Abuso de Sustancias y Conducta Violentas

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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Juárez Acosta, Fernando;Galindo Sandoval, Bertha Cecilia;Santos Gamboa, Yaneth


Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento
violento
Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 2, julio-diciembre, 2009, pp. 223-235
Universidad Veracruzana
México

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=29111986007

Psicología y Salud
ISSN (Versión impresa): 1405-1109
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México

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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Influencia del consumo de sustancias
psicoactivas en los patrones
de comportamiento violento
Consumption of psycho-active drugs
and their influence on the violent behavior patterns

Fernando Juárez Acosta1, Bertha Cecilia Galindo Sandoval2


y Yaneth Santos Gamboa2

RESUMEN

Se analizó la influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comporta-


miento violento en 373 participantes, para lo cual se utilizaron diversos cuestionarios, hallándose
que la droga de inicio más frecuente y de mayor impacto fue el alcohol, a la que siguieron el ta-
baco y la marihuana, obteniéndose cuatro grupos según la severidad del consumo. Se obtuvieron
tres patrones de comportamiento violento, ordenados por frecuencia, rachas y estabilidad de la
conducta agresiva. Las conductas más frecuentes fueron la agresión verbal y las actitudes o ges-
tos de ira por problemas en los estudios y relaciones familiares e interpersonales. La agresión fí-
sica y la ira, así como el grupo de menor consumo, influyeron en la pertenencia al patrón violen-
to más bajo, existiendo una débil influencia en los patrones sucesivos.

Palabras clave: Sustancias psicoactivas; Consumo de drogas; Violencia; Agresión; Ira.

ABSTRACT

The influence of psychoactive substances on the patterns of violence behavior in 373 participants
was analyzed using several questionnaires to evaluate behavioral patterns. It was found that the
most consumed drug and the one that is consumed firstly and with a great impact was the alco-
hol, followed by tobacco and marijuana. Four groups according to the severity of consumption
were obtained. Three violent patterns were identified, arranged by frequency, runs and stabi-
lity of behavior, being the most frequent behaviors the verbal aggression and attitudes or rage
episodes toward the academic problems and the familiar and interpersonal relationships. Physi-
cal aggression and rage, as well as the group with the lowest consumption, influenced on the
lowest pattern. A weak influence on the successive patterns was also observed.

Key words: Psychoactive substances; Drugs consumption; Violence; Aggression; Rage.

E l consumo de sustancias psicoactivas (CSPA en lo sucesivo) y los comportamientos agresivos im-


plican múltiples variables causales correlacionadas (Ramírez, 2003), existiendo similitudes en las
estructuras de estos fenómenos (McAlister y Vélez, 1999). Ambos comportamientos pueden ocurrir
juntos, ya que sufrir accidentes, involucrarse en peleas, tener problemas con la policía o mantener relaciones
1
Facultad de Psicología de la Universidad de San Buenaventura, Carrera 56C, No. 51-90, Medellín, Colombia, correo electrónico: fernan-
[email protected]. Artículo recibido el 22 de septiembre de 2008 y aceptado el 13 de enero de 2009.
2
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia-Tunja, Avenida Central del Norte, Tunja, Boyacá, Colombia, tel. (098)742-21-74-76.
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sexuales sin tomar medidas de protección son pro- en contextos de alto grado de consumo, se ha ob-
blemas asociados al CSPA (Gómez y Kaplan, 1998), servado que son frecuentes los fenómenos de agre-
al igual que la comisión de robos, venta de sus- sión (Collins, Quigley y Leonard, 2007).
tancias psicoactivas, maltrato a personas u obje- En Colombia, según datos de 2001, el con-
tos (Brook, Brook, Rosen y De la Rosa, 2003) y sumo de alcohol y tabaco arrojó una prevalencia
posible suicidio (Johnson, Young, Suresh y Ber- de vida de 84%; a su vez, para la marihuana, co-
baum, 2002). Los abusadores de sustancias psi- caína, bazuco y éxtasis se obtuvo una prevalencia
coactivas se involucran en comportamientos vio- de vida de 11.7% (RUMBOS, 2001). La droga ile-
lentos más que los que no lo son (Brook y cols., gal de inicio más frecuente es la marihuana, a par-
2003), así como en actividades ilegales, comen- tir de la cual se establecen vías de transición hacia
zando con el robo doméstico, continuando con el otras drogas ilegales (Pérez, 2007). Por su parte,
robo menor y aumentando su actividad delictiva a los indicadores de agresión y violencia en este
medida que la adicción se incrementa (Concha- país son también elevados; mientras que en el año
Eastman, 2001), dando así lugar a la hipótesis de 2000 el promedio de homicidios –uno de los in-
que el consumo origina la actividad delictiva como dicadores más relevantes de violencia en un país
una forma de financiamiento del mismo (Gossop, (Del Olmo, 1997)– era en el mundo de 8.8 por 100
Griffith, Powis y cols., 1997). habitantes, en Colombia era aproximadamente sie-
En el caso del alcohol, la relación entre con- te veces mayor (Franco, 2003). En Bogotá se ha
sumo y comportamientos violentos está bien docu- encontrado relación entre el consumo de alcohol
mentada; mediante estudios longitudinales, se ha y sustancias con la conducta suicida en personas
observado que tal consumo influye en el incremen- con bajo nivel educativo y problemas económi-
to del comportamiento violento en la población ge- cos (Forero y Pérez, 2001), y en la ciudad de
neral (Bye, 2007), aunque también es conocida su Barranquilla el maltrato físico de la mujer por parte
influencia en la violencia de pareja (Fals-Stewart, de la pareja en el matrimonio se produce asocia-
2003) y en la pérdida de la cohesión familiar (Na- do al consumo de alcohol (en el caso de la mu-
tera, Orford, Copello y cols., 2003), así como su jer) y de sustancias psicoactivas (en el caso del
relación con factores psicosociales que intervie- hombre) (Tuesca y Borda, 2003), lo que ofrece
nen de manera diferencial en hombres y en muje- un análisis diferencial de los roles de agresor y
res en la manifestación de comportamientos agre- víctima en función del tipo de consumo en este
sivos después del consumo, además de la interac- contexto específico. En otro estudio, llevado a cabo
ción con aspectos motivacionales de la agresión por la Dirección Nacional de Estupefacientes de
(Tremblay, Mihic, Graham y Jelley, 2007; Wells, Colombia, se observó que bajo el efecto de sus-
Speechley, Koval y Graham, 2007). El uso de dro- tancias psicoactivas 3.1% de los individuos gol-
gas y alcohol está presente en la agresión que se peó o arrojó objetos a un familiar, 2.5% amenazó
produce en las relaciones románticas (Bagner, con armas a un miembro de la familia, y 2.0%
Storch y Preston, 2007); a su vez, el alcoholismo, golpeó, disparó, produjo heridas con armas cor-
los problemas con la bebida, el uso de drogas ile- tantes, robó o forzó a tener relaciones sexuales a
gales o el abuso de medicamentos prescritos son otras personas (Ramírez, 2000). El CSPA, en el
predictores de recaídas en la conducta agresiva nivel familiar o en el de los jóvenes con los pa-
dentro de las relaciones abusivas (Glass, Perrin, res, ha sido asociados con conductas violentas, y
Hanson y cols., 2008). En las mujeres de edad me- no sorprende que debido a la situación de Co-
dia y avanzada víctimas de violencia de pareja, se lombia ambas conductas se relacionen (Brook y
ha observado que los agresores son, a menudo, cols., 2003).
consumidores de sustancias intravenosas (Sormanti Una relación más precisa entre el CSPA y la
y Shibusawa, 2008); además, el consumo de al- agresión se obtiene analizando la influencia de
cohol y drogas influye en la ideación suicida (Wal- dicho consumo en el patrón de conducta violenta,
drop, Hanson, Resnick y cols., 2007); finalmente, el cual se inserta dentro de una concepción am-
Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento violento 225

