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Vargas

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Programa de Estudios de Posgrado

Vertimientos de aguas residuales urbanas y sus efectos


en la condición ambiental de la Ensenada La Salada,
Sonora, México

T E SI S
Que para obten er el grado d e

M a est ro e n C ie ncia s

U s o, M a n ej o y P r e s e rva c i ón d e l o s R ec u r s os
N a t u ra l e s
( O ri en t a c i ón en B i o l o gí a M a ri n a )

p r e s e n t a

Héctor Hugo Vargas González

Guay ma s, Sono ra, Octub re 20 12


Director de Tesis

Dr. José Alfredo Arreola Lizárraga


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste

Co-Tutor

Dra. Lía Celina Méndez Rodríguez


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste

Co-Tutor

Dr. Renato Arturo Mendoza Salgado


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste.

COMITÉ REVISOR DE TESIS

Dr. José Alfredo Arreola Lizárraga

Dra. Lía Celina Méndez Rodríguez

Dr. Renato Arturo Mendoza Salgado

JURADO DE EXAMEN DE GRADO

Dr. José Alfredo Arreola Lizárraga


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste

Dra. Lía Celina Méndez Rodríguez


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste

Dr. Renato Arturo Mendoza Salgado


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste

Dr. Jorge Eduardo Chávez Villalba


Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste
Resumen

Este estudio revela una acción de gobierno insustentable que consistió en suspender los

vertimientos de aguas residuales urbanas a la Bahía de Guaymas para dirigirlos hacia la Ensenada

La Salada y convertirla en un sistema insalubre en el Estado de Sonora. El objetivo del estudio

fue evaluar la condición ambiental de La Ensenada La Salada, mediante la aplicación y

comparación de los índices de Calidad Ambiental Costera (ICAC) y de Estado Trófico (TRIX).

Se estimaron los aportes de nutrientes inorgánicos disueltos por las aguas residuales y se

determinaron los parámetros temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, nitritos, nitratos, amonio,

ortofosfatos y clorofila “a” en el cuerpo de agua. Los muestreos se realizaron en 12 sitios

(superficie y fondo) en tres ocasiones con una frecuencia semanal para cada estación del año. La

Ensenada La Salada recibe anualmente 1,237 ton de Nitrógeno y 811 ton de Fósforo. Los índices

ICAC y TRIX fueron complementarios y aportaron evidencia de que el tratamiento primario

aplicado a las aguas residuales urbanas es insuficiente. En particular, el ICAC mostró que la

Ensenada La Salada tiende a una mala calidad en sitios adyacentes a la zona de descarga y la

calidad mejora en un gradiente definido por la extensión de la pluma de agua residual (≈ 250 m

de la línea de costa). El TRIX indicó predominantemente un estado mesotrófico, con tendencia a

un estado eutrófico, especialmente en los sitios adyacentes a la zona de descarga, expresando un

proceso de eutrofización en el cuerpo de agua con consecuentes efectos adversos ambientales y

de salud pública.

Palabras clave: eutrofización, índice ICAC, índice TRIX, calidad del agua, ecosistema costero.

Vo.Bo. Director de Tesis:


DISCHARGING OF WASTE WATER AND ITS EFFECTS ON THE ENVIRONMENTAL
CONDITION OF THE INLET “LA SALADA”, SONORA, MEXICO.
Abstract
This study reveals a government action of unsustainability that consisted of suspending the

discharge of urban wastes water without treatment in the Guaymas bay and redirecting the

discharge to another coastal aquatic body (La Salada) and turning it into an unhealthy system.

The target is to present the environmental conditions of the Inlet “La Salada”. Were applied the

ICAC index and TRIX index. Dissolved inorganic nutrients from the urban wastewater discharge

and temperature, salinity, dissolved oxygen, nitrite, nitrate, ammonium, orthophosphate and

chlorophyll "a" of the aquatic body were determined. Three campaigns with a weekly frequency

in every one of the seasons of the year were executed. Samplings were collected in a network of

12 sites (surface and bottom). The indexes ICAC and TRIX were complementary and showed

evidence that the primary treatment applied to the urban wastewater is insufficient. Particularly

the ICAC index showed that the environmental conditions of the inlet “La Salada” has poor water

quality in the adjacent sites to the discharge source and the water quality improves in a gradient

defined by a salinity border (~ 250 m from the coast line). The TRIX values obtained

demonstrate predominantly a mesotrophic state with tendency toward an eutrophic state,

especially in the adjacent sites to the discharge source. The studied system is under

environmental stress with symptoms of eutrophication and its ecological balance has been

compromised. Consequences of these Symptoms are the adverse environmental effects and the

Human health risks.

Keywords: eutrophication, ICAC index, TRIX index, water quality, coastal ecosystem.
DEDICATORIA

Para mi pequeña hija Alhely…


AGRADECIMIENTOS

Al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C., Campus Guaymas y La Paz por

todas las facilidades de apoyo otorgados para realizar mis estudios de maestría,

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), por la beca otorgada para continuar

mis estudios de posgrado.

A mi director de tesis, Dr. José Alfredo Arreola Lizárraga, por su guía, confianza, paciencia y por

el gran apoyo para la realización de este trabajo.

A mi comité tutorial: Dra. Lía Méndez y Dr. Renato Mendoza Salgado, por su tiempo y

acertadas observaciones a mi manuscrito.

Esta tesis se desarrolló en el marco del proyecto: Estudio de la clasificación de la zona costera de

Guaymas (financiado por CNA-CONACyT: 2008-2010) bajo la responsabilidad de la Dra. Lía

Celina Méndez (CIBNOR, S.C.).

A los Ing. Félix Cazarín Aguilar y José Sura Micheland por la confianza brindada para continuar

con mi superación personal.

Al M. en C. Edgar Alcántara Razo por su apoyo en el procesamiento de mapas para el análisis

espacial.
A la M. en C. María del Refugio López tapia por su asesoría y apoyo para la realización de los

análisis de las muestras de agua en el Laboratorio de Calidad del Agua del CIBNOR Campus

Guaymas.

Al Ing. Andrés Hernández Ibarra y al Biólogo Josué Valenzuela Díaz por su apoyo en la

realización de los muestreos.

A la M. en C. Sara Burrola Sánchez, por su apoyo incondicional para la culminación de este

trabajo.

Al Ing. David Urías Laborín por su apoyo para la elaboración de la figura de estudio.

Al Geólogo Gustavo Padilla Arredondo por su apoyo para la realización de la figura del gradiente

de salinidad en el sistema La salada.

A todos mis compañeros y amigos y todo el personal del CIBNOR Unidad Guaymas, gracias por
su apoyo y amistad.
CONTENIDO

Resumen……....……….…………………………………………………………………………...i
Abstract………………...………………………………………………………………………….ii
Dedicatoria...……………………………………………………………………………………..iii
Agradecimientos…..………………………………………………………………………………iv
Contenido…………..……………………………………………………………………………….v
Lista de Figuras………………………………………………………………….……..….……..vi
Lista de Tablas. ………………………………………………………………….………………vii

I. Introducción……………………………………………………………………………. 1
II. Antecedentes…………………………………………………………………………… 5
III. Hipótesis……………………………………………………………………………….. 16
IV. Objetivos……………………………………………………………………………….. 16
a. Objetivo general……………………………………………………………….. 16
b. Objetivos específicos…………………………………………………………... 16
V. Justificación……………………………………………………………………………. 17
VI. Material y métodos…………………………………………………………………….. 18
a. Área de estudio………………………………………………………………… 18
b. Trabajo de campo……………………………………………………………… 21
c. Trabajo de laboratorio…………………………………………………………. 23
d. Trabajo de Gabinete……………………………………………………………. 24
Índice TRIX……………………………………………………………………. 25
Índice ICAC……………………………………………………………………. 26
VII. Resultados……………………………………………………………………………… 29
a. Cargas Contaminantes…………………………………………………………. 30
b. Calidad del Agua………………………………………………………………. 30
VIII. Discusión……………………………………………………………………………..... 41
IX. Conclusiones…………………………………………………………………………… 50
X. Recomendaciones……………………………………………………………………… 51
XI. Literatura citada………………………………………………………………………... 53
LIS TA DE FIG URAS

Página

Figura 1. Ubicación del área de estudio y sitios de muestreo. 18

Figura 2. Sistema del drenaje principal de la cd. de Guaymas. 19

Figura 3. Variación de la Temperatura del agua en cada estación del año en la Ensenada 30
La Salada.

Figura 4. Distribución espacial de salinidad en cada estación del año en la Ensenada La 31


Salada.

Figura 5. Gradiente de salinidad en el sistema La Salada. 32

Figura 6. Concentraciones de Oxígeno Disuelto (mg l-1) en la Ensenada La Salada. 33

Figura 7. Distribución espacial de Oxigeno Disuelto (mg l-1 ) en cada estación del año en 33
la Ensenada La Salada.

Figura 8. Concentraciones de clorofila “a” (mg m-3) en la Ensenada La Salada. 34

Figura 9. Concentraciones de Nitrógeno Inorgánico Disuelto (µM) en la Ensenada La 35


Salada.

Figura 10. Distribución espacial de Nitrógeno Inorgánico Disuelto (µM) en cada estación 36
del año en la Ensenada La Salada.

Figura 11. Concentraciones de ortofosfatos (µM) en la Ensenada La Salada. 36


Figura 12. Distribución espacial de ortofosfatos (µM) en cada estación del año en la 37
Ensenada La Salada.

Figura 13. Comportamiento anual del Índice de Calidad Ambiental Costera. 38

Figura 14. Comportamiento anual del estado trófico indicado por el Índice TRIX. 38

Figura 15. Comportamiento espacial y temporal de la Calidad Ambiental Costera indicada 39


por el Índice ICAC en la Ensenada La Salada.

Figura 16. Comportamiento espacial y temporal del Estado trófico indicado por el Índice 40
TRIX en la Ensenada La Salada.

LIS TA DE FOTOS

Página

Fotos 1-2 Panorámica de las lagunas de oxidación y su descarga directamente al mar. 20

Fotos 3-4 Condiciones asépticas de las primera y segunda lagunas de oxidación. 20


LIS TA DE TABLAS

Página

Tabla I. Aportaciones de nitrógeno y fósforo por fuentes antropogénicas a la zona 7


costera.

Tabla II. Escala de concentración de nutrientes. 14

Tabla III Parámetros de calidad de agua en sitios de descarga. 22

Tabla IV. Valores de referencia del índice TRIX para los niveles de estado trófico. 26

Tabla V. Cargas contaminantes a la Ensenada La Salada. 29

Tabla VI. Comparación con la Norma de Calidad de agua costera (para la vida 59
acuática y práctica de natación).
1. INTRODUCCIÓN

En México, se estima que menos del 25 % de la población habita en las zonas


costeras a diferencia de la tendencia mundial, que es donde vive más del 60 %. Pese a que
México es el décimo segundo país mejor dotado del mundo, en términos de litorales y
superficie marina (CONABIO, 2006) el desarrollo acelerado de las actividades económicas
y el crecimiento desordenado en las zonas costeras y zonas urbanas de las costas
nacionales, han alterado los ciclos biogeoquímicos cambiando negativamente la salud de
los frágiles ecosistemas costeros (Lara-Lara et al., 2008).

