Migración Fluidos Mineralizantes
Migración Fluidos Mineralizantes
Migración Fluidos Mineralizantes
Sebastián Grande
Tema 4 MIGRACION DE LOS FLUIDOS MINERALIZANTES
El movimiento de los fluidos mineralizantes es controlado por la permeabilidad de la roca caja, la cual
depende: I) del carácter original de la roca (RASGOS PRIMARIOS); y, II) de las estructuras geológicas
sobreimpuestas posteriormente, capaces de generar brechas permeables a partir de rocas impermeables
o no (CONTROLES SECUNDARIOS).
(I) RASGOS PRIMARIOS: controlan la distribución de los fluidos y, por ende, la ubicación de los cuerpos
de mena. Comprenden litologías que son permeables desde el momento de su formación:
(II) CONTROLES SECUNDARIOS: son estructuras geológicas sobreimpuestas a la roca caja que controlan
la trayectoria de los fluidos mineralizantes y pueden finalmente entramparlos, generando depósitos o
cuerpos de mena. Comprenden estructuras geológicas muy comunes como: fallas, pliegues, diaclasas,
diques intrusivos, y estratos competentes fracturados.
FALLAS: existen fallas en muchos lugares de la corteza y una gran cantidad de depósitos grandes a la
escala mundial están asociados a éstas. El movimiento irregular de los bloques de las fallas origina planos
de falla rellenos por material triturado y fracturado: rellenos y brechas de falla. Las fallas mayores, de
carácter regional o las geofracturas, producen rellenos de grano muy fino (arcillas de falla) o rocas
cataclásticas recristalizadas muy compactas (milonitas). Ambos rellenos son muy impermeables y
generalmente constituyen obstáculos a la circulación de los fluidos, tanto a través como a lo largo de los
planos de falla, llegando a ser límites entre diferentes provincias metalogénicas. Las brechas de grano
grueso, sin cohesión y bien escogidas (con poco material fino), como las originadas por fallas menores, a
profundidades someras, son el mejor huésped para los fluidos mineralizantes. Estas fallas dan origen a
cuerpos de mena muy comunes denominados vetas, venas o filones, cuando tienen forma tabular u
hojosa, o chimeneas de brecha, cuando tienen forma cilíndrica o tubular alargada.
Son cuerpos tabulares a hojosos, muy anchos y largos, pero de poco espesor (de unos cm a 1,2 m,
como máximo), que ocupan planos de fallas, diaclasas o fracturas. Existen venas de muchos tipos y
formas:
Venas simples: formadas por una sola inyección de fluidos mineralizantes en una fractura
Venas complejas: formadas por varias inyecciones a lo largo de un mismo plano de fractura.
Venas irregulares: cuando tienen espesor variable debido a ondulaciones o curvaturas en los
planos de falla. Comprenden zonas estrechas denominadas cuellos y amplios ensanchamientos
llamados bonanzas.
Venas anostomosadas o ramificadas: son venas entrelazadas que se cortan mutuamente o
se bifurcan. En minería un cuerpo extenso formado por numerosas venas ramificadas y poco
separadas entre sí se denomina stockwork.
Venas conjugadas: comprenden dos juegos de venas que se cortan ortogonalmente. Se
relacionan con diaclasas o fracturas conjugadas.
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Fig. 4-1. Diferentes tipos de cuerpos de mena tabulares (venas, vetas o filones). Explicaciones en el texto.
Fig. 4-2. Chimeneas de brecha. (a) En la intersección de dos fallas; (b) En una chimenea volcánica; (c) En
cavidades de colapso y de drenaje subterráneo en rocas carbonáticas afectadas por disolución cárstica.
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a. b.
Fig. 4-3. (a) Crestas ensilladas en rocas sedimentarias plegadas. (b) Falsas crestas ensilladas, en fallas
con alto buzamiento.
DIQUES: cuando los diques intrusivos cortan a rocas incompetentes, se fracturan transversalmente. Las
fracturas se disponen en forma escalonada y pueden ser grietas de enfriamiento, de tensión o fallas en
échelon (en escalera) (Fig.4-4). Las venas formadas se conocen como venas en échelon o escalonadas.
