Teoria Del Valor y Crisis
Teoria Del Valor y Crisis
Teoria Del Valor y Crisis
UAZ
Sin la teoría del valor no es posible entender la naturaleza del valor
y crisis
del capitalismo y, por ende, sus crisis. Paralelamente, al situarlo
como un sistema de explotación y dominación global tampoco
puede comprenderse su fase actual. El capitalismo ha convertido
al planeta entero en un espacio de valorización, un espacio homogéneo
en términos de las reglas del juego. Asimismo, está construyendo
un andamiaje institucional que hace viable su unicidad. En la actualidad,
el capital ficticio es hegemónico; sin embargo, se trata de una forma
particular de activos financieros cuyo valor no corresponde a un capital
material, no es una mercancía pero se comporta como tal.
De complementaria manera, carece de una base real, de ahí
que no pueda garantizar la reproducción del capital; además,
representa enormes cantidades de capital que se apropian de un valor
que no son capaces de producir directamente. Ante esta situación
Juan Arancibia
Alejandro López
Coordinadores
Teoría del valor y crisis
Teoría del valor y crisis
México, 2019
Coordinación
Georgia Aralú González Pérez
© Juan Arancibia
© Alejandro López
© Universidad Nacional Autónoma de México
© Universidad Autónoma de Zacatecas
«Francisco García Salinas»
Presentación
Alejandro César López Bolaños 9
Introducción
Juan Alberto Arancibia Córdova 15
Trabajo productivo versus trabajo improductivo,
¿cómo categorizar la geopolítica hoy?
Wim Dierckxsens y Walter Formento 23
A teoria do valor-trabalho em Marx, os
lucros fictícios e as crises capitalistas recentes
Mauricio de Souza Sabadini 63
Especificación histórica de la superexplotación
del trabajo que tiene lugar bajo la globalización neoliberal
Jorge Veraza Urtuzuástegui 89
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas
y crisis crónica del capitalismo: El capital, instrumento
imprescindible para comprender la economía mundial actual
Xabier Arrizabalo Montoro 121
Crise econômica mundial e tendências
da divisão internacional do trabalho
Plínio de Arruda Sampaio Júnior 173
Un enfoque teórico a los cambios
en la arquitectura financiera internacional
Óscar Ugarteche Galarza 207
Capital financiero global, crisis, acumulación y trabajo
Walter Formento, Wim Dierckxsens y Mario Sosa 235
La cuestión de la innovación en la era
de los monopolios generalizados
Raúl Delgado Wise 257
La industria tóxica: ganancias basadas
en el riesgo a la salud y el ambiente
Guillermo Foladori 281
Crisis económica actual de Venezuela, la más grave
de su historia. Ni guerra socialista contra el capital,
ni guerra económica imperialista contra el gobierno
Manuel Sutherland 309
Semblanzas 339
9
Presentación
Los diez escritos contenidos en este libro constituyen una aportación relevante
al estudio y discusión acerca de la vigencia de la teoría del valor y su capaci-
dad para servir de soporte teórico a la explicación de las crisis del capitalismo.
Asimismo, contribuyen al análisis del desdoblamiento existente entre capital
real y ficticio, siendo este último el núcleo de la discusión en el desarrollo de
la crisis del capitalismo contemporáneo; capital que en lugar de garantizar
limita la reproducción ampliada, al mismo tiempo que se apropia parasitaria-
mente de un valor que no produce.
En «Trabajo productivo versus trabajo improductivo, ¿cómo categorizar la
geopolítica hoy?», bajo la autoría de Wim Dierckxsens y Walter Formento, se
profundiza en torno de la importancia de la categoría trabajo productivo/
improductivo; es una ref lexión que muestra el creciente conf licto entre dife-
rentes fracciones del capital, cuestión que define el cuadro geopolítico de hoy.
El texto incluye un análisis del capital ficticio, aspecto que permite caracterizar
de mejor manera la etapa actual del capitalismo al resaltar la contradicción
entre producción y apropiación de riqueza. Asimismo, se expone que el capital
financiero posee su propia lógica y puede demorar años para manifestar su
carácter improductivo y desastroso para la sociedad en su conjunto.
El economista brasileño Mauricio de Souza Sabadini en «A teoria do va-
lor-trabalho em Marx, os lucros fictícios e as crises capitalistas recentes», re-
cupera las nociones de capital y ganancias ficticias como categorías centrales
para pensar la realidad del capitalismo y su crisis actual, ello permite retomar
la discusión de la teoría del valor-trabajo en Karl Marx. Además, estudia
las ganancias ficticias como una contradicción insustentable, un proceso de
autodestrucción para el sistema. El punto de partida es el análisis del ciclo
1
Secretario académico del Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México.
10 Presentación
Introducción
1
Coordinador del Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacio-
nal Autónoma de México.
16 Introducción
2
«La subsunción del trabajo por el capital no es condición suficiente para la generación de plus-
valía. Si este capital no invierte en la economía real, es decir en trabajo productivo, dicho trabajo
improductivo que emplea podrá generarle ganancia pero no plusvalía. Con la financiarización de
la economía, la subsunción real del trabajo al capital se ha manifestado cada vez más en el ám-
bito improductivo. En apariencia, y medido por las ganancias, el capital financiero pareciera más
productivo que el capital industrial. Ello, además de comprometer, el ciclo reproductivo del capital
en el nivel global provoca fuertes confrontaciones entre fracciones de capital, fenómeno evidente
hoy». Wim Dierckxsens, en «Trabajo productivo versus trabajo improductivo, ¿cómo categorizar la
geopolítica hoy?» Este documento forma parte del contenido del presente libro.
Teoría del valor y crisis 17
que provienen del espacio global y ayudan a mantener bajos los salarios
prácticamente a escala planetaria, por ejemplo la producción asiática de ropa
para personas de ingresos bajos. Tampoco debe ser homogénea la legislación
laboral, medioambiental y fiscal, pues ello haría subir los costos productivos
para el capital y podría inhibir la depredación integral que lleva a cabo. La
división internacional del trabajo se sustenta, al igual que en el pasado, en las
asimetrías entre países dominantes y dominados, centro y periferia, desarro-
llo y subdesarrollo, intercambio desigual, etcétera.
Cuando se hace el planteamiento de una crisis que ha durado más de 40
años (desde inicios de la década de 1970) se parte de que la globalización ca-
pitalista neoliberal ha sido una solución fallida a la crisis con la que terminan
los 30 años gloriosos del «capitalismo democrático» y el «estado del bienestar».
Esta visión sobre la duración de la crisis debe ser cuestionada desde distintos
ángulos: a) El capital se ha centralizado y concentrado radicalmente, y por lo
tanto se ha fortalecido en sus núcleos centrales. b) La desigualdad en la distri-
bución de la riqueza y el ingreso crece de manera paulatina y constante en el
mundo entero. c) En esta fase el sistema capitalista globalizado ha aumentado
a través de las empresas transnacionales, sujeto esencial del capital y mediante
los llamados países emergentes, en especial China, de modo que la imagen
de un capitalismo estancado o de muy lento crecimiento puede ser muy en-
gañosa, si sólo fijamos la vista en los espacios nacionales de los llamados
países desarrollados. d) Los cambios en el mundo del trabajo, el derrumbe del
socialismo real, los cambios políticos hacia una paulatina derechización en el
capitalismo desarrollado, la pérdida de centralidad político-organizacional de
la clase obrera, han permitido un crecimiento de la sobreexplotación del tra-
bajo, primero en el espacio del subdesarrollo, no obstante, desde hace algunos
años ésta se encuentra en vías de mundialización. Se puede constatar que no
hay nada distinto bajo el sol desde el punto de vista de la eventual construc-
ción de una nueva fase virtuosa del capitalismo, pero el capital está ganando
de manera arrolladora la lucha de clases y ello le ha posibilitado satisfacer
las necesidades del capital financiero-especulativo hegemónico. e) Tampoco se
observan procesos sociales con fuerza suficiente para amenazar la hegemonía
ideológica y la dominación política del capital.
20 Introducción
Con base en las ref lexiones y comentarios anteriores, ¿dónde está la crisis o
en qué consiste? La respuesta contempla las formas que el capital asume hoy
día; en ese sentido es necesario recalcar que el capital financiero-especulati-
vo, en la actualidad hegemónico, es además absolutamente mayoritario como
modo de existencia. En efecto la forma financiero-especulativa equivale a unas
15 veces el capital invertido en la producción, la circulación y la realización.
