Revista Psicopatologia y Salud Mental - Del Nino y Del Adolescente - MONOGRAFICO 4 ABUSO SEXUAL INFANTIL - January 2020.

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M

4 REVISTA DE
MONOGRÁFICO Nº 4 - ENERO 2020 - ABUSO SEXUAL INFANTIL
PSICOPATOLOGÍA
Y SALUD MENTAL Enero 2020

Revista de
Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y Monográfico Nº 4
su impacto en la funcionalidad del eje HHA
Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE ABUSO SEXUAL INFANTIL

psicopatología y salud mental del niño y del adolescente


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia
de abuso en menores de cinco años
Margarita Ibáñez

De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil
Montserrat Palau i Pujol

Características del abuso sexual infantil por representantes de la Iglesia Católica en España
Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

Conductas sexuales inadecuadas: Puerta abierta al abuso sexual infantil


Rosa Royo y Mª Carmen Gálvez

Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños,


niñas y adolescentes en el proceso penal
Raquel Raposo Ojeda

Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil


Hilda Botero

Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil


Naly Durand

Abuso sexual infantil como práctica desestructurante


Nancy de la Hoz

Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro


Alicia Beatriz Dorado de Lisondo

Enero 2020

La Fundació Orienta es una entidad proveedora de servicios de salud mental del


CatSalut de la Generalitat de Catalunya. Actualmente tiene concertados cinco
centros de salud mental infantil y juvenil y dos hospitales de día para adolescentes.
REVISTA DE
PSICOPATOLOGÍA
Y SALUD MENTAL
DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

1
Xavier Costa Jefe de Redacción
Núria Planas Secretaría
María José Muñoz Maquetación
Míriam Fuentes Promoción y Difusión
Josefina Martín Administración y Contabilidad

Traducción (Iinglés, Ffrancés, ITitaliano, Pportugués, Ccatalán):


Montserrat BalcellsIT, Miguel CárdenasI, Josepa CarrerasI, Xavier CostaI, Jordi FreixasF,
Mireia RamonI, Núria RibasI, Camille RiuF, Pilar TardíoF, Brenda TarragonaI, Elena VenutiIT y
Montserrat ViñasP

Revisión de textos: Stela BacaluI y Núria VidalC (SNL)

Publicación semestral

Edición y Publicación: Fundació Orienta


C/ Cardenal Vidal i Barraquer, 28 - 08830 Sant Boi de Llobregat (Barcelona)

Tel. +34 93 635 88 10


E-mail: [email protected]
Facebook: www.facebook.com/revistadepsicopatologia
Página web: www.fundacioorienta.com
En la página web pueden consultarse los sumarios y resúmenes de los números publicados hasta la fe-
cha, así como las normas de publicación y las condiciones para establecer canje o suscribirse a la revista.

La Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del adolescente publica los resúmenes también
en catalán en soporte a la lengua propia de Catalunya, donde la Fundación Orienta tiene su sede.

Impresión: AGPOGRAF. Impressors


ISSN: 1695-8691
Dep. Legal: 13716/2003

La opinión expresada en los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores.


La reproducción, utilizando cualquier método, de cualquier artículo de esta revista se tendrá que
solicitar previamente, por escrito, a la redacción.

La Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del adolescente está incluida en los índices
bibliográficos siguientes: ISOC-CSIC, Psicología y Sumarios ISOC; PSICODOC, del Colegio Oficial de
Psicólogos de Madrid; LATINDEX; COMPLUCOC, Universidad Complutense de Madrid, IBECS, de la
Biblioteca Nacional de Ciencias de la Salud del Instituto de Salud Carlos III y DIALNET.

2
CONSEJO DIRECTIVO
Alfons Icart (director). Psicólogo, Psicoanalista miembro de la SEP-IPA y Director de la Fundació Orienta.
Sant Boi de Llobregat (Barcelona).

Vocales:
Montse Balcells Psicóloga clínica y psicoterapeuta, Jefa de Servicio del CSMIJ Hospitalet
y Coordinadora de servicios de la Fundació Orienta.
Cayetano García-Castrillón Médico Psiquiatra y Psicoanalista Didacta de la Sociedad Española de
Psicoanálisis y de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Sevilla.
Rubén D. Gualtero Sociólogo. Ex Redactor jefe de la Revista de Psicopatología y Salud Mental
del niño y del adolescente. Barcelona.
Alberto Lasa Psiquiatra, Profesor titular en la Universidad del País Vasco y profesor asociado en la
Universidad de Deusto. Guetxo (Vizcaya).
Jorge Tizón Psiquiatra y Neurólogo, Psicólogo y Psicoanalista (SEP-IPA). Profesor del Institut Universitari
de Salut Mental de la Universitat Ramon Llull. Barcelona.
Àngels Martos Internista, Vicedecana de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de la Universitat
Internacional de Catalunya. Barcelona.

CONSEJO ASESOR Y LECTOR


Eulàlia Anglada (Barcelona) I Roque Prego (Santander) PI PSM
Alejandro Ávila (Madrid) I Noelia Reyes (Barcelona) I
Jordi Artigue (Barcelona) AP Emilio Rojo (Barcelona) 1P I
Marta Biempica (Barcelona) PSM Teresa Ribalta (Barcelona) A F
Teresa Brouard (Bilbao) PI A AR Núria Ribas (Barcelona) I
Lourdes Busquets (Barcelona) PI Víctor Ribes (Barcelona) I
Natalia Calvo (Barcelona) I Maria Jesús Rufat (Barcelona) I
Miguel Cárdenas (Barcelona) PSM Jaume Sabrià (Barcelona) PSM
Marc Dangerfield (Barcelona) A Luis San (Barcelona) AP
Sergi de Diego (Barcelona) E Eulàlia Sayrach (Barcelona) F AR
Mª Dolores Domínguez (Santiago) AP José Andrés Sánchez (Barcelona) 1P
Fernando Dualde (Valencia) F Assumpció Soriano (Barcelona) A
Marc Ferrer (Barcelona) I Brenda Tarragona (Barcelona) A
Anna Fornós (Barcelona) AP Mercè Teixidó (Barcelona) A
Míriam Fuentes (Barcelona) AR Carme Tello (Barcelona) PI
Pablo García (Granada) F PI Jorge Tió (Barcelona) A AR
Fernando González Serrano (Bilbao) A PSM Jordi Torner (Barcelona) PI
Carmen Grifoll (Barcelona) AP Llúcia Viloca (Barcelona) PI
Antònia Grimalt (Barcelona) PI
Laura Hernández (Barcelona) AR 1P
Guillem Homet (Barcelona) PSM Fernando Araos (Chile) AP 1P
Alfons Icart (Barcelona) F Graciela Ball (Argentina) AP
Ana Jiménez (Ciudad Real) A Hilda Botero (Colombia) PI
Lluís Lalucat (Barcelona) PSM Elena Castro (Chile) PI
José Luís Lillo (Barcelona) A Elisabeth Cimenti (Brasil) AP
Norka Malberg (Barcelona) F I PI Eduardo Jaar (Chile) AP
Marta Mascarell (Barcelona) 1P Clotilde Juárez (México) I
Lluís Mauri (Barcelona) I Marta Lapacó (Argentina) A F AR
Marina Mestres (Barcelona) I María Inés Nieto (Colombia) AP
Josep Mercadal (Barcelona) I Giancarlo Rigon (Italia) A
Júlia Miralbell (Barcelona) I Jani Santamaría (México) PI E AR
Maite Miró (Barcelona) AP Dante Salatino (Argentina) I
Montserrat Palau (Barcelona) PI E Monica Santolalla (Argentina) PI E
Fátima Pegenaute (Barcelona) PI Leandro Stitzman (Argentina) AP AR 1P
Carles Pérez Testor (Barcelona) I Carlos Tamm Lessa de Sa (Londres) AP AR
Antonio de la Plata (Sevilla) A F AP Elena Toranzo (Argentina) AP

En primera persona; AAdolescencia; APAbordajes psicoterapéuticos; ARArte y Salud Mental; EInfancia y escuela; FFamilia;
1P

Investigación; PIPrimera Infancia; PSMPromoción y prevención de la Salud Mental; SMCSalud Mental Comunitaria e Inmigración
I

3
4
REVISTA DE
PSICOPATOLOGÍA
Y SALUD MENTAL
DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

Enero / January 2020 Monográfico/Monographic 4

Editorial...............................................................................................................................................................................................7

Artículos / Articles

Presentación “parte española”


“Spanish part” presentation
Carme Tello................................................................................................................................................................................................9

Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad


del eje HHA
The neurobiological consequences of child abuse and its impact on the functionality
of the Hypothalamic-Pituitary-Adrenal (HPA) Axis
Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura............................................................................................................11

Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso


en menores de cinco años
Contributions of developmental psychology to the diagnosis of abuse experience in
children under five
Margarita Ibáñez...........................................................................................................................................................25

De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil
From fragmentation to cohesion. A group experience with victims of child sexual abuse
Montserrat Palau i Pujol..............................................................................................................................................35

Características del abuso sexual infantil por representantes de la Iglesia católica en España
Characteristics of Child Sexual Abuse by Representatives of the Catholic Church in Spain
Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia.....................................................................................................................45

Conductas sexuales inapropiadas: puerta abierta al abuso sexual infantil


Adult inappropriate sexual behaviour. Open door to child sexual abuse
Rosa Royo y Mª Carmen Gálvez...........................................................................................................................................59

5
Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y
adolescentes en el proceso penal
Technical appraisal of belonging about children and adolescents declaring in
criminal proceedings
Raquel Raposo Ojeda................................................................................................................................................................67

Presentación “parte latinoamericana”


“Latin American part” presentation
Hilda Botero................................................................................................................................................................................77

Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil


Impunity and invisibility: the drama of child sexual abuse
Hilda Botero...................................................................................................................................................................................79

Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil


Profaned bodies, broken minds. Child sexual abuse
Naly Durand....................................................................................................................................................................................89

Abuso sexual infantil como práctica desestructurante


Child sexual abuse as a disruptive practice
Nancy de la Hoz.........................................................................................................................................................................95

Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro


A psychoanalytical reading of the film Spotlight. Sexual abuse and rape
Alicia Beatriz Dorado de Lisondo.......................................................................................................................................105

En primera persona / Personal experience....................................................................................................................113

6
Editorial
Estimados lectores

El ejemplar que tienen en sus manos es un número extraordinario que surgió a partir del deseo de recuperar los
monográficos que habíamos publicado anteriormente. En una de las reuniones con los colaboradores habituales de
la Revista y con miembros del Consejo Directivo, surgió el tema del abuso sexual infantil como uno de los más pre-
ocupantes, tanto a nivel social, por la creciente aparición de noticias en los medios de comunicación, como a nivel
psicopatológico, por su capacidad desestructurante y su repercusión en la salud mental de las personas. El abuso
sexual infantil siempre ha sido un tema de gran interés y preocupación en la Fundació Orienta, teniendo en cuenta
nuestros años de experiencia en la atención a niños, niñas, adolescentes y sus familias dentro del ámbito público.
Como explican Laia Marqués-Feixa y Lourdes Fañanás en el primer artículo, entre el 5 y el 10 por ciento de la
población ha sufrido abuso sexual, teniendo en cuenta que se trata de cifras infravaloradas según los expertos. De
hecho, es una de las “experiencias adversas en la infancia” con mayores repercusiones sobre la salud mental. Es,
por tanto, una realidad que nos interpela como profesionales en la asistencia. En otros artículos que presentamos,
también podrán comprobar cómo la mayoría de víctimas sufren diversos tipos de maltrato. La polivictimización
repercute directamente en la vulnerabilidad de los supervivientes, que, además, suelen carecer de apoyo emocio-
nal (ver en Pereda, Segura y Sicília). Se trata, además, de un problema transversal a nivel de la sociedad y los me-
dios de comunicación. La tendencia creciente de las conductas sexuales disruptivas también contribuye a la vul-
nerabilidad a ser víctima de abuso sexual infantil (ver, por ejemplo, el artículo de Rosa Royo y Mª Carmen Gálvez).
Si en España se trata de un problema crecientemente detectado en los dispositivos de Salud Mental, en Amé-
rica Latina parece que aún es más grave. Por este motivo, decidimos dividir en monográfico en dos partes. La
primera, la “española”, está coordinada por Carme Tello, psicóloga y actual presidenta de la Federación de Aso-
ciaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI); la segunda, la “americana”, está coordinada por Hilda
Botero, psicóloga y psicoanalista, Docente de Maestría en la Universidad Pontificia Javeriana (Bogotá), coordina-
dora de la Asociación Latinoamericana de Observadores de Bebés Método Bick (ALOBB) y asesora de Atención
Emocional en Unidades de Recién Nacidos y Programas Canguro (Bogotá). Ambas profesionales son referentes
en el tema y representa un orgullo y un honor para la Revista contar con su coordinación para este monográfico.
Esperemos que este número extraordinario sea de gran utilidad para los profesionales, y contribuya a visibilizar
esta problemática, incrementar nuestro conocimiento y con ello disponer de más herramientas tanto para su de-
tección y prevención como para su abordaje terapéutico. Queremos aprovechar para recordarles que en la Revista
hemos publicado ya algunos artículos sobre el tema y, especialmente, tuvimos la ocasión de traducir el necesario
trabajo de John Read y colaboradores, Por qué, cuándo y cómo preguntar sobre el abuso sexual infantil, que pue-
den descargar libremente en https://www.fundacioorienta.com/wp-content/uploads/2019/02/Read-John-26.pdf
Por último y desde el Consejo Directivo les invitamos a que nos hagan partícipes de sus ideas, aportaciones,
propuestas, pues del intercambio de nuestros conocimientos y su difusión depende en gran medida nuestra evo-
lución y crecimiento como profesionales.
Muchas gracias.

Consejo Directivo

7
8
Presentación
A lo largo de la historia de la humanidad, el niño y la niña han sido sujetos pasivos de maltrato, negligencia y
abuso sexual. Encontramos diferentes ejemplos tales como: Saturno devorando a sus hijos; Medea, que mata a los
suyos para vengarse de la infidelidad de su esposo; o los egipcios, que ofrendaban una niña al río Nilo para que
fertilizara mejor la cosecha anual. El Derecho Romano otorgaba al páter familia derechos de vida o muerte sobre
sus hijos, pudiendo a su gusto venderlos, matarlos, castigarlos o abandonarlos. El infanticidio también ha sido una
forma de eliminar a los niños con defectos físicos. Se dio en la antigua Esparta y también durante el nazismo. En
un caso, se buscaban soldados fuertes y en el otro, alcanzar la supuesta pureza de la raza aria. Actualmente, esta
situación continúa: prostitución y pornografía infantil, pederastia, tráfico y trata de niños, niñas y adolescentes,
trabajo infantil o niños soldado.
Hasta la segunda mitad del siglo XIX, no aparecen publicaciones en relación con el tema del maltrato, el abuso
sexual y la negligencia infantil. El síndrome del niño golpeado fue descrito por primera vez en 1868 por Ambrosie
Tardieu. Un hecho histórico se produjo en 1874, cuando Mary Ellen Willson, una niña de 9 años sometida a gravísi-
mos malos tratos físicos, fue protegida por la Sociedad Americana para la Prevención de crueldad de los animales.
Se tuvo que recurrir a la legislación de protección de los animales porque no existía ningún tipo de legislación de
protegiera los niños del maltrato y la crueldad. Posteriormente, en 1945, Caffey determinó la presencia de hema-
tomas subdurales asociados con alteraciones radiológicas de los huesos largos en los niños y lo catalogó como
negligencia de los padres. La publicación de Kempe, en 1962, de The Battered Child Syndrome (El Síndrome del
Niño Golpeado), planteó una importante toma de conciencia sobre este problema en la comunidad médica y se
empezó a identificar el abuso y maltrato en los menores.
Eglantyne Jebb (1) jugó un papel fundamental en la redacción de la Declaración de Ginebra de 1924 y en la pos-
terior creación de la organización Save the Children (2). Después de la II Guerra Mundial, en 1948 se aprobó la De-
claración Universal de los Derechos Humanos (3), que implícitamente incluía los derechos de los niños. En 1953, la
UNICEF (4) (creada en 1946) se convirtió en un organismo permanente dentro del sistema de las Naciones Unidas
encargado de ayudar y proteger a los niños y sus derechos. Pero no es hasta el año 1989 que la Asamblea General
de las Naciones Unidas firmó el Tratado Internacional de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) (5). En
ella, se reconocía al niño como sujeto de derecho y a los adultos sujetos de responsabilidades. Otros tratados pos-
teriores son: el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño del 2000 (6), relativo a la venta
de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía o el Protocolo facultativo de la Convención
sobre los Derechos del Niño, también del 2000, relativo a la participación de niños en los conflictos armados. En el
2007 se hizo el Tratado de Lanzarote (entró en vigor el 2012). Este es un tratado multilateral del Consejo de Euro-
pa para la protección de los niños, niñas y adolescentes contra la explotación y el abuso sexual. Desde el Consejo
de Europa se han creado diferentes campañas, entre las que destacaríamos: Uno de cada 5 (2010) y Start to talk
(2018) (Empieza a hablar), campaña contra abusos sexuales en jóvenes deportistas.
En Cataluña, la Associació Catalana per la Infància Maltractada (ACIM) (7) se creó el año 1988 a partir del com-
promiso de unos profesionales de la pediatría y del trabajo social implicados y sensibilizados en el tema del mal-
trato, la negligencia y el abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. En 1990, se fundó en Madrid la Federación de
Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) (8). Fue constituida por tres asociaciones de ámbito
autonómico: ACIM, Asociación Madrileña de Prevención de los Malos Tratos (APIMM) (9) y Asociación Vasca para
la Ayuda a la Infancia Maltratada (AVAIM) (10), todas ellas pioneras en nuestro de país en la prevención, la sensibi-
lización y el abordaje del maltrato y la desprotección infantil.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 9-10 9


Aunque actualmente parece existir una mayor sensibilidad y preocupación en la sociedad sobre el tema de los
malos tratos, negligencia y abusos sexuales en la infancia y adolescencia, este tipo de población continua siendo
mayoritariamente invisible. Esto es debido a las dificultades en la detección, la atención individual de las víctimas
y sus familias y a los problemas de coordinación en red de los diferentes profesionales y agencias implicados. Por
este motivo pensamos que es necesaria la existencia de este número extraordinario sobre el maltrato y el abuso
sexual infantil.
En este número se plantea la urgente necesidad de reflexionar sobre esta lacra de nuestra sociedad; lacra que,
mayormente, aún permanece invisible para el gran público. En este número se plantea un abordaje multidisciplinar
del tema. Por este motivo, los artículos recogen diferentes líneas de investigación y experiencias clínicas que van
des de la neurología a la psicología del desarrollo, experiencias de tratamiento, características del abuso sexual ejer-
cido por representantes de la Iglesia católica, factores que pueden favorecer el abuso sexual o técnicas de cómo
tomar las declaraciones a niños, niñas y adolescentes para evitar una victimización secundaria.
Y, finalmente, es destacable el apartado En primera persona, que nos habla de los aspectos más invisibles,
cuando estos maltratos y abusos se dan dentro del ámbito familiar. El Comité de Lanzarote del Consejo de Europa
plantea a sus estados miembros que es urgente abordar en las escuelas de primaria y secundaria el tema del abuso
sexual a menores en el ámbito familiar. Hay que recordar que el abuso sexual y el maltrato se dan en un porcentaje
del 90 % dentro del círculo de familia y de personas conocidas. El silencio, la culpa y/o la vergüenza continúan invi-
sibilizando el ámbito donde se dan el mayor número de abusos y que son los más difíciles de ser detectados y, por
tanto, de ser tratados. La toma de conciencia de este mal oculto puede evitar que en un futuro (en sus relaciones
de pareja o con los propios hijos) repitan como víctimas o verdugos las pautas de violencia aprendidas cuando
fueron niños.

Notas

(1) http://www.savethechildren.es/docs/Ficheros/53/Eglantyne_Jebb.pdf
(2) http://www.savethechildren.es
(3) https://www.un.org/es/documents/udhr/
(4) http://www.unicef.es
(5) http://www.unicef.es/Derechos_del_Niño
(6) http://www2.ohchr.org/spanish/law/crc-conflict.htm
(7) http://www.acim.cat
(8) http://www.fapmi.es
(9) http://www.apimm.org/
(10) http://www.avaim.org/

Carme Tello Castany


Miembro del Consejo Asesor de la Revista
Coordinadora de la parte española del monográfico

10 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 9-10


Las consecuencias neurobiológicas del
maltrato infantil y su impacto en la
funcionalidad del eje HHA
Laia Marques-Feixa1,2 y Lourdes Fañanás Saura3,2

RESUMEN
Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje Hipotálamo-
Hipofisario-Adrenal (HHA). Este artículo pretende revisar algunos de los mecanismos neurobiológicos afectados
por el maltrato infantil, poniendo especial énfasis en la función del eje HHA, el principal mecanismo de regulación
del estrés en humanos. Este eje HHA parece estar desregulado en aquellas personas que han sufrido maltrato
infantil, mostrándose hiporeactivo frente situaciones de estrés psicosocial medidas mediante el Trier Social Stress
Test (TSST). Todas estas alteraciones podrían estar asociadas a cambios epigenéticos que modifican la expresión
génica de algunos genes de interés implicados en la regulación del eje HHA, como el gen del receptor de
glucocorticoides (NR3C1). Además, se discute la gran relevancia que tienen algunos aspectos como los periodos
evolutivos de exposición al maltrato, tiempo de exposición a este, la coexistencia de diferentes tipos de maltrato,
la severidad o el sexo del sujeto. Palabras clave: maltrato infantil, neurobiología, eje HHA, TSST, epigenética.

ABSTRACT
The neurobiological consequences of child abuse and its impact on the functionality of the Hypothalamic-Pituitary-
Adrenal (HPA) Axis. This article aims to review some of the neurobiological mechanisms affected by child abuse,
emphasizing the function of the HPA axis, the main mechanism for regulating stress in humans. People who have
suffered child abuse seem to have a deregulated HPA axis and to be hypo reactive to situations of psychosocial
stress, according to the Trier Social Stress Test (TSST). All these alterations could be associated with epigenetic
changes that modify the gene expression of the genes of interest involved in the regulation of the HPA axis, such as
the glucocorticoid receptor gene (NR3C1). Besides, the great relevance of some aspects such as the evolutionary
periods of exposure to mistreatment, the time of exposure, the coexistence of different types of mistreatment, the
severity or the sex of the subject is discussed. Keywords: Child abuse, Neurobiology, HPA axis, TSST, Epigenetics.

RESUM
Les conseqüències neurobiològiques del maltractament infantil i el seu impacte en la funcionalitat de l’eix
Hipotàlem-Hipofisiari-Adrenal (HHA). Aquest article pretén revisar alguns dels mecanismes neurobiològics
afectats pel maltractament infantil, posant especial èmfasi en la funció de l’eix HHA, el principal mecanisme de
regulació de l’estrès en els éssers humans. Aquest eix HHA sembla estar desregulat en aquelles persones que han
patit maltractament infantil; així, es mostra hiporeactiu enfront de situacions d’estrès psicosocial mesurades amb
el Trier Social Stress Test (TSST). Totes aquestes alteracions podrien estar associades a canvis epigenètics que
modifiquen l’expressió gènica d’alguns gens d’interès implicats en la regulació de l’eix HHA, com el gen del receptor
de glucocorticoides (NR3C1). A més, es discuteix la gran rellevància que tenen alguns aspectes com els períodes
evolutius d’exposició al maltractament, el temps d’exposició, la coexistència de diferents tipus de maltractament, la
severitat o el sexe del subjecte. Paraules clau: maltractament infantil, neurobiologia, Eix HHA, epigenètica.

Introducción La infancia constituye un periodo especial-


mente prolongado y sensible en la vida de los se-
Es más fácil construir niños fuertes res humanos. A diferencia de otras especies, los
que reparar hombres rotos. humanos somos primates que nacemos con una
Frederick Douglas gran inmadurez neurológica, siendo altamente

1
Psicóloga e Investigadora Predoctoral. Departamento de Biología evolutiva, Ecología y Ciencias ambientales, Facultad de
Biología, Universidad de Barcelona.
2
Miembro del equipo G08 del Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (CIBERSAM).
3
Catedrática. Departamento de Biología evolutiva, Ecología y Ciencias ambientales, Universidad de Barcelona. Investigadora
Principal CIBERSAM y del IBUB (Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona). Contacto: [email protected]

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24 11


Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje HHA

dependientes del cuidado de nuestros progeni- va a producir una poda sináptica masiva (pru-
tores para la supervivencia a corto y largo plazo. ning en inglés) en la que se eliminaran multitud
Los estímulos y la crianza recibidos durante esta de sinapsis excitatorias y aumentará la produc-
etapa serán cruciales para la maduración de fun- ción de sinapsis inhibitorias. Ambos fenómenos
ciones cognitivas que permitirán al sujeto adap- confluyen en la adolescencia, momento en que
tarse con mayor o menor éxito a la realidad so- se estabilizan el número de sinapsis excitatorias
cial de su entorno. Así, sabemos que los factores y siguen aumentando las inhibitorias hasta la
ambientales tempranos van a ser transcenden- adultez temprana y la madurez. De esta manera,
tales a la hora de permitir y dirigir la expresión la impulsividad y otras características propias
génica involucrada en el desarrollo cerebral. de la adolescencia van cediendo paso a un cere-
Desde los paradigmas de la biología evolutiva bro regulado en el que muchas funciones cogni-
se considera que algunas de las funciones men- tivas y emocionales, claves para la adaptación a
tales que nos definen como especie (entre ellas la vida social y el éxito reproductor, terminan de
la cognición social, el lenguaje, la empatía o el madurar. De manera paralela a estos procesos
altruismo) fueron fundamentales en el estable- se produce un aumento progresivo de la mieli-
cimiento de una fuerte cohesión social entre los nización de las fibras axonales, optimizando la
individuos de los primeros grupos humanos y conectividad entre áreas cerebrales (Nemeroff,
esenciales en el éxito evolutivo de nuestra espe- 2016; McCrory, De Brito y Viding, 2011).
cie. Desde esta perspectiva, podríamos afirmar Los procesos anteriormente mencionados se
que estamos diseñados para tener unos buenos realizan bajo el dictado del programa genético
padres y un buen grupo social. Así, numerosos de nuestra especie, que a su vez está ejecutado
procesos que van a ser esenciales para la regu- y regulado por mecanismos epigenéticos e in-
lación emocional del recién nacido están me- fluenciado por el ambiente. Es decir, el progra-
diados por mecanismos neuroendocrinos cuya ma de neurodesarrollo puede verse modifica-
regulación se establece ya durante los primeros do por la presencia de factores ambientales de
años de crianza a través de los estilos de apego diferente índole, desde infecciones o tóxicos a
con la madre (Tarullo y Gunnar, 2006). procesos de estrés psicosocial que serán capa-
ces, en última instancia, de modificar los perfiles
Neurodesarrollo e infancia de conectividad neuronal. Dichas modificacio-
nes en los perfiles de conectividad – aumentada
Aunque en el momento de nacer práctica- o disminuida- pueden ir acompañados de cam-
mente se ha completado el proceso de neuro- bios en el volumen de materia gris en las áreas
génesis, durante los primeros años de vida se cerebrales afectadas. Todas estas alteraciones
van a producir numerosos cambios estructu- van a tener una repercusión en el fenotipo del
rales, funcionales y de conectividad entre las niño a nivel comportamental y emocional, e in-
neuronas del córtex cerebral, así como entre las fluenciarán en su vulnerabilidad futura frente a
neuronas y las células gliales que las acompañan situaciones de estrés psicosocial, incrementan-
(astrocitos, oligodendrocitos y microglía). Así, do, en algunos casos, el riesgo de trastornos psi-
en las primeras etapas del desarrollo postnatal, quiátricos (Teicher, Samson, Anderson y Ohas-
y hasta el final de la infancia, se produce un gran hi, 2016).
número de sinapsis excitatorias (mediadas por
el sistema glutamatérgico); simultáneamente, Maltrato infantil y riesgo de enfermedad mental
se incrementa de forma progresiva el volumen
de materia blanca reforzando la conectividad Aunque existe una gran variabilidad de con-
entre áreas distantes del córtex cerebral. Por ductas y actitudes por parte de los adultos o
otro lado, la sinaptogénesis inhibitoria (mediada cuidadores que pueden ser perjudiciales para el
por el sistema gabaérgico) va avanzando lenta- menor, actualmente las más reconocidas en la
mente a lo largo de la infancia (ver figura 1 del investigación como maltrato infantil son la ne-
anexo). gligencia física y emocional y el abuso psicoló-
Coincidiendo con el inicio de la pubertad, se gico, físico y sexual. A pesar de que el maltrato

12 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura

infantil está presente en todas las sociedades, su adulta (Anda et al., 2006; Arseneault et al., 2011).
prevalencia está estrechamente ligada al país de Los mismos resultados parecen observarse en
origen, la cultura y las condiciones socioeconó- población infantil: aquellos niños que han expe-
micas y sociosanitarias de la familia (Akmatov, rimentado múltiples tipos de maltrato y de for-
2011). Aun así, sabemos que la mejoría en la ren- ma crónica tienen mayor riesgo para desarrollar
ta familiar y la educación no excluye el riesgo de problemas psicológicos y emocionales en com-
maltrato infantil a un menor (Brown, Garrison, paración con niños que han vivido solo un tipo
Bao, Qu, Jenny y Rowhani-Rahbar, 2019). de maltrato de forma puntual (Warmingham,
Gilbert y colaboradores (Gilbert, Widom, Handley, Rogosch, Manly y Cicchetti, 2019).
Browne, Fergusson, Webb y Janson, 2009) des- Así, numerosos estudios han confirmado que
cribieron en población infanto-juvenil europea el maltrato infantil incrementa el riesgo de pa-
que entre un 4 y 16 % de los niños habían sido decer un trastorno mental incluyéndose, entre
expuestos a maltrato físico, un 10 % a negligen- otros, los trastornos de ansiedad, la depresión,
cia o maltrato psicológico y entre un 5-10 % ha- el estrés post-traumático, el suicidio, los trastor-
bían sido víctimas de abuso sexual. Estas cifras nos de la conducta, el abuso de sustancias, los
se encuentran en continua revisión en base a trastornos de la personalidad y la psicosis (Carr,
nuevos estudios epidemiológicos y son consi- Martins, Stingel, Lemgruber y Juruena, 2013; De
deradas infraestimadas por los expertos. Aquino, Queiroz, Neri y Aguiar, 2018; Teicher y
Además, es importante señalar que la mayor Samson, 2013).
parte de los niños no viven estas experiencias Algunos estudios vinculan ciertos tipos de
de manera aislada y puntual, sino que los dife- maltrato con diagnósticos psiquiátricos espe-
rentes tipos de maltrato coexisten y en muchas cíficos, aunque la evidencia científica sugiere
ocasiones se experimentan de forma crónica que cualquier forma de maltrato tiene efectos
(Vachon, Krueger, Rogosch y Cicchetti, 2015). generalizados y sistémicos sobre la salud física
Este hecho tendrá una gran relevancia a la hora y mental de la persona (Vachon et al., 2015). De
de comprender los efectos neurobiológicos del hecho, tal es su impacto en los países desarro-
maltrato infantil y de sus futuras repercusiones llados donde se han realizado estudios sistemá-
psicopatológicas. ticos, que se estima que un 30 % de los trastor-
En etapas claves del desarrollo, como es la nos mentales diagnosticados en la edad adulta
adolescencia, los acontecimientos vitales estre- podrían explicarse por las experiencias adversas
santes cotidianos –no necesariamente el maltra- vividas durante la infancia. Esta proporción as-
to- también pueden tener un fuerte impacto en cendería hasta al 41 % en los trastornos menta-
la aparición de sintomatología internalizante y les de inicio en la infancia (Kessler et al., 2010).
externalizante (March-Llanes, Marqués-Feixa, Finalmente, es importante destacar que las
Mezquita, Fañanás, L. y Moya-Higueras, 2017). personas con historia de maltrato constituyen
Además, estos resultados son de gran interés, un subtipo de pacientes clínicamente distinto,
ya que demuestran que esta relación se retroa- presentando sintomatología más severa, de ini-
limenta, de manera que vivir acontecimientos cio más temprano, con más comorbilidad y con
estresantes aumenta el riesgo de sufrir sinto- una peor adherencia y respuesta al tratamiento
matología, a la vez que sufrir sintomatología te psicológico y farmacológico (Nanni, Uher y Da-
predispone a vivir más acontecimientos vitales nese, 2012).
estresantes.
En este sentido, diferentes estudios retrospec- Estudios de neuroimagen cerebral en maltrato
tivos y prospectivos han demostrado que existe infantil
una clara relación dosis-efecto en relación a las
adversidades vividas durante la infancia y la apa- Los estudios de neuroimagen desarrollados en
rición de sintomatología psiquiátrica: cuantas roedores, primates y humanos han demostrado
más experiencias adversas o de maltrato se han que los estresores tempranos modifican aspectos
vivido durante la infancia, mayor es el riego para morfológicos y volumétricos del cerebro. Entre
desarrollar trastornos psiquiátricos en la edad las estructuras o áreas cerebrales más reportadas

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24 13


Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje HHA

en los estudios se encuentran: la amígdala (encar- diagnóstico psiquiátrico actual, muestran di-
gada de procesar y almacenar reacciones emo- ferencias en el volumen de materia gris en al-
cionales, como el miedo), el hipocampo (región gunas regiones cerebrales dependiendo del
muy sensible al estrés que desempeña funcio- sexo del sujeto (Edmiston et al., 2011). Así,
nes importantes en la memoria y el aprendiza- las reducciones volumétricas de materia gris
je), el córtex prefrontal (encargado de la plani- observadas en las chicas expuestas a maltrato
ficación de comportamientos cognitivamente afectan principalmente a áreas implicadas en
complejos, procesos de toma de decisiones, re- la regulación emocional, mientras que las re-
gulación emocional y adecuación del comporta- ducciones observadas en los chicos afectan a
miento social), el cuerpo calloso (que conecta y las áreas cerebrales relacionadas con el control
coordina las funciones de los dos hemisferios) y de los impulsos. Como se ha comentado ante-
el locus cerúleo (implicado en la producción de riormente, aun tratándose de adolescentes sin
noradrenalina frente situación de estrés [Dvir, diagnóstico psiquiátrico, estos cambios podrían
Ford, Hill y Frazier, 2014; Teicher et al., 2016]). tener una influencia sobre el procesamiento y la
Las alteraciones en estas áreas -normalmen- respuesta al estrés psicosocial en la vida adulta,
te asociadas a pérdida de volumen de materia contribuyendo a un aumento de riesgo para su-
gris- podrían conferir riesgo para la aparición frir un trastorno mental.
de sintomatología psiquiátrica, tanto de manera
proximal al maltrato durante la infancia, como El eje Hipotálamo Hipofisario Adrenal (HHA) y
de manera distal en la vida adulta. el maltrato infantil
Además, parece que hay una clara asociación
entre la edad de exposición al maltrato y las El organismo humano dispone de varios me-
áreas cerebrales que se encuentran afectadas. canismos neurobiopsicológicos para responder
Mientras que sufrir abuso sexual durante los tres a las situaciones de estrés psicosocial. El eje
y los cinco años de vida afecta a la maduración Hipotalámico-Hipofisario-Adrenal (HHA) es uno
y volumen del hipocampo, sufrirlo entre los nue- de los principales y el más temprano mecanismo
ve y los 10 años podría tener más repercusión en de regulación del estrés en humanos (Tarullo y
el cuerpo calloso y sufrirlo durante los 14 y los Gunnar, 2006). Como veremos más adelante,
16 años afectaría fundamentalmente al córtex este mecanismo adaptativo puede verse alte-
prefrontal (Andersen, Tomada, Vincow, Valen- rado y desregulado si se encuentra sometido a
te, Polcari y Teicher, 2008). Estos datos son de periodos de estrés muy prolongados durante la
gran interés a la hora de comprender las altera- infancia (MacMillan et al., 2009).
ciones sintomatológicas presentes en los suje- Como se puede apreciar en la Figura 2A del
tos víctimas de abuso sexual. anexo (1), en condiciones habituales, cuando el
Por otro lado, algunos estudios translaciona- cerebro detecta una señal de estrés, se activa
les muestran que los efectos del maltrato en el el núcleo paraventricular del hipotálamo que
funcionamiento del cerebro no siempre apare- estimula, a su vez, la liberación de la hormona
cen inmediatamente después de la exposición adrenocorticotrópica (CRH) que se dirige a la
al evento. Andersen y Teicher (2004) describen adenohipófisis, donde promueve la liberación
una reducción del volumen de materia gris en el de corticotropina (ACTH). A su vez, la ACTH lle-
hipocampo de adultos con historia de maltrato ga a través de la sangre a las glándulas adrena-
pero no en niños con experiencias de maltrato les ubicadas en la parte superior de los riñones
sufridas recientemente. Los autores hipotetizan donde desencadena la secreción de la hormo-
que estos cambios cerebrales asociados al mal- na glucocorticoide (cortisol en humanos). Una
trato podrían emerger durante la transición de vez liberado el cortisol -la hormona final del eje
la niñez a la adultez, cuando se completa el de- HHA-, se une a los receptores de glucocorticoi-
sarrollo cerebral influenciado por las hormonas des (en azul en la figura) ubicados en el citoplas-
sexuales durante la pubertad. ma celular de diferentes tejidos, permitiendo su
En esta línea, hay que señalar que ado- translocación al núcleo, donde ejercerá un am-
lescentes con historia de maltrato, pero sin plio rango de acciones mediante la activación

14 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura

y el silenciamiento de distintos genes. A su vez, frente a una situación de estrés psicosocial es


existe un sistema de retroalimentación negati- el Trier Social Stress Test (TSST) (Kirschbaum,
va para recuperar la homeostasis, por el cual el Pirke, y Hellhammer, 1993). El TSST resulta es-
cortisol, una vez unido a los receptores de glu- pecialmente interesante, ya que permite obte-
cocorticoides del hipotálamo y la hipófisis, inhi- ner una medida cuantitativa y continua del fun-
be la producción de CRH y ACTH (línea en rojo cionamiento del eje HHA bajo una situación de
de la Figura 2A del anexo). Bajo situaciones de estrés controlada (ver Figura 3 del anexo). Este
estrés crónico, como puede ser el maltrato in- test ha sido utilizado en los últimos años por dis-
fantil, el eje HHA puede mostrarse hiperactivo tintos grupos de investigación tanto en sujetos
(Figura 2B del anexo); en este caso, el exceso de infantiles como adultos, sanos o afectados por
cortisol en sangre puede provocar una desensi- diversas patologías, expuestos o no a maltrato.
bilización de los receptores de glucocorticoides El reciente meta-análisis de Bunea, Szenta-
produciendo, en última instancia, una alteración gotai-Tatar y Miu (2017) explora el efecto que
del sistema de retroalimentación negativa que tienen las experiencias adversas tempranas en
hace mantener altos los niveles de cortisol con la respuesta del eje HHA frente situaciones de
diversas consecuencias asociadas (los niveles estrés psicosocial agudo (mediante el TSST) en
altos y prolongados de cortisol son neurotóxi- población general sana de entre ocho y 61 años.
cos para el cerebro y modifican el perfil pro-in- Como se observa en la Figura 4 del anexo, los
flamatorio del organismo). Finalmente, se puede niveles de cortisol frente situaciones de estrés
mostrar un eje HHA hipoactivo (Figura 2C del están atenuados en aquellos individuos expues-
anexo); las personas que han vivido situaciones tos a adversidades tempranas, especialmente,
adversas durante largos periodos de su vida ter- en las fases de pico de estrés y de recuperación.
minan por presentar, al cabo de un tiempo, una Este meta-análisis apoyaría la hipótesis de la
hipoactivación general del eje HHA que aparece existencia de una sensibilización del eje HHA en
desensibilizado y poco reactivo. Se hipotetiza situaciones de estrés en aquellas personas ex-
que ese funcionamiento preserva al organismo puestas a adversidades en la infancia. Además,
de la neurotoxicidad del cortisol, pero a su vez, los autores demuestran que esta hiporreactivi-
pierde la capacidad regulatoria y adaptativa del dad del eje HHA es especialmente pronunciada
eje HHA frente a las situaciones de estrés agudo. en aquellas personas que han sufrido experien-
Es importante destacar que un reciente meta- cias, específicamente, de maltrato infantil (físi-
análisis ha demostrado que existen diferencias co, psicológico, sexual o negligencia), más allá
sexuales en el funcionamiento del eje HHA fren- de otras adversidades tempranas de otra natu-
te situaciones de estrés, ya que las mujeres se- raleza como la muerte de un familiar, separación
cretan menos cortisol que los hombres después de los padres, problemas económicos, enferme-
de ser expuestas a situaciones de estrés agu- dad mental de los padres, etc.
do (Liu, Ein, Peck, Huang, Pruessner y Vickers, Otro dato interesante aportado por este me-
2017). Además, eso es de gran relevancia, ya que ta-análisis es que la atenuación del eje era ma-
algunos estudios sugieren que niñas con historia yor en aquellos estudios en los que el maltrato
de maltrato que presentan un funcionamiento se había valorado de manera auto-reportada
atenuado del eje HHA tienden a tener una acele- -con cuestionarios- y no a partir de registros ofi-
ración del desarrollo puberal al cabo de un año ciales o de entrevistas personales. Estos resulta-
(Saxbe, Negriff, Susman y Trickett, 2015). dos se podrían explicar por el gran secretismo
que envuelve al maltrato infantil y la alta tasa
Estudio de la reactividad del eje HHA frente al de falsos negativos que existen en los datos o
estrés psicosocial agudo en sujetos expuestos registros oficiales. Por último, hay que recalcar
a maltrato infantil: El Trier Social Stress Test que este aplanamiento del eje HHA es mayor en
(TSST) adultos con historia de maltrato que en niños y
adolescentes, en que las experiencias adversas
Uno de los paradigmas más utilizados en hu- les son más proximales al estudio y realización
manos para valorar la funcionalidad del eje HHA del TSST.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24 15


Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje HHA

En esta dirección, el proyecto multicéntrico Por otro lado, un estudio reciente ha examina-
EPI-Young_Stress_Project, realizado a nivel del do la reactividad del eje HHA frente al TSST en
estado español, estudia el perfil del TSST a ni- niños de siete a 14 años adoptados en institucio-
ños de siete a 17 años expuestos y no expues- nes cuando tenían entre seis meses y cinco años
tos a maltrato infantil, y con o sin diagnósticos de vida (DePasquale, Donzella y Gunnar, 2019).
psiquiátricos. Este estudio permitirá evaluar Los investigadores describen que estos niños
en población infanto-juvenil las consecuencias mostraban un eje atenuado también en etapas
neurobiológicas del maltrato infantil de mane- infantiles comparado con niños nacidos y cria-
ra proximal y su relación con las consecuencias dos por su familia de origen. No obstante, duran-
psicopatológicas. te las etapas puberales y post-puberales, que ya
Los resultados preliminares de este estudio tenían lugar en el contexto ambiental de la fami-
basado en población infanto-juvenil española lia adoptiva, estos niños adoptados mostraban
parecen confirmar que haber sufrido maltrato una reactividad del eje HHA similar a los niños
infantil desensibiliza el eje HHA frente situacio- no adoptados. Estos resultados son esperanza-
nes de estrés (Palma-Gudiel, Marques-Feixa, dores y resaltan la posibilidad de recuperación
Castro-Quintas y Fananas, 2019). Específica- de la reactividad del eje HHA después de expo-
mente, los primeros resultados describen que, nerse a adversidades tempranas, incluso varios
aunque tanto niños como adolescentes (con o años más tarde. Sería interesante evaluar si este
sin historia de maltrato) reportan altos niveles reajuste reduce también el riesgo de manifestar
de estrés percibido cuando realizan la prueba psicopatología en estos niños que continúan su
del TSST, los adolescentes con historia de mal- desarrollo en un ambiente de crianza adecuado.
trato presentan niveles de ansiedad más eleva- Es importante destacar que todas estas alte-
dos. Pero, paradójicamente, estos adolescentes raciones en el funcionamiento del eje son repor-
son los que presentan niveles de cortisol más tadas frente situaciones de estrés psicosocial, en
bajos frente la situación de estrés psicosocial las que el sujeto se expone experimentalmente
(TSST). Estos resultados ponen de manifiesto, a un estresor agudo. Sin embargo, parece que
una vez más, la existencia de un eje HHA ate- el funcionamiento basal del eje HHA responsa-
nuado en adolescentes con historia de maltrato. ble del mantenimiento del ritmo circadiano dia-
Por otro lado, los niños pre-púberes con historia rio del organismo y del equilibrio homeostático
de maltrato no mostraban este aplanamiento no se encontraría alterado en las personas con
en el eje HHA. Estos resultados indicarían que historia de maltrato (Bernard, Frost, Bennett y
los cambios cerebrales asociados a la pubertad, Lindhiem, 2017). Aun así, los autores puntuali-
mediados por las hormonas sexuales, constitu- zan que, en aquellos estudios en los que la pre-
yen un periodo evolutivo crucial en la madura- sencia de maltrato se recogió según los datos
ción cerebral y en la aparición de disfunciones de agencias de protección al menor (y no de
cerebrales asociadas al maltrato que habían manera auto-reportada), los sujetos con mal-
quedado enmascaradas. trato mostraban niveles de cortisol más bajos
Asimismo, es importante destacar que algu- al despertarse por la mañana, coincidiendo con
nos estudios longitudinales previos demues- un patrón de hipocorticosolismo. Cabe destacar
tran que el aplanamiento del eje HHA en la que estos sujetos corresponden con los casos
adolescencia viene precedido de un periodo más severos de maltrato. Aun así, este artícu-
de hiperreactividad en los sujetos expuestos a lo pone de manifiesto la relevancia que tiene la
maltrato (Trickett, Noll, Susman, Shenk y Put- metodología utilizada para recoger la informa-
nam, 2010). Este fenómeno se explicaría por ción de maltrato sufrido.
la sensibilización del eje HHA que, tras ser ex-
puesto durante un periodo largo a situaciones Disfuncionalidad del eje HHA en sujetos con
de estrés y altos niveles de cortisol, se desen- diagnostico psiquiátrico expuestos a maltrato
sibiliza y disminuye los niveles de cortisol que infantil
podrían ser neurotóxicos a largo plazo (ver Fi-
gura 2 del anexo). Estas alteraciones en la funcionalidad del eje

16 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura

HHA tienen una gran relevancia, ya que niveles Mecanismos epigenéticos y maltrato infantil
atenuados de cortisol frente situaciones de es-
trés se han relacionado con sintomatología de la Los mecanismos por los cuales el estrés tem-
esfera internalizante y externalizante en la ado- prano impacta sobre la salud de la persona po-
lescencia, así como con una peor función ejecu- drían ser explicados por mecanismos epigenéti-
tiva y peores relaciones en el ámbito escolar. En cos. Es decir, modificaciones en la expresión del
definitiva, esta disfunción tiene consecuencias ADN que no modifican su secuencia. Los meca-
desadaptativas para los adolescentes (Conradt nismos epigenéticos engloban un conjunto de
et al., 2014; Bae et al., 2015). mecanismos complejos que actúan coordinada-
Además, sabemos que estas alteraciones mente y permiten el acceso de los factores de
en el eje HHA pueden mantenerse durante la transcripción a la secuencia del genoma y, por
vida adulta y siguen relacionándose con dis- lo tanto, la expresión de los genes (Szyf, 2014).
tintos diagnósticos psiquiátricos. Más especí- De todas las modificaciones epigenéticas
ficamente, un reciente meta-análisis en pobla- descritas, la metilación del ADN (adhesión de
ción adulta (Zorn, Schür, Boks, Kahn, Joëls y un grupo metilo) es la que más se ha estudiado
Vinkers, 2017) describe que los pacientes con tanto en marcos clínicos como experimentales.
esquizofrenia presentan un eje HHA atenua- Muchos de los estudios que pretenden com-
do respecto la población sana. En el caso de prender los cambios biológicos asociados a es-
los pacientes con diagnósticos de la esfera trés temprano y maltrato se han centrado en el
ansiosa-depresiva, las mujeres con depresión análisis de la metilación en genes implicados en
mayor o trastornos ansiosos también mues- la regulación del eje HHA y del estrés en gene-
tran un eje HHA hiporeactivo frente el estrés ral (NR3C1, FKBP5 o SLC6A4) (Palma-Gudiel y
agudo, mientras que los hombres muestran Fañanás, 2017).
un eje HHA hiperreactivo. Estas divergencias Uno de los primeros estudios en este campo
podrían explicarse en parte por las hormonas (Weaver et al., 2004) se centró en el análisis del
sexuales, ya que mujeres en fase lútea del ciclo gen del receptor de glucocorticoides (NR3C1) en
menstrual presentan respuestas más similares el hipocampo de ratas recién nacidas expuestas
a los hombres, mientras que en fase folicular, a diferentes tipos de cuidado. Este estudio en
con tratamiento oral de anticonceptivos o me- modelo animal pudo constatar una asociación
nopausia muestran niveles atenuados de corti- entre un bajo cuidado materno durante la pri-
sol (Kudielka, Buske-Kirschbaum, Hellhammer mera semana de vida y una hipermetilación en
y Kirschbaum, 2004). En este sentido, también algunas regiones del gen del receptor de gluco-
el eje Hipotálamo-Hipofisario-Gonadal (HHG), corticoides.
que regula la secreción de hormonas sexuales, A pesar de la gran heterogeneidad metodo-
parece estar estrechamente ligado a la res- lógica en los estudios en humanos en este cam-
puesta al estrés. po, la mayoría sugiere la existencia de una hi-
Asimismo, estas divergencias podrían expli- permetilación moderada en diversos lugares de
carse por el tipo de comportamiento manifes- este gen (NR3C1) en relación a múltiples tipos
tado por el sujeto delante de situaciones de de estrés temprano, incluyendo tanto el estrés
estrés; diferentes estudios atribuyen el aumen- prenatal (Palma-Gudiel, Córdova-Palomera,
to de la respuesta del eje HHA a la reacción de Eixarch, Deuschle y Fañanás, 2015), como la
lucha o huida frente a una situación de estrés y adversidad y el maltrato infantil (Palma-Gudiel,
la respuesta atenuada del eje a una reacción de Córdova-Palomera, Leza y Fañanás, 2015). Sin
paralización. Además, estos patrones divergen- embargo, muchos de estos estudios se han lle-
tes entre sujetos podrían explicarse tanto por la vado a cabo en poblaciones, o bien adultas o
genética del individuo como por la naturaleza bien infantiles, y la mayoría de ellos ha trabaja-
propia de las experiencias de maltrato vividas; do con definiciones muy amplias de adversidad
el tiempo de exposición, la ventana ontogénica, temprana, en contraposición con el estudio se-
la severidad o el apoyo recibido (Read, Ham- minal en ratas en el que se exploró una expo-
mersley y Rudegeair, 2007). sición temprana a negligencia inmediatamente

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24 17


Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje HHA

después del nacimiento. En esta línea, un re- específicas del desarrollo temprano y que, aun-
ciente estudio del Hospital de Massachusetts que pueden permanecen fijas durante décadas,
(Dunn et al., 2019) ha recalcado la relevancia podrían ser enmascaradas por posteriores fenó-
que tiene el momento del desarrollo en el que menos ambientales de la vida adulta (Heijmans
tienen lugar las experiencias adversas, desta- et al., 2008). Además, sería de gran interés es-
cando que los cambios de metilación en el ADN tudiarlo en niños y adolescentes de manera muy
aparecen sobre todo cuando la exposición a proximal a la historia de maltrato controlando
adversidades ha sido durante los tres primeros importantes confusores biológicos asociados al
años de vida. Por lo tanto, parece que existen desarrollo del cerebro.
periodos de clara sensibilidad a la exposición al
maltrato que son de gran relevancia para com- Implicaciones
prender los perfiles epigenéticos asociados a
este fenómeno. El maltrato infantil es un reconocido proble-
Además, la dirección de la desregulación del ma de salud global que afecta de manera sis-
eje HHA antes mencionada (si se muestra hipo- témica al organismo, asociándose con proble-
reactivo o hiperreactivo) parece que podría es- mas médicos como la obesidad, enfermedades
tar mediada por huellas epigenéticas en genes cardiovasculares, respiratorias, inmunológicas
candidatos relacionados con el estrés. Alexan- y de salud mental (Norman et al., 2012). Todas
der et al., (2018), en su reciente estudio, describe estas alteraciones hacen que aquellas personas
cómo, en adultos expuestos a maltrato infantil, que han sufrido seis o más experiencias adver-
los niveles de metilación en la región promoto- sas durante su infancia tengan una esperanza
ra del receptor de glucocorticoides (NR3C1-1F) de vida de hasta 20 años menor (Brown et al.
predicen la dirección de la desregulación del eje 2009).
frente una situación de estrés; específicamente, Como hemos podido ver, las consecuencias
aquellos sujetos con experiencias de maltrato del maltrato infantil son profundas a nivel neuro-
moderadas-severas con altos niveles de meti- biológico y psicopatológico. Por eso es de gran
lación en NR3C1-1F mostraban más reactividad relevancia poner más atención en los factores
del eje HHA frente el TSST, mientras que aque- psicosociales, tanto en el campo de la investi-
llos sujetos con historia de maltrato con bajos gación como en la práctica clínica y en el trata-
niveles de metilación en NR3C1-1F mostraban un miento, para así generar un cambio asistencial
eje HHA atenuado frente al estrés. que ponga el foco en las experiencias vividas
Así, aunque algunos autores han empezado por la persona y en sus relaciones interperso-
a investigar las modificaciones epigenómicas nales como parte fundamental del tratamiento.
que tienen lugar después del maltrato infantil Además, es trascendental valorar cualitativa-
(Labonté, Suderman y Maussion, 2016) o la ins- mente las experiencias de maltrato vividas por
titucionalización (Naumova, Lee, Koposov, Szyf un niño, ya que la tipología de maltrato, la co-
y Dozier, 2012), hacen falta nuevas investigacio- morbilidad, la severidad, la duración, así como
nes que analicen específicamente los distintos la ventana ontogénica en la que ocurren, tienen
tipos de estrés psicosocial experimentados y el un papel fundamental en las expresiones psico-
momento ontogénico del desarrollo en el que patológicas y neurobiológicas futuras.
tienen lugar. De este modo, se podrá capturar Por todo ello, para minimizar los efectos dañi-
mejor la especificidad del impacto del maltra- nos a corto y largo plazo del maltrato infantil en
to sobre la expresión génica global e identificar la salud de las personas, es imprescindible desa-
los sistemas de genes de máxima vulnerabili- rrollar herramientas útiles para medirlo y formar
dad. Este tipo de análisis epigenómicos sería de a profesionales para la detección e intervención
gran utilidad para comprender la etiopatología precoz. Además, es importante destacar que se
de los trastornos psiquiátricos que se originan ha demostrado que el mayor riesgo para desa-
durante etapas tempranas de la vida, dada la rrollar un trastorno mental aparece cuando coo-
evidencia de que algunas marcas epigenéticas curren adversidades durante la infancia junto
se establecen durante algunas ventanas muy con una dinámica familiar disfuncional (Kessler

18 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura

et al., 2010). Por tanto, es imprescindible realizar Agradecimientos


las intervenciones de forma sistémica involu-
crando a la familia en el tratamiento y minimizar Ayuda de Personal Investigador Predoctoral
así los daños en etapas posteriores cruciales del AGAUR FI_B100023-2018 a Laia Marques-Feixa.
neurodesarrollo del niño. Proyecto FIS PI15/0009 Epi_Young_Stress_
En este sentido, destacar que hay estudios Project, Grupo 2017-SGR1577 “Genes, ambiente
esperanzadores que han demostrado cómo y desarrollo: una visión longitudinal en la com-
la psicoterapia, además de provocar cambios prensión del origen de la enfermedad mental y
sintomatológicos, puede provocar cambios a la diversidad del comportamiento humano”, li-
nivel neurobiológico. En particular, Roberts et derado por la Dra. Lourdes Fañanás.
al., (2014) demostraron cómo la respuesta a la
terapia cognitivo-conductual en niños se rela- Notas
cionaba con sus perfiles epigenéticos. Específi-
camente, describieron una mayor metilación del (1) En la versión on line disponible en la pá-
ADN en la región promotora del gen transpor- gina web, las figuras están en color (nota del re-
tador de la serotonina (SERT) en aquellos niños dactor)
con buena respuesta al tratamiento. Por tanto,
no hay que perder de vista que, aunque la si- Bibliografía
naptogénesis es especialmente intensa durante
el desarrollo temprano, el cerebro es plástico y Akmatov, M. K. (2011). Child abuse in 28 deve-
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Figura 1: Cronograma de los diferentes procesos del desarrollo del sistema nervioso central

Gráfico modificado a partir de Insel y Fernald (2004).

