Ezequiel Ander Egg
Ezequiel Ander Egg
Ezequiel Ander Egg
CAPITULO 1
1. Realidad y conocimiento
2. La relación sujeto-objeto
3. La validez del conocimiento o los criterios de verdad
4. La producción del conocimiento
5. Las formas del saber: saber cotidiano y saber científico
6. Saber doxa y saber episteme
7. Supuestos del conocimiento científico
8. Nocion de ciencia
1. Realidad y conocimiento
Por el solo hecho de vivir, el hombre entra en relación con la realidad. Esta es una evidencia que
bien puede servir como punto de partida y de base de nuestro análisis. Pero apenas intentamos
profundizar en ella, o lo que es lo mismo, problematizarla, otra serie de cuestiones aparecen en
nuestro horizonte de reflexión como problemas o interrogantes
El hombre existente esta inserto en la trama de la realidad. Pero ¿Qué es la realidad?. La realidad
es simplemente “lo dado”; “lo existente”. Y lo existente a sus vez es complicadamente la totalidad
de aquello con que el hombre se relaciona o puede relacionarse en su devenir; es el mundo en
toda su riqueza ontológica. Tambien es por tanto –según esta afirmación- “lo que puede existir y
“lo que ha existido”
Lo que para este curso de introducción a la investigación social conviene enunciar como
fundamento de posteriores desarrollos es la doble dimensión en que esa realidad se manifiesta.
Digamos como aproximación preliminar, que el hombre y la humanidad se hacen en esa practica
socia – en este sentido constituye un aspecto esencial del hombre – Por ello aparecen dos
aspectos inseparables como expresión de la practica social: las relaciones del hombre con la
naturaleza y las relaciones del hombre entre si. ¿Cómo se expresan estas relaciones? Existe una
forma fundamental: la actividad productiva por medio del trabajo, ya que las relaciones con la
naturaleza y con los hombres son fundamentalmente relaciones de producción. Y como en estas
relaciones a los largo de la historia se han presentado antagonismos, la lucha de clases aparece
como otra forma de practica social. Pero hay más: tmabien la ciencia, el arte y la moral son formas
de practica social Los conocimientos científicos surgen de esa práctica, aunque no solo de la
práctica: el hombre interroga la realidad desde un determinado marco referencial y da respuestas
no ajenas a ese marco. Pero en las respuestas sin las pruebas de verificación que da esa práctica,
no pueden consideradas como tales. El arte por su parte, expresa un modo de actividad humana,
de aprehensión estética de la realidad. Y por lo ultimo la moral como estilo o modo de
relacionarse entre los hombres, es también una práctica que se origina en las condiciones
materiales de existencia.
Tenemos pues que el hombre concreto es un ser en situación relacional con la realidad. Ahora
bien ¿Cuál es el modo de esa relación? La práctica social nos pone de relieve tres modos de
relación del hombre con la realidad:
Pero no basta dilucidar las formas de la realidad ni considerar al hombre implantado en esa
realidad. Estos hechos nos enfrentan a otro problema ¿Cómo son las relaciones del hombre con la
realidad? La respuesta a esta cuestión condiciona toda la problemática de la metodología de la
investigación social.
Como la realidad no es constantemente igual a si misma, sino esencialmente dinámica – el ser real
es permanente devenir – las relaciones entre los hombres y de estos con la naturaleza se dan en
un proceso dinámico. El ser humano inserto en el tejido socio-natural es un ser en devenir. Todo
el problema de la metodología de la investigación consistirá fundamentalmente en resolver el
problema de como captar el movimiento de las cosas cuya forma hecha no es mas que una
configuración transitoria.
Por otro lado, la ciencia –para ser tal- tendrá que descubrir el movimiento, las leyes del
movimiento y consistira en “aprehender” ese devenir. En síntesis: la realidad es dialéctica, en
consecuencia el método para “aprehender” esa realidad, la perspectiva desde la cual estudiamos.
Ha de ser concordante con ella. El enfoque dialectico de los problemas no es, entonces, una
opción a priori o simplemente ideologica sino una necesidad derivada de la naturaleza misma de
las cosas.
2. La relacion sujeto-objeto
Por último y como derivados de los problemas de las relaciones del hombre con la realidad y las
formas de relacionarse con la realidad, se nos plantea el problema de la relación cognoscitiva. La
cuestión de la relación sujeto-objeto es un problema básico de la teoría del conocimiento y
decisivo en la formulación de las ciencias y las tecnologías sociales. La relación entre estos dos
miembros es el punto de partida de toda teoría del conocimiento.
No hay pensamiento ni conocimiento sin la exterioridad de aquel que conoce. Sin embargo
¿puede el sujeto ponerse frente a la realidad con total prescindencia de ella? ¿el sujeto se
desenvuelve con total independencia del objeto? ¿Hay un dualismo entre el sujeto y el objeto?
