OFENDIDO
OFENDIDO
OFENDIDO
(Del latín offendere, participio pasado del verbo "ofender") Ofendido es quien ha
recibido en su persona, bienes o, en general, en su status jurídico, una ofensa,
daño, ultraje, menoscabo, maltrato o injuria.
Dentro del proceso penal reciben el nombre de ofendido la víctima del hecho
delictivo, así como quienes, a causa de la muerte o de la incapacidad ocurrida a la
víctima a resultas del ilícito penal, le suceden legalmente en sus derechos o les
corresponde su representación legal.
Sea cual sea el origen, ahí están alrededor de victima todos estas nociones o
ideas que tanto por separado como en conjunto se las puede aplicar
perfectamente, por lo que no sería de extrañar que estuviesen todos ellos
emparentados.
La razón de ser de la víctima es ser sacrificada (sacrum facere), es decir hacer
con ella una cosa sagrada En primer lugar, porque el victus, el alimento ha de ser
santificado mediante un ritual; y en segundo lugar porque la tribu necesita hacer
victimas para mantenerse fuerte, Por ello es preciso que la víctima cargue con las
culpas de todo aquello que perjudica a la tribu.
Desde el momento en que la víctima es el victus (el alimento, el pan nuestro de
cada día), desde ese momento es necesario que sea culpable. En latín está más
claro: ha de ser reo, es decir la cosa (la res) que ocasiona el perjuicio, y por tanto
es inevitable que se vaya contra ella. La explicación más eficaz de que alguien
esté sometido al papel de víctima es la culpa original, es decir que tiene que ver
con el origen de la víctima. Es la culpa que se transmite de padres a hijos. Una
culpa genética. Si el delito está En los padres, es que también hay delito por nacer
de quien se ha nacido. Los hijos son culpables por ser hijos de quien son.
QUERELLANTE
Es la persona quien presenta una querella (v.) ante el fuero criminal. Se está ante
la parte asadora en el proceso penal, por haberse solicitado por escrito, y en la
forma debida, ante el juez ompetente, la represión de un delito de que hayan sido
victima él o los suyos; y, aun no habiéndole alectado, si se trata de delito público,
en que cabe ejercer la acción popular (v.). (Diccionario Cabanellas).
El Código de procedimiento Penal establece que: "La victima (querellante) podrá
promover la acción penal mediante querella, sea en los casos de acción pública o
privada, según los procedimientos establecidos en el Código.
Los menores de edad y los interdictos declarados, podrán formular querella por
medio de sus presentantes legales.
En caso de incapacidad temporal de la víctima, sus derechos podrán ser ejercidos
por sus familiares según las reglas de la representación sin mandato.
Personas jurídicas podrán querellarse a través de sus representantes.
PLURALIDAD DE QUERELLANTES
En el caso de existir varios querellantes (pluralidad en los términos del código) con
un interés
REPRESENTACIÓN CONVENCIONAL
La querella podrá ser iniciada y proseguida por mandatario con poder especial,
que cumpla con los requisitos legales.
La persona ofendida directamente por el delito podrá disponer que sus derechos y
facultades sean ejercidos por una asociación o fundación de protección o ayuda a
las víctimas. En este caso no será necesario el poder especial y bastará que la
delegación de derechos y facultades conste en un escrito firmado por la víctima y
el representante legal de la entidad (Art. 81).
Si la víctima no quiere ejercer por sí misma la acción, o no tiene los recursos para
hacerlo, puede disponer de sus derechos y facultades, para que sean ejercidos
por asociaciones y fundaciones de protección o ayuda a las víctimas, con la única
formalidad de hacer cesión de sus derechos y facultades mediante escrito
debidamente firmado por esta y el representante de la entidad.
Se destaca la creación de la Fundación Jessica Borda de ayuda a víctimas de la
delincuencia" (2004), la misma que constituye una organización que entre sus
fines y objetivos persigue: "brindar apoyo médico, jurídico, espiritual, económico.
DEBER DE ATESTIGUAR
La intervención de una persona como querellante no la exime de la obligación de
declarar como testigo en el proceso (Art. 82).
Conforme a lo establecido por el Art. 193, toda persona que sea citada como
testigo, en principio y con las salvedades de ley, tiene la obligación de comparecer
ante el juez o tribunal; el querellante como víctima del hecho punible, con su
testimonio puede proporcionar información valiosa tanto para el fiscal, cuanto para
el imputado; razón por la cual, su negativa a declarar, puede ser sancionado como
abandono de querella, Art. 292 inc1),