plia de la violencia que integra diferentes clases to violento analizados con arreglo a este modelo
de agresión3, y está conformado por una manifes- –lo cual constituye el objeto de este trabajo– ofrece
tación de secuencias de conducta en diferentes si- nuevas posibilidades explicativas.
tuaciones (Juárez, 2000), considerando dichas con-
ductas como parte de la vida cotidiana. En este
sentido, se ha señalado que el comportamiento MÉTODO
agresivo es algo con lo que se ha aprendido a
vivir (Farrington y Loeber, 2000) y que está pre- Participantes
sente en diferentes contextos (Franco, 2003). La
teoría de la conducta ha puesto de manifiesto la Se utilizó una muestra elegida por conveniencia y
relación entre la conducta anterior y la conducta conformada por 373 participantes, todos ellos estu-
actual (Juárez, 2003), y en diversos estudios se ha diantes de la Facultad de Ciencias de la Salud,
señalado el tipo de comportamientos agresivos que particularmente de las carreras de Psicología y
forman parte del patrón de comportamiento vio- Medicina de la Universidad Pedagógica y Tecno-
lento; específicamente, se han identificado las si- lógica de Colombia (UPTC), situada en la ciudad
guientes conductas (Juárez, 2000, 2002; Juárez, de Tunja (Colombia). Los participantes tenían en-
Dueñas y Méndez, 2006; Juárez, García y Tovar, tre 16 y 33 años de edad y se hallaban en diferen-
2002): a) agresión física, b) agresión verbal, c) ame- tes semestres.
naza, d) coacción verbal, e) actitudes o gestos de
ira, f) daño o despojo de algún objeto o propiedad, Instrumentos
g) impedimento o falta de acceso a ciertos recur-
sos, y h) falta de colaboración o ayuda hacia otras Vigilancia Epidemiológica de Sustancias Psicoac-
personas. En uno de estos estudios, también se tivas (VESPA). Para evaluar el patrón de CSPA se
observó la conducta de maltrato verbal hacia sí utilizó el cuestionario llamado Vigilancia Epide-
mismo (Juárez y cols., 2002). Derivados de esas miológica de Sustancias Psicoactivas (Alcaldía de
mismas investigaciones, se han determinado los Medellín, 1994), el cual está siendo usado en Co-
siguientes contextos, en los cuales se producen lombia por el Plan Nacional de Lucha Contra las
dichas conductas (Juárez, 2000, 2002; Juárez y Drogas a través del Programa Presidencial para
cols., 2002; Juárez y cols., 2006): a) dificultades el Afrontamiento del Consumo de Drogas. El ins-
relacionados con la economía familiar o personal, trumento evalúa el tipo de droga consumida, la
b) problemas en las relaciones familiares, c) pro- frecuencia de consumo y la vía de administración,
blemas de salud, d) problemas en las relaciones pidiendo que el sujeto clasifique las sustancias
interpersonales, e) problemas con la situación ge- consumidas en droga de inicio, droga 2 y droga 7
neral del país, f) problemas en el trabajo, g) ser en función de la importancia que tengan para el
víctima de la delincuencia, h) pérdidas afectivas, sujeto o grado de consumo, y droga de mayor im-
i) problemas en los estudios y j) actividades coti- pacto, asignándoles las siguientes características:
dianas, tales como trámites y demás. En los estu- i) frecuencia de uso: una vez al día, dos a tres ve-
dios anteriores, un determinado patrón de conduc- ces por día, tres veces al día, menos de una vez
ta agresiva se diferenciaba de otro en el número por semana, una vez por semana, varias veces por
de conductas emitidas en un período determinado, semana y no uso en el último mes; ii) la consume
en el tamaño de la racha máxima de conductas y en actualmente o no; iii) vía de administración más
la estabilidad de la conducta, las cuales constitu- frecuente: oral, fumada, inhalada, inyectada, dér-
yen características que identifican el patrón (Juá- mica; iv) edad en la cual la usó por primera vez,
rez, 2003). y v) edad en que dejó de consumirla. El VESPA,
De acuerdo con esto, el estudio de la inciden- o alguna parte específica del mismo, se ha utili-
cia del consumo en los patrones de comportamien- zado en el estudio de los factores asociados a sín-
tomas depresivos clínicos en estudiantes, hallán-
dose presencia de consumo en mujeres estudian-
3
Para una definición de los tipos de agresión, véase Juárez tes de colegios públicos en la ciudad de Cartagena
(2007).
226 Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 2: 223-235, julio-diciembre de 2009
(Colombia) (Campo-Arias, Díaz y Cogollo, 2006), presenta un alfa de Cronbach de .87 para el total
historial de consumo en individuos en prisión con del mismo, de .81 para la subescala de conductas
conductas de suicidio como factor de riesgo en y de .79 para la de situaciones; en relación con la
la ciudad de Bogotá (Ruiz, Gómez, Landazabal y validez de constructo, el inventario arroja una sola
cols., 2002), o influencia del CSPA en la relación dimensión relevante, justificando así la utilización
entre síntomas depresivos y orientación sexual de una puntuación total, y ofrece una buena vali-
(Díaz, Cogollo, Bánquez y cols., 2005). dez discriminante con la subescala de Psicopatía del
Cuestionario de Agresividad (CA). También Cuestionario de Análisis Clínico (Krug, 1987) (co-
se empleó el CA de Buss y Perry (1992), derivado rrelaciones: Total = –.10; Conductas = –.06; Situa-
del Inventario de Hostilidad de Buss y Durkee ciones = –.12), así como una apropiada validez
(1957); dicho instrumento está compuesto por las convergente con las escalas del CA (Buss y Perry,
siguientes cuatro subescalas: Agresión física, Agre- 1992), oscilando las correlaciones entre .30 y .56
sión verbal, Ira y Hostilidad. Consta de 29 ítems (Juárez y Montejo, 2008). La puntuación para el
en una escala tipo Likert que va de 1 (muy poco total del cuestionario oscila entre 22 y 66.
característico) a 5 (muy característico); dichas es- Las respuestas a las preguntas del cuestio-
calas muestran una consistencia interna de .85 nario se hacen sobre una escala Likert de tres ca-
para Agresión física, de .72 para Agresión verbal, tegorías ordenadas (1 = Casi nunca o nunca, 2 = A
de .83 para Ira, de .77 para Hostilidad y de .89 veces, 3 = Bastante), pudiéndose obtener puntua-
para el total del cuestionario; en cuanto a la esta- ciones separadas para conductas y situaciones, así
bilidad a lo largo del tiempo, el cuestionario arro- como una puntuación total para el cuestionario.
ja una puntuación total de .80. La estructura fac- Las conductas indicadas en el instrumento son, a
torial del CA ha sido confirmada (Aitken, 1995), saber: agresión física o contacto físico con otras
constituyéndose en un instrumento con buenas pro- personas para producir daño; agresión verbal u
piedades psicométricas mantenidas a lo largo del ofensas o conductas verbales que atacan el auto-
tiempo y de amplia generabilidad a otras pobla- concepto; amenaza o advertencia sobre la posibi-
ciones (García-León, Reyes, Vila y cols., 2002; lidad de realizar alguna acción contra otra perso-
Gerevich, Bácskai y Czobor, 2007; Morales, Co- na o privarla de algún derecho; coacción verbal o
dorniú y Vigil, 2005). El CA arroja una puntua- presión para que otra persona realice alguna ac-
ción mínima de 9 y una máxima de 45 para Agre- ción o tome una decisión en contra de su volun-
sión física; mínima de 5 y máxima de 25 para tad; actitudes, gestos o expresión no verbal de ira,
Agresión verbal; mínima de 7 y máxima de 35 para desagrado u hostilidad, tales como miradas, pos-
Ira, y mínima de 8 y máxima de 40 para Hostili- turas o gestos; maltrato o daño de algún objeto o
dad. Para el total del CA, la puntuación mínima propiedad, como arrojar objetos o quitar objetos
es de 29 y la máxima de 145. de utilidad para otros; impedimento del acceso a
Inventario de Situaciones y Conductas Agre- ciertos recursos, no proporcionando a otros o no
sivas (ISCA). Este instrumento, desarrollado por permitiéndoles acceder a los medios que necesi-
el primer autor, se empleó para evaluar los patrones tan, y falta de colaboración o ayuda, pudiendo
de comportamiento violento; en él, se informa de la darla, a otras personas en caso de que la necesita-
presencia de diferentes tipos de comportamientos ran; finalmente, se incluye un ítem para aquellas
violentos –además de las diferentes situaciones que conductas que quiera añadir el participante pero
se pueden asociar a dichos comportamientos– du- que no han sido indicadas en el cuestionario. La
rante un período de cuatro semanas. El instrumen- escala de comportamientos arroja una puntuación
to se basa en investigaciones en las que se em- que oscila de 9 a 27 para el total.
plearon autorregistros (Juárez, 2000; Juárez y cols., Las situaciones reseñadas en el inventario
2002). A partir de la información suministrada en son las siguientes: 1) Economía familiar o perso-
dichos autorregistros, se construyó este inventa- nal: problemas en la economía familiar o personal;
rio, el cual se aplicó de nuevo en otras investiga- 2) Relaciones o interacciones familiares: proble-
ciones (cfr. Juárez y cols., 2006). El inventario mas con las actividades de algunos miembros de
Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento violento 227