Las líneas coloreadas representan los principales procesos del desarrollo neuronal en relación al por-
centaje máximo. Al nacer, prácticamente se ha completado el proceso de neurogénesis en nuestro
cerebro: proliferación (en lila) y migración (en verde). Durante la etapa perinatal y primera infancia se
producen las sinapsis excitatorias (sistema glutamatérgico, en rojo) mientras que en la etapa prepu-
beral y adolescencia se van perdiendo estas sinapsis, proceso conocido como poda neuronal (pruning
en inglés). En cambio, las sinapsis inhibitorias (sistema gabaérgico, en azul) van aumentando de forma
progresiva durante la infancia con un incremento más pronunciado a partir de la adolescencia. De
esta manera, al finalizar la adolescencia se alcanza un nuevo equilibrio entre ambos sistemas de neu-
rotransmisión con la preponderancia del sistema inhibitorio durante la adultez. De manera paralela a
estos procesos, se produce un aumento progresivo de la mielinización de las fibras axonales, proceso
asociado a una mayor protección y eficacia de la conectividad entre neuronas.

22 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura

Figura 2: Funcionamiento del eje Hipotálamo-Hipofisario-Adrenal (HHA) en respuesta al estrés.

(A) En condiciones habituales, cuando el cerebro detecta una señal de estrés agudo (puntual). (B) Eje HHA
hiperactivo, cuando el cerebro está expuesto a un estrés crónico (pero limitado en el tiempo). (C) Eje HHA hi-
poactivo, cuando el cerebro está expuesto a un estrés crónico muy prolongado y sostenido en el tiempo.

Figura 3: Resumen del protocolo Trier Social Stress Test (TSST). Protocolo de estrés utilizado en es-
tudios experimentales de respuesta al estrés psicosocial agudo en humanos y que permite evaluar la
respuesta biológica ante una situación de estrés.

El sujeto debe realizar dos tareas frente a un tribunal desconocido y una cámara de video. En el TSST para ni-
ños y adolescentes (TSST-C) las tareas consisten en inventar el final de un cuento y realizar una tarea de cálculo
mental en voz alta. Se toman muestras de saliva en diferentes momentos del protocolo para poder analizar los
niveles de cortisol antes, durante y después de la tarea de estrés.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24 23


Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y su impacto en la funcionalidad del eje HHA

Figura 4: Reactividad del eje HHA frente a situaciones de estrés psicosocial (TSST) en sujetos repre-
sentativos de la población general (8-62 años) sin patología mental, expuestos y no expuestos a mal-
trato infantil.

Niveles medios de cortisol salivar que pueden obtenerse a partir de los datos presentados por los autores en
el material suplementario del meta-análisis (Bunea et al., 2017). En el punto 1, en el eje de abscisas de la gráfica,
se presentan los niveles de cortisol medios en la toma de saliva que coincide con el momento basal de la prueba,
antes de entrar en la sala para realizar la tarea de estrés agudo. El punto 3 representa los niveles medios de cortisol
observados a partir de las muestras de saliva realizadas después de salir de la prueba de estrés psicosocial (sala
del TSST). El punto 5 representa los niveles de cortisol medios observados en los sujetos en la fase de recupera-
ción, un tiempo después de finalizar la tarea de estrés. Como se puede apreciar, los sujetos sanos sin experien-
cias adversas (línea verde continua) muestran un aumento de los niveles de cortisol después de exponerse a la
situación de estrés psicosocial y al cabo del tiempo recuperan sus niveles basales. Por otro lado, los sujetos con
historia de adversidad temprana (línea roja discontinua), muestran niveles de cortisol más bajos que los controles,
especialmente en el momento de salir de la sala de estrés (2), y en el periodo de recuperación (3), quedando cla-
ramente reflejada la hiporreactividad del eje HHA de las personas con experiencias de maltrato frente la situación
de estrés psicosocial agudo.

24 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 11-24


Aportes de la psicología del desarrollo para
el diagnóstico de la experiencia de abuso
en menores de cinco años
Margarita Ibáñez*

RESUMEN
Aportes de la psicología del desarrollo al diagnóstico de la experiencia de abuso en menores de cinco años. El
diagnóstico de abuso sexual en menores de cinco años debe distinguir entre el discurso de los cuidadores prin-
cipales no abusadores y la propia experiencia del menor. La psicología del desarrollo ha construido un cuerpo de
conocimiento sólido sobre el sistema interactivo, el sistema de apego y el desarrollo del si mismo. Estos sistemas
sustentan la relación con el cuidador principal necesaria para el desarrollo del niño pequeño como persona y de
sus capacidades psicosociales y comunicativas. Tener en cuenta estos sistemas permite hacer esta distinción.
Palabras clave: abuso sexual, evaluación, experiencia del menor, sistema interactivo, sistema de apego, conduc-
tas cuidadoras.

ABSTRACT
Contributions of developmental psychology to the diagnosis of abuse experience in children under five. The
diagnosis of sexual abuse in children under the age of five must distinguish between the discourse of the main
non-abusive caregivers and the child’s own experience. Developmental psychology has built a body of solid
knowledge about the interactive system, the attachment system, and the development of the self. These sys-
tems support the relationship with the primary caregiver, which is necessary for the development of the young
child as a person and their psychosocial and communicative capacities. Taking these systems into account
allows this distinction to be made. Keywords: sexual abuse, assessment, child experience, interactive system,
attachment system, caregiving behaviours.

RESUM
Aportacions de la psicologia del desenvolupament al diagnòstic de l’experiència d’abús en menors de cinc
anys. El diagnòstic d’abús sexual en menors de cinc anys ha de distingir entre el discurs dels cuidadors prin-
cipals no abusadors i la pròpia experiència del menor. La psicologia del desenvolupament ha construït un cos
de coneixement sòlid sobre el sistema interactiu, el sistema d’aferrament i el desenvolupament del si mateix.
Aquests sistemes sostenen la relació amb el cuidador principal necessària per al desenvolupament del nen petit
com a persona i de les seves capacitats psicosocials i comunicatives. Tenir en compte aquests sistemes per-
met fer aquesta distinció. Paraules clau: diagnòstic, avaluació, experiència del menor, sistema interactiu, sistema
d’aferrament, conductes cuidadores.

Introducción remotos de nuestra historia.


Esta cultura compartida del derecho a ser bien
En nuestra cultura actual, los menores tienen tratado y a no ser abusado comporta un discur-
derechos y no pueden ser maltratados o abusa- so colectivo, compartido y evidente que ayuda
dos según el interés del adulto con el que con- mucho a los niños a tener palabras para denun-
viven. Esto es un progreso muy importante res- ciar el abuso y el maltrato que puedan sufrir y
pecto a otras sociedades u otros tiempos no tan dificulta al adulto abusador mantener al menor

Psicóloga clínica, especialista en psicopatología del desarrollo de 0-5 años. Ex psicóloga adjunta de la Unidad Funcional de
*

Abuso al Menor (UFAM) del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona.


Contacto: [email protected]

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34 25


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso en menores...

en el universo privado de la relación abusiva en de mecanismos defensivos adaptativos. Estos


el que es tratado como un objeto y no como mecanismos son de riesgo para su desarrollo
un sujeto, apartándolo de la Ley simbólica com- cuando ocupan todo el tiempo relacional con
partida por la sociedad y lo ayuda a revelar el un cuidador inadecuado que maltrata o abusa
abuso y a entrar de nuevo en el orden de esta sexualmente. Estos comportamientos son espe-
ley simbólica. cíficos del malestar del niño abusado y sirven
Este paradigma es aplicable a partir de la edad para detectar la experiencia de maltrato. No
escolar, los seis años. En esta etapa del desa- obstante, no podemos distinguir si es físico o
rrollo, el niño es relativamente independiente sexual. Para ello, se requiere compartir con el
de los cuidadores principales, su área de víncu- niño la sospecha de los mayores y explorar si lo
los referentes y sociabilización se amplía, en la ha vivido o no.
escuela, en los espacios de ocio. Su desarrollo El objetivo de este trabajo es el de aportar ele-
cognitivo y emocional le permite integrar infor- mentos para distinguir entre el discurso del pro-
maciones y conocimientos que no vienen direc- genitor/adulto que sospecha de que el niño ha
tamente de sus padres, y está maduro a nivel sufrido una experiencia abusiva y la experiencia
del self (Stern, 1991). real del niño/a, para realizar el diagnóstico en
En edades más tempranas, en los menores de menores de cinco años. Las bases de estos co-
cinco años, el niño todavía es psicológicamen- nocimientos las aportan las investigaciones so-
te dependiente, y aunque tiene discurso propio, bre el desarrollo psicosocial del niño/a de cero
verbal o a través del juego, no lo emite si el cui- a cinco años y del desarrollo de la parentalidad
dador principal no lo acepta. En estas edades, y sus alteraciones.
necesita la protección del adulto para sobrevi-
vir. Su círculo de protección es muy limitado al Aspectos de la psicología del desarrollo básicos
entorno intrafamiliar, su self aún es inmaduro y para la exploración de la experiencia en el me-
no tiene fuerza suficiente para enfrentarse a los nor de cinco años
cuidadores principales. Cuando hay una sospe-
cha de abuso sexual, en general el niño se pre- El desarrollo de la persona desde el nacimien-
senta acompañado de ellos. Ellos son los que re- to hasta los cinco años se construye en el inter-
latan su preocupación, los signos de sufrimiento cambio relacional con el adulto cuidador princi-
del niño que les parecen atribuibles al abuso y pal (padres u otros) en la función de cuidados
la escena o escenas que vieron y que les confir- para la supervivencia y para el desarrollo glo-
ma o les hace sospechar este. Sin embargo, es bal del niño/a. Este intercambio previo al naci-
imprescindible que el menor sea el que relate su miento del lenguaje verbal en el niño se realiza
experiencia de abuso para confirmarla. a través del sistema interactivo que integra las
¿Cómo podemos conocer que el niño ha vivi- interacciones comportamentales, emocionales
do una experiencia de abuso, desde él mismo, y fantasmáticas (Stern 1991, 1997; Lebovici y
y no a través únicamente de las explicaciones Stoleru, 1988) y del sistema de apego del adulto
de sus padres o cuidadores principales cuando y del niño. Los intercambios relacionales duran-
no comunica la experiencia a través del relato? te los cuidados del adulto al bebé estimulan la
¿Cómo evaluar la autenticidad del relato del niño construcción del sí mismo. Este es la base sobre
sobre el abuso en estas edades en que es muy la que se construye el yo y la organización de
influenciable por el adulto cuidador principal? la persona que contiene los desarrollos de las
En estas edades tempranas, cuando su dis- diferentes funciones del niño, pulsionales, per-
curso es menos autónomo del de los cuidado- ceptivas, cognitivas, motoras, socioemociona-
res principales, el niño tiene vías de comunica- les, y verbales. A su vez, su sistema interactivo
ción no verbal, signos comunicativos a través se desarrolla de forma harmónica y su sistema
del sistema interactivo, de las representacio- de apego también. Estos sistemas relacionales
nes de apego y del juego, que le sirven para no verbales se mantienen en activo a lo largo
detectar lo que le daña y para protegerse en de todas las edades, aunque cojan un segundo
cierta manera. Realiza esta protección a través plano de comunicación, el de las emociones, a

26 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34


Margarita Ibáñez

partir del desarrollo del lenguaje y de la inteli- relación. Podemos decir que están en estado
gencia conceptual. En los adultos, los padres (o de creación constante desde el nacimiento de
cuidadores principales de un lactante, bebé y conocimientos especulativos del mundo (su
niño pequeño), se activan estos dos sistemas, el mundo relacional, él y sus partenaires en la re-
interactivo y el de apego, al nacer el hijo dado, lación) que buscan explicar el orden. Cuando la
que serán la vía principal de comunicación en propuesta relacional es maltratante o abusiva, el
estas primeras edades infantiles. Saber observar menor se adapta dócilmente a la propuesta del
su sistema interactivo, sus representaciones de adulto. Si no recibe ayuda cuando la busca, esta
apego y sus representaciones respecto al hijo y docilidad representa, entre otras, la pérdida de
a ellos como padres nos dará mucha informa- la capacidad de crear conocimientos especula-
ción en las situaciones de sospecha de abuso, tivos del mundo y esto es lo que genera el ma-
y nos permitirá valorar la objetividad o subjeti- lestar y el riesgo. Los menores de cinco años
vidad del discurso del progenitor/a o cuidador que acuden por sospecha de abuso muestran
principal no abusador en las consultas sobre una su creatividad adaptativa para alertar a los adul-
sospecha de abuso en un menor de cinco años. tos del riesgo que corren, a la vez que intentan
Los niños son seres vivos, con sus mecanismos conservar la relación con los padres abusadores
primitivos innatos de defensa para la supervi- que les procuran el sostén vital (Ibáñez, 2009).
vencia. Estos mecanismos primarios se pueden Fonagy y Campbell (2017) desarrollan más
observar con mayor claridad en niños de cero a abiertamente esta función que se observa en las
cinco años que han vivido experiencias de mal- primeras edades con el concepto de confianza
trato grave y /o abuso. epistémica: el niño se enfrenta a un mundo que
La representación que tienen los adultos no conoce, opaco; con sus actitudes, la madre y
(padres, familiares, profesionales no especia- los cuidadores referentes permiten al niño dis-
lizados…) de los niños menores de cinco años tinguir sobre lo beneficioso y lo peligroso para
cuando hay una sospecha de abuso sexual es él. A través de la confianza epistémica, el niño
de que son fáciles de engañar por el abusa- se fía de las enseñanzas no verbales, a través
dor, que no saben que está mal hecho y lo de comportamientos interactivos, sobre los pe-
pueden tomar como un juego, que si no lo di- ligros y lo beneficioso.
cen es que no les ha molestado o que se lo in- Una investigación con bebés de siete a 12 me-
ventan porque no distinguen entre la fantasía ses (BBC Earth Lab, 2018) exploraba cómo es-
y la realidad. Sin embargo, las investigacio- cogía el niño un objeto, después de haber re-
nes sobre el sistema interactivo y de apego presentado con él gestos de ayuda o gestos de
muestran que en estos primeros años de vida ataque. Con tres figuras geométricas (marione-
los niños/as tienen una sabiduría innata que tas), representaban que un círculo rojo quería
les permite captar las situaciones relacionales subir una pendiente, un triángulo azul lo empu-
peligrosas de forma muy matizada, y recono- jaba desde abajo para ayudarlo a subir, mien-
cer las posibles figuras de apoyo, si el niño no tras que un cuadrado amarillo lo empujaba des-
presenta una alteración grave del desarrollo. de arriba para que no subiera. Después de ver
Una acepción de la palabra sabiduría es: “co- la escena tres veces, se le pedía al lactante que
nocimiento especulativo del mundo que bus- escogiera una de las tres piezas. Un porcentaje
ca explicar el orden” (Varios autores, 2019). significativo de niños escogían el triángulo azul,
El bebé, lactante y niño pequeño, mucho an- que había hecho gestos de ayuda, no disrupti-
tes de que sea considerado un interlocutor vos. Esta investigación es muy importante por-
activo por parte de los adultos, a través del que muestra cómo el menor de cinco años tiene
sistema interactivo y de apego, sabe ser pru- la capacidad innata de captar las conductas de
dente con las dificultades interactivas de los ataque y poderlas evitar (no siempre puede) o
cuidadores, no excitarlas demasiado, mostrar comunicarlas para ser protegido. Tiene noción
un aire circunspecto en los momentos críti- de lo malo y lo bueno para él antes de tener un
cos, mantener sus potencialidades en espera concepto sostenido por el lenguaje.
de mejores propuestas de estimulación y de Lo que perturba al menor de cinco años

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34 27


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso en menores...

atacado sexualmente es que recibe una exci- una experiencia penosa y difícil para él en forma
tación en sus genitales sin capacidad de con- de abuso sexual y le protejan del abusador, es la
trol, aunque los gestos del abusador puedan vía necesaria para que el niño se reponga de la
se suaves y ambiguos, y que vive un relación experiencia.
con el adulto que nunca había vivido antes. Si los adultos cuidadores se comportan como
Esto es lo que le angustia y le mueve: sea a evi- si hubiera sufrido una experiencia de abuso y le
tar el abusador o a tener actitudes de repliegue protegen del supuesto abusador alejándole de
y huida respecto a él, sea a pedir ayuda a través él, pero el niño/a no lo ha vivido, el que lo traten
de gestos o signos de malestar. como víctima sin serlo tiene consecuencias ne-
gativas para el desarrollo de los menores.
Clínica de la sospecha de experiencia de abuso Esta relación entre el cuidador y el menor
está considerada un abuso emocional, descri-
Este periodo del desarrollo plantea diferentes to como: las creencias de los cuidadores prin-
figuras clínicas en el proceso de evaluación de cipales, subjetivas, sin base real que llevan a
una posible experiencia abusiva del menor: tener conductas inadecuadas en los cuidados
1) El abuso intra familiar realizado por un cuida- de los niños en fase de desarrollo de mucha de-
dor principal provoca que el niño haga sín- pendencia. Son fantasías egosintónicas, que el
tomas de malestar, incluso graves, pero que adulto vive como realidades; no hay intención
no explique de forma clara su experiencia por de dañar al menor, sino de protegerlo de unos
miedo a perder el cuidado de sus referentes. peligros que únicamente existen en la mente del
2) La preocupación del cuidador por un supues- cuidador principal. Por ello, el abuso emocional
to abuso (mórbida) provoca que el niño se no tiene una sanción penal y recibe la asistencia
contamine del discurso preocupado, pero no propia del maltrato y la negligencia.
presenta síntomas de malestar propios de ha-
ber vivido una experiencia de abuso. El diagnóstico psicológico de la sospecha de
3) El abuso intrafamiliar por un adolescente o abuso
adulto no cuidador principal o el extra fami-
liar. El niño revela de forma más directa la ex- Para diagnosticar un abuso, el relato de la su-
periencia abusiva a su cuidador principal para puesta víctima es imprescindible, así como estu-
pedir ayuda. Si el cuidador principal recibe diar su credibilidad. Si hubiera signos físicos del
bien esta información del niño, el diagnóstico abuso, estos serán el objetivo de las exploracio-
de la experiencia será más fácil; si el cuida- nes diagnósticas. En la población de menores
dor principal no recibe bien la información o de cinco años, el porcentaje de señales físicas
la niega por su lazo afectivo con el supuesto de abuso es muy bajo. Cuando hay sospecha de
abusador, la revelación del menor de cinco abuso, la modalidad de tocamientos es la más
años se resentirá de esta negación y se volve- frecuente. Así, la credibilidad del relato del me-
rá menos clara. Sin embargo, en estas situa- nor es el punto central para esclarecer la situa-
ciones clínicas podremos apreciar los signos ción la mayoría de veces.
de malestar del niño/a y la baja credibilidad ¿Cómo esclarecemos la credibilidad del relato
del relato del adulto no protector. en los niños de menos de cinco años? Necesaria-
En todas estas situaciones, las señales físicas mente, tenemos que tener presente: las compe-
del abuso (muy poco frecuentes en estas eda- tencias individuales del desarrollo de estas edades,
des, ya que normalmente son en forma de to- la parentalidad y las competencias como cuidado-
camientos), la credibilidad del relato del niño/a, res de los cuidadores principales (padres, la diná-
y sus síntomas de malestar y la credibilidad del mica familiar cuando es intra-familiar). Dado que
relato del adulto cuidador no abusador serán los los cuidadores principales hablan en nombre del
puntos básicos para esclarecer la situación que niño y lo presentan a los equipos médicos, esco-
ha vivido el niño. lares, sociales, etc., tendremos que estudiar tam-
Para los menores de cinco años, el que los bién la credibilidad del relato del adulto cuidador
adultos cuidadores reconozcan que ha sufrido que sospecha de que el menor ha sido abusado.

28 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34


Margarita Ibáñez

Método de entrevista y de observación diag- que nos interesaremos por sus experiencias, se
nóstica haya podido establecer una relación interactiva
equilibrada y continente y se hayan rebajado
Los aspectos a explorar clínicamente son: el las proyecciones angustiosas por su parte ha-
sistema de filiación, a través de las represen- cia los adultos no familiares.
taciones mentales de los adultos cuidadores Este aspecto es muy importante en estas eda-
principales respecto al niño/a, respecto a ellos des porque los menores, al ser dependientes del
como padres y respecto a sus relaciones conyu- adulto, también lo son del examinador, así que
gales y/o alianza parental; el sistema interactivo, será imprescindible crear una interacción ajus-
núcleo del sistema de crianza y de comunica- tada al nivel de su desarrollo que permita estar
ción pre-verbal, a través de la que el adulto, me- en conexión emocional, colaboración y que no
diante su aparato psíquico, estimula el desarro- sea intrusiva o controladora, para que lo que re-
llo cognitivo y socioemocional del niño/a; y el late pueda ser considerado producción propia
sistema de apego, que se manifiesta a través de y no una respuesta dócil a lo que él cree que el
las conductas de confianza respecto a los cui- adulto quiere de él.
dadores principales y a través de las represen- El cómo se recoge el relato de la experiencia
taciones de apego (Modelo Operativo Interno abusiva en estas edades tempranas es muy im-
descrito por Bowlby [1973]). portante, ya que, aparte de seguir el modelo de
Para las primeras entrevistas, proponemos el preguntas recomendado para poder valorar la
encuadre propuesto por Scheeringa y Zeanah credibilidad del discurso, también hay que te-
(1994), en el que dos profesionales, uno cen- ner en cuenta en qué ambiente relacional e in-
trado en el adulto y otro en el niño, reciben a teractivo se obtuvo el relato. Para ajustarnos a
ambos en este encuadre: primero, escuchan los la máxima objetividad posible y poder utilizar
discursos de los adultos que, aparte de dar in- únicamente las informaciones del niño recogi-
formación, transmiten sus representaciones y su das en las condiciones de espontaneidad y no
estado mental en relación al niño y a la supuesta intrusivas, se hacen transcripciones literales de
experiencia de abuso; después, observamos la todos los intercambios comunicativos a través
relación interactiva del adulto con el niño y de del juego, de comentarios aislados que puedan
este con el adulto mientras se habla de la su- ser pertinentes y de conversaciones en los que
puesta experiencia abusiva y de su supuesto el niño dice cosas sobre la experiencia abusiva,
malestar y de su desarrollo. Entonces, observa- tanto afirmándola cómo negándola.
mos el juego libre y espontaneo del niño/a y sus El proceso de recogida de una revelación de
competencias comunicativas y sociales, mien- abuso o de exploración de los signos no discur-
tras el adulto plantea la supuesta situación abu- sivos compatibles con una experiencia de abuso
siva y la historia de desarrollo del menor. de un niño menor de cinco años es laborioso.
Este encuadre permite observar el sistema Deben realizarse el número de visitas suficien-
interactivo adulto-niño/a, el estado mental del tes para que haga una relación confiada con el
adulto respecto al supuesto abuso y el esta- examinador y muestre la naturaleza de su ma-
do mental del menor (a través del juego que lestar a través de su juego o relato. Nunca son
crea espontáneamente, del discurso espon- menos de cuatro sesiones, no podemos aplicar
taneo que produce, en sintonía al del adulto, un modelo propio de niños de edad escolar y
en oposición, etc.). En suma, podemos recibir debe hacerla un profesional formado en la psi-
informaciones sobre la situación y cómo afec- cología y la psicopatología del desarrollo de
ta al adulto y al menor a través de diferentes cero a cinco años.
vías expresivas, la conductual, la emocional, la El niño/a pre verbal (0-2 años) es explicado
discursiva, la lúdica, etc. Las entrevistas con- por sus cuidadores principales: la credibilidad,
juntas con el adulto no abusador y el menor se coherencia i nivel de mentalización (Fonagy y
repiten las veces necesarias para que este coja Campbell, 2017) del discurso del cuidador es
confianza con el equipo evaluador y permita un punto fuerte de la evaluación, a la vez que
que en las entrevistas individuales con él, en las el estado del desarrollo global del niño, del

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34 29


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso en menores...

desarrollo emocional (nivel de simbolización cómo afrontar la presión del tío de la niña, dado
lúdica de la propia experiencia) y su actitud que la ha acompañado a la consulta, pensamos
interactiva respecto al adulto cuidador y al que para controlar lo que dice). A la segunda
profesional que hace la exploración. visita, no acuden. Activamos el protocolo de re-
cuperación de visitas para terminar la explora-
Viñeta clínica ción. Cuando vuelven, han pasado unos meses.
Mientras, los equipos pediátricos han tratado la
Leandra es una niña de 20 meses que acude ETS. Lo primero que me dice la madre al entrar
a la consulta por sospecha de abuso debido al es que su cuñado se fue al extranjero a la sema-
hallazgo clínico del pediatra de una enferme- na de vernos y que la niña está muy bien. Am-
dad de transmisión sexual (ETS). El día de la ex- bas captamos la realidad de la tensión relacio-
ploración psicológica, acompañan a la niña su nal de la niña con el tío, aunque no lo dijéramos.
madre y un hombre joven en actitud vigilante y Le comento que hablaré con la guardería para
tensa. Al principio, sólo hace el gesto de entrar que me confirmen que la niña va bien. Llama-
la madre, pero nosotros invitamos al hombre mos y el equipo de guardería confirma el desa-
joven a entrar. La niña se mantiene sola en el rrollo saludable de Leandra y que no hay ningún
área de juego, sin reclamar ni a la madre ni al signo de riesgo de maltrato o descuido. En este
hombre joven, que resulta ser el tío paterno, que caso, podemos ver la importancia de conocer
vive con ellos. La madre, con aspecto de tensión los signos de sufrimiento del niño pequeño que
y sufrimiento, dice que no entiende qué puede se manifiestan en la interacción. Leandra, a sus
haber pasado, que ella cuida bien a la niña y que 20 meses, mostró repliegue, tristeza y miedo
la niña quiere mucho a su tío y su tío a ella; que cuando pasó cerca de su tío, que la había abusa-
siempre juegan juntos. Este discurso materno do. La familia tenía una organización compleja y
no es coherente con la conducta interactiva que una cultura diferente a la nuestra, pero a través
vemos entre el tío y la niña. Mientras la madre de las actitudes de la madre pudimos apreciar
habla con nosotros, hubiéramos encontrado co- que era una madre protectora pero presionada
herente que el tío distrajera a la niña y jugara por su entorno familiar. ¿Por qué valoramos que
con ella. En vez de esto, observamos que el tío era protector? Porque su relato de poner como
evita la interacción con la niña: casi no la mira, buen cuidador al tío era defensivo, mecánico; en
ni la atiende y la niña no inicia en ningún mo- ningún momento nos atacó o se quejó de que
mento una conducta de aproximación hacia él los profesionales pensáramos que Leandra ha-
o hacia la mamá, ni busca la relación. En un mo- bía sido abusada; y Leandra, cuando vino hacia
mento dado, la examinadora llama a la niña y la examinadora, temía al tío, pero se acercó y se
la invita a relacionarse con ella a través de un protegió acercándose sin defensas a la madre.
juguete. La niña responde enseguida y se dirige Valoramos que no temía a la madre, al contrario.
hacia la mesa de la examinadora. Para ello, tiene
que pasar delante del tío. Al hacerlo, muestra Métodos para la exploración individual
conductas propias del niño maltratado respec-
to al maltratador: se esfuerza para apartarse de El niño/a de tres a cinco años puede explicar
él, baja la cabeza y la mirada hacia el suelo y sus propias experiencias en una situación de re-
expresa miedo con su cuerpo y su cara. El tío lación confortable y de confianza.
no la reclama. La madre no dice “¿qué te pasa? El objetivo de los encuentros de exploración
¿por qué haces esto?”. Los dos hacen como si individual del niño pequeño es ofrecerle un en-
no lo hubieran visto. Recordemos que el men- cuadre relacional y medios para que pueda ha-
saje principal que nos transmite la madre es que blarnos de su propia experiencia sin induccio-
la niña quiere mucho a este tío y que él juega nes involuntarias de nuestra parte y sin que nos
mucho con ella. No comentamos lo que hemos habiten sugestiones del discurso de los adultos
observado. Captamos que la situación es muy que nos lo presentan. Nuestra tarea es poder
tensa, incluso para la madre (son una familia de distinguir entre un discurso demasiado construi-
otro país, e imaginamos que ella misma no sabe do, secundarizado y vacío de signos vivenciales

30 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34


Margarita Ibáñez

sobre el supuesto abuso, que podría indicar familia. El objetivo de la entrevista es llevar al
contagio del discurso preocupado del adulto y niño al campo de sus experiencias en los diferen-
un discurso construido por el niño que le perte- tes hogares donde es cuidado o en abusos en
nece y ligado a su propia experiencia. el ámbito escolar en su hogar y en la escuela. El
entrevistador tiene que comprobar que el niño
Medios de exploración está involucrado en el tema y no pendiente de
su relación con él cómo adulto. Cuando el con-
Exploramos las representaciones mentales del texto relacional está óptimo para aplicarla, la
niño que tenemos que evaluar en tres áreas del consigna que se le da al niño es: “A mí me gusta
desarrollo. conocer la familia de los niños que me vienen a
ver, así que ahora te preguntaré por las diferen-
Juego libre tes casas donde vives, o donde comes a veces
Un niño abusado recientemente puede mos- o duermes a veces”.
trar un bloqueo total para jugar, teniendo de- Siguiendo el ritmo del niño, colocándose de
sarrollo suficiente para hacerlo. Este es uno de forma cómoda para que vea los que dibuja el
los síntomas de estrés postraumático agudo: el adulto, ajustándose al nivel de desarrollo del
niño controla el flujo de imágenes y recuerdos niño y con un discurso que le anima a decir su
postraumáticos, bloqueando su capacidad de opinión (calidad interactiva ajustada en el tiem-
imaginación y lúdica; además, hay un rechazo po, el espacio, la autonomía y el discurso con
abierto a esta actividad. Cuando la experiencia alabanzas) se le pregunta en qué casas le cui-
de abuso ha generado síntomas de estrés post dan: “casa de mamá”, “casa de papá”, “casa del
traumático más leves, buscamos en el juego del abuelo”, etc., y a medida que las nombra, el exa-
niño dramatizaciones postraumáticas de la es- minador le para y la dibuja (en esquema infan-
cena abusiva. El niño juega, construye su histo- til). El niño/a acostumbra a estar pendiente de
ria, pero muy a menudo, de una forma incohe- cómo la representa el adulto: le pregunta quién
rente respecto a su historia, aparecen escenas vive en cada casa, una después de otra, suce-
que evocan elementos de la escena abusiva. sivamente; el niño sólo debe enfocarse en una
También observamos las representaciones lú- cada vez y lo anota con calma. Esta conducta
dicas sobre la vida cuotidiana familiar y cómo del adulto tiene como misión mostrar su mente,
representa las relaciones padres-niños. En los en aquel momento enfocada en el mismo tema
casos de preocupación mórbida parental, sin que el niño/a. Así se rebaja el sistema ansioso
existencia de abuso real, el niño/a puede mos- proyectivo del niño/a cuando está en conversa-
trarnos, a través del juego, el afecto o la buena ción con un adulto no familiar.
relación con el supuesto abusador, represen- Cuando todas las casas están representadas y
tando padres y madres o abuelos y abuelas que sabemos quién vive en cada una, se le pregun-
cuidan bien. En este caso, observaríamos que el ta al niño cosas que son de su universo infantil:
niño representa de forma normal los diferentes ¿Cuál es tu juguete preferido en casa…? ¿Cuál
miembros de una familia y no aparecerían en el es tu comida preferida? ¿Quién cocina?
juego elementos de la supuesta escena abusiva. Qué haces con mamá/papá/ abuelo… para di-
El juego no presenta un prototipo definido; es vertiros? ¿Hay algo que te asusta o te molesta o
un elemento más que, junto con otros, nos per- enfada en casa de…)?
mite discernir si un niño ha vivido una experien- Los niños de tres años pueden explicar, de
cia abusiva o no. forma espontánea, sus experiencias, porque se
desarrolla el “sí mismo autobiográfico desarro-
Explorar su representación de la “experiencia llado”. A través de esta entrevista, aparte de
de ser cuidado” obtener explicaciones del niño/a espontáneas
Entrevista sobre tu familia. Esta entrevista la que pueden referirse al abuso o no, evaluamos
realizamos cuidando que el niño/a esté en in- la capacidad de explicar la propia experiencia
teracción ajustada, compartiendo el interés que con sus cuidadores y la funcionalidad de esta
le muestra el entrevistador sobre conocer a su capacidad en un niño en particular.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34 31


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso en menores...

El completamiento de historias de apego si alguien le toca los genitales, dice que no; si
Para ello, usamos el Attachment Story Com- alguien le hace cosquillas en los genitales, dice
pletion Task (ASCT, Bretherton 1990), a través “eso no, el X”, o sea niega y afirma a la vez. En
del cual evaluamos las representaciones de la entrevista psicológica, muestra gran preocu-
apego del menor. Esta prueba propone seis ini- pación por entrar solo y, cuando lo acepta, está
cios de historia que representan pequeñas difi- muy atento a la voz de su cuidador principal y
cultades cuotidianas para un niño/a en las que teme que les escuche (el menor está en alerta,
requiere normalmente la ayuda de los mayores. se protege de la reacción del adulto, que le ha
Esta prueba ayuda al profesional en los casos de dicho que no diga nada). En la siguiente visita,
abuso en que el niño no habla abiertamente del el profesional retoma la respuesta incoherente
tema de dos maneras, a) desbloqueando el tema “eso no, el X” y el menor dice “esto era una men-
del relato del abuso porque estimula las repre- tira”, nueva estrategia “sabia” para proteger el
sentaciones de relación con cuidadores y permi- lazo con los cuidadores abusadores. El profesio-
te también repreguntar al examinador sobre la nal acepta que es una mentira y le pide que se
supuesta situación de abuso, b) detectamos los la explique: “¿el X te tocaba la pichila?”, “sí, pero
signos que presentan los niños que han padecido es de mentira”. “¿Dónde estabais?” No responde
experiencias de maltrato y abuso. En las situacio- a la pregunta, pero asocia con la escena “el A y
nes de preocupación mórbida del adulto, permi- la M (hermanos) estaban lejos”. Esta es una co-
te evaluar si el niño presenta las alteraciones que municación de la experiencia subjetiva de estar
se espera que tenga si ha vivido en la realidad las sola sin sus hermanos. Es un elemento de credi-
escenas sexuales que relata el progenitor preo- bilidad, el menor explica de forma creíble la es-
cupado, que a menudo son muy graves y descar- cena abusiva. “¿Y Z (el otro progenitor)?”. “Ha-
nadas, por ejemplo si el niño presenta un apego ciendo la comida”, “¿Y tú y X?”. Repite: “te digo
seguro y hace una representación cálida y afec- que es mentira”. El examinador lo acepta: “de
tuosa de los dos padres de las historias. Esto es acuerdo, pero dime dónde estabais, ¿en la cama,
incompatible con haber sufrido un abuso grave, en el WC, en el comedor?”. El menor responde:
como relata el progenitor preocupado. “en la cama de ellos”. Este “ellos” vehiculiza una
distancia emocional defensiva respecto a los
Ejemplos de relatos de dos menores de tres y progenitores. “¿Y tú que hacías?”, “yo decía ¡So-
cuatro años corro!!” Se ríe con risa nerviosa. “¿Y qué pasó?”
“Vino Z”. “¿Y qué dijo X?” “Te quiero mucho”.
Presentamos unas viñetas clínicas, enfocadas, “¿Y qué dijo Z?” “Esto no se hace”; dramatiza
únicamente en cómo los menores de tres a cin- que Z lo dice con voz y gesto enfadado.
co años pueden comunicar su propia experien- Podemos ver que, este menor, si bien dice que
cia si se tiene en cuenta los aspectos que hemos es mentira, explica una escena con credibilidad.
presentado en este artículo. Le repetimos que esto no lo diremos a los pro-
genitores, que es para entender qué le ha pa-
Abuso intrafamiliar del cuidador principal con sado y ayudarlo. Al entrar el progenitor que le
negación del hecho de los progenitores y pre- acompañaba, se angustia y mira al examinador,
sión al menor para que no lo diga. controlando que no diga nada de lo que él ha
El menor tiene 3,11 años. La sospecha de abu- contado sobre el abuso. El examinador le tran-
so surge del hallazgo de una ETS, cuando los quiliza con el gesto y explicando cosas banales
padres consultan al pediatra por un problema al progenitor. En la siguiente sesión, en la que se
genitourinario. En la entrevista con los padres, explora el estado mental del menor y el impac-
estos niegan la posibilidad de abuso; dicen que to del abuso, le proponemos el test del Dibujo
debe ser un contagio en un sitio público. Descri- de una Familia. Dibuja a sus progenitores, pri-
ben al menor como líder e inteligente. Ante no- mero Z y después X. El examinador le pregunta:
sotros, se muestra bloqueado y en alerta. En la “¿Nadie más? ¿No vas a poner ningún hijito?”.
primera entrevista, responde las preguntas del Responde: “no”. Preguntamos quién es el más
profesional y, ante una pregunta directa sobre simpático, responde que ambos progenitores

32 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34


Margarita Ibáñez

porque juegan con mucho con él. Nos cuenta Casa de la mamá
que juegan a hacerle volar; describe escenas de - ¿Quiénes viven? La mama, la yaya, J., A. y yo
juego positivo con los progenitores. Siguiendo - ¿Juguete preferido? Aisa, una muñequita
el test, le pregunta “¿Quién es el menos simpá- - ¿Comida preferida? Sopa
tico?” “Los dos”. “¿Por qué son menos simpáti- - ¿Quién cocina? La mamá
cos?” Responde “por aquella cosa”. “¿Porque te - ¿Qué hacéis para divertiros? Jugar
han hecho aquella cosa que me dijiste y que te - ¿Hay algo que te asuste? No
dije que no se lo diría a nadie?” Responde que sí. Casa del papá
Vemos en este trozo de conversación, surgi- - ¿Quiénes están? El tete, A, yo y el J.
da a través del test proyectivo de la familia, que - ¿Qué juguete es el que más te gusta? No tiene
el menor está muy bien orientado sobre los que - ¿Qué juguetes te llevabas de la casita de
habla con el examinador, y evoca lo dicho en la mama? La Aisa
sesión anterior con criterio y pertinencia. Este es - ¿La comida que más te gusta? La sopa
un buen ejemplo de cómo un niño/a pequeño se - ¿Quién cocina la sopa? El papa
orienta bien para ser ayudado en una situación - ¿Qué cosas haces con papa para divertiros?
de abuso; puede revelar la situación si se toman Jugar
en consideración los aspectos que hemos pre- - ¿Hay algo que te asuste? No
sentado en este trabajo. Casa de la yaya (materna)
- ¿Quiénes están? El tete, A. y yo y también J.
Sospecha de abuso por preocupación mórbida - ¿Juguete que más te gusta? No tengo
de un progenitor - ¿Cuál te llevas de casita? La Aisa
Padres de cuatro hijos, separados desde hace - ¿La comida que más te gusta? La sopa
siete meses; la niña, de cuatro años, es la menor. - ¿Quién hace la sopa? La yaya
Presenta masturbación frecuente desde antes de - ¿Qué cosas divertidas haces con la yaya? Jugar
la separación. Al iniciarse las pernoctas, la madre - ¿Algo que no te guste? Nada
se preocupa más por la masturbación de la niña,
ya que viene muy irritada de casa del padre. Un Conclusiones
día la niña propuso al hermano de seis años que
le tocara los genitales. Este lo dijo a la madre y Los menores de cinco años presentan unas
ella le preguntó “quién se lo había enseñado”. La características específicas de desarrollo y unas
menor dijo que su maestra. La madre le dijo que competencias comunicativas no verbales y rela-
esto era imposible y entonces dijo que su padre. cionales que les permiten hacer conocer su pro-
Apreciamos en esta conducta de la menor cómo pia experiencia a los profesionales que tienen que
el niño/a pequeño, cuando es interpelado por explorar si han vivido un maltrato o un abuso.
algo mal hecho y se le pregunta quién se lo ha La clínica del maltrato y psicopatológica de es-
enseñado, evoca figuras de referencia para él/ tas edades está reconocida y construida por el
ella. La madre la llevó a urgencias y al final puso impulso de la World Association of Infant Mental
una denuncia contra el padre. Durante la explora- Health (WAIMH) y recogida en la clasificación
ción, la niña se muestra retenida y evitativa, está 0-5, en base a las investigaciones sobre la po-
alerta. Valoramos que capta la tensión entre los blación de estas edades y sus padres.
padres y de la situación. En el juego, está inhibida Los profesionales que evalúan sospechas de
pero las escenas que representa son de activida- maltrato y abuso en estas edades deben estar
des domésticas familiares normalizadas. No hay formados en estos conocimientos, si no, pue-
signos de experiencia abusiva. En la entrevista den diagnosticar falsos positivos o no percibir
sobre Tu Familia, vemos que no aporta nada que los abusos intrafamiliares con gran ocultamiento
sustente la sospecha de que ha vivido un abuso hacia el entorno social.
por parte de su padre. Describe de forma pare-
cida las cuatro casas en las que convive con cui- Agradecimientos
dadores principales y secundarios. Mostramos, a
continuación, un fragmento de la entrevista. A las familias y los niños menores de cinco años

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34 33


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia de abuso en menores...

que hemos estado atendiendo y acompañando Assessing internal working models of the
desde 1998 en la difícil situación de sospecha de attachment relationship. En M. T. Greenberg,
abuso sexual, confirmado o no. De ellos hemos D. Cichetti y E. M. Cummings (Eds.), Attach-
aprendido esta clínica. ment in the preschool years: Theory, research
Al Dr. J. Pou y D. Petitbó de la UFAM del Hos- and intervention (pp. 273-308). Chicago: Uni-
pital de Sant Joan de Déu, que me acompaña- versity of Chicago Press.
ron y me enseñaron las bases de esta ardua Bowlby, J. (1973). El apego: el apego y la perdi-
tarea. da vol. I Barcelona: Paidós 1993.
A los colegas Prof. J-Y Hayez, paidopsiquia- Fonagy, P. y Campbell, C. (2017). Mentali-
tra, Prof. D. Charlier, paidopsiquiatra, Jefes del zing, attachment and epistemic trust: how
Servicio de Psiquiatría de la U. de Lovaina (Bru- psychotherapy can promote resilience.
selas), el Dr. P. Marciano, paidopsiquiatra y Jefe Psychiatr Hung., 32(3):283-287.
del Servicio de psiquiatría de Beziers (Francia), Ibáñez, M. (2009). Sagesse, en P. Ben Soussan,
L. Perulli, paidopsiquiatra y Jefe del Servicio de Cent mots pour les bebés d’ajourd’hui. Tou-
Neuropsiquiatría infantil y juvenil de Venecia y louse: Eres ed.
la Dra. R. Mascaró, directora del Fil d’Ariane, dis- Lebovici, S. y Stoleru, S. (1988). El lactante, su
positivo para padres y menores de cinco años madre y el psicoanalista: las interacciones pre-
en situación de maltrato y abuso intrafamiliar de coces. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Lille (Francia), que desde finales de los 90 y du- Stern, D. (1991). El mundo interpersonal del in-
rante la década del 2000 compartimos semina- fante: una perspectiva desde el psicoanálisis y
rios y formaciones para definir y perfilar mejor la psicología evolutiva. Buenos Aires: Paidós.
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y maltratado. psicoterapia en las relaciones entre padres hi-
jos. Barcelona: Paidós.
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BBC Earth Lab (3 de diciembre de 2018). Can terview and observational record for infants
Babies Distinguish Good and Bad Behaviour? and young children. (manuscrito no publica-
[archivo de vídeo]. Recuperado de do), New Orleans, NA: Tulane University.
https://youtu.be/JWzRFLSucQQ Varios autores (2019). El pequeño Larousse Ilus-
Bretherton, I., Ridgeway, D. y Cassidy, J. (1990). trado. Barcelona: Larousse editorial.

