Pergola04 05
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B i l b ao
La seduccin encarnada
A
Giacomo Casanova le sobraban cualidades fsicas para convertirse en el mito de la seduccin personificada que lleg a ser. Era alto, con unas facciones suaves y simtricas, bien dotado sexualmente. Su p resencia impona dentro y fuera de la cama de los centenare s de mujeres con las que lleg a acostarse. Pero el esplendor de su figura no explica toda la razn de su xito. Segn sus amantes, Casanova saba escuchar a las mujeres con atencin y simpata, y tena que estar convencido de que, al menos en ese instante, l amaba a esa mujer y que su amor era correspondido. Una apasionante biografa de Judith Summers, Las mujeres de Casanova (Siruela), desentraa el poder seductor de este personaje del siglo XVIII, un animal vitalista y depredador con un encanto irresistible. El retrato sociolgico que Summers hace de su biografiado no tiene desperdicio. Hijo de actriz, hurfano de padre a los nueve aos, luch con afn por hacerse a s mismo y logr que le recibiera el rey Jorge II de Inglaterra, se ent revist al menos tres veces con Catalina la Grande de Rusia y Voltaire y Rousseau le consideraban su amigo. En efecto, Casanova fue un hombre de la Ilustracin con unos profundos conocimientos que le sirvieron para ser secre t ario de un cardenal en Roma, asesor financiero del gobierno francs, fundador de la lotera en el pas galo, hbil inversor en Bolsa y tambin adicto al juego. Traductor de la Ilada de Homero al veneciano, Casanova despunt sobre todo como amante. Los tiempos le favorecan, pues en el siglo XVIII se produjo una relajacin en cuestiones sexuales que c o n v i rti en algo pasable las re l aciones fuera del matrimonio. Tener un amante era para los aristcratas un signo de distincin, y para sus mujeres, una p rueba de que ellas no se iban a quedar mirando. Casanova no se anduvo con miramientos y busc el elemento femenino en toda la escala social, desde las pro s t i t utas a las marquesas. Los embarazos suponan una lacra dentro de ese desmadre, pero tambin aqu el gran seductor era un caballero enamorado y cuidadoso y pona todos sus medios para que sus conquistas no pagaran las consecuencias, cosa que consigui en casi todos sus lances sexuales. Su nico lmite al amor, era el amor a s mismo: He amado a mujeres hasta la locura. Pero, antes que a ellas, siempre he p referido mi libertad. Hubo momentos en que tem que tendra que sacrificarla, pero siempre me libr de hacerlo por puro azar, escribe en uno de los doce volmenes de sus memorias, tituladas Historia de mi vida. El joven Casanova Nacido en Venecia en 1725 y muerto en Dux, la actual Duchcov de la Repblica Checa, en 1798, Casanova fue un aventurero orgulloso pero tambin insedueos, que cada maana acude a su cama para asearle y peinarle. A los doce aos, Giacomo ha dejado de perder sangre por la nariz y ya es un chico robusto y bien parecido. Una de esas maanas, los movimientos de la esponja de Bettina escriben en el f u t u ro galn el primer captulo de su larga vida de placeres. El adolescente Casanova se enamor y al mismo tiempo sufri el primer episodio de celos. La chica estaba liada con Candiani y Giacomo les descubri hizo meterse en deudas hasta que vino su abuela Marcia a re scatarle y a llevarle de nuevo a Venecia. All entabl amistad con el jefe de una familia patricia, Alvise Malpiero II, que pront le convirti en su confidente. El noble alardeaba de haberse acostado con ms de cuarenta m u j e res e invitaba a sus re u n i ones y fiestas a su jovencsimo amigo, en las que conoci a las amistades femeninas de Malpiero, que le acogan encantadas. Ya entonces exhiba su obsesin por la elegancia. Caminaba pavonendose por toda la ciudad, enfundado en su traje talar de clrigo, con la cara ligeramente empolvada y su delgado cuerpo enlucido y perfumado con una pomada de olor a jazmn, escribe Summers. Y es que, efectivamente, Casanova era un clrigo, o un apre ndiz de sacerdote, que se pre p a r aba en casa del cura Tosello, bien conectado con los patricios de Venecia. En aquella casa estaba ngela, de la que se enamora y a la que acosa sin tregua. La muchacha insisti en mantener su v i rginidad y galn no pudo vencer las resistencias a pesar de su tenacidad. Pero ngela tena dos amigas, Nanetta y Marta Sav o rgnan. Con ellas Casanova