¿todo lo que no es sujeto constituye objeto de conocimiento? ¿el conocimiento tiene su centro de
gravedad en el sujeto o en el objeto? Estas son algunas de las cuestiones que el debate actual
trata de responder, sin embargo, a efecto de este trabajo podemos introducir sintéticamente el
tema del siguiente modo:
Deciamos que el hombre no escapa de la realidad por el especulación filosófica o científica; en
consecuencia, el sujeto esta siempre implicado en esa realidad. En cuando sujeto, el hombre nace
y se desarrolla en una matriz sociocultural de ahí que la creatividad, la producción del
conocimiento y aun el trabajo son expresiones sociales o si se quiere son un producto histórico.
Sim embargo el hecho de que el hombre – el sujeto cognoscente – este implicado en la realidad
no significa que la sociedad y la naturaleza se reflejen mecánicamente en el pensamiento y que el
pensamiento sea totalmente pasivo frente a la realidad. El hombre por sus modos de trabajar, de
conocer y de ser, es capaz de trascender las circunstancias, aunque estas siempre constituyen un
condicionamiento.
Y aquí se nos plantea una nueva cuestión: si el sujeto está implicado en la realidad ¿hasta qué
punto es posible conocer sin actuar? – Esta manera de comprender las relaciones del hombre con
la realidad (naturaleza y sociedad) y la mediación de los modos de conocer, nos lleva a un nuevo
nivel en nuestro análisis: la dicotomía del conocer y el actuar, de la teoría y la practica o bien la
dualidad sujeto-objeto parecen ser supuestos inadecuados para el abordaje de la realidad. Por el
contrario, el conocer y la ciencia se nos aparecen como insertos o como parte de las formas y de
las relaciones del hombre con la realidad. Sujeto-objeto no están solamente uno frente al otro: se
implican y se exigen mutuamente. Constituyen momentos dialecticos de un mismo proceso.
Esta forma de comprender al hombre en su relacion con la realidad no es habitual. El ponerse
en esta perspectiva exige con frecuencia una ruptura con los modelos tradicionales de conocer en
los cuales la razón humana ocupa el centro y las leyes y categorías mentales se convierten en
categorías y leyes del ser. Nos cuesta mucho incorporar un modelo con preeminencia del ser
sobre el pensamiento, habituados como estamos a atribuirle al pensamiento un papel
predominante en el conocimiento.
Como resulta bastante claro en este análisis, el problema del conocimiento esta para nosotros
estrechamente ligado al problema de la realidad o para ser mas precisos de como nos
relacionamos con esa realidad. Aquí a modo de conclusión del problema de las relaciones sujeto-
objeto, resumiremos la cuestión en dos proposiciones:
El conocimiento parece ser la resultante de unas interacciones que se producen a medio camino
entre el sujeto y el objeto y por tanto que dependen de ambos al mismo tiempo, pero a causa de
una indiferenciación completa y no de unos intercambios entre formas distintas (Jean Piaget)
Si la realidad es punto de arranque del pensamiento. Al tiempo que existe una unidad
dialéctica y dinámica entre el ser y el conocer. Tal criterio puede sintetizarse en los siguientes
enunciados:
No se dirime la validez de un conocimiento por una apreciación subjetiva – una validación dentro
del pensamiento mismo – sino por los resultados de una práctica. Pero como todo pensamiento
está vinculado o condicionado a una situación contextual, los criterios de verdad están
relativizados de acuerdo a las diversas culturas y a los códigos de civilización subyacentes.
Las formas de conocimiento según esta premisa están ligadas a las formas del ser social, lo que
equivale a afirmar que el sujeto que conoce no se separa de su existencia objetiva y ello
condiciona la producción del conocimiento.
Nuestra tesis no va más allá de esta afirmación. De ningún modo sostenemos que el pensamiento
sea un “reflejo” de la realidad material. Si esto fuera así el pensamiento seria puramente pasivo,
un simple epifenómeno de la realidad social, incapaz de actuar transformadoramente sobre ella.
En este caso las ciencias fisiconaturales y las ciencias sociales serian furgón de cola de la realidad,
pero nunca germen de nuevas realidades. La historia nos revela más que suficientemente que no
es así (*)
Sin embargo, ciertos resabios de la tesis epistemológica del “pensamiento como reflejo de la
realidad” han conducido a una visión mecanicista de las relaciones entre la realidad (naturaleza y
sociedad) y la producción de conocimientos. Según esta tesis, los conocimientos quedan
reducidos a ser simples mecánicos o fotográficos de la realidad. Tal concepción, con frecuencia
ligada a formulaciones dogmáticas, hoy ha sido totalmente desechada.
Retomamos nuestro discurso: la realidad es la base y el punto de partida de las ideas: el
conocimiento es producto de condiciones históricas: el objeto influye sobre el sujeto, este asimila
y se modifica con esta influencia pero a su vez también actúa sobre el objeto. Estos son puntos de
coincidencia para toda una amplia corriente de pensamiento contemporáneo. Las diferencias
provienen cuando damos un paso mas y nos planteamos de manera más especifica la articulación
de la producción de conocimientos con la base material de la sociedad o bien la correlación entre
el proceso social y el proceso mismo de las ciencias.