34 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 25-34


De la fragmentación a la cohesión.
Una experiencia grupal con víctimas
de abuso sexual infantil
Montserrat Palau i Pujol*

RESUMEN
De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil. Presentamos,
en este artículo, una experiencia de psicoterapia psicoanalítica de grupo con tres niñas de cuatro y cinco años
que habían sufrido abusos sexuales de muy pequeñas por parte de un familiar cercano y que ninguna había ver-
balizado. El único síntoma manifiesto era una importante inhibición, que las tres compartían. Se inició una psico-
terapia semanal sin un límite predefinido de tiempo que ha durado un año y medio. Como resultado del proceso
psicoterapéutico, las niñas fueron capaces de salir de la inhibición, desarrollar un juego simbólico, manifestar
fantasías inconscientes y encontrar otra manera de expresarse con el cuerpo y también de comunicarse con
él. Palabras clave: abuso sexual infantil, psicoterapia psicoanalítica grupal, inhibición, juego simbólico, fantasías
inconscientes, fragmentación, cohesión.

ABSTRACT
From fragmentation to cohesion. A group experience with victims of child sexual abuse. In this article, we pre-
sent a psychoanalytic group psychotherapy experience with three girls, aged between four and five, who had
been sexually abused by a close relative. None of the victims had verbalized it. The only manifest symptom was
an important inhibition, which the three of them shared. A weekly psychotherapy was started without a prede-
fined time limit. It lasted a year and a half. As a result of the psychotherapeutic process, the girls were able to
get out of inhibition, develop a symbolic play, manifest unconscious fantasies and find another way to express
themselves with the body and also to communicate with it. Keywords: child sexual abuse, group psychoanalytic
psychotherapy, inhibition, symbolic play, unconscious fantasies, fragmentation, cohesion.

RESUM
De la fragmentació a la cohesió. Una experiència grupal amb víctimes d’abús sexual infantil. Presentem, en
aquest article, una experiència de psicoteràpia psicoanalítica de grup amb tres nenes de quatre i cinc anys que
havien patit abusos sexuals de molt petites per part d’un familiar proper i que cap d’elles havia verbalitzat. L’únic
símptoma manifest era una important inhibició, que totes tres compartien. Es va iniciar una psicoteràpia setma-
nal sense un límit predefinit de temps que ha durat un any i mig. Com a resultat del procés psicoterapèutic, les
nenes van ser capaces de sortir de la inhibició, desenvolupar un joc simbòlic, manifestar fantasies inconscients i
trobar una altra manera d’expressar-se amb el cos i també de comunicar-s’hi. Paraules clau: abús sexual infantil,
psicoteràpia psicoanalítica grupal, inhibició, joc simbòlic, fantasies inconscients, fragmentació, cohesió.

Introducción la Salut para atender a la población de cero a 18


años. Presentaré un grupo formado por tres niñas
En el presente artículo, se explica un trabajo clí- que, al inicio del tratamiento, tenían cuatro y cin-
nico llevado a cabo en uno de los centros de salud co años. Las tres presentaban motivos diferentes
mental infantil y juvenil (CSMIJ) que la Fundació de consulta y maneras diferentes de llegada al
Orienta tiene concertados con el Servei Català de Servicio. Las llamaré Dunia, Fina y Gloria.

*Psicóloga y psicoterapeuta. Miembro fundador de la ACPP. Miembro emérito de la Fundació Orienta.


Contacto: [email protected]

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 35-43 35


De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil

Método porque no podía enseñar las bragas, que se las


quitaba a la mínima ocasión. En el CSMIJ, aten-
En el momento de la primera consulta, hacía díamos a todo el grupo familiar una vez al mes.
cinco meses que Dunia vivía en una residencia El hecho de presentarse tres casos de edades
de la Dirección General de Atención de la Infan- muy similares a la misma terapeuta y el hecho
cia y la Adolescencia (DGAIA) (1). Les preocu- común de que los tres habían sufrido abusos se-
paba su importante fracaso escolar y que en la xuales de muy pequeñas por parte de un fami-
residencia era muy inhibida en sus relaciones. liar cercano, me animó a pensar en la posibilidad
Era frecuente que empezara las relaciones con de hacer el grupo. También me movía el deseo
cierto matiz erotizado. Había sido separada de de investigar cómo la psicoterapia psicoana-
su familia por ser muy desestructurada. De he- lítica grupal podía ayudarme en una situación
cho, la DGAIA había asumido la custodia de to- como esta.
dos los hijos de la pareja. El padre había abusado Había, además, una problemática de persona-
de Dunia de manera continuada, desde que era lidad parecida. Las tres niñas manifestaban una
muy pequeña, sin llegar a la penetración. Desde importante inhibición, aunque de naturaleza di-
que fue retirada de la familia, no lo había vuelto ferente. Dunia, que estaba acogida en una re-
a ver. Veía a su madre una vez al mes. sidencia, presentaba una inhibición intelectual,
Fina era la mayor, de cinco años. Vivía con sus a diferencia de las otras dos. Gloria, que vivía
padres y dos hermanos mayores. La familia era con su madre, presentaba principalmente una
bastante conflictiva. La madre era una enferma inhibición de los comportamientos más propios
mental y el padre estaba afectado por una enfer- de la edad. Tanto Fina como Dunia presentaban
medad incurable. La petición de consulta venía dificultades de relación con los otros.
por los Servicios Sociales, que habían recibido la Individualmente, durante la valoración diag-
indicación del hospital infantil de referencia. Allí nóstica, ninguna de ellas había expresado nin-
había sido atendida por presuntos abusos sexua- guna vivencia que hiciera pensar en los abusos
les por parte del hermano mayor, adolescente, sexuales que habían sufrido. Estas vivencias no
y un amigo suyo. El servicio hospitalario había se presentaban ni de forma directa ni bajo for-
confirmado que Fina había recibido tocamien- mas simbólicas. Predominaba la inhibición. Esta
tos. En la exploración, les preocupó la gran inhi- podría tener que ver con la propia naturaleza de
bición de la niña y las dificultades de relación con los hechos o con la edad temprana en que tu-
los iguales. También refirieron rasgos obsesivos. vieron lugar, sobretodo en el caso de Dunia y de
No tenía dificultades de rendimiento escolar. Gloria. Me hacía pensar que se trataba de viven-
Gloria vivía con su madre y con dos hermanos cias que posiblemente sólo podían sentirse sin
mayores. Habían consultado toda la familia, dos tener consciencia de ellas y, por lo tanto, mani-
años antes, por indicación de los Servicios So- festarse bajo la forma de actuaciones de viven-
ciales. En aquel momento, el padre acababa de cias sensoriales teñidas de sentimientos. Por lo
recibir una orden judicial que le prohibía ver a tanto, eran hechos que no se podían sentir ni re-
sus hijos por haber abusado sexualmente de los presentar emocionalmente de forma conscien-
tres. Había intentado penetrar a Gloria a los dos te. Esta era la característica en común que pre-
años de edad. Inicialmente, la niña fue atendida sentaban: no eran capaces de poderlo expresar
en nuestro Servicio y, aunque llegó con una gran de forma simbólica, a través de fantasías más o
agitación, había hecho una buena evolución. A menos conscientes, del juego, de dibujos, etc.
los cuatro años, coincidiendo con la consulta de Pensé entonces en la indicación de psicote-
las otras dos niñas, preocupaba la posibilidad rapia de grupo precisamente por la posibilidad
que estuviera haciendo una pseudo-latencia: iba de poder expresar sus conflictos de forma más
bien en la escuela y en casa su conducta era mo- sensorial, concreta, nada simbólica. Consideré
délica. En cambio, persistía en algunas conduc- también que el hecho de que las tres habían pa-
tas más regresivas, como dormir con el chupete, sado por situaciones parecidas podría favorecer
y en otras poco adecuadas, como querer ir des- la expresión y mitigar el miedo a no ser com-
nuda por casa o no querer ponerse pantalones prendidas. Si aparecía claramente el tema de

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Montserrat Palau i Pujol

los abusos sexuales, ninguna de ellas lo sentiría era rechazada.


como algo totalmente extraño. Fina expresaba a menudo lo que hacía con el
La indicación de psicoterapia grupal era sólo padre y la madre, sobre todo con esta última.
para las tres niñas. La forma de expresión tan Aunque Gloria vivía con la madre, casi nunca
poco simbólica que pensaba que podrían tener explicaba nada sobre ella. Además, era quien
a partir de lo que yo había constatado en la ex- la traía a las sesiones, al igual que la madre de
ploración individual no hubiera sido posible si en Fina. Creo que esto hacía daño a Dunia, ya que
el grupo habían otras niñas sin esta experiencia ella no vivía en aquella época con sus padres. Y
real. Se trataba de vivencias muy particulares, como se ha dicho antes, sólo veía a la madre una
muy concretas y personales. Además, pensaba vez al mes. Pensaba que tal vez, la inhibición de
que para otras niñas o niños, la experiencia po- Dunia en las sesiones tenía que ver con esto y
dría ser traumática, según como se desarrollara por ese motivo introduje en el grupo la realidad
la dinámica de grupo. de las niñas. Dunia y Gloria no querían explicar
No obstante, tenía mis dudas. Me preocupaba con quién vivían y yo sí que hablé.
mucho el peligro que yo sentía de focalizar ex- Dudaba, pero lo hice, mostrando el dolor y
cesivamente en los conflictos que yo sabía que la extrañeza que podía producir no poder vivir
les unía. También me preocupaba el manejo téc- con los padres en el caso de Dunia o con el pa-
nico que se podría hacer si aparecía una excesi- dre en el caso de Gloria. No sé el conocimiento
va erotización. consciente que podían tener ellas de la causa de
A pesar de la incertidumbre, decidí iniciar una estas separaciones, ya que siempre ha predomi-
psicoterapia semanal con una observadora, sin nado una notable inhibición por parte de ellas a
un límite predefinido de tiempo. Finalmente, ha cuestionárselo. Nunca hablamos de las causas, y
durado un año y medio. ellas tampoco nunca lo preguntaron.
Pienso que el inicio del grupo fue como el de
Resultados y discusión la mayoría de ellos: predominaba la inhibición y
la desconfianza por la novedad y se intentaban
Desde el principio, la asistencia ha sido muy traer los elementos aseguradores, como son las
regular por parte de Dunia y Gloria; Fina, en vivencias familiares.
cambio, asistió de manera irregular. Las tres dibujaban casas donde vivían fami-
Al inicio, no fue posible constituir el grupo. lias. Solamente Fina hacía referencia a su pro-
Aparecían las situaciones que sabemos que se pia familia. Podríamos pensar que, en un nivel
dan siempre al principio en los grupos, normal- transferencial, traían la vivencia de que estaban
mente a causa de las ansiedades persecutorias en una casa-tratamiento, en el que éramos un
que entorpecían la integración. Dunia no podía grupo de gente dispuesta a hacer algo juntas.
hacer ningún juego ni interaccionar con las otras Lo verbalicé en alguna ocasión, cuando parecía
dos. Verbalizaba muy poco lo que hacía. Con que podían estar receptivas.
frecuencia, decía palabras aisladas como “culo”, En la quinta sesión, es produjo el primer mo-
“tetas”, cuando se le preguntaba por algo que vimiento del grupo. Antes de entrar a la sesión,
había hecho. Fina se mostraba muy regresiva, la tutora de Dunia me comentó que hacía unos
esperando indicaciones del terapeuta y, cuan- días que la niña estaba muy intranquila porque
do veía que no se producían, se ponía a hacer la compañera de la residencia que tenía su mis-
dibujos para su madre, que después siempre se ma edad había sido adoptada y no paraba de
llevaba. En algunos momentos, Gloria intentaba decirle que tendría unos padres y que ella, no.
proponer alguna actividad pero no era segui- Al empezar la sesión, las tres se pusieron a di-
da por los otros. Fue la que al inicio del grupo bujar. Fina se inquietó porque había lápices de
expresaba los deseos de investigar el espacio colores más cortos y acusó a las otras dos de
físico y de si eran las únicas niñas que veía el sacarles demasiada punta. Gloria se defendió
terapeuta. Este hecho no fue compartido por las diciendo que ella no había sido y entonces Fina
otras dos de forma activa. acusó a Dunia, que no dijo nada. Las tres dibuja-
Cualquier propuesta de la terapeuta también ron casas. Les dije que explicaran lo que habían

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De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil

dibujado y Gloria dijo que era una casa abando- Parece que esta proyección masiva les permi-
nada, donde no podría vivir nadie porque estaba tía momentáneamente acercarse entre ellas y
muy rota. Fina dijo que la suya también estaba también a la terapeuta. Dunia llegó a sentarse
abandonada pero que vivía un señor en ella. La en las rodillas del terapeuta y, rápidamente, Glo-
terapeuta les dijo que tal vez ella también se po- ria lo hizo con la observadora. Después iniciaron
dían sentir un poco abandonadas y que por eso un juego simbólico con animales pero Dunia no
estaban un poco tristes. aguantó y empezó a excitarse mucho repitien-
Se produjo un silencio. Iban dibujando y de do “caca” y “culo”. Empezaron a agredirse entre
repente, Gloria, refiriéndose a una figura huma- ellas y a la terapeuta, de manera considerable. El
na que había dibujado al lado de la casa, dijo: intento de proyectar en Fina la angustia de ha-
“mira, esta es mi madre”. La terapeuta comentó ber sido olvidadas durante las vacaciones ya no
que Gloria vivía con su madre, que Fina también les servía. Hablamos de ello. Acabamos la sesión
pero que Dunia, no. Esta contestó muy rápida- jugando a hacer comida para los animales.
mente, con mucha rabia, casi gritando, que ella Pienso que la separación por las vacaciones
vivía con la educadora. Volvió a hacerse el silen- las angustió mucho y la ausencia de Fina fue
cio y Dunia se levantó de pronto y rompió un seguramente vivida como la confirmación de la
trozo del dibujo de Fina, quien se puso a llorar exclusión, del olvido. Esta inquietud no se pudo
desconsoladamente, diciendo que el dibujo era contener mediante las actividades simbólicas y
–como cada día- para su madre. apareció la excitación motriz, la vivencia corpo-
Gloria se acercó a Fina, le cogió el dibujo y ral de aquello tan angustiante que no se podía ni
junto con Dunia, lo rompió. Dijeron que ya no poner en palabras. Solo sentían que necesitaban
eran amigas de Fina. Gloria empezó a pegarla, el contacto físico. Y la sesión acaba alimentando
Dunia a lanzarle juguetes. Las separamos. En a los animales. Por lo que parece, la vivencia de
ningún momento, Dunia se defendió de los ata- que las sesiones son un alimento las tranquilizó,
ques. sintiendo que, en la realidad, no se había dado la
Comenté que se habían asustado al hablar de destrucción temida.
sus familias y que no podían parar. Se fueron Seguramente, esta experiencia las ayudó a
tranquilizando. Dunia se desconectó, se estiró irse acercando entre ellas y con la terapeuta. Se
en el suelo haciendo rodar un coche y Gloria se dieron entonces unas sesiones en las que fueron
sentó sin hacer nada, mirando a Fina, que hacía mostrando dinámicas parecidas. Fina era recha-
otro dibujo. zada abiertamente por las otras dos y se sentía
Pienso que, en esta sesión, se muestran las vi- con muy poca capacidad para defenderse. Yo
vencias de soledad y envidia de Gloria y Dunia mostraba el deseo de todas de poderse acercar,
hacia Fina, que habla de la madre y del padre. pero con miedo a ser rechazadas. Aunque solo
Fina muestra más abiertamente que tiene un Fina era la rechazada, las tres sentían el mismo
padre, cuando dice que en casa vive un hom- temor. Dentro de las sesiones, se mitigaba el re-
bre-padre. Precisamente, esta es la figura más chazo pero no se superaba porque iba surgien-
conflictiva para Gloria y Dunia, que ya no viven do en cada sesión.
con él. Además, en parte, el padre es la causa Pienso que el acercamiento-rechazo empezó
de la separación de la familiar en los dos casos y a angustiarlas. Progresivamente, Dunia empezó
nunca se habla de ellos en su entorno. a hacer uns juegos que primero consistían en
Después de las primeras vacaciones, las de desnudar y vestir las muñecas pero después se
Navidad, en la octava sesión, vienen Dunia y escondía tras la terapeuta o tras las sillas para
Gloria y se produce un movimiento interesante volverlas a desnudar. A este juego se añadía Glo-
de acercamiento y huida. Creo que las dos ha- ria y empezaron a decir, con excitación, que las
bían vivido la separación con miedo de haber muñecas “estaban follando”. Fina se asustaba.
sido olvidadas, abandonadas, pero la niña olvi- Después de estas sesiones, apareció una fran-
dada fue depositada en Fina. No se acordaban ca erotización entre Gloria y Dunia, cosa que fue
de ella, ni si quien faltaba era un niño o una niña, vivida por Fina con mucho temor. No era nada
y fueron incapaces de recordar su nombre. simbólico, era un intento de repetición real de

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Montserrat Palau i Pujol

conductas altamente erotizadas entra las dos e que, en un momento de mucha excitación, entre
intentos de mantener unas relaciones parecidas las dos ya empezaron a desnudarse. En aque-
con la terapeuta y la observadora. Reproduzco lla ocasión, dije que allí solo íbamos a intentar
unos fragmentos de una sesión de esta época. entender lo que les pasaba y que no hacía falta
Acuden las tres niñas. Empieza la sesión y se desnudarse. Lo aceptaron.
ponen todas a dibujar. Muy pronto, se pelean: En aquellas sesiones tan erotizadas, intenté
Gloria ataca a Fina, pero vuelven a dibujar. De poner palabras a las sensaciones que segura-
repente, Dunia y Gloria rayan con furia los di- mente tenían y vincularlas a sentimientos de re-
bujos. Gloria y Fina vuelven a dibujar pero Du- lación. Era el intento de verbalizar lo que hacían
nia las va molestando. Va repitiendo “tetas, cu- y sugerir lo que debían estar sintiendo. Cuan-
los”, pero las otras dos no contestan. Entonces, do apareció la intensa erotización, me limité a
como hace habitualmente para desconectar, se hacer intervenciones descriptivas del tipo: “les
estira en el suelo y hace correr un coche. Dunia gustaba”, “se lo pasaban bien en aquel momen-
pregunta si es hora de marchar. Se le contesta to porque estaban bien juntas pero que no eran
que todavía falta mucho. Se inquieta, coge una novias”, etc.
muñeca, se pone detrás de la terapeuta y em- Pienso que, en aquellos momentos, había fun-
pieza a desnudarla. Fina, preocupada, dice que damentalmente una vivencia sensorial y yo, con
“es una porquería”. La terapeuta, con tono de mi intervención, intentaba vincularlo a un senti-
pregunta, dice que si piensan que es una por- miento, es decir, ayudar a mentalizarlo: pasar de
quería desnudarse y hablar de culos y de tetas. una cosa que solo era reconocida como una res-
Ninguna contesta. Dunia se va excitando, dice puesta sensorial a alguna cosa con una vivencia
que las muñecas “están follando”. Gloria se aña- emocional y relacional.
de y empiezan a hacer movimientos pélvicos, Se trata de lo que tanto ha explicado la Dra.
una delante de la otra. Dunia empieza a acariciar Corominas (1991, 1996): la posibilidad de men-
el pelo de Gloria y, con un tono de voz erotiza- talizar las sensaciones, de convertirlas en ele-
do, va diciendo “eres preciosa, eres mi mujer”. mentos alfa mediante el ejercicio de pensar por
Gloria se aparta pero Dunia sigue haciendo ges- parte del terapeuta (Bion, 1962). Vemos cómo,
tos corporales muy erotizados. en estas situaciones, la función alfa está inhibi-
Dunia se dirige a la observadora e intenta dar- da por parte del grupo. Buscan excitadamente
le un beso en la boca. La observadora se aparta al otro y abandonan lo que no se excita; todo
y le pregunta si piensa que ellas dos pueden ser es actuado, no pueden pensar. Seguramente,
novias. Dunia contesta que sí. La observadora aquí hay el desencadenante de la inhibición que
le dice que no y Dunia se sienta en sus rodillas sufren: no pueden investigar, pensar, etc., sólo
e intenta tocarle los pechos. La observadora la pueden repetir de forma actuada sus angustias
retira delicadamente y Dunia lo acepta. o inhibirlas totalmente.
La terapeuta dice que parece que Dunia está Creo que Fina era la que se identificaba con
confundida y que piensa que cuando quiere a los miedos de las tres, mientras Dunia y Gloria
una persona “ya son novios”. Las niñas ponen las evacuaban en ella mediante la identificación
cara de sorpresa, sobretodo Dunia. Esta se diri- proyectiva. También pienso que Fina hacía lo
ge hacia Gloria y le dice “vamos a hacer el amor”. mismo con las otras dos, pero ella lo que pro-
Se va a un extremo de la sala, medio escondidas yectaba era el placer, la excitación, que sentía
detrás de un mueble y se abrazan, ríen, inter- como algo que era “porquería”, seguramente
cambian expresiones como “chúpame el cho- también compartido por las otras dos.
cho”, e insultan a Fina, que ha estado todo este Progresivamente, fui mostrando las identifi-
rato con cara asustada sin hacer nada, sentada caciones proyectivas respectivas, mostrando
en una silla, mirándolas. La terapeuta dice que cómo las tres se asustaban cuando sentían que
ellas dos se quieren pero que no son “novias”. no podían parar la excitación y que, al mismo
En esta sesión, como en otras, intenté que mis tiempo, les gustaba. También intenté mostrar
intervenciones no fueran represoras. Solo in- que cuando ellas hablaban de “novios” o de “fo-
tervine de manera enérgica en una sesión en la llar” o cuando no lo decían y lo actuaban con la

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De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil

correspondiente excitación, de todo eso se po- la cohesión a la fragmentación por la ansiedad.


día hablar. Mis intervenciones consistían en mostrar que
Con frecuencia, intervenía diciendo: “a ver, ahora las tres podían hacer cosas parecidas, que
qué pensáis que es esto que ahora decís”, o “a podrían ver que cada una de ellas sentía cosas
ver, hablemos de esto que estáis haciendo”. A parecidas, que no tenían necesidad de pensar
menudo, no había respuesta verbal, pero al me- que las cosas que las asustaban solo asustaban
nos tenían la vivencia de que eran cosas de las a la otra. Y que las cosas que les gustaban tam-
cuales se podía hablar sin la necesidad de ha- bién podían gustar a las tres. Es decir, intentaba
cerlo y de convertirlo en actuación. que pudieran llegar a la cohesión.
También insistí muchas veces en introducir el A continuación, siguieron algunas sesiones en
sentido de realidad normal, diciendo que cier- las que jugaban a que venían los Reyes Magos
tas cosas que ellas decían que hacían o de las y les traían muchos regalos. Lo hacían de forma
que hablaban eran cosas que las hacían las per- alternada. El juego era bastante igualado pero
sonas mayores, y que las harían cuando fueran predominaba que quien recibía más regalos era
mayores. También hacía referencia a que algu- Dunia. Este juego se dio en una época del año
nas de estas cosas les habían pasado a ellas de muy lejos de la festividad de Reyes.
pequeñas, y por eso se asustaban tanto cuando La primera vez que hicieron un juego de rega-
les pasaba ahora; que estaban confundidas y no los fue bastante antes, en una sesión en la que
sabían si eran cosas que hacían solo los mayores Fina trajo una vela en forma de 6, ya que aquel
o no, porque también veían que niños y niñas de día era su cumpleaños. Las otras dos niñas la
su edad no lo hacían. Mi finalidad era poner en atacaron mucho. Después, en un intento de re-
palabras lo que creía que les pasaba y contex- paración empezaron a hacerle regalos de mane-
tualizarlo en la adecuación a su edad. ra compulsiva. Posiblemente, se trataba de una
Después de unas sesiones muy intensas en el reparación maníaca: eran los Reyes Magos quie-
sentido de la erotización, fue apareciendo una nes les traerían cosas porque no estaban enfa-
nueva relación. En una sesión, empezaron un dados. Parece que los Reyes eran figuras su-
juego que consistía en poner piezas de construc- peryoicas benévolas. Después de mentalizar las
ción dentro de la papelera. Una de ellas se sen- cosas malas, ellas lo traducían como algo má-
taba encima y decía que estaba haciendo caca, gico y mesiánico y la terapeuta quedaba como
mientras que las otras dos, sentadas alrededor, una figura deificada. Ahora que han evacuado
la miraban. Esto lo hacían de manera rotatoria, las cosas malas de su cabeza, tenía que pasar
un rato cada una. Era la primera vez que hacían algo maravilloso, y cada una de ellas pone en la
una actividad compartida. Al principio, me re- terapeuta un Rey Mago. En aquel momento, lo
sultaba difícil entender qué pasaba. Fui tantean- trabajé como la necesidad de que ellas sintieran
do si se trataba de fantasías de nacimientos de que las cosas podían ser mágicas, podían cam-
niños, pero no parecía que fuera eso. Después biar de forma mágica.
pensé que dramatizaban un intento, por parte Después de haber iniciado este juego en las
de las tres, de deshacerse de las sensaciones- sesiones, aparecen cambios importantes en
sentimientos, cacas-porquerías que cada una la vida de las niñas: Dunia ya había empezado
intentaba depositar en la otra. Esta vez no lo de- el proceso de ser adoptada (después de serlo,
positaban en la otra sino que cada una se hacía continuó viniendo al grupo), la madre de Gloria
cargo de aquello que era suyo. se casó y la de Fina mostraba una notable mejo-
Pienso que aquí ya había una simbolización, ría en su estado general.
ya podían representar mentalmente las sensa- Tal vez, para las niñas eran cosas mágicas. En
ciones. Después de haber sufrido la excitación y realidad, eran mejorías que ellas tal vez vivían
de haber hablado de ello, lo habían incorporado como mágicas. Pero, como hemos dicho, creo que
pero no podían ir más allá: empiezan, entonces, había algo más. El hecho de que la madre de Gloria
a evacuar. Con la evacuación, hay una fragmen- se casara y la aparición de padres adoptivos para
tación, porque todavía es algo que no pueden Dunia trajo fantasías de posibles hermanos, fanta-
contener mentalmente. Es decir, que vamos de sías que pudieron verbalizar de manera explícita.

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Montserrat Palau i Pujol

También es posible que aparecieran estas de quién sería el padre. Nadie lo quería ser o,
fantasías inconscientes como una muestra de sencillamente, ya no se planteaban que en la fa-
aquellas de las que habla Isaacs (1943) cerca milia tuviera que haber un padre.
del nacimiento de bebés. Las niñas empezaban La aparición del padre adoptivo de Dunia
a poder traer fantasías inconscientes sobre el causó una gran consternación en el grupo. Du-
nacimiento de bebés: los bebés-cacas. Jugaban nia empezó a sentirse muy importante, ya que
todavía a hacer cacas. La aparición de fantasías siempre la acompañaba él. Las otras dos -y, so-
inconscientes era la muestra de la posibilidad de bretodo, Gloria- sentían mucha envidia y admi-
salir de la inhibición. ración. Gloria hizo un sometimiento de admira-
Pero para hacer bebés se necesitan padre y ción hacia Dunia y ambas atacaban a Fina de
madre. El padre de cada una de ellas era una manera considerable. Pero, en esa época, Fina
figura muy denigrada o inexistente, y tal vez ya empezaba a defenderse de los ataques de
necesitaban convertirlos en Magos, idealizados, ellas dos.
para borrar la denigración real de los padres Posiblemente, Dunia y Gloria volvían a hacer
biológicos. La madre era alguien más cercano servir los mecanismos de defensa iniciales de
para las tres, excepto para Dunia. deshacerse de las cosas feas, difíciles, y proyec-
Trabaje este aspecto en el sentido edípico, ya tarlas sobre Fina. También es verdad que era un
que pensaba que estas fantasías también podían receptáculo adecuado: no sabía defenderse, iba
ser una manifestación edípica, ya que las niñas muy mal vestida, era la menos agraciada física-
ya no estaban tan bloqueadas. En este sentido, mente. Pero en esta etapa, Fina no aceptaba pa-
trabajé su deseo de poder tener hijos; de poder sivamente ser este receptáculo y ya se rebelaba.
ser como sus madres, que podían tener hijos. Las otras dos eran más capaces de aceptar esta
Es decir, trabajar la identificación con la ma- rebelión, y cada una se hacía cargo de sus cosas.
dre, como una salida edípica. Era lo propio de Progresivamente, fueron jugando con las mu-
la edad. Ellas también habían tenido un padre ñecas barbies que Dunia y Gloria llevaban a las
y una madre que, de alguna manera, las habían sesiones. Las muñecas eran chicas muy gua-
engendrado, hecho crecer, no habían muerto ni pas o eran hermanas que hacían cosas juntas.
habían dejado de evolucionar psicológicamente. En otras ocasiones, eran madre e hija, o una de
Posiblemente sus vivencias reales de los abu- ellas era la madre que tenía un bebé y la otra lo
sos que habían sufrido habían impedido el de- cuidaba. Creo que, con estos juegos, mostraban
sarrollo de fantasías normales. Las tres estaban el intento normal de identificarse con mujeres,
inhibidas. Al ir trabajando sus vivencias senso- pero jugando. Es decir, con la certeza de sus de-
riales, la inhibición fue desapareciendo para dar seos pero también con la de que todavía no se
lugar a las fantasías inconscientes comunes y habían hecho realidad.
propias de la edad. Se trataba de una identificación con una fi-
Como hemos comentado antes, también po- gura muy idealizada. Fina, que no traía barbies
demos pensar que, en un nivel transferencial, aunque decía que las tenía en su casa, represen-
el Rey Mago fuera la terapeuta: la persona que taba la parte más denigrada. No obstante, en
va transformando las porquerías que ellas traen esta época ya no era abiertamente rechazada
consigo en cosas valiosas, que no las ha reñido, por el grupo.
que no les ha dicho que eran cacas. Fuimos tra- Pienso que estos juegos fueron un paso im-
bajando este aspecto comentando que ellas po- portante en el proceso de resolución edípica.
dían sentir que hacíamos cosas mágicas en las Podían identificarse con una mujer-madre que
sesiones porque hablábamos de las cosas que cuidaba y se cuidaba. No obstante, el proble-
las asustaban y no pasaba nada malo. ma seguía siendo la introducción del padre. Esta
Este juego de los Reyes Magos duró mucho figura apareció muy poco. Ninguna de las tres
tiempo, pero se iban intercalando nuevas viven- quería ser el padre si en algún momento del jue-
cias, ya fuera en forma de juego o de actuacio- go surgía la necesidad o el deseo de que apa-
nes. Empezamos a jugar a papás y mamás en reciera. No sé si este hecho se ha dado a causa
las sesiones, aunque siempre con la dificultad de las malas experiencias de estas niñas con el

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De la fragmentación a la cohesión. Una experiencia grupal con víctimas de abuso sexual infantil

padre o la figura paterna o si también ha influido Pienso que se ha sumado el hecho muy bene-
el hecho que, en el momento en que este podía ficioso de su adopción y la posibilidad de po-
aparecer, ellas ya se encontraban en una fase der seguir el tratamiento; tengo la impresión de
de resolución edípica y, por tanto, predominaba que, en aquel momento, representaba el único
más el deseo de identificación con la figura ma- vínculo entre su vida anterior y la posterior. Du-
terna. Pienso que, a nivel transferencial, como nia está muy tranquila, se puede relacionar muy
terapeuta hice este papel de padre, ya que las bien con todo el mundo, ha hecho una buena
conectaba con la madre. integración familiar y ha salido de su inhibición
Después de esta etapa de juego con las bar- intelectual.
bies, volvieron a jugar a papás y mamás, combi- Gloria también ha cambiado. Dejó la pseudo-
nando este juego con el de estas muñecas. Los latencia que había hecho prematuramente, ha
juegos consistían en tener hijos, ir de viaje, hacer podido superar las conductas regresivas que
la comida… es decir, unos juegos muy ricos con presentaba y ya no siente el deseo irrefrena-
simbolizaciones y muy propios de la edad, ya ble de desnudarse. Continua bien en la escuela,
que tenían entonces entre cinco y seis años. aunque está un poco agresiva en casa, ya que
Al escribir este artículo estamos ya en la eta- continúan los problemas familiares.
pa final de tratamiento. En esta fase, antes de Fina también ha mejorado. Ya no presenta
hablar de la finalización, empezaron a desarro- rasgos obsesivos, se relaciona bien con los com-
llar juegos nuevos. Representaban ser cantantes pañeros y sigue rindiendo bien a nivel escolar.
que bailaban con movimientos muy ostensibles No obstante, en casa siguen también los proble-
o hacían ejercicios gimnásticos que se enseña- mas familiares.
ban las unas a las otras, sobretodo Dunia. Pienso que se ha podido ayudar a resol-
Creo que estos juegos representan otra ma- ver una conflictiva grave y que también este
nera de expresarse con el cuerpo y también de trabajo me ha hecho reflexionar en lo que
comunicarse con él entre ellas. Esta comunica- tantas veces constatamos acerca de que los
ción es totalmente diferente de la que se daba abusados sexualmente de pequeños pueden
al inicio de tratamiento. Si bien se trata de una convertirse en abusadores de mayores. A la
comunicación corporal, tiene una riqueza comu- luz del trabajo hecho, pienso que la repeti-
nicativa con muchos matices simbólicos, como ción compulsiva que encontramos en algunos
son las letras que ponen a sus canciones. adultos podría ser la forma de expresar estas
vivencias que no pueden ser mentalizadas.
Conclusiones Solo pueden ser actuadas sin ser conscien-
tes. Si es así, también hemos hecho un traba-
Pienso que este trabajo psicoterapéutico que jo preventivo.
se ha llevado a cabo con ellas ha resultado ser A pesar de mi miedo inicial de focalizar ex-
positivo. La misma evolución que han hecho cesivamente en los conflictos que sabía que las
dentro del grupo nos lo demuestra. unía, esto no sucedió. Pienso que fue gracias a
Han hecho una notable evolución cuando han ellas, que fueron mostrándome toda la riqueza
sido capaces de salir de la inhibición. Esto ha pa- que tenían y que no eran solamente niñas abu-
sado, inevitablemente, como consecuencia de sadas sexualmente.
que se haya dado la posibilidad de la aparición
de las fantasías inconscientes normales. Pero Agradecimientos
esto fue posible a partir del momento en que
pudieron aportar al grupo sus vivencias senso- Quisiera dar las gracias a Dunia, Fina y Glo-
riales, sin consciencia de tenerlas, y que las revi- ria. Si bien son nombres ficticios, hay unas ni-
vieran en un contexto que iba dando significado ñas reales detrás. También quiero agradecer las
relacional consciente a todo aquello que hacían valiosas aportaciones de la Dra. Corominas, con
compulsivamente. quien esporádicamente he supervisado este
En su vida real, han hecho cambios impor- grupo. Y, por último, a la observadora, Lídia
tantes. La que más ha cambiado ha sido Dunia. Edo, por todo el trabajo hecho.

42 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 35-43


Montserrat Palau i Pujol

Notas Corominas, J. (1991). Psicopatologia i desenvolu-


paments arcaics. Barcelona: Espaxs.
(1) La DGAIA es un organismo de la Ge- Corominas, J., Farré, Ll., Martí (1996). Psicotera-
neralitat de Catalunya que “promueve el pia de grupos con niños. Barcelona: Paidós
bienestar de la infancia y de la adolescencia Generalitat de Catalunya (2011). Direcció Ge-
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44
Características del Abuso Sexual Infantil
por representantes de la Iglesia católica
en España
Noemí Pereda*, Anna Segura* y Laura Sicilia*

RESUMEN
Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España. Este es el primer
estudio nacional en España en el que se evalúan las características diferenciales de la victimización sexual contra
niños, niñas y adolescentes por parte de representantes de la Iglesia católica. Participaron 38 adultos (25 varones y
13 mujeres), a quienes se llegó mediante muestreo no probabilístico de conveniencia y bola de nieve. Se evaluaron
las características de la victimización sexual y del victimario, la revelación y notificación y la vivencia de otras formas
de victimización por parte de personas no pertenecientes al clero. Los resultados sugieren que las organizaciones
religiosas deberían adquirir el compromiso de colaborar en el proceso de superación de las graves experiencias de
victimización infantojuvenil acontecidas en su seno por parte de aquellos niños, niñas y adolescentes más vulnera-
bles y victimizados. Palabras clave: abuso sexual infantil, Iglesia católica, victimización sexual infantil, España.

ABSTRACT
Characteristics of Child Sexual Abuse by representatives of the Catholic Church in Spain. This is the first national
study in Spain in which the differential characteristics of sexual victimization against children and adolescents
by representatives of the Catholic Church are evaluated. Thirty-eight adults (25 men and 13 women) reached
by non-probabilistic sampling of convenience and snowball participated in the study. The characteristics of the
sexual victimization and the perpetrator, the disclosure and notification and the experience of other forms of
victimization by people not belonging to the clergy were evaluated. The results suggests that religious organi-
zations should acquire the commitment to collaborate in the process of overcoming the serious experiences of
victimization by those most vulnerable and victimized children and adolescents. Keywords: child sexual abuse,
Catholic Church, child sexual victimization, Spain.

RESUM
Característiques de l’abús sexual infantil per representants de l’Església catòlica a Espanya. Aquest és el primer
estudi nacional a Espanya en el qual s’avaluen les característiques diferencials de la victimització sexual contra
nens, nenes i adolescents per part de representants de l’Església catòlica. Van participar-hi 38 adults (25 homes i
13 dones), als qui es va arribar mitjançant mostreig no probabilístic de conveniència i bola de neu. Es van avaluar
les característiques de la victimització sexual i del victimari, la revelació i notificació ila vivència d’altres formes
de victimització per part de persones no pertanyents al clergat. Els resultats suggereixen que les organitzacions
religioses haurien d’adquirir el compromís de col·laborar en el procés de superació de les greus experiències de
victimització infantil i juvenil esdevingudes allà per part d’aquells nens, nenes i adolescents més vulnerables i
victimitzats. Paraules clau: abús sexual infantil, Església catòlica, victimització sexual infantil, Espanya.

Introducción hace años (Sáez, 2015). Aunque el problema


no es nuevo, ha sido recientemente cuando
El abuso sexual infantil por parte de repre- las víctimas han empezado a denunciarlo de
sentantes de la Iglesia católica es un serio forma pública (Olafson, Corwin y Summit,
problema que la institución conoce desde 1993).

*Psicóloga, miembro del Grup de Recerca en Victimització Infantil i Adolescent (GReVIA), Universitat de Barcelona.
Contacto: [email protected]

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Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

Las revelaciones empezaron en 1984 en los Es- Como característica diferencial, se ha encon-
tados Unidos, con las denuncias contra Gilbert trado que la mayoría de víctimas son de sexo
Gauthe en la Diócesis de Lafayette, y llegaron a masculino (Doyle, 2003). Algunos autores han
su punto álgido en las publicaciones del Boston defendido este resultado aludiendo a la facilidad
Globe en 2002 y 2004 con el informe del John con la que los religiosos han tenido acceso a va-
Jay College of Criminal Justice sobre los abusos rones en su actividad diaria, así como a aspec-
cometidos por John Geoghan y otros religiosos tos vinculados con la homosexualidad (McGraw,
en Massachusetts (Terry, 2008). Ebadi, Dalenberg, Wu, Naish y Nunez, 2019). Sin
En España, el problema se hizo evidente en el embargo, otros autores minimizan esta diferen-
año 2016, con el caso Joaquín Benítez, también cia y defienden que las víctimas de sexo femeni-
conocido posteriormente como el caso Maris- no no han aparecido aun públicamente y por ello
tas. Manuel Barbero, el padre de un alumno de existe un sesgo con una mayor frecuencia de
un centro educativo dirigido por la Congrega- víctimas varones (véase una revisión de todos
ción de los Hermanos Maristas, denunció los estos aspectos en van Wormer y Berns, 2004).
abusos sexuales sufridos por su hijo por parte Especialmente relevantes son los abusos en
del profesor de educación física, Joaquín Bení- los que hay contacto físico, destacando la pe-
tez. Guillem Sánchez, periodista de El Periódico, netración oral, anal o vaginal, como una de
atendió la noticia e inició una investigación que las experiencias con un efecto más traumáti-
finalizó en denuncias contra 17 docentes de di- co (Friedrich, 1993; Kendall-Tackett, Williams
ferentes escuelas maristas en Cataluña, por par- y Finkelhor, 1993) y que aumenta el riesgo de
te de más de 50 víctimas. malestar en la víctima (Mennen y Meadow, 1995;
Sin embargo, pocos estudios internacionales y Thériault, Cyr y Wright, 2003; Kendall-Tackett
ningún estudio nacional ha evaluado las carac- et al., 1993). La frecuencia y duración de los mis-
terísticas diferenciales de esta forma de victimi- mos también es altamente relevante (Friedrich,
zación sexual contra menores, si bien establecer 1993; Kendall-Tackett et al., 1993; Thériault et al.,
las características de la victimización sexual tie- 2003; Wind y Silvern, 1992). La existencia de una
ne importantes implicaciones en el pronóstico y relación estrecha, de intimidad y confianza en-
el tratamiento de las víctimas (Pereda, Abad y tre victimario y víctima antes del abuso también
Guilera, 2016). Así, Doyle (2003) ha descrito las se relaciona con un mayor riesgo de problemas
características de esta realidad que, en algunos psicológicos posteriores (Conte y Schuerman,
aspectos, comparte particularidades con los 1987; Faust, Runyon y Kenny, 1995; Kendall-
abusos sexuales infantiles cometidos por par- Tackett et al., 1993; Mennen y Meadow, 1995). La
te de otras personas no vinculadas a la Iglesia: edad del victimario al cometer el abuso, sin em-
(a) las víctimas son generalmente niños, niñas bargo, no parece ser una variable que influya en
y adolescentes pero en el caso de la Iglesia, las el estado psicológico de la víctima (Shaw, Lewis,
familias mantienen una relación estrecha con Loeb, Rosado y Rodríguez, 2000), si bien algu-
esta; (b) los abusos suelen ser crónicos, es de- nos autores indican la comisión de abusos más
cir, difícilmente se producen en una única oca- severos por parte de victimarios más jóvenes
sión y suelen perdurar a lo largo del tiempo; (c) (Allard-Dansererau, Haley, Hamane y Bernard-
los padres u otros adultos que descubren o reci- Bonnin, 1997). Estudios seminales como el de
ben una revelación de abusos sexuales no sue- Browne y Finkelhor (1986) indican la existencia
len creer a la víctima; (d) cuando la revelación de mayores problemas psicológicos en víctimas
llega a oídos de la Iglesia, la primera reacción es de abusos sexuales en los que el victimario ha
intentar silenciar a las víctimas y hacerlas creer utilizado la fuerza física. Variables de la víctima
que el silencio es la mejor respuesta tanto para como el sexo (Dube et al., 2005; Feiring, Tas-
ellas, como para sus familias y la institución; (e) ka y Lewis, 1999; Garnefski y Diekstra, 1997) o la
la mayoría de víctimas no revelan los abusos edad al iniciarse los abusos (Feiring et al., 1999;
hasta que llegan a la edad adulta; y (f) muchas Ruggiero, McLeer y Dixon, 2000), también pa-
víctimas presentan graves secuelas derivadas recen influir en el posterior malestar que pueda
de los abusos sexuales. desarrollar. A su vez, la experiencia de múltiples

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Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

formas de maltrato también aumenta este ma- respectivamente), con un rango de edad de
lestar, así como la severidad de la victimización entre los 24 y los 67 años (M = 51,1; D.T. = 11,7),
experimentada (Clemmons, Walsh, DiLillo y mediante muestreo no probabilístico de con-
Messman-Moore, 2007), siendo esta coocurren- veniencia y bola de nieve. La Tabla 1 del anexo
cia altamente frecuente en víctimas de abuso se- muestra las características sociodemográficas
xual (Lacelle, Hébert, Lavoie, Vitaro y Tremblay, de la muestra.
2012). La notificación de los hechos por parte del Hombres y mujeres son comparables en re-
niño o niña es otra de las variables para tener en lación con su país de origen, estado civil, nivel
cuenta (Arata, 1998), si bien parece ser la reac- de estudios y situación laboral. Sin embargo, se
ción del entorno tras esta revelación o descubri- observan diferencias significativas (U = 79.500;
miento la variable que más influye en el desarro- p = ,010; valor de tamaño del efecto de ,42, con-
llo de sintomatología psicológica (Ullman, 2002). siderado medio según Rosenthal, 1991) en cuan-
Cabe añadir que el abuso del poder espiritual to a las puntuaciones medias de edad por sexo,
por el perpetrador es comúnmente una carac- siendo los hombres quienes obtienen una pun-
terística clave del abuso sexual cometido por el tuación media más elevada. Asimismo, hombres
clero o por consagrados. El sacerdote represen- y mujeres mostraron diferencias significativas
ta la voz de Dios y muchas veces los abusos se (Test Exacto de Fisher-Freeman-Halton = 8.236;
cometen en Su nombre (Isely, Isely, Freiburger p = ,03; V de Cramer = ,235; p = ,03) en relación
y McMackin, 2008), usando objetos y simbo- a su distribución en la variable orientación se-
logía religiosa. La relación de un creyente con xual (ver clasificación en la Tabla 1 del anexo).
Dios puede compararse psicológicamente con
otras formas de apego (Granqvist, Mikulincer y Procedimiento
Shaver, 2010). Así, muchas veces esta relación Se identificaron las principales asociaciones y
se basa en la creencia que Dios va a proteger- fundaciones españolas vinculadas a la interven-
te y cuando no evita el abuso sexual esta asun- ción con víctimas de abuso sexual infantil y se
ción básica de seguridad se rompe y el creyen- solicitó que enviaran a sus usuarios la dirección
te puede pensar que su relación con Él se ha web en la que se encontraba disponible la batería
destruido (Smith, 2004). Cabe tener en cuenta de preguntas. A su vez, se contactó directamen-
que el victimario representa a la Iglesia, así que te con víctimas que hubieran hecho públicos los
muchas víctimas asumen que esta, en su totali- abusos sufridos por parte de representantes de
dad, es quién les ha hecho daño. Así, evitan el la Iglesia católica y se les solicitó que respondie-
dolor que les supone asistir a esta alejándose de ran al cuestionario, así como que distribuyeran el
ella (McLaughlin, 1994). Las señales, símbolos y mismo entre sus contactos. En una segunda fase,
rituales de la Iglesia se convierten en estímulos se contó con la colaboración de diversos medios
que conllevan imágenes intrusivas de lo ocurri- de comunicación y redes sociales para difundir
do (Rudolfsson y Tidefors, 2014). el enlace de la encuesta y alcanzar la población
En este sentido, y dada la escasez de publi- diana, poniendo a su disposición un teléfono al
caciones que han analizado estos aspectos, el que llamar en caso que algún participante de-
objetivo del presente estudio es describir las sease realizar la encuesta por vía telefónica o en
principales características de la victimización persona. El estudio ha seguido los principios éti-
sexual cometida contra menores por parte de cos básicos de la Declaración de Helsinki (WMA,
representantes de la Iglesia católica en España, 2013) y el Código Deontológico del Colegio Ofi-
a partir de la información proporcionada por cial de Psicología en Catalunya (COPC, 2015) y
sus propias víctimas. fue aprobado por la Comisión de Bioética de la
Universidad de Barcelona (IRB00003099).
Método
Instrumentos
Muestra Se creó una batería de preguntas, dividida en
Se encuestó a 38 adultos (25 varones y 13 siete secciones o apartados. La primera sección
mujeres, representando el 65,8 % y 34,2 %, incluía preguntas sobre información personal

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Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

general del participante (como el sexo, edad, relacionadas con la revelación de los abusos se-
lugar de nacimiento, estado civil), así como pre- xuales infantiles. La medida OR se consideró es-
guntas relativas a su fe, religión y sistema de tadísticamente significativa cuando su intervalo
creencias. La segunda sección del instrumento de confianza (IC) del 95 % no incluía el valor 1,
se centraba en la victimización sexual por parte y se interpretó de la siguiente manera: los valo-
de la Iglesia (como la edad a la que se iniciaron res inferiores a 1 indicaban una mayor prevalen-
los abusos, el cargo religioso del abusador, su cia entre los hombres, mientras que los valores
sexo y edad). La tercera sección inquiría sobre superiores a 1 indicaron una mayor prevalencia
formas de victimización sexual cometidas por entre las mujeres.
otras personas no vinculadas al clero, mientras
que la cuarta sección, sobre otras formas de Resultados
victimización que hubieran podido acontecer a
la víctima por parte de sus padres o cuidadores Características de la victimización sexual y del
principales (abusos físicos y emocionales, negli- victimario
gencia, entre otros). La quinta sección refería a Los 38 adultos, víctimas de abuso sexual in-
consecuencias psicológicas de la victimización fantil por parte de representantes de la Iglesia
(como trastornos ansiosos, depresivos, proble- católica que configuran la muestra, indicaron
mas de sueño). La sexta sección profundiza en que la victimización se inició a una edad media
preguntas sobre la espiritualidad de la víctima de 11,8 años (D.T. = 3,2; valor mínimo = 5; valor
(e.g., sentido de la vida, pensamientos sobre la máximo = 17) y finalizó a una edad media de 14,3
muerte). Finalmente, la sección final es la adap- años (D.T. = 4,6; valor mínimo = 7; valor máximo
tación española del Posttraumatic Growth In- = 31). Aproximadamente un tercio de las vícti-
ventory (PTGI, Tedeschi y Calhoun, 1996). mas (34,2 %; n = 13) informaron que los abusos
sexuales ocurrieron de forma puntual, mientras
Análisis estadísticos que el resto indicó que la victimización duró una
Se utilizó el SPSS v.23 para todos los análisis media de 3,8 años (D.T. = 3,9; valor mínimo =
de datos, con un nivel de significación estadís- 1; valor máximo = 16) (ver Tabla 2). Hombres y
tica de p = ,05. La relación entre el género y los mujeres no mostraron diferencias significativas
datos sociodemográficos se analizó mediante en relación con la edad media de inicio, finaliza-
la prueba de chi-cuadrado, la prueba exacta de ción de la victimización sexual, ni tampoco en la
Fisher, el test exacto de Fisher-Freeman-Halton, duración media de los abusos sexuales.
U de Mann-Whitney y t de Student, según co- Como se recoge en la Tabla 2 del anexo, los
rresponda. Cuando se encontraron asociacio- participantes indicaron que la mayoría de los
nes estadísticamente significativas, se calculó abusos sexuales experimentados fueron con
el tamaño del efecto mediante la fórmula plan- contacto físico. Concretamente, el 78,9 % (n =
teada por Rosenthal (1991) y V de Cramer. Para 30) expresó haber sufrido caricias y tocamien-
reportar las características de la victimización tos o masturbaciones; el 42,1 % (n = 16), intro-
sexual (i.e., edad de inicio y finalización del abu- ducción de objetos o alguna parte del cuerpo
so sexual, tipología de abuso, uso de objetos del victimario ya fuera por vía vaginal, anal u
o símbolos religiosos, número de victimarios, oral; y el 10,5 % (n = 4), con introducción de
sexo y cargo del victimario y datos relativos a partes de su cuerpo al cuerpo del victimario. El
la revelación y notificación), así como las refe- 15,8 % (n = 6) experimentó victimización sexual
rentes a otras experiencias de victimización, se sin contacto físico tales como proposiciones,
usaron análisis invariados (porcentaje, media, exhibicionismo, exposición a pornografía y/o a
desviación típica, valores máximos y mínimos). conductas sexuales por parte del victimario, en
También se utilizaron las pruebas t de Student y presencia de la víctima. Un caso (2,6 %) reportó
Odds Ratio (OR) para analizar la relación entre no recordar la tipología de los abusos sexuales
género y variables como edad media de inicio sufridos. Hombres y mujeres no muestran dife-
y finalización del abuso sexual, tipología de vic- rencias significativas en relación a la tipología
timización sexual, rol del victimario y variables de la victimización sexual reportada.

