VEGAS, Mercedes (1973) Cerámica Común Romana Del Mediterráneo Occidental

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UNIVERSIDAD DE BARCELONA

MERCEDES VEGAS
,
C,.ERAMICA
,
COMUN ROMANA,
DEL MEDITERRANEO
OCCIDENTAL

INSTITUTO -DE ARQUEOLOGÍA Y PREHISTORIA 1973


CERÁMICA COMÚN ROMANA
DEL l\1EDITERRÁNEO OCCIDENTAL
UNIVERSlDAD DE BARCELONA
INSTITUTO DE ARQUEOLOGÍA Y PREHISTORIA

MERCEDES VEGAS

, ,
CERAMICA COMUN ,ROMANA
DEL MEDITERRANEO
OCCIDENTAL

PUBLICACIONES EVENTUALES N.º 22


19 7 3
DEPÓSITO LEGAL, B. 27760 - 1973 Cua Provincial de Caridad
I.S.B.N. 84-600-5747-x Imprenta· Sscuela
Uno de los avances más pos1t1vos de nuestro tiempo es el reconocimiento
del inmenso valor que tiene la documentación arqueológica como fuente histórica.
La nueva orientación historicista, que superando la manida cadencia tradicional de
personajes y batallas ha revalorizado el prístino concepto helénico, exige para toda
interpretación el conocimiento estricto del contexto como único modo de conocer
el desarrollo económico, social, religioso y político de las comunidades humanas.
Para ello el manejo exclusivo de las tradicionales fuentes escritas nos ofrece, en el
mejor de los casos, una documentación enormemente limitada y no pocas veces
inexacta, de la que sólo se salvan determinadas pinceladas, atribuibles más a genia­
les intuiciones de algunos historiadores antiguos que a un verdadero conocimiento
de las realidades históricas. La investigación arqueológica ha puesto por primera
vez en manos de los historiadores un inmenso caudal de documentación nueva,
totalmente objetiva y, lo que es aún mejor, susceptible de ser comprobada indefi­
nidamente.
En la nueva línea de exigencia, y dentro de las fuentes arqueológicas, quizá
sea la cerámica el elemento más rico, variado y abundante, y por consiguiente el
que ofrece mayores posibilidades para el conocimiento de un determinado ambiente
humano. Nada tiene de estraño, por consiguiente, el gran interés que su estudio
tiene hasta su mínimo detalle y el que la ceramología haya llegado a constituir una
verdadera rama especializada dentro de los estudios arqueológicos.
Es cierto que el reconocimiento del valor de la cerámica como fuente his­
tórica es fruto de un proceso lento e indirecto, en el que ha jugado un papel de
primer orden la cerámica griega más por su inmensa riqueza decorativa que por
sí misma. Sin duda la cerámica griega interesó primero como verdadero arte, luego
como ampliación y confrontación de la religiosidad, de la mitología y del género
de vida griegos, y sólo últimamente, por su valor de índice económico, cronológico
y, en definitiva, como pura fuente histórica.
Esa orientación inicial ha pesado, como era de esperar, en el estudio de la
VI CERÁMICA COMÚN ROMANA

cerámica romana, pese a su profunda diferencia de la cerámica griega, por lo que


nada tiene de particular que fuera la bella cerámica aretina y en general la sigillata
la que por su decoración llamara primero la atención. Consecuencia del mismo
proceso es el mejor conocimiento de las producciones de lujo, de las vajillas y últi-
mamente las ánforas, por la espectacularidad y novedad de las investigaciones
submarinas, frente a la gran masa de cerámicas comunes.
Pero la aceptación de la cerámica como fuente histórica no podía limitarse
a una determinada producción que podía ser condicionada por simples imperativos
de moda, de comercialización o de nivel de vida, sino que exige la utilización total,
único modo de poder valorar aspectos y matices de suma importancia, como puedan
ser el índice de la tradición local, cambios en el régimen alimenticio, género de
vida, etc., para lo que el conocimiento de la cerámica más insignificante, por su
inmenso volumen, puede ofrecer interesantes .datos. Con ello se impuso la nece-
sidad de estudiar la cerámica común.
Hemos de reconocer que su estudio no es nada fácil y exige del investigador
una inmensa dosis de voluntad que causa admiración y que sólo puede mantenerse
con la fe más absoluta en el valor que alcanza como fuente histórica, puesto que
representa un esfuerzo que sólo tiene compensaciones en el campo más estricta-
mente científico, a diferencia de otros aspectos de la propia investigación arqueo•
lógica. Por ello es inmensa nuestra deuda con· quienes. han centrado su trabajo en
parcelas como el estudio de las cerámicas vulgares.
El reconocimiento del gran valor de la cerámica común romana en nuestro
Occidente, que representa más del ochenta por ciento de. los materiales que apa-
recen en toda excavación de esta época, ha movido al Instituto de Arqueología y
Prehistoria de la Universidad a interesarse desde el primer momento en los trabajos
de doña Mercedes Vegas, en su magnífico afán de obtener una clasificación clara
y una ordenación de la cerámica común romana de nuestras tierras .. Ya en 1964
pudimos publicar su Clasificacióntipológicapreliminar, que desde entonces ha servido
de guía importante y referencia obligada en todos los trabajos de campo.
Durante años la conexión de Mercedes Vegas con el Instituto nos ha permi-
tido seguir paso a paso su trabajo, que ha culminado en la magnífica tesis doctoral
que premió nuestra Universidad con la máxima calificación. Numerosos trabajos
monográficos han reflejado la marcha de sus. estudios. Hoy el Instituto de Arqueo-
logía y Prehistoria acoge con inmensa satisfacción el estudio completo en su lista
de publicaciones, con la seguridad de ofrecer no sólo una obra importante, sino
extremadamente útil para cuantos tengan que enfrentarse con la arqueología.romana:
Con precisión admirable, con gran profundidad y verdadera erudición se
ofrecen los análisis tipológicos de las principales formas de la cerámica común
romana del Mediterráneo occidental, agrupadas por su funcionalidad. No hay
PRÓLOGO VII

concesiones al detalle inoperante ni prurito de multiplicaciones tipológicas innece-


sarias y abusivas, como por desgracia es frecuente. Por lo mismo la utilidad de este
libro es bien manifiesta y nuestra felicitación a Mercedes Vegas sin reserva. Hay,
además, un hecho que queremos destacar, y es el valor que adquiere un elemento
aparentemente tan insignificante como la cerámica común en el proceso de la
romanización y unificación cultural del Occidente. Es en verdad impresionante ver
hasta qué punto el genio romano logra introducir en nuestra tierra un modo de
vivir homogéneo, lo que constituye una de las no menores enseñanzas de este libro.

JUAN MALUQUER DE MOTES


INTRODUCCIÓN

El estudio de la vajilla fina de época romana se ha demostrado de gran


utilidad para la datación, y diversas publicaciones sobre la terra sigillata prueban
el interés de los arqueólogos en esta clase de cerámica. En cambio el estudio de la
llamada cerámica común, es decir, de la cerámica de cocina y en parte también de
mesa, pero no precisamente sigillata y afines, ha sido bastante abandonado. Las
principales tipologías sobre cerámica común han sido hechas por los autores ale-
manes basándose en el material de excavaciones de su país. Por tratarse de una
región periférica, donde las culturas mediterráneas no habían llegado antes de la
ocupación de ese territorio por los romanos, los yacimientos germanos ofrecen unos
puntos fijos de gran importancia para la datación de la cerámica; pero - aparte
de para un cierto tiempo y para ciertos tipos determinados - las formas tienen
vigencia sólo en ámbitos provinciales y por ello estas tipologías ofrecen únicamente
un ii¡terés relativo para nuestros fines. También los autores ingleses han estudiado
esta cerámica en su país y autores americanos se han ocupado de ella en la región
oriental del Mediterráneo. Sin embargo, las formas vigentes en la zona medite-
rránea oriental difieren bastante de las de la zona occidental y sólo excepcional-
mente existen tipos comunes.
En la región mediterránea occidental no se había dado hasta hace poco
a la cerámica común la importancia que merece y muy a menudo no se conser-
vaban los fragmentos de ella encontrados en las excavaciones. Sin embargo, dado
que su número es mucho mayor que el de la cerámica fina de mesa, en muchas
ocasiones representa el único elemento a mano para una datación. Además, y al
igual que otras clases de cerámica, su estudio permite sacar conclusiones de carácter
económico y comercial basadas sobre todo en las áreas de dispersión de los distintos
ti pos cerámicos.
Así, pues, nos encontramos con un campo en el que los estudios son escasos
y fragmentarios para la región mediterránea occidental, que comprende Italia, el
sur de Francia, España y la zona costera de África del Norte, si bien en esta región
existen diversos tipos propios que no pueden ser incluidos en una tipología general.
El material de las necrópolis ha sido ya desde hace tiempo objeto de publi-
caciones, pero el número de tipos que se encuentran en ellas es bastante restrin-
2 MERCEDES VEGAS

gido y no permite darse una idea de la riqueza de formas de la cerámica común


romana; además - desgraciadamente - en el pasado se publicaba muy a menudo
junto, todo el material de un cementerio, es decir, no se conservaba separado el
ajuar de cada tumba, por lo que no era posible sacar conclusiones de valor crono-
lógico para los distintos tipos.
Los pecios, sobre todo los que contienen ánforas, son también últimamente
objeto frecuente de publicaciones. Las ánforas gozan por el momento del favor de
los estudiosos, en parte porque la arqueología submarina ha permitido el hallazgo
de depósitos importantes con muchos ejemplares íntegros.
En los lugares de habitación, por el contrario, los objetos están muy frag-
mentados, y su estudio y clasificación ofrece, por lo tanto, serias dificultades. Sólo
prácticamente desde la segunda mitad de este siglo se incluyen en las publicaciones
los dibujos de los fragmentos de cerámica común, aunque deben señalarse algunas
excepciones, como la del estudio de la cerámica de Numancia en el año 1929;
pero son excepciones que confirman la regla, ya que las excavaciones y el estudio
de la cerámica de N umancia fueron realizadas por los alemanes.
La ceramología en el Mediterráneo occidental ha sido iniciada por N. Lam-
boglia. Él, no sólo ha puesto las bases para la tipología de las vajillas de mesa hele-
nística y romana de esta región (campaniense y terra sigillata chiara), sino que
además en su publicación Gli scavi di Albintimilium e la cronologiadella ceramicaromana
se ocupa por primera vez seriamente de la cerámica común de un lugar de habi-
tación. Al presentar el material de los estratos incluye los dibujos de todos los
fragmentos y una somera descripción de la forma y el material de los mismos y
además hace también un ensayo de clasificación para algunos tipos.
En los últimos veinte años se han sucedido algunos otros ejemplos de publi-
caciones de excavaciones en los que se presenta una muestra exhaustiva del material
cerámico encontrado en los distintos niveles, pero el estado fragmentario de los
objetos no permitía, en general, una clasificación de los mismos y además se trata
a veces de formas locales que tienen vigencia en una área muy limitada. De gran
importancia es el reciente estudio del material de las «terme del nuotatore» en
Ostia, ya que tratándose del puerto de Roma llegaron allí gran cantidad de objetos
de todas las partes del Imperio.
El objetivo de este trabajo es, pues, establecer una tipología de la cerámica
común romana que sea válida para la región mediterránea occidental y más preci-
samente para la parte norte de la misma. Habiéndome ocupado en Alemania del
estudio de la cerámica común del campamento militar de Novaesium (e. p.), decidí
emprender el estudio de la misma en España y hace algunos años (1964) publiqué
un primer intento de tipología basado en el material de Pollentia, limitándome,
sin embargo, a un número restringido de formas. Otros trabajos en Italia (Gabii)
y en el sur de España (Munigua) me permitieron constatar que en esta clase de cerá-
mica aparecen en los distintos yacimientos, junto a formas locales, otras de difusión
extraprovincial y algunas incluso que están extendidas por todo el Imperio. Por
ello he considerado importante hacer una clasificación de la cerámica común,
tratando principalmente las formas propias de áreas relativamente grandes y que
sobrepasan el límite de una administración territorial o provincial, pero dejando
fuera de consideración o tratando sólo someramente las formas locales.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 3

Este estudio está basado en primer lugar en el material procedente de las


excavaciones que la Fundación Bryant ha efectuado en la ciudad romana de Po-
1lcntia (Mallorca). En años anteriores he estudiado una parte del material cerámico
de estas excavaciones/ al cual incorporo ahora el resto inédito. La ciudad, fundada
por Q. Caecilius Metellus en el año 123/122 a. de J.C., florece durante toda la
época romana y es destruida por los vándalos. 2 Sus hallazgos, por lo tanto, nos
permiten estudiar la evolución de la cerámica romana desde la época tardo-repu-
blicana hasta el final del Imperio. Sin embargo, la estratigrafía de la ciudad,
a excepción de los niveles de la Calle Porticada, no ofrece muchas garantías por
estar los restos muy en superficie y, por lo tanto, en parte mezclados. La cerámica
fina (campaniense y terra sigillata), las lucernas y los hallazgos monetarios per-
miten distinguir tres áreas en las que la cerámica común presenta asimismo carac-
terísticas propias y distintas entre sí. Ellas son: la Calle Porticada y la Calle Norte-
Sur; la Casa Noroeste y la zona Norte de la Casa de los dos Tesoros; la Casa de
los dos Tesoros. La Calle Porticada y la Calle Norte-Sur han sido excavadas hasta
la tierra virgen, y su estratigrafía nos da valiosos puntos de apoyo para el período
tardo-republicano y augústeo: los niveles VI a IV de la Calle Porticada perte-
necen a la época republicana; el nivel III es preponderantemente augústeo; en los
niveles II y I predomina material del siglo I d. de J.C. mezclado con algunos frag-
mentos más tardíos, sobre todo en el nivel I. El nivel II de los Cuadros XI y XII
de la Calle Porticada (cuadros que corresponden en realidad no a la calle sino
a una casa) es más antiguo, correspondiendo al período augústeo precoz. La Calle
Norte-Sur presenta cuatro niveles además de uno superficial: el nivel I es del
siglo r d. de J.C. y los tres inferiores se corresponden con los niveles III a VI de la
Calle Porticada, es decir, son del siglo r a. de J.C.
La llamada Casa Noroeste - que comprende una serie de habitaciones
pequeñas situadas junto a la muralla, seguramente tiendas - puede a grosso modo
fecharse en su parte Norte, es decir, habitaciones A hasta E, desde mediados del
siglo r d. de J.C. hasta principios del siglo n, o sea desde la época de Claudio a la
de Trajano, inclusive. La sigillata sudgálica e hispánica, así como los pocos frag-
mentos de clara A, apoya esta datación. 3 También el material de las habitaciones
al norte de la Casa de los dos Tesoros es del siglo I d. de J.C. Una datación más
firme la proporciona el material del sondeo en el peristilo de la Casa de los dos
Tesoros, con formas semejantes a las de la Casa Noroeste y Norte de la Casa de
los dos Tesoros. 4 El nivel II de la Casa Noroeste es, en cambio, del siglo r a. de J.C.,
pero hay poco material en ese nivel.

1. M. VEGAS, «Vorlaufiger Bericht über romische Gebrauchskeramik aus Pollentia (Mallorca)», Bomzer Jahr-
biicher, 163, 1963, p. 275 ss. - M. VEGAS, Clasificación tipológica j,reliminar de algunas formas de la cerámica comlÍn romana (Barce-
lona, 1964). - M. VEGAS, «Spatkaiserzeitliche Keramik aus Pollentia (Mallorca, Spanien)», Bonncr Ja!trbiic!ter, 165, 1965,
p. I08 SS.
2. La conquista de Mallorca por los vándalos ha sido fechada en los años 425-426 d. ele J.C., cf. G. RosELLÓ,
«La evolución de Palma en la Antigüedad», Boletín de la Cámara oficial de Comercio, Industria)' Navegación de Palma de l\1a-
llorca, GI, 1961, p. 132, nota 80.
3. La presencia de algunos fragmentos más tardíos en las habitaciones E-F y H no es de extrañar, estando los
pisos ele estas habitaciones bastante cerca ele la superficie actual.
4. Se hizo un sondeo bajo el mosaico del peristilo ele la Casa ele los dos Tesoros. El piso ele mosaico aísla com-
pletamente el estrato impidiendo la mezcla ele su material con el de estratos superiores, mezcla que clesgraciaclamente
no es posible evitar casi nunca en los otros estratos ele Pollentia. La cerámica más tardía encontrada en este sondeo es ele
época claudia.
4 MERCEDES VEGAS

Para la cerámica tardo-imperial (segunda mitad del siglo m hasta el siglo v


d. de J.C.) contamos con el material de la Casa de los dos Tesoros y el de las habi-
taciones F a i de la Casa Noroeste, si bien en estas últimas los hallazgos cerámicos
son escasos. U na mayor precisión en la datación de la cerámica del Bajo Imperio
no se puede lograr porque en la Casa de los dos Tesoros los dos niveles existentes
contienen sin distinción sigillata clara C, que comienza antes de la mitad del
siglo rn, clara D y estampada roja y gris del siglo v. 5
No existe en Pollentia ningún conjunto que permita identificar la cerámica
del período entre 150 y 250 d. de J.C., y desgraciadamente las formas de esta época
son en general poco conocidas: 6 perviven en este período muchas de las vasijas
que comienzan en la segunda mitad del siglo I d. de J.C., y probablemente frag-
mentos así fechados se encuentran en el estrato I de la Calle Porticada y mezclados
con cerámica posterior en las habitaciones F-i de la Casa Noroeste y en la Casa
de los dos Tesoros.
La tabla que se presenta a continuación muestra la repartición en el tiempo
de las formas de cerámica común de Pollentia. El primer grupo (Calle Porticada-
Calle Norte-Sur, excepto niveles superiores) comprende la cerámica del siglo 1
a. de J.C. y más precisamente desde 123/122 a. de J.C. - año de fundación de la
ciudad - hasta la época augústea inclusive. El segundo grupo (Casa Noroeste-
Norte Casa de los dos Tesoros - niveles superiores de las dos Calles citadas) con-
tiene sobre todo cerámica del siglo I d. de J.C. y más precisamente desde la época
de Claudio a la de Trajano inclusive. El último grupo contiene cerámica de los
siglos III a v d. de J.C., si bien la mayoría del material debe pertenecer a finales
del siglo III al siglo IV y a comienzos del v, ya que la invasión de Mallorca por los
vándalos ha sido fechada en el 425/426 d. de J.C.
Para apoyar y completar los resultados que ofrece el estudio de la cerámica
de Pollentia se ha tomado en consideración el material de otros yacimientos. Ello
además era necesario para ver la expansión geográfica de los diferentes tipos. A con-
tinuación se da un resumen de los principales yacimientos que han sido tenidos en
cuenta, sobre todo por ofrecer una garantía cronológica.

Albintimiliurn. - Ciudad romana situada en la costa ligur.


La publicación de N. Lamboglia sobre las excavaciones de Albintimilium 7
es una fuente preciosísima para el estudio de la cerámica romana en la cuenca
mediterránea por estar basada en una buena estratigrafía y comprender material
que abarca desde el 180 a. de J.C. hasta el siglo v1 d. de J.C. La similitud entre la
cerámica de Pollentia y la de Albintimilium fue en realidad el principal motor
de este estudio, pues me permitió reconocer que no sólo para la cerámica fina, sino
también para la común, imperaban las mismas formas en el área mediterránea
occidental.

5. Desgraciadamente la estratigrafía de Albintimilium no es para esta época de ninguna ayuda: estrato I con-
tiene material de los siglos v y vr d. de J.C. y estrato II del período entre 250-400; como el estrato I se presenta - a excep-
ción de en la habitación V con poco material - unido al estrato II, resulta que la cerámica contenida en ellos cubre
un período de tres siglos y medio.
6. Una excepción la representa el material de la estancia IV de «Le terme del Nuotatore» en Ostia, que está
fechado en la primera mitad del siglo m d. de J.C.
7. N. LAMBOGLIA,Gli scavi di Albintimilium e la cronología della ceramica romana (Bordighera, 1950).
CERÁMICA COMÚN ROMANA 5

La nave de Albenga. - Pecio de una nave dedicada al transporte de ánforas


de vino hallado frente a la ciudad italiana de Albenga, en la costa ligur.
El material de este pecio que, además de las ánforas, contenía diverso ma-
terial cerámico para el servicio a bordo, ha sido publicado por N. Lamboglia en 1952
y fechado entre el rno y el 80 a. de J.C. 8

Sutri. - Alfar situado en las cercanías de la ciudad de Sutri, en Etruria


meridional.
Este alfar ha sido publicado por G. C. Duncan en Papers of the British School
at Rome en 1964.9 El yacimiento es de gran importancia porque da a conocer la
cerámica que se fabricaba en Italia Central. El período de producción no fue muy
largo, y esto permite una datación exacta en el tercer cuarto del siglo I d. de J.C.

Gabii. - Ciudad romana situada en la vía Praenestina, rno estadios al este


de Roma.
Una parte de la cerámica de esta ciudad ha sido estudiada por mí en un
artículo aparecido en los Bonner Jahrbücher de 1968.10 Se trata del material de
un pozo que debió rellenarse a mediados del siglo I d. de J.C. En efecto, éste es el
material más tardío, mientras el más antiguo parece pertenecer al siglo II a. de J.C.
El material está revuelto, de manera que el pozo debió rellenarse de una vez al
ser puesto fuera de uso, pero reviste importancia no sólo porque nos da a conocer
la cerámica empleada en los alrededores de Roma (y por lo tanto en Roma misma),
sino también porque la fecha tope puede considerarse como segura.

Ostia. - Excavaciones en las termas del Nadador.


El seminario de Arqueología de la Universidad de Roma inició en 1968 la
publicación de las excavaciones efectuadas en «le terme del nuotatore» de la ciudad
ostiense. 11 La primera publicación, que estudia el «ambiente IV», comprende
material principalmente del segundo cuarto del siglo m d. de J.C. y resulta de
gran importancia, ya que raramente se tienen fechas tan precisas para esa época.
La segunda publicación ( 1970) trata del material del «ambiente I» fechado en
su mayor parte en época flavia (estrato V).

Tarragona. - Excavaciones efectuadas en el Claustro de la Catedral de la


capital de la Tarraconensis han dado a conocer finalmente una estratigrafía de
esta ciudad.
El material publicado por Chr. B. Rüger en Madrider Mitteilungen de 196812
ofrece una datación de los distintos niveles. Dos grupos de estratos, con tres
siglos de diferencia entre cada grupo, permiten una clara diferenciación de la
cerámica del siglo I de aquella del siglo 1v. Los niveles H-G están fechados desde

8. N. LAMBOGLIA,«La nave romana di Albenga», Riv. Studi Liguri, 18, 1952, p. 131 ss.
9. G. C. DuNCAN, «A Roman Pottery near Sutri», Papers British School at Rome, 32, 1964, p. 38 ss.
ro. M. VEGAS, «Romische Keramik von Gabii (Latium)», Bonner Jarhbücher, 168, 1968, p. 13 ss.
11. Seminario di Archeologia e Storia dell' Arte Greca e Romana dell'U niversita di Roma. Studi miscellanei 13:
Ostia I (Roma, 1968). Studi miscellani 16: Ostia II (Roma, 1970).
12. CH. B. RüGER, «Ri:imische Keramik aus dem Kreuzgang der Katedrale von Tarragona», llfadrider Mitteilungett,
9, 1968, p. 237 SS.
6 MERCEDES VEGAS

época de Tiberio a comienzos de la de Vespasiano; los niveles E-F son de la segunda


mitad del siglo 1v; el nivel D, de comienzos del siglo v d. de J.C. Es decir, que en
este lugar se construyó durante el siglo I y, a partir de la época de Vespasiano,
estando completo el edificio allí situado, no se tocó hasta la segunda mitad del
siglo 1v.

Numancia. - Campamentos romanos de Escipión para la conquista de la


ciudad, efectuada en 133 a. de J.C. Hay también un campamento n1.ás tardío de
Sertorio (81 a. de J.C.).
La gran masa del material de los campamentos militares alrededor de
N umancia, estudiado por C. Koenen,1 3 pertenece a la segunda mitad del siglo n
y principios del siglo I a. de J.C. (campamento de Sertorio).

Munigua. - Ciudad romana situada en el interior de la Bética (Sierra


Morena).
La cerámica procedente de una villa urbana ha sido publicada por mí en
Jv.fadriderMitteilungen de 1969.11 La terra sigillata sudgálica fecha el conjunto
exactamente durante los reinados de Nerón y Vespasiano, de manera que aquí
nos encontramos también con cerámica típica del tercer cuarto del siglo I d. de J.C.
Debe, sin embargo, observarse que en Munigua, a diferencia de en los otros yaci-
mientos citados, hay una serie de formas de ámbito exclusivamente local. 15
Ha servido también de ayuda para la datación el material de los campa-
mentos militares germánicos de época augústea y claudia. 16
Una serie de comparaciones lo más extensa posible con el material de otros
yacimientos permite darse cuenta de la extraordinaria difusión de ciertos tipos y,
viceversa, de la limitación de otros.

13. C. KoENEN, «Die Keramik aus den Lagern des Scipio und den Lagcrn bei Renieblas», en A. SCHULTEN,Die
flrgcbnisse der Ausgrabungenr905-1912. Vol. 1v: Die Lager bei Renieblas (München, 1929).
14. M. VEGAS,«Munigua, Romische Keramik des l. Jahrhunderts n. Chr.», ll-1adrider
Mitteilungen, 10, 1969, p. 199 ss.
15. Las mismas formas se encuentran también en Granada, es decir, que parecen ser peculiares de la Bética.
16. S. LOESCHCKE,«Keramische Funde in Haltern», Mitteilungen der Altertumskommissionfür Wesifalen, 5, 1909,
p. 103 ss. - S. LoEscnmm, «Die romische und die belgische Keramik aus Oberaden», en: Das Romerlagerin Oberaden,
vol. 11 (Dortmund, 1942). - E. RnTERLING, «Das frühromische Lager bei Hofheim i. T.», Annalen des Vereinsfür Nassauische
AltertumJkunde and Gcschichtiforschung,40, 1912.
Siglo I a d. J.C. ::,iglo I d. de J.C. Siglos III y IV d. de J.C.

C.P. I-X C.P. XI-XII C.N.S. C.P. C.N.O.


C.N.S. C.N.0.
Niveles N.C.T. C.N.0. G1 - G1 C.T.
N1v. II-IV Nivel II
Niveles III IV V-VI Niveles II-III IV V-YI I-sup. I II pozo i

l. Ollas borde vuelto hacia afuera ............. 5+ l(A) 4 5 3 2+2(A) 3 6 5+1(A) 3 26 6+13(A)
2. Ollas borde almendrado .................... 3 JO 5 3 18
3· Ollas borde vuelto hacia adentro ... ......... 2 6
2 6 1 I 5
4· Cuencos borde horizontal. .................. 9 3 2 3
38 8 2 52 16 60
5· Cuencos borde aplicado .................... 7
6. Cazuelas fondo estriado .................... 3 19 4 55 20 56
7 a-c. Morteros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _....... 2 2 4
7 d. Morteros con visera ...................... 24
8. Cuencos carenados ......................... 2

9· Cuencos carenados tardo-romanos ............ 5


10, Cuencos con visera ........................ 4
I J. Cuencos con pitorro ....................... 9
12, Grandes vasijas ............................ 5 21
13. Platos borde engrosado .... ................. 2 5
14. Platos borde bífido ......................... JI 4 7 4 7 11 3
15. Fuentes rojo-pompeyanas ................... 3 4 9 4 2 4 20 I 5 6+2(A) 2 3+2(A)
16 a. Tapaderas borde ahumado ... .......... .. . 23 7 9 9 7 20 2 8 8 4 31
16 b-c. Platos borde ahumado .................... 18 48 15 62
17. Tapaderas ................................ 4 9 6
18. Coladores ... . ..............................
19. Embudos .................... . ..... ' ......

20, Platos imitación vajilla de mesa ............. 2 2


2J. Copas imitación vajilla de mesa ............. I 2 2
22, Copitas con reborde interior ................ 2 5 3 3 2 6 8 9
23. Cubiletes borde ganchudo .................. 2 6 6 I 12
24. Cubiletes borde cóncavo .................... 3+2(A)+1(B) 3+2(A)+ I(B) 3+I(A) 2 I + l (B) 12+1(A) l(B)
25. Cubiletes borde de bastoncillo (Aco) ........ 2 2(A)
26. Cubiletes borde engrosado .................. 4
27. Cubiletes borde oblicuo ....................
28. Cubiletes cónicos borde liso .................
29. Vasitos cilíndricos. . . . . . . . . . . . . . . . . .........
30. Vasitos con altos bordes oblicuos ............
31. Vasitos globulares .......................... l (a) I (a) 2(a) 4(b) 4(b) 4(b) I (c) 31 (c)
32. Vasitos «cáscara de huevo» .................
33· Tacitas agallonadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...
34 ª· Boles lisos ............................... 2
8 6
34 b-e. Boles decorados . . . . . . . . . . . . .............. 13

35· Vasitos con dec. hojas de agua ............. 3


36. Cantharos .................................
37. Jarras dos asas y cuello cilíndrico ........... 2 4
38. Jarras un asa y cuello largo ................ 2 2 3 3 5 5
2 l
39· Jarras cuello corto .........................
40. Jarras dos asas y cuello combado ........... 2
41. Jarras un asa, cuello estrecho, borde liso .. 3 2 4
42. Jarras cuello moldurado .................... 9
. . . . .. . . . .
43· Jarras cuello ancho ..............
2 13+7(B) 3 5
44· Bocales y jarras con cuello poco pronunciado. 3 3 3 3
I 2
45· Bocales y jarras carenados ..................
46. Jarras con pico trilobulado ......... 6
47. Vasitos globulares monoansados .... ....... , . 2 3
48. Ollas para provisiones ............... 2 2
49· Dolios .....................................
50. Ánforas vinarias borde engrosado .... .. 9 3 5 2 2 5(A) 1

51. Ánforas vinarias borde de bastoncillo ........ 3 2 2 1 3 2 2 3 4 3 3 12 4


52. Cadi ..................................... 1 2
2 2 6 6 II
53· Ánforas de salsa, borde vuelto hacia afuera .. 7 3
2
54· Ánforas con reborde vertical ................
2 2 2 2 6
55· Ánforas globulares de aceite ................ 3 4 5
56. Ánforas con base plana ..... ...... ' ......... 2
57· Ánforas «tipo africano grande». ...........
58. Ánforas «tipo africano pequeño». ........... 3
59· Ánforas elípticas .....................
60. Ánforas «púnicas» ... ....................... 2
61, Tapones de ánforas ........................ 2 5
62. Tapaderitas de ánforas ..................... 3 4 2 3 6 2 4 4
63. Ungüentarios .............................. 13 6 5 3
64. Incensarios ................................. 2
DIVISIÓN DE LA CERÁMICA SEGÚN SU FUNCIÓN

Para una clasificación de la cerámica es necesario basarse en primer lugar en


la función de los objetos tratados. Éstos tuvieron ante todo un uso doméstico, pero
asimismo funerarioyceremonial. Generalizando puede decirse que los mismos objetos
cumplieron las tres funciones, es decir, que no hay formas propias para cada una de
ellas, ya que para el uso sacro - funerario o de ofrendas a las divinidades - se
utilizaron los objetos de uso cotidiano. Por ello el estudio de estos últimos reviste
una mayor importancia, abarcando - como hemos dicho - al conjunto. Algunas
excepciones deben, sin embargo, tenerse en cuenta: la patera es la vasija romana
para los sacrificios por excelencia; su nombre nos es conocido por las fuentes y su
forma por las representaciones de sacrificios. Esta vasija no se encuentra, pues, entre
los objetos de uso doméstico. 17 El turibulum o thymiateriumpertenece también a los
objetos sacros, pero éste, en cambio, se encuentra a menudo entre los utensilios de
uso cotidiano en una casa, ya que no sólo se empleaba para quemar incienso o per-
fumes en los altares domésticos a los lares, sino también para perfumar estancias.
Existe además la fabricación de objetos cerámicos para el exclusivo culto funerario;
se trata, sin embargo, entonces de una simplificación de los objetos de uso
diario: los tipos son los mismos, pero de fabricación somera, ya que no tienen que
ejercer una función utilitaria; así, por ejemplo, las jarras y lucernas de los cemen-
terios renanos, todas de pequeño tamaño y manufactura descuidada y las jarras
con una base desigual y tan minúscula que no pueden mantenerse en pie. 13 Este
trabajo rápido bajaría el precio de coste, y así el cliente humilde podía cumplir la
obligación ritual sin tener para ello que desprenderse de objetos útiles o desdi-
nerarse en demasía.
Los objetos de uso doméstico según su función se dividen en:

A) Vasijas de cocina. - En este grupo se incluyen las vasijas para cocinar,


para la preparación de los alimentos y para lavar. Son utensilios simples y prácticos,
en latín conocidos bajo el nombre de vasa coquina(to)ria. Las ollas y cuencos se
17. La palabra patera designa también a una va,ija plana para beber, bastante semejante a la usada para los sacri-
ficios, pero sin mango ni omphalos. La palabra aplicada a los platos debe evitarse, ya que para ellos usaban los romanos
la palabra patina.
18. Véase entre otros H. CüPPERS, BonnerJahrbücher, 164, 1964, p. 97 ss. - W. HABEREY, BonnerJahrbücher, 147,
1942, p. 249 ss.
8 MERCEDES VEGAS

emplean para cocer: aula/olla, caccabus,cortina, lebes, tripes, etc. Para freír están el
bridum, frixorium, patina. Naturalmente puede servir un mismo tipo de vasija para
cocer un alimento o calentar agua para el baño o cocinar la carne para los sacrificios.
Como instrumentos auxiliares para la preparación de los alimentos están los mor-
teros, coladores, embudos, etc.: mortarium, colatorium, cribum, cornu infundibulum.
También deben incluirse aquí las vasijas para lavar: echinus, labrum, pelvis.19

B) Vasijas de mesa. - Dentro de este grupo se incluyen los utensilios para


comer, vasa escaria (platos, fuentes para servir y adminículos para salsa, sal, etc.)
y para beber, vasa potoria (vasos y ministeria: jarras de agua y de vino, vasijas para
mezclar el vino y el agua, coladores, cucharones para servir la bebida, etc.). Los
ejemplares cerámicos de este grupo están fabricados en su mayoría _en terra sigillata
por lo que no se incluyen en este estudio y son además relativamente bien cono-
cidos. 20 Sin embargo, los vasitos de paredes finas y algunas jarras pertenecían, sin
duda, al servicio de mesa, así como algunas copitas para servir adminículos de la
comida. Por lo tanto están incluidos en esta clasificación las copitas: acetabulum,
paropsis,piperatorium,salsare; los vasos: capula,calathus,cyathus,phiala, poculum,poterium,
scyphus; las jarras: lagoena, vinarium; las vasijas para mezclar el vino y el agua: cra-
tera, mixtarium.21

C) Vasijas para guardar provisiones. - Este grupo comprende las vasijas


para guardar alimentos líquidos y sólidos: vino, aceite, salsas, cereales, fruta. Se
guardaban generalmente en el sótano de la casa, aunque podían tener también_
su puesto en la cocina o en algún otro lugar de la casa; las más grandes estaban -
a veces en parte enterradas (dolios). Algunas de ellas servían en primer lugar como
medio de transporte pero, siendo vendidas con el contenido, desempeñaban luego
también en el sótano de la casa o en la tienda del vendedor el papel de protección
de los alimentos en ellas contenidos. Las ánforas son las vasijas más numerosas
dentro de este grupo: servían principalmente para el transporte de vino, aceite
y salsas de pescado (garum, liquamen) y se conservaban después en el sótano de la
casa (cella), de donde se sacaba el líquido en utensilios más pequeños: jarras. Para
guardar alimentos había también vasijas de menor tamaño en las que se conser-
vaban miel, frutas secas, etc. Los nombres latinos para los utensilios de este grupo
son los siguientes: amphora, dolium, cadus,flasca, orca, orceus, etc. 22

D) Vasijas de tocador.- Al grupo de utensilios para tocador pertenecen los


pequeños tarritos para perfumes y ungüentos llamados ungüentarios, los cuales
19. Para la función que ejercieron en época romana las distintas vasijas aquí nombradas en latín me he basado
en el libro de W. I-I!LGERS,LateinischeGefiissnameu.Bezeichnungen,Funktion und Form RiimischerGefiissenach den antiken Schrift-
quellen (Düsseldorf, 1969). Como el título indica, el autor en un exhaustivo estudio de las foentes latinas ha logrado, par-
tiendo de los nombres en éstas indicados para las vasijas, identificar la función o funciones y la forma de muchas de ellas.
Para los nombres aquí citados, cf. H1LGERS,p. 15.
20. H. DRAGENDORFF, «Terra sigillata», BonnerJahrbücher,96, 1895, p. 18 ss. - J. DÉCHELETTE,Les vasescéramiques
urnésde la Gaule romaine(Paris, 1904). - F. ÜSWALDANDT. D. PRYCE, An Introductionto the Stud_vof Terra Sigiilata (London,
1920). - N. LAMBOGLIA,«Nuove osservazioni sulla terra sigillata chiara», Riv. Studi Liguri, 24, 1958, p. 257 ss. La segunda
parte del artículo ha sido publicada bajo el mismo nombre en Riv. Studi Liguri, 29, 1963, p. 144 ss. - M. A. MEZQUIR1z,
Terra sigillata Hispánica (Valencia, 1961). Han sido citados aquí solamente algunas de las más importantes publicaciones
sobre la terra sigillata.
21. I-IILGERS,p. 15.
i2. I-IJLGERS,J?· 14.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 9

se usaban también para el culto funerario. Deben incluirse aquí los utensilios para
lavarse (jofaina y jarra para el agua), que si bien no pueden identificarse en el
conjunto de los hallazgos arqueológicos, es posible tuviesen una forma especial. Los
nombres latinos son: alabastrum,ampulla,pyxis, unguentarium,aquaemanile,concha,echinus,
gutturnium, pollubrum, urceus, etc. 23

Varia. - Se tratan aquí los objetos cerámicos que no es posible incluir dentro
de las cuatro primeras divisiones. Por el momento sólo tengo para este grupo los
incensarios o quemaperfumes (turibulum, thymiaterium) que, como ya se indicó,
tenían un papel en la casa romana sirviendo para quemar incienso o perfumes en
los altares domésticos o para perfumar estancias. Su uso sacro es evidente y también
están atestiguados en algunos casos en los cementerios. 24
Debe tenerse en cuenta que mientras algunos tipos tienen unas caracterís-
ticas específicas muy claras que permiten diferenciarlos al primer golpe de vista,
otros, en cambio, presentan una gran cantidad de variantes. En el primer caso se
trata de vasijas procedentes de un taller que fueron exportadas y luego eventual-
mente imitadas en talleres locales (p. ej. ollas de borde almendrado, cuencos con
borde horizontal), mientras que en el segundo caso deben ser siempre producto de
talleres locales, en los que - partiendo de una forma genérica común determi-
nada por su funcionalidad - el alfarero siguiendo su fantasía o humor les imprime
ciertas características secundarias que constituyen una serie de variantes (p. ej. ollas
con el borde vuelto hacia afuera, gran parte de las jarras). Por esta causa en la tipo-
logía que se presenta a continuación algunas formas tienen gran número de variantes,
dado que no he querido multiplicar los tipos al infinito.
Cuando dentro de un tipo general se ha hallado un grupo con ciertas carac-
terísticas que lo diferencian en parte del tipo principal, se le presenta con una vocal
mayúscula acompañando al número del tipo (p. ej. tipo 1: tipo principal; tipo I A:
variante del tipo). Otros tipos bien diferenciados se fabricaron, en cambio, con
algunas variantes, sin que pueda hacerse una distinción entre tipo principal y varian-
tes; en ese caso se presentan todas las formas acompañadas de una vocal minúscula
(p. ej. tipo 6a, 6b, 6c). En fin, en raras ocasiones han sido agrupados en un tipo
diversos ejemplares más o menos únicos y en ese caso no se especifican las variantes
(p. ej. tipo 20: platos imitación de formas de la vajilla de mesa, campaniense y
terra sigillata).

23. HILGERS, p. 16.


21-· En Chemtou (Túnez) se han encontrado en tumbas.
DESCRIPCIÓN DE LOS TIPOS

A) VASIJAS DE COCINA

I. O!las con borde vuelto hacia afuera (figs. I y 2 .)

Este tipo de olla para cocer alimentos es el más corriente en todo el Imperio
romano: fondo plano por lo general, cuerpo piriforme o globular y borde vuelto
hacia afuera; muy a menudo tienen un corto cuello y pueden poseer también una
o dos asas. En ocasiones se hicieron servir estas vasijas para contener las ·cenizas
del muerto en tumbas de incineración (necrópolis de Ampurias).
Esta vasija se encuentra en todas las provincias del Imperio y durante toda
la época romana y las innumerables pequeñas variantes del tipo no tienen por lo
general significación cronológica ni geográfica, como puede comprobarse viendo las
diferentes formas fabricadas en el alfar de Sutri, fechado en el tercer cuarto del
siglo Id. de J.C. y más exactamente en la década 60-70, 25 o también, por ejemplo,
comparando las ollas de tradición de La Tene con pie anular de Munigua y las
semejantes de Haltern en el Limes renano. 26 De todas maneras, algunos detalles
pueden darnos una vaga indicación cronológica: los bordes angulosos y de perfil
triangular, por ejemplo, parecen de fecha temprana, ya que se encuentran no sólo
en los niveles bajos de la Calle Porticada de Pollentia, sino también en los campa-
mentos republicanos de Numancia; 27 en la época del Bajo Imperio, en cambio,
estas ollas carecen muy a menudo de cuello, y sus paredes están decoradas por grupos
de finas estrías o bien presentan una superficie ligeramente ondulada, la cual ha
sido lograda acentuando las estrías producidas por el torno al fabricar la vasija,
en lugar de hacerlas desaparecer alisando las paredes, como se hacía en épocas
anteriores (ambos motivos se encuentran frecuentemente en la cerámica de la
época tardo-imperial); los ejemplares de esta época tardía tienen a menudo dos
asas. 28
Aparte de en las localidades citadas (Sutri, Munigua, Pollentia, Numancia)
a las que deben añadirse Ampurias, Tarragona, Centcelles y Jávea en España y
Albintimilium, Gabii y Ostia en Italia y que podrían fácilmente multiplicarse, 29
25. Sutri I, p. 88.
26. Cf. Munigua, p. 227, n. 0 173, y Haltern tipo 93, p. 303, fig. 49,5.
27. Pollentia: CP IV 173, 235; CP XII 536. - Numantia, láms. 58,II.12 y 59,2.
28. Pollcntia: CTP 27. - Albintimilium, p. 153, fig. 87.
29. Necr. Ampurias 11, tipos I, VII y VIII. - RüoER, Tarragona, fig. 4,17; fig. 5,1-5. - Centcelles, p. 261,
fig. 3,2.5; p. 269, fig. 8,8. - Jávea, p. 61, fig. 34,393. - Albintimjlium, p. 85, fig. 38,67.68; p. 108, fig. 54, 44-47; p. 137,
fig. 75,1; p. 153, fig. 87; p. 154, fig. 88; p. 162 s., fig. 93,6 y fig. 94,5. - Gabii, p. 39, fig. 14,143.144. - Ostia I, lám. 13,287-
291. - Ostia II, Iám. 20, 355-357; lám. 27,487.489. - En Pollentia el tipo está representado por los ejemplares siguientes:
]2 MERCEDES VEGAS

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13

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Fig. 1. - Tipo 1, ollas con borde vuelto hacia afuera. Reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 13

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11

10

Fig. 2. -Tipo r, ollas con borde vuelto hacia afuera. Reducción r/3; número ro, 1/2.
14 MERCEDES VEGAS

el hallazgo del tipo en Susa y en Atenas sirva de prueba para su dispersión. 30 En


el siglo I d. de J.C. son estas ollas abundantísimas en los campamentos militares
renanos (Haltern, Novaesium, Hofheim). En la zona mediterránea occidental
si bien el tipo aparece constantemente desde época republicana, no es casi nunca
muy numeroso, pues durante el siglo I a. de J.C. predominan las ollas con borde
almendrado y después los cuencos.
El barro de estas vasijas no es uniforme ya que se fabricaron en alfares locales
y no debieron ser objeto de exportación. Muy a menudo el barro es marrón-rojizo,
ya que este tipo de barro es el que se usó preferentemente en la región mediterránea
occidental para las vasijas de cocina, pero el barro gris no es ninguna excepción
(cf. Munigua, Tarragona) y son abundantes también las ollas de color marrón.
Como desengrasante se utilizaron arena y cuarzo. La superficie es rugosa, como
es natural para un recipiente que ha de estar en contacto con el fuego, y tienen,
además, restos de hollín, presentando incluso a veces una superficie exterior negruzca.

1 A. Ollas con ranura en el borde (fig. 3, 12-15)

La forma es semejante a la anterior: base plana, cuerpo más o menos globular,


cuello y borde inclinado hacia afuera que presenta diversas variantes; en la parte
interior del borde se encuentra una ranura más o menos pronunciada - a veces
una simple estría y en otras ocasiones una concavidad -·-, que· sirve para asiento
de la tapadera. Esta característica no tiene importancia cronológica, ya que la
tienen ejemplares republicanos en Pollentia, del nivel V de la Calle Porticada,
y del siglo I d. de J.C. en Tarragona y Munigua, 31 pero debe observarse que en
la época del Bajo Imperio se multiplican las ollas con ranura interior y a diferencia
de en los primeros tiempos del Imperio predominan sobre las otras. Su -supervi-
vencia en los siglos v y VI d. de J.C. está atestiguada en Ugium/ 2 se encuentran
también en los niveles superiores de Albintimilium, en los del siglo IV de Tarragona
y en la Casa de los dos Tesoros de Pollentia. 33 Estos perfiles de boca deben ponerse
en relación con los _de forma de corazón y forma de S de los siglos III y IV d.
de J.C. en la región renana, de manera que puede pensarse en algo así como una
moda interpretada particularmente en las distintas regiones del Imperio. Puede ser
de ayuda para la datación la presencia de las estrías del torno, que indican - como
observamos para el tipo principal - una época baja. 34 Pueden tener asas:
El barro presenta las mismas características que el de las ollas con simple
borde vuelto hacia afuera.

CNS 121,181,202; CNO, A¡-A 2 37, 61, 63; CNO, BrB 2 17, 51,118, 119, 121; CNO, C-D 6, 80, 81; NCT XIV 12, 53;
CTK 73; CT IV 22; CTP 199,201; CTLP 95 y los ejemplares de la calle Porticada publicados en VEGAS,Cerámica común,
p. 11 s. - Los paralelos que cito para los distintos tipos no pretenden ser exhaustivos, sino solamente ciar una idea ele la ex-
pansión de los mismos. Para algunos tipos son más numerosos debido a que he hecho estudios detallados sobre ellos (por
ejemplo: vasitos de paredes finas).
30. Leiden, fig. 22 y lám. 7. - Athenian Agora V, lám. 14, K 92 y K 97-rn5.
31. VEGAS, Cerámica común, fig. 1,4. - RüGER, Tarragona, fig. 5,3. - Munigua, p. 227, n. 8 181 y 195.
32. Ugium, p. 200, fig. 69,2.8.9.
33. Albintimilium,p. 164,fig.95;19;p. 171,fig.99,54yp. 177,fig. rn2,25.-RüGER, Tarragona,fig. 14,3-5.14.-
Pollentia: CTP 27, 95; CTA 14; CTG 17, 20; CTK 25; CTLP 89, 90.
34. Albintimilium, p. 171, fig. 99,54.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 15

1 ( 12

TI PO 1A

) ( 13

14
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15

TIPO 2

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\-=:..:_-
_:-_-.,_
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I
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3

Fig. 3. -Tipo I A, ollas con ranura en el borde. Reducción 1/3.


Tipo 2, ollas con borde almendrado. Reducción 1/3.
16 MERCEDES VEGAS

1. Numancia (Numantia, lám. 59,2). - Olla con borde vuelto hacia afuera de perfil
triangular; fondo plano. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo II a. de J.C.
2. Pollentia (CP IV 173, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de olla con borde vuelto
hacia afuera de perfil triangular. Barro marrón-negruzco, huellas del fuego del hogar. Época tardo-
republicana.
3. Pollentia (CP XI 53, Calle Porticada, nivel III). - Fragmento de olla con cuello y dos
molduras anulares al comienzo del cuerpo. Barro gris-marrón. Época tardo-republicana-augústea.
4. Jávea (Jávea, p. 6I, fig. 34,393, nivel 6). - Olla globular. Barro gris. Principios siglo 1
d. de J.C.
5. Pollentia (NCT XIV 53, Habitaciones al Norte de Casa dos Tesoros). - Fragmento de
olla globular. Barro marrón-rojizo con arena, pátina cenicienta. Siglo r d. de J.C.
6. Sutri (Su.tri I, p. 78, fig. 11,99). - Gran olla ovoide. Barro marrón-negruzco. 60-70 d.
de J.C.
7. Sutri (Sutri I, p. 78, fig. r 1,87). - Olla ovoide con borde horizontal y cuello pronun-
ciado. Barro color rojo-anaranjado. 60-70 d. de J.C.
8. Sutri (Sutri I, p. 79, fig. 12,ro2). - Olla con asa y borde engrosado (una vasija muy
semejante en Ostia II, lám. 27,487). Barro color rojo-anaranjado. 60-70 d. de J.C.
g. Munigua (Munigua, p. 227, fig. 8,173): - Olla globular con borde inclinado hacia
afuera, cuello ligeramente engrosado y base con pie anular. El pie anular es muy singular y extraño
en la cerámica romana de cocina, mientras parece ser característico de la alfarería de la época de
La Tene, de manera que se trataría aquí de una supervivencia local de esa cerámica en época im-
perial romana (una vasija semejante en Haltern, p. 303, fig. 49,5). Barro gris, por fuera más oscuro
debido al fuego del hogar. Tercer cuarto del siglo r d. de J.C.
ro. Albintimilium (Albintimilium, p. 163, fig. 94,5). - Olla globular con borde oblicuo
y restos de dos asas; las paredes en su parte superior están cubiertas por estrías del torno. Barro
marrón-rojizo. Época tardo-romana.
1 I. Pollentia (CT IV 22, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de olla globular con corto
borde oblícuo y con el cuerpo cubierto de estrías. Barro rojo-anaranjado. Segunda mitad siglo m
y siglo IV d. de J.C.
12. Pollentia (CP XI 250, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de gran olla con borde
vuelto hacia fauera y escalonado interiormente. Barro marrón, por fuera marrón-negruzco. Época
tardo-republicana.
13. Albintimilium (Albintimilium, p. 153, fig. 87,139). - Fragmento de olla con borde
oblicuo y acanaladura interior para asiento de la tapadera. Paredes estriadas por fuera. Barro gris
con pátina marrón. Época tardo-romana.
14. Pollentia (CTP 27, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de olla con cuello largo
y pronunciado, dos asas y borde con acanaladura en su parte interior. Paredes bastante delgadas.
Barro marrón-negruzco. Segunda mitad siglo III y siglo rv d. de J.C.
15. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 14.,3 estratos E/F). - Olla globular con dos asas
y pequeña ranura en la parte interior del borde. Barro gris oscuro. Segunda mitad siglo rv d. de J. C.