Las zonas costeras son altamente productivas, su importancia radica en que


proporcionan diversos servicios ecosistémicos a la sociedad, entre ellos la pesca, la
acuicultura, extracción de hidrocarburos y minerales, transportación marítima, turismo y
paisaje, regulación del clima, recreación, estabilidad y protección a la propia zona costera.
Otros hábitats costeros, como acantilados y zonas rocosas, bahías, ensenadas, playas, dunas
y marismas, desempeñan un papel importante en el ciclo de vida de una diversidad de
peces, moluscos y aves migratorias (Lara-Lara et al., 2008). Sin embargo el servicio más
evidente de estos cuerpos costeros es que funcionan como receptores finales de todo tipo de
aguas residuales, urbanas e industriales. En México, para el año 2009, las estadísticas
indican que el 58 % de las descargas de los centros urbanos y 80.7 % de las descargas
industriales se vierten directamente a los cuerpos de agua sin ningún tratamiento previo,
mientras el restante recibe un tratamiento primario y secundario que es insuficiente para
eliminar compuestos orgánicos persistentes, por lo que se estima que más del 73 % de los
cuerpos de agua están contaminados (CONAGUA, 2011).

La magnitud de los problemas de contaminación por aguas residuales depende, por


un lado, de las fuentes de aguas residuales, los volúmenes vertidos, tasa de residencia, tipos
y cargas de contaminantes, y por otro lado, de la resiliencia del cuerpo receptor, es decir de
la capacidad para diluir y asimilar aquellos nutrientes tanto alóctonos como autóctonos en
función de su hidrodinámica y estratificación del sistema, presentando a su vez variabilidad
regional, espacial y estacional (De Jonge et al., 2002).
2

Los contaminantes que ingresan a los litorales son diversos, y pueden provenir de
fuentes puntuales, difusas o atmosféricas (De Jonge et al., 2002). Por su tipo se clasifican
en bacteriológicos (virus y bacterias), biológico-infecciosos (cadáveres, restos orgánicos),
inorgánicos (metales pesados), orgánicos (hidrocarburos, pesticidas, nutrientes) y
radiactivos. La eliminación de los contaminantes orgánicos de origen antropogénico es
costosa y es difícil de identificar, medir y controlar. Se caracterizan por ser compuestos
recalcitrantes y para su remoción se requieren de tratamientos terciarios especialmente para
eliminar las sales de nitrógeno (N) y fósforo (P) el cual es uno de los problemas más
importantes en la zona costera. El enriquecimiento por nutrientes en múltiples ecosistemas
costeros ha generado un incremento en su suministro de materia orgánica, proceso al cual
se le ha denominado eutrofización (Nixon, 1995).

La eutrofización altera el estado trófico del sistema dado el incremento de la


producción primaria con cambios en la composición de fitoplancton y proliferación de
especies nocivas, pérdida de corales y vegetación sumergida, eventos de hipoxia / anoxia,
turbidez, olores nauseabundos, incluso mortalidades masivas de peces (Vollenweider, 1992;
De Jonge et al., 2002).

Las zonas costeras son susceptibles al proceso de eutrofización dado que: (1)
reciben efluentes ricos en nutrientes que provienen de la atmósfera, ríos, escorrentías por
lluvias, mantos acuíferos, el mar y por reciclaje interno, (2) son receptores directos de
fuentes puntuales de N y P de origen antropogénico dado el incremento de las actividades
en tierra (e.g., desarrollo urbano, industrial, agrícola, pecuario y acuícola) (3) por sus
características geomorfológicas presentan un intercambio de agua variable, pero
comúnmente limitado con el océano, (4) el N y el P limitan la producción primaria en los
océanos, especialmente en los ecosistemas costeros tropicales y subtropicales (Krebs, 1985;
Goldberg, 1995).

Cloern (2001) describió el modelo conceptual de la evolución de la eutrofización


por Fases. La Fase I atendía a la relación 1 : 1, un estímulo una respuesta. La tasa de aporte
3

de nutrientes rige la tasa de crecimiento del fitoplancton y la acumulación de biomasa


conduce a un desbalance entre los procesos de producción y consumo. Así, el aumento en
la sedimentación de materia orgánica del fitoplancton, favorece la descomposición
bacteriana y el consumo de oxígeno, provocando su reducción en las aguas del fondo,
después del inicio de la estratificación térmica en primavera o verano.

El modelo contemporáneo de eutrofización Fase II, incluye los atributos del


ecosistema, como puede ser el tiempo de residencia del agua, la vegetación sumergida, los
procesos biogeoquímicos en la interface agua - sedimento, que juntos actúan como un
filtro, y que dependiendo de su intensidad será el atributo de cada ecosistema costero.

Sin embargo no existe una función lineal, entre ecosistemas y la magnitud y el


carácter de sus respuestas. Por lo que para su estudio se sugiere evolucionar hacia una Fase
III.

La Fase III, se basa en responder cinco preguntas críticas: (1) los atributos del
sistema: el Filtro; (2) enriquecimiento de nutrientes como causa de estrés; (3)
acoplamientos complejos entre respuestas de las múltiples causas de estrés; (4) impactos
del cambio en ecosistemas costeros de la Tierra; y (5) la aplicación de un entendimiento
científico más amplio (Cloern, 2001).

El estado del conocimiento actual sobre la eutrofización costera cambia el


paradigma de su definición tradicional y en su versión macroscópica se vislumbra como un
componente de cambio global dado el incremento de la población mundial y el cambio en
el uso de la superficie terrestre que ha sido convertida a producción agrícola y pecuaria en
más del 50 % (Nixon, 2009). Principalmente el ciclo del N ha sido modificado dado el
aumento en su producción para ser usado como fertilizante mediante el proceso Haber
(producción de amoníaco a nivel industrial) y por el incremento en las emisiones
antropogénicas de especies de N reactivo, la sobrepesca y el cambio climático global
(Duarte, 2009). Esta nueva visión es importante para entender porque deben reducirse los
4

aportes de nutrientes con el fin de restaurar y prevenir la pérdida de los servicios


ecosistémicos proporcionados por los ecosistemas costeros (Howarth et al., 2006).

La NOM-001-ECOL- 1996 (DOF, 1996) establece los límites máximos permisibles


de contaminantes en las descargas de aguas residuales en aguas y bienes nacionales, e
indica que las ciudades con más de 50,000 habitantes ya deberían estar tratando sus aguas
residuales desde el año 2000. Sin embargo presenta inconsistencias y su aplicación
nacional resulta inoperante debido a la diversidad de escenarios costeros. Guaymas, Sonora,
es un puerto con alrededor de 149,299 habitantes (INEGI, 2010) donde los cuerpos de agua
costeros han estado sujetos a la presión antropogénica por el vertimiento de aguas
residuales sin tratar, por lo que presentan una potencial susceptibilidad a la eutrofización.

Este estudio revela una acción de gobierno insustentable que consistió en suspender
los vertimientos de aguas residuales urbanas sin tratamiento en la bahía de Guaymas y
dirigir los vertimientos hacia otro cuerpo de agua costero ambientalmente saludable
(Ensenada La Salada) y convertirlo en un sistema insalubre.

El propósito de la Tesis es evaluar la condición de deterioro y tendencia ambiental


de la Ensenada La Salada.
5

2. ANTECEDENTES

Medición de la Eutrofización.

La investigación sobre el proceso de eutrofización claramente impacta a todos los


componentes de los ecosistemas costeros. Estos impactos requieren la utilización de
indicadores robustos para evaluar y diagnosticar las respuestas de los ecosistemas costeros
y como varia la susceptibilidad a la eutrofización entre cuerpos de agua con características
similares (Jaanus et al., 2009).

Las respuestas al ingreso excesivo de nutrientes podrían manifestarse con cambios


en la biomasa de fitoplancton medida como Clorofila a (Cl “a”) en la transparencia del
agua, en la producción primaria, en la biomasa de macroalgas, en la sedimentación de
carbono orgánico, en la proporción del N : P y Silicio (Si) Si : N y N : P , en florecimientos
de algas tóxicas, en la comunidad de fitoplancton, en la biomasa y comunidad del bentos,
en la calidad y diversidad del hábitat, en la biogeoquímica de los sedimentos, en el
reciclado de los nutrientes, en la concentración del oxígeno molecular, en la mortalidad de
invertebrados y peces, y finalmente en la estructura de la trama trófica (Cloern, 2001).

Un punto de referencia clave es el conocimiento del estado trófico de un ecosistema.


Para estimarlo se han utilizado como indicadores: el oxígeno disuelto (Justic, 1991; Viaroli
y Christian, 2003); nutrientes inorgánicos disueltos; nitrógeno y fósforo total (NT y PT)
(Smith et al., 1999; Karidis et al., 1983, 1996; Ignatides et al., 1992); la Cl “a” (Carlson,
1977; Contreras-Espinosa et al., 1994); la productividad primaria (Nixon, 1995).

Con base en la magnitud de concentración de nutrientes, una zona marítima costera


se clasifica en: oligotrófico (< 260 mg m-3 NT; < 10 mg m-3 PT; < 1 mg m-3 Cl “a”),
mesotrófico (260 – 350 mg m-3 NT; 10 - 30 mg m-3 PT; 1 - 3 mg m-3 Cl “a”), eutrófico
(350 – 400 mg m-3 NT; 30 - 40 mg m-3 PT; 3 - 5 mg m-3 Cl “a”), o hipertrófico (> 400 mg
m-3 NT; > 40 mg m-3 PT; > 5 mg m-3 Cl “a”) (Hakanson, 1994; Pinckney et al., 2001).
6

Establecer el estado trófico de la zona costera ha sido un aspecto importante y se


han integrado estos parámetros en índices, por ejemplo TRIX (Índice del estado trófico)
(Vollenweieder et al., 1998); el AZCI (Arid Zone Coastal Water Quality Index) también
conocido como ICAC (Índice de Calidad Ambiental Costero) (Mendoza-Salgado, 2004 y
2005) y TWQI (Índice de Calidad del Agua) (Giordani et al., 2009). También se han
empleado modelos como el ASSETS (Evaluación del Estado Trófico Estuarino) (Bricker et
al., 2003).

El índice TRIX ha sido aplicado en cuerpos de agua costeros de Italia (Pettine et al.,
2007), España, Portugal (Salas-Fuensanta et al., 2008), Brasil (Flores-Montes et al., 2011),
México (Aranda-Cicerol, 2004; Reynaga-Franco, 2009; Escobedo-Urías, 2010). La
eficiencia de este índice para valorar la calidad en aguas del Mar Negro, del Mar Egeo, del
Mar Tyrrhenian y del Mar Adriático (Moncheva et al., 2001; Giovanardi et al., 2002;
Penna et al., 2004) le ha permitido ser reconocido como un índice confiable en diversos
escenarios costeros. En resumen, se ha observado que el índice TRIX es una medida
integrada del estado trófico de un cuerpo de agua costero, y es útil para evaluar las
diferencias entre el estado trófico de zona costeras de diferentes latitudes, y características
geomorfológicas. Algunas limitantes es su falta de concordancia con las concentraciones de
Cl “a” (Aranda-Cicerol, 2004) o en aquellos cuerpos de agua costeros donde dominen
otros procesos y se utilicen parámetros que no sea el fitoplancton (e.g. (I) “blooms” o lo
que Mendoza-Salgado (2004) define como “hiperfitodemografía” de algas tóxicas, (II)
crecimiento de macroalgas, (III) pérdida de vegetación sumergida debido a la falta de luz
solar, (IV) eventos de hipoxia/anoxia, (V) cambios de la estructura de comunidad de
organismos bentónicos por depleción de oxígeno o la presencia de especies de fitoplancton
tóxicos (Bricker et al., 1999; Painting et al., 2005; Tett et al., 2007).

