La Llanura Número 170
La Llanura Número 170
La Llanura Número 170
ARÉVALO—JULIO DE 2023
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Sonsoles Alonso
LA LLANURA de Arévalo.
Publicación editada por:
Juan C. López “La Alhóndiga” de Arévalo,
Asociación de Cultura y Patrimonio.
Avda. Emilio Romero, 14-B
05200 Arévalo
[email protected]
Número 170 - Julio de 2023
Diseño y maquetación:
“La Alhóndiga”, Asociación
Sonsoles Alonso
de Cultura y Patrimonio.
la llanura número 170 - julio de 2023 pág. 3
Javier Sánchez, Primer Premio de Poesía ros y Sanchonuño, y Voluntario y Formador en Cruz Roja
“Albaricoque de Oro, 2023” en Moratalla (Murcia). Española en Arévalo.
El escritor abulense, Javier Sánchez Sánchez, ha recibi- Es autor de numerosas publicaciones en antologías, re-
do el Primer Premio de Poesía “Albaricoque de Oro, 2023” vistas y prensa diaria en los géneros poético, narrativo y
en su LIII edición, el premio más longevo en la región de teatral.
Murcia. Miembro de “La Alhóndiga, Asociación de Cultura y
El galardón le ha sido concedido por una trilogía de poe- Patrimonio” (Arévalo), es redactor de la revista “La Lla-
mas bajo el título “¿Qué es poesía?”, en palabras del jurado nura” y guionista de recitales poéticos como “PoemaRío” o
por “ser una obra equilibrada, que representa bellas imá- “Lorca de memoria”.
genes, con versos estructurados y buen ritmo”. En cierto Sus reconocimientos en los ámbitos pedagógico, litera-
modo, este breve poemario se encuadra en la vuelta a las rio, musical y fotográfico superan la treintena, siendo este
formas clásicas que Javier Sánchez viene reivindicando en “Albaricoque de oro” uno de los más prestigiosos en su tra-
sus últimos trabajos. yectoria como poeta.
La obra viene a significar la poesía pura, las palabras La entrega de premios, “Albaricoque de Oro” en cate-
elegidas de entre todo el léxico castellano para hilvanar ver- goría adulta y “Albaricoque de Plata” en categoría infantil,
sos que definen a la propia poesía, ya sea como el agua que tuvo lugar el pasado domingo, día 2 de julio, en el Teatro
atrapamos en la corriente del río y nos deja su frescor, como “TRIETA” de Moratalla en cuyo evento también se dio co-
el calor del fuego que traspasa los poros de la piel o como el mienzo a las fiestas patronales de esta ciudad murciana.
aroma que dejan las flores que tuvimos en nuestras manos;
lo que permanece, en definitiva, de aquello que considera-
mos esencial para comunicar lo inefable: la esencia de la
esencia.
Javier Sánchez es Diplomado en Lengua Española y
Francés por la Universidad de Salamanca y Especialista en
Musicoterapia por la Universidad del País Vasco. Fundador
y miembro de varias asociaciones, además de su labor pe-
dagógica, se desenvuelve en la promoción de la cultura en
el medio rural, siendo autor del proyecto “Fontiveros, Villa
de la Poesía”.
Como director de teatro ha trabajado con grupos de
aficionados tanto en Fontiveros como en Arévalo (“El Cír-
culo”), y como autor ha sido reconocido en dos ocasiones
(2017,2019) con el Premio del Certamen de Teatro Breve
“Miguel Hernández” en Orihuela (Alicante) por obras in-
fantiles escritas para el grupo “Juglarines” de su centro es-
colar en Ataquines (Valladolid).
En su labor de investigador histórico ha realizado va-
rios trabajos sobre la historia de Fontiveros, como “Juan de
Salamanca, un fontivereño en la conquista de América” o
“El Convento de Nuestra Señora de Cardillejo de Francis-
canos Descalzos”.