El problema que eso plantea es que un capital productivo reducido, es decir el
que se encuentra involucrado en la reproducción ampliada de valor, tiene que
crear las condiciones para que se genere valor transformado en plusvalía sufi-
ciente para «alimentar» al conjunto del capital bajo sus diversas modalidades.
Para este crecimiento de la plusvalía se han generado mecanismos vinculados
a diferentes procesos: a) La creciente y acelerada introducción de tecnologías en
el proceso productivo, por lo que el discurso oficial nos habla de la existencia
actual de un capitalismo del conocimiento. b) Se han construido, empleando
las nuevas tecnologías, cadenas de valor o de valorización globalizadas para
aprovechar particularmente los bajos salarios, las ventajas fiscales y el escaso
control ambiental en los países subdesarrollados. Es trascendental lo enunucia-
do porque gran parte de la producción material se ha trasladado al mundo sub-
desarrollado, lo que ha generado la impresión de procesos de industrialización en
ese espacio, cuando fundamentalmente se trata de una relocalización productiva
bajo el control férreo de las transnacionales y destinada a aumentar la masa de
plusvalía. c) Lo anterior ha originado una intensificación de la explotación o una
sobreexplotación del trabajo, así como una acelerada depredación medioambien-
tal, comunitaria e identitaria y en suma del conjunto de la vida. d) También se ha
acelerado la rotación del capital, lo que ha acortado la vida útil de los bienes y
generado una obsolescencia programada de los mismos. e) Dicha obsolescencia
se complementa con la supuesta creación de nuevos bienes o de cambios en los
existentes, que los hacen aparecer como nuevos con pequeñas modificaciones
reales o ficticias, ésta se presenta como otra forma de acelerar la rotación del
capital (celulares y computadoras pueden ejemplificar eso).
Desde el punto de vista del capital en su conjunto aquel que se dedica a
la producción de nuevo valor, de plusvalía, y que hace posible la existencia
del trabajo productivo, se ha empequeñecido en términos relativos y tiene
Teoría del valor y crisis 21
3
«El capital ficticio nace como consecuencia de la existencia generalizada del capital a interés, pero
es el resultado de una ilusión social. Y ¿por qué debemos llamarlo capital ficticio? La razón está en
el hecho de que por detrás de él no existe ninguna sustancia real y porque no contribuye en nada
para la producción o la circulación de la riqueza, por lo menos en el sentido de que no financia ni
el capital productivo, ni el comercial». Reinaldo A. Carcanholo y Mauricio de S. Sabadini (2008),
«Capital ficticio y ganancias ficticias», Herramienta. Revista de Debate y Crítica Marxista, en http://www.
herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-37/capital-ficticio-y-ganancias-ficticias
22 Introducción
Introducción
Esto nos conduce a la identificación necesaria del trabajo que solemos clasi-
ficar como improductivo, desde el punto de vista del contenido. Es un tópico
generalmente mal comprendido pero muy importante por las implicaciones
geopolíticas de hoy.
La comercialización es una actividad improductiva al referirse a la transfe-
rencia estrictamente formal de (títulos de) propiedad. Dicha transferencia for-
mal por más útil que sea, es improductiva, ya que por ella sola no genera valor
de uso alguno. Los trabajos asociados al transporte o bodegaje se realizan con
frecuencia a partir del capital comercial; sin embargo, no forman parte del tras-
paso formal de mercancías. Estas actividades existen independientemente de la
relación social y se refieren al contenido de la producción; son productivas por
su contenido, aunque a menudo son realizadas por el mismo capital comercial.
El acto de compra y venta de un inmueble y el trabajo notarial que implica
no incrementan la riqueza ni en un átomo, por más veces que se venda y
vuelve a transferirse. Esa transacción podrá generar ganancias jugosas para el
intermediario y el notario; en el nivel social global, no hubo incremento de la
riqueza social sino una simple transferencia formal de la riqueza ya existente.
Si bien el capital individual podrá ser más «productivo» obtener sus ganancias
en el comercio que en la esfera productiva, en el nivel social global no es tra-
bajo productivo al no generar riqueza. Sólo a partir de la lógica reproductiva
del capital en el nivel social global se puede comprender el carácter improduc-
tivo de un trabajo que realiza determinado capital; asimismo, se logra definir
el carácter ficticio de un capital.
Desde el punto de vista del capital individual es productivo todo aquel
trabajo que genere ganancia sin reparar en la clase de que se trate. Lo anterior
no quiere decir que un trabajo improductivo por su contenido no sea útil,
puesto que el comercio contribuye indirectamente a aumentar la riqueza en
el nivel de la sociedad en su conjunto. El seguro en general y el seguro contra
incendio, por ejemplo, denotan la socialización de pérdidas individuales. Ello
permite que el proceso de reproducción social no se vea obstruido. En el nivel
del capital individual vender seguros contra incendios podrá ser una fuente de
ganancia espectacular, pero visto por el contenido y en el nivel social global,
se trata de una pérdida de riqueza.
30 Wim Dierckxsens | Walter Formento
limitada del capital en el nivel social global a través de diferentes ciclos de pro-
ducción. Su desarrollo hace declinar la tasa de inversión en la producción civil
que afecta al crecimiento económico y por ende hace bajar la productividad
general de trabajo por forma y contenido.
La reproducción limitada no se manifiesta de modo inmediato, puede ha-
cerlo muchos años después. El consumo de trabajo muerto que reaparece en
el ciclo siguiente en otro subproducto bélico, y así en cadena durante ciclos
sucesivos y varios años (eventualmente hasta una década), significa la acu-
mulación de capital y trabajo dentro de un lapso, pero finalmente, al terminar
el producto final (misiles, portaviones) éste no se encadena con la espiral de
reproducción de la economía como un todo. Aunque la industria de defensa
se transforma en un sector con aparente autonomía, su excesivo desarrollo
impactará, en última instancia, de manera negativa sobre la reproducción am-
pliada de la economía en su totalidad. La reproducción ampliada del complejo
industrial y militar significa el fomento de un creciente gasto falso para la so-
ciedad en su conjunto. Al constituir el gasto de defensa un gasto falso, este sí
puede ser transferido a terceros, según el grado de apertura de una economía.
En una economía cerrada la transferencia del gasto de defensa suele realizarse
mediante el sistema tributario. Las grandes empresas vinculadas con el com-
plejo industrial y militar pueden realizar sus ganancias (generalmente por en-
cima de la media), mediante la compra más o menos garantizada del material
bélico por el Estado. El gasto que ello implica es transferido a los ciudadanos
y a las empresas ubicadas en la economía civil a través del sistema tributario.
Cuanto mayor sea el gasto de defensa y el desarrollo del complejo industrial
y militar, mayor también será la generación de capital ficticio y más limitada
aún será la reproducción ampliada del capital real o civil y a la inversa. En ese
sentido, debe entenderse por qué países con un reducido gasto de defensa en
la posguerra como Japón y Alemania (al haber sido derrotados en la Segunda
Guerra), han mostrado mayores tasas de crecimiento económico que países
con un gasto militar relativamente fuerte como Estados Unidos y la urss e
incluso que Francia y Gran Bretaña.
En una economía abierta existe la modalidad de transferir los gastos impro-
ductivos de la economía de guerra a terceras naciones mediante la exportación
42 Wim Dierckxsens | Walter Formento
diarios en el mundo); son los opositores más visibles del gobierno de Trump
en la actualidad. Es preciso saber asimismo que los Rothschild controlan a
la Agencia Central de Inteligencia (cia) y a la otan como su brazo armado, y
que hay pocas naciones donde no controlan al Banco Central.
El aumento de las obligaciones de la banca financiera permite al capital
financiero global invertir directamente a través de sus empresas transnaciona-
les, ubicadas en países emergentes y primero que nada en China, para trans-
formarlo en capital real. Esto es, crean capital ficticio de tipo 1 con el objetivo
de transformarlo en capital productivo. En 2007 un informe del Instituto Mc-
Kinsey indicaba que los mercados financieros en las economías emergentes
representaron ese año la mitad del crecimiento del total de los activos finan-
cieros. Como demuestra un reciente estudio de la ocde, el crecimiento global
del pib en la primera década del siglo xxi se debe más a las inversiones en los
países emergentes que a las invertidas en economías avanzadas. Se destaca
la transcendencia de las cuatro nuevas potencias (bric) que en su conjunto
superaban la riqueza de los países más desarrollados de Occidente. China por
sí sola superó la riqueza de Alemania en 2007, la de Japón en 2010 y superará
la de Estados Unidos en 2027. El «momento unipolar» que sucedió a la bipola-
ridad propia de la Guerra Fría, entonces, no fue más un episodio pasajero. La
multipolaridad caracteriza las actuales relaciones de poder en el mundo.
