Resolucion 2 20190103095835000580669

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LIMA - Sistema

de Notificaciones Electronicas SINOE


AV. PETIT THOUARS N° 4979,
Secretario De Sala:PAREDES MIÑOPE Frank Richard
(FAU20159981216)
Fecha: 21/06/2017 16:04:24,Razón: RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: LIMA / COMERCIALES,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


SEGUNDA SALA CIVIL SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

SS. ROSSELL MERCADO


ARRIOLA ESPINO
RIVERA GAMBOA

EXPEDIENTE N° 7253 - 2016

RESOLUCIÓN N° 3
Lima, primero de junio del
año dos mil diecisiete.-
AUTOS y VISTOS: Observándose las formalidades
previstas en el artículo 131° del Texto Único Orden ado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial; interviene como juez superior ponente la doctora Marcela
Arriola Espino; y,

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Viene en apelación la resolución número uno de fecha veinticuatro


de agosto del dos mil dieciséis, obrante de fojas setenta y seis a sesenta y
siete, que resuelve declarar improcedente la demanda de ejecución de laudo
arbitral, consecuentemente su pedido de desalojo.

SEGUNDO: El abogado de Hernán Alfredo de la Vega Peñaloza interpone


apelación mediante escrito de fojas setenta y dos a setenta y cinco señalando
que:

a) La resolución apelada vulnera el debido proceso y la tutela jurisdiccional


efectiva al contener una motivación aparente.

b) El artículo 68 de la Ley de Arbitraje permite a la parte interesada solicitar


la ejecución del laudo ante la autoridad judicial competente,
acompañando copia de este y de sus rectificaciones, interpretaciones,
integraciones y exclusiones y en su caso de las actuaciones de
ejecución efectuada por el Tribunal Arbitral.

c) Resulta inconsistente que en la resolución apelada se concluya que no


procede la ejecución judicial del laudo, porque éste no establece en
forma expresa el desalojo del inmueble, cuando esta actuación es un
efecto implícito y propio de la ejecución de garantías que ordena
expresamente el mismo laudo.

TERCERO: El presente proceso es sobre la ejecución de laudo arbitral de


derecho de fecha nueve de marzo del dos mil quince, que resuelve:

1. Declarar fundada la demanda en el extremo del pago del monto


ascendente a treinta y cuatro mil dólares americanos, por falta de pago de
la devolución del mutuo, como valor de referencia al día del vencimiento de
la obligación en el que se efectúe el pago.

2. Fundada la demanda en el extremo de la ejecución de la garantía


hipotecaria, si y solo si se incumpliere el pago de lo ordenado en el
presente laudo en el plazo otorgado de forma automática y de oficio, por lo
que se ordena que en dicho supuesto se saque a remate el inmueble de
propiedad de la parte demandada constituido por el inmueble descrito
conforme al encabezado dispuesto en la SUNARP en la Partida Registral
como: Calle 3, Manzana H, Lote 24, urbanización Los Jazmines III y IV
Etapa, distrito de Callao, provincia Constitucional del Calla, Departamento
de Lima, el mismo que se encuentra inscrito en la Partida N° 70089576 de
zona registral N° IX, sede Lima, oficina registral del Callao, garantía
constituida hasta por la suma de cien mil dólares americanos, deberá
tomarse como valor del inmueble el fijado en la tasación convencional
ascendente a cien mil dólares americanos.

3. Fundada la demanda en el extremo del pago de costas y costos del


proceso, concepto por el cual la parte demandante deberá confeccionar
liquidación debidamente sustentada en su oportunidad.

CUARTO: Al respecto, sobre la ejecución judicial de laudos arbitrales, el


artículo 68° del Decreto Legislativo N° 1071 - Decr eto Legislativo que norma el
arbitraje, establece lo siguiente: “1. La parte interesada podrá solicitar la
ejecución del laudo ante la autoridad judicial competente acompañando copia
de éste y de sus rectificaciones, interpretaciones, integraciones y exclusiones y,
en su caso, de las actuaciones de ejecución efectuada por el tribunal arbitral; 2.
La autoridad judicial, por el solo mérito de los documentos referidos en el
numeral anterior, dictará mandato de ejecución para que la parte ejecutada
cumpla con su obligación dentro de un plazo de cinco (5) días, bajo
apercibimiento de ejecución forzada; 3. La parte ejecutada sólo podrá oponerse
si acredita con documentos el cumplimiento de la obligación requerida o la
suspensión de la ejecución conforme al artículo 66. (…)”.

