SCP 003-13 Non Bis in Idem
SCP 003-13 Non Bis in Idem
SCP 003-13 Non Bis in Idem
SALA PLENA
Expediente:01430-2012-03-AIC
Departamento:La Paz
Concluye indicando que, la decisión final del recurso de revocatoria presentado contra la
Resolución Sancionatoria 10-00026-12 de 25 de julio de 2012, depende de la declaratoria de
inconstitucionalidad de la norma cuestionada, para evitar así la aplicación de una doble
sanción por un mismo hecho.
I.2.Admisión y citación
Por AC 0726/2012-CA de 30 de agosto de 2012 (fs. 125 a 129), la Comisión de Admisión del
Tribunal Constitucional Plurinacional revocó la Resolución 29-00023-12 de 13 de agosto de
2012, cursante de fs. 86 a 95, pronunciada por Mario Cazón Morales, Director de la Autoridad
de Fiscalización y Control Social del Juego (AJ) y admitió la acción, disponiendo se ponga la
misma en conocimiento del Presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Alvaro
Marcelo García Linera, en su condición de personero del Órgano que generó la norma
impugnada, a objeto de que pueda formular los alegatos que considere pertinentes, diligencia
que se realizó el 8 de octubre de 2012 (fs. 167).
Mediante memorial cursante de fs. 326 a 332, Álvaro Marcelo García Linera, en su calidad de
Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y Presidente de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, respondió lo siguiente:
a)En el caso particular de la sanción administrativa prevista por el art. 28.I.2 de la Ley 060, el
legislador ha adoptado una sanción única compuesta por dos elementos, uno principal (multa)
como emergencia de la violación de la normativa vigente y otro secundario (comiso de bienes)
como un elemento del “Iuspolitiae”, por razones de seguridad (precautelando la seguridad
ciudadana) y salubridad (prevención de las ludopatías).
b)La Ley 060 tiene por objeto, tal como lo dispone en su art. 1, establecer la legislación básica
de los juegos de lotería y de azar, instituir la Autoridad de Fiscalización y Control Social del
Juego y crear tributos de carácter nacional a esta actividad, esta legislación básica, determina
un régimen sancionador, mismo que establece situaciones especiales por las que la
administración del juego impondrá sanciones determinadas, cuando corresponda, ante la
omisión o transgresión de sus determinaciones. Siendo esto así, queda claro que la función de
la administración y la disposición de un sistema sancionatorio es pertinente y en coincidencia
constitucional, ya que el régimen sancionatorio de la administración pretende garantizar los
fines que se han dispuesto para la propia administración y en consecuencia para el propio
Estado.
c)El régimen sancionatorio debe devenir de una Ley, requisito cumplido por la Ley 060,
cumpliéndose también con el requisito de tipicidad.
d)Existen cuatro situaciones de derecho que plantea el art. 28.I.2 de la Ley 060:
1)En los casos de los juegos de lotería y azar la norma restringe la actividad discrecional y
admite sólo aquella actividad que se entienda en el ámbito de la legalidad o que se encuentre
tutelada por ella, además se señala que la sanción no sólo comisa la maquinaria no autorizada
sino que multa al infractor, pues al haber actuado al margen de los postulados que la norma
exige, es lógica la búsqueda de la composición de parte de la administración a la omisión, que
en este caso, es la multa a fin de garantizar la vigencia del orden público, con esto queda
desvirtuada cualquier pretendida inconstitucionalidad, puesto que la sanción es única con dos
efectos, el comiso y la multa.
3)La licencia es la autorización que da el Estado a una persona natural o jurídica para la
realización de una determinada actividad, en el caso de los juegos de lotería y de azar, las
casas de juegos no podrán operar entre tanto no cuenten con el permiso legal -la licencia para
hacerlo-, la contravención a esta disposición constituye una infracción a las disposiciones
normativas que justifican la vigencia de las normas de orden público.
4)El Estado está en la obligación de cuidar y regular los juegos a ser autorizados, velando
además por su coincidencia con la moral y las buenas costumbres, como parte del vivir bien
que a su vez es uno de los valores que establece la Constitución Política del Estado. Además la
salud, constituye una obligación positiva del Estado, por ello, cualquier actividad relacionada
con la lotería y el azar, para ser legal, debe cumplir con el requisito de la permisión legal
expresa, por tanto, el bien que se tutela jurídicamente es constitucional.