Con el fin de imponer un estado global es preciso acabar con la soberanía
de las naciones, lo que significa a la vez una lucha contra el multipolarismo
y el unipolarismo del capital financiero continental. Una de las «armas» del
capital financiero globalizado son los derivados: el capital ficticio tipo 2 por
excelencia. Los derivados son productos financieros que cubren el riesgo de
un activo principal subyacente, el cual puede ser un bien físico (oro, plata,
cereales), un activo financiero como divisas o títulos, o incluso una cartera de
activos. Su desarrollo se da particularmente a partir de 1995, luego de legalizar
la banca de inversión al derogar la ley Glass-Steagall. Su dinámica se dispara
más aún en 2009 con la ley Dodd-Frank, que legaliza la emisión de dinero sin
respaldo para financieras a la banca «demasiado grande para quebrar».
El ejemplo más sencillo y elemental de un «producto derivado» se desa-
rrolló con las deudas hipotecarias. Éstas fueron revendidas en paquete por
Trabajo productivo versus trabajo improductivo 49
Los brics nacen como los países «emergentes» con peso mundial por volu-
men de población, de materias primas y por ser territorio de deslocalización
de los capitales financieros globales desde 1995. En principio, expresan una
relación estratégica subordinada a los intereses financieros globalistas. En
Trabajo productivo versus trabajo improductivo 55
1
Keynesianismo tercermundista denomina a un plan de reactivación productiva industrial y de-
sarrollo industrial estratégico integral. El término tercermundista invierte la carga del concepto de
keynesianismo imperialista de país central que es la esencia de plan de John Maynard Keynes en la
Gran Bretaña derrotada en Bretton Woods por el dólar en la Segunda Guerra Mundial. En ese sen-
tido, es necesario un desarrollismo industrial estratégico integral del mundo multipolar emergente.
56 Wim Dierckxsens | Walter Formento
el tiempo, afirma Thierry Meyssan. Se necesitarán años para abrir las «rutas de
la seda», aunque su construcción ya está ampliamente iniciada. Por consiguiente,
Estados Unidos no tiene tiempo para ponerse a renegociar los grandes tratados
comerciales multilaterales ya existentes. Tiene que lograr sin demora acuerdos
bilaterales para que los megacontratos se apliquen de inmediato. Hay señales de
que Trump pretende integrarse al Banco de Inversiones en Infraestructura para
participar en el proyecto de la Ruta de la Seda.
La tesis de Trump de invertir un billón de dólares en infraestructura parece
cuadrar con el desarrollismo/keynesianismo productivo a escala mundial de
la Ruta de Seda en Eurasia. Con la participación de la administración Trump
dicho proyecto alcanzaría escala global. Esta salida probable significaría un
golpe mortal para el capital financiero globalizado. No se intenta afirmar que
es una salida segura, pero las oportunidades del proyecto universal multipolar
van en aumento. El peso de la geopolítica traspasaría de Occidente a Oriente,
pero así se garantizaría la sobrevivencia de Estados Unidos como gran nación.
En tanto que esas megainversiones en infraestructura se desarrollen habrá
creación de capital real por unos cuantos años hasta que terminen dichos
proyectos financiados. La gran pregunta, sin embargo, es si las mismas obras
luego encadenarán con el proceso de reproducción ampliada de la economía
real. De no ser así, dichas inversiones se transformarían en capital ficticio. La
productividad general del trabajo a escala global tendería a la baja a partir de
entonces. No habría retorno posible a un alza en la tasa de ganancia ni a partir
del multipolarismo productivo a escala global.
En tal caso estamos frente a una crisis sistémica y la transición hacia una
sociedad postcapitalista será inevitable. Surge de inmediato la pregunta sobre
las alternativas. En términos de trabajo productivo e improductivo se cree que
con el descenso de la productividad general por la forma, nos encontramos en
un periodo de transición de una sociedad donde el trabajo productivo regula-
do por la forma, estará en un proceso de subordinación al trabajo productivo
visto por el contenido. Estamos ante la transición hacia una racionalidad eco-
nómica donde el contenido se sobrepondrá a la forma, es decir, donde el valor
de uso se sobrepondrá al valor de cambio.
60 Wim Dierckxsens | Walter Formento
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rates-put-world-on-course-for-biggest-mass-default-in-history.html
63
Introdução
1
Artigo elaborado para o Congresso «50 años de Estudios Latinoamericanos en la unam. Teoría del
valor y crisis», México, Universidad Nacional Autónoma de México, 14, 15 y 16 de marzo de 2017.
2
Estas indicações sugerem que a maior parte do conteúdo deste artigo é fruto de um trabalho co-
letivo, de anos de discussões e ref lexões, e não somente do autor deste trabalho. Por isso, em mui-
tos momentos usamos na redação a primeira pessoa do plural. Os dois últimos itens deste trabalho
é que foram escritos sem ainda terem sido discutidos no interior do grupo de pesquisa, até porque
as ideias ali presentes apareceram para mim somente no final de 2016. Neste sentido, seu conteúdo
é introdutório e fortemente passível de correções e melhorias. Evidentemente, a responsabilidade
pelos possíveis erros e omissões neste artigo é somente do autor do mesmo.
64 Mauricio de Souza Sabadini
3
Alguns destes foram compilados em um livro. Ver Gomes (2015).
A teoria do valor–trabalho em Marx 65
4
Sobre este último tópico, destaca o autor: «A manifestação fenomênica desta configuração se ex-
pressa pela evolução do valor dos ativos financeiros mundiais (considerados aí ações e debêntures,
títulos de dívida públicos e privados e aplicações bancárias) comparativamente ao desempenho do
Produto Interno Bruto (pib) mundial. Entre 1980 e 2012, o pib mundial (em dólares correntes) cresceu
cerca de sete vezes, enquanto o valor dos ativos financeiros mundiais aumentou aproximada-
mente 19 vezes» (2015:13). Continua o autor afirmando que estas indicações devem ser vistas com
cuidado, pois há uma enorme massa de derivativos que não estão computadas nestes números,
bem como a comparação entre dados de f luxo (pib) e estoque (ativos financeiros) limita a análise,
porém não a invalida.
66 Mauricio de Souza Sabadini
5
Parte dos itens 2 e 3 deste artigo foram extraídos e traduzidos de Carcanholo e Sabadini (2008 e
2010) e Sabadini (2015a).
A teoria do valor–trabalho em Marx 67
6
Estas teses, extremamente atraentes do ponto de vista aparencial, principalmente para aqueles
que pouco conhecem a teoria marxista, estão cheias de inconsistências teóricas. Não temos a
possibilidade de aqui discuti-las, apenas citaremos algumas delas: confundem valor e valor de
troca; não identificam trabalho abstrato e concreto; não compreendem a natureza da mercadoria,
analisando-a apenas como um objeto material; não diferenciam conteúdo com forma social e
histórica, dentre inúmeras outras.
70 Mauricio de Souza Sabadini
7
Desenvolvemos em outro momento a ideia de que o capital a juros, da forma como aqui o expo-
mos, está diretamente relacionado ao conceito tradicional de capital financeiro de Hilferding (1985)
e adotado por inúmeros autores que trataram das questões envolvendo o imperialismo, como
Lênin, Rosa Luxemburgo, dentre outros. A nosso ver, o termo capital financeiro não pertence
a Marx, questão esta relacionada a problemas de tradução, sobretudo na edição francesa. Para
maiores detalhes, consultar Sabadini (2015a; 2015b).
A teoria do valor–trabalho em Marx 71
enquanto capital, quer dizer, como capital dinheiro implicado em uma ati-
vidade produtiva, real, ele será capital a juros e não capital fictício. Este mal
entendido vem do fato de que o capital a juros, que financia a produção e
circulação, e o capital fictício, são categorias diferentes, apesar da segunda
aparecer como consequência da existência generalizada da primeira. O ca-
pital fictício não possui nenhuma substância real e não contribui em nada à
produção ou a circulação de riqueza, no sentido de que ele não financia nem
o capital produtivo, nem o capital comercial.
O capital fictício é uma forma de capital cujo valor deriva de um f luxo de
renda correspondente a um capital já realizado, na qual se aplica uma taxa
de juros, de forma que o proprietário do capital começa a receber uma remu-
neração sem contrapartida em capital produtivo. Por isso, ele dissimula ainda
mais as conexões com o processo real de valorização do capital, consolidando
a imagem que se valoriza por si mesmo, nas transações de compras e vendas
especulativas. Desta maneira, o capital fictício é ainda mais mistificado que
o capital a juros, assumindo um caráter mais complexo e desmaterializado,
«aparecendo como um ref lexo no espelho do capital a juros». Então, são duas
categorias diferentes. O capital a juros é real e o capital fictício está submetido à
dialética real-fictícia, sendo, aparentemente, uma contradição em termos, mas é
nesta dialética real-imaginária que ele ganha sentido (Carcanholo e Sabadini,
2008).