Ha sido coordinador de numerosos recitales poéticos
como “Poesía viva”, “Verso libre” o “Brizna”; encuentros y
paseos poéticos, miembro del grupo “Alcaraván” de música Javier S. Sánchez
tradicional, pregonero en Pozaldez, Muñosancho, Fontive-
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limpieza. “arrastro”. A lo que los otros contesta- juego. Todo parecía haber terminado,
ron con sumisión triste y silencio elo- hasta que el contaje demostró que no
En las mesas, esperaban numerosos
cuente, depositando en la mesa sendos se había cubierto la subasta, que no
ancianos, que sin mostrar otro interés
naipes inoperantes. había conseguido lo apostado, y surgió
que el físico alzaron la vista, ante lo
extraño de mi presencia. Unos, solita- La canción entreabierta, por aquel una discusión airada, que desembocó
rios, leían el periódico, hacían cruci- caporal, trajo a mi cara una sonrisa y en el insulto y terminó levantando la
gramas o rumiaban sin más su soledad me situó en un contexto muy lejano. mesa… y a mí me recordó el refrán
a la espera de algo que la rutina de las Aquella canción me devolvía a un castellano que dice: “en la mesa y en
horas les trajera; otros, de dos en dos tiempo distante en que los allí presen- el juego se conoce al caballero”. Y en
agrupados, jugaban al ajedrez, y otros, tes sin reparar en ello, éramos jóvenes; mi cabeza se amontonaron recuerdos
en corros más numerosos, a las cartas. jóvenes en un tiempo tan diferente del infelices de violencia vivida jugando
Por el aspecto, ninguno bajaba de los actual en el que por no haberse inven- a las cartas: en Bilbao, en La Zarza;
setenta y el mayor, podía darle un gol- tado, ni se conocía la expresión “femi- y recordé a Goyo, un paciente de mi
pe fuerte a los noventa. Quizá por la nismo”; ni ninguno de los “ismos”, que consulta que me contaba cada vez que
hora, todos eran hombres; la mayoría la “ingeniería social” en una sociedad acudía a hacer uso de mis servicios,
de constitución oronda; orondez que se opulenta, ha traído para la confusión con la viveza de lo presente, una juga-
hacía prominente en el abdomen y era de nuestras desbordadas mentes. Un da, que terminó con la amistad de toda
como un canto agradecido a un “esta- tiempo en que, sin que siquiera fuera la vida con un amigo en una noche de
do de bienestar”, nunca soñado en su objeto de discusión, en aras de la liber- vacaciones de vuelta en su pueblo…
infancia. El clima era sosegado, silen- tad, pocas mujeres liberaban su mente ¡Venga, “chicos”! Autoritaria se di-
cioso y satisfecho, del que ascendía un, de prejuicios en tareas hasta entonces
rigió a la concurrencia, la lozana mu-
no molesto, tímido rumor. concebidas para hombres, y aspiraban
chacha, que gobernaba la estancia: “es
a ser amas de casa de la manera más
Oteado este horizonte, de paisaje y la hora de comer y tengo que preparar
hacendosa posible; que consistía en te-
paisanaje me acerqué a la barra, donde las mesas”.
ner su hogar en perfecto y permanente
una cuarentona, que sin ser guapa, bri- estado de revista y a sus maridos e hi- Disuelta la asamblea, y no satisfe-
llaba por su hermosura en aquel triste jos, limpios y aseados como la patena, cha, todavía mi curiosidad, pregunté
panorama de ancianidad. Le pedí un como embajadores al exterior, de su a la camarera si podía quedarme a co-
“corto” de cerveza, que me fue servi- exquisita probidad, en su noble condi- mer, a lo que accedió no si antes ad-
do con diligencia, y con la misma di- ción de madres y esposas. ¿Qué dirían vertirme, que es necesario apuntarse
ligencia, solicitado el importe, ya que las jóvenes de hoy, si la canción ini-
la joven, única asistenta del local, tenía de víspera, para saber con cuántos co-
ciada continuara su información: “se mensales contaría, pero que por ser el
que ausentarse para preparar la comida calientan ellas solas, viendo jugar al
ya cercana. Demandada la muchacha primer día me haría un hueco. Eran las
balón”… y más? Sólo pensarlo me dio dos de la tarde cuando comenzaron las
por el cuánto de la consumición, con escalofrío y devolví mi pensamiento al
premura me respondió: cero ochenta; comidas. Aquel día la programación
escenario del juego , donde la displi- ofrecía: Ensalada de garbanzos, de pri-
exiguo precio que aboné con exactitud cencia del comienzo por parte del due-
monetaria intentando evitar compli- mer plato; lenguadina, de segundo, y
ño de la subasta se había transformado de postre me ofrecieron la posibilidad
caciones. Con el vaso en mis manos, en violencia, resuelta en sucesivos pu-
como si del mejor néctar se tratase me de flan, cuajada, helado o fruta. No sé
ñetazos, sobre la mesa, que “mataban”
acerqué a una de las mesas donde cua- por qué se me antojó un helado. Y todo
las esperanzadas bazas alternas de los
tro jugadores, rodeados por otros tan- por siete cincuenta, bebida aparte.
otros jugadores; hasta que la expre-
tos mirones, dirimían sus diferencias al sión: “las diez de últimas” concluyó el José María Lara Sanz
juego en una partida de tute subastado.