2. O!las con borde almendrado (fig. 3)

Estas vasJJaS tienen un borde grueso, en forma de almendra, por lo que


N. Lamboglia les dio el nombre de olla con «orlo a mandorla», las paredes ova-
ladas y el fondo plano o curvilíneo, en el último caso con carena además en la
parte baja de la panza, dividiendo la misma del fondo ;35 algunos ejemplares tienen
una asa, si bien no son muy numerosos.
Este tipo de olla es el más frecuentemente empleado a orillas del Mediterrá-
neo occidental durante el final de la época republicana. Los ejemplares fechados
35. Nave di Albenga, p. 17i, fig. 30,8.9.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 17

más antiguos que conozco pertenecen al siglo n a. de J.C. 36 y en la primera mitad


del siglo I a. de J.C. son estas ollas muy numerosas.17 Seguramente ya no se fabri-
caron en época augústea, ya que no llegan hasta los campamentos renanos y además
en yacimientos cerrados de época plenamente augústea de la zona mediterránea
ya no se hallan; el tipo va desapareciendo paulatinamente durante la segunda
mitad del siglo I a. de J.C. Los fragmentos esporádicos que se encuentran a veces
en niveles augústeos (p. ej. Albintimilium) deben considerarse como supervivencia
del período inmediatamente anterior.
El barro es marrón-rojizo o de color rojo ladrillo, y la superficie rugosa está
cubierta a menudo por una pátina cenicienta, presentando siempre manchas ne-
gruzcas producidas por el fuego durante la cocción de los alimentos.
A pesar de la gran semejanza existente entre los ejemplares de la Península
itálica y los de las Baleares no es posible saber si procedían todos de una región
determinada, siendo exportados desde allí a las otras provincias del Imperio o bien
si se imitaban en alfares provinciales. Las ollas encontradas en la Nave de Albenga
pertenecían a la cocina del barco y no eran, por lo tanto, material de exportación.
Nos encontraremos a lo largo de esta exposición a menudo con tipos como éste;
es decir, plenamente diferenciados y bastante extendidos y que creo pueden consi-
derarse, en general, como de procedencia o cuando menos de inspiración itálica.
1. Gabii (Gabii, p. 39, fig. 14,138). - Olla ovoide con borde almendrado, ligeramente
cóncavo en su parte interior. Barro color rojo ladrillo, huellas del uso. Época republicana.
2. Pollentia ( CP XII r 36, Calle Po_rticada, nivel III). - Fragmento de olla. Barro color
rojo ladrillo, por fuera pátina cenicienta. Epoca tardo-republicana.
3. Pollentia (CP XII 207, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de olla pequeña con
una asa. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.

3. Ollas con borde vuelto hacia adentro (fig. 4, 1-5)

Este tipo de ollas recuerda por su forma a los dolios. El cuerpo es globular
y sin transición de cuello se inclina más o menos profundamente hacia adentro
terminando con borde liso o engrosado. Se trata de una olla que deriva de formas
de la época tardía de La Tene 38 y que con diversas variantes se encuentra en dife-
rentes provincias del Imperio durante toda la época romana. En estratos republi-
canos de Pollentia y de Albintimilium aparece ya esta forma y se halla también
en Tarragona, Centcelles y Albintimilium durante el siglo I d. de J.C., 39 pero es
precisamente en el Bajo Imperio cuando - por lo menos en Pollentia - estas
vasijas son más numerosas. 40 Incluso en esta época tardía hay formas que sin duda
36. Sutri 11, p. 157, fig. 12, forma 38 a-b. - Albintimilium, p. 85, fig. 38, 75-78; p. 94, fig. 45,26-29.
37. Albintimilium, p. 73, fig. 31,65-67; p. rn,, fig. 50,35-37. - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 13 s. y
CNS 4.7. - Not. Scavi, 11, 1957, p. 98, fig. 24 a (Roma, Casa de Livia). - Nave di Albenga, p. 171, fig. 30,8; p. 173,
fig. 31,20.26. - Los ejemplares de la Casa del Fauno en Pompeya sin fecha precisa, pero de época republicana, ofrecen
un ejemplo más de la dispersión del tipo: BRUCKNER,Küchengeschirr, p. 9 s. - De época inmediatamente preaugústea
son los ejemplares de Fréjus en el sur de Francia: Fréjus, p. 197, fig. 24, LVIII, II.12.
38. Cf. Haltern, p. 294.
39. Pollentia: CP IV 196,197 (estrato V). - Albintimilium, p. 85, fig. 38,69 (estrato VI B). - RüGER, Tarra-
gona, fig. 4,14; fig. 8,6. - Centcelles, p. 259, fig. 2,5. - Albintimilium, p. 49, fig. 16,68.69; p. 187, fig. 109,30.
40. Pollentia II p. 114 s. Véanse también ejemplares tardo-romanos de Tarragona en RüGER, Tarragona,
fig. 14,6.15. Del estrato I de Albintimilium (siglos v-vr d. de J.C.) es una olla casi íntegra: Albintimilium, p. 20, fig. 3,2.
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18 MERCEDES VEGAS

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Fig. 4. -Tipo 3, ollas con borde vuelto hacia adentro (n.s 1-5).
Tipo 3 A, ollas carenadas con asas horizontales (n. 0 6). Todos reducci611 1 f:3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 19

deben considerarse como una supervivencia de la cerámica indígena de las dis-


tintas regiones, quizás a causa de que en época de disturbios, cesando en gran parte
la exportación, talleres locales abastecen el mercado. En Mallorca, por ejemplo,
no cesó nunca durante la dominación romana la fabricación de vasijas de tradición
prehistórica, pero en las ciudades su número es insignificante, a excepción de en la
época del Bajo Imperio, en que parecen más numerosas. Las vasijas hechas a mano,
es decir, sin emplear el torno, no son, sin embargo, tratadas en este estudio por no
poder considerarse en realidad como cerámica romana propiamente dicha, a pesar
de que fueron usadas y fabricadas durante la dominación romana. En lugar de asas
tienen en ocasiones estas ollas dos sobresalencias laterales y equidistantes entre sí
para sostenerlas, que son también supervivencia de la técnica prehistórica.
El barro es a menudo marrón-rojizo, la superficie es rugosa, y las huellas
del fuego en sus paredes testifican su empleo en la cocina. Sin embargo, también
se fabricaron estas ollas con barro gris, siendo entonces su superficie exterior negruzca,
y con barro marrón-negruzco, granuloso, de tradición indígena. 41

3 A. Ollas carenadascon asas horizontales(fig. 4, 6)

Una variante de las ollas con borde inclinado hacia adentro está representada
por una vasija de Pollentia con labio engrosado, carena en los hombros y en la
parte baja de la panza, a partir de la cual comienza el fondo curvo de la olla; alto
pie y asas horizontales espiraloideas. El ejemplar de Pollentia está bien fechado
por haber sido encontrado en el nivel 111 del Cuadro XII de la Calle Porticada,
el cual corresponde a la segunda mitad del siglo I a. de J.C.
I. Centcelles (Centcelles, p. 259, fig. 2,5). - Fragmento de olla con borde inclinado hacia
adentro y hombros marcados por una protuberancia. Barro marrón-rojizo bastante fino. Siglo I
d. de J.C.
2. Pollentia (CTP 98, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de olla con borde engrosado.
Barro marrón-rojizo bastante fino, huellas del uso en la parte exterior de las paredes. Segunda mitad
siglo m y siglo IV d. de J.C.
3. Pollentia (CTP 100, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de olla con borde liso; estrías
del torno cubren las paredes. Barro marrón grisáceo, núcleo gris. Segunda mitad siglo rn y siglo IV
d. de J.C.
4. Albintimilium (Albintimilium, p. 20, fig. 3,2). - Olla casi íntegra, bastant~ ancha y
con borde inclinado hacia adentro y engrosado. Barro color gris hierro. Siglos v y VI d. de J.C.
5. Oberaden (Oberaden, lám. 32,65B). - Olla del campamento militar de Oberaden, en
Germanía, que se presenta como ejemplo íntegro del tipo. Barro marrón-rojizo. Época augústea.
6. Pollentia (CP XII 134, Calle Porticada, nivel III). - Olla con borde inclinado hacia
adentro y terminado en labio engrosado, doble carena: en los hombros y en la parte baja del cuerpo,
pie alto y dos asas horizontales retorcidas en forma de espiral. Barro marrón con arena y cuarzo.
Siglo 1 a. de J.C.

41. Para las ollas de barro gris cf. RüoER, Tarragona, p. 256. - Para las de barro marrón, Pollentia II,
p. 115, n.o 20.
20 MERCEDES VEGAS

4. Cuencoscon borde horizontal (fig. 5)

Estos cuencos, en general bastante profundos, ejercían la misma función que


las ollas y en realidad se diferencian de ellas solamente por su mayor anchura
que altura y porque el diámetro de la boca es más o menos igual al de las paredes,
mientras que en las ollas el diámetro mayor se encuentra en la panza de la vasija.
Es, sin embargo, a veces difícil en presencia de pequeños fragmentos hacer una
distinción, ya que no sólo el material es idéntico, sino que además en ocasiones se
fabricaron ollas y cuencos de forma muy parecida. En el tipo especial que nos ocupa
- con borde horizontal -, a pesar de predominar casi exclusivamente los cuencos,
se fabricaron excepcionalmente también ollas, como prueba una variante de la
forma 26 del alfar de Sutri. 42 De todas maneras la forma más típica y muy exten-
dida, no sólo en el :Mediterráneo occidental, sino que llega incluso hasta el limes
germánico, 43 es la del cuenco profundo y con fondo curvo.
El tipo deriva de cazuelas o cuencos poco hondos con ancho borde horizontal
o inclinado hacia abajo, en cuyo ángulo interior está recortada una acanaladura
para asiento de la tapadera. Estas cazuelas son probablemente de origen griego
y características del siglo II a. de J.C. perdurando en parte del siglo 1.H En el siglo 1
a. de J.C. se generaliza la forma honda de cuenco: Reggio Calabria, Gabii, pecio
de Albenga, Albintimilium, Pollentia, 45 que perdura en el siglo I d. de J.C. Una
prueba patente de la boga en que estaban estas vasijas todavía en el siglo Id. de J.C.
la tenemos en el alfar de Sutri, donde se fabricaron diversas variantes del tipo 46
y en Pompeya, muy abundantes en la época de la destrucción de la ciudad
Su vigencia abarca, pues, dos siglos, durante los cuales los cambios de forma
son mínimos y no permiten apenas precisaciones de valor cronológico. U na ranura
para asiento de la tapadera, supervivencia del prototipo, la tienen los cuencos del
siglo I a. de J.C. - si bien en esta época está también en uso el borde horizontal
liso y sin ranura - 47 y parece perdurar hasta principios del siglo Id. de J.C.: algunas
tumbas de Ampurias de época de Tiberio tienen esa ranura. 48 El borde estriado de
la forma Sutri 23 parece peculiar de la segunda mitad del siglo I d. de J.C. Las
tropas romanas llevan esas vasjias a Germanía y allí el tipo se emplea hasta finales
del siglo II d. de J.C., 49 pero en la región mediterránea no alcanza su difusión hasta
42. Sutri I, p. 78, fig. u,86.87.
43. Haltern, lám. 12,56.
44. BRUCKNER, Küchengeschirr, p. 8 s. - Sutri 11, forma 24. - Grand Congloué, p. 115, lám. 18,4.. -T1-IOMPSON,
Hellenistic Pottery, p. 467, fig. 121, C 73-75, D 12, E 141. Los ejemplares más antiguos que conozco son de Atenas (Helle-
nistic pottery C 73-75) y proceden de un nivel fechado a principios del siglo II a. de J.C.; de la misma época son otros
encontrados en Roma: L. MERCANDO,«Saggi di scavo sulla platea dei templi Gemelli», Bulletino della Commissione Archeo-
logica Comunale di Roma, 79 (1963/64), 1966, lám. 6,1-6; los más modernos son también de Atenas y están fechados entre
el segundo y el último cuarto del siglo I a. de J.C.: Athenian Agora V, lám. 72,F76. Seguramente también del siglo I a. de J.C.
son los ejemplares de San Miguel de Sorba y de Tarragona: JSEA, Memoria, 44, p. 13,1-6 y Memoria, 116, lám. 33,7
Y 34,r.
45. Not. Scavi, 1968, p. 239, fig. 24,85-87. - Gabii, p. 38 ss., fig. 15. - Nave di Albenga, p. 171, fig. 30,10-12. -
Albintimilium, p. 108, fig. 54,40.41; p. 110, fig. 55,27; p. 114, fig. 58,40. - Pollentia: CNS 23, 48, 174, 175; VEGAS,
Cerámica común, p. 14 s., fig. 3. - El tipo aparece también en Tusa, Sicilia: Not. Scavi, 1959, p. 313, fig. 20 a.
46. Sutri 1, p. 77, fig. 10, formas 18, 20, 23 y 24.
47. Nave di Albenga, p. 171, fig. 30,11.12.
48. Necr. Ampurias II, p. 413, tipo III, 2 y 4.
49. Oberaden, tipo 66; Haltern, tipo 56; Hofheim, tipo gr. Para formas de la segunda mitad del siglo II d. de J.C.
cf. Bonner Jahrbücher, 145, 1940, p. 326, fig. 64.,7.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 21

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Fig. 5. -Tipo 4, cuencos con borde horizontal. Todos a 1/3, menos el n.º 1 a la escala indicada.
22 MERCEDES VEGAS

esa fecha, pues durante la segunda mitad del siglo I d. de J.C. empieza a ser des-
bancado por el cuenco con borde aplicado que se generaliza rápidamente como
vasija de cocina. Debe tenerse en cuenta además que, mientras en la época repu-
blicana la frecuencia de ollas con borde almendrado atestigua un empleo predomi-
nante en la cocina de las ollas sobre los cuencos, a partir de la época augústea y
hasta fines de la época imperial son los cuencos la vasija más usada para cocer
alimentos.
El barro empleado para la fabricación de estas vasijas es muy homogéneo
en toda la cuenca mediterránea occidental: se trata casi siempre de arcilla de color
rojo ladrillo con partículas de cuarzo como desengrasante; la parte exterior puede
estar cubierta por una pátina cenicienta y muestra siempre huellas de la lumbre.
Las paredes son rugosas, como para todas las vasijas que debían estar en contacto
con el fuego.
1. San Miguel de Sorba (JSEA, Memoria 44, p. 13, fig. 1,6). - Cazuela con fondo curvo,
borde horizontal y ranura en la parte interior del mismo. Precedente del tipo. Época tardo-repu-
blicana.
2. Pompeya (Bruckner, Küchengeschirr, p. 14, fig. 2,1). - Cazuela como la anterior,
prototipo del cuenco con borde horizontal. Barro marrón-rojizo, borde ahumado. Época tardo-
republicana.
3. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 171, fig. 30,10). - Cuenco hondo con fondo
curvo y borde horizontal. Barro de color rojo ladrillo. Primer tercio del siglo I a. de J.C.
4. Pollentia (CP XII 358, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de cuenco con borde
horizontal y concavidad en la parte interior para asiento de la tapadera. Barro color rojo ladrillo,
superficie negruzca (pátina cenicienta). Época tardo-republicana.
5. Gabii (Gabii, p. 41, fig. 15,145). - Cuenco con borde horizontal. Barro color rojo ladrillo;
huellas del uso en las paredes y en el borde. Siglo I a. y d. de J.C.
6. Pollentia (CNO, A1 -A 2 21, Casa Noroeste). - Fragmento de cuenco con borde hori-
zontal y paredes rectas. Barro color rojo ladrillo. Segunda mitad del siglo I d. de J.C.
7. Sutri (Sutri I, p. 77 fig. 10,79). - Fragmento de cuenco con borde horizontal estriado.
Barro marrón con impurezas. 60-70 d. de J.C.

5. Cuencoscon borde aplicado (fig. 6)

Estas vasijas tienen un borde engrosado en forma de bastoncillo, el cual fue


aplicado después de la elaboración de las mismas, de manera que puede observarse
generalmente una pequeña ranura en la parte superior del borde, que separa la
pared del recipiente del borde aplicado posteriormente. Las paredes son cilíndricas
y pueden tener diversa altura, si bien predominan las formas hondas, y el fondo es
curvo y está surcado por estrías ligeras en su parte exterior.
Es la vasija más empleada para la cocción de alimentos durante la época im-
perial y se halla difundida por todo el Mediterráneo occidental. 50 En Pollentia
aparece en el estrato II de la Calle Porticada, el cual, aunque contiene en parte
material augústeo, está mezclado con cerámica más tardía y es, por lo tanto, difícil
50. Pollentia: VEGAS, Cerámica común, p. 17, fig. 4,1.2; CNO B¡-B2 8, 10, 69, 103; CNO, C-D 74; CNO E 13;
CNO H 11; Pollentia 11, p.116 s. -Albintimilium, p. 28, fig. 7,27-28; p. 31, fig. 8,24; p. 103, fig. 51,14; p. 116, fig. 58,5;
p. 135, fig. 74,18; p. 186, fig. 109,27. - Ampurias: Ampurias, 21, 1959, p. 4, fig. 2,4. - Barcelona: Necr. Barcelona,
p. 108 s. - Jávea, p. 58, fig. 31,300. - Cartago, Beja, Susa-Sfax y otros lugares en el norte de África; Leiden, lám. 8,926.
933-939.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 23

TIPO 5
.......

Fig. 6. -Tipo 5, cuencos con borde aplicado. N.s r, 2, 4, reducción 1/3; N.s 3 y 5, 1/2.
24 MERCEDES VEGAS

una datación del mismo. En Albintimilium se halla esporádicamente en los estra-


tos VI A y V, 51 pero estos fragmentos creo que deben considerarse como proce-
dentes de estratos superiores y mezclados, ya que en ningún yacimiento de la pri-
mera mitad del siglo I d. deJ.C. he podido comprobar la existencia de este tipo
de cuenco. En la necrópolis de Ampurias no aparece esa forma, mientras está
bien representado el cuenco con borde horizontal (la mayoría de las tumbas publi-
cadas deben fecharse entre la época augústea y la claudia, a excepción de las tumbas
tardo-romanas de inhumación en ánforas). Dado que este tipo se encuentra en
época más tardía en Ampurias 52 su ausencia en la primera mitad del siglo I no
puede pasarse por alto. En los estratos H y G del Claustro de Tarragona, que están
fechados entre la época de Tiberio y la de Vespasiano, no se hallan tampoco estos
cuencos, mientras son frecuentes los cuencos con borde horizontal; lo mismo podemos
decir del estrato V de Ostia II, el cual llega incluso hasta comienzos de la edad
domicianea. Ni en el alfar de Sutri ni en el pozo de Gabii aparece tampoco este tipo,
mientras, en cambio, se encuentra un cuenco muy semejante, pero sin fondo estriado
y con borde de bastoncillo simple, lo que parece indicar que se trata de un inme-
diato precedente. 53 Teniendo en cuenta que en el alfar de Sutri los cuencos con
bordes horizontal son muy numerosos, mientras que el cuenco con borde de bas-
toncillo se presenta sólo en un ejemplar, creo que es posible llegar a la conclusión
de que para esas fechas todavía no se fabricaba el tipo con borde aplicado, conclu-
sión reforzada por su ausencia en el estrato V de Ostia II, fechable durante
los reinados de Nerón, Vespasiano y comienzos del de Domiciano. Su ausencia en los
campamentos del limes renano es también un argumento, aunque indirecto, contra
su existencia en la primera mitad del siglo 1 d. de J.C., ya que las tropas en los pri-
meros decenios de su establecimiento en Germania llevaban su impedimenta de
Italia o se hacían hacer las vasijas en los alfares de los campamentos copiando las
formas itálicas y es sólo a partir de la segunda mitad del siglo I d. de J.C. que em-
piezan a desarrollar formas propias o bien siguen fabricando las antiguas, pero ya
no hay una dependencia directa de la moda vigente en Italia. 54
En Pollentia son numerosos en la Casa Noroeste junto con terra sigillata
sudgálica de época flavia, si bien tiene que especificarse que ninguno de los estratos
superiores de Pollentia es del todo firme cronológicamente. De todas maneras,
en niveles de la misma época en Albintimilium el tipo está ya bien representado. 55
Por lo que se refiere a la época de su desaparición no podemos avanzar fechas seguras.
En el Decumano A de Ampurias aparece esta forma en un estrato del siglo m
y en tumbas de Barcelona fechadas en los siglos n y m son numerosos. 56 En Ostia
aparecen en un estrato del segundo cuarto del siglo m. 57 En la Casa de los dos Tesoros
51. Albintimilium, p. 103, fig. 51,14; p. 57, fig. 21,67.
52. Ampurias, 21, 1959, p. 4, fig. 2,4.
53. Gabii, p. 39, fig. 14,153. - Sutri I, p. 77, fig. 10,74. - En la zona al Norte de la Casa de los dos Tesosro
ha sido hallado un fragmento ele borde semejante a los citados: NCT XV s. n. El material de esta zona estando feehado
en el siglo Id. ele J.C., sobre todo en la mitad del siglo, el fragmento de Pollentia confirmaría la datación dada por los de
Gabii y Sutri.
54. Así por ejemplo siguen fabricándose los cuenco, con borde horizontal durante todo el siglo II d. de J.C.,
mientras que en Italia y en toda la región mediterránea habían sido ya completamente suplantados por los cuencos con
borde aplicado que no llegaron nunca a Germanía.
55. Albintimilium, p. 116, fig. 58,5; p. 135, fig. 74,18; p. 187; fig. 109,27.
56. Ampurias, 21, 1959, p. 4, fig. 2,4. - Necr. Barcelona, p. 108 s.
57. Ostia 11 lám. 12,26-5.266,
CERÁMICA COMÚN ROMANA 25

aparecen con mucha frecuencia; desgraciadamente no puede separarse ahí la cerá-


mica de los siglos rn a v. 58 En los estratos tardo-romanos del Claustro de Tarragona
sólo se encuentra un ejemplar, considerado por el Autor como supervivencia de
época anterior, por lo que puede decirse que en Tarragona el tipo no llega hasta la
segunda mitad del siglo IV d. de J.C. 59 Por otra parte, aparecen estos cuencos en
Argelia en tumbas tardo-romanas, 60 si bien el empleo de esta necrópolis debió empe-
zar probablemente en fecha algo anterior a la avanzada por el autor (siglos IV y v),
pues las vasijas de la fig. 5,8.9 no pueden de ninguna manera ser tan tardías. En
resumen, el empleo de estos cuencos en el último cuarto del siglo I y durante los
siglos n y m está atestiguado, así como su ausencia en la segunda mitad del siglo IV,
de manera que debieron desaparecer del mercado a fines del siglo III o comienzos
del siglo IV.
Si bien debe sobreentenderse que fueron fabricados en diversos alfares repar-
tidos por toda la cuenca mediterránea occidental, la forma se repite exactamente
en todos, y también el barro es homogéneo: de color rojo, oscilando entre el rojo
anaranjado y el rojo ladrillo, fino y compacto, con pequeñas partículas de cuarzo,
muy bien cocido; las paredes por su parte exterior, pero no el fondo, están cubiertas
por un engobe gris (pátina cenicienta) que penetra profundamente en el barro
rojizo. Huellas del fuego se observan sobre todo en el fondo de la vasija. Como ya
hemos dicho anteriormente, este tipo de barro es el más común en la región medi-
terránea occidental para la vajilla de cocina y tanto la pátina cenicienta como el
borde ahumado lo acompañan muy a menudo, siendo por ello conocida en la biblio-
grafía moderna bajo el nombre de vajilla con pátina cenicienta y con borde ahu-
mado.61 Con este tipo de barro se fabricaron ollas, cuencos, cazuelas, platos y tapa-
deras, perdurando la técnica desde la época tardo-republicana (ollas con borde
almendrado, cuencos con borde horizontal, tapaderas con borde ahumado) hasta
por lo menos fines del siglo III d. de J.C. (cuencos con borde aplicado, cazuelas con
fondo estriado, platos con borde ahumado), variando sólo la forma de las vasijas
en las distintas épocas.
1. Gabii (Gabii, p. 39, fig. 14,153). - Cuenco con fondo curvo y borde en forma debas-
toncillo precedente del cuenco con borde aplicado y fondo estriado. Barro color rojo ladrillo. Me-
diados del siglo 1 d. de J.C.
2. Pollentia (CNO B1 -Bl 69, Casa Noroeste). - Cuenco de paredes cilíndricas y bastante
bajo. Barro color rojo ladrillo, pátina cenicienta muy oscura. Finales s glo I y comienzos siglo u
d. de J.C
3. Pollentia (CNO, E 13, Casa Noroeste). - Cuenco de borde aplicado. Barro marrón-
rojizo. Finales siglo I y comienzos siglo u d. de J C.
4. Pollentia (CP VII 32, Calle Porticada, nivel I). - Cuenco con borde aplicado. Barro
rojo-anaranjado, pátina gris-marrón. Siglos u y III d. de J.C.
5. Barcelona (Necr. Barcelona, p. ro9, n ° 7593). - Cuenco con borde aplicado. Barro
rojizo con restos de engobe de tono algo más subido. Procedente de una necrópolis con material
de los siglos u y m d. de J.C

58. Pollentia II, p. 115.


59. RüGER, Tarragona, p. 255.
60. G. CAMPS, «La nécropole de Draria-el-Achour», l.ib_vca,3, 1955, p. 237, fig. 6,5.6.
61. Para la bibliografía sobre ambos, véase Ostia II, p. 83 ss.
26 MERCEDES VEGAS

6. Cazuelas con fondo estriado (fig. 7)

Este tipo de cuenco, poco profundo, servía también para cocinar, como prue-
ban las manchas negruzcas que el fuego del hogar dejó en sus paredes y fondo.
El tipo, sin embargo, ha sido fabricado exactamente igual en terra sigillata clara,
que es una vajilla de mesa. No cabe duda de que si bien las formas son exactamente
iguales, la técnica de fabricación difiere, ya que las vasijas de cerámica común han
sido hechas con el mismo barro rojo propio del material de cocina de la cuenca
mediterránea; de todas maneras la peculiaridad de que los ejemplares en terra
sigillata tengan también una pátina cenicienta en la parte exterior de sus paredes
dificulta en ocasiones la clasificación.
Al igual que en los tipos fabricados en clara pueden distinguirse en nuestro
grupo tres variantes. Las diferencias entre ellas afectan principalmente la forma
del borde:
a) Cazuela con paredes abombadas de poca altura (4 cm. aproximada-
mente), borde liso y fondo ligeramente curvo, recubierto en su parte exterior por
estrías pronunciadas, el cual termina en un canto saliente que marca el paso del
fondo a la pared de la vasija.
b) Cazuela igual a la precedente, pero cuyo borde presenta un engrosa-
miento en su parte interior.
e) Cazuela semejante a las anteriores, pero con reborde vertical y paredes
más rectas; en la parte interior de la vasija, separando el borde de la pared, se
encuentra un abultamiento que sirve de soporte para la tapadera.
Otra variante que no recojo porque hasta ahora solamente la conozco en
Ostia tiene paredes ligeramente oblicuas y borde bífido. 62
Estas cazuelas aparecen en sigillata clara a fines del siglo I d. de J.C. Según
N. Lamboglia el comienzo de la fabricación de la sigillata clara debe fecharse
- a base de los resultados de la estratigrafía de Albintimilium - hacia el año 90
d. de J.C. La ausencia de la misma en Pompeya permite suponer que en el año 79
todavía no estaba en el mercado. Sin embargo, aunque todavía para esa fecha
no estuviese difundida en la zona norte del Mediterráneo, parece ser que se fabri-
caba ya, pues en estratos flavios del Norte de África es bastante abundante. 63
Por lo que se refiere al tipo de que nos ocupamos en cerámica común, la fecha
más firme nos la proporciona su presencia en Tarragona antes del 75 d. de J.C.,
en estratos sin terra sigillata clara; 64 en el estrato V de Ostia II son estas cazuelas
también bastante frecuentes mientras sólo se hallaron dos pequeños fragmentos de
clara. 65 Por ello y teniendo en cuenta además la función de estas vasijas creo que
puede considerarse como más antigua la cazuela de cerámica común, la cual fue
después imitada en clara, si bien el uso de este tipo de clara como vajilla de mesa

62. Ostia 11, lám. 18,306-308. - En el estrato H del Claustro de Tarragona se encuentra un borde semejante
a los de Ostia: RüGER, Tarragona, fig. 6, s. n., se trata del dibujo entre 15 y 16, pero el fragmento es demasiado pequeño
para determinar con seguridad si pertenece al mismo tipo.
63. J. W. SALOMONSON, «Études sur la cerámique romaine d'Afrique», BA-Besch, 43, 1968, p. 94 y nota 30. Sobre
d problema del origen y comienzos de la sigillata clara, véase últimamente Ostia I, p. 25 ss.
64. RüGER, Tarragona, fig. 6,14.15.
65. Ostia 11, lám. 18,303-305.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 27

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Fig. 7. - Tipo 6, cazuelas con fondo estriado. N.s 1, 3, 4, reducción 1/3; n. 0 2, 1/2. Tipo 8, cuencos de paredes
alisadas con borde vuelto hacia afuera. Reducción 1/3.
28 MERCEDES VEGAS

me parece poco probable, ya que aparte de tener recubiertas sus paredes exteriores
con una pátina cenicienta, al igual que la cerámica de cocina, no tiene superficie
plana de apoyo para sostenerse sobre la mesa.
Desde luego, en época augústea no está comprobado su empleo. Su presencia
en niveles de esa fecha en Albintimilium no me parece prueba suficiente teniendo en
cuenta su ausencia en conjuntos firmes no sólo augústeos sino también de la pri-
mera mitad del siglo Id. de J.C. (cf. lo dicho para los cuencos con borde aplicado).
Supongo que debieron aparecer en el mercado en la segunda mitad del siglo I d. de
J.C. y al principio sólo la variante e (Tarragona, Ostia), pero hacia finales del
siglo debían ya de fabricarse las otras dos variantes, pues son numerosas en la Casa
Noroeste de Pollentia. Probablemente las cazuelas con fondo estriado son un poco
más antiguas que los cuencos con borde aplicado, pues tanto en Tarragona como
en Ostia en los estratos flavios se hallan las primeras y no los segundos, durando
luego aproximadamente lo mismo que los cuencos con borde aplicado, ya que se
encuentran en el siglo III en Ampurias y son numerosas en la Casa de los dos Tesoros
de Pollentia ;66 la variante e, sin embargo, no se encuentra en los niveles del siglo 111.
Debemos asimismo hacer constar que en el estrato del segundo cuarto del siglo 111
d. de J.C. de Ostia el tipo no está presente en ninguna variante.
El barro es fino y compacto, de color rojo ladrillo, y por fuera las paredes
están cubiertas por una pátina cenicienta, hecha con la misma técnica que para
los cuencos con borde aplicado; las paredes por su parte interior están bastante puli-
mentadas pero son rugosas, lo que puede servir de criterio para diferenciar este tipo
en cerámica común del mismo en sigillata clara, siendo la superficie interior en las
cazuelas de clara lisa y brillante.
I. Ostia (Ostia II, lám. 18,304, estrato V). - Cazuela con reborde vertical y fondo estriado
(variante c) Barro granu'oso de color rojo amarillento, superficie exterior con pátina cenicienta
de color marrón, color del fondo alterado por el uso. 80-90 d. de J.C.
2. Pollentia (CNO, C-D 75, Casa Noroeste). - Fragmento de cazuela con reborde vertical.
Barro color rojo ladrillo. Segunda mitad siglo r y comienzos del siglo II d. de J.C.
3. Pollentia (CTD 26, Casa de los dos Tesoros). - Cazuela con fondo estriado y borde
con orla interior (variante b). Barro color rojo ladrillo. Siglo III d. de J.C.
4. Pollentia (CTP 19, Casa de los dos Tesoros). - Cazuela con borde liso inclinado ligera-
mente hacia adentro. Barro color rojo ladrillo, pátina cenicienta. Siglo III d. de J.C.

7. Morteros (figs. 8, g y IO)

Estos rec1p1entes servían, como los de hoy día, para machacar alimentos,
pero podían utilizarse también para otras cosas y al parecer se hacía con ellos en el
campo una especie de requesón. 67 Son cuencos poco profundos, cuyo fondo en su
parte interior tiene generalmente piedrecitas incrustadas o bien una serie de estrías
muy marcadas para formar la superficie de frotación. En el borde se encuentra un
66. Ampurias, 21, 1959, p. 5, fig. 3,4 (primera mitad siglo m d. de J.C.). - Pollentia 11, p. 115 ss. Otros frag-
mentos de Pollentia de fines del siglo I y del siglo 11: CNO, A¡-A 2 22, 33, 55; CNO, B¡-B 2 3, 4, 65; CNO, C-D 11, 45, 75;
NCT XV s. n.; CP VI 3, 7, 68; CP VII 34, 36. - En Albintimilium parecen. desaparecer casi al mismo tiempo que los
cuencos con borde aplicado, es decir, hacia mediados del siglo II d. de J.C. (cf. Albintimilium, p. 203: «vasi a patina cene-
rognola ed a fondo striato»).
67. O. TsCHUMI, Germania, 15,:1931, p. 179 s.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 29

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Fig. 8. -Tipo 7, morteros. N.s 1-5, reducción 1/3; n.º 7, según escala.
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Fig. g. -Tipo 7, morteros. Reducción 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMA.NA 31

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TIPO 7

Fig. 10. -Tipo 7, morteros. Reducción 1/3.


32 MERCEDES VEGAS

pico más o menos pronunciado para verter las salsas, leche cuajada o lo que en ellos
se preparase. Algunas veces este pico consiste en un simple aplastamiento del borde
efectuado con el dedo en la arcilla blanda antes de la cocción de la vasija.
Los morteros son muy abundantes en los campamentos militares romanos,
mientras que en las ciudades o aglomeraciones civiles son mucho menos frecuentes,
si bien se encuentran regularmente. Probablemente el gran número hallado en los
campamentos militares está en relación con la alimentación de los soldados, a los que
debía servir de escudilla, mientras que en las casas particulares su empleo casi
exclusivo como mortero determina que su número sea más reducido.
Mientras la forma general de la vasija varía poco, siendo sus características
un fondo plano bastante grueso con superficie rugosa de frotación en el interior
y paredes oblicuas muy abiertas, el borde presenta diversas formas:
a) Es la forma más antigua, con borde liso o algo engrosado y decoración
rizada aplicada al mismo o por debajo de él; esta decoración en general no corre
completamente todo alrededor del borde, sino que se halla sólo en dos lugares contra-
puestos haciendo las veces de asas; estos cuencos, a causa precisamente de esta
decoración, han recibido en España la denominación de «vasos con dediles». 63
Paralelos para esta forma existen en Numancia, Cáceres (campamento de Castra
Caecilia: 79-78 a. de J.C.), Azaila, Solsona, Pollentia, Gergovia, Albintimilium
y en el pecio de Pegli (fechado hacia el 150 a. de J. C.). 69 Son característicos, como
indica la cronología de los lugares citados, de la época republicana.
b) Esta variante con reborde vertical se encuentra bien fechada en los cam-
pamentos militares del limes germánico de época augústea, 70 si bien se halla ya
en conjuntos tardo-republicanos y proto-augústeos en Pollentia, en Albintimilium
y en Francia. 71 Esta forma debe, pues, empezar en fecha algo posterior a la anterior,
si bien todavía en época republicana, y se encuentra en el mercado hasta la época
flavia, fecha en la que es desplazada por la variante de mortero con borde hori-
zontal, sin llegar, sin embargo, a desaparecer completamente. 72
e) Los morteros con borde horizontal se encuentran ya también en el
período republicano, 73 pero su empleo se generaliza durante el siglo 1 d. de J.C.

68. .J. CABRÉ, Corpus Vasorum HzsJ;anorum. Cerámica de Azaila (Madrid, 1944), p. 61,1.
69. Numantia, lám. 71,8. ro. -Archiiologische Anzeiger, 1932, col. 350 s., fig. 1, 20-22. - CVH. Cerámica de Azaib,
p. 6!,1. - JSEA, Memoria, 63, lám. 6,17. - VEGAS,Cerámica común, p. 20, fig. 5,1. -.J. J. HATT, «Les fouilles de Ger-
govie», Gallia, 5, 1947, p. 298, fig. 13,12-13. - Albinlirnilium, p. 6!, fig. 23,14; p. 101, fig. 50,33. - Nave di Albenga,
App. I, p. 220, fig. 75.
70. Oberaden, lám. 33,72. - Haltern, lám. 12,59.
71. Pollentia: CNS 126; CP IV 129; CP XI 192; CP XII 366; CP XII 515. -Albintimilium, p. 62, fig. 24,17-18;
p. 70, fig. 29,51; p. 101, fig. 50,33 (con reborde vertical y decoración rizada). - Gergovia: Gallia 5, 1947, p. 298, fig. 13,1-4.;
Gallia 6, 1948, p. 82, fig. 31,2432.2481. - Roanne: Gallia 24, 1966, p. 54, fig. 18. - Cavaillon, p. 25, fig. 30.
72. De época augústea son los ejemplares de Albintimilium, p. 57, fig. 21,79; p. 108, fig. 54,56. - También pro-
bablemente de la misma época es el de Gabii, p. 46,171. - Ejemplares del siglo Id. de J.C.: Sutri I, p. 44, fig. 5,4 (de
un estrato anterior al alfar) y p. 86, fig. 19,254 (del alfar). - Ostia II, lám. 20,350 (época flavia). - Albintimilium,
p. 49, fig. 16,62-64; p. 114, fig. 57,41. - Fuera ele la zona mediterránea citaremos para esta época: Hofheim, lám. 35,79
y Vinclonissa, lám. 25,560. - Del siglo II d. eleJ.C.son los fragmentos de Albintimilium p. 31, fig. 8,29; p. 38, fig. 10,36-38.
Es probable que la forma perviva todavía en época tardo-imperial, por lo menos un fragmento de la Casa de los dos
Tesoros de Pollentia (CTP 15) y otro del estrato D del Claustro ele Tarragona (RÜGER, Tarragona, fig. 17,4) parecen
demostrarlo.
73. Numantia, lám. 71,1.2.4. - VEGAS, Cerámica común, p. 20, fig. 5,4 (nivel IV de la Calle Porticada). -
Albintimilium, p. 57, fig. 21,80. - Not. Scavi, 1968, p. 236, fig. 21,6! (Reggio Calabria). - Probablemente preaugústeo
es también el fragmento de Gergovia publicado por .J.B. WARD-PERKINS en Archeological Journal, 97, 1940, p. 67, fig. 12, 18.
- Este tipo se encuentra también en Atenas a principios del siglo I a. de J.C.: T1-10MPSON, Hellenistic pottery, p. 416, fig. 102
(combinado con decoración rizada).
CERÁMICA COMÚN ROMANA 33

y perduran hasta la época tardo-imperial. 74 Son abundantes en la Chorquilla, en


un vertedero del campamento de la legión IV Macedónica que por los restos de
terra sigillata puede fecharse entre la época augústea y la :flavia inclusive (vaso
Drag. 37), si bien domina la cerámica de la primera mitad del siglo I d. de J.C.;75
se encuentran además en el nivel :flavio de las termas del Nadador de Ostia 76 y en
Pompeya en la época de su destrucción. Para la primera mitad del siglo m debemos
citar los ejemplares de Ostia y de Chemtou. 77
d) Esta variante, fechada en la época del medio y tardo Imperio, tiene
una visera que sale un poco por debajo del borde. A pesar de que las paredes de los
ejemplares de esta variante son bastante delgadas, el pico - muy simplificado hasta
ser solamente un ligero aplanamiento del borde realizado con el dedo en la arcilla
cruda - y el grueso fondo con arcilla granujienta o piedrecitas incrustadas, per-
miten clasificarlos entre los morteros. Además la comparación con formas semejantes
de otras partes del Imperio refuerza esta hipótesis en los casos en que no se conserva
ni el fondo ni el pico. 78 El material de Pollentia permite distinguir dos variantes
que no parecen tener importancia cronológica alguna: recipientes con paredes
curvas y con paredes oblicuas. Su presencia en la Casa de los dos Tesoros de Pollentia
permite fecharlos en los siglos m y 1v d. de J.C., datación confirmada por los ejem-
plares de Albintimilium y por uno de la isla del Portitxol encontrado con clara D,
así como por los paralelos de otras provincias del Imperio 79 y por su similitud con
los cuencos con visera y borde ahumado que trataremos más adelante y que están
bien fechados en Tarragona y en U gium.
e) Formas locales se encuentran también, como son por ejemplo los mor-
teros de Munigua del siglo I d. de J.C. con bordes engrosados, reminiscencia de los
morteros con reborde vertical, y con bordes lisos presentando una acanaladura en
la parte superior del borde; algunos de ellos son bastante hondos y tienen por lo
general el fondo surcado por estrías muy pronunciadas que forman la superficie
de frotación. 80 Morteros semejantes a los de Munigua se encuentran también en
Granada, por lo que debe tratarse de formas vigentes en toda la Bética.
El barro es muy similar para todas las variantes: ocre-amarillento, más
raramente rojizo, bastante depurado, pero de grano gordo y muy semejante en
textura y color al de las ánforas.
r. Pollentia (CP XII 143, Calle Porticada, nivel III). - Mortero con borde liso y decoración
r zada por debajo del mismo, formando dos agarraderas. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
2. Albintimilium (Albintimilium, p. 61, fig. 23,14). - Mortero con pico pronunciado,
borde liso inclinado hacia adentro y decoración rizada. Barro marrón claro bastante granuloso
Siglo a. de J.C.

74. Vindonissa, lám. 25,567-576. -· Albintimilium, p. 49, fig. 16,71; p. 125, fig. 65,55. - Pollentia CNO, C-D 47.
- En los siglos II y III son muy abundantes en un campamento para los trabajadores de las canteras de Chemtou (Túnez). -
Parn los siglos 1v y v, cf. RüGER, Tarragona, fig. 16,6; fig. 17,5.
75. Excavaciones en Cantabria, p. 14, fig. 11.
76. Ostia 11, lám. 25,453.
77. Ostia I, lám. 20. - Los de Chemtou no están publicados, los conozco de visu porque los estoy estudiando.
78. F. OswALD, «The Mortaria of Margidunum and their clevelopment from A. D. 50 to 400», The Antiquaries
}ournal, 24, 1944, p. 45 ss. - J. H. HoLWERDA,Arentsburg, een romeinsch Milittair Vlootstation bij Voorburg (Leiden, 1923),
lám. 61,293.330., etc.
79. Pollentia 11, p. 118, fig. 4. -· Albintimilium, p. 150, fig. 85, 98-103; p. 147, fig. 82,76-80. - Jávea, p. 96,
fig. 48,10. - Cf. además nota 78.
80. Munigua, p. 234, fig. 11,237-240.
3
34 MERCEDES VEGAS

3. Pollentia (CP XI 192, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de mortero con reborde
vertical. Barro ocre bastante fino. Época tardo-republicana.
4. Pollentia (CP XII 366, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de mortero con reborde
vertical. Barro rojo-anaranjado, restos de engobe blancuzco. Época tardo-republicana.
5. Oberaden (Oberaden, lám. 33,72). - Mortero del campamento militar de Oberaden
en Germanía, presentado como ejemplar íntegro del tipo. Barro ocre-amarillento. Época augústea.
6. Numancia (Numantia, lám. 71,2). - Mortero con borde horizontal, pico para verter
y ancho pie. Piedrecitas y fragmentos de cuarzo en la parte interior de la vasija hacen rugosa la
superficie de frotación. Barro grisáceo. Segunda mitad siglo II a. de J.C.
7. Chorquilla (Excavaciones en Cantabria, p. 14, fig. 11). - Morteros con borde horizontal,
pie anular y fondo de arcilla granujienta. Siglo I d. de J.C.
8. Pollentia (CNO, C-D 47, Casa Noroeste). - Fragmento de mortero con borde horizontal
e interior de las paredes con piedrecitas incrustadas. Barro muy fino ocre-rosado. Segunda mitad
siglo I y comienzos siglo II d. de J.C.
9. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 16,6, estratos E/F). - Mortero con borde horizontal
ligeramente inclinado hacia abajo. Barro gris-verdoso. Segunda mitad siglo IV d. de J.C.
10. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 17,5, estrato D). - Mortero con borde casi hori-
zontal. Barro ocre-verdoso. Principios siglo v d. de J.C.
11. Pollentia (CTD 29, Casa de los dos Tesoros). - Mortero con visera, pico poco pro-
nunc·ado y pie anular. Barro fino marrón-rojizo. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
12. Pollentia (CTV 75, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de mortero con visera y
paredes oblicuas. Barro rojo ladrillo, superficie exterior color anaranjado. Segunda mitad siglo III
y siglo 1v d. de J.C.
13. Albintimilium (Albintimilium, p. 150, fig. 85,102). - Mortero hondo con visera y
pequeño pico en canal. Barro fino de color claro. Estratos 1/11: época tardo-romana.
14. Munigua (Munigua, p. 234, fig. 11,238). - Fragmento de mortero con borde engrosado
y paredes interiores cubiertas de estrías. Barro harinoso ocre-amarillento. Tercer cuarto siglo I d.
de J.C.
15. Munigua (Munigua, p. 234, fig. 11,237). - Mortero bastante hondo con base plana,
paredes interiores estriadas y borde liso con listón sobresaliente en la parte interior. Barro ocre oscuro.
Segunda mitad siglo I d. de J.C.

