Estudio Nutricional Adolescentes F

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CARRERA: Licenciatura en Nutrición

ASIGNATURA: Epidemiología General


Período II Año 2021.

Estudio Epidemiológico, sobre requerimientos nutricionales en


adolescentes de 13-15 años.

Autores:
Laura Linnette Trejo: 201560004. 100%

Lilian Yaneth Ramirez – 120450163. 100%

Ledis Marlene Cubas – 320310063. 100%

Karen Yohana Lagos – 320310090. 100%

Paola Carolina Pereira Mejia – 121630081. 100%

Docente:
Dra. Silvia E. Castellanos.

San Pedro Sula, julio 24, 2021.


Tabla de contenido
Introducción ........................................................................................................................................ 1
Antecedentes ...................................................................................................................................... 2
Justificación ......................................................................................................................................... 3
Planteamiento de Problema ............................................................................................................... 4
Objetivos ............................................................................................................................................. 5
Marco Teórico ..................................................................................................................................... 6
Diseño Metodológico ........................................................................................................................ 16
Resultados y análisis de resultados ................................................................................................... 19
Conclusiones ..................................................................................................................................... 30
Recomendaciones ............................................................................................................................. 31
Anexos ............................................................................................................................................... 32
Bibliografía ........................................................................................................................................ 36
Introducción

Existe una relación directa entre los hábitos alimentarios adquiridos en la infancia y el riesgo
de desarrollar enfermedades a lo largo de la vida.

Es importante conocer las características diferenciales de las distintas etapas de la infancia,


su maduración y crecimiento, para comprender mejor las conductas alimentarias y los
requerimientos nutricionales de cada instante. Una alimentación pobre en la adolescencia
puede tener consecuencias duraderas en el desarrollo cognitivo, causando una disminución
en la capacidad de aprender, peor concentración y malos resultados académicos

La adolescencia se caracteriza por un intenso crecimiento y desarrollo, hasta el punto que


se llega a alcanzar en un periodo relativamente corto de tiempo el 50% del peso corporal
adulto; se experimenta una velocidad de crecimiento mayor que en cualquier otra edad a
partir del 2º año de vida. A esto contribuye, también, la maduración sexual, que va a
desencadenar importantes cambios, no solo en la composición corporal sino en su fisiología
y en sus funciones orgánicas. Existe una enorme variabilidad en el momento en el cual se
produce este cambio. En la actualidad, en los países occidentales, se fija la pubertad entre
los 9 y 13 años, y la adolescencia entre los 14 y 18 años.

La adolescencia es una etapa decisiva en el desarrollo humano por los importantes cambios
fisiológicos, psicológicos y sociales que en ella ocurren y que condicionan tanto las
necesidades nutricionales como los hábitos alimentarios y de comportamiento. La mayoría
de los adolescentes del medio urbano controlan su propia dieta y el nivel de actividad física
que practican. Por todo ello, la adolescencia está considerada como un periodo de la vida
especialmente vulnerable desde el punto de vista de la alimentación.

La adolescencia es una etapa de riesgo de excesos y deficiencias nutricionales.

El ser humano no necesita ningún alimento determinado para mantener su salud, sino
solamente energía y nutrientes en cantidad suficiente.

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Antecedentes

Mejía Ligia, (2017). en su Tesis para opción al título de Máster en Epidemiología nos
presenta que en Honduras, tras la aprobación de “La Norma para la Vigilancia de la Salud
Nutricional de los niños y niñas menores de cinco años”, y con la implementación de los
nuevos parámetros en la evaluación nutricional propuestos por la Organización Mundial de
la Salud (OMS), se ha logrado establecer una línea base en los diferentes niveles de
atención, sin embargo falta aún identificar los causales que más se relacionan a las
alteraciones del estado nutricional en los niños. En América Latina existen entre 42.5 y 51.8
millones de niños y adolescentes (0 a 18 años) que tienen sobrepeso u obesidad, y que
representa del 20 al 25% del total de niños.

Moreno Villares, (2016). España, en su informe acerca de la nutrición en adolescentes con


enfermedad crónica no comparte datos globales tales como: Alrededor de un 15-20% de
los adolescentes sufren de alguna condición o enfermedad crónica. El síndrome de intestino
irritable es una causa frecuente de malestar gastrointestinal que se presenta hasta en un
15-20% de adolescentes y adultos, con más frecuencia en la mujer. La obesidad y sus
consecuencias sobre la salud son uno de los principales problemas a los que se enfrentan
los adolescentes. En los últimos años se ha asistido a un aumento en el porcentaje de
adolescentes afectos (aproximadamente el 20%) y a la gravedad del cuadro, aunque es
cierto que parece haberse alcanzado un nivel de estabilización en los estudios más
recientes.

La Coalición de instituciones que trabajan en San Honduras 2015 en su estudio de


problemas de salud pública determinó: Uno de los aspectos que resaltan en el análisis de la
seguridad alimentaria desde el punto de vista del consumo de los alimentos, es la
monotonía de la dieta básica hondureña. Cerca del 80% de las calorías provienen de solo 10
alimentos, siendo el maíz y los frijoles el 81% del consumo total de calorías. Las
implicaciones son grandes, pues a menor diversificación de la dieta alimentaria, mayor es
el riesgo a enfrentar dificultades alimentarias y por consiguiente nutricionales.

