Barf Taz TFG 2018 3258
Barf Taz TFG 2018 3258
Veterinaria
Autor/es
Director/es
Facultad de Veterinaria
2018
ÍNDICE
RESUMEN/ABSTRACT Pág. 01
1. INTRODUCCIÓN Pág. 02
2. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVO Pág. 05
3. METODOLOGÍA Pág. 06
4. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA Pág. 06
4.1. Dietas convencionales vs. Dietas no convencionales Pág. 06
4.1.1. Concepto de alimentación natural Pág. 08
4.1.2. Motivación de los propietarios para el uso de dietas naturales Pág. 09
4.2. Concepto y fundamento de las dietas basadas en ingredientes crudos o escasamente
Pág. 10
procesados destinadas a animales de compañía. Dietas BARF.
4.3. Beneficios de las dietas basadas en ingredientes crudos o escasamente procesados Pág. 12
4.4. Riesgos de las dietas basadas en ingredientes crudos o escasamente procesados Pág. 12
4.4.1. Riesgos para la salud del animal Pág. 12
4.4.2. Riesgos para la salud pública Pág. 17
4.5. Mitos de las dietas convencionales o malentendidos en relación a los ingredientes
Pág. 19
utilizados en las dietas completas comerciales
5. ENCUESTA SOBRE EL USO DE DIETAS BASADAS EN INGREDIENTES CRUDOS O ESCASAMENTE
Pág. 22
PROCESADOS
5.1. Metodología Pág. 22
5.2. Resultados y discusión Pág. 22
6. CONCLUSIONES Pág. 25
7. VALORACIÓN PERSONAL Pág. 26
8. BIBLIOGRAFÍA Pág. 27
RESUMEN
El objetivo de este trabajo es hacer una revisión bibliográfica sobre las características, ventajas
e inconvenientes de la utilización de dietas no convencionales, tales como las dietas BARF
basadas en el aporte de alimentos crudos (fundamentalmente carne y huesos), en la
alimentación de los animales de compañía. Para ello, además de la lectura de diversos
artículos científicos, y de opiniones vertidas en las redes y en páginas web sobre este tipo de
dietas, se ha realizado una encuesta para conocer el grado de conocimiento de los propietarios
y profesionales veterinarios sobre las ventajas y riesgos que pueden tener el uso de este tipo
de dietas.
Tras esta revisión, he llegado a la conclusión de que a pesar de los posibles beneficios que este
tipo de dietas puedan tener para los animales, existen riesgos evidentes, por lo que no
deberían ser recomendadas por veterinarios, o en su caso éstos deben de informar sobre
dichos riesgos. Uno de los resultados de la encuesta más significativos, ha sido que hay un
sector importante de veterinarios que desconocen esta dieta o que aun conociéndola,
desconocen sus riesgos. Por lo tanto, es necesario ampliar la información y los conocimientos
de toda la población y especialmente de los veterinarios, de modo que puedan alertar de los
posibles riesgos que conllevan, no solo para los animales sino también para la salud pública.
The aim of this work is to make a literature review on the characteristics, advantages and
disadvantages of the use of non-conventional diets, such as the BARF diets based on the
contribution of raw food (mainly meat and bones) in the feeding of companion animals. In
addition to a comprehensive review of published scientific articles and opinions expressed in
the networks and websites related with this subject, a survey has been conducted to know the
degree of knowledge of owners and veterinary professionals on the benefits and risks that the
use of this type of diet can have.
After this review, it may be concluded that despite the possible benefits that this type of diets
may have for animals, there are obvious risks, so they should not be recommended by
veterinarians, or in their case they should inform about those risks. One of the most significant
results of the survey has been that there is an important sector of veterinarians who are
unaware of this diet or even knowing it, they are unaware of its risks. Therefore, it is necessary
to expand the information and knowledge of the entire population and especially of
veterinarians, so that they can warn of the possible risks they entail, not only for animals but
also for public health.
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1. INTRODUCCIÓN
Las mascotas juegan un papel relevante en la vida cotidiana de los países occidentales,
estimándose que, en la Unión Europea, en torno a 70 millones de hogares tienen al menos una
mascota. En España el 50% de los hogares tienen alguna mascota, especialmente perro y/o
gato (www.ANFAAC.org).
Aunque en la actualidad más del 90% de animales de compañía de los países desarrollados se
alimentan con alimentos completos comerciales (Laflamme et al., 2008), históricamente, los
perros y gatos “silvestres” mantenían una dieta “adecuada” consumiendo las carcasas de sus
presas, huesos y contenido intestinal, así como la carne de sus víctimas (Kallfelz, 1985). Fue
tras la domesticación (11000-14000 a.C en perros y 7000-7500 a.C en gatos) (Lafuente y Vela,
2011) cuando comenzaron a volverse dependientes de los humanos para obtener alimentos.
A medida que el hombre fue evolucionando, también lo hizo su relación con los animales que
lo rodeaban. Mientras que en un principio la asociación del hombre con estos animales fue por
obtener protección o ayuda en la caza, en la actualidad, en la mayoría de los hogares los
perros y gatos son animales simplemente de compañía, pudiendo llegar a ser considerados
como un miembro más de la familia. A este cambio en la percepción que se tiene sobre ellos,
se ha unido una evolución en el modo de vida y en la alimentación, de modo que han pasado
de autoabastecerse por sí solos cazando, a recibir una alimentación que es seleccionada por el
propietario (Parr y Remillard, 2014).
En 1957 Ralston Purina desarrolló la tecnología de los alimentos extrudidos, la cual aumentaba
la palatabilidad y aceptación de los piensos existentes en aquel entonces (una especie de
galletas con carne y verduras desarrolladas por James Spratt en 1860) y llevó al declive y
desaparición de la idea de las “dietas verdaderas” hacia principios de 1970 (Kallfelz, 1985).
Desde entonces, la tendencia ha sido la administración de alimentos comerciales, dietas
completas y equilibradas para el animal, que se adecuan a su edad, estado fisiológico o
patológico e incluso a la raza a la que pertenecen.
