonos prestar atención a características y detalles cor-
porales que usualmente pasan desapercibidos, promoviendo así una mayor cercanía con nuestros afectos,
además de fomentar acciones y actitudes positivas como la constancia, el esmero, la atención y el aprecio
por uno mismo. Todo se trata de ir tejiendo una serie de esas pequeñas acciones (lavarse los dientes, vestir-
se apropiadamente) que poco a poco, pero indudablemente, irán demostrando sus beneicios en nuestra
vida y a las cuales podemos añadir nuestro ‘toque personal’. No se trata de seguir una rutina obligada por
los otros, sino de darse un espacio de atención propia que se renueve y fortalezca día con día.
“Se ha planteado que los pacientes con esquizofrenia pueden beneiciarse con una dieta suplementaria
de ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Hay datos estimulantes sobre el posible uso del aceite de pes-
cado, rico en ácidos grasos esenciales omega-3 […] La presencia de ácidos grasos esenciales omega 3 y la
proporción omega 3/omega 6 en la dieta es fundamental en el tratamiento de los pacientes deprimidos. La
ayuda nutricional es importante en el tratamiento de los pacientes con demencia de Alzheimer.”(Marot M; 2003)
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Ajustar la dieta y la alimentación puede ayudar a algunas personas con enfermedad mental a manejar sus
síntomas y promover la recuperación. Por ejemplo, la investigación sugiere que eliminar productos lácteos
y trigo puede reducir la severidad de los síntomas para algunas personas con esquizofrenia y algunos
niños con autismo. De manera similar, algunos médicos holistas/naturistas usan tratamientos herbales,
vitaminas de complejo B, ribolavina, magnesia y tiamina para tratar ansiedad, autismo, depresión, psicosis
inducida por drogas e hiperactividad.
En general se trata de mantener una alimentación que combine de mayor a menor los tres grupos básicos
de alimentos:
1° grupo: Está compuesto por verduras como rábano, zanahoria, apio, nopales, chile poblano, colilor, ro-
meros, acelga, espinaca, berros, verdolagas, quelites, lor de calabaza, betabel, alcachofa, brócoli, chayote,
hongos, huauzontles, tomate o jitomate y frutas como naranja, pera, mandarina, toronja, nanche, coco,
ciruela, chabacano, guanábana, lima, guayaba, fresa, mamey, plátano, zapote, melón, chicozapote, papaya,
sandía, manzana, etc.
2° grupo: Está compuesto por cereales, que son todos los granos secos que se obtienen de las plantas con
espiga como el maíz, el arroz, la avena, el trigo, el centeno, la cebada o el amaranto; así como productos
que se elaboran a partir de sus harinas como es el caso del pan, la tortilla, las pastas para sopa, el atole, los
tamales, los cereales comerciales y los tubérculos que son bulbos y raíces, los más comunes son la yuca, la
papa y el camote.
3° grupo: Está compuesto por leguminosas que son los granos secos como las habas, los frijoles, las alu-
bias, la soya, las lentejas o el garbanzo, también incluye todo tipo de carnes roja y blanca como son pollo,
guajolote, pescado, res, cerdo, pato, cordero, venado entre otras, así como las vísceras, el huevo, la leche y
sus derivados.
Por último hay que poner especial atención a las reacciones de ansiedad relejadas en la alimentación: co-
mer poco, en exceso o a deshoras, por ejemplo, sobrecargar el estómago antes de acostarse , vomitar lo in-
gerido en ausencia de medicamentos que puedan generar ese efecto secundario o comer exclusivamente
un tipo de alimento, son signos de malestar que deben ser atendidos pronta y cuidadosamente. En pocas
palabras hay que recordar que en el caso de los humanos, la comida no sólo consiste en ingerir una serie
de alimentos, sino que se trata de compartir y de sentar la base para una mejor calidad de vida, el cómo y
con quién se come es tan importante como el qué se come.
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caminar, escuchar música, leer, platicar con los amigos, entre otras, ésta puede ir de la mano de alguna
actividad física que proporciona mejor funcionamiento y desempeño en las actividades diarias; además es
un hecho que la risa, la actividad sexual y el ejercicio aumentan la cantidad de endorinas en el organismo.
También es recomendable la búsqueda de actividades que pueden ir desde el aprendizaje académico o de
oicios, entre otros, hasta las expresiones artísticas y culturales que puedan desarrollar, enriquecer y ejercer
en la vida.
(Dinámica Grupal) Integre a los pacientes a que practiquen el llenado de los siguientes
cuadros (Uno o dos participantes). 5 minutos
Instrucciones:
Copia la tabla y anota en ella todas las cosas que has hecho a lo largo de la semana para tu cuidado perso-
nal ¿Cuáles has disfrutado más? ¿Cuáles te resultan más difíciles o molestas? ¿Cuáles te han faltado? ¿Qué
otras cosas crees que podrías hacer tú y tus familiares para procurarse un mejor cuidado personal?
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Primero habrá que pedir al grupo, dos voluntarios, de preferencia un hombre y una mujer, (hay que to-
mar en cuenta que quizá esta dinámica genere angustia, si esta es excesiva, es recomendable que no
la realice). Posteriormente se les va a explicar que dramaticen una escena de la vida cotidiana, escena
que represente diicultades con las que se enfrentan día a día, por ejemplo: La falta de comunicación, de
cooperación, sobre la higiene personal, el respeto en la relación, entre otras, alguna escena que releje
circunstancias que resulten complejas de tratar en la vida cotidiana. Una vez deinida la escena, habrá
cambio de roles, con ello queremos decir, que los pacientes adoptarán la posición del que está a cargo de
ellos, si sólo pasan dos pacientes, alguno de ellos desempeñará alguno de los dos papeles. A los volunta-
rios se les explicara de manera aislada al grupo, convergen qué fragmento de su experiencia cotidiana
actuarán y compartirán (duración de esta primera parte: 5 minutos). Por último, ellos pasarán al frente
del grupo y representarán la escena cuya duración será máxima de 5 minutos.
En nuestra sociedad, los adultos que han tenido una enfermedad mental frecuentemente no se casan y
permanecen con la familia. En ocasiones un adulto que ha experimentado la enfermedad mental desea
ejercer su sexualidad y quizá también ser padre o madre. Por tal motivo, hay ciertos asuntos relacionados
que requieren consideración. Debe tomarse en cuenta factores congénitos, así como asuntos problemá-
ticos, tales como el aumento de los niveles de estrés, la necesidad de recursos económicos y emocionales
para criar a un hijo. Las personas en vías de recuperación logran vivir una vida más integrada y completa,
gracias a los tratamientos más modernos.
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La píldora
Se trata del método anticonceptivo más seguro ya que la píldora suprime la ovulación y es posible ajus-
tarla al estado hormonal individual de la mujer, existen diferentes tipos de píldoras: de una sola etapa,
de dos fases o de tres etapas. La píldora llega a interactuar con otros medicamentos, por ejemplo con los
que toma una persona que tiene epilepsia. También los vómitos, la diarrea, los antibióticos y los laxantes
pueden interrumpir la protección anticonceptiva brindada por la píldora. El índice Pearl es menor a 1. (El
índice Pearl indica cuántas mujeres quedan embarazadas de cien que durante un año aplican el método
correctamente).
Píldora posterior
No se trata de un método anticonceptivo, sino de un discutido freno de emergencia. Si una mujer ha teni-
do relaciones sexuales sin cuidarse durante la fase peligrosa de la ovulación, o sea, más o menos a la mitad
de su ciclo y teme haberse embarazado puede aplicarse.
Métodos que no se consideran adecuados para las mujeres con discapacidad mental
La minipildora
Sólo contiene progesterona.