la familia o comentarios sobre cualquier aspecto dir y que no se encuentran entre las anteriores. La
de la vida personal; 3) Problemas en el estado de escala de situaciones arroja una puntuación que
salud personal: preocupación o presencia real o oscila de 13 a 39 para el total.
percibida de enfermedades físicas o psicológicas; Por otra parte, en este estudio se ha utilizado
4) Problemas en el estado de salud de algún ser un cuestionario breve para evaluar la secuencia
querido: preocupación o presencia real o percibi- conductual del patrón violento durante las últimas
da de enfermedades físicas o psicológicas; 5) Rela- cuatro semanas, mismo que incluye tres pregun-
ciones interpersonales diferentes a las familiares: tas, ya utilizadas en los estudios anteriores, refe-
interacción social con amigos, vecinos, compañe- ridas a la cantidad de días con comportamientos
ros de trabajo o cualquiera otra persona; 6) Situa- agresivos, la racha máxima o número de días má-
ción general del país: preocupación por el estado ximo seguidos de dichos comportamientos, y la
del país en aspectos como los socioeconómicos, estabilidad de la conducta. Las respuestas a las
el conflicto armado o el problema social; 7) Proble- preguntas del cuestionario se realizan sobre una
mas en el trabajo: problemas derivados de aspec- escala Likert de tres categorías ordenadas (1: Casi
tos relacionados con la realización del trabajo (no nunca o nunca, 2: A veces, 3: Bastante).
se incluyen problemas debidos a relaciones inter-
personales en el trabajo); 8) Ser víctima de la de- Procedimiento
lincuencia: sufrir algún atraco o agresión por de-
lincuentes; 9) Pérdida de algún ser querido: muer- La aplicación de los instrumentos se realizó en la
te o pérdida de alguna persona querida dentro o Facultad de Ciencias de la Salud de la UPTC. La
fuera de la familia; 10) Problemas en los estudios: aplicación se hizo por grupos, convocándose a los
problemas derivados de la realización de la activi- alumnos en diferentes días y siendo su participa-
dad académica (no debidos a relaciones interper- ción voluntaria y anónima. Los tres instrumentos,
sonales en el lugar de estudios); 11) Problemas el VESPA, el ISCA y el CA, así como el cuestiona-
asociados a la realización de trámites o gestiones: rio breve de evaluación de la secuencia conductual
utilización del servicio público, trámites bancarios, de los patrones, se aplicaron en una sola sesión.
diligenciamiento de documentos y otros similitudes
(no se incluyen problemas debidos a relaciones RESULTADOS
interpersonales), y 12) Ausencia de situación: se
comporta agresivamente sin que haya ninguna En la Tabla 1 se muestran las características de
situación especial. Por último, se incluye un ítem los participantes en el presente estudio.
para las situaciones que el participante desee aña-