Llegué en el momento en que se aca-
baban de repartir los naipes y cada uno
de los cuatro concentraba su atención
en las posibilidades cuantitativas que
la suerte en el reparto le había conce-
dido. Uno de ellos, el más joven de as-
pecto, que no cumplía ya los setenta,
rascándose la cabeza, para favorecer la
concentración, abstraído del ambien-
te que le rodeaba, mirando sus cartas
dispuestas en abanico y situándolas en
el lugar oportuno, reforzó su concen-
tración barbotando inconsciente una
procaz canción: “pa calentar las muje-
res ya no hace falta carbón”…, y reso-
plando, a renglón seguido, con seguri-
dad ofensiva, espetó al grupo: “ciento
veinte”; y soltó displicente una carta
del pinte sobre la mesa y la expresión
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rial de Industria y Comercio a revisar El hombre carraspeó un poco para ex- intuíamos, que a los políticos y a la ad-
la documentación, en el periodo se- plicarnos que la verdad es que era el ministración, les pone muy nerviosos
ñalado para ello en el correspondien- procedimiento habitual, que se hacía el que saquen a relucir sus vergüenzas
te Boletín Oficial, nos dijeron que no para acortar los plazos, que nunca ha- en público y más con las subvenciones
estaba disponible para nosotros, que bían tenido ningún problema, porque de la Unión Europea en juego. Sabían
nos identificamos como miembros de nadie venía a ver la documentación. que habían metido la pata y que los
ADECAB. Recuerdo que intentamos Nosotros le hicimos ver lo irregular de habíamos pillado en un acto irregular
hacer ver al trabajador público que nos la situación, y más tratándose de un es- e ilegal. Seguramente, tal y como nos
cerraba el paso, que eso no podía ser, pacio donde se podrían ver perjudica- hizo ver el jefe del Servicio Territo-
que el proyecto había aparecido en el das especies amenazadas y protegidas rial, antes las cosas se hacían así, es
Boletín y estaba en periodo de infor- tanto por la legislación nacional como decir, primero se disparaba y después
mación pública. Le enseñamos una por la europea. También le comenta- se preguntaba. Eran otros tiempos y
fotocopia del anuncio en el que podía mos que los cables eléctricos eran una aún rezumaba el rancio olor del opa-
leerse que cualquiera podría consultar de las causas más frecuentes de muerte co proceder de la dictadura franquis-
el expediente y presentar las alegacio- no natural de avutardas. Ante esto, se ta, no había nadie o casi nadie que se
nes que estimara oportunas. A lo que quedó un rato pensativo, antes de pre- atreviera a oponerse, a protestar. Eso
nos contestó que los expedientes de las guntar que cómo podían ser las avutar- de “calladito estás más guapo” se ha-
líneas de alta y media tensión solo po- das tan torpes de electrocutarse al po- bía utilizado tanto durante los cuarenta
dían revisarlos los instaladores profe- sarse en los cables. Recuerdo que tanto años anteriores que era una ley no es-
sionales o los agricultores implicados. Caco como yo sonreímos al hacerle crita. Y por lo que parecía, los cambios
Pedimos hablar con el jefe del Servicio ver su error y su ignorancia respecto a democráticos y de transparencia aún
Territorial. El administrativo se empe- la especie en concreto. Le explicamos no se habían instalado plenamente en
zó a poner nervioso cuando nos dijo que a una avutarda le resulta imposible las administraciones públicas que pre-
que no estaba. Le preguntamos que posarse en un cable pues al ser un ave ferían o añoraban un opaco proceder
cuándo podríamos hablar con él, nos que camina la mayor parte del día por amparado por una autoridad omnipre-
dijo que al día siguiente, que hoy esta- el suelo, la evolución le ha privado del sente. Chisss, no protestes, no lleves la
ba en Valladolid a tratar unos asuntos dedo posterior, por lo que solo tiene contraria al poder, calladito estás más
en la consejería. tres dedos hacia delante y, por tanto, guapo… Un par de años más tarde me
no tienen la capacidad prensil de otras lo volvieron a recordar, pero esta vez
Llamé al día siguiente por teléfono en Valladolid, en la Consejería de Me-
y pude hablar con el jefe del Servicio aves y no pueden sujetarse a un cable.