8. Cuencosde paredes alisadas con borde vuelto hacia afuera (fig. 7)

Se incluyen aquí algunos cuencos de paredes lisas y pasta clara, que eviden-
temente no se ponían al fuego, es decir, no servían para la cocción de los alimentos,
siendo probablemente usados para la preparación de los mismos antes o después
de la cocción, aunque no puede excluirse completamente que se tratase quizá de
vajilla de mesa en hogares humildes. Debo aclarar que cuando digo paredes lisas
no me refiero a que no tengan decoración, sino que quiero significar que la super-
ficie no es rugosa, es decir, que está más o menos alisada o pulimentada. El escaso
número de ejemplares encontrados y su estado fragmentario no permite establecer
un tipo característico y bien diferenciado; por ello he juntado aquí una serie de
vasijas que, a parte de poseer en común las paredes lisas y la arcilla de color claro,
tienen boca ancha, base plana y en general no son muy hondas; otra característica
común es el borde vuelto hacia afuera, pero presentando diversas variantes que
pueden llegar incluso al borde francamente horizontal. Dos grupos principales
pueden formarse:
a) Cuencos con borde horizontal, de forma más o menos hemisférica y
base plana. Se encuentran en Munigua, en la Casa Noroeste de Pollentia y en
CERÁMICA COMÚN ROMANA 35

Pompeya, 81 por lo que deben fecharse en el siglo I d. de J.C. y más concretamente


en su segunda mitad.
b) Cuencos con borde engrosado e inclinado hacia afuera, hombros acen-
tuados y base plana. Esta variante parece tener gran difusión en la Bética, pues no
sólo se encuentran en Munigua sino también en Carmona y Asta Regia, 82 en este
último lugar de forma más honda que la de Munigua. Pero no se trata de una
forma local porque también son numerosos estos cuencos en Pompeya, poseyendo
los ejemplares de esa ciudad además dos pequeñas asas horizontales y teniendo las
paredes algo rugosas; también se encuentran en Susa, Sfax. 83 Esta variante
debe ser fechada como la anterior, porque se encuentra igualmente en Munigua
y Pompeya.
El barro es fino y compacto, de color avellana, marrón-rosado o marrón-
amarillento; en ocasiones los cuencos de color avellana llevan un engobe amari-
llento. No se aprecian nunca manchas provocadas por el contacto con el fuego de la
cocina. Los cuencos de Pompeya no tienen las paredes alisadas, sino que son un
poco rugosas.
I. Munigua (Munigua, p. 234, fig. II,241). - Fragmento de cuenco con borde horizontal,
un paralelo completo procede de Pompeya (cf. Leiden n. 0 909). Barro fino de color avellana, super-
ficie exterior amarillenta. Tercer cuarto siglo I d. de J.C.
2. Pollentia (CNO, B1-B1, gr, Casa Noroeste). - Fragmento de cuenco hemiesférico con
borde horizontal. Barro marrón-rosado. Segunda mitad siglo r d. de J.C.
3. Munigua (Munigua, p. 234, fig. r r,244). - Cuenco con borde engrosado e inclinado
hacia afuera, base plana y hombros acentuados. Barro marrón-rosado, superficie ligeramente rugosa.
Tercer cuarto siglo r d. de J.C.

g. Cuencoscarenadosde paredes alisadas (fig. 11)

Nos encontramos aquí con un tipo semejante al anterior, de función no deter-


minada, pero que no servía para la cocción de los alimentos, pues nunca están tiz-
nados por la lumbre y además sus paredes lisas y pasta clara no resultarían prác-
ticas si hubiesen tenido que estar estas vasijas expuestas al contacto directo con el
fuego de la cocina. Tampoco éste es un tipo muy característico, ya que han sido
agrupados una serie de cuencos que tienen en común la boca ancha y una carena
más o menos pronunciada en la parte alta del cuerpo, a partir de la cual la pared
se inclina oblicuamente para alcanzar el fondo de la vasija. No es posible determinar
el diámetro de la base porque no se conserva ninguna. Se pueden distinguir dos
variantes, ambas de época tardía:
a) Cuenco con borde en forma de bastoncillo, carena bastante alta a
partir de la cual la pared se inclina suavemente hacia la base que debía ser bas-
tante ancha. La parte alta de la pared está a menudo decorada con estrías. Son
cuencos no muy profundos y relativamente anchos y pueden fecharse en época
tardo-imperial. En Pollentia se encuentran en la Casa de los dos Tesoros y en la
8I. Munigua, p. 234, fig. 11,241-242. - Pollentia, CNO, B 1-B 2 91. - Leiden, n. 0 909.
82. Munigua, p. 234, fig. 11,244. - Las vasijas de Asta Regia y de Carmona no están publicadas, las he visto
en los Museos de Jerez de la Frontera y ele Mairena.
83. Leiden, n. 0 972.
36 MERCEDES VEGAS

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Fig. 11. -Tipo g, cuencos carenados de paredes alisadas. Reducción 1/3. Tipo 10, cuencos con visera.
Reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 37

habitación G de la Casa Noroeste, cuyo material es semejante al de la Casa de los


dos Tesoros ;84 en el Claustro de Tarragona, en el estrato E/F, se encuentra este tipo
de cuenco con decoración de estrías, poseyendo allí además dos asas que van desde
el borde a la carena. 85 Perfiles semejantes se hallan también en Ugium, fechados
entre los siglos IV a VI d. de J.C. 86 La decoración de estrías es también, como ya
dijimos anteriormente, característica de la época tardo-imperial.
b) Cuenco con borde liso, paredes rectas y carena poco pronunciada. La
parte alta de la pared está decorada con línea ondulada incisa. Este motivo deco-
rativo es asimismo propio del período tardo-imperial y la presencia de estos cuencos
en la Casa de los dos Tesoros confirma la fecha dada por la decoración. 87 La deco-
ración de estrías y de líneas incisas es muy general en la cerámica de los siglos m
a v en el Occidente del Mediterráneo ;88 en la parte oriental de este mar está también
muy extendida; allí empieza, sin embargo, ya en el siglo II d. de J.C. 89
El barro de todos estos cuencos es semejante: fino y de color ocre y ocre-rosado.
1. Pollentia (CTG 44, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de cuenco carenado con la
parte superior de la pared cubierta de estrías. Barro muy fino ocre-anaranjado. Segunda mitad
siglo III y siglo IV d. de J.C.
2. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 16,7 estratos E/F). - Fragmento de cuenco con la
parte superior de la pared estriada y con dos pequeñas asas que van desde el borde a la carena.
Barro gris-verdoso, superficie de color rosa. Segunda mitad siglo IV d. de J.C.
3. Pollentia (CTV 91, Casa de los dos Tesoros). - Cuenco carenado con borde en forma de
bastoncillo. Barro de color ocre. Segunda mitad siglo m y siglo 1v d. de J.C •.
4. Pollentia (CT LP 83, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de cuenco carenado; la
parte superior de la pared, hasta la carena, lleva inciso un motivo decorativo de línea ondulada.
Barro ocre-rosado. Segunda mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.

10. Cuencoscon visera (fig. I I)

Este tipo comprende cuencos bastante planos de paredes delgadas con visera
lisa o estriada que sale por debajo del borde. Probablemente tienen que ponerse
en relación con los morteros con visera, pero a causa de la delgadez de las paredes
y de que ni entre los fragmentos por mí estudiados ni entre los paralelos hallados
en la bibliografía se encontrase ningún pico los he separado de los morteros haciendo
un tipo aparte. Las paredes son en general ligeramente oblicuas y reposan sobre
base bastante ancha. Estos cuencos deben fecharse en la época del Bajo Imperio,
ya que en los estratos E/F del Claustro de Tarragona son numerosos y se encuentran
también en la Casa de los dos Tesoros de Pollentia. 00 En los siglos v-v1 d. de J.C.
se hallan en Ugium. 91 La forma se fabrica también en terra sigillata clara D. 92
84. Pollentia II, p. 116, fig. 3,5-6; CNO, G 44.
85. RüGER, Tarragona, fig. 16,7.
86. Ugium, p. 200, fig. 69,3.
87. Pollentia II, p. 116, fig. 3,7.
88. Cf. Albintimilium, figs. 87, 88, 90, 93, 94, 95 y 99. Véase también Pollentia 11, p. 112, fig. 2,1.2.8.10; p. 116,
fig. 3,6-7; p. 132, fig. 10,3.7-9.13.
89. Athenian Agora V, láms. 24-31.
90. RüGER, Tarragona, p. 256 y fig. 13,8. - Pollentia 11, p. 118, fig. 4,9-10. Véase también Albintimilium,
p. 150, fig. 85, 104.112.
91. Ugium, p. 200, fig. 69,10.
92. Cf. Albintimilium, p. 144, fig. 80,21-24. - N. LAMBOGLIA, «Nuove osservazioni sulla terra sigillata chiara»
(II), Riv. Studi Liguri, 29, 1963, p. 191, forma 38.
38 MERCEDES VEGAS

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3
TI PO 11

Fig. 12. - Tipo 11, cuencos con pitorro. N.s 1, 2, reducción 1/3; n.º 3, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 39

El barro es por lo general marrón-rojizo o de color rojo ladrillo, y el borde


está a veces ahumado, lo que naturalmente también los diferencia de los morteros
y los pone en relación con el grupo de cerámicas con borde ahumado y pátina
cenicienta.
1. Pollentia (CTP 176, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de cuenco con visera ts-
triada. Barro color rojo ladrillo. Segunda mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.
2. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 13,8, estratos E/F y D). - Fragmento de cuenco
con visera estriada. Barro color rojo ladrillo, visera ahumada. Segunda mitad siglo IV y comienzos
siglo v d. de J.C.
3. Pollentia (CTP 23, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de cuenco con visera doblada.
Barro marrón-rojizo, visera ahumada (gris ceniza). Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.

1 I. Cuencos con pitorro (fig. 12)

Estos cuencos, cuyo pitorro muestra que en ellos se preparaban alimentos


líquidos, son de paredes lisas y de barro de color claro, es decir, no servían para
cocinar (v. pág. 24). Si bien cuencos y hasta ollas con pico en forma de embudo
existían en la vajilla romana de diversas épocas, 93 se generalizan en el período
tardo-imperial, probablemente en relación con un cambio de la alimentación.
La forma de estos cuencos del Bajo Imperio es hemiesférica, con borde por lo general
inclinado hacia adentro y pitorro bastante largo, en forma de embudo, colocado
en la parte alta de la pared por debajo del borde. No se encuentran todavía en Ostia,
en el estrato del segundo cuarto del siglo m, y los yacimientos y niveles en que apa-
recen los fechan en el siglo 1v d. de J.C.: estratos E/F del Claustro de Tarragona,
estrato II de Albintimilium, Casa de los dos Tesoros de Pollentia. 94
La arcilla es generalmente de color avellana y muy fina, sus paredes no
están nunca tiznadas por el fuego. En Tarragona tienen a veces un engobe verdoso
por fuera, semejante al de las jarras de baja época.
I. Pollentia (CTP 193, Casa de los dos Tesoros). - Cuenco con pitorro. Barro anaranjado.
Siglo IVd. de J.C.
2. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 5,18, estratos E/F). - Fragmento de cuenco carenado
con pitorro y la parte superior de la pared surcada por estrías. Barro color avellana. Segunda mitad
siglo IV d. de J.C.
3. Albintimilium (Albintimilium, p. 163, fig. 94,3). - Cuenco con borde engrosado, pitorro
en forma de embudo por debajo del mismo y dos asas; alto pie anular. Barro muy fino de color
rojizo. Comienzos siglo v d. de J.C.

12. Grandes vasl)aS con borde vuelto hacia afuera (fig. 13)

Vasos grandes cilíndricos o de figura de cono truncado con base plana. muy
ancha y borde inclinado hacia afuera. Por su forma recuerdan a los cubos actuales
si bien son incluso más grandes. Dado que no se usaban para cocinar, pues no quedan
93. Por ej. Sutri I, p. 77, fig. I0,66; p. 84, fig. 17,2rn (olla). - RüGER, Tarragona, fig. 16,11 (olla). - Formas
de época republicana se encuentran en Ampurias y en Francia, cf. Gallia, 29, 1971, p. 370, fig. 2.
94. RüGER, Tarragona, fig. 5,18 (tiene que haber habido una confusión entre las vasijas con pitorro, fig. 5,18 y
fig. 16,11, correspondiendo la primera al estrato E/F y la segunda al estrato G). - Albintimilium, p. 151, fig.86,116-118;
p. 163, fig. 94,3. - Pollentia II, p. u8, fig. 4,1.2.
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Fig. 13. --Tipo 12, grandes vasijas con borde vuelto hacia afuera. Reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 41

huellas del fuego en sus paredes, es posible que sirviesen para lavar, como nuestros
cubos actuales, aunque también podían servir para guardar provisiones, si bien
la boca ancha y muy abierta habla contra ese uso. Yo me inclino a considerarlas
como vasijas para lavar y por eso las incluyo dentro de la vajilla de cocina.
El borde presenta diversas variantes, desde el borde ligeramente inclinado
hacia afuera hasta el francamente horizontal. Las paredes tienen las estrías del
torno muy acentuadas, y conozco un ejemplar con decoración incisa de finas líneas
horizontales y línea ondulada (Pollentia). Estas características de las paredes fechan
estos cubos en la época tardo-imperial, y los yacimientos en que han sido encon-
trados confirman la fecha. En efecto, no sólo son muy numerosos en la Casa de
los dos Tesoros de· Pollentia, sino que también se encuentran representados en los
estratos más modernos del Claustro de Tarragona y de Albintimilium. 95 Sin em-
bargo, ya se empleaban en la primera mitad del siglo III d. de J.C., pues se hallan
en un estrato de esta fecha en Ostia y en Chemtou. 96 El tipo está también repre-
sentado en la zona mediterránea oriental y en las regiones al norte de los Alpes,
fechado en esos lugares en el siglo m d. de J.C. 97 Por lo tanto deben fecharse estas
grandes vasijas en los siglos m y 1v d. de J.C., siendo para la fecha terminal su pre-
sencia en Tarragona determinante.
Las paredes son gruesas, como es natural para vasijas de tal tamaño (altura
media 30 cm.), y el barro es semejante al de las ánforas en su consistencia y color:
ocre-verdoso, ocre-rosado o marrón rojizo, teniendo a menudo un engobe ocre-
amarillento o verdoso. Un ejemplar de Tarragona está vidriado en su interior. 98
1. Pollentia (Can Basse). - Gran v.:tsija con el borde inclinado hacia afuera; la parte inferior
de la pared estriada. Barro marrón-rojizo, superficie de color anaranjado. Siglos III y IV d. de J.C.
2. Pollentia (CTP 212, Casa de los dos Tesoros). - Parte superior e inferior de una vasija
que permiten su reconstrucción aproximada. Gran borde oblicuo; base plana. Barro ocre-verdoso.
Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
3. Pollentia (CT LP 86, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de vasija con borde hori-
zontal y decoración de línea ondulada y grupos de líneas incisas. Barro ocre-rosado. Segunda mitad
siglo m y siglo 1v d. de J.C.
4. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 16,1, estratos E/F). - Vasija ovoide con base plana
y borde oblicuo bastante alto. Barro ocre-verdoso. Segunda mitad siglo rv d. de J.C.

13. Platos con borde engrosado(fig. 14)

Se agrupan aquí una serie de platos, en general de gran tamaño, que servían
para cocinar, pues sus paredes y fondo están tiznados por el fuego. Todos estos platos,
o mejor dicho fuentes, tienen la base plana y de diámetro considerable y las paredes
bajas y ligeramente oblicuas, mientras el borde puede presentar un perfil triangular,
ser aplicado (formando como un filete alrededor del borde) o tener forma de has-

95. Pollentia II, p. 120 ss., figs. 5 y 6 - RüGER, Tarragona, fig. 16,1-5. - Albintimilium, p. 23, fig. 4,23.
96. Ostia I, lám. 21,419-421. - Los ejemplares de Chemtou no están publicados todavía.
97. Athenian Agora V, lám. 13,K78-81. - Niederbieber tipo 109. - Si bien no conozco ejemplares de época tem-
prana en la región mediterránea occidental, quisiera mencionar unas vasijas de Atenas del período helenístico, que pro-
bablemente sirvieron para el mismo fin que las aquí tratadas: THOMPSON,Hellenistic pottery; p. 468 ss., fig. 122.
H. A. Thompson las describe como «large wash basins necessary in kitchen and lavatory».
98. RüGER, Tarragona, p. 258.
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Fig. 14. - Tipo 13, platos con borde engrosado. Reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 43

toncillo. Son bastante numerosos en la época republicana, encontrándose en la


Calle Porticada de Pollentia varios fragmentos que permiten apreciar la variedad
en la forma de los bordes. 99 Se encuentran también en Albintimilium y en Gergovia
a finales del período republicano y en época de Augusto llegan hasta el Rhin, 100
pero después de esta fecha son mucho más raros. Se fabricaron todavía en el alfar
de Sutri, siendo su forma allí parecida a la de época tardo-republicana y augústea,
varía sólo algo el tamaño y el perfil del borde: base plana muy ancha, paredes
oblicuas y borde de sección triangular o bien horizontal ligeramente inclinado
hacia abajo. 101 Un ejemplar con borde triangular pero de menor tamaño que los
otros platos citados procede de Munigua; 102 Debe considerarse, sin embargo,
como de fabricación local, ya que el barro es de color gris, como el de la cerámica
de cocina en el interior de la Bética, pero no en el litoral mediterráneo.
El barro es de color rojo ladrillo, típico de la cerámica de cocina medite-
rránea, o más raramente marrón (Sutri); el borde a veces está ahumado, carac-
terística asimismo muy corriente, y fuertes huellas del fuego se observan en la parte
exterior de los platos.

1. Pollentia (CP XII 151, Calle Porticada, nivel III). - Plato bajo con borde de sección
triangular. Barro marrón-rojizo muy tiznado por el fuego. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XI 128, Calle Porticada, nivel IV). -Fragmento de gran plato con borde
aplicado y paredes oblicuas. Barro marrón-rojizo, borde ahumado de color casi negro. Época tardo-
republicana.
3. Albintimilium (Albintimilium, p. 71, fig. 30,53). - Gran plato de paredes gruesas y
borde liso, con base plana muy ancha; un botón' en relieve en el borde representa una decoración
inusitada en este tipo de platos. Barro marrón claro. Siglo 1 a. de J.C.
4. Sutri (Sutri 1, p. 83, fig. 16,191). - Plato de paredes oblicuas con delgado borde incli-
nado hacia abajo. Barro marrón. 60-70 d. de J.C.
5. Munigua (Munigua, p. 232, fig. rn,216). -Plato con borde de sección triangular y pare-
des oblicuas. Barro gris-verdoso, por fuera casi negro por el uso. Tercer cuarto del siglo Id. deJ.C.

14. Platos con borde bífido (fig. 15)

Se trata también de grandes platos o fuentes de cocina, como el tipo anterior,


con base plana de gran diámetro y paredes ligeramente curvas. El borde liso está
dividido en su parte superior por una estría más o menos profunda, debiéndose
considerar que la pequeña ranura por ella formada serviría para ajustar la tapadera.
Es un tipo muy común en la época tardo-republicana y augústea, y su em-
pleo está extendido por todo el Mediterráneo, pues se encuentra también en Ate-
nas.103 Ejemplares de la época republicana han sido hallados en Numancia,
en los niveles bajos de la Calle Porticada y de la Calle Norte-Sur de Pollentia, en
Ampurias, en la Lombardía y en estratos republicanos de la Casa del Fauno en Pom-

99. CP XI 128, 342, 347, 381; CP XII 151, 506.


!OO. Albintimilium, p. 71, fig. 30,35; p. 94, fig. 42,25. - Gallia, 8, 1950, p. 43, fig. 24,2590.2601. - Novaesium,
Jám. 17.
IOI. Sutri I, p. 83, fig. 16,191-197.
!02. Munigua, p. 232, fig. rn,216.
103. Athenian Agora V, lám. 72,F78. - THOMPSON, Hellenistic pottery, p. 419 s., figs. rn6, rn7; p. 467,
fig. 121,EI45.
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Fig. 15. -Tipo 14, platos con borde bífido. Reducción 1, 3. Tipo 14 A, platos con borde escalonado (n.º 4).
CERÁMICA COMÚN ROMANA 45

peya. 104 De época de César y de Augusto son los platos procedentes de la Casa de
Livia en Roma, del pozo de Gabii, del estrato VI A de Albintimilium, de Fréjus
y del Mont-Beuvray en Francia, de San Miguel de Sorba y de los niveles 111 y 11
de la Calle Porticada de Pollentia. 105 De época plenamente augústea son los platos
fabricados en el campamento militar de Novaesium en el Bajo Rhin.'1.06 Esta lista
de yacimientos permite ver con claridad la difusión del tipo, el cual es seguramente de
origen itálico, derivado de formas helenísticas y, siendo llevado consigo por las
tropas (Numancia, Novaesium), se aclimató en seguida en todas las regiones del
Imperio. .. ..
El barro puede ser marrón-rojizo pero más a menudo es de color marrón
oscuro o gris-marrón con bastante cuarzo y mica como desengrasante.

14 A. Platos con borde escalonado(fig. 15, 4)

Esta forma, que aparece sobre todo en la Bética, debe considerarse como
una derivación de los platos con borde bífido y pertenece también a la vajilla de
cocina. Característicos son el fondo plano, las paredes ligeramente curvas y el
borde escalonado. La estría que dividía la parte superior del borde en los platos
con borde bífido ha desaparecido, pero el borde sigue dividido en dos partes, pre-
sentando su parte interior más baja que la exterior, de manera que queda una
pequeña plataforma para asiento de la tapadera. Son en general de menor tamaño
que los platos de cocina tratados anteriormente, pero esta disminución del diá-
metro de los platos es característica durante el siglo I d. de J.C. y puede observarse
también en las fuentes con borde ahumado. Los platos con borde escalonado se
encuentran sobre todo en Munigua en el siglo I d. de J.C., 107 pero un ejemplar de
Tarragona 108 me hace pensar que en otras regiones también seguían usándose
durante el siglo I d. de J.C. derivaciones de los platos con borde bífido.
Esta variante se fabrica en la Bética en arcilla gris, presentando en su parte
exterior manchas negruzcas causadas por la lumbre. El ejemplar de Tarragona es
en cambio de color rojo ladrillo, como gran parte de la cerámica de cocina en esa
ciudad.
1. Pollentia (CP XII 137, Calle Porticada, nivel III). - Plato con borde bífido. Barro
gris-marrón. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XI 341, Calle Porticada, nivel V). - Plato con borde bífido y paredes
bastante curvas. Barro marrón-rojizo oscuro. Época tardo-republicana.
3. Gabii (Gabii, p. 43, fig. 16,158). - Plato con borde bífido. Barro marrón-rojizo oscuro,
huellas del fuego. Siglo I a. de J.C.
4. Munigua (Munigua, p. 230, fig. 9,206). - Plato con borde escalonado. Barro gris, por
fuera negruzco. Tercer cuarto del siglo I d. de J.C. ·
104. Numantia, lám. 70,30. - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 21; además CNS 114, 178, 179. -Necr. Am-
purias 1, p. 360, fig. 344,2; p. 371, fig. 367,7. - Rassegna storica del Seprio, 9/rn, 1949/50, p. 69, fig. 2,13. - BRUCKNER,
Küchengeschirr, fig. 1,2.4.
105. Not. Scavi, 1957, p. 98, fig. 24,b. - Gabii, p. 43, fig. 16, 158. - Albintimilium, p. 73, fig. 31,60. ~ Fréjus,
p. 197, fig. 24, LVIII, 5.6. - Ogam, 15, 1963, p. 172, fig. 5. -JSEA, Memoria, 44, p. 13, fig. 1,1. - VEGAS,Cerámica
común, p. 22.
106. Novaesium, lám. 16.
107. Munigua, p. 230, fig. 9,205-206.
108. RüGER, Tarragona, fig. 6,11.
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Fig. 16. -Tipo 15, fuentes con barniz interior rojo-pompeyano (n. 1-8). Tipo 15 A, imitaciones 5 de fuentes
con barniz rojo-pompeyano (n. 0 g). Reducción 1/3, menos n.s 5 y 7, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 47

I 5. Fuentes con barniz interior rojo-pompeyano(fig. 16, 1-8)

Estos grandes platos se empleaban para hacer pan y similares; en Pompeya


han sido encontrados con el contenido carbonizado que se estaba cociendo cuando
la erupción del Vesubio tuvo lugar (ejemplares en el Museo de Pompeya). Las
paredes son bajas y ligeramente curvas, y el fondo, de gran diámetro, está a menudo
decorado interiormente con grupos de círculos concéntricos incisos. La parte interior
y el borde están cubiertos por una gruesa capa de barniz rojo oscuro, grasiento y de
brillo mate, el cual impedía que la pasta del pan se pegase a las paredes y fondo
del recipiente. El color de este barniz es semejante al rojo de las pinturas pompe-
yanas y de ahí deriva el nombre con que se conocen en la bibliografía alemana.
N. Lamboglia las llama «vasi a vernice rossa interna», pero he preferido adoptar
la nomenclatura germánica por ser la más conocida y porque además la función
y tipología de estos platos fueron precisamente establecidas por el investigador
alemán S. Loeschcke. 109
Se trata de un tipo de procedencia itálica (análisis petrográficos efectuados
por el Prof. Frechen de la Universidad de Bonn han puesto de relieve que se trata
de una tierra volcánica propia de la península itálica) 11 º cuyo uso fue muy difun-
dido en todas las provincias romanas durante la época final republicana y el co-
mienzo de la imperial. Se encuentran en efecto en Pollentia, en Jávea, en Albinti-
milium, en el pecio de Albenga, en Bolsena, en Gabii, en Pompeya, en todo el
limes renano, en África del Norte, en Asia Menor y en Grecia (en este último lugar
todavía en el siglo II d. de J.C.).11 1
Ch. Goudineau ha constatado la existencia del tipo desde fines del siglo m
a. de J. C. en Bolsena, donde presenta bordes de perfiles muy variados y las formas
de las paredes no son tampoco homogéneas ;112 sin embargo, todas est,as variantes
parece ser que se unifican en el siglo I a. de J.C. en tres formas distintas. Estas habían
sido establecidas ya anteriormente por mí en base al material de Pollentia. 113
a) Fuentes con borde engrosado, de forma almendrada, las cuales se en-
cuentran en los niveles de fundación de Pollentia, así como en los estratos VI B,
VI A y V de Albintimilium, en el pecio de Albenga y en niveles preaugústeos de la
Casa del Fauno en Pompeya.11 4
b) Fuentes con borde en forma de bastoncillo, las cuales se encuentran ya

rn9. Cn. GouDINEAUha escrito recientemente un artículo sobre estos platos: «Note sur la cerámique a engobe
interne rouge-pompéien», Mélanges d'Archéologie et d'Histoire, 82, 1970, p. 159 ss., en el que aboga también por esta termi-
nología.
I IO. Novaesium V. (e. p.).
111. Pollentia: VEGAS, Cerámica común, p. 22 ss.; CNO, C-D 71; NCT XVI l. -Jávea, p. 51, fig. 26,53; p. 61,
fig. 34,391. - Albintimilium, p. 54, fig. 20, 42-45; p. 57, fig. 21, 72-73; p. 73, fig. 31,62.64; p. 85, fig. 38,74; p. 129,
fig. 69,16. - Nave di Albenga, p. 170, fig. 29,6-7. - GouDINEAU, Rougepompéien, p. 162 y láms. 4-8. - Gabii, p. 43,
fig. 16,157. -BRUCKNER, Küchengeschirr, p. 13, fig. 1,1.3. - Oberaden, lám. 26,21-22. - Haltern, lám. 14, 75 A.B. -
Hofheim, lám. 36,rno. - Vindonissa, lám. 17,388. -Athenische Mitteilungen, 37, 1912, p. 397 s. (Tschandarli). -Athenian
Agora V, lám. 72,Mrno.
112. GouDINEAU. Rouge-pompéien, p. 181.
113. VEGAS, Cerámica común, p. 22 ss.
114. VEGAS,Cerámica común, p. 24. -Albintimilium, p. 85, fig. 38,74; p. 73, fig. 31,63-64; p. 57, fig. 21,72-73. -
Nave di Albenga, p. 170, fig. 29,6. BRUCKNER,Küchengeschirr, p. 13, fig. 1,1. El material de Pompeya procede de excava-
ciones en la Casa del Fauno y corresponde a diferentes períodos de construcción de la casa en los siglos II y I a. de J.C.
48 MERCEDES VEGAS

también en el pecio de Albenga perdurando hasta la época augústea (presentes


en los campamentos germánicos de Haltern y Oberaden).11 5
c) Fuentes con borde liso, las cuales comienzan en época augústea (Obe-
raden) y están todavía en uso en el momento de la destrucción de Pompeya, encon-
trándose esporádicamente todavía en el siglo II d. de J.C. 116
Por regla general las fuentes de época augústea son muy grandes y luego van
disminuyendo de tamaño, como puede comprobarse en Hofheim (época de Claudio-
Vespasiano) y en Pompeya. 117
El barro es marrón-rojizo oscuro o marrón oscuro con mucho cuarzo y mica;
la parte interior y el borde están cubiertos por una gruesa capa de barniz mate
roJo oscuro.

15 A. Imitaciones de fuentes con barniz rojo-pompeyano(fig. 16, g)

Como se ha dicho, las fuentes de barniz rojo-pompeyano eran de fabricación


itálica y desde allí se exportaban a las provincias, pero ya en yacimientos fechados
en época relativamente temprana se encuentran imitaciones, como puede obser-
varse en Gergovia y en diversos lugares al norte de los Alpes. 118 Estas imitaciones
son por regla general de menor tamaño que las fuentes originales, el barniz es de
color rojo más claro o simplemente no se conserva y el borde, de forma almen-
drada, es semejante al de la variante más antigua a. En Novaesium fueron fabri-
cadas en un alfar de época augústea y las de Oberaden están consideradas como
fabricadas en Xantcn. 119 Es característico de estas imitaciones fabricadas en Ger-
manía el barro arenoso de color rojo-ladrillo y la capa de barniz muy delgada
y que por ello se conserva mal. Hacia mediados del siglo I d. de J.C. parece cesar
la exportación desde Italia de las fuentes con barniz interior rojo-pompeyano, siendo
entonces fabricadas en las provincias siguiendo el proceso de descentralización
de la producción que se generaliza precisamente en esa época. Estas últimas imi-
taciones tienen el borde liso, a diferencia de las augústeas con. borde engrosado,
a veces el fondo lleva en su interior grupos de círculos concéntricos incisos como
en las fuentes originales y el barro es fino, de color rojo-ladrillo con barniz rojo
brillante parecido al de la terra sigillata sudgálica; en ocasiones el barniz no está
limitado a la parte interior, sino que cubre toda la fuente. 12 º Estas imitaciones se

115. Nave di Albenga, p. 170, fig. 29,7. -Albintimilium, p. 54, fig. 20,45; p. 73, fig. 31,62 (estratos VI A y V). -
Haltern tipo 75 A. - Oberaden tipo 22. - Jávea, p. 6I, fig. 34,391 (nivel 6 ele época augústea). - Para Pollentia, cf. Cerá-
mica común, p. 24.
116. Oberaden tipo 21. - Haltern tipo 75 B. - En los niveles V, IV y III de Albintimilium se halla represen-
tada esta variante: Albintimilium, p. 54, fig. 20,42-44; p. 129, fig. 69,16; p. 31, fig. 8,27 (este último fragmento del estrato
III C, fines siglo Id. de J.C., parece ser el más moderno de Albintimilium). - En el nivel I deJávea, conteniendo material
de superficie y por lo tanto mezclado, se halla una fuente con borde liso: Jávea, p. 51, fig. 26,53. - Para Pollentia, Cerá-
mica común, p. 24 y además CNO, C-D 71 y NCT XV 11, estos dos últimos fragmentos de mecFados y segunda mitad
del siglo r d. deJ.C. - De Atenas es un fragmé:nto del siglo II d. de J.C., aunque es posible que se trate de una imitación:
Athenian Agora V, lám. 72,Mrno.
117. HoFHEIM,lám. 36,100. -Las ele Pompeyano están publicadas; se encuentran en el Museo de las excavaciones.
118. Ogam, 15, 1963, p. 165, lám. 38,7. - FELLMANN,Base!, p. 94, lám. 5,7-8. - Novaesium, lám. 16. - Véase
también el ejemplar de Gabii, p. 53, fig. 16,157, que por la forma del borde debe ser también considerado como anterior al
cambio de Era.
119. Novaesium, Eternit, tipo 12. - Oberaden, tipo 68.
120. Munigua, p. 22,1 ss.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 49

encuentran diseminadas por todo el Imperio romano y se trata probablemente


siempre de productos de fabricación local. 121
I. Bolsena (Góudineau, Rouge-pompéien, 1am. 4, nivel 6/7). - Fragmento de fuente con
borde inclinado hacia afuera y ranura en la parte interior del mismo. Barro duro y grosero, de color
marrón-rojizo, barniz interior mate rojo oscuro. 220-180 a. de J.C.
2. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 170, fig. 29,6) - Fragmento de fuente con borde
almendrado. Barro marrón oscuro con cuarzo y capa interior de barniz rojo-pompeyano. 80-70
a. de J.C.
3. Pollentia ( CP XII 189, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de fuente con borde
almendrado. Barro marrón-rojizo oscuro con cuarzo y mica; gruesa capa de barniz en el interior
y borde. Época tardo-republicana.
4. Pollentia (CP X 45, Calle Porticada, nivel II). - Fuente con borde en forma de bas-
toncillo. Barro marrón-negruzco con mucho cuarzo y mica; gruesa capa de barniz rojo-pompeyano.
Época augústea.
5. Jávea (Jávea, p. 61, fig. 34,391, Sondeo I, nivel 6). - Fuente con borde en forma debas-
toncillo. Época augústea.
6. Pompeya (Bruckner, Küchengeschirr, p. 13, fig. 1,3, Casa del Fauno). - Fragmento
de fuente con borde liso. Barro marrón-negruzco con mucho cuarzo; gruesa capa de barniz en el
interior. ¿Época augústea?
7. J ávea (J ávea, p. 51, fig. 26,53, Sondeo I, nivel 1). - Fuente con barniz interior rojo-
pompeyano y borde liso. El nivel 1, por ser superficial, está mezclado: probablemente siglo Id. de J.C.
8. Haltern (Haltern, lám. 14,75 B). - Fuente con barniz interior rojo-pompeyano y su
correspondiente tapadera del campamento augústeo de Haltern (Germanía), presentados _como
ejemplo íntegro del tipo. La tapadera es de color marrón-rojizo oscuro sin barniz alguno. Epoca
augústea.
g. Munigua (Munigua, p. 225, fig. 7,158). - Imitación. Fuente con borde liso ligeramente
inclinado hacia el interior. En el fondo tres grupos de círculos concéntricos incisos. Barro color rojo
ladrillo bastante fino, capa gruesa de barniz de color rojo-pompeyano aplicada por dentro y por
fuera. Huella del fuego en la parte exterior de la vasija. Tercer cuarto del siglo I d. de J.C.

16. Platosy tapaderascon bordeahumado (fig. 17)

El borde ahumado, al igual que la pátina cenicienta, es una característica


muy generalizada en la cerámica de cocina de la zona mediterránea occidental.
Tanto en Pollentia como en Albintimilium se encuentra cerámica con borde ahu-
mado en todos los niveles, desde los más antiguos a los más modernos. La forma
más común es la de un plato llano o tapadera y resulta a menudo, frente a los
pequeños fragmentos que se encuentran normalmente en las excavaciones, muy
difícil la distinción entre uno y otra. Lo que dificulta más la distinción es que estas
tapaderas por regla general no poseen pomo, sino que tienen como los platos un
minúsculo pie, o mejor dicho - tratándose de tapaderas - un anillo de susten-
tación, de manera que probablemente podían usarse para los dos fines, es decir, como
tapadera y como plato. Estas tapaderas, muy planas y de borde liso, han sido halla-
das también al norte de los Alpes, acompañando allí a las fuentes con barniz interior
rojo-pompeyano (v. fig. 16, 8), y su función como tapaderas para estos platos fue
reconocida por S. Loeschcke. 122 Cronológicamente comienzan en primer lugar las
121. GosE, lám. 17,245-246. - Munigua, p. 225, fig. 7,158-159. - Pollentia CP XI 12. - Albintimilium, p. 140,
fig. 78,41.
122. Haltern, p. 268.
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9

Fig 17. -Tipo r6, platos y tapaderas con borde ahumado. Reducción r/3, menos n.s ro y 13, r/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 51

tapaderas, que no quiero separar de los platos no sólo por la dificultad en distinguir
ambas piezas, sino también porque, como se ha dicho, podían servir a veces para
los dos fines.123
a) Característica de las tapaderas, además del borde liso y el anillo en su
parte superior, son el ser muy llanas - sobre todo las de época republicana: muy
llanas y de gran diámetro - y el tener las estrías del torno marcadas en su parte
interior. Este detalle es un argumento de peso a favor de la tesis de su empleo como
tapaderas, ya que siendo la parte que no se veía no se tomaban el trabajo de ali-
sarla, mientras que resultaría incómodo para un plato esa superficie ligeramente
ondulada. Algunos autores se resisten, sin embargo, a considerarlas como tapaderas 124
por la incomodidad que sin duda representa una tapadera sin agarradera, pero
la prueba definitiva de que son tapaderas me la ha proporcionado un ejemplar de
Vetera en el Bajo Rhin, 125 el cual en su parte superior y dentro del pequeño anillo
de sustentación - en el lugar que correspondería al pomo de las tapaderas co-
rrientes - tiene un ligero abultamiento de forma cónica, por lo que no podría man-
tenerse en equilibrio sobre esa base si se tratase de un plato.
Estas tapaderas parecen ser más antiguas que los platos, apareciendo en
época republicana y debiendo servir principalmente para tapar las fuentes con
barniz rojo-pompeyano y los grandes y numerosos platos de cocina que había en
aquel período: platos con borde bífido, con borde engrosado, etc. (v. pág. 28 ss.).
Están bien fechadas en Pollentia y en Albintimilium. 126 En el siglo Id. de J.C., coin-
cidiendo con la desaparición de los platos citados y la disminución del tamaño de
las fuentes con barniz rojo-pompeyano - lo que debe asimismo significar un cambio
en los usos de la cocina - no se fabrican más esas grandes tapaderas llanas, pero
se sigue la técnica del borde ahumado para tapaderas más pequeñas y para platos.
Con toda seguridad las tapaderas con anillo no llegan hasta finales del siglo I d. de
J.C., pues para esa época se encuentran en Tarragona y Pollentia tapaderas con
borde ahumado y pomo para agarrar. 127 También estas tapaderas son difíciles de
distinguir de los platos de la misma época (segunda mitad del siglo I d. de J.C.)
cuando no se conserva el pomo, pues los bordes son absolutamente iguales: lisos
o ligeramente engrosados, y la forma de la tapadera no es ya tan llana como en
fechas anteriores. La superficie interior ondulada puede servir de criterio de dife-
renciación.
b) Platos con borde engrosado y paredes oblicuas o ligeramente curvas
123. N. Lamboglia en Albintimilium estudia los platos con borde ahumado - dudando también a veces en la
identificación entre tapadera y plato (p. ej. Albintimilium, p. 83,61-62) - y señala la evolución de la forma a lo largo
del tiempo. Los hallazgos de Pollentia ratifican las conclusiones de Lamboglia. En la calle Porticada se encuentran las
tapaderas (platos para Lamboglia) con borde liso; en la Casa Noroeste platos y tapaderas con borde ligeramente engro-
sado; en la Casa de los dos Tesoros los platos con borde engrosado y con borde colgante. En el Claustro de Tarragona
se encuentran platos con borde colgante en los estratos E/F y D (segunda mitad del siglo 1v y comienzos del siglo v d. de
J.C.), cf. RüGER, Tarragona, fig. 13,4.7.
124. H. G. NmMEYER,Kolner Jahrbuch, 9, 1967/68, p. 80.
125. Bonn, Landesmuseum, n. 0 inv. 22527k.
126. En Pollentia se encuentran desde los niveles de fundación de la ciudad hasta el nivel augústeo: CNS 106,
107, 108, 176, 177; CP II 78; CP IV 301; CP VI 85; CP X 24, 77; CP XI 125, 126; CP XII 9, 95, 198,276,415,416,511;
CNO, G 1-G 2 57 (nivel II de la Casa Noroeste fechado en el sigb I a. de J.C.). - En Albintimilium en los estratos VI A,
VI B, V y III B: Albintimilium, p. 85, fig. 38,61-füi; p. 70, fig. 29,47; p. 57, fig. 21,65-66; p. 184, fig. I07,17. - Un ejem-
plar íntegro de Fréjus se encontró en un conjunto fechado hacia mediados del siglo I a. de J.C.: Fréjus, p. 197, fig- 24.
LVIII, 13.
127. RüGER, Tarragona, fig. 6,2. - Pollentia, CNO., B1B2 49. No se conserva el pomo, pero deben ser también
tapaderas los fragmentos siguientes: CNO, A¡-A 2 31; B 1B2 1, 18; CNO, C-D 44.
52 MERCEDES VEGAS

y pequeño pie anular. Esta variante debe comenzar a mediados del siglo Id. de J.C.
(siendo en ese tiempo el borde muy poco engrosado, casi liso), pues se encuentra
en la Casa Noroeste de Pollentia, en el estrato IV de Albintimilium y en el nivel
flavio de las termas del Nadador de Ostia 128 y perdura durante los siglos II y rn
d. de J.C. 129 Tapaderas con borde engrosado y ahumado, de forma semejante
a la de los platos, las hemos tratado bajo la variante a.
e) Platos con borde colgante, en forma de bastoncillo, en general más
hondos que los de la variante b y con paredes curvas y pequeño pie anular. Esta
forma es característica de la época tardo-imperial encontrándose en la Casa de los
dos Tesoros de Pollentia, en el estrato II de Albintimilium y en los estratos E/F y D
del Claustro de Tarragona. 130 Sin embargo, comienza ya en la primera mitad
del siglo III y convive con las tapaderas/platos con borde engrosado, pues ambas
variantes aparecen en el mismo estrato del segundo cuarto del siglo III en Ostia. 131
El barro es el mismo para todas las variantes: compacto y fino, de color
rojo, oscilando entre el marrón-rojizo y el rojo ladrillo. La superficie es rugosa y
el borde está ahumado, presentando una línea regular de engobe gris por la parte
exterior del borde, que ocasionalmente puede abarcar ambos lados del mismo,
y que fue hecha a propósito al fabricar las piezas, no tratándose de manchas pro-
ducidas posteriormente por el humo de la lumbre. La técnica es la misma que la
de la pátina cenicienta y el engobe agarra profundamente en el barro rojo de la
vasija. Huellas del fuego pueden observarse a menudo en las paredes.
I. Pollentia (CNS 177, Calle Norte-Sur, nivel III ). - Fragmento de tapadera con borde
liso. Barro color rojo ladrillo, borde ahumado. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XII 511, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de tapadera de borde
liso. Barro color rojo ladrillo, huellas del humo en la parte interior. Época tardo-republicana.
3. Fréjus (Fréjus, p. 197, fig. 24, LVIII, 13). - Tapadera con borde liso. Barro granuloso
marrón-rojizo. Época preaugústea.
4. Pollentia (CP XII 9, Calle Porticada, nivel I). - Fragmento de tapadera muy llana
Barro marrón-rojizo, huellas del fuego. Época augústea.
5. Pollentia ( CNO, B1 -B2 49, Casa Noroeste). - Tapadera con borde ahumado y pomo
para agarrar; estrías del torno muy marcadas en la parte interior. Barro color rojo ladrillo. Segunda
mitad siglo I y comienzos siglo n d. de J.C.
6. Pollentia (CNO, B1 -B2 18, Casa Noroeste). - Fragmento de tapadera con borde liso.
Barro color rojo ladrillo. Segunda mitad siglo I y comienzo siglo II d. de J.C.
7. Pollentía (CNO, B1 -B:! 2, Casa Noroeste). - Plato con píe anular y borde liso. Barro
color rojo ladrillo. Segunda mitad siglo I y comienzos siglo n d. de J.C.
8. Pollentía (CP VII 59, Calle Porticada, nivel 1). - Plato con píe anular bastante ancho
y borde engrosado. Barro marrón-rojizo. Siglos I y n d. de J.C.
9. Albíntímilium (Albintimílíum, p. 140, fig. 78,34). - Plato con fondo curvo, pie anular
y borde engrosado. Barro fino rojizo. Siglos n y III d. de J.C.
IO. Jávea (Jávea, p. 51, fig. 26,61). - Fragmento de plato o tapadera con borde engro-
sado. Del nivel I, superficial, y con material mezclado de los siglos I a III d. de J.C.
128. Pollentia: CNO, A 1 56; CNO, B¡-B~ 2; CNO, C-D 72, 73; CNO, F 6, 8. -Albintimilium, p. 122, fig. 63,41;
p. 196, fig. 117,7. - Ostia It lám. 18,302.
129. Jávea, sondeo I nivel 3 con sigillata hispánica y clara B (Jávea, p. 57 s.) y nivel I superficial (Jávea, p. 51,
fig. 26,58-61,1. - Pollentia, Casa de los dos Tesoros (Pollentia II, p. 124, fig. 7,5.6.8.). - Palma, en un conjunto con
cerámica del siglo n d. de J.C. - Albintimiliurn, estrato III, de fines del siglo I a mediados del siglo III d. de J.C. (Albin-
timilium, p. 135, fig. 74,25; p. 140, fig. 78,3..¡.-35). - Ostia, nivel ele la primera mitad del siglo III el. ele J.C. (Ostia I,
lárn. 12,260-261).
130. Pollentia II, p. 124, fig. 7,9. - Albintimilium, fig. 84.,92-93. - Rümm, Tarragona, fig. 13,7.
131. Ostia I, lám. 12,260-264.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 53

II. Pollentia (CTP 172, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de plato con borde engro-
sado. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
12. Pollentia (CTP 18, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de plato con borde colgante.
Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.
13. Ostia (Ostia I, 1am. 12,262). - Fragmento de plato con borde colgante. Barro rojo-
anaranjado. Segundo cuarto siglo III d. de J.C.

17. Tapaderas (fig. 18)

La mayoría de las tapaderas pertenecen a la cerámica de cocina, para tapar


ollas y cuencos, y son por lo general de paredes rugosas. Algunas tapaderas de
paredes pulimentadas pertenecen quizás a la cerámica de mesa (también hay tapa-
deras en terra sigillada), 132 pero se tratarán aquí porque no presentan diferencias
de forma con las tapaderas de cocina.
Mientras la forma de las vasijas varía con el tiempo, la de las tapaderas no
cambia en las diferentes épocas y por ello no ofrece un criterio de datación. 133 El
borde es en general liso o ligeramente engrosado, las paredes son oblicuas y tienen
un pomo o pivote más o menos ancho para agarrarlas, el cual por fuera es casi
siempre plano presentando por dentro una concavidad.
El barro es generalmente de color rojo ladrillo, como para el resto de la
cerámica de cocina de la costa mediterránea. Las tapaderas de Munigua son de
color gris, lo cual es natural, dado que allí las ollas y cuencos son también de barro
gris. Las tapaderas de paredes lisas o pulimentadas son, en cambio, de barro fino
de color claro: ocre, marrón-amarillento.
I. Pollentia (CNO, AcA~ 34, Casa Noroeste). -Tapadera con borde liso y pomo rehundido
por dentro. Barro color rojo ladrillo. Segunda mitad siglo I y comienzos siglo n d. de J.C.
2. Ostia (Ostia II, 1am. 28,513). -Tapadera con borde ligeramente inclinado hacia afuera.
Cerámica de paredes rugosas. Época flavia.
3. Sutri (Sutri I, p. 82, fig. 15,178). - Tapadera con borde liso y pomo bastante alto.
Barro rojo-anaranjado. 60-70 d. de J.C.
4. Munigua (Munigua, p. 232, fig. rn,218). - Tapadera plana con borde liso y pomo con
concavidad exterior. Barro gris metálico. Tercer cuarto siglo r d. de J.C.
5. Munigua (Munigua, p. 232, fig. rn,231). - Tapadera con pomo ancho y plano, borde
liso, estrías del torno en la parte interior. Barro color rojo ladrillo con núcleo gris. Tercer cuarto
siglo 1 d. de J.C.
6. Pollentia (Pollentia CTK 90, Casa de los dos Tesoros). - Tapadera alta y con pomo
plano. Ni por la forma ni por la arcilla parece ser una tapadera para vasijas de cocina. ¿Tapadera
para incensario? Barro color avellana, por dentro marrón-rosado; superficie pulimentada. Segunda
mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
7. Pollentia (CTA 48, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de gran tapadera con borde
alzado en forma de bastoncillo. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.

132. N. LAMBOGLIA,«Nuove osservazioni sulla terra sigillata chiara» (1), Riv. Stud1 Ligurz, 24, 1958, tipos 18-20.
133. Un claro ejemplo nos lo ofrecen las tapaderas de Sutri I y Sutri II, todas semejantes y sin embargo las pri-
meras fechadas entre los años 60-70 d. de J.C. y las segundas en el siglo II a. de J.C.
54 MERCEDES VEGAS

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TI PO 17

TI P.O 18
1

TI PO 19
Fig. 18. -Tipo 17, tapaderas. Tipo 18, coladores. Tipo 19, embudos. Todos reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 55

18. Coladores (fig. 18)

El uso de los coladores en época romana está no sólo atestiguado por las
fuentes escritas, sino también por los hallazgos arqueológicos. 134 En Pollentia ha
sido hallado un fragmento de colador, el cual parece haber sido hecho utilizando
una olla fuera de uso, cuyo fondo y paredes fueron agujereados. No es éste el único
caso de utilización de viejas piezas de cocina en un segundo tiempo para otros
fines (véase más adelante en tapaderas de ánforas, pág. 91).
Normalmente el colador tenía un fondo curvo terminado ligeramente en
punta y una asa para colgarlo de la pared. 135 Se empleaba en primer lugar para
cribar cereales y harina, y los grandes agujeros de· colador de Pollentia prueban que
ése, en efecto, no servía para colar líquidos; otros, sin embargo, podían servir even-
tualmente para colar infusiones, como parecen demostrar algunas jarras de pico
con la parte superior de la boca en parte tapada por un colador. 136 Como no conozco
ningún ejemplar de la zona mediterránea fabricado de primera mano, no me es
posible dar las características técnicas del material de los mismos. En los campa-
mentos germanos son de barro fino de color ocre y tienen la superficie alisada. 137
I. Pollentia (CP VI 8, Calle Porticada, nivel 1). - Fragmento de olla con el fondo y las
paredes agujereados para una reutilización de la misma como colador.
2. Hofheim (Hofheim, lám. 35,70). - Colador con asa y fondo curvo agujereado, de un
campamento militar en Germanía, presentado como ejemplo del tipo, ya que se trata con s;:guridad
de una forma itálica llevada por los soldados a esta provincia. Barro fino de color ocre. Epoca de
Claudio a Vespasiano. En la reproducción, por un error de copia, han desaparecido los agujeros.

19. Embudos (fig. 18)

Ejemplares de Albintimilium y del Claustro de Tarragona muestran la forma


del embudo en la época tardo-romana. 138 Se trata de un instrumento hueco, cónico,
para transportar líquidos, semejante en todo al actual. La forma de los embudos
en cerámica común no difiere tampoco de los fabricados en terra sigillata, 139 los
cuales debían usarse en el comedor, mientras los aquí tratados debían emplearse
en la cocina para sacar el contenido de las ánforas y transportarlo a jarras. Tanto
el embudo de Albintimilium como el de Tarragona están en efecto fabricados con el
mismo material que las ánforas: arcilla ocre-amarillenta, a veces con superficie
verdosa, y las paredes son gruesas y rugosas.
1. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 15, 1, estratos E/F). - Embudo para ánforas. Barro
ocre-amarillento, superficie verdosa. Segunda mitad siglo IV d. de J.C.

