Caso Manuela y Otros Vs El Salvador
Caso Manuela y Otros Vs El Salvador
Caso Manuela y Otros Vs El Salvador
Integrantes/Grupo 10:
Satisfacción
• Publicación de sentencia y su resumen.
• Acto público de reconocimiento de responsabilidad.
• Becas educativas para los hijos de Manuela.
Rehabilitación
• Tratamiento médico, psicológico y/o psiquiátrico gratuito para el padre y la
madre de Manuela.
Garantías de no repetición
• Adopción de protocolo para la atención de mujeres que requieran atención
médica de urgencia por emergencias obstétricas.
• Capacitación a funcionarios judiciales y personal médico en materia de
estándares sobre discriminación, estereotipos, uso de la fuerza, secreto
profesional y género.
Indemnizaciones compensatorias
• USD$80,000.00 (ochenta mil dólares de los Estados Unidos de América) de
daño material.
• USD$140,000.00 (ciento cuarenta mil dólares de los Estados Unidos de
América) de daño inmaterial.
Artículos violados
La Corte concluyó que el defensor que le fue asignado a Manuela fue sustituido
por otro a escasos minutos previos de su audiencia preliminar, lo que incidió en
el desempeño de su defensa, además, no aportó pruebas, no consideró
necesaria la declaración de la víctima, ni promovió o informó sobre la
posibilidad de promover algún recurso en contra de la sentencia condenatoria.
Por otra parte, la Corte consideró que las autoridades incumplieron el deber de
seguir todas las líneas lógicas de investigación, pues ignoraron en todo
momento las lesiones y el Estado de salud que padecía Manuela como factores
relacionados con el parto prematuro, así como la posibilidad de que dicha
emergencia obstétrica no fuese atribuible a Manuela. Asimismo, el Tribunal
determinó que la pena de 30 años impuesta a Manuela resultó desproporcional,
debido a que las mujeres con emergencias obstétricas que son sancionadas
bajo el delito de homicidio se encuentran en un estado de fragilidad física y
psicológica, además, Manuela resintió de manera más grave dicha situación
por padecer una vulnerabilidad múltiple, al ser una mujer joven en condiciones
de pobreza, analfabetismo y aislamiento cultural. La Corte concluyó que la
atención médica ofrecida a Manuela no fue aceptable ni de calidad, pues al ser
recibida por la emergencia obstétrica, el personal médico priorizó la denuncia
antes que su atención.
Segunda opinión:
Para finalizar, no es solo nuestra opinión que este no es un caso sobre aborto.
Tanto la CIDH como los representantes de la presunta víctima lo reconocieron
en la audiencia pública. En efecto, los representantes señalaron expresamente
que entendían que “esto no es un caso de aborto” (minuto 1:32:59) y la CIDH
señaló que “no se pronunció específicamente en este caso respecto de la
convencionalidad digamos de las leyes que tiene El Salvador en relación con el
aborto” (minuto 1:55:24).
Este es el caso de una mujer y un niño, es el caso de Manuela y Dolores
Gabriel, ambos seres humanos dignos que merecen todo el respeto y
protección de sus derechos humanos. Por lo que, como hemos dicho en otras
ocasiones no resulta admisible que neguemos la existencia de un ser humano,
de un niño, porque resulta conveniente o inconveniente para los objetivos de un
litigio estratégico, pues el gran logro de los derechos humanos es hablar por
aquellos que no tienen voz: por Manuela, claro que sí, pero también por
Dolores Gabriel, que no tiene quien lo represente y por ese solo hecho, han
decidid Se arguye que el Estado violó el derecho a la vida, a la salud, a las
garantías judiciales y a la protección judicial, dado a que la presunta víctima no
recibió un diagnóstico médico integral cuando fue privada de libertad, ni
tampoco un tratamiento médico oportuno y adecuado, el cual hubiera permitido
prolongar la vida de Manuela, quien falleció luego de padecer de una
enfermedad cuyos indicios se manifestaron desde 2007. La muerte de la
presunta víctima, bajo custodia del Estado, no fue esclarecida mediante una
investigación adecuada.