El diafragma que es una membrana de hule provista de un hule reforzado, el diafragma debe untarse con
una crema espermaticida antes de la copula e introducirse en la vagina hasta el cuello uterino, el diafragma
es ajustado por el médico y su manejo requiere más disciplina y habilidad que resulta complicado.
Para los hombres con discapacidad mental en la actualidad, por desgracia sólo existe el condón; no es
un método coniable en vista de que muchos hombres no discapacitados tienen problemas para usarlo
correctamente. La píldora para el hombre está siendo clínicamente probada y aún pasara mucho tiempo
para que se apruebe.
Receso.
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La relación cotidiana puede sentirse como un estado de duelo constante, seguida sin tomar conciencia de
su existencia, cuando admitimos que nuestras vidas se han visto afectadas por la enfermedad mental de
alguien más, admitimos también nuestro dolor ya que la enfermedad puede volverse una enfermedad
familiar, todos los miembros de la familia son afectados no sólo el paciente.
En México se evaluaron las consecuencias o diicultades que tienen en mayor medida el familiar (cuidador )
y resultó en primer lugar el costo o carga emocional (72.2%) a través de expresiones de irritabilidad, angus-
tia, problemas para dormir, diferentes emociones de culpa, enojo, frustración y resentimiento; en segundo
lugar, el costo económico (52.7%) por gastos excesivos por los medicamentos y por su manutención; el
costo físico en tercer lugar (44.4%), asociado a las enfermedades de diabetes, gastritis, colitis, herpes y
otros más; y por último el costo social (33.3%) observado en el aislamiento social por la vergüenza de tener
un familiar enfermo, no obstante, se encontraron también algunos familiares (19.4%) que indicaron que el
paciente no representaba ninguna carga para ellos. (Rascón; y cols., 1997, 1998). De acuerdo con lo ante-
rior, es necesario que el cuidador observe su manera de afrontar la condición de su ser querido y se plantee
estrategias de autocuidado.
“Tratar enfermedades mentales requiere una alianza activa entre el enfermo, el proveedor de la salud
mental y los familiares, por ende es fundamental tomar en cuenta, no sólo a la persona que sufre de al-
gún padecimiento mental, sino a todas aquellas que dedican una parte muy importante de su tiempo
en cuidarlas, ya que pueden sufrir, una serie de problemas físicos o emocionales, socioeconómicos y la
alteración de su capacidad para atender a su familiar a causa de esta labor, deiniendo la sobrecarga”
o síndrome del cuidador, Esta pérdida de salud en el “cuidador” presenta una sintomatología múltiple.
Entre las áreas más afectadas están: el físico, ya que sufren cansancio, cefaleas y dolores articulares;
en lo psíquico: depresión, trastornos del sueño, ansiedad e irritabilidad; en el área social: disminución
o pérdida del tiempo libre, soledad y aislamiento; y en el área laboral: ausencia y desinterés por el tra-
bajo, entre otros. Todas estas alteraciones repercuten en la vida de la persona de tal forma que pueden
llevarla a una situación en la que tendrá que dejar de ejercer su papel de cuidador” (Nisebe M; 2005).
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Tristeza
A pesar de lo doloroso de la situación, el cuidador no debe abandonarse a la tristeza. Puede tener tristeza
por poco tiempo para elaborar el duelo, la melancolía prolongada le empañará la vida y no le permitirá
disfrutar de otros momentos felices. La tristeza es necesaria, por un tiempo corto, pero no puede vivirse
como un sentimiento único o prioritario.
Preocupación
Constantemente le abruma el futuro, el cuidador debe procurar serenarse. Lo que sea será y por pensarlo y
darle vueltas, no va a tener mejor solución. Es inevitable que se encuentre preocupado, pero hay que vivir
el presente, sin dejarse enmarañar por un futuro incierto, no hay que dejar de vivir el presente por pensar
en el futuro.
Soledad
Es vital no sentirse solo, debe buscar amigos y compañía donde le sea posible: vecinos, centros recreativos,
asociaciones, etc.
Irritabilidad
Porque está cansado de hacerse cargo del enfermo, porque nadie le ayuda o así lo siente, porque está sa-
criicando sus aiciones, porque los días pasan con pena y sin alegrías.
Culpabilidad
Culpabilidad por los errores cometidos. Es preferible asumirlos como experiencias y tratar de mejorar, den-
tro de las posibilidades de cada quien y dejar la culpa de lado.
Depresión
Cuando la tristeza, la preocupación, la soledad y la desesperanza se viven sin otra alternativa se puede
deprimir. Es decir, cuando estos sentimientos que causan infelicidad no se aminoran, o se equilibran con
otras vivencias positivas: amor, cariño, ilusiones, entre otras. Se produce depresión en el cuidador.
Este debe autoanalizarse para valorar el grado de depresión que padece. En el caso de depresiones leves su
estado de ánimo mejorará ocupándose en algo que le guste, tomándose unos días de descanso, un tiempo
alejado del enfermo, descansando lo suiciente. En otras personas, la depresión es más grave, la depresión
severa no se cura por sí misma, por lo que deben acudir, a un profesional, bien de la medicina que le admi-
nistrará medicamentos o a un psicoterapeuta que le tratará mediante psicoterapia o lo pondrá en contacto
con grupos de apoyo o personas que están en su misma situación.
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1. Descanse cada día lo suiciente. Si usted se enferma las cosas se pondrán peor.
2. Haga todo lo que pueda para conservar su propia salud, vaya al médico periódicamente, consúl-
tele lo que le duele, lo que siente, etc. y explíquele su situación personal. Muchas veces el cuidador
debe medicarse por prescripción médica, para evitar el insomnio, la angustia o la depresión. También
es frecuente la aparición de dolores musculares, de espalda, cervicales, etc.
4. A pesar de todo, no se aísle, continúe con las amistades comprensivas de la situación de su familiar.
5. Procure mantener alguna de las actividades que siempre le han divertido: ir al cine, pasear, tocar el
piano, pintar, tejer, cocinar, caminar, hacer crucigramas, etc.
6. La risa, el amor y la alegría son fundamentales para su bienestar y para su vida con el enfermo. Si
tiene la suerte de sentirse bien “en medio del temporal”, no se avergüence de ello. Procure buscar
personas, cosas, situaciones y actividades que le satisfagan. Una persona serena irradia armonía, y si
además se ríe, relajará el ambiente. El enfermo vivirá mejor con su alegría.
7. Procúrese un tiempo semanal para usted, busque a otro familiar que le apoye y que cuide del
enfermo unas horas a la semana para que usted pueda salir y relajarse. Y no olvide tomarse unas va-
caciones, al menos anualmente, después de haber descansado, verá las cosas con mayor serenidad.
En la actualidad, existen asociaciones que prestan asistencia a los cuidadores poniendo a su alcance cursos,
grupos de apoyo y asistencia psicológica para enseñarles a sobrellevar el problema. Este tipo de agrupa-
ciones ofrecen al cuidador la posibilidad de compartir experiencias y comunicarse con otras personas que
tienen la misma problemática, y le ayudan también en la mejora de su propio autocuidado, dos aspectos
fundamentales para prevenir las consecuencias del síndrome del cuidador.
La experiencia nos demuestra que el dolor no ocurre en sentido lineal, sino que tiende a ser como el lujo y
relujo de la marea. A veces tememos soltar el deseo y las expectativas de antes, porque creemos que nada
logrará remplazarlos. Estos temores son normales, cuando soltamos las riendas de nuestros viejos sueños
quizás tengamos que permanecer sin saber que hacer por un tiempo, y posteriormente podemos comen-
zar a construir nuevos sueños, se convierte en parte integral de nuestro crecimiento
(Dinámica Grupal) Pregunte a los familiares ¿Desde cuándo que no se atiende y se toma un
tiempo para sí mismo? Que participen 2 ó 3 familiares.
