Derecho Internacional Publico 2023 - Bolilla 17

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DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 2023

UNIDAD 17: Derecho Internacional del Medio Ambiente

Noción y evolución del Derecho Internacional del Medio Ambiente. Fuentes


del DIMA: principios y obligaciones. Protección convencional y sectorial del
medio ambiente. Aplicación y justiciabilidad del DIMA.

 Noción y evolución del Derecho Internacional del Medio Ambiente

Si algún aspecto distingue a esta rama del derecho internacional,


tendríamos que mencionar su rápida evolución y además la impronta
interdisciplinaria que la distingue de otros casos. El constante deterioro del
ambiente natural en que vivimos los seres humanos, por su escala planetaria
y su incidencia en la vida sobre la tierra, está fuera de control y afecta a
todos los estados, incluidos los más desarrollados, cuyos sistemas
productivos han tenido bastante que ver con la progresiva degradación de la
naturaleza.

Al principio fue la sobreexplotación de la flora o de la fauna, luego la


deforestación para ampliar las superficies agrícolas, después la expansión
de las industrias de base (siderurgia, química, celulosa, petroquímica), los
gases emitidos por toda clase de transportes, la generación de energía
nucleo-eléctrica, la manipulación de desechos tóxicos, la desertificación, la
explosión poblacional en algunas regiones, la pobreza extrema, siempre las
guerras de cualquier intensidad, sin contar los desastres naturales cada vez
más frecuentes y peligrosos. Comprobada la estrecha relación entre
deterioro ambiental y crecimiento económico y la incidencia que ello tendría
en la estructura productiva de las economías desarrolladas, la confrontación
medio ambiente vs. de Antes y en paralelo al aumento de la preocupación
internacional, los estados mismos aceleraron la tutela nacional de sus
ambientes. Para ello fue necesario en muchos casos reformular las bases
institucionales, promoviendo reformas a las cartas magnas a fin desarrollo
se presentó como matriz del problema.

incluir artículos destinados a resguardar el “[...] derecho a un ambiente


sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las actividades presentes, sin comprometer las de
las generaciones futuras [...]”.
Los derechos nacionales desarrollaron un importante corpus normativo para
atender la problemática desde los ángulos constitucional, civil, penal,
administrativo, etc

Definición: “se trata de un conjunto de normas de derecho internacional,


que tiene por objeto el aseguramiento de la vida y la continuidad de las
especies que habitan el planeta, mediante la protección y preservación de
los ambientes naturales y de aquellos otros espacios a los que la vida se
puede proyectar”

 Fuentes del DIMA: principios y obligaciones

Tratados-Costumbre-Principios generales del derecho

Corresponde considerar en primer lugar, por la importancia que le


asignamos, el principio de cooperación internacional. El Principio 24 de la
Declaración de Estocolmo sobre el Medio Humano lo establece de la
siguiente manera: “Todos los países, grandes o pequeños, deben ocuparse
con espíritu de cooperación y en pié de igualdad de las cuestiones
internacionales relativas a la protección y mejoramiento del medio. Es
indispensable cooperar, mediante acuerdos multilaterales o bilaterales o por
otros medios apropiados, para controlar, evitar, reducir y eliminar
eficazmente los efectos perjudiciales que las actividades que se realicen en
cualquier esfera puedan tener para el medio, teniendo en cuenta
debidamente la soberanía y los intereses de todos los estados”.

Otro principio importante es el principio de responsabilidad incluido en el


nº 22 de la Declaración de Estocolmo: “Los estados deben cooperar para
continuar desarrollando el derecho internacional en lo que se refiere a la
responsabilidad y a la indemnización de las víctimas de la contaminación y
otros daños ambientales, que las actividades realizadas dentro de la
jurisdicción o bajo el control de tales estados causen a zonas situadas fuera
de su jurisdicción”

En función del avance que representó Río respecto de Estocolmo, surgió el


Principio 7 de responsabilidad común pero diferenciada debido a los
distintos niveles de poder de los estados; luego de mencionar la cooperación
con espíritu de solidaridad mundial, señala: “En vista de que han contribuido
en distinta medida a la degradación del medio ambiente mundial, los estados
tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas. Los países
desarrollados reconocen la responsabilidad que les cabe en la búsqueda del
desarrollo sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades ejercen
en el medio ambiente mundial y de las tecnologías y recursos financieros de
que disponen”.