Su presencia impona dentro y fuera de la cama de los centenares de mujeres con las que lleg a acostarse
g u ro, un hombre prolfico en todos los aspectos de su vida. En su biografa, Judith Summers aborda su figura de costado, a travs de las mujeres que ms influyeron en su existencia. A los nueve aos, cuando muere su padre, la madre de Giacomo Casanova, Zanetta, manda a su famlico hijo a casa de un matrimonio de Padua para que lo cuiden y eduquen. En aquella casa estaba Bettina, la hija de los juntos en un mismo cuarto. Bettina enferm de miedo a que Casanova revelara el secreto a su familia y estuvo dos semanas en cama. Al final, segn cuenta el veneciano, todo se debi a una viruela mezclada con supersticin. l la cuid, y ella nunca lo olvidara. A los 14 aos, el joven empez a estudiar derecho eclesistico en la universidad. La vida disoluta con sus compaeros de aula le
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ide una estrategia para meterse en la habitacin de su querida. Pero el plan fall y l termin en la cama de las dos hermanas, una experiencia que repiti durante varios meses. Para Casanova, la amistad con una mujer bella derivaba necesariamente en amor y esa complicidad propia de los amigos se regocija por encontrarse ms fuerte tras consumar el tierno acto. No obstante, como conquistador empeado que era, Casanova no se contentaba con acostarse con sus cmplices femeninas. Si la mujer le gustaba, no tena re p a ros en que fuera una perf e cta desconocida, y que tuviera a su marido delante, como ocurri con Lucrezia en un viaje en carruaje desde Npoles a Roma. La capital italiana era el sitio perf e cto para sus conquistas. El viajero francs Charles de Brosses la describa as: Imagnense una determinada sociedad, un terc i o de la cual est compuesta por sac e rd otes que no hacen absolutamente nada durante todo el da; por un campesinado que trabaja muy poco y en la que no exitse, prcticamente, ni la agricultura, ni el comercio ni las manufacturas. Haba mucho tiempo libre , y haba que llenarlo de alguna manera. Una vida de aventuras Casanova lleg a Roma para hacerse un hueco entre la burocracia vaticana y pronto consigui el puesto de secretario del p o d e roso cardenal Acquaviva.
Pa ra Casanova la amistad con una mujer derivaba necesariamente en amor
Sus ltimas palabras fueron: He vivido como un filsofo, pero muero como un cristiano
dad de la Inquisicin. Casanova acab en la veneciana crcel de Los Plomos, la ms segura de toda Europa, y desde el momento de su entrada empez a planear su huida, lo que consigui junto a un monje tambin encarc e l ado por el clsico mtodo de las sbanas y servilletas anudadas. Haba pasado en prisin un ao, t res meses y cinco das. Huda de la Inquisicin El fugitivo se refugi en Pars, en la casa de unos viejos amigos, los Belletti. Cuando lleg, se dio cuenta de que su hija Manon se haba convertido en una deslumbrante mujer de 16 aos, c o m p rometida en matrimonio con Clment, cinco aos mayor que Casanova. El prometido no fue rival para l, un tipo espectacular y elegante con una leyenda romntica irresistible. La joven Manon se enamor y rompi con Clment, mientras l, aun a riesgo de romper con los amigos que le haban ayudado tanto, se dej querer y quiso hasta que empez el aburrimiento, si bien fue la chica la que termin hartndose y rompiendo la re l acin, una ruptura que