Consejos al cuidador:
Siempre va a ser muy útil:
1. Tener INFORMACIÓN sobre los cuidados para el paciente, para ello siempre puede consultar con su mé-
dico y/o su enfermera.
2. La familia pude apoyar a PLANIFICAR el futuro del enfermo y el de la propia familia.
3. OCUPARSE DE UNO MISMO respecto a salud física, emocional y espiritual.
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7° Módulo
Prevenir las recaídas y el apoyo en situación de crisis
Objetivo General
1. Conocer que es una recaída, el riesgo de sufrirla, la importancia de prevenirlas y de recibir apoyo en
situación de crisis.
Objetivo de aprendizaje
1. Identiicar los síntomas de una probable recaída
2. Reconocer las posibles fuentes de apoyo y atención en situación de crisis
3. Identiicar situaciones de alto riesgo en que la integridad del paciente se vea amenazada.
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase
2. Ejercicio
Introducción
Es importante mencionar que en la información que reciba en la consulta médica tanto la persona enfer-
ma, como los familiares, debe incluirse el conocimiento amplio del riesgo o posibilidad de tener recaídas,
recaídas evitables y no evitables, estar al tanto de los síntomas de alerta y de la ventaja potencial de aten-
derlos lo más inmediatamente posible.
Un factor importante en esta situación es la falta de aceptación del tratamiento, por falta de conciencia
de enfermedad y por la consecuente intolerancia al mismo, que llega al 75% de los casos luego del primer
episodio, y desciende sólo entre el 40-50% posteriomente. La Organización Mundial de la Salud señala
que la enfermedad mental crónica es responsable de los 2/5 de la discapacidad mundial total, afectando
predominantemente a gente joven (Sartorius, 1993).
Los estudios realizados del nivel de crítica, hostilidad y sobreinvolcramiento (EE) del familiar es hoy el me-
jor predictor de la recaída en la esquizofrenia (Lef J; Vaugh C; 1985), por tanto, brindar intervenciones a las
familias es conveniente para disminuir el nivel de actitudes negativas, lo cual conlleva la reducción de los
costos en general por parte de la familia y por la atención en los servicios de salud mental.
En estudios llevados a cabo en México con familiares destacan las actitudes características de sobreinvo-
lucramiento, incluidos los aspectos de sobreprotección, consentimiento, autosacriicio y malestar emocio-
nal, con niveles inapropiados de preocupación, algo similar al trato que normalmente se le da a un niño, el
paciente es visto como menos competente que antes, y más vulnerable, en una proporción de cuatro de
diez familiares. (Rascón ML; y cols; 2008)
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Los síntomas de la esquizofrenia pueden aumentar cuando te sientes estresado. Hacer un esfuerzo para
reducir el nivel de estrés en la vida familiar puede ayudar a sentirse mejor y tener más estabilidad. A con-
tinuación se presentan las actitudes que NO recomendables en la relación familiar-paciente.
1. Evitar los comentarios críticos (C), en los cuales por la manera en que son expresados, constituyen co-
mentarios desfavorables sobre la conducta o personalidad del individuo a quién se reiere (Lef y Vaughn,
1985).
2. Impedir la hostilidad (H), se considera presente cuando el paciente es atacado por lo que es, más que
por lo que hace.
• “Pedro es una persona enferma, no en pleno uso de sus facultades, un enfermo al que hay que combatir”.
“La mayor parte de mi vida me la he pasado haciendo lo más que puedo por mi hija, yo voy con ella a todos
lados y le resuelvo todo lo que necesite”.
EE Alta (Alta presencia de C, H o SIE) convivencia < 35 hrs*. Probabilidad 28% de recaída
EE Alta (Alta presencia de C, H o SIE) convivencia > 35 hrs. Probabilidad 69% de recaída
_______________________________________________________________________________________
* Horas de convivencia estrecha, 35 horas promedio semanal
Por lo general, la familia o los amigos cercanos se percatan primero de los síntomas indicadores de alerta
como: Falta de sueño, dedicación ritual a ciertas actividades, desconianza, explosiones inesperadas de
mal humor, cambio en el apetito, entre otras. Durante esta fase de la enfermedad, a veces se puede preve-
nir una crisis total, con frecuencia, el paciente ha dejado de tomar sus medicamentos, si se sospecha ese
motivo, debe incentivársele para que vaya al médico. Mientras más psicótico se torna el paciente, menos
esperanzas de tener éxito se tendrá en el esfuerzo que se realice para ayudarlo.
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Puede ser de utilidad saber que el paciente probablemente se siente aterrado por haber perdido el control
mental y emocional. Puede ser que las “voces” le estén dando instrucciones que amenazan seriamente su
vida, dentro de casa puede “oír o ver” señales que le indiquen que le quieren hacer daño. Debe aceptar
que el paciente está pasando por un “estado de alteración de la realidad.” En situaciones extremas, puede
que tenga comportamientos, de acuerdo con las alucinaciones que está sufriendo; por ejemplo destruir
algo de su casa. Esto nos da aviso de una recaída sintomática. Es probable que haya que hospitalizar al
paciente. Trate de convencerlo que lo haga en forma voluntaria, evite las demostraciones autoritarias o
impositivas. Explique que en el hospital le aliviarán los síntomas, y que no se le mantendrá internado, si el
tratamiento puede continuarse en la casa o fuera del hospital.
En el cuadro 7.2 se muestra los porcentajes de recaídas de diversos estudios relacionados con el tiempo
de seguimiento, aunque no hay que asimilar mimetizar recaída con mala evolución. En algunos estudios la
recaída fue similar a rehospitalización, lo cual no nos debe llevar a entender que durante el seguimiento la
evolución fuera siempre mala Kissling (1994).
Recordemos las señales de alerta que son comunes antes de una recaída:
• Tener diicultades para dormir
• Sentirse más tenso o estresado que de costumbre
• Volverse irritable o enojarse fácilmente
• Evitar contacto con personas o situaciones de socialización
• Sentirse más inquieto
• Tener problemas de atención y concentración
• Perder el interés en las cosas, o disfrutarlas menos
• Sentir que otras personas hablan de ti o te quieren hacer daño
Las mejores maneras de reducir las probabilidades de una recaída son seguir tu plan de tratamiento tan
bien como puedas, aprender a manejar el estrés, hablar con tu equipo de terapeutas acerca de cómo te
estás sintiendo. Prepararte para una recaída puede ayudarte a disminuir las probabilidades de que se vuel-
va severo. Receso.
Se presentan los servicios básicos, sin embargo es un cuadro demostrativo de posibles contactos que po-
drían ayudar a la persona a cargo o familiar en situaciones de crisis.
Ejemplo:
3. En los casos de internamiento, ya sea psiquiátrico o de medicina general, es necesario tener siempre a la
mano los documentos que solicita la institución para el ingreso del paciente, esto con el objeto de facilitar
y agilizar el proceso.
4. Es recomendable alejar cualquier objeto que pueda dañar la integridad del paciente o la de sus allegados.
5. Hay que tomar en cuenta a las personas cuyo lazo con el paciente ayuda a tranquilizar situaciones de
tensión y angustia, al momento de tomar una acción para contrarrestar los periodos de crisis, lo ideal es
tratar de minimizar cualquier aumento de los síntomas psicóticos, y de inmediato brindar protección y
apoyo a la persona.
En este sentido, no podemos dejar de lado el tema del suicidio, éste representa uno de los problemas más
comunes en muchos de los trastornos mencionados, por tanto, es importante conocer algunos rasgos para
actuar adecuadamente en situaciones de riesgo.
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Debemos mantener una actitud esperanzadora y lo más tranquila posible; sobre todo, no hay que asustar-
se: las ideas de suicidio son frecuentes en las depresiones, pero desaparecen una vez tratadas.
