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Bikurim

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Bikurim

Bikurim celebra y reconoce que la mano de Adonay derrama bendición y provisión sobre su Pueblo. Los tributos
de Bikurim son las primicias de los primeros frutos, y son vistos en nuestros antepasados desde los tiempos de
Caín y Abel, en Bereshit (Génesis)  4:4.

La palabra hebrea para primicias significa “Una promesa por venir” y comparte la misma raíz, Bekhor, con la
palabra que significa “primogénito.”

La fiesta de las primicias o primeros frutos se celebra el quince del mes de Aviv cuando inicia el HaMatzah, es
un Shabaton, una fiesta para Adonay que dura siete días. Esto significa que el día siguiente al Shabat de la
semana de Pesah es llamado la fiesta de las primicias y podemos encontrarla.

Bikurim

Un tiempo para presentarnos con regocijo y alegría delante


de Adonay
ES UNA MITZVAH

Esta Moed es establecida por Adonay en Vayikra (Levíticos) 23:9-14. La ceremonia de esta gran celebración en
la antigüedad se realizaba cuando la cebada y el trigo estaban listos para ser cosechados. Los participantes
tomaban una sola gavilla de la cosecha y la llevaban delante del Kohen. La gavilla recibía el nombre de “La
gavilla de los primeros frutos”. El Kohen entonces la tomaba y la mecía delante de Adonay en su casa. Esto debía
hacerse “El día después del Shabat”. También debían presentarse los demás tributos prescritos junto con la
gavilla.

La palabra hebrea para “Gavilla” es Omer. Un Omer se define como “Una medida de productos secos, con un
contenido de una décima parte de una Efa” y una efa contiene 10 omers de granos, y lo podemos observar en
Shemot (Éxodo) 16:36.

CUMPLIMIENTO EN YAHSHÚA HAMASHÍAH

El tema principal de la fiesta de las primicias es la resurrección y la salvación, porque Yahshúa cuando resucitó
de la muerte fue la primicia de la cosecha de cebada, la primicia de la resurrección, el Primogénito de los
resucitados como lo indica QorintiYah (Corintios) 15:20-23. 

Yahshúa es la Gavilla de los primeros frutos, por eso en el fin de los tiempos la cosecha representa a todos
aquellos que ponen su Emunah en el Mashíah y resucitaremos junto con Él, como lo muestra en el Brit Hadasha
en MatitYAH (Mateo) 13:39. 

En Vayikra (Levítico) 23:15-16, Adonay nos demanda contar 50 días para presentarnos nuevamente delante de
Él con ofrendas de granos. Este tiempo es llamado la Cuenta del Omer.

Este es un conteo de 50 días o 7 semanas desde Bikurim hasta Shavuot, es decir; comienza la noche después del
primer día de reposo luego de la celebración del Pésah y finaliza en Shavuot. Esta fiesta que dura 50 días hace
referencia a la liberación del Pueblo Hebreo de la esclavitud de Mitzrayim y su recorrido hasta el Monte Sinaí,
preparándose para recibir La Bendita Torah de Adonay.

Durante cada día de la Cuenta del Omer se debe apartar una ofrenda para nuestro Elohim en nuestras casas y el
día 50 nos debemos presentar delante de Adonay para entregar la ofrenda del Omer que fue apartado durante el
conteo.

Puedes descargar el Sidur de la cuenta del Omer para conocer los pasos que debes seguir durante estos 50 días
mientras apartas tus tributos a Adonay.

La Fiesta de las Primicias es parte de las primeras tres fiestas dentro del
calendario que Dios le entregó a Su Pueblo. Esta fiesta es conocida en hebreo
como “Bikkurim” donde se celebra y reconoce que la mano de Yahweh
derrama bendición y provisión sobre Su Pueblo.
En la fiesta de Bikkurim se entregan las primicias de los primeros frutos, y
esta fiesta si bien se establece en Ex 23, 15-19 en conjunto a las otras fiestas,
se encuentra mejor detallada en el libro del Levítico: “Y habló Jehová a
Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado
en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla
por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la
gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de
reposo la mecerá. Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de
un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. Su ofrenda será dos décimas de
efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor
gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin. No comeréis
pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta ese mismo día, hasta que hayáis
ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades
en dondequiera que habitéis”. (Lev. 23, 9-14)
La palabra hebrea para primicias significa “una promesa por venir” y
comparte la misma raíz, Bekhor, con la palabra que significa “primogénito”.
Entonces podemos decir que las primicias son un acto profético del futuro.