Como ya se ha dicho, los alimentos completos comerciales constituyen las dietas mayoritarias
de la mayoría de las mascotas de los países desarrollados. En la gráfica 1 puede observarse la
importancia de este tipo de alimentación para el mercado (Euromonitor Internacional;
www.Euromonitor.com). En la mayoría de los países la tasa de crecimiento anual compuesto
(CAGR = Compound annual growht rate) comparando 2011 con 2015 es positiva, siendo de un
1.6% en España, que es el quinto país con mayor valor de ventas (955 millones de euros)
después de Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia. Se estima, que la tasa de crecimiento
anual compuesto en España aumentará un 3.8% en 4 años. Es decir, pasará del 1.6% que había
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en 2015 a un 4% en 2019 (gráfica 2). Por lo tanto, el valor en el mercado de los alimentos
completos comerciales en España continuará creciendo.
Gráfica 2. Evolución del volumen de ventas de alimentos comerciales para perros y gatos en
España
(Fuente www.Euromonitor.com: gráfica cedida por Affinitypet-care)
3
La tabla 1 muestra el volumen (en toneladas) y el valor (en euros) de las ventas de alimentos
comerciales para perros y gatos en España (www.alimarket.es). En ella se puede ver que,
mientras que el consumo del pienso en los perros ha disminuido de 2013 a 2015, el valor de las
ventas ha incrementado, lo que significa que los piensos han incrementado su precio. En el
caso de los gatos, el consumo tanto de pienso seco como de húmedo ha aumentado, y así lo
ha hecho también el precio. En total, el pienso de perros y gatos suponía en el 2015 unos
538,84 millones de euros.
Además, es de destacar que en 2013 más del 70% del mercado estaba cubierto por marcas de
distribuidor. Sin embargo, este valor ha ido disminuyendo progresivamente en los años
posteriores, lo que puede significar que los propietarios de los animales han decidido apostar
por pienso de mayor categoría.
Tabla 1. Evolución del volumen de ventas (en peso y valor económico) de alimentos
comerciales para perros y gatos en España
(Fuente: www.alimarket.es)
Como se puede observar en la tabla 1, hay distintos tipos de alimentos comerciales, en función
no solo de su composición sino de la forma de presentación. Atendiendo a su contenido en
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humedad, la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos para animales de compañía
(FEDIAF, 2018) distingue entre piensos:
Secos: con un contenido en agua igual o inferior al 14%
Húmedos: con un contenido en agua del 60% o más
Semihúmedos: con un contenido en agua entre el 14 y el 60%
A su vez, dentro de cada tipo, hay una gran diversidad, en función del tamaño, de la edad, de
la raza, el estado fisiológico del animal, e incluso hay alimentos con distinta composición
destinados a la protección de un sistema u órgano específico (Boixeda, 2000). Así pues, este
tipo de productos se han convertido en una importante herramienta para los veterinarios,
pues forman parte del tratamiento empleado frente a distintas patologías: urinarias, renales,
cardiacas, endocrinas… etc.
Sin embargo, en los últimos años ha habido una importante tendencia por parte de los
propietarios de perros y gatos, hacia el empleo de dietas más “naturales”, formuladas con
ingredientes enteros y con escaso o nulo procesamiento. También es cada vez mayor, aunque
todavía minoritario, el número de propietarios que opta por la alimentación de sus animales
de compañía con dietas caseras en las que predomina la carne y los huesos como ingredientes
mayoritarios, como es el caso de las dietas denominadas “BARF”.
2. JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS
El objetivo de este trabajo es clarificar las bases sobre las que se asienta la nueva tendencia o
moda en la alimentación de los animales de compañía, basada en lo que podría denominarse
una alimentación “natural”. Estas dietas se están implantando cada vez más en nuestras
mascotas, en particular las denominadas dietas BARF, basadas en la alimentación a base
fundamentalmente de carne y huesos. Además se tratará de conocer sus posibles efectos
beneficiosos y perjudiciales e intentar hacer una comparación con respecto a las dietas
convencionales, basadas fundamentalmente en alimentos completos extrudidos. De esta
manera, se pretende sacar una conclusión clara sobre las bases científicas sobre las que se
asientan estas nuevas tendencias y las repercusiones sobre la salud y el bienestar de los
animales de compañía.
La escasez de artículos científicos realizados en España sobre las dietas BARF me ha impulsado
a realizar una encuesta a pequeña escala para conocer la tendencia actual y el conocimiento
de la gente sobre este tipo de dietas y los riesgos que conllevan.
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3. METODOLOGÍA
Se ha llevado a cabo una revisión general de los trabajos publicados y de las opiniones vertidas
en las redes, para hacer un índice y guión inicial que contemplase los aspectos más
interesantes relacionados con las ventajas e inconvenientes del uso de las dietas basadas en el
empleo de ingredientes crudos. Posteriormente, se ha realizado una revisión más exhaustiva
para profundizar en los epígrafes contemplados en dicho índice. Se ha tratado no sólo de dejar
constancia de las tesis y opiniones vertidas sobre el tema, sino también de hacer un análisis
crítico de dichas tesis, para sacar en la medida de lo posible unas conclusiones.
Finalmente, se realizó una encuesta a través de internet, difundida por diversas redes y
dirigida a todo tipo de público mayor de 18 años, con el fin de saber el conocimiento que tiene
la población sobre este tipo de dietas.
4. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
4.1 Dietas convencionales vs dietas no convencionales
Las dietas completas convencionales comerciales son alimentos formulados para aportar los
nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los animales a lo largo de su vida. Frente a
estas dietas, ha surgido una nueva tendencia que lleva a los propietarios a buscar otro tipo de
dietas, intentando utilizar alimentos “más naturales” y más ajustados a la alimentación que
ingerían los animales antes de su domesticación.
El mercado, cumpliendo con la demanda, ha desarrollado una amplia variedad de productos
con estrategias nutricionales distintas pero todas ellas basadas en la filosofía de “una
alimentación más natural”. Entre ellas, se encuentran las dietas ancestrales y las instintivas,
cada una de ellas con una filosofía diferente.
Las dietas ancestrales, tienen su origen en la idea de que las mascotas deberían de tener una
dieta similar a la de sus ancestros, asumiendo que estas dietas suplirían todas sus necesidades
fisiológicas. Las dietas instintivas se basan en tener en cuenta las preferencias innatas de los
animales, suponiendo que éstos son capaces de seleccionar por ellos mismos alimentos que
satisfagan sus necesidades nutricionales. Siguiendo estos criterios, son dietas muy ricas en
proteína y con menor cantidad de grasa y particularmente hidratos de carbono (Buff et al.,
2014).