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Justificación

La presente investigación se enfocará en estudiar la alimentación de pre adolescentes en


edades de 13 a 15 años, Existe un consenso de que los jóvenes son personas sanas y no
necesitan de programas especiales. En general, ellos no están preocupados por su salud, ni
cómo será ésta en etapas futuras de su vida. La adolescencia es un período de crecimiento,
maduración y desarrollo sexual acelerados, lo que provoca un aumento de las necesidades
nutricionales. En esta etapa la alimentación comienza a estar regida por sus propios gustos
y al margen de la tutela familiar es frecuente que los adolescentes omiten comidas, sobre
todo el desayuno y almuerzo; que consuman comidas rápidas de elevado valor energético
y bajo contenido en vitaminas y minerales, alimentos fritos, gaseosas y dulces. Esta
situación da origen a cuadros como obesidad, hiperglucemia, malnutrición, anemia, déficit
de vitaminas y minerales. Por otra parte, con frecuencia utilizan dietas no convencionales
para subir o bajar de peso de acuerdo a cómo consideran su imagen corporal. Al mismo
tiempo, no siempre realizan la cantidad de ejercicio físico recomendable en esta etapa de
la vida y algunos consumen tabaco y alcohol. Debemos considerar entonces que la
adolescencia es un momento clave para la incorporación de los buenos hábitos alimentarios
ya que la mala alimentación en la sociedad hondureña es un problema que se ha ido
incrementando en los últimos años. A pesar de los esfuerzos realizados por prevenir
enfermedades estrechamente ligadas con una dieta deficiente, como la diabetes,
hipertensión y obesidad; la realidad de la sociedad hondureña es completamente opuesta.
Más allá de buscar una buena apariencia física, una buena alimentación es indispensable
para gozar de una vida saludable y de mejor calidad. A partir de esta situación, proponemos
el desarrollo del proyecto partiendo de las preguntas ¿cuáles son las principales razones de
que una persona pueda presentar una mala alimentación?, ¿hay presencia de obesidad o
sobrepeso en nuestros colegios y escuelas?, ¿cuáles son las medidas que deben tomarse
para alcanzar y mantener una buena alimentación?

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Planteamiento de Problema

La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo de la persona e implica múltiples


cambios fisiológicos y psicológicos. La valoración del estado nutricional como un indicador
del estado de salud, es un aspecto importante en la localización de grupos de riesgo de
deficiencias y excesos dietéticos que pueden ser factores de riesgo en muchas de las
enfermedades crónicas más prevalentes en la actualidad.

Por lo tanto, es sumamente relevante para nuestra investigación contestarnos la siguiente


interrogante:

¿La dieta básica hondureña cubre todos los requerimientos nutricionales que un
adolescente necesita para tener una adultez sana?

Asimismo, las siguientes interrogantes que se derivan de la anterior:

¿Cuáles son las características sociodemográficas del grupo de estudio?

¿Cuál es el grupo alimentario de mayor consumo en la adolescencia?

¿Cuál es el grupo de alimentos de menor consumo en la adolescencia?

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Objetivos

Objetivo General

Identificar si la dieta hondureña cumple con los requerimientos nutricionales en los


adolescentes entre los 13 a 15 años a través de una encuesta que se aplicará a jóvenes de
escuelas privadas bilingües y centros de educación básica ubicados en la zona noroccidental
de Honduras.

Objetivos Específicos

1. Identificar el grado académico, así como la edad de los adolescentes encuestados, y


ver qué tanto varía su alimentación.
2. Identificar el grupo alimenticio que más consumen los adolescentes en edad de 13 -
15 años, a través de encuesta aplicada.
3. Reconocer el grupo alimenticio que menos consumen los adolescentes en edad de
13-15 años, a través de encuesta aplicada.

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Marco Teórico

La adecuada nutrición es fundamental no solo para prevenir problemas de salud,


sino que también esta juega un papel preponderante el desarrollo cognoscitivo de los niños,
y valga la aclaración que no solo en su adolescencia, sino que desde que se gesta una vida
en el vientre. y en la actualidad nuestros adolescentes están en los dos extremos de la
malnutrición, es decir, o están con sobrepeso o tienen problemas de desnutrición y ambos
casos representa un problema en el rendimiento escolar.

En el caso de niños con problemas de desnutrición muestran problemas de anemia,


así como deficiencia de hierro y en otro extremo está la obesidad que con el paso de los
años trae problemas con enfermedades crónicas. (Torres Rodríguez, Jessica Georgina)

Y como sabemos la adolescencia es el periodo que comprende la transición de la


infancia a la vida adulta, la misma se inicia con la pubertad y termina sobre los veinte años
cuando cesa el crecimiento biológico y la maduración psicosocial. Es una etapa compleja en
la que acontecen cambios importantes, tanto a nivel físico, hormonal y sexual (pubertad),
como social y psicoemocional. En este periodo se asiste a un gran aumento en la velocidad
de crecimiento corporal, y se alcanza el pico de masa ósea. Así, se adquiere el 50% del peso
definitivo, el 25% de la talla, y el 50% de la masa esquelética.

La alimentación del adolescente debe favorecer un adecuado crecimiento y


desarrollo y promover hábitos de vida saludables para prevenir trastornos nutricionales.
Esta etapa puede ser la última oportunidad de preparar nutricionalmente al joven para una
vida adulta más sana. La gran demanda de nutrientes, sumadas a los cambios en el estilo
de vida y hábitos dietéticos, convierten a la adolescencia en una época de alto riesgo
nutricional.

PROBLEMAS COMUNES RELACIONADOS CON LA ALIMENTACIÓN A ESTA EDAD

La alimentación de nuestros adolescentes es con frecuencia desequilibrada en el aporte de


nutrientes, con dietas hiper grasas (35-50% del total calórico), con un bajo índice de ácidos

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grasos poliinsaturados/saturados. La mayor parte de la grasa saturada procede del
consumo de carnes, embutidos y patés, y no de la leche y derivados. Asimismo, la ingesta
de proteínas y sal es muy superior a las recomendaciones, y hay un aporte insuficiente de
carbohidratos complejos y fibra, por el bajo consumo de frutas y vegetales.