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Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

En el transcurso de los abusos, un 5,3 % (n = Revelación y notificación


2) informó que el victimario usó algún símbolo, Referente a la primera revelación (ver Tabla 4
objeto o imagen religiosa -concretamente, ves- del anexo), la mayoría de los participantes (86,8
tir sotana, llevar un crucifijo, sostener un icono %; n = 33) reportó haber explicado los abusos a
religioso y encender una vela- mientras que un una edad media de 24,1 años (D.T. = 11,8; valor
7,5 % (n = 3) expresó no recordarlo. Un 34,2 % mínimo = 10; valor máximo = 55), generalmente
(n = 13) de los participantes también informó a la madre (36,4 %; n = 12), a un amigo o amiga
que el victimario usó sus creencias religiosas (36,4 %; n = 12), a otro familiar (24,2 %; n = 8), a
en el transcurso de los abusos, mientras que un la pareja (24,2 %; n = 8), al padre (18,0 %; n = 6),
10,5 % (n = 4) y un 2,6 % (n =1) no recuerda y pero también a un representante de la Iglesia
prefiere no contestar, respectivamente (ver Ta- Católica (18,0 %; n = 6) o a un profesional (15,2
bla 2 del anexo). Algunas de las frases utilizadas %; n = 5). El 10,5% (n = 4) no había explicado
por los victimarios fueron: “Dios es amor y esto a nadie los abusos y un caso (2,6 %) no lo re-
es bueno”, “El Espíritu Santo fluye a través de cordaba. Los participantes revelaron el abuso a
mí”, “Dios matará a tu padre si hablas, si no obe- una media de 1,9 (D.T. = 1,0) personas, oscilando
deces”, “Es lo que Dios quiere para ti” y “Estas entre un mínimo de 1 y un máximo de 4, con
confidencias no se hacen en el confesionario, medias similares entre hombres y mujeres. En
sino en mi celda”. el 75,8 % (n = 25) de los casos, los participantes
En relación con el victimario, el 84,2 % (n = 32) señalaron que las personas a quienes revelaron
reportó haber experimentado abuso sexual in- el abuso les creyeron, mientras que el 12,1 % (n
fantil por parte de un victimario; el 5,3 % (n = 2) = 4) comenta que nadie les creyó, un 9,1 % (n
reportó dos victimarios; el 2,6 % (n = 1) 3 victi- = 3) afirma que algunos le creyeron y otros no,
marios, mientras que el 2,6 % (n = 1) indicó cinco, y un caso (3,0 %) prefiere no contestar. De los
muchos eclesiásticos y dificultades para poder cuatro participantes que indicaron que nadie les
concretar, respectivamente. Respecto al sexo creyó en su primera revelación, solamente uno
del victimario, todos los participantes (100 %; n = (25 %) intentó explicar los abusos sexuales más
38) informaron que el victimario fue un hombre, adelante. En relación a si la respuesta dada por
mientras que 3 (7,9 %) reportaron que también la persona a quien se reveló la victimización se-
hubo una mujer victimaria (ver Tabla 3 del ane- xual fue de apoyo, la mitad de los participantes
xo). indica que sí (48,5 %; n = 16) y aproximadamen-
En cuanto al rol del victimario dentro de la te la otra mitad, que no (45,5 %; n = 15), mientras
Iglesia católica, observamos que el 65,8 % (n = que en dos casos prefieren no contestar (6,1 %;
25) fueron párrocos o sacerdotes, un 28,9 % (n = n = 2). Hombres y mujeres muestran diferen-
11), consagrados/as (monjes/as, abad/esa, fraile, cias significativas en relación a la percepción de
hermano/a), un 7,9 % (n = 3) laicos (catequis- apoyo recibido tras la revelación (χ2 = 7,630; p =
tas, profesores de religión, personas dedicadas ,006). Los hombres fueron más propensos a in-
a la solidaridad social), un 2,6 % un diácono y dicar una respuesta de apoyo tras la revelación
un cardenal, respectivamente (ver Tabla 3). Un (OR = 0,10; 95 % CI [0,02-0,6]) en comparación
caso (2,6 %; n = 3) informó haber experimen- con las mujeres.
tado abusos por parte de un prefecto de semi- Finalmente, un 73,7 % (n = 28) de los partici-
nario. Ningún participante señaló haber sufrido pantes volvió a explicarlo más adelante, reve-
abusos sexuales a manos de otros cargos como lando la experiencia de abuso sexual infantil a
obispos, arzobispos, patriarcas o el Papa. Hom- una media de 2,5 (D.T. = 2,0) personas, osci-
bres y mujeres no muestran diferencias signifi- lando entre un mínimo de uno y un máximo de
cativas en relación al rol del victimario responsa- ocho. Hombres y mujeres no muestran diferen-
ble de los abusos sexuales, con una excepción. cias significativas en relación al hecho de revelar
Las participantes mujeres fueron más propensas los abusos sexuales; tampoco en la edad de di-
a reportar el rol de sacerdotes como victimarios cha comunicación, número de personas a quien
(χ2 = 6.174; p = ,02; OR = 11,07; 95 % CI [1,25- revelaron la experiencia de victimización la pri-
98,55]) en comparación con sus pares hombres. mera vez ni posteriormente, así como tampoco

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Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

mostraron diferencias en si les creyeron. sentido, los participantes informaron si el resto


En cuanto a la notificación (ver la Tabla 4 del de las experiencias de victimización les habían
anexo), en un 44,7 % (n = 17) de los casos los sucedido antes, durante o después de dicha vic-
participantes indican que se notificaron los abu- timización sexual.
sos. La mayoría (94,1 %; n = 16) lo notificó a un A nivel general, los participantes muestran
representante de la Iglesia católica, a un miem- que el abuso sexual infantil por parte de un re-
bro de los cuerpos y fuerzas de seguridad (23,5 presentante de la Iglesia Católica sucedió mien-
%; n = 4) y al poder judicial (11,8 %; n = 2). Dicha tras experimentaban otras victimizaciones a
notificación fue realizada en la mitad de las oca- manos de cuidadores y, mayormente, vincula-
siones por la propia víctima (47,1 %; n = 8), la das a la negligencia. Por otro lado, observamos
madre (23,5 %; n = 4), otro familiar (23,5 %; n = que aproximadamente tres cuartas partes de la
4), el padre (11,8 %; n = 2), un representante de muestra indican haber sufrido abuso sexual in-
la Iglesia católica (11,8 %; n = 2) y un caso fue no- fantil también por parte de una persona no vin-
tificado por un desconocido o desconocida (5,9 culada a la Iglesia católica, previo al abuso se-
%). De los 17 casos notificados, más de la mi- xual por un representante de dicha institución.
tad (52,9 %; n = 9) señalaron que la notificación En la misma línea, la mitad de los participantes
tuvo un impacto negativo sobre su bienestar, reportan haber experimentado maltrato físico,
mostrando una puntuación media de 2,8 (D.T. = emocional o manipulación parental previo al
3,4; valor mínimo = 0; valor máximo = 9) sobre abuso sexual infantil por un representante de la
10, representando este último valor un impacto Iglesia católica.
totalmente positivo. En relación con las formas de victimización
experimentadas después del abuso sexual por
Otras formas de victimización un representante de la Iglesia católica, los par-
De los 38 participantes, 21 (55,3 %; 9 mujeres ticipantes señalaron haber sufrido con mayor
y 12 hombres) reportaron haber experimentado frecuencia maltrato emocional.
otras formas de victimización, con una media
de 2,6 (D.T. = 2,4) victimizaciones sufridas ade- Discusión
más del abuso sexual infantil por parte de un
representante de la Iglesia católica, oscilando El presente estudio es el primer trabajo en
entre un mínimo de uno y un máximo de nueve España que describe las características de una
(ver Figura 1 del anexo), con medias similares muestra de adultos víctimas de abuso sexual in-
entre varones y mujeres. fantil por parte de un representante de la Iglesia
En la Tabla 5 del anexo se muestran los por- católica.
centajes de las formas de victimización expe-
rimentadas por los adultos víctimas de abuso Características de la victimización sexual y del
sexual infantil por un representante de la Igle- victimario
sia católica. Las formas más prevalentes en la De forma similar a lo que se ha observado
muestra actual son el maltrato físico (34,2 %; n en estudios previos llevados a cabo en otros
= 13), el maltrato emocional (26,3 %; n = 10), el países, la muestra se compuso, en su mayoría,
abuso sexual infantil por parte de una persona de víctimas de sexo masculino (McGraw et al.,
no vinculada a la Iglesia católica (23,7 %; n = 9) 2019). A su vez, los resultados indican que gran
y una de las formas de negligencia (23,7 %; n = parte de las víctimas tuvieron que hacer frente
9) vinculada a si “a menudo tus padres o cui- a los abusos a una edad postpuberal, situada en
dadores principales tuvieron personas invitadas los 11 años de media y que muestra la tendencia
en casa a quien te daba miedo tener cerca”. efebofílica de los victimarios en este contexto
En la Tabla 6 del anexo se observan los resul- (Cimbolic y Cartor, 2006). A su vez, los abusos
tados referentes al momento en que ocurrieron sexuales pueden considerarse graves, incluyen-
las otras experiencias de victimización toman- do conductas con contacto físico y en los que
do como referencia el abuso sexual infantil por en un porcentaje importante de casos se llegó
un representante de la Iglesia católica. En este a la penetración o la introducción de objetos,

50 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58


Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

de forma similar a lo obtenido en otros estudios se ha observado en otros países, fue todo lo
(véase la revisión de Dressing et al., 2017). contrario (Doyle, 2009). Así, se ha encontrado
En la mayoría de los casos, las víctimas lo en trabajos previos que las víctimas presentan
fueron por parte de un único victimario, princi- niveles inferiores de bienestar espiritual, me-
palmente párrocos o sacerdotes. El abuso del nor confianza en el clero, una relación negativa
poder espiritual por el perpetrador es común- con la existencia de un poder superior, y menor
mente una característica clave del abuso sexual implicación en prácticas religiosas y en activi-
cometido por el clero o por consagrados. El uso dades de la Iglesia (Ben-Ezra et al., 2010; Hall,
de símbolos religiosos, objetos o imágenes, o las 1995; Rossetti, 1995). Estos sentimientos refle-
propias creencias de la víctima para cometer los jan la culpa y vergüenza que sienten, así como
abusos sexuales es una característica específica el sentimiento de traición y abandono por parte
de esta forma de victimización, que puede con- de la Iglesia (Imbens y Jonkers, 1992). Teniendo
ducir al denominado daño espiritual (Isely et al., en cuenta que las organizaciones religiosas se
2008). Estas consecuencias espirituales se su- dedican al desarrollo de la fe y la espiritualidad
man a los problemas de tipo físico y emocional de sus miembros, deberían adquirir también el
que puede presentar la víctima y deben tratarse compromiso de colaborar en el proceso de sa-
en todos los casos de abusos sexuales por par- nación de la fe de las víctimas de abusos sexua-
te de religiosos o representantes de la Iglesia. les en su seno (Rossetti, 1995).
Entender cómo lo físico, lo psicológico y lo es-
piritual van unidos e, incluso, pueden magnifi- Otras formas de victimización
car uno al otro, debe ser parte de una respuesta Más de la mitad de la muestra reportó haber
holística a estas experiencias traumáticas. Por experimentado otras formas de victimización
lo tanto, la recuperación de las víctimas no se infantil como el abuso sexual por parte de una
puede limitar sólo a mitigar la sintomatología persona no vinculada a la Iglesia católica, el
física o psicológica, sino que también se debe maltrato físico, el maltrato emocional y la ne-
atender a los desafíos espirituales que implican gligencia, ya fuera antes, durante o después de
este tipo de victimizaciones (Guido, 2008). los abusos por un representante de la Iglesia.
Así, muchos de los participantes del estudio
Revelación y notificación manifiestan haber sido polivíctimas (Finkelhor,
Se observa, en los resultados obtenidos, que la Ormrod y Turner, 2007), lo que supone presen-
mayoría de las víctimas requirieron de un tiem- tar unas necesidades de tratamiento y atención
po de reflexión y maduración personal antes de muy específicas que requieren del trabajo de
poder revelar lo sucedido, como ya se ha indi- profesionales altamente formados en aspectos
cado en trabajos previos con víctimas de abuso de trauma complejo (Ford, 2015).
sexual en España (Tamarit, Abad y Hernández- Un aspecto para tener en cuenta es que la ma-
Hidalgo, 2015). Así, la revelación del abuso se yoría de estas formas de victimización, causadas
produjo en la edad adulta, y generalmente se por los padres o cuidadores principales, fueron
hizo a una persona del entorno cercano a la víc- previas a la experiencia de abuso sexual por par-
tima que creyó lo sucedido. te de un representante de la Iglesia, sugiriendo
Sin embargo, la notificación a una autoridad que las víctimas pueden haber sido elegidas por
fue un proceso mucho más difícil para las vícti- su vulnerabilidad y probable falta de apoyo fa-
mas encuestadas, que manifiestan haber senti- miliar (Böhm, Zollner, Fegert y Liebhardt, 2014).
do un profundo malestar derivado de la misma. Se trata de niños, niñas y adolescentes que ya se
Hay que tener en cuenta que las víctimas ca- encontraban en situaciones de maltrato y abuso
tólicas que sufrieron abusos sexuales por par- sexual, añadiéndose el abuso por parte de un re-
te de un representante de la Iglesia, mayorita- presentante de la Iglesia a su ya difícil situación.
riamente, se acercaron a la propia Iglesia para En síntesis, los resultados de este primer estu-
pedir ayuda, no a los juzgados ni a otras auto- dio describen un problema que comparte carac-
ridades. Creyeron que la Iglesia las creería y ac- terísticas con la victimización sexual infantil por
tuaría en consecuencia. Lo que ocurrió, como parte de una persona no vinculada a la Iglesia

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58 51


Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

católica, como el sexo del victimario. Si bien la D., Eldar, H., Glidai, Y., Moshe, L. y Shrira, A.
existencia previa de otras formas de victimiza- (2010). Losing my religion: A preliminary stu-
ción en sus víctimas nos alerta de su vulnerabili- dy of changes in belief pattern after sexual as-
dad y fragilidad que requiere de una intervención sault. Traumatology, 16, 7-13.
que no sólo tenga en cuenta los abusos, sino tam- Böhm, B., Zollner, H., Fegert, J. M. y Liebhardt,
bién otras formas de violencia acontecidas en el H. (2014). Child sexual abuse in the context of
ámbito familiar, así como la posibilidad de secue- the Roman Catholic Church: A review of lite-
las espirituales, vinculadas con el uso de objetos rature from 1981–2013. Journal of Child Sexual
y creencias religiosas por parte del victimario. Abuse, 23, 635-656.
Browne, A. y Finkelhor, D. (1986). Impact of
Limitaciones child sexual abuse: A review of the research.
Una de las principales limitaciones de este Psychological Bulletin, 99(1), 66.
trabajo es el reducido tamaño de su muestra. Cimbolic, P. y Cartor, P. (2006). Looking at
Tal y como exponen otros autores (Böhn et al., ephebophilia through the lens of cleric sexual
2014), obtener respuestas es una de las partes abuse. Sexual Addiction & Compulsivity, 13,
más difíciles de la investigación con este colec- 347-359.
tivo. Las preguntas son altamente sensibles y Clemmons, J. C., Walsh, K., DiLillo, D. y Messman-
pueden generar un gran dolor en las víctimas, Moore, T. L. (2007). Unique and combined
así como la desconfianza generalizada causada contributions of multiple child abuse types
por la victimización sexual puede haber afecta- and abuse severity to adult trauma sympto-
do a la confianza en los investigadores y en la matology. Child Maltreatment, 12(2), 172-181.
investigación (McLaughlin, 1994). Cabe añadir Conte, J. R. y Schuerman, J. R. (1987). Factors as-
que los resultados obtenidos no son generaliza- sociated with an increased impact of child se-
bles a todas las víctimas de abuso sexual infantil xual abuse. Child Abuse & Neglect, 11, 201-211.
por parte del clero, dado que el muestreo no fue COPC (2015). Código Deontológico del Colegio
aleatorio y sólo respondieron aquellas perso- Oficial de Psicología de Cataluña. Barcelona:
nas más motivadas o interesadas en mostrar su Colegio Oficial de Psicología de Cataluña
perspectiva sobre el tema. A pesar de ello, este Doyle, T. P. (2003). Roman Catholic clericalism,
estudio coincide con la línea de otros llevados religious duress, and clergy sexual abuse. Pas-
a cabo previamente en el ámbito internacional toral Psychology, 51(3), 189-231.
(Rossetti, 1995), tanto en el tamaño de la mues- Doyle, T. P. (2009). The spiritual trauma expe-
tra como en la metodología utilizada. rienced by victims of sexual abuse by catholic
clergy. Pastoral Psychology, 58, 239-260.
Agradecimientos Dressing, H., Dölling, D., Hermann, D., Horten,
B., Kruse, A., Schmitt, E., …, Salize, H. J. (2017).
Las autoras desean mostrar su agradecimien- Sexual abuse of minors within the Catholic
to más sincero a todos los supervivientes que Church and other institutions. A literature re-
participaron en el estudio y lo hicieron posible. view. Neuro-psychiatrie. DOI 10.1007/s40211-
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Anexos

Tabla 1. Características sociodemográficas


Variable Hombres (n = 25) Mujeres (n = 13) Total (n = 38)
n % n % n %
País de origen
España 23 92,0 12 92,3 35 92,1
Otro 2 8,0 1 7,7 3 7,9
Nivel de estudios
Educación Primaria 1 4,0 - - 1 2,6
ESO 1 4,0 1 7,7 2 5,3
CFGM 1 4,0 - - 1 2,6
Bachillerato 5 20,0 1 7,7 6 15,8
CFGS - - 4 30,8 4 10,5
Estudios universitarios 10 40,0 2 15,4 12 31,6
Máster, postgrado o Doctorado 7 28,0 5 38,5 12 31,6
Situación laboral
Empleados/as 13 52,0 6 46,2 19 50,0
Autónomo/a 3 12,0 - - 3 7,9
Estudiante - - 2 15,4 2 5,3
Cuidado de casa y/o familiar - - 1 7,7 1 2,6
Desempleado/a 3 12,0 2 15,4 5 13,2
Jubilado/a 6 24,0 - - 6 15,8
Incapacitación - - 2 15,4 2 5,3
Estado civil
Soltero/a 5 20,0 4 30,8 9 23,7
Casado/a 10 40,0 5 38,5 15 39,5
Pareja estable - - 1 7,7 1 2,6
Separado/a o divorciado/a 9 36,0 3 23,1 12 31,6

54 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58


Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

Viudo/a 1 4,0 - - 1 2,6


Orientación sexual
Heterosexual 20 80,0 8 61,5 28 73,7
Homosexual 3 12,0 3 23,1 6 15,8
Bisexual 1 4,0 1 7,7 2 5,3
Prefiero no contestar 1 4,0 1 7,7 2 5,3
ESO, Educación Secundaria Obligatoria o titulaciones equivalentes; CFGM, Ciclo Formativo de Grado Medio;
CFGS, Ciclo Formativo de Grado Superior o titulaciones equivalentes.

Tabla 2. Características del abuso sexual infantil


Variable Hombres (n = 25) Mujeres (n = 13) Total (n = 38)
n % n % n %
Tipo victimización sexual
Sin contacto 3 12,0 3 23,1 6 15,8
Con contacto 20 80,0 10 76,9 30 78,9
Introducción objeto o parte
Victimario a víctima 8 32,0 8 61,5 16 42,1
Víctima a victimario 2 8,0 2 15,4 4 10,5
No recuerdo 1 4,0 - - 1 2,6
Duración del abuso sexual
Puntual 10 40,0 3 23,1 13 34,2
1 año 6 24,0 - - 6 15,8
2 años 3 12,0 6 46,2 9 23,7
3 años 1 4,0 2 15,4 3 7,9
4 años 1 4,0 - - 1 2,6
5 años 1 4,0 - - 1 2,6
8 años - - 1 7,7 1 2,6
9 años 1 4,0 - - 1 2,6
10 años - - 1 7,7 1 2,6
11 años 1 4,0 - - 1 2,6
16 años 1 4,0 - - 1 2,6
Objeto, símbolo o imagen religiosa
Sí 2 8,0 - - 2 5,3
No 3 92,0 11 84,6 34 89,5
No recuerdo - - 2 15,4 2 5,3
Creencia religiosa
Sí 7 28,0 6 46,2 13 34,2
No 16 64,0 4 30,8 20 52,6
No recuerdo 2 8,0 2 15,4 4 10,5
Prefiero no contestar - - 1 7,7 1 2,6
Los porcentajes suman más de 100 debido a que un mismo caso podía estar sufriendo más de un tipo de abuso sexual.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58 55


Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

Tabla 3. Características del victimario


Variable Hombres (n = 25) Mujeres (n = 13) Total (n = 38)
n % n % n %
Número victimarios
1 22 88,0 10 76,9 32 84,2
2 2 8,0 - - 2 5,3
3 - - 1 7,7 1 2,6
5 1 4,0 - - 1 2,6
Muchos - - 1 7,7 1 2,6
No recuerdo - - 1 7,7 1 2,6
Sexo victimario
Masculino 25 100,0 13 100,0 38 100,0
Femenino 1 4,0 2 15,4 3 7,9
Cargo religioso
Laico 2 8,0 1 7,7 3 7,9
Consagrado 10 40,0 1 7,7 11 28,9
Diácono 2 4,0 - - 1 2,6
Sacerdote, párroco 13 52,0 12 92,3 25 65,8
Cardenal - - 1 7,7 1 2,6
Otros 1 4,0 - - 1 2,6

Los porcentajes suman más de 100 debido a que un mismo caso podía estar sufriendo más de un tipo de abuso sexual.

56 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58


Noemí Pereda, Anna Segura y Laura Sicilia

Tabla 4. Características de la primera revelación y notificación del abuso sexual infantil


Variable Hombres (n = 21) Mujeres (n = 12) Total (n = 33)
n % n % n %
Número revelaciones
1 9 42,9 6 50,0 15 45,5
2 8 38,1 3 25,0 11 33,3
3 1 4,8 3 25,0 4 12,1
4 3 14,3 - - 3 9,1
Persona a quien se reveló
Madre 9 42,9 3 25,0 12 36,4
Padre 5 23,8 1 8,3 6 18,2
Otro/a familiar 7 33,3 1 8,3 8 24,2
Amigo/a de la familia 1 4,8 - - 1 3,0
Amigo/a tuyo/a 6 28,6 6 50,0 12 36,4
Pareja 4 19,0 4 33,3 8 24,2
Hijo/a 1 4,8 1 8,3 2 6,1
Profesional 2 9,5 3 25,0 5 15,2
Desconocido - - 1 8,3 1 3,0
Representante Iglesia Católica 5 23,8 1 8,3 6 18,2
Otro - - 1 8,3 1 3,0
Notificación
Sí 11 44,0 6 46,2 17 44,7
Representante Iglesia Católica 11 100,0 5 83,3 16 94,1
Cuerpos y Fuerzas Seguridad 2 18,2 2 33,3 4 23,5
Poder Judicial 2 18,2 - - 2 11,8
Persona que notificó
Uno/a mismo/a 6 54,5 2 33,3 12 47,1
Madre 2 18,2 2 33,3 1 23,5
Padre 1 9,1 1 16,7 11,8
Otro/a familiar 3 27,3 1 16,7 28 23,5
Desconocido 1 9,1 - - 6 5,9
Representante Iglesia Católica 2 18,2 - - 6 11,8

Los porcentajes suman más de 100 debido a que un mismo caso puede indicar varias opciones de respuesta

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58 57


Características del Abuso Sexual Infantil por representantes de la Iglesia católica en España

Tabla 5. Otras experiencias de victimización


Variable Hombres (n = 9) Mujeres (n = 9) Total (n = 21)
n % n % n %
Abuso sexual 4 16,0 5 38,5 9 23,7
Maltrato físico 10 40,0 3 23,1 13 34,2
Maltrato emocional 6 24,0 4 30,8 10 26,3
Manipulación parental 2 8,0 2 15,4 4 10,5
Negligencia 3 12,0 6 46,2 9 23,7

Los 2 casos restantes se refieren a la ausencia de victimización o a la voluntad expresa del participante a no contestar
dicha pregunta

Tabla 6. Ocurrencia de otras experiencias de victimización en relación con el abuso sexual infantil por
representantes de la Iglesia Católica
Variable Antes Mientras Después Total
n % n % n % n
Abuso sexual 5 71,4 - - 2 28,6 9
Maltrato físico 7 53,8 4 30,8 5 38,5 13
Maltrato emocional 5 50,0 4 40,0 5 50,0 10
Manipulación parental 2 50,0 1 25,0 1 25,0 4
Negligencia 1 11,1 9 100,0 3 33,3 9

Para la variable ‘abuso sexual’ existen 2 casos perdidos que no indicaron el período

Figura 1. Porcentaje de participantes que han experimentado otras victimizaciones

50,
44,7

37,5

26,3
25,

12,5
7,9 10,5

2,6 2,6 2,6 2,6

0 1 2 3 4 6 8 9

58 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 45-58


Conductas sexuales inadecuadas:
puerta abierta al abuso sexual infantil
Rosa Royo Esqués1 y Mª Carmen Gálvez Rendón2

RESUMEN
Conductas sexuales inadecuadas: puerta abierta al abuso sexual infantil. El abuso sexual infantil (ASI) es una
forma de violencia contra la infancia que genera mucho sufrimiento en los niños y adolescentes que lo padecen
y que suele tener repercusiones a lo largo de sus vidas. La protección frente al ASI es necesaria para preservar
su salud física, psíquica y social. La prevención del ASI necesita del reconocimiento y visibilidad a nivel social, a
la vez que en el entorno familiar. Este trabajo está centrado en la prevención en el seno de la familia, especial-
mente en aquellas que, con sus actitudes y tipo de relación en el borde de lo inapropiado -lo que hemos llamado
conductas sexuales inadecuadas (CSI)- hacen más vulnerables a los niños frente a posibles abusos sexuales.
Palabras clave: visibilidad social del abuso sexual infantil, prevención entorno familiar, conductas sexuales in-
adecuadas (CSI) de los adultos, vulnerabilidad de los niños.

ABSTRACT
Adult inappropriate sexual behaviour: open door to child sexual abuse. Child sexual abuse (CSA) is a form of
violence against children that generates a great deal of suffering in children and adolescents who suffer from it
and often has repercussions throughout their lives. Protection against CSA is necessary to preserve children´s
physical, mental and social health. The prevention of CSA needs recognition and visibility at a social level, as well as
in the family environment. This work focuses on prevention within the family, especially in those who, with their at-
titudes and type of relationship on the verge of inappropriateness - what we have called inappropriate sexual be-
haviour (ISB) - make children more vulnerable to possible sexual abuse. Keywords: social sensitivity of child sexual
abuse, prevention inside the family environment, adult inappropriate sexual behaviour (ISB), children vulnerability.

RESUM
Conductes sexuals inadequades: porta oberta a l’abús sexual infantil. L’abús sexual infantil (ASI) és una forma
de violència contra la infància que genera molt sofriment en els nens i adolescents que el pateixen i que acos-
tuma a tenir repercussions al llarg de les seves vides. La protecció enfront de l’ASI és necessària per preservar
la seva salut física, psíquica i social. La prevenció de l’ASI necessita del reconeixement i visibilitat a nivell social,
alhora que en l’entorn familiar. Aquest treball està centrat en la prevenció en el si de la família, especialment en
aquelles que, amb les seves actituds i tipus de relació en la vora de l’inapropiat -el que hem anomenat conduc-
tes sexuals inadequades (CSI)- fan més vulnerables als nens enfront de possibles abusos sexuals. Paraules clau:
visibilitat social de l’abús sexual infantil, prevenció entorn familiar, conductes sexuals inadequades (CSI) dels
adults, vulnerabilitat dels nens.

Introducción y serias consecuencias físicas, psíquicas y socia-


les, que pueden prolongarse en la vida adulta.
El abuso sexual infantil (ASI) es una forma de Para prevenir el ASI se precisa que la sociedad
violencia contra la infancia. En los menores que reconozca su existencia y proteja a los meno-
lo padecen suele comportar mucho sufrimiento res frente al mismo. Una de las funciones de

1
Psicóloga especialista en Psicologia Clínica y en Psicoterapia (EFPA/COP). Psicoanalista (SEP/IPA). Supervisora de institu-
ciones especializadas en la atención al maltrato y el abuso sexual infanto-juvenil y la violencia familiar. Profesora del Institut
Universitari de Salut Mental de la de la Fundació Vidal i Barraquer (URLl). Contacto: [email protected].
2
Psicóloga sanitaria y especialista en Psicoterapia (EFPA/COP). Coordinadora de la Unidad de Pediatria Social del Hospital Universita-
rio Germans Trias i Pujol (UPS) y de la Unidad de Tratamientos Especializados (UTE), ambas gestionadas por la Fundación Concepció
Juvanteny. Supervisora y formadora de diferentes entidades en abuso sexual infantil. Contacto: [email protected]

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Conductas sexuales inadecuadas: puerta abierta al abuso sexual infantil

los adultos responsables de los niños -familia, porque han sabido recoger magistralmente es-
escuela, sociedad- sería justamente proteger- tas actitudes sociales (Lolita, American Beauty,
los de posibles heridas, ayudarles a que tengan Muerte en Venecia,…)
más recursos para reconocer y encarar las si- En otros entornos culturales, de manera más
tuaciones que la vida les plantea y, de esta for- franca, se admite y promueve el ASI. Podemos
ma, conseguir que se sientan estimados y más mencionar a sociedades donde se permiten los
seguros. Pero en el terreno del ASI no siempre matrimonios a edades muy tempranas o en las
se consigue. que el turismo sexual con menores, aunque no
Para empezar, el marco socio-cultural actual, sea legítimo, está consentido y los países en los
con sus luces y sombras, no ayuda a discrimi- que se produce encuentran subterfugios legales
nar claramente lo adecuado de lo que no lo es. para encubrirlo con total impunidad, lo que se
En el terreno familiar encontramos adultos que ha convertido en un fenómeno endémico mun-
con sus actitudes y formas de relación, ya sea dial (Council of Europe, 2017).
consciente o inconscientemente, confunden a Volviendo a nuestro entorno, hay fenómenos
los niños. Estos pueden acabar normalizando sociales actuales que pueden favorecer la vul-
conductas que bordean lo inapropiado para su nerabilidad de los menores frente al ASI. Vivi-
edad y/o su rol dentro de la familia. mos en una sociedad acelerada, en la que prima
La experiencia en el trabajo con menores la cultura de la imagen y la exposición pública
abusados nos ha alertado del peso que tienen constante en las redes sociales, donde la dife-
las conductas sexuales inadecuadas (CSI) en el rencia entre lo público y lo privado se ha disuel-
desarrollo afectivo y sexual de los niños y ado- to. La inmediatez de estos medios y la exhibición
lescentes. En las consultas del Equip Funcional a la que niños y adolescentes están expuestos
d’Expertesa (EFE), al que estamos vinculadas, propicia la superficialidad de los vínculos y una
tratamos con niños y adolescentes que han su- sexualidad desvinculada del afecto.
frido abusos. Cuando estos son extrafamiliares, Hay estudios estadísticos actuales que mues-
a menudo, durante la evaluación, constatamos tran que el consumo de pornografía se inicia a
que en sus historias se daban experiencias de los nueve años. Convenant Eyes, conocido por-
CSI dentro de la familia. En otros casos, nos tal estadounidense de filtrado de pornografía y
vemos en la necesidad de discriminar si lo que herramienta de control parental, estimó en 2015
están viviendo son CSI o un abuso sexual intra- que nueve de cada 10 niños y seis de cada 10
familiar incipiente. Lo conocido hasta ahora, por niñas están expuestos a la pornografía on-line
nuestra práctica clínica, nos permite considerar antes de los 18 años. La mayoría de los niños se
que estar expuesto a conductas desajustadas la encuentran por casualidad y, a menudo, es su
de contenido sexual dentro de la familia coloca manera de iniciarse en la sexualidad.
a los niños en una posición de alta vulnerabili- El contexto social actual, en el que el mundo
dad para sufrir ASI dentro y fuera de la misma. virtual invade el real, facilita la pérdida de la in-
timidad y la privacidad, especialmente de las
Connivencia social del ASI relaciones afectivas y sexuales. Los menores
se encuentran con dificultades para construir
La presencia del abuso sexual infantil no deja su propia intimidad emocional al estar cons-
a nadie indiferente, aunque parte del silencio tantemente expuestos a las redes sociales. Eso
al que se ve sometido tiene que ver con cierta propicia que les cueste distinguir entre vínculos
complicidad social. afectivos saludables y otros que no lo son, pero
En nuestra cultura, algunos valores vinculados que tienen una fuerte intensidad emocional pro-
a la infancia y la pubertad como la belleza de la piciada por las características de estos medios.
inocencia, el despertar de la sexualidad, la bús- Estas confusiones que banalizan tanto las rela-
queda de la propia juventud, etc., poseen cierta ciones afectivas como la sexualidad se pueden
atracción y favorecen la tolerancia del deseo se- traducir en un aumento del riesgo de ser vícti-
xual hacia los niños y los adolescentes. Libros y mas de ASI, ya sea dentro o fuera del mundo
películas muy reconocidas son muestras de ello on-line.

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Rosa Royo Esqués y Mª Carmen Gálvez Rendón

El camino hacia la visibilización social del ASI en otros cuadros psicopatológicos de la infan-
cia y, por tanto, a los profesionales les cuesta
Aunque el ASI siempre ha existido, solo se ha reconocerlo.
empezado a considerar como un problema de A nivel social, los estudios que aparecen en los
salud y de transgresión social en nuestro medio medios de comunicación tampoco potencian su
cuando se han dado dos condiciones. amplio reconocimiento, ya que muestran solo
La primera, el reconocimiento del niño como una pequeña parte del problema. Utilizan indi-
sujeto de derechos. La convención de los Dere- cadores muy limitados (abusos denunciados,
chos de los Niños data del 1989, prácticamente expedientes abiertos, casos que llegan a hos-
a finales del siglo XX (Unicef, 2006). pitales) que conducen a conclusiones erróneas,
La segunda, el conocimiento que ahora se tie- como que el ASI es poco habitual o que sucede
ne del impacto negativo del ASI en la vida de las especialmente en las clases desfavorecidas.
personas que lo sufren. A modo de ejemplo, co- Otros estudios más fiables sobre el ASI no
mentar que, en mayo del 2016, se dio, en Holan- acostumbran a interrogar a los menores, ya que
da, el primer caso de eutanasia por motivos psi- mayoritariamente no reconocen los abusos por-
cológicos. Se trataba de una joven de 20 años, que siguen bajo la influencia y manipulación del
que sufrió abusos sexuales de 5 a los 15 años. abusador. Interrogados en edad adulta, respec-
Según comentaron los doctores que la trataban, to de su infancia, manifiestan de manera coin-
a pesar de recibir terapia psiquiátrica, no pudo cidente una frecuencia alta y una prevalencia
recuperarse del daño psicológico padecido. Los del ASI en todos los niveles socio-económicos
médicos, a fin de evitarle más dolor y sufrimien- y culturales.
to, dieron el visto bueno para que se cumpliera Si en la cultura donde vive el menor el ASI es
su deseo (El Mundo, 2016). un tema tabú y está estigmatizado, se visuali-
Nuestra sociedad ha pasado, en un breve zarán menos casos y habrá más repercusiones
periodo de tiempo, de la minimización al reco- psicológicas (depresión, culpa, baja autoestima,
nocimiento del ASI. A pesar de ello, aceptar su etc.). Si hay una actitud social de mayor reco-
existencia sigue siendo duro y preferimos pen- nocimiento del ASI, se detectan más casos y las
sar que no ocurre con tanta frecuencia como víctimas se sienten menos responsables y por
se dice. “UNO de cada CINCO” es el título de ello, en cierta medida, menos dañadas. Por tan-
la campaña que puso en marcha el Consejo de to, una de las mejores armas contra el ASI es la
Europa (2017) para prevenir la violencia sexual visibilidad. Su conocimiento da herramientas a
contra la infancia. El número coincide con las los menores, los protege y los hace menos vul-
estadísticas presentadas por diversas organiza- nerables.
ciones, entre las que destacan UNICEF, la Or-
ganización Internacional del Trabajo (OIT), la Adultos inadecuados, niños vulnerables
Federación de Asociaciones para la Prevención
del Maltrato Infantil (FAPMI) y la Organización El marco sociocultural y las dificultades de
Mundial de la Salud (OMS). Al final, los datos se aceptación del ASI que hemos comentado pue-
imponen y se acaba admitiendo que el ASI ocu- den dar cierta coartada para los deslices que se
rre con bastante frecuencia, pero aún queda el producen en el terreno que ahora nos adentra-
recurso de pensar que al menos no sucede en mos: el entorno familiar.
nuestro entorno próximo, idea que si tenemos En un contexto familiar saludable, las relacio-
en cuenta las estadísticas es prácticamente im- nes están basadas en el afecto y el respeto mu-
posible. tuo. Se fundamentan en una escala de valores
La justificación para restarle importancia tie- personales, sociales y culturales. Existen unos
ne diversos orígenes. Por un lado, el problema tabús que regulan las relaciones afectivo-sexua-
de la detección. A nivel clínico, no se identifican les dentro de la familia y quedan suficientemen-
indicadores que conformen un cuadro unificado te bien definidos los límites teniendo en cuenta
y diferenciado del ASI sino que se manifiesta en las necesidades de los niños y de los adultos.
síntomas que también pueden estar presentes En la familia, para un adecuado funcionamiento,

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Conductas sexuales inadecuadas: puerta abierta al abuso sexual infantil

ha de existir una jerarquía de roles que posibilite Dentro del entorno familiar, que es el que nos
la protección y el cuidado de los que más lo nece- interesa en este artículo, las podemos descri-
siten; generalmente, los menores (Knobel, 2011). bir como un funcionamiento o serie de hábitos
Consecuentemente, en relación a los vínculos que pervierten el orden saludable. Cuando se
afectivo-sexuales, podemos decir que en una dan CSI, encontramos pautas de crianza disfun-
familia son adecuados cuando existe una dife- cionales, generalmente en relación al cuidado,
rencia entre el rol del adulto y el rol del menor. la higiene, la relación y el afecto entre padres
Eso permite al niño y al adolescente un adecua- o cuidadores y los hijos. También acostumbra
do desarrollo. haber alteración en las normas y tabús sociales,
La paternidad contemporánea, que tiene mu- en los adecuados roles familiares y en el esta-
chos aspectos saludables, como mayor confian- blecimiento de los límites. Todo ello amenaza
za y tolerancia, también tiene su parte negativa. a la funcionalidad de la familia y al desarrollo
A algunos padres les cuesta ejercer su autori- psíquico y emocional del niño. Las CSI mezclan
dad y los límites se licuan. La mayor permisi- turbiamente afecto y sexualidad, lo que puede
vidad puede degenerar en laxitud, lo que faci- provocar en los niños una erotización prematu-
lita que los niños tengan acceso a imágenes o ra o, por el contrario, una excesiva inhibición.
videos on-line no adecuados para sus edades; Abordar el complejo contexto de las CSI am-
que intervengan en las redes sociales sin filtros plia la visión del abuso sexual infantil, permitien-
o vean programas donde no se preserva la inti- do crear un modelo más completo y explicati-
midad de los adultos y en los que los niños par- vo, que va más allá de ausencia o presencia del
ticipan excitados (Toporosi, 2008). Esta situa- abuso, tal como está tipificado legalmente. En
ción puede facilitar fantasías que se imponen a relación a las CSI, podemos ordenar las familias
la realidad. La represión cae y coloca al niño en dentro de un continuum: familias cuyos hábitos
una posición complicada de manejar y de nue- podemos considerar saludables; familias donde
vo más vulnerable a la seducción por parte de se dan las conductas sexuales inadecuadas; fa-
adultos abusadores. milias en las que estas conductas inadecuadas
En ciertas familias, además, se dan general- son un abuso sexual incipiente; y, por último,
mente con poca consciencia actitudes sexuali- familias en las que se da el abuso sexual propia-
zadas de los adultos en relación a los niños y mente dicho.
adolescentes poco apropiadas, donde se sal- Distribuir a las familias dentro de este conti-
tan los límites, generando desconcierto en los nuum no es tarea fácil. Para ello, es imprescin-
menores, que acaban normalizando esas accio- dible, en cada caso, estudiar la tipología de la
nes. Se abre así el camino a la confusión en el familia, así como sus interacciones; atender a
linde entre lo adecuado y lo inadecuado. Si en las repeticiones intergeneracionales y tener en
la propia familia se dan conductas, que sin ser cuenta los cambios socioculturales que actual-
ASI, están cargadas de contenido sexual (CSI), mente vive la institución familiar (Besten, 1997),
los menores pueden convertirse en un objetivo antes de determinar si una conducta es o no un
más fácil si tienen la mala suerte de encontrarse, hecho abusivo.
en su entorno, con algún pederasta con claras Las CSI de los adultos de referencia pueden
intenciones de uso y abuso de ellos. tener al menos tres derivas peligrosas para los
niños. En primer lugar, que estas conductas sean
¿Las Conductas Sexuales Inadecuadas, primer el inicio por parte del adulto para llegar a con-
paso para el Abuso Sexual Infantil? sumar el ASI. Es decir, una manera muy habitual
del abusador de acostumbrar al niño a partici-
Podríamos definir las CSI como aquel patrón par en prácticas sexuales no apropiadas. Núria,
de conductas desadaptadas de un adulto res- una niña de 12 años, explicó que todo empezó
pecto a un menor referentes a la sexualidad en con abrazos y besos que le daba su abuelo, des-
general, que se dan de forma habitual o puntual. pués con masajes en la ducha y luego tocarla
Esto puede repercutir de forma negativa en el hasta penetrarla.
desarrollo psicosexual del niño. En segundo lugar, aunque el adulto que se

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Rosa Royo Esqués y Mª Carmen Gálvez Rendón

comporta inadecuadamente no sea un abusa- Evidentemente, situaciones como la descrita


dor en potencia, sus conductas rozando la línea pueden suceder en cualquier familia. Lo que en
pueden generar en los niños una normalización este caso la convierte en una CSI de los padres
de las acciones abusivas que los hace más vul- es el hecho de que no sea una situación pun-
nerables al abuso por parte de otras personas tual, un descuido, sino una dinámica habitual
que sean pederastas, ya que las conductas de que pone de manifiesto cierta falta de empatía
estos pueden no alertarles. hacia los hijos, al menos en este terreno. Un
La mamá de Valeria, una niña de 5 años, cuidado adecuado que proteja la intimidad
consultó a una EFE para valorar si estaba su- de la pareja y no exponga a los menores a si-
friendo ASI por un monitor de colonias. En la tuaciones hipersexualizadas es necesario para
evaluación, Valeria comentó: “Duermo con el respetar el ritmo de desarrollo sexual de los
papá y me hace caricias y masajes en la espal- hijos.
da, por todo el cuerpo, me da besos y a mí no Algunas de las CSI más comunes pueden ser
me gusta”. “exhibirse” desnudo delante del niño; “obser-
Podemos pensar que si el papá insiste en no varlo” mientras se ducha o se desviste hacien-
respetar el cuerpo de la niña, que tampoco lo do comentarios obscenos impropios para su
haga un monitor de colonias, una maestra o edad; tocar el cuerpo de los niños a la ligera
cualquier otra persona del entorno, no le resulte haciéndoles caricias, cosquillas y besos más
extraño a la niña. propios de adultos y en lugares que incomo-
Y en tercer lugar, convertirse en niños exci- dan al niño (Folch, 2017); saltarse los límites
tados que van teniendo conductas sexualizadas generacionales sin diferenciar la posición de
con otros niños, iguales o más pequeños, repro- niño y adulto, ya sea tratando a los niños como
duciendo contenidos que han experimentado o adultos adjudicándoles un rol que no le corres-
visualizado y que, a veces, ni comprenden (Gal- ponde, o porque el adulto es el que se con-
vez y Royo, 2008). funde con el niño y lo acapara, dificultando su
Jan, un niño de 8 años, fue sorprendido por desarrollo natural.
los maestros haciendo felaciones en los lavabos Todas ellas son conductas que, de manera
del colegio a otros niños más pequeños, junto consciente o inconsciente, tienden a la eroti-
con otros compañeros de su edad. Jan explicó zación del niño, invaden su intimidad física y
que lo había visto en un video en el móvil de su mental, haciéndole vivir sensaciones que no le
padre. corresponden ni entiende, pero que acabará
asumiendo como normales.
¿Cuándo valoramos que un adulto se comporta Laia es una niña de cinco años que ha sufrido
de forma inadecuada? tocamientos genitales por parte de un profesor
de la escuela. Ella, junto con otras compañeras,
La línea que separa las CSI y el abuso sexual revelaron abusos sexuales, que se confirmaron
es complicada de definir. Hay variadas situa- y llevaron al profesor a prisión. En las valoracio-
ciones que se dan habitualmente en las fami- nes psicológicas de las niñas, se pudieron co-
lias que pueden facilitar el traspase de la línea nocer las dinámicas familiares de cada una de
roja, especialmente las que tienen que ver con ellas, en las que se observó que, en la mayoría,
el cuerpo del niño, como el aseo y hábitos para se habían dado CSI que las habían confundido.
dormir u otras conductas que los adultos hacen Laia se duchaba con su padre y este comentaba
en presencia de los niños sin darse cuenta de la que, según su estilo de vida, creía que era natu-
repercusión que tienen en ellos. ral que la niña pudiese explorarlo todo, incluido
Daniel, un púber de 13 años, comentó a su te- los genitales de él, para ver hasta dónde llegaba
rapeuta la conversación que había tenido con su su curiosidad.
madre: “mamá, esta noche he estado nervioso, Elena, otra de las niñas, explicaba que su pa-
tenía pesadillas. A veces os oigo haciendo sexo dre también le tocaba la vulva con el dedo den-
y no puedo dormir. Cierra la puerta de la habita- tro, “como el profesor”, para olerla y ver si esta-
ción, por favor”. ba sucia y tenía que lavarla.