La pregunta es si verdaderamente estas dietas pueden llegar a ser beneficiosas para las
mascotas. Partiendo del fundamento de las dietas instintivas, se han hecho estudios para
conocer las preferencias alimentarias de perros y gatos y saber si éstas cumplen con los
requerimientos nutricionales. Se ha comprobado que, mientras los gatos eligen alimentos con
altos niveles proteicos, los perros prefieren alimentos más grasos, ya que son mucho más
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palatables (Buff et al., 2014; Bosch et al., 2015). Esta elección de macronutrientes es
sustancialmente distinta a las recomendaciones dadas por el National Research Council (NRC,
2006), por lo que dejando elegir a los animales qué comer no se logrará que suplan todas sus
necesidades (Bosch et al., 2015). En cuanto a las dietas ancestrales, si bien es verdad que los
gatos no distan tanto de sus predecesores silvestres, el proceso de domesticación que han
sufrido los perros ha conllevado muchas modificaciones, no solo en comportamiento sino
también a nivel digestivo (Bosch et al., 2015). Estudiando la secuencia genómica del perro y
comparándola con la de su antecesor, el lobo, se ha podido apreciar la presencia de tres genes
(AMY2B, MGAM y SGLT1) que intervienen en la digestión del almidón y que podrían ser la
clave del proceso de selección durante la domesticación (Axelsson et al., 2013). Estos genes
permiten a los perros tener una mayor capacidad de digerir el almidón, lo cual significa que
pueden incorporar a su alimentación ingredientes vegetales, permitiéndoles llevar una dieta
omnívora (Bosch et al., 2015).
En la tabla 2, se puede observar el perfil nutricional de la dieta de los lobos en comparación
con las necesidades de los perros en crecimiento y mantenimiento, establecidas por el NRC
(2006) y el perfil nutricional medio que aparece en los alimentos comerciales, secos y
húmedos. Como se puede ver, distan de las que toma un lobo adulto. Así por ejemplo, el
contenido en calcio, sodio y magnesio de los piensos comerciales, es mayor al que contiene la
dieta de los lobos que fueron objeto de estudio. Por otra parte, los requerimientos energéticos
son mayores en los lobos, pues llevan una vida mucho más activa que la de la mayoría de las
mascotas.
Tabla 2. Comparación del perfil de nutrientes de la dieta de los lobos, con los requerimientos
establecidos por el NRC y el perfil medio de las dietas completas comerciales convencionales
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En definitiva, las dietas ancestrales, aun pudiendo ser adecuadas para gatos (Hewson-Hughes
et al., 2013), no lo serían para los perros (Hewson-Hughes et al., 2012).
Hay que tener en cuenta también el cambio de hábitos que han experimentado las mascotas,
que en la actualidad suelen ser animales que conviven con los humanos. Esta vida, mucho más
sedentaria que la de sus predecesores silvestres, supone un menor gasto energético y en
consecuencia una mayor tendencia a la obesidad, actualmente el síndrome de mayor
prevalencia en perros y gatos (Buff et al., 2014; Bosch et al., 2015).
Al mismo tiempo que han aparecido estas nuevas dietas, ha ido incrementándose la tendencia
por parte de los propietarios de perros y gatos a incluir ingredientes enteros o no procesados
en vez de extrudidos en el pienso. Dentro de esta tendencia, han aparecido distintos tipos de
dietas, todas ellas con el mismo fundamento: aportar ingredientes crudos a la alimentación, de
forma que sea más natural (Freeman y Kathryn, 2001). Algunas de ellas son:
- Dietas BARF: esta dieta fue popularizada por el doctor Ian Billinghurst en “Give your
dog a bone” (Billinghurst, 1993). Es una dieta compuesta por alimentos que un perro
salvaje comería, tales como carne cruda, huesos, vísceras, huevos, leche, yogurt y
vegetales que simulan el contenido.
- The Ultimate Diet fue descrita por Kymythy Schultze en 1998. Schultze realiza una
pirámide alimentaria, estando en la base los alimentos de origen animal (carne y
vísceras), seguidos de huesos y vegetales crudos. Después de estos, en cantidades
mucho más bajas incluye suplementos como alfalfa, ácidos grasos esenciales y
vitamina C (Schultze, 1998).
- The Volhard Diet esta dieta, creada por Volhard y Brown (1972) y testada durante 30
años, combina ingredientes crudos, de origen animal y vegetal, con miel y hierbas
como alfalfa o perejil. En la actualidad, esta dieta está comercializada en paquetes que
contienen una mezcla de ingredientes crudos y enteros, de modo que los propietarios
no tienen que elaborarla en sus casas.
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Para poder sacar al mercado alimentos destinados a los animales de compañía con el
calificativo de “natural”, es necesario que cumplan con una serie de requisitos. Según la
Asociación de Funcionarios Americanos de Control de Alimentos (Association of American Feed
Control Officials) (AAFCO, 2013) dichos requisitos son:
Alimento o ingrediente derivado solamente de plantas, animales, ya sea sin procesar o
habiendo sido objeto de procesados físico, térmico, purificación, extracción,
hidrólisis…que no han sido sometidos o producidos por un proceso de síntesis química
y que no contengan aditivos sintetizados químicamente excepto en cantidades
mínimas cuya aparición es inevitable en las buenas prácticas de fabricación (Buff et al.,
2014). Se permiten trazas de nutrientes sintéticos siempre y cuando tengan valor
nutritivo y sean informadas en el etiquetado. Estas dietas deben contener todos los
nutrientes esenciales en las proporciones adecuadas y basadas en las
recomendaciones realizadas por los organismos pertinentes como el NRC.
En España los fabricantes de piensos para los animales de compañía se rigen por la normativa
de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC),
siguiendo las directrices marcadas en Europa por la “Fédération européenne de l’industrie des
Aliments pour Animaux Familiers (FEDIAF)”. La FEDIAF establece que la utilización del término
natural queda restringida a la descripción de los componentes del alimento (derivados de
plantas, animales, microorganismos o minerales) a los que no se les ha añadido nada o que
únicamente han sido sometidos a un procesamiento físico para hacerlos utilizables en la
producción de alimentos para animales de compañía manteniendo su composición natural
(FEDIAF, 2011).
