Crisis o Revaloración de La Identidad en La Sociedad Contemporánea. de La Torre

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CRISIS O REVALORACIN DE LA IDENTIDAD EN LA SOCIEDAD CONTEMPORNEA

Rene de la Torre *
El presente artculo tiene el propsito de reflexionar sobre los cambios que las nuevas tecnologas de comunicacin introducen en los procesos de creacin de las identidades contemporneas. Estas nuevas identidades se construyen tanto por pertenencia a un espacio social, como por referencia simblica al universo de imgenes mass mediticas con las que interacta cotidianamente. En este nuevo escenario: Qu tipos de identidades se estn generando? Este ensayo se centra en el debate sobre la homogeneizacin o la diversificacin de las identidades, que se escenifican en tres imgenes contrastantes: las masas, los superindividuos y las tribus. A travs de ellas se pueden apreciar los riesgos que representa la dramatizacin radical de cada una para la construccin de la identidad, y el equilibrio necesario en la relacin con la diferencia y la alteridad. The present article has as its purpose to reflect on some of the changes that new communicative technologies introduce in processes of creation of contemporary identities. This new identities are constructed as much by their belonging to a social space, as by their symbolic reference to the universe of mass media images with which it interacts daily. In this new scenario, what types of identities are being generated? This essay is centered on the debate between the homogenization or the diversification of identities, which are portrayed in three contrasting images: the masses, the superindividuals, and the tribes. Through them one can appreciate the risks represented in the radical dramatization of each one of them for the contruction of identity, and the necessary equilibrium in the relation with difference and alterity.

Profesora investigadora del Centro de Investigacin y Estudios Superiores en Antropologa Social (CIESAS) de Occidente (Guadalajara, Mxico). Nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores. Estudi licenciatura y maestra en Comunicacin por el ITESO y es doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en Antropologa Social, por el CIESAS/Universidad de Guadalajara. [email protected].

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l avance tecnolgico de la comunicacin ha transformado la naturaleza de los procesos de interaccin social, ha multiplicado los canales de produccin y transmisin cultural, ha reposicionado al individuo en escalas de interaccin planetarias, ha ensanchado la concepcin de nuestro mundo y ha achicado las distancias que separaban el aqu y el all. Para entender la cultura y los procesos a travs de los cuales se construye el juego de las identidades, es necesario atender la interaccin entre los procesos mass mediticos y las prcticas cotidianas, para lo cual se vuelve necesario atender los efectos que la comunicacin de masas tiene en la construccin de las identidades contemporneas. La identidad es un concepto til para examinar los efectos del juego de relaciones que nos permite conjugar simultneamente las representaciones en singular y plural: la representacin del indivi-

duo, de la comunidad y de la sociedad. La identidad est referida a comprender la manera en que se construyen y se relacionan las concepciones del yo (manteniendo la distincin de Mead (1934) entre el mi social y el yo singular), el nosotros que sita los procesos de socializacin a partir de los cuales se generan las representaciones colectivas (Berger y Luckmann 1986), y los ellos basados en la necesidad de demarcacin de la diferencia y las fronteras de la identidad (Goffman 1993). La identidad no est contenida en el individuo, aunque s nos habla de cmo se genera la personalidad. Tampoco es la comunidad o el grupo, ni son los emblemas con los cuales se representan los grupos. La identidad es ms que nada un concepto relacional, que se gesta en las prcticas intersubjetivas entre los individuos y la sociedad; por un lado, atiende la dialctica entre los

grados de libertad subjetivos en la conformacin de la personalidad y los roles, cdigos y convenciones impuestos por la estructura social (Sciolla 1983); pero tambin nos permite atender lo social en el sujeto (los roles y estatus que la sociedad les asigna), y lo subjetivo en lo social (la voluntad humana de transformar y apropiarse los valores, reglas y recursos sociales). La identidad es tanto autoconcepcin, como heteroconcepcin, se nutre de la alteridad y requiere ser reconocida por los otros. Por tanto, es un concepto que atiende la interaccin de las representaciones sociales que configuran la conciencia interiorizada y la representacin pblica del yo, el nosotros y los otros, ajustadas a escalas micro y macro sociales. Si bien existe un consenso en torno al concepto de identidad, el papel que los medios y las tecnologas de la comunicacin tienen en los