II. CONCLUSIONES
II.2.Se establece que por Acta de Decomiso Preventivo - JLAS, de 30 de mayo de 2012, se
dispone el decomiso preventivo de treinta y seis máquinas tragamonedas y/o medios de juego
no autorizados por la AJ, así como accesorios correspondientes a Wilfredo Salgado Antonio,
declarándose la infracción por: i) Instalación de máquinas o cualquier otro medio de juego sin
autorización de la AJ; ii) Utilización de máquinas u otros medios de juego que se activen u
operen con dinero de curso legal nacional o extranjero; y, iii) Desarrollo de actividades de
juegos no permitidos o prohibidos por la Ley 060 (fs. 14).
II.5. Mediante memorial presentado ante el Director Ejecutivo de la AJ, Wilfredo Salgado
Antonio, presenta recurso de revocatoria contra la Resolución Sancionatoria 10-00026-12, y al
mismo tiempo, interpone acción de inconstitucionalidad concreta (fs. 71 a 77 vta.).
II.6. Por Resolución Administrativa (RA) 29-00023-12 de 13 de agosto de 2012, la AJ, resuelve
rechazar la acción de inconstitucionalidad concreta por ser manifiestamente infundada y en
consecuencia, ordena la remisión en consulta de la citada decisión ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional. Asimismo, ordena proseguir con el proceso sancionador de
acuerdo a lo establecido en el art. 112.II.1 de la LTCP (fs. 86 a 95).
Ley 060 de Juegos de Lotería y Azar de 25 de noviembre de 2010, en su art. 28.I.2, cuyo
contenido normativo dispone lo siguiente:
(…)
II.Nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho. La rehabilitación en
sus derechos restringidos será inmediata al cumplimiento de su condena.
(…)
II.El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones.
(…)
4.El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos
(…)
7.Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o
absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país.
En mérito a los ejes temáticos antes señalados, infra se desarrollará la debida argumentación
jurídica a efectos de verificar la compatibilidad o en su caso, la contradicción de contenido de
la norma cuestionada en relación a las disposiciones del bloque de constitucionalidad
invocadas en la presente acción de inconstitucionalidad concreta.
Con la finalidad de desarrollar una coherente argumentación jurídica, debe señalarse que el
bloque de constitucionalidad, se encuentra disciplinado por el art. 410.II de la CPE, disposición
que en su tenor literal establece lo siguiente: “La Constitución es la norma suprema del
ordenamiento jurídico boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición
normativa. El bloque de constitucionalidad está integrado por los Tratados y Convenios
Internacionales en materia de Derechos Humanos y las normas de Derecho Comunitario,
ratificados por el país…”.
Asimismo, de manera taxativa, el art. 117.II de la CPE, establece que: “Nadie será procesado ni
condenado más de una vez por el mismo hecho…”, reconocimiento constitucional que acorde
con los postulados del sistema interamericano de protección de derechos humanos, plasma
expresamente la garantía del ne bis in ídem.
En teoría constitucional, los principios de rango constitucional, son postulados directrices que
hacen posible su aplicación en todos los ámbitos de la vida jurídica, configurándose por tanto
como elementos guías de interpretación, con la misión de fundamentar el orden jurídico,
supliendo así los vacíos existentes en el sistema jurídico.
Lo precedentemente expuesto, hace evidente la triple faceta que configura a los principios, los
cuales tienen tres funciones específicas: a) Una interpretativa; b) Una fundamentadora del
orden social; y, c) Una supletoria.
En efecto, los principios tienen una función interpretativa por tener una aptitud suficiente de
dirección y orientación para su aplicación específica de las normas. Así, los principios generales
del derecho tienen aptitud suficiente para interpretar todos los actos de la vida social, “…
porque hacen posible que el interprete seleccione entre todos los sentidos posibles que pueda
tener un acto jurídico (normativo o no), aquel que sea más acorde con los principios generales
del Derecho; obligación que, si no es cumplida, podrá ser exigida jurídicamente por quien se
vea afectado por el acto incorrectamente interpretado…”. En ese orden, se debe establecer
que los principios determinan las fronteras de lo jurídico, así como también sus fuentes, su
rango respectivo y los requerimientos que las normas deben cumplir para respetarlos; su
método de interpretación, y la manera de complementarlas.
Los principios tienen también una función supletoria, ya que por su naturaleza directriz e
informadora del orden jurídico, a través de la labor hermenéutica, servirán para cubrir vacíos o
indeterminaciones normativas, brindando un alcance acorde con el orden constitucional
imperante.