También pueden formarse cuando un estrato competente (caliza) con elevado buzamiento dentro de una
secuencia incompetente (lutitas) se fractura debido a la gravedad. Son famosos los yacimientos de Co-Ni-
Ag desarrollados en venas escalonadas que cortan a diques de diabasa en Cobalt (Ontario, Canadá).
Fig. 4-4. Venas en escalera (en échelon). (a) Desarrolladas en fracturas transversales a un dique intrusivo
vertical; (b) Desarrolladas en un estrato competente de alto buzamiento rodeado por rocas
incompetentes. Redibujado de Park y Mc. Diarmid (1982).
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EJEMPLOS MUNDIALES: son numerosos y famosos los yacimientos mundiales cuya formación estuvo
controlada por controles secundarios. A continuación se describen algunos de ellos:
Trepca (Bosnia-Herzegovina/ex-Yugoslavia): es una gran chimenea de brecha constituida por un cuello
volcánico de dacita con un buzamiento actual de 40° NW. La intrusión del cuello volcánico produjo
brechas y originó una zona de skarn en la roca caja carbonática. La mena consiste de sulfuros de Pb-Zn-
Fe y sulfosales de Pb-Fe (sulfoantimoniuros).
Tsumeb (Namibia): chimenea de brecha constituida por un dique sedimentario casi vertical de arenisca
arcósica, cuya intrusión fue posterior al fracturamiento. La mineralización consiste de sulfuros de Pb-Zn-
Cd-Cu. Una inusual circulación profunda de aguas subterráneas (a 1 km de profundidad), formó una
notable zona de oxidación y enriquecimiento supergénico de Pb-Zn-Cu protegida de la intemperie, con
mineralizaciones y drusas espectaculares de oxisales de Pb, Cu, Co, Zn y Cd (ver Tema 15).
Rambler (Columbia Británica, SW Canadá): crestas ensilladas (hasta 10 en sentido vertical). Las menas
consisten de sulfuros de Pb-Zn-Fe y sulfosales de Pb-Ag. Es una de las minas de plata más grandes del
mundo actual.
Coeur d'Alene (Idaho, U.S.A.): venas simples y ramificadas en zonas de fallas tensionales. Las menas
son sulfuros de Pb-Zn-Cu-Fe y sulfosales de Pb.
Morro Velho (Minas Gerais, Brasil): crestas ensilladas y chimeneas de brecha. Las menas son sulfuros
hipotermales de Fe-As, wolframita, scheelita y oro nativo. Es una de las minas de oro más grandes del
mundo, sus galerías llegan a los 2,5 km de profundidad.
Muzo y Chivor (Colombia): venas simples en grietas tensionales desarrolladas en calizas grafitosas
marmóreas. Son las minas de esmeralda más famosas del mundo, productoras de las piedras de color
más profundo y de mayor precio.
Chuquicamata (Atacama, Chile): extenso stockwork desarrollado en una cúpula de cuarzo-diorita
porfídica alterada metasomáticamente. Ejemplo perfecto de los depósitos conocidos como pórfidos de
cobre. Las venas ramificadas están tan poco espaciadas entre sí que la roca pareciera contener cristales
de menas de Cu diseminados. El tenor de la mena es muy bajo (0,07%), pero las reservas cuantiosas
(más de 1.000 Mt). El stockwork cubre un área de 4 km 2. La zona de enriquecimiento supergénico en
condiciones de extrema aridez incorporó haluros traídos desde el océano por los vientos y formó menas
secundarias halogenadas o sulfatadas como ATACAMITA y ANTLERITA, de elevado tenor (1-2%), lo cual
hace el yacimiento sumamente rentable. Es uno de los pórfidos de Cu más grandes del mundo. Su
explotación se realiza a cielo abierto, por terrazas y el "cráter" excavado alcanza 600 m de profundidad y 2
km de diámetro. Es la segunda mina de Cu más importante de América, luego de la de Bingham Canyon,
en Utah (USA), de características muy similares.
Clímax (Colorado, U.S.A.): chimenea de brecha de explosión asociada a un pórfido de Cu subvolcánico.
Constituye la mayor acumulación de molibdenita (MoS2) del mundo.