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procesos de interaccin intersub- mensajes y realidades mass mediticas, rencia a las tendencias que marcan jetiva y de produccin y circulacin y que funcionan como marcos de la moda y la cultura global. de la cultura, nos hacen que tenga- interaccin comunicativa con los mos que replantear las preguntas otros. Las industrias culturales y los Si la comunicacin cara a cara se esenciales: Cules son los referentes medios de comunicacin producen y determina por producir interacciones de sentido a partir de los cuales los distribuyen registros culturales (mo- de ida y vuelta, por ser dialgica y individuos construyen su auto repre- delos para imitar, marcas de identi- realizarse en un espacio fsico prxisentacin? Cules son los espacios dad, formas de vida, lenguajes para mo, en la interaccin mediada por de interaccin comunicacional a par- usar, gustos, modas, valores y creen- las tecnologas las fuentes de productir de los cuales se conforman las so- cias) que constituyen referentes de cin y los canales de distribucin de ciedades? Cules son los espejos a identificacin individual y grupal, y la cultura no son localizables en el travs de los cuales nos miramos, que se actualizan en las actividades entorno inmediato, pues la comucomo diferentes o semejantes? Cu- diarias en los contextos donde se lo- nicacin, revolucionada por las nueles son los parmetros vas tecnologas de la para construir la noinformacin, se ha concin de lo propio y lo vertido en un poder inajeno? De dnde vievisible e inaccesible, nen, por dnde circuuna comunicacin unilan y cmo se disputan direccional, pero al las categoras y marcas mismo tiempo omniculturales que nos perpresente en cada cultumiten valorar o desprera y sus mundos de ciar una forma de ser en vida, ya que cada vez relacin con otra? tiene ms presencia en Cules son las escalas los espacios y mbitos temporales y territoriaprivados de la vida les en las que se consfamiliar (Thompson truye la relacin del 1998). yo-nosotros-los otros? Cules son los nuevos Un buen nmero de La leccin de anatoma del profesor Tulp, Rembrandt, 1632, La Haya rituales a partir de los las identidades contemcuales se consagran las porneas se nutren de sociedades? caliza la actividad social de los indi- registros culturales que se producen ms all de las instituciones, las reviduos. giones, las civilizaciones culturales, Gran parte de las aspiraciones, de los territorios y los mbitos familiaLos registros mass los modelos de ser y parecer, de los res. Esto se debe a que ciertas identimediticos y las lenguajes que utilizamos para comu- dades se gestan a travs de las identidades nicarnos con los dems, e incluso de mediaciones comunicativas, que referenciales los temas de las charlas cotidianas, acortan las distancias geogrficas, Ver televisin, asistir al cine o ver han cobrado vida ms all de las pan- culturales e histricas para poner a pelculas en casa, escuchar la msica tallas y se actualizan y resignifican en disposicin de la sociedad marcos pop, navegar o chatear por internet, el juego de las actividades de la vida referenciales que antes eran muy leson algunas de las actividades que diaria. Cobran rostro y cuerpo en janos e incluso eran inexistentes para cotidianamente realizamos y que se nuestras formas de ser, actuar y pare- ciertas culturas locales. Sin embargo, incorporan como parte de la expe- cer. Las pantallas no slo transmiten los sucesos distantes que se transmiriencia habitual del ser humano con- imgenes, sino que sirven tambin de ten por los medios de comunicacin temporneo. Son prcticas cotidianas espejo a travs del cual podemos re- y las redes de informacin se integran que nos ponen en conexin con conocer si se est In o out con refe- a la experiencia individual y grupal

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desde contextos tradicionales. Las identidades primarias (familia, etnia, comunidad) lejos de disolverse en los procesos de urbanizacin y globalizacin cultural, siguen siendo vigentes en la generacin de las identidades colectivas y operan como marcos a partir de los cuales se incorporan, se moldean y modulan los referentes identitarios globales mediante consumos culturales diferenciados (De la Pea y De la Torre 1994).

meditica, desde las aspiraciones particulares de sujetos con posicin histrica y social, y con los referentes simblicos y valorales propios de las comunidades primarias locales a las que pertenecen. Ante este panorama se vuelve un imperativo construir puentes y mediaciones que nos permitan ir ms all de las afiliaciones formales y ms ac de las afiliaciones imaginarias, a fin de poder trazar las