QUINTO: De la lectura del petitorio de la solicitud de ejecución de laudo arbitral


de fojas sesenta y dos, se aprecia que lo peticionado es que se dicte mandato
de ejecución para que los demandados cumplan con la obligación de
desocupar el inmueble de su propiedad sito en la calle 3, manzana H, lote 24,
urbanización Los Jazmines III y IV etapa, distrito del Callao, provincia
Constitucional del Callao, inscrito en la Partida N° 70089576 de zona registral
N° IX, sede Lima, oficina registral del Callao, den tro del plazo de cinco días,
bajo apercibimiento de ejecución forzada.

SEXTO: En tal sentido, es claro para este Colegiado que la petición formulada
por los recurrentes no se encuadra dentro de los supuestos de ejecución de
laudo arbitral establecidos por la norma arbitral mencionada líneas arriba; toda
vez que, en ningún extremo de los puntos resolutivos del laudo arbitral de
derecho de fecha nueve de marzo del dos mil quince, se ordena que los
demandados cumplan con desocupar el inmueble de su propiedad sito en la
calle 3, manzana H, lote 24, urbanización Los Jazmines III y IV etapa, distrito
del Callao, provincia Constitucional del Callao, inscrito en la Partida N°
70089576 de zona registral N° IX, sede Lima, oficin a registral del Callao, dentro
del plazo de cinco días, bajo apercibimiento de ejecución forzada; por lo que, la
decisión adoptada por el Juez de la causa respecto de la improcedencia de la
ejecución del laudo, es conforme a derecho y merece ser confirmada.

SÉTIMO: En ese entendido, la verificación de la existencia o no de causales de


inadmisibilidad o improcedencia, no constituyen vulneración alguna al derecho
a la tutela jurisdiccional efectiva ya que deben observarse las disposiciones
procesales de tal forma que, permitan el acceso a la jurisdicción bajo el
desarrollo de filtros de calificación, evaluando desde la etapa postulatoria la
concurrencia o no de los presupuestos procesales y condiciones de la acción
que posibiliten, un pronunciamiento efectivo sobre el fondo de la pretensión,
suficiencia que no se advierte en la solicitud incoada, no siendo racional la
apertura de una ejecución de laudo arbitral en el que objetivamente no podrán
debatirse ni resolverse las cuestiones propuestas por los actores, lo que
configura causal de improcedencia contenida en el artículo 427° inciso 5) del
Código Procesal Civil.
Por estas consideraciones;
SE RESUELVE:
CONFIRMARON: La resolución número uno de fecha veinticuatro de agosto
del dos mil dieciséis, obrante de fojas setenta y seis a sesenta y siete, que
resuelve declarar improcedente la demanda de ejecución de laudo arbitral,
consecuentemente su pedido de desalojo; en los seguidos por Hernán Alfredo
de la Vega Peñaloza y otra contra Christian Martín Olaya Huanca y otra, sobre
ejecución de laudo arbitral; notificándose.-

SS.

VOTO SINGULAR DEL SEÑOR JUEZ SUPERIOR RIVERA GAMBOA, ES


COMO SIGUE:
VOTO SINGULAR
En adición a las consideraciones de la ponencia de la señora Arriola Espino,
expreso lo siguiente:
PRIMERO: Los apelantes pretenden en vía de un proceso de ejecución que se
ordene a don Christian Martin Olaya Huanca y doña Sonia Soledad Asto
Alvarez la desocupación del inmueble ubicado en Calle 3 Mza. H Lote 24, Urb,.
Los Jazmines III y IV Etapa, Callao, Lima, el cual se adjudicaron en propiedad
en un arbitraje seguido entre las mismas partes, en el que se dispuso la
ejecución de una hipoteca y remate del bien. Sostienen los apelantes que su
pretensión es una de ejecución de laudo, e invocan a tal efecto lo dispuesto por
el artículo 68 del D. Leg. 1071 - Ley de Arbitraje.

SEGUNDO: De conformidad con el artículo 68 del Decreto Legislativo Nro.


1071 – Ley de Arbitraje, la parte interesada podrá solicitar la ejecución del
laudo ante la autoridad judicial competente acompañando copia de éste y de
sus rectificaciones, interpretaciones, integraciones y exclusiones y, en su caso,
de las actuaciones de ejecución efectuada por el tribunal arbitral. Por el solo
mérito de tales documentos, la autoridad judicial “dictará mandato de ejecución
para que la parte ejecutada cumpla con su obligación dentro de un plazo de
cinco días, bajo apercibimiento de ejecución forzada”.