El ICAC formulado por Mendoza-Salgado et al. (2005) se ha aplicado en sistemas


costeros de región árida en el Noroeste de México Basado en las fuentes de N y P. Fue
utilizado en un estudio realizado en la bahía Concepción del Golfo de California y en un
7

análisis comparativo de tres lagunas costeras del estado de Sonora, México. En ambos
casos resultó ser buen indicador para determinar el estado trófico de estos cuerpos de agua
de zonas áridas.

La Fase III del Proceso de Eutrofización requiere más estudios que evalúen las
respuestas al estímulo del aporte de nutrientes (Cloern, 2001). Sin embargo, el desarrollo de
indicadores confiables del nivel trófico de los ecosistemas costeros, no esta mediado por un
interés académico, sino para establecer políticas de legislación ambiental orientadas a
identificar y abatir las causas que producen el proceso de eutrofización (Duarte et al.,
2009).

El Contexto Global.

Hay una fuerte tendencia para asociar los aportes antropogénicos y la capacidad del
sistema costero para manifestar un cambio. En la Tabla I se observa como los efluentes
urbanos y agrícolas (fuentes difusas) contribuyen significativamente al aporte de nutrientes
(Vollenweider, 1992). Por otro lado el impacto por las plantas de tratamiento de aguas
residuales (PTAR) como fuentes puntuales de contaminantes es mayúsculo si su
tratamiento es ineficaz y pueden cambiar la hidrología y los bioprocesos en los cuerpos de
agua receptores de esos efluentes (Carey et al., 2009).

Tabla I. Aportaciones de nitrógeno y fósforo por fuentes antropogénicas a la zona costera.

FUENTE N (%) P (%)

Aguas residuales urbanas 20 - 40 40 – 60 - (80)

Agro-industria: producción pecuaria, procesamiento de


40 – 60 - (80) 20 – 40
productos, fertilizantes.
Otras: industrias, escorrentías urbanas, depositación
< 10 - 20 < 5 - 10
atmosférica.
Fuente: Vollenweider (1992)
8

Se estima que para el 2030, el 60 % de la población mundial residirá en áreas


urbanas (UNPD, 2008) y más del 70 % de la población de EE.UU., podría habitar las
zonas costeras (De Jonge et al., 2002), creando un gran volumen de agua residual
concentrado en áreas reducidas. De esta manera los investigadores en EE.UU., relacionan
directamente la calidad del agua costera con la carga de nutrientes de fuentes puntuales
como los efluentes de las PTAR, más que por fuentes difusas (Ahearn et al., 2005; Popova
et al., 2006; Migliaccio et al., 2007) no obstante que estas últimas son más difíciles de
medir y controlar.

Es interesante destacar que la evolución del proceso del tratamiento de aguas


municipales, fue a prueba y error. Finalmente en la década de 1950 y 1960 se desarrolló
una teoría del funcionamiento suficiente para el diseño en función de las características del
agua a tratar. En Inglaterra y en EE.UU. se construyeron con éxito las primeras plantas que
operaban un flujo de 946 m3 día-1, para aumentar después hasta 38,000 m3 día-1, como la
establecida en Houston, Texas (Sawyer, 1965).

Las PTAR, incrementan su costo según el nivel de tecnología utilizado para el


tratamiento (primario, secundario y terciario). Muga y Mihelcic (2008) investigaron el
costo del tratamiento secundario en EE.UU. y encontraron que para las PTAR con
3 -1
capacidades de hasta 3800 m día , los costos de construcción van desde $260 dll. hasta
$2770 dll. para tratar un m-3 día-1. Los costos estimados de construcción para el tratamiento
terciario (sin incluir tratamientos previos) en una PTAR de Luisiana con una capacidad de
3800 m3 día-1 fueron de $502 dll. m-3 día-1 y $120,116 dll. para la operación y
mantenimiento anual (Ko et al., 2004).

La mayoría de las ciudades más grandes del mundo vertían directamente sus aguas
domésticas en ríos cercanos o mares. El rezago en la implantación de PTAR eficientes
generó a nivel mundial un impacto en los frágiles ecosistemas costeros, que es el destino
final de la mayoría de los efluentes industriales y municipales, especialmente de las
9

ciudades urbanizadas. Varios países de la Unión Europea buscan establecer la capacidad de


tratamiento de las aguas residuales requerida por las aguas residuales urbanas (EEA, 2005).

Los trabajos son tan diversos como los cuerpos costeros estudiados. Sin embargo,
los que mas destacan son los realizados en EE.UU., que es el país más productivo en ese
campo, basado en el “Science Citation Index database” de 1993 a 2008 (Sun et al., 2011).

Un estudio pionero realizado en el área costera de Nueva York a lo largo de las


bahías de Long Island reveló que el N es el factor que limita la producción de fitoplancton
(Ryther y Dunstan, 1971). Esta investigación dilucidaba que la eliminación de los fosfatos
de las aguas residuales no ayudaría a solucionar el problema de la contaminación costera y
que el manejo de la eutrofización en lagos es mediante el control de entradas de P (Riley,
1963; Krebs, 1985). De esta manera, la Sociedad Ecológica de América (Vitousek et al.,
1997) y el Equipo Costero Marino de la Evaluación Nacional del Cambio Climático
(Scavia et al., 2002) concluyeron que la contaminación por N es una las mas grandes
consecuencias del cambio global acelerado de origen antropogénico sobre las zonas
costeras del mundo.

Los cuerpos de agua costeros que tienen un intercambio limitado con el agua
oceánica (por ejemplo el Mar Báltico, Long Island, el Mar Mediterráneo) están mostrando
signos de enriquecimiento en nutrientes y de contaminación microbiana (Prescott et al.,
2000). Algunos sistemas parecen ser sensibles al aporte de nutrientes, como la Bahía de
Chesapeake, el Mar Adriático, el Mar Negro y el norte del Golfo de México. Otros
ecosistemas parecen ser más resistentes al cambio del aporte de nutrientes, como la Bahía
de San Francisco, la Bahía de Brest, los estuarios de Ythan y Moresby, Australia y el
estuario de Westerschelde (Cloern, 2001).

Russel et al. (2008) estimaron los aportes de P neto de origen antropogénico para
establecer un índice de contaminación potencial por P, en la Bahía de Chesapeake, debido a
la excesiva producción de fitoplancton en la bahía causada por las descargas elevadas de N
10

y P de una población urbanizada con más de 15 millones de personas. Esto ha causado un


detrimento ecológico de la bahía, y se han establecido acuerdos para reducir las descargas
de nutrientes especialmente los de uso agrícola (Boesch et al., 2001).

El Golfo de Finlandia ha sido una zona muy estudiada. Laukkanen y Huhtala (2008)
observaron mediante un modelo empírico de eutrofización que tanto el P como el N, son
necesarios para la producción primaria, y que las principales fuentes de nutrientes son la
agrícola y las aguas residuales municipales. En trabajos posteriores se utilizó un modelo
que integra las cargas de N y P, y el costo – beneficio para abatir el riesgo de su ingreso
final a la costa del Mar Báltico, el cual recibe efluentes agrícolas y urbanos provenientes de
tres países: Estonia, Finlandia y Rusia, a lo largo de su línea costera. Esta zona se
caracteriza, además de recibir tres efluentes con diferentes características, por tener un
intenso tráfico marino, por lo que está severamente eutrofizada y cada vez más vulnerable.
Este trabajo es de los pocos que ha tomado en cuenta la evaluación del costo – beneficio
sobre las medidas de control en la carga excesiva de nutrientes (Hyytiäinen et al., 2011).

El área Rumana del Mar Negro ha recibido la presión antropogénica desde


principios de los 70`s. Estas perturbaciones indujeron cambios en los ecosistemas costeros
especialmente en la flora y fauna bentónica y mortalidad en masa de animales marinos.
Aunque hubo una disminución de estos efectos debido a la declinación económica que
sufrió Rumania a principios de los 90`s. Se observó que la condición ambiental de la zona
costera del Mar Negro recuperó su status “normal” indicado por algunos parámetros de la
biota marina como biomasa y diversidad (Sburlea, 2006).

La ciudad de Mumbai, una isla con una población de aproximadamente 10 millones


de personas, genera alrededor de 2’000,000 l día-1 de aguas residuales provenientes de las
siete áreas de servicio de la red de alcantarillado de ciudad. Los volúmenes de agua son
vertidos hacia la costa occidental contigua en el Mar Arábigo, recibiendo solo un
tratamiento primario por lo que las playas a lo largo de la costa se encuentran severamente
contaminadas en términos de indicadores fisicoquímicos y bacterianos (Kumar et al.,
11

1999). Mitsch et al. (2000 y 2001) revisaron la gama de métodos y tecnologías disponibles
para reducir la carga de N, incluyendo aquellas fuentes puntuales y no puntuales. Las
conclusiones mostraron que los métodos más eficaces son aquellos que almacenan el N
sobre tierras agrícolas y aquellos que propician la desnitrificación dentro de la línea
divisoria de aguas. De 2.5 millones de toneladas métricas de N que potencialmente podría
evitarse alcanzar el Golfo, el 24 % potencialmente podría ser resultado de desnitrificación
pérdidas en pantanos y parachoques ribereños; mientras que el 73 % podría potencialmente
ser resultado del buen manejo del N sobre tierras de labranza. Sólo el 2-3 % podría ser
reducido de mejorar todas las PTAR.

Hill et al. (2006) estimaron que el rápido crecimiento del “cinturón maicero” en
Corn Belt, EEUU. ha afectado los niveles de oxígeno en el área adyacente al Golfo de
México, ocasionado hipoxia, asociado al incremento en la aplicación de fertilizantes debido
al aumento de la demanda de biodiesel. Otros estudios versan sobre los problemas que han
ocasionado el incremento de la infraestructura hotelera y servicios asociados en zonas
costeras, cuya principal actividad es el turismo.

Los efluentes de la planta de tratamiento Achères, que trata la mayor parte de las
aguas residuales de los 10 millones de habitantes de París y sus suburbios, han influenciado
significativamente los parámetros ecológicos del río Sena, especialmente por los aportes de
N, P y bacterias heterotróficas. Para la evaluación de la condición del ecosistema marino
fueron determinadas las cargas y se desarrolló un modelo que correlacionaba todas las
formas orgánicas e inorgánicas de P y N y bacterias nitrificantes (Servais et al., 1998).

A nivel global Dinamarca y Suecia son los países que más han invertido en
implementar un plan contra la contaminación de los cuerpos de agua enfocado a la
reducción de un 50 % de N utilizado en el sector agrícola en el periodo de 1989 a 2003
(Norring y Jorgensen, 2009). Aunque por otro lado aún no se ha establecido claramente la
relación directa entre el incremento de eutrofización y el aporte de nutrientes. En algunos
12

casos los cuerpos de agua presentan oligotrofia y la reducción de nutrientes al ambiente


marino tiene un costo mayor a la mejora del ecosistema (Nixon, 2009).