Tabla 1. Características de los participantes.


CARÁCTERÍSTICAS F % X D.E. Min. Max.
Sexo
Masculino 142 38.1
Femenino 231 61.9
Edad (años) 20 2.57 16 33
Estado civil
Soltero 358 96.0
Casado 3 .8
Unión libre 11 2.9
Separado 1 .3

Con la información obtenida del VESPA se realizó cuatro grupos que se presentan en la Tabla 2,
un análisis cluster para agrupar los participantes junto con la información correspondiente a todos
en las características de CSPA, obteniéndose los los concursantes.
228 Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 2: 223-235, julio-diciembre de 2009
Tabla 2. Características de consumo de todos los participantes y de los grupos obtenidos en el VESPA.
Todos los Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4
participantes (n = 113) (n = 59) (n = 112) (n = 88)
(370)
Tratamiento por drogas No No No No No
Drogas inyectadas No No No No No
DROGA DE INICIO
Tipo (Moda) Alcohol Alcohol Alcohol Alcohol Alcohol
Frecuencia (Moda) –1/semana 1/semana –1/semana –1/semana –1/semana
Consumo actual (Moda) Sí Sí Sí Sí Sí
Vía admin. (Moda) Oral Oral Oral Oral Oral
Edad primera vez X(D.E.) 14.00(2.42) 14.52; 2.48 14.37; 2.67 14.81; 2.38 14.9; 2.36
Edad finalización X(D.E.) 17.99(3.18) 18.25; 2.05 18.33; 1.53 17.36; 1.57 16; 2.45
DROGA 2
Tipo (Moda) Tabaco Tabaco Tabaco Tabaco Tabaco
Frecuencia (Moda) 2-3/día 2-3/día No último mes 1/semana 2-3/día
Consumo actual (Moda) Sí Sí Sí Sí Sí
Vía admin. (Moda) Fumada Fumada Fumada Fumada Fumada
Edad primera vez X(D.E.) 15.00(2.25) 15.09; 2.37 16.31; 1.25 15.87; 1.91 15.47; 2.31
Edad finalización X(D.E.) 17.00(2.61) 17.08; 2.88 18; 2.65 17.67; 2.08 17.43; 2.82
DROGA 3
Tipo (Moda) Marihuana Marihuana Marihuana Marihuana Marihuana
Frecuencia (Moda) No último mes 1/semana 1/semana 1/semana No último mes
Consumo actual (Moda) Sí Sí Sí Sí Sí
Vía admin. (Moda) Fumada Oral Fumada Fumada Fumada
Edad primera vez X(D.E.) 17.00(2.37) 16; 2.45 17.60; .55 16.29; 1.89 17.33; 2.45
Edad finalización X(D.E.) 19.002.31) 17.50; 3.54 20. - 18.65; 2.34
DROGA 4
Tipo (Moda) Éxtasis Marihuana Tabaco Cocaína Éxtasis
Frecuencia (Moda) No último mes No último mes 1/semana –1/semana No último mes
Consumo actual (Moda) No No Sí Sí No
Vía admin. (Moda) Oral Oral Oral Inhalada Oral
Edad primera vez X(D.E.) 18.00(2.91) 17.83; 1.17 19.33; 3.06 17; 2.16 17.37; 3.42
Edad finalización X(D.E.) 18.00(3.12) 18.5; 2.12 23; - 17; - 18; 3.32
DROGA 5
Tipo (Moda) Alcohol Tabaco Bazuco Alcohol
Frecuencia (Moda) –1/semana Varias ve- –1/semana –1/semana
Consumo actual (Moda) Sí ces/semana No Sí
Vía admin. (Moda) Oral Sí Fumado Oral
Edad primera vez X(D.E.) 16.00; 2.92 Oral 15. - 15. 2.65
Edad finalización X(D.E.) 13 20. - 13. -
DROGA MAYOR IMPACTO
Tipo (Moda) Alcohol Alcohol Alcohol Alcohol Marihuana
Frecuencia (Moda) –1/semana 1/semana No último mes –1/semana –1/semana
Consumo actual (Moda) Sí Sí Sí Sí Sí
Vía de admin. (Moda) Oral Oral Oral Oral Fumada
Edad primera vez X(D.E.) 16.00; 2.58 15.1; 2.45 15.63; 3.02 14.99; 2.42 16.87; 2.64
Edad finalización X(D.E.) 18.00; 2.27 17.73; 1.74 17; - 17.45; 1.51 18.53; 2.94