Las cifras sobre prevalencia de obesidad variarán en función de las gráficas


utilizadas, pero en el estudio Enkid, afectaba ya a un 16,6% de adolescentes entre 10 y 13
años, y un 12,5% entre 14 y 18, siempre con un predominio en varones.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria propuso su pirámide de alimentos


en 2004, que para que los adolescentes y la población en general goce de buena salud,
debería dividir su ingesta calórica en “Porción de alimento” siendo esta aquella parte de
alimento que sirve como unidad de cantidad o volumen. Y según la recomendación de ello
en ese momento es necesario consumir diariamente el mínimo de las porciones de los 5
grupos (Frutas, verduras, grasas buenas, carbohidratos y proteínas), aunque dependerá de
la cantidad de energía requerida por cada individuo, que está relacionada con la edad, sexo,
estado de salud y nivel de actividad.

Análisis del Macro entorno

Según el informe sobre la nutrición mundial, que se elabora desde el 2003 en


relación a la problemática sobre la malnutrición en el mundo nos da las siguientes
estadísticas. La carga de malnutrición en el mundo sigue siendo extremadamente elevada
y los avances inaceptablemente lentos. La malnutrición es la principal causa de mala salud.
Los niños menores de 5 años se enfrentan a diversas cargas: 150,8 millones sufren retraso
del crecimiento, 50,5 millones padecen emaciación y 38,3 millones tienen sobrepeso. Al
mismo tiempo, cada año 20 millones de bebés registran un peso bajo al nacer. El sobrepeso
y la obesidad entre los adultos alcanzan niveles récords desde África hasta América del
Norte, el 38,9% son obesos o tienen sobrepeso, y están aumentando entre adolescentes.
La carga de ciertas formas de malnutrición es más elevada en las mujeres que en los
hombres: un tercio de las mujeres en edad reproductiva tienen anemia, y en ellas la

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prevalencia de la obesidad es superior a la de los hombres. Aún son millones las mujeres
que presentan un peso inferior al normal.

En todo el mundo se está prestando más atención a la importancia de mejorar la


nutrición de los adolescentes, pero es preciso centrarse más en su alimentación. Las
adolescentes siguen siendo particularmente vulnerables a la malnutrición debido a las
considerables necesidades de hierro, a los embarazos precoces vinculados con el
matrimonio precoz y a la mayor predisposición a la obesidad en esta etapa de la vida. En la
adolescencia, la necesidad de nutrientes es superior, ya que deben ingerirse los aportes
indispensables para el crecimiento y maduración cerebral durante la pubertad. El creciente
conjunto de pruebas obtenidas a escala internacional muestra que, si durante la
adolescencia se corrigen los problemas de nutrición y se adoptan hábitos alimenticios
saludables, puede normalizarse el crecimiento, mejorar la cognición y reducirse el riesgo de
enfermedades no transmisibles en las etapas posteriores de la vida. Los nuevos
llamamientos a la acción, estudios, programas y políticas resultan prometedores para
mejorar nuestros conocimientos sobre cómo intervenir en la adolescencia, en particular a
través de la mejora de la alimentación. Con objeto de encontrar soluciones más eficaces,
muchos de esos programas están incorporando las voces de jóvenes que sufren estos
problemas. (Development Initiatives Poverty Research Ltd, 2018, p. 3 y 8)

El informe panorama de la seguridad alimentaria en América Latina y el caribe nos indica la


siguiente información para la región en relación a la nutrición de la población:

“La malnutrición por peso excesivo en la Región es de las más altas en el mundo y
sigue incrementándose. La prevalencia de sobrepeso en niñas y niños menores a 5 años
pasó de 6,2% a 7,5% entre 1990 y 2018, lo que significa que 4 millones de la población
infantil en la Región viven con esa condición. En adultos, la prevalencia de sobrepeso y
obesidad pasó de 42,7% a 59,5% entre 1990 y 2016, lo que se traduce en 262 millones de
personas en la Región. La obesidad afecta de forma desigual a hombres y mujeres adultos.
La obesidad en mujeres de 18 años y más en la Región alcanzó 27,9%, mientras que para
hombres de la misma edad se ubicó en 20,2%. Como consecuencia, se estima que, de los

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105 millones de adultos con obesidad en 2016, el 59% o 62 millones son mujeres. La
alimentación poco saludable, es uno de los cuatro factores de riesgo principales para el
desarrollo de enfermedades no transmisibles, junto con la actividad física insuficiente, el
tabaco y el consumo nocivo de alcohol. Se estima que 11 millones de adultos murieron en
el mundo por causas asociadas a una alimentación inadecuada en 2017. (FAO, OPS, WFP y
UNICEF. 2019. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el
Caribe 2019. Santiago. 135. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. p. 2)

Según un trabajo de investigación realizado en el 2017 sobre “HÁBITOS


ALIMENTARIOS, ESTADO NUTRICIONAL DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIDAD EDUCATIVA
MANUEL CÓRDOVA GALARZA”, por un grupo de estudiantes, se extrae la siguiente
información en donde se observa en los resultado obtenidos que a pesar de que los
adolescentes en general tienen un peso normal y que muy pocos están en estado de
malnutrición, estos en general se alimentan mal, como se logra ver en los resultados
obtenidos ya que los snack, dulces, comidas rápidas y bebidas industrializadas son los
alimentos que estos prefieren o consumen, siendo así su alimentación muy pobre en
cuanto a macro y micronutrientes adecuado se refiere.

Al finalizar la investigación se encontró que el 86% de los adolescentes encuestados


tienen malos hábitos alimenticios. Alvarado Mónica y Barros Adriana Patricia, (2017).
Ecuador.

Microentorno

En un estudio realizado por estudiante de la Universidad Nacional Autónoma del Valle de


Sula, sobre “Relación Del Estado Nutricional, Hábitos Alimenticios Y Rendimiento
Académico En Niños De Escuelas Públicas” se encontraron los siguientes resultados:

El 4.6% de la población se encuentra en obesidad (64% son varones), el 9% en


sobrepeso (52% son varones) el 14.3% en riesgo de sobrepeso, el 52.2% se encuentra en su
peso saludable, el 13.4% en riesgo de bajo peso (52% son mujeres), el 4% en bajo peso (56%
son mujeres) y el 2% en bajo peso severo (54% son mujeres).

