Derecho Fundamentales y Labor Policia 2
Derecho Fundamentales y Labor Policia 2
Derecho Fundamentales y Labor Policia 2
PERU
DIRECCION DE EDUCACION Y DOCTRINA
ESCUELA DE SUBOFICIALES
PNP
PUENTE PIEDRA
UNIDAD ACADEMICA
Asignatura:
Docente:
Tema:
Alumno: Leon Hinostroza, Brad Dristan
Sección:
LIMA- PERU
2023
DEDICATORIA
Derechos Fundamentales
Fases Históricas de los Derechos Fundamentales
1. Primera Fase
2. Segunda Fase
Diferencia entre los derechos fundamentales y derechos humanos
Los derechos Fundamentales en el Orden Constitucional (Perú)
El valor positivo y axiológico de los derechos fundamentales
El principio de preferencia de los derechos fundamentales
Listado de los Derechos Fundamentales
Derechos reconocidos en el Estatuto de los Trabajadores
El Desempeño Policial
La atención que el policía le brinda al público
La condición humana de los policías
Atención y eficiencia policial en el lugar del delito
Percepción y auto percepción policial
Su desempeño
Funciones Policiales
Los poderes de la Policía
La educación, capacitación y equipo policial
Reforzar la profesionalidad de la policía
La Policía y los derechos humanos
¡Los agentes de policía también tienen derechos!
Anexos
DERECHOS FUNDAMENTALES
, y están garantizados en las constituciones de los distintos países.
Es de vital importancia delimitar el concepto de derechos fundamentales en
relación con otras categorías como los derechos humanos, por lo que los
derechos fundamentales son aquellos derechos humanos positivizados a nivel
interno, en tanto que la fórmula de derechos humanos es la más usual en el
plano de las declaraciones y convenciones internacionales. Una vez delimitado
el concepto de derechos fundamentales, se puede decir que la existencia de
los derechos de las personas, surgen a través de la evolución histórica, pues
existen muchos vestigios de los derechos del hombre en la historia de la
humanidad, un claro ejemplo de ello es El Código de Manú (cultura Hindú),
donde se aprecia el respeto por el herido del guerra como una forma
reconocimientos de los derechos humanos, por consiguiente: “Han pasado
muchos siglos hasta que el hombre político ha aprendido que la sociedad justa,
que le otorga y garantiza sus derechos individuales, depende de la existencia
de límites impuestos a los detentadores del poder en el ejercicio de su poder,
con el tiempo se ha ido reconociendo que la mejor manera de alcanzar este
objetivo será haciendo constar los frenos que la sociedad desea imponer a los
detentadores del poder en forma de un sistema de reglas fijas- la constitución
destinadas a limitar el ejercicio del poder político se convirtió en el dispositivo
fundamental para el control del proceso del poder” , siendo una de las
expresiones de dicho control “el reconocimiento de los derechos fundamentales
de las personas”, esfera al cual los detentadores de poder (Estado) no pueden
vulnerar, lo que se ha dado de forma evolutiva
FASES HISTORICAS DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES
Primera Fase
Un primer gran ciclo histórico de los derechos fundamentales se dio con las
revoluciones burguesas del ciclo XVIII, la revolución francesa y la
americana, hasta la segunda guerra mundial. La Revolución Francesa,
para los constituyentes franceses en aquellos momentos históricos, confiar
las libertades y los derechos a la historia habría significado consentir que
las prácticas sociales e institucionales del antiguo régimen continuasen
ejerciendo su influencia tras la revolución, y por ello, todo el proyecto
revolucionario se construye a través de la contraposición radical al pasado
del antiguo régimen, en la lucha contra la doble dimensión del privilegio y
particularismo y, por lo tanto, a favor de los nuevos valores
constitucionales: fundamentalmente, los derechos naturales e individuales
y la soberanía de la nación”. De ello podemos señalar que la Revolución
Francesa, se encuentra bajo una fuerte influencia de la combinación de la
doctrina individualista, caracterizada por que el individuo se centra en el
ordenamiento jurídico como sujeto único de derechos, y el estatalismo,
donde el estado es la condición para la creación y tutela de los derechos y
libertades de los individuos, y anterior al estado no puede existir derechos,
eliminando de sus horizontes todo elemento historicista, hubiera
significado, confiar los derechos y libertades del antiguo régimen, es decir
aceptar aquellas prácticas sociales y constitucionales de la tradición
monárquica, por ello la revolución se dirige a destruir el pasado, siendo el
enemigo para la revolución “los estamentos de los privilegiados”, lucha que
tiene una doble dimensión: “la eliminación de privilegios y el
particularismo”, pues tales privilegios impedían al pueblo la afirmación de
sus derechos individuales, por lo que la lucha daría paso a favor de los
derechos naturales individuales y la soberanía de la nación. Pues la
novedad de la revolución es aparecer de manera improvisa una sociedad
civil unificada en la perspectiva de la voluntad política constituyente como
pueblo o nación, es decir la nación ejercita el poder constituyente sobre
todo cuando decide un nuevo orden social- político que sustituye al viejo y
el legislador elegido democráticamente representa la voluntad general del
pueblo (interprete legitimo del pueblo) como una garantía de que nadie
ejerza coacción a otros sino en nombre de la ley general abstracta. Y,
contra los privilegios se afirma la autoridad del legislador soberano, que
con el instrumento de la ley hace posible los derechos en sentido individual,
y el legislador no puede lesionar los derechos y libertades porque es
necesariamente justo, y al mismo tiempo hace posible la representación de
la unidad del pueblo, lo que fue concretado tal como aparece en “La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789”. La ley
general y abstracta es la primera condición para la existencia de los
derechos y libertades en sentido individualista y en ausencia del legislador
firme y autorizado se caería en el detestable pasado de la sociedad de
privilegios, pues cuanto más fuerte es el legislador refleja la voluntad
general y en consecuencia se encuentra más seguras las libertades, por lo
que en materia de derechos y libertades no vale la 3 voluntad de unos
contra otros, pues son abolidas las dominaciones de carácter personal
porque solo la ley puede disponer de los individuos. Por tanto, la revolución
significo derrocar el régimen antiguo y dar paso a la soberanía del pueblo,
entendida como poder del pueblo de decidir sobre la constitución y sobre
las reglas del juego, está desconfía de los poderes constituidos y prohíbe
cualquier control de constitucionalidad.