En el libro del Éxodo dice: “Las primicias de los primeros frutos de tu tierra
traerán a la casa de Jehová tu Dios” (23, 9) y también Dios dice: “no
demorarás la primicia de tu coseche ni de tu lagar” (22, 29). La fiesta de la
Siega (otra manera de llamarle a la fiesta de Bikkurim) fue ordenada por Dios,
y como Él quiere que aprendamos de sus fiestas, la seguimos conmemorando
hoy en día. Estamos conmemorando las bendiciones de Dios, estamos
aprendiendo el propósito de Dios y su plan de salvación para la humanidad.
En términos actuales podríamos decir que estamos “mal
programados”, porque solemos querer ser el centro de atención, queremos que
nos atiendan primero, hacemos todo por llamar la atención, miramos nuestro
propio ombligo y somos muy “yo-yohistas” y con esto quiero decir que es
necesario una “actualización de software” o mejor dicho una
“reprogramación”.
¿Y esto por qué? Por medio de la celebración de la fiesta de las primicias, el
Señor quiere que recordemos que el primer lugar es de Él.  Él desea ser el
primero en nuestra vida, en nuestras labores y en todo lo que hagamos, y Él
quiere que le demos a Él lo primero, lo mejor.

Vamos a remontarnos al Génesis, Adán fue creado para amar a Dios, pero


por su desorden de prioridades pecó, se olvidó que el primer lugar le pertenece
a Dios. A raíz de su pecado nuestras prioridades se desordenaron. Y si bien
hubo un desorden en su vida, podemos observar que con Caín y Abel se
celebró el Bikkurim (que aún no estaba instituido como tal). Observemos:
Después dio a luz a su hermano Abel. Abel fue pastor de ovejas; y Caín, labrador de la tierra.
Aconteció después de un tiempo que Caín trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda al
Señor.  Abel también trajo una ofrenda de los primogénitos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y el
Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda.GN 4, 2-4

¿Por qué le cae mejor una ofrenda? Porque es clara la Palabra cuando dice “le
ofreció lo mejor del rebaño”, en ese simple versículo se esconde una perla
preciosísima:  Dios Padre nos otorga al Cordero (Jesús) como forma de
primicia a nosotros, las primicias que habla el Antiguo Testamento son una
sombra de la gran primicia que fue y es Jesucristo. Pero no nos vamos a
detener en esto.
A partir del pecado de Adán todos estamos “mal programados”, venimos con
el pecado original, pero el Espíritu Santo nos tiene que tocar, bendecir para
darle el primer lugar al Señor, es el Espíritu Santo que tiene que traer
convencimiento para darle el primer lugar a quien le corresponde, y solo le
corresponde al Rey de Reyes y Señor de Señores. Porque la meta del Espíritu
Santo no es que hagas milagros o que hables en lenguas, sino que su meta es
“llevarte por los senderos de la Verdad” (Jn 16, 13-14). Su meta es que le des
a Dios el primer lugar.
Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la
ciudad, en vano vela la guardia.SAL 127, 1
Este salmo lo dice todo. A menos que Dios permanezca en el centro de tus
esfuerzos, tu labor será en vano. No podemos pelear, construir, cosechar o
planear lo bastante bien para obtener algo permanente si no incluimos a Dios
en nuestra estrategia, si no le damos el lugar que le corresponde. Solamente Él
nos puede dar seguridad de que todo nos saldrá bien si está en primer lugar.
Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos,
o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.MT 19, 29
Seamos claros, Dios no le va a cumplir los sueños a aquellos que se sacrifican,
Dios le va a cumplir los sueños a aquellos que lo tengan en primer
lugar. Mantener las prioridades es el gran reto, nadie tiene escapatoria, todos
establecemos prioridades, pero… ¿están bien?
El reto no es poner una empresa, muchos ponen empresas, el reto es poner a
Dios en primer lugar; el reto no es ir a la iglesia, porque hasta el Diablo se
sienta en los bancos de las iglesias, el reto más grande que tenemos no es
cantar, predicar, el reto es poner a Dios en primer lugar. Si no lo hacemos el
Salmo 127 se hará realidad. Y si Dios es tu prioridad ¿quieres saber que te
pasará? Te invito a leer Deuteronomio 28, te lo resumo: ¡Vas a ser lleno de
bendiciones!
La primicia es una honra y “Él de su voluntad nos hizo nacer para que
seamos primicias de sus criaturas” (St 1, 18), entonces podemos entender que
cuando él nos creó, fuimos sus primicias y en nosotros está contenida la
bendición de Dios para ser soltada. Las bendiciones necesitan ser soltadas para
que otros conozcan a Jesús. La Iglesia también es la primicia: es la primicia
que va a causar que el resto de la masa afuera encuentre bendición y salvación.