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Se observó que los varones son más propensos a la obesidad, sobrepeso y riesgo de
sobrepeso en comparación con las mujeres. Las mujeres son más propensas a riesgo de bajo
peso, bajo peso y bajo peso severo.

El 26% de la población no desayuna, el 35% no consume frutas y los que lo hacen;


solo la consumen una vez al día, el 42% solo consume carnes 1 vez por semana, y el 71%
consume huevo 3 o más veces por semana. El 34% de los niños reciben merienda,
proveniente de sus hogares en el 100% de los casos.

El estudio, Development Sequelf romearly nutritional deficiencies: conclusive and


probability judgments de Pollitt (2000), concluyó que la malnutrición proteico-calórica y la
deficiencia de hierro afectan el desarrollo cerebral. Este estudio encontró que el 30% de los
estudiantes que alcanzaron un rendimiento avanzado ingieren 3 alimentos al día, versus un
8.3% que lo alcanzaron ingiriendo 2 alimentos al día. Al interrelacionar las variables
merienda escolar e índice académico encontramos que el 51% de la población que
merienda una vez al día alcanzó índices superiores al 90% versus un 32% que lo alcanzaron
sin recibir merienda. Encontramos que es significativamente estadístico la relación
merienda escolar/rendimiento académico. A

Adolescencia y hábitos alimentarios

El aumento de las necesidades nutricionales, en macro y micronutrientes, que se


produce durante esta etapa está más relacionado con la edad biológica que con la edad
cronológica, y es más significativo en los niños que en las niñas. Si la ingesta no es adecuada,
es muy posible que puedan producirse deficiencias nutricionales. Los hábitos alimentarios,
que influyen en las preferencias de alimentos, el consumo de energía y la ingesta de
nutrientes, se desarrollan gradualmente durante la infancia y, en particular, durante la
adolescencia. El entorno familiar y escolar ejerce una gran influencia en la determinación
de la actitud del niño hacia determinados alimentos y su consumo. Es más, las costumbres
nutricionales adquiridas en la niñez apenas varían en los años posteriores por lo que los
hábitos alimentarios individuales, marcados por el aprendizaje previo, en la mayoría de las

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personas adultas son prácticamente iguales a los adquiridos en las primeras etapas de su
vida. En la conducta alimentaria de los adolescentes se podrían destacar hábitos frecuentes
cómo: omitir alguna de las comidas, ingerir refrigerios, consumir comidas rápidas, no comer
en familia, seguir dietas sin indicación médica, iniciar una actividad física intensa sin el
asesoramiento adecuado u optar por el sedentarismo marcado por el hábito de pasar
muchas horas frente al televisor o la pantalla del ordenador. Actualmente se observa una
desaparición progresiva de enfermedades carenciales por déficit alimentario; por el
contrario, existe un marcado incremento de enfermedades como consecuencia de la
civilización del desarrollo, representadas por trastornos de la conducta alimentaria, la
obesidad, las dislipidemias, la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y las enfermedades
cardiovasculares.

Requerimientos nutricionales

La adolescencia es una etapa que implica un aumento de las demandas energéticas


debido a la gran cantidad de reacciones anabólicas que tienen lugar durante el crecimiento.
En general, se ha comprobado que la ingesta energética de los adolescentes es ligeramente
inferior a la recomendada, con desequilibrio en el aporte de nutrientes. La energía aportada
por los hidratos de carbono es muy inferior a la recomendada, sin embargo, la energía
procedente de grasas y proteínas es bastante superior a la recomendada. Resulta difícil
establecer unas recomendaciones de ingesta estándar para este grupo de población debido
a sus peculiaridades y a la escasez de estudios científicos. La mayor parte de las
recomendaciones se basan en la extrapolación de los datos obtenidos en estudios en grupos
de adultos o niños.

Otros datos suelen proceder de estudios en animales de experimentación. En


general, se acepta que la ingesta recomendada se exprese en función de la talla o el peso,
ya que la edad cronológica no coincide frecuentemente con la edad biológica. En definitiva,
los objetivos nutricionales son conseguir un crecimiento adecuado, evitar las deficiencias
de nutrientes específicos y consolidar hábitos alimentarios correctos que permitan prevenir

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los problemas de salud de épocas posteriores de la vida que están influidos por la dieta,
como son hipercolesterolemia, hipertensión arterial, obesidad y osteoporosis.

Aporte calórico y grupos de alimentos Se asume que la distribución calórica más


adecuada de la ingesta de los diferentes grupos de alimentos debe aportar los principios
inmediatos en una proporción correcta. El 50-60% corresponde a los hidratos de carbono
(de los que el 90% debe ser en forma de azúcares complejos), el 10-15% en proteínas (el
65% debe ser de origen animal) y el 30-35% en grasas (10% de grasas saturadas, 15% de
grasas monoinsaturadas y 10% de poliinsaturadas). Sin embargo, no sólo es importante la
cantidad de energía que se consume sino también su distribución durante el día y la
combinación de forma equilibrada de los distintos grupos de alimentos.

Lo idóneo es realizar unas cuatro comidas al día con la siguiente distribución


calórica: el desayuno, que supondrá el 25% de la ingesta diaria; el almuerzo, que
representará el 30% del aporte total; la merienda, que aportará el 15%, y la cena, que
constituirá el 30% restante. La clásica pirámide alimentaria constituye una guía muy útil
para los padres que desean que sus hijos adolescentes sigan una dieta saludable y
desarrollen hábitos alimentarios correctos. En ella se indica la variedad y proporción
de alimentos que se debe consumir durante el día y recomienda elegir una mayor cantidad
de los alimentos que están en la base y una menor cantidad de los que están en la parte
superior de la pirámide, seleccionando diversos alimentos dentro de cada grupo.