En dicha tabla se observa la moda para las varia- cial el alcohol por vía oral una vez por semana;
bles categóricas y la media y desviación estándar como segunda droga fue el tabaco dos a tres veces
para las variables continuas. Como se puede apre- por día por vía oral; como tercera aparece la ma-
ciar, para el conjunto de todos los participantes rihuana por vía oral una vez por semana; como
la droga de inicio y la de mayor impacto fue el cuarta se encuentra de nuevo la marihuana, aun-
alcohol, al que le siguió el tabaco como droga de que ya no es droga de consumo actual; finalmen-
consumo actual, y la marihuana, también de con- te, la droga de mayor impacto es el alcohol, con
sumo actual aunque menos frecuente que el taba- una frecuencia de consumo de una vez por sema-
co. Las edades de inicio se situaron entre los 14 y na por vía oral.
los 18 años en promedio; no obstante, hay valo- Grupo 2. Pertenecen a este grupo los suje-
res mínimos de inicio en el consumo de entre 5 y tos que en su mayoría utilizaron como droga ini-
13 años. Las características de cada uno de los cial el alcohol por vía oral menos de una vez por
grupos obtenidos fueron las siguientes: semana, y como segunda el tabaco, aunque en ge-
Grupo 1. A este grupo corresponden los su- neral no lo consumen actualmente; como tercera
jetos que en su mayoría utilizaron como droga ini- droga se encuentra la marihuana, con una frecuen-
Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento violento 229

cia de una vez por semana por vía oral; la cuarta corpor éxtasis, cocaína o bazuco; el quinto se si-
es el tabaco por vía oral con una frecuencia de una tuó en esa posición debido a que tuvo la marihua-
vez por semana, y la quinta droga es nuevamente na como droga de mayor impacto, en contraposi-
el tabaco por vía oral con una frecuencia de varias ción al cuarto grupo, en el cual ésta fue el alcohol;
veces a la semana. La droga de mayor impacto es no obstante, apenas hay diferencias entre estos dos
el alcohol, con consumo actual por vía oral, aun- últimos grupos. Como se puede observar por la
que no en el último mes. configuración de dichos grupos, la droga de inicio
Grupo 3. Este grupo presenta como droga no se abandona; por otra parte, el alcohol, el tabaco
de inicio el alcohol con una frecuencia de menos de y la marihuana están presentes en todos los gru-
una vez por semana por vía oral y como tercera pos como drogas 1, 2 y 3. Las drogas 4 y 5 están
la marihuana por vía oral una vez por semana; la constituidas por diferentes sustancias, incluido un
cuarta es la cocaína inhalada menos de una vez mayor consumo de drogas ilegales, como la co-
por semana, y la quinta es el bazuco4 por vía oral caína, el bazuco y el éxtasis; por último, el alco-
menos de una vez por semana; finalmente, la dro- hol se presenta como la droga de mayor impacto
ga de mayor impacto es el alcohol por vía oral me- en tres de los cuatro grupos.
nos de una vez por semana. Con la información suministrada en el cues-
Grupo 4. Corresponden a él aquellos que en tionario breve de patrones de comportamiento vio-
su mayoría utilizaron el alcohol como droga ini- lento, se hizo un análisis cluster utilizando la dis-
cial por vía oral menos de una vez por semana; tancia euclídea al cuadrado y la agrupación de
como segunda se encuentra el tabaco fumado dos medianas, obteniéndose tres grupos de 175, 120
a tres veces por día; en tercer lugar la marihuana y 78 participantes respectivamente, con una dis-
fumada, aunque no en el último mes; en el cuarto tancia reescalada de 20. Los resultados correspon-
lugar el éxtasis por vía oral, aunque sin utilizarlo dientes al ISCA, así como al patrón de comporta-
en el último mes, y en quinto lugar el alcohol por miento violento, se muestran en la Tabla 3, don-
vía oral menos de una vez por semana; por últi- de se ofrecen la media y la desviación estándar.
mo, la droga de mayor impacto es la marihuana En dicha tabla se observa que la conducta
fumada menos de una vez por semana. de agresión verbal es la que aparece con un nivel
En la ordenación de los grupos se ha procu- mayor, seguida por actitudes o gestos de ira, sien-
rado seguir una cierta secuencia de menor a ma- do las de menor frecuencia el impedir acceso a
yor severidad en cuanto al patrón de consumo. ciertos recursos y otro tipo de conductas. Las situa-
Así, el primer grupo no muestra consumo en la ciones en las que más se presentan conductas agre-
droga número 5, y tampoco consumo actual en la sivas son las asociadas al estudio, las relaciones
4, reduciéndose las sustancias al alcohol, tabaco familiares o interacciones entre los miembros de la
y marihuana; el segundo presenta consumo de la familia y los problemas en las relaciones interper-
droga 2 a droga 5; los grupos tercero y cuarto tie- sonales con amigos o extraños, siendo las de me-
nen un mayor consumo de drogas ilegales al in- nor frecuencia las de ser víctima de la delincuen-
cia, la inexistencia de eventos desencadenantes y
4
otras situaciones. En la misma tabla se muestran
De acuerdo a Wikipedia, “el bazuco o basuco es una sustancia también el total de días de comportamiento agresi-
psicoactiva compuesta principalmente por las extracción de alca-
loides de la hoja de coca que no llegan a ser procesados hasta vo dentro del período de cuatro semanas indicado
convertirse en el clorhidrato de cocaína, que es la forma más en el cuestionario breve de evaluación de la se-
común y buscada de presentación de esa sustancia. La extracción cuencia conductual del patrón, la racha máxima o
de los mismos se realiza mediante la maceración de la hoja de
coca en queroseno u otros solventes, pero por la escasez de pre- días seguidos y la estabilidad del comportamiento.
cursores químicos para convertir este grupo de alcaloides en la sal Los grupos muestran una gradación ascen-
de cocaína por reacción con el ácido clorhídrico, se vende de esta dente en las preguntas correspondientes al pa-
forma en buena parte de Sudamérica. El basuco no es soluble en
agua, ni se puede esnifar, ni tampoco inyectar, por lo que sólo trón, tal como se observa en la Tabla 3, y tam-
puede consumirse fumando, en forma de cigarrillo o pipa. Es bién en los tipos de conductas agresivas y en las
altamente adictiva y es muy común entre los sectores más pobres situaciones asociadas; únicamente las conductas de
de las diferentes países por su bajo coste y fácil adquisición en las
calles” (N. del Ed.). impedir el acceso a recursos y no colaborar mues-
230 Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 2: 223-235, julio-diciembre de 2009
tran una inversión en el patrón 2 en relación al 1, cativo para el total de tipos de conductas (Krus-
así como los problemas de salud en seres queri- kal-Wallis = 102.208, p = .000), el total de situa-
dos; la situación del país y la pérdida de un ser ciones (Kruskal-Wallis = 74.293, p = .000) y el
querido también muestran inversión en el patrón total del ISCA (Kruskal-Wallis = 102.168, p = .000).
2 en relación con el 1. Este incremento es signifi-