En este sentido, la identidad contempornea se construye tanto por pertenencia (como colectivo institucionalizado con matriz socio-territorial), como por referencia a marcos de produccin y distribucin simblica global La multifuncionalidad de co(comunidades msticas o municaciones en combinaimaginarias, nuevas tribus cin con la abierta naturaleza urbanas, estilos de vida de los recursos culturales coninfluenciados por modelos de temporneos, crea oportuniconsumo, comunidades emodades de construccin de matrices mucho ms variadas tivas, etc.) (Gimnez 1993). y densas de nichos de idenEsto constituye un nuevo reto tidades y estilos de vida para el estudio de las identigrupales que parecen formas dades, pues significa atender de un habitus dinmico, de manera simultnea y en mediticamente influenciado interaccin los marcos de y moderno (Lull 2001). identidades de pertenencia con los registros referenciales Sin duda una buena de las nuevas identificaciones, descripcin de la complejidad El prncipe Felipe Prspero, Velzquez, 1659, Viena y las nuevas identidades que cultural de nuestros das es la dicha interaccin produce. que nos ofrece Alain TouIbez considera que para entender nuevas identidades sociales en la raine, quien seala que la diversidad el fenmeno cultural contempor- jerarqua del entramado simblico de manifestaciones culturales se debe neo se requiere una mirada transver- de un universo cultural especfico. en gran parte a la confrontacin ensal, que atienda la cadena vertical tre la homogeneizacin funcionalista fija (sobre la que) se trenzan las filiy la mltiple fragmentacin de los regranas de una trama horizontal va- Homogenizacin o ferentes de sentido (Touraine 1992). riable. La cadena de las filiaciones y diversificacin de las En los trminos de Ulf Hannerz la trama de las afiliaciones (Ibez identidades? (1993,) lo que caracteriza a la cultu1990: 12). Para atender este nuevo ra contempornea es la dialctica La cultura contempornea se entre los procesos de homogeneifenmeno requiere observar la manera en que los grupos sociales orga- distingue por la coexistencia de la zacin y los procesos de diversificanizan, re-sitan y usan la cultura masificacin de la cultura y de la cin de los significados sociales.

diversidad de identidades sociales cuya intermediacin complejiza nuestra capacidad de comprensin de las identidades contemporneas. La interaccin entre las identidades de pertenencia y las identificaciones mediticas, multiplica los registros y recursos simblicos con los que un individuo se relaciona. El individuo contemporneo tiene acceso a una diversidad de registros culturales, provenientes tanto de su entorno inmediato como de su experiencia meditica, que sera casi imposible de inventariar como lo haca la antropologa clsica. Por eso, el rasgo principal de la cultura actual es la complejidad de su organizacin:

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Tanto la cultura global como la local interactan dialcticamente, produciendo los efectos de identidad ms diversos y contrastantes. Por un lado, hay quienes definen la cultura de la modernidad tarda como crisis de los valores universales y universalizantes de la modernidad clsica, argumentando que las promesas de la ciencia, de la razn y el progreso lejos estn de responder a los ideales y necesidades de los individuos. Hay otros que hablan de la crisis de las identidades sociales, caracterizada por una inseguridad ontolgica, una cultura sobre la cual los actores sociales han perdido puntos de referencia slidos y accesibles y la capacidad de control sobre las fuentes de su experiencia es cada vez ms inabordable. Sin embargo, hay quienes enfatizan en la crisis de la alteridad, cuyos sntomas son el regreso al integrismo y al fundamentalismo, manifestacin de la exacerbacin de los particularismos culturales sean locales, nacionales o religiosos (Laplantine 1996).

Las identidades de hoy: masas, tribus o super individuos?


Una de las principales preocupaciones por la identidad en los tiempos de la modernidad tarda es la planteada por Manuel Castells (1999), quien formula su pregunta por la identidad contempornea enmarcada en la tensin entre la

ma de la convivencialidad en un mundo multicultural?

