CÓMO PODEMOS RECONOCER LAS EMOCIONES Parte II

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¿CÓMO PODEMOS RECONOCER LAS EMOCIONES?

 
• Están acompañadas por reacciones fisiológicas: por ejemplo, sudoración, sensación de vacío en
el estómago, sequedad en la boca, cambios en el ritmo cardiaco y respiratorio, presión sanguínea,
tensión muscular, entre otros. 
• También están acompañadas de expresiones faciales como la sonrisa, el llanto, el ceño fruncido,
además de otras características del lenguaje corporal: forma de mover las manos, de caminar,
postura de los hombros, etc. 
• Están acompañadas de pensamientos que hacen un juicio de la realidad a partir de lo que se está
sintiendo. 
Por ejemplo, “ahora sí vamos a ganar”, “me tocó el peor equipo”, “qué buena amiga es Rosa”, “este
sitio me parece tenebroso”, “qué mala suerte tengo siempre”, etc. 

CONOZCAMOS MÁS NUESTRAS EMOCIONES 


Las emociones pueden ser primarias, secundarias y sociales. 
A su vez, también pueden ser positivas (agradables), negativas (desagradables) o neutras. Las
emociones primarias son innatas, naturales y automáticas. 
Nos ayudan a evitar el peligro, a tomar decisiones, a reaccionar inmediatamente frente a una
amenaza, así como a comprender a las y los demás. 
Están presentes en todas las personas y culturas y se reconocen en la expresión facial: alegría,
tristeza, cólera, miedo, sorpresa y asco. 
Las emociones secundarias derivan de las primarias. Por ejemplo, el entusiasmo, el placer y la
diversión son matices o variantes de la alegría, que es la emoción primaria. Del miedo provienen la
angustia, la preocupación, el horror y el nerviosismo. Y de la tristeza, se derivan la pena, la
soledad, el pesimismo, etc. Las emociones sociales son llamadas así porque, para manifestarse,
requieren de la presencia de otra persona. Son ejemplos de este tipo de emoción la vergüenza, los
celos, la indignación, la simpatía o la admiración. 
YO SÍ PUEDO CONTROLAR MIS EMOCIONES 
Existen situaciones en la vida en las que resulta difícil controlar nuestras emociones. Sin
embargo, .estas constituyen una oportunidad para aprender a mejorar nuestra capacidad de
autocontrol o autorregulación. Si somos constantes y vamos paso a paso, con calma, podremos
hacerlo.

¿Por qué se debe cuidar la salud emocional?


Conocer nuestra salud emocional nos permite buscar aquellas herramientas que nos ayuden a
alcanzar una adecuada autoestima y a tener una actitud positiva ante la vida, pilares que son
fundamentales para mantener nuestra salud mental. Varios factores influirán en el bienestar
emocional de las personas. La psicología positiva nos ayudará a buscar las emociones positivas de nuestro
cuerpo.
Factores en los que influye la salud emocional.
La salud emocional ejerce influencia en varios factores de nuestra salud, entre los cuales
hayamos:
El estilo de vida y los hábitos
Llevar a cabo unos hábitos dietéticos y de actividad física de forma saludable junto con un buen
descanso son los pilares básicos para mantener un estilo de vida adecuado, garantía de cuidado de
nuestro bienestar emocional.
La gestión del estrés
Las situaciones de la vida cotidiana nos brindan múltiples posibilidades de exposición a situaciones
de estrés que conviene combatirlas para evitar que se acaben convirtiendo en situaciones de
estrés crónico y prolongado en el tiempo. El mantenimiento del estrés puede repercutir de forma
seria en nuestra salud física y en la quietud de la salud emocional, tanto de la propia persona que
lo padece como de las que la rodean.
El consumo de sustancias adictivas como el tabaco y el alcohol
Ambos tóxicos suponen una amenaza para nuestra salud y están vinculados al estrés de forma
muy común, de tal manera que la aparición de conductas adictivas y el consumo de estos y otros
tóxicos también acaba repercutiendo a nuestro bienestar emocional y a su vez a nuestra salud
física y al estado de salud en su globalidad.
¿Qué más puede influir?
Si bien todo ello refleja que la salud emocional es capaz de proteger al estado de salud general,
mejorar la capacidad de recuperación de posibles enfermedades y de prevenir la aparición de las
mismas. Por todo ello, es fundamental cuidar nuestro físico y también nuestro interior, nuestras
emociones y las experiencias ligadas a ellas.
Otros elementos que pueden contribuir a nuestro bienestar emocional son:
El crecimiento personal
Cultivar la activación de nuestra mente, despertar nuestros intereses y aficiones, progresar en
nuestro conocimiento son buenas maneras de enriquecer nuestro crecimiento personal.
La actitud positiva frente al día a día
La aparición de pensamientos negativos como la frustración o de emociones menos favorecidas
como la ira o la rabia disminuyen la posibilidad de hacer frente a las adversidades del día a día con
una actitud positiva y una sonrisa esperanzadora, al mismo tiempo que nos dificulta el
mantenimiento de nuestro bienestar emocional.
¿Qué es la psicología positiva?
La psicología positiva nace con el objetivo de estudiar aquellos procesos que se dan en nuestro
cuerpo y en nuestro cerebro a través de la búsqueda de sensaciones y emociones positivas. Por
tanto, una actitud que huya del pesimismo supone una buena ayuda también para cuidar de
nuestra salud interior.

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