Trabajo Práctico #3 Derecho de Daños

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DERECHO DE DAÑOS

CAT - N - DER368 - EDH - CO / 2572


TRABAJO PRÁCTICO N°3

INTEGRANTES:
CONSIGNA
1. Ante la narración de los hechos sucedidos, los padres de Alejo le consultan si ellos pueden iniciar acción
de daños en representación de su hijo menor y manifiestan que quisieran saber respecto a qué tipo de
acción corresponde entablar y quiénes serían los responsables del hecho ocurrido. Fundamenten su
respuesta.

El daño es una consecuencia en la realidad, que puede recaer sobre la persona. Allí radica el perjuicio; es
decir, el ente donde se asienta el menoscabo que es consecuencia del actuar antijurídico (hecho atribuible a una
persona contrario al ordenamiento jurídico por causar daño injustificado). En este caso en particular, los padres
de Alejo pueden interponer fehacientemente una acción de daños en representación de su hijo menor.

Es pertinente en esta oportunidad plantear acción resarcitoria, regulada por el art. 1746 CCCN, el cual
establece: “Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica”. En caso de lesiones o incapacidad
permanente, física o psíquica, total o parcial, la indemnización debe ser evaluada mediante la determinación de
un capital, de tal modo que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del damnificado para realizar
actividades productivas o económicamente valorables, y que se agote al término del plazo en que
razonablemente pudo continuar realizando tales actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y
por transporte que resultan razonables en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de
incapacidad permanente se debe indemnizar el daño, aunque el damnificado continúe ejerciendo una tarea
remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado”.
Entonces, dicha acción procederá cuando concurra determinados presupuestos legales: acto anti normativo,
daño, relación de causalidad entre ellos e imputabilidad.

En ese sentido y teniendo en cuenta lo ocurrido, corresponde una indemnización por lesiones o
incapacidad (física o psíquica), por los golpes que han derivado en secuelas, entre las cuales se puede mencionar
la disminución de la visión en el ojo izquierdo del afectado, una cicatriz en su cara, debajo de su ojo, producto de
un corte que recibió, cefaleas y mareos, y miedo que le impide concurrir a lugares de esparcimiento, entre otros.

Se puede afirmar que hay una pluralidad de responsables, la cual está regulada en el art. 1751 del CCCN:
“Pluralidad de responsables. Si varias personas participan en la producción del daño que tiene una causa única, se
aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas, se aplican las reglas de
las obligaciones concurrentes”. Por ello, la víctima podrá interponer acción contra los denominados responsables
directos, los custodios del lugar, y contra su responsable, que en este caso es el dueño del boliche. Además, la
responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente. Por ello el art. 1753 determina lo siguiente:
“El principal responde objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las personas
de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con
ocasión de las funciones encomendadas”, por lo que, la ausencia de discernimiento del dependiente no es
pertinente para excusar al principal. El dueño del boliche tendrá que responder por los daños mencionados a
causa del accionar de sus dependientes cuando los mismos se encuentren en ejercicio de sus funciones.

2) Los padres de Alejo le consultan también qué daños podrían reclamar en virtud de lo ocurrido.
Fundamenten su respuesta respecto de los diversos tipos de daños resarcibles.

Daño físico y moral: invocando el art. 1746 anteriormente mencionado; argumentando haber padecido
una notoria disminución visual, las heridas de su cara y las consiguientes cicatrices, los mareos y cefaleas, y el
miedo a lugares muy concurridos. El objetivo de resarcirlo guarda relación con el quebranto que supone la
privación o disminución de aquellos bienes que tienen un valor imposible de tasar como ser la libertad, la
integridad física, el honor, etc.

Daño emergente: invocando el art. 1738 que determina: “Indemnización. La indemnización comprende la
pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de
acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Incluye especialmente las
consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud
psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida”.

Siguiendo el lineamiento, es importante destacar que el daño emergente comporta un empobrecimiento


del patrimonio de la víctima, y abarca aquellos detrimentos patrimoniales sufridos por la víctima en sus bienes,
facultades o persona. Y, dado que está representado por el perjuicio efectivamente padecido, la indemnización
del daño emergente tiene carácter resarcitorio con la finalidad de quitar o revertir el detrimento soportado por el
reclamante. En este caso se materializa con los gastos de los cuales debieron hacerse cargo los padres de Alejo
para mejorar su salud, la atención médica, los medicamentos, el transporte, entre otros.

3) Si el dueño del boliche quisiera defenderse al contestar la demanda y fuera a su estudio a consultar
respecto de qué posición podría tomar respecto de la demanda incoada, ¿qué estrategias procesales utilizarías
como abogado del dueño del boliche a los fines de alegar y probar su eximición de responsabilidad?

Si el dueño del boliche quisiera hacer uso de su derecho de defensa y contestar la demanda, le explicaría
que para ello hay que alegar y probar el eximente de su responsabilidad. Para ello, hará uso de lo expresado en
los siguientes artículos:

Art. 1757: “Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado por el
riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización. La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la
autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las
técnicas de prevención”.
Art. 1758: “Sujetos responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado
por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de la
cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue
usada en contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la
realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial”.

En defensa de su actuar alegaría que el hecho producido no tuvo incidencia por su actuar, que es ajeno a
su conducta, que no es provocado ni beneficioso para él. Aunque las personas encargadas de custodiar el lugar
hayan sido contratadas por él, no puede hacerse responsable por su actuar ya que son personas diferentes que
obran por sus propios medios y accionar. También destacaría la reacción del dueño al tomar conocimiento de lo
ocurrido, ya que al instante apercibió a los mismos, no estando de acuerdo con su manera de actuar.

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