Vayamos a la Palabra:
 El pueblo me honra; pero su corazón está lejos de mí.IS 29, 13 ; MT 15, 8
Cuando hablamos de corazón en el Antiguo testamento, estamos refiriéndonos
a la totalidad de la persona, lo profundo, su todo, el conjunto de cuerpo, mente
y alma. Se habla mucho en la Iglesia acerca de un cambio de corazón, un
cambio de espíritu, un cambio en nuestra alma. Pero se habla poco de
un cambio en la manera de pensar. (cfr. Romanos 12:2). El libro de los
Proverbios 16, 9 declara que “el corazón del hombre piensa su camino; mas
Yahveh endereza sus pasos”. A uno le corresponde poner de su parte para
cambiar el corazón, “reprogramar” las prioridades  y Dios se vale de eso para
enderezar nuestros caminos.
Tenemos un propósito, Dios nos creó, somos Su primicia, pero también está
en nuestra libertad entregarle primicia. Somos de Dios, “¿o ignoráis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está entre vosotros, el
cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados
por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios” (1Cor 6, 19-20). , San Pablo nos dice: “os ruego
hermanos por la misericordia de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Rm
12, 1). Dios espera que le des primicia.
Las Siete Fiestas De Israel: Panes Sin Levadura
La Fiesta de Panes sin levadura era la segunda solemnidad dentro del ciclo
agrícola en el antiguo Israel:

“La fiesta de los panes sin levadura guardarás; siete días comerás pan sin
levadura, según te he mandado, en el tiempo señalado del mes de abib;
porque en el mes de abib saliste de Egipto”. Éxodo 34:18
Ocurría el día 15 del mes, inmediatamente después de Pascua [14 del mes] y
antes de Primicias [16 del mes]:

“El día quince del mismo mes será la fiesta solemne de los panes sin levadura
en honor del Señor”. Levítico 23:6 RVC
El nombre en hebreo de la fiesta es Matzá (Strong H-4682) que significa Pan
sin levadura o Pan ácimo. O también Jag HaMatzá que significa Solemnidad del
Pan sin levadura.
La fiesta de Pascua culminaba por la tarde con el sacrificio del cordero, pero
proseguía al caer la noche, cuando una vez iniciado el día 15, ocurría la de los
panes sin levadura, en la que se comían tanto los panes como el cordero
sacrificado y asado al atardecer, es decir, las dos fiestas se traslapaban, el final
de una con el principio de otra:

“Y aquella noche [ya iniciado el 15 del mes] comerán la carne asada al fuego, y


panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán”. Éxodo 12:8
Por ello era que en los tiempos de Jesús, a las dos fiestas se les nombraba
indistintamente:

«El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a
Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?»
Mateo 26:17
El día 15, además de celebrar el primer día de Panes sin levadura, también se
consideraba que era una extensión de la Fiesta de Pascua, es decir, el segundo
día de tal fiesta:

“De Ramesés salieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el
segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano poderosa, a
vista de todos los egipcios”. Números 33:3
Con esto se establecía una reconciliación entre la cultura ganadera y la
agrícola, que ya desde los inicios de la humanidad entraron en conflicto:

“Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue
labrador de la tierra”. Génesis 4:2
Dicho lo anterior, es necesario advertir que deberemos seguir prestando toda
nuestra atención en lo concerniente a la medición del tiempo, pues ya que los
antiguos lo medían en forma diferente a la que lo hacemos nosotros, es muy
fácil confundirse en ello.