É verdade que estas categorias estão cada vez mais entrecruzadas, tornando
difícil sua separação, sobretudo com o desenvolvimento do sistema de crédito
no capitalismo contemporâneo. Ao longo dos anos também percebíamos a ne-
cessidade de melhor identificar estes entrelaçamentos no próprio capital fictício.
Foi aí que chegamos a uma proposta de entendimento desta complexidade,
o capital fictício de tipo 1 e do tipo 2. O capital fictício de tipo 1 é resultado mais
direto do capital a juros, quando a riqueza real aparece duplicada, como no
caso das ações de uma sociedade anônima que possuem um valor real igual
ao patrimônio da própria empresa. Por mais que tenha relacionamento com a
base real, produtiva, existem razões pelas quais elas devem ser consideradas
como capital fictício: seu valor evolui de maneira independente do valor real do
patrimônio das empresas. Uma valorização especulativa das ações representa,
72 Mauricio de Souza Sabadini
Os lucros fictícios
Sempre afirmamos que definir e até mesmo provar a existência dos lucros
fictícios não é tarefa fácil. De certa maneira, demonstrar sua existência é im-
possível, sendo sua aceitação difícil. Primeiramente, compreender sua existên-
cia supõe, a nosso ver, para além da perspectiva dialética, uma interpretação
correta da teoria do valor-trabalho de Marx. Em segundo lugar, pensar uma
demonstração empírica não é totalmente lógico, apesar de que sabemos que
tudo é possível a partir de um bom «trabalho» com os dados.
8
Sobre a desmaterialização do dinheiro, ver Carcanholo (2015).
74 Mauricio de Souza Sabadini
9
Em certo sentido, eles são reais mesmo na essência, já que têm o poder de exigir remuneração.
A teoria do valor–trabalho em Marx 75
10
O resultado de investimentos para aumentar a velocidade nas transações de compra e venda de
ativos entre os mercados financeiros atinge na atualidade patamares diferenciados. As inovações
permitem «diminuir o tempo de comunicação do trajeto de ida e volta entre Nova Iorque e Chicago
de 16 para 13 milissegundos, diferença considerada enorme para grandes investidores e empresas de
hft [High Frequency Trading], para quem chegar 3 milissegundos depois de seus concorrentes poderia
ser simplesmente fatal para os negócios. Para se ter dimensão do que isso significa, o piscar de olhos
de um ser humano costuma durar cerca de 400 milissegundos» (Paraná, 2016:129).
76 Mauricio de Souza Sabadini
11
Uma ótima leitura desta interpretação é a de Antunes e Benoit (2009).
12
Este processo foi descrito em Sabadini (2013).
78 Mauricio de Souza Sabadini
fictícios do capital ao longo das últimas décadas.13 Este processo, que não tem na
essência de sua origem o desenvolvimento das novas tecnologias de transmis-
são de dados, como querem crer alguns, mas sim na autonomização necessária
do capital a um estágio altamente reificado de suas relações, nos parece sugerir
que os lucros fictícios ganham novos «aliados», incorporando-se às crises capi-
talistas recentes.
A existência de lucros fictícios que ultrapassem a massa de mais-valia gerada
no sistema, por mais que possam servir no curto-prazo como contratendência
à queda na taxa de lucro, potencializa os limites de novas crises devido ao fato,
central em nossa análise, de que somente a força de trabalho é capaz de criar
valor e mais-valia, alimentando o sistema. Neste sentido, a teoria do valor-tra-
balho é radicalizada em nossa leitura, já que os lucros fictícios não são capazes
de sustentar a dinâmica de reprodução ampliada do capital, daí as crises. Como
já afirmamos, sua existência é ilusória, fictícia, ao menos na totalidade. A multi-
plicação de riqueza fictícia nos mercados secundários de títulos, representativa
do capital fictício de tipo 2, funciona como um estopim, as chamadas «bolhas
especulativas», e intensificam a tentativa do capital de se valorizar de maneira
autônoma, sem mediação no ciclo global. É no interior deste processo, que
se relaciona à inversão e negação, que inserimos os lucros fictícios nas crises
recentes.
De fato, como aqui já indicamos, aceitar a existência dos lucros fictícios não é
algo tão simples, sobretudo quando se acredita que possíveis proposições não
explicitadas diretamente na obra de Marx não possam ser feitas, mesmo em
uma tentativa de desvendar as novas faces do capitalismo contemporâneo. Ao
propormos os lucros fictícios, acredito que nos posicionamos também entre
os extremos das leituras correntes: por um lado, sugerimos novos elementos
na leitura de Marx, mantendo o teor do que acreditamos ser o pilar central
13
Sobre a crise de 1929 e 2008, ver Mazzucchelli (2008).
A teoria do valor–trabalho em Marx 79
O negativo e a inversão
Continua o autor: «em sua configuração racional, (...) ela inclui ao mesmo
tempo o entendimento da sua negação [grifo nosso], da sua desaparição inevi-
tável; porque apreende cada forma existente no f luxo do movimento, portanto
também com seu lado transitório» (Marx, 1983:21).
Desta forma, corrigir o viés idealista de Hegel passava pela inversão ao colo-
car o materialismo, a crítica e o caráter revolucionário no centro de suas aná-
lises. O cerne racional no lugar do invólucro místico, assumindo a verdadeira
«posição» para Marx, invertendo-a de cabeça para cima. Grespan nos chama
atenção de que «pôr a dialética de cabeça para cima implica corrigir o viés idea-
lista e apresentar corretamente a vida material como produtora das represen-
tações mentais. Certamente, este significado da ‹inversão› da dialética aponta
para uma interpretação possível e fértil em consequências» (2002:30). Mas, o
autor sugere também que não é só inversão de ordem entre real e imaginário,
A teoria do valor–trabalho em Marx 81
Segundo Marx, estes fatores deixam claros os limites das políticas e refor-
mas monetárias burguesas. Nesse ínterim,
14
Benoit (1996) faz esta análise tendo como referência alguns capítulos do Livro i de O Capital.
82 Mauricio de Souza Sabadini
Tão logo parte do lucro assume em geral a forma de juro, a diferença entre o
lucro médio e o juro, ou a parte excedente do lucro sobre o juro, transforma-se
numa forma antitética ao juro, na do ganho empresarial. Essas duas formas, juros
e ganho empresarial, somente existem em sua antítese. Ambas não estão, pois, re-
lacionadas à mais-valia, da qual são apenas partes fixadas em categorias, rubricas
ou nomes diversos, mas estão relacionadas uma à outra. Porque parte do lucro se
transforma em juro, parte aparece como ganho empresarial (1984:283).
15
Para maiores detalhes, consultar Sabadini e Nakatani (2015).
A teoria do valor–trabalho em Marx 85
remuneração dos dividendos via ações (capital acionário), como por outros
instrumentos financeiros mais sofisticados, como os derivativos. Adicional-
mente, incluímos neste processo os lucros fictícios.
De fato, do ponto de vista da totalidade, os lucros fictícios não invalidam
ou anulam os lucros que se manifestam via dissimulação da mais-valia, o
que denominaremos aqui de lucros «reais» numa contraposição ao «fictí-
cio»; porém, expressam a dialética da negação, sendo lucros efetivos apenas
na aparência. A sua realidade ilusória acentua as contradições e crises. Se
as novas antíteses vão aparecendo e o negativo se aprofunda, negando as
categorias iniciais e fundantes da lógica de produção e reprodução, é per-
feitamente aceitável que o capitalismo busque, ou tente pelo menos, novas
formas de valorização, como via lucros fictícios, mesmo que estes não te-
nham substância e não permitam consequentemente sua sustentabilidade
no longo-prazo.
Os lucros fictícios aparecem, na tentativa do capital de negar a teoria do
valor-trabalho, como contraditório e insustentável, reafirmando a dinâmica
da acumulação em momento posterior. A negação, ou tentativa pelo menos, da
identidade capitalista entre a massa de valor e o lucro global pela via dos lucros
fictícios caracteriza assim a sua antítese máxima com os lucros «reais», sendo
mais uma forma nas já anteriormente citadas.