Incluso en algunos casos es mejor llevar las aguas residuales sin tratar muchos
kilómetros lejos hacia el mar abierto, donde el suministro de oxígeno y el mezclado son
suficientes para la degradación y dispersión de los desechos. Los cálculos muestran que
los gastos para una planta de tratamiento con nivel terciario son mayores si se utilizara, por
ejemplo, una tubería larga de longitud de aproximadamente 10 Km para verter las aguas
residuales sin tratamiento en las áreas bien difundidas y profundas de mares costeros
(Varkey, 1999).

El Contexto Nacional.

La información sobre eutrofización costera en América Latina es escasa, debido a


que la mayoría de los trabajos científicos sobre el enriquecimiento de nutrientes en la zona
costera, refieren a casos particulares de países localizados en latitudes templadas (e.g.
Vollenweider et al., 1992; Tett et al., 2003). Los ecosistemas tropicales de países en vías de
desarrollo, posiblemente reaccionen con respuestas más evidentes a los estímulos del
proceso de eutrofización (Corredor et al., 1999; Downing et al., 1999) dada la mayor
intensidad y duración de la radiación solar y altas concentraciones de los nutrientes, al no
existir sistemas de depuración eficientes.

México tiene una vasta extensión en sus litorales (11,122 Km) sin embargo la zona
costera es habitada por aproximadamente el 15% de la población del país; sin embargo,
algunas de sus localidades presentan las mayores tasas de crecimiento poblacional (2.8% en
promedio) debido en buena medida a la importancia que han adquirido, entre otras, la
actividad turística y la acuacultura (INEGI, 2000; Lara-Lara et al., 2008).

Estas circunstancias han provocado que exista un importante rezago en la


generación de una política explícita para el manejo de los ecosistemas costeros donde se
13

consideren, tanto procesos propios de la franja litoral, como aquéllos que se suceden tierra
adentro y que influyen en la dinámica de las costas. Tal es el caso del uso y la generación
de residuos contaminantes. La mayoría de las zonas costeras en México se caracterizan por
tener un insuficiente tratamiento de las aguas residuales urbanas municipales (CONABIO,
2006).

Para 2008, 31% de las PTARI (Plantas de tratamiento de aguas residuales


industriales) trataron sus aguas residuales a un nivel primario; 55% llegó incluso a tratarlas
hasta un nivel secundario, mientras que sólo 3% aplicó procedimientos de nivel terciario.
De las plantas industriales restantes (11%) no se tuvo información específica (López-
Zavala et al., 2010).

En un estudio realizado por Aranda-Cirerol (2004) observó que las aguas residuales
que se generan en Mérida y en las poblaciones del interior, se vierten a fosas sépticas, ya
que carece de un sistema de alcantarillado municipal; y en Campeche, las aguas negras son
servidas directamente al mar frente al malecón (Mendoza-Salgado, com. pers.). Aranda-
Cirerol (2004) calificó a las aguas costeras en mesotróficas y eutróficas en función de su
ubicación, utilizando como indicador el índice TRIX. El estudio considera que la
conjunción del gradiente de salinidad, la cama de pastos marinos y su sedimento intrínseco,
posiblemente sea el Filtro del modelo contemporáneo de eutrofización Fase II en las aguas
costeras del noroeste de Yucatán.

Existe poca información sobre eutrofización costera por descargas de aguas


residuales en cuerpos de mar abiertos en zonas áridas o sub áridas para América Latina y
especialmente en el Golfo de California en México, contrario a países de otras latitudes, o
no han sido publicados en revistas internacionales (Cadée, 2001; Seeliger y Kjerfve, 2001).

Algunos trabajos señalan que la calidad del agua costera del Golfo de California, ha
sufrido un impacto negativo dado los vertimientos sin tratar de aguas residuales urbanas e
industriales. Paéz-Osuna et al. (1999) estimaron que de las aguas residuales agrícolas al
14

Golfo de California aportaron el 58 % de N y el 54 % de P; las urbanas el 4 % de N y el 4


% de P; los efluentes camaronícolas el 3 % de N y el 2 % de P.

López-Cortés et al. (2003) estimaron el estado trófico de la Bahía de Concepción


ubicada en la parte central oeste del Golfo de California, para fosfato, nitrato y nitrito
utilizando un índice propuesto Karydis et al. (1983) y en base a una escala de concentración
de nutrientes propuesta por Ignatiades et al. (1992) (Tabla II). Por otro lado, Mendoza-
Salgado (2005) encontró que la calidad del agua de la misma bahía, tanto para el 2000 y
2001, no obstante que las agua presentan en general buena calidad, existe una variación en
la tendencia: en invierno-primavera hacia la buena calidad por arriba de los 10 m de
profundidad y caso contrario por abajo de estos; y cercano o rebasando por debajo de la
frontera de cambio en la mala calidad, para profundidades de los 20 m; y en verano la
variación de la calidad es francamente mala o con tendencia hacia la mala calidad.

Tabla II. Escala de concentración de nutrientes propuesta por Ignatiades.

Estado Trófico N-NO3 µM P-PO3 µM N-NH3 µM Cl “a” mg m-3

Eutrófico 0.35±0.22 0.34±0.28 1.15±0.90 3-5

Mesotrófico 0.26±0.17 0.09±0.05 0.84±0.47 1-3

Oligotrófico 0.23±0.21 0.03±0.03 0.38±0.23 <1

Fuente: López-Cortés et al. (2003)

En un estudio inicial en la Bahía de Guaymas Ortiz-Gallarza (1991) demostró que


en algunos casos, la hidrodinámica del sistema costero le permite desalojar cierto grado de
las descargas antropogénicas. Sin embargo este sistema siguió recibiendo vertimientos de
aguas residuales urbanas hasta el 2004. Burrola-Sánchez (2003) aportó conocimiento sobre
la circulación inducida por marea y abordó aspectos de calidad del agua; Arreola-Lizárraga
et al. (2004a) mostraron las perspectivas en manejo costero a partir de la evaluación de
15

procesos de eutrofización y aplicación de normatividad específica para el control de


vertimientos de aguas residuales. Observaron que los sistemas más afectados por sobre-
enriquecimiento de nutrientes fueron Guaymas (receptor de aguas residuales urbanas) y El
Paraje (receptor de aguas residuales industriales) los cuales avanzaron de un estado
oligotrófico-mesotrófico hasta estados eutrófico e hipertrófico, respectivamente.

Elizalde-Servín (2009) comparó los cambios del estado trófico del sistema con y sin
vertimientos de aguas residuales urbanas. Ambos estudios contribuyeron a estimar la
condición ambiental de la bahía de Guaymas mediante la evaluación de cambios en el
estado trófico por cargas antropogénicas de nutrientes, (2) su capacidad para diluir y
asimilar nutrientes mediante la estimación de la fracción de agua dulce y los flujos de
nutrientes y (3) estrategias de manejo ambiental, mediante la aplicación del conocimiento
generado en la elaboración de una Declaratoria de Clasificación.

A partir de junio de 2004 las aguas residuales urbanas de la ciudad de Guaymas se


dejaron de verter a la bahía de Guaymas. Sin embargo, las aguas residuales se dirigieron y
vertieron a la Ensenada La Salada, previo paso por una laguna de oxidación, proceso que se
mantiene hasta la fecha (Elizalde-Servín, 2009).

En conclusión el objetivo de este trabajo es evaluar la condición ambiental y estimar


el grado de deterioro de la Ensenada La Salada, mediante la aplicación y análisis
comparativo de dos indicadores ambientales de calidad del agua: TRIX e ICAC.
16

3. HIPÓTESIS

1. Los vertimientos de aguas residuales urbanas en la Ensenada La Salada, tienen un


tratamiento insuficiente.

2. En la Ensenada La Salada, se manifiestan procesos de disminución de oxígeno


disuelto, enriquecimiento de nutrientes y cambios desde un estado oligotrófico hasta
mesotrófico producen una tendencia hacia la mala calidad del agua.

3. El comportamiento espacial y estacional de la pluma de agua residual y su


influencia en la calidad del agua, está modulado por el patrón de vientos y
circulación costera.

4. OBJETIVOS

4.1. Objetivo General

Evaluar la condición y tendencia ambiental de la Ensenada La Salada, en términos de su


estado trófico y calidad de agua.

4.2 Objetivos específicos

 Estimar los aportes de fuentes de nitrógeno y fósforo que recibe La Salada.

 Caracterizar los cambios estacionales de la calidad del agua en la Ensenada La


Salada.

 Determinar la calidad ambiental costera y el estado trófico de la Ensenada La


Salada.
17

5. JUSTIFICACIÓN

Una solución tecnológica para prevenir el deterioro ambiental de zonas costeras por
vertimientos de aguas residuales son la implementación de plantas de tratamiento y la
consideración previa del análisis costo - beneficio, pero las estrategias de control y la
gestión de recursos económicos para su instrumentación requieren compromiso social y
disposición política.

En nuestro país existe escaso conocimiento acerca de la condición ambiental de los


cuerpos de agua costeros sometidos a la presión antropogénica por el vertimiento de las
aguas residuales sin tratamiento, por lo que representa una línea de interés científico y
socio-económico por los bienes y servicios ambientales que proporcionan las zonas
costeras

Particularmente, en Guaymas no se ha dado cumplimiento a la regulación de calidad


del agua residual urbana, por lo que este trabajo aporta elementos para planificar políticas
ambientales soportadas por fundamentos científicos, mediante el conocimiento de la
condición y tendencia ambiental de la Ensenada La Salada, cuerpo de agua receptor de
alrededor del 80 % de las aguas residuales urbanas, generadas en la Cd. y Puerto de
Guaymas.
18

6. MATERIAL Y MÉTODOS

a. Área de estudio.

La Ensenada La Salada es un cuerpo costero abierto localizada en la península de


Guaymas, Sonora, al suroeste de la Bahía de Guaymas (+27° 52' 43.55", -110° 55' 41.76)
de 11.2 Ha (111,786 m2) se encuentra en contacto directo con el mar adyacente y tiene una
profundidad promedio de 2.5 m (Figura 1).

Figura 1. Área de estudio y sitios de muestreo.


19

La Ensenada La Salada actualmente recibe un gasto de aportación del orden de


17280 a los 21600 m3 día-1 generado básicamente por las zonas centro y sur de la ciudad,
incluyendo las aguas provenientes del cárcamo Miramar. Considerando las dimensiones y
tirantes de operación de las dos lagunas de oxidación se cuentan con tiempos de retención
del orden de los 12 y 18 días para la primera y segunda laguna respectivamente,
totalizándose un tiempo de retención total de los 30 días.

Figura 2. Sistema del drenaje principal de la Cd. de Guaymas.

El agua que alimenta a las lagunas llega desde el rebombeo Deportiva y Sahuaripa
mediante líneas a presión que vierten las aguas a sus respectivas cajas rompedoras de
presión ubicadas sur y oriente de la laguna. De estas cajas salen otras tuberías que
descargan directamente en el costado sur oriente de las lagunas (Figura 2).
20

Ambas lagunas están separadas por un bordo de tierra y se interconectan a través de


una caja de concreto ubicada al centro del bordo. La salida del agua de las lagunas se hace a
través de otra caja ubicada al centro del bordo, este ultimo ubicado al final de la segunda
laguna. Las aguas son vertidas directamente a la playa y finalmente al mar por gravedad
(Fotos 1 - 4).