Kimberley (Sudáfrica): chimeneas diatrémicas extrusivas de kimberlita. Fueron las minas de diamante
más grandes del mundo, hoy abandonadas. La roca peridotítica porfídica hidratada proveniente del manto
superior, la kimberlita, tomó su nombre de esta localidad.
Fig. 4-5. Partes de una celda de circulación convectiva hidrotermal. Explicaciones en el texto. Modificado de
Piragno, 1998.
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Fig. 4-6. Geometrías de los complejos solubles. El centro de cada poliedro de coordinación está ocupado por
un catión central metálico M (sombreado), los vértices del poliedro contienen los ligandos L, que pueden
ser aniones como Cl, o moléculas neutras como NH3. Los enlaces entre cationes y ligandos pueden variar
de iónicos a covalentes.
La formación de complejos aniónicos ha sido empleada en la industria química desde hace más de
dos siglos, en especial, en la metalurgia del oro y otros metales. El conocido proceso de cianuración se
basa en la formación de un complejo aniónico de AURO-DICIANURO, según la reacción siguiente:
La mena aurífera pulverizada de bajo tenor (generalmente cuarzo aurífero o pirita aurífera) es colocada
en grandes cubetas conteniendo soluciones de cianuros alcalinos (KCN) donde se agita mecánicamente
para promover su oxigenación y disolución. La solución que contiene el complejo de auro-dicianuro se
pasa a cubas de precipitación donde el complejo es destruido por reacción química con Zn en polvo, o por
electrólisis, obteniéndose el precioso metal concentrado y bastante purificado:
Algunos complejos cianurados con Fe, Zn están tan fuertemente enlazados que forman sales
cristalinas perfectamente estables, de las cuales es posible obtener cristales sintéticos enormes. Notables
son los ferro- y ferricianuros de potasio o sodio, que forman sales de color amarillo pálido, los primeros, y
rojo bermellón, los segundos. Un complejo aniónico debe neutralizar su carga para poder cristalizar, esto
lo hace incorporando cationes; los complejos catiónicos, en vez, incorporarán aniones:
Los complejos amoniacales son frecuentes en el Cu y la Ag. Así, el ión cúprico Cu 2+, de color azul
celeste en solución, en presencia de amoníaco forma el complejo catiónico cupro-tetrammina, de simetría
cuadrada y de color azul violeta intenso:
Cu2+ + 4NH3 [Cu(NH3)4]2+
Este complejo catiónico puede cristalizar en presencia de sulfatos o cloruros alcalinos:
[Cu(NH3)4]2+ + 2Cl[Cu(NH3)4]Cl2
Los complejos amoniacales no son frecuentes en los ambientes metalogénicos naturales, pero
localmente pueden formarse en presencia de capas de carbón, ricas en compuestos nitrogenados. Existe
toda una rama de la química que se ocupa de estudiar estos complejos, algunos también pueden ser
órgano-metálicos, es decir, sus ligandos pueden ser moléculas orgánicas simples, como CH 4, o C2H6,
aldehidos, o ácidos húmicos.
Es evidente que, si existen mecanismos artificiales tan eficientes para disolver y reprecipitar metales,
incluyendo aquellos nobles y tan insolubles como Au, Ag o Pt, deben existir procesos naturales similares
capaces de explicar el transporte y la precipitación de metales en los yacimientos.
En la naturaleza los complejos más frecuentemente hallados son de dos tipos: a) clorinados, con Cl;
b) sulfurados, con HS o H2S, o tiocomplejos. Otros ligandos son posibles, pero con estos dos tipos
solamente es posible explicar casi toda la gama de grandes e importantes yacimientos metálicos
hidrotermales formados desde los tiempos más remotos hasta los más recientes.
Los cationes centrales de los complejos y sus ligandos han sido caracterizados en base a su “fuerza”.