Como fruto do crescimento do capital fictício de tipo 2, os lucros fictícios
surgem como uma «necessidade» de representar este tipo de capital fictício,
sendo necessário até mesmo para sua existência. É verdade que as antíteses,
inversões e negações entre as categorias citadas anteriormente —como juros,
lucro do empresário, lucro, etcétera—, sugerem que as mesmas apareçam de
forma «independente» do trabalho, e que de fato sabemos que não são. Neste
sentido, não é possível associarmos linearmente esta mesma investigação, sem
as devidas mediações, ao caso dos lucros fictícios, já que eles são realmente
independentes do trabalho, advém dos ganhos especulativos em algo grau
de mistificação. Desta forma, seu fetiche é ainda mais extremo e seu caráter
ainda mais enigmático, ocorrendo pela tentativa de negação total do capital
em relação à sua fonte de sobrevivência. Por isso, estes lucros são transitórios,
surgem e desaparecem nos movimentos especulativos.
A teoria do valor–trabalho em Marx 87
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88 Mauricio de Souza Sabadini
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89
1
Cito la clásica formulación paradójica de Marx acerca del surgimiento del plusvalor: «La trans-
formación del dinero en capital ha de desarrollarse sobre la base de las leyes inmanentes al inter-
cambio de mercancías, de tal modo que el intercambio de equivalentes sirva como punto de partida.
Nuestro poseedor de dinero, que existe tan sólo como oruga capitalista, tiene que comprar las
90 Jorge Veraza Urtuzuástegui
mercancías a su valor, venderlas a su valor y, sin embargo, obtener al término del proceso más
valor que el que arrojó en el mismo. Su metamorfosis en mariposa debe efectuarse en la esfera de
la circulación y no debe efectuarse en ella. Tales son las condiciones del problema. Hic Rhodus, hic
salta! [¡Ésta es Rodas, salta aquí!]» (Marx, 1975a).
Especificación histórica de la superexplotación 91
más cierta cuantía del capital variable que el capital le superexplota a los obre-
ros en lugar de pagárselos como salario; la acumulación originaria (cfr. Marx,
1972) entraña despojo de capital constante, por ejemplo, los aperos de labranza,
la semilla o la tierra del campesino. Así que la aort nos muestra un despojo
peculiar de esta naturaleza, desconocido en los orígenes del capitalismo y que
sólo el neoliberalismo generaliza, pues se caracteriza por este tipo de acumu-
lación originaria.
La aort puede involucrar el despojo de tierras, tal y como la acumulación
originaria clásica lo hiciera en vista de separar al productor directo campesino
respecto de su medio de producción fundamental; pero esto no es lo central y
característico. Se trata, en primer lugar, de despojar al productor directo —que
ahora puede ser campesino o proletario, artesano o cualquier ciudadano— de
los residuos que todavía poseía después de que le fuera arrebatado lo más
importante: la tierra y los aperos de labranza, las semillas, etcétera. De ahí la r
en la abreviatura aort: representa el despojo de los residuos.
Por ejemplo, el capital no sólo despoja a una comunidad indígena de sus
tierras, también se adueña de sus conocimientos de herbolaria y recoge ciertas
plantas en la región para determinar su código genético. Es decir, hace un traba-
jo de bioprospección, mejor conocido como biopiratería. Despoja a la comuni-
dad indígena de un residuo de sus medios de producción que aún no le había
sido expropiado y que anteriormente se articulaba con medios de producción
principales (como son los territoriales), pero que ya hace siglos o décadas le
fueron arrebatados. Con la biopiratería el proceso de aort se vuelve terminal
porque la comunidad expropiada de este residuo tiene los días contados. No
obstante, para que el aspecto terminal del concepto resalte, se examinará otro
ejemplo, ahora de privatización de agua encubierta.
Una gasolinera se pone en funcionamiento 300 metros aguas arriba de un
manto acuífero del que depende el suministro de agua de 150 mil habitantes
de una población de 350 mil; entonces, el manto acuífero está en peligro de
contaminación por combustible derramado de los tanques de la gasolinera al
subsuelo. Pese a ello, el municipio permite el funcionamiento de la empresa
pasando por sobre toda precaución, con el fin de que la inversión privada
salga adelante, aunque esté de por medio el agua, la salud y las vidas de la
Especificación histórica de la superexplotación 99
cierra el círculo vicioso metabólico (Veraza, 2008), que generan en él los valo-
res de uso nocivos producidos por la tecnología capitalista nociva; que dista
mucho del sentido de fuerza productiva de la humanidad. Las tkn se van
sedimentando y acumulando de ciclo en ciclo.
También aumenta la composición de capital de ciclo en ciclo y en cada nue-
va etapa la sociedad burguesa cuenta con una medida de capital acrecentada.
De modo progresivo es más difícil conformar una tasa de beneficio suficiente
con simple plusvalor para hacer rentable las inversiones de capital. La ley de
la tendencia de la tasa de ganancia a caer ejerce una presión mayor, correlato
de la medida de capital acrecentada. Y debe contrarrestársela a como dé lugar.
Es así que se tiene la conf luencia de la generación sistemática de tkn para
incrementar tanto el plusvalor relativo como el absoluto, ya sea a costa de la
salud de los consumidores y del medio ambiente —lo que también redunda en
deteriorar la salud de los consumidores. Otra conf luencia: una creciente supe-
rexplotación de la fuerza de trabajo con el acrecentamiento de la explotación de
plusvalor absoluto y, sobre todo, relativo mediante tecnología en general, pero
cada vez más preferencial y sistemáticamente por medio de tecnología capitalis-
ta nociva. De ahí que el capitalismo actual, dominado por el capital industrial,
sea el de la src/k; y que, a la vez, aparezca como un capitalismo financierista.
9. Conforme el capitalismo se mundializa y crece su medida de capital en
funciones directamente productivas, aumenta también su medida geopolítica
de capital (mgk), hasta ser efectivamente mundial. Las funciones crediticias
para mantener la continuidad de la rotación de capital se intensifican cuando
la plétora de capital en funciones no productivas se incrementa en proporción
a la acrecida medida del capital mundial, así que busca obtener ganancias a
cualquier costo bajo la forma de intereses y dividendos, juegos de bolsa y logro
de privilegios absolutistas del Estado para desregular las actividades finan-
cieras hasta que funcionen como un juego de casino de despojos de miles de
millones de dólares. Tales acciones desfalcan a la gente: si su salario les había
alcanzado para comprar una casa, ahora la burbuja hipotecaria se las arrebata;
en apariencia su fuerza de trabajo fue pagada a su valor. Sucedía en tanto un
fenómeno según el cual su salario, en realidad, no alcanzaba para reproducir
su fuerza de trabajo, por ejemplo, con un techo propio. La superexplotación
Especificación histórica de la superexplotación 105
2
Alusión al libro de mi autoría: Veraza (2011).
108 Jorge Veraza Urtuzuástegui
fuerza de trabajo, el hombre, no puede renovar su proceso vital; esto es, el valor de
los medios de vida físicamente indispensables. Si el precio de la fuerza de trabajo se
hunde hacia ese mínimo [o se reduce a este mínimo], se hunde por debajo de su valor, pues
en tal caso sólo puede mantenerse y desarrollarse bajo una forma atrofiada. Pero el
valor de toda mercancía está determinado por el tiempo de trabajo necesario para
suministrarla en su estado normal de calidad.3
3
«Die letzte Grenze oder Minimalgrenze des Werts der Arbeitskraft wird gebildet durch den Wert
einer Warenmasse, ohne deren tägliche Zufuhr der Träger der Arbeitskraft, der Mensch, seinen
Lebenprozess nicht ernueren kann, also durch den Wert der physisch unentbehrlichen Lebens-
mittel. Sinkt der Preis der Arbeitskraft auf dieses Minimun, so sinkt er unter ihren Wert, denn sie
kann sich so nur in verkümmerter Form erhalten und entwickeln. Der Wert jeder Ware ist aber
bestimmt durch die Arbeitzeit, erfordert, um sie in normaler Güte zu liefern» (cursivas de Karl
Marx) (Marx, 1973:187).
4
«El límite último o límite mínimo del valor de la fuerza laboral lo constituye el valor de la masa de mercancías
sin cuyo aprovisionamiento diario el portador de la fuerza de trabajo, el hombre, no puede renovar su proceso vital;
esto es, el valor de los medios de subsistencia físicamente indispensables. Si el precio de la fuerza de trabajo cae con
respecto a ese mínimo, cae por debajo de su valor, (...) en tal caso sólo puede mantenerse y desarrollarse bajo una for-
ma atrofiada. Pero el valor de toda mercancía está determinado por el tiempo de trabajo necesario para suministrarla
en su estado normal de calidad» (Marx, 1975a:210). Mi traducción es similar en algunos puntos a la de
Pedro Scaron; aunque no en la cuestión decisiva que he resaltado en cursivas en el texto principal.