Según nuestro modo de ver el problema en este momento, podríamos resumir nuestro
pensamiento en lo siguiente: el enraizamiento del sujeto en las condiciones de su sociedad y el
carácter histórico de la producción científica nos revelan un triple condicionamiento del
conocimiento en cuanto producto cultural:
La situación contextual
Los marcos referenciales apriorísticos
Los factores personales (o ecuación personal)
En suma: todos los conocimientos están relacionados con determinados contextos, el modo de
conocer depende de la posición del sujeto cognoscendente dentro del ámbito social. Esto
indudablemente conduce a una relativización del conocimiento o mejor todavía de los criterios de
verdad.
Puestos en la perspectiva de las tareas propias de la investigación social y habida cuenta de lo que
ya hemos examinado acerca de que el conocimiento no se produce prescindiendo del contexto,
cabe formularse cuatro preguntas:
1 ¿Desde dónde se conoce? Esto incluye desde la biografía personal, la posición de clase, el país
donde se vive, la institución desde la que trabaja, la coyuntura política, la situación económica,
etc.
2¿Cómo se conoce? Es decir, desde que a priori científicos e ideológicos se aborda la realidad.
3¿Con que se conoce? O sea que instrumentos o procedimientos operativos se van a utilizar para
abordar la realidad que es motivo de estudio y las categorías y conceptos con los que se “lee” la
realidad.
Todos los hombres poseen mayores o menores conocimientos según el grado y modo de
participación en la totalidad de la cultura. En todos los hombres existen saberes, pero por las
formas o tipos de conocimientos pueden discernirse dos modos principales:
El saber cotidiano
El saber científico
Se sabe, pues, de manera natural por el solo hecho de vivir y se sabe científicamente cuando
existe disposición de conocer con arreglo a ciertos procedimientos.
Saber Cotidiano
Su contenido es “la suma de todos nuestros conocimientos sobre la realidad que utilizamos de
un modo efectivo en la vida cotidiana y del modo más heterogéneo (como guía para las acciones,
como tema de conversaciones, etc.). Existe – añade Heller en otra parte de su ensayo- un
“determinado mínimo de saber cotidianos” ¿Cuál es ese mínimo? Pues la “suma de los
conocimientos que todo sujeto debe interiorizar para poder existir y moverse en su ambiente”
Según las épocas y los estratos sociales, cambia el contenido y extensión del saber cotidiano.”
Este saber cotidiano se caracteriza por ser superficial, no sistemático acrítico. Cuando decimos
que es superficial no es en el sentido frívolo, insustancial o ligero, sino de que se conforma con lo
aparente, con lo que comprueba en el simple pasar junto a las cosas. Se expresa en frases como
“porque me lo dijieron” “porque lo vi” “porque lo leí” “porque todo el mundo lo dice” para este
tipo de conocimiento el criterio de evidencia inmediata es suficiente.
Decíamos que también es a-critico, puesto que apoyado solo en la evidencia inmediata, solo
percibe la epidermis de la realidad. Los conocimientos del saber vulgar pueden ser verdaderos o
no, lo cierto es que la pretensión de serlo no se plantea de una manera crítica o reflexiva. Como
ya se dijo, es un conocimiento que está a nivel de certeza sensorial, o sea, un saber que puede
decir acerca de lo que pasa, pero no porque pasa lo que pasa.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que en nuestra época, el saber cotidiano esta
penetrado por el saber científico. Se trata de algo reciente que se ha verificado paralelamente a la
difusión de los medios de comunicación de masas. “El saber cotidiano acoge (o puede suceder
que acoja) ciertas adquisiciones científicas, pero no el saber científico como tal. Cuando un
conocimiento científico caía en el pensamiento cotidiano, el saber cotidiano lo asimila
englobándolo en su propia estructura”….estos saberes científicos están implicados “en el
pragmatismo del pensamiento cotidiano…hay informaciones y conocimientos científicos que
forman parte de la cultura”
Saber Científico:
En su práctica social el hombre se enfrenta a una serie de problemas que no puede resolver con
los conocimientos corrientes, ni por sentido común. Por otro lado, para el hombre que
“naturalmente desea saber” como decía Aristóteles, no le basta la captación de lo externo, ni el
sentido común, puesto que existen fenómenos que no se captan en el solo nivel perceptivo. Es
preciso superar la inmediatez de la certeza sensorial del conocimiento vulgar y espontaneo de la
vida cotidiana; hay que ir más allá del conocimiento ordinario. Este salto – que no supone una
discontinuidad radical en lo que hace a la naturaleza, pero si en cuanto al método – conduce al
conocimiento científico.
Entre un tipo de saber y otro hay una separación que no es cualitativa sino de grado; lo
diferenciador no está dado por la naturaleza del objeto de estudio, sino por la forma o
procedimiento de adquisición del conocimiento. Entre uno y otro tipo de conocimiento no hay
“ruptura” radical en lo que hace a contenido, tema, sustancia o verdad. Sin embargo, hemos de
advertir que esta afirmación solo es validad para el campo de las ciencias humanas (al menos en
su estado actual de desarrollo). En las ciencias físicas y químicas existe una “ruptura” entre el
conocimiento vulgar y el conocimiento científico. Volviéndolo al solo ámbito de las ciencias
sociales diremos que el corte o diferencia radical reside fundamentalmente en que el saber
científico se obtiene mediante procedimientos metódicos con pretensión de validez, utilizando la
reflexión sistemática, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada.