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Conductas sexuales inadecuadas: puerta abierta al abuso sexual infantil

Podemos hacer la hipótesis de que estos hábi- De ahí la necesidad de detectarlas, prevenirlas e
tos familiares hicieron a las niñas más vulnerables intervenir a tiempo.
y les dificultó diferenciar el ASI del profesor de ¿Puede la mamá de Miriam, una niña de 10
otras conductas y sensaciones vividas con sus años, pensar en el lugar que deja a su hija, a
familiares. ¿Quizás esto contribuyó a que fueran quien trata como a una amiga-confidente, expli-
estas niñas y no otras de la clase las víctimas de cándole su desgraciada vida sexual con su pa-
los ASI? dre, con todo lujo de detalles, confiándole que
El problema no es solo de conductas, sino del se masturba en la ducha porque no tiene rela-
sentido que estas tienen para los adultos que ciones sexuales con él?
las hacen y/o la comprensión que el niño puede Y el papá de dos hermanas de 13 y 16 años ¿re-
tener de ellas. Por tanto, no se trata de si los conoce la invasión a la intimidad y la vergüenza
padres se han de bañar, dormir o desnudar de- que pueden sentir estas adolescentes cuando
lante de sus hijos, sino de la intención de esas les quiere explicar, en la práctica, cómo se pone
conductas, de la edad y etapa evolutiva del niño un tampón higiénico y cómo se deben limpiar
y de la interpretación que este haga de ellas, ya la vulva “por dentro” o, a la mayor, cuando se
que puede tener consecuencias a corto y a lar- ofrece para depilarle las ingles?
go plazo en las fantasías y en el mundo mental La sexualidad es parte del ser humano y evo-
del menor. luciona a lo largo de toda la vida. Pero para
¿Qué puede fantasear o interpretar una niña nuestro tema, es interesante destacar que, entre
de cuatro años a la que su abuelo le propone los seis y los 12 años es la franja más común en
reiteradamente que sea su novia, haciendo tea- la que se inician los abusos, según nuestra ex-
tralizaciones del tema? Fantasías edípicas que, periencia y los estudios consultados. La sexua-
de inicio, pueden no tener una intención abusiva lidad, que hasta entonces estaba más desinhi-
consciente, pero la inadecuación de la propues- bida, se recoge detrás de otros intereses, como
ta invita a reflexionar, especialmente si tenemos los aprendizajes, los amigos, etc. Se queda en
en cuenta el momento evolutivo de la niña, que estado de latencia, a la espera de la pubertad,
puede dar a esos juegos carta de realidad. Ade- que emergerá con fuerza (Freud, 1905). Es la
más, no sabemos la huella que dejará cuando época en la que se va construyendo la intimidad
ella llegue a la pubertad o a la adolescencia y y, por tanto, en la que emergen los sentimientos
re-signifique el contenido del mensaje de su de pudor y vergüenza, que deberían ser respe-
abuelo. La mayor parte de las veces, los meno- tados para no despertar anticipada e inadecua-
res se sienten dolidos por el trato recibido, al damente a la vida sexual.
reconocer lo inapropiado de la conducta que de Roberto es un padre separado con dos niñas,
pequeños no sabían valorar. de cinco y ocho años, a las que quiere mucho.
¿Cómo se puede sentir Carlos, un niño de 10 Su problema con el alcohol hace que, en algu-
años, que se baña con su madre “dándose ma- nas ocasiones en las que las niñas están con él,
sajes” por todo el cuerpo dentro de la bañera, haga conductas que se saltan todos los límites
durmiendo con ella y desplazando a su padre aceptables como figura parental: se toquetea
cada noche a dormir en el sofá? los genitales viendo la televisión sin tener en
Carlos, quien ha estado involucrado con otro cuenta que las niñas están presentes o micciona
menor en dinámicas sexualizadas en la escuela, en la bañera mientras se bañan juntos. Las niñas
se muestra excitado en las sesiones y sus juegos verbalizan querer mucho a su padre y desean
representan muy a menudo escenas claramente seguir viéndolo, pero se sienten mal e incomo-
erotizadas entre los muñecos. dadas por esas conductas.
Las CSI generalmente no son reconocidas Para terminar, comentar un tema muy im-
como inapropiadas por parte del adulto que las plantado socialmente, que sin ser una CSI vale
realiza. No imagina la repercusión que puede la pena tener en cuenta, ya que representa una
tener en los pequeños a lo largo de su desarro- falta de respeto hacia los niños. Se trata de
llo y mucho menos pensar que pueden abrir la una pauta supuestamente educativa en la que
puerta al abuso sexual fuera del ámbito familiar. se exige a los niños que den besos y abrazos a

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Rosa Royo Esqués y Mª Carmen Gálvez Rendón

cualquiera como saludo de cortesía, cuando en Bibliografía


realidad es una muestra de afecto y, como tal,
ha de ser voluntaria, no impuesta como norma Council of Europe (2017). Council of Europe
para ser un niño “bien educado”. Convention on the Protection of Children aga-
inst Sexual Exploitation and Sexual Abuse.
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https://rm.coe.int/CoERMPublicCommon-
La prevención del ASI necesita de la visibili- SearchServices/DisplayDCTMContent?docu
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te, de un buen funcionamiento familiar en este Freud, S. (1905), La sexualidad infantil, en Tres
campo (Royo, 2012). ensayos de teoría sexual, Obras Completas,
Las CSI son un tema complicado en un mo- Tomo VII, Buenos Aires: Amorrortu.
mento en el que la sociedad y la familia están Folch, M. (2017). Proyecto EBECA (Educación,
más abiertas, existe mayor comunicación entre Belleza, Experiencias, Creatividad y Arte). Re-
padres e hijos y menos represión, lo que es una cuperado de: http://ebeca.org/
situación muy favorable para el buen desarrollo Galvez, C., Royo, R. (2008). “No puc confiar en
de todos. El riesgo es que la represión se diluya tu”. El vincle terapèutic en nens i adolescents
en exceso y no se cuide qué, cómo y cuándo víctimes de la violencia. Revista Catalana de
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La necesidad de prevenir y proteger a los Holanda practica la eutanasia a una víctima de
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adultos cercanos no va en detrimento de las re- do. Recuperado de
laciones tiernas y cariñosas con los niños. No se https://www.elmundo.es/sociedad/2016/05/
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do donde se hayan de controlar los abrazos o Knobel, J. (2011), “Cuando no se instala la laten-
en el que nos persigamos con lo que es o no cia: niños hiperexcitados sexualmente”. Cami-
adecuado. Lo importante es ser conscientes de nos de la sexualidad. Perversión, Neosexuali-
las necesidades de los niños, respetar sus tiem- dades, Homosexualidad(es). VII Jornadas de
pos, que no queden expuestos a ver, oír o sen- Intercambio en Psicoanálisis. Barcelona: Gra-
tir experiencias que los sobreexcitan y que no diva. Associació d’Estudis Psicoanalítics.
pueden procesar. Si se dan estas circunstancias, Royo, R. (2012), “On el joc s’acaba. Elements pel
es más probable que tengan un buen desarrollo diagnòstic, tractament i prevenció de l’abús
afectivo y sexual. sexual en la infancia”. Revista Desenvolupa,
Conociendo la repercusión que pueden tener ACAP (Associació de Centres d’Atenció Pre-
las CSI -inicio del ASI intrafamiliar, predisposi- coç), núm. 34, www.desenvolupa.cat
ción para sufrir ASI en otros contextos, riesgo Toporosi, S. (2008), ¿Juegos sexuales, conduc-
de repetirlas con otros niños-, y sabiendo que tas abusivas o prácticas sexuales entre niños?
tienen escaso o nulo peso legal, es de vital im- Revista Topia: La alienación del tiempo libre nº
portancia valorarlas como un problema de salud 54. Recuperado de:
y priorizar la prevención. http://www.topia.com.ar/revista/alienación-
La sociedad y, especialmente, la familia deben del-tiempo-libre
proporcionar a los niños un marco protector y Unicef (2006). Convención sobre los derechos
saludable, evitando las CSI, como una de las for- del niño. Madrid: Unicef. Recuperado de:
mas de cerrar la puerta a los abusos sexuales en https://www.un.org/es/events/childrenday/
la infancia. pdf/derechos.pdf

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Valoración técnica de la pertinencia
sobre la toma de declaración a niños,
niñas y adolescentes en el proceso penal
Raquel Raposo Ojeda*

RESUMEN
Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y adolescentes en el proceso
penal. La prueba preconstituida es un buen instrumento jurídico de protección a los menores de edad en el
proceso penal, a la vez que garantiza los derechos fundamentales y la preservación del testimonio. El cómo se
realice y el momento en que se practica es crucial para que tenga validez en base a los referidos objetivos. En
este trabajo se propone una “valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas
y adolescentes como prueba preconstituida”, entendida como criterios de oportunidad, adecuación y conve-
niencia. Palabras clave: victimización sexual, menores de edad, victimización secundaria, prueba preconstituida,
informe técnico.

ABSTRACT
Technical appraisal of belonging about children and adolescents declaring in criminal proceedings. The pre-
constituted evidence is a good legal instrument for the protection of minors in criminal proceedings, at the same
time as it guarantees fundamental rights and the preservation of testimony. How and when it is performed is
crucial for its validity, based on the objective references. This work proposes a “technical assessment of belon-
ging on the pre-constituted proof of children, infants and adolescents”, understood as criteria of opportunity,
adequacy and coexistence. Keywords: sexual victimization, minors, secondary victimization, pre-constituted
test, technical report.

RESUM
Valoració tècnica de la pertinença sobre la presa de declaració a nens, nenes i adolescents en el procés penal. La
prova preconstituïda és un bon instrument jurídic de protecció als menors d’edat en el procés penal, al mateix
temps que garanteix els drets fonamentals i la preservació del testimoni. El com es realitzi i el moment en què
es practiqui és crucial perquè tingui validesa en base als referits objectius. En aquest treball es proposa una “va-
loració tècnica de la pertinença sobre la presa de declaració a nens, nenes i adolescents com a prova precons-
tituïda”, entesa com a criteris d’oportunitat, adequació i convivència. Paraules clau: victimització sexual, menors
d’edat, victimització secundària, prova preconstituïda, informe tècnic.

Introducción y justificación (en adelante, NNA), y en ocasiones también


la de su entorno más inmediato. La magnitud
La victimización sexual a la infancia y ado- y variabilidad de las consecuencias que se de-
lescencia es una tipología de maltrato com- riven para las víctimas va a depender de múl-
pleja que puede comprometer cualquier face- tiples factores y de la interacción entre todos
ta de la vida de niños, niñas y adolescentes ellos.

*Psicóloga y sexóloga. Experta en la valoración de sospechas de victimización sexual a niños, niñas y adolescentes y credi-
bilidad del testimonio. Perito en causas de delitos sexuales a menores de edad en el proceso penal, por designación judicial.
Contacto: [email protected]

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 67-75 67


Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y adolescentes en ...

Al respecto, interesa señalar los siguientes no denuncia, orden de protección, intervención


por su relevancia: desde distintos ámbitos, etc.
Las características individuales de la propia Cada uno de estos factores puede suponer un
víctima: edad, género, presencia o no de disca- mecanismo amortiguador o protector frente al
pacidad, de relato, de experiencias previas en el impacto de la victimización sexual sufrida o, por
área de la sexualidad, etc. el contrario, constituirse en un “estresor” para la
Las particularidades de la concreta victimi- experiencia traumática, pudiendo interferir nega-
zación sexual: tipo de conductas implicadas (si tivamente en la entidad de la victimización sexual
existe penetración, daño físico o se trata de un sufrida y en la recuperación de las consecuencias
tocamiento, de exhibicionismo u otras conduc- ocasionadas (Defensor del Pueblo, 2015).
tas), frecuencia, duración, contexto, concurren- A esta complejidad hay que añadir la variable
cia con otras tipologías de maltrato, etc. temporal, pues estos factores amortiguadores
Los mecanismos para la consecución de la o “estresores” frente al impacto de la victimiza-
victimización sexual: uso de la fuerza, violencia, ción sexual no son estáticos, sino dinámicos, de
amenaza o intimidación; asimetría de poder, manera que evolucionan, interactúan, se contra-
seducción, engaño, soborno, chantaje, gratifi- rrestan y/o se retroalimentan entre sí a lo largo
cación económica o de cualquier otra índole, a del tiempo, sufriendo determinados cambios.
través de otros factores de vulnerabilidad de la A modo de ejemplo:
víctima, etc. La propia evolutiva de la víctima: edad, expe-
El medio a través del cual se produce: median- riencias, expectativas, significación y reelabora-
te tecnologías de la información, relación y co- ción de la experiencia, apoyo efectivo (familiar
municación (en adelante, TRIC), etc. y profesional), etc.
La relación con el supuesto agresor o agresora Los cambios inherentes al entorno (familiar,
(como pueden ser el parentesco, si se trata de social, profesional, salud, sexual, etc.) y a los fac-
una figura de confianza, autoridad, dependencia tores citados más arriba que determinan la gra-
de tipo afectiva, sexual, económica, familiar,…) y vedad de las consecuencias de la victimización
sus características particulares (la edad, el gé- sexual en niños, niñas y adolescentes.
nero, si presenta características más o menos Intervenciones y procesos en los que NNA y
alejadas de estereotipos sociales, etc.). sus familias pueden verse inmersos (evaluativos,
El momento de la revelación o detección: si es terapéuticos, judiciales, etc.). Señalar, en este
accidental, intencional o debido a la presencia sentido, que la propia intervención profesional
de algún indicador grave (embarazo, desgarro, en casos de victimización sexual es de especial
enfermedad de transmisión sexual, pensamien- importancia por cuanto se pretende proteger a
to autolítico, etc.). NNA frente a esta tipología de maltrato y sus
La respuesta o reacción del entorno inmedia- efectos. No obstante, el modo o el momento en
to: apoya o cree a la víctima; oculta, desmien- que esta intervención se produce puede gene-
te, mantiene una actitud ambivalente, culpa rar consecuencias asociadas a la propia victimi-
o rechaza a la víctima, niega la posibilidad de zación, incluso años después, activando o reac-
ocurrencia, protege a la víctima, al supuesto tivando síntomas de la experiencia traumática
ofensor o a ambos (por ejemplo, en casos de sufrida, y pudiendo interferir así en la recupe-
victimización sexual entre menores de edad de ración de la víctima, sufriendo NNA una nueva
la misma familia, con o sin responsabilidad penal victimización, en este caso “secundaria”.
por parte del supuesto agresor). Por último, respecto al intervalo temporal,
Los efectos más inmediatos que se deriven se describe sintomatología o indicadores pre-
a partir de la revelación o detección, para NNA sentes a corto y largo plazo tras la experiencia
y/o su entorno: separación del núcleo de con- de victimización sexual (Pereda, 2009, 2010).
vivencia, ruptura familiar, separación de pareja, Es importante tener en cuenta que, en no po-
cambio de domicilio o centro educativo, etc. cas ocasiones, la victimización sexual es reve-
Las actuaciones posteriores (individuales, fa- lada años después de haber finalizado la mis-
miliares, sociales o profesionales): si existe o ma, e incluso una vez alcanzada la edad adulta.

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Raquel Raposo Ojeda

Es entonces, con la elaboración psicológica de víctima y menor de edad- que recuerde su ex-
la experiencia de victimización y/o tras algún periencia de victimización sexual para aportarla
acontecimiento desencadenante, cuando pue- durante la fase del juicio oral (y en cualquier otra
de activarse sintomatología asociada, pudien- fase del proceso de intervención), este ejercicio
do haber permanecido latente o asintomática no comporta sólo una acción de recuperación
hasta ese momento (Kendall-Tackett, Meyer y de la huella mnémica sobre el hecho traumáti-
Finkelhor, 1993), incluyéndose en este último co sino que supone la re-experimentación de la
caso como posible factor desencadenante la in- victimización sexual. Ello implica que le pedimos
tervención profesional o el procedimiento judi- simbólicamente a la víctima que vuelva a situar-
cial, como “victimización secundaria”. se en el escenario, con la persona agresora, en
A lo anterior, habría que sumar las conclu- su malestar, indefensión y asimetría de poder,
siones de la ciencia empírica sobre la falta de para que exprese de nuevo la experiencia vivi-
indicadores específicos que puedan asociarse da. Además, puede suponer la reactivación de
a la vivencia de victimización sexual, lo que di- síntomas (incluso años después), un retroceso
ficulta la valoración de estos como prueba en hacia las mismas sensaciones, generando in-
el proceso penal (Scotta, Manzanero, Muñoz y seguridad, indefensión y la actualización o ac-
Köhnkend, 2014). tivación de la sintomatología asociada a la ex-
Así pues, el testimonio de un NNA que ha po- periencia traumática. Efectivamente, no es sólo
dido sufrir victimización sexual constituye –en un acto de recuperación de información de la
la mayoría de los casos– la principal prueba de memoria, como si de un examen se tratara. Va
cargo en los procedimientos penales y, conse- más allá: supone, en cierta medida, victimizar
cuentemente, las víctimas menores de edad son de nuevo o volver a situar en la posición y mo-
objeto de numerosas exploraciones y actuacio- mento de ser víctima, años después, cuando la
nes con el fin de obtener el relato de los supues- persona menor de edad probablemente ya ha
tos hechos vividos, pudiendo no sólo victimizar empezado a normalizar su vida y a recuperarse
de nuevo a las personas menores de edad, sino de la experiencia traumática. La fase de juicio
interferir en la calidad y validez de su relato. oral implica una interrupción brusca de dicho
Por todo ello, se pone de manifiesto la nece- proceso de recuperación para la víctima y con-
sidad de que se realice una valoración técnica lleva una desconfianza en el sistema por cuanto
actualizada de NNA en un intervalo temporal tiene que volver a repetir su relato (González, et
concreto, a fin de informar al órgano judicial al., 2013) y puede suponer una situación de in-
competente de las capacidades y posibilidades defensión ante la pérdida de criterios en el tes-
de la víctima menor de edad para prestar de- timonio o lagunas de memoria, por lo que a su
claración en el proceso penal. Se recomienda vez la “prueba” de cargo puede verse alterada
entonces la pertinencia o no de la prueba pre- por estos motivos.
constituida en el momento y modo más oportu-
nos a fin de atender a su especial vulnerabilidad Garantía de derechos en la práctica de la prue-
frente a la victimización sexual, en prevención ba preconstituida.
de una posible victimización secundaria (Eche-
burúa y Subijana, 2008), así como para que el La prueba preconstituida (en fase de Instruc-
juez pueda disponer lo necesario para garanti- ción) es un instrumento factible en la legislación
zar la protección de NNA y la de su testimonio vigente, de accesibilidad a la Justicia para las
como un continuo, a la vez que se da plena co- personas menores de edad, y de prevención de
bertura a las garantías procesales del investiga- la victimización secundaria en la infancia y ado-
do/acusado (Simó, 2018). lescencia (Raposo, 2015); garantiza el derecho
ininterrumpido a la recuperación, que podría
El derecho ininterrumpido a la recuperación verse alterado por la rememoración reiterada
(Raposo, 2018) y re-experimentación de la experiencia traumá-
tica en distintos interrogatorios y/o en la vista
Cuando se le pide a un testigo, -en este caso, oral. Asimismo, es posible la reproducción en

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Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y adolescentes en ...

sistema audiovisual de la declaración grabada principio de contradicción, en un interrogatorio


como prueba preconstituida en el juicio oral, directo, pueden provocar en la declaración de
aportando al Tribunal juzgador “la inmediación” una víctima (tipo de preguntas que se formulan,
que la calidad de los medios técnicos emplea- cómo se formulan, relacionada o no con el hecho
dos en fase de Instrucción y ante el Juez instruc- en sí que se enjuicia; preguntas que se admiten,
tor pueden extrapolar en el tiempo (a diferencia frente a las que son desestimadas, preguntas
de la inmediación plena que aporta específica- impertinentes, etc.); evita la confrontación visual
mente la práctica de la prueba anticipada ante con el investigado/acusado y otros familiares o
el Tribunal juzgador). No obstante, con menos asistentes en mayor o menor medida relaciona-
interferencias que una demora temporal, a su dos; previene los resultados negativos que una
vez podría suponer para la práctica de la propia demora temporal puede causar en la víctima.
prueba (testimonio) durante el juicio, en tanto La prueba preconstituida –en los términos
en cuanto la víctima menor de edad en el juicio descritos- constituiría un instrumento al servicio
oral ya no presenta –puede que incluso varios de los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y
años después– las características de la persona judicial), a fin de dar cobertura efectiva al princi-
que sufrió la victimización (edad o momento pio de igualdad de las partes cuando la víctima
evolutivo diferenciado, memoria modificada, es menor de edad, máxime cuando se trata de
experiencias personales, expectativas, conoci- situaciones de victimización sexual (caracteri-
miento, elaboración de la propia vivencia trau- zadas de partida por una asimetría de poder),
mática, circunstancias personales, etc.). posibilitando y otorgando de este modo un
La práctica de la prueba preconstituida ga- equilibrio y proporcionalidad en el proceso pe-
rantiza el derecho de defensa y principio de nal (Ridaura, 2005); en definitiva, una igualdad
contracción de las partes, así como la invariabi- fáctica frente a la igualdad de derechos ante la
lidad de la prueba, que entronca directamente ley o igualdad meramente formal (STC 75/1983;
con la presunción de inocencia. STC 34/81, de 10 de Noviembre).
De igual modo, durante la práctica de la mis- Por tanto, la toma de declaración como prue-
ma, a fin de garantizar su derecho a la informa- ba preconstituida satisface el derecho a ser
ción, debe comunicarse a la víctima en lenguaje escuchado de las personas menores de edad
comprensible y adaptado a sus características inmersas en un procedimiento judicial (en este
individuales sobre el objetivo de dicha toma de caso, penal) y, como se recoge en el Estatuto
declaración, quiénes conforman la Comisión Ju- de la Víctima del Delito (Ley 4/2015, de 27 de
dicial y las partes, el principio de contradicción abril), permite adaptar en el proceso la interven-
y cómo se desarrollaría durante la toma de de- ción a la individualidad de la víctima a través del
claración, así como la grabación de dicha sesión, experto, evitando por otra parte la asistencia a
como posibilidad de ser reproducida en acto de la sede judicial, en el caso que sea posible con-
juicio oral posteriormente. tar con las sedes de equipos especializados o
La toma de declaración a personas menores expertos externos.
de edad que han podido sufrir victimización se-
xual no solo protege la principal prueba de car- La necesaria cadena de custodia (de la prueba =
go (testimonio) a lo largo del tiempo (Sotoca víctima) para la práctica de la prueba precons-
et al., 2013), sino que supone una garantía de tituida
protección para la víctima: favorece su recu-
peración sin interrupciones por la celebración La validez y eficacia de la prueba preconsti-
del juicio oral (años después) o por reiterados tuida radica en su inclusión en un proceso más
señalamientos de una misma vista oral, si esta amplio de protección a la víctima, un continuo
no se celebra por algún motivo; se desarrolla en denominado cadena de custodia, que garantice
un espacio físico adaptado, sin interferencias; inicialmente las condiciones para la práctica de
es una única persona experta, entrenada espe- esta prueba a las personas menores de edad, en
cialmente para ello, quien entrevista a la víctima; un procedimiento reglado (protocolo), y no ex-
se previenen las consecuencias y efectos que el cepcional; que, además, una vez practicada con

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Raquel Raposo Ojeda

todas las garantías exigidas, pueda ser reprodu- • Conveniencia: puede resultar útil para la protec-
cida en el juicio oral y valorada por el Tribunal ción de la víctima, preservación del testimonio
juzgador, sin la necesidad de volver a examinar (en su caso, prueba de cargo), prevención de
a niños, niñas y adolescentes después del tiem- la victimización secundaria y obtención de la
po, y sin que ello pueda entenderse como una verdad material.
ausencia de prueba (testimonio). A continua- Esta valoración deber ser emitida por un ex-
ción, se sintetizan sus elementos definitorios. perto como recomendación al órgano judicial
El Protocolo tiene que ir dirigido a la protec- competente, en un informe donde la conclusión
ción de la víctima, preservación del testimonio principal se base en la pertinencia motivada de
y garantías procesales del investigado/acusado. dicha toma de declaración. Por el contrario, des-
Por otra parte, el Protocolo debe abarcar ac- aconsejar la práctica de la misma por las carac-
tuaciones y un periodo temporal más amplio terísticas (propias y contextuales) que pueda
que el desarrollo concreto de la práctica de la presentar la víctima en ese momento.
prueba (toma de declaración). Al menos, debe-
rían considerarse las siguientes fases o acciones Actuaciones por parte del experto
diferenciadas. Valoración del expediente aportado: interven-
ciones profesionales previas (específicas de la
FASE 1. Acuerdo de la práctica de la Prueba Pre- victimización sexual o no), si existe reiteración
constituida por parte del juez (como diligencia del relato por parte de la víctima, diligencias po-
en instrucción y/o por recomendación del ex- liciales o judiciales, otros informes diagnósticos,
perto) si existe o no evaluación de la credibilidad del
testimonio realizada, medidas de protección,
En este momento, deben garantizarse deter- riesgo de retractación del testimonio, otros me-
minadas condiciones por parte de la Entidad dios de prueba, etc.
Judicial; por ejemplo, la protección de la víctima Coordinación en su caso, con los distintos sec-
(que el agresor u ofensor no tenga acceso a la tores profesionales implicados: análisis de la in-
víctima, ni contacto por ningún medio) y la mí- formación aportada y valoración desde las dis-
nima reiteración o repetición del testimonio por tintas disciplinas.
parte de las personas menores de edad, a fin de Entrevista directa con la fuente de detección
evitar una victimización secundaria y alteración e y/o notificación (familiares o profesionales, nor-
interferencias en el relato que debe ser obtenido. malmente tutores legales y/o que conocen ini-
cialmente la sospecha de victimización), a fin de
FASE 2. Valoración técnica de la pertinencia so- poder valorar las circunstancias de la alegación
bre la toma de declaración a NNA como prueba original (reacción y apoyo efectivo del contex-
preconstituida to tras la detección y/o revelación, principales
consecuencias derivadas, actuaciones realiza-
La pertinencia deber ser entendida como das desde ese momento), así como las carac-
oportunidad, adecuación y conveniencia de rea- terísticas particulares y actuales de la víctima
lizar la toma de declaración como prueba pre- (edad, actitud, competencias para comunicar y
constituida a una persona menor de edad que aportar testimonio, grado de conocimiento e in-
haya podido sufrir algún tipo de victimización formación aportada sobre las derivaciones del
sexual. Es un criterio de actualidad, referido al procedimiento en curso, etc.).
presente de NNA y basado en los siguientes as- Sesión de valoración inicial con NNA sobre
pectos. las necesidades, competencias y limitaciones
• Oportunidad: circunstancias o momento apro- (cognitivas, emocionales, contextuales,…) para
piado. hacer frente a la toma de declaración por parte
• Adecuación: cumple con las exigencias y ga- de la supuesta víctima, así como para proponer
rantías de los derechos fundamentales y la el momento temporal y condiciones más apro-
víctima tiene las capacidades necesarias para piadas que favorezcan la práctica de la prueba
hacer frente a esta toma de declaración. preconstituida, adaptado a la individualidad de

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Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y adolescentes en ...

cada NNA (edad, género, tipo de victimización, de la victimización sexual); lo más cercano posi-
relato, relación con el investigado/acusado, me- ble al hecho en sí que se investiga o a la revela-
canismos de producción de la victimización, ción del mismo; a través de la intermediación de
sintomatología y consecuencias derivadas, si un experto (especialización, experiencia, etc.);
presenta o no algún grado de discapacidad y/u evaluación previa (de las características de la
otras características que indiquen una adap- víctima siempre, del expediente o evaluación de
tación específica de la práctica de la toma de la sospecha de victimización sexual siempre que
declaración, como por ej. el lenguaje de comu- sea posible); sala amigable (características con-
nicación, idioma, necesidad de intérprete o tra- cretas que cumplan la funcionalidad de propor-
ductor, etc.). cionar confort, seguridad y calma a la víctima
Esta entrevista inicial con las personas meno- sin interrupciones y/o distracciones); medios
res de edad con sospecha de haber sufrido vic- técnicos (grabación, reproducción, visualiza-
timización sexual es necesaria de forma previa. ción simultánea que permita la contradicción de
Además, en cualquier proceso de valoración del las partes, etc.); autentificación de la grabación
testimonio, a fin de que resulten válidas las pre- por el Letrado de la Administración de Justicia.
guntas que se formulen de forma adaptada a la
idiosincrasia de cada NNA y planteadas de forma FASE 4. Validez de la prueba preconstituida ba-
individualizada durante la evaluación específica sada en la adecuación de la obtención, custodia
de la victimización sexual y/o toma de declara- y traslado del testimonio grabado
ción como prueba preconstituida, se recomienda
que, a fin de evitar una nueva victimización en Como garantía de derechos fundamentales,
NNA, sea el mismo experto el que efectúe: debe ser grabada en sistema audiovisual digital,
• La valoración inicial de las competencias de que posibilite la adecuada conservación e inal-
NNA para declarar y/o recomendar o no la terabilidad de la misma y su posterior reproduc-
pertinencia de la toma de declaración como ción en el proceso penal, evitando la compare-
prueba preconstituida. cencia y/o declaración de la víctima menor de
• La intermediación como experto en la toma edad en el juicio oral, años después.
de declaración a NNA como prueba precons- Con el fin de trasladar al Tribunal juzgador la
tituida, propiamente dicha. máxima inmediación que permite la calidad de
• La exploración o valoración del testimonio en los medios técnicos de grabación audiovisual,
varias sesiones (previas o con posterioridad) en relación al testimonio obtenido durante la
de NNA a fin de realizar un análisis de la per- práctica de la Prueba Preconstituida, debería
sistencia, validez y credibilidad del testimonio constar de la siguiente documental:
aportado sobre victimización sexual. • 1 DVD grabado con la declaración de la víctima
Informe de valoración técnica sobre la perti- y preguntas de las partes trasladadas a la mis-
nencia o no de realizar la toma de declaración ma a través del experto, en base al principio
a NNA que han podido sufrir victimización se- de contradicción. Este DVD debe ser autenti-
xual, en base a las conclusiones obtenidas en las ficado con la firma del Letrado de la Adminis-
actuaciones referidas y emitido por el experto tración de Justicia. Es imprescindible realizar
como recomendación al órgano judicial compe- al menos una copia de esta grabación en DVD
tente (ver anexo). y custodiarla en un soporte apropiado que
evite su deterioro, o rotura a lo largo de los
FASE 3. Desarrollo en sí mismo de la práctica de años y posibles traslados y usos del expedien-
la Prueba Preconstituida te judicial durante el proceso penal.
• 1 DVD grabado de la sesión en la que se si-
Se refiere a la toma de declaración a niños y gue y se instruye bajo la directrices del Juez
niñas y debe comprender aspectos tales como: instructor el desarrollo de la prueba por par-
momento idóneo para el desarrollo de la prueba te de la Comisión Judicial y las partes, en la
(en función de las características de la propia que constará por parte de estos el traslado
víctima –actualizadas- y circunstancias propias de las preguntas al experto bajo el principio

72 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 67-75


Raquel Raposo Ojeda

de contradicción (por ejemplo, las preguntas Jefatura del Estado (1995). Ley 4/2015, de 27
que son admitidas, las que no, los fundamen- de abril, del Estatuto de la Víctima del Delito.
tos de derecho de tal resolución, etc.), a fin de Boletín Oficial del Estado, 101. Recuperado de:
que puedan además contrastarse y validarse https://www.boe.es/eli/es/l/2015/04/27/4/con
con las formulaciones finales de estas cues- Jefatura del Estado (1996), Ley Orgánica 1/1996,
tiones a la víctima por parte del experto. Este de 15 de enero, de protección jurídica del me-
otro DVD debe ser igualmente autentificado nor, de modificación del Código Civil y de la
por el Letrado de la Administración de Justi- Ley de Enjuiciamiento Civil, artículo 11 (LOPJM).
cia (Raposo, 2017). En este caso, también se Boletín oficial del estado, 15. Recuperado de:
considera necesaria una copia de la grabación https://www.boe.es/buscar/pdf/1996/BOE-
y soporte de custodia apropiado, a fin de ga- A-1996-1069-consolidado.pdf
rantizar la inalterabilidad, conservación y po- Kendall-Tackett, K. A., Meyer Williams L. y
sibilidad de reproducción durante la vista oral. Finkelhor, D. (1993). Impact of sexual abuse
• Acta de la toma de declaración y fase de con- on children: A review and synthesis of recent
tradicción, seguida en todo momento, docu- empirical studies. Psychological Bulletin, 113
mentada y certificada por el Letrado de la Ad- (1), 164-180.
ministración de Justicia. Pereda, N. (2009). Consecuencias psicológicas
iniciales del abuso sexual infantil. Papeles del
Agradecimientos Psicólogo, 30 (2), 3-13.
Pereda, N. (2010). Consecuencias psicológicas a
A los niños y niñas por el esfuerzo, por la con- largo plazo del abuso sexual infantil. Papeles
fianza, por las palabras quebradas, los dibujos, del Psicólogo, 31 (2), 191-201.
las sonrisas, las lágrimas, por enseñarme, por Raposo, R. (2015). Justicia Accesible para Niños,
la paciencia; a todos los que he tenido el honor Niñas y Adolescentes. Experiencia Práctica:
de poder oír, además de la responsabilidad y el La Prueba Preconstituida como Instrumento
reto de saber escuchar durante más de veinti- de Accesibilidad durante el Proceso Penal, en
dós años. A todos ellos/as, mi agradecimiento. Casos de Abuso Sexual Infantil. Infancia, Ju-
A todos ellos/as también pido disculpas por no ventud y Ley, 6: 16-20.
haber aprendido mejor o por no haber aprendi- Raposo, R. (2017). La Cadena de Custodia de
do a tiempo. la Prueba como garantía del derecho de las
personas menores de edad a ser escuchado y
-aprendiendo- protegido. En C. Martínez (comp.), Protección
Jurídica de las personas menores de edad
Bibliografía frente a la violencia. Madrid: Editorial Aranza-
di, págs. 451-473.
Defensor del Pueblo (2015). Estudio Sobre la Es- Raposo, R. (2018). En el interés superior del Me-
cucha del Menor, Víctima o Testigo. Madrid: nor. Cadena de Custodia: La protección a la
Defensor del Pueblo. Recuperado de: infancia y Adolescencia Víctima de Violencia
https://www.defensordelpueblo.es/wp-con- Sexual durante el Proceso Penal. Forensic, La
tent/uploads/2015/05/Ver-estudio.pdf Revista de los Peritos Judiciales, 1 (3): 5-9.
Echeburúa, E. y Subijana, I. J. (2008). Guía de Raposo, R. (2018). La evaluación psicológica y
Buena Práctica Psicológica en el Tratamiento forense de las situaciones de violencia sexual.
Judicial de los Niños Abusados Sexualmen- El valor del testimonio y las garantías de la
te. Internacional Journal Clinical and Health prueba preconstituida. Jornadas sobre dere-
Psychology, 8 (3): 733-749. chos humanos. El abuso sexual. Una realidad
González, J. L., Muñoz, J. M., Sotoca, A. y Man- compleja que interpela a toda la sociedad.
zanero, A. L. (2013). Propuesta de Protocolo Donostia-San Sebastián, Palacio Miramar 5-6
para la Conducción de la Prueba Preconsti- julio, 2018. Recuperado de:
tuida en Víctimas Especialmente Vulnerables. http://www.ararteko.eus/RecursosWeb/DO-
Papeles del Psicólogo, 34(3): 227-237. CUMENTOS/1/0_4574_3.pdf

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 67-75 73


Valoración técnica de la pertinencia sobre la toma de declaración a niños, niñas y adolescentes en ...

Ridaura, M. J. (2005). El encaje constitucional de Scotta, M. A., Manzanero, A. L., Muñoz, J. M.


las acciones positivas contempladas en la Ley y Köhnkend, G. (2014). Admisibilidad en
Orgánica de Medidas de Protección Integral contextos forenses de indicadores clínicos
contra la Violencia de Género, en F. J. Roig y para la detección del abuso sexual infan-
E. Martínez (coord..), La nueva Ley contra la til. Anuario de Psicología Jurídica 2014 24
Violencia de Género, Madrid: Iustel. (2014) 57-63.
Simó, E. (2018). La prueba preconstituida en ca- Sotoca, A., Muñoz, J. M., González, J. L. y Man-
sos de víctimas especialmente vulnerables. zanero, A. M. (2013). La prueba preconstituida
Comentario a la sts núm. 848/2017, de 22 de en casos de abuso sexual infantil: aportacio-
diciembre (rj 2017, 4595). Rev. Boliv. de Dere- nes desde la psicología jurídica. La Ley Penal,
cho 26: 502-513. 102: 112-122.

Anexo

Informe de valoración técnica sobre la oportunidad, adecuación y conveniencia de realizar la toma de


declaración a NNA como prueba preconstituida.

1. Referencias sobre: la Entidad judicial y procedimiento; órgano de derivación o notificación; experto


designado para la presente valoración técnica, fecha.
2. Datos de identificación de la supuesta víctima y de la sospecha de victimización sexual.
3. Caracterización y descripción de las actuaciones seguidas por el experto.
4. Conclusiones respecto de la valoración técnica sobre la pertinencia o no de realizar la toma de de-
claración como prueba preconstituida, en base a los resultados obtenidos relativos a:
- Habilidades y capacidades cognitivas y de comunicación que presenta actualmente el NNA.
- Presencia de relato sobre la supuesta victimización sexual sufrida (en base a las intervenciones
con las distintas fuentes referidas).
- Estado emocional o grado de afectación en el presente.
- Actitud respecto del proceso de intervención y posibilidad de realizar la toma de declaración
como prueba preconstituida.
- Conocimiento del proceso de intervención, así como de las posibles consecuencias derivadas
–propias y del contexto- tras la revelación, detección, notificación o denuncia que puedan in-
terferir en la toma de declaración como prueba preconstituida.
5. Recomendaciones sobre la práctica de la Prueba Preconstituida:
5.1 Pertinencia de realizar la toma de declaración como prueba preconstituida
- Justificación motivada en el presente en base a criterios de oportunidad (intervalo temporal
recomendable para la toma de declaración), adecuación (la víctima cuenta con las capacidades
necesarias para evocar un recuerdo y relato de la experiencia vivida; se encuentra en un mo-
mento de estabilidad emocional, por la edad que presenta y vulnerabilidad no sería aconsejable
o posible su declaración en el juicio oral…) y conveniencia (a fin de evitar la pérdida de la prueba
o testimonio y evitar la victimización secundaria).
- Oportunidad o momento apropiado: a) Inmediatez o urgencia (ej.: si el caso requiere cierta pre-
mura y se dan las condiciones exigidas, el señalamiento de la toma de declaración no debería
demorarse, a fin de garantizar en la medida de lo posible que las condiciones técnicamente va-
loradas y pertinentes estarán con mayor probabilidad presentes cuando se practique la prueba
y no queden desactualizadas o resulte injustificada por un intervalo excesivamente dilatado,…);
b) intervalo temporal de demora (cuando las características individuales, contextuales, grado
de afectación, etc.) así lo suscriban; c) horario diferencial del señalamiento (evitar coincidencia
con el investigado/acusado, en cualquier momento del desarrollo específico de la toma de de-
claración como prueba prueba preconstituida); d) orden secuencial más apropiado de la toma

74 Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 67-75


Raquel Raposo Ojeda

de declaración respecto de la evaluación diferenciada de la credibilidad del testimonio, etc.


- A través de la intermediación de un experto. Dinámica propia de la prueba preconstituida, prin-
cipalmente: toma de declaración y principio de contradicción.
- Disponibilidad de un contexto o sala amigable (funcionalidad del espacio físico acorde a las
necesarias medidas de protección, especificidad y libre de interrupciones).
- Calidad del sistema de grabación audio visual y circuito cerrado de televisión o cámara Gesell,
que permita seguir y dirigir la toma de declaración de NNA al juez instructor y grabar la sesión
simultánea de ambas salas.
- Otras medidas de protección como recomendación: por ej., que por parte del Letrado de la
Administración de Justicia, los días precedentes al señalamiento de la toma declaración a NNA,
se comunique o advierta de forma previa al/los letrado/s de la defensa que su presencia es
necesaria y obligatoria, en cumplimiento del derecho de defensa, evitando así posibles demo-
ras en la celebración de la misma, la victimización secundaria de NNA y/o causa de nulidad
de la prueba. Garantizar al experto un espacio-temporal para minimizar el impacto de la toma
de declaración en la víctima –inmediatamente antes y justo después-, recomendaciones a la
familia/profesionales de referencia. Realizar copia de seguridad del total de las grabaciones y
documental realizada igualmente autentificadas por el Letrado de la Administración de Justicia,
como garantía de conservación de la prueba en caso de pérdida o deterioro del original y/o a
efectos de valoración por el perito experto, en su caso. Procurar un soporte apropiado para la
custodia y traslado de los DVDs y sus copias resultantes de la práctica de la prueba preconsti-
tuida, a fin de evitar su deterioro, rotura, extravío, etc. y que esto pueda derivar en una suspen-
sión del juicio oral, pérdida del testimonio de la víctima como prueba de cargo y/o la citación
finalmente de las personas menores de edad por esta causa, etc.
5.2 No pertinencia respecto a realizar la toma de declaración como prueba preconstituida
- Justificación motivada en el presente en base a criterios de oportunidad, adecuación y conve-
niencia (ej. el grado de afectación es tan importante que no puede hacer frente en el presente a
la misma; si no existiera testimonio en la víctima y/o actitud para declarar en ese momento; no
cuenta con las capacidades cognitivas suficientes, por edad o grado de discapacidad; es nece-
sario contar con la presencia de un intérprete o traductor; traslado de ciudad, comunidad o de
núcleo de convivencia –sistema de protección u otros-; coincide con acontecimientos graves
y/o vitales importantes –enfermedad o accidente propio o de familiares cercanos, fallecimiento
del adulto de referencia, becas o estancias formativas en otros países, viajes u operaciones qui-
rúrgicas programa-; no cuenta en la actualidad con apoyos efectivos del entorno, lo que puede
situar a la víctima en una fase de ambivalencia y retractación del testimonio, etc.).
- Posponer a un segundo momento (en base a las características de la víctima, de la sospecha de
victimización sexual y de que las circunstancias contextuales favorezcan la estabilidad emocio-
nal de la misma para aportar un testimonio con garantías) la valoración técnica de la pertinencia
de realizar la toma de declaración como prueba preconstituida, siempre y cuando sea posible
obtener las condiciones que así la suscriban. Justificación definitiva a fin de no practicar la toma
de declaración como prueba preconstituida, cuando las circunstancias anteriormente expues-
tas, cruciales para la toma de declaración son insalvables a lo largo del tiempo y no tendría
sentido la práctica de la misma, a fin de que no se constituyera por sí misma en una repetición
de la intervención.
En caso de que el procedimiento judicial en curso continuase hasta la fase de juicio oral, sería perti-
nente realizar un informe o valoración técnica de la vulnerabilidad de la víctima respecto de su decla-
ración en acto de juicio oral, en base a lo establecido en la Ley 4/2015, de 27 de abril, del Estatuto de
la Víctima del Delito.

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Presentación
El abuso sexual de niños, niñas y adolescentes es una realidad que se minimiza o suaviza con la no-
minación de tema… y se enuncia: El abuso sexual es un tema que… Los temas se pueden aplazar, teori-
zar, dejar de lado, disfrazar, etc. La realidad es, por derecho propio y, por tanto, es una responsabilidad
individual y social atenderla y lidiar con ella usando las herramientas que tengamos a disposición. Si no
las tenemos a disposición, habrá que crearlas. No voy a entrar en cuantificaciones o estadísticas que
también desviarían la mirada y pondrían un velo a los sucesos que hacen tan contundente el uso de la
violencia como derecho sobre la vulnerabilidad y la indefensión.
La Revista de psicopatología y salud mental del niño y el adolescente ha tenido un gran acierto en
observar de manera atenta, sensible y comprometida esta realidad mundial. Quienes hemos sido in-
vitados a pensar sobre el dolor, la humillación, la vergüenza, por un lado y la violencia, la ignominia, la
maldad y la crueldad por parte del perpetrador tenemos una obligación con ustedes lectores. ¿Cómo
exponemos los hechos de manera tal que puedan, no sólo leer sobre ellos, sino y especialmente ver,
oler, sentir esta complejidad emocional que es el Abuso Sexual a la Infancia en todas y cada una de sus
manifestaciones? ¿Cómo contar, cómo narrar estas experiencias?
Abordemos cada uno de los artículos que América Latina ofrece como cuatro zonas de pensamiento.
Hilda Botero (Colombia) encara directamente la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes
y acerca la lupa a su enorme ocurrencia en viajes y turismo. Es una modalidad de explotación y abuso
que promueve los paquetes turísticos en los que se ofrecen niños y niñas como parte de la atracción.
Son muchos los actores intervinientes, genera ganancias multimillonarias y está amparado por estruc-
turas de Poder que lo convierten en un crimen impune e invisible.
Naly Durand (Argentina) nos invita al consultorio para la observación clínica. Hay diferentes tipos
de abuso sexual a la infancia y todos son responsabilidad del adulto. La intensidad del daño y la toxi-
cidad del trauma, nos dice la autora, configuran, según el tipo de abuso, la necesidad de recordar para
olvidar o de olvidar para recordar, como elección personal de cada experiencia sufrida por los niños
abusados. Varias historias de abuso sexual y sus contextos son expuestos y comentados en este artí-
culo como un acercamiento psicoanalítico al mundo así perturbado de estos pequeños.
Nancy de la Hoz (Colombia) nos ubica en el escenario forense. Hace énfasis en la atención insufi-
ciente en este escenario y la urgente necesidad de dar elementos para reparar el daño mental y rela-
cional de los niños y niñas abusados. Nos propone cómo la psicopatía y la pedofilia pueden ser puertas
de entrada al tipo de relaciones que vehiculizan el Poder nacido de la violencia. Las teorías psicoana-
líticas, dice, construyen comprensiones y denotan la naturaleza intrínseca del abuso sexual infantil, no
obstante tiempo, lugar y formas de presentación.
Alicia Lisondo (Brasil) abre la lente social mediática. Hace una lectura psicoanalítica de la película
Spotlight: secretos revelados. Los abusos sexuales cometidos por sacerdotes a niños y adolescentes
han quedado ahora en evidencia ante el mundo. La lucha por desmentir estos actos y desacreditar a
las víctimas ha sido el patrón que acompaña este hecho. A esta realidad hace referencia la película.
Muestra las duras resistencias de los diferentes sectores de la sociedad para acallar, ocultar o negar,
no sólo los hechos, sino las implicaciones emocionales, familiares, sociales de estos actos criminales.

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Las autoras hacen un recorrido por varios aspectos que exponen la explotación sexual a la infancia.
Y no se agota esta indignante situación, es más, mucho más dramática y profunda la realidad. Son
Hechos estos que requieren ser visibilizados y atendidos. Es una responsabilidad, una obligación de
especie, que cada estrato de la sociedad debe asumir. Formamos parte de una sociedad humana, no
importa la profesión, somos responsables y, si además de esto, nuestra área de conocimiento e inci-
dencia es la emocionalidad, la infancia ha de ser un objetivo indudable e impostergable para el ejercicio
del cuidado y la protección de los niños, niñas y adolescentes del mundo.

Hilda Botero
Miembro del Consejo Asesor de la Revista
Coordinadora de la parte latinoamericana del monográfico

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Impunidad e invisibilidad:
el drama del abuso sexual infantil
Hilda Botero*

RESUMEN
Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil. El presente artículo es una mirada al escenario
específico de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, en especial en viajes y turismo (Ex-
plotación Sexual Comercial en Niños, Niñas y Adolescentes en Viajes de Turismo, ESCNNA-VT). Esta modalidad
de abuso sexual se configura como un delito amparado por estructuras de poder que imponen la invisibilidad y
la impunidad. Esta violencia contra la infancia tiene un ingrediente de crueldad pura, que requiere ser conocido,
reconocido, asumido y urgentemente atendido. Palabras clave: violencia, ESCNNA-VT, impunidad, invisibilidad,
crueldad pura.

ABSTRACT
Impunity and invisibility: the drama of child sexual abuse. This article is a look at the specific scenario of the
commercial sexual exploitation of children and adolescents, especially while travelling (Commercial Sexual Ex-
ploitation in Children, Adolescents in Tourism Travel, ESCNNA-VT). This type of sexual abuse is shaped as a
crime covered by power structures that impose invisibility and impunity. This violence against children has an
ingredient of pure cruelty that must be known, acknowledged, assumed and urgently taken care of. Keywords:
violence, ESCNNA-VT, impunity, invisibility, pure cruelty.

RESUM
Impunitat i invisibilitat: el drama de l’abús sexual infantil. El present article és una mirada a l’escenari específic
de l’explotació sexual comercial de nens, nenes i adolescents, en especial en viatges i turisme (Explotació Sexual
Comercial en Nens, Nenes i Adolescents en Viatges de Turisme, ESCNNA-VT). Aquesta modalitat d’abús sexual
es configura com un delicte emparat per estructures de poder que imposen la invisibilitat i la impunitat. Aquesta
violència contra la infància té un ingredient de crueltat pura, que requereix ser conegut, reconegut, assumit i ur-
gentment atès. Paraules clau: violència, ESCNNA-VT, impunitat, invisibilitat, crueltat pura.