La traducción de Wenceslao Roces, con mejor estilo castellano pero más imprecisa, también falla
en el aspecto clave: «El límite último o mínimo del valor de la fuerza de trabajo lo señala el valor de
aquella masa de mercancías cuyo diario aprovisionamiento es indispensable para el poseedor de la
fuerza de trabajo, para el hombre, ya que sin ella no podría renovar su proceso de vida; el valor de
los medios de vida físicamente indispensables. Si el precio de la fuerza de trabajo es inferior a este mínimo,
descenderá por debajo de su valor, ya que en estas condiciones, sólo podrá mantenerse y desarro-
llarse de un modo raquítico. Y el valor de toda mercancía depende del tiempo de trabajo necesario
para suministrarla en condiciones normales de bondad» (Marx, 1971a:126). Entre corchetes, en el
texto principal, he escrito una traducción alternativa que no es infiel al pensamiento de Marx, si
bien no es literal como la que he resaltado en cursivas, y la prefiero.
112 Jorge Veraza Urtuzuástegui
5
«Por oposición a las demás mercancías, pues, la determinación del valor de la fuerza laboral
encierra un elemento histórico y moral» (Marx, 1975a:208). Después de esta advertencia cualitativa
Marx trata el asunto cuantitativo que nos ocupa: en qué punto comienza la superexplotación de
la fuerza de trabajo, precisamente porque se la paga por debajo de su valor.
Especificación histórica de la superexplotación 113
6
Superposiciones de superexplotación de plusvalor determinadas por la src/k, a las que Marx
alude en las notas al capítulo 4 del tomo i de El capital, y que pasan desapercibidas comúnmente por
sus lectores. Realizar esta fascinante demostración no puede ser el objeto de la presente disertación,
por lo que apenas menciono el asunto en tanto referente histórico y teórico, y premisa de todo lo
planteado en las páginas que anteceden.
Especificación histórica de la superexplotación 115
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121
Más allá de la forma particular que toma en cada país, la destrucción econó-
mica, la regresión social y el cuestionamiento de la democracia son los tres
principales rasgos que caracterizan la situación actual mundial. La destrucción
económica no contempla sólo el generalizado desmantelamiento de activida-
des productivas junto con la liquidación masiva de puestos de trabajo, que
materializan la crisis crónica; ni las guerras, a las que inevitablemente con-
duce la competencia propia del capitalismo, cada vez más exacerbada en su
estadio imperialista; aquella se verifica en particular en la sistematización de
la desvalorización de la fuerza de trabajo, directa e indirectamente. Es decir,
se comprueba en el aumento de la explotación que exige la rentabilidad que
mueve la acumulación en el capitalismo. Y esa explotación es la explicación
de fondo de la regresión social que se observa no ya en la impugnación
durante los últimos lustros de toda una serie de conquistas, sino también y
sobre todo en la amenaza cierta de nuevos retrocesos. La regresión social se
plasma asimismo en la extensión de fenómenos como los refugiados de la
crisis y las guerras, a los que se niega de manera oficial la protección bajo la
garantía democrática elemental que es el derecho de asilo. Junto a tal negación
irrumpen los ataques a las bases mismas de las democracias, por limitadas que
inevitablemente puedan llegar a ser en sociedades capitalistas, con formas dis-
tintas en cada caso, que van desde el golpe de Estado en Brasil (en la estela de
1
El presente documento se basa en gran medida en dos apartados del libro Arrizabalo (2014a).
Toda su fundamentación empírica se encuentra en dicho texto, en particular en su apéndice es-
tadístico (pp. 675-708).
2
Universidad Complutense de Madrid e Instituto Marxista de Economía (www.institutomarxista
deeconomia.com).
122 Xabier Arrizabalo Montoro
3
Formulaciones como «desarrollo humano» o «desarrollo sostenible» sólo alcanzan, a lo sumo, a
paliar algún aspecto de otras formulaciones aún más simplistas, como la que asocia el desarrollo
al crecimiento de la producción. Pero carecen de rigor teórico al no sustanciar la base de dicha
noción de desarrollo como, por el contrario, sí se obtiene asociándola a las fuerzas productivas.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 125
No todo trabajo humano equivale a poner en acción las fuerzas productivas. Así,
un trabajo que no responda a la finalidad de satisfacer las necesidades humanas
y que, lejos de favorecer el desarrollo de las fuerzas productivas, desencadene las
fuerzas destructivas, puede ser considerado como inútil, o incluso como un des-
perdicio de tiempo y fuerzas (Gluckstein, 1999:88).4
4
Véase Boisgontier (1971b), Gluckstein (1999:83- 96) y Gill (1979:384 -391).
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 127
Por una parte, porque la naturaleza de las guerras ha cambiado por completo: las
guerras del siglo xx han sido guerras de destrucción con las que los diferentes
imperialismos decidían sus relaciones mediante la destrucción de poblaciones en-
teras y de las bases económicas de continentes enteros; destructivas son también
las «guerras humanitarias», que sirven de cobertura a las operaciones de despe-
dazamiento y saqueo de países enteros a cargo de las tropas «civilizadoras» de las
grandes potencias imperialistas. Por otra parte, porque la industria de armamento
misma, utilizada como volante de arrastre de la economía, desvía en beneficio
propio gran parte de los presupuestos de las naciones, alimentando el endeuda-
miento, que a su vez desemboca en la destrucción masiva de los servicios públicos
y de las economías nacionales (Gluckstein, 1999:89).
5
Como la de aquellos que defienden que las instituciones del capital son reformables, para conci-
liar la rentabilidad con el bienestar social (por ejemplo, una supuesta Unión Europea democrática,
equivalente a sostener un Fondo Monetario Internacional democrático, etcétera). Un resumen de
los fundamentos y las contradicciones crecientes de la acumulación capitalista con enfoque en el
análisis marxista se encuentra en Arrizabalo (2014a:95-146).
6
Otro ejemplo es el que constituye el objeto de este texto: el obstáculo que suponen las relaciones
capitalistas de producción para la materialización del hipotético avance de las fuerzas productivas,
el cual podría permitir los desarrollos científicos y técnicos que, en cambio, provoca su frustración
o destrucción.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 131
Así se muestra con las fuertes tensiones a las que están sometidas las fuer-
zas productivas en los últimos cien años, hasta el punto de que la destrucción
de valores propia de las crisis resulte ya insuficiente para, de una forma rela-
tivamente cíclica, acabar restaurando las condiciones para que se reanude la
acumulación (lo que provoca la necesidad de su destrucción a una escala cada
vez mayor).
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 133
En el plano del debate tanto económico como político, ciertos teóricos así
como organizaciones y dirigentes de ellas responden de manera afirmativa
a la pregunta de si la trayectoria del capitalismo en el largo plazo obedece a
un patrón de comportamiento cíclico, es decir, conforme a ondas ascendentes
y descendentes. Son las teorías de los «ciclos largos», también denominados
«ondas largas». Este planteamiento ha alcanzado cierto eco, sin duda inf lui-
do por la visión «optimista» que aporta la noción de «ciclo de largo plazo»,
para defender que la acumulación capitalista tiene posibilidad de redesplegarse
nuevamente de forma expansiva.