El principio preventivo o precautorio fue desarrollado como recomendación


102 del Plan de Acción de Estocolmo. El Principio 17 de la Declaración de Río
lo conceptualiza del siguiente modo: “Deberá emprenderse una evaluación
del impacto ambiental, en calidad de instrumento nacional, respecto de
cualquiera actividad propuesta que probablemente haya de producir un
impacto negativo considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la
decisión de una autoridad nacional competente”.

En Estocolmo y Río fue motivo de especial atención la prevención de daños


que trascienden fronteras. En la primera declaración, el Principio 21 –que
algunos autores llaman „principio de principios‟ (Barboza, J. 2001:469)-
confirma el derecho soberano de los estados para explotar sus recursos
naturales y aplicar sus propias políticas ambientales, pero asegurando que
esas actividades no perjudiquen a otros estados ni perjudiquen espacios
fuera de las jurisdicciones nacionales, como alta mar. El principio de
prevención del daño transfronterizo, derivado del precedente, reconoce
antiguos precedentes y decisiones jurisdiccionales, está incluido en el nº 2
de la Declaración de Río, reproduciendo casi textualmente la fórmula de
Estocolmo bajo la óptica del desarrollo sustentable.

Una novedad introducida en la Declaración de Río, es el principio ‘el que


contamina paga’: “Las autoridades nacionales deberían procurar fomentar la
internalización de los costos ambientales y el uso de instrumentos
ambientales, teniendo en cuenta el criterio de que el que contamina debe, en
principio, cargar con los costos de la contaminación, teniendo debidamente
en cuenta el interés público, y sin distorsionar el comercio ni las inversiones
internacionales”.

Caracteres: Entre los caracteres, una nota específica del DIA es su


progresividad, que se percibe al analizar los principios que en el transcurso
de los últimos años se han aceptado con motivo de la actividad
intergubernamental en el marco de las Naciones Unidas, explicitándose en
las declaraciones y convenciones multilaterales que se citan en este trabajo.
Por eso se lo considera un derecho en formación, en constante evolución.
Hubo intentos de preparar un código internacional de derecho ambiental,
inspirados por instituciones científicas, universidades, fundaciones
integradas por científicos, dirigentes políticos, diplomáticos y expertos
internacionalistas, pero hasta la fecha no han prosperado.
Una nota implícita es su impronta interdisciplinaria, ya que el derecho
necesita de otras disciplinas para precisar los alcances que tendrán sus
disposiciones. Adviértase que el requerimiento de otros conocimientos
científicos no inhibe el debate político, según se aprecia -por caso- en el
control de la emisión de los gases fluorcarbonados o en lo relacionado al
aumento y control poblacional.

Es también, hasta el momento, un derecho que se expresa en planos


interrelacionados, en el sentido de que sus prescripciones se han ido
formando tanto por las acciones internas de los estados emitidas para su
autoprotección o para limitar su responsabilidad internacional por daños
ocasionados por acción u omisión, como por los acuerdos que en el
transcurso del tiempo se han ido suscribiendo a través de mecanismos
multilaterales.

Los principios de derecho internacional son normas de conducta que, poco a


poco, la comunidad de estados ha ido construyendo y respetando en un nivel
de amplitud geográfica y temporal tan importante que su inobservancia
resulta disvaliosa.