A pesar de lo establecido por las diversas agencias internacionales, los propietarios tienen su
propia concepción de lo que es natural, rechazando en muchas ocasiones ingredientes
fraccionados, o con escaso valor nutritivo para ellos y buscando ingredientes sin procesar,
cercanos a su dieta. Esto hace que sea muy complejo analizar estos nuevos sistemas de
alimentación de forma adecuada (Buff et al., 2014).
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- Un acto de empoderamiento en el cual el propietario se ve involucrado en la salud y el
bienestar de su compañero.
- Preocupación sobre la integridad y el valor nutricional de los ingredientes usados en
los alimentos comerciales.
- Consideran que los piensos no son palatables.
- Rechazo a los aditivos y conservantes empleados en los piensos.
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tanto también a las enzimas (Tran et al., 2008). Un estudio realizado por Williams y
colaboradores (Williams et al., 2006) reveló que durante el procesado y la conservación de los
alimentos, la lisina forma complejos (reacción de Maillard) que disminuye su disponibilidad.
El tratamiento térmico también puede provocar una transformación y pérdida de otros
nutrientes, en particular vitaminas y factores antioxidantes, lo que exige tener que reponerlos
añadiendo compuestos sintéticos que pueden ser perjudiciales para la salud. Algunos de los
aditivos y conservantes empleados en la industria alimentaria (como los antioxidantes BHA o
etoxiquina) pueden ser perjudiciales o incluso cancerígenos (Freeman et al., 2013). Por otra
parte la proteína no digerida aumenta la cantidad de compuestos nitrogenados no proteicos
en el colon, tales como amoniaco, fenoles, índoles y aminas, los cuales podrían tener un papel
importante en el desarrollo de cáncer colon-rectal (Larsson y Wolk, 2006). Por otra parte,
Sugimura et al. (2004) indican que cuando el músculo es sometido a altas temperaturas, se
forman aminas heterocíclicas, algunas de ellas con acción mutagénica y carcinogénica.
A estos efectos negativos que pueden tener los alimentos completos comerciales, habría que
sumarles las alertas que se han sucedido los últimos años sobre piensos comerciales, tales
como la contaminación de piensos con Salmonella, la presencia de micotoxinas y de melamina
o la posible deficiencia en tiamina, que han generado cierta desconfianza en la población
(Freeman et al., 2013).
En cambio, las dietas BARF o RMBDs se cree que podrían mejorar el sistema inmune de los
animales, ya que se exponen a mayor cantidad de microorganismos, sin que estos supongan
un riesgo de infección, pues el pH ácido del estómago no permite el crecimiento de los
patógenos que puedan estar presentes en las dietas. (Lonsdale, 1949; Freeman et al., 2013).
Este tipo de dietas pueden ser comerciales o elaboradas en casa. En un principio, cuando
apenas se conocían, eran los propietarios quienes, siguiendo una guía alimentaria, preparaban
la alimentación de sus mascotas. Sin embargo, en la actualidad cada vez son más las empresas
que ofrecen alimentos ya preparados a nivel industrial. Estos alimentos, suelen venderse en
paquetes congelados o liofilizados que contienen una mezcla de ingredientes crudos: carne,
vegetales, huevo, productos lácteos, junto con algunos suplementos como levadura
nutricional, miel… (https://www.barfworld.com/products?category=29)
Las dietas BARF comerciales, a diferencia de las caseras, suelen tener un mejor equilibrio de
nutrientes, reduciéndose de esta forma el riesgo de aparición de déficits o excesos
nutricionales.
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4.3 Beneficios de las dietas basadas en ingredientes crudos o escasamente procesados
Las dietas basadas en ingredientes crudos o escasamente procesados han sido defendidas en
numerosos libros ya citados anteriormente. Sin embargo, son escasos los estudios científicos
que confirman dichos beneficios. En la mayoría de los casos, solo se tratan de testimonios
publicados en las redes. Una vez dicho esto, a continuación se enumeran los posibles
beneficios que pueden aportas este tipo de dietas según sus promotores y defensores
(Billinghurst, 1993; Macdonald, 2004):
Es una alimentación más natural y de mejor calidad, ya que no tiene aditivos ni
conservantes, por lo que alarga y mejora la vida del animal
Mejoran la condición de la piel y el pelaje, haciéndolo más brillante
El animal se encuentra más activo y ayudan al control de peso
Estimulan al sistema inmune y se reduce la carga parasitaria
Mejora enfermedades crónicas digestivas, articulares y metabólicas
Menor gasto veterinario y menor coste de la comida
Disminuye el olor corporal y el volumen y frecuencia de defecación, al igual que el olor
que desprenden las heces
Permite una limpieza natural de los dientes y el masticado da tiempo a que los ácidos
del digestivo empiecen a secretarse
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Freeman y Kathryn (2001) llevaron a cabo un estudio comparativo entre tres dietas hechas en
casa con alimentos crudos y dos del mismo tipo pero comerciales, obteniendo resultados
similares a los europeos: todas ellas tenían algún tipo de desequilibrio nutricional.
Las dietas 1 y 2, eran destinadas a la alimentación de perros adultos de raza grande mientras
que la dieta 3 se empleaba para alimentar a un cachorro de 4 meses de Bull Mastiff. La primera
dieta se elaboró siguiendo el régimen de la dieta BARF, mientras que la segunda se elaboró
siguiendo los criterios de la Ultimate Diet y la tercera según la Volhard Diet.
En la tabla 3 se puede ver el perfil nutricional de las dietas comerciales y de las dietas 1 y 2
elaboradas en casa. Al comparar estos perfiles con los mínimos y máximos requeridos por la
AAFCO (2013) se pueden observar desequilibrios importantes, como: inversión del ratio
calcio:fósforo, deficiencias en vitamina A y E y concentraciones de vitamina D que duplican la
concentración máxima recomendada por la AAFCO.
La dieta 3 presenta bajas concentraciones de sodio, hierro y zinc y un ratio calcio-fósforo alto.
Además, la concentración de vitamina E es superior al máximo establecido por la AAFCO, lo
cual puede tener efectos negativos en el sistema inmune (tabla 4).
Tabla 3. Análisis nutricional de dos dietas preparadas en casa y 2 dietas comerciales,
comparándolas con los estándar nutricionales establecidos por la AAFCO (American
Association of Feed Control Officials).