Detección General. Realizar la detección de riesgo suicida en TODAS las evaluaciones de los pacientes con
sintomatología depresiva, mediante las siguientes dos preguntas:
• ¿Alguna vez ha sentido que la vida no vale la pena?
• ¿Alguna vez ha deseado continuar dormido y no despertar nunca más?
Seguir con preguntas especíicas de pensamientos de muerte, hacerse daño y suicidio.
• En los últimos días ¿Ha pensado frecuentemente en la muerte?
• La situación ha llegado a tal punto, que usted ¿Ha pensado en lastimarse?
• ¿Ha llegado a pensar en la forma en cómo lo realizaría?
• ¿Cuenta usted con_____________ para realizar lo que ha planeado?
• ¿Se ha despedido de sus seres queridos?
• ¿Ha realizado alguna forma de despedida o a quién repartir sus bienes?
Se ha estimado que la depresión participa en aproximadamente 65%-90% del total de suicidios relaciona-
dos con enfermedades psiquiátricas. De acuerdo con la OMS hasta un 80% de las personas que se suicida-
ron padecían varios síntomas depresivos. En los pacientes deprimidos, el riesgo parece ser mayor cuando
no siguen su tratamiento, o piensan que son tratables o son considerados no tratables por los especialistas.
(Heinze G y cols., en prensa)
“El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2001), identiicó a la violencia autoinligida como uno de los padecimientos sustanciales que
deben de enfrentar las sociedades modernas (Krug, 2002). El informe muestra en forma sucinta
cómo las tasas de suicidio consumado en México son de las más bajas en el mundo (la tercera
más baja en las Américas). Sin embargo, la OMS había mostrado en su informe previo, de 2001
(OMS; 2001), que México mostraba un incremento de 62% en su tasa de mortalidad por suicidio
en los últimos 15 años. En una comparación internacional, México fue el sexto país con tasas de
crecimiento más altas para el suicidio para el período 1980-1999, con un crecimiento de 90.3%
en los hombres y de 25.0% en las mujeres. (Levi y cols., 2003). La tasa de mortalidad por suici-
dio en México para el año 2000, de 3.5 por 100 000 habitantes presentó un comportamiento
diferencial por grupos de edad y sexo. En los hombres, la tasa de suicidio presenta los niveles
más elevados entre los 20 a 29 años de edad. Después tiende a disminuir ligeramente y vuelve
a subir en los grupos de mayor edad (60 años y más). En las mujeres, las tasas más elevadas
se dan entre los 15 a 19 años de edad, seguido por el grupo de 20 a 24 años. Después de este
grupo de edad, la tasa de las mujeres disminuye ligeramente y permanece estable en todos los
otros grupos.” (Borges G, y cols; 2006).
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8° Módulo
Creencias, mitos y discriminación hacia la enfermedad mental
Objetivo General
1. Distinguir las diferencias en relación con las creencias, mitos y la realidad de la enfermedad mental.
Objetivo de aprendizaje
1. Conocer los derechos básicos de un paciente con un problema de salud mental.
2. Identiicar el momento adecuado para ingresar al paciente a un hospital, incluso de manera involuntaria
para prevenir riesgos mayores
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase.
2. Dinámica grupal, acompañada con un cuento para invitar a la relexión.
Abordar de manera integral la información del diagnóstico, del tratamiento y de la prevención, tanto por la
familia como por el enfermo, con apoyo del equipo de salud mental y de la sociedad, es primordial afrontar
con conocimientos el estigma y la discriminación, la carga en los familiares y la discapacidad.
Las personas que sufren de trastornos mentales graves enfrentan un doble desafío: lidiar con los síntomas
y las incapacidades resultantes de la enfermedad, y con los estereotipos y prejuicios generados por con-
ceptos errados sobre las enfermedades mentales por la falta de información.
Al referirnos a la discapacidad que generan los trastornos mentales, es importante considerar la variabili-
dad y diversidad de agentes que se ven involucrados, ya que:
“Se trata de entidades clínicas nada homogéneas, entre las que hay trastornos mentales de gravedad con-
siderable, substrato biológico demostrable e impacto social, y otro tipo de comportamientos y emociones
más o menos desadaptados o que producen malestar en quien los padece, y que dependen de factores
cognitivos, emocionales y relacionales” (Gaminde I; y cols; 2001).
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Por otra parte, en nuestro país, como ocurre en la mayor parte del mundo, la enfermedad mental se aborda
sólo en términos del rechazo o de silencio. Los prejuicios difundidos por la mayor parte de los medios de
comunicación, la ignorancia pública y la carencia de políticas que contribuyan a la comprensión, defensa y
mejoramiento de las condiciones de vida de aquellas personas que se ven discapacitadas por la enferme-
dad mental, obliga a una intervención adecuada en los distintos escenarios sociales, culturales y económi-
cos donde se desarrollan dichas enfermedades.
Es importante conocer las “realidades” para afrontar la discriminación y para empezar a tratar a personas
con enfermedades mentales con respeto y dignidad.
Mito: No se puede hacer nada por alguien con una enfermedad mental.
Realidad: Podemos hacer mucho más de lo que piensa la mayoría de la gente. Comenzando por la forma
en que actuamos y hablamos, podemos crear un ambiente respetuoso de su condición y promover una
buena salud mental. Por ejemplo:
• Evite caliicar a las personas con palabras como “loco”, “chilado”, “raro”, o por su diagnóstico. En lugar de
decir que es “una persona con esquizofrenia”.
• Conozca la verdad sobre la enfermedad mental y compártala con otros, especialmente si oye algo que no
es cierto.
• Trate a las personas con enfermedades mentales con respeto y dignidad, como lo haría con cualquier otro.
• Respete los derechos de las personas con enfermedades mentales y no los discrimine en cuanto a vivien-
da, empleo, o educación. Como otra gente con discapacidades, la gente con carencias de salud mental está
protegida por las leyes federales y estatales.
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Mito: La gente con enfermedad mental, incluso los que están estables con su tratamiento y se han re-
cuperado, tienden a ser empleados de segunda.
Realidad: Los empleadores que han contratado a personas con enfermedades mentales informan de una
buena asistencia y puntualidad, así como motivación, calidad de trabajo a la par con otros empleados o
mejor que ellos. Los estudios del Instituto Nacional de la Salud Mental y la National Alliance for the Men-
tally Ill (NAMI) [Alianza Nacional para los Enfermos Mentales] muestran que no hay diferencias en cuanto a
productividad cuando se compara a las personas con enfermedades mentales con otras.
Mito: Una vez que las personas tienen enfermedades mentales, nunca se recuperan.
Realidad: Estudios cientíicos muestran que la mayoría de gente con enfermedades mentales mejora, y
muchos se recuperan por completo. La recuperación se reiere al proceso por el cual la persona es capaz
de vivir, trabajar, aprender, y participar íntegramente en su comunidad. Para algunas personas, la recu-
peración es la capacidad de vivir una vida productiva, para otros, la recuperación implica la reducción o
completa desaparición de los síntomas.
(Dinámica Grupal) Pregunte a los familiares su manejo respecto a los mitos acerca de la
enfermedad. (Dos o tres participantes Pacientes y familiares). 5 minutos
Por lo anterior, resulta indispensable promover un cambio de percepción del público a partir de alianzas
estratégicas entre los funcionarios, familiares, usuarios y profesionales vinculados a la salud mental, con
el in de desarrollar proyectos comprensivos y campañas de sensibilización para la aceptación de las dife-
rencias mentales, divulgando mensajes de respeto y una responsabilidad social compartida que permitan:
- Concientizar de manera gradual pero intensiva sobre las consecuencias de la discriminación de
las personas con trastornos mentales y sus familias.