134. H1LGERS,p. 159 ss. para las fuentes escritas. Para los hallazgos arqueológicos, cf. Hofheim, lám. 35,70.
135. Varro, Men. 69: «ut novum cribrum novo paxillo pendeat>>.
136. Cf. Albintimilium, p. 108, fig. 54,38.
137. Hofheim, p. 299. - Novaesium V (e. p.). Excepcionalmente se encuentran algunos de barro gris y super-
ficie rugosa.
138. Albintimilium, p. 162, fig. 93,2. - RüGER, Tarragona, fig. 15,1.
139. M. A. MEZQ.UIRIZ,Terra sigillata Hispánica (Valencia, 196!), lám. 27,31.
B) VASIJAS DE MESA

20. Imitacionesde la vajilla de mesa: Platos (fig. 19)

Imitaciones en cerámica común de formas de la vajilla de mesa, si bien no


son muy abundantes, se encuentran en todas las épocas y debían servir como· subs-
tituto en hogares de economía no muy floreciente. Se incluyen aquí, pues, las imita-
ciones de cerámica campaniense y de terra sigillata. En Gallia y Germania se esta-
bleció una industria relativamente próspera de estos substitutos, 140 pero en la cuenca
mediterránea son mucho más raros.
El material de Pollentia ha proporcionado imitaciones de tres tipos de platos
diferentes, y de J ávea procede también otro de forma distinta, siendo muy probable
que la serie se enriquezca con ejemplares de otros yacimientos. Se empieza la serie
con una imitación de cerámica campaniense; se trata de imitaciones de un plato de
la forma 5/7 de Lamboglia, que estuvo muy en boga desde fines del siglo II a.
de J.C. hasta el final de la producción campaniense; dos fragmentos de la Calle Por-
ticada y uno de la Calle Norte-Sur fechan esta imitación en época preaugústea. 141
Sigue una imitación de un plato de terra sigillata aretina del Servicio I, proce-
dente deJávea y encontrado en el nivel 6 del sondeo I, que puede fecharse a comienzos
del siglo I d. de J.C. En fin, otros platos hallados en la Casa de los dos Tesoros son
imitaciones de los tipos 3 y 54/55 de sigillata clara y deben fecharse en la época
tardo-imperial, ya que uno es imitación de clara D.
He considerado oportuno unir dentro de un tipo todas las imitaciones de
platos y en otro las de tazas o copas para no multiplicar los tipos innecesariamente,
sobre todo teniendo en cuenta que no son muy abundantes. Creo que sería conve-
niente nombrar los ejemplares de estos grupos con el número de su tipología en
cerámica común seguido del número de la clasificación de cerámica de mesa de
la cual son imitaciones: p. ej. forma 20, camp. 5/7; o bien forma 20, clara 3.
I. Pollentia (CNS 180, Calle Norte-Sur, nivel III). - Fragmento de plato, imitación de
la forma Lamboglia 5/7 de campaniense. Barro ocre, paredes lisas y bien pulimentadas. Época tardo-
republicana. ·
2. Jávea (Jávea, p. 6I, fig. 34,396). - Plato imita~ión del tipo Haltern 1, correspondiente
al servicio I de terra sigillata aretina. Cerámica común. Epoca augústea.
3. Pollentia (CTLP 82, Casa de los dos Tesoros). - Plato imitación de la forma Lamboglia
54 de sigillata clara D. Barro ocre oscuro, superficie alisada. Siglo IV d. de J.C. ·
4. Pollentia (CTV 73, Casa de los dos Tesoros). - Pequeño plato imitación de la forma
Lamboglia 3 de clara. Barro color avellana, superficie alisada. Segunda mitad siglo m d. de J.C.
140. Cf. Haltern, p. 285 ss.: «belgische Ware» tipos 72-80. - W. DRACK, Die helvetische Tetra-sigillata-lmitation
des I. Jahrhunderts n. Chr. (Basel, 1945).
141. CP XI 193 y 288; CNS 180.
58 MERCEDES VEGAS

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TI PO 20

TI Pó 21

Fig. 19. - Tipo 20, imitaciones de la vajilla de mesa: platos. Tipo 21, imitaciones, __ la vajilla de mesa: copas.
Todos reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 59

2 I. Imitaciones de la vajilla de mesa: Copas (fig. rg)

Se agrupan aquí las copas imitación de cerámica campaniense y de terra


sigillata. De Pollentia se conocen solamente imitaciones de cerámica campaniense
de paredes alisadas y barro claro, halladas en los niveles preaugústeos de la Calle
Porticada y de la Calle Norte-Sur; se trata de imitaciones de los tipos Lamboglia
24/25 y 27 y de otras imitaciones de filiación imprecisa que pueden compararse con
la forma Lamboglia 5r/52 y con formas de campaniense halladas en Roma. 142
Debe tenerse en cuenta que las imitaciones perduran generalmente mucho más
tiempo que el tipo del cual derivan, por lo que no es de extrañar que 25 o incluso
50 años después de la desaparición del mercado del tipo original sigan todavía en uso.
En Munigua se hallaron imitaciones de terra sigillata y más precisamente
de copas aretinas del servicio I. 143 El barro de las copas de Munigua es marrón-
rojizo y están barnizadas por dentro, siendo muy parecidas a las copas de terra
rubra de la cerámica belga.144 También en el alfar de Sutri se fabricó una imitación
de las copas aretinas del servicio II en barro marrón-rojizo y sin barniz. En fin, de
Albintimilium es una copa barnizada que N. Lamboglia cataloga como imitación
de la forma Drag. 37.

1. Pollentia (CP XII 204, Calle Porticada, nivel V). - Copita hemiesférica con pie alto
imitación de la forma de campaniense Lamboglia 24/25. Barro color ocre, superficie alisada. Época
tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XII 93, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de copita, imitación de
la forma Morel 92 de cerámica campaniense. Barro ocre, superficie lisa. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (CNS 172, Calle Norte-Sur, nivel rn). - Fragmento de copita hemiesférica
con borde engrosado, imitación de )a forma Lamboglia 51/52 de cerámica campaniense. Barro de
color avellana, superficie alisada. Epoca tardo-republicana.
4. Pollentia (CP XI 193, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de cuenco bastante más
grande que las copitas hasta ahora tratadas, con ligera carena en la parte alta de la pared, que debe
ponerse probablemente en relación con la forma Lamboglia 27 de la cerámica campaniense. Barro
de color ocre. Época tardo-republicana.
5. Sutri (Sutri I, p. 76, fig. 9,4.8). - Cuenco semejante al anterior, pero de menores dimen-
siones. Un poco deforme (deshecho de alfar) y pasado de cocción, por lo que el color gris que tiene
no es necesariamente el que debía tener; restos de engobe. 60-70 d. de J.C.
6. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,90/94). - Copita imitación del tipo Oberaden 9 del
servicio I de terra sigillata aretina. Barro muy fino marrón-rojizo, superficie interior con barniz
brillante de color marrón-rojizo oscuro. Tercer cuarto del siglo 1 d. de J.C.
7. Su tri (Su tri I,, p. 76, fig. 9,45). - Fragmento de copita imitación del tipo. Haltern 8 del
servicio II de terra sigillata aretina. Barro marrón-rojizo. 60-70 d. de J.C
8. Albintimilium (Albintimilium, p. 121, fig. 62,35). - Copa de forma convexa imitación
de la forma Drag. 37, pero sin decoración. Barniz marrón-anaranjado. Siglo 1 d. de J.C.

142. J. P. MüREL, Cerámique a vemis noir du Forum romain et du Palatin (Paris, 1965), lám. 7,89; lám. 21,321; lám. 31,
442. Cf. también Memoirs American Acadenry in Rome, 25, 1957, lám. 27,Bi3.
143. Munigua, p. 215, fig. 4,90.91. FN.94 y p. 218.
144. Cf. I-Ialtern, lám. 14,77.
60 MERCEDES VEGAS

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TIPO 22

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Tl PO 23

Fig. 20. -Tipo


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8

22, copitas planas de boca ancha. Reducción 1/3. Vasitos de paredes finas: Tipo 23, cubiletes
con borde ganchudo. Tipo 23 A, cubiletes con decoración puntillada (n. 8 6-7). Reducción 1/3, menos n.º 1
a su tamaño,
CERÁMICA COMÚN ROMA.NA 61

22. Copitas planas de boca ancha (fig. 20)

Se trata de un tipo muy frecuente en Pollentia, pero que parece ser de difusión
puramente local, pues por el momento no conozco paralelos exactos en otros lugares
del Mediterráneo. Los más cercanos son unas copas de cerámica gris encontradas
en el estrato VII del decumano A de Ampurias, fechadas a principios del siglo I
a. de J.C. 145
Seguramente se trataba de pequeños recipientes para los diversos ingre-
dientes que sazonaban la rica y picante comida romana, es decir, que deben consi-
derarse como sucedáneos de las copas de terra sigillata Drag. 24/25, 27, 33, etc., que
estaban fabricadas para esos fines, y por lo tanto deberían incluirse en el tipo anterior,
pero por no ser directamente imitaciones de los tipos de sigillata los he considerado
a parte.
Son copas poco hondas, de paredes muy oblicuas, con base plana o provista
de un pequeño pie anular y boca ancha con el borde inclinado hacia adentro o bien
ligeramente engrosado con orla interior. Se encuentran en niveles de la Calle Porti-
cada de Pollentia correspondientes al siglo I a. de J.C., pero su mayor difusión
parecen alcanzarla en el siglo I d. de J.C., pues no sólo son muy abundantes en los
niveles II y I de la Calle Porticada, sino que también se encuentran en la Casa Nor-
oeste y en las habitaciones al Norte de la Casa de los dos Tesoros, que - como se
ha dicho anteriormente - deben fecharse en el siglo r de la Era. 146 Su fecha de
desaparición queda indeterminada, pero probablemente ya no se usaban a prin-
cipios del siglo II d. de J.C. y desde luego no se encuentran en los niveles tardo-
romanos de la Casa de los dos Tesoros.
El barro es muy fino y de color claro, predominando el ocre, ocre-gris, ocre-
verdoso y color avellana; las paredes están pulimentadas, pero nunca barnizadas.
1. Pollentia (CP XII 66, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de copita con el borde
inclinado hacia adentro. Barro ocre. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (XP XI 51, Calle Porticada, nivel III). - Fragmento de copita. Barro ocre-
oscuro. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (CP X 25, Calle Porticada, nivel II). - Copita con orla interior y pie anular.
Barro ocre. Época augústea y siglo 1 d. de J.C.
4. Pollentia (CNS 22, Calle Norte-Sur, nivel superficial). - Copita con orla interior y base
plana. Barro muy fino de color avellana. Siglo 1 d. de J C.
5. Pollentia (NCT XV 12, Habitaciones al Norte Casa dos Tesoros). - Copita con orla
interior y pie anular. Barro rojo-anaranjado con desengrasante que forma puntitos blancos en la
pasta. Siglo I d. de J.C.

Vasitos de paredesfinas
Los vasitos de paredes finas pertenecen a la vajilla de mesa romana y servían
para beber. Desde el siglo u a. de J.C. están difundidos por toda la cuenca medi-
terránea occidental (Roma, Sutri, Malignano, Grand Congloué, Pollentia, Am-
purias, Numancia, etc.) y durante el siglo I antes y después de J.C. su empleo se
145. M. ALMAGRO y N. LAMBOGLIA, Ampurias, 21, 1959, p. 23, fig. 32,2.3.
146. Para los ejemplares de la Calle Porticada, cf. VEGAS, Cerámica común, p. 26 s. Además CNS 22; CNO, A 1-A 2
67; CNO, B¡-B2 74; CNO, C-D 77, 78; CNO, H 23; NCT XV 12.
62 MERCEDES VEGAS

extiende por la zona mediterránea oriental y hacia el Norte del Imperio llevados
por las tropas en su bagage durante la conquista de las nuevas provincias. Algunos
autores consideran los vasitos de paredes finas como de origen noritálico (valle
del Po), pero su difusión en el siglo 11 a. de J.C. es un argumento contra esta hipó-
tesis. No han sido hallados los a1fares donde se fabricaban los vasitos más antiguos,
pero debemos suponer que su centro de producción estaba en la región de Italia
central y que desde allí se extendieron, siguiendo la expansión romana, hacia el oeste
y después hacia el este y el centro de Europa. El barro y los motivos decorativos
de estos vasitos son siempre muy semejantes, por lo que puede suponerse una pro-
ducción bastante centralizada en pocos talleres desde donde los vasos eran expor-
tados. El color de la arcilla va desde el marrón-rojizo hasta el gris y el gris-marrón;
las paredes son delgadas y rugosas, presentando a menudo manchas producidas
por el fuego del hogar, motivo que hace suponer que en ellos se calentaron las
bebidas.
En el siglo I d. de J.C. se observa un cambio de las formas: mientras hasta
la época augústea dominaban los vasos altos, cónicos u ovoides, después de esa
fecha predominan los boles. También la técnica cambia, pues desde época claudia
- y quizá ya algo antes - están barnizados (en realidad aunque se emplee la
palabra barniz se trata más bien de un engobe). Aunque todavía durante el siglo 1
d. de J.C. técnica, forma y decoración son también bastante uniformes en casi
todo el Imperio, es probable que existiesen diversos centros de producción, los cuales
fabricaban productos similares siguiendo la moda en boga.
La producción de vasitos de paredes finas parece terminar a fines del siglo I
d. de J.C. en todo el Imperio, coincidiendo probablemente con un cambio en los
usos y costumbres de la mesa, pues de otro modo no puede explicarse la desapari-
ción de esta clase de cerámica tan abundante desde fines de la época republicana
hasta la época flavia, inclusive.

23. Cubiletes con borde ganchudo (fig. 20)

Es el tipo más antiguo de vasito de paredes finas. Son vasos altos y delgados,
fusiformes u ovoides, de base plana y con borde terminado en forma de gancho,
los cuales están difundidos en la zona mediterránea. 147 Entre los ejemplares fechados
citaremos los vasitos de un pozo del Quirinal en Roma del siglo u a. de J.C.; los
de _la necrópolis de Malignano de la misma época (dos fechas han sido propuestas
para esta necrópolis: entre 205-155 y 175-133 a. de J.C.); los de Sutri de la segunda
mitad del siglo II a. de J.C.; los del pecio de Albenga fechados entre 100 y 80 a. de
J.C.; los de Ampurias de tumbas del siglo u a. de J.C. (Incineraciones Las Corts 70,
79, 91); los de Pollentia, que deben fecharse desde 123/122 a. de J.C.; los de Nu-
mancia de la segunda mitad del siglo u y primer cuarto del siglo 1 a. de J.C. (cam-
147. Numancia: Numantia, lám. 77. - Cáceres: ArchiiologischeAnzeiger 1928, col. 3A,2. - Ampurias: Necr. Am-
purias l, p. 395, 1.4-6. - San Miguel de Sorba: JSEA, Memoria, 44, lám. 11,5. - Sagunto: JSEA, Memoria, 124,
lám. 6B,B. - Pollentia: Pollentia I, p. 278, fig. 2,8; p. 281, fig. 3,6-7.9; CP XI 332; CP XII 131, 231, 264, 267, 268,
470 bis. - Ibiza: Museo, n. 0 inv. 0194, 1782, 1845. -Albenga: Nave di Albenga, p. 173, fig. 31. - Malignano (Siena):
Not. Scavi, 1965, p. 24, fig. 26: -·Roma: Bull. Comunale,69, 1941, p. 79, fig. 9. - Gabii: Gabii, p. 29, fig. 10,74.75. -
Ardea: A. ANDREN,Opuscula romana, 3, 196!, lám. 17, arriba. - Sutri: Sutri II, p. 151, fig. 6,A4-18. -- Tarento: Museo.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 63

pamento dé Sertorio); los de Cáceres del 79-78 a. de J.C. (cf. nota 147 para la
bibliografía).

23 A. Cubiletes con decoraciónpuntillada (fig. 20, 6-7)

Los vasitos del tipo 23 pueden estar decorados, siendo el motivo ornamental
a base de puntitos en barbotina siempre semejante: dos líneas paralelas de puntos
en relieve limitan la decoración en la parte superior y a partir de la última línea
se enlazan entre sí semicírculos de puntitos formando una especie de red; son los
llamados cubiletes con decoración puntillada. 148 La idéntica disposición de la
ornamentación de estos vasitos permite suponer que salen todos de un mismo taller
y que son todos de la misma fecha. Según F. Benoit estos vasitos derivan de formas
vigentes en Tuscania en el siglo m a. de J.C. 149 Los ejemplares que conozco pro-
ceden del pecio del Grand Congloué, de Entremont, Ensérune, Cavaillon, Ampu-
rias, San Miguel de Sorba, Archena, Numancia, necrópolis de Son Favar de Pollen-
tia, Pollentia ciudad, Ibiza, Albintimilium, Vada Sabatia, Roma, Gabii, Bari,
Aigai (Asia Menor) y Atenas. 150 Ejemplares fechados son los del Grand Congloué y
Entremont (segunda mitad siglo n a. de J.C.); Numancia (segunda mitad siglo n
y primer cuarto siglo I a. de J.C.); Pollentia (después de 123/122 a. de J.C.); Am-
purias (primera mitad siglo I a. de J.C.); Albintimilium (época de César); Atenas
(después de la destrucción de Sila). Los límites proporcionados por estas fechas
son sin duda demasiado amplios y teniendo en cuenta que en el Grand Congloué
se hallaron ánforas de Sestius, fechadas en otros lugares en el siglo I a. de J.C., creo
que puede reducirse el período de vigencia del tipo a finales del siglo n y primer
cuarto del siglo I a. de J.C.
La arcilla es la misma tanto para los cubiletes decorados como para los sin
decorar: barro bien cocido, cuyo valor varía del marrón-rojizo al gris, variación
de color que puede estar determinada por la diferencia de temperatura del horno.
La superficie :rio está pulimentada.
r. Numancia (Numantia, lám. 77,4). - Vasito fusiforme de paredes finas con pequeña
base plana. Segunda mitad siglo rr a. de J. C.
2. Pollentia (CP XII 264, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vasito de paredes
finas con borde ganchudo. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (CP XII 267, dalle Porticada, nivel V). - Fragmento de vasito de paredes
finas. Barro gris-negruzco. Época tardo-republicana.
4. Pollentia (CP XII 268, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vasito de paredes
finas con borde ganchudo y asa (sólo se conserva el arranque). Barro marrón-rojizo. Época tardo-
republicana.
5. Pollentia (CP XII r 31, Calle Porticada, nivel 111). - Fragmento de fondo de un vasito
fusiforme. Barro gris-marrón. Época tardo-republicana.

148. M. VEGAS,«Difusión de algunas formas de vasitos de paredes finas», RCRF. Acta, 5/6, 1963/64, p. 62 s.
149. Grand Congloué, p. 103 s.
150. Grand Congloué, p. 104, fig. 69. - Gallia, 14, 1956, p. 221, fig. 6. - CVA France, 6, lám. 48,27. ·- Cavai-
llon, p. 20, fig. 22,b. - Necr. Ampurias I, p. 278, fig. 225,1; p. 306, fig. 262,2; p. 374, fig. 372, 1; p. 386, fig. 390,5. - JSEA,
Memoria, 44, lám. 13 C, 16-17. - Comisaría Gral. Excavaciones. Informes y Memorias, 13, 1947, p. 35, fig. 9,1. -
Numantia, lám. 77,29. -AEA,20, 1947, p. 23, fig. 20. - Pollentia: CP IV 298. - Ibiza, Museo, inv. n. 0 2672. - Albin-
timilium, p. 98, fig. 48,28. - Riv. Studi Liguri, 21, 1955, p. 277, fig. 5. - American Journal Arch., 50, 1946, lám. 49,67276.-
Gabii, p. 29, fig. 10,73. - Bomier Jahrbücher, 101, 1897, p. 145, fig. 10 a (Aigai) y 10 b (Bari). - Athenian Agora V,
lám. 39, P98!5.
MERCEDES VEGAS

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TI PO 24
Fig. 21. -Tipo 24, cubiletes con borde cóncavo. Tipo 24 A, cubiletes con decoración de espinas. Tipo 24 B,
cubiletes con decoración cordada. N.º 1, según fotografía; n.s 2-5 y 9, aproximadamente 1/3; n.º 8, 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 65

6. Pollentia (CP IV 298, Calle Porticada, nivel III). - Parte inferior de un vasito de paredes
finas con decoración puntillada. Barro marrón-rojizo. Primer cuarto siglo I a. de J.C.
7. Ampurias (Necr. Ampurias I, p. 306, fig. 262,2). - Cubilete fusiforme con decoración
puntillada. Barro rojizo. Primer cuarto siglo I a. de J.C,

24. Cubiletes con borde cóncavo (fig. 21)

Cubiletes ovoides de unos 8 a 14 cm. de altura con base plana y borde cóncavo.
Esta forma deriva directamente del cubilete fusiforme con borde ganchudo que
ha sido tratado anteriormente. Ya en los vasos del tipo 23 el borde ganchudo se
eleva a veces presentando un perfil cóncavo 151 y la forma oval - si bien menos
frecuente - aparecía junto a la fusiforme. A lo largo del siglo I a. de J.C. desapa-
rece el perfil fusiforme, siendo ya todos los vasitos ovales y el borde se va elevando
y presenta una concavidad más pronunciada. 152 El tipo llega hasta la época augús-
tea y está difundido por toda la cuenca mediterránea y en las nuevas provincias
al norte de los Alpes. 153 Dado, sin embargo, que no se encuentra en Haltern, ni
en el Lorenzberg, ni en Augsburg-Oberhausen, debe situarse su desaparición en
154
el último decenio del siglo I a. de J.C.
Estos vasitos pueden estar decorados a la barbotina con dos motivos dife-
rentes: decoración de espinas y decoración cordada.

24 A. Cubiletes con decoraciónde espinas (fig. 21)

Este motivo consiste en pequeñas líneas en relieve, más anchas por arriba
que por abajo, que semejan a las espinas de los rosales y de ahí deriva el nombre
que se les ha dado. Para investigar la fecha inicial de la producción de estos vasitos
debe tenerse en cuenta que no se encuentran ni en Numancia ni en Cáceres y que los
conjuntos más antiguos que los contienen son el nivel III de Thamusida, que
data de los dos últimos tercios del siglo I a. de J.C., y un pozo funerario de Vieille
Toulouse con cerámica campaniense y sin terra sigillata, que ha sido fechado entre
el 50 y el 30 a. de J.C. 155 Por lo tanto este motivo ornamental aparece en la segunda
151. .Not. Scavi, 1965, p. 24, fig. 26,b (Malignano). - Necr. Ampurias I, p. 306, fig. 262,2.
152. .Not. Scavi, 1957, p. 98, fig. 24,c. - Gallia, 16, 1958, p. 141, fig. 20,155. - FELLMANN, Base!, p. 87, lám. 2,8.9
(de Roma). - Thamusida I, lám. 44,17.20.
153. Roma: .Not. Scavi, 1954, p. 238, fig. 40,1; .Not. Scavi, 1957, p. 98, fig. 24, c; p. 107, fig. 32, g; FELLMANN,
Base!, p. 87, lám. 2,8.9. - Gabii: Gabii, p. 29, fig. ro,76.78. - ARDEA: Opuscula romana; 3, 1961, lám. 17. - Albinti-
milium: Albintimilium, p. ro6, fig. 53,27; p. 188, fig. 1ro,15. - Ornavasso: Atti Soc. di Arch. e Belle Arti di Torino, 6, 1895,
lám. 21,7.11; lám. 22,14. -Fréjm: Fréjus, p. 197, fig. 24, LVI 7.8. - Cavaillon: Cavaillon, p. 19, fig. 21,a. - Gergovia:
Gallia, 6, 1948, p. 73; Gallia, 8, 1950, p. 48, fig. 28. - Mont Beuvray: BuLLIOT,Mont Beuvray, lám. 11, 12. - Toulouse:
Gallia, 16, 1958, p. 141, fig. 20,155. -Tarragona: JSEA, Memoria, 116, lám. 33,11. - Solsona: JSEA, Memoria, 63,
lám. 6,9.13.15 .. - Cabezo Agudo (Cartagena): AEA,15, 1942, p. 150, fig. 15. - Córdoba: Comisaría Gral. Excavaciones.
Informes y Memorias, 31, 1955, lám. 6. - Cádiz:JSEA, Memoria, 76, 1924/25, lám. 4A. - Pollentia: Pollentia I, p. 281,
fig. 3,7.8; p. 290, fig. 5,18 y además CP XI 115, 147, 153, 154, 183, 276, 283; CP XII 192, 266, 321, 322. - Binialí (Ma-
llorca): Anuari lnst. Estudis Catalans, 6, 1915/20, p. 279, fig. 592. - Ibiza: Museo n. 0 inv. 2754. - Siracusa: .Not Scavi,
1951, p. 270, fig. 8 A. -Thamusida: Thamusida I, lám. 44,3.17.20. -Chipre: American ]ournal Arch., 50, 1946, lám. 42,75-
78. -Asia Menor: Leiden n. 0 823. - Zürich: Lindenhof, p. 165, fig. 34,25. - Base!: Fellmann, Base!, p. 87, lám. 7,ro.11;
p. II9, lám. 18,5. - Vetera: HAGEN, Tiipferei, lám. 52,ro. - Oberaden: Oberaden, lám. 28,31.
154. Haltern y el Lorenzberg comienzan un poco antes del cambio de Era y Augsburg-Oberhausen algo
más tarde.
155. Thamusida I, lám. 44,9. - Gallia, 16, 1958, p. 141, fig. 20,39.
5
GG MERCEDES VEGAS

mitad del siglo I a. de J.C., siendo su período de mayor difusión el augústeo y encon-
trándose en toda la zona mediterránea y al norte de los Alpes 166 y llegando incluso
a Timna en las costas del océano Índico. 157

24 B. Cubiletes con decoracióncordada (fig. 2 I)

Este motivo consiste en tiras horizontales en relieve con entalladuras per-


pendiculares que le dan aspecto de cuerda. Es un ornamento característico también
como el anterior de la época augústea, pero que tiene en el Mediterráneo una ex-
pansión menor que el motivo de las espinas, mientras que, en cambio, predomina
en la zona al norte de los Alpes. 158 Dado que ambos motivos decorativos se hallan
en la zona de Roma, la diferencia cuantitativa de los mismos en sus áreas de dis-
persión no creo que signifique que existían dos centros de producción, uno en el
norte y otro en el sur, sino que más bien indica que los talleres se dividían las zonas
de exportación; es decir, que podemos imaginarnos dos fábricas que se repartían el
mercado imperial del mismo modo como Goudineau ha propuesto para la terra
sigillata aretina. 159 Se debe hacer hincapié en que tanto material como decoración
son idénticos en lugares muy distantes; yo he comparado fragmentos de Pollentia
con decoración cordada con fragmentos de Zürich del mismo tipo y no era posible
distinguirlos. Para la localización de esos talleres nos suministran referencia las
proporciones de los hallazgos en Roma y otros lugares de Italia central (Rusellae):
ambos motivos decorativos - cordada y de espinas - se encuentran igualmente
representados, por lo que debemos buscarlos en esa zona. Los talleres de Lyon, 16 º
que fabricaban vasitos de paredes finas para cubrir las necesidades. de los campa-
mentos militares renanos, tienen que considerarse como filiales de las fábricas
itálicas, del mismo modo como los alfareros aretinos establecieron también sus
sucursales allí. 161
Tanto la decoración de espinas como la decoración cordada aparecen esporá-
dicamente en vasitos de otros tipos: cubiletes con borde en forma de bastoncillo
156. Roma: Not. Scavi, 1954, p. 230, fig. 40,2; No 1• Scavi, 1957, p. 109, fig. 34,h; Bull. Comuna/e, 68, 1940, p. 241,
fig. ro; American Journal Arclz., 50, 1946, lám. 49. - Rusellae: Rusellae, p. 68, fig. 4,16-21. - Gabii: Gabii, p. 29, fig. JO,
76.77. -Albintimilium: Albintimilium, ¡:,. 54, fig. 20,52. - Ensérune: CVA France, 6, lám. 48,21-24,26.28. - Cavaillon:
Cavaillon, p. 19, fig. 21,d-f.h.j.m.o. - Toulouse: Gallia, 16, 1958, p. 141, fig. 20,39. ·- Gergovia: Gallia, 5, 1947, p. 296,
fig. ro,11; Gallia, 6, 1948, p. 84, fig. 34,1944.1956; Gallia, 8, 1950, p. 48, fig. 28,49.132. - Vich: Anuari lnst. Estudis
Catalans, 6, 1915/20, p. 720. fig. 580. - San Miguel de Sorba: JSEA Memoria, 44, lám. 13 C,8.13-15. - Solsona: JSEA
Memoria, 63, lám. 6,ro. - Ibiza: Museo, n. 0 inv. 4633. - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 28, fig. 9,7; CP V 125;
CP VIII 128; CNS 95. -Siracusa: Not. Scavi, 1951, p. 270, fig. 8 A. -Atenas: Athenian Agora V, lám. 1,F23. - Chipre:
American Journal Arch., 50, 1946, lám. 42,79. - Zürich: Lindenhof, lám. 34,19. - Rodgen: Saalburg Jahrbuch, 19, 196!,
p. 77, fig. 9,275. - Novaesium, lám. 1, rr-13. - Si bien estos vasitos desaparecen del mercado al finalizar la época augústea,
el motivo de espinas se usa todavía esporádicamente en vasos de mayor tamaño durante el siglo l d. de J.C.: G. UcELLI,
Le navi di Nemi (Roma, 1940), p. 130, fig. 135. - Sutri I, p. 74, fig. 7,20.21.
157. Arch. Discoveries in Soutlz Arabia (Baltimore, 1958), p. 211, fig. 137.
158. Roma: Not. Scavi, 1957, p. 107, fig. 32,b.c. - Rusellae: Rusellae, p. 68, fig. 4,23.24. - San Miguel de Sorba:
JSEA, Memoria, 44, lám. 13 C,5. - Pollentia: Pollentia I, p. 287, fig. 4,9 y además algunos pequeños fragmentos de
paredes sin número de la Calle Porticada. - Cavaillon: Cavaillon, p. 19, fig. 21,c; p. 65, fig. 70,f. - Mont Beuvray:
BuLLIOT,Mont Beuvray, lám. 11,r. - Avenches: Bull. Association pro Aventico, 18, 1961, p. 85, fig. 4,3+ - Basilea: Fell-
mann, Base!, p. II9, fig. 18,6. - Zürich: Lindenhof, lám. 34,15.17; p. 165, fig. 34, 27-30. - Lorenzberg: Lorenzberg,
lám. 14,8.9. -Rodgen: Saalburg Jahrbuclz, 19, 1961, p. 67, fig. 4,92. - Vetera: HAGEN,Topferei, lám. 52,6.7. - Oberaden:
Oberaden, lám. 28,31. - Novaesium, lám. 1,4.5.7-9.
159. CH. GouDINEAU, La cerámique aretine lisse (París, 1968), p. 368 s.
160. Gallia, 24, 1966, p. 491; Gallia, 26, 1968, p. 570 ss.
161. Cf. Novaesium, p. 7 (e.p.).
CERÁMICA COMÚN ROMANA 67

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TI PO 25
Fig. 22. -Tipo 25, cubiletes con borde en forma de bastoncillo. Tipo 25 A, vasitos de Aco (n.• 3-7). N.s r-.3
reducción 1/2; n. 5 5 y 7, a su tamaño; n.º 6, según fotografía.
GS MERCEDES VEGAS

o con reborde vertical y copitas, 162 pero el tipo en el que aparecen con más fre-
cuencia es el del cubilete con borde cóncavo, por lo que es lícito clasificar a los
vasitos con estos motivos ornamentales como subtipos del mismo. .
El barro, para todos los cubiletes del tipo 24, decorados o sin decorar, es
marrón-rojizo, marrón o gris, y la superficie es rugósa.
1.'Taren to (Museo). - Cubilete ovoide con borde cóncavo. Barro marrón-rojizo.
2. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 174, fig. 32,19). - Vasito de paredes finas con
borde cóncavo. Barro de color rojo con pátina cenicienta por fuera que no cubre el fondo ni la parte
inferior de la pared. Primer cuarto del siglo I a. de J.C.
3. Pollentia (CP XI 147, CaHe Porticada, nivel V). - Fragmento de vasito con alto borde
cóncavo. Barro marrón-rqjizo. Época tardo-republicana.
4. Pollentia (CP XI 276, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vasito con borde
cóncavo. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
5. Pollentia (Museo). - Vasito con borde cóncavo y decoración de espinas. Segunda mitad
siglo I a. de J.C.
6. Cavaillon (Cavaillon, p. 19, fig. 2 1,h). - Cubilete ovoide con borde cóncavo y decora-
ción de espinas. Barro duro y homogéneo de color marrón-rojizo. Siglo I a. de J.C.
7. Cavaillon (Cavaillon, p. 1 g, fig. 2 1 ,c). - Cubilete con borde cóncavo y decoración cor-
dada. Barro duro y homogéneo de color marrón-rojizo. Segunda mitad siglo I a. de J.C.
8. Rusellae (Rusellae, p. 68, fig. 4,23). - Fragmento de vasito con decoración cordada.
Barro gris-marrón oscuro. Época augústea.
9. Oberaden (Oberaden, lám. 28,31). - Vasito con decoración cordada del campamento
militar del mismo nombre en Germania. Barro marrón-rojizo. Época augústea.

2 5. Cubiletes cónicos con borde en forma de bastoncillo (fig. 2 2)

En este tipo se incluyen vasitos cónicos de paredes ligeramente curvas con


minúsculo reborde en forma de bastoncillo; la base es en general plana, pero excep-
cionalmente puede tener un pie fino y moldurado. Muy a menudo están decorados
con un motivo de pequeñas líneas incisas limitado y dividido por estrías horizon-
tales. Esta decoración se encuentra también en terra sigillata y no es posible deter-
minar si los fabricantes de vasitos de paredes finas copiaron el motivo de los fabri-
cantes de terra sigillata o viceversa. Sin embargo, ya una tacita de la necrópolis
de Ampurias, fechada hacia el 100 a. de J.C., lleva este ornamento, 163 pero hasta
la época augústea no se generaliza la decoración incisa, la cual perdura durante el
siglo Id. de J.C. De todas maneras el vasito cónico con esta decoración debe fecharse
solamente en el reinado de Augusto, comenzando máxime a mediados del siglo 1
a. de J.C. (Fréjus). No sólo está bien representado en la zona mediterránea occi-
dental, sino que - como la mayoría de los tipos de fecha temprana - se encuentra
en todo el Imperio. 164
El barro es fino y compacto, casi siempre marrón-rojizo, oscilando entre el
162. Rusellae, p. 68, fig. 4,16.17. - Gabii, p. 29, fig. rn,77. - En Pollentia existen unos vasitos con decoración
cordada que parecen de fabricación local; el barro marrón-negruzco es similar al ele la cerámica ele tradición de La Tene.
163. Nccr. Ampurias I, p. 168, fig. 138,4..
164. Gabii: Gabii, p. 29, fig. rn,84.85. - Rusellae: Rusellae, p. 72, fig. 5,38.42. -Albintimilium: Albintimilium,
p. 47, fig. 15,46. - Fréjus: Fréjus, p. 197, fig. 24,LVl,2. -· Ensérune: CVA France, 6, lám. 47,7. - Cavaillon: Cavai-
llon, P; 20, fig. 22,c. - Gergovia: Gallia, 5, 1947, p. 296, fig. 10,4.6; Gallia, 6,, 1948, p. 84., fig, 34,2079. - Ampurias:
Necr, Ampurias II, p. 57, fig. 17,8. - Atenas: Athenian Agora V, 1am. 1,F20.F22. - Zürich: Lindenhof, p. 165,
fig. 34.,21.23. -- Vetera: HAGEN, Topferei, lám. 50,6.7. - Oberaclen: Oberaden, lám. 28,35 A.E.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 69

rojo naranja y el rojo ladrillo. La superficie, a diferencia de en los tipos hasta ahora
tratados, está en general pulimentada y a veces incluso cubierta por una capa de
barniz rojizo.

25 A. Vasitos de Aco (fig. 22,3-7)

Los vasitos de Aco corresponden por su forma al tipo 25: son vasitos cónicos
de paredes ligeramente curvas y borde en forma de bastoncillo; la parte superior
del vaso es lisa y está separada por una estría o una guirnalda de la zona decorada.
Pero a diferencia de los otros vasitos de paredes finas están fabricados en un molde
y llevan el nombre del alfarero. Probablemente los fabricantes de vasitos de paredes
finas, influenciados por los fabricantes de terra sigillata, quisieron usar también
el procedimiento del molde para hacer sus productos. La decoración más común
de los vasitos de Aco consiste en pequeños triángulos en relieve colocados uno junto a
otro y cubriendo toda la superficie del vaso, a excepción de una zona lisa junto
al borde. El precedente es un cubilete de borde cóncavo con decoración de espinas
en barbotina encontrado en Gergovia y que lleva en relieve el nombre de Aco. 165
Resulta, pues, bastante fácil reconstruir el proceso que condujo a la fabricación de
los vasitos de Aco: un alfarero, probablemente del norte de Italia, 166 fabricante
de vasitos de paredes finas de los tipos en boga a comienzos de la época augústea
(decoración de espinas), imitando los procedimientos utilizados en los talleres de
terra sigillata quiere fabricar en serie por medio de moldes vasitos decorados y, no
dando prueba de mucha imaginación, crea la decoración de triangulitos derivada
directamente de la decoración de espinas. Más tarde amplía el repertorio con otros
motivos (geométricos, florales, incluso humanos), que reflejan el influjo de la decora-
ción de la terra sigillata y de los llamados boles megáricos. Otros alfareros le imitan
(L. Norbanus, Antiochus, C. Avius) y hasta la época de Tiberio los llamados vasitos
de Aco, tanto si son producto de sus talleres como de los de sus imitadores, se en-
cuentran en el mercado. Pero estos vasitos no tienen una gran difusión en la cuenca
mediterránea: los yacimientos con vasitos de Aco se concentran en la zona del Po
y llegan hasta la costa norte del Adriático, mientras que al sur de Bologna son bas-
tante raros; son también numerosos en Gallia central y en Germanía (campa-
mentos militares), mientras que en la costa francesa y sobre todo en la española son
poco frecuentes. Así, pues, al contrario de para los otros tipos de vasitos de paredes
finas, cuyo centro de producción habíamos supuesto en el centro de Italia, tenemos
que aceptar para este tipo centros de producción noritálicos basándonos en la con-
centración de los hallazgos. En Cremona parece haberse encontrado el taller de
L. Norbanus. 167 Ha sido hallada también en Lyon una filial del taller de Aco,168
la cual abastecía la zona norte del Imperio, es decir, Gallia y los campamentos
militares en Germanía. Talleres locales imitan luego en diversos centros de la Gallia
los vasitos de Aco. Los productos de estos alfares pertenecen al período augústeo
tardío y a comienzos del de Tiberio y, a diferencia de los productos originales de
165. Gallia, 6, 1948, p. 73, fig .. 18,2207.
166. DÉCHELETTE, Vases ornés I, p. 38, ha señalado que el nombre es de origen celta.
16¡. A. STENICO,RCRF. Acta, 5/6, 1963/64, p. 51 ss.
168. Gallia, 26, 1968, p. 572.
70 MERCEDES VEGAS

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TI PO 26

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TIPO 27

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TI PO 28
Fig. 23. - Tipo 26, vasitos cónicos con borde engrosado. Reducción 1/3. Tipo 27, vasitos cónicos con borde
oblicuo. Reducción 1/3. Tipo 28, vasitos cónicos con borde liso. Reducción 1/3; n.º 2, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 71

Aco, llevan un barniz rojo semejante al de la terra sigillata. En la costa medite-


rránea son raros los productos originales de Aco. 169 Por lo que se refiere a la data-
ción de los mismos, y según resulta de lo dicho anteriormente, los vasitos de Aco
son de época augústea y las imitaciones con barniz de los últimos años del reinado
de Augusto y de comienzos del de Tiberio.17° El barro es, en general, marrón-rojizo
y las paredes son rugosas, a excepción de en las citadas imitaciones, que llevan un
barniz marrón-rojizo algo mate.
1. Ampurias (Necr. Ampurias II, p. 57, fig. 17,8). - Cubilete cónico con borde en forma
de bastoncillo y decoración incisa hecha a la ruleta y separada por cuatro estrías de la zona lisa.
Época augústea.
2. Pollentia (CNS 94, Calle Norte-Sur, nivel III). - Fragmento de vasito cónico con borde
en forma de bastoncillo y sin decorar. Barro marrón-rojizo, huellas del fuego. Época augústea.
3. Gergovia (Gallia 6, 1948, p. 73, fig. 18,2207). - Fragmento de cubilete de paredes finas
con borde cóncavo, decoración de espinas y entre la decoración la marca del Alfarero ACO en relieve.
Época augústea.
4. Mont Beuvray (Déchelette, Vases ornés I, p. 35, fig. 13). - Parte inferior de un vasito
de Aco con decoración de triangulitos que se termina junto al pie dejando espacios libres en los que
se han puesto hojas. Firma Aco. Época augústea.
5. Novaesium (AN 21636 y 21849 N). - Gran fragmento de vasito de Aco con decoración
de triangulitos limitada en su parte superior por guirnalda de rosetas; marca Hilarus Aco flanqueada
por doble hoja lanceolada (Hilarus es el nombre del esclavo y Aco el del propietario). Barro de color
rojo ladrillo. Época augústea.
6. Angera (localidad en el Norte de Italia; según fotografía privada). - Vasito bajo con
decoración compuesta: zona de arcadas y columnas, seguida de una de meandros, después hojas
)' finalmente decoración reticulada. Firma Aco-Acastus (este último el esclavo). Barro marrón-rojizo.
Época augústea.
7. Pollentia (CP II 61, Calle Porticada, nivel III). - Parte inferior de un vasito de imi-
tación de los de Aco con decoración de triangulitos. Barro marrón-rojizo, barniz rojo. Época tardo-
augústea.

26. Vasitos cónicoscon bordeengrosado(fig. 23)

Vasitos de paredes ligeramente curvas, base plana que se alza hacia el centro
y borde engrosado. Es un tipo muy corriente en los campamentos militares de
época augústea en Germanía (Oberaden, Haltern, Vetera, Neuss). 171 En el Medi-
terráneo, a parte de los fragmentos de Pollentia, conozco ejemplares de Centcelles,
Roma, Thamusida y Lébida. 172 Los fragmentos de Pollentia son de niveles pre-
augústeos de la Calle Norte-Sur y de la Calle Porticada, por lo que deben fecharse
estos cubiletes en el siglo I a. de J.C. y en el primer decenio del siglo 1 d. de J.C.
(esta última fecha está dada por los vasitos de los campamentos en Germanía).
169. Cavaillon, p. 20, fig. 22,a; p. 73, fig. 80,k. - En Ampurias, según me ha señalado H. Comfort, se encuentra
un vasito de Aco con la firma Diogénes (esclavo de Aco). - Ostia II, lám. 12,118 a-b. - En la costa oriental del Medite-
rráneo se ha encontrado un vasito de Aco en Palestina y de Timna (Arabia) procede también un fragmento: Archaeolo-
gical Discoveriesin South Arabia (Baltimore, 1958), p. 209, fig. 121. - En Pollentia se hallaron dos imitaciones de vasitos
de Aco: CP II 61; CP VIII 138, ambas con barniz.
170. En un artículo publicado en RCRF. Acta, 11/12, 1969/70, p. 107 ss., he tratado de manera más completa
el tema de los vasitos de Aco. Dada la escase11:de ellos en la zona mediterránea no tiene sentido profundizar aquí más su
estudio.
171. Oberaden, tipo 20. - Haltern tipo, 41 b. - HAGEN,Topferei, lám. 50. - Novaesium, lám. r,14.16-21.
172. Pollentia: CNS 167; CP XI 210; CP XII 328, 524. - Centcelles, p. 257, fig. 1,9.-:- Roma, Anticuario del
Palatino. - Thamusida I, lám. 44,1. - Leiden, n. 0 824. - De una necrópolis de la isla de Mallorca es un ejemplar
del Museo de Barcelona.
MERCEDES VEGAS

EHt. tipo, en general, no está decorado, pero puede a veces llevar motivo cardado
(Roma) o de espinas (Pollentia).
El barro es marrón-rojizo, las paredes son rugosas y en ocasiones están
cubiertas por una pátina cenicienta.
1. Pollentia (CP XII 328, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vaso con reborde
vertical ligeramente engrosado. Barro marrón-rojizo, por fuera pátina cenicienta gris-marrón. Época
tardo-republicana.
2. Pollentia (CNS 167, Calle Norte-Sur, nivel III). - Fragmento de vaso con reborde
vertical; decoración muy espaciada de espinas gruesas. Barro marrón-r~jizo. Época tardo-republicana.
3. Oberaden (Oberaden, lám. 27,20). - Vasito del campamento de Oberaden en Ger-
manía, presentado como ejemplo íntegro del tipo. Barro marrón. Época augústea.

27. Vasitos cónicoscon borde oblicuo (fig. 23)

Cubiletes de paredes muy ligeramente curvas y borde oblicuo encontrados


en Pollentia en niveles preaugústeos ofrecen otra variante dentro de esta serie tan
numerosa de vasitos de paredes finas. 178 Si bien la base no se conserva, debía de ser
plana, como es regla general en los cubiletes del período pre-imperial. Tres estrías
profundas decoran la parte superior de la pared en uno de ellos, mientras del otro
se ha conservado una asa. Asas sueltas se encuentran bastante a menudo en Pollentia,
por lo que es de suponer que diversos de los tipos tratados podían eventualmente
llevar asas.
El barro es marrón-rojizo, las paredes son rugosas y presentan huellas de la
lumbre.
1. Pollentia (CP XII 320, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de cubilete cónico con
borde oblicuo y tres estrías profundas en la parte superior de la pared. Barro marrón-rojizo;por fuera
marrón; huellas del fuego. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CNO, G 1 -Gi 23, Casa Noroeste, nivel II). - Fragmento de cubilete con borde
oblicuo y arranque de un asa. Barro marrón-rojizo; huellas del fuego. Época tardo-republicana.

28. Vasitos cónicoscon borde liso (fig. 23)

Probablemente el tipo es más numeroso de lo que hacen suponer los escasos


ejemplares que puedo citar, pero la sencillez de la forma hace difícil una clasifi-
cación cuando sólo se encuentran fragmentos. De todas maneras, la presencia _del
mismo tipo en Pollentia, Cavaillon y en Oberaden (campamento en Germania)
permite suponer que su dispersión era bastante grande. 174 Se trata de vasitos cónicos,
de paredes oblicuas, con borde liso y fondo plano, que eventualmente pueden tener
una estría que divide la monotonía de las paredes lisas. Deben fecharse en la segunda
mitad del siglo I a. de J.C. (Pollentia) y en la época augústea (Oberaden).
El barro es, como de costumbre, marrón-rojizo; las paredes son rugosas y
extraordinariamente delgadas y pueden tener por su parte exterior una pátina
cenicienta.
173. CP XII 320; CNO, G¡-G 2 23 (nivel II con material del siglo I a. de J.C.).
174. CP XI 71. - Cavaillon, p. 73, fig. 80,i. - Oberaden tipo 37 a.b.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 73

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Fig. 24. -Tipo 29, vasitos cilíndricos. Reducción 1/3. Tipo 30, vasitos con alto borde oblicuo. N. 5 1 y 2, reduc-
ción 1/3; n.º 3, 1/2. Tipo 32, vasitos con paredes de «cáscara de huevo». N. 5 1-2, reducción 1/3; n.º 3, 1/2.
MERCEDES VEGAS

1. Pollentia (CP XI 71, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de vasito de paredes
muy delgadas con borde liso. Barro marrón-rojizo, por fuera pátina cenicienta. Época tardo-repu-
blicana.
2. Cavaillon (Cavaillon, p. 73, fig. 80,i). - Vasito tronco-cónico de paredes finísimas con
borde liso y tres estrías hacia la mitad del cuerpo. Época augústea.
3. Oberaden (Oberaden, lám. 28,37 A). - Vasito íntegro del campamento de Oberaden.
Barro marrón-rojizo. Época augústea.

29. Vasitos cilíndricos(fig. 24)

Cubiletes altos con borde liso y paredes verticales que en su parte baja
doblan en arista viva y se inclinan hacia el pie anular y finamente perfilado. Este
tipo se fabricó también en terra sigillata. 175 Los vasitos de paredes finas cilíndricos
son de época augústea y se hallan en todo el Imperio romano: Roma, Gabii, Cavai-
Jlon, Ampurias, Centcelles, Atenas, Maguncia, V et era, N euss.176 En ocasiones las
paredes pueden estar decoradas con un motivo de pequeños trazos incisos (Cavaillon,
Centcelles).
El barro es compacto y muy fino, de color rojo ladrillo o gris con superficie
marrón-rojiza. El ejemplar de Centcelles con barniz mate de color chocolate debe
ser una imitación de terra sigillata.
I. Centcelles (Centcelles, p. 257, fig. 1,3). - Vasito de paredes finas con dos zonas de decora-
ción incisa separadas y borqeadas por grupos de estrías. El pie faltaba y ha sido reconstruido según
un fragmento de Gabii (Gabii, p. 29, fig. 10,83). Barro amarillento, barniz mate de color choco-
late; el fragmento de Gabii es marrón-rojizo con núcleo gris. Época augústea.
2. Novaesium (AN 13981 N). - Gran fragmento de la parte inferior de un vasito cilíndrico.
Barro color rojo ladrillo. Época augústea.

30. Vasitos con alto bordeoblicuo (fig. 24)

Se agrupan aquí unos vasos de paredes finísimas con alto borde oblicuo
que han sido encontrados en Pollentia y tienen paralelos en Gabii, Roma y Ostia. 177
A base de los fragmentos encontrados pueden reconstruirse dos variantes:
a) Vasito con alto borde oblicuo y carena aguda en la parte superior del
cuerpo.
b) Vasito globular con alto borde oblicuo y asa.
Los dos fragmentos de Pollentia pertenecen a los niveles pre-augústeos de
la Calle Porticada y por su técnica creo que pueden fecharse entre el 50 y el 30 a.
de J.C. (ejemplares de Roma de esa fecha, de paredes también finísimas y altos
bordes cóncavos determinan la datación).
El barro es fino y compacto, muy bien cocido y el color oscila, como en todo
175. Oberaden, tipo 12 B. - Haltern tipo 16. - Un vasito de Ampurias es también de terra sigillata: Necr. Am-
purias 11, p. 49, fig. 6,12. - El vasito de Centcelles, p. 257, fig. r,3, es una imitación de terra sigillata.
r76. Akadesmisches Kunstmuseum Bonn, n. 0 inv. gro. - Gabii, p. 29, fig. 10,83. - Cavaillon, p. 20, fig. 22,d. -
Necr. Ampurias IJ, p. 52, fig. 9,2. - Centcelles, p. 257, fig. 1,3. - Athenian Agora V, lám. 4,G44. - Mainzer ,(,eitschrift,
12/13, 1917/18, p. 59, fig. 24,5. - HAGEN, Topferei, lám. 50,8.9. - Novaesium, lám. 2,1.5.6.12-16.
177. CP V 126; CP XI 156. - Gabii, p. 29, fig. 10,80. - Roma, Anticuario del Palatino. - Ostia II, lám. 14,200.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 75

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TI PO 31 11

Fig. 25. -Tipo 31, vasitos globulares u ovoides con borde inclinado hacia afuera. N. 5 r-2 y 5-ro, reducción 1/3;
n.s 3-4 y r r, r/2.
7ti MERCEDES VEGAS

cslc grupo de vasitos del siglo I a. de J.C., entre diversas gafuas del marrón-rojizo
y el gns.
r. Pollentia (CP XI 156, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vaso de paredes finí-
simas con alto borde oblicuo y hombros carenados; las paredes en líneas rectas y con aristas vivas
le dan un aspecto anguloso. Barro color rojo claro. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP V 126, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de vaso de forma glo-
bular con alto borde oblicuo; por debajo del borde comienza el asa que termina inferiormente en
una lengüeta. Barro gris, paredes rugosas. Época tardo-republicana.
3. Ostia (Ostia II, lám. 14, 200). - Parte superior de un vasito con alto borde oblicuo, casi
vertical, y asa que termina en la parte alta del cuerpo globular. Las paredes muy finas y la forma
del borde me hacen considerarlo dentro de este grupo de vasitos preaugústeos, a pesar de que ha
sido encontrado en un nivel más tardío, pero en el que de todas formas se encontraba también cam-
paniense.