Como ya dije en el capítulo anterior, en épocas bíblicas, para los hebreos el día
iniciaba al anochecer, pues en el Génesis está escrito que primero fue la noche
y luego, al hacerse la luz, se completó el día:

“A la luz la llamó día, y a las tinieblas, noche. Y vino la noche, y llegó la


mañana: ese fue el primer día”. Génesis 1:5 NVI
Teniendo eso mente, recordemos que la Fiesta de Pascua ocurría al final del
día 14, que era el atardecer:

“En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es del
Señor”. Levítico 23:5 RVC
“La pascua del Señor la celebrarán a los catorce días del mes primero”.
Números 28:16 RVC
Inmediatamente después, ese mismo anochecer, que era el inicio del día 15,
sucedía la Fiesta de Panes sin levadura:

“Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne [de los panes sin levadura];
por siete días se comerán panes sin levadura”. Números 28:17 RVC

Conmemoración
Así, mientras que Pascua representa la protección de Israel por la sangre del
cordero, Panes sin levadura conmemora la salida nocturna e intempestiva de
Egipto:

“Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día
saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este
mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua”. Éxodo 12:17
“A los quince días del mes primero los hijos de Israel partieron de Ramesés. Se
pusieron en marcha un día después de la pascua, y lo hicieron con gran poder,
a la vista de todos los egipcios”. Números 33:3 RVC
“De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron panes sin leudar, porque
no le habían puesto levadura; ya que cuando fueron echados de Egipto, no
pudieron detenerse ni para preparar comida”. Éxodo 12:39 RVA
“No comerás la Pascua con pan leudado, sino que durante siete días comerás
pan sin levadura, pan de aflicción, pues de Egipto saliste de prisa. Lo harás así
para que toda tu vida te acuerdes del día en que saliste de Egipto”.
Deuteronomio 16:3 NVI
Acorde a la forma en que los hebreos contaban el tiempo, Israel salió de
Egipto al inicio del día 15 del mes, es decir, al anochecer:

“Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios;
y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un
muerto. E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en
medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid al Señor, como
habéis dicho”. Éxodo 12:30-31
“Esa noche el Señor sacó de Egipto a los hijos de Israel. Por lo tanto, todos
ellos y sus generaciones futuras deben recordarla”. Éxodo 12:42 RVC

Ritual de Panes sin levadura


Como dije, al final del día 14 y al inicio del 15, los panes sin leudar
acompañaban al cordero asado. Durante los siete días siguientes, cada familia
comía panes sin levadura en sus respectivas casas:

“Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día
saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este
mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua. En el mes
primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la
tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no se hallará
levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así
extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel”.
Éxodo 12:17-19
Cumplimiento profético
La Fiesta de Panes sin levadura tuvo su cumplimiento profético cuando el
cuerpo de nuestro Señor Jesucristo fue colocado en el sepulcro.
El pensamiento hebreo de tiempos bíblicos consideraba que lo vivido por el
profeta Jonás en el interior del gran pez, era una figura de la muerte y la
sepultura:

“Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez. Dijo: En mi
angustia clamé al Señor, y él me respondió. Desde las entrañas del sepulcro
pedí auxilio, y tú escuchaste mi clamor. Jonás 2:1-2 NVI
Según tal forma de pensar, el pez que engulló al profeta Jonás, es una figura
de la tierra que abre su boca para tragar a los que son sepultados (Jonás 1:17 /
Mateo 12:40):

“Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu
mano la sangre de tu hermano”. Génesis 4:11
“Mas si El Señor hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con
todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos
hombres irritaron al Señor”. Números 16:30
“Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que
el dragón había echado de su boca”. Apocalipsis 12:16
Desde la perspectiva del pensamiento reflejado en la Biblia, la sepultura del
Señor significó que ese anochecer la tierra había abierto su boca y comido
tanto el pan sin levadura venido del cielo como el cordero inmolado.