- Desarrollar modelos y espacios de acercamiento e intercambio entre las personas con trastornos
mentales y los distintos sectores escolares, laborales, familiares, entre otros, para terminar con los
mitos y percepciones infundadas sobre la enfermedad mental.
- Aplicar esquemas laborales incluyentes, dando cabida a la generación de nuevos roles sociales.
- Hacer hincapié en la necesidad de una acción global de todos los implicados en la salud mental.
- Llamar al apoyo, la igualdad y la justicia para las personas con trastornos mentales y luchar contra
la exclusión, la discriminación y el estigma.
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La asistencia de calidad que puede valorarse siguiendo criterios de los pacientes y profesionales, pro-
puestos por el Dr. Norman Sartorius:
El rey sabio
Gibrán Khalil Gibrán
Había una vez, en la lejana ciudad de Wirani, un rey que gobernaba a sus súbditos con tanto poder
como sabiduría. Y le temían por su poder, y lo amaban por su sabiduría. Había también en el corazón
de esa ciudad un pozo de agua fresca y cristalina, del que bebían todos los habitantes; incluso el rey
y sus cortesanos, pues era el único pozo de la ciudad. Una noche, cuando todo estaba en calma, una
bruja entró en la ciudad y vertió siete gotas de un misterioso líquido en el pozo, al tiempo que decía:
-Desde este momento, quien beba de esta agua se volverá loco.
A la mañana siguiente, todos los habitantes del reino, excepto el rey y su gran chambelán, bebieron
del pozo y enloquecieron, tal como había predicho la bruja. Y aquel día, en las callejuelas y en el mer-
cado, la gente no hacía sino cuchichear:
-El rey está loco. Nuestro rey y su gran chambelán perdieron la razón. No podemos permitir que nos
gobierne un rey loco; debemos destronarlo.
Aquella noche, el rey ordenó que llenaran con agua del pozo una gran copa de oro. Y cuando se la lle-
varon, el soberano ávidamente bebió y pasó la copa a su gran chambelán, para que también bebiera.
Y hubo un gran regocijo en la lejana ciudad de Wirani, porque el rey y el gran chambelán habían re-
cobrado la razón. FIN.
Receso.
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• Derecho del enfermo mental a ser tratado en todo momento con la solicitud, el respeto y la digni-
dad propia de su condición de persona.
• Derecho a no ser caliicado como enfermo mental ni ser objeto de diagnósticos o tratamientos en
esa condición, por razones políticas, sociales, raciales, religiosas u otros motivos distintos o ajenos al
estado de su salud mental.
• Derecho a recibir la mejor atención y tratamiento apropiados y menos restrictivos, según las más
elevadas normas técnicas y éticas.
• Derecho a ser informado sobre su diagnostico y el tratamiento más adecuado y menos riesgoso, y
de prestar y revocar su consentimiento para ejecutarlo.
• Derecho a no ser objeto de pruebas clínicas experimentales sin su consentimiento informado.
• Derecho a que sus antecedentes personales y ichas e historias clínicas se mantengan en reserva y
a tener acceso a esa información.
• Derecho a recibir o rechazar auxilio espiritual o religioso, de libertad de conciencia y religión.
• Derecho a recibir educación y capacitación adecuada a su estado.
• Derecho a trabajar y a recibir la remuneración correspondiente.
• Derecho a la personalidad civil y a que su incapacidad para ejercer derechos sea determinada por
un tribunal a través de un procedimiento establecido por la ley al efecto.
• Derecho a que en caso de ser inculpado por algún delito u otra infracción criminal, su responsabili-
dad o imputabilidad se determinen por un tribunal de justicia, según las reglas del debido proceso,
en un procedimiento que considere el estado de su salud, con la intervención de profesionales ex-
pertos en calidad de peritos.
• Derecho a un recurso eicaz ante un tribunal y mediante un procedimiento simple y expedito ijado
por la ley para reclamar de toda acción u omisión que desconozca o lesiones sus derechos.
• Derecho a no ser discriminado ilegalmente en el goce y ejercicio de sus derechos, en atención al
estado de su salud.
(Fuente: www.defensoria.gob.)
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Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
En referencia al internamiento, nos hemos dado a la tarea de presentarles de manera muy breve lo que se
ha trabajado en Derechos Humanos en torno al tema:
“Todas las personas con trastornos mentales tienen derecho a recibir atención y tratamiento de
calidad a través de unos servicios adecuados de salud mental. Estas personas deberían asimismo
estar protegidas frente a cualquier tipo de discriminación o tratamiento inhumano.”
“Los Hospitales Psiquiátricos deben contar con los siguientes elementos: Instalaciones y equipo apropia-
do para el desarrollo de sus funciones; recursos humanos suicientes en número y capacidad técnica (...);
procedimientos para que en la unidad prevalezcan el ambiente cordial, técnicamente eiciente, y las con-
diciones propicias para el cabal desarrollo de las actividades que involucra la atención integral médico-
psiquiátrica; instalaciones y personal para la prestación de servicios de urgencias; instalaciones y personal
para la prestación de servicios de consulta externa; instalaciones y personal para la prestación de servicios
de rehabilitación psicosocial; recursos para la atención médica de otras enfermedades coincidentes con
la enfermedad mental (...); un programa general de trabajo; manuales técnico-administrativos (...).” (Diario
Oicial de la Federación. 1995)
“Resulta particularmente importante reseñar las actividades curativas en los servicios de hospitaliza-
ción continua y parcial:
En el ingreso
• Examen clínico al ingreso al servicio
• Elaboración de nota de ingreso
• Elaboración de historia clínica en su caso
• Solicitud de exámenes rutinarios de laboratorios y gabinete
• Revisión del caso por el médico responsable
• Solicitud de exámenes complementarios, en caso necesario
• Establecimiento de los diagnósticos, el pronóstico y un programa terapéutico en un plazo no mayor
de 48 horas, y elaboración de nota de evolución.
Revaloración clínica
• Revisión del caso, por el director médico o el jefe de servicios, por lo menos cada quince días en
enfermos agudos y cada 30 días en enfermos crónicos o antes, a juicio del director, a solicitud del
enfermo o de sus familiares responsables.
• Actualización de exámenes clínicos.
• Elaboración de nota clínica, indicando si el paciente amerita, o no, continuar hospitalizado.
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Interconsulta
• Solicitud escrita que especiique el motivo
• Evaluación del caso por el servicio consultado
• Proposición de un plan de estudio y tratamiento
• Elaboración de nota de interconsulta.
El artículo 15 establece las condiciones en las que el egreso del enfermo se llevará a cabo. Éstas son:
• Curación
• Mejoría
• Remisión del cuadro clínico
• Por no requerir ya su permanencia en el hospital
• Traslado a otra institución
• A solicitud del paciente
• A solicitud de los familiares responsables
• Abandono del hospital sin consentimiento médico, o defunción. (Saldaña J; 2001.)
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9° Módulo
La participación en las redes sociales
Y cierre de curso
Objetivo General
1. Conocer la importancia del apoyo de las redes sociales.
Objetivo de aprendizaje
1. Orientar en la formación de redes sociales.
2. Orientar en la búsqueda de información para alternativas de apoyo social y familiar.
3. Guiar en la parte organizacional del curso.
Actividades de aprendizaje
1. Lectura del material en clase.
2. Clausura del curso
Introducción
Queremos recordar que si se considera a la familia como instancia fundamental, es decir como el único
agente comunitario en nuestro medio, ya que en ella se materializan las condiciones de vida de una pobla-
ción, los tomadores de decisiones públicas y los expertos en salud deben considerar y contribuir a recupe-
rar la dimensión humana, comunitaria, de desarrollo, proporcionando orientación para reducir los costos,
los problemas especíicos, para contribuir al desarrollo de la vida familiar y comunitaria.