Por lo señalado, debe colegirse que el principio del ne bis in ídem o de prohibición de
juzgamiento múltiple por el mismo hecho, cumplirá en el Estado Plurinacional de Bolivia, una
función interpretativa, fundamentadora del orden social y supletoria.
En el orden de ideas señalado, para que este principio cumpla las funciones antes
mencionadas, es imperante establecer su alcance dogmático para delimitar luego los
elementos constitutivos de su “nucleo duro”; por tanto, corresponde indicar que este aforismo
latino que significa “no dos veces de lo mismo”, en un Estado Constitucional de Derecho,
encuentra fundamento en el ejercicio del ius puniendi, que se plasma en un poder punitivo,
cuya génesis es el ius imperium como presupuesto esencial de toda sociedad jurídica y
políticamente organizada, en ese orden, debe precisarse que el ius puniendi en los estados
contemporáneos y en particular en el Estado Plurinacional de Bolivia, es único y se manifiesta
tanto en el ámbito penal como en el de la potestad administrativa sancionatoria, cuyo ejercicio
entre otros, se sustenta, en los principios de legalidad, tipicidad, culpabilidad, proporcionalidad
y del ne bis in ídem.
En este orden, el ejercicio del ius puniendi tanto en el ámbito penal como para el ejercicio de
la potestad administrativa sancionatoria, en el Estado Constitucional de Derecho, encuentra
límites específicos en los principios antes señalados, siendo uno de ellos inequívocamente el
principio ne bis in ídem ya que éste por su naturaleza jurídica es informador del orden social,
configurándose por esta razón como una barrera de contención para el ejercicio del poder
estatal, en ese orden, debe establecerse que el ejercicio de los dos ámbitos antes señalados,
no puede afectar el “nucleo esencial” de la prohibición de doble juzgamiento por el mismo
hecho, por lo que en este estado de cosas, corresponde precisar que los elementos
componentes de esta esfera rígida de la prohibición antes señalada, está conformada por dos
aspectos esenciales:
1)El componente material, garantiza el derecho a no ser sancionado dos o más veces por la
infracción del mismo bien jurídico.
2)El componente procesal, en mérito del cual, nadie puede ser sometido a doble juzgamiento
dos o más veces por un mismo hecho, por tanto, en base a este elemento, se garantiza la
prohibición de juzgamiento ex novo bajo una calificación jurídica diferente de los mismo
hechos.
En efecto, los aspectos antes señalados, al configurarse como elementos constitutivos del
principio ne bis in ídem, por el carácter informador que cumplen en el régimen constitucional
los principios tal como se señaló precedentemente, inequívocamente deben ser materializados
en el ejercicio del ius puniendi tanto en el ámbito penal, cuanto en la potestad administrativa
sancionatoria, por tanto, dicha prohibición al ser también una garantía constitucional
sustantiva, genera su directa justiciabilidad, en situaciones en las cuales, se pretenda afectar
cualquiera de los componentes antes descritos en concurrencia del “factor identitario”.
En efecto, la garantía constitucional sustantiva del ne bis in ídem, que a su vez se configura, tal
como se dijo como derecho fundamental y principio constitucional, será oponible frente al
ejercicio del ius puniedi, cuando concurra dicho factor identitario, es decir, en circunstancias
en las cuales, se pretenda aplicar una doble sanción o un doble juzgamiento cuando exista
identidad de persona, identidad de hecho e identidad de fundamentos.
En el marco de lo señalado, debe precisarse que la identidad personal, se configura como una
verdadera garantía individual, en virtud de la cual, en relación a la persona natural o jurídica
contra la cual se ejercicio el ius puniendi en el ámbito penal o en la potestad administrativa
sancionatoria, no puede ser objeto de una paralela o posterior persecución penal o
administrativa.
La identidad de hecho, responde a una igual circunstancia fáctica y no así a una identidad de
calificación jurídica, por esta razón y siguiendo la visión del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos Humanos que tiene una perspectiva más extensiva de aquella
plasmada en el PIDCP, se ha superado el criterio del non bis in ídem por el del ne bis in ídem,
tal cual se desarrolló en el Fundamento Jurídico III.3 de la presente Sentencia.
En el marco de lo señalado, cabe precisar que García de Enterría, ha definido a las sanciones
como “un mal inflingido por la administración al administrado como consecuencia de una
conducta ilegal”.