Ya mencioné que a la misma hora en la que se sacrificaba el cordero, también


el Señor estaba muriendo crucificado (Marcos 15:33). De la misma forma, al
tiempo en que iniciaba la ceremonia de Panes sin levadura en las casas —esa
misma noche—, el Señor ya había sido sepultado, es decir, lo había ingerido la
tierra:

“Cuando llegó la noche [inicio del día 15], porque era la preparación [fin del
día 14], es decir, la víspera del día de reposo. […] E informado por el centurión,
dio el cuerpo a José, el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la
sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar
una piedra a la entrada del sepulcro”. Marcos 15:42-46
Es de hacer notar que los sentenciados a la muerte de cruz tardaban hasta días
en morir. Pero nuestro Señor falleció esa misma tarde:

“Mas Jesús, dando una gran voz, expiró. Entonces el velo del templo se rasgó
en dos, de arriba abajo. Y el centurión que estaba frente a él, viendo que
después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era
Hijo de Dios”. Marcos 15:37-39
“Pilato se sorprendió de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión,
le preguntó si ya estaba muerto”. Marcos 15:44
El Pan sin levadura del cielo
Como sabemos, el grano resurge de la tierra en forma de espigas para luego
ser transformado en pan. Pero nuestro Señor Jesucristo no provino de este
mundo, sino de Dios, por ello, es el pan sin levadura que vino del cielo:

“Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del
cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio
Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque
el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo”. Juan
6:31-33
A diferencia del que los israelitas comieron en el desierto, este Pan nos da vida
eterna:

“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y
el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. Juan 6:35
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”. Mateo 26:26
El Señor nació en Belén (Juan 7:42), cuyo significado proviene del término
hebreo Beth-lekjem (Strong H-1035) o Casa del Pan. Es decir, Lugar donde nace
el Pan.
Por su bajo precio, la cebada era conocida en el antiguo Israel como el pan de
la aflicción (Deuteronomio 16:3) o pan de los pobres, y ese es precisamente el
propósito que nuestro Señor Jesucristo vino a cumplir entre nosotros: ser el
pan al alcance de los menos privilegiados (Isaías 55:1-5 / Lucas 6:20-21), que
somos todos los que deambulamos por esta tierra.

En el caso del pan, la levadura aumenta el volumen de la masa pues lo inflama.


Es de notar que aunque la levadura aumenta el volumen de la masa, también
acelera su proceso de descomposición.

Por ello la levadura simboliza la maldad oculta. Al tener su origen en la


corrupción y extenderse a toda la masa con la que entra en contacto, la
levadura representa el carácter contaminante y corruptor del mal.
La congregación de Israel debía abstenerse por siete días de comer pan con
levadura o cualquier cosa leudada.

El número siete simboliza lo invisible, lo espiritual y por tanto lo eterno.


Cuando la Palabra establece que un rito ha de durar siete días, significa que su
esencia o contenido trasciende al tiempo y las generaciones, por lo que todos
los que conformamos la congregación de Israel (Romanos 9:24-27 / Romanos
11:17) debemos participar espiritualmente de ello (Colosenses 2:16-17).

Nombre en hebreo: Matzá (Pan sin levadura)


Época correspondiente: siega
Mes del calendario hebreo: primero; día quince; al anochecer de la fiesta de
Pascua.
Mes de nuestro calendario: a fines de marzo o principios de abril
Producto de temporada: cebada principalmente
Fiesta del ciclo agrícola: segunda
Cumplimiento profético: la sepultura de nuestro Señor Jesucristo

Esta ha sido tan solo una muestra del segundo capítulo del estudio bíblico LAS
7 FIESTAS DE ISRAEL. Ya disponible para su descarga en versión PDF, lista para
imprimir:

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