(Fuente: Freeman y Kathryn, 2001)
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Tabla 4. Análisis nutricional de la dieta casera tipo 3 con el perfil nutricional dada por la
AAFCO
(Fuente: Freeman y Kathryn, 2001)
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menor al esperado para su edad, estaba muy delgado y presentaba signos de
mielopatía cervical. En las radiografías se apreciaba una osteopenia difusa y
deformidades asociadas a fracturas que habían sufrido remodelación. En la bioquímica
se apreciaba también una clara hipocalcemia e hipofosfatemia. Esto, junto con la
deficiencia en vitamina D conlleva a un raquitismo tipo I dependiente de vitamina D y a
un hiperparatiroidismo secundario a una alimentación inadecuada.
- En Portugal se reportó un caso de dos gatos que habían desarrollado panosteítis
debido a la ingestión de este tipo de dietas, que en dicho caso eran muy ricas en
pescado (Niza et al., 2003). Los altos niveles en ácidos grasos insaturados y la
insuficiente ingesta de vitamina E, llevaron a la inflamación del tejido adiposo.
Otros estudios realizados han obtenidos conclusiones similares (Stockman et al., 2013). El
problema de estas dietas es que, incluso si cumplen con las concentraciones mínimas de
nutrientes y no exceden las máximas, no aportan un perfil nutricional óptimo para cada uno de
las fases de la vida del animal. Por ejemplo, muchas de estas dietas tienen porcentajes de
grasa superiores a los existentes en las dietas convencionales, lo que puede causar problemas
gastrointestinales en algunos animales y aumentar el riesgo de obesidad de otros (Freeman et
al., 2013).
Otro estudio demostró que, incluso tratándose de animales sanos sin sintomatología clínica,
estos presentaban concentraciones de albúmina sérica y colesterol más altas de lo normal.
Además, los perros que tomaban estas dietas tenían concentraciones de nitrógeno ureico en
sangre (BUN) y creatinina más altas y un mayor hematocrito comparados con los control
(Freeman et al., 2013).
Es por ello muy importante llevar un control regular sobre los animales que llevan este tipo de
alimentación y estar atentos ante la aparición de los primeros signos de deficiencias
nutricionales como pueden ser la caída de pelo, pérdida de brillo, fragilidad y menor
crecimiento del pelo, entre otros (Parr y Remillard., 2014).
- Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es una enfermedad poco frecuente en perros y suele ir asociada a un
carcinoma de tiroides. Sin embargo, un estudio realizado por Köhler et al., (2012) relacionó la
ingestión de dietas BARF con la aparición de hipertiroidismo en los perros. Según este estudio,
todos los perros muestreados cesaron su sintomatología a los días siguientes del cambio de
dieta y a los 2 meses las concentraciones plasmáticas de tiroxina habían vuelto a la
normalidad.
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Los autores del estudio defienden que podría ser debido a la contaminación de la carne
ingerida por tejido tiroideo adherido a las partes de cuello y tráquea que se les suministraba en
la dieta a los animales. Estos tejidos contenían elevados niveles de tiroxina, hormona que no
se degrada por el ácido del estómago y que es absorbida, aumentando los niveles de hormona
en sangre y dando lugar a un hipertiroidismo secundario.
Este problema se resuelve de una forma más sencilla que los anteriores, pues se evitaría
excluyendo los alimentos mencionados de la dieta del animal.
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ha reportado un caso de aborto en perra tras la ingestión de carne cruda contaminada con
Listeria monocytogenes (Lejeune y Hancock, 2001). La enterotoxina de Staphylococcus aureus
también debería tenerse en cuenta si el alimento permanece a temperatura ambiente
bastante tiempo, como es el caso cuando se mantienen los residuos que deja el animal en el
cuenco (Weese et al., 2005).
Por otra parte, es necesario tener en cuenta la presencia de parásitos procedentes de la carne
o pescado (Lejeune y Hancock, 2001) tales como:
- Toxoplasma gondii, cuya prevalencia es media-alta aunque no resultan infectantes.
- Sarcocystis spp es eliminado en las heces de los perros que ingieren la carne cruda
contaminada.
- Toxocara canis puede enquistarse en los tejidos de hospedadores paraténicos, como
las ovejas. Los perros se infectan al ingerir carne cruda, desarrollan una enteritis y
eliminan huevos infectantes al ambiente. Estos huevos pueden llegar a otros perros o
a otros hospedadores intermediarios como los humanos, produciendo el síndrome de
larva migrans visceral.
- Cuando se alimentan con pescado crudo, pueden infectarse por una amplia variedad
de parásitos tales como: Diphyllobothrium latum, Opisthorchis tenuicollis,
Dioctophyme renale entre otros.
Las dietas BARF, y el resto de dietas que contienen alimentos crudos, no solo pueden suponer
un riesgo para la salud animal como ya se ha visto, sino que también pueden suponer un riesgo
importante para la salud pública. Por este motivo, se han llevado a cabo numerosos estudios
para conocer la prevalencia de los principales agentes patógenos causantes de zoonosis
(Salmonella y Campylobacter) en este tipo de alimentos y la presencia de éstos en las heces de
los animales que los ingieren.
Algo a tener en cuenta es que incluso la carne destinada al consumo humano, que pasa por un
riguroso control y es procesada siguiendo unas medidas higiénicas estrictas, puede estar
contaminada con agentes patógenos zoonóticos tales como Campylobacter y Salmonella. Por
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lo tanto, cabe esperar una mayor contaminación en la carne y subproductos que son
destinados a la alimentación de las mascotas, ya que suelen tener menos restricciones
higiénicas y un control menos estricto.
Los principales causantes de gastroenteritis en Europa son Campylobacter, Salmonella y
Yersinia. Estos agentes son frecuentemente transmitidos a través de alimentos contaminados,
especialmente carne cruda o poco cocinada. En la naturaleza están presentes en el tracto
gastrointestinal de numerosos mamíferos y aves, de ahí que después puedan pasar a la carne
durante su procesado en matadero y salas de despiece. Además de la transmisión por la
ingestión de carne poco cocinada, hay otro posible foco de transmisión cada vez más
importante: las mascotas alimentadas con dietas BARF o RMBDs contaminadas que se
convierten en portadores asintomáticos de este tipo de agentes, eliminando las bacterias en
las heces, y por lo tanto pudiendo contaminar a las personas de su alrededor.