Fotos 1-2. Panorámica de las lagunas de oxidación y su descarga directamente al mar.

La primera laguna presenta condiciones sépticas con coloración grisácea del agua,
presencia de burbujas y malos olores. En la segunda laguna la apariencia del agua es mejor
y no existe la presencia de malos olores.

Fotos 3-4. Condiciones asépticas de las primera y segunda lagunas de oxidación.


21

En ambas lagunas se observa la presencia de cortos circuitos en el recorrido y


sentido del flujo del agua. La ubicación de las cajas y la cantidad de ellas, deja una gran
superficie de agua estancada sin movimiento, reduciendo la eficiencia que se pudiera tener.

La Comisión Estatal del Agua (CEA) no cuenta con la información de la calidad del
agua para determinar la eficiencia que se tiene en el funcionamiento actual de las lagunas.

b. Trabajo de campo.

Las campañas de muestreos se realizaron en junio (primavera), noviembre (otoño)


(2008); marzo (invierno) y septiembre (verano) (2009) en cada mes citado se realizaron
tres muestreos con una frecuencia semanal.

Los muestreos se realizaron entre las 8:00 y 12:00 horas del día tanto en la
superficie como en el fondo de la columna de agua en una red de 12 sitios de muestreo
orientados paralelamente a la línea de costa en cuatro transectos, cada uno conteniendo 3
sitios de muestreo (transecto 1: sitios 1 a 3; transecto 2: sitios 4 a 6; transecto 3: sitios 7 a 9;
transecto 4: sitios 10 a 12) (Figura 1). La temperatura, salinidad y oxígeno disuelto se
registraron in situ en cada estación por medio de un equipo multisensor programable marca
Hydrolab, modelo Recorder.

En cada sitio se recolectó agua subsuperficial (de 0.30 a 1.0 m) y de fondo (1<10
m). Todas las muestras fueron obtenidas con una botella Van-Dorn; se colocaron en botes
de plástico de 250 ml de capacidad, y se conservaron en hielo a 4° C de temperatura durante
su traslado al laboratorio para determinar los siguientes nutrientes: nitrito, nitrato, amonio y
ortofosfato; además de Cl “a”.
22

Cargas de contaminantes.

Para la estimación de cargas contaminantes vertidas al sistema de la Ensenada La


Salada, se usaron los parámetros descritos en la Tabla III, definidos en la NOM-001-
ECOL-1996 (DOF, 1996).

Tabla III. Parámetros de calidad de agua en sitios de descarga.


Parámetro Norma y/o Técnica Laboratorios Laboratorios
de referencia Certificados CIBNOR
(1) (2)

Fisicoquímicos:
Temperatura Sonda multiparámetros marca Hydrolab +
Salinidad Sonda multiparámetros marca Hydrolab +
Oxígeno disuelto Sonda multiparámetros marca Hydrolab +
pH Sonda multiparámetros marca Hydrolab +

Calidad de agua:
Nitritos Diazotización/Espectrofotómetro - Strickland y Parsons, + +
(1965) 2
1
Nitratos + +
Reducción con Cadmio - Strickland y Parsons, (1965) 2
1
EPA 300-1993
Amonio Reacción de Oxidación - Strickland y Parsons, (1965) 2 + +
1
EPA 300.7-1986
Fosfatos Reacción de Molibdato - Strickland y Parsons, (1965) 2 + +
1
EPA 300-1993
Grasas y aceites NMX-AA-005-SCF-2000 +
Demanda bioquímica de oxígeno NMX-AA-028-SCFI-2001 +
Demanda química de oxígeno NMX-AA-030-SCFI-2001 + *
Sustancias activas al Azul de Metileno NMX-AA-039-SCFI-2001 +
(SAAM)
Sólidos suspendidos totales NMX-AA-034-SCFI-2001 +
Bacterias coliformes y enterococos Colilert y Enterolert NOM-113-SSA1- +

1194; Semarnat, 2004


Cianuros NMX-AA-058-SCFI-2001
Cobre NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Hierro NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Manganeso NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Plomo NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Niquel NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Cadmio NMX-AA-051-SCFI-2001 +
Mercurio NMX-AA-051-SCFI-2001 +
23

En el cuerpo receptor se identificaron los sitios de descarga y los tipos de agua


residual recibida. Los gastos de los sitios de descarga fueron proporcionados por la
Comisión Nacional del Agua, la Comisión Estatal del Agua (CEA).

Los parámetros de calidad de agua se determinaron a partir de muestreos


compuestos realizados en dos campañas de investigación realizadas en abril – mayo de
2008 y enero de 2009. El procesamiento de las muestras de la primer campaña fue
realizado en el laboratorio certificado Asesoría y Análisis, S.C. y el laboratorio de calidad
de agua y sedimentos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C.
(CIBNOR); las muestras correspondientes a la segunda campaña se procesaron en el
laboratorio de espectrofotometría de absorción atómica del CIBNOR y el laboratorio
certificado ONSITE Laboratories, S. A. de C. V.

c. Trabajo de laboratorio.

Los nutrientes se determinaron mediante métodos químicos (Strickland y Parsons,


1965) filtrando previamente la muestra de agua con filtros marca Whatman, tipo GF/C con
capacidad de retención de 1 µm.

Determinación de Nitritos.
El ión nitrito se determinó utilizando el método de Diazotización /
Espectrofotómetro - Strickland y Parsons, (1965) en el cual los nitritos reaccionan con la
sulfanilamida en condiciones ácidas para formar un complejo diazo que al reaccionar con la
N-(1-Naftil)-etilendiamina forma un compuesto azo coloreado cuya intensidad es medida
por espectrofotometría.

Determinación de Nitratos.
El ión nitrato se determinó utilizando el método de Reducción con Cadmio -
Strickland y Parsons (1965) 2 EPA 300-1993 en el cual los nitratos son reducidos a nitritos a
24

través de su paso por una columna empacada de cadmio-cobre y los nitritos resultantes son
determinados por el método anterior.

Determinación de Amonio.
El ión amonio se determinó utilizando el procedimiento de Reacción de Oxidación -
Strickland y Parsons (1965) 2 EPA 300.7-1986 en el cual el amonio en un medio alcalino
con hipoclorito de sodiofenol y en presencia de Nitroprusiato de sodio como catalizador
forma el azul de indofenol cuya intensidad es medida por espectrofotometría.

Determinación de Fósforo.
El ión ortofosfato se determinó utilizando el método de Reacción de Molibdato -
2
Strickland y Parsons (1965) EPA 300-1993 en el cual el ortofosfato reacciona con una
mezcla compuesta de ácido molíbdico, ácido ascórbico y antimonio trivalente para formar
azul de molibdeno cuya intensidad es medida por espectrofotometría. El análisis de nitritos,
nitratos, amonio, ortofosfatos y silicatos se realizó con un auto analizador de iones de flujo
continuo FIAS, Marca LACHAT modelo QuikChem 8000.

Determinación de Cl “a”.
La concentración de Cl “a” se determinó según Parsons et al. (1984). El método
químico más útil para determinar la cantidad de fitoplancton en agua de mar es estimar la
cantidad de clorofila (usualmente Cl “a”). La Cl “a” fue estimada
espectrofotométricamente empleando el método de extracción de acetona al 90%
(Contreras-Espinosa y Warner, 1984) mediante filtración en filtro marca Gelman, tipo A/E
con capacidad de retención de 1 micra.

d. Trabajo de Gabinete.
Para estimar la calidad ambiental costera fue utilizado el índice ICAC (Mendoza-
Salgado, 2004 y 2005) y para valorar el estado trófico, se utilizó el índice TRIX
(Vollenweieder et al., 1998) con el fin de presentar cual es la condición ambiental y estimar
25

el grado de deterioro de la Ensenada La Salada, mediante la comparación estadística de


ambos índices.

Índice TRIX.

El estado trófico se estimó mediante el índice TRIX propuesto por Vollenweider et


al. (1998) el cual integra factores directamente relacionados con la productividad, tales
como la Cl “a”, el oxígeno disuelto y los nutrientes (nitrógeno y fósforo) de acuerdo a la
ecuación:

( × × × ) .
= (1)
.

Donde:

TRIX: es el índice del estado trófico


Cl “a”: es la concentración de Clorofila a en mg m-3
a OD: es el valor absoluto de la desviación del porcentaje de saturación de oxígeno disuelto,
es decir: |100 - % OD|
NT: es la concentración del nitrógeno inorgánico disuelto total en µM
PT: es la concentración del fósforo inorgánico disuelto total en µM

Las constantes 1.5 y 1.2 se refieren, respectivamente, a los valores mínimos de las
variables que componen el índice y a los 10 niveles de jerarquía en que está diseñado, es
decir, el TRIX, tiene valores entre 1 y 10 (Tabla IV).
26

Tabla IV. Valores de referencia del índice TRIX para los niveles de estado trófico.

Valor del índice TRIX Nivel de estado


trófico

0 – 2.5 Oligotrófico

2.6 – 5 Mesotrófico

5.1 – 7.5 Eutrófico

7.6 – 10 Hipertrófico

Índice ICAC.

La ecuación para determinar el índice de calidad ambiental costero (ICAC) propuesto por
Mendoza-Salgado (2005) se expresa como:

∑ 
= ∑
(2)

N
I w
∑i i
i1
I n (3),
w
∑ i
i1

Donde Ii es el índice específico ambiental de cada variable i,


ζi (dseta) es el peso de importancia para cada variable,
y n es el número de variables.
27

Las variables que se incorporan en la ecuación corresponden a nitritos, nitratos,


amonio y ortofosfato. El índice ICAC tiene una escala entre 0 y 1 (0≤ ICAC ≥1), en donde
0.0 es la extrema mala calidad y 1.0 la calidad excelente, que por asociación determina los
límites de la amplitud de una calidad del agua aceptable o en los límites de lo permisible.
Éste índice reporta la calidad ambiental de forma holística, es decir referenciado con un
solo valor, y contrastado a la frontera de cambio de 0.12, por arriba se define la buena
calidad y por abajo la mala.

Análisis Estadístico y presentación de resultados.

Para determinar si existen diferencias significativas en los parámetros del agua


entre los sitios de muestreo y entre las estaciones del año se realizó un análisis de varianza
no paramétrico.

Debido a que los datos de calidad del agua no presentan un comportamiento de


distribución normal, se realizó la prueba de Kruskal-Wallis considerando una significancia
de p < 0.05.

Se utilizó el paquete estadístico STATGRAPHICS Plus 4.1, y los resultados se


presentaron mediante gráficos de cajas y bigotes.

Los diagramas de cajas y bigotes muestran la mediana de los datos con la línea
central horizontal de la caja; los márgenes inferior y superior de la caja son los percentiles
25 y 75 (cuartiles) respectivamente. Los límites de los bigotes, son los percentiles 5 y 95
(en este trabajo incluyen también los valores extremos); la muesca de la caja corresponde al
95 % del intervalo de confianza de la mediana. Cuando las muescas entre las cajas no se
traslapan, entonces las medianas son consideradas diferentes estadísticamente (Boyer et al.,
2000; Burke et al., 2002).
28

Adicionalmente, se elaboraron mapas de distribución espacial del comportamiento


de los parámetros del agua en cada estación del año mediante el uso del software
SURFER® V.10.
29

7. RESULTADOS.

a. Cargas contaminantes.
La Tabla V muestra los resultados de la carga de contaminantes para la Ensenada La
Salada. Previamente a su vertimiento al cuerpo de agua, reciben un tratamiento en una
laguna de oxidación. Los efectos inmediatos son turbidez, olores nauseabundos, espuma
sobre la playa y potencial proceso de eutrofización.