En efecto, las multas coercitivas, no tienen una naturaleza sancionatoria, sino por el contrario,
cumplen la finalidad de constreñir al cumplimiento de actos o resoluciones administrativas, en
otras palabras, la teleología de las multas coercitivas, es la autotutela ejecutiva de la
administración, fin diferente al perseguido por la potestad administrativa sancionatoria a
través de las denominadas sanciones administrativas.
Asimismo, debe precisarse que las medidas de policía tienen la finalidad de resguardar y
asegurar bienes jurídicos de interés general, para cumplir así con los fines constitucionalmente
encomendados al Estado, por tanto, el deber de resguardo y tutela destinada al fin antes
señalado, no tiene como génesis la potestad administrativa sancionatoria, por cuanto, no
pueden equipararse las sanciones administrativas con dichas medidas.
Para Carretero Perez, esta figura tiene por finalidad la consecución del buen orden en el uso de
los bienes públicos, así como velar por el cumplimiento estricto de las leyes y disposiciones
complementarias.
Al respecto, el TCE, en la STC 7204/2007 de 2 de octubre, indicó en cuanto a este tema: “La
diversidad en el objeto de cada una de estas figuras jurídicas permite que en sede de una
misma persona sean perfectamente acumulables una sanción administrativa y una policiva”.
Por lo mencionado, se evidencia y concluye que las sanciones administrativas tienen una
función punitiva, mientras que las medidas de policía buscan la prevención de un daño en los
bienes de interés general y servicios públicos.
En mérito a todo lo mencionado, es menester precisar que las multas coercitivas, las medidas
de policía y la revocación de autorizaciones, licencias y caducidad de concesiones
administrativas, tienen una génesis diferente a las sanciones administrativas, por tanto,
pueden ser acumulables entre sí, sin que ello implique afectación del principio ne bis in idem.
III.6.La irradiación del contenido esencial del principio ne bis in ídem en su faceta material al
ejercicio de la función legislativa
Con el objeto de desarrollar una coherente argumentación jurídica, es imperante señalar que
el modelo de Estado diseñado para el Estado Plurinacional de Bolivia, sustenta y legitima el
ejercicio del poder, a través de la asunción de la teoría contemporánea de la “fractura del
poder”, en virtud de la cual, la Norma Suprema en su parte orgánica -que en sus bases
ontológicas responde a la parte dogmática de la Constitución-, distribuye competencias
específicas para el ejercicio del poder entre los cuatro órganos reconocidos por la Constitución,
postulado a partir de la cual, la Asamblea Legislativa Plurinacional, ejerce roles legislativos; el
Órgano Ejecutivo, ejerce roles reglamentarios, de administración y ejecución; el Órgano
Judicial ejerce roles jurisdiccionales propios de administración de justicia y el Órgano Electoral,
ejerce atribuciones de índole electoral propias del sistema democrático imperante.
En el marco de lo mencionado, considerando que el principio del ne bis ín idem, tal como se
señaló en el Fundamento Jurídico III.4, tiene una función fundamentadora del orden infra-
constitucional, se colige por tanto que en mérito al contenido esencial de dicho principio en su
ámbito material, la función legislativa encomendada a la Asamblea Legislativa Plurinacional,
debe garantizar el derecho a no ser sancionado dos o más veces por la infracción del mismo
bien jurídico, en ese orden, debe establecerse también que las multas coercitivas, las medidas
de policía y la revocación de autorizaciones, licencias y caducidad de concesiones
administrativas, tienen una génesis diferente a las sanciones administrativas, por tanto, en el
ejercicio de la función legislativa pueden ser acumulables entre sí, sin que ello implique
afectación del principio ne bis in ídem en su cause material.
En ese orden, debe precisarse que este ámbito de ejercicio de control de constitucionalidad,
que puede ser activado a través de la acción de inconstitucionalidad abstracta o concreta,
tiene la finalidad de verificar que toda norma de carácter general, sea coherente y responda en
su contenido al bloque de constitucionalidad imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia, a
cuyo efecto, una vez aperturado este ámbito de control de constitucionalidad, el Tribunal
Constitucional Plurinacional, deberá a la luz de una coherente argumentación jurídica y en el
marco de pautas específicas de interpretación constitucional, desarrollar el correspondiente
test de constitucionalidad.