Tabla 3. Datos obtenidos en el ISCA y en el cuestionario breve de evaluación de la secuencia del patrón para el con-
junto de los participantes y para cada uno de los patrones de comportamiento agresivo.
Todos Patrón 1 Patrón 2 Patrón 3
INSTRUMENTO los concursantes (N = 175) (N = 120) (N = 78)
X (D.E.) X (D.E.) X (D.E.) X (D.E.)
ISCA
Comportamientos agresivos
1. Agresión física 1.24 (.529) 1.07 (.295) 1.22 (.453) 1.87 (.767)
2. Agresión verbal 1.72 (.693) 1.46 (.554) 1.72 (.661) 2.32 (.655)
3. Amenazas 1.28 (.586) 1.10 (.333) 1.21 (.483) 1|.82 (.818)
4. Coacción verbal 1.35 (.588) 1.21 (.437) 1.27 (.498) 1.78 (.784)
5. Actitudes de ira 1.64 (.688) 1.39 (.556) 1.64 (.646) 2.19 (.704)
6. Maltratar o dañar objetos 1.25 (.583) 1.08 (.329) 1.21 (.500) 1.71 (.854)
7. Impedir el acceso 1.17 (.414) 1.14 (.345) 1.10 (.301) 1.37 (.605)
8. No colaborar 1.36 (.535) 1.34 (.498) 1.31 (.499) 1.51 (.639)
9. Otras conductas 1.11 (.432) 1.06 (.324) 1.12 (.434) 1.22 (.595)
Total comportamientos agresivos 12.14 (3.202) 10.85 (1.981) 11.79 (2.348) 15.59 (4.011)
Situaciones
1. Situaciones económicas 1.44 (.618) 1.36 (.559) 1.38 (.568) 1.71 (.740)
2. Relaciones familiares 1.58 (.661) 1.41 (.538) 1.51 (.622) 2.08 (.734)
3. Problemas de salud personal 1.37 (.625) 1.21 (.450) 1.26 (.494) 1.91 (.825)
4. Problemas salud seres queridos 1.29 (.549) 1.21 (.450) 1.19 (.436) 1.60 (.727)
5. Relaciones interpersonales 1.54 (.649) 1.39 (.555) 1.57 (.618) 1.82 (.785)
6. Situación del país 1.20 (.448) 1.17 (.417) 1.15 (.381) 1.33 (.574)
7. Problemas en el trabajo 1.31 (.542) 1.23 (.473) 1.26 (.494) 1.55 (.677)
8. Víctima de delincuencia 1.17 (.472) 1.14 (.411) 1.14 (.455) 1.28 (.601)
9. Pérdida de un ser querido 1.19 (.462) 1.15 (.393) 1.09 (.290) 1.42 (.694)
10. Problemas en los estudios 1.59 (.656) 1.49 (.576) 1.60 (.640) 1.81 (.790)
11. Problemas en trámites 1.26 (.548) 1.18 (.452) 1.23 (.498) 1.49 (.734)
12. Agresión sin situación especial 1.16 (.418) 1.07 (.284) 1.14 (.373) 1.40 (.610)
13. Otras situaciones 1.08 (.346) 1.03 (.199) 1.03 (.180) 1.28 (.622)
Total situaciones 17.18 (3.773) 16.04 (2.989) 16.56 (2.675) 20.68 (4.642)
Total ISCA 29.32 (6.398) 26.89 (4.522) 28.35 (4.279) 36.27 (7.707)
Cuestionario breve de evaluación de la secuencia del patrón agresivo
Días en total 1.53 (.593) 1.29 (.456) 1.42 (.496) 2.23 (.454)
Racha máxima 1.34 (.563) 1.10 (.305) 1.12 (.332) 2.22 (.416)
Estabilidad 2.35 (.679) 1.00 (.000) 1.75 (.435) 1.83 (.375)