Ello no obsta, sin embargo, para que el juzgador verifique incluso de oficio que
la obligación contenida en el Laudo reúna las condiciones legalmente exigidas
para merecer ejecución, a saber, ser cierta, expresa y exigible, y tratándose de
una obligación de dar suma de dinero, ser líquida o liquidable mediante
operación aritmética, como ordena el artículo 689 del Código Procesal Civil;
caso contrario, conforme al artículo 690-D del mismo cuerpo procesal, el Juez
de plano denegará la ejecución. Este criterio ha sido asumido por reiterada
jurisprudencia de las Salas Civiles con Subespecialidad Comercial e incluso por
el acuerdo adoptado en el Primer Pleno Jurisdiccional Distrital Comercial de la
Corte Superior de Justicia de Lima, del año 2015, según el cual:

“La calificación de un Laudo Arbitral como título ejecutivo debe


efectuarse verificando que los documentos presentados (copia del laudo
y de sus rectificaciones, interpretaciones, integraciones y exclusiones y,
en su caso de las actuaciones de ejecución realizadas por el Tribunal
Arbitral), se desprenda que la obligación declarada en el Laudo y cuyo
cumplimiento se pretende en sede judicial, sea cierta, expresa y exigible,
y en su caso, líquida o liquidable tratándose de sumas de dinero. […]”

TERCERO: Se advierte del laudo contenido en la resolución 5 de fecha 09 de


marzo de 2015, que corre a fojas 13, que éste no contiene ningún mandato que
disponga la desocupación del referido inmueble, por lo que prima facie no se
trata de una obligación cierta, expresa y exigible que por lo mimo sea pasible
de ejecución, a la luz del artículo 689 del Código Procesal Civil.

Si bien los apelantes sostienen que el desalojo del inmueble es un “efecto


implícito y propio de la ejecución de garantías que ordena expresamente el
laudo”, ello no es sino una interpretación de los alcances de lo que constituye la
ejecución de la hipoteca, que no encuentra sustento en ningún extremo de lo
resuelto en el laudo, y por lo tanto, no es una obligación expresa y cierta como
quedó dicho; y el hecho de ser presunta, tácita o implícita no satisface la
exigencia legal del artículo 689 del Código Procesal Civil, pues no corresponde
al órgano jurisdiccional sustituir al órgano decisorio arbitral en la definición del
sentido y alcances de aquello que quiso decir y no dijo.

CUARTO: Por otro lado, se aprecia que el mandato de desocupación del


inmueble no se encuentra ni formal ni materialmente contenido en el laudo,
sino en una resolución posterior de fecha 31 de julio de 2015; en tal sentido,
cabe precisar que ésta no constituye en puridad un laudo -ni siquiera “laudo
parcial”, pues carece de la característica esencial de éste, de recaer sobre el
fondo de la controversia, sino más bien constituye una actuación de ejecución
arbitral a que se refiere el artículo 67 inciso 2) de la Ley de Arbitraje en tanto
que constituye la secuela de lo que el árbitro consideró como parte de la
ejecución de la hipoteca.

Sin embargo, siendo una actuación de ejecución arbitral, es claro que debe
guardar congruencia con lo que esté dispuesto en el laudo, pues caso
contrario importaría una ampliación de la competencia objetiva del árbitro, para
imponer a las partes aquello que no le ha sido autorizado por éstas o no esté
dispuesto por el ordenamiento jurídico.

QUINTO: Además, cabe precisar que la regulación sustantiva de la hipoteca,


esto es, el Código Civil, no permite afirmar que la realización de la garantía
implique que en la misma ejecución de la hipoteca se disponga la desposesión
del inmueble a sus ocupantes, para entender que el árbitro se encuentra de
suyo facultado para disponer dicha desocupación; y lo que los apelantes
califican como efecto “implícito y propio de la ejecución de garantías”, sólo
encuentra respaldo en la norma procesal del artículo 739 inciso 3) del Código
Procesal Civil, que ciertamente no es aplicable en el arbitraje pues éste sólo se
sujeta a la regulación que dispone el artículo 34 de la Ley de Arbitraje.

SEXTO: En ese sentido, no se aprecia ni explican los apelantes cuál sería la


justificación jurídica para que en el arbitraje se haya dispuesto lícita y
válidamente la desocupación del inmueble, que determine que se le suministre
la colaboración judicial que se solicita, máxime si como se aprecia, la
resolución 22 ordena la desocupación no sólo a los demandados, sino además,
“a sus familiares y/o dependientes y/o a los ocupantes” del inmueble”. El hecho
que se trate de un arbitraje de equidad no es causal de excepción a los límites
de la competencia objetiva y subjetiva del árbitro.

SETIMO: Finalmente, debe advertirse que con este criterio no se está


impidiendo el cumplimiento de lo laudado, que se hizo efectivo en sede arbitral
en tanto que se determinó la existencia del crédito en favor de los
demandantes, y se realizó la garantía con la venta forzada del inmueble y el
pago de la obligación de cargo de los demandados. Y en cuanto a la
ministración de posesión del inmueble, al no estar acreditado que se encuentre
dentro de los alcances del laudo, corresponderá dejar a salvo el derecho de los
apelantes para que lo hagan valer con arreglo a ley.

RIVERA GAMBOA

También podría gustarte