Sin embargo, ante los acontecimientos de los últimos ya más de cuarenta
años, toda pretensión de seguir defendiendo esa supuesta trayectoria cíclica
queda zanjada por la vía empírica, dada su incompatibilidad con la evolución
efectiva en el periodo reciente. En efecto, el periodo que comienza en torno a
1970, y que por lo tanto se encamina ya al medio siglo, no ha contenido fase
alguna merecedora de ser calificada de expansión, incluso si simplemente se
exige el requisito de que haya un crecimiento considerable y generalizado de
la producción, al menos en las economías más avanzadas, y sostenido en el
tiempo más allá del corto plazo. La formulación de estas teorías de los «ciclos
largos» se produce con Nikolái Kondrátiev, que en 1926 publica en alemán su
obra «Die langen Wellen der Konjunktur» («Las ondas largas de la coyuntura»): 7
7
Posteriormente fue publicada en inglés, en noviembre de 1935, con el título «The Long Waves in
Economic Life» en The Review of Economic Statistics, xvii(6). Y nueve años después en castellano como
«Los grandes ciclos de la vida económica», en Víctor L. Urquidi (dir.) (1944), Ensayos sobre el ciclo eco-
nómico, México, Fondo de Cultura Económica. En 1979 se publica con el título Los ciclos económicos
largos en una obra muy clarificadora del debate porque recopila asimismo otros textos que nutren
la controversia al respecto: «La curva del desarrollo capitalista» de León Trotsky (1923); «La teoría de
los ciclos largos de Kondrátiev» de George Garvy (1943); «Las ‹ondas largas› en la historia del capi-
talismo» de Ernest Mandel (1979, en El capitalismo tardío, que en 1964 el mismo autor había llamado
«Neocapitalismo»); y «La teoría de los grandes ciclos: Kondrátiev, Trotsky y Mandel» de Richard
B. Day (1977). Day explica que Kondrátiev ya había mencionado el tema cuatro años antes (1922)
en «Mirovoe khozyaistvo i evo konyunktury vo vremya i posle voyni, Vologda» («La economía
mundial y sus coyunturas durante y después de la guerra»). Una obra relevante en esta materia es
134 Xabier Arrizabalo Montoro
la de Joseph Alois Schumpeter (1939). Kondrátiev, en su texto de 1926, señala la existencia de ciclos
largos en 1919 -1921; conclusión que formuló en algunos textos previos (1922 y 1925), publicados por el
Instituto Moscovita para la Investigación de la Coyuntura, fundado por él mismo en 1920. Este autor
había sido eserista (del Partido Campesino Socialista Revolucionario) y como tal había participado
como ministro en el gobierno provisional de Kerenski. Durante la década de 1920 y bajo el gobierno
bolchevique, responsables políticos y teóricos opositores como Kondrátiev siguieron trabajando
en organismos estatales en lugares muy relevantes, hasta que José Stalin y su camarilla tomaron el
control omnímodo del partido y del Estado. En el marco de las detenciones y purgas de los sectores
partidarios de las tesis de Nikolái Bujarin, Kondrátiev fue detenido en 1930 y posteriormente ejecu-
tado en 1938, en la gran ola de represión que sucedió al asesinato de Serguéi Kírov.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 135
Esto no significa en absoluto que el análisis del capitalismo desde una pers-
pectiva de largo plazo carezca de interés, todo lo contrario:
136 Xabier Arrizabalo Montoro
Aunque la hipótesis de las oscilaciones cíclicas de larga duración, sobre las que se
superponen movimientos cíclicos más cortos, debe ser descartada, la idea de que la
economía capitalista ha pasado por varias etapas sucesivas de desenvolvimiento,
caracterizadas por diferentes ritmos de crecimiento y expansión geográfica, me-
rece atención. El análisis actual ganaría, probablemente, en precisión y significado
si se basara sobre una distinción mejor articulada entre las diferentes fases de la
economía capitalista. La «curva de la evolución capitalista» sería un cuadro más
complicado que una simple curva y, ciertamente, más irregular que los ciclos lar-
gos de Kondrátiev. Sustituiríamos la hipótesis de las oscilaciones periódicas largas
por el estudio de las sucesivas etapas de nuestro actual sistema económico, de su
creciente alcance geográfico y de sus cambiantes relaciones con las esferas no ca-
pitalistas. Esto nos alejaría de la construcción de modelos abstractos de secuencias
temporales, llevándonos al estudio de la dinámica efectiva de nuestro sistema eco-
nómico (Garvy, 1943; vvaa, 1979:140 -141).
La historia internacional del capitalismo aparece así no sólo como una sucesión
de ciclos industriales distribuidos cada siete o diez años, sino también como una
sucesión de periodos más largos, de alrededor de cincuenta años. Hemos conocido
cuatro, hasta el presente (...) Es evidente que estas «ondas largas» no se producen
de forma mecánica, sino que funcionan a través de la articulación del ciclo indus-
trial «clásico» (...) Una sucesión tal, de al menos cinco «ondas largas», no puede ser
atribuida ni al azar ni al solo juego de los factores exógenos (Mandel, 1979; vvaa,
1979:158, 161 y 183).
Mandel adopta una perspectiva «ecléctica», como la define Louis Gill res-
pecto a su explicación de las crisis, pero que se extiende a otros planos
como el desarrollo de las fuerzas productivas, el declive estadounidense o
el conf licto de bloques. Con tal planteamiento ecléctico y «con el pretexto
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 137
Las tesis de Kondrátiev plantean dos tipos de problemas diferentes. Por un lado
se trata de saber si el movimiento histórico de la acumulación capitalista conoce
periodos de tiempo más o menos largos que se puedan diferenciar entre sí por el
aumento o disminución del ritmo de ese movimiento. Por otro lado, se trata de
saber si ese movimiento es cíclico o no. Mientras Kondrátiev responde afirmati-
vamente a ambas cuestiones, Trotsky contesta sí a la primera y no a la segunda.
Mandel pretende estar de acuerdo con ambos, y Day subraya la imposibilidad de
la posición de Mandel (Izquierdo en vvaa, 1979:28-29).
Así, en el análisis final, Mandel se enfrenta con la cuestión del equilibrio del capi-
talismo, sin darse cuenta de que lo ha hecho (...) En resumen, está de acuerdo con
138 Xabier Arrizabalo Montoro
En resumen:
El esquema de las crisis, en o para Marx, no era una imagen del futuro, sino un
cuadro del presente, del cual se esperaba únicamente que en el futuro se presentara
bajo formas siempre más agudas y macroscópicas (...) Excepto que se produzcan
sucesos externos e imprevistos que provoquen una crisis general —y, como vimos,
esto es siempre posible, no hay razón suficiente para deducir, en base a motivos
puramente económicos, que tal crisis sea inminente. Los fenómenos de depresión
de carácter local y parcial, son inevitables; en cambio, no lo es una paralización
general, dada la organización y extensión actual del mercado internacional y dada
especialmente la expansión de la producción de medios de subsistencia. Este último
fenómeno tiene importancia particular para nuestro problema. Quizá nada haya
contribuido tanto a atenuar las crisis económicas o a impedir su agravamiento
como el derrumbe de los réditos y de los precios de los medios de subsistencia
(Bernstein, 1899:176 y 182).
Una formación social jamás perece hasta tanto no se hayan desarrollado todas
las fuerzas productivas para las cuales resulta ampliamente suficiente, y jamás
ocupan su lugar relaciones de producción nuevas y superiores antes de que las
condiciones de existencia de las mismas no hayan sido incubadas en el seno de la
propia antigua sociedad (Marx, 1859:5).
clase ascendente, la clase de los verdaderos productores, debe, de acuerdo con las
leyes del desarrollo económico, tomar en sus manos el aparato de producción y
crear las nuevas formas económicas. Solamente así se podrá dar su desarrollo
máximo a las fuerzas productivas a las que la anarquía de la producción capi-
talista impide dar todo el rendimiento del que son capaces (Internacional Comu-
nista, 1921:143).
8
Por ello no es correcto afirmar que las políticas de ajuste del fmi tienen consecuencias negativas
para los trabajadores, sino que su contenido mismo es el ataque directo e indirecto al valor de la
fuerza de trabajo, medio de vida de la clase trabajadora. Formularlo en términos de consecuencias
puede abrir el resquicio para hablar, también, de «ajuste con rostro humano».
144 Xabier Arrizabalo Montoro
[En Grecia], los salarios en el sector empresarial se han reducido en los últimos
trimestres recientes, pero a un ritmo insuficiente para ayudar a recuperar competi-
tividad, también debido a la continuación de la moderación salarial en los principa-
les socios comerciales de Grecia (...) Sin embargo, se espera que las recientes medidas
en el mercado de trabajo contribuyan a mayores reducciones en los costes laborales
durante los dos próximos años (...) [En España], la reciente reforma del mercado de
trabajo permite a las empresas mayor f lexibilidad para ajustar salario y empleo a su
situación económica específica (...) Se espera que el aumento salarial sea moderado
y que, en combinación con la continuidad del fuerte crecimiento de la producti-
vidad del trabajo previsto, reduzca aún más los clu [costes laborales unitarios]. Se
espera que el diferencial de inf lación con la zona euro sea negativo, dando lugar a
una cierta mejora en la competitividad de precios (Comisión Europea, 2012:71 y 74).