Casanova nunca perdon y de la que se veng hablando mal de su ex amante. En la capital francesa se encontr un viejo conocido suyo, Franois Joachim Pierre de Bernis, que acaba de ser nombrado ministro, y gracias a sus influencias consigui llegar hasta los aledaos del rey para pro p o n e r el primer sistema de lotera nacional francs, que l gestion hasta hacerse de oro, una materia que l dilapid en sus vicios y excentricidades, incluido el juego. Siempre a caballo entre la gloria y el delito, Casanova huye p recipitadamente de Pars perseguido por practicar un aborto, fraude en un negocio textil y falsificacin de letras de cambio. En Zrich se enclaustra en una abada y en Roma recibe una condecoracin del papa Clemente XIII. En Madrid proyecta una colonia de suizos y alemanes en Sierra Morena y en B a rcelona es encarcelado durante 42 das por liarse con la esposa de un general. La mecenas de sus aventuras era Madame DUrf, una mujer que consideraba a Casanova un genio de la magia y la alquimia. El gran conquistador emplea sus ltimos aos en ir de un lado a otro de Europa hasta que en 1785, cuando tiene 60 aos, se hace amigo del conde de Waldstein, aficionado como l a la masonera. El conde le ofrece a Casanova gestionar la biblioteca de Dux (actualmente Duchov) en Bohemia. Para matar el aburr imiento empieza a escribir sus memorias, que dej sin concluir en 1798, cuando muri a los 73 aos. Se asegura que sus ltimas palabras fueron: He vivido como un filsofo, pero muero como un cristiano.
Si la mujer le gustaba, no tena reparos en que fuera una perfecta desconocida, y que tuviera a su marido delante
Busc a Lucrecia, la encontr, la convirti en su amante y coquete con la hija de sta. Meses ms t a rde perdi su posicin por encubrir a una amiga embarazada y ayudarle en su intento de fuga. Aqu empez su carrera de aventurero. Se alist en el Ejrc i t o , fue destinado a Corf con el rango de alfrez y luego march a Constantinopla. Por fin re g re s a Venecia con 21 aos y sin un duro. Debido a su pobreza, Casanova evitaba sus antiguas amistades, visitaba los tugurios ms infames de la ciudad, tocaba el violn en la calle y se uni a una pandilla de delincuentes que nunca pagaba los servicios de las prostitutas. Su destino cambi al socorre r una madrugada a un senador al que le dio un repentino ataque. El seor se convenci de que le haba salvado la vida y le apadrin sin lmites. De la noche a la maana se encontr con un montn de dinero, que gastaba en una vida juerguista, mujeriego y jugador. Pronto se empez a granjear enemigos, especialmente entre los nobles, que le p u s i e ron delante de un juez con las acusaciones de violacin y blasfemia. A instancias de su propio benefactor, Casanova huy de la repblica veneciana. En una posada, conocera a Henriette, una francesa liada con un oficial hngaro que viajaba con l vestida de hombre . Juntos se dedicaban a jugar a las c a rtas y a desplumar a los ms ingenuos. A Casanova le pareci fascinante toda la historia y no tard en quitrsela al militar. La nueva pareja empez a vivir en P a rm El sexo no era, bajo nina. guna circunstancia, lo ms imp o rtante de la relacin que ambos mantenan. De hecho, Casanova no da detalles de sus re l aciones ntimas en sus memorias, algo que viene a destacar, por s mismo, lo mucho que Henriette signific para l. Y nunca ensalzaba a Henriette lo suficiente. Era adorable, generosa, noble, divina; era inteligente y sagaz, notablemente culta y haca gala de un buen gusto innato as como de aguda capacidad de juicio, resalta Summers. En su obra, el propio interesado lo resume as: Cuatro meses de perfecto y continuo gozo, que terminaron cuando la mujer volvi a Francia con su familia. Un tanto descorazonado y otra vez en Venecia, el famoso seductor empez a atacar a la iglesia en pblico, de un modo tan violento que suscit la curiosi-
Iaki Esteban