Un mayor consumo de los alimentos de la base asegurará un correcto aporte


energético sin riesgos, y una ingesta limitada de los que aparecen en la parte superior
de la pirámide permitirá conseguir el equilibrio de nutrientes. El agua es un nutriente
esencial e indispensable para una amplia gama de funciones del organismo como la
regulación de la temperatura corporal. Las necesidades de agua varían de unos individuos
a otros e incluso de unos momentos a otros del día en una misma persona. En los
adolescentes se estima que las necesidades de agua oscilan en 1,0-1,5 ml/kcal
metabolizada.

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Se recomienda beber como mínimo 1,5-2 l de agua diarios, limitando el consumo de
bebidas y refrescos ricos en hidratos de carbono simples. El agua de bebida puede procurar
un aporte adecuado de flúor que, junto a una disminución en el consumo de alimentos
cariógenos y a una constante higiene dental, puede disminuir la incidencia de caries.

Energía.

En la adolescencia las necesidades energéticas son superiores a las de cualquier


edad. La velocidad de crecimiento y el sexo condicionan cambios en la composición
corporal, y, por tanto, en la cantidad de masa magra, que es el principal condicionante del
gasto energético basal.

En esta etapa una restricción energética puede provocar un retraso en el


crecimiento y la maduración corporal. Los criterios y procedimientos para evaluar las
necesidades energéticas han derivado principalmente de recomendaciones formuladas
por organizaciones internacionales como la FAO y la OMS. Los requerimientos
energéticos diarios se estiman sumando el gasto energético en reposo (energía
consumida en las actividades mecánicas necesarias para mantener las funciones vitales,
la síntesis de constituyentes orgánicos y la temperatura corporal, que constituye el 50-70%
del gasto total diario),

Proteínas.

Las proteínas participan en la síntesis tisular y en otras funciones metabólicas


especiales. Hay, por tanto, un continuo proceso de síntesis y degradación que se
desarrolla a una velocidad superior al aporte dietético para el crecimiento y su
mantenimiento, sin embargo, la reutilización de los aminoácidos procedentes de la
degradación tisular impide que aparezcan deficiencias. Durante este proceso metabólico
se requiere un consumo de energía suministrado por el ATP y GPT, por lo que debe existir
una relación adecuada entre el aporte de energía y el proteico para evitar que la
utilización de éstas como fuente energética comprometa el crecimiento.

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Por ello algunos autores prefieren expresar las necesidades de proteínas en
gramos por 100 kcal de energía aportada en lugar de g/kg de peso. Las raciones dietéticas
recomendadas para las proteínas se basan en extrapolaciones de estudios de balance
nitrogenado realizados en otras edades, entre las cifras medias de los niños de 10 a 12
años de edad y los adultos.

Los requerimientos se establecen atendiendo a las necesidades para mantener


el componente corporal proteico y obtener un crecimiento adecuado. El límite máximo se
ha establecido en el doble de las recomendaciones. Las necesidades proteicas no sólo
dependen del aporte energético y de otros nutrientes, sino de la calidad de la proteína
ingerida. La ingesta proteica debe contener suficiente proporción de proteínas de alto
valor biológico, que está en función de la clase de aminoácidos y de su digestibilidad. El
consumo de proteínas, que deben aportar entre el 10-15% de las calorías de la dieta, se
debe moderar, procurando que éstas procedan de ambas fuentes, animal y vegetal,
potenciando el consumo de cereales y legumbres frente a la carne.

Grasas.

Las grasas contribuyen a la digestibilidad y palatabilidad de los alimentos. Su principal


función es el aporte energético, por lo que son imprescindibles en la alimentación del
adolescente, cuyas necesidades calóricas son elevadas. El aporte de grasas permite la
absorción de vitaminas liposolubles y proporciona ácidos grasos esenciales que son
importantes constituyentes de las membranas celulares. Se recomienda que las grasas
no aportan más del 30-35% de las calorías totales procedentes de la dieta, ya que se han
relacionado con un mayor riesgo de aparición de enfermedades crónicas no transmisibles.
Los ácidos grasos saturados no deben superar el 10% de las

Hidratos de carbono.

Se recomienda que más de la mitad de los requerimientos energéticos se cubran en


forma de hidratos de carbono complejos, que constituyen, además, una importante
fuente de fibra. Es preferible el consumo de hidratos de carbono complejos al de azúcares

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simples; estos últimos no deben aportar más del 10% de las calorías totales, lo que se
traduce en 25 g de sacarosa por 1.000 Kcal. El consumo de fibra soluble se ha asociado
con un mejor vaciamiento del colon y disminución en la absorción del colesterol. Sin
embargo su ingesta se debe limitar hasta 30 g al día (8-10 g/1000 Kcal), ya que puede
interferir con la absorción de algunos micronutrientes como el hierro, el cinc y el calcio.

Vitaminas.

Las vitaminas hidrosolubles desempeñan funciones importantes en el metabolismo


intermediario de los principios inmediatos, por lo que sus necesidades dependen en
parte del aporte energético y de la actividad metabólica para la formación de tejidos.
Las liposolubles desempeñan funciones específicas, salvo la vitamina E que actúa
fundamentalmente como antioxidante. Para los adolescentes se recomiendan,
especialmente, las vitaminas que se relacionan con la síntesis de proteínas y la proliferación
celular.

La vitamina D es necesaria para el proceso de calcificación de los huesos, ya que está


relacionada con el metabolismo del calcio y del fósforo. El ácido fólico es muy importante
en la síntesis de ADN.

