El Aborto

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

Penalizar el aborto no lo impide, sólo hace que sea menos seguro

Impedir a las mujeres y las niñas el acceso al aborto no hace que dejen de
necesitarlo. Es por ello que los intentos de prohibir o restringir el aborto no
consiguen reducir el número de abortos; lo que hacen es obligar a las personas a
someterse a abortos inseguros.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el aborto inseguro como “un


procedimiento para finalizar un embarazo no deseado realizado por personas que
carecen de la capacidad necesaria o que se lleva a cabo en un entorno donde se
carece de un estándar médico mínimo, o ambos”.

La OMS calcula que todos los años tienen lugar 25 millones de abortos
inseguros, la gran mayoría de ellos en países en vías de desarrollo.

A diferencia de los abortos legales, practicados por proveedores de servicios


médicos capacitados, los abortos inseguros pueden tener consecuencias fatales.
Tanto es así que los abortos inseguros son la tercera causa más habitual de muerte
materna del mundo y dan lugar además a cinco millones de discapacidades en gran
medida evitables, según la OMS.

El acceso al aborto sin riesgos es una cuestión de derechos humanos

El acceso a servicios de aborto sin riesgos es un derecho humano. Según el derecho


internacional de los derechos humanos, toda persona tiene derecho a la vida, a la
salud y a no sufrir violencia, discriminación ni tortura y tratos crueles, inhumanos
y degradantes.

El derecho de los derechos humanos especifica claramente que las decisiones sobre
nuestro cuerpo son sólo nuestras, principio que se conoce como “autonomía física”.

Obligar a alguien a mantener un embarazo no deseado o a buscar un aborto


inseguro es una violación de sus derechos humanos, incluidos los derechos a la
intimidad y a la autonomía física.

El acceso al aborto está, por tanto, esencialmente ligado a la protección y el respeto


de los derechos humanos de las mujeres, las niñas y las demás personas que
pueden quedarse embarazadas y a la consecución, por consiguiente, de justicia
social y de género.
Amnistía Internacional cree que toda persona ha de tener libertad para ejercer su
autonomía física y tomar sus propias decisiones sobre su vida reproductiva,
incluida la decisión de si tener o no hijos y cuándo. Es esencial que las leyes
relativas al aborto respeten, protejan y hagan efectivos los derechos humanos de las
personas embarazadas y no las obliguen a recurrir a abortos inseguros.

La penalización del aborto afecta, restringe y viola derechos humanos


fundamentales de niñas, adolescentes y mujeres
La falta de acceso a servicio de salud en condiciones de igualdad, dignidad y
seguridad para todas las mujeres en situaciones de embarazo no deseado
constituye una práctica discriminatoria en los términos del artículo 1 de la CEDAW,
que vulnera derechos únicamente de las mujeres. La omisión estatal de brindar a
las mujeres la posibilidad de ejercer sus derechos reproductivos tiene como
resultado anular el ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos
de las mujeres a la vida, a la salud, a la integridad física, psíquica y moral, a la
autonomía, intimidad, dignidad y a estar libre de tratos crueles, inhumanos y
degradantes. En palabras del Relator Especial Anand Grover “La promulgación o el
mantenimiento de leyes que penalicen el aborto puede constituir una violación de
la obligación de los Estados de respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a la
salud”.

La penalización del aborto tiene un impacto diferenciado en mujeres


pobres y jóvenes.
Las mujeres de nivel socioeconómico medio y alto acceden a una atención sanitaria
adecuada y segura y, en general, no sufren complicaciones postabortos. Las de
bajos recursos, en muchos casos adolescentes, se ven obligadas a practicarse
intervenciones en la clandestinidad y en condiciones sanitarias precarias. Los
índices más altos de mortalidad de mujeres causada por abortos se registran en las
regiones del Noreste y el Noroeste de nuestro país: regiones con elevados
porcentajes de pobreza119. Esta situación fue advertida en el Plan Nacional contra
la Discriminación: “las altas tasas de muerte por aborto son una expresión
lamentable de la discriminación de las mujeres de sectores más pobres”120. Otro
estudio demostró que la mayor cantidad de muertes se concentra en las más
jóvenes121. En el año 2000, los hospitales públicos del país registraron casi 80.000
internaciones por aborto clandestino de mujeres jóvenes. Del total, 15%
correspondieron a adolescentes y niñas menores de 20 años, y el 50% a mujeres de
entre 20 y 29 años
• Porque la mujer tiene derecho a elegir el momento en el cual desea tener un/a
hijo/a.
• Porque cuando una mujer toma la decisión de abortar, se hace responsable de su
persona.
• Porque es preferible que una mujer tenga un/a hijo/a bien cuidado/a, que a varios
abandonados. • Porque hay mujeres que no se sienten preparadas para tener
hijos/as.
• Porque cuando una mujer ha sido abandonada por su pareja, le es muy difícil
enfrentar su maternidad.

• Cuando el embarazo pone en grave peligro la vida de la madre.


• Cuando los médicos han comprobado que el/la bebé nacerá con malformaciones.
• Cuando el embarazo es resultado de una violación.
• Cuando una mujer que está con anticonceptivos, queda embarazada.
• Cuando el ser que está por nacer se encuentra contagiado de SIDA.
• Porque no existen programas de control de la natalidad al alcance de las mujeres.
• Porque si no se intercede al haber recomendación médica, se corre el riesgo de
perder dos vidas. • Porque ello evitaría muchas muertes provocadas por problemas
en el embarazo, partos prematuros o abortos clandestinos.

¿Las políticas restrictivas sobre aborto reducen las tasas de aborto?

Las restricciones al aborto no impiden que haya abortos. Múltiples


investigaciones demostraron que cuando se prohíbe o se restringe el aborto, la
cantidad de abortos no disminuye. Los abortos simplemente pasan a ser
clandestinos. Esto aumenta el riesgo de procedimientos inseguros y de que se
denuncie a las personas a la policía o se las procese penalmente en relación con
presuntos abortos.

La tasa de abortos inseguros es casi 45 veces mayor en países con leyes sobre
aborto sumamente restrictivas que en los países donde el aborto es legal y no
existen restricciones a esa práctica.

Las políticas restrictivas sobre aborto expulsan a las personas embarazadas que
intentan obtener abortos, sobre todo aquellas que viven en la pobreza en zonas
rurales, del sistema de salud y las obligan a recurrir a entornos inseguros y sin
regulación. La OMS también ha señalado que la falta de acceso a una atención del
aborto segura, asequible, oportuna y respetuosa, así como la promoción del
estigma asociado con el aborto, pone en riesgo de por vida el bienestar físico y
mental de quienes solicitan abortos.

También podría gustarte