Sabemos que el tratamiento integral a largo plazo es lo más conveniente para el paciente cuando se trata
de una enfermedad tan compleja como la esquizofrenia, en la que la familia desempeña un papel funda-
mental para mejorar el nivel global de funcionamiento tanto del paciente como de ella misma, su calidad
de vida y su apego al tratamiento. Para cumplir estos objetivos es necesaria la participación del paciente y
de su familia, de un equipo interdisciplinario de profesionistas y de las redes de apoyo social (Valencia M;
Rascón ML y cols., 2003).
Por lo común los miembros de la familia se encuentran vinculados con instituciones laborales, educativas o
sociales en las que quizá prestan sus servicios. En tal caso es de primordial importancia hacer hincapié en
el contacto de los integrantes de la familia con hospitales, equipo de salud, organizaciones de apoyo, entre
otras, pues todo esto conforma las redes de apoyo de una coniguración social en el cual cada una de estas
entidades mantiene relaciones recíprocas con las demás. Las unidades externas no forman un todo social,
por tanto, no constituyen un grupo organizado por sí mismas.
Las redes de apoyo de la familia no sólo incluyen a las instituciones, sino también al conjunto de individuos
que mantienen un contacto social con la familia a través de su desarrollo y que le pueden brindar apoyo o
ayuda para solucionar sus conlictos (Velasco ML, 2001).
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Guía Psicoeducativa para el Personal de Salud que brinda Atención a Familiares y Personas con Trastornos Mentales
La formación de redes sociales es una de las opciones para la reinserción de las personas con la enferme-
dad a la comunidad un ejemplo de es el siguiente.
Asimismo, se propone la creación de redes sociales de intercambio con base en los bancos de tiempo con
la inalidad de impulsar el apoyo entre familiares y pacientes, cuya problemática común es la búsqueda
de atención integral de la enfermedad mental. Este tipo de redes constituyen una parte fundamental, ya
que fomenta el trabajo colectivo, que involucra la producción potencial de estrategias que satisfagan las
necesidades de la misma comunidad y la solidaridad entre sus miembros para hacerle frente a las diversas
problemáticas que se presenten. Algunos lineamientos que son indispensables para la creación de redes
solidarias de intercambio.
Con estas herramientas se registrarán los datos de las personas interesadas en ofrecer servicios que
serán intercambiados por crédito-tiempo depositado en un banco de tiempo, que puede ser canjea-
ble por otros servicios que convengan al usuario.
• En primer lugar hay que recalcar que los grupos al tener un interés común: La atención de la enfer-
medad mental, facilitan la organización de actividades de los familiares, personas a cargo y pacientes
en cuanto a la oferta de servicios, que a su vez, serán intercambiados por otros en su beneicio.
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• La unidad de valor empleada será la hora, esta unidad funcionará como tipo de moneda y medio
de intercambio que deberá ser registrada por el coordinador elegido. La función de coordinador
también involucra trabajo, por ende el tiempo que él o ella aporte a esta tarea será considerado para
poder intercambiarlo por cualquiera de los servicios que ofrezca la comunidad.
• En principio, se sugiere que se expongan las necesidades especíicas de la comunidad por ejemplo:
Transporte, búsqueda de medicamentos, cursos psicoeducativos, cuidadores por turnos, alimenta-
ción, paseos, educación, talleres, etc. Una vez que se hayan convenido los servicios requeridos por
el grupo, se estructura la base de datos mencionada en el que se acuerden los tiempos y servicios
a ofrecer. En este sentido, supongamos que el Sr. Juan quien tiene un hermano con esquizofrenia,
ofrece 5 lugares en su carro para ir al Instituto Nacional de Psiquiatría todos los lunes de 5:00 a 7:00
pm, Lisa sufre de trastorno bipolar, pero ella ofrece preparar comida para 5 personas los lunes y los
jueves de 4:00 a 5:00 en su casa; Rubén tiene un hijo enfermo y ofrece cuidar los lunes y los viernes
3 horas por día a 5 personas. Entre estas tres personas pueden cubrir algunas de sus necesidades a
través del intercambio, en donde quizá Lisa aportará la comida a cambio de transporte y cuidado
para su mamá, el sr. Juan tiene comida y cuidado para su hermano los lunes y los viernes a cambio del
intercambio que realizó con el transporte y Rubén tendrá también comida y transporte para su hijo
los días acordados a cambio de los cuidados que él ofrecerá. La ampliación de las redes es importan-
te, por ende hay que echar mano de las relaciones que se tienen de antemano y establecer con otros
organismos, intercambios que cubran otras necesidades que quizá por el momento, la comunidad
no puede satisfacer, por ejemplo, el Sr. Juan puede conseguir precios de medicamentos más baratos
para el grupo a cambio de realizar algunas tareas que demande la empresa farmacéutica, tareas que
no necesariamente las tiene que cubrir el Sr. Juan sino que se reparten entre la comunidad, pues ella
será la beneiciaria.
• Los casos presentados son demostrativos, no se dan forzosamente como se han planteado anteriormente.
• La lexibilidad de este modelo, permite que cada comunidad adecue y se haga de herramientas
propias que satisfagan de manera singular las necesidades de la misma.
• Se recomienda bajar un software llamado cyclos que facilitará las tareas que desempeña el banco
de tiempo. En el caso de no manejar algún medio electrónico se puede hacer de forma manual, sin
embargo requerirá de mayor tiempo y trabajo pues hay que generar los archivos necesarios para
coordinar y registrar todas las transacciones realizadas por la comunidad, además de dar aviso de
cuándo y cómo se realizarán los intercambios, en conjunto con los registros de las horas abonadas y
gastadas por cada usuario.
• Los servicios que se intercambiarán sólo podrán ser deinidos a partir de los convenios establecidos
por los interesados.
• También es importante señalar que el número de personas debe ser amplio porque de esta manera,
los servicios ofrecidos serán mucho más diversos y enriquecerán signiicativamente a la comunidad.
• El intercambio aquí presentado no sólo puede realizarse intercambiando servicio por servicio, tam-
bién puede intercambiarse mercancía por mercancía o mercancía por servicio. Las variantes de inter-
cambio deben ser consensuadas y aceptadas por los miembros de la comunidad, al igual que el valor
otorgado a las mercancías en el caso de que éstas entren a las redes de intercambio.
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• Es importante señalar que el intercambio no está sujeto sólo a familiares sino también a intercam-
bios entre pacientes, que van desde cualquier expresión artística y educativa hasta oicios y labores
domésticas que ellos pueden desempeñar e intercambiar por otros servicios que requieran.
• Las transacciones deben ser respetadas por la valoración que establezca la comunidad, buscando
equidad y beneicio colectivo.
• Para obtener mayor información sobre alguno de los puntos tratados en la guía, se deben tomar
en consideración algunos consejos que nos permitirán obtener los resultados más adecuados a la
pregunta o tema que nos interese.
• Hacer una lista de las fuentes de información más relevantes para cada problema, ya sea una perso-
na en particular, una serie de libros, artículos o páginas de internet, organizándolas de tal modo que
sepamos a quién o a qué material acudir en cada caso.
• Tener un directorio con los datos de contacto de médicos, psicólogos o cualquier otro profesional al
que podamos acudir y preguntar en caso de necesitarlo.
• Ubicar y de ser posible estar inscrito, en un servicio bibliotecario donde podremos disponer de
bibliografía especializada para préstamo o consulta y donde podrán orientarnos adecuadamente
sobre los distintos métodos de búsqueda y recabación de información al interior de la biblioteca.