En la Tabla 4 se presentan la media y desviación p = .001; Ira: Kruskal-Wallis = 40.917, p = .000;


estándar de las variables de Agresión física, Agre- Hostilidad: Kruskal-Wallis = 12.591, p = .002)
sión verbal, Ira y Hostilidad, correspondientes al y para el total del CA (Kruskal-Wallis = 46.499,
CA, resultando significativas las diferencias en to- p = .000). Todas las medias se incrementan a
das ellas (Agresión física: Kruskal-Wallis = 40.612, medida que lo hace el patrón de comportamiento
p = .000; Agresión verbal: Kruskal-Wallis = 15.018, violento.
Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento violento 231

Tabla 4. Puntuaciones obtenidas en las dimensiones del CA para el conjunto de los participantes y para cada uno de
los patrones de comportamiento agresivo.
Todos Patrón 1 Patrón 2 Patrón 3
DIMENSIONES los participantes (N = 175) (N = 120) (N = 78)
X (D.E.) X (D.E.) X (D.E.) X (D.E.)
Agresión física 17.02 (6.002) 15.17 (4.530) 17.30 (5.851) 20.77 (7.252)
Agresión verbal 11.85 (4.036) 11.15 (3.734) 11.83(4.030) 13.44 (4.290)
Ira 15.96 (5.360) 14.19 (22.272) 16.69 (5.357) 18.78 (5.305)
Hostilidad 15.73 (5.903) 14.57 (5.185) 16.27 (6.082) 17.50 (6.615)
Total CA 60.55 (16.097) 55.07 (12.415) 62.09 (16.144) 70.49 (18.134)

Para observar la influencia de estas variables y de pudiéndose observar que resultan significativas
los agrupamientos obtenidos en el VESPA sobre los las dimensiones de Agresión física e Ira del CA y
patrones de comportamiento violento, se llevó a el Grupo 1 del VESPA. Sin embargo, la explica-
cabo un análisis de regresión ordinal, resultando ción ofrecida por el modelo es débil (Pseudo R-
un modelo significado (χ2 = 81.814, p = .000) en cuadrado oscilando entre .105 y .225), y la pre-
el que se incluyeron las dimensión de Agresión dicción realizada explica bien la pertenencia al
física, Agresión verbal, Ira y Hostilidad del CA, patrón 1 (80.0%), pero muy débilmente la perte-
así como los grupos obtenidos en el VESPA; en la nencia al patrón 2 (21.7%) y al 3 (39.7%).
Tabla 5 aparecen los coeficientes de regresión,

Tabla 5. Regresión ordinal de las dimensiones del CA y el VESPA sobre los patrones de comportamiento agresivo.
Dimensión
Instrumento B E.T. g.l. p
o agrupamiento
Agresión física .063 .021 1 .003
Agresión verbal –.029 .030 1 .347
CA
Ira .098 .026 1 .000
Hostilidad –.004 .021 1 .851
Grupo 1 1.184 .364 1 .001
Grupo 2 .085 .327 1 .795
VESPA
Grupo 3 .153 .325 1 .637
Grupo 4* 0 1
*El parámetro de este grupo se establece en 0 porque es redundante.

