Primer Parcial

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 3

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN ARGENTINA Y LATINOAMERICANA

SEGUNDO CUATRIMESTRE DE 2020 – CURSADA VIRTUAL


PRIMER PARCIAL
- Apellido y Nombre: Bardi, Tomás
- Legajo: 112784/2
- Carrera: Profesorado de Educación Física
- Comisión: I
- Correo electrónico: [email protected]

Desarrollo del parcial

1) El texto de Martínez Boom, del cual se desprende la cita, está ubicado tempo-
ralmente a mediados del siglo XVIII y principios del siglo XIX, lo que se denomi-
na tardo-colonial; y espacialmente en Europa y las colonias americanas. La cita
da cuenta de que la escolarización fue un mecanismo de normalización de las
poblaciones interviniendo sobre la primera edad, porque es cuando el ser hu-
mano se consideraba dúctil y maleable, su objetivo era formar hombres y muje-
res virtuoses que fuesen funcionales al rol social de acuerdo a la clase social a
la que pertenecían. Para poder lograr esto se segregaba a los infantes en un
espacio cerrado, la escuela, y se les impartía una enseñanza simultánea. Esta
tenía determinados mecanismos de disciplinamiento corporal y moral, la distri-
bución del espacio, del tiempo, de los cuerpos, ejercicios rutinarios destinados
a producir hábitos, el cumplimiento de normas y la producción de subjetivida-
des particulares.

La infancia era diversificada según la naturaleza de los sujetos, si provenían de


la clase principesca, de clases principales o de clases populares, para cada
uno de estos grupos los planes de estudio eran diferentes. También la educa-
ción era diferenciada para varones y mujeres, a los varones se los preparaba
para la dirigencia y para el mundo del trabajo, y las mujeres tenían una educa-
ción moral más rígida para que no se desvíen de sus deberes maritales y como
madres.

Otro mecanismo dentro de la escolarización era corregir la torpeza física al es-


cribir, ya que la escritura se consideraba un arte que se vinculaba con el pen-
samiento, expresando los estados de ánimo del espíritu de manera más evi-
dente que otras artes; había manuales con métodos para perfeccionarse en el
arte de la escritura.

1
También era importante el trabajo sobre el cuerpo, el cual debería estar sano
para que el alma también lo esté, por eso se le enseñaba a les estudiantes a
comer y beber sano, a dormir lo suficiente, a asearse, moverse con cautela,
ejercitarse físicamente, recrearse, y a tener una apariencia apropiada. 

Los dispositivos para disciplinar el cuerpo, aparte de la distribución de los mis-


mos en el espacio para la ritualización de sus actividades, fueron la quietud y el
silencio. La quietud permitía no solo el disciplinamiento corporal sino también
espiritual y mental; y el bullicio debía suprimirse por completo porque lo que se
enseñaba era escuchado, el oído era considerado el principal órgano de la en-
señanza.

Se lograba obediencia a través de castigos corporales, ya que se entendía que


el dolor físico suplantaba la falta de razón.

2)  Ambos textos se ubican temporalmente en la segunda mitad del siglo XIX, el


de Oresta López Pérez en México y el de Tedesco en Argentina. Se puede es-
tablecer un claro vínculo entre el sistema político de cada Estado y las políticas
educativas para el nivel medio y superior.

En Argentina, con una minoría oligárquica en el poder, la función de estos niveles edu-
cativos era formar hombres para cumplir roles políticos, eliminando focos de resisten-
cia a las políticas gobernantes; para cumplirse este objetivo no se necesitaba la forma-
ción para el mundo productivo (comerciantes, industriales, agricultores, ingenieros,
etc). Esto se lograba a través de un currículum enciclopedista en el que predominaban
materias humanísticas que preparaban a les estudiantes para ingresar a la universidad
y formarse como abogados, médicos, letristas, estadistas o bien ser administradores
públicos. Los puestos políticos estaban ocupados principalmente por abogados.

En 1863, durante la presidencia de Mitre, se crearon en casi todas las capitales de las
provincias colegios nacionales. En las provincias no se crean como iniciativa propia
sino como manifestación del interés del gobierno central por formar élites integradas a
la ideología del gobierno bonaerense.

En México, entre 1955 y 1863 hubo un período de reforma liberal impulsado por una
serie de gobiernos que fueron claves en la formación del Estado nacional, el principal
objetivo fue separar a la iglesia del Estado. A diferencia de lo que sucedía en Argenti-
na entre 1860 y 1880, período de organización nacional para este país, la educación
secundaria y superior estaba también destinada a la formación de las clases populares
poniéndose el foco, respecto del currículum, en una diferenciación no por clase sino
por sexo, (...) “ los gobiernos liberales intentaban cumplir la promesa de otorgar estu-
dios secundarios y profesionales para mujeres, en instituciones públicas que si bien

2
podían lograr una funcionalidad burocrática, no lograban trascender un modelo tradi-
cionalista de educación de mujeres” (...) (López Pérez, 2008: pp 34). Esta educación
orientaba a varones y mujeres hacia nichos laborales específicos. Para las mujeres
magisterio, obstetricia, enfermería; trabajos que requieren cualidades maternales. A
las niñas se les enseñaba actividades mujeriles, por ejemplo, costura, bordados, músi-
ca, moralidad y buenas costumbres. Las mujeres podían tener instrucción cívica, en la
educación secundaria, pero no participar políticamente. El estudio de la religión era
fundamental para reafirmar el temor a Dios. 

El estado disputaba a la iglesia la educación de les niñes, que fue prácticamente ex-
clusiva para el clero desde la época virreinal.  A los niños se les dictaba materias para
formarse como ciudadanos. Respecto a los estudios superiores se les reservaban las
escuelas industriales para formarse como artesanos, las escuelas militares o los cole-
gios civiles para formarse en profesiones liberales.

En Morelia, por ejemplo, las mujeres van a disputar que esa diferenciación en el currí-
culum, entre varones y mujeres no sea tan asimétrica, aunque obtuvieron trabas del
sector varonil y eclesiástico ante el temor que descuiden su rol maternal. En el caso de
Argentina había sectores sociales que presionaban para modificar el sistema educati-
vo e incluir estudios técnico-profesionales.

Ambos casos demuestran que el currículum es un campo de disputa de elementos cul-


turales hegemónicos y contrahegemónicos.

Bibliografía:
- Martínez Boom, Alberto (2012) Verdades y mentiras sobre la escuela,
Bogotá: IDEP. Capítulo 5: ¡Ya no estás en la casa! Las tecnologías de la
escolarización
- López Pérez, Oresta (2008) “Currículum sexuado y poder: miradas a la
educación liberal diferenciada para hombres y mujeres durante la segunda
mitad del siglo XIX en México”, en: Revisa Relaciones. Estudios de historia
y sociedad, México: El Colegio de Michoacán.
- Tedesco, Juan Carlos (1986) Educación y Sociedad en Argentina (1880 –
1945). Solar, Bs. As. Capítulo 3.

También podría gustarte