Se han realizado numerosos estudios al respecto, tanto en Estados Unidos como en Europa:
Lejeune y Hancock (2001), Joffe y Schlesinger (2002) o Weese et al. (2005). De entre ellos, se
van a describir los resultados obtenidos por Fredriksson-Ahomaa et al. (2017) de la facultad de
Veterinaria de Helsinki.
Estos autores tomaron una serie de muestras de productos que contenían alimentos crudos
destinados a este tipo de dietas, y de las heces de perros y gatos, tanto alimentados con estas
dietas crudas como alimentados con piensos.
Los resultados obtenidos en este estudio fueron:
- Se detectaron patógenos entéricos en el 28% de los perros alimentados con RMBDs,
siendo Campylobacter el más frecuente (15%). Sin embargo, todas las muestras fueron
negativas a C.jejuni y C.coli.
- En cuanto a Yersinia enterocolitica, fue detectada en el 11% de las muestras, estando
más presente en aquellas que contenían carne de cerdo y Salmonella tan solo en un
2%.
- A nivel de las heces de los animales, Campylobacter fue detectado por PCR en el 55%
de las muestras de perros alimentados con RMBDs y en un 33% de los perros
alimentados con pienso. De los perros alimentados con RMBDs, el 7% excretaba
Salmonella y el 3% Yersinia enterocolitica ail-positiva.
- En cuanto a los gatos, el 100% de ellos tenían Campylobacter en las heces y uno de
ellos fue portador durante 5 meses.
- C.upsaliensis se encontró en perros independientemente de la dieta, mientras que
Salmonella y Yersinia solo apareció en perros con dietas RMBDs.
18
- En el caso de los gatos, también se detectó Salmonella, únicamente en los gatos
alimentados con RMBDs.
- Freeman et al. (2015) también encontró Salmonella en la orina de un gato alimentado
con ingredientes crudos.
Por lo tanto, la mayor parte de las dietas BARF o RMBD tenían algún tipo de patógeno que,
aunque pueda no producir síntomas en los animales, se excreta en heces, suponiendo un
riesgo de infección para los perros de zonas cercanas y para las personas de su alrededor.
Además, se demuestra que los animales pueden estar semanas e incluso meses siendo
portadores asintomáticos y dispersando de esta forma el agente. Los resultados obtenidos
llevan a la conclusión de que la práctica de este tipo de alimentación puede incrementar el
riesgo de transmisión de patógenos presentes en la carne, a las personas.
En los trabajos de Lejeune y Hancock (2001), Joffe y Schlesinger (2002) y Weeseet al. (2005),
realizados con el fin de conocer la prevalencia y el riesgo que este tipo de dietas suponen para
la salud pública, la conclusión fue la misma: estas dietas suponen un peligro, sobre todo en
caso de individuos inmunosuprimidos, niños o ancianos. Todos ellos recomiendan a los
veterinarios no aconsejar este tipo de dietas, y en el caso de que los propietarios quieran
seguirlas, informarles correctamente de los riesgos a los que se exponen y de las medidas
higiénicas que deben seguir para evitarlos.
Una de las causas de la tendencia al uso de dietas no convencionales por algunos propietarios,
es la desconfianza que la sociedad ha desarrollado hacia los alimentos comerciales completos
convencionales. Sin embargo, algunos científicos de gran prestigio en el campo de la nutrición
de animales de compañía, como Dorothy Laflamme han desmontado parte de los argumentos
utilizados por los detractores de las dietas comerciales en un reciente trabajo (Laflamme et al.,
2014). No obstante, y sin dudar del rigor de esta investigadora, es importante el saber que
trabaja para una firma comercial líder en el mercado de alimentos comerciales para animales
de compañía, como es Ralston Purina.
- Uso de cereales y sus subproductos en los piensos:
Los detractores de las dietas comerciales, gran parte de los cuales son defensores de dietas
basadas en ingredientes crudos o escasamente procesados, critican el uso de cereales en los
piensos, ya que según ellos tienen escaso valor nutricional y son de baja calidad. Sin embargo,
los cereales usados en los piensos, tales como maíz, trigo, arroz o avena, no solamente son una
19
fuente importante de energía, sino que también aportan cantidades importantes de proteínas,
aminoácidos, ácidos grasos esenciales, vitaminas y fibra.
También se ha argumentado que el uso de cereales en piensos es el causante de la mayor
parte de las alergias alimentarias en piensos. Sin embargo, es la ternera el alérgeno más
frecuente tanto en perros como en gatos, seguido de los productos lácteos, y del trigo en
perros. Por lo tanto, aunque los cereales puedan ser responsables de procesos alérgicos,
también lo son los productos cárnicos y el pescado, que constituyen los componentes
principales de las dietas BARF.
Ian Billinghurst afirma que los perros no necesitan ingerir ingredientes ricos en glúcidos como
los cereales, ya que pueden llevar a cabo el proceso de gluconeogénesis a partir de los
aminoácidos de la carne y el pescado que ingieren. Además, defiende que, como sus ancestros
los lobos, los perros no tienen la capacidad de digerir el almidón. Sin embargo, como ya se ha
comentado, Bosch et al. (2015) indican que en el proceso de evolución han ocurrido ciertos
cambios en las secuencias génicas que favorecen la digestión del almidón. Además, tanto
perros como gatos presentan amilasas en la saliva y el páncreas, al igual que disacaridasas que
permiten digerir con un 90% de eficiencia estos carbohidratos.
Además, en el caso de las dietas que verdaderamente son bajas en cereales y carbohidratos en
general, en muchas ocasiones estos son reemplazados por grasas, las cuales incrementan el
riesgo de aumento de peso y obesidad.
- Uso de subproductos de origen animal
Los subproductos son partes comestibles y órganos tales como corazón, pulmones, estómago
o hígado, huesos y otros tejidos de los mamíferos. Según lo establecido por la AAFCO los
subproductos no deben de incluir pelo, cuernos, pezuñas, contenido intestinal ni plumas de las
aves de corral. La sociedad de los países desarrollados no contempla las cualidades nutritivas
de los subproductos y piensan que simplemente constituyen todos aquellos alimentos que no
van destinados a uso humano. Sin embargo, en otras culturas, muchos de éstos alimentos,
tales como corazón, testículos u otras vísceras, son muy valoradas e ingeridas, pues aportan
nutrientes esenciales que la carne no tiene. Por ejemplo: la carne es deficiente en calcio y
vitamina A, que son aportados por los subproductos como huesos e hígado.
