Conformación de Los Estados y Luchas Internas
Conformación de Los Estados y Luchas Internas
Conformación de Los Estados y Luchas Internas
Centralistas y federalistas.
El enfrentamiento entre liberales y conservadores también implica una disputa por la organización del
territorio entre las provincias y las ciudades capitales. Según las circunstancias, liberales y conservadores
podían ser centralistas, si consideran que una capital debía gobernar por encima de las provincias o
federalistas, si defendían la autonomía de cada provincia o región. En Uruguay, Paraguay, Bolivia.
Colombia, Venezuela y Ecuador, se constituyeron repúblicas independientes sobre la base territorial de los
virreinatos del Río de la Plata, Perú y Nueva Granada, frente a las tendencias centralistas de ciudades
como Buenos Aires Lima y Bogotá.
Liberalismo, conservadurismo, centralismo y federalismo no eran ideologías muy rígidas Durante las
guerras civiles, los cambios de postura ideológica dentro de los sectores sociales eran muy comunes.
comenzó a desintegrarse cuando Buenos Aires utilizó las tropas del Ejército del Norte, destinadas a la
guerra de Independencia, contra las provincias rebeldes. El Ejercito del Norte, que se había establecido en
Tucumán y Córdoba, empezó a tomar parte en las disputas entre las elites locales, De esa manera, las
milicias provinciales y el ejército de línea se convirtieron en instrumentos políticos de sus jefes, pero
también en un medio de intervención para las clases populares.
En octubre de 1819, el Ejército del Norte se negó a apoyar al Directorio en un nuevo intento de invadir las
provincias del Litoral. Tres meses después, un grupo de oficiales del ejército, encabezado por Juan
Bautista Bustos, José María Paz y Alejandro Heredia, se rebeló en la localidad de Arequito. Sin el apoyo
de su propia fuerza militar, el Directorio pidió ayuda a los portugueses, lo que provocó la reacción
inmediata de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. En febrero de 1820, las milicias del Litoral derrotaron
a las tropas del Directorio en la batalla de Cepeda, ocuparon Buenos Aires y desplazaron de su cargo al
Director Supremo Rondeau. Con la disolución del Congreso Constituyente y la caída de la capital porteña,
finalizó la breve experiencia de las Provincias Unidas de Sudamérica. De sus ruinas emergieron los
Estados provinciales, que nombraron a sus propias autoridades y se rigieron como repúblicas
independientes.
La economía bonaerense.
Después de 1820, a diferencia del resto de las provincias, la economía de la provincia de Buenos Aires
comenzó a crecer gracias al aumento del comercio con Gran Bretaña y la exportación de cueros. Inglaterra
le arrebató el control del comercio atlántico a España y estableció una delegación de comerciantes y
banqueros en el puerto de Buenos Aires. El negocio del cuero impulso la expansión de la frontera al sur del
rio Salado, donde se establecieron estancias ganaderas y colonias agrícolas. Las demás provincias
también privilegiaron las actividades agropecuarias, por lo que el poder económico dejó de estar centrado
en la ciudad y se desplazó hacia el campo. La prosperidad de Buenos Aires se basaba tanto en la
producción agropecuaria como en la articulación de una importante red mercantil, y también en el cobro de
aranceles comerciales a las demás provincias. Como Buenos Aires contaba con el puerto más accesible
de la región, los comerciantes del Interior se veían obligados a viajar hasta la ciudad portuaria para vender
materias primas y comprar productos fabricados en Inglaterra.
Las autoridades bonaerenses cobran elevados impuestos a la importación o exportación de mercaderías, y
prestan dinero a las provincias, pero se negaban a compartir con ellas los ingresos de la Aduana. El
conflicto entre los intereses económicos de Buenos Aires y las necesidades de las provincias prolongó la
guerra civil durante medio siglo.