a) Las identidades masa

La idea de identidades masa nos lleva a pensar en la homogeneizacin de las identidades. Nos remite al modelo de Aldea Global desarrollada por McLuhan hasta el Homo Videns de Saritori. El concepto masa se opone, por un lado, al concepto de identidades particulares, pues conlleva la idea de que el poder de las industrias culturales reside en imponer una cultura de consumo, que tiende a estandarizar las identidades sociales. La tendencia a uniformar a las culturas atenta contra la diversidad cultural. Su mximo exponente sera la hegemona del American Way of Life, que se difunde como la pauta cultural que permite acceder a la modernidad y a la conexin con el mundo, es la base de cdigos de identificacin necesaria para adquirir una identidad cosmopolita. La cultura de masas se propone como modelo cultural transnacional, que a su paso, mediante la imposiEsta tensin est presencin de prcticas de consumo te en las preocupaciones por Don Sebastin de Morra, Velzquez, s.f. Madrid, El Prado uniformadas a escala planela identidad contemportaria, va desdibujando las nea. Ante este panorama cabe pre- Sociedad Red y el yo. Las nuevas tec- particularidades de las culturas tradiguntarnos si en la sociedad actual nologas de la comunicacin intro- cionales, regionales y nacionales. La las identidades son ms annimas ducen la necesidad de repensar qu cara buena de la cultura de masas es o ms personalizadas?, existe cri- tipo de identidades produce: identi- que, en la medida en que hosis de identidad grupal o asistimos dades annimas y uniformes mode- mogeneiza y uniforma a las identidaa la revaloracin de lo comuni- ladas por las tendencias a la des, tambin debilita las distinciones tario?, las identidades son ms masificacin del mercado y del con- clasistas entre alta cultura y cultura opcionales o ms impuestas?, la sumo?, identidades individualizadas, popular, vulgarizando la cultura y tendencia de la cultura apunta a hechas a la medida y necesidades de ponindola a disposicin de las mauniformar a las identidades o a cada individuo? O fragmentacin de yoras. Por otro lado, lo masivo tamliberarlas de los roles y coerciones identidades en mltiples tribus y bin se opone a la personalizacin e institucionales? microgrupos, que plantean el proble- individualizacin de la identidad. La

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identidad de masas nos hace imaginar una sociedad pasiva, sin rostro ni voz propia, sin memoria, una especie de sociedad conformada por zombis, que actan mecnicamente, sin voluntad propia. Dentro de los estudios sobre los efectos de los medios masivos de la comunicacin muchas veces se refuerza esta concepcin aunque aqu se recrea de manera caricaturesca, que parte de analizar los contenidos de los mensajes y sus potenciales de produccin y distribucin, y atribuirles un determinismo tecnolgico a partir del anlisis de la produccin ideolgica, de su capacidad de distribucin de largo alcance, sin apreciar las capacidades creativas, de resignificacin y uso, e hibridacin que se dan a nivel de las prcticas cotidianas.

sistema de comodidades, que se adquiere sin necesidad de esfuerzos de comprensin cultural (Ulf Hanerz 1992),y que tan slo se requiere el poder de su firma. Existe a nivel global una franja cultural de homogeneizacin esttica, de lenguajes, de costumbres y rituales, y de valores in, que constituyen elementos de identificacin social a partir de los cuales construimos ciertas semejanzas que

contribuyen a la individualizacin de las identidades. La tecnologa de las comunicaciones ha variado sus diseos para hacer de ella un uso cada vez ms particularizado. La tendencia a hacer porttil casi todo aparato de telecomunicacin, facilita que sean usados a cualquier hora y en cualquier lugar (el telfono ha cedido paso al celular, las grabadoras a los walkman, el aparato de sonido al diskman, la computadora al pocket book). La televisin ha diversificado su programacin y contenidos y el control remoto instaur la cultura del zaping, las tecnologas como sus mensajes ceden para ser cada vez ms interactivas con los receptores, con lo cual el usuario es capaz de construir una programacin personalizada y fragmentaria. Hoy en da las industrias culturales han multiplicado sus ofertas y de igual manera se han diversificado los consumos. Por su parte los individuos han adquirido la capacidad creciente de selectividad del consumo acorde a sus perspectivas personales. Los individuos de hoy en da construyen sus propios itinerarios de recepcin y Prado consumo. Las ofertas han pasado de la imposicin a la seduccin nos dice Lipovetsky, quien reflexiona sobre el impacto que la tecnologizacin de la comunicacin tiene en la cultura actual:
La seduccin construye nuestro mundo y lo remodela en un proceso sistemtico de personalizacin que consiste esencialmente en multiplicar y diversificar la oferta, en proponer ms para que uno decida ms, en substituir la sujecin

