Trabajo Etno
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La cultura Tairona
La Cultura Tairona hace referencia a distintos grupos indígenas que existieron desde
tiempos precolombinos; cuyos descendientes han sobrevivido hasta la actualidad en
diferentes departamentos de Colombia.
En tiempos precolombinos los pueblos tairona se esparcieron por las áreas bajas del
Parque Nacional Natural Tayrona; pasando por los ríos Buritaca, Guchaca y los
departamentos colombianos Cesar, Magdalena y La Guajira. Pertenecientes a la Sierra de
Santa Marta, donde actualmente se encuentran los Koqui; cuya lengua demuestra que son
descendientes directos de esta cultura, teniendo entre sus habitantes más de 90.000
hablantes.
Eran los encargados de presidir las ceremonias y rituales religiosos usando bailes y cantos;
su adoración estaba destinada a un niño que nació de la virgen y a las estrellas, entre sus
creencias estaba el más allá. Por lo que creyeron en la vida después de la muerte.
Las casas no tenían ventanas, eran de forma circular, ubicadas sobre terrazas de piedra;
las cuales inicialmente eran construidas de madera, pero debido a las lluvias mejoraron el
modelo.
Utilizaron barro y piedras pequeñas para la construcción de las viviendas, sus techos los
fabricaban con palmas de montaña.
Utilizaban cal y agua para pintar sus viviendas.
Además de sus viviendas, encontramos otro tipo de obras de arquitectura, como lo son los
muros de piedra; los cuales se construyeron con el fin de evitar el proceso de erosión
terrestre, sostener las terrazas, dar orientación a los canales de agua y marcar los
caminos. Sus terrazas adoptaron diferentes formas, entre ellas encontramos ovales,
circulares y semicirculares; cada una de ellas dependía de su ubicación y uso, destinadas
hasta para la construcción de viviendas.
Costumbres taironas
Entre las costumbres de los taironas se encontraban la antropofagia, es decir, comer carne
humana; de acuerdo con ellos, esta costumbre les permitía obtener las habilidades de los
difuntos. La conexión sexual entre diferentes tribus no representó ningún problema,
puesto que practicaron la poligamia; entre otras costumbres se encontraba adornar su
vestimenta con abanicos, plumas, gargantillas y orejeras.