Para esta búsqueda se delimita el problema que se estudia, se diseña la investigación, se preveen
medios e instrumentos de indagación y se procede a un análisis e interpretación de todo lo
estudiado. En Suma: el conocimiento científico es resultado de una tarea de investigación que se
vale del método científico.
Ni la veracidad ni la naturaleza del objeto conocido, son notas esenciales que distinguen uno y
otro conocimiento, lo que las diferencia es la forma de su adquisición, el modo y los instrumentos
del conocer. Saber, por ejemplo, que el rio Paraná se ha desbordado no constituye por cierto un
conocimiento científico. Aunque si puede ser un conocimiento verdadero y comprobable. Afirmar
pues que la ciencia es el único camino de acceso al conocimiento y a la verdad no es más que una
expresión el fetichismo cientificista. Por otra parte, un mismo objeto – una montaña – un cultivo,
una determinada comunidad o las relaciones entre padres e hijos – puede ser motivo de
observación tanto de un científico como de un “hombre de la calle”
Una segunda critica está dirigida a los trabajadores sociales y sociólogos que utilizan estas
distinciones , pero que no pasan nunca un nivel de pautas operativas que sirvan para investigar o
para actuar. No digo que esta distinción deba ser abandonada, pero con este esquema se ha
trabajado a un nivel de teorización que no sirve, porque en metodología la abstracción sin
referencias operativas conduce a la elaboración de “metodologías” o de libros sobre “métodos”
que apenas tienen eficacia práctica, cuando no producen un verdadero caos y “cacao” mental en
quienes desean hacer uso de ellas. Se trata solo de una digresión que es una invitación a la
reflexión; no es un análisis critico de esta distinción, sino del modo como lo están usando algunos.
Esta distinción entre el saber doxa y el saber episteme, nos parece más fundamental que la
distinción ya tradicional entre el conocimiento vulgar y el conocimiento científico. El antecedente
más lejano lo encontramos en Platón, pero hoy esta distinción ha sido retomada por una de las
más profundas pensadoras contemporáneas. Agnes Heller.
Por el contrario la episteme “no constituye nunca un saber relativo a una sola cosa sino que es
un saber sobre una cosa en relación con otras cosas (conjunto). Esta actitud no es práctica, sino
teóretica. Conocer un fenómeno en el plano de la episteme no significa simplemente poder
reaccionar ante él (o bien saberlo producir) sino conocer la conexión que lo liga a otros
fenómenos, captar el puesto que ocupa en el sistema de otros fenómenos…”
Mientras la doxa, como el saber cotidiano, es idemostrable e irrefutable en sus datos y preceptos,
la episteme – como saber de la ciencia – posee un doble sistema de referencia. Por un lado (sus
verdades) deben ser validas en la realidad (praxis) y por otro deben ser situables dentro de un
determinado sistema cognoscitivos.
El conocimiento científico, como ya se explicó, va más allá del conocimiento ordinario, desborda
la apariencia y trata de indagar las causas de los hechos que considera. En otras palabras:
pretende alcanzar la esencia y las leyes de los fenómenos y los hechos. Para ello se estructura
sobre algunos supuestos:
El conocimiento es posible; este es principio que da por sentado tanto el hombre común como el
científico.
Existe un mundo objetivo y la realidad tiene una contextura independiente del conocimiento que
el hombre puede tener de ella
De esta realidad se puede afirmar algo de sus propiedades estructurales y relacionales que se
captan por una serie de procedimientos y por la imaginación e intuición del hombre.
Esta realidad es la base y el punto de arranque del conocimiento, en consecuencia el
conocimiento científico queda acotado al terreno o ámbito de la realidad.
Como la realidad es devenir, la esencia del conocimiento científico ha de ser descubrir los hechos
y fenómenos en el devenir de la realidad.
El conocimiento científico procura establecer una conexión universal de los fenómenos.
Para que el conocimiento tenga carácter científico, es necesario elaborar instrumentos que
garanticen y controlen la validez de los conocimientos adquiridos.
A la luz de estos supuestos, los conocimientos no aislados, sino incorporados a un sistema,
constituyen una ciencia. Examinemos ahora brevemente que se entiende hoy por ciencia.
8. Noción de Ciencia
El termino ciencia deriva etimológicamente del latin “scire” que significa “saber” “conocer”. Pero
el verbo latino “scire” más que al saber alude a una forma de saber y a la acumulación de
conocimientos.
Para llegar a lo que hoy denominamos ciencia, existe un largo camino de siglos que nacen con
la curiosidad por conocer y problematizar (hacer problemática) algún aspecto de la realidad. En
esta larga búsqueda podemos señalar tres hitos fundamentales: la mitología y la magia, el
conocimiento racional autónomo y la experimentación. Existen, pues siglos de preocupaciones y
de actividades humanas que bien pueden llamarse precursoras de la ciencia.
Con la mitología y la magia – en cuanto intento de explicación de aquello que se tiene interés
en comprender – comienza el primer esbozo precursor de la ciencia. Una y otra dan respuesta –
en la forma que en esas circunstancias es posible – a los interrogantes que los hombres se
formulan en ese momento. La magia en cuanto conducta destinada a obtener la realización de los
deseos. Mediante la “coerción” sobre las fuerzas y seres sobrenaturales y los mitos en cuanto
narración con pretensiones explicativas, son las primeras y más elementales formas de respuesta.