Las vitaminas B12, B6, riboflavina, niacina y tiamina están implicadas en el metabolismo
energético debido a que intervienen en diferentes reacciones enzimáticas. Participan en
el metabolismo de los aminoácidos, en la síntesis de ADN, en la maduración de eritrocitos,
etc. Minerales. Durante la adolescencia las necesidades en estos nutrientes se ven
incrementadas, y son tres los minerales que tienen especial importancia: el calcio, el hierro
y el cinc. Cada uno de ellos está estrechamente relacionado con un aspecto concreto del
crecimiento. Los datos sobre los requerimientos no son lo suficientemente precisos. Las
recomendaciones se dictan atendiendo al análisis de la ingesta y por extrapolación de las
necesidades del adulto (Marcos, Elena, Martín – Aragón, Sagrario. 2008.)

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Diseño Metodológico

“Es la estructura a seguir en una investigación ejerciendo el control de la misma a fin de


encontrar resultados confiables y su relación con las interrogantes surgidas de la hipótesis
del problema. Construye la mejor estrategia a seguir por el investigador para la adecuada
solución del problema planteado” (Tamayo, Mario. 2007).

a. Tipo de estudio

La presente investigación es del tipo corte transversal y estos son estudios de prevalencia,
en los que se determina la presencia de una condición de salud en una población bien
definida y en un marco de tiempo definido. Y nuestra investigación se realizó en un grupo
de niños adolescentes de 14 - 15 años, con un periodo de duración de dos semanas en la
semana del 28 de junio al 10 de julio del 2021.

b. Universo

Es el conjunto de las unidades de análisis, en la presente investigación el universo está


conformado por el grupo etario de adolescentes de 14 - 15 años, que se ubican en
Honduras.

c. Muestra

Subconjunto de una población. La muestra de la presente investigación fue a conveniencia


y corresponde a 31 encuestas aplicadas adolescentes de 14 - 15 años ubicados en la zona
noroccidental de Honduras

d. Criterios de selección

Al momento de seleccionar la muestra de la presente investigación se incluyeron los


adolescentes de 14 -15 años de edad, ubicados en la zona noroccidental de Honduras, sobre
todo en los municipios de San Pedro Sula, La Labor Ocotepeque, Santa Cruz de Yojoa.

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Quedan excluidos de esta investigación los niños de 0 a 13 años, y los mayores de 16 años
de edad.

e. Variables de estudio

Las variables en un estudio de investigación son todo aquello que medimos, la información
que recolectamos, o bien, los datos que se recaban con la finalidad de responder las
preguntas de investigación, las cuales habitualmente están especificadas en los objetivos.

En la presente investigación tomaremos en cuenta las siguientes variables: edad, zona


geográfica, nivel académico, frecuencia de consumo.

Variable dependiente: frecuencia de consumo

Variables independientes: edad, nivel académico, zona geográfica, grupos alimentarios.

f. Operacionalización de las variables

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g. Fuentes de información

La fuente de información es primaria, ya que se aplicaron las encuestas en forma directa al


grupo de investigación y este fue un grupo de adolescentes con edades de 14 -15 años.

h. Técnicas de recolección de datos

Consistió en aplicar una encuesta a dichos niños de 14-15 años. Para obtener estos datos
requeridos lo hicimos mediante la herramienta de Google Formularios, es un software de
administración de encuestas que se incluye como parte del paquete gratuito de editores de
Google Docs. Es el servicio de alojamiento que Google ofrece para nuestros documentos,
hojas de cálculo, presentaciones y PDF. Se creó el formulario de Google, obteniendo un
enlace URL de acceso al instrumento electrónico, el cual fue compartido a través de correo
electrónico y plataformas de mensajería instantánea.

i. Instrumento de recolección

Es en principio cualquier recurso de que pueda valerse el investigador para acercarse a los
fenómenos en este caso niños de 14-15 años y extraer de ellos información. Para tener
nosotros esa información de los niños de dicha edad realizamos un cuestionario que
contiene las preguntas específicas que necesitábamos para sacar y extraer los datos que
nosotros creímos relevantes para llevar a cabo esta investigación.

j. Consideraciones éticas.

La presente investigación fue realizada con fines didácticos, como parte del proyecto final
de la asignatura epidemiología general y no con otros fines como ser de investigación para
sugerir algún cambio a la población a la cual se le aplicó la entrevista.

18
Resultados y análisis de resultados

Los resultados de dichas encuestas serán de carácter relevante para determinar un plan de
acción con respecto a la salud en caso de no ser estos favorables. Conocer los hábitos de
alimentación de nuestros adolescentes es como tener la pauta para saber qué estamos
haciendo mal con nuestros niños, pues estos traen estos hábitos alimenticios desde la niñez
producto de la enseñanza de los padres. Como también nos daría una idea de que nos
espera al futuro de nuestro país en cuanto a salud si no mejoramos tal situación. Pues son
estos niños, adolescentes y jóvenes el futuro del mañana.

A continuación mostraremos a detalle los porcentajes de aquellos alimentos que se


consideran de vital importancia para mantener una buena salud y aquellos que con una
alta ingesta pudieran ocasionar daño a mediano y largo plazo.

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1. Gráfico. Edad del grupo etario investigado

El 48.4% de los adolescentes encuestados tenían 15 años de edad, el 25.8% 14 años y el


25.8% tenían 13 años.

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2. Gráfico. Grado académico del grupo etario entrevistado

Según el gráfico mostrado, nuestro grupo etario se distribuye según el grado que cursan, de
la siguiente manera: el 31% de los entrevistados está cursando el noveno grado, el 28%
décimo grado, el 17% está en octavo grado, el 14% está en séptimo grado, el 7% está en
sexto grado y un 3% cursa un bachillerato.

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3. Gráfica: consumo de Lácteos en adolescentes

Los lácteos juegan un papel muy importante en nuestra dieta alimentaria, su fuente de
calcio, proteína, vitaminas y minerales los hacen necesarios para un buen desarrollo, sin
embargo el alto consumo de los mismos siendo que también estos son ricos en grasas
saturadas y lactosa puede traer consecuencias de enfermedad.

