2021 - Recomendaciones para La Observación de Clase
2021 - Recomendaciones para La Observación de Clase
2021 - Recomendaciones para La Observación de Clase
Objetivos de la observación
La observación ha sido desde siempre una de las fuentes del conocimiento humano pero
es muy reciente su aplicación sistemática al servicio de las situaciones educativas.
Entendiendo, como es el caso, la observación de modo lato podemos considerar tres
grandes objetivos: la investigación, la formación y la evaluación.
La observación debe ser como “no participante”, es decir, el observador se limita a recoger
datos sobre lo que ocurre en el aula, que luego compara con otras clases del mismo
profesor o de otros. El observador se limitará a recoger datos y no emitirá juicios sobre lo
observado. En muchos casos, el esquema de observación y los instrumentos que
emplearemos para realizarla serán los mismos independientemente de los objetivos que
nos propongamos; serán, en cambio, estos últimos los que determinen el tipo de
observación que realicemos.
Todos conocemos las dificultades que podemos encontrar cuando entramos en el aula. En
el proceso de enseñanza-aprendizaje entran en juego una serie de factores y se producen
una serie de fenómenos que ponen a prueba la capacidad de control del profesor. Si
alguien nos observa, o si nosotros a través de algún medio, podemos recoger datos sobre
lo que hacemos en clase, podremos intervenir, y confirmar lo que hacemos bien o corregir
lo que no nos parece adecuado.
Instrumento de observación
Cuando hablamos de observación de clases casi siempre nos referimos al método directo,
es decir, a la presencia de un observador externo que asiste a la clase. Este método
comenzó a adoptarse en el mundo anglosajón en los años cincuenta con el fin de que los
estudiantes en prácticas aprendiesen a partir de un modelo, que era el profesor titular.
Para actuar con una cierta eficacia, el observador debe armarse de una serie de
instrumentos que le sirvan para la recogida de datos durante el período de observación.
Openheim (1992) nos expone una serie de fallos que no debemos cometer durante su
elaboración: que las preguntas no sean muy largas; no proponer dos preguntas en un
mismo enunciado; no preguntar sobre proverbios, frases hechas...; evitar la doble
negación; no emplear siglas y palabras de jerga; no usar palabras connotadas; evitar
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palabras ambiguas; no utilizar términos valorativos; no usar palabras vacías de significado;
evitar un cuestionario excesivamente largo. Puede ocurrir, que el observador se produzca
el fenómeno denominado como “nativización” o pérdida de perspectiva y objetividad ante lo
observado. Lo puede tener observador externo a la clase pero que “conoce” la realidad del
aula que observa
Labov llama “paradoja del observador”, que consiste en que el observador nunca sabrá si
lo que observa corresponde a una situación real de enseñanza o si su presencia la está
modificando. Hay que tener en cuenta que son muchos los fenómenos y factores que
entran en juego en las clases.
Tenemos que adoptar una actitud crítica, pero al mismo tiempo respetuosa hacia nuestra
tarea docente y hacia la de los colegas que observemos. Tenemos que adoptar una
postura flexible y permeable ante lo que observamos.
¿Cómo observar?
A la hora de llevar a cabo una práctica de observación tenemos que tener en cuenta una
serie de precauciones antes, durante y después dela práctica de observación
-Antes
-Es necesario ponerse de acuerdo sobre el cómo, cuándo y porqué observar con el
profesor titular.
-Durante
-Después
-Las informaciones recogidas estarán a disposición del profesor titular si éste lo solicita.
Pero además tendrán que tomarse en consideración otras condiciones como el ambiente
en el que se realiza la observación, es decir, el aula con sus facilidades y dificultades para
desarrollar la práctica, el número y el tipo de alumnos y, por último, los materiales con los
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que cuenta el docente para el desarrollo de su clase. Todas las informaciones que
podamos recoger antes de comenzar la observación nos serán de utilidad, no sólo para
salvar los imprevistos que nos puedan surgir durante la misma, sino también para que, al
analizar los datos recogidos, podamos llegar a conclusiones más precisas.
¿El docente a cargo de la clase ha sido puntual? ¿Está familiarizado con los alumnos?
¿Ha recordado lo que hicieron en la clase anterior?
¿Las actividades propuestas han sido efectivas? ¿Qué destrezas han practicado los
alumnos en la clase? ¿Alguno de los alumnos no ha entendido las explicaciones después
de exponerlas? ¿El tiempo para la realización de las actividades ha sido suficiente? ¿El
contenido era adecuado para el nivel de los alumnos? ¿Los materiales que se han usado
eran atractivos? ¿Las actividades estaban bien secuenciadas y facilitaban la asimilación?
La clase es continuamente interrumpida por motivos ajenos al tema. Los alumnos carecen
de materiales para las actividades de la clase. Escoge y utiliza los materiales y/o
audiovisuales apropiados para la discusión del tema.
Si los alumnos quieren hablar de algo, el profesor encuentra espacio para que lo hagan. Se
interesa personalmente por los estudiantes Los alumnos muestran interés en participar
cuando el profesor hace preguntas.
Cuando el profesor establece una norma explica el por qué. Interviene para evitar el
desorden y da importancia al mantenimiento de las normas.
¿Ha acabado la clase de forma brusca? ¿Ha recordado a los alumnos lo que quería que
aprendiesen? ¿La clase ha terminado con la sensación de haber completado algo? ¿La
clase ha acabado con eficacia, sin tiempos muertos ni actividades de relleno?
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Realizar un informe de lo observado donde se consigne los siguientes ítems:
Fecha:………………
Informe
Inicio de la clase. ¿He sido puntual? ¿Me he familiarizado con los alumnos? ¿Les he
recordado lo que hicimos en la clase anterior?
Objetivos ¿He logrado los objetivos que me había marcado? ¿He cambiado de objetivos
durante la clase? ¿Han sido adecuados los objetivos para mis alumnos?
Programación y puesta en práctica. ¿He preparado la clase de acuerdo con los objetivos?
¿He llevado a la práctica lo que había preparado? Si he cambiado algo, ¿por qué lo he
hecho? ¿Los cambios han sido justificados?
Contenidos de la clase. ¿Las actividades han sido efectivas? ¿He intentado integrar más
de una destreza en cada actividad? ¿Qué destrezas han practicado los alumnos en la
clase? ¿Alguno de los alumnos no ha entendido las instrucciones después de exponerlas?
¿El tiempo para la realización de las actividades ha sido suficiente? ¿El contenido era
adecuado para el nivel de los alumnos? ¿Alguna actividad no me ha dado el resultado
esperado? ¿La sustituiría por otra? ¿Los materiales que he usado eran atractivos? ¿Las
actividades estaban bien secuenciadas y facilitaban la asimilación?
Cierre de la clase: ¿He acabado la clase de forma brusca? ¿He recordado a los alumnos lo
que quería que aprendiesen? ¿La clase ha terminado con la sensación de haber
completado algo? ¿La clase ha acabado con eficacia, sin tiempos muertos ni actividades
de relleno?