Más tarde (siglo VI a de J.C) cuando las colonias griegas de las costas de Asia Menor entraron
en contacto con las culturas que poseían conocimientos y saberes técnicos (por ej: la astronomía
babilónica y la arquitectura egipcia). Buena parte de las explicaciones míticas entraron en crisis. La
mitología ya no sirvió para enfrentarse y responder a los nuevos problemas y realidades se
confrontaban; los griegos arrinconaron las viejas explicaciones y trataron de desvelar la realidad
(aletehia, verdad, significa literalmente des-velar) ¿Qué hicieron? Quitar los velos del mito
utilizando la razón o logos.
La crítica a los mitos y a las practicas mágicas constituyo un avance hacia la superación de
explicaciones mitológicas. Como resultado de todo esto surgió una actitud nueva – amitica y
racional – de abrirse al conocimiento de las cosas. Aunque con muchos prejuicios y con
pervivencias míticas, la acumulación de observaciones permitió las primeras formulaciones
precursoras de la ciencia: estas fueron las nociones de geometría, astronomía, física y química
formuladas por los antiguos, con anterioridad a los presocráticos. Las leyes de la palanca, las
referentes a las temperaturas de fusión y de la caída de los cuerpos, fueron las primeras
formulaciones científicas. Se trataba de juicios de la clase si (acontece…) siempre (se da…)
Como respuesta a estas preocupaciones en el siglo V a de JC. Aparece en el mundo helénico el
conocimiento racional autónomo. Su aporte más original fue el echar a andar la razón. A usar la
razón, que a través de un esfuerzo especulativo, comenzó a buscar la explicación de los primeros
principios y causas. Una parte de la humanidad, algunos hombres, comienza a seguir “la via de la
razón” como la única que da acceso a la verdad. Y en este que hacer intelectual. Aparece – como
forma de conocer por la razón – el proceso de abstracción mediante el cual se formulan
conceptos universales y necesarios que trascienden los hechos particulares de las experiencias de
la vida cotidiana obtenidos directamente por los sentidos.
Los griegos consideraron dos dimensiones de la ciencia: una teórica y otra práctica, pero
enfatizaron la primera de ellas. Fueron los árabes quienes, apoyados en el conocer griego, se
preocuparon por la “aplicación” de la ciencia en su función practica y en su carácter utilitario.
Con Bacon se inicia una tradición de acumulación de datos, de observaciones y de formulación
de hipótesis; ya no se razona discutiendo argumentos de autoridad, se está atento a la lectura de
la realidad. Este proceso culmina a fines del Renacimiento (siglo XVI) con Galileo y Newton y da
lugar a la aparición de la ciencia en el sentido moderno de la palabra. Cuyas notas fundamentales
son su carácter racional y empírico. Como criterio de validación del conocimiento. Los argumentos
de autoridad ceden paso a la verificación empírica. La observación, la recolección de datos, la
experimentación, la confrontación de enunciados con la realidad a que hacen referencia.
Constituyen algunos de los ingredientes esenciales de la ciencia experimental. Esto es la
acumulación de un proceso, como decíamos, pero es al mismo tiempo el punto de partida de la
ciencia moderna a cuyo asombroso desarrollo asistimos en nuestra época.
El renacimiento y el humanismo crean el clima adecuado para la irrupción y desarrollo de la
ciencia. Al superar las tendencias a la especulación abstracta y al dogmatismo propios del
medievo. Ya no se trata de hacer especulaciones, sino de observar directamente los hechos. Las
fuentes de la ciencia, no vienen dadas por argumentos de autoridad, sino por principios y leyes
que se deducen de la realidad.
Tres inventos comienzan a influir para un cambio de vida y forma de civilización; la invención
de la imprenta y la posibilidad de publicar libros, lo que va a originar una creciente circulación de
las ideas y una mayor comunicación intelectual tanto en intensidad como en cantidad. Por otra
parte, la invención de la pólvora, no solo significa un cambio en la importancia y significación de la
caballería, sino también una nueva utilización de la fuerza de la naturaleza que no es ni la energía
hidráulica, ni la eólica, que el hombre había utilizado hasta ese entonces. Y por último el reloj, que
llevara a un nuevo modo de organizar la vida, más allá del ritmo de la naturaleza, que implica una
nueva forma de regular las actividades.
Desde el siglo XVII en adelante, ciencia y técnica se van ligando en una reciprocidad de
funciones cada vez más estrecha: la ciencia va dejando de ser una actividad puramente intelectual
en si y por si, un “conocer cosas” para ir adquiriendo cada vez una clara motivación orientada al
“hacer cosas”. Las técnicas, o sea, los instrumentos de las actividades prácticas, comienzan a ser
utilizadas para el adelanto de la ciencia. Galileo integra ciencia y técnica utilizando el telescopio
en las observaciones astronómicas, al mismo tiempo que confirmaba plenamente la teoría
copernicana mediante la verificación de los hechos.
