Toluca, Ciudad Capital A Través de Su Historia

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Toluca, ciudad capital a través de su historia

“La mejor de las ciudades era aquella que,


por medio de la educación,
inculcaba la virtud a los ciudadanos.” Aristóteles

Para conocer más la historia de Toluca, acudiremos a tres cronistas que la han
incluido en sus trabajos: Fray Bernardino de Sahagún, Lorenzo Boturini (Botterini)
Benaduci y Miguel Salinas Alanís. Estos tres importantes autores resaltan por haber
retratado la ciudad en tres épocas distintas y desde distintas perspectivas. Con ello,
es posible recrear una imagen que abarca distintos tiempos, así como muy variados
aspectos sociales y culturales de la que hoy es la capital mexiquense. Desde los
relatos de la Toluca prehispánica recuperados durante la Conquista por de Sahagún
en su “Historia General de las Cosas de la Nueva España” hasta los “Datos para la
historia de Toluca” de Salinas Alanís publicados en 1927; pasando por los
documentos recuperados por Botterini desde su llegada a México en 1736.

Entorno físico

Para el estudio de la zona nos situaremos en la pequeña cordillera que los geólogos
llaman Sierrita de Toluca. El nudo de este cordón es el cerro conocido como la
Teresona, el más alto y extenso de todos, de donde se desprenden varias ramas.
Hacia el oriente emergen los cerros San Bernardino, San Miguel, Cóporo, Toloche,
Zopilocalco, San Juan y Huitzila; para el norte, San Luis, Azcapotzaltongo y Miltepec;
en sentido noroeste, Tenismó, Nova y Tecaxic; en dirección poniente San Mateo,
Mextepec y Molcajete, y, al sur los cerros Coatepec y Calvario.

De igual forma, se encuentra el Río Verdiguel que cruza la zona de poniente a oriente
y que se conoce también, según el historiador Alzate, con el nombre de
“Chiqueautenco” cuyo significado etimológico, en opinión del erudito Lic. Manuel
Olaguível, es “las Márgenes Floridas”. Este río nace de las vertientes del Nevado de
Toluca y aumenta su caudal con las escurrideras de Cacalomacán y San
Buenaventura. Después de atravesar la zona en estudio, faldea los cerros de Huitzila
y Miltepec, pasa por San Juan de la Cruz y La Magdalena, continuando su curso por
el pueblo de San Andrés Cuexcontitlán para unirse más abajo con el Río Lerma.

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Toluca antes de la Conquista de la Gran Tenochtitlán
Hasta la Conquista de la Gran Tenochtitlán, que se dio en 1521, físicamente la ciudad
prehispánica de Toluca se encontraba al margen izquierdo del Río Verdiguel o
Chiqueautenco; es decir, al norte de éste que coloquialmente se conocía como
Toluca-Mixcoac. Su centro ceremonial se localizaba en la parte alta del Toloche, lugar
donde se adoraba al dios Tolo o Tolotzin, que da nombre a Toluca. Lo anterior se
corrobora con los trabajos arqueológicos que se vienen desarrollando en la zona,
mismos que arrojan resultados en el sentido de que el resto de la población, con sus
zonas habitacionales de la Toluca prehispánica, se daba sobre la cara sur de esta
pequeña cordillera formada por los cerros San Bernardino, San Miguel, Cóporo,
Toloche, Zopilocalco, San Juan y Huitzila; seguramente porque había mejores
condiciones de clima y también aprovechaban físicamente los terrenos de lomerío que
conforman la Sierrita de Toluca.
Al sur del Río Verdiguel o Chiqueautenco, que se encontraba al margen derecho, por
ser el terreno sensiblemente plano y de calidad agropecuaria, estaba destinado a la
siembra y solamente existían grupos de casas austeras que a manera de pequeños
barrios, y sobre todo aldeas, tenían la función de guardar sus herramientas de
labranza, así como de vigilar sus cultivos o sementeras: Cocoyotitlán o Cuitlametitlán,
Cozcatlán, Tlacopa, Mazatlán, Xalpa y Huitzila.