• Ya que la posibilidad de hallar información pertinente entre los cientos o miles de sitios web dedi-
cados a cada tema resulta remota si no se cuenta con un buen método de búsqueda, nos valdremos
de dos tipos de páginas web: los motores de búsqueda y los directorios, que nos pueden ayudar a
encontrar la información más relevante. Los buscadores, como su nombre lo dice, nos permiten ha-
cer una búsqueda por palabras dentro de todos los sitios almacenados en su base de datos, mientras
que los directorios organizan y clasiican las páginas por categorías como: Medicina, Tecnología, Arte,
etc.
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AND ó & ó +: Muestra sólo las páginas que tienen las dos palabras, independientemente de
que estén juntas o en ese orden. La mayoría de los buscadores tienen esta opción activada por
default.
NOT ó -: Muestra los resultados que contengan la primer palabra excluyendo la segunda.
OR: Muestra todas las páginas que contengan, cuando menos, una de las palabras.
“”: Las comillas sirven para buscar páginas que contengan una frase completa.
Organice el cierre del curso, invitando a realizar un festejo de in de curso con los familiares
y pacientes, en el cual se entreguen las constancias de asistencia
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Glosario
A
Angustia: Es un estado afectivo de carácter penoso que se caracteriza por aparecer como reac-
ción ante un peligro desconocido o impresión. Suele estar acompañado por intenso malestar
psicológico y por pequeñas alteraciones en el organismo, tales como elevación del ritmo car-
diaco, temblores, sudoración excesiva, sensación de opresión en el pecho o de falta de aire (de
hecho, “angustia” se reiere a “angostamiento”). En el sentido y uso vulgares, se lo hace equiva-
lente a ansiedad extrema o miedo.
Apoplejía: Cuando una parte del cerebro se lesiona por culpa de un defecto en el suministro
de la sangre con deterioro de las funciones físicas o mentales dirigidas por el área dañada. La
alteración puede deberse a uno de tres trastornos vasculares: trombosis, embolias o hemorra-
gias. El primero, la trombosis cerebral, sucede cuando una de las arterias que suministra sangre
al cerebro se estrecha, en general a causa de la aterosclerosis. La circulación sanguínea por la
porción estrechada y la rugosa arterial resulta tan precaria, que la sangre forma un coágulo
(trombo), el cual bloquea la arteria en parte o del todo.
Astenia: Estado de debilidad tanto psíquica como muscular, caracterizada por falta de energía
y la pérdida de entusiasmo, es un síntoma presente en varios trastornos, caracterizado por una
sensación generalizada de cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica.
Acatisia: La acatisia es una sensación de inquietud y tensión interna que se acompaña de ne-
cesidad de moverse. Los pacientes con acatisia presentan una gran diversidad de movimien-
tos de complejidad variable. La manifestación puede ser en forma de movimientos repetitivos
(golpeteo de dedos, cruzar piernas, caminar incesantemente sobre el mismo sitio, balanceo del
tronco…).
Acinesia: Se denomina acinesia a la disminución o pérdida del inicio del movimiento muscular
voluntario. Es un efecto, que suele pasar desapercibido, y que caracteriza porque el paciente
presenta diicultad para realizar movimientos sencillos y habituales. Produce una expresión fa-
cial de máscara, ausencia de balanceo de los brazos, un inicio lento de la actividad motora y un
habla monótona y suave. El paciente parece somnoliento y actúa sin iniciativa propia. Se debe
a una lesión de los ganglios basales y, a nivel molecular, corresponde a un déicit de dopamina.
Es típico en caso de enfermedad de Parkinson o en pacientes que están siendo tratados con
antipsicóticos
B
Biología: La biología (del griego «βίος» bíos, vida, y «-λογία» -logía, tratado, estudio, ciencia) es
la ciencia que tiene como objeto de estudio a los seres vivos y, más especíicamente, su origen,
su evolución y sus propiedades: nutrición, morfogénesis, reproducción, patogenia, etc. Se ocupa
tanto de la descripción de las características y los comportamientos de los organismos indivi-
duales como de las especies en su conjunto, así como de la reproducción de los seres vivos y de
las interacciones entre ellos y el entorno.
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C
Constructivismo: En Psicología, el constructivismo está basado en los postulados piagetianos
en los que el desarrollo de la inteligencia es construido por el propio individuo a través de la
interacción con el medio.
Células Glial: El tejido glial o «glía» (en griego, "aglutinante") fue descrito por primera vez en
1846 por el patólogo Rudolf Virchow como el tejido conectivo propio del cerebro. Muchas de las
células gliales del tejido nervioso desempeñan la función de soporte mecánico de las neuronas
y son fundamentales en el desarrollo de las redes neuronales desde las fases embrionales, pues
juegan el rol de guía y control de las migraciones neuronales en las primeras fases de desarrollo
así como la regulación bioquímica del crecimiento y desarrollo de los axones y dendritas. Son
también las encargadas de servir de aislante en los tejidos nerviosos, al conformar las vainas de
mielina que protegen y aíslan los axones de las neuronas.
D
Diagnóstico: En medicina, el diagnóstico es el procedimiento por el cual se identiica una enfer-
medad, entidad nosológica, síndrome, o cualquier condición de salud-enfermedad (el "estado
de salud" también se diagnostica).En clínica, el diagnóstico se enmarca dentro de la evaluación
psicológica, y supone el reconocimiento de una enfermedad o un trastorno a partir de la obser-
vación de sus signos y síntomas.
Diagnóstico médico es el procedimiento por el cual se identiica una enfermedad, entidad noso-
lógica, síndrome o cualquier condición de salud-enfermedad (el "estado de salud" también se
diagnostica).
Delirio: Etimológicamente viene del término latino "de-lirare" que signiica salirse del surco al
labrar la tierra. La palabra ha evolucionado para signiicar la creencia que "se sale" de la norma
establecida por el grupo de pertenencia social. En la actualidad pertenece a la nosología psi-
quiátrica en la forma de un síndrome delirante, deinitorio junto a los síndromes alucinatorios y
disociativo-autistas de todas las psicosis.
Discinesia: En medicina, es un término usado para designar los movimientos anormales e in-
voluntarios en las enfermedades nerviosas. Los movimientos anormales incluyen masticación
repetitiva, movimiento oscilatorio de la mandíbula o gesticulación facial. Ocurren tanto en la
musculatura estriada como en la lisa, siendo un síntoma típico el temblor. Actualmente no exis-
te cura para esta enfermedad.
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Disartria: La disartria, del griego dis-, malfunción, y -artros, articulación (como artrosis), corres-
ponde a una malformación en las articulaciones. Se atribuye a una lesión del sistema nervioso
central y periférico. Se distingue de una afasia motora en que no es un trastorno del lenguaje,
sino del habla; es decir, el paciente maniiesta diicultades asociadas con la articulación de fo-
nemas.
E
Edema o hidropesía: Es la acumulación de líquido en el espacio tisular intercelular o intersti-
cial y también en las cavidades del organismo.
Endorinas: Son péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Son pro-
ducidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo en vertebrados durante el ejercicio la excita-
ción, el dolor, el consumo de alimentos picantes o el consumo de chocolate, por ejemplo, el ena-
moramiento y el orgasmo, y son similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación
de bienestar.
Estigma: Antiguamente un “estigma” era la marca a hierro que se le ponía a un esclavo para
señalar a quién pertenecía. Sin embargo, hoy en día se utiliza de manera metafórica como una
marca o señalamiento que involucra una serie de valores atribuidos a una persona.
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F
Fobia: Trastorno de salud emocional o psicológico que se caracteriza por un miedo intenso
y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas1 como, por ejemplo, a los insectos
(entomofobia) o a los lugares cerrados (claustrofobia). Es un miedo persistente e irracional a un
determinado objeto, animal, actividad o situación que ofrece poco o ningún peligro real.