Francis Bacon señalara la importancia de la estadística para el progreso de las ciencias y la
necesidad de la verificación empírica, rechazando todo aquello que no esté basado en la
experiencia. El empirismo de Bacon influirá decididamente en las nuevas formas de abordar la
realidad: la observación y la experimentación constituirán las principales fuentes de
conocimiento. Y todo aquello que no puede ser objeto de experimentación, será considerado
como prejuicio sin validez científica. Ya Brahe y Kepler habían adoptado esta nueva actitud
científica en la observación del firmamento. Servet y Harvey utilizan los métodos experimentales
en la investigación médica en los estudios de la circulación de la sangre. En física Galileo, Pascal y
Torricelli avanzan en la línea experimental, aunque Galileo, como antes Copernico, fue acusado
ante la inquisición. En la obra de Newton (Principal Mathematica Philosophiae Naturalis, 1686). Se
constituye la primera gran síntesis científica , que representa la culminación de todo un periodo
de tanteos y experimentaciones…La ciencia ya está consolidada.
De esta manera, se va franqueando otro umbral en la historia de la humanidad: en el siglo XVIII
desde la filosofía Kant prepara en espíritu el mundo de la ciencia y la tecnología, al poner el
acento en la importancia de la razón como fuente de conocimiento. El hombre fáustico que nace
en el Renacimiento, está por alcanzar su pleno desarrollo.
Definición de Ciencia:
Esta definición no pretende ser exhaustiva, ni suficiente, pero a nuestro juicio contiene las notas
esenciales de cualquier idioma.
Hemos esbozado de una manera esquemática el desarrollo de la ciencia desde los primeros
balbuceos bajo la forma de respuestas míticas y mágicas a los porques del hombre, hasta su
luminosidad y grandiosidad actual. Intentamos también una definición de ciencia. Pero no nos
hemos formulado ninguna pregunta acerca de los factores que explican el nacimiento y
desarrollo de la ciencia. Sin embargo una concepción correcta de la ciencia exige tener clara
esta cuestión. ¿se trata de un desenvolvimiento líneal y acumulativo de conocimientos
producidos por el deseo de satisfacer la curiosidad del hombre? O bien ¿es una respuesta a
necesidades concretas que el hombre confronta a través de la historia?
Dentro del desarrollo de cada ciencia es posible distinguir, como lo hace S. KHUN, dos
periodos; los que corresponden a lo que él denomina “ciencia normal” y los que caen bajo el
calificativo de “ciencia extraordinaria”. Durante los periodos normales “el avance de una
ciencia se realiza dentro del marco de un paradigma, cuando se deja el viejo paradigma o
matriz disciplinaria para sustituirla por otro, estamos en los periodos de ciencia extraordinaria.
La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición
de la ciencia normal, esta lejos de ser un proceso acumulación, al que se llegue por medio de
una articulación o una ampliación del antiguo paradigma.”
Digamos, para cerrar estas reflexiones, pero a la vez como punto de partida de
capítulos posteriores, que en la ciencia – cualquier ciencia – existe una secuencia propia del
trabajo científico que los epistemólogos suelen expresar del siguiente modo:
Problema>Hipótesis>Verificación empírica>ley>Teoría.
CAPITULO 2
1. Metodología
2. Método
3. Técnica
4. Características del método científico
5. Pasos principales del método científico
6. El abordaje científico de la realidad.
1. Metodología
Desde los comienzos del siglo XVII, los problemas metodológicos o para ser mas precisos, las
cuestiones concernientes a la metodología, comenzaron a adquirir importancia. En ese
entonces, como consecuencia de la gran expansión y progreso de las ciencias se hizo necesario
desarrollar nuevos procedimientos e instrumentos para hallar caminos de acceso a la realidad.
Por ellos, el problema que se planteó a algunas de las mentes mas lucidas de la época fue el
siguiente ¿Cómo hacer un abordaje científico de la realidad no distorsionado por factores
objetivos y subjetivos que dificultan o perturban el conocer?
Precisamente, fue este, uno de los problemas básicos que preocupo a Bacon y a Descartes
cuando plantearon la cuestión “del mejor camino para llegar a un conocimiento efectivo y a la
vez riguroso de la naturaleza” y para encontrar nuevos procedimientos e instrumentos que
fueran vías de acceso a la realidad. Bacon renueva el método de abordaje de la realidad: su
libro “Novum organum” constituye una doctrina que procura encontrar las vías mas seguras de
acceso a la realidad. De ahí que su autor lo llamase un “arg inveniendi”
Posteriormente, en Descartes, la duda como instrumento metódico fue una puesta en cuestión
de las vías tradicionales de abordaje de la realidad. Pero fue Galileo – siglo XVII- quien
inauguro lo que en sentido estricto hoy se denomina método científico. No tanto por lo que
escribió sobre el tema, sino por su modo de proceder en el estudio de la realidad. Bacon y
Descartes fueron quienes, con posterioridad, problematizaron las cuestiones concernientes al
método. Por primera vez de forma expresa y sistemática.
Para Bacon el método cientifico es un cojunto de reglas para observar los fenómenos e inferir
conclusiones. El método de Bacon es el inductivo.