dio Ambiente y con pellizco en la me-
Territorial. Le hice ver que el día ante- Además, le contamos, ya entre risas,
jilla incluido. Pero a eso ya llegaremos
rior nos habían impedido ejercer nues- que de todas formas sería digno de ver
algo más adelante.
tro derecho a examinar una documen- a una bandada de veinte o treinta avu-
tación sometida a información pública. tardas posadas en un cable eléctrico, El caso es que la denuncia de los
Recuerdo que también le dije que lo pues, seguramente y debido a su peso, tendidos fantasmas siguió su curso,
podría haber denunciado y haberlo le harían tocar el suelo. Entonces le llegó al Tribunal de Justicia de Luxem-
hecho público a través de los medios explicamos que la causa de muerte no burgo a través de la SEO y fue acepta-
de comunicación, pero que había pre- es por electrocución al posarse en un da. Por lo que, imagino, que algunos
ferido hablar con él para intentar solu- cable y tocar con el ala el poste o el altos cargos anclados en el pasado
cionarlo por las buenas. El jefe me dio aislante rígido, sino por colisión pues, temblaron.
la razón y me invitó a revisar toda la debido a su tamaño y a su peso, tienen Luis José Martín
documentación. Así que, a la mañana poca capacidad de maniobrar ante el
siguiente, Caco y yo acudimos a Ávila obstáculo que supone un tendido, de
pensando que nos enseñarían el expe- manera especial, con poca luz, como
diente en el mismo mostrador donde al amanecer, al atardecer, con lluvia o,
el administrativo nos había impedido principalmente, con niebla, dado que
verlo. Pero no, al llegar, preguntamos en la zona en cuestión este fenómeno
por el proyecto y nos pasaron directa- atmosférico es muy frecuente y persis-
mente al despacho del jefe del Servi- tente.
cio. De la conversación, tranquila y re-
Al entrar en su despacho, nos salu- lajada, dedujimos que aquel funciona-
dó amablemente y nos señaló sobre una rio público, en realidad, no tenía ma-
mesa el deseado informe de los ten- licia en su forma de actuar, pues para
didos eléctricos fantasmas. Miramos él era algo nuevo el que unos jóvenes
todos los expedientes para comprobar locos quisieran enfrentarse a la admi-
que eran los que nosotros ya cono- nistración para defender a unos pájaros
cíamos y, efectivamente, lo eran. Re- torpes, según su apreciación. Luego
cuerdo que le preguntamos que cómo nos dijo que menuda la habíamos mon-
era posible que si esas instalaciones tado al sacar el asunto por los medios
eléctricas eran proyectos, tal y como de comunicación; por aquellos años,
aparecía en la documentación, llevaran la prensa, la radio y la televisión. Lo Luis J. Martín
levantadas desde hacía varios meses. que nos hizo comprender algo que ya
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“El Demonio de los Andes”. de día y de noche, y cuando era nece- conmemorativa que reza lo siguiente:
sario tampoco se acostaba ni dormía
Y por fin, según nos cuenta Adol- “EN HOMENAJE A TODAS
fo Yáñez en su libro Heterodoxos y más de cuanto, recostado en una silla,
LAS GENTES DE LOS ANTIGUOS
Olvidados, enfrentado junto a Gonza- se le cansaba la mano en que arrima- REINOS DE CASTILLA Y EN ES-
lo Pizarro a los ejércitos de Pedro La ba la cabeza. Fue muy amigo de vino; PECIAL A LOS HOMBRES Y MU-
Gasca, un 9 de abril de 1548, Carvajal tanto que cuando no hallaba de lo de JERES DE RÁGAMA QUE PARTI-
tuvo la mala suerte de que su fogoso Castilla, bebía de aquel brebaje de CIPARON EN LA EMPRESA DE
corcel “Boscanillo” cayese en un arro- los indios más que ningún otro espa- ESPAÑA EN INDIAS. En recuerdo
yo, quedando su voluminoso cuerpo ñol que se haya visto. Fue muy cruel también de Francisco de Carvajal (Rá-
atrapado bajo el animal, siendo de esta de condición; mató mucha gente por gama 1464 – Jaquijaguana 1548),
forma capturado. causas muy livianas, y algunos sin nin- legendario personaje llamado “El De-
guna culpa, salvo por parecerle que monio de los Andes”. Como maestre
Murió ahorcado. convenía así para conservación de la de campo de Gonzalo Pizarro, en la
Así nos le describe Agustín de Zá- disciplina militar, y a los que mataba Segunda Guerra Civil del Perú, fue un
rate en su obra Historia del descubri- eran sin tener de ellos ninguna piedad, magnífico estratega que junto a rasgos
miento y conquista del Perú: antes diciéndoles donaires y cosas de de valor y tenacidad comunes a otros
burla, y mostrándose con ellos muy capitanes de la conquista, hizo gala de
“Era hombre de mediana estatura, bien criado y comedido. Fue muy mal
muy grueso y colorado, diestro en las crueldad acompañada de un peculiar
cristiano, y así lo mostraba de obra y sentido del humor. ”
cosas de la guerra, por el gran uso que
de palabra.”