¿Cómo puede usted ser dominación y dinero. Cruza, a hurtadillas ante


indiferente a ese gran Río la sociedad, los controles de seguridad de las
de huesos, a ese gran Río fronteras y la vigilancia policial. Llega, comete el
de sueños, a ese gran Río crimen: mata inocencias, profana existencias y,
de sangre, a ese gran río? cual respetable extranjero, admirado, atendido,
¿A ese gran río? deja el desastre hecho y regresa a su pulcra y
respetada tierra, a la imagen en el agua de unos
Nicolás Guillén, La Calle. hijos, una familia y una cotidianidad aparente
como escudo protector. Invisibles ahora, tanto
Cualquier X va a tierras distantes, lejos de su el crimen como el perpetrador. Planteo un pro-
hogar. Con un manto de invisibilidad, un manto blema que posee urgencia de ser atendido. De-
de Poder, forjado con impunidad, explotación, marco un área inspiradora de algunos vértices

*Psicóloga, Psicoanalista, Miembro Titular de la Asociación Psicoanalítica Colombiana. Docente de Maestría en la Universi-
dad Pontificia Javeriana (Bogotá). Coordinadora de la Asociación Latinoamericana de Observadores de Bebés Método Bick
(ALOBB). Asesora de Atención Emocional en Unidades de Recién Nacidos y Programas Canguro (Bogotá). Consultorio Privado.
Contacto: [email protected]

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Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil

para realizar observaciones sobre cómo com- acompañamiento a los viajeros, servicios gas-
prender, hacer visible y atender este drama de tronómicos, cuidado de vehículos, mendicidad,
crueldad con la infancia: la explotación sexual diferentes formas de trabajo infantil… son sólo
en viajes de turismo. algunos de una larga lista. De aquí se deducen
Anita (9 años): “es que mi hermana hacía eso factores de riesgo que señalan las poblaciones
en el bar de A. y llevaba una buena plata a casa; vulnerables expuestas a las peores prácticas de
pero se acababa rápido y ella entonces me llevó explotación sexual.
donde estaba Z para que me iniciara… así, yo El aspecto nuclear de estas situaciones lo
podría ganar mucha plata también, pero yo no aportan personas que viajan en el anonimato
sabía bien cómo era eso y, de verdad, ahora me y aprovechan la falta de control de fronteras y
toca a mí hacerlo porque mi hermana ya está la corrupción de autoridades y abren la puer-
muy grande”. ta para la explotación sexual de los niños. Estos
Emma (11 años): “no sabía cómo tenía que devoradores de niños no tienen ningún reparo
caerle bien al señor ese. Mi primo me dijo que en usar las redes enormes que rodean este es-
hiciera lo que él me pidiera. Hasta que me dio cenario; como empleados de hoteles, vendedo-
un vaso con trago –licor- y después yo no me res ambulantes, se apropian de los lugares, las
acuerdo de nada. Creo que me desperté y ya cosas, las personas, pervierten las formas cul-
estaba en la calle ¡y no tenía mis pantalones turales. Los turistas explotadores sexuales que
puestos!” comercializan la infancia, son hombres en su
Sergio (10 años): “es una casa muy lujosa, de mayoría -también algunas mujeres-, casados o
gente muy rica. Estábamos como cinco amigos solteros y de diversos estratos socioeconómi-
esperando a los clientes. Cuando llegaron, nos cos y niveles educativos.
traían regalos. Yo creo que estaban borrachos y Quiero dar una mirada al escenario específico
por eso se reían tanto y nos tocaban. Los que sí de la ESCNNA-VT, pues tiene un ingrediente de
sabían para qué estábamos allí eran B y C (dos crueldad pura, aún indescifrado, que se asimila a
de los niños allí presentes); a mí no me dijeron una región impenetrable. Daré un poco de con-
a qué iba, me dio mucho miedo y salí corriendo, texto a esta especificidad.
me persiguieron pero no me alcanzaron”. La violencia tiene muchas formas de expresión,
Lady (11 años): “hace tres años que hago esto. de tal manera que consideramos no la violencia
Mi mamá es la que me lleva allí, al bar de D. Ahí sino las Violencias. Una de ellas es la explotación
van por nosotros los señores esos… me toca ir sexual dirigida contra la infancia. Tiene compo-
porque así tenemos plata para mis hermanos nentes suficientes como para figurar en el muro
chiquitos. Mi papá se fue hace mucho tiempo… de la ignominia, entre ellos: la invisibilidad y la
y mi mamá dice que tengo que ser la que man- impunidad. Estos ingredientes son posibles y
tiene la casa, porque soy la más grande”. pasibles, porque son hechos enmarcados en el
La Explotación Sexual Comercial en Niños, Ni- Poder. El Poder económico, político, religioso;
ñas y Adolescentes en Viajes de Turismo (ESC- cualquier estructura que ostente poder. Este
NNA-VT) se considera un problema creciente escenario promueve la impunidad amparada en
a nivel mundial, difícil de dimensionar: hay un alegatos culturales y económicos que dan opor-
desconocimiento de la temática que enmascara tunidad y habilitan tal violencia. Las condiciones
el fenómeno y no hay suficientes investigacio- sociales de pobreza y vulnerabilidad completan
nes que visibilicen y condenen estos crímenes. la escena perfecta para mayores probabilidades
Los emporios turísticos pueden verse afectados de ocurrencia de esta modalidad de crimen.
si se alumbra en su justa existencia esta pro- El abuso sexual infligido a la niñez (NNA) en
blemática. Al mismo tiempo, vemos cómo se el mundo arroja cifras pavorosas. Nos lleva a
configura toda una organización al servicio y dudar de nuestra capacidad de cuidado y pro-
promoción de la ESCNNA-VT: hoteles, hostales, tección a nuestros hijos. Somos una especie
personal de hoteles y entretenimiento, agencias extraña, depredadores de la naturaleza; cuidar,
de turismo, taxistas, bares, burdeles, almacenes, proteger, acompañar, etc., son atributos que no
expendios de droga, venta callejera de artículos, vemos de manera llana y contundente. Cada vez

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Hilda Botero

es necesario excavar más y más en la naturale- considera dentro de la legalidad. La prostitución


za humana para encontrar rastros escondidos requiere de la voluntad y el conocimiento claro
de consideración, acogimiento, amor, cuidado, del intercambio del servicio sexual por dinero,
protección, porque también de esto somos por- bienes o servicios. En la explotación sexual del
tadores nosotros, seres humanos. Impresionan niño y el adolescente, lo que se lleva a cabo es
como palabras sin asiento en la realidad. Sin el sometimiento y la dominación del niño para
embargo, es sólo cuestión de plantear el tema, que acepte el abuso y, de esta manera, puedan
incluso en cualquier acceso cibernético, y con- cobrar las redes de facilitadores o sus familias.
vulsionamos con tal realidad. No existe, por lo tanto, “prostitución infantil”,
La incidencia del abuso sexual a los niños y gran sofisma de perversión, aún en las palabras.
niñas se ha convertido, con el auge económico y La realidad se manifiesta en los hechos, que son
un planeta con mejores comunicaciones y facili- contundentes y son por sí mismos: esto se llama
dades de desplazamiento, en toda una Empresa Explotación Sexual Infantil. La falsa nominación
de Explotación Sexual de los niños y de la distri- está al servicio del ocultamiento y la banaliza-
bución y venta de pornografía usando la infancia ción de los hechos. Sabemos que los niños no
como estímulo sexual. Para que ocurra un epi- tienen, no cuentan aún con las herramientas
sodio de ESCNNA es necesario que se produzca emocionales, ni cognitivas, ni de desarrollo, para
un encuentro -real o virtual- entre una persona tranzar dicho intercambio. Es el adulto el que lo
(por lo general hombre adulto) dispuesta a pa- somete a este tipo de actividades. La ESCNNA
gar o “recompensar” el acceso sexual, y un niño, utiliza uno o varios intermediarios que contac-
niña o adolescente que se encuentra en una si- tan y facilitan el encuentro sexual, generalmente
tuación de vulnerabilidad. Puede o no existir un en locales, negocios abiertos o reservados. La
tercero que opere como intermediario y obten- oferta incluye la promoción de espectáculos
ga beneficios. Esta situación requiere a su vez pornográficos, tanto privados como públicos.
de un contexto favorecedor de la explotación. Pornografía. La producción y posesión de ma-
(Fundación Renacer, 2011a) terial pornográfico de diversa índole (vídeos,
Las principales formas de la ESCNNA (1) son revistas, fotografía) exhibiendo actividades se-
la utilización del NNA en el comercio sexual, en xuales con niños, entre los mismos niños, ex-
la pornografía/materiales de abuso sexual in- plícitas, sugeridas, simuladas o reales, para la
fantil, trata de NNA con propósitos sexuales, y distribución y el consumo: compra, venta, inter-
explotación sexual de NNA en viajes y turismo. cambio, exhibición y difusión de manera pública
La ESCNNA-VT consiste en la utilización del o privada de dicho material. La industria de la
cuerpo de un niño o niña o de su representación pornografía infantil, directamente relacionada
con fines de dominación, gratificación o lucro, a con el abuso sexual y la explotación infantil, ge-
cambio de una retribución tangible o intangible, nera ganancias multimillonarias.
o de una promesa de retribución para el niño- Trata de NNA con fines sexuales. Abarca la
a o para otra persona. El niño es tratado como captación, transporte y traslado, recepción y
objeto sexual y mercancía. Es una forma de tra- cautiverio de personas bajo amenazas, coac-
to inhumano, cruel y degradante, asimilable a la ción, secuestro, fraude, engaño y abuso de po-
tortura (Fundación Renacer, 2011a). der para ser sometidas al abuso y la esclavitud
sexual.
Modalidades en ESCNNA Explotación sexual asociada a viajes de turis-
mo (ESCNNA-VT). Este es un problema global.
Utilización de NNA para comercializar activi- Comienza con la promoción y venta de paraí-
dades sexuales impuestas por adultos amparan- sos turísticos que ofrecen cumplir con todos los
do este uso bajo la nominación de Prostitución. placeres susceptibles de ser encontrados. Se
Este término no hace justicia y más bien distrae promueven los paquetes turísticos en los que se
y ampara el crimen, pues el intercambio de ser- ofrecen niños y niñas como parte de la atrac-
vicios sexuales por dinero, catalogado de esa ción de dichos paraísos. Estos arreglos se llevan
forma y dispuesto en mayores de 18 años, se a cabo de manera informal utilizando redes de

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Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil

pedófilos, amigos y agentes de turismo, para el de género, crisis de roles en la familia, rechazo
consumo de niños, para el ataque al libre desa- de orientación sexual, tratamiento inadecuado
rrollo de su personalidad. del abuso sexual, deprivación afectiva, relacio-
Casamientos tempranos o matrimonio servil. nes sexuales precoces, crisis de identidad, cul-
Un matrimonio legal encubre la compra, por tura del dinero fácil, drogas, presión de grupo.
parte de un adulto, de una niña que será some- La vinculación se lleva a cabo también de di-
tida a la explotación sexual. El marido paga una versas formas: secuestro en sitios públicos, re-
suma o una contribución a la familia. colección de niños sin hogar que deambulan
Comercio y Explotación Sexual de NNA en por las acalles, persuasión de amigos, compa-
grupos armados ilegales (GAI). Niños y niñas ñeros de colegios, presión de los padres, seduc-
son reclutados para las filas de los actores del ción de profesores, sacerdotes, ofertas engaño-
conflicto armado y son forzados a tener relacio- sas en internet o prensa, reclutamiento forzado,
nes sexuales con los adultos de esos grupos y agencias de modelaje, etc.
obligados a obtener información de otros gru- Nos preguntamos ¿dónde se lleva a cabo
pos mediante el intercambio sexual. Otra forma esta infamia? Pues bien, el abuso sexual así tie-
de explotación sexual es el ofrecimiento y tras- ne como escenario principal o más frecuente la
lado de niños y niñas a diferentes campamentos propia casa del niño o niña, casas de vecinos,
como objetos utilizados para el entretenimien- familiares, establecimientos de comercio, cole-
to/abuso sexual. gios, cárceles, lugares recreativos. Los lugares
ESCNNA e Internet. Las Tecnologías de Infor- específicos para ESCNNA-VT: hoteles, moteles,
mación y Comunicación (TIC) son puestas al los negocios de prostitución, parques residen-
servicio de la ESCNNA por parte de los perpe- ciales, plazas, garitas e instalaciones militares,
tradores sexuales. El grooming se impuso como centros comerciales, vehículos, expendios de
el engaño por excelencia en el desprevenido es- drogas, colegios. Y, desde hace algunos años
pacio social frecuentado por los niños. Los ex- que la Organización Mundial de Turismo (OMT)
plotadores sexuales son los adultos, o inmigran- ha recrudecido su lucha contra este flagelo, las
tes, y han adaptado sus metodologías, lenguaje redes de proxenetas y facilitadores han imple-
y seducción de acuerdo a la modalidad nativa, mentado residencias especialmente adquiridas
como se considera a los chicos ya nacidos en para la recreación del turista.
la era cibernética; denominaciones estas para
los dos polos de la comunicación vía internet en Impactos de la ESCNNA
la que se promueve y se lleva a cabo cualquier
contacto o transacción con las diferentes redes Textualmente citaré a Fundación Renacer
de facilitadores de la ESCNNA (Colombia es uno (2011b): infecciones de transmisión sexual, cán-
de los vínculos más visitados por los cibernau- cer de cuello uterino, VIH-SIDA, embarazos
tas [hot links] y la información que proporciona tempranos, abortos o/y abandono de los hijos/
es muy detallada). as, tuberculosis, desnutrición, abuso de drogas,
violencia física (heridas de arma blanca y arma
Factores de riesgo o predisponentes de fuego, o fracturas por golpizas), bloqueo del
proyecto de vida (tener una familia, una pareja,
Ciertas condiciones especiales sociales, fami- una carrera), lesión profunda en la autoestima,
liares, culturales y experiencias individuales ar- dificultad para vivir un sano desarrollo sexual,
man el contexto específico que favorece todo abuso de sustancia psicoactivas y exclusión del
el escenario para la ocurrencia de ESCNNA y sistema escolar.
de manera relevante en Viajes de Turismo. Sólo La empresa del turismo tiene como objetivo
voy a nombrar unas pocas de estas condiciones: ofrecer, a los viajeros en general y a aquellos de
erotización comercial y publicitaria del cuerpo alto poder adquisitivo en particular, diferentes
infantil, pobreza, migración, desplazamiento, ex- formas de lograr cualquier objeto para su pla-
plotación económica temprana, desarrollo tec- cer o diversión. Esta característica del turismo
nológico; abandono, maltrato, violencia sexual y ampara y afirma muchas actividades informales

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Hilda Botero

y estrategias de supervivencia que ven opor- 5) Participación de los Niños. Estas líneas espe-
tunidades de lograr lo que esas riquezas que cíficas de acción son aún vigentes y vigiladas.
ostentan los señores viajeros pueden comprar, 2001 Segundo Congreso Mundial en Yokoha-
esas fortunas a las que no tienen acceso. En ma: Compromiso Global de Yokohama.
circunstancias penosas de hambre y necesida- 2008 Tercer Congreso Mundial en Río de Ja-
des apremiantes, los mismos padres ofrecen a neiro: Declaración de Río de Janeiro.
sus niños como intercambio comercial. Esta es No hay registro de más congresos internacio-
una realidad; otra es el secuestro, la trata y la nales. Comenzó otra modalidad: Encuentros Su-
explotación apelando a la inocencia y despro- bregionales, los cuales arrojaron documentos y
tección de los niños por parte de una sociedad protocolos de atención, que dieron como resul-
que no ejerce como norma prioritaria el cuida- tado movimientos en diferentes países hacia la
do de la infancia. Así, las rutas de los turistas formulación de políticas públicas que den cuen-
permanecen asiduamente ocupadas por niños, ta de los gobiernos atendiendo este flagelo. Se
niñas y adolescentes con la venta de productos han llevado a cabo cuatro encuentros subregio-
autóctonos, se ofrecen como guías, cuidan sus nales: 1) Costa Rica, 2010; 2) Jamaica, 2011; 3)
coches, hacen promoción de lugares turísticos, Asunción–Paraguay, 2012; 4) El Salvador, 2013
restaurantes, etc. Se pierde el rastro de estos encuentros subre-
La industria de la pornografía infantil, direc- gionales dedicados completamente a esta ma-
tamente relacionada con el abuso sexual, el se- teria; ya no se aborda el tema de manera espe-
cuestro (para fines sexuales) y la explotación cífica y especial, ahora se incluye en un evento
infantil, genera ganancias multimillonarias y, al amplio: Congresos Panamericanos de la Niñez
igual que la del cine pornográfico, se entrelaza y la Adolescencia. En 2014: el XXI Congreso Pa-
cada vez con mayor desenfado con las indus- namericano del Niño, la Niña y Adolescentes,
trias formales. Todo ello no sería posible sin tres se celebró en Brasilia (Brasil), cuyo tema, “Vio-
elementos: la protección de hombres de poder lencia contra niños, niñas y adolescentes”, tuvo
al crimen organizado que sustenta estos males como uno de los ejes temáticos la explotación
sociales, la corrupción del Estado y la visión an- sexual. Bajo este eje, se dio seguimiento al Com-
drocéntrica que protege los intereses masculi- promiso de Río (2008) y su reflejo en los Planes
nos. Se calcula que más de trescientos millones Nacionales sobre ESCNNA de los Estados de la
de hombres adultos en América Latina pagan región, haciendo hincapié en tres elementos: 1)
por tener sexo con mujeres jóvenes (Cacho, coordinación intersectorial y cooperación en-
2018). tre Estados para el combate de la ESCNNA; 2)
marcos jurídicos y 3) estrategias de prevención
¿Qué se hace al respecto? y restitución de derechos. ¿Y, entonces? ¿Tam-
bién la invisibilidad? ¿Ya no se habla y se atien-
En el contexto histórico y geográfico, se han de directa y específicamente esta situación?
dado momentos de recrudecimiento de este ¿Ya no es prioridad y responsabilidad de todos?
delito según los acontecimientos sociales, cultu- Las acciones de prevención de la ESCNNA-VT
rales y económicos. Sin embargo, marcaremos son impulsadas internacionalmente por UNICEF
un punto de partida contemporáneo, en el mo- y ECPAT Internacional (2). La OMT reconoce la
mento en el cual se desborda el encubrimiento, existencia del problema y lo enuncia claramen-
la negación, la permisividad y, especialmente, la te contrario a los objetivos y esencia de la ac-
invisibilidad para dar comienzo a urgentes in- tividad turística. A partir del Primer Encuentro
tentos por su divulgación y atención: Subregional para la erradicación de la ESCNNA,
1996 Primer Congreso Internacional contra la organizado por el IIN en Costa Rica (2010), la
ESCNNA en Estocolmo. Se prendieron a nivel ESCNNA en viajes y turismo ha sido atendida
mundial las alarmas y se redactó el Protocolo con acciones que van generando cambios im-
Facultativo (Agenda de Acción) con 5 puntos: portantes, aunque todavía insuficientes. En es-
1) Coordinación y Cooperación; 2) Prevención; tos momentos, se ha formalizado lo que se no-
3) Protección; 4) Recuperación y Reintegración; mina como Turismo Responsable o/y Turismo

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 79-88 83


Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil

Sustentable, de modo que la actividad turística para recibir a los turistas va desplazando pobla-
no comprometa la riqueza natural ni cultural y, ciones con necesidades apremiantes. El turista
menos aún, la calidad de vida y la dignidad de consumidor y la ciudad y sus habitantes como
las personas. El abordaje se realiza con respec- oferta turística confluyen entonces para armar
to al concepto, sus causas y los avances obser- toda la tramoya necesaria para la ocurrencia del
vados en cuanto a la responsabilidad social del ESCNNA-VT.
sector turístico. La zona preferida y demarcada como la vi-
trina para las negociaciones está delimitada
Una realidad por lo que se llama “el corralito de piedra”. Es
la zona histórica de la ciudad, “identificada por
El panorama de la ESCNNA-VT es vasto, im- los investigadores –por observación directa y
posible de abarcar en este pequeño documen- referencias de las víctimas– como escenario de
to, por lo tanto voy a enfocar mi observación es- contacto de la ESCNNA” (Cárdenas et al. 2017).
pecialmente en Colombia, un país azotado por Allí va el turista a comercializar, con las redes de
esta realidad y, de alguna manera, un vergon- captadores de los objetos prometidos, las pro-
zoso representante del mundo. Es vital hablar, mesas de goce desbordado. Niños y adolescen-
atender esta realidad. No es sólo la protesta, es tes son facilitados al consumidor como parte de
más bien una llamada al ejercicio del cuidado sus compras. Y su poder adquisitivo le otorga,
por nuestros cachorros humanos. en su categoría de turista, la licencia para delin-
Elijo una de varias investigaciones al respecto quir y lo cubre de anonimato e invisibilidad. Con
en Colombia realizada por la fundación Renacer estos atributos, lejos de su hogar respetado y
en 2015 con el apoyo de ECPAT Holanda y plas- aislado en estos destinos de desaforo, se consu-
mada en un artículo puntual (Cárdenas, Garzón, ma el crimen.
S., Quiñones y River, 2017) para abordar el tema. Leticia-Tabatinga, ciudades enmarcadas en el
Son tres ciudades elegidas como representantes concepto tan promovido y explotado del Ecotu-
de la ocurrencia de estos sucesos y enmarcadas rismo, se convierten en destinos codiciados para
en dos conceptos diferentes promovidos por el la explotación de ese Ecoturismo específico:
turismo: un emporio sofisticado, enmarcado en poblaciones indígenas, pasos indefinidos y bru-
la historia y lo exótico, Cartagena. Y el llama- mosos entre fronteras. Leticia-Colombia. Taba-
do Ecoturismo, que promueve las costumbres tinga–Brasil. Se difuminan, se diluyen los límites
culturales indígenas, aisladas por años de la co- de toda índole. La corrupción institucional y la
mercialización de las ciudades, ahora asediadas ausencia de controles sociales y estatales abren
por la curiosidad perversa del turista extranjero: espacios a la delincuencia, al tráfico de drogas,
Zona de Frontera Leticia-Tabatinga. trata de personas y facilidades de acceso a los
Este delito se presenta en todas las ciudades explotadores de niñas, niños y adolescentes. No
colombianas en mayor o menor grado. Sin em- se persigue la ESCNNA cometida por extranje-
bargo, las zonas elegidas cumplen con las ca- ros, se aplican unos protocolos de trata de per-
racterísticas que las señalan como centros más sonas y tráfico de drogas, pero no hay uno para
evidentes de promoción turística para enmarcar ESCNNA. La apertura de lo que se llama los Kiló-
tales transgresiones. metros en estas poblaciones promovió la irrup-
Cartagena y sus zonas insulares, una ciudad ción del turista en los territorios indígenas apro-
de contrastes y vulnerabilidades sociales, una piándose de su cultura, con enormes efectos
urbe conocida internacionalmente como centro negativos, como la explotación sexual comercial
para la ESCNNA-VT. Turísticamente se promete de NNA pobladores de estas regiones. Se con-
un paraíso de exótica sensualidad. Se convierte solida así esta realidad: “Sujeto local subordina-
en una puerta de entrada de grandes capitales do y Sujeto foráneo dominante” (Cárdenas et al.
extranjeros. El turista, especialmente atraído 2017). El estado colombiano no da respuesta a
por estas promesas, planea y define su motivo esta situación. Estos territorios no han sido in-
de viaje. El auge de la ciudad con sus proyec- cluidos en las acciones de política exterior en
tos urbanísticos de zonas lujosas y exuberantes la zona de la triple frontera (Colombia, Brasil y

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Hilda Botero

Perú). Es territorio de nadie, lo que lo hace es- Fundación Renacer, que asume con sensibilidad
pecialmente vulnerable y candidato exclusivo – y éxito la atención de estos pequeños.
otra vez- para la impunidad y la invisibilidad que En Colombia, la Fundación Renacer es una or-
caracteriza tal delito. ganización social que tiene como objetivo fun-
La Constitución Política de Colombia de 1991 damental la erradicación de la ESCNNA. Seria
tipifica la ESCNNA como delito. La ley 679 en y sensiblemente comprometida con esta causa,
desarrollo del artículo 44 de la Constitución ex- ha creado una plataforma fuerte con programas
pide un estatuto para prevenir y contrarrestar la de atención y acompañamiento a las víctimas
explotación, la pornografía y el turismo sexual de esta modalidad de violencia contra los niños.
con niños y adolescentes. Y se construyó el Plan Trabaja en la “prevención, investigación, capaci-
de Acción del Comité Nacional Interinstitucio- tación y asesoría a organizaciones y comunida-
nal para la Prevención y Erradicación de la ESC- des, desde la perspectiva de protección, defen-
NNA 2006-2011. En 2009, la Ley 1336 adiciona sa y restitución de los derechos de la infancia”
y robustece la Ley 679 de 2001, ordenando en (Fundación Renacer, 2011c).
el artículo 27, la constitución del Comité Inte- México es también un país gravemente herido
rinstitucional para Ejecutar la Política Pública de por este flagelo. La periodista Lydia Cacho lle-
Prevención y Erradicación de la ESCNNA, como va una lucha intensa para denunciar y lograr el
ente integrante y consultor del Consejo Nacio- castigo de personajes dueños de este emporio
nal de Política Social. Se anota, se promulga, se de crueldad. Ha sido víctima de encarcelamien-
decreta, pero… ¿Se aplica de manera seria y efi- tos y torturas orquestadas precisamente por los
ciente? dueños del poder. Sus valientes investigaciones
Los resultados se perciben insuficientes, po- se han conocido gracias a sus libros, entre ellos
bres y en muchas oportunidades estos enormes Los Demonios de Edén (2018), en el cual, con
esfuerzos caen también bajo el poder del que se testimonios descarnados, nos hacemos presen-
valen la impunidad y la invisibilidad. Estructuras tes para ser testigos de esta crueldad sin límites
de poder amañan, obstaculizan o banalizan las y de tanta impunidad amparada por los podero-
acciones que promueven las alertas y especial- sos. Allí narra la odisea para la denuncia y captu-
mente el cumplimiento de la ley que se ha esta- ra de Jean Thouma Hanna Succar Kuri –Johny-,
blecido precisamente para la erradicación de la quien armó todo un emporio en Acapulco, ase-
ESCNNA y ESCNNA-VT. gurado por las cabezas de diferentes poderes
A pesar de esto, hay momentos y sucesos que políticos, económicos y religiosos. Un inmigran-
alientan para continuar con esta lucha. Esperan- te ilegal en México, secundado y protegido por
do que no se conviertan en contentillos armados Kamel Nacif, quien formaba parte de toda su red
para mantener la impunidad, se está trabajando pedófila. En fin, es un libro urgente de leer para
fuertemente en la prevención y en la atención conocer de fuentes primarias los testimonios de
a niños víctimas de este delito. Algunos casos las víctimas que nos muestran esta realidad.
de persecución de estos depredadores sexuales “Mi hermanita también lloraba mucho, yo me
logran llegar hasta su captura y su condena. Un quité y él me agarró de los pelos y me dijo mira,
caso últimamente exitoso fue el del Capitán de y se sacó su pito, que estaba bien grande y me
la Armada Nacional Colombiana, Raúl Romero dijo que, o me la cogía yo o él se lo iba a hacer a
Pabón, condenado a 21 años de prisión el pa- ella. Y le preguntó a mi hermanita ¿Tú qué pre-
sado 16 de octubre de 2018. Era llamado El De- fieres? y ella dijo que a mí y yo la vi para que me
predador. Usando las redes sociales acechaba perdonara. Me hizo que yo le chupara allá abajo
y captaba a sus víctimas; además, recorría los a Cintia y después me fui al baño a vomitar. Yo
barrios de la ciudad de Cartagena buscando ni- sé que mi hermanita me perdonó, porque sabía
ñas entre los seis y los 11 años. Las secuestra- que lo hice para salvarla. Luego nos hizo hacerlo
ba y llevaba a su guarida, abusaba sexualmente muchas veces…” (Javier 10 años, Cintia 8 años),
de ellas y, una vez terminaba, las marcaba: las (Cacho, 2018, 162).
tatuaba con sus iniciales (3). Víctimas de este ¿Cómo se enmarca el problema? Actores o
depredador se reponen de estos crímenes en la clientes explotadores, así se hace referencia a

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Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil

quienes cometen estos crímenes. La respon- realidad mundial, latinoamericana, colombiana.


sabilidad penal recae sobre quienes se lucran ¿Cómo pensar esta realidad que impacta
con estas actividades –redes de contactos- y en como impensable? Una realidad que desborda
quienes aportan el dinero para la explotación la ficción. Propongo explorar e indagar en el
sexual de niños, niñas y adolescentes. Surge así perpetrador el estado mental de la crueldad. El
la figura del denominado “cliente explotador”, panorama de los sucesos a que hemos accedi-
como conducta penalmente castigable en tan- do es vital, no sólo para intentar comprender la
to actor clave en la reproducción y extensión problemática, sino para fijar intervenciones lo
de estas prácticas delictivas. Son ellos quienes suficientemente firmes y valientes que incidan
aportan el dinero que motiva el circuito de ex- en este acontecer impune e invisible.
plotación, a la vez que fortalece las capacidades El perpetrador: ¿Qué lo trae, o lo lleva a regio-
de las organizaciones criminales. nes en las cuales es ajeno, extraño? Y perma-
nece así, un señor cualquiera, pero ese señor es
Motivaciones del “cliente explotador” quien considera y se dirige a estos niños, como
insertos en culturas en las cuales eso es acepta-
Hay dos grandes categorías entre los adul- do, es corriente… no pasa nada…
tos que pagan por el acceso sexual con NNA: 1) Pensemos cómo la vulnerabilidad es un ero-
Quienes cometen actos sexuales con niños/as tizante para consumir niños, mentes infantiles…
pequeños, pre-púberes: pedófilos, castigados ¡un ejercicio de poder como postura de domina-
social y penalmente, y 2) Adultos que buscan ción! Y, como es un objeto que se compra –tal
tener sexo con adolescentes de uno u otro gé- vez inanimado, ¿un objeto-cosa?– refuerza la
nero (más de la población general) y obtienen posesión y el poder. Así, lo que se impone es
más tolerancia social (¡sic!). una relación en la cual –obviamente- no se plan-
Existen lugares tradicionales y lugares emer- tea una pareja sexual, simétrica. Ese otro es infe-
gentes en el mundo donde se evidencia cada riorizado, dañado, desvalorizado. Así, se instala
vez más el aumento del turismo sexual infantil. un escenario de dos extraños, dos ajenos que
México y Brasil son parte de los países en los tienen un con-tacto efímero, asimétrico, casual…
cuales tradicionalmente se presenta esta prác- Invisible la relación, invisibles los personajes…
tica. Colombia es considerado uno de los países ¿Qué sucede, cómo es la mente de este perpe-
en los que se ha incrementado el turismo sexual, trador? ¿Cómo se configura esta experiencia en
al igual que Argentina y Perú (ECPAT Interna- el niño así violado?
tional, 2014). Observar estos sucesos invisibles, este dra-
Un dato más es la enorme cantidad de bandas ma que, por muchas razones, se torna en todo
de proxenetas, pederastas, lugares descubier- un espectro de impunidad, es una responsa-
tos y desmantelados para quienes se han regu- bilidad urgente de asumir en nuestros vérti-
lado las condenas; sin embargo, quienes pagan, ces de comprensión y pensamiento. Tenemos
abusan y quebrantan son los menos persegui- instrumentos para explorar los estados men-
dos, acusados, apresados y condenados. A esto tales que atropellan el adecuado crecimiento
me refiero con la impunidad y la invisibilidad. Es- emocional.
tos ogros pasan desapercibidos y, con su man- A estos turistas explotadores se los conside-
to protector, delinquen desde la invisibilidad… ra en dos categorías: a) explotador preferencial:
¿Dónde están? viaja exclusivamente para perpetrar el crimen y
Como psicoanalista quisiera observar estos ha utilizado o utiliza todos los medios posibles
hechos que impactan desde tan diferentes vér- para este acercamiento, cuenta con facilitado-
tices de acercamiento. No es frecuente que lle- res, o explotadores contribuyentes (esto es:
gue a nuestro consultorio esta modalidad de taxistas, hoteles, almacenes…); y b) explotador
abuso sexual, no llegan estas víctimas y menos ocasional o situacional: no es la intención (¡sic!)
los perpetradores. Vamos nosotros a su encuen- pero aprovecha la oportunidad y disponibilidad
tro. Es un crimen escandalosamente frecuente. de los niños usados para la pornografía o el ac-
Indigna como costumbre internacional. Duele la ceso sexual.

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Hilda Botero

Un ejercicio de pensamiento Impacta cómo este autor propone lo-cruel


como el reino poblado de ogros. Son estos per-
Me remito a uno o dos pensamientos inspira- petradores, así propuestos, una tropa de guerra
dores. Veo difícil una cabal comprensión de los sangrienta compuesta por un ejército de ogros
estados mentales del explotador sexual en este desalmados, devoradores de retoños tiernos de
contexto -especialmente-. Consideremos la es- personalidades apenas en formación. Ataques
cisión, como lo proponen Sor y Senet (2010), no Crueles –ACr-. Y el estado mental en el cual
como modelo característico, de la Transforma- permanece la mente al ser invadida por la cruel-
ción en Alucinosis: “cuando la escisión se acom- dad lo nomina lo-Cruel. Stitzman cita: “William
paña de un profundo aislamiento de las partes James (1890) dijo que en muchos aspectos, el
escindidas, los fenómenos de Identificación Pro- hombre es la más cruelmente feroz de las bes-
yectiva parecen no ser necesarios o no ser posi- tias. Y más adelante dice que se puede ver en
bles. Cesa cualquier tipo de Transformación [...] los ogros la más acabada personificación de
entramos en una zona a-transformacional [...]. la feroz crueldad de que el hombre es capaz”.
Como derivado de esta zona y naciendo de ella, (Ibíd., p. 3).
una idea máxima puede orientar la no–transfor- Vínculos crueles… Y el Dogma impera como
mación en un aparente estado de movimiento. ley totalitaria. Y: “en el Dogma mueren las trans-
[...] llamamos a este estado Parte Fanática de formaciones. Los pensamientos se colapsan en
la Personalidad. Así las cosas: el Fanatismo pre- ideas únicas, frías, quietas y aisladas” (Ibíd., p.
senta un estado mental de escisión, aislamien- 6). La crueldad devasta el vínculo y lo degene-
to y ausencia de Identificación Proyectiva [...] ra de tal forma que arranca toda posibilidad de
cuando las ideas son separadas de la herman- evolución y crecimiento, se configura un víncu-
dad de otras ideas y alejadas de los sentimien- lo en - -K. Un vínculo Fanático, es decir, es una
tos y emociones conexas terminan finalmente toma, un asalto a la relación, por el área fanática
por sufrir un devastador proceso de desecación, de la personalidad. Estas formulaciones son, sin
languidecimiento y momificación progresiva, duda, una invitación a pensar.
hasta quedar reducidas a cáscaras vacías” (p. ¿Y el niño abusado? ¿Cómo podremos confi-
121 a 126). gurar, así sea precariamente, su estado mental?
Y, así se instalan: Parte o Función Fanática de ¿Qué, y/o, cómo queda después de esta expe-
la Personalidad, Ideas Máximas, No-transforma- riencia, qué pasa en su mente una vez arrasada
ciones fanáticas de la mente. Éstas son sólo al- por tal invasión? Una personalidad en ciernes,
gunas consideraciones que, como invitación a asaltada, devastada ¿Qué escombros quedan
pensar juntos, nos llevan al terreno de la cruel- para una reconciliación con los aspectos vivos
dad. de la existencia y la personalidad? ¿Cómo re-
Dice Stitzman (2002) que la crueldad es “em- armar, rearmonizar una mente presa ya en esta
patía investida de instinto de muerte […], es una tierra helada de la Crueldad?
emoción vincular que prescinde del objeto lle- James Rhodes, músico y escritor, en su libro
vándolo metonímicamente a una contingencia Instrumental (2015), narra su propia experiencia
extrema (diferente al sadismo que inexorable- infantil de abusos: “la vergüenza es el legado
mente requiere de un objeto-de-amor para ejer- que dejan todos los abusos. Es lo que garanti-
citarse)”. Nos invita a explorar el espacio men- za que no salgamos de la oscuridad, y también
tal Dogma, par antagónico de la Fe. Un estado es lo más importante que hay que comprender
mental poblado, invadido y ya mimetizado con si queréis saber por qué las víctimas del abuso
o por lo-Cruel que apunta, de forma activa, al están tan jodidas. […] Todas las víctimas con-
vínculo que se establece con el otro: “no a la sideran en determinado momento que lo que
destrucción del vínculo, sino a la devastación les han hecho son actos malos o insensatos que
del mismo”. Busca el “congelamiento emocional ellas han cometido. A veces, si tienen muchísima
que estanque al objeto arrancándole toda Fe en suerte, pueden darse cuenta y aceptar a un nivel
la existencia de una verdad” (p. 2) y colapsa el profundo que se equivocan, pero normalmente
estado mental Fe. se trata de algo que en el fondo siempre creen,

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Impunidad e invisibilidad: el drama del abuso sexual infantil

que siempre creo, que es cierto. […] La vergüen- de Naciones Unidas (ECOSOC). http://www.ec-
za es el motivo por el que no se lo contamos pat.org/
a nadie. Las amenazas funcionan cierto tiempo, (3) Se puede consultar la noticia en https://
pero no años. La vergüenza asegura el silencio, www.youtube.com/watch?v=RPikcyHSRqw
y el suicidio es el silencio definitivo” (citado por
Bialet, 2019). Bibliografía
La vergüenza, ¡tan poco estudiada por los psi-
coanalistas! Erikson (1959) se refiere a ella en Bialet, Graciela. Abuso sexual y Literatura Infan-
una forma sensible y directa: “la vergüenza su- to-Juvenil (LIJ). Recuperado de:
pone que uno se encuentra totalmente expues- https://linternasybosques.wordpress.
to y consciente de ser mirado: en una palabra, com/2019/01/23/la-letra-invisible-de-un-cri-
autoconsciente. Uno es visible y no está listo men-abuso-sexual-y-literatura-infanto-juvenil-
para ser visible […] se expresa tempranamente por-graciela-bialet/ [Consultado el 29 julio 2019].
en un impulso de esconder la cara, o de hundir- Cacho, L. (2018). Los demonios del eden. Méxi-
se en la tierra en el mismo lugar en que uno se co: Penguin Random House Grupo Editorial.
encuentra. Pero yo creo que esencialmente esto Cárdenas, L. S., Garzón, S., Quiñones, A. y River,
es rabia vuelta contra uno mismo. […] Quisiera E. (2017). Explotación sexual y comercial de
destruir los ojos del mundo. En su lugar debe niños, niñas y adolescentes en tres contextos
desear la propia invisibilidad” (p. 207). colombianos que viven el auge de la industria
¿Cuál es el daño para el niño así comercializa- del turismo. Argumentos, 30(84), 39-54. Re-
do, violado, denigrado… ¡consumido!? cuperado de:
¿Cómo combatir la invasión de ogros gesta- https://www.redalyc.org/articulo.
dos y paridos por esta crueldad pura? oa?id=59552650003
O, dicho de otra forma, ¿Cómo salvar a la hu- ECPAT International (2014). Informe de monito-
manidad de ese gran Río de Ogros? reo de país sobre la explotación sexual comer-
cial de niños, niñas y adolescentes. Argentina.
Notas Tailandia: ECPAT. Recuperado de:
https://www.ecpat.org/wp-content/
(1) Estados miembros: Antigua y Barbuda, uploads/2016/04/CMR_ARGENTINA_FINAL_0.pdf
Argentina, Bahamas (Commonwealth de las), Erikson, Erik H. (1959). Ocho Estadios del Hom-
Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, bre, en Infancia y Sociedad. Buenos Aires: Edi-
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monwealth de), Ecuador, El Salvador, Estados Fundación Renacer (2011a). ESCNAA: Concep-
Unidos, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, tos. Recuperado de:
Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, https://fundacionrenacer.org/conceptos-2/
Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Fundación Renacer (2011b). ESCNAA: Factores.
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nadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay https://fundacionrenacer.org/factores/
y Venezuela. (ESCNNA) (IIN-OEA: Instituto In- Fundación Renacer (2011c). Programas de ac-
teramericano del Niño, la Niña y Adolescentes ción. Quiénes somos. Recuperado de:
–OEA. Actualizado 2019). https://fundacionrenacer.org/category/quienes/
(2) ECPAT: End Child Prostitution, Child Rhodes, J. (2015). Instrumental: memorias de
Pornography and Trafficking of Children for Se- música, medicina y locura. Barcelona: Blackie
xual Purposes es una red mundial de organiza- Books.
ciones y personas que trabajan para poner fin Sor, D. y Senet. M., (2010). Fanatismo, Buenos
a la prostitución, a la pornografía y a la trata de Aires: Ediciones Biebel.
niños y adolescentes con fines sexuales. Tiene Stitzman, L. (2002). Postales de Crueldad. Notas de
presencia en numerosos países, su sede central gravedad infinita. Topía, 2009. Recuperado de:
está en Bangkok (Tailandia). ECPAT tiene esta- https://www.topia.com.ar/autores/leandro-
tus consultivo en el Consejo Económico y Social stitzman.

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Cuerpos profanados, mentes
quebrantadas. Abuso sexual infantil
Naly Durand*

RESUMEN
Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil. El presente trabajo intenta abordar las
complejidades del abuso sexual infantil, desde la mente del abusado y del abusador. A través de algunas viñetas
clínicas, se mostrarán distintos tipos de abuso en niños y adolescentes, diferenciando estados mentales perver-
sos, polimorfos y psicóticos de los abusadores, así como su intencionalidad. También en la clínica se analizarán
las diferentes reacciones de los niños y adolescentes abusados y la postura ética del analista frente a estos he-
chos. Palabras clave: abuso sexual, perversion, polimorfismo, psicosis, ética.

ABSTRACT
Profaned bodies, broken minds. Child sexual abuse. This paper attempts to address the complexities of child
sexual abuse from the mind of the abused and the abuser. Through some clinical vignettes, different types of
abuse in children and adolescents will be shown, differentiating abusers ‘perverse, polymorphic and psychotic
mental states, as well as their intentionality. The clinic will also analyse the different reactions of abused children
and adolescents and the analyst’s ethical stance regarding these facts. Keywords: sexual abuse, perversion,
polymorphism, psychosis, ethics.

RESUM
Cossos profanats, ments trencades. Abús sexual infantil. El present treball intenta abordar les complexitats de
l’abús sexual infantil, des de la ment de l’abusat i de l’abusador. A través d’algunes vinyetes clíniques, es mostra-
ran diferents tipus d’abús en nens i adolescents, així com la seva intencionalitat. També en la clínica s’analitzaran
les diferents reaccions dels nens i adolescents abusats i la postura ètica de l’analista davant aquests fets. Parau-
les clau: abús sexual, perversió, polimorfisme, psicosi, ètica.

Introducción como la de los griegos, que admitían la pedofi-


lia, pero con ciertas normas: los púberes debían
El maltrato infantil es una forma de violencia tener más de 12 años; si los griegos se relacio-
dentro de la cual está contemplado el abuso se- naban sexualmente con niños de menos edad,
xual infantil. Este es un flagelo a nivel mundial, eran castigados. En ese mismo orden de cosas,
una franca violación a los derechos humanos la pedofilia no era considerada en sí misma vio-
del niño que moviliza grandes esfuerzos para su lenta, si no como un comportamiento “románti-
control y atención. Sin embargo, cada día crece co” y de amor hacia los púberes; no se lo asocia-
más y se especializa en modalidades diferentes ba a las violaciones sino a situaciones de placer
Haciendo un poco de historia, hubo culturas, y cuidado.