La ciencia natural moderna nace al margen de estas fantasias filosóficas. Su padre, Galileo no
se conforma con la observación pura (teóricamente neutra) ni con la conjetura arbitraria,
Galileo propone hipótesis y las pone a prueba experimental. Galileo engendra el método
científico moderno pero no enuncia sus pasos ni hace propaganda por el. Acaso porque sabe
que el método de una investigación es parte de esta, no algo que pueda desprenderse de ella.
Actualmente los problemas metodológicos han ido adquiriendo un amplio desarrollo como
fundamentación teórica de los métodos, esto es, como “ciencia del método” y también como
estrategia de la investigación.
Toda metodología desborda los problemas propiamente metodológicos, pues lleva implícitas
“indagaciones de carácter gnoseológico, metafísico y aun de concepción del mundo”
En todas las ciencias básicas precedentemente señaladas son de gran importancia, siempre
que haya actividad científica real, como lo advierte Germani. De la respuesta que se de a estas
cuestiones depende de la estructura de la ciencia, sus límites, sus problemas, la conexión entre
estos, los métodos y naturalmente el progreso y los resultados científicos.
Durante Siglos muchas ciencias han trabajado sobre los mismos fundamentos hasta
que – como lo indicamos en el capitulo 1 – tiene lugar en su seno un cambio revolucionario. Y
el paradigma existente hasta ese momento es sustituido por otro nuevo.
Todas estas cuestiones referentes a los fundamentos revisten una gran importancia. Si la
sociología, por ejemplo, es todavía una ciencia inmadura e inquieta, es porque no ha
conseguido aun dar respuesta estable a estas cuestiones. Y también –aunque parezca
paradójico – porque se han gastado muchos esfuerzos y energías en las “cuestiones previas”
en lugar de hacer sociología. Se discutía como se debía hacer sociología. En efecto, todo esto
es útil cuando se aplica “a lo producido, al fruto de la experiencia científica, tal como se ha
dado y se esta dando en este momento. Se tratara siempre de un análisis crítico referido a un
cuerpo que ya existe, y que solo en tanto existe puede ser tomado como objeto. Ahora bien,
las discusiones epistemológicas que se realizan en ambientes intelectuales, en que existe ya
una tradición y una actividad científica real, que ha alcanzado cierto volumen y que sobre todo,
posee ya la capacidad de lo que podríamos denominar “desarrollo auto-sostenido” adquiere
un sentido completamente diferente del que suelen recibir en aquellos lugares donde, por el
contrario, la actividad científica concreta (productiva y no solo critica) no existe o es apenas
incipiente”
2. METODO
Si analizamos etimológicamente la palabra método vemos que deriva de las raíces griegas
meta y odos. Meta (hacia a lo largo) es una proposición que da la idea de movimiento y odos
significa camino. Por esto, en su estructura verbal, la palabra método quiere decir “camino
hacia algo” “persecución “o sea esfuerzo para alcanzar un fin o realizar una búsqueda. De ahí
que el método pueda definirse como:
Podemos establecer que de acuerdo con los distintos fines y de acuerdo con la naturaleza del
fenómeno o hecho a estudiar, caben diferentes métodos. Sin embargo, no hay que incurrir en
el error de pensar que para cada fin existe un método único: Si puede afirmarse en cambio que
entre todos los métodos hay uno que es más adecuado al fin propuesto. Tampoco debe
pensarse que los métodos son totalmente transferibles; los métodos de una ciencia se usan en
otras, o –puede decirse también- hay métodos que son válidos para diferentes ciencias.
Ahora bien la noción de método cubre varias significaciones. En primer lugar, se habla de
método en sentido filosófico. Se trata de la acepción mas general y global del termino y con el
se hace referencia al conjunto de actividades intelectuales que - con prescindencia de los
contenidos específicos – establece los procedimientos lógicos, formas de razonar, reglas, etc.
Que permiten el acceso a la realidad a captar. A este nivel se habla de diferentes métodos:
intuitivo, dialectico, trascendental, fenomenológico, semiótico, axiomático, reductivo,
genético, formalista, por demostración, por definición, inductivo, deductivo, analítico,
sintético, experimental, etc. Según las escuelas filosóficas, los métodos son reducidos a
algunos de los que acabamos de mencionar: hermenéutico, lingüístico, empírico-analítico,
fenomenológico y dialectico.
Digamos como otro aspecto del método – que este también debe condesarse con
ligado a un dominio especifico o particular, así se habla del método de la física, del método de
la biología, del método de la sociología. Y a nivel de las tecnologías sociales – del método o los
métodos del trabajo social, de acción social, de animación cultural, etc. Cada uno de estos
dominios comporta objetivos específicos y una manera de proceder que le es propia. La
aspiración de un método científico aplicable a todos los fenómenos es solo eso: una aspiración.
No obstante, puede afirmarse que los métodos están emparentados entre si y que existen
unos requisitos básicos a todo método que quiere ser científico.