Tabla V. Cargas contaminantes a la Ensenada La Salada.


Contaminante Carga kg dia-1
Grasas y Aceites 211.2
Sólidos suspendidos Totales 21130.2
Demanda Bioquímica de Oxígeno (5 días) 3422.5
Nitrógeno Total 417.5
Fósforo Total 306.6
Sustancias Activas al azul de metileno 45.2
Demanda Química de Oxígeno 12503.4
N-NO2 0.4
N-NO3 4.2
Nitrógeno Amoniacal 375.0
Arsénico 0
Cadmio 0
Cobre 0
Cromo 0
Mercurio 0
Níquel 0.5
Plomo 0.4
Zinc 0.7
Cianuros 0
30

b. Calidad del agua.

Temperatura.

La temperatura del agua no tuvo diferencias significativas entre la superficie y el


fondo. En invierno (Marzo 2009) el intervalo fue de 14.4 – 17.7 º C.; en primavera (Junio
2008) se mantuvo prácticamente constante entre 27.8 y 28.3 º C; en verano (Septiembre
2009) se registraron las temperaturas más elevadas 28.2 – 30.2 º C y en otoño (Noviembre
2008) el intervalo fue de 17.9 – 26.9 º C (Figura 3).

35

30

25

20
Temp (Fondo)
(Fondo)
15 Temp (Sup)
(Superficie)

10

0
feb-08 jun-08
Jun 2008 sep-08 dic-08
Nov 2008 mar-09
Mar 2009 jul-09 oct-09
Sept 2009

Figura 3. Variación de la temperatura del agua en cada estación del año en la Ensenada La
Salada.
31

Salinidad.

La Figura 4 proporciona la distribución de la salinidad en la Ensenada La Salada, y


la Figura 5 el gradiente.

Figura 4. Distribución espacial de salinidad en cada estación del año en la Ensenada La


Salada.

La salinidad en la Ensenada La Salada, presenta diferencias significativas durante


cada estación. La mayor dilución salina se observa en primavera. Por otro lado en verano
ocurrió un evento extremo de lluvias (~ 700 mm en 48 horas) generado por el Huracán
Jimena, por lo que se observa que el cuerpo costero tuvo una salinidad similar a la del mar
adyacente debido a que el flujo de agua residual urbana fue desviado a la bahía de
Guaymas, por lo que dejaron de operar las lagunas de oxidación.
32

Figura 5. Gradiente de salinidad en el sistema La Salada.

La tendencia anual del cuerpo receptor presentó un gradiente de salinidad de hasta 5


unidades que se dispersó a una distancia aproximada de 250 m creando una frontera salina
bien delimitada. La salinidad más baja fue de 31 en la zona de descarga y el gradiente
salino va aumentando conforme se aleja de este punto. Los sitios 1, 2 y 3 tuvieron
salinidades menores (< 35) y los sitios 7 a 12 tuvieron una salinidad marina (> 36).

Oxígeno disuelto (OD).

Los valores de OD mostraron diferencias entre épocas del año. La primavera


mostró los valores más bajos, tendiendo a la hipoxia (4 -3 mg l-1). El verano, otoño e
invierno mostraron concentraciones > 5 mg l-1, indicando condiciones favorables para la
biota acuática. Durante el otoño en los transectos 3 y 4 se encontraron valores extremos
próximos a la anoxia (< 3 mg l-1) (Figuras 6 y 7).
33

Box-and-Whisker Plot
10
9
8
7
6
OD

5
4
3
2 -1
1 OD < 3 mg l Anoxia
0
11 22 33 44 51 62 73 84 91 102 113 124 131 14
2 153 416
Primavera Verano
TransectosOtoño Invierno
Transectos

Figura 6. Concentraciones de Oxígeno Disuelto (mg l-1) en la Ensenada La Salada.

OD (mg l-1)

Figura 7. Distribución espacial de Oxígeno Disuelto (mg l-1) en cada estación del año en
la Ensenada La Salada.
34

Clorofila “a”.

Los valores de Cl “a”, en general fueron < 4 mg m-3, se atribuyen a que no


existen condiciones favorables para el desarrollo de fitoplancton en la pluma de aguas
residuales, pero la observación de valores extremos (> 10 mg m-3) en los transectos 1 y 2
durante primavera, otoño e invierno, indicaron incrementos de biomasa de fitoplancton en
las inmediaciones de la pluma de aguas residuales (Figura 8).

Box-and-Whisker Plot
40

30
Col_18

20

10

0
11 22 33 44 51 62 73 48 91 10
2 11
3 12
4 131 14
2 15 3 164
Primavera Verano Otoño
Transectos Invierno
Transectos

Figura 8. Concentraciones de Cl “a” (mg m-3) en la Ensenada La Salada.

Nutrientes (N y P).

Las concentraciones de N fueron muy variables y mostraron diferencias


significativas entre transectos y estaciones del año. Durante la primavera y el otoño se
observaron las concentraciones promedio más altas (> 4 µM), mientras que en verano e
invierno las más bajas (< 4 µM) (Figuras 9 y 10).
35

Los transectos 1 y 2 de primavera mostraron los valores más altos con


concentraciones promedio de 8.5 y 7 µM, respectivamente, lo que contrasta con los
transectos 3 y 4 que tuvieron concentraciones < 5 µM en la misma época del año, aunque
se presentaron valores extremos > 16 µM. En el verano las concentraciones de N fueron de
entre 1 y 5 µM, con valores extremos de hasta 14 µM.

En otoño las concentraciones más bajas (< 15 µM) se observaron en el transecto 1,


lo que contrasta con las otras épocas del año, donde este transecto tuvo las concentraciones
más altas de N. En invierno se observaron valores de 1 a 5 µM.

Box-and-Whisker Plot
24
20
16
DIN

12
8
4
0
11 22 33 44 51 62 73 84 91 102 113 124 131 14
2 153 16
4
Primavera Verano
TransectosOtoño Invierno
Transectos

Figura 9. Concentraciones de Nitrógeno Inorgánico Disuelto (µM) en la Ensenada La


Salada.

Las concentraciones de fosfatos en el agua mostraron los promedios más altos (> 4
µM) en los transectos 1 y 2 durante primavera e invierno y los más bajos en todos los
transectos durante verano y otoño (< 3 µM).

Durante primavera e invierno hubo mucha variación, llegando a valores > 18 µM


principalmente en el transecto 1 y 2, mientras que en los transectos 3 y 4 fueron más
homogéneos (~ 1-2 µM) aunque se observaron valores extremos en el transecto 3 en ambas
estaciones. Durante el verano y otoño las concentraciones fueron de 2-3 µM, sin embargo
36

en otoño se observaron muchos valores extremos llegando hasta 17 µM en el transecto 4


(Figuras 11 y 12).

Figura 10. Distribución espacial de Nitrógeno Inorgánico Disuelto (µM) en cada estación
del año en la Ensenada La Salada.

Box-and-Whisker Plot
24
20
16
PO4

12
8
4
0
11 22 33 44 51 62 73 84 91 10
2 11
3 124 131 14
2 153 164
Primavera Verano
TransectosOtoño Invierno

Figura 11. Concentraciones de ortofosfatos (µM) en la Ensenada La Salada.


37

Figura 12. Distribución espacial de ortofosfatos (µM) en cada estación del año en la
Ensenada La Salada.

Índices ICAC y TRIX.

La condición ambiental de la Ensenada fue medida por los índices ICAC y TRIX. El
índice ICAC tuvo valores entre 0.04 y 0.24. Se observó que la media está por debajo del
umbral de alerta (0.15), lo que sugiere una tendencia hacia la mala calidad ambiental y
mostró una tendencia de mejoramiento en los sitios más distantes de la zona de descarga.
Los sitios con peor calidad fueron 2, 3 y 5, sin embargo el sitio 1 mostró valores extremos
de 0.04 mostrando también mala calidad (Figura 13).
38

0.4

0.3
0.15 Umbral de alerta
ICAC

0.2

0.1

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Sitios de muestreo

Figura 13. Comportamiento anual del Índice de Calidad Ambiental Costera.

El índice TRIX mostró una condición mesotrófica, sin embargo las estaciones 3, 5 y
6 mostraron valores extremos eutróficos (Figura 14).

6
Eutrófico (5.1 – 7.5)
5 Mesotrófico (2.6 – 5.0)
4
TRIX

3
2
1 Oligotrófico (0 – 2.5)
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Sitios de muestreo

Figura 14. Comportamiento anual del Estado trófico indicado por el Índice de Calidad
TRIX en la Ensenada la Salada.

Ambos índices fueron sensibles para mostrar la influencia de los vertimientos de


agua residual mediante el patrón de dispersión de la pluma residual y definen el patrón
espacial del comportamiento de la calidad del agua. El índice ICAC es congruente con la
39

entrada de los vertimientos al sistema de La Salada y a las estaciones más contaminadas


son las adyacentes al sitio de descarga.

Adicionalmente los valores obtenidos por los índices ICAC y TRIX se muestran por
estación del año, tomando en cuenta los transectos formados por los sitios de muestreo
(transecto 1: sitios 1, 2 y 3; transecto 2: sitios 4, 5 y 6; transecto 3: sitios 7, 8 y 9; transecto
4: sitios 10, 11 y 12).

El índice ICAC mostró diferencias entre estaciones del año y entre transectos
(Figura 15). Verano y otoño presentaron mejor calidad ambiental, mientras que invierno
presentó la calidad más baja. Principalmente en invierno se observó una mejora en los
transectos conforme más distantes estén del punto de descarga, indicada por el ICAC,
mientras que el TRIX no fue tan sensible pero se observaron algunos valores extremos en
los transectos 2 y 4, con ligera tendencia oligotrófica. En primavera los transectos 1 y 2,
más cercanos al punto de descarga tuvieron índices de calidad menores que los transectos 3
y 4. En general, exceptuando la época de otoño, el transecto 1 (más cercano al punto de
descarga) fue el que mostró valores más bajos indicando la peor condición ambiental.
Box-and-Whisker Plot
0.4

0.3
0.15 Umbral de alerta
ICAC

0.2

0.1

0
1 22 3 4 51
62 37 84 91 10 2 11 3 12
4 131 14 2 15 3 16 4
Primavera Verano Otoño Invierno
Transectos
Transectos
Figura 15. Comportamiento espacial y temporal de la Calidad Ambiental Costera indicada
por el Índice ICAC en la Ensenada La Salada.
40

Box-and-Whisker Plot
6
Eutrófico (5.1 – 7.5)
5
Mesotrófico (2.6 – 5.0)
4
TRIX

3
2
1
Oligotrófico (0 – 2.5)
0
11 22 33 44 51 26 37 48 91 102 11
3 12
4 13
1 14
2 15
3 16
4
Primavera Verano
Transectos Otoño Invierno
Transectos

Figura 16. Comportamiento espacial y temporal del Estado trófico indicado por el Índice
TRIX en la Ensenada La Salada.