Si bien este paradigma ha sido superado y ampliamente criticadopodemos constatar que aunque el mundo est cada vez ms conectado, ste continua siendo plural. Sin embargo, no es completamente desechable, pues quienes han tenido la expe- El bufn don Diego de Acedo, Velzquez, 1644, El riencia de viajar por las carreteras de Estados Unidos de una nos permiten sentirnos parte de una ciudad a otra, no escapan a la sensa- aldea global. cin de entrar y salir al mismo lugar. De viajar sin destino ni retorno: los b) El hedonismo individualista mismos restaurantes, cafs, supermercados, plazas comerciales, jugueteras, En contraposicin con el proyeccalles y pobladores. Paisajes idnti- to globalizador que tenda a homocos se repiten en otras ciudades y la- geneizar las identidades en una titudes. Hospedarte en un hotel Hyat, sociedad de masas, se plantea que los Marriot o Meli, permite transitar por medios de comunicacin, cada vez distintos territorios culturales, bajo ms especializados y con una oferta un mismo techo, un mismo estilo, un ms diversificada y personalizada,

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uniforme por la libre eleccin, la homogeneidad por la pluralidad, la austeridad por la realizacin de los deseos (Lipovetsky 1986).

La identidad del hombre moderno cada vez es menos impuesta por las agencias de socializacin modernas. La Iglesia, el Estado, la Escuela y la familia han perdido su poder de gestores autorizados de la cultura especializada que caracterizaba a la modernidad capitalista. Ms que hablar de identidades, lo que se vislumbra es el ejercicio permanente de la identificacin. Los sistemas globales de distribucin cultural representan una diversidad de estilos de vida que

duccin social ya no se da de manera causal, ni en un ordenamiento racional, sino que est mediada por la reflexividad del individuo, la cual ms que ser una motivacin a realizar acciones para alcanzar fines, se orienta hacia la construccin creativa de futuros posibles. Esta reflexividad del individuo es una bsqueda constante de la autoidentidad; posee una conciencia autobiogrfica que integra el tiempo pasado con el presente y disea sus futuros posibles. La creatividad de los individuos y sus implicaciones en los cambios de la vida diaria son hoy en da el factor ms importante de transformacin de las instituciones. Mientras que las

creyente de una religiosidad a la carta, sobre la base de un cristianismo heredado, se puede tomar un poco de filosofa Zen, combinado con el amor y respeto por la naturaleza, ms la prctica diaria de la consulta de orculos, y el ejercicio de la meditacin trascendental. La bsqueda del perfeccionamiento personal, de la introspeccin individual, es la ruta del encuentro de lo sagrado. La religiosidad Nueva Era promueve una idea holstica de universo, donde lo particular se conecta con el todo, donde la especificidad de la experiencia religiosa es equivalente a la totalidad, donde el encuentro con lo divino ya no se da en la relacin de alteridad

se ofertan a travs de artculos de consumo al conjunto de la sociedad, y a partir de los cuales moldean sus propias identidades en la seleccin de sus consumos. Los contenidos de la televisin tienden a enaltecer los valores hedonistas: el culto por el cuerpo perfecto, por la salud, la belleza, el confort, el ocio, etctera. El individuo contemporneo ya no est sujeto ni a las tradiciones heredadas por la sociedad, ni a los roles impuestos por sus padres, ni a las normas transmitidas por la Iglesia, el Estado y la Escuela. Baudrillard plantea el problema de la fragmentacin del yo, por la constante relacin del individuo con los mensajes mediticos, que construyen un simulacro de la realidad. El yo pierde su referente de realidad y de coherencia unitaria (Baudrillard 1978). Por su parte, Giddens observa que la repro-

agencias sociales van perdiendo su capacidad de imposicin y credibilidad, el individuo cada vez es ms libre para hacer l mismo su propia identidad. La nueva sociedad ofrece la oportunidad de auto construir la identidad. Por ejemplo en el mbito de la identidad religiosa, sta se ha hecho cada vez ms opcional que obligatoria. Las nuevas religiosidades a la carta, privilegian la soberana individual sobre la regulacin social de las iglesias. La diversidad de ofertas religiosas encuentra sentido unitario en los marcos de apropiacin individuales. Las creencias trascendentales ya no slo se adquieren asistiendo a los templos, sino que se pueden conformar a travs de itinerarios de consumo en las tiendas esotricas y en los centros de desarrollo personal. Mediante un gesto se puede constituir un men

con un dios distinto del individuo, sino que el individuo forma parte de lo divino y lo experimenta a partir de la auto exploracin y de la perfeccin alcanzada por s mismo. La naturaleza, el hombre y la divinidad forman parte de una energa csmica, de un principio holstico, circular, que desvanece las fronteras de la diferencia. La identidad hiperindividualizada se apropia de la diversidad de ofertas culturales para conformar su identidad autobiogrfica, esto pone en crisis la relacin de la diferencia, la diferenciacin entre lo uno y lo otro, y la capacidad de distinguir entre lo particular y la totalidad. La concepcin holstica hace perder de vista los ejes de la diferencia, ya que plantea que el yo es parte del todo y la totalidad est presente en el yo.