Para una mejor comprensión de lo que son y no son los métodos, digamos que una vez
mas, ellos ayudan a una mejor utilización de los medios para acceder al conocimiento de la
realidad. A fijar de antemano una manera de actuar racional y eficaz, a operar sobre la misma
realidad y a evaluar los resultados de la acción, pero por si mismos no llevan al conocimiento, a
la acción mas eficaz, ni a la mejor manera de evaluar los resultados. Un método es una guía, un
camino, un modo de aproximación y no un conjunto de certezas apodícticas, ya sea en relación
con el conocimiento o las acciones concretas. Ningún método es infalible; y aun mas, es
necesario cambiar de método para el progreso científico. Si siempre se utiliza el mismo
debemos pensar en un estancamiento del conocimiento. En otras palabras, es lo que los
metodólogos expresan diciendo “que la relación método-objetivo”, “método-fin” no es
univoca sino aleatorias.
3. TECNICAS
El método no basta ni es todo: se necesitan procedimientos y medios que hagan operativos los
métodos. A este nivel se sitúan las técnicas. Estas, como los métodos, son respuestas al “como
hacer” para alcanzar un fin o resultado propuesto, pero se sitúan a nivel de los hechos o de las
etapas practicas que, a modo de dispositivos auxiliares, permiten la aplicación del método por
medio de elementos prácticos, concretos y adaptados a un objeto bien definido.
Después de lo dicho precedentemente, cabe preguntarse ¿Cuál es la relación que existe entre
método y técnica? Mientras las técnicas tienen un carácter practico y operativo, los métodos
se diferencian de ellas por su carácter mas global y de coordinación de operaciones. Estas se
engloban dentro de un método y, a la inversa, un método comporta el uso de diferentes
técnicas. Sin embargo, en la practica de determinadas tecnologías sociales, no siempre resulta
fácil delimitar claramente las fronteras que separan los métodos de las técnicas.
El modo de conocer y proceder que tiene la ciencia se a dado en llamar método científico. Ahora
bien, este método tiene algunas características que suelen considerarse esenciales. A
continuación señalamos las mas importantes, entendidas cada una de ellas en conexión y armonía
con las otras.
A) Es factico en el sentido de que los hechos son de su fuente de información y de respuesta. Sin
embargo, aun cuando siempre tenga una referencia empírica, el método científico va mas allá
de los datos empíricos, puesto que la interpretación de los datos se hace desde un
determinado marco o referente teórico que, a su vez, se apoya en supuestos meta-teóricos. A
estos supuestos unos los denominan ideológicos, otros filosóficos y algunos, códigos de
civilización subyacentes.
B) Transciende los hechos: si bien el método científico parte del conocimiento de los hechos
particulares; no se detienen en ellos: mediante un “salto del nivel observacional al teórico”,
los trasciende. El científico no se aleja de los hechos y fenómenos, pero los trasciende
problematizados, de modo que puedan ir mas allá de las simples apariencias. Se trata de
conocer, comprender y explicar los hechos, no describirlos. Según la conocía y repetida frase
de Huxley, “aquellos que renuncian a ir mas allá de los hechos raramente obtiene otra cosa
que los hechos”.
C) Se atiene a reglas metodológicas formalizadas (operaciones y procedimientos establecidos de
antemano), pero no por ello desecha la intuición y la imaginación.
D) Se vale de la verificación empírica para formular respuestas a los problemas planteados y para
apoyar sus propias afirmaciones; exigiendo una constante confrontación con la realidad que
lleva a la problematización aun de lo ya admitido. No cabe en el método científico lo que
Merlau-Ponty ha denominado el “dogmatismo común”; dicho en términos bachelardianos: el
sentido común refuerza la tesis del continuismo en las ciencias y constituye un obstáculo
epistemológico para el pensamiento científico. Todo enunciado científico tiene que ser
contrastado de algún modo por la experiencia… Un sistema empírico científico debe poder
ser refutado por la experiencia .
E) Esta permanente confrontación hace que el método científico sea además auto correctivo y
progresivo; es auto correctivo en cuanto que va rechazando, corrigiendo o ajustando las
propias conclusiones en la medida en que nuevos datos demuestran la existencia de algún
error u omisión . En este sentido, la ciencia se construye también a partir del error y avanza
cuando surge una nueva teoría que supera la teoría existente. Es progresivo ya que, al no
tomar sus conclusiones como infalibles y finales, esta abierto a nuevos aportes y a la
utilización de nuevos procedimientos y de nuevas técnicas.
F) Sus formulaciones son de tipo general: la cosa en particular o el hecho singular interesa “en la
medida en que este es miembro de una clase o caso de una ley; mas aun, presupone que
todo hecho es clasificable legal”. No se trata de que el método científico “ignore las cosas
individual o el hecho irrepetible; lo que ignora es el hecho aislado”, puesto que sus
enunciados son universales y expresan el comportamiento o relación que guardan
determinados fenómenos de una manera regular invariable.
G) Es objetivo en la medida en “que busca alcanzar la verdad fáctica”, independientemente de la
escala de valores y las creencias del científico. La objetividad non es como se venia diciendo
captar el objeto tal como es, con la certeza de que no existe ninguna distorsión por parte del
sujeto que conoce, y esto, entre otras cosas, porque en la realidad no existen objetos de
conocimiento sino hechos y fenómenos que se construyen. El hecho se conquista, construye
y comprueba.
5. Pasos principales del método científico
Fundamentalmente, el método científico consiste en establecer unas reglas o procedimientos
generales que aseguren una investigación científicamente significativa.