En efecto, el parágrafo primero del art. 28 se configura como la calificación jurídica disciplinada
por esta disposición, en mérito de la cual, expresamente se señala que constituyen
infracciones, las transgresiones a las disposiciones contenidas en esta Ley.
Asimismo, la tercera parte de la norma desglosada, al establecer una multa de UFV's 5000.-
(cinco mil unidades de fomento a la vivienda) por máquina o medio de juego, se configura
como una sanción administrativa tipificada por ley expresa.
Por lo expuesto, la medida de policía disciplinada en el art. 28.I.2 de la Ley 060, no tiene
génesis en la potestad administrativa sancionatoria, sino en el cumplimiento de un fin esencial
del Estado plasmado expresamente en el art. 9.2 de la CPE, razón por la cual, no puede
equipararse a una sanción administrativa.
El art. 410.II de la CPE, señala que: “La Constitución es la Norma Suprema del ordenamiento
jurídico boliviano y goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa…”, precepto
a partir del cual, debe ser desarrollado el principio de interpretación “desde y conforme a la
constitución”; asimismo, en virtud al art. 14.IV y 256.I y II de la CPE, se establece la disciplina
constitucional de la pauta “desde y conforme al bloque de convencionalidad”, criterios a partir
de los cuales, debe operar el fenómeno de constitucionalización del ordenamiento jurídico,
para que toda norma infra-constitucional, en su contenido, responda a los postulados tanto de
la Constitución como del bloque de constitucionalidad en los términos ya desarrollados en el
Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, en este
contexto, al haberse desarrollado una descomposición de contenidos del art. 28.I.2 de la Ley
060, corresponde en este estado de cosas, realizar el test de constitucionalidad de la
disposición cuestionada, a la luz de las dos pautas de interpretación antes señaladas, para
establecer su conformidad o en su caso su incompatibilidad con las normas supremas
invocadas en la presente acción.
Por tanto, en el orden de ideas señalado, se tiene que el art. 117.II de la CPE, establece
taxativamente que nadie será procesado ni condenado más de una vez por el mismo hecho.
Asimismo, en el marco del sistema universal de protección de derechos humanos, el art. 14.7
del PIDCP, en su tenor literal establece: “Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito
por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y
el procedimiento penal de cada país”; por su parte, el Sistema Interamericano de Protección
de Derechos Humanos, en un reconocimiento en su tenor literal mucho más extensivo, a
través del art. 8.4 de la CADH, establece que el inculpado absuelto por una sentencia firme no
podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos, aspecto que implica el
reconocimiento expreso de la garantía de “ne bis in ídem”.
Asimismo, mediante memorial presentado ante el Director Ejecutivo de la AJ, Wilfredo Salgado
Antonio, presenta recurso de revocatoria contra la Resolución Sancionatoria 10-00026-12 de
25 de julio de 2012 y al mismo tiempo, interpone acción de inconstitucionalidad concreta; (fs.
71 a 77 vta.); asimismo, por Resolución Administrativa 29-00023-12 de 13 de agosto de 2012,
la Autoridad de Fiscalización y Control Social del Juego -AJ, resuelve rechazar la acción de
inconstitucionalidad concreta por ser manifiestamente infundada y en consecuencia, ordena la
remisión en consulta de la citada decisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Asimismo, ordena proseguir con el proceso sancionador de acuerdo al art. 112.II.1 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP); (fs. 86 a 95); finalmente, por AC 0726/2012-CA de
30 de agosto de 2012 (fs. 125 a 129), la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional
Plurinacional revocó la Resolución 29-00023-12 de 13 de agosto de 2012, cursante de fs. 86 a
95, pronunciada por Mario Cazón Morales, Director de la AJ y admitió la acción; por tanto, en
un análisis de fondo de la denuncia de inconstitucionalidad formulada, en mérito a toda la
argumentación desarrollada en la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se
establece la constitucionalidad del art. 28.I.2 de la Ley 060, por su compatibilidad plena con los
arts. 115.II y 117.II de la CPE y arts. 8.4 de la CADH y 14.7 del PIDCP.
POR TANTO
No interviene la Magistrada, Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez por ser de voto disidente, y
el Magistrado Tata Gualberto Cusi Mamani, por encontrarse con baja medica y en su suplencia
legal firma el Magistrado Dr. Macario Lahor Cortez Chávez.
PRESIDENTE
MAGISTRADA
MAGISTRADA
MAGISTRADO
MAGISTRADO
MAGISTRADA