Primer Parcial
Primer Parcial
Primer Parcial
1) El texto de Martínez Boom, del cual se desprende la cita, está ubicado tempo-
ralmente a mediados del siglo XVIII y principios del siglo XIX, lo que se denomi-
na tardo-colonial; y espacialmente en Europa y las colonias americanas. La cita
da cuenta de que la escolarización fue un mecanismo de normalización de las
poblaciones interviniendo sobre la primera edad, porque es cuando el ser hu-
mano se consideraba dúctil y maleable, su objetivo era formar hombres y muje-
res virtuoses que fuesen funcionales al rol social de acuerdo a la clase social a
la que pertenecían. Para poder lograr esto se segregaba a los infantes en un
espacio cerrado, la escuela, y se les impartía una enseñanza simultánea. Esta
tenía determinados mecanismos de disciplinamiento corporal y moral, la distri-
bución del espacio, del tiempo, de los cuerpos, ejercicios rutinarios destinados
a producir hábitos, el cumplimiento de normas y la producción de subjetivida-
des particulares.
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También era importante el trabajo sobre el cuerpo, el cual debería estar sano
para que el alma también lo esté, por eso se le enseñaba a les estudiantes a
comer y beber sano, a dormir lo suficiente, a asearse, moverse con cautela,
ejercitarse físicamente, recrearse, y a tener una apariencia apropiada.
En Argentina, con una minoría oligárquica en el poder, la función de estos niveles edu-
cativos era formar hombres para cumplir roles políticos, eliminando focos de resisten-
cia a las políticas gobernantes; para cumplirse este objetivo no se necesitaba la forma-
ción para el mundo productivo (comerciantes, industriales, agricultores, ingenieros,
etc). Esto se lograba a través de un currículum enciclopedista en el que predominaban
materias humanísticas que preparaban a les estudiantes para ingresar a la universidad
y formarse como abogados, médicos, letristas, estadistas o bien ser administradores
públicos. Los puestos políticos estaban ocupados principalmente por abogados.
En 1863, durante la presidencia de Mitre, se crearon en casi todas las capitales de las
provincias colegios nacionales. En las provincias no se crean como iniciativa propia
sino como manifestación del interés del gobierno central por formar élites integradas a
la ideología del gobierno bonaerense.
En México, entre 1955 y 1863 hubo un período de reforma liberal impulsado por una
serie de gobiernos que fueron claves en la formación del Estado nacional, el principal
objetivo fue separar a la iglesia del Estado. A diferencia de lo que sucedía en Argenti-
na entre 1860 y 1880, período de organización nacional para este país, la educación
secundaria y superior estaba también destinada a la formación de las clases populares
poniéndose el foco, respecto del currículum, en una diferenciación no por clase sino
por sexo, (...) “ los gobiernos liberales intentaban cumplir la promesa de otorgar estu-
dios secundarios y profesionales para mujeres, en instituciones públicas que si bien
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podían lograr una funcionalidad burocrática, no lograban trascender un modelo tradi-
cionalista de educación de mujeres” (...) (López Pérez, 2008: pp 34). Esta educación
orientaba a varones y mujeres hacia nichos laborales específicos. Para las mujeres
magisterio, obstetricia, enfermería; trabajos que requieren cualidades maternales. A
las niñas se les enseñaba actividades mujeriles, por ejemplo, costura, bordados, músi-
ca, moralidad y buenas costumbres. Las mujeres podían tener instrucción cívica, en la
educación secundaria, pero no participar políticamente. El estudio de la religión era
fundamental para reafirmar el temor a Dios.
El estado disputaba a la iglesia la educación de les niñes, que fue prácticamente ex-
clusiva para el clero desde la época virreinal. A los niños se les dictaba materias para
formarse como ciudadanos. Respecto a los estudios superiores se les reservaban las
escuelas industriales para formarse como artesanos, las escuelas militares o los cole-
gios civiles para formarse en profesiones liberales.
En Morelia, por ejemplo, las mujeres van a disputar que esa diferenciación en el currí-
culum, entre varones y mujeres no sea tan asimétrica, aunque obtuvieron trabas del
sector varonil y eclesiástico ante el temor que descuiden su rol maternal. En el caso de
Argentina había sectores sociales que presionaban para modificar el sistema educati-
vo e incluir estudios técnico-profesionales.
Bibliografía:
- Martínez Boom, Alberto (2012) Verdades y mentiras sobre la escuela,
Bogotá: IDEP. Capítulo 5: ¡Ya no estás en la casa! Las tecnologías de la
escolarización
- López Pérez, Oresta (2008) “Currículum sexuado y poder: miradas a la
educación liberal diferenciada para hombres y mujeres durante la segunda
mitad del siglo XIX en México”, en: Revisa Relaciones. Estudios de historia
y sociedad, México: El Colegio de Michoacán.
- Tedesco, Juan Carlos (1986) Educación y Sociedad en Argentina (1880 –
1945). Solar, Bs. As. Capítulo 3.