De esta etapa también proviene el topónimo de la ciudad al que, con la llegada de los
españoles, se agregó el patronímico antepuesto, que es el nombre que le ponen los
conquistadores a un lugar durante la transición del poder; misma que en México inicia
con la conquista militar y se prolonga a finales del siglo XVI. De las crónicas que se
refieren a la Toluca de estos años se identifican, entre otros, a dos de los ocho barrios
que posteriormente conformarían la Toluca colonial: Aticpac o Pinahuizco y Mixcoac.

Como dato curioso. Al finalizar 1521, en uno de sus viajes a Toluca, Hernán Cortés
ordenó la construcción de la primera ermita que, a manera de santuario o capilla
católica, se edificó al sur de lo que sería la Toluca de ese entonces: Toluca-Mixcoac,
precisamente en el terreno donde actualmente existe el Templo de San Juan
Evangelista, conocido popularmente como San Juan Chiquito. En esta zona también
era donde se instalaba el tianguis o mercado prehispánico.

Toluca en la Época Colonial


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La Toluca que llega hasta nosotros, según los historiadores y cronistas, fue el
resultado de agrupar ocho barrios y aldeas en torno al Convento Franciscano de
Nuestra Señora de la Asunción. Dicho edificio fue construido sobre un terreno
rectangular de 48,600m², mismo que fuera donado por el cacique de Toluca Pedro
Cortés Techcoyotzin para el nuevo centro de la Ciudad de Toluca. Al norte quedó
ubicada la plaza central y al poniente de ésta la casa de Cortés, así como casas
consistoriales construidas sobre los terrenos que en la actualidad corresponden al
Palacio de Justicia.

Los ocho barrios y aldeas fueron renombrados, empezando por su topónimo y


enseguida el sobrenombre o patronímico impuesto por los conquistadores españoles,
de la siguiente forma: Aticpac o Pinahuizco, San Miguel; Mixcoac, Santa Barbara;
Cocoyotitlán o Cuitlametitlán, San Bernardino; Coscatlán, Santa Clara; Xalpa,
San Sebastián; Mazatlán, San Juan Bautista; Huitzila, Nuestra Señora de los
Ángeles y Tlacopa, Santa María Magdalena.

Toluca después de la Conquista Española

Así como la mano de obra indígena fue empleada en la construcción de monasterios y


otros sitios de culto cristiano, también se sabe que en la zona de estudio la mayoría
de las construcciones de este tipo tuvieron su origen después 1542, con la
promulgación de las Leyes Nuevas tendientes a regular las relaciones entre
españoles e indígenas. Además, durante el periodo de gestión de Antonio de
Mendoza, primer virrey de la Nueva España y conde de Tendilla del 14 de noviembre
de 1535 al 25 de noviembre de 1550, prohibió la construcción de monasterios de
forma desordenada o en lugares donde no se necesitaban, con la finalidad de no
distraer la fuerza de trabajo de los indígenas empleada en actividades más rentables
para el Estado.

Antes de la llegada de Fray Andrés de Castro a Toluca en 1542, ya se había edificado


una capilla provisional en el nuevo centro de la Ciudad de Toluca. Esto es indudable,
pues en el testimonio de Pascual de Angulo se afirma que “cuando Hernán Cortés
venía a Toluca, se aposentaba en la casa de los caciques, donde tenía sus
divertimientos, y asistía por las mañanas a los oficios religiosos”. Como el
conquistador partió para España en 1540 y Fray Andrés de Castro llegó a Toluca en

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1542, se asegura que antes de 1540 ya había en Toluca una capilla consagrada al
culto católico. Sin embargo, no debemos olvidar que las tareas evengélicas de Fray
Andrés de Castro aumentaron considerablemente el número de fieles, por lo tanto los
franciscanos sintieron la necesidad de ampliar la primitiva capilla y construir la iglesia
grande y el convento anexo.

Toluca Contemporánea

Si pudiéramos sobreponer el plano urbano contemporáneo de la ciudad capital con la


parte estudiada de la sección, podríamos notar la magnitud del crecimiento que ha
tenido la ciudad de Toluca desde los primeros asentamientos hasta nuestros días.
Esta comparativa, además, nos daría una idea general de las enormes
transformaciones políticas, sociales y culturales que ha sufrido a lo largo de la historia.
Es decir, el territorio y sus modificaciones son, y seguirán siendo, los testigos
inequívocos de la historia de los toluqueños.

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