G
Genética: En el campo de la biología que busca comprender la herencia biológica que se trans-
mite de generación en generación. Genética proviene de la palabra γένος (gen) que en griego
signiica "descendencia".
H
Herencia: En genética, la herencia es el conjunto de caracteres fenotípicos y del genoma que
transmite un individuo a la descendencia.
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I
Integral: Global, unión de partes. Ejemplo: Programa de tratamiento
L
Latencia: Tiempo que transcurre entre un estímulo y la respuesta que produce, y, en particu-
lar, lapso entre el momento en que se contrae una enfermedad y la aparición de los primeros
síntomas.
M
Metáfora: Aplicación de una palabra o de una expresión a un objeto o a un concepto, al cual
no denota literalmente, con el in de sugerir una comparación (con otro objeto o concepto) y
facilitar su comprensión; p. ej., el átomo es un sistema solar en miniatura.
Mialgia: Dolores musculares que pueden afectar a uno o varios músculos del cuerpo y pueden
estar producidos por causas muy diversas. Estos dolores musculares pueden acompañarse en
ocasiones de debilidad o pérdida de la fuerza y dolor a la palpación.
N
Neurona: (Del griego νευρον, cuerda, nervio1 ) son un tipo de células del sistema nervioso cuya
principal característica es la excitabilidad eléctrica de su membrana plasmática. Las neuronas
están especializadas en la recepción de estímulos y conducción del impulso nervioso (en forma
de potencial de acción) entre ellas o con otros tipos celulares, como por ejemplo las ibras mus-
culares de la placa motora. Altamente diferenciadas, la mayoría de las neuronas no se dividen
una vez alcanzada su madurez; no obstante, una minoría si lo hacen. Las neuronas presentan
unas características morfológicas típicas que sustentan sus funciones: un cuerpo celular o «pe-
ricarion», central; una o varias prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos
hacia el soma celular, denominadas dendritas; y una prolongación larga, denominada axón o
«cilindroeje», que conduce los impulsos desde el soma hacia otra neurona u órgano diana.
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P
Predisposición: Inclinación o actitud que se tiene ante una cosa. Tendencia isiológica, here-
ditaria o adquirida, a contraer determinadas enfermedades.
Psicología: La psicología (del griego clásico ψυχή, psique, alma o "actividad mental", y -λογία
"-logía", tratado, estudio) es la ciencia que estudia la conducta o los comportamientos de los
individuos. La psicología es la disciplina que investiga sobre los procesos mentales de personas
y animales. La palabra proviene del griego: psico- (actividad mental o alma) y -logía (estudio).
Esta disciplina analiza las tres dimensiones de los mencionados procesos: cognitiva, afectiva y
conductual.
Psicología cognitiva: Es una escuela de la psicología que se encarga del estudio de la cog-
nición, es decir los procesos mentales implicados en el conocimiento. Tiene como objeto de
estudio los mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la
percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico.
Por cognitivo entendemos el acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar, recuperar,
reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.
Psiquiatría: (Del griego psiqué, alma, e iatréia, curación) La psiquiatría es la ciencia que se dedi-
ca al estudio y tratamiento de las enfermedades mentales. Su objetivo es prevenir, diagnosticar,
tratar y rehabilitar los trastornos de la mente.
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propia salud y bienestar, con un fundamento a largo plazo. La teoría es, entre mejor conozca el
paciente su propia enfermedad, mejor puede vivir con su condición.
Psicoproiláxis: Se trata de una práctica de límites precisos que se ubica en intersección in-
terdisciplinaria de la Psicología y la Medicina. Dicha intersección posibilita integrar al "psi" en
equipos y servicios quirúrgicos. Su práctica no se limita a la asistencia psicológica de enfermos
quirúrgicos, se extiende a su familia, se integra interdisciplinariamente, con y en el equipo qui-
rúrgico. En esta práctica el espectro de aplicaciones es heterogéneo, dado que los procedi-
mientos quirúrgicos están en relación con la enfermedad en sí, el órgano, aparato o sistema
comprometido; los riesgos, la complejidad del acto médico. Además, posibilita detectar pre-
cozmente síntomas psicológicos que pueden afectar el curso de la enfermedad y requieren
asistencia psicológica en: oncología, trasplantes de órganos, urgencias y emergencias, cuida-
dos intensivos, cuidados paliativos y pacientes con límite de vida, entre otras especialidades.
S
Serotonina: Neurotransmisor que se sintetiza a partir del aminoácido triptófano. En el cere-
bro las vías serotoninérgicas ejercen principalmente un control inhibidor. La serotonina o 5HT
está relacionada con los estados emocionales y el estado de ánimo, se cree que la serotonina
representa un papel importante como neurotransmisor, en la inhibición de la ira, la agresión, la
temperatura corporal, el humor, el sueño, el vómito, la sexualidad, y el apetito. Estas inhibiciones
están relacionadas directamente con síntomas de depresión.
Síndrome: Un síndrome se caracteriza por agrupar diversos síntomas que caracterizan una
determinada enfermedad o bien describe al grupo de fenómenos propios de una situación
especíica. En medicina, un síndrome (del griego συνδρομή syndromé, 'concurso') es un cuadro
clínico o conjunto sintomático que presenta alguna enfermedad con cierto signiicado y que
por sus características posee cierta identidad; es decir, un grupo signiicativo de síntomas y
signos (datos semiológicos), que concurren en tiempo y forma, y con variadas causas o etiología.
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T
Terapia: En medicina, tratamiento es el conjunto de medios de cualquier clase, higiénicos, far-
macológicos, quirúrgicos o físicos (véase isioterapia) cuya inalidad es la curación o el alivio (pa-
liación) de las enfermedades o síntomas, cuando se ha llegado a un diagnóstico. Son sinónimos
terapia, terapéutico, cura, método curativo.
Terapéutica: Parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el tratamiento de
las enfermedades.
Trastorno: El término trastorno tiene diferentes usos. Puede hacer referencia a una alteración
leve de la salud o a un estado de enajenación mental.Según el manual diagnostico y estadís-
tico de los trastornos mentales DSM-IV (APA, 1994), el conjunto de patologías categorizadas
dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) se caracterizarían por alteraciones
generalizadas en diversas áreas del desarrollo del individuo, principalmente en tres dimensio-
nes especiicas: la interacción social, la comunicación y la presencia de intereses y activida-
des estereotipadas, algunos autores consideran más adecuado utilizar en el campo de la salud
mental el término "trastorno mental" (que es el que utilizan los dos sistemas clasiicatorios de
la psicopatología más importantes en la actualidad: la CIE-10 de la Organización Mundial de la
Salud y el DSM-IV-TR de la Asociación Psiquiátrica Americana). Sobre todo en aquellos casos en
los que la etiología biológica no está claramente demostrada, como sucede en la mayoría de
los trastornos mentales.
Fuentes:
1. Linazasoro G. Trastornos del movimiento inducido por fármacos. En:López del Val J, Lina-
zasoro G. Los Trastornos del Movimiento. 3ª Edición. Madrid. Línea de Comunicación. 2004;
249-262.
2. http://www.enciclopedia-medicina.com21x.com/info/medicina-familiar/ACINESIA-Enci-
clopedia-basica-de-medicina-familiar_974499514_p.html
3. Instituto Nacional de Desórdenes neurológicos y derrames cerebral (Septiembre 2012) Dis-
tonía (en línea) Medline Plus : US. Recuperado 26 de Octubre del 2012.
4. Diccionario de Especialidades Farmacéutica 2008.
5. Manual de Psicofarmacología; Ed. Chavez-Leon E; Del Bosque G J; Ontiveros U MP; Asocia-
ción Psiquiátrica Mexicana: Primera Edición 2007.
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DIRECTORIO SECTORIAL DIRECTORIO INSTITUCIONAL