*Psicoanalista Didáctica de la Sociedad Psicoanalítica de Mendoza (Argentina), Con especialidad en niños y adolescentes,
otorgada por IPA.
Contacto: [email protected]

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Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil

Una paciente adulta, haciendo referencia a los vivencian el abuso. Algunas veces, embotados
abusos que vivió con un primo de su madre, los emocionalmente no le encuentran ningún sen-
relataba de la siguiente manera: “era un niño tido; otras, corrompidos e identificados, desa-
más, a pesar de sus 30 años. Nos sorprendía en rrollan una fascinación por el abuso y desean
un pasillo oscuro de la casa de mi abuela cuan- convertirse en un abusador; lamentablemente
do jugábamos a las escondidas y, sin violencia, también lo suelen tomar como la única manifes-
nos manoseaba. Hoy entiendo que intentaba tación de cariño que reciben y cuando son muy
masturbarnos; nos restregaba sobre su pene pequeños lo pueden entender como un juego.
erecto, sin descubrírselo; nos besaba en el cue- Los padres de un niño de ocho años consul-
llo, los brazos y nos lamía las tetillas de niñas taron por una masturbación compulsiva de su
de cinco años. Nosotras, mi prima y yo, moría- hijo, desde los cinco años. Según él, una niñera
mos de placer; nos disputábamos el lugar a ver le había enseñado a hacerlo. Era un niño que ha-
quién corría primero, donde suponíamos que él bía sufrido durante su primer año de vida una
se había escondido. Aún hoy ansío esas caricias patología muy extraña, en la que quedaba en
con mi marido: estaban llenas de ternura y sen- apnea y había que reanimarlo. No tenía en ese
sualidad”. momento buen pronóstico y se esperaba que
Esto abre todo un mundo de interrogantes y, no pudiera salir con vida de algunos de esos epi-
además, es lo que nos muestran las estadísticas sodios. Evolucionó bien y a partir del segundo
actuales: el 80 % de los abusos son de niñas, el año se transformó en un niño muy ansioso. A
85 %, de familiares; el 40% son incestuosos. Y, partir del inicio de la masturbación, bajó su nivel
entre los abusadores, en primer lugar están los de ansiedad y él decía que le gustaba hacerlo;
discapacitados con una cierta debilidad mental, durante su análisis, entendimos que le permitía
luego los esquizofrénicos y los alcohólicos y fi- liberarse de la angustia de muerte y que estaba
nalmente, los seniles. muy agradecido por eso a su niñera.
El tema amerita abrir el espectro de nuestra Como psicoanalistas deberíamos darle lugar a
comprensión psicoanalítica y, por supuesto, la este tipo de sentimientos que tienen los niños
atención a los niños víctimas de abuso sexual in- y analizarlos en el consultorio, pero también
fantil. Esta compleja situación nos compromete tenemos que comprender que los padres no
en nuestra posición de psicoanalistas de niños y lo entiendan y que el adulto que provocó esa
adolescentes, no sólo desde una perspectiva clí- conducta fue responsable de una acción dañina
nica, sino también desde una perspectiva ética. para el menor, a pesar de que en este caso tan
Respecto a la indagación y el abordaje del especial haya tenido otro desenlace en la men-
niño abusado, nos replanteamos la manera en te de ese niño. Por supuesto, no podemos dejar
que habitualmente se realiza. La forma indaga- de dudar de las intenciones de la niñera y de su
toria reedita la violación otra vez en la mente patología.
del abusado, somete al niño o al adolescente a Hay diferentes tipos de abuso y todos son
recordar y hablar de situaciones que el observa- responsabilidad del adulto, aún teniendo en
dor externo necesita conocer, pero que no ne- cuenta lo que nos explica Abraham (1925) en su
cesariamente el niño necesita decir. antiguo y clásico artículo de principios del siglo
La sociedad, los juzgados de menores y tam- pasado acerca de la sexualidad infantil. El autor
bién las familias creen que todo se resuelve a hacía la diferencia del niño que seducía y parti-
partir de la revelación de los hechos. Pretenden cipaba gustoso del abuso, configurando luego
que el niño relate una y otra vez lo que le ha una neurosis obsesiva, mientras que el que era
ocurrido, cada vez que se lo pidan, sin poder en- violentado configuraba una histeria. Pero dejan-
tender que a veces no quieren recordarlo y que do claro que siempre es el adulto el responsable
cuando lo obligan a hacerlo, sienten que están del hecho. El niño, según la etapa de su desarro-
volviendo a abusarlo. llo, puede o no participar, con placer y también
Por otro lado, hay que observar, analizar y res- con culpa, de algunos actos cuando estos no
petar qué significado tuvo el abuso para cada son lesivos para su cuerpo.
niño. Hay diferentes maneras de cómo los niños Si el trauma o el abuso es más “benigno”, por

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Naly Durand

llamarlo de alguna manera, o no tan dañino, otra situación traumática o patológica de la


afecta a la personalidad del niño a nivel neuróti- mente humana, es absolutamente singular en
co y necesita recordar el trauma y hablarlo para cada caso y no es posible llegar a una generali-
poder así olvidarlo. Pero cuando el daño es ma- zación simplista y reduccionista que puede da-
yor y el trauma genera efectos tóxicos y cróni- ñar no solamente al niño y adolescente abusa-
cos, pueden necesitar olvidarlo con el objetivo do, sino también al pensamiento psicoanalítico,
de volver a recordarlo en otras circunstancias. en una comprensión errónea de los hechos.
La necesidad de recordar para olvidar, así como Existe una diferencia entre los estados sexua-
de olvidar para recordar, es propia, personal e les de la mente polimorfos y perversos. Es im-
individual de cada mente humana (Álvarez y Mi- portante diferenciar que cuando el abuso sexual
chelena, 2002). surge de las perversiones, la intencionalidad de
Obviamente, somos psicoanalistas y estamos dañar al objeto y pervertirlo es explícita en su
hablando de un olvido entre comillas, que pue- deseo; mientras que los abusos derivados de es-
de ser entendido como si la mente no quisie- tados mentales polimorfos pueden ser confusos
ra o no pudiera recordar; o también, como si la y pueriles buscando un placer sexual, al mode-
mente entrara en un proceso defensivo de ne- lo del polimorfismo infantil de los niños, lo que
gación, el cual no hay que violentar, porque el da lugar al daño secundario y no una intención
niño lo siente como necesario, tal como pueden primaria. Otra situación diferente es cuando el
ser las defensas maníacas, útiles en los procesos abuso lo ejerce una persona con predominio de
de duelo normal, necesarias para que el Yo siga un estado mental psicótico (Meltzer, 1974).
viviendo. En la especificidad de la relación analí- ¿Qué ocurre en la mente del abusado cuan-
tica, en sintonía con el paciente, será posible in- do no hay una intención de daño por parte del
terpretar aquello que el paciente pueda asimilar abusador? ¿Por ejemplo, cuando este último es
y soportar. un psicótico o un débil mental o se enamora del
Estos procesos de olvido, tal como los plantea abusado?
Anne Álvarez (1992), podrían ser equivalentes a ¿Y qué pasa en la mente de ese niño cuando el
la necesaria latencia en el desarrollo de los seres abuso puede ser enmarcado en el contexto de
humanos, que sobreviene luego del convulsio- una perversión, cuando el adulto tiene la inten-
nado Edipo. ción de pervertir al objeto?
Una adolescente abusada por su padre recién Presentaré a continuación tres viñetas clínicas
pudo hablarlo en su segundo año de análisis di- en las que podremos analizar y ver esas dife-
ciendo que en su momento lo vivía como en una rencias.
nebulosa, que sólo deseaba que terminara rápi-
do, que no lo recordaba con claridad, hasta que Mi mamá hacía cosas raras
empezó a soñarlo, como un repetitivo sueño
traumático y recién allí pudo contarme que su Lucía, de 25 años, estudiante universitaria
papá se masturbaba contra su cuerpo. Esta pa- de una carrera humanística, inició su análisis al
ciente tenía dificultades para vivir su adolescen- poco tiempo de haber fallecido su mamá. Una
cia, en interacción con sus pares. Era más bien tía materna, que vivía con ellas y el hermano de
la típica adolescente aislada y en su sexualidad Lucía cuatro años menor, fue internada en un
adulta posiblemente también tenga problemas, geriátrico con un proceso de Alzheimer avan-
por el nivel de perversión del progenitor y la pa- zado.
sividad de ella frente a los hechos. De tal manera que ambos hermanos quedaron
Como en todos los procesos psíquicos, la desprotegidos, ya que su padre tenía otra fami-
aceptación, comprensión y elaboración de los lia con hijos y su esposa no toleraba a Lucía ni a
duelos es compleja y, más aún, los abusos se- su hermano.
xuales son procesos dolorosos, largos y compli- Luego de casi un año de comenzar un análi-
cados, no siempre visibles, que en ciertos casos sis complicado por la inestabilidad de su lugar
no pueden ser verbalizados. de residencia, Lucía puede hablar del verdade-
El abuso sexual infantil, así como cualquier ro problema. Era claro en el material que algo

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Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil

más que la muerte de su madre la atormentaba. pero fue un alivio que se muriera, es horrible
Esta tenía diagnóstico de esquizofrenia y había pensarlo, sentirlo y decirlo... Unos meses antes
vivido encerrada con su tía y sus dos hijos, sin de morir había intentado ahorcarme para que
ningún tipo de tratamiento desde la separación no me fuera de vacaciones con mi papá (llora),
de su marido. La tía abuela de Lucía había cum- decía que él me iba a hacer daño. A mi herma-
plido las funciones maternales que la madre no no nunca le hacía nada, siempre lo dejaba libre
podía asumir. para que hiciera lo que quisiera; ella decía que
Llegó a una de sus sesiones angustiada y con- porque era hombre.
movida por una noticia que había salido en los A: Así como ella pretendía matarte para que
diarios en esos días de una institución en la que tu papá no te hiciera daño, sin darse cuenta que
se habían descubierto múltiples abusos de niños matándote te estaba haciendo el peor de los
discapacitados. daños, de la misma manera se metía a tu cama
P: Mi mamá hacía cosas raras, ataba con hilos para evitar que te gustaran los hombres, que en
el picaporte de la puerta de mi cuarto para que su delirio te iban a dañar, sin darse cuenta que
nadie entrara mientras yo dormía. Siempre me ella te dañaba mucho más. Quizás en su mente
decía que los hombres eran malos, que no les confundida posiblemente creía que te protegía
tenía que creer y que no me tenía que enamorar si cambiaba tu identidad sexual.
de ningún hombre. Yo tenía ocho años y no en- P: Tengo muchas ganas de llorar, mucha bron-
tendía por qué me lo decía. ca con mi papá, que no me protegió, con mi tía
A: Ahora que te sientes ya más tranquila y abuela, que ni se imaginaba lo que pasaba, y una
confiada conmigo, me puedes contar estas co- mezcla de asco, pena y rechazo por ella (Solloza
sas raras que hacía tu mamá. convulsivamente y con angustia).
P: Y no sé si te voy a poder contar todo… (Mira El análisis de Lucía ha seguido el difícil camino
para otro lado, se le llenan los ojos de lágrimas)… de aclarar confusiones entre amor, erotización,
Se metía en mi cama desde que yo tenía cuatro juego, daño, perversión y locura, recorriendo
años, no me acuerdo bien, si era a los cuatro, también conflictos con su identidad sexual.
a los seis… no sé… Me acuerdo y me da mucho Lucía está por terminar su carrera universita-
asco… Hasta los 12, 13 o 14 años… Yo lo vivía ria, con excelente desempeño, y está pensando
como si fuera un sueño, lo tengo en una nebulo- hacer una maestría para trabajar en un tema afín
sa, sólo quería que terminara rápido y se fuera. a lo que fueron sus vivencias de niña.
¡¡¡Nadie se daba cuenta!!! A pesar de los abusos que la madre pudo ha-
A: ¿Y tú no hablabas? ¿No se lo dijiste a nadie? ber ejercido sobre el cuerpo de su hija durante
P: No tenía en quién confiar, es la primera vez los años de su infancia y pubertad, Lucía está
que me animo a decirlo. Al principio, cuando era pudiendo recuperarse, sin una negación manía-
muy chiquita, no entendía, creía que eran cari- ca de lo ocurrido y sin sentirse trastocada en lo
ñitos. Después me di cuenta que los cariñitos esencial de su mente, ni pervertida en sus inten-
en esos lugares no estaban bien y sentí mucho ciones
asco, pero no confiaba en nadie. Creí que ahora Entendemos que este abuso ha sido realizado
tampoco iba a poder decírtelo a ti… pero pude en un estado mental psicótico del abusador y la
(llora). situación ha sido analizada en el tratamiento de
A: Quizás porque tu mamá ya no está, porque la paciente como un abuso sin abusador.
confías en que este tratamiento pueda ayudarte
y porque era una necesidad muy grande poder Seducida por amor
compartir con alguien lo que has vivido durante
tantos años confundida y en silencio. Ayelen, una adolescente de 17 años, fue en-
P: Ella estaba enferma, lo sé, era una esqui- viada a una institución pública por haber sido
zofrénica, ¡¡pero algo de responsabilidad en sus abusada por su padrastro.
actos tiene que haber tenido!! A: Yo no estoy enojada con él, lo extraño mu-
A: ¿Qué sientes por ella? cho, yo lo quería y él también a mí, siempre me lo
P: ¿Tú quieres saber si la odio? No, no la odio, decía y me lo dijo cuando se lo llevaba la policía:

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Naly Durand

“Perdóname, Ayelen, me enamoré de ti, nunca “no me acuerdo”, responde la niña mirando ha-
quise hacerte daño” (llora) Y… se ahorcó en la cia abajo.
celda del penal, dicen que dejó una carta para Cuando comienza su análisis y durante mucho
mí… mi mamá no me la ha querido dar (llora). tiempo sólo quiere colorear libros de princesas,
E: ¿Y tú qué piensas de todo lo que nos ha no habla, mira con temor a la terapeuta y la ma-
contado tu mamá? dre pregunta al finalizar cada sesión si ha podi-
A: Tiene razón en estar tan enojada. Es verdad do contar algo más.
todo lo que ella dice, pero nunca se dio cuenta Para esta madre desesperada, es importante
hasta que se lo contaron mis hermanos. Juan se que su hija hable porque tiene la esperanza de
metía en mi cama todas las noches que ella se que si lo hace, se vaya a exorcizar de todos los
iba a trabajar en la guardia nocturna del hospi- demonios, vaya a olvidar y se vaya a curar.
tal, desde que yo tenía 13 años. Al principio no Micaela no puede hacer referencia a nada de lo
me hacía nada, me miraba, hablábamos. ocurrido desde que ella tenía aproximadamente
E: ¿A ti no te daba miedo? tres años hasta los siete, cuando consultan. Su
A: No, porque él era muy bueno conmigo. (Si- padre no sólo la había violado a ella, sino que
lencio). Después nos empezamos a acariciar, a obligaba a ambos hijos a mirar pornografía con
besar… Y ya cuando mi mamá empezó a tra- él, presenciar masturbaciones grupales entre él
bajar todas las noches en el hospital empeza- y sus amigos y había incluido a sus dos hijos en
mos a dormir en la cama grande ¡¡¡Lo extraño una red de filmaciones de pornografía infantil.
mucho!!! (Llora) ¡¡¡Por qué se tuvo que matar!!! Fue necesario que pasara mucho tiempo an-
¡¡¡Se podría haber separado de mi mamá y nos tes de que Micaela pudiera empezar primero
podríamos haber casado!!! ¡¡¡Yo voy a cumplir a dibujar figuras, que al principio eran incom-
18 años!!! (Mirando a las entrevistadoras desafiante- prensibles, pero luego se veía claramente que
mente y con los ojos llenos de lágrimas) ¡¡¡Y qué…!!! eran las posiciones en que la filmaban con su
No lo hizo ese actor famoso, ese feo de lentes hermano y otros niños. Las dibujaba y me las
grandes… (Haciendo referencia a Woody Allen) entregaba en silencio. Luego empezó a dibujar
y no pasó nada (llora). penes erectos eyaculando y finalmente ella muy
La transparencia y la sinceridad de esta ado- chiquita como tapada por alguien muy grande.
lescente ayudan a poder seguir trabajando con A medida que fue progresando su análisis, fue
ella, aún en el ámbito de un consultorio de hos- cediendo la masturbación compulsiva y los te-
pital público, sin revictimizarla, ni indagarla vio- rrores nocturnos, así como también los juegos
latoriamente. denunciados por algunos padres del colegio, en
Para ella se había muerto “su marido”. La con- los que Micaela encerraba a sus compañeras en
fusión, la competencia edípica, así como los ce- el baño y las masturbaba.
los y las culpas, seguramente los sentía, pero Desde una perspectiva psicoanalítica, también
su vivencia más profunda era de un duelo por podemos leer en Micaela la ambivalencia frente
su enamorado; sin ningún sentimiento de haber a los hechos: me gustaba / no me gusta; lo que-
sido violada, sino seducida por amor. ría / no lo quiero. Pero este aspecto es para ser
¿Esto es una confusión de ella o una realidad trabajado psicoanalíticamente con la niña por-
de la relación entre Ayelen y su padrastro, que que el proceso de aceptación del dolor, la pérdi-
era 16 años más joven que su madre? da y el trauma es complicado y no siempre fácil
de verbalizar. Las experiencias perturbadoras,
La princesa y sus monstruos pero que a la vez han ofrecido una gratificación
a los deseos inconscientes de los niños, les ge-
Micaela mira muda y con grandes ojos des- neran ambivalencia.
orbitados a su mamá, que relata los aberrantes Así como Freud nos explicó que en el trabajo
abusos realizados por el padre en su cuerpo y del duelo cada recuerdo debe ser enfrentado,
el de su hermano varón dos años más mayor. lamentado y liberado, en el trabajo del abuso,
La madre insiste en que ella hable: “cuéntale tú, de la misma manera, estos niños abusados de-
Micaela, a la doctora, lo que les hacía tu papá”; ben unir sus recuerdos en pequeñas dosis, para

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Cuerpos profanados, mentes quebrantadas. Abuso sexual infantil

que no sean experimentadas como una nueva se le iba desapareciendo poco a poco.
intrusión. El peor de estos destinos es cuando el abu-
Como psicoanalistas que somos, e intentando sador es un perverso o es una pareja de padres
comprender la mente de esta niña, sin dejar de sadomasoquistas o es una familia perversa. Por
considerar que el responsable es el adulto, no ejemplo, el caso de una abuela que preparaba a
podemos dejar de ver el placer que ella pudo su nieta con sus propios collares y su perfume
haber experimentado por la normal erotización para que su hijo mayor, hermano del padre, la
propia de la edad, así como también el senti- violara. Cuando todo sale a la luz, el padre de la
miento de omnipotencia de sentirse adulta y niña abandona a su esposa, negando las viola-
desplazar a su mamá. ciones de su hermano a su propia hija, que ha-
Su papá no se privó de trastocarle los valores, bían sido comprobadas por el cuerpo médico
de disfrazar el mal por el bien, de pervertir su forense y se va a vivir con su madre y hermano.
función paterna transformándola en un someti- Explorar los aspectos de un abuso puede llevar
miento aberrante, pudiendo haber afectado los muchos años. Hay que ceñirse al ritmo del niño
procesos identificatorios de su hija. y trabajar en porciones manejables y digeribles,
Pero la pregunta sigue siendo si más allá de que son diferentes en cada uno. A menudo, hay
los síntomas con los que este cuerpo profanado que armar un aparato para poder pensar, por-
habla… ¿Es en la mente donde podría anidar el que no hay cómo contener un pensamiento, ni
peligro de una posible perversión? una emoción.
Una niña de tres años, que no podía ni hablar,
Intentando concluir ni recordar, ni sufrir lo que le había pasado, en
una primera entrevista se sacó su bombacha, su-
Los destinos de un abuso, sea de las caracte- bió al escritorio de la psicóloga, se puso a bailar
rísticas que sea, pueden ser varios: la trayectoria mostrándole sus genitales, con el objeto de im-
hacia la comprensión e integración, como en el pactarle la mente, como ella había sido impacta-
caso de Lucía; el encapsulamiento con poste- da por una violación intempestiva y traumática.
riores síntomas, posible desenlace de la adoles- Para terminar, intentaremos rescatar la espe-
cente aislada, como en el caso de Ayelen. Y lo ranza, que siempre está en el fondo, como en la
que es más grave: la afectación a toda la perso- Caja de Pandora. Cuando un niño puede pensar,
nalidad, que comienza a pervertir los diferentes recordar, unir hechos, pensamientos y emocio-
aspectos de la mente y lleva al abusado a con- nes en el tiempo que él lo necesite, con un ob-
vertirse en un nuevo abusador, que podría ser el jeto analista no abusador, tiene posibilidades de
destino de Micaela. que su mente quebrantada pueda hacer alguna
En estos casos, también hay que hacer la sal- transformación.
vedad de cómo es la mente del niño abusado.
Por ejemplo, en un caso de violación de un va- Bibliografía
roncito de seis años por su abuelo paterno, él
hablaba mucho de lo que le había pasado y so- Abraham, K. (1925). Psicoanálisis Clínico. Bue-
lía decir al comienzo de su análisis que lo tenía nos Aires: Ediciones Hormé.
como idea fija en la mente. Eso lo llevaba a ir a Álvarez, A. y Michelena Paggioli, M. (2002).
observar a los niños más chiquitos de tres y cua- Una presencia que da vida. Madrid: Biblioteca
tro años de su escuela, con deseos de violarlos Nueva.
como lo habían hecho con él. Y a medida que Meltzer, D. (1974). Estados sexuales de la men-
progresó su análisis, me fue diciendo que la idea te. Buenos Aires: Kargieman.

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Abuso sexual infantil como práctica
desestructurante
Nancy de la Hoz*

RESUMEN
Abuso sexual infantil como práctica desestructurante. El abuso sexual en niños y niñas, como modelo de
destrucción de lo propio por imposición y dominio de una instancia psíquica sobre otra, puede ser visto en las
relaciones familiares y en las sociales como daño en el vínculo. Como efecto se explora la pérdida de sentido,
memoria y la repetición compulsiva del acto. El escenario forense colombiano intenta atender a las víctimas,
pero se ha quedado en el estudio de la veracidad del testimonio infantil, dejando en espera la juiciosa explora-
ción del daño mental, así como la reparación y la comprensión de daño relacional. Palabras clave: relaciones,
destrucción, comprensión, abuso sexual infantil.

ABSTRACT
Child sexual abuse as a disruptive practice. Child sexual abuse, as a model of destruction of one’s own by the
imposition and domination of one psychic instance over another, can be seen in family and social relationships
as damaging the bond. As an effect, the loss of meaning, memory and the compulsive repetition of the act are
explored. The Colombian forensic scenario attempts to attend the victims, but it stopped at the study of the
veracity of child testimony, postponing the judicious exploration of mental harm, as well as the reparation and
understanding of relational harm. Keywords: relationships, destruction, understanding, child sexual abuse.

RESUM
Abús sexual infantil com a pràctica desestructurant. L’abús sexual en nens i nenes, com a model de destrucció
d’allò propi per imposició i domini d’una instància psíquica sobre una altra, pot ser vist en les relacions familiars
i en les socials com a dany en el vincle. Com a efecte, s’explora la pèrdua de sentit, de memòria i la repetició
compulsiva de l’acte. L’escenari forense colombià intenta atendre les víctimes però s’ha quedat a l’estudi de la
veracitat del testimoni infantil, i deixa en espera l’assenyada exploració del dany mental, així com la reparació i la
comprensió del dany relacional. Paraules clau: relacions, destrucció, comprensió, abús sexual infantil.

Introducción manifestaciones verbales y comportamentales


a través del tiempo y que, a su vez, puede llegar
Para el caso del abuso sexual infantil, el ám- a retractarse; sin olvidar la participación activa y
bito clínico propone encontrar causas y con- con amplio juego de roles de los servicios médi-
secuencias con el fin de diagnosticar, tratar, cos y las interpretaciones de los defensores. Por
prevenir y atender un fenómeno, luego de un lo anterior, no es posible mantener el esquema
diagnóstico principal. La relación que se esta- estrictamente nosológico como lo requiere la
blece, por lo tanto, se da desde las directivas, metodología de la clínica médica.
procurando objetivos claros. Por su parte, el En cuanto al ámbito judicial, éste aspira a ga-
ámbito o ejercicio forense aporta y requiere un rantizar los derechos del indiciado descartando
campo más amplio para traer a escena un pro- mendacidad, simulación u otras distorsiones,
ceso con varios protagonistas activos, entre los que se asumen como provenientes de las vícti-
cuales se encuentran: los padres, maestros, tes- mas, cuyo daño psíquico sería tomado como un
tigos, expertos y el niño o niña que cambia sus indicio que reafirme su testimonio.

*Psiquiatra Forense y Asesora Medicina Legal Bogotá. Consultorio Particular.


Contacto: [email protected]

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Abuso sexual infantil como práctica desestructurante

Por ello y para comprender por qué la niña sentan cuando la denuncia surge de la revelación
vuelve a donde su victimario o por qué hace un de un secreto y de una atmósfera de engaño; en
relato fragmentado, es preciso que el operador este caso se plantean dudas, como sucede con
de justicia tome en consideración lo que se re- las enfermedades crónicas que aún no revelan
vela a través de los contextos, los cuales pue- su perfil, presentando síntomas vagos y epi-
den ser abordados desde la historia familiar y la sodios recurrentes con respuesta ambigua al
conducta específica del perpetrador. tratamiento. Este es el caso del abuso sexual
La importancia que sugiero del contexto es- como proceso, que aparece en el seno de la
triba en que nos revela un escenario de poder, familia o ámbito muy cercano, como maestros
desde donde se configura la estructura del abu- y sacerdotes, y puede ser modelo de destruc-
so sexual infantil como proceso o como una vio- ción de las relaciones y significados de la vida
lación por asalto o pedofilia exclusiva o en los en común. La niña o niño no puede recibir la
actos pedófilos intrafamiliares, que conllevan un ayuda necesaria desde su hogar; media como
proceso relacional. Finalmente, revelaría cómo mecanismo la desmentida, que deja a la niña
se aprecia dicho poder en los fenómenos adya- sin apoyo suficiente.
centes, como son los de la economía, comercio Desde la clínica se acepta que la violencia
y cultura que lo acompañan. subyace a todo tipo de práctica sexual con la
Ciertos aspectos nosológicos descriptivos de infancia; esta aceptación pasa por reconocer la
la clínica psiquiátrica como la psicopatía y la pe- existencia de impulsos eróticos, tendencias tier-
dofilia pueden ser la puerta de entrada al cono- nas, contenedoras e impulsos destructivos en un
cimiento del tipo de relaciones que vehiculizan individuo que, en su devenir, desatan lo tanático,
el poder nacido de la violencia. Junto a estos as- además del desnivel adulto-infante y la facilita-
pectos, las teorías psicoanalíticas son muy úti- ción socio-cultural que se proporciona a la libido
les, ya que se renuevan constantemente, apor- masculina, de acuerdo con lo mencionado en el
tan cantidad de información venida del mundo artículo del New York Times (Marche, 2017): “La
externo e interno, construyen comprensiones, Monstruosa Naturaleza Sexual del Hombre y las
denotan la naturaleza intrínseca del abuso se- fuerzas y patologías que la acompañan, libido
xual infantil, no obstante, tiempo, lugar y formas que impulsa la cultura y la economía, mientras
de presentación. permanece más o menos sin analizar tanto en los
círculos intelectuales como en la vida privada”.
Modelo de violencia: sus alcances y efectos En cuanto a estructuras mentales de los tras-
gresores sexuales, pueden ir desde la psicopa-
Violencia, según el diccionario de la Real Aca- tía, trastornos borderline, perversiones y esta-
demia Española (2014), es aquello que se hace dos mentales regresivos psicóticos, excluyendo
contra el gusto de uno mismo y que se ejecuta mínimas y eventuales inimputabilidades, hasta
contra el modo natural de proceder. Añadiría la pedofilia. La conducta presenta desde un fac-
que la víctima de violencia queda fuera del po- tor seductor, que puede aparecer como debili-
der de optar por una alternativa y que la violen- dad e impotencia que deshace la construcción
cia implica la existencia de un otro con poder, de padre y ofrece una pareja incestuosa que
crueldad y destructividad. termina en confusión psicotizante para la niña
La violencia sexual es admitida sin dificultad si (de Kutica y de Guiter, 2000) hasta comporta-
el niño o niña son forzados físicamente y si se en- mientos abiertamente sádicos de cacería con
cuentran huellas en su cuerpo, respaldadas por ensañamiento periódico con una sola víctima o
hallazgos de laboratorio positivos. Generalmen- una sucesión de ellas. Todos ellos aspiran a la
te, es producto de un solo evento inusual y co- apropiación del ser completo del infante, lo cual
rresponde a la llamada violación o acceso carnal es altamente deshumanizante y, por ello, des-
violento. Puede ser comparado con un evento tructivo.
médico agudo, como cuando observamos una Freud (1909) describe la ansiedad de castra-
fractura que genera un diagnóstico mientras la ción en el contexto del caso Juanito, en el cual
víctima es apoyada. Las complicaciones se pre- demuestra que el temor a la pérdida del pene,

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Nancy de la Hoz

ante el descubrimiento de la diferencia anató- donde el fanatismo anida, son asimetría y dege-
mica, genera un nuevo marco de referencias neración; se entiende por degeneración el dete-
para el desarrollo psicosexual infantil. Posterior- rioro de la capacidad para el contacto humano.
mente, la teoría del trauma sexual introduce el Degeneración es un área donde se presenta una
factor ambiental. Respecto de la destructividad, avería, una corrosión de la capacidad para co-
Melanie Klein (1957) plantea la envidia como su municarse emocionalmente con el otro. No es
principal expresión. un concepto de valor moral sino psicopatoló-
Joyce McDougall (1998) considera que los gico. En cuanto a asimetría, se refiere a áreas
conflictos fálico-edípicos devienen del hecho donde se sostienen enunciados de superioridad
de que todo niño tiene un saber inconsciente arrogante sin responsabilidad por el otro y se
de las relaciones sexuales de los padres y crea destruye la cualidad del par.
una mitología personal en torno a su represen- Así que, en este contexto, sólo puede existir
tación. Los complejos fálico-edípicos, pero tam- una forma de contacto de tipo autoritario, por
bién pre-idílicos, aparecen como fantasías de exigir obediencia. Estos estados podrían expli-
devorar, intercambio erótico anal y sádico anal, car casos de sobrexplotación sexual con adoc-
confusión bisexual ligados a ansiedades de pér- trinamiento, en un contexto de devastación de
dida de sentido de identidad o de las represen- la personalidad.
taciones de los límites corporales; si estas to- A continuación, ilustro lo anteriormente dicho
man el comando de la vida psíquica, la ansiedad con la comunicación de una niña de 14 años: “mi
de castración se explicita en la sexualidad como mamá me mandaba donde mi papá para que me
angustias de aniquilación y muerte a la manera diera el dinero del estudio. Él me tocaba desde
en que ocurre en los pacientes límite. Esta se- la primera vez que fui hace cuatro años, pero se
xualidad está infiltrada de violencia. El incesto la pasaba viendo fotos y películas de niñas muy
implica violencia psíquica, según Juan Tesone chicas y, además, quería que yo hiciera esas co-
(2004), quien plantea que la emoción que im- sas. Él me obligaba, no trabajaba casi y se la pa-
pregna el vínculo es el odio y su basamento de saba solo. Yo me desesperaba de ver eso y oír
pulsión de muerte, que en realidad es un no vín- lo que él decía”.
culo. Una niña de ocho años soñó que “oía los En este caso, el contacto con la niña podría ser
ruidos como cuando mi papá se levantaba en un intento de salir del estado mental relacionado
la noche, luego unos golpes en el piso y de ahí con la observación de pornografía en el que los
salió el diablo con fuego y el tenedor y el pipí le seres allí reflejados no podían ser vistos como
llegaba al suelo, creo que no fue un sueño, sino personas o individuos con valor; por supuesto,
que de verdad se me apareció” la búsqueda de salida es criminal y no sana.
Vínculo es, según el Diccionario de la lengua Los efectos adversos de la violencia sexual se
española (2014), “unión o atadura de una per- traducen en términos clínicos, de manera que te-
sona con otra”. Por su parte, Bion (1959) nos nemos un desarme traumático, si se me permite
aclara: “utilizo el término vínculo porque deseo la expresión, en los casos agudos; mientras que,
considerar la relación del paciente con una fun- si bien en el proceso de abuso intrafamiliar se
ción más que con el objeto que desempeña esa van estableciendo distintas situaciones también
función; me interesa no sólo el pecho o el pene traumáticas, son menos evidentes. No obstante,
o el pensamiento verbal, sino su función de pro- a la larga implican un amplio espectro traumáti-
porcionar un vínculo entre dos objetos” (p. 141). co que desfigura el desarrollo, colocando en la
A partir del establecimiento de esta estruc- niña situaciones absurdas a partir de las cons-
tura, Bion nos proporciona la manera de com- trucciones fantasmales del agresor. Tenemos,
prender formas de ataques a la función de amar pues, tanto el efecto de los daños provenientes
y nutrir, relacionada con el odio a la vida misma. de la escisión como de la irrupción de la sexua-
Darío Sor y María Rosa Senet (2010, p. 290), en lidad adulta, expresados en aspectos persecu-
desarrollo de estas ideas, tratan sobre las zonas torios, pérdida de la autoestima, regresiones,
de la mente como estados o destinos del esta- identificación con el agresor, lesión narcisista y
do mental Fanático: recordamos que las zonas otras expresiones, como evidencia destructiva

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 95-104 97


Abuso sexual infantil como práctica desestructurante

del entramado relacional y pérdida de sentido con la anuencia y complicidad social en des-
del mundo e identidad que ya en edad prepu- mentida es una de sus caras; la otra, los nexos
beral se ha consolidado. Existe el evento de ex- con guerras y genocidios, en donde el abuso es
citación sexual dependiente de estos actos que parte del sacrificio infantil y este, a su vez, tiene
cuesta ser comunicado y entendido y más bien la función de insuflar de poder a algunas elites
es sancionado (en este caso el cuerpo y las sen- (DeMause, 2000).
saciones se convierten en intolerantes). Las re- Los peores casos observados en la clínica
ferencias de víctimas de abuso pueden contener forense recaen sobre pedofilia y sadismo, que
comentarios tales como: “cuando estoy hacien- evoluciona al homicidio llamado, técnicamente,
do el amor con mi esposo, no puedo evitar que serial. Creo no equivocarme mucho si asumo el
se me vengan esas imágenes horribles”, “me ex- caso de esta pedofilia como el modelo de domi-
cito con facilidad, pero eso me da rabia, odio mi nación nazi, en donde el placer destructivo es
cuerpo”, “tengo hijos y quiero a mi esposo, pero privilegiado. En otros tipos de actividad pedó-
no confío en nadie”. fila organizada, los grupos comparten su activi-
La pedofilia como práctica colectiva de la dad, el color de piel, la raza y otras característi-
sociedad configura un mercado denominado, cas; a su vez, para estos el talento de los niños
benignamente, “turismo sexual”, cuyo rostro deviene en cotizable. El mercado transforma
más abyecto no conocemos aún y no está re- todo en mercancía, lo cual da lugar a prácticas
lacionado sólo con el turismo, dado que crea pornográficas y perversas con niños que movili-
lazos con gran poder, que terminan socializan- zan, con todo el aparato de mercadeo, grandes
do la criminalidad y diluyendo la culpa. La pe- ganancias resguardadas por las prácticas del
dofilia está ligada en sus aspectos más crudos turismo y todas las seguridades del comercio,
con la degradación y la muerte. Las redes de sello de nuestra época.
pedofilia requieren de la corrupción que trae Respecto al delito sexual y la guerra, Colom-
por sí misma una red de causalidades que in- bia ofrece, desafortunadamente, una visión
volucra toda la estructura social; puede rom- deshumanizada activa desde los años treinta,
perse una parte con las operaciones policiales, en la cual, la cacería, interrogatorios, torturas
pero siempre se reorganiza en otra parte; es y pena de muerte, que son prerrogativas de
asimilable a una sociedad sin ley que rompe la organización social instituida, se usan con-
la solidaridad con el niño y solidifica el control tra los enemigos, que en el modelo de guerras
entre los miembros, entre los cuales se balan- asimétricas corresponde al del “enemigo inter-
cean los poderes económicos de más alto nivel no”. Es la guerra en que las mujeres de comuni-
en el mundo; su funcionamiento es corporativo dades enteras, abuelas, madres, niñas y niños,
y, por lo tanto, no apelable ni asible mediante son botines y objeto de tortura para generar
las leyes actuales. violencia, y rasgar así el tejido social y entra-
El dominio de un varón en el contexto del mado de relaciones para apropiación de terri-
abuso sexual en nuestra realidad social pue- torios y modificación de las relaciones sociales
de ser tan intenso y desbordado que la rela- adversas al domino, evitando así cambios que
ción que establece con niños y mujeres puede apunten a la redistribución del poder en las so-
compararse con las relaciones coloniales y los ciedades.
efectos, con la destrucción de culturas y apro- El abuso y violación de la población civil está
piación del nicho natural de los habitantes ori- catalogada como una amenaza a la superviven-
ginarios. Tenemos un ejemplo doloroso actual cia de comunidades, junto con las masacres,
en las fronteras de México y Estados Unidos, ametrallamientos y otras modalidades de te-
con los menores migrantes enjaulados, abusa- rror. El ataque a la pareja madre-hija ocurre nu-
dos muchos de ellos y otros muertos, por no merosas veces por las violaciones y embarazos
hablar de los niños perdidos. De hecho, los paí- simultáneos, mientras padres, hijos y hermanos
ses pobres son donantes de un caudal de ni- son muertos o cooptados, asegurando así, la
ños abusados de forma industrial; la puesta en eliminación de tradiciones y costumbres sobre
escena de un sentimiento de poder sin límites crianza y cultura.

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Nancy de la Hoz

Contexto judicial nada. Aunado a ello, los exámenes de laborato-


rio se realizan con obvio resultado negativo en
La investigación judicial cobró importancia su gran mayoría; con excepcionalidad, pueden
en Colombia a partir de 2005 con la transfor- encontrase fluidos, venéreas o cicatrices en ge-
mación del sistema judicial hacia la justicia oral, nitales producto del frotamiento crónico.
tutelado por los Estados Unidos. Se instituyó La situación más compleja surge en casos de
como labor del Estado el proveer testimonios abuso crónico, cuando mecanismos como la di-
analizados desde la psicología como pruebas sociación, la desmentida y el temor cobran gran
válidas. Se adicionó el literal e) al Artículo 438 peso en el contexto que rompe la comunicación
de la Ley 906 de 2004, por medio del cual se concreta. La retractación se produce, principal-
admite el testimonio como prueba de referencia mente, si pasa mucho tiempo del momento de
excepcional y también los escritos o archivos la denuncia al juicio o, por complicidad familiar;
históricos. se produce la negación y denegación. Adicio-
Se ha tutelado la libertad, el desarrollo e inte- nalmente, la crisis despertada por la denuncia a
gridad sexual; el testimonio es validado por un veces plantea un desistimiento; tal es el caso de
profesional de psicología o psiquiatría. Se suma una niña de siete años, que dice: “la verdad es
el examen sexológico y pruebas de laborato- que él sí me hizo eso, pero ahora no me acuer-
rio, básicamente. El uso de la cámara de Gesell do”. Otra niña de 14 años, sobre la retractación,
protege la niña o niño del encuentro cara a cara dijo “la verdad es que él es una persona muy
con el perpetrador, y se le apoya con una profe- mala conmigo, siempre me pegaba, y lo del abu-
sional de psicología que repite, a la manera que so desde que estaba pequeña, no me dejaba
crea conveniente, las preguntas de las autori- ni saludar a nadie, me quemaba, me estrellaba
dades. Previo al juicio, sin embargo, se dan ex- contra las paredes. Mi mamá me trataba mal, me
tensos interrogatorios por parte de todo tipo de echaba la culpa de todo lo que pasaba, ahora
autoridad y profesionales; no obstante, muchos dice que soy la culpable de que mi papá se fuera
de estos casos no llegan a juicio. Medicina Legal y que mis hermanos aguantaran hambre, le pro-
pudo determinar en 2018 que el 87 % de los ca- hibía a mis hermanos que me trataran”. Piden,
sos de delitos sexuales se cometieron en contra para este caso, que explique si la niña puede di-
de niños, niñas y adolescentes, lo cual implica ferenciar realidad de fantasía.
un monto alto de entrevistas y validaciones nu- Por lo tanto, contención y apoyo pueden ser
merosas. simples deseos o fórmulas, al igual que trata-
La gran mayoría de los casos corresponden a mientos médicos y psicológicos. Los niños, en
padres o familiares incestuosos, con prácticas general, son sometidos a interrogatorios múlti-
de manoseo, tipificados como actos sexuales ples de familiares, maestros, Policía, Organiza-
abusivos sucesivos; tales casos tienen la punibi- ciones No Gubernamentales, Fiscalía, Comisarias
lidad más baja, lo cual implica la posibilidad de de Familia y otras instituciones oficiales, todos
excarcelación y una posibilidad de vuelta rápida estos, trámites burocráticos que no se convier-
al hogar. Esta modalidad ocurre en su gran ma- ten en prueba. Por eso, la atención puede ser
yoría en menores de 14 años y sin penetración. el único beneficio que una víctima obtenga del
En investigación personal de tres mil casos en- paso por la justicia, y en esa dirección los profe-
tre los años 1990 a 1997 –casos de psiquiatría sionales deberían trabajar. Partes más conserva-
y psicología forense del Instituto Nacional de doras de la sociedad plantean soluciones vía a
Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colom- aumentar las penas a los perpetradores.
bia–, encontré que las edades de las víctimas Solicitudes como la siguiente plantean de fon-
con mayor incidencia fueron entre los siete y do sacar el caso del capítulo de “violencia se-
nueve años; en casos de penetración en el con- xual” al de “lesiones personales”.
texto del abuso crónico encontré, por lo menos,
dos años de prácticas sexuales previas. Sin em- Motivo de peritaje
bargo, al no haber penetración, el público quie- Se solicita valoración a la Niña S. D. con el fin
re entender que no ocurrió daño, que no pasó de establecer “si presenta perturbación psíquica

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Abuso sexual infantil como práctica desestructurante

como consecuencia a su denuncia”. En este, el angustia de la madre puede ser un objetivo tam-
dolo es puesto en duda y el caso puede pasar bién destructivo del abusador.
como culposo, con lo cual, el resultado es menor Respecto de estos casos, la justicia actual, con
punibilidad y la desfiguración de la filosofía jurí- honrosas excepciones, no suele valorar con su-
dica, y un no-lugar para la víctima. ficiente peso casos dramáticos con VIH y/o He-
Otras solicitudes como la siguiente buscan patitis C o embarazo. No hay una mención espe-
comprensión y organización de un caso com- cial o llamado de atención en la Corte, ni de allí
plicado, con rapto e adoctrinamiento de secta se alude a la reparación. Suelen quedar las esti-
en una niña de nueve años: “motivo de peritaje. maciones útiles en la validación del testimonio.
Se solicita determinar traumas de carácter per- Los casos de niñas y niños mayores de 16 años
manente o transitorio que haya ocasionado el tienen muy malos resultados en términos de
hecho denunciado. Se efectúe análisis de per- condenas, dados los prejuicios sobre la capa-
sonalidad y se indique la coherencia de esta con cidad física y mental para consentir. Nunca vi
los hechos relatados. Se establezca el estado de condenas a sacerdotes; son llevados con poca
salud mental y si es mitomanía”. frecuencia, a pesar de denuncias bien susten-
La respuesta experta a este tipo de argumen- tadas que cuentan con respaldo de equipos de
tación, para que logre contrarrestar el prejuicio, abogados y psiquiatras expertos forenses.
suele ir acompañada de explicaciones sobre el
desarrollo psicosexual; es la naturaleza misma El perpetrador y la familia
de la infancia que, en términos teóricos psicoa-
nalíticos, planteó Ferenczi (1932) como “la con- En los casos de abuso sexual con niños, la his-
fusión de lenguas”. toria familiar permite evidenciar que los senti-
En cuanto a los niños afectados en su desarro- mientos de culpa y vergüenza despertados por
llo, incapaces de resistir por enfermedad men- el abuso son aportados por la víctima y no por
tal, la situación es mejor manejada por la Corte; el perpetrador. La madre está confundida o an-
y aunque la entrevista sea más difícil, ayuda mu- gustiada con la revelación y algunas de ellas no
cho. Los hallazgos sobre salud mental son esca- logran aliarse con la niña, aunque ella misma
sos, mal sustentados y de muy fácil manipula- haya sido objeto de abuso similar en el pasado.
ción por la defensa. Esta se centra en el hecho En otras ocasiones, las madres libran una dura
de que no puede alegarse un hallazgo o síntoma lucha para atravesar el entorno judicial y sobre-
específico al abuso sin descartar otras fuentes o vivir como familia sin el genitor. Las relaciones
elementos ambientales de vulnerabilidad, sobre en este ámbito han sido de dominio y complici-
todo si se trata de niños o niñas mayores de 14 dades conscientes o no.
años y un aparente consentimiento, o mejor, sin Las madres entrevistadas suelen estar enfras-
una señal clara de rechazo. Cada vez con menos cadas en sus propias dificultades, no logran ver
frecuencia, se alega inimputabilidad. lo evidente, como ocurre en algunos casos en
Escasísimos son los casos de abuso perpetra- que la hija pasa a ocupar su lugar en el lecho ma-
dos por pedófilos organizados, llevados ante la trimonial, mientras ella se ocupa de los más pe-
justicia; los que observé contaban con complici- queños en sus habitaciones infantiles, o el uso de
dad familiar y uso de sedantes en los niños. Estos sedantes e incluso aborto o embarazo endilgado
casos no fueron llevados a juicio, pues los repre- a un novio inexistente. La negación facilita el he-
sentantes de los niños, los padres, no permitieron cho de que el abuso se instaure gradualmente.
entrevistas profundas ni examen alguno. Las re- La vida sexual de la pareja, de aquellos ca-
des pedófilas cooptan a las madres, lo que hace sos que se logran registrar en las entrevistas en
pensar que el pedófilo desea a su propia madre, profundidad, suele encontrarse que cursa por la
dado que la totalidad de las acciones para lle- eyaculación precoz, impotencia o violencia; es
gar al niño pasa por el manejo y manipulación decir, desvitalizada, angustiante y algunas de
del niño por la madre y terminan los dos adultos ellas pueden describir prácticas inusuales a las
en una relación cuyo contexto corresponde a la que acceden en la esperanza de que se satis-
madre fascinada también; en otras ocasiones, la faga su pareja. El inicio del abuso con las niñas

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Nancy de la Hoz

suele darles a las madres un respiro, el cual es con la luz prendida”.


vivido posteriormente con mucha culpa. Algu- Algunos de los entrevistados muestran an-
nas madres se alían con el agresor. Esto suele siedades confusionales y desvitalización de la
verse en personalidades borderline o con nú- sexualidad-emocionalidad, resultado de pertur-
cleos psicóticos, o abiertamente perversión de baciones del vínculo temprano. La búsqueda de
las funciones maternas. En caso de aspectos la revitalización e investidura erótica del cuerpo
psicopáticos en el perpetrador y violencia explí- puede ser el resultado de un tipo de vinculari-
cita, el chantaje moral se impone; no es raro el dad perturbada, y el abuso sexual con el niño
encierro y la persecución. permite experimentación y búsqueda. En oca-
Puede considerarse que la familia que logra siones es claro que el abusador está impulsado
acudir a la justicia produce un cambio impor- por el desgaste libidinal y por el logro de sen-
tante, abriendo la puerta a la posibilidad de que sación de poder, posterior a cada episodio. El
aparezca la dimensión temporal y con ésta, la logro de la excitación requiere siempre un plus
posibilidad de historizar los hechos, revelando y puede ir evolucionando a formas malignas en
secretos relativos a los hechos libidinales y a los las que el sadismo y lo paranoide infiltran con
que tienen que ver con el daño y los efectos alguna frecuencia las prácticas. Uno de ellos con
deletéreos propios del atrapamiento y victimi- prácticas seriales y sádicas comentó: “al princi-
zación. pio sólo lo tocaba, pero luego empecé a hacer
El perpetrador logra contener su angustia, se- otras cosas; al final yo sólo me masturbaba, no
gún De Mause (2000), con los actos sexuales puedo decir que me sintiera siempre muy bien”.
por drenaje del malestar psíquico inmediato, Este tenía antecedentes de grave maltrato con
mientras el niño o niña se escinde, se confunde. la sensación de ser un sobreviviente especial al
Este mecanismo psicológico es “exitoso” para el cual no podría pasarle nada.
adulto, al igual que el maltrato físico y el infan- Un intento por sentirse vivo se corresponde
ticidio, que tienen conexión. Un perpetrador se con el hecho o fantasía de extraer y apropiarse
justificó así: “yo tengo relaciones con mi esposa, de la vitalidad del niño o niña, incluso de sentirse
pero me es difícil, no podía dormir bien. Desde completo buscando identidad femenina. La an-
que estoy con ella (la hijastra de doce años) es- gustia de castración, según lo determinó Freud
toy mejor, el negocio anda bien, mi esposa me y desarrollaron otros autores posteriormente,
traía mala suerte”. además de los aportes de Joyce McDougall so-
Los perpetradores tienen dificultades graves bre la neosexualidad en 1985, no es suficiente
en su infancia, ausencia emocional de la madre, para explicar la pedofilia en donde la destructi-
relación escindida con ella y dificultad para vivir vidad y sensualidad se entrecruzan y alimentan
en estados depresivos que permitan elaborar mutuamente. Una aproximación a lo menciona-
duelos, así como experiencias de desamor, heri- do por Otto Kernberg (1987) como narcisismo
da narcisística extrema, e ira. Un pedófilo expli- maligno distingue la perversión de la perversi-
ca lo siguiente, como fuente de su conducta: “mi dad, definiendo esta como la transformación
infancia no fue fácil, sólo tuve hermanas y ma- intencional, consciente o inconsciente, de algo
dre, ni hermanos ni padre, ellas eran mayores y bueno en algo malo: amor-odio. En este sentido,
mi madre siempre trabajó; la empleada me per- la perversión se “enseña”, se eleva a otro nivel,
seguía y me refregaba la cara contra su genital, es el resultado de la investigación personal y va-
traté que los niños que estaban conmigo fueran loración precisa de su autor en busca del goce; y
felices”. Otro mencionó lo siguiente, respecto creyendo que entiende el goce ajeno, adoctrina
de por qué miraba y examinaba continuamen- y cree ser generoso y sincero, tal como ocurre
te los genitales de su hija de un año: “mante- con el pedófilo clásico; el narcisismo destructi-
nía mucha angustia o como desazón desde que vo está signado más por la psicopatía. Significa
ella nació y sólo la miraba, eso me calmaba. La falta de sentido de la relación cooperación-ex-
madre no me entendió cuando le conté que en plotación, comida-heces. La perversidad está al
verdad no conocía a las mujeres, ya que ella ha servicio del narcisismo maligno.
sido mi única pareja y nunca quiso hacer el amor La destrucción del vínculo del niño o niña con

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Abuso sexual infantil como práctica desestructurante

la madre es otro resultado enfrentado con de- manipulación masiva, e introduce una experien-
fensas y reparación maníacas, así que se dismi- cia de horror y confusión mantenida y poten-
nuye la envidia primaria. Esto, a su vez, permi- ciada con la desmentida. Una joven de 16 años,
te el surgimiento de un modelo de dominio y que vivía con sus abuelos de más de ochenta
aplastamiento que también puede operar en lo años, fue abusada por el tío (una persona de
grupal. tercera edad que los visitaba periódicamente
A partir de la desmentida y efectos del trauma por varios días, ya que vivía en otra ciudad), co-
agudo se produce la afectación del pensamien- menta: “cuando yo tenía como siete años, cuan-
to y el pensar del niño: la prohibición de decir do salía de la escuela, él me esperó escondido
es la de saber, se sabe y no se sabe al mismo por un sitio que era deshabitado en el campo,
tiempo. A partir de allí, se despliega un proceso me llevó a la fuerza a unos matorrales, ahí me
de rupturas a nivel cognoscitivo y emocional, y violó, y lo seguía haciendo cada vez que venía;
la no comprensión de situaciones inabarcables a veces en la noche se pasaba a mi habitación, o
por el niño es repetida en la llamada compulsión me encontraba en donde yo estuviera; era feo,
a la repetición, con los graves efectos a largo viejo y mandaba en todo, gritaba e insultaba en
plazo y la posibilidad de pasaje generacional. la casa a mis abuelos, ellos le tenían miedo, y yo
Es importante entender que el abuso niega no sabía cómo decirles. Él viajaba y me decía lo
la diferencia entre niña y mujer, toda historia y que hacía a otras niñas, me hacía mirar revistas
temporalidad, la realidad de la relación con la de sexo, me dijo que le hizo eso a las hermanas,
niña o niño, la adquisición de valores culturales, es decir, a mi mamá y mis tías desde que eran
y construye una nueva verdad; no hay depre- niñas, por eso creo que se fueron de la casa y,
sión, ni sensación de tristeza, no hay verdadera por eso, vivo con mis abuelos. A la empleada
dependencia de una persona, sino de una activi- también se lo hacía a la fuerza. Me obligaba a
dad; para el perpetrador no hay daño. El padre tomar pastas después que se dio cuenta de que
incestuoso cambia la verdad con explicaciones ya tenía la menstruación. Una vez que se incen-
que tienden a la justificación y normalización, y dió una habitación, yo creí que era él, pero él no
resultan destruyendo el pensar grupal. Esto dice estaba. Cuando él estaba, yo no dormía. Antes
una niña de nueve años: “él me dijo que todo de hacer que lo mataran fue porque trajo man-
el mundo lo hacía, pero que no lo decían, que teca de muerto que sacó del cementerio para
había que disimular, que en la antigüedad todos untarme a mí, que eso ponía bonita la piel. Yo
los padres tenían hijos con las hijas. Yo no sabía fui a la iglesia, pedí valor y perdón”.
qué creer, era muy raro, pero como él es profe- Las familias en las que ocurren estos casos ca-
sor de gente grande, que lo escucha y les hace recen de palabras y representaciones, de tem-
ejercicios y les hace dinámicas, le creí. Pero lue- poralidad y memoria, efecto de la desmentida.
go creí que era culpa mía porque todos decían El perpetrador omnipotente pero identificado
que estaba poniéndome muy bonita”. con la indefensión del niño nos muestra una
Pese a ello, la sociedad se debate entre una gran escisión que, junto con la desmentida, im-
idealización de la infancia y un maltrato genera- pide la evidencia de los hechos, sumiendo a la
lizado, evidente en lo que corresponde a los re- familia en un vórtice de repeticiones, a la vez,
cortes periódicos en la inversión social en salud, traumáticas y traumatizantes.
educación y recreación infantil, lo cual deja a los Los vínculos tienen sus particularidades en
niños en un sistema familiar cerrado, con mayo- este tipo de familias. Son vínculos que man-
res posibilidades de abuso y desprotección. tienen la simbiosis necesaria a la endogamia,
La aplicación de violencia a través de lo sexual con historias de madres o padres también
en la familia también expresa dominio masculi- abusados sexual o físicamente, o que conlle-
no a nivel colectivo, el dominio de un sector de van duelos sin resolución, o prácticas también
la sociedad sobre otro. Muchas veces un solo simbióticas o, de algún modo, una crianza
varón abusa sucesivamente de sus hijas, lo ha que reproduce esta vincularidad; esto abre la
hecho antes con sus hermanas y otras familia- comprensión hacia el concepto de transmisión
res desde su adolescencia; produce dominio y transgeneracional.