Puesto que los cationes tienden a ceder electrones al enlace con los ligandos, éstos se comportan como
si fueran “ácidos”, mientras que los ligandos aniónicos o neutros, como si fuesen “bases”. La siguiente
tabla lista los cationes y los ligandos basándose en su “fuerza” relativa, de duros a suaves:
En la tabla anterior se observa que los iones “duros” tienden a ser de pequeño a mediano radio iónico,
de carga moderada a alta y muy poco polarizables; contrariamente, los “suaves” tienden a ser de gran
radio iónico, baja carga y muy polarizables. En general los cationes suaves tienden a enlazarse con
aniones o moléculas suaves, mientras que los cationes duros lo hacen con aniones o moléculas duras. En
estos casos se generan complejos muy estables, “fuertes”, difíciles de descomponer. En el caso de
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enlaces cruzados, es decir, cationes duros con aniones suaves, o viceversa, se generan complejos más
inestables, “débiles”, fáciles de descomponer. Por ejemplo, HSes un ligando suave, por ende formará
complejos muy estables con cationes suaves como Cu+, Au+, Ag+, Cd2+, Hg2+, Hg+; y formará complejos
menos estables con cationes intermedios como Fe2+, Co2+, Ni2+, Cu2+, Zn2+, Pb2+; y complejos aun menos
estables con cationes duros alcalinos, alcalino-térreos o de elevada valencia, como Ti4+, Sn4+, Fe3+. Se ha
comprobado que la estabilidad de los complejos cuyos cationes centrales son metales de transición tiende
a aumentar con la temperatura, de modo que los complejos de menor estabilidad pueden tornarse más
estables a mayores temperaturas, sobre todo si los ligandos son Cl u OHy algo muy importante en los
procesos metalogénicos hidrotermales: la solubilidad de estos iones en solución disminuye al descender
la temperatura, lo que favorece la depositación de menas metálicas.
Experimentos de laboratorio prueban que los complejos de auro-hidrosulfuro son estables hasta los
300ºC, presiones de hasta 1,5 kb, equivalentes a 4,5 km de profundidad, y pH entre 3-10.
Au + H2S + HSAu(HS)2] + ½H
AURO-DIHIDROSULFURO
Ahora bien, el mecanismo de transporte de metales puede ser explicado fácilmente con la formación
de estos complejos solubles. Sin embargo, debe también proponerse los mecanismos opuestos, es decir,
los que destruyan los complejos, produciendo la precipitación de las menas como sulfuros o sulfosales.
Para entender este proceso es necesario tratar los dos tipos de complejos solubles más comunes,
clorinados y sulfurados, por separado.
Los complejos sulfurados son estables a temperaturas bajas a moderadas, hasta 300ºC. Atendiendo a
los requerimientos del equilibrio químico en reacciones como la siguiente, donde Me es un catión
bivalente:
[Me(HS)3] MeS + HSH2S
SULFURO
es evidente que la destrucción del complejo ocurrirá cuando el equilibrio se desplace hacia la derecha, lo
que ocurrirá cuando exista pérdida de H2S y/o destrucción del HS por oxidación a sulfato. En resumen,
las causas que pueden precipitar la mena sulfurosa a partir de complejos de hidrosulfuro, son:
1. Disminución de la temperatura: que causa una disminución en la solubilidad de cualquier soluto
2. Descompresión y ebullición del fluido: que causa la perdida de H2S
3. Oxidación del HS a sulfato SO42-: que disminuye la concentración de especies sulfurosas
disueltas y disminuye grandemente el pH debido a la formación de ácido sulfúrico H2SO4.
Los complejos clorinados son estables a elevadas temperaturas, más de 350ºC, por ende sólo pueden
ser descompuestos si alguna especie sulfurada entra al sistema, produciéndose la precipitación de
sulfuros metálicos insolubles. Los cloruros son casi todos sales muy solubles, en especial los alcalinos y
alcalino-térreos, muchos cloruros de metales de transición, como Zn, Cu, Fe, Co, Ni, son también
solubles, sólo los de Pb y Ag son particularmente insolubles. Sin embargo, el cloruro de plomo es
bastante soluble en agua caliente, de donde puede precipitarse el Pb junto con el Zn por medio de
reacciones químicas de intercambio aniónico con sulfuro de hidrógeno o hidrosulfuro:
PbCl2 + H2S PbS + 2HCl
GALENA
además, en presencia de compuestos de telurio o selenio, como H2Te o H2Se es posible la precipitación
de telururos o seleniuros, generalmente de Au y Ag:
Los componentes más exóticos (Se, Te, Sb, As) pueden provenir de la roca caja atravesada por las
soluciones hidrotermales, en especial si ésta consiste de tobas o lavas félsicas, como ocurre en la caldera
de Silverton, Colorado, U.S.A. y numerosas localidades en los Andes centrales (Chañarcillo y Potrerillos,
Chile).