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c) La era de las tribus


Como una alternativa para pensar la identidad en riesgo por la masificacin cultural o tendiente a un individualismo autista, se plantea que las identidades en la sobre modernidad se configuran a partir de la multiplicacin de microgrupos, llamados nuevas tribus. stas, a diferencia de las comunidades tradicionales, son ms inestables y se caracterizan por un arraigo dinmico (la gente puede moverse de una a otra, o pertenecer simultneamente a ms de una tribu), producen diferentes tipos de socialidad: menos normativo y obligatorio y ms

relaciones sociales. De acuerdo con esta definicin se contemplan las tribus transnacionales, constituidas por elites profesionistas e intelectuales que comparten valores ticos, cdigos de comportamiento, temarios y contenidos especializados pero colectivamente compartidos (Hannerz 1992:111). Aqu se pueden incluir los nuevos movimientos sociales, agrupados en redes transnacionales para defender problemas sociales que no slo ataen a su comunidad natural o a su entorno nacional; por ejemplo los ecologistas, los globalifbicos, las ONGS defensoras de derechos humanos, constituyen tribus transnacionales en torno a una agenda tica y

delar el ser, disean marcas para reconocerse entre pares y para distinguirse del resto. Por ejemplo, los gustos musicales generan marcas identitarias entre rockeros, metaleros, rastas, bandas, darks, punks. Estos atributos no slo representan estilos estticos, sino que van generando modos de vida, con territorios propios, dialectos exclusivos que slo pueden ser descifrados por sus miembros, visiones del mundo y de la sociedad (Reguillo 2000). Las tribus juveniles pueden constituirse con un fuerte arraigo espacial o pueden ser nmadas. Por ejemplo, las bandas y pandillas de los barrios se apropian de las calles, esquinas y bardas para

emotivo y opcional. Las nuevas tribus se pueden conformar tanto por afinidades reagrupadas en un mismo territorio, que conforman cadenas de socialidad y de comunicacin cotidiana cara a cara, que constituyen redes de amistad y sentidos compartidos en rituales especficos (Maffesolli 1990: 38). Tambin por nuevas tribus, se incluyen las entidades transnacionales, conformadas por sujetos situados en puntos dispersos en el espacio, pero que conforman redes y comparten cdigos comunes y valores culturales de identificacin del nosotros (Field 1971, citado en Hannerz 1992). Una definicin de las nuevas tribus es la dada por el antroplogo Ulf Hannerz, para quien se configuran por personas comprometidas con una cultura ajena, que forman por preferencia conjuntos separados de

poltica que demanda cambios sociales a nivel global. Pero las nuevas tribus no son slo globales, sino que tambin incluyen a mltipes grupos, a veces minsculos, que a travs de rituales cotidianos van edificando fronteras de identidad y a su paso van apropindose de territorios, marcando un juego incesante de identidades de inclusin de sus miembros y exclusin de los otros. Sin duda, el ejemplo que mejor ilustra la conformacin de estas nuevas tribus se da en el universo de las identidades juveniles que se gestan en torno a los consumos culturales especializados: las modas del vestir, los gneros musicales y la aficin por los deportes, en la prctica no slo son diversiones, entretenimientos o pasatiempos, sino que constituyen micro culturas que crean modelos de actuar y pautas para mo-

marcar los dominios de la tribu; traspasar las fronteras marcadas por los otros produce peleas entre las tribus por el territorio. La tribu local lucha por imponer las reglas del juego en sus territorios, por controlar las calles, la violencia, pero tambin los recursos simblicos. Tambin existen tribus nmadas, que no pertenecen a un lugar particular y cuyos territorios pueden ser ocasionales. Jess MartnBarbero define como tribu a El grupo que en un momento dado decide convertir una discoteca, una calle o una esquina o la plaza de un pueblo en nuestro lugar. En ese momento, la tribu de jvenes marca el lugar con su graffiti, ellos ponen en alto sus smbolos y se posesionan del lugar(Martn-Barbero 1997: 115). Estas nuevas tribus no necesariamente comparten un pasado, ni una memoria histrica, ni un lina-