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Nancy de la Hoz

Efectos en la transmisión transgeneracional fenómeno del abuso sexual infantil desde lo fo-
rense. Este aún está a la espera de entender el
El lazo social está anclado a la cultura, en cuyo entramado social e histórico de la victimización
seno se encuentra el sujeto, y el entramado que para realizar propuestas de reparación integral y
lo hace existir como tal implica el reconocer y sobre salud, antes de ser reducidos a una fórmula
ser reconocido por el otro, y le permite sopor- técnica de dudosa eficacia.
tar las vivencias de tipo excitatorio que causa la La sociedad ha podido negar, en parte, el
presencia de ese otro, sin someterse ni llevar al establecimiento de una forma sistemática de
acto sus pulsiones. Este elemento queda roto en acceso sexual a la infancia que se concreta en
el abuso sexual infantil y se degradan los conte- redes pedófilas muy poderosas y políticas gu-
nidos afectivos e ideativos. bernamentales que privilegian la desinversión,
Los perpetradores internamente han orienta- lo que provoca la regresión social ligada al cui-
do los ideales del yo al narcisismo, lo cual tributa dado de la infancia.
a la pulsión de muerte y al fanatismo, que son La elaboración y comprensión del contexto y
dos destinos muy complejos de muy difícil, si no la historia de la familia y de la víctima son nece-
imposible, resolución; que traen daños a la po- sarias para la atención, que evite repetición, y
sibilidad de comprensión y más bien, generan requiere la memoria para no mantener separa-
complicidades. dos los objetos y sujetos implicados en el abuso
La acción traumática y sus representaciones sexual infantil (unos idealizados y otros perse-
repercuten en el niño o niña con los elementos cutorios), cuyo accionar excesivo sería propio
de la sexualidad bizarra y críptica pre-genital del trauma sexual.
del perpetrador. No pueden ser nombrados ni
sufridos, se incrustan de forma permanente; se Bibliografía
instala el silencio, se impone la repetición. Al
tiempo que la identificación con el objeto per- Bion, W. (1959). Ataques al Vínculo, en Volvien-
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Una lectura psicoanalítica de la película
Spotlight. Abuso sexual y estupro
Alicia Beatriz Dorado de Lisondo*

RESUMEN
Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro. La película Spotlight (Open Road
Films, 2015) versa sobre la investigación realizada por el diario The Boston Globe sobre los abusos sexuales
cometidos por sacerdotes. En este trabajo abordo: secretos y mentiras como toxinas que envenenan la perso-
nalidad; la verdad como nutriente de la vida mental; el poder del establishment; la imposibilidad de elaborar el
trauma cuando el dolor no puede ser compartido; la desmentida de la realidad; el fanatismo dogmático; el valor
de la publicación de la investigación al otorgar voz y visibilidad a lo silenciado; la importancia de la ley; el estu-
pro. Palabras clave: abuso sexual, mentiras, establishment, fanatismo, estupro.

ABSTRACT
A psychoanalytical reading of the film Spotlight. Sexual abuse and rape. The film Spotlight (Open Road Films,
2015) is about The Boston Globe’s research on sexual abuse by priests. In this work: secrets and lies as toxins
that poison personality; truth as nourishment of mental life; the power of the establishment; the impossibility of
elaborating trauma when pain cannot be shared; the denial of reality; dogmatic fanaticism; the value of the pu-
blishing on the research by giving voice and visibility to the silenced; the importance of law; the statutory rape.
Keywords: sexual abuse, lying, establishment, fanaticism, statutory rape.

RESUM
Una lectura psicoanalítica de la pel·lícula Spotlight. Abús sexual i estupre. La pel·lícula Spotlight (Open Road
Films, 2015) va d’una investigació realitzada pel diari The Boston Globe sobre els abusos sexuals comesos per
sacerdots. En aquest treball abordo: secrets i mentires com a toxines que enverinen la personalitat; la veritat
com a nutrient de la vida mental; el poder de l’establishment; la impossibilitat d’elaborar el trauma quan el
dolor no pot ser compartit; el fanatisme dogmàtic; el valor de la publicació de la investigació a l’atorgar llum
i visibilitat a allò silenciat; la importància de la llei; l’estupre. Paraules clau: abús sexual, mentida, establiment,
fanatisme, estupre.

Introducción encarnadas en el cardenal Law. Resistencias


de los familiares de los abusados, quienes acu-
La película Spotlight de McCarthy (Open Road san a las víctimas de ser mentirosos, para defen-
Films, 2015) es interpretada a la luz del psicoa- der fanáticamente a la Iglesia y a la religión.
nálisis. Esta obra de arte muestra las resistencias Publicar el resultado de la investigación es
para publicar en el diario la investigación sobre permitir que el público tome consciencia de
los abusos sexuales y pedofilia realizada por esta penosa realidad. Una aproximación a la
sacerdotes en Massachusetts. Resistencias del verdad de los acontecimientos. Es legitimar el
propio diario, como muestra la indignidad del dolor de niños y adolescentes psíquicamente
periodista Robinson, quien abandona la tarea. maltratados, violentamente sometidos a viola-
Resistencias de la Arquidiócesis de Boston, ciones ultrajantes en el cuerpo y en el alma.

*Psicoanalista Didacta, Docente, Psicoanalista de niños y adolescentes (GEP Campinase da SBPSP, IPA), Miembro de ALOBB,
Co-Coordinadora del Grupo de Adopción y Crianza (SBPSP), Miembro del Grupo de Investigación de Protocolo PRISMA
(SBPSP).
Contacto: [email protected]

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Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro

Esta situación traumática es potencializada de los problemas sobre abuso sexual y pedofilia
cuando no se puede compartir el sufrimien- y los ignoró. Robinson confesó que él dirigía al
to; cuando la confesión, la narrativa incipiente, equipo que, en 1993, había recibido una lista de
el llanto, precisan ser silenciados. El abuso es padres pedófilos, pero que no los investigó. Baron
desmentido en un ambiente contaminado por reconoce el valor del trabajo de Robinson con el
la hipocresía. Uno de los destinos posibles del equipo de Spotlight.
trauma es que se enquista en la mente. Escisio- Después que el diario gana una acción judicial
nes y aislamiento, característicos de los estados para que más documentos sean publicados, el
autistas, evitan el contacto humano. La identifi- equipo de Spothlight empieza a escribir la his-
cación con el agresor es camino frecuente; en toria, que publicará a comienzos del 2002. En la
lugar de ser pasivamente abusado, se busca ser primera página aparece un link para ingresar a
activamente el abusador. Las posibilidades de los documentos que acusan al Cardenal Law y un
elaboración del trauma son abortadas sin la po- número de teléfono solicitando que las víctimas
sibilidad de representación para tejer una red de sacerdotes pedófilos hagan la respectiva de-
simbólica. Las heridas en el psiquismo aguje- nuncia. A la mañana siguiente, la redacción del
rean el tejido mental. La compulsión repetitiva equipo Spothlight es inundada por las comunica-
busca una y otra vez alivio al dolor desgarrador. ciones de víctimas queriendo contar sus historias.
Destaco en la película ciertos temas relevan-
Argumento de la película tes para el propósito de este trabajo.

En el año 2001, el diario The Boston Globe La publicación de la investigación sobre los
contrata a un nuevo editor, Marty Baron, quien abusos sexuales en la arquidiócesis. Se abre la
lee un artículo de un abogado, Mitchell Garabe- caja de pandora de las víctimas
dian, que decía que el arzobispo de Boston, el
cardenal Law, sabía que el padre John Geoghan ¿Cómo entender las denuncias de las vícti-
estaba abusando sexualmente de niños y no ha- mas aprés-coup? El diario legitima el derecho
cía nada al respecto. Robinson, editor del time a que verdades sean re-veladas y abre espacio
Spotlight (“foco”), es el responsable de un pe- para que los acontecimientos vivenciados, si-
queño equipo que trabaja durante meses para lenciados, encubiertos por niños, adolescentes,
producir artículos de investigación. Baron pide familiares y la Iglesia encuentren la posibilidad
que ese equipo de Spotlight se dedique al caso. de expresión y visibilidad en una narrativa que
Al principio, se creía que la historia era sola- re-significa la historia sufrida. El dolor psíquico
mente de un padre que había sido trasladado puede ser compartido, el público de lectores se
en sus funciones a distintas ciudades. El equi- constituye como un gran otro capaz de tomar
po Spotlight descubre un patrón sobre el abu- consciencia sobre los abusos practicados por el
so de niños por sacerdotes en Massachusetts y clero, tema tabú. La documentación evidencia
un silenciamiento por la Arquidiócesis de Bos- los hechos y sustenta la confiabilidad de las de-
ton. Con la ayuda de un hombre que lidera una nuncias. Estos adultos, los niños y adolescentes
asociación de víctimas, los periodistas amplían de ayer, son invitados a no silenciar más. No son
la búsqueda abarcando a 13 sacerdotes. Este des-autorizados a pronunciarse y obligados a
hombre denuncia que ya le había enviado todo refugiarse en el mutismo, las escisiones, el ais-
el material al diario hacía algunos años y que ha- lamiento ante la incomprensión, la indiferencia,
bía sido ignorado. Mediante un ex-sacerdote que las amenazas, de familiares y religiosos.
trabajaba en la rehabilitación de padres pedófilos,
los periodistas descubren que el número de pa- El poder de la verdad. Secretos y mentiras, toxi-
dres puede llegar a 90. Después de la tragedia del nas que envenenan a la personalidad
11 de septiembre en Nueva York, la investigación
fue suspendida y retomada cuando Garabedian Tanto Freud como Bion sostienen que la ver-
le confiesa a Rezendes que existen documentos dad alimenta al alma humana. Ella es incognos-
públicos que prueban que el Cardenal Law sabía cible. Una cuestión epistemológica no permite

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Alicia Beatriz Dorado de Lisondo

alcanzar la verdad como la cosa en sí, en el refe- La publicación de la nota periodística busca
rencial kantiano. Siempre podemos aproximar- alcanzar el núcleo de la misión del periodismo:
nos a la verdad con humildad. Toda formulación, informar al público los hechos reales, para que
por más verdadera que sea, siempre tendrá una lleguen a la conciencia de todos. Están compro-
pitada de falsedad (De Bianchedi, 2001) que ilu- metidos con el conocimiento parcial pero con-
mina la imposibilidad de lograr su esencia, en el tundente, que fue conquistado paso a paso, en
referencial bioniano: “O”, la realidad última. la investigación.
La mentira envenena a la mente (Grinberg, Sor No es posible medir las conquistas sociales
y De Bianchedi, 1991). Ella es tóxica. Una menti- del periodismo de investigación (Sá, 2017). La
ra inicia un círculo pernicioso en un encadena- aproximación dosificada a la verdad puede pro-
miento que se potencializa (Lisondo, 2014). Una vocar la re-edición del trauma que ahora tiene la
mentira lleva a otra. posibilidad de ser estructurante (Tesone, 2016),
El mentiroso sabe sobre la verdad que enmas- al ser evocado y representado por la palabra.
cara. Mentir es un acto consciente. La Tabla ne- También otras escabrosas investigaciones
gativa de Bion es usada para registrar los ata- pueden aparecer y propiciar efectos preventi-
ques voraces a la verdad y a los vínculos. vos, al respetar la ley. El temor superyoico y la
En las listas investigadas por Spotlight, los tiranía de la estructura de los ideales impuesta
sacerdotes pedófilos eran trasladados a otras por las autoridades religiosas y los familiares, la
ciudades o aparecían con licencia médica. Estas impunidad a los torturadores, entre otros facto-
manipulaciones tenían como objetivo “borrar” el res, potencializaron el trauma sufrido.
abuso cometido y defender fanáticamente (Sor El link publicado en el artículo permite que los
y Senet, 2010) a la sagrada institución Iglesia y al lectores conozcan los documentos y entren en
establishment de cualquier posible de-velación contacto con los hechos, en lugar de seguir en
sobre la actuación de los padres abusadores. un estado de ceguera provocado por las peli-
En la película, el abogado de los abusadores grosas creencias.
miente para trabajar a favor del establishment. Las víctimas de abuso sexual no siempre pue-
En el sentido opuesto, los abogados del Boston den construir una identidad vertical (Solomon,
Globe consiguen los papeles confidenciales que 2012), como acontece en la transmisión psíqui-
envían a Rezendes. ca intergeneracional. Los padres, no abusados,
Garabedian es otro de los profesionales que no pueden ofrecer a los hijos un repertorio de
busca la verdad y la justicia. En la película, con- vivencias sobre esta atrocidad, como lo pueden
trasta su humilde oficina al ser comparada con hacer sobre la religión, valores, costumbres fa-
el lujo y la majestuosidad del inmueble del abo- miliares, etc. Esta comunidad de niños y ado-
gado corrupto. lescentes traumatizados precisan compartir
Cuando predomina la parte psicótica de la con sus pares, en un grupo de “iguales”, estas
personalidad, por la omnisciencia y la omnipo- experiencias para construir una identidad en la
tencia, no es posible discriminar entre verdad y horizontalidad (Solomon, 2012). El abuso sexual
mentira (De Bianchedi et al., 1993). El psicótico puede ser extraño a sus padres. La culpa incons-
rompe el contacto con la realidad. ciente y /o consciente de los progenitores por
El equipo de Spotlight busca la verdad con haber elegido esa escuela para los hijos puede
pasión. Más allá de conquistar lectores, del or- haber facilitado una sordera y una ceguera psí-
gullo personal por los desafíos vencidos, de una quica. La idolatría y veneración, como dogma
posible afirmación narcisista del nuevo editor y fanático en un vínculo de menos, menos amor,
de los periodistas de Spotlight, ellos, al entrar sepulta al pensamiento.
en contacto emocional con las víctimas, con la
corrupción del poder judicial y de la Iglesia, con Sobre las víctimas: abusados y abusadores
la lucha del abogado honesto, son con-movidos
por la fuerte experiencia emocional a enfrentar No quiero caer en el peligro de una división
y aprenden con la dolorosa realidad. Este equi- típica del maniqueísmo entre los abusados, por
po se transforma. un lado, y los abusadores, por el otro, en una

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Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro

lógica binaria. La tentación de una postura mo- del abuso mental. Una profunda desilusión. Un
ral, prejuiciosa, simplista, que impide el pensa- divorcio entre el discurso profesado y los he-
miento y mutila la complejidad de lo humano chos. La palabra pierde valor y credibilidad.
con una mente multidimensional, es muy peli- ¿Phill estaría inundado de culpa ante el suici-
grosa. dio de su padre? ¿En su mundo interno había
No hay duda de que el número de padres abu- realizado una fantasía parricida? ¿Se trataría de
sadores, la complicidad de las autoridades y las un sometimiento al abuso sexual, a procura de
estrategias para esconder los hechos muestran un padre vivo-muerto?
la corrupción institucional. Joe, un joven gay, le cuenta con vergüenza a
¿Qué hipótesis imaginativas podrían ser for- una de las periodistas, en un angustiado relato
muladas sobre los factores inconscientes en jue- entrecortado, que se sometió al abuso sexual
go en las criaturas en formación, en los religio- al sentir que su homosexualidad era aceptada
sos y en las instituciones? por el hipócrita sacerdote. Con el abuso se inició
Es un ejercicio del psicoanálisis aplicado fuera en la “vida sexual”. ¿El abuso realizado por un
de los muros del consultorio. sacerdote fue una bendición, una evidencia de
A partir de Freud (1921), el psicoanálisis nos la aceptación de su homosexualidad por la Igle-
ofrece valiosos aportes para comprender la im- sia? ¿Una realización invertida de su complejo
portancia del líder, a quien se le atribuyen fun- edípico? ¿Una búsqueda narcisista para lograr
ciones parentales, idealizado como un salvador, afirmación? La identidad sexual y el género son
idolatrado para soportar el ontológico desam- construcciones que no están predetermina-
paro humano (Lisondo, 2018). das por la constitución anatómica. Esta última
A su vez, Bion pone de manifiesto los supues- es apenas un factor a considerar entre tantos
tos básicos en el funcionamiento grupal, entre otros, que están entrelazados (Stitzman, 2011).
ellos, el de la dependencia al líder. Pero nos aler- Patrick, que está esperando un hijo, al empe-
ta acerca de que todos los supuestos básicos zar la confesión no quiere que su nombre apa-
están siempre presentes en la personalidad con rezca en la declaración, debido a la vergüenza
mayor o menor intensidad. y la culpa que le provoca la historia. Al sentirse
Un sacerdote religioso es una figura de auto- psíquicamente escuchado y contenido por el
ridad y poder, un representante del Dios-Padre. periodista, en el escritorio del abogado hones-
Estos atributos son usados con crueldad en la to, ya cuando estaba de salida, de pie, Patrick
película. Un niño, un adolescente, depende de decide autorizar que aparezca su nombre. Ya
seres que puedan ejercer funciones parentales, no precisa silenciar su historia; ahora se puede
suficientemente buenas, para el desarrollo men- apropiar de ella.
tal, por la prematura condición ontológica del Una mujer entrevistada revela su dolor resen-
ser humano al nacer. Es importante no confun- tido. Cuando era niña, su relato fue ridiculizado
dir el lenguaje de la ternura con el lenguaje del por la madre -fanática religiosa- en fuerte alian-
erotismo, tal como afirma Ferenczi (1932). za perversa con la Iglesia. La progenitora recibía
De la imitación se camina hacia la identifica- al religioso abusador con reverencia en la casa.
ción en la construcción, siempre inacabada, de Más allá del abuso sexual, el poder de la palabra
la propia identidad. de esta niña fue desautorizado por su madre.
Phill, una de las víctimas, revela que él sólo te- ¿Esta hija viviría en el abuso la realización de su
nía 12 años cuando su padre se suicidó y que su fantasía infantil de relacionarse sexualmente con
madre era esquizofrénica. En este escenario de el padre biológico, desplazada en la figura del
dolor y sufrimiento, apareció el sacerdote abu- religioso? ¿Este abuso consistiría en un ataque
sador, en la casa, para una visita de consuelo. La a su madre, excluida de la escena, tal como ella
presencia del clérigo fue casi interpretada como podía sentirse excluida de la cámara nupcial?
siendo la visita de un Dios. El frágil púber, en Una de las periodistas, al buscar pruebas al
pleno duelo, se somete al maltrato del farsante estilo Sherlock Holmes, llega a la casa de un
en busca de refugio, protección y amparo. El religioso corrupto. En la puerta de entrada, él
trauma se hace más grande ante la violencia niega las acusaciones de abuso sexual porque

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Alicia Beatriz Dorado de Lisondo

no tenía placer. Este religioso también había la sexualidad “prohibida” en forma perversa.
sido abusado cuando era niño y entonces, con Una sinfonía del polimorfismo infantil, con
su experiencia, se autorizaba a diferenciar el pathos representado. Una confusión de las zo-
abuso de otras prácticas sexuales igualmente nas erógenas (Meltzer, 1973) y geográficas, vo-
perversas. Como muestra la experiencia clínica racidad sin placer, goce irresponsable, predomi-
y la literatura, el otrora abusado puede devenir nio de la sensorialidad en una lujuria voluptuosa,
abusador más tarde. La hermana del sacerdote, diversión estéril, violación de la privacidad (Har-
cuando escucha la conversación, sale furiosa y tke, 2016), fantasías omnipotentes de intrusión
cierra violentamente la puerta, expulsando a la (Meltzer, 1994), tropismos de asesinato y de
periodista que encarna la posibilidad de investi- parasitismo destacados (Bion, 1992). El otro es
gación y conocimiento. reducido a la condición de objeto en lugar de
En la mente de los abusados, el trauma está en ser un sujeto.
carne viva. Fue silenciado por miedo, vergüen- ¿Será que el abuso sexual -a posteriori (Nach-
za, culpa, sometimiento a la autoridad, pavor de traglich) también desmentido- no pretende jus-
venganzas y de represalias. tamente desmentir (Verleugnung) las fantasías
Desde Freud, sabemos que el niño construye primarias de castración, la falta básica del ser hu-
fantasías incestuosas con sus progenitores: los mano? ¿El abuso sería un ataque envidioso a los
deseos sexuales infantiles. El abandono de la alumnos, jóvenes fieles, equiparados simbólica-
teoría de la seducción, como hecho real, abre mente a los hijos de mamá? ¿No habría un ataque
el portal para enaltecer las fantasías psíquicas, a la casa de Dios, cuerpo-matriz de la madre?
como acontecimiento universal. Entretanto,
cabe a Laplanche retomar el tema de la seduc- El poder del establishment: la Iglesia, el colegio,
ción, para elucidar la teoría de la seducción ge- el poder judicial corrupto, la comunidad
neralizada. En ella explicita que el adulto inocula
en la cría significantes enigmáticos. La penetra- Bion (1970), en Atención e Interpretación defi-
ción no es concretizada mediante el órgano se- ne al establishment como el cuerpo de personas
xual. Es una penetración mental. que, por lo general, puede esperarse que ejer-
En el abuso sexual, el niño, el adolescente y zan el poder y la responsabilidad en virtud de
también los adultos, realizan fantasías edípicas. su posición social, fortuna y dotes intelectuales
Las leyes de parentesco -la ley de todas las le- y emocionales.
yes-, la estructura de los ideales y el superyó El establishment puede referirse al mundo in-
son transgredidos. La culpa, la vergüenza y el terno de una persona, a un grupo, o a la clase
pavor inundan el psiquismo por el crimen come- imperante en un grupo. La Iglesia, el Poder Ju-
tido. Es evidente que el psicópata inescrupuloso dicial y la comunidad en Boston son las institu-
no siente culpa. ¡¡Él inocula acciones en el otro!! ciones abordadas.
Cabe destacar que el abuso sexual niega la di- El establishment formula leyes, reglas o pen-
ferencia entre las generaciones y la diferencia samientos para hacer más tolerables las com-
de sexos, para Chassuet-Smirgel (1988), base prensiones de individuos geniales, protegiendo
del principio de realidad. a la sociedad del resplandor a veces intolerable
También potencializa “el terror sin nombre” de las ideas de los genios. Además, permite y
(Bion, 1962), es decir, el temor a la pérdida total facilita a los miembros del grupo el acceso a la
de significado de las experiencias emocionales idea innovadora, productora de cambios catas-
aberrantes y paradójicas. El desamparo catas- tróficos de grandes dimensiones.
trófico, ante la privación de las funciones pa- En la película, el nuevo editor encarna la te-
rentales (Lisondo, 2018), provoca la vivencia de mida revolución al reiniciar la investigación
profunda orfandad. sobre la pedofilia en la ciudad. Baron, el nue-
Un ex-sacerdote psiquiatra, responsable de vo profesional judío, cuando visita al cardenal
un centro de rehabilitación de religiosos pedó- Law, es sobornado y recibe como regalo del car-
filos, atribuye al celibato y a los dogmas religio- denal una Biblia. ¿No es ésta una evidencia de la
sos fanáticos (Sor y Senet, 1992) la aparición de falta de respeto a la diferencia en una relación de

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Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro

alteridad? Esta Biblia en este contexto, ¿no sería La investigación sobre el abuso sexual ya
un claro ejemplo del imperio de la idea única y había sido descartada por el equipo editorial
dogmática: la doctrina cristiana? anterior, ante el miedo intimidatorio, las ame-
La revelación del abuso sexual es la idea nue- nazas y el riesgo de perder lectores al enfrentar
va que el establishment no puede contener ni a la poderosa Iglesia.
tolerar; así evita la turbulencia. Esta publicación también le permite al diario
Bion exploró la relación entre la idea nueva ejercer una reparación simbólica por la desus-
como contenido (♂) y el establishment como tancia (renuncia) anterior.
continente (♀).
Boston es una ciudad provinciana. Tanto los Estupro
padres de la Iglesia como los docentes de la
tradicional escuela religiosa son personalida- Merece también destacar el horror del estupro
des conocidas en la comunidad. Hay muchos y el embarazo como consecuencia. Tema este,
vínculos (entrelazados) cruzados que tejen una en lo abordado en la película, y consecuencia
transmisión psíquica transgeneracional en una frecuente del abuso sexual.
historia de secretos y mentiras (Lisondo, 2014) En una cultura históricamente machista, en
e ideas entrelazadas (Stitzman, 2011). La hipo- la cual la mujer era y continúa siendo vista aún
cresía en la fiesta con prestigiosas figuras de la como si fuese un segundo sexo sometido y
comunidad y la reunión en el tradicional colegio sirviente, el estupro es desmentido, la violen-
católico entre el periodista, ex-alumno, con las cia rechazada. Ella es interpretada como ser
autoridades de esa institución, ex-colegas, reve- deseante del acto sexual hediondo, con cons-
lan las resistencias para que la verdad aparez- ciencia, gozo y participación activa en el acto
ca. El abuso sexual en la comunidad es un tema que más tarde denuncia como crimen. Un di-
tabú en la Iglesia, en el colegio y en el poder ferencial de poder entre los géneros permea
judicial corrupto. la cultura.
El mentiroso status precisa ser mantenido a En diferentes países, la legislación ora permi-
ultranza como siendo cierto, en lugar de la ver- te, ora condena el aborto del bebé concebido
dadera calificación. La estabilidad de las jerar- en un estupro. Cuando es posible acceder a un
quías precisa ser exaltada. aborto en condiciones seguras, la mujer que de-
Las investigaciones son atacadas de todas las cide tener al hijo es autora de su gesto. No está
formas, dogmáticamente en un medio fanático acatando una decisión tomada por el estado.
de menos menos conocimiento (- - K). ¡Es peli- Las víctimas que optan por el aborto pueden
groso acercarse a la verdad! Registros y prue- también arrepentirse, entrar en profunda depre-
bas desaparecen para esconder la realidad. No sión con tendencias suicidas. ¡¡El hijo puede ser
hay espacio para la incertidumbre, la duda, la abortado, pero no la experiencia!!
frustración, el misterio y lo aleatorio que están Deseo destacar las implicaciones psíquicas
contenidos en el verdadero conocimiento. del nacimiento de ese bebé concebido en un
estupro.
La sabia curiosidad que promueve la investiga- El infans nace con el estigma de una concep-
ción ción traumática y horrorosa, permeada por la
crueldad y la violencia, muchos a la espera de
Para Bion (1962) el deseo de conocer (vínculo adopción. El hijo es fruto de la dominación y no
K) es tan importante como el vínculo de amor del deseo.
(L) y el vínculo de odio (H). El embarazo puede ser la repetición perma-
Los periodistas seleccionados por el diario nente de la tortura. El feto puede ser para la mu-
-Spotlight- para las investigaciones especia- jer que fue estuprada, un cuerpo extraño. Ese
les tienen una actitud de asombro y curiosidad bebé encarna la presencia del algo. Él es testi-
que los motiva a investigar los hechos en un monio del acontecimiento que la madre quiere
vínculo de conocimiento (K), en contacto con olvidar. ¿Cómo vincularse con un hijo que evoca
la realidad. en su origen la tragedia?

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Alicia Beatriz Dorado de Lisondo

El padre biológico es para la madre la encar- http://www.psicoanalisisapdeba.org/wp-con-


nación del demonio. Ahora el hijo es portavoz tent/uploads/2019/03/012001bianchedi.pdf
de esa herencia transgeneracional maldita. Mi- De Bianchedi, E. T., Bregazzi, C. et al. (1997). As
tad de sus genes son del mal. Cuando la convi- múltiplas caras da mentira. Trabajo presen-
vencia con este infans, fruto de la perversidad tado durante el Congreso Internacional del
humana, es inimaginable, la salida es la entrega Centenario sobre la obra de W. R. Bion. Turín,
del bebé para adopción. En el origen de este Italia.
niño adoptado, el secreto sobre su concepción Ferenczi, S. (1932). Confusão de línguas entre os
será una sombra en su vida. adultos e a criança: a linguagem da ternura e
da paixão. Rev. Psicanal. Porto Alegre, 13 (1),
A modo de (in) conclusión 13-24, 2006.
Freud, S. (1921). Dos masas artificiales: Iglesia y
Este trabajo pretende convocar la responsa- ejército. En Obras Completas, 18, 89-95. Bue-
bilidad social del psicoanálisis, para participar nos Aires: Argentina: Amorrortu.
activamente en la sociedad y en la cultura. Grinberg, L., Sor, D. y Bianchedi, E. T. (1991).
Importa resaltar que el abuso sexual sufrido Nueva introducción a las ideas de Bion. Ma-
en la infancia o adolescencia no tiene el poder drid: Tecnipublicaciones.
de condenar un destino. Hoy estamos a contra- Hartke, R. (2016). The Oedipus complex: a
mano de una causalidad determinista. La teoría confrontation at the central cross-roads of
de la complejidad nos autoriza a reconocer el psychoanalysis. J. Psychoanal., 97 (3), 893-913.
entrecruzamiento entre varios conjuntos de fac- Lisondo, A. B. D. (2014). Comentários sobre o
tores que se intersecan en la construcción de la filme Segredos e mentiras, de Mike Leigh, à luz
subjetividad, marcada por la ambigüedad y la da adoção: filiação simbólica e filiação diabó-
incertidumbre. Es imposible predecir los efectos lica. En: Cynthia Ladvocat y Solange Diuana,
que el abuso sexual puede tener en la mente de Guia de adoção: no jurídico, no social, no psi-
los protagonistas. cológico e na família. São Paulo: Roca.
Todos los participantes de una situación de Lisondo, A. B. D. (2018). O desamparo Catastró-
abuso necesitan de ayuda específica. fico ante a Privação das Funções Parentais.
Con la esperanza que el poder del psicoaná- Na adoção, a esperança ao encontrar o objeto
lisis con sus teorías, profundidad reflexiva, ex- transformador. En R. A. A. Mello y W. Nunes,
periencia y ética, pueda ofrecer continencia en Desamparo e a mente do analista, pp. 193-232.
la cultura, para no más silenciar la barbarie del São Paulo: Blucher.
abuso sexual infantil y transformar la vida de las Meltzer, D. (1973). Estados sexuais da mente.
víctimas con el acceso a nuestra ciencia-arte. Rio de Janeiro: Imago.
Meltzer, D. (1994). Claustrum. Una investigación
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do jardim. Porto Alegre: Artes Médicas. retor-de-stanford.shtml
De Bianchedi, E. T. (2001). Mentiras y falseda- Solomon, A. (2012). Longe da árvore: pais, filhos
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rado de: hia das Letras.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 105-112 111


Una lectura psicoanalítica de la película Spotlight. Abuso sexual y estupro

Sor, D. y Senet, M. (2010). Fanatismo. Buenos na subjetividade de crianças que sofreram vio-
Aires: Ediciones Biebel. lências sexuais. Dominique, o incesto entre as
Stitzman, L. (2011). Entrelazamiento. Un ensayo dobras do nomeou a ig-nominia. Presentado
psicoanalítico. Valencia: Promolibro. en la Sociedade Brasileira de Psicanálise de
Tesone, J. E. (2016). Consequências disruptivas São Paulo.

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En primera persona*

Una serie de catastróficas desdichas

Mi nombre es Aurora Martín, tengo 40 años y nos dejaba a cargo de mis abuelos o de alguno
fui víctima de abusos sexuales durante la infan- de mis tíos. Formábamos parte de una gran fa-
cia por parte de varios miembros de mi familia. milia pero también muy conflictiva. Mis tíos eran
Desgraciadamente, no fue ésa la única cir- 10 hermanos en total. Problemas de drogadic-
cunstancia dolorosa que me tocó superar. Crecí ción, cárcel, alcoholismo o ludopatía eran, por
en una familia desestructurada, hija de una ma- desgracia, más que habituales y en un entorno
dre soltera y con problemas de esquizofrenia, así, nada bueno podía presagiar a dos infantes
sin apenas recursos y en uno de los peores ba- desvalidos como nosotros.
rrios de Barcelona, rodeada de miseria y degra- Pasábamos habitualmente hambre y frío en la
dación. Las consecuencias de todo aquello aún, destartalada y húmeda barraca que mi madre
a día de hoy, suponen una pesada carga que podía permitirse. Recibíamos insultos y palizas
apenas puedo sobrellevar. Sin embargo, tras a diario por parte de madre, abuelos y tíos y la
décadas de sufrimiento en soledad, hace poco educación que podíamos recibir dejaba mucho
tomé la difícil decisión de hablar, de contar lo que desear, sin ningún referente del que apren-
sucedido a los demás a cara descubierta y de no der las más elementales reglas del comporta-
soportar esa carga sola nunca más. miento. Varias veces acabamos ingresados por
Hablar parece tan sencillo… y sin embargo, no desnutrición o deshidratación y, a medida que
lo es. Desnudar tu alma sin tapujos es lo más di- crecíamos, nos veíamos más y más solos, sin
fícil a lo que una se pueda enfrentar, pero tengo nadie que pudiera hacerse cargo de nosotros y
claro que es lo correcto. Me ha costado mucho con el agravante de que la esquizofrenia de mi
esfuerzo llegar hasta aquí, pero ahora veo que el madre la llevaba a arrastrarnos a sus grotescas
silencio no es una solución para nadie si quere- paranoias, mientras, a nuestro alrededor, todos
mos cambiar las cosas. Cuando pienso en todas giraban la cabeza para mirar hacia otro lado.
las personas que han pasado y siguen pasando A los seis años sufrí mi primera agresión sexual
por la misma situación, la sola esperanza de que por parte del marido de la mayor de mis tías. Me
mi experiencia pueda ayudarlas a entender, a violó de una forma tan brutal que incluso sentí
pasar página, a seguir los pasos de aquellas que que mi vida peligraba. Después de aquella pri-
ya han dado un paso al frente, me anima a se- mera vez, hubo muchas otras. Me perseguía y
guir adelante. me arrastraba hacia lugares donde no hubiera
Mi historia bien podría titularse como aquella otras personas para poder abusar sexualmen-
película de Jim Carrey, “Una serie de catastró- te de mí. En verano, mientras mis primos, entre
ficas desdichas”. Nacida en Barcelona, me crie ellos sus hijos, se bañaban alegremente en la ru-
junto a mi hermano mellizo en un barrio de ba- dimentaria piscina del patio de su casa, yo veía
rracas del monte del Carmelo. Mi madre -nunca con humillación como debía pasar por el cuarto
tuvimos padre- trabajaba de noche y cuando no de las herramientas con él y dejarle hacer lo que
nos encerraba en la habitación hasta su vuelta, quisiera conmigo si quería poder unirme a ellos.

* Esta sección pretende dar espacio y voz a las experiencias en primera persona, tanto de profesionales como de pacientes.
Si quiere enviarnos la suya o conoce experiencias que considera que pueden ser interesantes, puede hacerlo por correo a
[email protected]

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 113-115 113


En primera persona

La situación se repetía con tanta frecuencia que A medida que entraba en la edad adulta, sur-
incluso llegué a normalizarla. gieron los problemas psicológicos y una inter-
Me sentía totalmente sola y desamparada. No minable lista de duras secuelas, muchas de las
podía hablar del tema con nadie porque mi abu- cuales aún persisten a día de hoy. A pesar de
sador me había amenazado con contar a todos todas las dificultades, continúo luchando por in-
que estaba tan loca como mi madre. tentar llevar una vida normal como cualquiera.
Por si no fuera suficiente, aunque sí fue el Pero creedme cuando os digo lo complicado
peor, no fue el único de mis familiares en abusar que resulta para una persona salir de tal pesadi-
sexualmente de mí. Hasta tres primos segundos lla, del torbellino de emociones que te envuelve
por parte de mi abuela lo hicieron en repetidas diariamente y con el cual hay que lidiar hora tras
ocasiones, en una práctica que al parecer era hora, día tras día, año tras año,… Lo sencillo, lo
más que habitual en aquel entorno tan degrada- que desearías hacer cada vez que sientes fla-
do que nos rodeaba. quear tus fuerzas, es recurrir a la autodestruc-
En el año 1990, dentro del marco de los Jue- ción, a la evasión, a desaparecer para siempre
gos Olímpicos de Barcelona ’92, el ayuntamien- del mundo que te ha llevado hasta ese punto.
to decidió derribar el barrio de barracas en el No soy la única a la que le ha tocado vivir una
que vivíamos y nos mudamos a Nou Barris, a un situación como esta. Lamentablemente, son mu-
bloque de pisos aislado y macizo en el que ya chos a los que les toca sufrir las graves secuelas
nunca más sufriría abusos por parte de nadie. que las experiencias traumáticas en la infancia
No fue, sin embargo, el final de la pesadilla, por pueden dejar en los niños. En parte, el propósi-
lo que he podido averiguar más tarde. Prote- to que persigo explicando mi experiencia es el
gida frente al depredador que durante tantos de ejemplificar cómo los niños que han sufrido
años había abusado de mí, este optó por buscar abusos o agresiones sexuales y no han recibido
y atacar a otras niñas de la familia y del barrio ayuda a tiempo, en el momento que cesan esos
para seguir sembrando el terror como antes hi- abusos se convierten en adultos rotos, deshe-
ciera conmigo. chos y perdidos en un mundo en el cual no sa-
Desde aquel momento, y durante muchos ben manejarse porque nadie les ha ensañado a
años, me dediqué inconscientemente a arrinco- hacerlo; porque su estructura más básica física
nar y silenciar a la niña que había sido y tanto y cerebral ha sido brutalmente dañada.
había sufrido, como si así pudiera hacerla des- Las secuelas perduran en el tiempo duran-
aparecer para siempre y comenzar de nuevo. te años. Son años de calvario, de sufrimiento,
Pero, a medida que me convertía en mujer, lo de angustia y de soledad. Ningún niño o niña
único que conseguí fue impedir mi propio cre- merece pasar por algo así, ver vulnerados sus
cimiento interior, mantener a la niña que fui en- derechos fundamentales y más básicos. Como
cerrada en una cárcel de confusas emociones, sociedad, debemos proteger a los niños por
callada, dolida y avergonzada, mientras aguar- encima de cualquier circunstancia. Es nuestra
daba el momento de salir. La culpaba a ella de obligación entenderles, escucharles y, por en-
todos mis males, cuando no era más que una cima de todas las cosas, darles amor. Nuestros
niña que sólo añoraba jugar, soñar y reír, como gobiernos y estamentos públicos deberían ga-
lo debería poder hacer cualquier niño. rantizar los recursos necesarios, tanto sociales
Crecí y estudié como pude, aunque mi madre como sanitarios, para que eso ocurra. Sin em-
aún seguía enferma y aquejada de constantes bargo, hay un vacío evidente en la actualidad,
crisis de esquizofrenia. Como durante mi infan- porque no hay ningún recurso sanitario o social
cia todos nos daban de lado y pese a avisar a público destinado a las víctimas supervivientes
familiares, docentes y a entidades varias de lo de abusos o agresiones sexuales en la infancia.
que sucedía, no llegamos a recibir nunca la ayu- Es especialmente importante hacer hincapié
da que necesitábamos. De nuevo me veía sola y en el ámbito familiar, dado que hasta el 90 %
desamparada, tratando de tirar adelante en un de los abusos sexuales ocurren dentro del seno
mundo que no se paraba a esperar a los reza- de la propia familia. Son casos de especial sufri-
gados. miento y dolor, porque más allá de los propios

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En primera persona

abusos, el infante ve cómo sus seres más cerca- todo, quiero aferrarme a la vida, por mi hijo, por
nos, los que deberían protegerle, son los que le el hogar que he construido junto a mi marido.
dan la espalda, llevándole a una soledad abso- He tenido la suerte de poder ver más allá de
luta e irremediable. En cambio, es en el ámbi- lo que pasaba en el seno de un núcleo familiar
to familiar donde mayor ocultación hay de los corrompido, de escapar del infierno en el que
abusos por miedo a las represalias del resto de he estado sumergida durante tantos años, de
la familia, por temor al qué dirán o por no creer a comprender que esa no es la vida que quiero
las víctimas. A menudo, esas situaciones llevan a para mí y para los míos y de conseguir las fuer-
los infantes a seguir siendo sometidos a los abu- zas necesarias para luchar para que otros no
sos durante años, pese a haberlo denunciado pasen por lo mismo.
a otros miembros de la familia. Y cuando, años Todos deberíamos ser conscientes del dolor
más tarde, las víctimas se tornan independien- que genera este grave problema y de todos los
tes y finalmente tienen la fuerza necesaria para niños afectados aún hoy día: uno de cada cin-
denunciar frente a las autoridades, entonces tie- co, según las estadísticas. Es el deber de todos
nen todo en su contra y la mayoría de casos se trabajar para cambiar esta situación y disponer
dan de bruces contra la prescripción. tanto de las garantías necesarias para evitar que
Pese a la experiencia vivida, me considero una ocurran más casos como de los recursos ade-
persona afortunada. Afortunada porque todos cuados para dar el soporte necesario a los que
los sucesos traumáticos por las que he pasado ya los han sufrido. Los niños son nuestro futuro
me han hecho ser la mujer que soy hoy en día. y es nuestra obligación, moral y ética, cuidarlos
Gracias a ella y a años de terapia, he aprendido y protegerlos, ya sea en el ámbito público, fami-
y he podido crecer como ser humano. Ahora sé liar o social.
que la aflicción que habita en mí me acompa-
ñará para siempre. He aceptado que el deseo Aurora Martín Tarancón es una activista en
de morir seguirá intentando seducirme mien- favor de los derechos de las víctimas de abuso
tras viva. Pero también sé que, por encima de sexual.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4, 113-115 115


116
Consejo Directivo Fundador (2003-2017)
Alfons Icart (director)
Alberto Lasa
Jorge L. Tizón
Francisco Palacio
Juan Manzano
Mercè Mitjavila
Eulàlia Torras de Beà

Consejo Asesor Fundador (2003-2017)

Jaume Aguilar (Barcelona) Ana Jiménez Pascual (Alcázar de San Juan)


Charo Alonso (Sevilla) Paulina F. Kernberg (USA)
Marina Altmann (Uruguay) Lluís Lalucat (Barcelona)
Delza María S. F. Araujo (Brasil) José María López Sánchez (Granada)
Alejandro Ávila-Espada (Salamanca) Montserrat Martínez (Barcelona)
Josep Ballester (Barcelona) Maite Miró (Barcelona)
Valentín Barenblit (Barcelona) Josep Moya (Sabadell)
Jaume Baró (Lleida) Eulàlia Navarro (Sant Boi de Llobregat)
Lluís Barraquer Bordas (Barcelona) Montserrat Palau (Sant Boi del Llobregat)
Hilda Botero C (Colombia) Fàtima Pegenaute (Barcelona)
Teresa Brouard Aldamiz (Bilbao) Fernando Pêgo (Portugal)
María Jesús Buxó (Barcelona) Alberto Péndola (Perú)
Maria Jose Cordeiro (Portugal) Esperanza Pérez de Plá (México)
Júlia Corominas (Barcelona) Roser Pérez Simó (Barcelona)
Bettina Cuevas (Paraguay) Carles Pérez Testor (Barcelona)
Fernando Delgado Bermúdez (Sevilla) María Angeles Quiroga (Madrid)
Mª Dolores Domínguez (S. de Compostela) Ignasi Riera (Barcelona)
Robert N. Emde (USA) Giancarlo Rigon (Italia)
Leticia Escario (Barcelona) Jaume Sabrià (Sant Vicenç dels Horts)
Consuelo Escudero (Madrid) Manuel Salamero (Barcelona)
María Edelmira Estrada (Argentina) Paloma San Román Villalón (Albacete)
Anna Fornós (Barcelona) Elena Toranzo (Argentina)
Cayetano García-Castrillón (Sevilla) Josep Toro (Barcelona)
Pablo García Túnez (Granada) Marta Trepat (Lleida)
José García Ibáñez (Reus) Maren Ulriksen de Viñar (Uruguay)
María Dolores Hierro (Tarragona) Mercedes Valcarce Avello (Madrid)
Guillem Homet (Premià de Dalt) Mercedes Valle Trapero (Madrid)
Joaquín Ingelmo (Badajoz) Llúcia Viloca Novellas (Barcelona)

Psicopatol. salud ment. 2020, M4 117


118
Publicación de originales

La revista Psicopatología y salud mental del niño y del adolescente se propone como objetivo prioritario
profundizar en el conocimiento teórico, la investigación, la práctica clínica y la atención psiquiátrica, en
salud mental de la infancia y la adolescencia. También quiere ser en un espacio de difusión y defensa de un
modelo asistencial sustentado en la psicología relacional.

Los originales a presentar podrán referirse a los ámbitos siguientes: clínico (temas de psicopatología infan-
til y juvenil); institucional (experiencias sobre atención ambulatoria, hospitalización total y parcial, trabajo
grupal); interdisciplinar (aportaciones desde el campo de la pediatría, neurología, ciencias sociales, jurídicas,
pedagogía) e investigación (informes sobre estudios y trabajos de investigación epidemiológica, psicote-
rapeútica y psicofarmacológica). La revista tendrá, además, secciones independientes dedicadas a reseñas
bibliográficas y de actividades, cartas de los lectores, así como un apartado dedicado a «segunda publica-
ción» en el que por su especial interés –y de acuerdo con los criterios y recomendaciones Vancouver–, se
darán a conocer artículos o trabajos que ya han sido publicados en otra revista y/o idioma.

Información para el envío de manuscritos


1. Los trabajos a publicar deberán ser inéditos.
2. Los originales se presentarán a doble espacio en su totalidad y tendrán, en general, una extensión máxima
de 30.000 carácteres (aproximadamente una 13 páginas Din-A4). Estarán ordenados de este modo: página del títu-
lo, resumen y palabras claves, texto, agradecimientos, bibliografía y tablas. Cada uno de estos aparta dos se iniciará
en una página nueva, numeradas correlativamente.

Página del título. Será la primera página y constará de: a) título del artículo; b) nombre del autor o autores,
profesión y lugar de trabajo de cada uno de ellos; c) nombre del centro o institución a los que el trabajo
debe atribuirse; d) renuncias, si las hubiera; e) e-mail de contacto.

Resumen y palabras claves. La segunda página constará de un resumen en castellano y en inglés de no más de
450 carácteres (aproximadamente unas 7 líneas de texto). Este resumen incluirá los aspectos más relevantes
del trabajo presentado e irá acompañado de tres a cinco palabras claves, también en castellano e inglés.

Texto. Se iniciará en la tercera página. En general, y siempre que sea oportuno, el texto del trabajo constará de: intro-
cucción -exponiendo los objetivos y antecedentes-, material/método, resultados y discusión - destacando los aspec-
tos nuevos y relevantes del trabajo, así como las conclusiones que de ellos se derivan.

Agradecimientos. Esta nueva página incluirá, si los hubiera, los nombres de aquellas personas y/o instituciones que los
autores consideran que deben ser citadas y el tipo de contribución.

Bibliografía. Las referencias bibliográficas se incluirán en una lista ordenada alfabéticamente. En el texto se presenta-
rán de la forma «(Icart y Freixas, 2003)». Los autores comprobarán que las referencias del texto y la lista concuerden
y se añadirá «et al.» cuando haya seis o más autores. Las referencias de un mismo autor(es) que correspondan a años
diferentes se ordenarán comenzando por la más antigua.
- Libros. Se citarán de esta forma: Autor, A., Autor, B. y Autor, C. (año). Título. Lugar: Editorial.
Ejemplo: Icart, A. y Freixas, J. (2013). La familia. Barcelona: Herder.
- Revistas. Se citarán de esta forma:
Autor, A., Autor, B. y Autor, C. (año). Título del artículo. Título de la revista. XX, pp.
Ejemplo: Larbán, J. (2013). Transmisión psíquica inconsciente de contenido traumático. Psicopatol. Salud
ment., 22, 19-25.

Tablas y gráficos. Se presentarán en una hoja independiente, numeradas correlativamente según el orden en
que aparecen en el texto, con un breve título para cada tabla y/o gráfico. En caso de que se utilicen abreviatu-
ras o símbolos, la explicación se colocará en la base de la figura o tabla correspondiente.

Psicopatol. salud ment. 2020, M4 119


Protocolo de publicación:
1. Los materiales recibidos serán revisados anónimamente por un Comité Lector, integrado por
expertos en los diferentes ámbitos. A los autores se les informará de la aceptación de los origi-
nales y, en el caso de que deban ser modificados, recibirán los comentarios del Comité Lector
que puedan serles útiles para su posterior publicación.
2. Los manuscritos aceptados se someterán a un proceso de edición y corrección siguiendo
el libro de estilo de la revista. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva del
autor(es).
3. Cartas de los Lectores es una sección que desea promover y facilitar el debate y la exposi-
ción de opiniones y comentarios sobre los materiales publicados, así como sobre aquellas
cuestiones que conciernen a la salud mental infantil y juvenil. Las declaraciones expresadas
en esta sección sólo son atribuibles a sus autores y no reflejan la postura de la revista. La
cartas no deberán superar los 5000 carácteres y se presentarán a doble espacio y firmadas.
La decisión de publicar las cartas recibidas recaerá exclusivamente en el Consejo Directivo.
4. Siempre que sea posible los originales se enviarán por correo electrónico o soporte infor-
mático, etiquetado con el título del artículo, nombre del autor y del archivo) en formato
Word (haciendo constar la versión empleada).
Además de los textos en formato electrónico, también se enviarán dos copias en papel que
incluyan el texto completo y los gráficos, junto con una carta de presentación. En todas las
copias se indicará un autor responsable de la correspondencia con su dirección completa,
teléfono y e-mail. Cuando el envío se realice en formato electrónico, en la carta de presenta-
ción se hará constar que la versión electrónica y la impresa son idénticas. Todos los artículos
enviados tendrán acuse de recibo.

Los trabajos deberán enviarse a:

Jefe de Redacción
PSICOPATOLOGÍA Y SALUD MENTAL
C/ Cardenal Vidal i Barraquer, 28
08830 Sant Boi del Llobregat (Barcelona) - España
E-mail: [email protected]

120 Psicopatol. salud ment. 2020, M4


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Número tarjeta Fecha caducidad
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Entidad Oficina D. Control Nº cuenta

Firma: Ruego tomen nota de que hasta nuevo aviso deberán adeu-
dar en mi cuenta el recibo presentado anualmente por Fun-
dació Orienta

*Para América Latina, la Fundació Orienta colabora subvencionando los gastos de envío de la revista.

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M
4 REVISTA DE
MONOGRÁFICO Nº 4 - ENERO 2020 - ABUSO SEXUAL INFANTIL
PSICOPATOLOGÍA
Y SALUD MENTAL Enero 2020

Revista de
Las consecuencias neurobiológicas del maltrato infantil y Monográfico Nº 4
su impacto en la funcionalidad del eje HHA
Laia Marques-Feixa y Lourdes Fañanás Saura DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE ABUSO SEXUAL INFANTIL

psicopatología y salud mental del niño y del adolescente


Aportes de la psicología del desarrollo para el diagnóstico de la experiencia
de abuso en menores de cinco años
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Alicia Beatriz Dorado de Lisondo

Enero 2020

La Fundació Orienta es una entidad proveedora de servicios de salud mental del


CatSalut de la Generalitat de Catalunya. Actualmente tiene concertados cinco
centros de salud mental infantil y juvenil y dos hospitales de día para adolescentes.

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