Es obvio que las causas de la precipitación de sulfuros y afines a partir de complejos clorinados
deberán ser las siguientes, todas ellas capaces de desplazar el equilibrio hacia la derecha:
1. Aumento en la concentración de H2S: que produce la precipitación de sulfuros insolubles.
2. Aumento del pH debido a la ebullición: el HCl se separa de la solución disminuyendo su acidez.
3. Disminución de la concentración del Cl, por dilución con aguas freático-meteóricas
4. Disminución de la temperatura de la solución: que disminuye la solubilidad de todo soluto.
Otras causas posibles incluyen: a) reacciones con la roca caja (alteración hidrotermal); b) cambios
químicos debidos a la mezcla de fluidos hipogénicos (de origen profundo) con epigénicos (de origen
somero); c) descompresión adiabática; d) ebullición; e) cambios en el estado de oxidación de los cationes;
f) adición de componentes exóticos presentes en la roca caja, como As, Sb, Te, Se, Bi.
Las reacciones con la roca caja tienden a disminuir la concentración de H+ en la solución, por ende
disminuyen la concentración de HCl o H2SO4 y disminuyen su acidez. Un ataque ácido a una roca caja
rica en aluminosilicatos, como feldespatos alcalinos, da como resultado una argilización de la roca:
Au+ + e Au0
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La ebullición de las soluciones al alcanzar una cierta profundidad crítica causa una rápida pérdida de
volátiles, entre los que se encuentran precisamente las moléculas formadoras de ligandos, como CO 2,
H2S y HCl.
HCO3 + H+ H2O + CO2
HS + H+ H2S
Los cambios en el estado de oxidación en algunos metales de transición suelen causar precipitación
de menas metálicas. En ciertos metales las especies oxidadas tienden a ser insolubles, como ocurre con
Fe o Mn:
Fe2+ Fe3+ e :Fe2O3 o FeOOH
HEMATITA GOETHITA
Sin embargo, el comportamiento del uranio y otros metales de transición de alta valencia, como W, Mo
y V, es completamente opuesto. El U6+ no existe en solución sino como un catión complejo soluble
[UO2]2+, denominado uranilo. Este catión es sorprendente, forma sales estables de color amarillo vivo,
sumamente solubles en al agua, pero estables sólo en ambientes oxidantes, como aguas freáticas o
meteóricas. En presencia de abundante materia orgánica, grafito o pirita, en ambiente reductor, el U 6+ es
reducido a U4+, que precipita como óxido negro, o uraninita (ver Tema 14):
[UO2]2+ + 2e UO2
URANINITA
También, como se mencionó anteriormente, la adición de ciertos componentes exóticos de la roca caja
a la solución puede causar la precipitación de sulfosales, telururos, seleniuros, o antimoniuros.
1. Los sulfuros, arseniuros, telururos y sulfosales (SATS) remplazan a toda otra roca, ganga o mena previa.
2. La ganga puede remplazar a toda roca y a otra ganga, pero no a los SATS.
3. Los óxidos de alta temperatura (OAT) remplazan a toda otra roca o ganga, pero no a los SATS.
4. Los OAT raramente pueden remplazar a los SATS.
El metasomatismo ha sido aceptado desde hace mucho tiempo, sin embargo se han suscitado
acalorados debates acerca de la manera como ocurre. El principal problema es explicar como son
removidos los enormes volúmenes de material remplazado por la misma solución hidrotermal que
deposita las menas. Se cree que el proceso opera por difusión iónica, cuya tasa es mayor al aumentar la
temperatura. La difusión tiene lugar a través de las redes cristalinas, por ello aquellos minerales con
elevado índice de empaquetamiento serán remplazados más difícilmente que aquellos con índice bajo. Y
viceversa. El índice de empaquetamiento se define como sigue:
CALCITA (4,0) > CUARZO (5,2) > GROSSULARIA (6,4) > SATS, OAT (6,0-7,0)
El índice de empaquetamiento de una estructura cristalina se expresa en partes por 10, es decir, un
índice de 4,0 (como el de la calcita) indica que la estructura posee un 40% de espacios “llenos” y un 60%
de espacios vacíos. Claramente, una estructura abierta es muy favorable al remplazo metasomático. Así
los carbonatos de Ca-Mg serán los minerales más fácilmente remplazables, lo que explica la frecuente
formación de grandes cuerpos de mena por remplazo de calizas y dolomías. En este tipo de rocas y los
skarns asociados a ellas, se ha determinado que el pH de la solución es el factor principal en la
precipitación, puesto que a su vez controla la solubilidad de los carbonatos. La Fig. 4-7 muestra
esquemáticamente como ocurre el remplazo metasomático de una caliza arenosa cuando diversas
soluciones mineralizantes la atraviesan.