El gráfico nos muestra que el consumo diario de lácteos en nuestros adolescentes es


elevado, siendo los porcentajes para la leche de un 42% de 2-3 veces por semana, 26% de
4-5 veces por semana, 19% lo consumen diario y 13% una vez por semana. En el caso del
yogur nos damos cuenta que no es un producto muy consumido, el 58% de la población no
lo consume nunca, un 32% lo hace una vez por semana, un 7% de 2-3 veces por semana y
solo un 3% diario.

Para el queso tenemos que 39% de la población lo consume de 4-5 veces por semana, un
29% de 2-3 veces por semana, 16% de la población lo consumen una vez en la semana y un
16% también lo consumen diario. La mantequilla un 52% de la población la consumen de
2-3 veces por semana, un 23% de 4-5 veces por semana, 16% todos los días, 7% una vez
por semana y 3% nunca. Incluimos los huevos en este gráfico como parte de fuente del
grupo de alimentos de origen animal, y los resultados nos muestran que un 45% de la
población incluyen huevos de 4-5 veces por semana en su plato, 26% de 2-3 veces y 26%
todos los días, solo un 3% no los consumen nunca.

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4. Gráfico de los granos y sus derivados (carbohidratos)

Los carbohidratos son moléculas de azúcar. Junto con las proteínas y las grasas, los
carbohidratos son uno de los tres nutrientes principales que se encuentran en alimentos y
bebidas.

Sin embargo la transformación de los mismos al momento de su preparación y un alto


consumo pueden hacer que estos se vuelvan dañinos para nuestra salud, es por eso la
importancia de conocer la regularidad del consumo en la sociedad.

En las encuestas aplicadas a nuestros adolescentes de 13-15 años nos muestran que:

Considerándose uno de los alimentos favoritos de los hondureños, 55% de la población


encuestada consume frijoles todos los días, 36% de 4-5 veces a la semana, 7% de 2-3 veces
por semana y 3% no consume frijoles.

42% de la población encuestada consume arroz 2-3 veces por semana, 23% de 4-5 veces
por semana, y un 23% también lo consumen diario, y un 13% una vez a la semana.

Las pastas son mayormente consumidas una vez a la semana con un 68%.

El porcentaje del consumo de la tortilla de maíz también se eleva a diario con un 48% de la
población que lo agrega como parte de su plato y no solo diario, sino en cada tiempo de
comida, y solo un 3% no consume tortilla.

Las tortillas de harina también consideradas como parte de la gastronomía típica hondureña
también tiene un consumo elevado en nuestros adolescentes encuestados con una cifra de

23
32% para 2-3 y 4-5 veces por semana. un 64% sería una cifra alta de consumo y solo un 26%
lo consume una vez en la semana y existe un 10% que lo consumen diario.

El pan dulce es consumido por nuestros adolescentes encuestados 26% todos los días, y
26% de 2-3 veces por semana, un 19% de 4-5 veces por semana y 19% una vez a la semana.
10% no consume pan dulce.

La avena con el mayor porcentaje de 36% nos dice que no incluyen la avena en su
alimentación. un 16% una vez a la semana y solo un 10% la consume a diario.

42% de la población encuestada consume cereal de 2-3 veces por semana, 19% de 4-5
veces, y 19% una vez en la semana, 13% la ingiere a diario y un 7% no consume.

24
5. Gráfico Frutas y verduras

En relación a las frutas podemos observar que un 45% de la población encuestada incluyen
frutas en su alimentación de 2-3 veces por semana, un 26% un día de la semana, 16% las
consumen a diario y un 13% de 4-5 veces por semana.

Con respecto a las verduras la ingesta es muy poca pues 13% de la población los consumen
una vez por semana, un 39% de 2-3 veces por semana, un 26% de 4-5 veces por semana y
solo un 19% de la población los añade como parte de su plato alimenticio de todos los días.

25
6. Gráfico Carnes y modo de preparación

El presidente de la sociedad española de médicos de atención primaria, José Luis Llisterri,


ha definido el aporte nutricional que ofrece la carne y considera que debe formar parte de
la dieta de niños y adolescentes, como parte de una dieta saludable. Ya que aporta
proteínas de alto valor biológico, minerales tales como el hierro y el zinc, y vitaminas.

Los resultados que mostraron las encuestas con respeto a carnes son:

El pescado es el alimento que menos se consume en nuestra población de adolescentes de


13-15 años, siendo 74% de la población que lo pone en su dieta una vez a la semana.

El pollo es de las carnes más consumidas en nuestra población de adolescentes, 61% de esta
lo consume de 2-3 veces por semana, 23% de 4-5 veces por semana, 13% una vez en la
semana y 3% todos los días. La carne de res es consumida por un 52% una vez en la semana,
5% de 2-3 veces por semana, 3% de 4-5 veces por semana y un 3% de la población no
consume carne de res.

Para la carne de cerdo tenemos 48% que lo consumen una vez en la semana, 29% de 2-3
veces por semana y el otro 23% no consume carne de cerdo.

Para la carne de pescado el 90% de los adolescentes prefieren comerlo frito.

El pollo podríamos decir que una mitad de la población lo prefiere frito y la otra mitad
cocido. siendo casi la misma referencia para la carne de cerdo. La carne de res el 80%
prefiere consumir frita.

26
7. Gráfico bebidas azucaradas

Las bebidas azucaradas son aquellas que contienen azúcar añadida. Estas incluyen:
refrescos, bebidas azucaradas de té y bebidas deportivas, energéticas y jugos. Las bebidas
azucaradas tienen grandes cantidades de calorías que tienen muy poco o nada de valor
nutricional, una lata de refresco de 20 onzas contiene más de 70 gramos de azúcar
añadiendo más de 250 calorías con muy poco valor nutricional.