Segunda Fase
Universales
Inviolables
Intransferibles
Irrenunciables
Interdependientes
realizando?
SU DESENPEÑO:
Una primera aproximación al tema nos obliga a ver como se miran los policías a
sí mismos y a la institución en donde laboran. Para ello comenzamos con la
pregunta: ¿Cuáles son las razones por las cuales usted es policía? “Para servir
a la comunidad, para combatir el crimen y para tener trabajo” son las principales
razones, otras razones secundarias serían: “Por ser interesante y por el sueldo”
y, en último lugar, “por respeto y por satisfacer deseos de mis padres”
REFORZAR LA PROFESIONALIDAD DE LA
POLICIA
La conducta indebida de la policía, desde los delitos menores hasta las
violaciones graves de los derechos humanos, nunca debe quedar impune, y
deben adoptarse medidas para impedir que vuelva a producirse. La policía debe
rendir cuentas de sus acciones, pero debe recibir igualmente una «preparación»
adecuada (incluidas directrices, capacitación y medios) que le permita llevar a
cabo sus acciones con profesionalidad y de conformidad con las normas de
derechos humanos. En ausencia de esa «preparación», las personas
responsables de no preparar adecuadamente a la policía (como los formadores
policiales, los mandos y los responsables de la toma de decisiones) también
podrían verse obligadas a rendir cuentas. Es fundamental establecer
mecanismos de rendición de cuentas eficaces, tanto para los agentes de policía
a título individual como para la institución policial. La rendición de cuentas, un
concepto al que hacen referencia habitualmente los defensores de los derechos
humanos, es una cuestión compleja en la que intervienen muchos actores. El
hecho de que este concepto no tenga un nombre preciso en muchos idiomas
significa que hay que poner cuidado al ocuparse de él. Pedir la aplicación de
sistemas de rendición de cuentas que se observan en otras jurisdicciones no
siempre resultará útil, y puede incluso ser contraproducente en un país
determinado. Para promover mejoras importantes en la rendición de cuentas, los
defensores de los derechos humanos deben conocer la estructura y el
funcionamiento del sistema de supervisión y rendición de cuentas en un país
determinado. Toda evaluación de las estructuras de rendición de cuentas en el
país objeto de estudio requiere una evaluación inicial de qué mecanismos se
utilizan, y en segundo lugar de cuál es su eficacia antes de que se puedan hacer
recomendaciones pertinentes para resolver los problemas e impedir que vuelvan
a producirse.
Una rendición de cuentas eficaz debe constituir siempre un equilibrio del poder y
la influencia entre los diversos actores que intervienen. Del mismo modo que es
inaceptable conferir todos los poderes y la discrecionalidad totalmente a la
policía, dependiendo por completo de su juicio profesional, es igualmente
inaceptable conferir todos los poderes para controlar a la policía a otra institución
u organismo únicos, al margen de que sea la élite política, el ejecutivo, la
comunidad o cualquier otro actor. De ese modo se sustituiría sin más el
destinatario de la confianza: ¿cómo podemos estar seguros de que los órganos
ejecutivos, o las instituciones políticas, el Parlamento, los foros comunitarios,
etc., son más fiables (es decir, actúan en interés público y no por intereses
partidistas, particulares o de su propia comunidad) que la policía? Precisamente
por este motivo es necesario un sistema en el que la supervisión y el control
estén repartidos entre las comunidades y sus representantes, las autoridades
ejecutivas y las instituciones legales (incluida la ley) además de la propia policía.