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je heredado, aunque muchas pueden ser interpretadas como ritos de pasaje, otras luchan por su permanencia en el tiempo, a fin de garantizar continuidad, muchas veces se inventan una identidad histrica a travs de la apropiacin hbrida de tradiciones, e incluso se ligan a una tradicin creyente, construyendo nuevas identidades cuasi religiosas que producen novedosos bricolages (Hervieu-Lger 1996). Nos enfrentamos ms bien a una aldea global que, si bien contribuye en una masificacin de la cultura de consumo, se encuentra cohabitada por la diversidad de nuevas tribus identitarias que se conforman mediante ritos compartidos, cuya novedad reside en que sus referentes de identificacin tribal no corresponden nica y unvocamente con las formas tradicionales de organizacin social localizadas en el espacio fsico y el tiempo convencional, sino que se encuentran referidas a registros de identificacin mass mediticos que, por un lado, conectan y reubican a las identidades individuales con las redes de la globalizacin, pero que por otro lado, a travs de los rituales los apropian y relocalizan generando fronteras de identidad en los espacios sociales locales de interaccin cotidiana, que demarcan territorios de inclusin y exclusin. La emergencia de una sociedad conformada por mltiples identidades tribales desmiente la tesis de la crisis de identidad, pero pone de manifiesto la crisis de la alteridad:

Entre la homogeneizacin virtual del conjunto total (los espacios de circulacin y de comunicacin vinculados con la expansin mundial del liberalismo econmico) y la individualizacin de las cosmologas, lo que pierde su base simblica es la relacin con el otro, que sin embargo es constitutiva de la identidad individual(Aug 1995:86).

identidad siempre es selectiva, integradora y creativa. De igual manera podramos disear el slogan de dime quin consume y te dir qu identidad recrea. Pero la cosa es mucho ms compleja, y no se deja encerrar en un slogan publicitario. Lo que s es un hecho es que la interaccin meditica ha provocado la disyuncin de la correspondencia del estar y el ser como conjuncin de variables que daban como resultado la identidad. Por ello habr que revisar si es conveniente seguir hablando de identidades o si sera mejor empezar a hablar de dinmicas de identificacin, o de trayectorias de identidad, cada vez ms cercanas a los procesos fluctuantes y dinmicos de construccin de maneras de reconocernos e incluirnos en nuevas coordenadas donde el nosotros puede generarse por identificacin con el otro lejano incluso con el otro virtual, o se pueden constituir las diferencias mediante rituales que crean la otredad al interior mismo de las comunidades existentes. Todo proceso de representacin del yo-nosotros-los otros, se conforma mediante tres actividades: la identificacin, la diferenciacin y la alteridad (Aug 1995). Acerca de los efectos que tienen los medios electrnicos de comunicacin sobre la identidad, hemos propuesto tres paradigmas discursivos: el que privilegia la tendencia de las sociedades a convertirse en masas resalta la crisis de los particularismos identitarios (individual, regional, tradicional o nacional); el que confiere un rasgo prominente al hedo-

El fuego, Arcimboldo, 1566, Viena

Reflexiones finales
Podramos decir que detrs de cada identidad est la lgica del mercado, o ms simplificado concluir que la identidad contempornea se crea a partir del consumo: dime qu consumes y te dir quin eres. Si bien los medios de comunicacin y las tecnologas informticas crean vnculos culturales entre el mercado y las identidades locales, tambin lo es que la

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nismo como maximizador de la identidad individual apela a la crisis de la diferenciacin; por su parte del discurso que plantea la proliferacin de tribus neo locales enfatiza la crisis de la alteridad. A simple vista, cada modelo podra ser una fase de un mismo proceso, o puede ser resultado de la sobreabundancia que caracteriza a la modernidad tarda y que produce efectos contrastantes y contradictorios. Yo prefiero pensar que ante un nuevo modelo de interaccin social revolucionado por las tecnologas y los alcances del mercado global, que multiplica los repertorios y contenidos de las culturas, y que transforma las coordenadas (temporales y espaciales) que nos permiten anclar y situar las identidades, lo que est en juego no es la crisis de identidad, sino por el contrario la revaloracin de la necesidad de apropiacin reflexiva de los procesos de identificacin, que plantean la bsqueda urgente de regenerar el sentido del yo social y de encontrar, por distintas vas, nuevas respuestas a la pregunta de quin soy en relacin con los dems.

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