En cuanto a los subproductos de cereales empleados en los piensos, éstos concentran ciertos
nutrientes que son beneficiosos para la nutrición animal, tales como aceites, almidón, fibra o
proteína. El hecho de que no sean empleados para alimentación humana y se destinen a
alimentación animal, o de que se llamen subproductos porque no sean el producto primario,
no significa que sean de poca calidad.
20
- Efecto del cocinado en la digestibilidad y disponibilidad de los nutrientes
Los defensores de las dietas BARF sugieren que el cocinado disminuye el valor nutricional de la
carne por afectar negativamente la digestibilidad de las proteínas y disponibilidad de los
aminoácidos, y destruir enzimas naturalmente presentes en los alimentos.
Como indica Laflamme et al. (2014), las enzimas presentes en los alimentos son proteínas, y
por lo tanto se inactivan al someterlas a altas temperaturas. Sin embargo, éstas apenas tienen
valor en los procesos de digestión de perros y gatos. Las enzimas de la carne y otros
ingredientes no son enzimas digestivas especializadas y no participarán en la digestión ni
asimilación de las proteínas. Es más, algunos alimentos crudos contienen enzimas que inhiben
la digestión o destruyen nutrientes esenciales, tales como las tiaminasas del pescado, los
factores inhibidores de tripsina de plantas y otros productos...En estos casos, el cocinado
enriquece su valor nutricional.
Además, los tratamientos térmicos mejoran la digestibilidad del almidón de los granos entre
un 14 y un 20% según varios estudios. Aunque un sobrecocinado puede disminuir la
digestibilidad de las proteínas, si es apropiado puede incrementarlas para fuentes vegetales y
animales. Esto se debe a una reestructuración física que sufren las proteínas durante el
tratamiento térmico, que facilita la acción de las enzimas digestivas y reduce la energía
requerida para su digestión.
- Extrusión
La extrusión incrementa la disponibilidad del almidón de los cereales, disminuye la oxidación
lipídica y mejora la retención de vitaminas, afectando muy poco a la digestibilidad de la
proteína y disponibilidad de los aminoácidos, si se hace correctamente. Además, el proceso de
extrusión desnaturaliza enzimas indeseables como factores antinutritivos (taninos, glutininas o
fitatos) y esteriliza el producto. Por otra parte, el proceso de extrusión, seguido de lo que se
denomina “coating” (recubrimiento posterior de la pastilla) permite incluir en el pienso grasa y
proteínas que actúan como saborizantes del producto.
En definitiva, si el tratamiento térmico y el proceso de extrudido se hace correctamente
aumenta claramente la digestibilidad del almidón y se mantienen las cualidades nutritivas de
los alimentos extrudidos, pudiendo mejorar su apetecibilidad (Singh et al., 2007).
- Aditivos y conservantes
Los propietarios de las mascotas están preocupados por estos productos químicos. Pero
muchos de estos ingredientes son vitaminas y minerales, algunos de los cuales son esenciales
para asegurar una dieta completa y balanceada. Otros aditivos incluyen antioxidantes
naturales o sintéticos que evitan la oxidación de las grasas y la estabilidad del resto de
21
nutrientes durante su almacenamiento. Aunque hay algunos de ellos que si pueden ser tóxicos
o carcinógenos, no lo son a las dosis en que se emplean, sino muy por encima de ellas.
5.1 Metodología
Se elaboró una encuesta a pequeña escala con el fin de poder añadir más información al
trabajo sobre la tendencia de la alimentación de las mascotas en España. Esta encuesta se ha
distribuido por las redes como Facebook y Whatsapp y el número total de participantes ha sido
de 275 personas. Las preguntas incluían edad, sexo, nacionalidad, profesión y número de
mascotas y tipo, en el caso de que tuvieran (ver anexo I). Una vez contestadas estas preguntas
iniciales, la encuesta ahonda un poco más sobre el tipo de alimentación que reciben. Además,
se incorporaron preguntas para saber si la población conoce los riesgos que estas dietas
pueden tener para sus mascotas y para la salud pública. En el caso de las personas que
utilizaban una dieta basada en ingredientes crudos, se incorporaron también preguntas para
saber el estado del animal, si tenía algún problema de salud o si el propietario había
presenciado algún cambio significativo en el animal (beneficioso o perjudicial).
Con los resultados obtenidos de las encuestas, se han preparado una serie de gráficas para
poder obtener una conclusión.
Dentro de todas las preguntas y respuestas que obtuve, he escogido las más representativas:
1. ¿Cree que puede resultar perjudicial para la persona que alimenta al animal?
Los resultados se presentan en la gráfica 3. Para representar esta gráfica se ha dividido a los
encuestados en dos sectores, aquellos que pertenecen al colectivo relacionado con la sanidad
y otros colectivos no relacionados.
Gráfica 3. 100%
COLECTIVOS
80% RELACIONADOS
CON LA SANIDAD
60%
40% OTROS
COLECTIVOS NO
20% RELACIONADOS
CON LA SANIDAD
0%
SI NO
22
En esta gráfica se puede observar que en torno a un 70% de la población considera que no
suponen riesgos, con escasas diferencias entre las personas relacionadas con la sanidad y
aquellas que no tienen relación con este colectivo.
Si se tiene en cuenta solo a los veterinarios o futuros veterinarios, solamente el 65%
manifiestan conocer la existencia de este tipo de dietas que incorporan ingredientes crudos y
de ellos casi un 70% consideran que no supone ningún peligro para las personas que alimentan
al animal. Esto es un dato preocupante, pues, como se comprueba en el estudio de
Laflammeet al. (2008), los veterinarios son frecuentemente consultados por los propietarios a
la hora de tomar decisiones sobre la alimentación de sus mascotas, por lo que es muy
importante que conozcan estas dietas y alerten de los riesgos que pueden suponer para el
animal y las personas de alrededor.
2. ¿Cree que puede resultar perjudicial para el animal?
La gráfica 4 profundiza algo más en el conocimiento de los veterinarios sobre el riesgo que
este tipo de dietas pueden tener para el propio animal. Lo que se puede observar es que, hay
veterinarios que a pesar de conocer este tipo de dietas, desconoce los riesgos plenamente o
en parte. Sin embargo, hay veterinarios que desconocen este tipo de dietas pero son capaces
de vislumbrar en parte, los riesgos que pueden conllevar.