31. Vasitos globulares u ovoidescon borde inclinado hacia afuera (fig. 25)

Es éste un grupo muy numeroso y que engloba a distintas variantes, las


cuales presentan además un valor cronológico.
a) Del siglo I a. de J.C. (niveles bajos de la Calle Porticada y de la Calle
Norte-Sur) 178 son unos vasitos globulares con pequeño borde oblicuo y decoración
de estrías horizontales muy finas y poco pronunciadas que cubren toda la pared,
comenzando algunos milímetros por debajo del borde. Paralelos para estos vasitos
se encuentran en un pozo de Cavaillon fechado en época augústea precoz y ya
en pleno reinado de Augusto en los campamentos militares germánicos. 179 El barro
para los ejemplares mediterráneos es de color marrón-rojizo; las paredes son rugosas.
b) Vasitos ovoides con borde vuelto hacia afuera, una asa y paredes deco-
radas con haces de líneas verticales, incisas. En Pollentia se encuentran en los
niveles II y I de la Calle Porticada (siglo I d. de J.C.); de España son también
dos vasitos de la necrópolis de Cádiz y uno de Asta Regia, así como un ejemplar
íntegro procedente de Baetulo (Badalona) que se conserva en el Museo Arqueoló-
gico de Barcelona. 18 º En Italia se encuentran paralelos en Albintimilium, Albenga,
Roma, Gabii, Ostia y Cerdeña y son también numerosos en varias localidades
de la costa tunecina. 181 Todos ellos son muy semejantes tanto en la forma como
en la decoración, por lo que parece probable que procedan de un mismo taller.
Los ejemplares itálicos están fechados en la primera mitad del siglo 1,182 datación
que creo puede extenderse a todo el grupo. El barro varía entre marrón-rojizo y
gris; las paredes son rugosas.
c) Vasitos globulares u ovoides, en general de mayor tamaño que los vasitos
de paredes finas hasta ahora tratados, con borde inclinado hacia afuera y base

178. CP XI 155; CNS 98.


179. Cavaillon, p. 21, fig. 26,b. - Oberaden tipo 30. - Haltern tipo 4.3 A.
180. JSEA, Memoria, 95, lám. 5 A. - AEA, 28, 1955, p. 277, fig. 7. - Comisaría Gral. Excavaciones. Informes
y Memorias, 22, 1950, lám. 18. - Museo Arqueológico Barcelona, n. 0 inv. 8025.
181. Albintimilium, p. 167, fig. 97,20. - Riv. lngauna e Intemelia, 4, 1938, p. 96 s., fig. 27-28. - Bull. Comunale,
68, 1940, p. 241, fig. 10. - Gabii, p. 29, fig. 10,86. - Ostia 11, lám. 14, 179-180. - Son numerosos los vasitos procedentes
de Cerdeña que se encuentran en el British Museum. - Los de Lebida, Túnez, Beja, Susa y Cartago están publicados
en: Leiden, p. 824, fig. 19,800-814.
182. Los ejemplares de Ostia proceden del nivel flavio, pero el material está mezclado conteniendo varios frag-
mentos de diversos vasos de época anterior.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 77

plana, si bien excepcionalmente pueden tener un bajo pie anular. A pesar de que
pocas veces se. han conservado, muchos de ellos debían llevar una asa (cf. los vasitos
del alfar de Su tri y los de Cavaillon). A veces pueden estar decorados a la barbo-
tina: ejemplares de Cavaillon, Río Tinto, Liria, Pollentia y Ostia tienen decora-
ción de pedúnculos. 183 Estos vasitos han sido hallados en la Casa Noroeste de
Pollentia y están por ello fechados en la segunda mitad del siglo I d. de J.C., fecha
que se encuentra confirmada por los hallazgos del alfar de Sutri (60-70 d. deJ.C.),
donde el tipo fue fabricado en gran número, del nivel V de Ostia II (época flavial)
y por 'los fragmentos de Albintimilium.1 84 El barro puede ser de color avellana
o rojo, es fino y a veces bastante harinoso. Casi siempre llevan una capa delgada de
barniz que oscila entre el anaranjado y el marrón-amarillento con matices dorados.
1. Oberaden (Oberaden, lám. 27,30). - Vasito íntegro del tipo, presentado como ejemplo
aunque no proceda del Mediterráneo. Barro marrón oscuro. Época augústea.
2. Pollentia (CNS 98, Calle Norte-Sur, nivel II). - Fragmento de vasito con decoración
de finas estrías horizontales. Barro marrón-rojizo. Fines siglo I a. de J.C.
3. Badalona (Museo Arqueológico Barcelona, Inv. n. 0 8025). - Vasito ovoide con asa y
decoración de líneas incisas. Siglo I d. de J.C.
4. Albenga (Riv. Ingauna e Intemelia 4, 1938, p. 96). - Vasito ovoide con asa y decora-
ción de haces de líneas incisas.
5. Sutri (Sutri I, p. 74, fig. 7,7). ~ Vasito globular con borde vuelto hacia afuera y asa.
Barro marrón oscuro. 60-70 d. de J.C.
6. Sutri (Sutri I, p. 74, fig. 7,3). - Vasito globular con borde oblicuo y asa. Barro marrón,
engobe anaranjado. 60-70 d. de J.C.
7. Pollentia (Pollentia CNO, C-D 68, Casa Noroeste). - Vasito globular con borde vuelto
hacia afuera y pie anular. Barro marrón-rojizo, por fuera color avellana, por dentro rosa; no está
barnizado. Segunda mitad siglo I d. de J.C. y comienzos siglo u.
8. Pollentia (CNO, B1 -B2 70, Casa Noroeste). - Fragmento de vasito de paredes muy
finas con borde oblicuo. Barro rojo claro, barniz anaranjado. Segunda mitad siglo Id. de J.C.
9. Pollentia (CNO, E 12, Casa Noroeste). - Fragmento de vasito ovoide con borde vuelto
hacia afuera. Barro color avellana, barniz marrón dorado. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
IO. Liria (Riv. Studi Liguri 29, 1963, p. 94,27). - Vasito con borde vuelto hacia afuera
y decoración de pedúnculos en barbotina. Barro ocre oscuro, barniz rojo-amarillento. Época claudio-
neroniana.
11. Riotinto (Mayet, Riotinto, p. 143, lám. 2, 7). - Vasito de panza bastante alta con
borde vuelto hacia afuera y decoración de pedúnculos en barbotina. Barro ocre, sin barnizar. Segunda
mitad siglo I y comienzos siglo u d. de J.C.

32. Vasitos con paredes «de cáscara de huevo» (fig. 24)

Este tipo de vasitos de paredes finísimas y duras de un color gris blancuzco


es conocido bajo el nombre de vasitos con paredes de cáscara de huevo por la simi-
litud que con ella tiene.
183. Cavaillon, p. 7, fig. 7,a.b. - MAYET, Río Tinto, p. 143, lám. 2,6-8. - Riv. Studi Liguri, 29, 1963, p. 94,27. -
Pollentia: CNO,C-D 42. - Ostia II, lám. 13,172. - En Albintimilium son bastante numerosos los fragmentos con deco-
ración de pedúnculos, pero no existe ninguno que reproduzca la forma íntegra: Albintimilium, p. 121, fig. fü,33.34; p. 47,
fig. 15,47.48 (todos ellos del estrato IV fechado en el siglo 1 d. de J.C.).
184. CNO, ArA~ 66, 71; CNO, B 1 -B~ 70, 89; CNO, C-D 68, 69; CNO, E 12; CNO, H 3; NCT XV s. n. -
Sutri I, p. 74, fig. 7, forma I. - Ostia II, lám. 14,177.178. - Albintimilium, p. 35, fig. 9,33.34. - Dumoulin fecha el
tipo en Cavaillon en época de Claudia-Nerón, pero sin duda son también allí estos vasitos de época flavia: Cavaillon,
p. 7, fig. 7,a. ·
78 MERCEDES VEGAS

Las dos formas más corrientes en que se fabrica este tipo son las del cubilete
y de la copa, ambos troncocónicos y con borde generalmente liso. Las paredes
oblicuas doblan en arista viva y luego se inclinan hacia la base plana y ligera-
mente rehundida; anillos o estrías pueden decorar las paredes; en ocasiones el
borde presenta un ligerísimo engrosamiento formando un minúsculo borde en
forma de bastoncillo (Tarragona, Ostia). La fecha propuesta hace ya años para
esta clase de vasitos - reinados de Claudio y Nerón - parece confirmarse, si bien
probablemente se encuentran en uso todavía en época de Vespasiano: se hallan
en Camulodunum (Inglaterra) datados en época de Nerón; en el estrato H del
Claustro de Tarragona, fechado entre los reinados de Tiberio a Nerón; en Am-
purias en tumbas fechadas en época claudia; en la Casa Noroeste de Pollentia;
en el estrato flavio de Ostia. 185 Vasitos de cáscara de huevo se hallan en diversos
lugares de la cuenca mediterránea, si bien el estado de conservación es malo debido
a la delgadez de sus paredes; citaremos los paralelos que se encuentran en los museos
de Carmona y Cádiz y los fragmentos de vasitos cónicos de Munigua. 186
El barro muy fino y muy cocido hasta darle una gran dureza es de color
ocre-gris o gris-blancuzco; las paredes están bien pulimentadas.
1. Pollentia (CNO, C-D 25, Casa Noroeste). - Dos fragmentos de un vasito que permiten
su reconstrucción: forma tronco-cónica con paredes oblicuas y fondo plano. Barro ocre-gris. Se-
gunda mitad siglo I d. de J.C.
2. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 1,1, estrato H). - Copita tronco-cónica con minúsculo
borde en forma de bastoncillo y acanaladura en la parte en que las paredes doblan hacia el fondo
de la vasija. Barro gris-azulado, superficie gris-blancuzca. Reinados de Tiberio a Nerón.
3. Ampurias (Necr. Ampurias II, p. 158, fig. 126,18). - Copita de perfil tronco-cónico y
paredes sutilístimas. Barro de color claro veteado un poco de gris. En la misma tumba se halló una
moneda de Claudia: mediados del siglo I d. de J.C.

33. Tacitas de dos asas con cuerpoagallonado(fig. 26)

Tacitas con pequeño borde en forma de bastoncillo, cuerpo formado por


dos cuartos de círculo y pie anular finamente moldurado. Las urnas de paredes
finas del Grand Congloué 187 parecen ser un precedente del tipo, el cual con las
tacitas de Sarius-Surus alcanza su mayor notoriedad.
a) La variante más antigua del tipo está representada por unas tacitas
cuyo cuerpo está dividido en dos partes desiguales, siendo la inferior más ancha
y estando decorada con un motivo a la barbotina que recorre toda la pared y con-
siste en una línea ondulada finalizada en un círculo radiado; las asas estriadas ter-
minan en una lengüeta en la parte inferior y tienen dos discos aplicados en la parte
superior. Los ejemplares de Toulouse, Ampurias y Pollentia 188 fechan este grupo
en la segunda mitad del siglo I a. de J.C.; otras tacitas semejantes se han encon-
185. Camulodunum, lám. 53,64.65. - RüGER, Tarragona, fig. 1,1. - Necr. Ampurias 11, fig. 126,18-19; fig. 220,
20-21. - Pollentia, CNO,C-D 25. - Ostia 11, lám. 13,166-168.
186. Munigua, p. 219, n. 0 100. Los ~jemplares de Carmona y Cádiz los he visto personalmente, pero no tengo
el número de inventario.
187. Grand Congloué, p. 109, lám. 16,1.2.
188. Gallia, 20, 1962, p. 576, fig. 3,2. - Necr. Ampurias 11, p. 54, fig. 132. - El fragmento de Pollentia es del
nivel V de la Calle Porticada: CP XI 278.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 79

o 10 2
CM.

Q ·-
3

TI PO 33

Fig. 26. -Tipo 33, tacitas de dos asas con cuerpo agallonado. N.º 1, reducción 1/2; n.º 4, 1/3;
n.º 3, según fotografía.
80 MERCEDES VEGAS

trado en Roma, Tarento e Ibiza, pero no proporcionan elementos de dátación. 189


A pesar de algunas diferencias que se observan en la forma del pie (Roma), la
ausencia de discos en las asas (Ampurias), o de la línea ondulada en barbotina
(Tarento), estas tacitas deben considerarse como obra del mismo taller. El barro
es marrón-rojizo, la superficie es rugosa.
b) De plena época augústea son las tacitas sin decoración y con las dos
mitadeS de la pared de igual anchura encontradas eh,Haltern y en Atenas. 190 Esta
variante perdura sin mayores cambios hasta mediados del siglo I d. de J.C., 191 si
bien para esa época no conozco paralelos en la zona mediterránea. El barro es de
color ocre, y las paredes están pulimentadas.
e) Las tacitas de Sarius-Surus están decoradas y fabricadas en molde como
los vasitos de Aco. También para ellas su difusión se concentra en el norte de Italia,
en la región prealpina y en parte de Francia, mientras en el resto de Italia y en
toda la cuenca mediterránea son escasas. 192 Se trata pues, como los vasitos de Aco,
de una cerámica de fabricación noritálica, pero cronológicamente son algo posterior
a ellos, o mejor dicho corresponden al período de los vasos de Aco barnizados
(finales del reinado de Augusto y reinado de Tiberio) y tienen asimismo un barniz
rojo parecido al de la terra sigillata. Para la datación de fas mismas, a parte del
detalle técnico del barniz, es de importancia su ausencia en los campamentos mili-
tares del Rhin y su presencia en el Lorenzberg. 193
1. Ampurias (N ecr. Ampurias II, p. 54, fig. 13,2). - Tacita agallonada con motivo de línea
ondulada terminada en un círculo radiado.·.Barro color avellana. Segunda mitad siglo I a. de J.C.
2. Toulouse (Gallia 20, 1962, p. 576, fig. 32). -Fragmento de .tacita con motivo decora-
tivo como la precedente. Dos discos en la parte superior de las asas. Segunda-mitad siglo 1 a. de J.C.
3. Taren to (Museo de Taren to). - Tacita. agallonada con asas con dos discos en la parte
superior y lengüeta en el entronque con el cuerpo, pie alto y un motivo indeterminado en relieve
en la parte inferior del c:uerpo, único residuo del inotivo decorativo dé las otras tazas del tipo. Barro
marrón-rojizo, superficie rugosa.
4. Haltern (Haltern, lám. 12,55). - Tacita agallonada. Barro de color ocre, paredes ali-
sadas. Época augústea.
5. Ticino (Déchelette, Vases ornés I, p. 39, fig. 24). - Tacita con dos asas y cuerpo aga-
llonado. Guirnaldas verticales compuestas de motivos cordiformes dividen la panza en metopas,
conteniendo cada guirnalda una figura de gladiador combatiendo. La decoración está limitada
por un friso de ovas y por debajo, en dos de las metopas, se lee la marca SVR VS en relieve. Primer
cuarto del siglo l d. de J.C.

34. Copitas hemiesféricascon y szn asas (fig. 27)

Desde la época de Augusto comienza a fabricarse un nuevo tipo de cerámica


de paredes finas: los boles. Esta nueva forma encuentra el favor del público y des-
plaza casi completamente en el próximo reinado a los otros tipos, de manera que
189. American Journal Arch., 50, 1946, lám. 49,33823. - Museo de Tarento. - Museo de Ibiza, n. 0 inv. 0441.
190. Haltern, lám. 12,55. - Athenian Agora V, lám. 63,F26.
191. Hofheim, lám. 35,69. Novaesium V. (c. p.).
192. DÉCHELETTE,Vases ornés l.
193. Lorcnzberg, p. 64. El Lórenzberg a partir de finales de la época augústea recibía sus productos principal-
mente del norte de Italia, región que en cambio no exportaba a las provincias renanas, razón por la cual estos productos
no se encuentran allí. Cf. también M. VEGAS, «Aco-Bcchern. RCRF. Acta, 11/12, 1969/70, p. 114 s.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 81

F5
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TI PO .3.4

Fig. 27. -Tipo 34, copitas hemisféricas con y sin asas. Reducción r/3, menos n. 5 7 y ro, r/2.

6
82 MERCEDES VEGAS

con diversas variantes predomina durante el siglo I d. de J.C. en el mercado no


sólo del Mediterráneo occidental, sino de todo el Imperio romano.
a) Boles de paredes lisas. Los boles de época augústea son bastante hondos,
tienen borde liso, base plana y una estría que recorre la parte superior de la pared.
Son de paredes rugosas o ligeramente pulimentadas y sin barniz, como los demás
vasitos de paredes finas de ese período. La forma se repite idéntica en todas las
provincias mostrando una vez más la unidad reinante en la producción de época
augústea en todo el Imperio, la cual está caracterizada por una estrecha depen-
dencia de la producción itálica. Se encuentran estos boles en: Roma, Gabii, Rusel-
lae, Cavaillon, Ampurias, Vich, Badalona, Santanyí (Mallorca), Pollentia, Tha-
musida, Atenas, Chipre y en los campamentos militares de las provincias germá-
nicas.194 El color del barro puede ser marrón-rojizo, marrón-amarillento o gris.
A partir de la época de Tiberio los 'boles bajos alternan con los profundos
y tienen todos ellos un borde ligeramente engrosado y dividido exteriormente en
dos partes por una estría o bien un borde en forma de minúsculo bastoncillo; la
forma del cuerpo cambia también, es decir, siguen fabricándose los boles hemies-
féricos, pero se hacen también carenados. En fin, otra característica que los dis-
tingue también de los augústeos es que están casi siempre decorados y desde finales
del reinado de Tiberio llevan un barniz que va del marrón-rojizo al marrón-ana-
ranjado y marrón-amarillento. Las mismas formas pueden tener asas o no, siendo
en el primer caso tacitas; pero no es posible dividir los tipos, ya que cuando se estudia
material procedente de lugares de habitación, estando normalmente fragmentado,
no es posible precisar si se trata de un bol o una taza, ya que tanto forma como
decoración son semejantes en ambos. Por ello el criterio seguido en la clasificación
de estas copitas está basado en la ornamentación.
b) Boles con paredes arenosas. Boles altos y bajos (no se encuentran tacitas
con esta decoración o son muy raras), la mayoría con una ligera carena, y paredes
cubiertas con arena por fuera, por dentro y por fuera y en combinación con otras
decoraciones sólo por dentro. La parte superior de la pared se deja en general lisa,
pero a veces la superficie arenosa llega hasta el borde (Tarragona). Estos boles son
característicos de los reinados de Tiberio a Nerón y se encuentran en todo el Imperio
romano: Munigua, Cádiz, Córdoba, San Miguel de Sorba, Tarragona, Pollentia,
Albintimilium, Ostia, Tarsus, Vindonissa, Hofheim, Camulodunum. 195 Los para-
lelos podrían multiplicarse fácilmente, pero los ejemplares citados dan ya una idea
de su dispersión. El barro puede ser de color marrón-rojizo, anaranjado, color
avellana y gris; el barniz es marrón-rojizo o anaranjado. En época de Tiberio se
fabricaron boles con paredes arenosas sin barnizar, pero a partir de la época de
Claudio están generalmente barnizados.
194, Akademisches Kunstmuseum Bonn, n. 0 inv, 916, 1270, - Gabii, p, 29, fig, 10,89. - Rusellae, p, 72, fig, 5,51,
- Cavaillon, p, 73, fig, 80,g, - Necr, Ampurias II, p, 280, fig. 256,2, - Anuari Inst. Estudis Catalans, 6, 1915/20, p. 720,
fig. 580, - Museo Arqueológico Barcelona, n. 0 inv. 8752, - Anuari Inst, Estudis Catalans, 6, 1915/20, p. 727, fig, 588, -
VEGAS,Cerámica común, p. 28, fig, 9,10, -Thamusida I, lám, 44.,23. -Athenian Agora V, lám, 1,F18. -American Journal
Arch., 50, 1946, lám, 42,81,82, - Bonner Jahrbüc/zer, 122, 1912, lám, 57,15,16.33. - Haltern, lám. u,40 A.B, - Oberaden,
lám. 28,38.
195, Munigua, p. 215, fig, 4.,57,60, - ]SEA, Memoria, 26, lám. 4. - Templo de Córdoba, p. 73, fig, 79,6,7, -
JSEA, Memoria, 44, lám, 13 C,9, - RüGER, Tarragona, fig, 1,5-7, - Pollentia: CP V 29 y otros fragmentos de la Casa
Noroeste sin número, - Albintimilium, p, 48, n. 0 45; p. 107, n, 0 29; p, 114, n. 0 20; p. 186, n, 0 17, - Ostia II, lám, 13,
171, - H. GoLDMANN,Excavations at Gozlü Kule. Tarsus I (Princeton, 1950), lám, 150,624-629. - Vindonissa, n. 0 223, -
Hofheim, tipo 22. - Camulodunum, tipo 62.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 83

e) Boles y tazas con decoración incisa. Parecen dominar en este grupo las
tacitas carenadas con borde dividido exteriormente en dos partes por una estría y
paredes cubiertas por motivo de pequeñas líneas incisas (este motivo ha sido tratado
ya en otros vasitos de paredes finas, cf. pág. 45); normalmente queda una zona
lisa en la parte superior e inferior de la pared. Un bol hemiesférico de Pollentia
tiene decoración incisa por fuera y superficie arenosa por dentro. Este grupo está
documentado para los reinados de Claudio a Vespasiano: en Hofheim para la
-época de Claudio y en Sutri para la de Vespasiano, 196 pero es posible que fuese
todavía usado algo más tarde sin rebasar de todas maneras la época flavia. En
Ostia se encuentra en el nivel flavio, en Pollentia en la Casa Noroeste y en el nivel
superior de la Calle Porticada, así como en la necrópolis de Can Fanals. 197 El barro
es marrón-rojizo o de color ocre; el barniz es anaranjado o marrón-amarillento.
d) Boles y tazas con decoración a la barbotina (a excepción de las copas
con decoración de hojas de agua). En este grupo dominan las tacitas, casi siempre
ligeramente carenadas y con diversos motivos decorativos: medias lunas, escamas,
pedúnculos, perlitas, reticulado, rombos. Se fabrican en dos medidas, altas y bajas.
En la Bética son muy numerosas estas tacitas 198 pero su difusión es mucho más
grande, pues se encuentran también, entre otros lugares, en Pollentia, Elche, Jávea,
Tarragona, Vindonissa y Hofheim. 199 Pueden fecharse a partir de la época claudia
(Tarragona, Hofheim) hasta fines de la época flavia (Munigua). El barro es para
todas ellas marrón-rojizo o de color ocre; el barniz es anaranjado o marrón-amari-
llento.
e) Boles con decoración de molduras. Si bien ejemplares de este grupo no
han sido encontrados en Pollentia, su difusión mediterránea está documentada por
los hallazgos de Sutri, Tarragona y Munigua. 200 Se trata de un grupo de boles
carenados cuyá parte superior, desde la carena hasta el borde, está adornada con
estrías y anillos. En Tarragona la zona decorada alterna las molduras con un
motivo inciso. Mientras los ejemplares de Tarragona, por pertenecer al estrato H,
no rebasan el reinado de Nerón, los de Sutri y Munigua son de época flavia. El
barro es marrón-rojizo con engobe de tonalidad más oscura (Sutri); algunos boles
de Munigua no están barnizados, el barro es entonces marrón-rojizo, y la parte
superior tiene una pátina cenicienta.
r. Pollentia (Museo). - Bol hemiesférico con borde liso y base plana. Barro marrón-rojizo.
Época augústea.
2. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,57). - Bol bajo con paredes arenosas. Barro marrón-
rojizo. Mediados siglo r d. de J.C.
3. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,60). - Bol hondo con paredes arenosas por dentro
y por fuera. Barro color avellana, barniz marrón-rojizo. Mediados siglo r d. de J.C.
4. Sutri (Sutri I, p. 75, fig. 8,34). -Tacita con decoración incisa. Barro marrón. 60-70 d. de J.C.
196. Hofheim, tipo 23 A. - Sutri I, p. 75, fig. 8, 32-34.
197. Ostia 11, lám. 13,170. - Pollentia: CNO, B¡-B 2 44, 99, 100; CNO, C-D 70; CP VI 83; CP VIII 29; Can
Fanals, p. 254, fig. 10,3, (tumba de mediados del siglo I d. de J.C.); p. 266, fig. 27.
198. Munigua: Munigua, p. 215, fig. 4,80-82. - Sevilla: Munigua, lám. 47,a.d. - Córdoba: Templo de Cór-
doba, p. 73, fig. 79,2.4.5. - Riotinto: MAYET, Riotinto, p. 141, lám. 1,1-4. - Se encuentran también en la necrópolis
ele Carmona y en la de Belo.
199. Pollentia: CP VIII 12. - NoticiarioArqu. Hispánico,2, 1953, lám. 103. - Jávea, p. 59, fig. 32,386. - RüGER,
Tarragona, fig. 1,2. - Vindonissa, n. 0 230. - Hofheim, fig. 54,11. - Procedente de la colección More! (Francia) es una
taza decorada con rombos del British Museum: WALTERS,Catalogue, p. 75, fig. 80.
200. Sutri I, p. 75, fig. 8,26. - RüGER, Tarragona, lám. 1,8-10. - Munigua, p. 215, fig. 4,83-85.
81 MERCEDES VEGAS

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TIPO 35
Fig. 28. -Tipo 35, vasitos de paredes finas con decoración de hojas de agua. N.s 1, 5, 6, reducción 1/3;
n.s 2, 3 y 4, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 85

5. Pollentia (CNO, B1-B2 44, Casa Noroeste). - Tacita con borde dividido exteriormente
por una estría. Decoración de líneas incisas muy ligeras. Barro anaranjado, barniz algo más oscuro.
Segunda mitad siglo I d. de J.C.
6. Pollentia (CNO, C-D 70, Casa Noroeste). - Fragmento de bol con borde liso y decora-
ción de líneas incisas por fuera y arenosa por dentro. Barro color avellana, barniz marrón-amari-
llento. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
7. Jávea (Jávea, p. 59, fig. 32,386, Sondeo I, nivel 4). - Bol con decoración reticulada:
decoración semejante en Córdoba y Vindonissa. Época flavia.
8. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,FN). - Tacita con decoración de medias lunas. Barro
marrón-rojizo, barniz de una tonalidad más oscura. Tercer cuarto siglo I d. de J.C.
g. Vindonissa (Vindonissa, lám. u,230). - Taza honda con decoración de perlitas de
distintos tamaños, formando líneas verticales. Se presenta como ejemplo de tacitas semejantes, pero
fragmentadas de Munigua y Tarragona. Barro ocre oscuro, barniz marrón-amarillento. Segunda
mitad siglo I d. de J.C.
10. Riotinto (Mayet, Riotinto, p. 141, lám. 1,2). - Tacita carenada con decoración de
rombos en relieve. Decoración semejante aparece también en tacitas hemie~féricas del mismo Rio-
tinto, de Pollentia y de Vindonissa. Barro de color ocre, engobe ocre-gris. Tercer cuarto siglo I d.
de J.C.
11. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,83). - Bol carenado decorado con estrías y anillos.
Barro color avellana, barniz marrón-rojizo. Tercer cuarto siglo I d. de J.C.

35. Vasitos de paredesfinas con decoraciónde hojas de agua (fig. 28)

En este grupo de vasitos decorados a la barbotina se incluyen diversas


formas que tienen en común el motivo ornamental: cubiletes ovoides, boles, tacitas
de dos asas altas y bajas y vasitos globulares con borde vuelto hacia afuera. Siendo
la característica más importante la decoración he agrupado las diferentes formas
en un solo tipo. Los motivos decorativos consisten en sinuosas hojas de agua alter-
nadas con palmas, guirnaldas o coronas de hojas, tallos; líneas de perlitas limitan
o dividen el campo decorativo o se intercalan entre los diversos motivos. Si bien
el repertorio de motivos no es grande, se hacen con él toda serie de combinaciones
posibles.
H. Comfort ha estudiado los vasitos de la Bética y ha comprobado que la
misma decoración se repite en vasitos de Belo, Carmona, Cádiz, Ornavasso, Venti-
miglia, Courthézou, Orange, Cartago y Xanten, llegando a la conclusión de que
el centro de fabricación estaba en la Bética, por ser allí donde se han encontrado
en mayor número. 201 Sin embargo, N. Lamboglia habla de la gran difusión que
tuvieron estos vasitos en la costa ligur, 202 y debe añadirse que se fabricaron también
en alfar de Sutri. 203 Es muy probable que hubiese talleres en la Bética para la fabri-
cación de este tipo, pero los hubo también seguramente en otros lugares de la zona
mediterránea; en todo caso se trata de un tipo de cerámica de paredes finas muy
difundido en todo el occidente del Imperio romano. Además de en los lugares
201. H. CoMFORT,«Sorne Roman Barbotine Bowls and their Connections». The Art Bulletin, 21, 1939, p. 277:
«In the present state of our knowledge it seems reasonable to suppose that this particular school of barbotine artistry was
native to Baetica, for if it were anything else we should have to assume a heavy importation into Spain instead of a modest
exportation from it; and a heavy importation into Spain from, say, north Italy or Provence would have certainly been
acompanied by a wellknown distribution closer to home and probably also of a much more extensive exportation toward
Britain and Germany than can be legitimately inferred from the slender evidence at Xanten».
202. N. LAMBOGLIA, Riu. Studi Liguri, 13, 1947, p. 171.
203. Sutri I, p. 75, fig. 8,42.
86 MERCEDES VEGAS

\ \
\ ·.

TI PO 36
Fig. 29 - Tipo 36, cantharos. A su tamaño.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 87

citados se encuentran vasitos con decoración de hojas de agua en Vindonissa, Albin-


timilium, Albenga, Niza, Cerdeña, Sutri, Ostia, Pollentia, Tarragona, Munigua,
Asta Regia, Tavel, Thamusida. 2 º4 Por lo que se refiere a la datación de los mismos,
todos los autores están de acuerdo en fecharlos en la segunda mitad del siglo I
d. de J.C. La fecha se confirma en Sutri (60-70 d. de J.C.), en Ostia (nivel flavio),
en Munigua (50-80 d. de J.C.), en Tarragona (estrato G: Nerón-primeros años del
reinado de Vespasiano) y en Pollentia (Casa Noroeste: segunda mitad del siglo I
d. de J.C.).
El barro es, en general, fino y algo harinoso, de color avellana u ocre; el barniz
es anaranjado o marrón-amarillento con irisaciones metálicas.
Antes de terminar con los vasitos de paredes finas quiero hacer constar que
en esta clasificación caben numerosas excepciones, ya que debe tenerse en cuenta
que los alfareros no siguieron con rigidez una tipología al fabricar sus productos,
de manera que el estudioso debe elegir frente a cada caso determinado según su
propio criterio.
1. Munigua (Munigua, p. 215, fig. 4,65). - Cubilete con decoración de hojas de agua y
palmas. Barro ocre oscuro, barniz anaranjado. Tercer cuarto siglo I d. de J.C.
2. Sutri (Sutri I, p. 75, fig. 8,42). - Bol con decoración de sinuosas hojas de agua y per-
litas formando una guirnalda. Barro marrón. 60-70 d. de J.C.
3. Albintimilium (Riv. Studi Liguri 13, 1947, p. 172, fig. 1). - Bol hondo con decoración
de palmas y de hojas de agua. Barniz amarillo dorado. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
4. Albenga (Riv. Studi Liguri 13, 1947, p. 174, fig. 2). - Bol hondo con guirnalda de hojas;
decoración limitada por dos líneas de perlitas. Barniz amarillo dorado. Segunda mitad siglo I d.
de J.C.
5. Pollentia (CNO, B1 -B2 13, Casa Noroeste). - Vasito ovoide con borde vuelto hacia afuera
y decoración de guirnaldas de hojas limitada por arriba por una hilera de perlitas entre dos estrías.
Barro color ocre, barniz mate color anaranjado. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
6. Vindonissa (Vindonissa, lám. 11,228). - Bol hondo con decoración de palmas y hojas
de agua. Barro de color ocre, barniz anaranjado. Segunda mitad siglo I d. de J.C.

36. Cantharos (fig. 29)

Se trata de una vasija para beber vino y particularmente del vaso de Diony-
sos/Bacchus. Es un vaso caliciforme, de boca ancha y pie alto, con dos asas que
salen del borde y se elevan en arco por encima de él. En cerámica común es un
tipo rarísimo, pues tratándose de una vasija del servicio de mesa se fabricaba en
terra sigillata. 205 Mientras las formas más antiguas de terra sigillata tienen un
perfil sencillo, las más tardías se complican con la aparición de un cuello, diferen-
ciado del cuerpo globular. En cerámica común conozco solamente dos ejemplares,
uno hallado en la Casa Noroeste de Pollentia y el otro en Tipasa (Argelia), 206 si
204. Vindonissa, lám. u,228.231. - Albintimilium, p. 35, fig. 9,30; p. 47, fig. 15,4.9-57; p. 113, fig. 56,23-31;
p. 121, fig. 62,24-32; p. 142, fig. 79,7. - Riv. Studi Liguri, 13, 1947, p. 172 ss. - WALTERS,Catalogue, lám. 17,L49. -
Sutri 1, p. 75, fig. 8,42. - Ostia 11, lám. 14,173-176.189. - Pollentia: CNO, B¡-B 2 13; Can Fanals, p. 272, fig. 36,2.3. -
RüGER, Tarragona, lám. 1,u-17. - Munigua, p. 215, fig. 4,65-68. - Comisaría Gral. Excavaciones. Informes y Me-
morias, 22, 1950, lám. 19. - Gallia, r9, 1961, p. 237, fig. 5,r-3. - Thamusida I, lám. 60,1-4.
205. Se fabricaron durante toda la época imperial. Cf. para aretina: F. Oswald and T. w. PRYCE,An lntroductwn
to the Study of Terra Sigillata (London, 1966), lám. 28,5. Para sigillata sudgálica, cf. el tipo Drag. 53. Ejemplares de los
siglos II y III están publicados en GosE, lám. II,167-169.
2o6. CNO, B 1-B 2 76. - Bull. arqueologie algerienne I, 1962/63, p. 74, lám. 5, Y 2 •
88 MERCEDES VEGAS

bien la ausencia del pie alto en el último lo convierte más bien en una forma híbrida
intermedia. La forma del de Pollentia recuerda muy de cerca a la de un cantharos
de plata del tesoro de Boscoreale. 207 La forma muy sencilla y el lugar del hallazgo
fechan este ejemplar en el siglo I d. de J.C.
El barro es muy fino, de color avellana; las paredes están pulimentadas, pero
no llevan barniz.
1. Pollentia (CNO, B1 -B2 76, Casa Noroeste). - Dos fragmentos de un pequeño cantharos
que permiten su reconstrucción. Pie alto, borde liso, pequeñas asas que se alzan en arco por encima
del borde. Barro de color avellana. Siglo I d. de J.C.

Jarras
Una gran variedad de formas existe en el grupo de las jarras. No es posible
determinar si con la forma de la vasija quería el romano saber ya a la primera
ojeada el contenido de la misma, como por ejemplo ocurría con las ánforas, es decir,
si una forma determinada servía para contener vino, otra para agua, etc. Las fuentes
escritas nos enseñan que la lagoena servía igualmente para contener vino, mosto,
zumos, agua 2 º8 y que tenía boca y cuello estrechos, una o dos asas y cuerpo panzudo.
Inscripciones en jarras encontradas en Saintes (Francia) identifican bajo este nombre
a jarras de un asa muy panzudas y con cuello corto, 209 pero se trata de un tipo
característico de las provincias noroccidentales en la época del Bajo Imperio y que
no está difundido en la región mediterránea.
Se fabricaron también jarras en terra sigillata, en las cuales se llevaban los
líquidos a la mesa, pero seguramente muchas de las jarras de cerámica común
servían también en los comedores de hogares humildes; su número por lo menos
nos lo hace suponer así, como la escasez de jarras de terra sigillata en las provincias
mediterráneas. Por ello y dado que en general sus paredes están pulimentadas
las he englobado en el capítulo de la cerámica de mesa, haciendo, sin embargo, la
salvedad de que muchas de ellas debían también servir en la cocina.
Resulta muy difícil una datación de las jarras. La mayoría de los tipos apa-
recen en época helenística, derivando de formas griegas: lagynos, pelike, oinochoe,y
sin grandes variaciones perduran por lo menos hasta finales del siglo I d. de J.C.
y a veces incluso hasta la época tardo-imperial.
Dada la gran variedad de las formas se dividirán los tipos siguiendo unos
esquemas de forma general de la vasija y dentro de cada uno de ellos pueden for-
marse diversas variantes según la forma del borde y otros detalles.

37. Jarras de dos asas y cuello largo (fig. 30,1-6)


Son jarras panzudas con pie anular y largo cuello cilíndrico más o menos
ancho y netamente diferenciado del cuerpo de la vasija. La forma del borde varía,
puede ser liso (Gabii, Ostia), cóncavo (Gabii, Ostia, pecio de Albenga, Tarra-
207. Cf. los cantharoide plata de los tesoros de Boscoreale, Hildesheim y Casa del Menandro en Pompeya. En
Hilgers, láms. 2, 3 y 4 se encuentran reproducidas las principales vasijas de estos tres tesoros.
208. HILGERS, p. 203.
209. HILGERS, p. 61 s.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 89

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TI PO 37
Fig. 30. - Tipo 37, jarras de dos asas y cuello largo (n. 5 1-6). Tipo 37 A, jarras con visera o anillos en el cuello
(n. 5 7-8). Todos reducción 1/3.
90 MERCEDES VEGAS

gona), horizontal (Gabii, Su tri, Ostia, Albintimilium, Pollentia; · Munigua, Trí-


poli), en forma de bastoncillo (Gabii, Tarragona), de sección triangular (Fréjus,
Pollentia, Ostia, Munigua), de sección cuadrangulár y estriado por fuera (Pollentia).
Las asas pueden salir del borde o del cuello y terminan siempre en la panza.
El tipo comienza ya en época republicana, pues se encuentra en la necró-
polis de Florinas (Cerdeña) fechada entre 150-50 a. de J.C., en el pecio de Albenga y
en los estratos inferiores de la Calle Porticada y de la Calle Norte-Sur de Pollentia 21 º
y perdura hasta la época flavia inclusive, encontrándose en el pozo de Gabii (fecha
terminal 50 d. de J.C.), en un conjunto augústeo en Fréjus, en los estratos H y G
de Tarragona (Tiberio-Vespasiano), eri el alfar de Sutri (60-70 d. de J.C.), en el
estrato IV de Albintimilium, en Munigua (segunda mitad siglo I d. de J.C.), en
el estrato flavio de las termas del Nadador en Ostia, en el nivel II de la Calle Por-
ticada y en la Casa Noroeste de Pollentia. 211 Paralelos no fechados del tipo proceden
de Trípoli. 212 La difusión de este grupo de jarras parece cesar, según se ha visto
por los yacimientos fechados, a fines del siglo I d. de J.C., mientras en la parte
norté del Imperio - donde son muy abundantes desde la época augústea (Obe-
raden tipo 49, Haltern tipo 52) - perduran hasta ~l ~iglo_m d. de J.C. (Nieder-
bieber tipo 65). Debe subrayarse que las distintas variantes del borde no tienen
importancia cronológica, ya que el borde cóncavo se halla en la _nave de Albenga
y en Tarragona, el borde de bastoncillo e11 Florinas y en Tarragona, el borde de
sección cuadrangular en los niveles bajos de la Calle Porticada y en la Casa Nor-
oeste, etc.

37 A. Jarras con vzsera o anillos en el cuello (fig. 30,7-8)

Debe considerarse como una variante del tipo un grupo de jarras con las
mismas características, pero que además tiene una visera en la parte alta del cuello, de
la cual salen las asas, o bien anillos moldurados en una· ó más partes del cuello.
Se fechan en la misma época que la. forma principal, pues se encuentran en los
niveles inferiores de la Calle Porticada de Pollentia (siglo I a. de J.C.), en la parte
Norte de la Casa de los dos Tesoros. (mediados siglo I d. de J.C.), en el alfar de
Sutri (60-70 d. de J.C.) y en Ostia 11 (estrato flavio). 213
El barro de las jarras del tipo 37 y 37 A es de color ocre en diferentes tona-
lidades o bien marrón-rojizo con superficie ocre-amarillenta; la superficie está
pulimentada. Un grupo aparte lo forman las jarras con borde estriado de sección
cuadrangular que conozco sólo en Pollentia y allí son todas de barro gris y tienen
un engobe o barniz negro bastante delgado y en parte perdido (fig. 30,6).
I. Pollentia (CP VIII II8, Calle Porticada, nivel ll). -Jarra de cuerpo achatado, ancho
cuello cilíndrico, borde horizontal con pestaña y pie anular; Barro marrón-rojizo, superficie ocre-
amarillenta. Época augústea.

210. Not. S;avi, 1964, p. 299, fig. rn,16. --Nave di Albenga, p. 117, fig. 34,41. - Pollentia: CP VIII 118; CNS 112.
211. Gabii, p. 33, fig. 11,99-!02. - Fréjus, p. 185, fig. 9,4. -- RüGER, Tarragona, fig. 3,14.17; fig. 4,3. - Sutri I,
p. 80, fig. 13,129-130; p. 81, fig. 14,143-145. - Albintimilium, p. 125, fig. 65,53; p. 126. fig. 66,59. - Munigua, p. 241,
fig,¡3,296-297. - Ostia 11, lám. 23,406-413. - Pollentia: -CP X. 41.; CNO, B¡-B 2 142; CNO, C-D 87,88,90.
212. Leiden, n. 0 882-884.
213. CP XII 443; NCT XIV s. n. - Sutri 1, p. 81, fig. 14,156. - Ostia 11, lám. 22,389.390.395. - Cf. también
Oberaden tipo 53 y Hofheim tipo 58 para paralelos en la parte Noroeste del Imperio.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 91

J
1

TI PO 38
0
Fig. 31. -Tipo 38, jarras de una asa y cuello largo. N.s 3-4, reducción 1/3; n. 5, 1/2.
MERC~EDES VEGAS

2. Fréjus (Fréjus, p. 185, fig. 9,4). - Fragmento de jarra de cuerpo globular y reborde
vertical; cuello ancho que se estrecha en la parte inferior. Barro fino amarillento. Segunda mitad
siglo I a. de J.C.
3. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,100.103). - Parte superior de una jarra reconstruida a base
de dos fragmentos; borde horizontal, cuello ancho. Barro marrón-rojizo, superficie ocre-amarillenta.
Entre 50 a. de J.C. y 50 d. de J.C.
4. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,102). - Parte superior de una jarra globular con borde liso.
Barro marrón-amarillento. 50 a. de J.C.-50 d. de J.C.
5. Sutri (Sutri I, p. 80, fig. 13,130). - Parte superior de una jarra con borde de sección
triangular. Barro marrón claro. 60-70 d. de J.C.
6. Pollentia (CNS 112, Calle Norte-Sur, nivel 11). - Fragmento de jarra con borde de
sección cuadrangular estriado por fuera; cuello cilíndrico. Barro gris muy fino, engobe gris oscuro
muy lustrado. Siglo I a. de J.C.
7. Sutri (Sutri I, p. 81, fig. 14,156). - Fragmento de jarra con borde de sección triangular,
cuello recto y hacia la mitad del mismo una moldura por debajo de la cual salen las asas. Barro fino
con algunas impurezas, gris por fuera y anaranjado por dentro. 60-70 d. de J.C.
8. Pollentia (CP XII 443, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de jarra con borde liso
y reborde exterior bajo en forma de visera, de donde arrancan las asas. Barro fino de color rosado.
Época tardo-republicana.

38. Jarras de una asa y cuello largo (figs. 31 y 32, 6-11)

Este tipo es la variante con una asa y en menor tamaño del anterior. El cuello
está netamente diferenciado del cuerpo panzudo, pero en las jarras de este tipo
las variaciones afectan no solamente a la forma del borde, sino también del cuello,
el cual puede ser cilíndrico o cónico, ensanchándose por regla general hacia abajo.
a) Jarritas con delgado cuello cilíndrico y borde en forma de bastoncillo,
a veces con ligera concavidad interior (Gabii), que tiene su precedente en formas
helenísticas, estando la forma bien representada en Numancia. 214El tipo se encuentra
en toda la cuenca mediterránea (Grecia, Norte de África, Italia, Francia y Es-
paña)215 y puede fecharse entre el siglo n a. de J.C. (Numancia) y el siglo I d. de
J.C. (Tarragona). En época augústea están presentes en la zona renana y algo
más tarde se encuentran en Vindonissa. 216Seguramente a finales del siglo Id. de J.C.
habían desaparecido ya del mercado.
b) Emparentadas con ellas están otras jarritas, también de pequeño tamaño,
con borde cóncavo y cuello ligeramente cónico, ensanchado hacia abajo - más
raramente cilíndrico -, que se encuentran en Albintimilium, Tarragona, Pollentia,
Valencia y Córdoba. 217 El cuello de estas jarras puede estar a veces decorado con
anillos y molduras (Pollentia). Este grupo puede fecharse, a base de los hallazgos
de Albintimilium, Pollentia y Tarragona en el siglo I a. (Pollentia: niveles bajos de

214. THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 377, fig. 63,D30 (lagynos pintado de blanco de Atenas, fechado en la pri-
mera mitad del siglo II a. de J.C.). - Numantia, lám. 75,3-4-6.
215. Leiden. n. 0 842-853. - Tarento, Museo. - Gabii, p. 33, fig. 11,104-105. - Atti Soc. Arch. e Belle Arti di
Torino, 6, 1895, lám. 19,3.8-10.13 (Ornavasso). - Albintimilium, p. 70, fig. 29,48. - Gallia, 16, 1958, p. 23, fig. 24 (pecio
del Drammont). - Para España además de las citadas de Numancia, cf. RüGER, Tarragona, fig. 3,20. - Este tipo se
fabricó también en terra sigillata: Haltern, tipo 21.
216. Oberaden, tipos 46 y 47. - HAGEN, Topferei, lám. 52,19.21. -- Vindonissa, lám. 19,434; 20,4.53-456.
217. Albintimilium, p. 70, fig. 29,49; p. 110, fig. 55,24 (estratos VI A y V). - RüGER, Tarragona, fig. 3,3.23;
fig. 4,4. - Pollentia: CP XI 120, 121; CP VIII 241; CP II 68; CNS 116; CNO, F 18. - Saitabi, 12, 1962, íJ, 104,
fig. 8,85. - Templo de Córdoba, p. 54, fig. 52,2.
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CERÁMICA COMÚN ROMA.NA 93

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TIP.0 38

TI PO. 39
5
Fig. 32. -Tipo 38, jarras de una asa y cuello largo. N.º 6, reducción 2/3; n. 0 7, 1/4, y n.s 9-11, 1/3.
Tipo 39, jarras de una asa y cuello corto; reducción 1/3.
94 MERCEDES VEGAS

la Calle Porticada; Albintimilium: niveles VI A y V) y d. de J.C. (Pollentia: Casa


No roes te; Tarragona). 218
e) Jarras de cuello cónico y borde de sección triangular, semejantes a
las de dos asas de Pollentia y Munigua, o borde cónico no parecen muy abundantes
en la zona mediterránea, mientras en Germania y en Gallia es el tipo de jarras de una
asa más usado durante la época augústea y la primera mitad del siglo r d. de
J.C. 219 El tipo comienza ya en época helenística y se fabrica también en cerámica
campaniense. 220 En Fréjus se encuentra esta forma con borde triangular en un
conjunto protoaugústeo y de la misma época es una de Cavaillon con borde es-
triado; de Pollentia son algunos ejemplares de la Calle Porticada; una jarra del
basurero del campamento militar de la legión IV Macedónica en la Chorquilla
es de forma semejante a las de las provincias nórdicas, pero con borde cóncavo;
del siglo r d. de J.C. es una jarra de Córdoba; seguramente de la misma fecha son
los ejemplares de Pompeya que se encuentran en el Museo de Leiden. 221 La per-
manencia en el mercado de estas jarras no debe sobrepasar de mucho la mitad
del siglo r d. de J.C.
d) Otra variante con borde horizontal y cuello cónico está presente en
Gabii, Centcelles y Fréjus. 222 El ejemplar de Centcelles pertenece al período pre-
claudio y el de Fréjus debe fecharse en la primera mitad del siglo r d. de J.C., fecha
que puede aplicarse a los fragmentos de Gabii por analogía con los otros, si bien
no es de excluir que sean anteriores.
e) Incluimos aquí un grupo de jarras con pico porque la forma completa
de la vasija, a excepción del pico, es idéntica a la de la variante a de este tipo:
cuerpo globular, estrecho cuello cilíndrico y borde con concavidad interior. Un ejem-
plar de la Casa Noroeste fecha esta variante en la segunda mitad del siglo I d. de J.C.
El barro de las jarras de este tipo puéde ser de color ocre ert diversas tona-
lidades, marrón-amarillento o anaranjado, estando la superficie en general puli-
mentada.
1. Numancia (Numantia, lám. 75,2). -Jarra con-hombros carenados, largo y estrecho cuello
que se ensancha en su parte inferior, borde con pestaña y pie anular. Segunda mitad siglo II a. de J. C.
2. Drammont (Gallia, 16,1958, p. 23, fig. 24). - Jarrita de largo cuello cilíndrico y cuerpo
muy panzudo. Borde en forma de bastoncillo. Siglo I a. de J.C.
3. Pollentia (CNS 116, Calle Norte-Sur, nivel II). - Fragmento de jarrita con borde cóncavo
y cuello cónico que se ensancha hacia abajo. Barro muy fino de· color avellana. Época ·augÍístea.
4. Pollentia (CP VIII 241, Calle Porticada, nivel IV). - Parte superior de una jarra de
borde cóncavo, cuello recto recorrido por anillos en ligero relieve. Barro marrón anaranjado. Época
tardo-republicana.
5. Valencia (Saitabi, 12, 1962, p. ro4, fig. 8,85). -Jarra con borde cóncavo, cuello cilín-
drico, cuerpo globular y pie anular; lleva una serie de estrías exteriores en la panza. Siglo Id. de J.C.
6. Córdoba (Templo de Córdoba, p. 67, 71). - Fragmento de jarra con cuello largo y borde
con concavidad interior y estriado por fuera. Barro amarillo con ligero matiz r~jizo. ¿Época augústea?