Se forma un FRENTE DE DIFUSIÓN dentro de la roca caja que delimitará el volumen de roca que será
sustituido por PIRITA (Fig. 4-7a). El Fe2+ es aportado por un fluido mineralizante ascendente. La roca caja
dentro de los límites del frente de difusión ha sido transformada a pirita, pero algunos restos de cristales
de calcita y cuarzo no-sustituidos quedan dentro de la veta mineralizada (Fig. 4-7b). Como parte del
mismo ciclo metalogénico, u otro posterior, se forma un nuevo frente de difusión dentro del volumen de
veta mineralizada con pirita que será sustituido por sulfuro de Cu-Fe, CALCOPIRITA (Fig. 4-7c), Igualmente,
el Cu2+ es aportado por un nuevo fluido mineralizante ascendente. La veta pirítica dentro de los límites del
frente de difusión ha sido transformada en calcopirita, pero quedan remanentes de pirita y de roca caja
no-sustituidos (Fig. 4-7d). El proceso puede repetirse varias veces, y en otras direcciones, por ejemplo, en
fracturas conjugadas ortogonales, etc., y nuevas soluciones con otros metales (Pb, Ag, etc.) actuarán de
modo similar, en secuencia, y se generará un depósito polimétalico. Cada nuevo mineral formado
generalmente remplaza a otro con índice de empaquetamiento E menor. De este modo la calcita (4,0) y el
cuarzo (5,3) de la roca caja son sustituidos por pirita (6,3), la cual a su vez es sustituida por calcopirita
(7,4), y así sucesivamente.
Los principales criterios, tanto de campo como de laboratorio, que se toman en cuenta para reconocer
menas o depósitos originados por remplazo se listan a continuación. Estas determinaciones requieren
preparar la muestra de mena masiva en forma de SECCIÓN PULIDA. Las secciones pulidas son láminas de
mena cortadas y adheridas a una base de baquelita o plástico térmico. Se observan con luz polarizada
reflejada, de modo que cada mena adquiere un color de interferencia característico (Fig. 4-8):
1. Pseudomorfismo de un mineral por otro u otros, dentro de los límites de sus propios cristales. También un
polimorfo puede remplazar a otro de la misma manera (a).
2. Islas de mineral no-remplazadas dentro del mineral remplazante (b).
3. Intercrecimientos vermiculares en los límites entre el mineral remplazado y el que lo remplaza (c).
4. Fragmentos orientados aislados del mineral huésped embebidos en el mineral remplazante (d).
5. Minerales residuales resistentes (circón, corindón, apatito) presentes en la mena en la misma proporción en
que se hallaban en la roca original (e).
6. Incompatibilidad físico-química entre los metacristales y los minerales de la roca huésped (sustancias no
relacionadas químicamente, como galena y calcita).
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7. Secuencia depositacional en la que los minerales se enriquecen en un elemento dado. Por ejemplo, en
menas de Cu:
CALCOPIRITA CuFeS2 BORNITA Cu5FeS4 CALCOSINA Cu2S
8. Fracturas “rellenas” que se intersectan sin desplazarse mutuamente (f ).
9. Bordes de fracturas "rellenas" que no concuerdan al eliminar el relleno.
Fig. 4-8. Criterios para el reconocimiento del remplazo metasomático en menas. Explicaciones en el texto.