Gráfica 4.
Dentro de las personas que utilizaban este tipo dietas que supone el 3% de los encuestados (9
personas en total), 3 de ellas observaron cambios significativos en sus mascotas.
23
En la gráfica 5 se pueden observar el tipo de cambios observados, los cuales coinciden con
algunos de los beneficios citados por los defensores de las dietas BARF. Dentro de los
beneficios destacarían: pelaje más brillante, disminución en la cantidad de deposiciones,
mejora de alergias y mejor control de peso.
Aun así, algo más de un 60% de las personas que administra dietas BARF a sus mascotas, dicen
no haber apreciado ningún cambio significativo, ni positivo ni negativo.
Esta gráfica muestra que algunos de los beneficios de las dietas BARF podrían ser ciertos, sin
embargo, no todos los animales que consumen estas dietas los presentan. Por otra parte, es
de destacar que ninguno de los propietarios ha alegado que su perro haya sufrido efectos
perjudiciales tras comenzar la dieta (todos ellos llevaban más de un año con este tipo de
dieta).
Gráfica 5.
La conclusión que se puede sacar de esta encuesta es que hay un pequeño porcentaje de la
población (3%) que decide usar las dietas BARF y que dentro de este porcentaje menos de un
40% observan cambios positivos en sus animales. Por otra parte, hay un desconocimiento
generalizado sobre las dietas BARF y los peligros que conllevan, siendo llamativo el
desconocimiento de los veterinarios. No obstante, dado el escaso número de personas
encuestadas (275 personas, de las cuales 102 eran veterinarios), los resultados y conclusiones
sacadas de dicha encuesta no puede extrapolarse a toda la población.
24
En cualquier caso Laflamme et al. (2008) realizaron una encuesta mucho más extensa en
Estados Unidos y Australia (se realizaron 18194 llamadas telefónicas en total en las 5
localidades, de las cuales 1104 respondieron. En total, se obtuvo información de 635 perros y
469 gatos) y llegaron a una conclusión similar a la que hemos llegado en este trabajo.
Aunque se recogieron datos muy diversos, los que más interesan del estudio de Laflamme y
colaboradores son:
- Más del 90% de perros y gatos reciben alimentos comerciales como parte mayoritaria
de su dieta. Sin embargo, en un 17.3% de los perros y 6.3% de los gatos, un cuarto de
la dieta incluye alimentos no comerciales como comida cruda, dietas preparadas en
casa y premios.
- De los 54 casos de propietarios que administraban a sus animales una dieta compuesta
en, al menos, un 50% de alimentos preparados en casa, solo 16 aseguraban llevar una
receta adecuada. De estas recetas, 8 de ellas eran elaboradas por veterinarios, 3
obtenidas de internet y 5 de otras fuentes.
- Los huesos y la comida cruda constituían la parte fundamental de la dieta en un 16.2%
de los perros y 9.6% de los gatos. De éstos, más del 80% de perros y gatos residían en
Australia.
Los autores concluyen que el papel del veterinario en la nutrición de las mascotas es muy
importante y, por lo tanto, es necesario que sepa lo suficiente sobre nutrición animal como
para poder aconsejar a los propietarios y así conservar la salud de sus mascotas.
6. CONCLUSIÓN
Tras leer este trabajo, resulta evidente que este tipo de dietas basadas en ingredientes crudos
no son seguras, ni para los animales ni para los propietarios. A pesar de los posibles beneficios
que puedan aportar (no demostrados científicamente), son numerosos los riesgos que
suponen, algunos de ellos muy peligrosos e incluso mortales, sobre todo para animales en
crecimiento y para individuos inmunocomprometidos que puedan exponerse a los agentes
patógenos de estos alimentos. Por lo tanto, los veterinarios deben de alertar sobre los riesgos
que conlleva el uso de este tipo de dietas y en el caso de que el propietario decida utilizarlas
deben de hacer un seguimiento y hacer las recomendaciones oportunas para asegurar que no
ocurran problemas de desequilibrios nutricionales o riesgo para la salud pública.
25
7. VALORACIÓN PERSONAL
Decidí realizar este trabajo porque tenía dudas sobre la seguridad y los beneficios de las dietas
basadas en ingredientes crudos, para la alimentación de los animales de compañía. Si bien es
cierto que los piensos me parecen menos palatables y naturales, tras realizar este trabajo me
ha resultado evidente la gran variedad y cantidad de riesgos que pueden tener este tipo de
dietas. Por otra parte, al hablar con personas que aportaban este tipo de alimentación, al igual
que en mi encuesta y en comentarios vertidos en las redes, parece evidente que algunos de los
beneficios citados anteriormente son realmente ciertos, a pesar de no haber estudios
científicos que los avalen.
Por lo tanto, como veterinaria no la recomendaría y si algún propietario insistiera en dársela a
su perro, me encargaría de aportarle toda la información posible sobre los riesgos que
conllevan, tanto para el animal como para él y la gente de su entorno y le recomendaría un
buen nutricionista o veterinario especializado en este tipo de dietas.
Con el fin de intentar aportar algo más de información sobre este tipo de dietas a la población
y más concretamente a los estudiantes de veterinaria, he decidido elaborar el póster que se
presenta en el Anexo II. Este póster lo imprimiré en formato A1 y lo colgaré en la universidad
como documento informativo sobre las dietas BARF o RMBDs.
PERSONAL OPINION
I decided to do this work because I had doubts about the safety and benefits of diets based on
raw ingredients intended for feeding companion animals. Although it is true that commertial
kibble diets are less palatable and natural, after doing my research, I’ve realised that there are
a great variety of risks that may overcome while feeding raw meat based diets. On the other
hand, I have experienced by myself talking to pet owners that feed their pets these kind of
diets that some of the benefits are real, even though there aren’t any actual scientific studies
that indorse these facts.
I’ve come to think that, if any pet owner insisted in feeding his pet this kind of diets I would
give him as much information as possible about the risks, both for his pet and for him and his
household and I would refer him to a nutritionist or vet specialized in them.
With the intention to enlighten the population a bit about these kind of diets and more
precisely the vet students, I’ve decided to elaborate the poster in the appendix I. The poster
will be printed in A1 format and hunged at the university hallway as an informative document
about the Raw Meat Based Diets.
26
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