21-8. Un ejemplar del tipo se encontró en la Casa de los dos Tesoros (Pollentia II, p. 128,-fig. 9,6), pero segura-
mente se trata de un residuo de época anterior.
219. Oberáden, tipo 43. - Haltern, tipos 45-47. - Hofheim, tipo 50.
220. THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 324, fig: 8,A53; p. 415. fig. rno, E127 (siglos m a I a. de J.C.).·- D. M,
TAYLOR, Memoirs American Acadenry in Rome, 25, 1957, lám. 39,D 22b (campaniense). .
221. Fréjus, p. 197, fig. 24, LVIII 16. - Cavaillon, p. 24, fig. 29, d. - Pollentia: CP XII 200. - Excavaciones
en Cantabria, p. 13, fig. I0,1. - Templo de Córdoba, p. 67, fig. 71. - Leiden, n. 0 862, 863. ·
222._ Gabii, p. 33, fig. II,!08-111. - Centcelles; p. 263, fig. 4,15. ~ Fréjus, p. 191, fig. 18,1_4.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 95

7. La Chorquilla (Excavaciones en Cantabria, p. 13, fig. 10,1). - Jarra de cuerpo globular,


cuello cónico, pie anular y borde cóncavo. Barro rosado. Primera mitad siglo I d. de J.C.
8. Cavaillon (Cavaillon, p. 24, fig. 29,d). -Jarra de cuerpo globular con el borde estriado
por fuera; asa con cuádruple acanalado. Época augústea.
g. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,108). - Fragmento de jarra con cuello cónico y borde hori-
zontal. Barro anaranjado. 50 a. de J.C.-59 d. de J.C.
IO. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,109). - Fragmento de jarra _con cuello ligeramente cónico
y borde horizontal. Barro anaranjado, superficie ocre-amarillenta. Epoca augústea.
11. Pollentia (CNO, B,-B~ 75, Casa Noroeste). - Fragmento ele jarrita con delgado cuello
cilíndrico, borde cóncavo con pico y asa que se eleva en arco por encima del borde. Barro ocre-rosado.
Segunda mitad siglo I d. de J.C.

39. Jarras de una asa y cuello corto (fig. 32, 1-6)

Se juntan aquí diversas jarritas de cuello corto que se dividirán en tres grupos:
. a) Jarritas con cuello que se estrecha hacia abajo o bien es combado con
la parte más estrecha hacia la mitad del mismo. Al borde es casi siempre de sección
triangular, con o sin concavidad interior; de Gabii procede un ejemplar con borde
horizontal. Existen paralelos de época augústea para este tipo en las provincias
noroccidentales del Imperio. 223 En la zona mediterránea se encuentran en Gabii
y en Pollentia. 224 Mientras las jarritas de Gabii pueden fecharse aproximadamente
entre el 50 a. y el 50 d. de J.C., en Pollentia se encuentran todavía en uso en la
segunda mitad del siglo I d. de J.C., a juzgar por algunos ejemplares de la Casa
Noroeste. Una jarrita de Pollentia perteneciente a este tipo posee excepcional-
mente dos asas. El barro puede ser marrón-rojizo, anaranjado y ocre en diversas
tonalidades; la superficie está pulimentada.
b) Jarras con pico y cuello corto. Un ejemplar de Gabii y dos de Pollentia 225
ofrecen esta variante con pico, pero que por lo demás es igual al tipo general: cuerpo
globular, cuello corto que se estrecha en el centro y borde de sección triangular
y en un caso liso. El barro es marrón-rojizo y en la jarrita de Gabii quedan restos
de un barniz rojo coral. Precisamente este barniz fecha a la jarrita de Gabii, ya que
es característico de la época pre y protoaugústea. Por lo que se refiere a los ejem-
plares de Pollentia, uno procede del nivel III del Cuadro XII de la Calle Porti-
cada y es por lo tanto preaugústeo, y el otro procede de la Casa Noroeste, lo que
demuestra que este grupo estuvo en el mercado también durante el siglo Id. de J.C.
La jarra más tardía es de color gris.
c) Jarras con borde cóncavo y cuello corto. De época tardía es una jarrita
de cuello corto y alto borde cóncavo encontrado en la Casa de los dos Tesoros'. 226
El borde, más alto que en las formas antiguas, y las líneas menos netas diferenciá,n
esta jarra del grupo general; el cuello que se ensancha hacia abajo no parece estar
diferenciado del cuerpo de· la vasija, pero desgraciadamente falta la panza de la
jarra, que probablemente marcaría más la diferencia entre esta variante tardía
y las del siglo I. El barro es marrón-rojizo y muy fino.

223. Haltern, tipo 47. - HAGEN, Tiipferei, lám. 50,25-26.


224. Gabii, p. 33, fig. u,106-107. - Pollentia: CP XII 339; CNO, H 13; CNO, RcB~ 140; NCT XXI 8.
225. Gabii, p. 33, fig. 11,116. - Polléntia: CP XII 133; CNO, Bi-B 2 120.
226. Pollentia II, p. 132, fig. 10,10.
96 MERCEDES VEGAS

TI PO 40

TI PO 41

liv 3

5
Fig. 33. - Tipo 40, jarras de dos asas con cuello poco diferenciado del resto de la vasija. N.s I y 3, reducción 1 /3;
n.º 2, 1/2. Tipo 41, jarras de una asa con cuello estrecho y borde liso. Tipo 41 A, jarras de cuello estrecho y pico
(n.º 5). Todas reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA \17

I. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11, rn6). - Fragmento de jarrita con borde de sección trian-
gular y cuello que se estrecha hacia abajo. Barro muy fino de color anaranjado. 50 a.-50 d. de J.C.
2. Pollentia (CP XII 339, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de jarrita con corto
cuello combado y borde horizontal. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (NCT XXI 8, Habitaciones Norte Casa dos Tesoros). -Jarrita de cuerpo glo-
bular con corto cuello combado, borde de sección triangular y dos asas. Barro de color ocre. Siglo 1
d. de J.C.
4. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,116). - Parte superior de una jarrita de cuerpo globular,
cuello corto combado y pico; el asa no está situada en frente del pico, sino a un lado. Barro marrón-
rojizo, restos de barniz rojo coral. Segunda mitad siglo I a. de J.C.
5. Pollentia (CNO, B1 -B2 120, Casa Noroeste). - Fragmento de jarrita con pico, borde de
sección triangular, cuello combado y cuerpo globular. Barro gris claro, exteriormente más oscuro.
Segunda mitad siglo I d. de J.C.
6. Pollentia (CTP 85, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de jarrita con alto borde
cóncavo y cuello corto. Barro muy fino marrón-rojizo. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.

40. Jarras de dos asas con cuellopoco diferenciadodel resto de la vasija (fig. 33)

Estas jarras son de cuerpo escurrido, más o menos piriforme, y el cuello


combado se va ensanchando paulatinamente y continúa sin transición alguna en
el cuerpo de la vasija. El borde puede ser liso o bien engrosado (Pollentia). El tipo
es muy longevo, pues se encuentra ya en el alfar de Sutri e incluso existe un prece-
dente del mismo en un nivel del siglo m a. de J.C. en Atenas, 227 pero predomina
en época medio y tardo-imperial. 228 Está directamente emparentado con, el tipo
siguiente, siendo la diferencia más sobresaliente que éste tiene dos asas y el otro una.
El barro es claro: amarillento o de color avellana.
I. Sutri (Sutri I, p. 85, fig. 18,218). - Fragmento de jarra con cuello combado, borde liso
con dos anillos decorándolo por la parte exterior y asas arqueadas. Barro marrón muy fino. 60-70 d.
de J.C.
2. Valencia (Saitabi, 12, 1962, p. rn3, fig. 7,78). - Jarra con dos asas, cuerpo piriforme,
ancho cuello, borde liso y bajo pie anular. Barro amarillento.
3. Pollentia (CTP 187, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de jarra con cuello ancho
que se ensancha hacia abajo, borde engrosado y cortas asas que asientan ambos extremo~ en el cuello.
Barro color avellana. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.

41. Jarras de una asa con cuello estrechoy borde liso (fig. 33)

Se trata de un tipo que comienza en el siglo I d. de J.C. y perdura y pre-


domina en el medio y tardo-imperio. Son jarras de forma muy simple, con borde
liso y cuello estrecho y arqueado que termina en curva suave en el cuerpo piri-
forme de la vasija. Las jarras de este tipo se encuentran en los estratos II y I de
Albintimilium y en la Casa de los dos Tesoros de Pollentia, 229 pero estaban en
uso prácticamente durante casi toda la época Imperial, pues en Pollentia se hallan
desde la segunda mitad del siglo I d. de J.C. (Casa Noroeste y necrópolis de Can
227. Sutri I, p. 85, fig. 18,218. - THOMPSON, Hellenistic pottery, p. 324, fig. 8,A56.
228. Ostia I, lám. 14,308-309. - Pollentia II, p. 128, fig. 9,19. - Saitabi, 12, 1962, p. 103, fig. 7,78.
229. Albintimilium, p. 155, fig. 89,155; p. 171, fig. 99,6o. - Pollentia II, p. 128, fig. 9,11.12.17.
7
98 MERCEDES VEGAS

TIPO A2
6

Fig. 34. -Tipo 42, jarras con cuello moldurado y engrosado. Reducción 1/3, menos n.º 5, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 99

Fanals 23 º), y de Pompeya son unas jarritas afines, fusiformes, de panza alta y borde
en forma de bastoncillo que pueden agregarse al tipo y estaban en uso en el mo-
mento de la destrucción de la ciudad.

41 A. Jarras de cuello estrechoy pico (fig. 33,5)

U na variante de este grupo, de forma exactamenü'. igual a la del tipo prin-


cipal, pero con pico poco pronunciado, está representada por una jarrita de Pollentia
fechada en la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo u d. de J.C.
La arcilla para las jarras del tipo 41 es de color claro: ocre-rosado u ocre-
verdosa; la superficie en la mayoría no está pulimentada.
r. Pollentia (Can Fanals, p. 26!, fig. 21,5). - Jarra piriforme de cuello largo y estrecho
y borde liso; el asa arranca de la boca y se inserta suavemente en el lomo; pie anular bastante alto.
Barro rosado-amarillento. Siglo n d. de J.C.
2. Pollentia (CTLP 92, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de jarra con borde liso
y cuello combado. Barro ocre-rosado. Segunda mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.
3. Pollentia (CTD 49, Casa de los dos Tesoros, nivel III). - Fragmento de jarrita con borde
liso. Barro ocre-verdoso. ¿Siglo II d. de J.C.?
4. Pollentia (CNO, i 15, Casa Noroeste, habitación i con material tardío). - Fragmento
de jarrita fusiforme con borde liso y cuello estrecho. Barro de color ocre. Épcica tardo-imperial.
5. Pollentia (CNO, B1-B~ I 1, Casa Noroeste). - Fragmento de jarrita de cuello estrecho,
panza alta y boca con pico poco pronunciado. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo I y co-
mienzos siglo II d. de J.C.

42. Jarras con cuello molduradoy engrosado(fig. 34)

Jarras globulares o piriformes - predominando las piriformes - con base


rehundida y cuello largo y estrecho, que puede estar adornado con acanaladuras,
salientes angulares o engrosamientos de la pared; líneas incisas - horizontales
y onduladas - pueden alternarse con los otros motivos en la decoración de estos
vasos. También el cuerpo de la vasija puede presentar una superficie ondulada,
formada por las estrías del torno que no han sido alisadas, sino que se han dejado
a propósito con fines ornamentales; haces de líneas horizontales u onduladas sirven
también de motivo decorativo. Si bien estas jarras con molduras en el cuello se
encuentran desde época temprana, 231 en este tipo se agrupan solamente las del
período medio y tardoimperial. La fecha nos es dada no sólo por su presencia
en Ostia I, en la Casa de los dos Tesoros y en el estrato D dé Tarragona, 232 sino
también por los motivos que las decoran: líneas onduladas y grupos de líneas hori-
zontales, muy comunes en los dos últimos siglos del Imperio. 233 También las estrías
230. CNO, C-D 86; Can Fanals, p. 250 s., figs. 4-6; p. 256, fig. 13,6-7; p. 260 ss., fig. 19,3, fig. 21,5, fig. 22,2,
fig. 23,3, fig. 25,4.
231. Cf. tipo 37 A. - Sutri I, forma 37. - Ostia 11, lám. 22,389-390. - Oberaden, tipo 53. - Para un prece-
dente helenístico cf. una jarra con anillo en relieve procedente de Atenas en: THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 389,
fig. 76,D62.
232. Ostia I, lám. 14,31 I. - Pollentia 11, p. 132, fig. 10,3.5.n-14. - RüGER, Tarragona, fig. 17,1.
233. Pollentia 11, p. 132, fig. 10,6-9. - Albintimilium, p. 156, fig. 90,158-160.163-166; p. 164, fig. 95,22-25;
p. 171, fig. 99,58-6!; p. 177, fig. 102,29-34.
100 MERCEDES VEGAS

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TI PO 43
Fig. 35. -Tipo 43, jarras de una asa con boca y cuello anchos. N.s 1, 2, reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 101

del torno, dejadas sin alisar como motivo decorativo, son muy frecuentes en la
cerámica mediterránea desde el siglo rn d. de J.C. 234
Por lo que se refiere a la base rehundida, como puede verse en la fig. 28,1,
de sección muy característica, se constata con frecuencia en Pollentia en niveles
con cerámica tardo-imperial para diversos tipos de jarras.
El material de Pollentia permite formar tres grupos dentro de este tipo:
a) Jarras con cuello cónico terminado en saliente angular.
b) Jarras con cuello arqueado, a veces con saliente angular en la parte
superior del mismo, 235 y decoración incisa en el cuello o en el cuerpo.
c) Jarras con abultamientos en el cuello, las cuales se encuentran también
en los estratos II y I de Albintimilium y en el estrato D de Tarragona. 236
El barro es en general ocre-amarillento o marrón-rojizo con superficie ocre
no pulimentada.
1. Pollentia (CTG 53, Casa de los dos Tesoros). - Jarra con cuello cónico terminado en
saliente angular y decorado con líneas incisas horizontales y onduladas; base rehundida; estrías del
torno muy marcadas en la parte exterior de la panza. Paredes muy gruesas. Barro ocre-amarillento.
Segunda mitad siglo rn y siglo IV d. de J.C.
2. Pollentia (CTB 7, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de cuello cónico de una jarra.
Barro de color rojo ladrillo, superficie exterior amarillenta. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
3. Pollentia (CTLP 91, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de una jarra con cuello
combado y saliente angular a modo de anillo en la parte superior del cuello; por encima del anillo
línea ondulada incisa. Barro de color ocre. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
4. Pollentia (CTA 19, Casa de. los dos Tesoros). - Fragmentos de---euellode jarra con abul-
tamiento a la altura del arranque del asa. Barro de color ocre claro. Segunda mitad siglo m y si-
glo IV d. de J.C.
5. Albintimilium (Albintimilium, p. 171, fig. 99,59). - Fragmento de jarra con cuello
largo y engrosado, borde acanalado por fuera y decoración muy sumaria de estrías en el cuerpo.
Barro gris-marrón. Época tardo-romana.
6. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 17,1, estrato D). - Fragmento de jarra con abulta-
miento en el cuello y estrías del torno. Barro ocre-verdoso. Principios siglo v d. de J.C.

43. Jarras de una asa con bocay cuello anchos (fig. 35)
Es un tipo muy sencillo, de cuerpo globular en los ejemplares más antiguos
y piriforme en los más modernos, base plana y boca y cuello anchos; el asa sale
en la mayoría de los ejemplares del borde de la vasija. Estas jarras se encuentran
ya en Gabii con borde horizontal y cuerpo globular y derivan de formas helenísticas
del siglo m a. deJ.C. 237 El tipo está también presente en el Norte de África, fechado
allí en los siglos II y rn d. de J.C. 238 En fin, en Pollentia se hallan estas jarras con
borde liso en la Casa de los dos Tesoros y ahí son, por lo tanto, de los siglos m y
239
1v d. de J.C.
El barro en los ejemplares antiguos es marrón-rojizo y en los modernos ocre-
verdoso y algo harinoso, parecido al de las ánforas.
234. Cf. tipo I. - Albintimilium, figs. 87, 88, 90, 93, 94. y 99. - Athenian Agora V, láms. 24-31.
235. El ejemplar de Ostia I, lám. 14,311 las fecha ya en la primera mitad del siglo m d. de .J.C.
236. Albintimilium, p. 155, fig. 89,155; p. 171, fig. 99,59. - RüGER, Tarragona, fig. 17,r.
237. Gabii, p. 33, fig. II,II2-113. - THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 324, fig. 8,A52; p. 336, fig. 17,B12.
238. Ejemplares del campamento de Chemtou (Túnez) sin publicar.
239. Pollentia 11, p. 128, fig. 9,20.
]02 MERCEDES VEGAS

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T_IPO 44

Fig. 36. - Tipo 44, bocales de una asa con boca ancha y cuello poco marcado. Reducción 1/3, menos n.º 1.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 103

1. Gabii (Gabii, p. 33, fig. II, r 12). - Jarra con borde horizontal, cuello ancho, cuerpo
globular y base plana. Barro marrón-rojizo con núcleo gris, superficie pulimentada. Antes del media-
dos del siglo 1 d. de J.C.
2. Pollentia (CTA 59, Casa de los dos Tesoros). - Jarra de cuerpo piriforme con cuello
y boca anchos. Barro amarillo verdoso, semejante al de las ánforas. Segunda mitad siglo m y si-
1-{IO 1v d. de J.C.
3. Chemtou (0/78, 39 d). - Jarra de cuerpo piriforme, corto cuello ancho y borde liso;
1 asa sale del borde de la vasija. Gran parte de Ja panza cubierta de marcadas estrías. Barro ocre-
vcrcloso. Segunda mitad siglo II y primera mitad siglo III d. de J.C.

44. Bocalesde una asa con boca anchay cuellopoco marcado(figs. 36 y 37, 7)

Éste es un tipo muy abundante en la cuenca mediterránea occidental. Sus


características son: borde inclinado hacia afuera, liso o engrosado, y en ocasiones
·on una estría que lo recorre en su parte superior; corto cuello, que sin transición
alguna pasa al cuerpo de la vasija; cuerpo generalmente piriforme; base plana
o con un bajo pie anular, predominando las jarras con fondo plano; arranque supe-
rior del asa en el borde o inmediatamente por debajo de él; las asas de los ejem-
plares más antiguos son bastante anchas, y casi siempre estriadas, mientras que
las de las jarras del siglo II son más estrechas (Barcelona). En Vindonissa este tipo
está considerado como una imitación de las formas metálicas. 24 º
Ejemplares fechados de la zona mediterránea se encuentran en Numancia,
en el pecio de Albenga, en Sutri poblado (siglo II a. de J.C.), en Sutri alfar, en
Gabii, en Ostia, en el estrato III de Albintimilium (siglo II d. de J.C.), en una necró-
polis de Barcelona de los siglos II y III d. de J.C. y en Pollentia en la Calle Porti-
cada y en la Casa Noroeste. 241 En fin, citaré también una jarra de la pesquería de
Jávea, que no está fechada por pertenecer al nivel I con material superficial. 242
La similitud de las formas republicanas del poblado de Sutri con las del alfar del
mismo lugar (época de Vespasiano) muestra que el tipo no sufrió apenas cambios
en dos siglos y que no es posible por lo tanto fechar con exactitud estos bocales.
Hasta ahora están documentados desde el siglo II a. de J.C. (poblado de Sutri y
Numancia) hasta fines del siglo II e incluso comienzos del III d. de J.C. (Albinti-
milium y necrópolis de Barcelona).
El barro es en general de color ocre en diversas tonalidades, pero puede ser
también marrón-rojizo; la superficie exterior puede indiferentemente ser ligera-
mente rugosa o estar pulimentada.

44 A. Jarras de boca anchay pico (fig. 37, 8-10)


Una variante muy numerosa del tipo está formada por jarras con pico poco
pronunciado, borde liso o ligeramente engrosado, que puede estar recorrido por una
estría en su parte superior y corto cuello que sin transición pasa al cuerpo piri-
240. Vindonissa, p. 83.
241. Numantia, lám. 75,1. - Nave di Albenga, p. 180. fig. 136-138. - Sutri 11, forma 27; Sutri I, forma 31. -
Gabii, p. 35, fig. 12. - Ostia 11, lám. 22,398-399 (estrato flavio). - Albintimilium, p. 137, fig. 75,2.3. - Necr. Barce-
lona, p. 112 s., n. 0 7592, 7539. - Pollentia: Pollentia I, p. 290, fig. 5,12.16; CNO, A1-A2 69; CNO, C-D 92.
:242. Jávea, p. 54, fig. 28,84.
MERCEDES VEGAS

10 -t-
12

TI PO 44
Fig. 37. - Tipo 44, bocales de una asa con boca ancha y cuello poco marcado (n. 0 7). Tipo 44 A, jarras de
boca ancha y pico (n.s 8-ro). Tipo 4-4 B, jarras grandes con pico (n.s 11-12). Reducción 1/3, menos el n.º g.
CERÁMICA ..COMÚN ROMANA 105

forme de la vasija; el asa sale a menudo del borde, pero también puede arrancar
del cuello y tiene a veces un engrosamiento en el centro - a manera de banda
aplicada -, el cual termina por encima del borde imitando formas metálicas. Dado
que la forma, a excepción del pequeño pico, es exactamente igual a la del tipo
principal, no es posible hacer una distinción entre ambos en presencia de pequeños
fragmentos de los que no se conserva el pico. Este grupo se encuentra en Pollentia,
sobre todo en la Casa Noroeste, pero seguramente estaba todavía en uso en la época
tardo-imperial, a juzgar por algunos fragmentos de la Casa de los dos Tesoros y
por los ejemplares de un pozo de Aquitania, fechado en el siglo 1v d. de J.C. 243 De
todas maneras su época de mayor difusión parecen ser los siglos I y II d. de J.C. 244
El tipo está también representado en Atenas. 245 El barro generalmente oscila del
color ocre al avellana, pero se encuentran también ejemplares de arcilla marrón-
rojiza; la superficie está a menudo algo pulimentada.

44 B.. Jarras grandes con pico (fig. 37, 11-12)

Jarras semejantes a las anteriores, pero de mayor tamaño y con paredes


más gruesas; el borde está siempre engrosado. 'Ejemplares de la Casa Noroeste
de Pollentia las fechan en la segunda mitad del siglo I y comienzos del siglo II d. de
.J.C., pero seguramente se siguieron empleando durante los siglos II y m. 246 Barro
de color avellana y ocre en diversas tonalidades, semejante al de las ánforas; super-
ficie rugosa.
I. Numancia (Numantia, lám. 75,1). - Bocal con borde inclinado hacia afuera, de cuerpo
bastante globular y base plana. Segunda mitad siglo u a. de J.C.
2. Gabii (Gabii, p. 33, fig. 11,114). - Bocal con borde inclinado hacia afuera y asa saliendo
por debajo de él. Barro anaranjado; superficie pulimentada. Imitación de formas metálicas, siglo I a. y
primera mitad siglo I d. de J.C.
3. Gabii (Gabii, p. 35, fig. 12,118). - Fragmento de jarra con borde engrosado. Barro de
·olor ocre, superficie pulimentada. Siglo I a. de J.C. y p~imera mitad siglo I d: de J.C.
4. Sutri (Sutri I, p. 80, fig. 13,112). - Bocal con borde inclinado hacia afuera y estriado
·11 su parte superior. La forma recuerda muy de cerca a la de jarras metálicas. Barro gris pálido.
üo-70 d. de J.C.
5. Albintimilium (Albintimilium, p. 137, fig. 75,2). - Bocal con borde inclinado hacia afuera
y cuerpo piriforme. Base plana. Barro blancuzco. Siglo II d. de J.C.
6. Barcelona ·(Necr. Barcelona, p. II3, n. 0 7539). - Bocal con borde liso y pequeño pie
anular. Barro ocre. Siglo n d. de J.C.
7. Pollentia (CNO, A1 -A 2 69, Casa Noroeste). - Fragmento de bocal con borde ligeramente
engrosado y una estría en el cuerpo, muy parecido al ejemplar de Sutri que presentamos aquí bajo
n. 0 4. Barro marrón-rojizo muy fino y harinoso. Segunda mitad siglo I y comienzos siglo II
J. de J.C.
8. Pollentia (CP VII I 12, Calle Porticada, nivel II). - Fragmento de jarra con borde liso
y pequeño pico. Jarra marrón-rojizo. Siglo I d. de J.C.

243. Pollentia 11, p. 128, fig. 9,3. -- Gallia, 16, 1958, p. 173, fig. 37.
244. En Pollentia aparecen en la Casa Noroeste: CNO, C-D 94, 95; CNO, F IO. También se encuentran en Palma
j11nto con cerámica del siglo II d. de J.C. Un fragmento del nivel 111 de la Calle Porticada fecharía ya el tipo en época
augústea.
245. Athenian Agora V, lám. 19,L9.
246. CNO, C-D 96, 97; CNO, B1-B2 137, 138. En la Casa de los dos Tesoros se encuentran también algunos frag-
, nen los: Pollentia 11, p. 128, fig. 9,4.
106 MERCEDES VEGAS

TI PO 45
Fig. 38. Tipo 45, bocales carenados (n.s 1-4). Tipo 45 A, jarras carenadas (n.s 5-6).
Reducción 1/3, menos n. 0 5, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 107

9. Montmaurin (Gallia, 16, 1958, p. 173, fig. 37,6413). -Jarra de boca ancha y pico poco
pronunciado; estría en la panza; pie anular. Barro ocre-rosado. Siglo IV d. de J.C.
10. Pollentia (CTLP 97, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de jarra con pico y borde
lsio con una estría en su parte interior. El asa tiene la parte central más gruesa como una banda
aplicada que termina por encima del borde CJmo en los ejemplares metálicos con asa terminada
1·11forma de dedo. Barr9 de color ocre claro. Siglos III y IV d. de J.C.
11. Pollentia (CNO, B1 -B2 138, Casa Noroeste). - Fragmento de gran jarra de paredes
g'ruesas con borde engrosado y pico. Barro .marrón-rosado. Segunda mitad siglo I y comienzos
siglo u d. de J.C. .
12 Pollentia (CNO, pozo en habitación F de la Casa Noroeste conteniendo material tardo-
romano). - Jarra con pico poco pronunciado y parydes gruesas. Barro amarillento. Siglos III y
1v d. de J.C.

45. Bocales carenados(fig. 38, 1-4)

Pequeños bocales de boca ancha con borde,· liso, una asa, cuello apenas indi-
cado y cuerpo dividido en dos partes por una carena que puede estar hacia la mitad
dd cuerpo o en su parte inferior; la base está formada por un pie anular.
Estos bocales se encuentran en Pollentia ya en el siglo I d. de J.C. (Casa
Noroeste y habitaciones al Norte de la Casa de los dos Tesoros) y son numerosos
1·11 el siglo II en la necrópolis de Can Fanals y en Palma. 247 Algunos ejemplares
de la Casa de los dos Tesoros indican que el tipo se empleaba todavía en el s~glo m
d. de J.C., pero probablemente no llegan al siglo 1v, pues no los conozco en otros
yacimientos tardo-imperiales. 248 El barro es fino y de color ocr~ en diversas tona-
1idades. ·

45 A ... Jarras carenadas(fig. 38, 5-6)

Jarritas con pico poco pronunciado, cuello apenas indicado y cuerpo con
l':trena en ángulo vivo en su mitad, la cual le da un perfil bitroncocónico; pie anular
que en ocasiones.está formado por una simple base plana con acanaladura; el borde
pllede ser liso o estriado en su-parte exterior; el asa arranca del borde o del cuello
i 11diferentemente y puede ser lisa o bien retorcida en espiral. Se trata en realidad de
la variante con pico del tipo principal. En Pollentia aparecen en la Casa Noroeste
y en la necrópolis de Can Faiials y se encuentran también en una necrópolis de
Barcelona, estando allí fechados aproximadamente en el siglo 11 d. deJ.C. 249 Parece,
1>or lo tanto, que el tipo esté difundido desde mediados del siglo 1 a fines del
si ,fo II d. de J.C. El barro es marrón-rojizo u ocre-amarillento y en un ejemplar
se observan restos de barniz.
1. Pollentia (NCT XIX 1, Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros). - Bocal care-
11~u.locon borde liso. Barro fino de color amarillo-rosado. Mediados siglo I d .. de J.C.
2. Pollentia (Can Fanals, p. 252, fig. 7,3). - Bocal bitroncocónico con borde en forma de
lia~toncillo; pie anular. Barro ocre-amarillento. Segunda mitad siglo I y siglo u d. de J.C.
3. Pollentia (CTA 52, Casa de los dos Tesoros). - Pequeño bocal de perfil bitroncocónico.
Barro ocre-amarillento. Siglo III d. de J.C.
247. CNO, B1-B2 139; NCT XV s. n.; Can Fanals, p. 252, fig. 7,3-4-; p. 255, fig. 12,3.4; p. 262, fig. 22,3;
p. ~64, fig. 25,6; p. 270, fig. 33,2. - Los ejemplares de Palma no están publicados.
248. Pollentia 11, p. 128, fig. 9,1-2.
249. CNO, A 1-A 2 68; Can Fanals, p. 258, fig. 16,2. - Necr. Barcelona, p. 114, n. 0 7532, 7529.
108 MERCEDES VEGAS

TI PO 46
Fig. 39. -Tipo 46, jarras con pico trilobulado. N.s 2, 3 y 5, reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 109

4. Pollentia (CTK 74, Casa de los dos Tesoros). -Bocal con carena baja. Barro ocre oscuro.
Siglo m d. de J.C.
5. Barcelona (Necr. Barcelona, p. I 14, n. 0 7532). - Jarra con pico y cuerpo de perfil bitron-
cn ónico. Asa retorcida en espiral. Barro rojizo con restos de barniz. Siglo u d. de J.C.
6. Pollentia (CNO, A 1 -A; 68, Casa Noroeste). - Jarra carenada, de mayor tamaño que
las anteriores y con reborde vertical estriado por fuera; pequeño pico. Barro ocre-rosado. Segunda
111itadsiglo 1, comienzos siglo u d. de J.C. ·

46. Jarras con pico trilobulado (fig. 39)

Se agrupan aquí una serie de jarras cuya característica principal es el pico


muy pronunciado que forma una boca de tres lóbulos, por lo que se le conoce bajo
d nombre de pico trilobulado. La forma más corriente tiene el borde engrosado
y el cuello corto y muy arqueado; el cuerpo es probablemente panzudo al prin-
cipio para luego convertirse en piriforme ;25 º el asa sale generalmente por debajo
del borde. Estas jarras derivan de los oinochoesgriegos y en época helenística el tipo
ya es corriente en cerámica común. 251 Ejemplares romanos fechados de época
augústea se encuentran en Haltern y algo más tarde en Hofheim y Vindonissa. 252
Para la zona mediterránea conozco un ejemplar protoaugústeo de Fréjus y del
siglo I d. de J.C. son las jarras de Ostia, Albintimilium, Cavaillon y Pollentia, que
van desde la época augústea hasta fines del siglo. 253 El tipo, sin embargo, es muy
longevo y con pocas variaciones se halla todavía en los siglos m y IV en Ostia, Albin-
Limilium, en la región de Toulouse y en Tarragona. 254
El barro de las jarras del siglo I es muy homogéneo, el mismo en Albintimi-
1ium que en Pollentia, que en los yacimientos al norte de los Alpes (Hofheim, Vin-
Jonissa): gris claro con puntitos negros, de manera que la superficie aparece más
oscura; las paredes son siempre rugosas. En la época tardo-romana siguen siendo
gris, pero no puedo decir si se trata del mismo tipo de arcilla, pues no conozco ningún
fragmento de esa época de visu.
1. Cavaillon (Cavaillon, p. 55, fig. 57,a). - Jarra globular con pico trilobulado. Barro de
color gris hierro.
2. Pollentia (CNO, Bi-Bi 68, Casa Noroeste). - Fragmento de jarra con pico trilobulado
y cuello muy combado. Barro gris claro, por fuera gris metálico. Segunda mitad siglo I y comienzos
siglo u d. de J.C. .
3. Pollentia (CNO, B1 -B2 42, Casa Noroeste). - Fragmento de jarra con pico trilobulado
y alto borde cóncavo. Barro gris claro, por fuera gris oscuro. Segunda mitad siglo I y comienzos
siglo II d. de J.C.
4. Ostia (Ostia 11, lám. 57,824). - Jarra fragmentada con pico trilobulado, cuello corto
y cuerpo carenado. Barro gris con impurezas. Siglo I d. de J.C.
250. En la región mediterránea occidental las jarras de época tardí; son a menudo de cuerpo muy escurrido,
mientras que en el siglo I d. de J.C. alternan las de cuerpo globular con las de cuerpo piriforme, dominando sin embargo
las primeras. En Hofheim (Germania) las jarras con pico trilobulado tienen cuerpo globular; en Vindonissa se encuentran
ambas formas. Variantes con cuerpo carenado se encuentran también (Ostia 11).
251. THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 324, fig. 8,48.51.
252. Haltern, tipo 54. - Hofheim, tipos 54 y 86. - Vindonissa, lám. 21,472-477.
253. Fréjus, p. 197, fig. 24, LVIII 15. - Ostia 11, lám. 19,320; lám. 57,823-824.-Albintimilium, p. rn8, fig. 54,38;
p. 1rn, fig. 55,25. - Cavaillon, p. 55, fig. 57, a. - Pollentia: CNO, Ai-A 2, 70; B¡-B 2 42, 68, rn2; CP VIII 15, 52.
254. Ostia I, lám. 14,297. - Albintimilium, p. 164, fig. 95,26-27. - Gallia, 16, 1958, p. 174, fig. 42,6420. -
RüoER, Tarragona, fig. 14,7. - Característico de ese período tardío parece ser el engrosamiento del cuello de los ejem-
plares de Albintimilium.
no MERCEDES VEGAS

TIPO 47
Fig. 40. -Tipo 47, ollas monoansadas. N_.s1-2, reducción 1/3; n.º_3, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 111

5. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 14,7, estratos E/F). - Fragmento de jarra con pico
trilobulado. Barro gris. Segunda mitad siglo IV d. de J.C.
6. Montmaurin (Gallia, 16, 1958, p. 174, fig. 42,6420). - Parte superior de una jarra de
cuerpo globular y pico trilobulado. Barro gris ligeramente violáceo, paredes duras y bastante del-
gadas. Siglo 1v d. de J.C.

47. Ollas monoansadas(fig. 40)

Ollitas con cuerpo globular y una asa. No han sido ordenadas en el grupo
de la cerámica de cocina porque es seguro que no servían para cocinar: no sólo no
tienen ningún resto de hollín, sino que además la superficie fina y ligeramente puli-
mentada, el color claro de la arcilla y la forma de la base - alta y a veces con un
pequeño pie - son características determinantes contra una clasificación entre la
cerámica de cocina. Una ollita del tipo, procedente de Jávea, está además decorada
con incisiones 256 y otra lleva la inscripción Saiiturni pocolom,256 por lo que creo que
existen suficientes razones para incluirlas dentro del grupo de la cerámica de mesa,
como vasos ansados, quizá los sucesores en la mesa de los vasitos de paredes finas.
Estas vasijas son todas bastante parecidas, pero de tamaños diferentes.
El tipo más corriente y que se acerca más al del vaso es pequeño, de unos 10 cm.
de altura y unos 8 cm. de diámetro de boca. El cuerpo es globular, el borde general-
mente oblicuo - aunque puede tener también forma de bastoncillo - y la base,
realzada y bien definida por la parte lateral, por la parte inferior es en general plana,
pero puede tener una acanaladura simulando un pie y en algunas ocasiones incluso
un verdadero pie anular (Barcelona). El asa tiene una acanaladura central longi-
tudinal y ambos extremos salen de la panza del vaso, es decir, al contrario de en las
jarras y bocales, cuyo extremo superior está unido al borde o al cuello de la vasija;
una excepción está representada por una ollita de Centcelles con el asa saliendo
del borde. Detalles que no son comunes a todas las ollas del tipo son la decoración
incisa (Jávea) y la decoración de estrías hechas con el torno (Barcelona). El tipo
se fabrica también en terra sigillata clara (Lamboglia tipo 14).
Por lo que se refiere a la cronología de estos vasos en cerámica común seña-
laré que se encuentran en la necrópolis de Can Fanals de Pollentia en tumbas de
finales del siglo I y del siglo n d. de J.C.; en el nivel I de la Calle Porticada de la
misma ciudad; en Palma junto con cerámica del siglo n d. de J.C.; en Albintimilium
en el estrato 111 fechado en el siglo n y comienzos del siglo m d. de J.C.; en una
necrópolis de Barcelona, fechados allí por la autora en el siglo n; en Jávea, en una
trinchera con material mezclado de los siglos I a m d. de J.C.; en fin, en Centcelles,
pero sin estratigrafía y por lo tanto no fechados y presentando además ligeras va-
riantes del tipo: una olla pequeñita tiene el asa saliendo del borde y la otra, muy
grande, tiene borde en forma de bastoncillo y base plana sin resalte exterior. 257
De la Casa de los dos Tesoros de Pollentia proceden tres fragmentos, uno de ellos
perteneciente a una variante, pues se trata de una ollita ovoide con pequeña asa

255. Jávea, p. 80, fig. 47,19.


256. HILGERS, p. 74 S.
257. Can Fanals, p. 256, fig. 13,8; p. 259, fig. 18; p. 263, fig. 24,4; Pollentia ciudad: CP VII 27. - Albintimi-
Jium, p. 35, fig. 9,20. - Necr. Barcelona, p. rn5 ss., n. 0 7540, 7544, 7545, 7591. - Jávea, p. 80, fig. 47,19. - Centcelles,
p. 269, fig. 8,7.9.
112 MERCEDES VEGAS

anular, que deben fecharse por el lugar de su hallazgo en el siglo m d. de J.C. 258
Teniendo en cuenta además que una olla de la necrópolis de Barcelona fue hallada
en una tumba de forma de túmulo cuya inscripción parece por la forma de los
trazos pertenecer al siglo m, 259 creo que la cronología de estas ollitas puede exten-
derse desde la segunda mitad del siglo I hasta el siglo m d. de J.C., perteneciendo
probablemente las que tienen el cuerpo decorado con estrías al siglo rn.
El barro es en general de color ocre o de color avellana, pero hay también
ejemplares de color marrón-rojizo; en algunas ollas se conservan restos de barniz
(Barcelona, Pollentia). La superficie está pulimentada.
1. Pollentia (CP VII, 27 Calle Porticada, nivel I). - Vasito globular con base alta realzada
y borde oblicuo. Barro ocre-rosado, superficie pulimentada. Siglo I y II d. de J.C.
2. Pollentia (Can Fanals, p. 263, fig. 24,4). - Vasija globular con borde oblicuo y engro-
sado en la parte exterior; el asa con acanaladura se inserta en el cuerpo; el pie es macizo. Barro
rojizo con restos de barniz de color más oscuro. Segunda mitad siglo II d. de J.C.
3. Barcelona (Necr. Barcelona, p. 107, n. 0 7591 ). - Ollita globular con borde oblicuo y
pie anular; paredes con las estrías del torno marcadas por dentro y por fuera. Barro ocre-rosado.
Hallada en un túmulo cuya inscripción debe fecharse en el siglo III d. de J.C.
4. Jávea (Jávea, p. 80, fig. 47,rg). - Ollita globular con corto borde oblicuo y dos líneas
de trazos incisos en la mitad de la panza; base realzada. Siglos I a III d. de J.C.

258. Pollentia II, p. 116 s., fig.3,8.9.


259. Necr. Barcelona, p. rn7.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 113

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Fig. 41. -Tipo 48, ollas para guardar provisiones. Reducción 1/3, menos n.º 1, 1/6.
8
C) VASIJAS PARA GUARDAR Y PARA TRANSPORTAR PROVISIONES

48. Ollas para guardar provisiones (fig. 41)

Se agrupan aquí una serie de vasijas que servían para guardar miel, vinagre,
conservas de frutas y verduras, etc. 26 º La forma en relación con su función está
documentada por un grafito pintado sobre una olla globular y con dos asas: urceus
et mel p(ondo) XXVII. 261 Es probable que ollas de forma algo diferente a ésta sir-
viesen también para guardar provisiones y yo incluyo dentro de este tipo y como
variantes a algunas otras ollas que por su factura (arcilla fina y de color claro) no
debían servir para cocinar, pero que por su forma alta y más o menos cerrada
no es posible asignarles otro uso que el de guardar las provisiones en la cocina o en
el sótano de la casa.
a) Ollas de cuerpo globular con base plana y borde en general inclinado
hacia afuera, presentando a menudo una concavidad en su interior para asiento
de la tapadera, ya que naturalmente por su función necesitaban estas vasijas estar
cubiertas (véase más adelante: tapaderitas de ánforas, págs. go s.). Tienen además
dos asas situadas en la mitad superior de la vasija, saliendo a veces el extremo supe-
rior por debajo del borde; son asas muy curvas que semejan a orejas. Los tamaños
de estas vasijas son muy variables. Mientras la forma está bien documentada en las
provincias al norte de los Alpes, para la zona mediterránea contamos casi exclu-
sivamente con fragmentos que pueden clasificarse sólo comparándolos con los para-
lelos nórdicos. U na vasija de Badalona, que se encuentra en el Museo de esa ciudad,
es el único ejemplar íntegro de época imperial que conozco en el Mediterráneo.
Una vasija de Atenas, de principios del siglo I a. de J.C., es el ejemplar fechado
más antiguo que conozco del tipo. 262 En Germania el tipo está presente desde la
época augústea hasta el siglo 1v d. de J.C. 263 y es por lo tanto lógico que en las pro-
vincias mediterráneas tenga una duración aproximada, sobre todo teniendo en
cuenta su función, ya que siempre son necesarias vasijas para guardar provisiones.
De todas maneras yo sólo conozco ejemplares fechados en Gabii, Pollentia y Muni-
gua y todos pertenecen a los siglos I a. y d. de J.C. 264 Los ejemplares más antiguos
de Pollentia (niveles bajos de la Calle Porticada) tienen un borde engrosado con
concavidad interior, es decir, varían un poco de la forma clásica del borde.
260. HILGERS, p. 299.
261. CIL XIII, 10008,44.
262. THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 415, fig. roo, E125.
263. GosE, n. 0 420-428.
264. Gabii, p. 37, fig. 13, 131-135. -Pollentia: CP XI 245-246 (siglo I a. de J.C.); CNS 46 (siglo r d. de J.C.). -
Munigua, p. 237, fig. 12,250-251.
MERCEDES VEGAS
116

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TIPO 49
Fig. 42. -Tipo 49, dolios. N.s 3-6, reducción 1/3; los otros según escala.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 117

b) Vasijas de forma ovoide con borde cóncavo y dos asas altas en forma
de oreja. Ejemplares de Pollentia, Sutri, Ostia, Pompeya y Susa fechan este grupo
en el siglo 1 d. de J.C. 265
e) Se incluyen en este grupo diversas ollas de arcilla de color claro a las
que se atribuye la función de guardar provisiones, pero sin que exista plena certeza.
Un ejemplar bastante grande en Munigua de cuerpo globular y borde con concavidad
para asiento de la tapadera creo que puede considerarse sin mayores dudas como
perteneciente al tipo, así como un fragmento de vasija del nivel V de la Calle Por-
ticada, cuyo borde recuerda al de algunos «dolios» de Numancia. 266
La arcilla para todas las variantes del tipo es semejante: de color rojo ladrillo
o marrón-rojiza con engobe blanco por la parte exterior - no siempre conser-
vado - o de color claro, ocre-amarillento hasta color avellana. La superficie está
casi siempre algo pulimentada.
1. Haltern (Haltern, lám. 13,62). - Se presenta esta vasija del campamento militar de
Haltern en Germania como ejemplo íntegro del tipo. Olla globular con base plana, borde inclinado
hacia afuera y dos asas arqueadas. Barro de color ocre. Época augústea.
2. Badalona (Museo, s. n.). - Vasija del tipo de ollas para miel con borde vuelto hacia
afuera y dos asas. Barro gris.
3. Gabii (Gabii, p. 37, fig. 13,131). - Fragmento de olla con borde horizontal y pequeña
concavidad para asiento de la tapadera; asas arqueadas salen por debajo del borde. Barro fino de
color rojo ladrillo, 50 a. - 50 d. de J.C.
4. Munigua (Munigua, p. 237, fig. 12,250). - Fragmento de olla con el borde vuelto hacia
afuera y dos asas saliendo por debajo. Barro de color rojo ladrillo con engobe amarillento. Siglo I
d. de J.C.
5. Pollentia (CNS 46, Calle Norte Sur, nivel I). - Fragmento de vasija muy panzuda con
borde inclinado hacia afuera y asas con arranque superior en el mismo borde. Barro fino de color
avellana. Siglo I d. de J.C.
6. Pollentia (CP XI 245, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de vasija globular con
borde engrosado que presenta una concavi~ad en la parte interior para asiento de la tapadera. Barro
marrón-rojizo, engobe blanco por fuera. Epoca tardo-republicana.
7. Sutri (Sutri I, p. 79, fig. 12,111). -Fragmento de vasija ovoide con dos asas arqueadas
y borde cóncavo. Barro anaranjado. 60-70 d. de J.C.
8. Pollentia (NCT XIV s. n., Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros). - Fragmento
de vasija con borde cóncavo y asas arqueadas. Barro fino anaranjado, superficie pulimentada. Siglo 1
d. de J.C.
g. Munigua (Munigua, p. 237, fig. 12,156). - Fragmento de gran vasija de cuerpo glo-
bular, borde oblicuo con una pequeña pestaña en su interior que sirve de plataforma para la tapa-
dera. Barro amarillo-verdoso. Tercer cuarto siglo I d. de J.C.

49. Dolios (fig. 42)


Grandes vasijas para conservar provmones. Además de cereales podían
guardarse en ellos harina, frutas, agua, mosto e incluso vino, a pesar de que este
último se guardaba más frecuentemente en las ánforas. 267 Son de cuerpo globular
265. Pollentia: NCT XIV s. n. - Sutri I, p. 79, fig. 12,109-111. - Ostia 11, lám. 22,401-402 y Iám. 23, 403-405.
- Leiden, n. 0 892, 894.
266. Munigua, p. 237, fig. 12,156. - Pollentia: CP IV 193. - Numantia, lám. 60 (Schwanenhalsdolien). Mien-
tras los ejemplares de Numancia y Pollentia deben fecharse en época republicana, el de Munigua - de forma distinta -
es del siglo I d. de J.C.
267. HILGERS, p. 171.
118 MERCEDES VEGAS

con borde engrosado e inclinado hacia adentro, como una simple continuación
del cuerpo, y base plana; el mayor diámetro se encuentra hacia la mitad de la
vasija. Una tapadera era necesaria por su misma función, sobre todo si se tiene
en cuenta que se han encontrado a veces enterrados a medias en la tierra en patios
exteriores (Pompeya), pero se encuentran raramente: un dolio de Baetulo (en
el Museo de Badalona) se conserva con su tapadera, que es un gran disco plano
y de cierto grosor; he visto también varios de estos grandes discos procedentes de
Ostia y en un pecio encontrado cerca de Anti bes (La Garoupe) se halló otra tapa-
dera de dolio consistente en un gran disco plano redondo con asa sin agujerear. 268
En época griega ya tenían los dolios la misma forma que en la romana, como puede
verse en ilustraciones de la época que muestran p. ej. a Diógenes en su tonel, que
es precisamente un dolio. 269 La forma tampoco varía durante la época romana,
siendo casi igual en el período republicano que en el tardo-imperial, por lo que no
es posible fechar estas vasijas. Algunos ejemplares más pequeños, pero de la misma
forma, los he incluido junto con los grandes.
Para la zona mediterránea occidental citaré como ejemplos de época repu-
blicana los dolios de Numancia, Cáceres, Toulouse y Pollentia ;27 º del siglo I d. de
J.C. son los dolios de Munigua, Pollentia y Pompeya; 271 en fin, de época tardo-
imperial son un fragmento del estrato D del Claustro de Tarragona fechado a prin-
cipios del siglo v d. de J.C. y otro de la Casa de los dos Tesoros de Pollentia. 272
La arcilla está mezclada con piedrecitas de regular tamaño y arena, lo que
le da un aspecto granuloso; en los grandes dolios las paredes son bastante gruesas,
de color ocre u ocre-rosado con núcleo gris o marrón-rojizo; en los más pequeños,
al ser las paredes menos gruesas, no varía el color del núcleo, siendo el barro de color
ocre o marrón-roJ1zo.