En La Salada prevalecen condiciones mesotróficas, que corresponde a un nivel


trófico medio es decir, que durante primavera e invierno las aguas de este cuerpo fueron
moderadamente productivas (Figura 16). Sin embargo, se observa una ligera tendencia
oligotrófica en verano. En primavera los transectos 1 y 2 tendieron a ser mesotróficos
mientras que los transectos 3 y 4 oligotróficos, aunque estos últimos mostraron valores
dentro del rango mesotrófico. En verano la predominancia fue oligotrófica, con valores
máximos en los transectos 1 y 2 en el rango mesotrófico. El otoño tuvo un comportamiento
mesotrófico sin embargo se observaron valores extremos en los transectos 1 y 2 con
condición eutrófica. El invierno mostró condiciones mesotróficas, con valores extremos
oligotróficos en el transecto 1.
41

8. DISCUSIÓN.

Existen antecedentes de la normatividad en los cuales se consideraba la calidad del


agua de acuerdo a sus usos; como son los Criterios Ecológicos de Calidad del Agua CE-
CCA001/89 (D.O.F. 13 Diciembre 1989). En este marco de referencia se precisan los
niveles de los parámetros y de las substancias que se encuentran en el agua o sus efectos
como son color, olor, sabor, potencial de hidrógeno y sus niveles permisibles, las
autoridades competentes calificaban a los cuerpos de agua como aptos para ser utilizados
como fuente de abastecimiento de agua potable, en actividades recreativas con contacto
primario, para riego agrícola, para uso pecuario, para uso en la acuicultura o bien para el
desarrollo y conservación de la vida acuática. Dichos parámetros constituyen la calidad
mínima requerida para el uso o aprovechamiento del agua en los casos mencionados pero
no tienen carácter normativo.

Arreola-Lizárraga et al. (2004a) presentaron la experiencia de un proceso dirigido a


controlar los vertimientos de nitrógeno y fósforo a la Bahía de Guaymas, Sonora, México.
El proceso fue impulsado por dependencias del gobierno federal en vinculación con un
centro de investigación científica con el propósito de establecer una Declaratoria de
Clasificación (DC) de la bahía que incluiría las metas de reducción de las cargas de
nutrientes y los plazos de cumplimiento.

De esta manera las aguas residuales generadas por la Ciudad de Guaymas, fueron
vertidas en su mayoría (~ 80 %) a la Bahía de Guaymas hasta Junio de 2004, y desde esa
fecha hasta la actualidad han sido vertidas a lagunas de oxidación con descarga final a la
Ensenada La Salada (Elizalde-Servín, 2009).

Actualmente en México no se cuenta con valores de referencia de calidad del agua


con carácter legal, para evaluar la salud ambiental de los cuerpos de agua de las zonas
costeras y el nivel de conocimiento científico sobre el estado de eutrofización y la
legislación para controlar y reducir las cargas de nitrógeno y fósforo son limitadas.
42

Cargas de contaminantes.

Se estima que en la actualidad se generan en México 432 m3 s-1 de aguas residuales


municipales y no municipales. Al primer grupo corresponden 243 m3 s-1, y de ellos se
colectan 207 m3 s-1 (85%); de esta cantidad se tratan 84 m3 s-1 (40 %), y 123 m3 s-1 no
reciben tratamiento. Cabe señalar que en 2007, para tratar las aguas residuales domésticas,
se contaba con 1,712 plantas depuradoras en el país, las cuales operaban oficialmente a
74% de su capacidad instalada (Jiménez-Cisneros y Galicia-Tundisi, 2012).

Para el caso de la Ensenada La Salada el gasto de descarga de las lagunas de


oxidación considerado constante en tiempo y espacio es alrededor de 0.1053 m3 s-1 a través
de dos tubos de 0.254 m de diámetro de descarga. Estos descargan a la ensenada con una
temperatura variable desde 18° C en invierno-primavera hasta 30°C en verano.

La Ensenada La Salada recibe anualmente 1,237 ton de nitrógeno y 811 ton de


fósforo. La hipoxia y otros síntomas de eutrofización derivados de las descargas de aguas
residuales urbanas pueden afectar los servicios ecosistémicos que proporcionan estos
sistemas (Arreola-Lizárraga et al., 2001). Hasta este momento en La Salada han sido
afectadas las actividades recreativas como la natación y el uso de playas cercanas a la zona
de descarga y además el riesgo en salud pública por el consumo de pescado y marisco que
se pescan en las inmediaciones a esta ensenada.

Esta acción de gobierno insustentable lo ha convertido en un sistema insalubre


afectando varias colonias aledañas a esta zona, derivado de los olores nauseabundos por los
gases subproductos de la degradación de la materia orgánica que transportan los vientos
locales, un problema que se magnifica en verano, cuando la temperatura ambiental alcanza
> 40 ° C.
43

Temperatura y Salinidad.

La Ensenada La Salada está ubicada en la región oceanográfica Central del Golfo de


California. La región central del Golfo de California es muy dinámica debido a las
corrientes de marea, vientos, surgencias y la alta radiación solar de la zona. Cambios
estacionales bien marcados de temperatura, salinidad, corrientes y nivel del mar han sido
reportados previamente en varios trabajos (Robles y Marinone, 1987; Ripa y Marinone,
1989). Por otro lado los repentinos y cortos eventos de lluvia torrencial, provocan cambios
en salinidad que solo pueden ser observados a corta escala espacial y temporal (Mendoza-
Salgado et al., 2005).

En La Salada la temperatura mostró diferencias significativas entre estaciones del


año, que se atribuye a la influencia de la temperatura del aire que en esta región árida tiene
oscilaciones anuales > 14 °C (García, 1988) así como al cambio estacional de las masas de
agua superficiales caracterizadas por 30 ° C en verano y 18 ° C en invierno (Álvarez-
Borrego et al., 1978).

En La Salada, la influencia de los vertimientos de aguas residuales generó un


gradiente de salinidad que aportó evidencia de que la pluma de agua residual se dispersó a
250 m de distancia de la línea de costa, con cambios en su dirección en función del patrón
estacional de los vientos y corrientes costeras. Los cambios de salinidad fuera de la
influencia de la pluma de agua residual están asociados también a los cambios estacionales
de las masas de agua superficiales (Álvarez-Borrego et al., 1978).

Oxígeno disuelto OD.

La hipoxia es una perturbación en particular severa porque esto causa la muerte de


biota y cambios catastróficos del ecosistema. Sin embargo el abatimiento del OD no es
generalmente un problema ecológico en el océano o en aguas costeras, como en algunos
44

estuarios los cuales son más vulnerables al enriquecimiento por nutrientes debido a la baja
tasa de intercambio con el mar adyacente (Boland, 1993).

La hipoxia puede ocurrir naturalmente, pero es más frecuente que se manifieste


derivado de un estrés por descomposición de materia orgánica en el fondo de la columna de
agua. La anoxia es una condición más extrema que se refiere a una falta total de oxígeno,
ambos son síntomas de la eutrofización costera (Lautenbacher et al., 2003).

En este trabajo el OD tuvo diferencias significativas estacionalmente, con máximos


en invierno y mínimos en primavera. El sistema La Salada es un cuerpo abierto al mar, sin
embargo se encontraron valores de OD cercanos a la hipoxia en primavera. Estos valores
bajos se atribuyen a la carga orgánica que es vertida según los datos generados sobre la
calidad del agua de descarga. Mientras que en verano la concentración de OD se mantuvo
constante alrededor de 5.5 mg l-1. Esto fue resultado de la suspensión temporal de aguas
residuales hacia la Ensenada por el Huracán Jimena que colapsó el sistema de drenaje de la
ciudad. En otoño (transectos 3 y 4), algunos valores de OD fueron próximos a la anoxia (<
3 mg l-1).

En invierno, las mayores concentraciones de OD están asociadas a la solubilidad del


gas, porque es común observar que valores bajos de oxígeno se registren en aguas cálidas y
valores altos en aguas frías (Colt, 1983).

La distribución espacial de las concentraciones de OD en cada una de las estaciones


del año puede ser un buen indicador de los problemas por el aporte de materia orgánica de
aguas residuales. En la ensenada El Paraje, un cuerpo de agua (~ localizado a 3 Km de
distancia de la Ensenada La Salada), que recibe aguas residuales de la industria de harina de
pescado las cuales aportan cargas excesivas de materia orgánica y nutrientes, por lo que
prevalecieron condiciones de hipoxia y eventos de anoxia (< 3 mg l-1) que son limitantes
para la vida acuática y esto fue indicativo del deterioro ecológico prevaleciente en el
sistema (Osuna-Ramírez, 2011).
45

Clorofila “a”.

Los transectos 3 y 4 operaron como un sitio control (sin influencia de la pluma de


agua residual) donde fueron observados valores de Cl “a” < 2 mg m-3.

En esta región central del Golfo de California, cconcentraciones de Cl “a” < 4 mg


m-3 han sido reportadas en trabajos previos: Gaxiola-Castro et al. (1995) reportaron
concentraciones de Cl “a” de 2-4 mg m-3, asociadas con las temperaturas superficiales más
frías (14-15 ° C) en invierno; Gaxiola-Castro et al. (1999) reportaron valores de 1-2 mg m-
3
; Kahru et al. (2003) determinaron la concentración superficial promedio de Cl “a” en una
serie de tiempo de 6 años (1997-2003), encontrando valores por debajo de 3 mg m-3 ;
Espinoza-Olguín (2007) observaron concentraciones de Cl “a” de 0.2 a 1 mg m-3.

Sin embargo, en La Salada hay un comportamiento espacial que cambia


estacionalmente y valores más altos de clorofila (> 10 mg m-3) fueron observados
eventualmente en los transectos 1 y 2 en primavera y otoño, y en los transectos 1, 2 y 3 en
invierno. Sobre esto, concentraciones de Cl “a” > 5 mg m-3, pueden ser indicadores de
problemas relacionados con presencia de fitoplancton nocivo e hipoxia, asociados a
síntomas de eutrofización (Ignatiades et al., 1992; Alonso-Rodríguez et al., 2000).

Por otro lado en esta región del golfo, durante otoño, invierno y primavera ocurren
surgencias costeras de agua subsuperficial fría y rica en nutrientes, con incrementos en la
biomasa de fitoplancton (Lluch-Cota, 2000; Álvarez-Borrego et al., 1978; Álvarez-Borrego
y Lara-Lara, 1991).

En este escenario los incrementos en la biomasa de fitoplancton indicados por


valores de Cl “a” (> 5 mg m-3) cerca de la zona de descarga, están asociados a los aportes
de nutrientes por las aguas residuales urbanas son indicadores sintomáticos de
eutrofización.
46

Nutrientes (N y P).

Las concentraciones más altas de N se observaron en primavera y otoño (hasta 20


µM) y de P en primavera e invierno (> 20 µM) disminuyendo a lo largo de la pluma de
agua residual en ambas estaciones de manera muy clara. Estas concentraciones se pueden
atribuir principalmente al incremento en las cargas de contaminantes, así como a eventos
de surgencias que caracterizan a esta región del Golfo en estas estaciones del año (Lluch-
Cota, 2000).

El verano, funcionó como estación testigo, porque se suspendieron los vertimientos


de aguas residuales y por ello se observaron los valores más bajos (< 4 µM) para ambos
nutrientes. Sin embargo, fueron observados algunos picos eventuales > 10 µM de N,
principalmente en el transecto 2, que pueden estar asociados a remanentes de los aportes de
agua residual o material suspendido desde el sedimento. Estos fueron disminuyendo
conforme se aleja de la línea de costa, sugiriendo un movimiento de masas de agua
desplazando la pluma de contaminantes del transecto 1 hacia el transecto 2.