Este proceso es común a profundidades relativamente someras, donde las rocas tienden a fracturarse
y brecharse. Las aberturas formadas permanecen abiertas, a pesar de la presión litostática. En estas
condiciones la circulación de fluidos es relativamente libre y su conexión con la superficie y la atmósfera
permite una rápida depositación de las menas, propiciada por rápidos descensos de T y P, que favorecen
la ebullición de las soluciones HT. Por lo tanto no ocurren lentos cambios químicos y procesos de difusión
iónica, como en el remplazo metasomático. Las brechas que rellenan las fracturas tienen elevada
porosidad y son permeables, permitiendo la circulación de fluidos mineralizantes y la depositación de
menas. Los principales criterios que permiten reconocer menas o depósitos formados por relleno de
cavidades son (Fig. 4-9):
1.-Presencia de cavidades revestidas internamente por cristales perfectos, con paredes de mineral masivo o
criptocristalino (geodas, nidos o drusas) (Fig. 4-8a).
2.-Bandeamiento simétrico y crustificación (Fig. 4-8b).
3.-Estructura de "brecha cementada" (fragmentos angulares de roca huésped cementados por minerales
mena o ganga) (Fig. 4-8c).
4.-Estructura "en peine": cristales que crecen diametralmente opuestos a una fractura y que entrecruzan casi
paralelamente (Fig. 4-8a).
5.-Bordes de fracturas rellenas que sí concuerdan al eliminar el relleno (Fig. 4-8d).
6.-Estructuras planares previas desplazadas por la vena formada (Fig. 4-8e).
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Fig. 4-9. Criterios para reconocer el relleno de cavidades en depósitos de menas. Explicaciones en el texto.
1.-Texturas y hábitos coloformes debidas a la tensión superficial de los geles: minerales de hábito reniforme o
botroidal, como malaquita, azurita, rodocrosita, goethita, psilomelana, smithsonita, etc. (Fig. 4-9a)
2.-Fracturas de encogimiento radiales debidas a la desecación de los geles coloidales originalmente
precipitados (Fig. 4-9b).
3.-Bandeamiento por difusión: en bandas de colores paralelas, como en el ágata (Fig. 4-9c).
4.-Estructuras caóticas o amorfas, como las del ópalo y limonita.
5.-Esferulitos y pisolitos, como en bauxita, gibbsita, hematita.
6.-Cristales columnares o aciculares, que atraviesan en continuidad cristalográfica, diferentes bandas de
color, formados por la recristalización de geles previos (Fig. 4-9d).
7.-Adsorción de materiales extraños que causa una variación composicional de los precipitados y cambios de
color en el mineral.
Estudios bastante recientes han demostrado que algunas texturas coloformes a nivel microscópico,
denominadas FRAMBOIDALES, son debidas a la actividad de ciertas bacterias anaeróbicas (thiobacillus)
capaces de fijar ciertos elementos como sulfuros, en especial Cu, Fe y Au (Fig. 4-11). Las bacterias
pertenecen al tipo morfológico denominado “cocos”, de forma esférica, en especial a aquellas especies
que forman racimos similares a moras, denominados estreptococos. Puesto que dichas bacterias se
nutren de sulfuros producidos por reducción de sulfatos, éstos quedan incorporados a sus protoplasmas,
de ahí que la mena final adquiera la textura framboidal. La bioingeniería minera es una nueva rama de la
minería que trata de la extracción de metales por medio de agentes bacteriales a partir de menas de muy
bajo tenor, o hasta de los materiales de desecho de explotaciones mineras. Grandes pilas de desechos
han sido recicladas de este modo, con gran rentabilidad, en muchos distritos mineros del mundo. La
utilización y tratamiento de menas de bajo tenor o de desechos de minas por bacterias del género
thiobacillus ha permitido la recuperación secundaria de notables cantidades de Au y Cu en las pilas de
desecho de los pórfidos de Cu y otros depósitos de bajo tenor.
(a) (b)
Fig. 4-11. a) Esquemas de varios tipos de texturas framboidales posibles en menas de sulfuros, derivadas
del remplazo por sulfuros metálicos del protoplasma de bacterias anaeróbicas reductoras de sulfato, del tipo
“cocos”. Se parecen a moras o frambuesas microscópicas, de ahí su nombre. b) Esta textura sólo es visible
a través del microscopio electrónico de barrido (SEM), en la figura a la derecha se muestra un framboide de
pirita.