1. Numancia (Numantia, 1am. 63,21). - Dolio con borde engrosado e inclinado hacia
adentro. Segunda mitad siglo n a. de J.C.
2. Vieille-Toulouse (Gallia, 16, 1958, p. 135, fig. 16,181). - Fragmento de dolio del tipo
romano, abundante en Ensérune desde 50 a. de J.C. Barro bien cocido rojo-rosado, con desengra-
sante en abundancia. Siglo I a. de J.C.
3. Pollentia (NCT XIV 11, Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros). - Fragmento
de dolio con borde engrosado. Barro marrón claro, superficie ocre. Siglo I d. de J.C.
4. Munigua (Munigua, p. 237, fig. 12,258). - Fragmento de dolio con borde engrosado y
aplanado por la parte superior. Barro marrón claro con núcleo gris claro. Siglo 1 d. de J.C.
5. Pollentia (CTLP 124, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de dolio. Barro marrón-
rojizo, superficie verdosa. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
6. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 14,15, estrato D). - Fragmento de dolio. Barro
gris. Comienzos siglo v d. de J.C.

268. Gallia, 16, 1958, p. 31, fig. 38.


269. fflLGERS, p. 58.
270. Numantia, lám. 63. - ArchiiologischeAnzeiger, 1930, col. 6I s., fig. 1,3-6; 1932, col. 349 s., fig. 1,4-6. - Gallia,
16, 1958, p. 135, fig. 16,181. - Pollentia: CP XI 353.
271. Munigua, p. 237, fig. 12,257-258. - Pollentia: NCT XIV 11. - Los de Pompeyano están publicados, pero
pueden verse in situ.
272. RüGER, Tarragona, fig. 14,15. - Pollentia II, p. 134, fig. n,5.
CERÁMICA COMÚN ROMA.NA 119

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Fig. 43. - Tipo 50, ánforas vinarias con borde engrosado y hombros carenados. N. 5 2-3, reducción 1/10;
n.s 4-6, r /3.
120 MERCEDES VEGAS

Ánforas
Las ánfora~ son vasijas que servían en primer lugar para el transporte y
después para la conservación de los alimentos en ellas transportados. En las ánforas
se guardaban diferentes materias líquidas y sólidas y sobre todo vino, aceite y salsas
derivadas del pescado. Casi todas tienen en común una boca relativamente estrecha,
un cuello, dos asas y son casi siempre de tamaño bastante grande, si bien más peque-
ñas que los grandes dolios; casi todos los tipos terminan en punta. Se guardaban
en general en el sótano o en la bodega de la casa (cella vinaria) apoyadas en la pared
o con la punta enterrada en el suelo. Soportes para que las ánforas se mantuviesen
en posición vertical también se conocen y se usaban sobre todo en el comedor du-
rante los banquetes; su nombre latino es incitega.273
H. Dressel al estudiar las inscripciones de las ánforas de Roma comprobó
que formas determinadas habían servido para el transporte de vino, mientras
otras formas servían para transportar otros productos. 274 Nuevas inscripciones han
servido para ir identificando los tipos de acuerdo con su contenido y hoy día puede
determinarse para las formas principales sea el lugar de origen como el contenido
de las mismas. 275 Es cierto que las inscripciones a veces sugieren una gran varie-
dad de contenidos para una sola forma, pero es necesario distinguir el producto
transportado y para el cual fue fabricada el ánfora y lo que se puede meter luego
en una ánfora reutilizada, que puede variar al infinito. 276 De todas maneras, la
mayoría de los autores admiten que unas formas sirvieron para el transporte de
vino, otras para el de aceite y de olivas y otras en fin para el de derivados del pescado.
Por lo que se refiere a la fabricación de las mismas, bajo el Imperio los pro-
pietarios agrícolas debían tener sus fábricas de ánforas para el transporte de sus
productos. Esto explicaría la gran cantidad de variantes que se encuentran en la
zona mediterránea, las cuales estaban seguramente fabricadas en el alfar de un
pequeño propietario, el cual exportaba su vino sólo en una pequeña área, por lo
que no tienen gran difusión. Se tratarán aquí sólo los tipos de amplia difusión; de todas
maneras en Pollentia no parece haber formas locales. Algunos de los tipos de Dressel
(hasta ahora la tipología más completa de ánforas que existe, pero sin duda en
muchos aspectos superada) no van a ser tratados aquí por no encontrarse sus para-
lelos en Pollentia y porque no hay suficientes constataciones arqueológicas en otros
lugares que permitan su inclusión en este trabajo; el reciente tratado de F. Zevi
representa una excelente puesta al día de la tipología de Dressel. 277

50. Ánforas vinarias con borde engrosadoy hombros carenado (figs. 43 y 44)
El ánfora Dressel I termina en punta, tiene un cuerpo cónico, hombros
carenados y largo cuello; el borde puede tener sección triangular o ser simple-
273. HILGERS,p. 36.
274. GIL XV, 11, p. 682.
275. Oberaden, p. 73 ss. - M. H. CALLENDER,Roman Amplwrae with index of stamps {London, 1965). - ZEv1,
Appunti anfore romane.
276. A. TCHERNIA,Journal des Savants, 1967, p. 225 s. - En la nave de Albenga se encontró un ánfora vinaria
del tipo Dressel I con fondo de avellanas, cf. Nave di Albenga, p. 165, nota 1.
277. F. ZEvr, Appunti sulle anfore romane, Archeologia classica, 1966, 2, p. 208 ss.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 121

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TIPO 50
Fig. 44. -Tipo 50 A, ánforas con borde engrosado de sección cuadrada. N.s 8-g, reducción 1/3.
122 MERCEDES VEGAS

mente un reborde engrosado verticalmente sobre el que se encuentre a menudo


un sello. Se trata de la típica ánfora vinaria itálica, corriente durante los siglos n
y I a. de J.C. en la zona mediterránea occidental y que servía para exportar el vino
de la Campania y de la zona meridional del Lacio. Su tipología y cronología han
sido estudiadas por N. Lamboglia. 278 La forma llamada por él Dressel 1 A, cono-
cida también bajo el nombre de «ánfora de Marsella», por haber sido encontrada
en gran cantidad en el pecio del Grand Congloué frente a Marsella, 279 domina en
el siglo n a. de J.C. y perdura todavía en el siglo 1, pero va siendo reemplazada
poco a poco por las formas Dressel 1 B-C, cuya última etapa está representada
por la forma Oberaden 77 de época augústea. La forma Dressel I B, que domina
en el pecio de Albenga, es ya semejante a la variante augústea Oberaden 77.
El precedente de este tipo es una ánfora de cuerpo más globular y hombro
sólo ligeramente carenado, muy abundante en todo el sur de Italia y particular-
mente en Sicilia, pero que se encuentra también en toda la costa tirrena, en Pro-
venza y en la costa española, y que debe fecharse en los siglos III y na. de J.C. 280
La forma Dressel 1 A con borde de sección triangular, hombro carenado, cuerpo
achaparrado y asa larga un poco arqueada, se halla en Numancia, en el pecio del
Grand Congloué, en el estrato VI de Albintimilium, en Entremont, en Valencia
y en las Calles Porticada y Norte-Sur de Pollentia, para no citar más que algunos
lugares fechados. 281
Las formas Dressel 1 B-C las considero juntas, ya que los bordes son iguales
y no creo que exista entre ambas diferencia cronológica alguna. N. Lamboglia
da el nombre de «ánfora de Albenga» a la Dressel 1 B por dominar en ese pecio:
su borde está engrosado verticalmente, el cuello es ligeramente troncocónico, los
hombros carenados y el cuerpo fusiforme; como hemos dicho, corresponde al tipo
Oberaden 77, por lo que puede decirse que es la forma típica del siglo I a. de J.C.
y de la época augústea, desapareciendo después del mercado, porque no se encuentra
en Hofheim ni en Vindonissa. 282
El barro es de color marrón-rojizo con mica en las ánforas del Grand Con-
gloué y de Oberaden, y de color rosa-ocre en las de Albintimilium; en Pollentia
se encuentran ambas clases de arcilla.

50 A. Ánforas con borde engrosadode sección cuadrada (fig. 44, 7-9)


Varios fragmentos de ánforas de la Casa Noroeste de Pollentia y uno de un
sondeo en la Casa de los dos Tesoros de la misma ciudad nos fechan este grupo en
el siglo 1 d. de J.C. 283
278. LAMBOGLIA, Cronología anfore, p. 241 ss.
279. Grand Congloué, p. 37, lám. 2; p. 43, lám. 3.
280. Grand Congloué, p. 38 ss.
281. Numantia, lám. 73. - Grand Congloué, láms. 2 y 3. - Lamboglia cronologia anfore, p. 252-260, figs. 8-16.
- Gallia, 26, 1968, p. 29, fig. 36. - Saitabi, 12, 1962, fig. 9. - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 39, fig. u, 1-2;
CNS 187, 204 a y b. - Los paralelos podrían multiplicarse fácilmente, pero me he limitado a citar unos cuantos con cro-
nología segura; más bibliografía en: Grand Congloué, p. 41 ss.
282. Nave di Albenga, p. 157, fig. 18 bis. - Pollentia I, p. 287, fig. 4,7 (nivel III); CNS 128,129, 42. - Gabii,
p. 45, fig. 17,178. - Gallia, 26, 1968, p. 29, fig. 36 (Entremont). - Grand Congloué, p. 61, fig. 58 (pecio del Dramont).
- Para hallazgos de este tipo en muchos otros pecios de la costa francesa, cf. Gallia, 27, 1969, p. 465 ss.
283. CNO, A 1-A 2 3, 15; CNO, B¡-B" 130; CNO, C-D 106, 107; CNO, G 1-G 2 u; CT bP 5 (la cerámica más
tardía del sondeo bajo el mosaico del atrio de la Casa de los dos Tesoros pertenece a la época claudia).
CERÁMICA COMÚN ROMANA 123

Aparte del borde que presenta casi sección cuadrada, del asa gruesa y un
poco arqueada y del cuello cilíndrico y relativamente largo, aunque más corto
que en el tipo anterior, no poseo más detalles sobre la forma. Sin embargo, una
ánfora de la colección de D. Mariano Navarro (Jávea) publicada por Martín-
Serres284creo que puede ponerse en relación con las de Pollentia, dándonos la forma
completa. Se trata de una ánfora con borde engrosado, de sección cuadrada y con
una ligera concavidad en la parte interior (detalle que también aparece en alguno
de los fragmentos de Pollentia), cuello largo que se une al cuerpo en arista viva
y cuerpo fusiforme. Este tipo yo lo clasificaría como derivado del ánfora vinaria
Dressel I. Un fragmento de Pollentia con sello ilegible en el borde parece apoyar
esta hipótesis, pues las ánforas Dressel r llevan el sello normalmente en el borde.
En fin, algunos bordes de Ostia, que la autora se pregunta si deben pertenecer
al tipo Dressel I o a otro tipo en relación con nuestro tipo 54, podrían eventual-
mente clasificarse dentro de este grupo. 285 Resumiendo, avanzaré la hipótesis de
que, desplazado del mercado el tipo Dressel r, siguiese fabricándose en escala menor
y casi local, llegando algunos de sus productos a Ostia e incluso a Mallorca, lo que
teniendo en cuenta la estrecha relación comercial de las Baleares con Italia no repre-
sentaría un elemento extraño. 286
El barro es fino, de color avellana y en algunos casos rojo con engobe ocre-
amarillento.
1. Pecio del Grand Congloué (Grand Congloué, p. 37, lám. 2,2). - Ánfora itálica con
borde de sección triangular y hombro ligeramente carenado. Barro color avellana rosado con granos
de calcita. Siglo II a. de J.C.
2. Pecio del Grand Congloué (Grand Congloué, p. 43, lám. 3,2). - Ánfora romana de
Sestius con borde de sección trianguiar, marca Sestius en el mismo borde, cuello largo y cuerpo
achaparrado. Barro de color rojo ladrillo con cristales de cuarzo. Fines siglo II y principios siglo I a.
de J.C.
3. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 157, fig. r8 bis). - Ánfora con aito reborde ver-
tical, cuello largo ligeramente cónico, asas verticales, hombro en arista viva, cuerpo piriforme. 100-80
a. de J.C.
4. Pollentia (CP XII 533, Calle Porticada, nivel V). - Fragme~to de ánfora con borde
de sección triangular. Barro marrón-rojizo con engobe blanco amarillento. Epoca tardo-republicana.
5. Pollentia (CP VI 86, Calle Porticada, nivel III). - Fragmento de ánfora con reborde
vertical, tipo Dressel I B. Barro ocre-rosado. Época augústea.
6. Pollentia (CNS 42, Calle Norte-Sur, nivel I). - Fragmento de ánfora con reborde ver-
tical y sello fragmentado en el mismo: REC ... Barro marrón-rojizo. Época augústea.
7. Jávea (Jávea, p. 106, fig. 53,13). - Ánfora de borde engrosado con concavidad interior,
cuerpo piriforme y hombros carenados. Colección M. Navarro, sin fecha.
8. Pollentia (CNO, A1 3, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora con borde engrosado
y ligera concavidad en la parte interior del mismo, cuello largo y asa vertical. Barro fino de color
avellana. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
g. Pollentia (CT bP 5, Sondeo peristilo Casa de los dos Tesoros). -Fragmento de ánfora con
borde engrosado de sección cuadrangular. En la parte exterior del borde cartucho con sello ilegible.
Barro de color avellana. Época claudia.

284. Jávea, p. 106, fig. 53,13.


285. Ostia II, lám. 33.
286. La sigillata itálica que en la península hispánica había sido desplazada por la terra sigillata sudgálica sigue
importándose hasta mediados del siglo r d. de J.C. en Po!lentia.
124 MERCEDES VEGAS

TIPO !)1

f-- 1

Fig. 45. -Tipo 51, ánforas vinarias con borde redondeado en forma de bastoncillo. Reducción 1/3, menos
n.s 1 y 3, 1/10.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 125

51. Ánforas vinarias con borde redondeadoen forma de bastoncillo (figs. 45-46)

Se agrupan aquí ánforas que contenían vino y que tienen en común el cuello
cilíndrico y el borde redondo en forma de bastoncillo. Dado el estado fragmen-
tario en que se encuentra la cerámica en los lugares de habitación, resulta muy
difícil clasificar toda una serie de fragmentos de ánforas con borde en forma de
bastoncillo dentro de los distintos tipos conocidos o de eventuales nuevos tipos.
Por ello se han juntado aquí los tipos Dressel 2 a 5 = Oberaden 78-79 - lo que
en el fondo es plausible, pues no sólo son ambos ánforas vinarias, sino que además
derivan los dos de ánforas griegas -, diferenciándolos solamente como variante a
y b. Otros fragmentos de ánforas que tienen también bordes semejantes, pero que
por otras Cll;_racterísticascorresponden a otros tipos, se considerarán aparte.
a) Anfora vinaria terminada inferiormente en punta, de cuerpo cónico,
hombros carenados, cuello cilíndrico más o menos largo, borde en forma de bas-
toncillo y asa bífida, a veces con codo muy pronunciado. Corresponde a los tipos
Dressel 2-4 y Oberaden 78, y por las inscripciones se sabe que servían para el trans-
porte de vinos itálicos, principalmente de la Campania, así como de la Provenza
y de la Tarraconense. F. Zevi considera contrario a la costumbre antigua que
vinos de procedencias tan diversas estuviesen encerrados en ánforas de un mismo
tipo ;287 de todas maneras en vista de las inscripciones debe suponerse que en las
provincias a veces copiaban los continentes de vinos famosos. 287 b Según N. Lambo-
glia se encuentran estas ánforas en el Mediterráneo occidental ya en el siglo II a. de
J.C., 288 pero no debe tratarse seguramente de ánforas romanas, sino de ánforas
griegas, de las que derivan directamente las romanas. Ánforas rodias con asa bífida
y sellos griegos se encuentran en muchos yacimientos del sur de Francia fechados
entre 220-180 a. de J.C.: Marsella, Entremont, Saint-Blaise, Olbia, Narbona,
Ensérune, Glanum. 289 El tipo romano no deriva, sin embargo, directamente del
ánfora rodia; la corta punta que sale por debajo de un anillo es una imitación fiel
de las ánforas de Cnido y las ánforas de Cos, con asa bífida y forma semejante a la de
las romanas, son el indudable precedente de las mismas. 290 Durante el siglo I d.
de J.C. esta forma está muy en boga: se halla en los campamentos augústeos de
Oberaden y de Haltern y prácticamente sin diferencia alguna en el de Hofheim ;291
algo evolucionadas respecto a las augústeas son las ánforas de Vindonissa y de
Pompeya. 292 Por lo que se refiere a la zona mediterránea el tipo está fechado en
Albintimilium entre 130-30 a. de J.C. y se encuentra también en el pecio de Al-
benga (rno-80 a. deJ.C.) y en Gabii, Ostia, Pompeya, Herculano, Fréjus y Tarra-
287. ZEvr, Appunti anfore romane, p. 216.
287 b. Sobre la fabricación de este tipo en Caldes de Montbui, cf. A. TcHERNIA,AEA, 44, 1971, p. 57 ss. Desgra-
ciadamente no he podido consultar el artículo de R. PASCUAL GuASCHque trata de estos alfares. Debo excusarme por no
haber empleado la magnífica obra de M. BELTRÁN,Las ánforasromanasen Espafla (Zaragoza, 1970), pero por azares debidos
a mi residencia temporal lejos de Europa, pude solamente consultarla cuando ya había entregado este manuscrito a la
imprenta.
288. LAMBOGLIA, Cronologia anfore, p. 263 s., fig. 19.
289. Cf. Grand Congloué, p. 30 s.
290. V. R. GRACE,Amphorasand the Ancient Wine Trade. American School of Classical Studies at Athens (Princeton-
New Jersey, 196!), fig. 64 (ánforas de Cnido) y figs. 56, 57 (ánforas de Cos).
291. Oberaden, tipos 78 y 78 A. - Haltern, tipo 66. - Hofheim, tipo 73.
292. Vindonissa, lám. 26,589. - CIL IV, Suppl., lám. 1, XII-XIII.
126 MERCEDES VEGAS

..
9

TI P.O 51

Fig. 46. -Tipo 51, ánforas vinarias con borde redondeado en forma de bastoncillo. Reducción 1/'.J..
CERÁMICA COMÚN ROMANA 127

gorra en el siglo I d. de J.C. 293 En Pollentia está presente en todos los niveles
de la Calle Porticada, en la Calle Norte-Sur, en la zona Norte de la Casa de los
dos Tesoros y en la Casa Noroeste, es decir, durante todo el siglo I a. y d. deJ.C.; 294
algunos fragmentos del nivel I de la Calle Porticada y de la Casa Noroeste perte-
necen a formas evolucionadas postaugústeas, pero otros tienen un perfil igual al
de las ánforas de comienzos del siglo I d. de J.C. En general los autores ponen
la fecha terminal del tipo a fines del siglo I d. de J.C., a pesar de que una inscrip-
ción del Castro Pretorio sobre una ánfora de forma Dressel 3 da una datación del
146 d. de J.C. F. Zevi, uno de los sostenedores de la cronología corta del tipo, con-
sidera que debe tratarse de una forma diferente, porque Dressel escribe forma 3
similis.295 Sin embargo, por la presencia en la Casa de los dos Tesoros de fragmentos
de este tipo, yo me inclino a hacerlo durar incluso hasta el siglo III d. de J.C., apo-
yando mi datación también en una pequeña ánfora de un nivel de la primera mitad
del siglo III de Ostia y en algunos fragmentos de la factoría pesquera de Jávea. 296
El barro es generalmente rojo claro o rojo ladrillo, con mica y cristales diversos;
en algunas ocasiones puede ser de color avellana.
b) El cuerpo fusiforme y el asa de sección redonda y con giba diferencian
a estas ánforas de las pertenecientes a la variante a. Estas ánforas derivan de án-
foras rodias 297 o son quizás, incluso, de fabricación rodia, pues no son muy frecuentes
en la región occidental del Imperio y además las inscripciones están escritas muy
a menudo en lengua griega. Se trata de los tipos Dressel 5 y 43 (el último es una
versión en menor tamaño del tipo). Esta variante se encuentra en el pecio A de la
playa del Drammont, fechado en el siglo I a. de J.C., en los campamentos germá-
nicos de época augústea y claudia, en Fréjus, en Tarragona y en Ostia en conjuntos
del siglo I d. de J.C. 298 Por lo que se refiere a Pollentia no es posible indicar ejem-
plares seguros de esta variante, dado el estado extremamente fragmentario en que
se encuentran los objetos y puesto que los bordes son exactamente iguales a los de
la variante a. En Pompeya estas ánforas están fechadas por inscripciones con el
nombre de cónsules entre los años 52 y 78 d. de J.C. 299 Si bien se considera que
esta forma no sobrepasó el siglo Id. de J.C., algunos fragmentos de pequeñas ánforas
del nivel de la primera mitad del siglo III d. de J.C. de Ostia 300 dejan abierta la
cuestión de una pervivencia del tipo, o por lo menos de un derivado del mismo,
hasta la época del medio Imperio. Como se ha dicho antes, los ejemplares de esta
variante son mucho menos frecuentes que los de la anterior. El barro es semejante
293. LAMBOGLIA, Cronología anfore, p. 254, fig. IO, abajo; p. 259, fig. 15, abajo; p. 260, fig. 16, cuarta línea. -
Nave di Albenga, p. 222, fig. 78. - Gabii, p. 45, fig. 17,180-182. - Ostia II, láms. 35 y 36. - Fréjus, p. 201, fig. 26,8.
- RüoER, Tarragona, fig. 7,1-3.6-8. - Son numerosos los pecios del Mediterráneo en que se encuentra este tipo de
ánforas.
294. VEGAS, Cerámica común, p. 38 ss., fig. II,4-6; CNS 185; NCT XIV 32; CNO, C-D 99, 101, 102, rn3;
CNO, A¡-A 2 72; CNO, B¡-B 2 81.
295. ZEv1, appunti anfore romane, p. 215.
296. Ostia 1, lám. 27,457. - Jávea, p. 62, fig. 35,395; p. 73, fig. 43,86 (las autoras clasifican estos fragmentos
como pertenecientes a ánforas del tipo Dressel 20, pero desgraciadamente siendo los fragmentos s6lo de bordes - y te-
niendo ambos tipos borde en forma de bastoncillo,- no es posible hacer una clasificación segura; de todas maneras las
ánforas tardías del tipo Dressel 20 tienen un borde de sección triangular muy diferente del de las ánforas de Jávea). -
Pollentia II, p. 134, fig. u,9-11.
297. GRAcE, o. c., fig. 62, a la derecha.
298. Gallia, 27, 1969, p. 471, fig. 7. - Oberaden, tipo 79. - Haltern, tipo 67. - Hofheim, tipo 74. - Fréjus,
p. 201, fig. 26,6-7. - RüoER, Tarragona, p. 251. - Ostia II, lám. 30,525.
299. GIL IV, Suppl. 5512, 5526, 5529.
300. Ostia 1, lám. 27, 458-459.
128 MERCEDES VEGAS

3
1

TI PO 52
Fig. 47. -Tipo 52, ánforas sin cuello con borde en forma de bastoncillo y reborde por debajo.
N.º 1, reducción 1/10; n.s 2-3, 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 129

al de la variante a, razón por la cual es todavía más difícil distinguir entre ellas
si no se han conservado por lo menos las asas.
1. Oberaden (Oberaden, lám. 36,78). - Ejemplar íntegro del campamento de Oberaden
en Germanía. Borde en forma de bastoncillo, cuello cilíndrico, hombros carenados, cuerpo cónico
y asa bífida. Barro marrón-rojizo. Época augústea.
2. Pollentia (NCT XIV 32, Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros). -Fragmento de
ánfora con borde en forma de bastoncillo y asa bífida. Barro marrón-rojizo. Siglo I d. de J.C.
3. Oberaden (Oberaden, lám. 36,79). - Ejemplar íntegro del campamento de Oberaden
en Germanía. Borde en forma de bastoncillo, cuerpo fusiforme, cuello cilíndrico y asa con giba.
Barro marrón-rojizo. Época augústea.
4. Fréjus (Fréjus, p. 201, fig. 26,7). - Fragmento superior de ánfora con borde en forma
de bastoncillo, largo cuello cilíndrico y asa con giba. Siglo I d. de J.C.
5. Pollentia (CP VI 52, Calle Porticada, nivel 11) - Fragmento de ánfora con borde en
forma de bastoncillo. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
6. Pollentia (CNO, C-D 103, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora con largo cuello
cilíndrico y borde en forma de bastoncillo. Barro ocre-amarillento. Segunda mitad siglo I d. deJ.C.
7. Pollentia (CTP 110, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con cuello cilín-
drico y borde en forma de bastoncillo. Barro color rojo-ladrillo. Siglo III d. de J.C.
8. Pollentia (CT E 50, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con borde en
forma de bastoncillo. Barro color rojo-ladrillo. Siglo rn d. de J.C.
9. Ostia (Ostia I, lám. 27,457). - Pequeña ánfora con borde tronco-cónico, asas bífidas,
hombros carenados y cuerpo cónico. Barro de color rojo. Primera mitad siglo m d. de J.C.
10. Ostia (Ostia I, lám. 27,458). - Fragmento de ánfora con borde en forma de baston-
cillo y asas con giba. Barro de color rojo. Primera mitad siglo m d. de J.C.

52. Ánforas sin cuello con borde enforma de bastoncillo.Y rebordepor debajo (fig. 4 7)
Se caracterizan estas vasijas por una ancha abertura con borde en forma
de bastoncillo y pestaña por debajo; no tienen cuello y el cuerpo cilíndrico en la
parte superior se va estrechando luego hasta terminar en punta; dos asas pequeñas.
Se trata de los tipos Dressel 21-22. Son típicos recipientes para fruta en conserva
según nos enseñan las inscripciones procedentes del Castro Pretorio 301 y S. Loeschcke
observa que el término apropiado para designar estas vasijas es el de cadí.302
Los ejemplares del tipo que conozco están todos fechados en el siglo I d.
de J. C.: se encuentran además de en Roma (Castro Pretorio) y en Pompeya-
Herculano, en el pozo de Gabii, en el nivel flavio de las Termas del Nadador de
Ostia, en Jávea y en Pollentia (Habitaciones al norte de la Casa de los dos Tesoros
y nivel superficial de la Calle Norte-Sur). 303 Esta dispersión del tipo hace suponer
que las frutas de la Campania y del Lacio se exportaban también a las provincias.
El barro es de color marrón o marrón-rojizo con engobe ocre-amarillento; los
ejemplares de Ostia poseen un engobe grisáceo.
1. Roma (CIL XV, II, lám. 2,21). - Cadus de boca ancha con dos pequeñas asas que salen
inmediatamente debajo del borde y cuerpo cilíndrico que en su parte inferior se estrecha paulati-
namente hasta terminar en punta. Primera mitad del siglo I d. de J.C.
2. Gabii (Gabii, p. 49, fig. 18,189). -Fragmento decadus con bordeen forma de bastoncillo y
reborde por debajo. Barro marrón-rojizo, engobe ocre-amarillento. Primera mitad siglo I d. de J.C.
301. ZEVI, Appunti anfore romane, p. 222.
302. Oberaden, p. 105 ss.
303. ZEvr, Appunti anfore romane, p. 222. - Gabii, p. 49, fig. 18,188-189. - Ostia II, lám. 39,570. - Jávea,
p. 53, fig. 27,63. - Pollentia: NCT XIX s. n. (2 ej.) y CNS s. n.
9
1:10 MERCEDES VEGAS

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TIPO 53 \ \,.,
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Fig. 48. - Tipo 53, ánforas para salsas con el borde engr~sado e inclinado hacia afuera. N.s 4-5, reducción 1/3,
n.s 1-3, según escala.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 131

3. Pollentia (NCT XIX s. n., Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros). -Fragmento
cadus con borde en forma de bastoncillo y reborde por debajo. Barro marrón con cuarzo. Siglo
11 • I
d. el· J.C.

53. Ánforaspara salsas con el bordeengrosadoe inclinadohacia afuera (figs. 48 y 49)

Ánforas de cuerpo ovoide o fusiforme (esta última forma comienza en época


algo posterior) con cuello más o menos largo y borde engrosado e inclinado hacia
afüera; terminan en punta, y el asa tiene en general un surco en el medio. Se trata
ele los tipos Dressel 7 a 14 y Oberaden 80-81. Basándose en las inscripciones exis-
tentes en Roma y en Pompeya se ha llegado a la conclusión de que servían para
d transporte de salsas derivadas de pescado: garum, liquamen,muria, etc. 304Su fabri-
cación en la Bética, donde se hallan también fábricas de garum confirma esta hipó-
tesis. En el pecio del Titán se han encontrado además ánforas de este tipo con con-
serva de pescado: cabezas y colas, cuartos de carne con vértebras, gasterópodos
estaban repartidos en las ánforas según la naturaleza de la conserva. 306 Sobre el
origen español de este tipo de ánforas se pronunció F. Zevi basándose en el estudio
de las inscripciones pintadas. 306
Probablemente el tipo ya existía en época tardo-republicana, pues en Po-
llentia se han hallado fragmentos en niveles de esa época y el pecio del Titán está
fechado a mediados del siglo I a. de J.C. ;ªº7 protoaugústeas son las ánforas del
Mont Beuvray y del Petrisberg en Tréveris. 308 En época augústea son numerosas
en los campamentos militares en Germanía (Oberaden tipos 80/81 y Haltern
tipo 69). En la primera mitad del siglo Id. de J.C. se fabricaban en alfares de Alge-
ciras309y de la época augústea y prirtiera mitad del siglo I d. de J.C. son las ánforas
de Roma, Pompeya, Gabii, Jávea y Pollentia y las de los pecios Lavezzi 2 (Cór-
cega) y La-Tour-Sainte-Marie. 31º
En la segunda mitad del siglo I d. de J.C. el tipo evoluciona y se complica:
junto a formas como las anteriores aparecen otras de cuerpo fusiforme, largo cuello
y punta que puede llegar a tener una gran longitud; las asas se asientan más arriba y
a veces llegan a formar una unidad con el borde. 311 Esta variante corresponde a
las formas Dressel 12-14. También para esa época hay en Andalucía alfares que
fabricaban ánforas del tipo. 312 Ejemplares fechados en la segunda mitad del siglo 1
304. Para las fuentes sobre el garum español, cf. L. C. WEsT, Imperial Roman Spain, The objecte of Trade (Oxford,
1929), p. 38. - Para los hallazgos arqueológicos, cf. M. PoNSICHy M. TARRADELL,Garum et industries de salaiso11dans la
Méditerranie occidentale (París, 1965), p. 8I ss.
305. Gallia, 16, 1958, p. 6 ss.
306. F. ZEv1, Appunti anfore romane, p. 229 ss.
307. Pollentia: CNS 184, 186, 188; CP VII 111; CP XII 441 bis. - Gallia, r6, 1958, p. 5.
308. BuLLIOT, Mont Beuvray, lám. 29,rn. - Trierer Zeitzchrift, 14, 1939, p. 102 s., fig. 6 y 7,32-34.
309. M. SOTOMAYOR, «Hornos romanos ele ánforas en Algeciras». Actas del X Congreso Nacional de Arqueología
(Zaragoza, 1969), p. 389 ss.
310. CIL XV, II, lám.2,7-11. - CIL IV, Suppl., lám. 1. - Gabii, p. 49, fig. 18,183. -Jávea, p. 60, fig. 33,380
(Sondeo I, nivel 5 que corresponde al primer cuarto del siglo I el. de J.C.) y p. 62, fig. 35,394 (Sondeo I, nivel 6, época
augústea). - Pollentía: CP I 151; CPV 20,57,58; CP VIII s. n.; CP XI 6; NCT XIV s. n. - Gallia, 27, 1969, p. 495,
fig. 50 Y p. 4.98, fig. 53.
311. Si bien Zevi cree que todas las ánforas de salsa recogidas por Dressel son contemporáneas no cabe duda que
las formas aquí descritas no se encuentran en los yacimientos de la primera mitad del siglo Id. de J.C.; de todas maneras
es posible que hacia la mitad del siglo aparezcan los tipos evolucionados y convivan un cierto tiempo con los anteriores,
los cuales en realidad no desaparecen del mercado, transformándose en la forma Dressel 41.
312. M. J. jrMÉNEZ CISNEROs,Germanía, 36, 1958, p. 469 ss.
MERCEDES VEGAS

11

TI PO 53
Fig. 49. -Tipo 53, ánforas para salsas con el borde engrosado e inclinado hacia afuera. N.s 8-11, reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 133

proceden de Roma, Pompeya, Ostia, Albintimilium, Munigua, Jávea y Pollentia,


a los que se deben añadir muchos otros que se encuentran en los Museos de
/\ ndalucía. 313
Por lo que se refiere a la perduración del tipo después del siglo I d. de J.C.
once fragmentos encontrados en la Casa de los dos Tesoros de Pollentia no per-
ruiten dudar de su existencia por lo menos durante el siglo rn d. de J.C. ;314 en
.Jávea, en el nivel II de un sondeo, nivel algo mezclado, pero con sigillata clara
y una moneda de Galieno, apareció también un fragmento de ánfora de este tipo, y
de la primera mitad del siglo III son las de Ostia. 315 Naturalmente los ejemplares de
la época del medio Imperio no son exactamente iguales a los del siglo I d. de J.C.,
pero yo creo que - como ya también N. Lamboglia apuntó - el tipo Dressel 41
debe considerarse en relación con los tipos Dressel 7-11, siendo simplemente la
lorma tardía de los mismos.
El barro es en general de color ocre-amarillento muy claro, presentando a
menudo un matiz verdoso. Las ánforas tardías de Pollentia y de Ostia son, en cambio,
de color marrón-rojizo.
I. Bonifacio (Gallia 27, 1969, p. 495, fig. 50,4; pecio Lavezzi 2). - Ánfora del tipo Obe-
raden 81 con borde vuelto hacia afuera y cuello corto. El pecio está fechado en época de Claudio-
N erón, pero el tipo se encuentra sin variaciones ya en época augústea.
2. Bonifacio (Gallia 27, 1969, p. 495, fig. 50,3; pecio Lavezzi 2). - Ánfora del tipo Obe-
raden 80 con borde vuelto hacia afuera y cuello largo. Datación como la anterior.
3. Algeciras (Actas X Congreso Nacional de Arqueología, p. 393). - Ánfora para salsa del
alfar de Algeciras. Primera mitad siglo I d. de J.C.
4. Pollentia (CNS 186, Calle Norte-Sur, nivel III). - Fragmento de ánfora para salsa
con borde engrosado e inclinado hacia afuera. Barro amarillo-verdoso. Época tardo-republicana.
5. Pollentia (CP I 51, Calle Porticada, nivel I). - Fragmento de ánfora para salsa. Barro
ocre-amarillento. Primera mitad siglo I d. de J.C.
6. Jávea (Jávea, p. 103, fig. 52,6; de la colección M. Navarro y procedente de la costa freRte
a Jávea). -Ánfora de cuerpo fusiforme y borde muy inclinado hacia afuera; punta larga. Segunda
mitad siglo I d. de J.C.
7. Isla de Planier (Gallia 20, 1962, p. 155, fig. 17: pecio 4). -Ánfora con largo apéndice
basal hueco y cuello y borde en forma de corola. En el pecio en el que fue encontrada esta ánfora
había lingotes de cobre con inscripciones de la colonia «onobensis». Segunda mitad siglo 1
d. de J.C.
8. Pollentia (CNO, A 1 58, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora con boca ancha vuelta
hacia afuera y cuello largo. Barro color ocre oscuro. Segunda mitad siglo I d. de J.C. y comienzos
del siglo 11.
9. Pollentia (CNO, C-D 108, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora para salsa con borde
vuelto hacia afuera. Barro ocre-amarillento con matiz verdoso. Segunda mitad siglo I d. de J.C.
y comienzos siglo 11.
10. Pollentia (CTLP 121, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con borde
engrosado e inclinado hacia afuera. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo rn d. de J.C.
I 1. Pollentia (CTP 105, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con el borde
engrosado e inclinado hacia afuera. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo rn d. de J.C.

313. CIL XV, II, lám. 2,12-24. - CIL IV, Suppl., lám. 1. - Ostia 11, lám. 37 y 38. - Albintimilium, p. 126,
fig. 66,61. - Munigua, p. 237, fig. 12,260-261. - Jávea, p. 54, fig. 28,100. - Pollentia: CNO, A 1 58; CNO, C-D 108.
314. Pollentia II, p. 135 s. y fig. 12,1-2.
315. Jávea, p. 72, fig. 42,74. - Ostia I, lám. 33.
1:1·1 MERCEDES VEGAS

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TI PO 54
Fig. 50. -Tipo 54, ánforas con reborde vertical y cuerpo ovoide. N.º r, reducción 1/10; n.• 3-4, 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 135

54. Ánforas con rebordeverticaly cuerpoovoide (fig. 50, 1-4)


El cuerpo ovoide y el asa con un surco en el medio tiene este tipo en común
con el anterior; también el borde engrosado es bastante parecido, pero en este grupo
es casi vertical, en lugar de inclinado hacia afuera; la punta es corta y maciza.
Se trata del tipo Oberaden 82. Estas ánforas se cree que sirvieron también para el
transporte de salsas de pescado, pero asimismo de olivas y de aceite, como inscrip-
ciones de Vindonissa y de Mainz-Weisenau demuestran. 316 El hecho de que el
tipo también fuese fabricado en Algeciras parece confirmar que sirviesen también
en efecto para el transporte de salsas de pescado. 317 Muy parecidas son las ánforas
fusiformes catalanas, que al parecer servían para el transporte de vino, y que yo
no he tratado considerándolas de difusión local, si bien según los últimos estudios
fueron exportadas a Francia. 318 En Mallorca no ha sido encontrado el tipo catalán.
De todas maneras en la fig. 50, 5 publico una ánfora de Jávea de fabricación cata-
lana para mostrar las similitudes y diferencias con nuestro tipo 54.
El tipo comienza en el siglo II a. de J.C. con reborde más corto que en época
imperial, hombros ligeramente carenados y cuerpo algo más ancho: se trata de la
forma Lamboglia 2 que se encuentra en el pecio de Albenga (100-80 a. de J.C.)
y en varios otros pecios del Mediterráneo occidental. 319 Estas ánforas parecen ser
originarias del sur de Italia (Apulia) y servir para el transporte de aceite, habiendo
sido exportadas durante la época tardo-republicana por toda la cuenca medite-
rránea. 320 En los ejemplares de época imperial ha desaparecido la carena en la parte
del hombro, y el cuerpo es más alargado: de comienzos de ese período son las ánforas
de Gabii, del Mont Beuvray, las de los campamentos augústeos en Germanía y
algo posteriores son las de Vindonissa y Camulodunum. 321 Como forma intermedia
entre el tipo Lamboglia 2 y el tipo Oberaden 82 deben considerarse las ánforas del
pecio de Sete. 322 De la segunda mitad del siglo r d. de J.C.son las de Munigua y
las de la Casa Noroeste de Pollentia, 323 aunque es posible que los ejemplares de esta
fecha tardía no procedan ya más del sur de Italia, sino precisamente de Andalucía,
a juzgar por la ya citada fabricación en Algeciras. Así, pues, las ánforas fechadas
más modernas del tipo que conozco son las de Pollentia, que no sobrepasan la
época de Trajano.
El barro es de color marrón-rojizo o marrón mediano con granitos de cuarzo
y arena que forman una superficie bastante rugosa.
r. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 164, fig. 22). - Ánfora olearia del tipo Lam-
boglia 2, con reborde vertical y cuerpo ovoide; hombros carenados. 100-80 a. de J.C.
316. M. H. CALLENDER,Roman Amphorae (London, 1965) p. 18 forma 9 muestra un ánfora de este tipo con la
inscripción GARUM.- Para las inscripciones que nombran a las olivas, cf. Oberaden, p. 100 s.: Oliva nigra ex defr(uto).
317. M. SOTOMAYOR,o. c., p. 394, fig. 5,1.
318. Estas ánforas fueron dadas a conocer por R. PASCUALGuASCH en el VII Congreso Nacional de Arqueología,
1960, y últimamente A. TcHERNIA las ha tratado en Les amphores vinaires de Tarraconaise et leur exportation au début de l'Em-
pire, AEA, 44, 1971, p. 38 ss.
319. LAMBOGLIA,Cronologia anfore, p. 262, fig. 17. - Gallia, 27, 1969, p. 488, fig. 44.
320. Marsella, Istria, Mediterráneo oriental: Gallia, 27, 1969, p. 488 s.
321. Gabii, p. 49, fig. 18,185-186. - Oberaden, p. 100 (citando paralelos del Mont Beuvray y de Vetera). -
Haltern, lám. 13,70. - Vindonissa, lám. 26,583. - Camulodunum, forma 185. - Según A. TCHERNIA,las ánforas de los
campamentos germanos y de Camulodunum son también de fabricación andaluza (cf. el artículo citado en nota 318).
322. Gallia, 27, 1969, p. 492 s., fig. 48.
323. Munigua, p. 237, fig. 12,259. - Pollentia: CNO, H 14.
136 MERCEDES VEGAS

TI PO 55
3

Fig. 51. -Tipo 55, ánforas olearias de cuerpo esférico y borde en forma de bastoncillo. N.º 1, reducción 1/12;
n.º 2, 1/ro; 3-4, 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 137

2. Oberaden (Oberaden, lám. 37,82). - Ánfora de cuerpo ovoide, reborde vertical con
ligera concavidad interior y punta corta y maciza. Barro marrón con cuarzo. Época augústea.
3. Gabii (Gabii, p. 49, fig. 18,185). - Fragmento de ánfora con reborde vertical y asa con
surco en el medio. Barro de color marrón con superficie exterior ocre-verdosa. 50 a. - 50 d. de J.C.
4. Pollentia (CNO, H 14, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora con reborde vertical.
Barro marrón con cuarzo. Segunda mitad siglo I y comienzos siglo n d. de J.C.
5. Jávea (Jávea, p. 107, fig. 54,14; Colección M. Navarro, procedente de la costa frente
a Jávea). - Ánfora fusiforme con reborde vertical, de fabricación catalana.

55. Ánforas olearias de cuerpoesféricoy borde en forma de bastoncillo (figs. 51 y 52)

Ánforas chatas, de cuerpo esférico, cuello corto, borde en forma de baston-


cillo, asa corta y arqueada y punta pequeña, a veces sólo un pequeño puntito.
Se trata de los tipos Dressel 20 y Oberaden 83. Este tipo ha sido descrito como
continente de aceite y de olivas. 324 Pueden quizá considerarse como prototipo unas
pequeñas ánforas griegas de los siglos v y IV a. de J.C. 325 En los campamentos
de Numancia y de Cáceres se encuentran ya ánforas semejantes, 326 si bien proba-
blemente en esa época la producción española de aceite, de la cual era el envase,
seguramente no había empezado todavía. Durante toda la época imperial existe
este tipo de ánfora: ejemplares de Oberaden y de Haltern son de época augústea;
para mediados del siglo I d. de J.C. contamos con testimonios de Hofheim y de
Tarragona; las de época flavia están representadas en Roma, Ostia, Albintimilium
y en la Casa Noroeste de Pollentia; del siglo m d. de J.C. tenemos los ejemplares
de Niederbieber, de Ostia y cuatro fragmentos de los Orti Torlonia, en Roma, con
fechas consulares correspondientes a los años 254-255; en fin de los siglos m y IV
son los ejemplares de Alzey y de la Casa de los dos Tesoros de Pollentia.3 27 Dentro
de este larguísimo período de tiempo se pueden observar algunos cambios que
pueden ayudar para la datación y que afectan principalmente a la forma del cuerpo
y del borde. Mientras las más antiguas tienen una forma ovoide y una corta punta
maciza, a partir de mediados del siglo I d. de J.C. comienza la forma globular
y la punta prácticamente desaparece ;328 la forma globular perdura con pocos
cambios hasta la época tardo-imperial. 329 Por lo que se refiere al borde, hasta media-
dos del siglo I d. de J.C. es redondo, en forma de bastoncillo, y el cuello es muy
corto; desde época flavia y hasta los primeros decenios del siglo II d. de J.C. el
borde es más angular, de forma lenticular o casi triangular, y el cuello y las asas
se alargan ;330 estos bordes en arista viva, a veces con ranura o concavidad en su
parte interior, perduran todavía en la época del medio y tardo Imperio, pero el
cuello vuelve a acortarse. 331
324. Oberaden, p. 103. - Véase últimamente A. TCHERNIA,Joumal des Savants, 1967, p. 227, con la bibliografía
más importante referente al origen español de este tipo de ánforas (nota 46).
325. Nave di Albenga, p. 232, fig. 88.
326. Numantia, lám. 74,2. - ArchiiologischeAnzeiger, 1930, col. 6r s., fig. 1,2; 1932, col. 349 s., fig. 1,2.
327. Obcraden, lám. 35,83. - Haltern, lám. 13,71. - Hofheim, p. 96, fig. 52. - RücER, Tarragona, fig. 7,5· -
CIL XV, II, lám. 2,19-20. - Ostia II, lám. 32,542-544. - Albintimilium, p. 126, fig. 66,56. - Pollentia: CNO, B1 -B2
107; CNO, C-D 102, 109. - F. OELMANN,Die Keramik des Kastells Niederbieber (Frankfurt, 1914), p. 66, fig. 48,1. -
Ostia I, lám. 32,513-516. - GIL XV, 4392-4396. - Alzey, lám. 2,22. - Pollentia II, p. 134, fig. 11,1-2.4.
328. G. ULBERT, Das frühromische Kastell Rheingoheim, Limesforschungen 9 (Berlín, 1969), lám- 17,1.
329. Alzey, lám. 2,22 .-Los ejemplares de Roma fechados por el nombre de los cónsulesson también de forma globular.
330. A. TCHERNIA,Joumal des Savants, 1967, p. 223 s.
331. ALZEY, lám. 2,22. - Cf. también los ejemplares de la Casa de los dos Tesoros aquí publicados.
138 MERCEDES VEGAS

TI PO 55

Fig. 52. - Tipo 55, ánforas olearias de cuerpo esférico y borde en forma de bastoncillo. N.s 5-6, reducción 1/3;
n.º 7, 1/10.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 139

Estas ánforas eran de origen español, procedentes del valle del Betis y en
parte de la Tarraconense, y servían para transportar el aceite de esa región. 332
Durante la época republicana se exportaba el aceite principalmente de Apulia
y Calabria en las ánforas Lamboglia 2, pero a partir de la época imperial el valle
del Guadalquivir se convierte en el principal centro de producción olearia y allí
se emplean como envase las ánforas Dressel 20. A partir del siglo m d. de J.C.la
producción decae a favor de los aceites procedentes del África, y la exportación
a Italia parece cesar poco después de la mitad de ese siglo; en España, sin embargo,
siguió probablemente usándose el aceite local y por este motivo el tipo es aquí más
longevo. Los ejemplares del campamento de Alzey en Germania indicarían de
todas maneras que quizá la producción española a principios del siglo 1v tenía
todavía algunos clientes en las provincias del Noroeste.
El barro es marrón o marrón-rojizo con granitos de cuarzo y de arena como
desengrasan te.
I. Haltern (Haltern, lám. 13, 71). - Ánfora de cuerpo ovoide, cuello corto y borde en forma
de bastoncillo. Barro marrón-rojizo. Época augústea.
2. Jávea (Jávea, p. rn7, fig. 54,15; colección M. Navarro, procedente de la costa frente a
Jávea). -Ánfora de cuerpo esférico con borde lenticular y pequeña ranura en la parte interior del borde.
3. Albintimilium (Albintimilium, p. 126, fig. 66,56, pozo de época flavia). - Fragmento de
ánfora con borde lenticular y sello TANP. Época flavia.
4. Pollentia (CNO, B1 -B, rn7, Casa Noroeste). - Fragmento de ánfora con borde en forma
de bastoncillo, corto cuello y cuerpo esférico. Barro marrón-rojizo, superficie marrón-rosada. Siglo I
d. de J. C. (quizá por la forma del borde deba considerarse de la primera mitad del siglo, a pesar de
haber sido encontrado en la Casa Noroeste).
5. Pollentia (CTV 81, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora olearia con borde
en arista viva por la parte exterior y con gancho en la interior, cuello corto y gruesa asa redonda.
Barro marrón-rojizo, superficie marrón claro. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
6. Pollentia (CTK s. n., Casa de los dos Tesoros). - Parte superior de ánfora esférica con
cuello corto, asas arqueadas y borde en arista viva. casi de sección triangular (ánforas semejantes
en Ostia I, lám. 32, fechadas allí en la primera mitad del siglo m). Barro marrón-rojizo. Segunda
mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.
7. Alzey (Alzey, lám. 2,22). - Ánfora olearia de cuerpo esférico, corto cuello y borde en
forma de bastoncillo aplanado por su parte superior; una especie de disco íorma la punta. Siglo IV d.
de J.C.
56. Ánforas con base plana (fig. 53)
Mientras todas las ánforas tratadas hasta ahora terminaban inferiormente
en punta, este tipo tiene base plana con pie anular y corresponde a la forma Dres-
sel 28. N. Lamboglia dice que estas ánforas estaban ya en uso a principios del
siglo II a. de J.C. y que esta forma debe tener en realidad una larga duración obser-
vándose entre los siglos II y I a. de J.C. el paso de un borde muy abierto a otro
cada vez más alto y vertical presente en los niveles de época de César. 333 Nos en-
contramos aquí con el mismo problema que para el tipo anterior; las inscripciones
asignan a estas ánforas una procedencia española (los Auli Atinii parecen estar
entre los más activos exportadores españoles hacia la mitad del siglo Id. de J.C.), 334
pero la fecha de comienzos del siglo II a. de J.C. para una producción española
332. A. TcHERNIA, Journal des Savants, 1967, p. 227 s.
333. LAMBOGLIA, Cronología anfore, p. 265 s. y fig. 22.
334. ZEvr, Appunti anfore romane, p. 225.
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Fig. 53. -Tipo 56, ánforas con base plana. N.º 1, redµcción 1/10; n. 0 2, 1/15; n. 0 3, í/3; n.º 4, 1/2.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 141

parece demasiado prematura. De todas maneras el ejemplar de la nave del Albenga


debe pertenecer seguramente al tipo, ya que presenta pocas variaciones respecto a
los de época imperial. 335Los tipos Oberaden 74/75 presentan testimonio de estas
ánforas en época augústea y para el siglo I d. de J.C. además de otras varias de
diversos yacimientos de Germanía contamos con los ejemplares de Villars d'Héria,
Albintimilium, Gabii, Ostia, Roma y Pollentia (niveles superiores de la Calle Por-
ticada).336 Es posible que el tipo desaparezca a fines del siglo I d. de J.C., si bien
no es de excluir que los fragmentos de un estrato del período de Adriano de Ostia
deban incluirse dentro de él. 337
El cuerpo es ovoide, el cuello bastante corto y el borde está engrosado verti-
calmente y presenta a menudo una ligera concavidad en la parte interior. Algunas
variantes se observan por lo que respecta sobre todo a la forma del borde: bordes
horizontales en forma de disco plano por encima y quizás, incluso, también perte-
nezcan al tipo unos fragmentos con borde en forma de bastoncillo. 338
El barro es muy depurado, de color ocre-rosado a marrón claro y marrón-rojizo.
I. Pecio de Albenga (Nave di Albenga, p. 166, fig. 22). - Ánfora reconstruida con fondo
plano sobre pie, cuerpo ovoide y borde engrosado verticalmente. 100-80 a. de J.C.
2. Oberaden (Oberaden, lám. 34, 74). -Ánfora de cuerpo ovoide, cuello corto, asas arqueadas,
base con pie anular y borde cóncavo. Barro marrón claro muy fino. Época augústea. ·
3. Gabii (Gabii, p. 49, fig. 18,187). - Fragmento de ánfora con reborde vertical combado,
parecido al de la nave de Albenga. Barro ocre-amarillento. Siglo I a. de J C. (?).
4. Ostia (Ostia II, lám. 33,550). - Parte superior de una ánfora con cuello corto, asas con
surco en el medio y reborde vertical terminado en disco plano. Barro de color rosado. Época flavia.