de ella tenía. Fue mayor sufridor de Juan C. López
trabajo que requería su edad, porque En su ciudad natal, junto al ábside Lecciones de Historia
a maravilla no se quitaba las armas de su iglesia mudéjar, hay una placa Radio Adaja. Mayo de 2011
De amapolas y aceras
Nuestros poetas Calientas, sol de ciudad impenitente
mientras surgen dos rojas amapolas,
La balada del preso locas e inconscientes se alzan solas
(Alcalde, Pedro Nicolás) y lluvia esperan este día, azul valiente.
Escrito en papel de estraza, Al hormigón, ancladas, imitan las laderas
entre las hojas de un libro, aunque ni ahora ni en tiempo venidero
unos versos encontré. llegaran a ser nunca aquel bello sendero
Era el poema de un preso las cuadradas losetas nombradas como aceras.
antes del amanecer: Os recuerdo de incipientes trigos rodeadas.
Por la Plaza del Real Os veo camino del arroyo, allí más rojas,
vuela una paloma blanca, sin miedo alguno de ser, como aquí pisoteadas.
del Palacio del Rey Juan, Qué amable el campo, os adorna con sus hojas
hasta el patio y la campana. por ser sencillas, ni estar de otro color ribeteadas,
Lleva en su pico prendido en silencio o entre ruidos estáis libres de congojas.
“el Bastón” de su ciudad. Pilar Pérez Merinero
Viento azul ha sorprendido
a su vuelo en soledad. Árbol entre dos muros
Por el arco de Alcocer, Sitiado entre dos noches
baja una paloma presa, el día alza su espada de claridad:
en las alas un cordel mar de luz que se levanta afilándose,
y en el cuello, cuerda gruesa. selva que aísla del reloj al minuto.
A la sombra del ciprés Mientras avanza el día se devora.
hay una paloma herida, Y cuando toca la frontera en llamas
lleva seis garras de halcón empieza a calcinarse. De tu nombre
por donde se va su vida. brotan la luna y su radiante armada,
Desde el balcón de la Plaza, islas que surgen para destruirse.
sangre roja, blanca pluma, Es medianoche a la mitad del siglo.
del Escudo hasta el reloj, Resuena el huracán, el viento en fuga.
del templete a la fachada, Todo nos interroga y recrimina.
atónito queda el ojo Pero nada responde.
y la garganta quebrada. Nada persiste contra el fluir del día.
Luceros que me delatan, Al centro de la noche todo acaba
última” hoz de la luna”, y todo recomienza.
rostros sobre las culatas, En la savia profunda flota el árbol.
¿por qué me miráis así? Atrás el tiempo lucha con el cielo.
Un preso escribió una balada El fuego se arrodilla a beber rescoldos.
antes del amanecer. La única luz es la que da el relámpago.
¡Río rojo, río rojo! Y tú eres la arboleda
¡Al alba…, reza por mí! en que el trueno sepulta su rezongo.
José Emilio Pacheco
J. Pedro González
América, no invoco tu nombre en vano
AMÉRICA,
no invoco tu nombre en vano.
Cuando sujeto al corazón la espada,
cuando aguanto en el alma la gotera,
cuando por las ventanas
un nuevo día tuyo me penetra,
soy y estoy en la luz que me produce,
vivo en la sombra que me determina,
duermo y despierto en tu esencial aurora:
dulce como las uvas, y terrible,
conductor del azúcar y el castigo,
empapado en esperma de tu especie,
amamantado en sangre de tu herencia.
Pablo Neruda
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