DISCUSIÓN población general (Juárez y cols., 2002), en la po-


blación general conjuntamente con la población de
Desde que se inició el estudio de los patrones de personas desplazadas por el conflicto armado (Juá-
comportamiento violento concebidos como una se- rez, 2000), en la policía nacional de Colombia,
cuencia de conductas con ciertas características, donde también resultaron elevadas las amenazas
las cuales se han descrito extensamente (cfr. Juá- (Juárez y cols., 2006) o en el estudio de las ten-
rez, 2003), los resultados han sido consistentes dencias en los patrones de comportamiento violen-
en cuanto a los tipos de comportamiento más fre- to en los grupos (Juárez, 2002). Por otra parte,
cuentes en distintas poblaciones, así como en las también las situaciones reflejan esa misma coin-
situaciones asociadas a los mismos. Este estudio cidencia, si bien con algunas diferencias; aquí,
no ha sido la excepción, y de este modo los com- resultaron relevantes los problemas en los estu-
portamientos más habituales en los participantes dios o las relaciones familiares e interpersonales,
han sido la agresión verbal y las actitudes de ira, mientras que en otras investigaciones se observó
lo que coincide con los estudios realizados en la que el comportamiento violento se produce en el
232 Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 2: 223-235, julio-diciembre de 2009
marco de las relaciones interpersonales y familia- llos durante el último mes y 18.9% sustancias ile-
res o en problemas económicos (Juárez, 2000), en gales alguna vez en la vida. De la misma manera,
las relaciones familiares, interpersonales, proble- los resultados hallados también son en parte coin-
mas de salud y económicos (Juárez y cols., 2006) cidentes con otros estudios en los que se indica que
o en las relaciones familiares e interpersonales (Juá- el cigarrillo y la marihuana figuran entre las dro-
rez, 2002), poniéndose así de manifiesto lo impor- gas de mayor consumo en el nivel universitario
tante de la asociación de las relaciones sociales (Anicama, 1998). En el presente caso, el alcohol
con los patrones de comportamiento violento. y el cigarrillo fueron las drogas de mayor consu-
Otras variables, tales como las dimensiones mo, constituyéndose el alcohol en la droga de ma-
de agresión física, agresión verbal, hostilidad o yor impacto; de esta manera, lo observado en dife-
ira del CA arrojaron resultados similares a otro rentes poblaciones se confirma, una vez más, con
estudio anterior en el que se utilizó este mismo ins- los resultados de esta investigación.
trumento (Juárez y cols., 2006). Agresión física Por otra parte, en este estudio resulta rele-
alcanzó el valor más elevado en ambos estudios, vante la clasificación de la población consumidora;
siguiéndole hostilidad e ira, si bien en esta oca- en este sentido, los cuatro grupos obtenidos refle-
sión con valores similares; en contraposición al jan tendencias ordenadas de menor a mayor seve-
estudio anterior, agresión verbal obtuvo la pun- ridad en el consumo, siendo las denominadas dro-
tuación más baja (Tabla 4). Sin embargo, este gas legales las de mayor relevancia, las cuales, co-
resultado es diferente al obtenido en el ISCA (Ta- mo ya se ha indicado, causan probablemente más
bla 3), en el cual agresión verbal arroja una pun- estragos que las ilegales (Araya, 2000) al volver a
tuación superior a agresión física, diferencia debi- los individuos irritables o irracionales (Boutros y
da a que mientras que en el ISCA se pregunta por Bowers, 1996) y modificar su estructura axiológi-
actos específicos realizados en las últimas semanas, ca o motivacional (Briñez, 1998). Aunque hace
en el CA se pide en mayor grado una apreciación tiempo se sabe que las sustancias psicoactivas in-
subjetiva sobre la posibilidad de ejecución de la crementan la probabilidad de que el consumidor se
agresión física. De este modo, es posible que la involucre en actividades agresivas (White, 1990),
apreciación subjetiva conlleve un sesgo hacia la esta relación alude aquí no solamente al compor-
agresión física, disminuyendo la importancia de la tamiento agresivo, sino también a la forma en la
agresión verbal, la cual es más cotidiana. A pesar que se estructura ese comportamiento en una serie
de esta discrepancia, debida a las dimensiones de patrones de conducta violenta. Los patrones
que evalúa cada instrumento, los patrones de com- obtenidos muestran una gradación ascendente en
portamiento violento obtenidos han ofrecido una prácticamente todas las características evaluadas
gradación ordenada y ascendente de práctica- por el ISCA, el CA y las propias de la secuencia del
mente todas las características del ISCA, así como patrón, lo que hace la interpretación de los efectos
de las propias del patrón (Tabla 3) y las dimen- del consumo mucho más sencilla. Estos efectos se
siones del CA (Tabla 4). pusieron de manifiesto en la regresión ordinal apli-
Los resultados obtenidos con el VESPA co- cada (Tabla 5), donde se observa la influencia de
inciden con los de otros estudios hechos con el las dimensiones de agresión física e ira del CA en
mismo instrumento, tales como los obtenidos en la secuencia ascendente de los patrones de compor-
un estudio sobre orientación sexual en el que se tamiento violento obtenidos, al igual que la de
incluyeron alguno de los ítems del VESPA, infor- los grupos de patrón de consumo obtenidos en el
mándose de un porcentaje de 9.7% de consumo VESPA. Sin embargo, esta influencia resulta débil
de cigarrillos y de 19.8% de consumo de sustan- y limitada particularmente al patrón de compor-
cias ilegales alguna vez en la vida (Díaz, Cogollo, tamiento violento más bajo, y también a los nive-
Banques y cols., 2005), o bien con los de otro estu- les de consumo más reducidos, lo que se mani-
dio sobre síntomas depresivos con importancia clí- fiesta en la escasa concordancia entre observación
nica (Campo-Arias y cols., 2006), donde un por- y pronóstico, así como en la débil explicación pro-
centaje elevado de participantes (31.8%) informó porcionada por el modelo, tal como se ha indica-
consumir alcohol de manera abusiva, 9.1% cigarri- do anteriormente.
Influencia del consumo de sustancias psicoactivas en los patrones de comportamiento violento 233

De acuerdo con estos resultados, la perte- incrementando la sensibilidad a las mismas, los
nencia al patrón de comportamiento violento bajo tipos de comportamientos que se desarrollan en
se ve favorecido por un consumo reducido, mien- esas situaciones, su intensidad, la apreciación sub-
tras que la pertenencia a los patrones de compor- jetiva de la agresividad (agresión física, agresión
tamiento violento más altos no se ve influida por verbal, ira y hostilidad, tal como son evaluadas
un consumo más elevado, es decir, por el consumo por el CA) y la propia dinámica del patrón mani-
definido como habitual (Falck, Wang, Carlson y festada en el número total de días, rachas y esta-
Siegal, 2002), lo que indica que puede haber dife- bilidad de la conducta. Además, los resultados ob-
rentes influencias en los diversos patrones de com- tenidos indican que dicha influencia se produce en
portamiento violento. Si bien el consumo de sus- los niveles más reducidos de consumo y de con-
tancias psicoactivas se ha asociado a la conducta ducta agresiva. En los patrones más elevados de
antisocial (Villatoro, Medina-Mora, Juárez y Rojas, ambas conductas, consumo y agresión, es posible
1998), señalando su influencia en la misma (Fa- que dicha influencia ya no se produzca, estando
rrington, 2005; Justicia, Benítez, Pichardo y cols., dichas conductas mantenidas por otros factores.
2006), y se ha indicado también que la violencia Estos resultados contribuyen no solo al es-
puede ser un precursor del consumo de sustancias tudio de la relación entre consumo y agresión, te-
psicoactivas, al igual que este consumo puede serlo mática ampliamente abordada, sino también al aná-
de conductas violentas (Ramírez, 2003; Romero, lisis de los diferentes factores y de las particulari-
Flores, Campillo y Serrano, 1996), se ha apunta- dades presentes en la misma, lo que ha sido poco
do asimismo que la influencia del consumo de sus- estudiado (Shepherd, 2007). Además, los resulta-
tancias en el comportamiento violento depende del dos adquieren relevancia al considerar la forma
patrón de consumo, entre otros factores (Clayton en la cual el consumo de sustancias influye en los
y Tuchfeld, 1992). Los resultados obtenidos en el patrones de comportamiento violento, especial-
estudio presente apoyan esta perspectiva, favore- mente si se tiene en cuenta que no es habitual
ciendo una explicación diferencial en esta relación, incluir la variable de consumo de sustancias en los
la cual afecta a todas las características del patrón programas de intervención en agresión (Easton,
de conducta violenta más reducida, esto es, a las Mandel, Hunkele y cols., 2007).
situaciones en las cuales se produce la agresión

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