57. Ánforas cilíndricas con borde engrosado(fig. 54)


Se trata de ánforas olearias con borde engrosado, cuello troncocónico, asas
pequeñas bastante arqueadas, que arrancan del cuello y terminan en los hombros,
cuerpo largo y cilíndrico y fondo terminado en punta maciza.
Es una ánfora de procedencia africana, atestiguada por los nombres de los
sellos,339 que ha sido llamada por Zevi tipo «africano grande» para distinguirlo de
otro más pequeño de la misma procedencia. 340 En el curso del siglo n la producción
de aceite en África cobró una gran importancia y a partir de la edad de los Severos,
que fomentaron el impulso económico de esa región, Italia importó del África la
mayor parte de su aceite. España, siendo una región en la que el cultivo del olivo
tenía una larga tradición, seguramente siguió sirviéndose del mercado local, y la
pervivencia de las ánforas Dressel 20 es una prueba de ello, pero también ~e en-
cuentran en esta provincia ánforas que atestiguan una importación del Africa
de cierto volumen. 341
335. Nave di Albenga, p. 166, fig. 22.
336. Gallia, 22, 1964, p. 408, fig. 47. - Albintimilium, p. 126, fig. 66,60. - Gabii, p. 49, fig. 18,187. - Ostia II,
lám. 33,550 y lám. 34,551-553. - GIL XV, II, lám. 2,28. - VEGAS,Cerámica común, p. 42.
337. Ostia II, p. n9.
338. Ostia U, lám. 34,553. Véase también en la misma publicación, p. 155, fig. 122, reproducido un fragmento
de Nimega con borde semejante.
339. Los sellos hacen referencia a Leptis y Hadrumetum, cf. Ostia I, p. 104.
340. F. ZEVI - M. CRISTOFANI, Archeologia,3, 1966, p. 12, figs. 2, 5, 7, 11.
341. Tarragona:]. SERRAVILARÓ,Ampurias, r4, 1944, p. 201. -Ampurias: M. ALMAGRO, AEA, 24, 1951, p. 11 ss.,
n. 0 8,16, 24; Necr. Ampurias II, p. 299 ss., fig. 271; p. 309, fig. 284; p. 319, fig. 303. - Mallorca: PILARG. SERRANO,
AEA, 36, 1963, p. 224 SS.
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TI PO 57
Fig. 54. -Tipo 57, ánforas cilíndricas con borde engrosado. N.º 1, reducción 1/2; n.s 2-3, 1/15.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 143

El tipo se encuentra en niveles de época de Adriano en Ostia y está bien


representado durante los siglos m y1v, y quizás, incluso, en parte del siglovd. de J.C.,
en todo el Occidente mediterráneo, hallándose incluso en Atenas. 342 Probablemente
algunos fragmentos de los estratos E/F del Claustro de Tarragona, fechados en
la segunda mitad del siglo 1v d. de J.C., correspondan a ánforas de este tipo. 343
C. Panella duda sobre si incluir en este grupo a las ánforas Almagro 51, pero siendo
las formas semejantes y coincidiendo las fechas no veo motivo para excluirlas. Un
problema más arduo está presentado por la identificación de este tipo africano con
la forma Dressel 26 propuesta por N. Lamboglia. En efecto la forma es similar,
pero, como observa Zevi, las ánforas Dressel 26 están fechadas en el siglo Id. de
J.C., 344 incluso en su primera mitad, fecha para la que una procedencia africana
parece inverosímil. De todas maneras una relación entre ambas, por lo que se refiere
a la forma, existe y puede resultar a veces dificil la identificación en yacimientos
sin fecha.
El barro es en general marrón-rojizo y puede tener un engobe amarillento
o amarillo-verdoso; algunos ejemplares de Ampurias son de color claro: amarillo
blancuzco.
I. Ostia (Ostia I, lám. 34,523). - Parte superior de una ánfora con borde en forma de bas-
toncillo, cuello tronco-cónico y pequeñas asas muy arqueadas. Barro rojizo con engobe amarillento.
Primera mitad siglo m d. de J.C.
2. Ampurias (Necr. Ampurias II, p. 309, fig. 284). -Ánfora de forma cilíndrica con corto
cuello y borde en forma de bastoncillo; apéndice basal cilíndrico. Barro de color blanquecino.
Siglos IV y v d. de J.C.
3. Ampurias (Necr. Ampurias II, p. 319, fig. 303). -Ánfora de cuerpo cilíndrico con reborde
vertical que presenta una concavidad en su interior. Barro rojizo. Siglos IV y v d. de J.C.

58. Ánforas cilíndricas con borde en forma de bastoncillo (fig. 55)

Es el llamado tipo «africano pequeño» 846 producido en el África septen-


trional (sellos de Leptis Maior, Leptis Minor y Hadrumetum). No se sabe con
exactitud cuál era el contenido de estas ánforas, si bien los autores se inclinan a
creer que servían para el transporte de garum o de aceitunas. 346
La forma es bastante parecida a la anterior, a excepción del menor tamaño
y del borde en forma de bastoncillo con concavidad interior, que es bastante carac-
terístico; el cuello, además, se diferencia más netamente del cuerpo de la vasija, y el
apéndice basal es más corto. Este tipo no es tan frecuente como el anterior y ha
sido fechado en los siglos III y 1v d. de J.C. 347 Además de las ánforas de Ostia, fecha-
das en la primera mitad del siglo rn d. de J.C., puedo citar algunos fragmentos de
Pollentia de la Casa de los dos Tesoros que confirmarían la datación. 348
342. En Ostia I, p. rn4, se encuentra una bibliografía muy completa sobre el tipo.
343. RüGER, Tarragona, fig. 15,2.3.5.
344. ZEv1, Appunti anfore romane, p. 223 ss.
345. F. ZEVI - M. CRISTOFANI, Arclzeologia, 3, 1966, p. 14, figs. 1, 6, 9.
346. F. ZEVI, Journal Roman Studies, 1967, p. 238. - Ostia I, p. rn6.
347. Ostia I, p. rn6, citando varios ejemplares de Roma y uno de Tarragona del siglo 1v; J. SERRAV1LARÓ,Am-
purias, I4, 1944, p. 201 (necrópolis de San Fructuoso).
348. Ostia I, lám. 35,526-528 y lám. 36. - Pollentia 11, p. 134, fig. 11,3.6.
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TI PO 58
Fig. 55. -Tipo 58, ánforas cilíndricas con borde en forma de bastoncillo. N.s 1-2, reducción 1/2; n. 5 3-4, 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 145

El barro es en general marrón-rojizo, pudiendo llevar un engobe amari-


llento o blancuzco.
1. Ostia (Ostia I, lám. 35,528). - Fragmento de ánfora de cuello corto y borde en forma
de bastoncillo con concavidad interior y pequeño resalte. Barro rojizo. Primera mitad siglo m d. de J.C.
2. Ostia (Ostia I, lám. 36,529). - Parte superior de ánfora con borde en forma de baston-
cillo y concavidad interior; asas cortas y muy arqueadas, casi en forma de O. Barro rojizo. Primera
mitad siglo m d. de J.C.
3. Pollentia (CTV 34, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con borde en forma
de bastoncillo aplanado por encima y con resalte interior. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad
siglo III y siglo IV d. de J C.
4. Pollentia (CTV 33, Casa de los dos Tesoros). - Fragmento de ánfora con borde en forma
de bastoncillo con concavidad interior. Barro marrón claro. Segunda mitad siglo m y siglo IV d. de J.C.

59. Ánforas elípticas de época tardo-romana(fig. 56)

Este tipo, que se halla en Tarragona (necrópolis y Claustro) y en las necró-


polis de Ampurias, 349 es de cuerpo elíptico sin cuello, tiene el borde inclinado
hacia adentro, y la punta ha sido truncada quedando una minúscula base plana;
dos pequeñas asas del tipo de asas en forma de oreja se encuentran en la parte
superior del cuerpo. La fecha dada por los yacimientos citados es de los siglos 1v
y v d. de J.C. Es posible que el tipo tenga una difusión mayor de la limitada a la
costa catalana, pero yo no conozco otros paralelos. De todas maneras debe hacerse
constar que en el siglo I d. de J.C. existen formas muy parecidas, probablemente
de origen africano, ya que son semejantes a conocidas ánforas púnicas de época
anterior, pero que podrían haberse continuado fabricando en época romana, y
además en una de ellas se hallaron restos de dátiles. 350
I, Ampurias (Necr. Ampurias II, p. 320, fig. 305). - Ánfora de cuerpo elíptico con borde
inclinado hacia adentro y dos pequeñas asas redondas en forma de oreja; por debajo de las asas
y en la parte inferior de la vasija grupos de líneas incisas. Siglos 1v y v d. de J.C.
2. Tarragona (Rüger, Tarragona, fig. 16,12, estratos E/F). - Parte superior de una pequeña
ánfora con borde inclinado hacia adentro y asas en forma de oreja. Estrías del torno muy acentuadas.
Barro rosa-grisáceo con engobe verdoso. Segunda mitad siglo IV d. de J.C.

60. Ánforas «púnicas»de boca ancha (fig. 56)

Si bien cronológicamente estas ánforas deberían ir en otro lugar, las he


colocado al final porque no estoy segura de que se trate realmente de un tipo de
vasija romano. De todas maneras su presencia en Pollentia y en varios otros lugares
del occidente mediterráneo hacen que no puedan pasarse por alto.
Se trata de vasijas de boca muy ancha (aproximadamente de 25 a 30 cm.
de diámetro) con borde inclinado hacia afuera casi horizontal, el cual está engro-
sado y estriado una o varias veces, y asas redondas en forma de semicírculo, que
349. JSEA, Memoria, 104, lám. 39,9; RüGER, Tarragona, fig. 16,12. - Necr. Ampurias 11, p. 320, fig. 305.
350. Hofheim, tipo 75. - Vindonissa, n. 0 580. - Camulodunum, forma 189. - En Avenches se encontraron
dos ánforas, una conteniendo huesos de dátiles y la otra de aceitunas: AnzeigerJür SchweizerischeAltertumskunde,r875, p. 580.
- Para las ánforas púnicas o grego-púnicas de ilos siglos v1 a IV a. de J.C., cf. Necr. Ampurias I, p. 41 s., p. 398 s.
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1 TIPO 61
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Fig. 56. - Tipo 59, ánforas elípticas de época tardorromana. N.º 1, reducción 1/10, y n.º 2, 1/3. Tipo 60,
ánforas «púnicas» de boca ancha. N.º 2, reducción 1/3. Tipo 61, tapones de ánforas. Reducción 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 147

siguen la tradición de las ánforas púnicas. Son las llamadas ánforas «púnicas» muy
abundantes en Thamusida y frecuentes también en Lixus, Entremont, Ruscino-
Perpignan, Albintimilium y Pollentia. 351 Se fechan en los siglos rn y II a. de J.C.,
pero tanto los hallazgos de Thamusida como los de Albintimilium, y sin duda los
de Pollentia, testifican que han sido utilizadas también en el siglo I a. de J.C.
El barro es de color ocre claro o blanquecino.
I. Entremont (Gallia 18, 1960, p. 292, fig. 9). - Fragmento de ánfora con borde vuelto
hacia afuera y estriado. Siglo II a. de J.C.
2. Pollentia (CP V 129, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de ánfora de boca muy
ancha con borde inclinado hacia afuera de perfil triangular y con una estría en la parte exterior.
Barro de color ocre claro. Época tardo-republicana.

6J. Tapones de ánforas (fig. 56)

Estos objetos, en forma de botellita piriforme, están hechos del mismo


material que las ánforas y se usaban, según parece, como tapones de las mismas.
S. Loeschcke ha hecho una reconstrucción de su modo de empleo, 352 que encuentra
una confirmación en el hallazgo de la nave de Albenga, donde tres ánforas estaban
tapadas con piñas incrustadas en un redondel de corcho, 353 es decir, el mismo pro-
cedimiento de cierre. Bajo las «amphorisques» tratadas por Benoit 3 M - y una
de las cuales ha sido encontrada en el cuello de una ánfora en la villa romana de
Saint-Cyr-sur-Mer - debemos ver sin duda nuestros tapones; desgraciadamente no
publica ningún dibujo ni fotografía de las mismas. Estos objetos tienen cuerpo
piriforme, y un extremo está abierto y el otro cerrado; este último puede tener base
plana o bien un simple muñón o pivote, lo que prueba que no podía mantenerse
sobre esta base.
El tapón fechado más antiguo que conozco es el del Petrisberg en Tréveris,
que pertenece a la época protoaugústea. 355 Durante el siglo I d. de J.C. su empleo
se generaliza: son bastante numerosos en Vindonissa y en Pollentia y también están
presentes en los siglos I y II en Albintimilium y en Ostia en el nivel flavio y en el del
siglo rn d. de J.C. 356 Con algunas variaciones se hallan desde la zona mediterránea
occidental hasta Panonia. 357 En una tumba de Ampurias y en otras de Barcelona
se encontraron estos objetos, 358 lo que hace pensar en un reempleo de los mismos
como ungüentarios. Los ejemplares de Barcelona se encontraron en una tumba que
contenía una moneda de Marco Aurelio.
El barro es de color ocre o marrón-rojizo.
351. J.-P. MoREL, «Les niveaux preromains», en Thamusida I, p. 100. - F. BENOIT,Gallia, 18, 1960, p. 292 (En-
tremont, citando además paralelos de Ruscino-Perpignan, de Lixus y de yacimientos españoles). - LAMBOOLIA, Cronologia
anfore, p. 255, fig. 11, abajo a la derecha, y p. 260, fig. 16, abajo a la derecha (ejemplares de Albintimilium fechados
entre 110 y 30 a. deJ.C.). -Pollentia: CP V 129 (del nivel IV de la Calle Porticada, que debe fecharse en el siglo I a. deJ.C.).
352. S. LoESCHCKE,Trierer <,eitschrift,14, 1939, p. 103, fig. 7,45 y zu 45.
353. Nave di Albenga, p. 155, fig. 18.
354. F. BENOIT,Riv. Studi Liguri, 18, 1952, p. 281.
355. Trierer Zeitschrift, 14, 1939, p. 111 s.
356. Vindonissa, p. 590. - Pollentia: CP IV 11, 13, 14; CNO, B 1-B2 72, 129, 141; CNO, C-D 89. - Albinti-
milium, p. 31, fig. 8,35; p. 114, fig. 57,44; p. 122, fig. 63,39; p. 184, fig. 107,18. - Ostia II, lám. 8,20; lám. 26,46!;
Ostia I, lám. 18,38t.
357. K. Sz. Poczv, «Keramik», en: IntercisaII (Budapest, 1957), p. 60, fig. 4.2, 71.
358. Necr. Ampurias 11, p. 146, fig. II2,22. - Necr. Barcelona, p. 115, n. 0 7542,7543.
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TIPO 62
Fig. 57. - Tipo 62, tapaderitas de ánforas. N.s r-8, reducción r/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 149

I. Pollentia (CP IV 13-14, Calle Porticada, nivel 1). -Tapón de ánfora. El extremo cerrado
tiene forma de muñón. Barro ocre verdoso. Siglo I d. de J.C.
2. Pollentia (CNO, B1-B2 72, Casa Noroeste). -Tapón de ánfora fragmentado (faltan ambos
extremos). Estrías del torno fuertemente marcadas. Barro de color rojo vinoso. Segunda mitad siglo 1
y comienzos siglo II d. de J.C.
3. Albintimilium (Albintimilium, p. 122, fig. 63,39). - Tapón de ánfora piriforme con
base terminada irregularmente, de manera que es imposible que sirviese como pie. Barro claro,
paredes gruesas. Época de Vespasiano.
4. Ostia (Ostia II, lám. 8,20). - Tapón de ánfora de paredes gruesas. Encontrado en el
nivel IC de las Termas del Nadador conteniendo material mezclado de distintas épocas que llega
hasta el siglo III d. de J. C.

62. T apaderitas de ánforas (fig. 5 7)

Como cierre de las ánforas, además de los tapones tratados en el tipo anterior,
existían pequeñas tapaderas de formas algo diversas entre sí.
a) Tapaderitas muy planas y a veces irregulares que terminan en un
pequeño pomo, el cual puede estar agujereado; formas completamente planas sin
pomo también se fabricaron. En la bibliografía alemana se conocen estas tapade-
ritas bajo el nombre de «Honigtopfdeckel» (tapaderas para tarros de miel = urcei)
y se encuentran a menudo al norte de los Alpes. 359 Una de estas tapaderitas ha
sido hallada en el pecio del Titán tapando un ánfora de salsa 360 y como además
están fabricadas con material semejante al de las ánforas, me he decidido a consi-
derarlas como tapaderas de ánforas, lo que no impede que hayan servido también
como cierres de otras vasijas para la conservación de provisiones. En Pollentia se
encuentran en la Calle Porticada y en la Casa Noroeste, lo que las fecha en los
siglos I a. y d. de J.C.; del siglo I d. de J.C. son las de Munigua, pero perduran
mucho más tiempo, pues se encuentran también en la Casa de los dos Tesoros de
Pollentia y en el nivel de la primera mitad del siglo III de Ostia. 361 El barro es fino
y claro, predominando el de color ocre-verdoso.
b) Tapaderas de pequeño tamaño y pared bastante gruesa terminadas
en un pomo macizo. Estas tapaderitas, encontradas en la Casa de los dos Tesoros
de Pollentia, deben ser las sucesoras de las del grupo a en la época tardo-imperial. 362
El barro es marrón-rojizo.
e) Otra clase de tapaderas de ánforas son los discos de barro o de cal - se
trata en general de una mezcla de cal y cuarzo - con un realce más o menos circular
que sirve de agarradera. El cierre en realidad era doble: disco de corcho y sobre él
disco de cal o de mortero (cf. fig. 57, g). En la parte superior de la tapadera se en-
cuentran a menudo signos en relieve, tratándose probablemente de la marca del
propietario o del negociante: a veces son letras, otras imitaciones de letras, signos

359. Haltern, p. 235. - Vindonissa, p. 114. - FELLMANN, Basel, p. I06, lám. 11,29-31 y muchas más que no cito
por no interesar esta zona directamente en este trabajo.
360. F. BENOIT,Gallia, 14, 1956, p. 24, fig. 1,13.
361. Pollentia: CP XI 300, 172 y varias sin número; CP II s. n.; CP XII 279, 214, 146, 147, 67; CP VIII 186
y s. n.; CP VII s. n. (3 ej.); CP VI rn4, IIo, CNS 170. Todos estos ejemplares están fechados en el siglo I a. de J.C.;
del siglo Id. de J.C. son: CP VI 63, 64, 65, 73; CNO, B¡-B~ 77, 90, rn1; CT bP 5. - Munigua, p. 237, fig. 12,254. -
Pollentia 11, p. 126, fig. 8,3-4. - Ostia I, lám. 18,382-385.
362. Pollentia 11, p. 126, fig. 8, 1-2.
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TI PO 64
Fig. 58. -Tipo 63, ungüentarios. Reducción 1/3. Tipo 64, incensarios. N.º 1, reducción 1/4, n.º 3, 1/2;
los demás a 1/3.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 151

geométricos, etc. 363 Otra característica de estos objetos es que no son exactamente
redondos, sino que presentan un contorno irregular. Se han hallado en gran número
en el Mediterráneo y llegan hasta Carnuntum (Austria). 364 Por lo que se refiere
a su datación no es posible hasta el momento hacer precisiones: están presentes
en el Grand Congloué, en el pozo de Gabii, en la Calle Porticada y en la Casa
Noroeste de Pollentia, y, según F. Benoit, se encuentran también en ánforas de
baja época. 365
Como cierre de ánforas se usan también a veces fragmentos de paredes de
vasijas, normalmente de ánforas, recortados en forma circular, a manera de los
discos, y con los cantos bastante mal tallados y pulimentados. 366
1. Pollentia (CP XI 172, Calle Porticada, nivel V). -Tapaderita plana con lomo arqueado
pero sin agarradera. Barro de color ocre. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XII 67, Calle Porticada, nivel IV). - Tapaderita plana bastante irregular
y de paredes gruesas y pomo macizo. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (CP XII 146, Calle Porticada, nivel III). - Tapaderita plana con pomo para
agarrar. Barro amarillo-verdoso. Época tardo-republicana.
4. Pollentia (CP VI 73, Calle Porticada, nivel II). - Tapaderita de ánfora con la parte
superior agujereada. Barro de color ocre. Siglo I d. de J.C.
5. Munigua (Munigua, p. 237, fig. 12,254). - Pequeña tapadera completamente plana.
Barro ocre-amarillento. Siglo I d. de J.C.
6. Pollentia (CTLP rn7, Casa de los dos Tesoros). - Pequeña tapadera maciza con alto
pomo para agarrar; grupo b. Barro marrón-rojizo. Segunda mitad siglo III y siglo IV d. de J.C.
7. Pollentia (CP XII 147, Calle Porticada, nivel III). - Tapadera de ánfora en forma
de disco con pomo pequeño en relieve y signos alrededor formando como una corona de rayos. Barro de
color ocre. Época tardo-republicana.
8. Gabii (Gabii, p. 49, fig. 18,193). - Tapadera discoidal, de contornos muy irregulares
y extraordinariamente tosca. En la parte superior una agarradera de contorno rectangular, pero
excéntrica y tres puntitos en relieve. Barro ocre-amarillento con matiz verdoso. Siglos I a. y d. de J.C.
9. Saintes-Maries-de-la-Mer (Riv. Studi Liguri 18, 1952, p. 277, fig. 38). - Opérculo de
mortero, en forma de disco, sobre el que se imprimió en crudo con un sello hueco el nombre del
negociante, repetido dos veces: L(ucius) POMPON(ius). Mezcla de material volcánico y de cal;
color gris. Época tardo-republicana.

363. Acerca del significado de los nombres sobre los opérculos de ánforas, cf. Grand Congloué, p. 57 ss. Según
F. Benoit cuando en un ánfora hay un nombre y en el disco de cierre otro, el uno se refiere al nombre del propietario de
la hacienda y del vino y el otro al del negociante y exportador.
364. F. BENOIT,Riv. Studi Liguri, 18, 1952, p. 275 ss., figs. 38, 39, 41, 43, 45, 46. - Véase además Gallia, 6, p. 213;
Gallia, 8, p. 129; Gallia, 14, p. 224; Gallia, 16, págs. 27-28 y 31. - Carinthia I, 149, 1959, p. 85, fig. 89 (Carnuntum).
365. Grand Congloué, p. 52 ss., figs. 45-54. - Gabii, p. 49, fig. 18,193. - Pollentia: CP XII 147; CNO, B1-B2
73. - Para los discos en ánforas del Bajo Imperio, cf. BENOIT,Riv. Studi Liguri, 18, 1952, p. 281.
366. Gabii, p. 48, n. 0 194.
D) VASIJAS DE TOCADOR Y VARIA

63. Ungüentarios (fig. 58)

Recipientes de tocador, encontrados también muy a menudo en tumbas, y


que contenían ungüentos y perfumes. En época romana existían dos tipos princi-
pales.
a) Botellita de pie alto, cuerpo fusiforme y largo cuello, característica de
los siglos II a I a. de J.C. y derivada de formas más antiguas griegas de los siglos v
y IV a. de J.C., de cuerpo redondo y pie corto; en el siglo m a. de J.C. están en uso
formas de transición con pie alto y cuerpo bastante panzudo. 367 Se fabricaron
también ungüentarios en cerámica de líneas pintadas y en cerámica campaniense. 368
La gran semejanza de todas estas botellitas permite suponer una fabricación bas-
tante centralizada en corto número de alfares desde donde se exportaban. Son muy
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también ungüentarios en cerámica de líneas pintadas y en cerámica campaniense. 368
La gran semejanza de todas estas botellitas permite suponer una fabricación bas-
tante centralizada en corto número de alfares desde donde se exportaban. Son muy
abundantes en toda la zona mediterránea: ejemplares de Volterra y Trípoli se
encuentran en el Museo de la Universidad de Leiden; 369 ungüentarios fechados
en época republicana se han hallado, entre otros lugares, en Numancia, en el es-
trato VI de Albintimilium, en las necrópolis de Ampurias y en la Calle Porticada
de Pollentia. 370 En época augústea todavía está este tipo en uso (Oberaden, Hal-
tern) e incluso en Vindonissa se encuentran cuatro ejemplares que deben perte-
necer al primer período del campamento y son fechables por lo tanto en el reinado
de Tiberio. 371 Una variante del tipo de tamaño bastante grande y con borde de
sección triangular se encuentra en Pollentia y tiene paralelos en Atenas. 372
b) La otra forma de cuerpo piriforme o esférico tiene base plana y minúsculo
borde en forma de bastoncillo. Comienza a mediados del siglo I a. de J.C. y perdura
hasta mediados del siglo I d. de J.C., fecha en que es casi completamente despla-
zada por los ungüentarios de vidrio. 373 En las necrópolis de Ampurias son muy
numerosas estas botellitas precisamente desde la época augústea a la claudia inclu-
367. Necr. Ampurias I, p. 396 s. - THOMPSON,Hellenistic Pottery, p. 472 ss.
368. MoREL forma I08. Esta forma es bastante rara en la cerámica campaniense, ya que normalmente los ungüen-
tarios eran acromos; se fecha en los siglos m y II a. de J.C., siendo los ungüentarios del siglo III de cuerpo panzudo y los
del siglo n de cuerpo esbelto, al igual que los de cerámica común.
369. Leiden, n. 0 778, 779.
370. Numantia, lám. 76,8-9.-Albintimilium, p. 61, fig. 23,11; p. 73, fig. 31,56; p. 82, fig. 37,57; p. 85,fig.38,71;
d. 94, fig. 45,34. - Necr. Ampurias I, p. 397. - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 36 s. y CNS 168, 169. Los paralelos
podrían fácilmente multiplicarse, pero siendo un tipo sobradamente conocido no considero necesario recargar la cita.
371. Oberaden, tipo 28. - Haltern, tipo 30. - Vindonissa, p. 52.
372. Pollentia: CNS rn4, 44; CP V 32. - Athenian Agora V, lám. 73, P8480-8482 y lám. 2,F48.
373. Oberaden, tipo 29. - Haltern, tipo 31. - Vindonissa, n. 0 236. - Gabii, p. 29, 94-97. - Leiden, n. 0 780-
799 (de diversos yacimientos de la zona mediterránea). - Pollentia: VEGAS,Cerámica común, p. 37 y NCT XV s. n. -
En Corinto, en los niveles anteriores a la reedificación de la ciudad en 44 a. de J.C. se encuentran ya ungüentarios piri-
formes; cf. THOMPSON,Hellenistic pottery, p. 473. - Los ejemplares de este grupo son también muy numerosos y se encuen-
tran en todo el Imperio Romano.
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sivc. 371 En Pollentia no se encuentran en la Casa Noroeste, lo que confirma su


desaparición a mediados del siglo I d. de J.C. Los ejemplares del nivel flavio de
Ostia pueden ser residuos de época anterior, ya que en ese estrato se encontraron
también fragmentos de campaniense, aunque no debe excluirse que de manera
esporádica perduren durante un cierto tiempo. 376
El barro es semejante para los dos grupos: fino, de color ocre y tienen a
menudo la parte interior, el borde y parte del cuello exteriormente cubiertos por
un engobe marrón-negruzco o rojo oscuro.
1. Pollentia (CP XII 338, Calle Porticada, nivel V). - Fragmento de ungüentario con
borde en forma de bastoncillo y cuello largo y combado. Barro de color avellana, engobe rojo oscuro
por dentro y por fuera. Época tardo-republicana.
2. Pollentia (CP XI 244, Calle Porticada, nivel V). - Parte inferior de un ungüentario
fusiforme de pie bajo con resalte anular bastante alto; dos estrías en la parte baja del cuerpo. Barro
de color ocre claro. Época tardo-republicana.
3. Pollentia (CP I 216, Calle Porticada, nivel II). - Ungüentario fusiforme completo. Barro
de color ocre; borde y cuello cubiertos de un engobe marrón-rojizo oscuro. Época augústea.
4. Pollentia (CNS 169, Calle Norte-Sur, nivel III). - Parte inferior de ungüentario con
pie macizo de sección doble tronco-cónico. La forma es algo diferente de la clásica del ungüentario
fusiforme. Barro rojo claro, barniz marrón-negruzco por dentro. Época tardo-republicana.
5. Pollentia (CNS 104, Calle Norte-Sur, nivel II). - Fragmento de gran balsamario con
pequeño borde de sección triangular. Ungüentarios semejantes en Atenas, cf. Athenian Agora V,
lám. 73, P8480+8482. Barro anaranjado. Segunda mitad siglo I a. de J.C.
6. Gabii (Gabii, p. 29, fig. 10,94). - Ungüentarió de cuerpo esférico, cuello largo y borde
horizontal. Barro de color ocre; la parte interior y el cuello por fuera cubiertos por un engobe marrón-
negruzco. Primera mitad siglo I d. de J.C.
7. Gabii (Gabii, p. 29, fig. 10,95). - Parte superior de un ungüentario con cuello largo
y estrecho y borde en forma de bastoncillo. Barro de color anaranjado; borde y parte del cuello
cubiertos con engobe de color anaranjado más oscuro que el de la arcilla. Primera mitad siglo 1 d.
de J.C.
8. Pollentia (NCT XV s. n., Habitaciones al Norte Casa de los dos Tesoros, nivel III). -
Parte superior e inferior de un ungüentario de base plana. Barro de color ocre oscuro; engobe marrón-
rojizo en el cuello y borde. Primera mitad siglo I d. de J.C.

64. Incensarios (fig. 58)


Estos objetos tienen en primer lugar un uso sacro y eran sostenidos en la
mano por los auxiliares de los sacrificios a las divinidades o bien estaban sobre pedes-
tales a lo largo del recorrido de las procesiones. 376 Pero podían también servir en
las casas particulares para los sacrificios a los lares y quizás incluso para perfumar
ambientes y efectivamente se encuentran en los lugares de habitación e incluso en
campamentos militares. 377 Los incensarios que se encuentran en los lugares de
374. Necr. Ampurias 11, p. 407.
375. Ostia 11, lám. 14,191-193. - Después de mediados del siglo Id. de J.C. se fabricaron muy raramente ungüen-
tarios de cerámica y son por regla general bastante bastos, pareciendo exclusivos del uso funerario, como una copia más
barata de las botellas vítreas.
376. H1LGERS,p. 82.
377. Campamentos militares: Haltern, p. 213, fig. 19. - Bonner Jahrbiicher, 122, 1912, lám. 52,13.14. - Sobre
el gran número de incensarios de los castillos del limes rético, cf. Vindonissa, p. 25. - En Castra Caecilia (Cáceres) se
encuentran también: ArchiiologíscheAnzeiger, r_932,col. 3553 s., fig. 3,1. - En lugares de habitación: E. ErrLINGER, Die
Keramik der Augster Thermen (Basel, 1949), lám. 21,25-26. - Albintimilium, p. 38, fig. 10,39-42; p. 140, fig. 78,35-39
(estrato 111); p. 196, fig. u7,8 (estrato IV). - Ostia 11, lám. 26,467-476. - Pollentia: CNS 117, 173; CP X 85; CP XI
19; CP VII 4.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 155

habitación son braserillos de tipo portátil, en forma de cáliz, con boca muy abierta
y pie alto, y tienen la parte exterior adornada con bandas onduladas aplicadas y
muescas y entalles en el borde, en el cuerpo y en la parte del pie. Dentro de la
vasija se ponían los carbones ardiendo, razón por la cual muchas veces quedan
manchas negruzcas en el interior.
Como en la región mediterránea los incensarios no han sido en general
reconocidos entre el material de las excavaciones, el número de ellos recogido en
la bibliografía es muy escaso, pero los ejemplares de Pollentia, de Albintimilium
y de Ostia no dejan lugar a dudas acerca de su empleo en la vida cotidiana romana.
El barro es tosco, y la superficie no está pulimentada, lo que teniendo en
cuenta su empleo como quemadores no es de extrañar; el color de la arcilla varía
entre el marrón-rojizo y el marrón.
1. Vindonissa (Vindonissa, lám. 8,143). -Incensario del campamento militar de Vindonissa
(Suiza). Vasija en forma de cáliz con pie alto y boca ancha; bandas plásticas de líneas onduladas y
de entalles adornan el borde, la pared y el pie. Barro marrón-rojizo. Tercer cuarto siglo Id. de J.C.
2. Ostia (Ostia II, lám. 26,467). - Incensario en forma de cáliz con pie alto y casi sin
decorar. Época flavia.
3. Ostia (Ostia II, lám. 26,469). - Fragmento de Incensario, decorado exteriormente
con bandas aplicadas, las cuales cuando la arcilla estaba blanda han sido aplastadas con el dedo
para formar un motivo decorativo muy somero.
4. Pollentia (CP XI 79, Calle Porticada, nivel IV). - Fragmento de incensario caliciforme
con borde adornado por muescas recortadas. Barro marrón-rojizo. Época tardo-republicana.
5. Pollentia (CNS 117, Calle Norte-Sur, nivel II). - Fragmento de incensario de boca
ancha y con borde adornado por línea ondulada aplicada en la parte exterior. Barro ocre-amari-
llento. Época augústea.
6. Pollentia (CP VII 4, Calle Porticada, nivel I). - Fragmento de incensario con borde
adornado por banda ondulada aplicada. Siglo I d. de J.C. (?).
CONCLUSIONES

En este trabajo se ha intentado en primer lugar clasificar los objetos cerá-


micos según su función, lo que debe servir de ayuda para la identificación de peque-
ños fragmentos en las excavaciones de lugares de vivienda con material normalmente
muy fragmentado. Es decir, siendo los fragmentos que se encuentran parte de la
vajilla que el romano usaba en su casa se debe intentar reconocer el fin que tenían
siendo para ello una clasificación en cerámica común y cerámica fina demasiado
incompleta. Así, pues, he dividido la cerámica en vasijas de cocina, vasijas de mesa,
vasijas para la conservación de provisiones y vasijas de uso vario, donde he incluido
las vasijas de tocador. Para la identificación de estos grupos es necesario basarse
más que en las formas en la textura de la arcilla, la superficie de los objetos (rugosa,
pulimentada, barnizada, con manchas negruzcas dejadas por el fuego del hogar
al cocinar), el grosor de las paredes, el diámetro de boca, etc. Después de estas
observaciones se puede hacer la clasificación en tipos según la forma, para la cual
el borde es elemento determinante, aunque también a veces, sobre todo en tipos
ya conocidos, los fondos pueden servir. Tratada de esta manera, la cerámica puede
proporcionar nuevos datos sobre la vida cotidiana de los romanos, ya que no debe-
mos considerarla solamente como un elemento de datación. En efecto su estudio
puede ir más allá del tipológico-cronológico y los informes que puede darnos sobre
la economía no son a veces desdeñables.
¿Cuál es el origen de los tipos cerámicos usados en amplios ámbitos geográ-
ficos del Imperio Romano? Para la época republicana y comienzos de la Imperial
no cabe duda de que los tipos procedían de Italia Central (en parte derivados de
vasijas griegas y helenísticas) y llevados en su ajuar por las legiones a las distintas
provincias recién conquistadas se implantan allí poco a poco, representando no
sólo una copia de la vajilla de los vencedores, sino también la adopción de sus comidas
y costumbres en la mesa. Mientras la cerámica fina era un producto de importación,
la cerámica basta de cocina fue, en parte, fabricada en las provincias siguiendo
los modelos romanos, como prueban los alfares que las tropas tenían en los cam-
pamentos. 378 En parte, sin embargo, la cerámica de cocina fue también importada
(fuentes con barniz rojo-pompeyano) y en parte se siguieron usando las formas
locales, si bien en la zona que nos ocupa este último caso es muy esporádico.
A partir de mediados del siglo Id. de J.C. tiene lugar en el Imperio Romano
una paulatina descentralización de la producción, desarrollándose en las provincias
formas propias derivadas en parte de la tradición local. Pero esta descentralización
378. Hay varios alfares en el Limes renano; me limitaré a citar algunos: J. HAGEN,«Augustische Topferei auf dem
Fürstenberg», Bonner Jahrbücher, r22, 1912, p. 343 ss. - P. LA BAUME,«Frühromische Topferófen sus der Lungengasse»,
Kolner Jahrbuch, 3, 1958, p. 26 ss. - J. H. HoLWERDA,«Holdeuner Tópferei», Suppl. zu Oudheidkundige Mededeelingen N. R.,
24, 1944. - Para España, cf. A. GARCÍAY BELLIDO,«L. Terentius, figlinarius de la Legio IIII Macedonica», Hommages
a Leon Herrmann (Bruselas, 1960), p. 274 ss. - Del mismo autor, Excavaciones en Cantabria, p. 16 ss.
158 MERCEDES VEGAS

akcta apenas al área mediterránea occidental, que sigue formando una unidad
comercial durante toda la época imperial. Esto puede observarse no sólo por lo
que se refiere al uso de la sigillata clara - la vajilla de mesa propia del litoral medi-
terráneo, mientras en las provincias nórdicas e incluso en las zonas interiores de
Gallia e Hispania se empleaban otros tipos de sigillata -, sino también al de la
vajilla propia de la cocina. El tráfico marítimo explicaría esta unidad. Se debe
por lo tanto tener en cuenta que la cerámica de Tarragona o de las Baleares tiene
muchos más puntos de contacto con la itálica o la de la zona costera francesa que
con la del centro de la península hispánica. Esto puede observarse ya incluso en
fecha relativamente temprana en Munigua, donde una parte de la cerámica de
cocina presenta tipos locales que no coinciden ni en forma ni en técnica con los
del litoral mediterráneo.
Se pueden observar dentro de la cerámica de cocina algunos grupos con
difusión en toda la cuenca mediterránea occidental. Entre ellos se destacan las
vasijas con pátina cenicienta y con borde ahumado. Ambos grupos cerámicos
comienzan en época tardo-republicana y duran por lo menos hasta fines del si-
glo III d. de J.C.y los bordes ahumados incluso hasta fines del siglo 1v. El barro
es de color rojo, fino y compacto, con pequeñas partículas de cuarzo como desen-
grasante y está muy bien cocido; en el grupo de las pátinas cenicientas las paredes
por su parte exterior están cubiertas por un engobe gris que penetra profunda-
mente en el barro rojizo; en el grupo de los bordes ahumados la arcilla es la misma,
y el borde presenta una línea regular de engobe gris por la parte exterior, que a
menudo puede abarcar ambos lados del borde y que fue hecha a propósito al fabricar
las piezas, siendo la técnica la misma que la de la pátina cenicienta. Con estas
técnicas se fabricaron ollas, cuencos, cazuelas, platos y tapaderas, variando los tipos
en las distintas épocas, pero no la arcilla ni la factura. ¿Proceden estas vasijas de
un centro común o fueron hechas en distintos alfares repartidos por toda la cuenca
mediterránea occidental? El problema no está aclarado, de todas maneras tanto
técnica como forma de estas vasijas son idénticas en toda la zona. 379
Los vasitos de paredes finas pertenecen también a un grupo homogéneo
oriundo de Italia central, pero a partir de la época augústea comienzan su fabri-
cación alfares de la zona del Po (vasitos de Aco), y filiales de talleres itálicos se
establecen en Gallia (Lyon). De todas maneras estas factorías marginales no expor-
tan apenas sus productos por el litoral mediterráneo limitándose a servir las zonas
limítrofes y las provincias del Noroeste (Germanía, Raetia). Un poco más tarde,
al igual como para la terra sigillata, alfares surgen en las provincias, pero a pesar
de ello la producción es muy uniforme; H. Comfort cree que en la Bética debía
haber un centro de producción de vasitos de paredes finas con decoración a la
bar botina. 380
El capítulo más interesante, porque ofrece más datos sobre la economía
romana, es el de las ánforas. En efecto, estos recipientes servían para el transporte
de productos en su mayoría agrícolas y tenían siempre una forma determinada que
correspondía a la de un producto de una región. Como a menudo estaban sellados,
379. Parece ser que oficinas de la región central de Túnez que producían sigillata clara D han fabricado también
platos con borde ahumado: A. STERN, BABesch, 1968, p. 147 ss.
380. H. CoMFORT,«Sorne Roman Barbotine Bowls and their Connections», Tite Art Bulletin, 21, 1939, p. 277.
CERÁMICA COMÚN ROMANA 159

se ha podido identificar los nombres de los propietarios y el lugar de origen, y por los
tituli picti se ha identificado asimismo el producto que contenían. Así, pues, por la
difusión de las ánforas, pueden observarse los vaivenes de la economía agrícola
romana: en los siglos II y I a. de J.C. las exportaciones itálicas, tanto de vino como
de aceite, predominan; pero poco a poco a lo largo del siglo Id. de J.C. las ánforas de
origen español invaden el mercado y se encuentran en todo el Imperio Romano,
sobre todo como continentes de aceite de la Bética y de productos derivados de
la industria del pescado. No está, sin embargo. aclarada la fecha inicial de estas
industrias españolas, porque si bien los sellos son del siglo I d. de J.C., los tipos de
ánforas correspondientes están en el mercado en fecha bastante anterior. 381 Sería,
pues, interesante un estudio de la economía agraria de la Bética en el siglo II a. de
J.C. para ver si es posible que las ánforas olearias Dressel 20 encontradas en Nu-
mancia procediesen ya de esa región. En el siglo II d. de J.C.comienzan a encon-
trarse en yacimientos mediterráneos ánforas africanas destinadas al transporte
de aceite, las cuales en el siglo m, debido al impulso económico que los Severos
(emperadores de origen africano) dieron a esa región, desplazan bastante rápida-
mente del mercado a los productos españoles; sin embargo, creo que la producción
hispánica conservó algunos mercados en la zona noroeste del Imperio. 382
En fin, por lo que se refiere al fin primordial de toda clasificación cerámica,
la cronología, espero que la contribución dada con este estudio sea útil. En la cerá-
mica de cocina, las ollas con borde almendrado (tipo 2) son características de la
época tardo-republicana, desapareciendo al llegar al período augústeo. Junto con
ellas, y sirviendo también como vasija para la cocción de alimentos, hacen su apari-
ción en el siglo I a. de J.C. los cuencos con borde horizontal (tipo 4), los cuales
perduran hasta la época flavia, siendo entonces desplazados por los cuencos con
borde aplicado (tipo 5). Estos últimos están en uso por lo menos hasta fines del
siglo m d. de J.C.(en África probablemente hasta entrado el siglo 1v). En la misma
época se encuentran unas cazuelas planas (tipo 6). Desde el siglo I d. de J.C. hasta
el siglo m, inclusive, dominan - como vasija para la cocción de los alimentos -
los cuencos, pero en la época tardo-imperial son otra vez las ollas las que se em-
plean para este fin (tipos I y 2). Fuentes para cocinar - del tipo de nuestras fuentes
para el horno - son numerosas en la época tardo-republicana y perduran todavía
en el siglo I d. de J.C., si bien ya en menor número (tipos 13, 14 y 15, este último
corresponde a las fuentes con engobe interior rojo-pompeyano). Por lo que se
refiere a los bordes ahumados, aunque sea el tipo más longevo, creo que la división
presentada dentro de ellos: tapaderas, platos con borde poco engrosado, platos
con borde engrosado y platos con borde colgante, permite una datación aproxi-
mada (tipo 16). Los morteros (tipo 7) se dividen también en grupos con valor cro-
nológico: los llamados «vasos con dediles» son característicos del período tardo-
republicano, en época augústea-claudia dominan los morteros con reborde vertical
que en época flavia van siendo desplazados por los que tienen reborde horizontal;
en fin del período tardo-romano son los morteros con visera. Otras vasijas propias
de la época medio y tardo-imperial son las incluidas en los tipos g a 12.
381. Se encuentran en los campamentos de Numancia y de Castra Caecilia: Numantia, lám. 74,2. - Archtlologische
Anzeiger, 1930, col. 6I s., fig. 1,2; 1932, col. 349 s., fig. 1,2.
382. En Alzey (Alemania) se encuentra el tipo en el siglo IV d. de J.C.: Alzey, lám. 2,22.
1(\0 MERCEDES VEGAS

Los vasitos de paredes finas pueden fecharse bastante bien: de época tardo-
republicana son los cubiletes con borde ganchudo (tipo 23), de los que derivan
los cubiletes con borde cóncavo (tipo 24), que comienzan casi simultáneamente,
pero tienen su período de auge durante el reinado de Augusto. Otros vasitos augús-
teos son los de los tipos 25 a 30. Mientras hasta el cambio de Era aproximadamente
se emplean para beber casi exclusivamente los cubiletes (a excepción de las tazas
agallonadas del tipo 33), después de esa fecha se fabricaron en gran número los
boles y tacitas hemiesféricas o carenadas del tipo 34, primero lisas y luego decoradas,
siendo los motivos arenoso e inciso típicos de la primera mitad del siglo y los motivos
en barbotina característicos de la segunda mitad. De época flavia sobre todo parecen
ser los vasitos con decoración de hojas de agua (tipo 35). En fin, desde mediados
del siglo I a comienzos del siglo II d. de J.C. se encuentran unos vasitos globulares
con pequeño borde (tipo 31 c), pero a partir de esa fecha parecen desaparecer los
vasitos de paredes finas y no se sabe por qué tipo de cerámica fueron substituidos,
probablemente por terra sigillata o por la llamada cerámica «lucente» de N. Lam-
boglia. Las jarras son más difíciles de fechar. Sin embargo, los tipos 37 y 38 son
característicos del siglo I d. de J.C., comenzando ya en época tardo-republicana.
Las jarritas de cuello estrecho y borde liso del tipo 41 pueden fecharse entre la
segunda mitad del siglo Id. de J.C. y el siglo m, y de la misma fecha serían los boca-
les carenados del tipo 45. El tipo 42 es tardo-romano. En fin, los bocales del tipo 44
y las jarras con pico trilobulado del tipo 46 son difícilmente fechables, durando
los tipos prácticamente toda la época romana.
Dentro de las vasijas para el transporte y la conservación de alimentos el
tipo 48 puede fecharse en el siglo I d. de J.C., mientras que los dolios (tipo 49) per-
duran sin variaciones dignas de mención durante todo el período romano y ya desde
la época republicana. Las ánforas vinarias Dressel 1 (tipo 50), procedentes de
Italia, son características del período tardo-republicano y llegan hasta la época
augústea inclusive. Las ánforas vinarias con borde en forma de bastoncillo (tipo 51),
también itálicas, han sido fechadas desde el siglo I a. de J.C. hasta el siglo Id. de J.C.,
pero yo creo que deben estar en el mercado, si bien en menor número, hasta el
siglo m. El cadus tipo 52 parece ser propio del siglo I d. de J.C. Las ánforas espa-
ñolas para el transporte de salsas de pescado (tipo 53) son muy numerosas en el
siglo I d. de J.C. pero por lo menos hasta finales del siglo III se encuentran en varios
yacimientos. El tipo 54 comienza en el siglo II a. de J.C. y desaparece a fines del
siglo I d. de J.C. En cuanto a las ánforas olearias hispánicas (tipo 55) resulta pro-
blemática la fecha de su aparición, pues no sé si los ejemplares de Numancia perte-
necen a este tipo o son de otra procedencia, pero en el siglo IV d. de J.C. se expor-
taban todavía (Alzey). Se tratan también los dos tipos africanos (tipos 57-58),
fechados entre el siglo II d. de J.C. y el siglo 1v, así como un tipo tardo-romano de
cuerpo elíptico y sin cuello (tipo 59), que recuerda a las ánforas púnicas.
Por último están las vasijas de tocador: ungüentarios fusiformes y piriformes
(tipo 63), los primeros fechados en la época tardo-republicana hasta comienzos
del reinado de Tiberio (Vindonissa) y los segundos desde mediados del siglo I a.
de J.C. (Corinto) hasta la segunda mitad del siglo I d. de J.C.
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ÍNDICE
Páginas
Introducción .............................................................. .
División de la cerámica según su función. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 7
Descripción de los tipos: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
A) Vasijas de cocina (tipos 1-19)..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
B) Vasijas de mesa (tipos 20-47) .................................... • 57
C) Vasijas para guardar y para transportar provisiones (tipos 48-62)..... 115
D) Vasijas de tocador y varia (tipos 63-64)............................ 153
Conclusiones..... ... ... ... ... ... ... ........ ... ... ... ..... ... ... ... .... ... .. 157
Abreviaturas bibliográficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 6I

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