La ingesta de grandes cantidades de bebidas azucaradas está significativamente asociada


con el aumento de peso y la obesidad, desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas
entre otras. De aquí parte la importancia de que la población conozca dicha información y
comience a realizar cambios de consumo.

Los resultados de nuestros adolescentes encuestados muestran que el 48% consumen café
diario, 16% no consumen café, y otro 16% una vez a la semana, 13% de 2-3 veces y 7% de
4-5 veces por semana. 89% usa azúcar en el café. El jugo de lata es menos consumido, 29%
de los encuestados no lo consumen, otro 29% de 2-3 veces por semana, 26% una vez en la
semana, 13% todos los días y 3% 4-5 veces en la semana.

Los jugos naturales son consumidos por un 26% de 2-3 veces por semana, 16% todos los
días, 13% consumen jugo de 4-5 veces, 5% una vez en la semana y un 3% no consumen jugos
naturales. 97% les agrega azúcar a sus jugos. El 26% de nuestros adolescentes encuestados
consumen soda a diario, y 26% de 2-3 veces por semana, 23% no consumen sodas o
refrescos, el 19% lo hace una vez por semana, y 7% de 4-5 veces lo que también supone alto
consumo de esta bebida.

27
8. Gráfico grasas y aceites

Entre los productos con grasas y aceites tenemos un mayor consumo en la manteca en
comparación con la margarina y mayonesa.

El 36% nunca usan manteca, 26% la usan de 2-3 veces por semana, 13% una vez en la
semana y 3% de 4-5 veces en la semana.

28
9. Gráfico comida Chatarra

En este primer gráfico mostramos los resultados de la comida chatarra que nuestros
adolescentes encuestados consumen al menos una vez por semana. Siendo el pastel o
postre uno de los más consumidos y los churros y los dulces menos consumidos pero
siempre está en su dieta alimenticia una vez a la semana.

10. Frecuencia de consumo de comida chatarra

En este segundo gráfico mostramos la frecuencia de este tipo de comida chatarra, siendo
el pastel con 61% consumido una vez en la semana, 68% no consumen burritos, 45%
consumen baleadas de 2-3 veces por semana, 16% consumen dulces de 4-5 veces a la
semana y un 10% consumen churros todos los días.

29
Conclusiones

Según los resultados encontrados se concluye que:

❖ Los adolescentes en su mayoría no están consumiendo los nutrientes


necesarios para el correcto desarrollo físico y mental.
❖ El consumo de frutas y verduras es bajo en nuestros adolescentes y cabe
recalcar que las frutas y verduras han sido reconocidas como una buena
fuente de vitaminas y minerales y su consumo frecuente podría ayudar a
prevenir la obesidad, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de
cánceres.
❖ El consumo de grasas, carbohidratos y azúcares es elevado en los
adolescentes, ya que los resultados muestran que la mayoría de los
entrevistados consumen con mayor frecuencia las carnes fritas, los jugos
azucarados, y los carbohidratos mal preparados, esto nos dice que si no
cambiamos los hábitos alimenticios de nuestros adolescentes, no tendrán
una adultez sana.
❖ Los excesos más comunes son de grasa total, grasa saturada, colesterol, sal
y azúcar. Un gran número de adolescentes no cubren las recomendaciones
diarias de ingesta de frutas, verduras y alimentos ricos en calcio.

30
Recomendaciones
❖ Los adolescentes deben ingerir la cantidad de nutrientes y calorías de acuerdo a la
edad y a la actividad física.
❖ Es importante reducir la cantidad de grasas en las comidas, cambiar las carnes fritas
por las cocidas.
❖ Evitar el consumo frecuente de snacks debido a que estos contienen grandes
cantidades de azúcares y grasas que no aportan ningún tipo de nutrientes a nuestro
cuerpo.
❖ Establecer el consumo de frutas y verduras como parte de la dieta diaria.
❖ Mejorar los hábitos alimenticios en la adolescencia ayudará a gozar de buena salud
en la juventud y adultez.

31
Anexos

1. Encuesta aplicada al grupo etario de adolescentes de 13 - 15 años de edad,


ubicados en la zona noroccidental de Honduras.

https://docs.google.com/forms/d/13RT8hzm-
22XfAT7JDApzw_wCbzaqgDZDQlz0yO07fOo/edit

2. Tablas de gráficos

Tabla 1. Edad del grupo etario encuestado

Tabla 2. Grado académico del grupo etario encuestado

% de Estudiantes
Grado Académico
por grado
Sexto 7%
Séptimo 14%
Octavo 17%
Noveno 31%
Decimo 28%
Otros 3%

3. Consumo de lácteos del grupo etario encuestado

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Tabla 4. Consumo de granos y sus derivados en el grupo etario encuestado

Tabla 5. Consumo de frutas y verduras en el grupo etario encuestado

Tabla 6. Consumo de carnes y modo de preparación en el grupo etario encuestado

33
Tabla 7. Consumo de bebidas y modo de preparación en el grupo etario encuestado

Tabla 8. Consumo de grasas y aceites en el grupo etario encuestado

Tabla 9. Consumo de comida chatarra en el grupo etario encuestado

34
Tabla 10. Frecuencia de consumo de la comida chatarra en adolescentes en el grupo etario
encuestado.

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Bibliografía

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https://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/27560/1/PROYECTO%20DE%20INVEST
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http://www.bvs.hn/TMVS/pdf/TMVS82/pdf/TMVS82.pdf

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https://static1.squarespace.com/static/53b1eff6e4b0e8a9f63530d6/t/5e18d507f5caf22b
96f54009/1578685706391/AprovechaNut_Torres+ARTICULO.pdf

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file:///C:/Users/Karen%20Lagos/Downloads/guia_alimentacion_saludable_SENC.pdf

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