En otoño, las concentraciones más bajas de N y P fueron observadas en el transecto


1, lo que contrastó con lo observado con primavera e invierno, donde las concentraciones
más altas de N y P fueron en el transecto 1. Incluso mayores concentraciones de clorofila
“a” también se observaron en el transecto 2. Este patrón de dispersión de nutrientes del
transecto 1 al transecto 2 en otoño sugiere un desplazamiento forzado por la circulación
influenciada por los vientos. Los vientos en esta región tienen un patrón estacional, de
octubre a marzo, provienen del noroeste con duración de 3 a 6 días y velocidades entre 8 y
10 m s-1, y de junio a septiembre provienen del sureste con menor duración en días y
velocidades entre 2 y 5 m s-1 (Badan-Dangon et al., 1985).

En invierno los valores de N, disminuyeron de 5 hasta 1 µM conforme se diluyó la


pluma de agua residual. Los transectos 3 y 4 tuvieron medianas de N-NO3 de 0.33 y 0.66
µM, respectivamente; similares a los observados por Valdez-Holguín y Lara-Lara (1987)
de 0.96 µM, en muestras de agua superficiales de esta región centro del Golfo.
47

Puede explicarse que además de los efectos localizados por los ingresos excesivos
de materia orgánica indicada por la demanda bioquímica de oxígeno (DBO), los ingresos
de nutrientes pueden producir eventos de anoxia / hipoxia aún alejados de la fuente original
de descarga al sistema (Boland, 1993).

Índices TRIX e ICAC.

Para valorar la calidad del agua es necesario definir índices ó relaciones de las
medidas de ciertos parámetros físicos, químicos y biológicos en la situación real con
respecto a otra que se considera admisible o deseable y que está definida por ciertos
estándares ó criterios (Mendoza-Salgado et al., 2005).

En verano 2009, después del paso de la Tormenta Tropical Jimena, la Ensenada La


Salada tuvo una condición control o testigo, debido a que se suspendió el vertimiento de
aguas residuales porque el sistema de drenaje de la ciudad colapsó. Es decir se observó el
comportamiento de la Ensenada La Salada sin estar sometida a la presión de los
vertimientos de aguas residuales, y ambos índices el ICAC y el TRIX mostraron una
tendencia hacia un mejoramiento de la calidad del agua y hacia el estado oligotrófico,
respectivamente. Esto quiere decir, por un lado, que los índices funcionaron bien y por otro
que sin la presión antropogénica el sistema es capaz de restaurarse en términos de calidad
del agua y estado trófico.

El estado trófico indicado por el TRIX, no mostró una concordancia con las
concentraciones de Cl “a”, debido tal vez a los valores obtenidos más bajos de Cl “a” (la
media estuvo por debajo de 2 mg m-3). Sin embargo la Cl “a” es parte integral del índice y
éste fue sensible para mostrar estados eutróficos a altas concentraciones de clorofila
observados en las estaciones de otoño e invierno. Pero los parámetros que gobiernan
cuando hay concentraciones bajas de Cl “a” son las concentraciones altas de N y P, y las
concentraciones bajas de OD quedando demostrado que el TRIX, es un índice integrador
que caracterizó los cambios estacionales y espaciales de la pluma de agua residual.
48

En trabajos anteriores Moncheva et al. (2002) e Ignatiades (2005) encontraron una


alta correlación entre los indicadores biológicos (tales como comunidad fitoplanctónica y
estructuras tróficas) con valores de TRIX a escalas eutróficas. Inconsistencias del índice
TRIX con valores extremos de clorofila “a” en otros cuerpos de agua costeros ya han sido
reportados (Pettine et al., 2007). Como solución propusieron un nuevo índice TRIX
denominado TRIX sin escalas (UNTRIX). Para ello utilizaron el percentil 50 y el percentil
75 de los valores de un sitio de referencia y del sitio impactado para evaluar el estado
trófico y eliminar las concentraciones máximas y mínimas de Cl “a” que podrían ser
cuestionadas.

En este trabajo el TRIX señaló que el sistema La Salada es predominantemente


mesotrófico con tendencia eutrófica principalmente en primavera, y mesotrófico en
invierno. En otoño se observaron valores extremos de TRIX eutróficos que están asociados
a los incrementos (> 10 mg m-3) de la Cl “a” pero la mediana de los datos indica
predominantemente un estado mesotrófico, y en verano presenta un estado oligotrófico.

El ICAC fue sensible para demostrar que los vertimientos de aguas residuales hacia
La Salada producen una mala calidad ambiental ya que la mediana de cada sitio de
muestreo está por debajo del umbral de alerta (0.15) especialmente en primavera y en
invierno en la zona de influencia de la pluma residual (transectos 1 y 2). Mendoza-Salgado
(2004) reportó que el ICAC también funcionó para caracterizar cambios estacionales por
efectos ambientales (lluvia y procesos costeros) y en la Ensenada de La Paz (cuerpo de
agua receptor pasivo de aguas residuales urbanas) y Bahía Concepción (sin influencia
urbana pero con servicio turístico).

El ICAC funciona sin tomar en cuenta la influencia de la Cl “a”, y Mendoza-


Salgado (2004) señaló que para demostrar un ambiente eutrofizado en función del N, P y
OD, es necesario un proceso de normalización de los inversos de los valores analíticos de
estos parámetros y que la concentración más baja tiene el valor de peso de importancia
crítica más importante.
49

La consistencia del ICAC con los valores de TRIX observados se debe a que el
exceso de materia orgánica hacia la Salada y la disminución de OD (con tendencia hacia la
hipoxia en primavera y ligera tendencia a la anoxia en otoño) definieron la sensibilidad del
modelo. Lechuga-Devéze et al. (2001) han señalado que el proceso de eutrofización puede
ser observado a través de la acumulación de nutrientes, junto con un decremento de OD.

Los resultados aportaron evidencia de que ambos indicadores son complementarios


para mostrar la condición ambiental de esta zona costera en particular. El TRIX
proporcionó información cualitativa de la tasa de abastecimiento de materia orgánica y
mostró predominantemente un estado mesotrófico, con tendencia eutrófica especialmente
en los sitios 1 al 6 ubicados adyacentes a la zona de descarga. Este estudio sugiere que el
ICAC puede ser complementario del TRIX, para evaluar la calidad de aguas costeras
abiertas del Golfo de California.

De los 4 escenarios mostrados (primavera, otoño 2008 - verano, invierno 2009) se


observó que la pluma de agua residual descargada, se mantiene en dos sectores bien
identificados de la ensenada por efecto de marea y vientos, y además hay una frontera
salina característica.
50

9. CONCLUSIONES

En la Ensenada La Salada las cargas contaminantes que provienen de los


vertimientos de las aguas residuales están contribuyendo al cambio del estado trófico de
este sistema.

Espacialmente se observó que la calidad del agua en la Ensenada La Salada es


influenciada por efecto del patrón de vientos locales y se mantiene en dos sectores bien
identificados de la ensenada, además hay una frontera salina que caracteriza la influencia de
la pluma de agua residual descargada a lo largo de la línea de costa.

Estacionalmente se observó que la calidad del agua en la Ensenada La Salada fue


mala principalmente en primavera e invierno. Verano operó como estación testigo sin la
influencia del vertimiento de aguas residuales.

El ICAC mostró ser sensible y resultó buen indicador de la calidad ambiental


prevaleciente, demostrando que el tratamiento aplicado a las aguas residuales es
insuficiente.

El índice TRIX indicó predominantemente un estado mesotrófico, con tendencia


eutrófica especialmente en los sitios adyacentes a la zona de descarga, aportando evidencia
de un proceso de eutrofización.

Ambos índices fueron complementarios e indicaron que la condición ambiental de


la Ensenada La Salada tiende a una mala calidad en sitios adyacentes a la zona de descarga
y la calidad mejora en un gradiente definido por la extensión de la pluma de agua residual.
El sistema estudiado está muy cercano a su capacidad de carga, y está en proceso de
deterioro y una pérdida de sus servicios ecosistémicos.
51

10. RECOMENDACIONES.

Técnicamente es aconsejable descargar las aguas residuales a una profundidad en el


océano de más de 20 m, para una mejor difusión y dispersión de los contaminantes (Beder,
1989). La descarga en esta profundidad automáticamente reduce los niveles de
concentración de los materiales orgánicos e inorgánicos debajo del umbral (que es el nivel
de concentración de materiales orgánicos e inorgánicos, que no obstaculizarán el entorno
para la supervivencia de organismos, etc.) (Shanmugam et al., 2006). Contrario a esta
buena práctica medioambiental, en la Ensenada La Salada se descargan directamente los
vertimientos de agua residual provenientes de las lagunas de oxidación en una profundidad
media de 2.5 m.

En la Tabla V se muestra que en La Salada varios de los parámetros están por


arriba del límite permisible de acuerdo a los estándares internacionales de la Norma de
Calidad de agua costera (para la vida acuática y práctica de natación) (Moore, 1991).

Tabla V. Comparación con la Norma de Calidad de agua costera (para la vida


acuática y práctica de natación) (Moore, 1991; National Environmental Board report,
1994).

Norma P V (T) O I

Oxígeno Disuelto ( mg l-1 OD) ≥4 4 (3.4 - 6.8) 5.5 (4.6 - 6.2) 5.5 (2.2 - 6.5) 5 (1.8 – 8.2)

Nitrato (N-NO3 µM) ≤0.161 0.07 0.07 0.38 0.46

NT (NID µM) ≤1 3.5 (0.5 - 19) 3 (1 - 23) 2 (0.5 - 20) 3 (1 – 18)

Clorofila (Cl “a” mg m-3) ≤15 1 (0 - 12) 1 (0 - 2); 2 (0 - 38) 1 (0 – 18)

Fósforo (P-PO4 µM) ≤0.0010 1.5 (0.5 - 22) 1.5 (1 - 2) 1.5 (0.5 - 17) 3 (1 – 22)

Fuente: Shanmugam et al. (2006).


52

NOTA DE LA TABLA V: Se muestran las medianas para cada estación y los valores
extremos (máximos y mínimos). Primavera (P); Verano Testigo (V (T)); Otoño (O);
Invierno (I).

Esto demuestra sin duda que la opción más fiable es tratar el agua residual y
reusarla. El escenario costero de la Ensenada La Salada tiene ubicación natural para
actividades recreativas, en este sentido el tratamiento actual de las aguas residuales urbanas
mediante lagunas de oxidación no es efectivo para eliminar los nutrientes que se aportan a
la Ensenada La Salada. Sin embargo además de un buen tratamiento el agua tratada debe
destinarse al reúso para áreas verdes, pero no descargar aguas residuales tratadas al mar, en
un escenario desértico donde el agua es crucial.

Líneas de investigación futuras

Un tratamiento parcial de las aguas residuales en las lagunas de oxidación ha


generado depositación de materiales contaminantes en el fondo del mar, por lo que el
estudio y monitoreo de la calidad de sedimentos serían elementos complementarios para la
calidad ambiental de este cuerpo de agua costero.
53

11. LITERATURA CITADA.

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