 Protección convencional y sectorial del medio ambiente

Entre los autores argentinos, Julio Barboza (2001, págs. 458 y ss.) realiza
una distinción en cuatro períodos. Un primer período en que la protección de
los recursos naturales constituía un tema particular de los estados. La
segunda etapa arranca con la convocatoria del ECOSOC de 1949, en la cual
la actividad de la ONU empieza a ser decisiva en materia de protección
ambiental, que concluye con la Declaración de Estocolmo sobre el Medio
Humano y la creación del PNUMA, ambas de 1972. Un tercer período
incorpora la concepción en relación con el desarrollo humano, habilitada en la
Cumbre de Río de Janeiro de 1992. Al cuarto tramo lo denomina “Protección
sistémica del ambiente humano”, cuya nota distintiva es un interés sistémico
de integración “[...] en el cual las preocupaciones ambientales se deberían
integrar, como tema de derecho y política internacionales, a todas las
actividades humanas”. En esta etapa nos encontramos y en ella ya está
comprometida toda la comunidad internacional: es el momento pues de los
instrumentos de regulación global.

Estos antecedentes demuestran además cómo la protección universal del


medio ambiente fue pasando paulatinamente de acuerdos entre dos o más
estados al multilateralismo de tipo general.
 Aplicación y justiciabilidad del DIMA.

Otra cuestión de importancia y complejidad que es necesario abordar en


esta parte, se vincula a la responsabilidad por los daños ocasionados
mediante actividades contaminantes. ¿Cuándo un daño ambiental genera
responsabilidad? ¿Qué entidad debe tener para ser considerado tal? ¿A
quién corresponde resarcir? ¿Qué criterio aplicar a los daños producidos
por actividades ilícitas? ¿y si son lícitas y acontecen en lugares ajenos a una
jurisdicción nacional?

La vieja fórmula del derecho romano non alterum laedere sigue estando en
la base de la responsabilidad, pues toda violación de una obligación legal
conlleva el deber de reparar los daños.

Adviértase de la definición parece apuntar a los daños inferidos a espacios


considerados patrimonio común de la humanidad, pero dado el principio de la
unidad del ambiente el daño puede repercutir en el territorio de cualquier
estado, que igualmente tendrá el derecho de pedir una indemnización. En la
segunda parte, el Proyecto alude al contenido, formas y grados de la
responsabilidad internacional, previendo la restitución en especie (art. 43),
la indemnización (art. 44) y la satisfacción (art. 45). El art. 52
-“consecuencias específicas”- considera compatibles esta última
(reconocimiento del daño moral) con las dos precedentes; en efecto, al igual
que una persona particular, el estado-en tanto entidad soberana- pude
sentir violados derechos subjetivos por deterioro de su medio ambiente.

María Luján Flores analiza la “responsabilidad absoluta” (en Rey Caro y


otros, 1999:22.7), generada por actividades lícitas aunque „ultrapeligrosas‟
(nuclear, transporte de sustancias tóxicas, caída de objetos espaciales,
etc.), de modo que constatado el nexo causal entre la actividad y el daño
habría responsabilidad por un hecho ilícito solo en caso de que el estado
incumpla la obligación de reparar. El estado es responsable en caso de que
se le pruebe no haber cumplido los recaudos que impone el deber de
vigilancia, ante las actividades de las personas físicas o jurídicas bajo su
jurisdicción. Teniendo en cuenta la evolución del DIA, queda claro que
cualquiera sea la actividad generadora del daño, la responsabilidad de los
estados hoy incide mucho el deber de prevenir y adoptar precauciones para
no afectar a sus residentes o a terceros estados.

Derecho humano:
El derecho a un ambiente sano se equipara a otros que se fueron imponiendo
paulatinamente. Por caso, el art. 1 de la Resolución 1.514 AG (XV) declaraba
que “la sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación
extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos
elementales” Esta manifestación, de diciembre de 1960, poco a poco impuso
al principio de libre determinación de los pueblos como un derecho humano.
Lo propio aconteció con el surgimiento de un derecho a la paz, del derecho
al desarrollo y por fin el derecho a un ambiente sano.

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