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 145
9
Tanto Karl Marx como Friedrich Engels se desmarcaban de toda pretensión de conceptos o
definiciones cerrados. Marx en el libro ii de El capital (1885:274): «No se trata aquí de definiciones
bajo las cuales se subsumen las cosas. Se trata de funciones determinadas que se expresan en
categorías determinadas». Y Engels en el prólogo al libro iii de El capital (Engels en Marx, 1894:16):
«Observaciones [que] (...) se basan en el equívoco de que Marx pretende definir cuando desarrolla,
y de que, en general, deberían buscarse en Marx definiciones acabadas, válidas de una vez y para
siempre. Se sobrentiende que cuando no se conciben las cosas y sus relaciones recíprocas como
fijas, sino como variables, también sus reflejos en la mente —los conceptos— se hallan igualmente
sometidos a modificación y renovación, que no se los enclaustra en definiciones rígidas, sino que
se los desarrolla dentro de su proceso de formación histórico o lógico, respectivamente».
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 147
Todo el mecanismo del modo capitalista de producción falla bajo la presión de las
fuerzas productivas que él mismo ha engendrado. Ya no puede convertir en capital
toda esta masa de medios de producción; se quedan ociosos, razón por la cual se
queda ocioso también el ejército industrial de reserva. Existen de sobra medios de
producción, medios de vida, obreros disponibles, todos los elementos de la pro-
ducción y la riqueza en general. Pero, «la plétora se convierte en fuente de miseria
y riqueza» (Fourier), pues es precisamente la plétora la que impide que los medios
de producción y de vida se conviertan en capital (Engels, 1877-1878:244).
Una clase que posee el monopolio de todos los instrumentos de producción y me-
dios de vida, pero demostrando en cada periodo de crisis y en cada desastre con-
siguiente que es incapaz de seguir dominando las fuerzas de producción que han
escapado ya a su poder; una clase bajo cuya dirección la sociedad marcha hacia la
ruina como una locomotora cuya válvula de seguridad bloqueada es el maquinista
demasiado débil para abrirla. Dicho en otras palabras: proviene del hecho de que
tanto las fuerzas productivas engendradas por el moderno sistema capitalista de
producción como el sistema de distribución creado por él se hallan en f lagrante
contradicción con el mismo sistema de producción hasta tal punto que es indis-
pensable transformar el modo de producción y de distribución para que se elimi-
nen todas las diferencias de clases, si no queremos que se estrelle toda la moderna
sociedad (Engels, 1877-1878:138).
en la más resuelta contraposición a todas las demás clases; una clase que forma la
mayoría de todos los miembros de la sociedad (Marx y Engels, 1845-1846:81).
Romper esta unidad suprimiendo uno de sus términos es, si sólo se conserva el
valor de cambio, degradar la economía a econometría, que cree traducir en esta-
dísticas toda la realidad social, y en consecuencia degradar el valor de cambio, re-
lación social, a una simple medida técnica de productividad; es, si sólo se conserva
el valor de uso, reducir la economía a la tecnología, a las ciencias aplicadas, y el
valor de uso mismo, relación social, a un conjunto de propiedades empíricamente
constatables y medibles (Boisgontier, 1971:250).
Es decir, se trata de que en el marco de las tensiones entre las fuerzas pro-
ductivas y las relaciones capitalistas de producción, el agotamiento histórico
del carácter progresivo del régimen basado en éstas, implica consecuencias
negativas directas sobre aquellas, tal y como ya lo habían enunciado Marx y
Engels:
La gran industria cuyo desarrollo engendró una masa de fuerzas productivas que
encontraban en la propiedad privada una traba entorpecedora, como los gremios
lo habían sido para la manufactura y la pequeña explotación agrícola para los
avances del artesanado. Estas fuerzas productivas, bajo el régimen de la propiedad
privada, sólo experimentan un desarrollo unilateral, se convierten para la mayoría
en fuerzas destructivas y gran cantidad de ellas ni siquiera pueden llegar a apli-
carse, con la propiedad privada (1845-46:69).
El periodo reciente que inicia con la crisis que estalló a principios de la década
de 1970, que no es sino la vuelta a la normalidad del imperialismo, se sintetiza
en la secuencia crisis→ajuste→crisis. Es decir, la universalización del ajuste
que trata de imponer la fracción dominante del capital a escala mundial (que
es el capital financiero fondomonetarista), a través de su principal agencia
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 157
Desde enero de 2001 hasta enero de 2006 (...) la industria estadounidense perdió 2.9
millones de trabajos, casi 17% de la fuerza de trabajo industrial (...) Equipos de co-
municaciones perdió 43% de la fuerza de trabajo. Semiconductores y componentes
electrónicos perdió 37% (...) en ordenadores y productos electrónicos, declinó 30%.
Equipos eléctricos y electrodomésticos perdió 25% de sus empleados (...) en vehí-
culos a motor y piezas declinó 12%. Muebles y productos relacionados perdió 17%
de sus empleos. Las fábricas de ropa perdieron casi la mitad (...) El empleo en textil
declinó 43%. Papel y productos de papelería perdió una quinta parte (...) plásticos y
158 Xabier Arrizabalo Montoro
productos de caucho declinó 15%. Incluso las fábricas de bebida y tabaco experi-
mentaron una contracción de 7% de los empleos (Roberts, 2006).10
10
Paul Craig Roberts fue subsecretario del Tesoro durante la presidencia de Ronald Reagan y edi-
torialista del Wall Street Journal. De hecho, en este artículo utiliza esos datos para arremeter contra
la inmigración torticeramente. Estos datos per se, como el hecho de que los presente él, muestran
la imposibilidad de ocultar el grave deterioro económico estadounidense, concretado entre otros
ámbitos, en la destrucción de empleo industrial desde mucho antes del estallido de la crisis.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 159
A esto se le añade el hecho de que las nuevas ocupaciones están por lo general peor
remuneradas que antes de la crisis (...) son las ocupaciones peor pagadas las que es-
tán detrás del reciente incremento del empleo (...) Esas categorías en julio representa-
ron 52% de los nuevos contratos. Las protestas por los bajos salarios coinciden con el
debate para elevar la paga mínima por hora trabajada en Estados Unidos y que ésta
se vincule a la evolución del coste de la vida. El presidente Barack Obama propuso
a comienzos de año, en el discurso sobre el Estado de la Unión, que subiera a, al
menos, 9 dólares (6.75 euros), como una solución para intentar frenar la creciente
desigualdad y ayudar a crear una clase media más amplia. Ahora esa paga mínima
se sitúa en 7.25 dólares (5.40 euros). Con ese sueldo el ingreso anual ronda los 14.500
dólares, muy por debajo a la renta media: «Eso podría marcar la diferencia entre ir
al supermercado o a un banco de alimentos», según Obama (Pozzi, 2013).
11
En la web del Center for Strategic & International Studies, de la que es asociado senior, Edward
Luttwak es presentado como «consultor de la Oficina de la Secretaría de Defensa, del Consejo Na-
cional de Seguridad, del Departamento de Estado, del Ejército, Marina y Fuerza Aérea de Estados
Unidos y de gobiernos aliados, así como corporaciones internacionales e instituciones financieras».
12
Para una explicación de ellas in extenso, véase Arrizabalo (2014a:369 - 488).
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 163
Estamos en buena parte de los países de la Unión Europea ante un estado de excep-
ción, es decir, ante la suspensión de facto de la vigencia del principio de legitimación
democrática del poder. En teoría, el principio de legitimación democrática sigue
presidiendo la vida del sistema político, pero en la práctica no se respeta. Ocurrió
en Grecia cuando Papandreu quiso someter a referéndum la aceptación de las
condiciones del rescate aprobadas por la Comisión Europea. Ocurrió también con
la designación de Monti como presidente del Gobierno en Italia. Está ocurriendo
en todas las vicisitudes por las que está atravesando Portugal. Está volviendo a
ocurrir en Italia tras el resultado de las últimas elecciones. Y llevamos instalados en
ese estado de excepción en España desde el 20 de noviembre de 2011 (Pérez, 2013).14
13
El vínculo entre las políticas destructivas en las economías avanzadas y las guerras en otras
regiones fue uno de los ejes de la Conferencia Internacional de Urgencia «Contra las guerras de
ocupación, contra la injerencia en los asuntos internos de los países, en defensa de la integridad y
la soberanía de las naciones», celebrada en Argel del 10 al 12 de diciembre de 2011, como se ref leja
en su declaración final, conocida como Manifiesto de Argel: «Nos oponemos a toda intervención
militar extranjera en cualquier parte del mundo (...) con o sin el aval de la onu (...) Hay una situa-
ción de urgencia, cuando las mismas potencias imperialistas, y las instituciones internacionales
desencadenan una guerra social en Europa y Estados Unidos, mediante planes de rigor asesinos,
para salvar a los especuladores, los bancos y los seguros privados. Hay una situación de urgencia
cuando las grandes potencias erigen la injerencia en los asuntos de los países en el sistema mun-
dial, arrogándose el derecho de disponer de la suerte de las naciones y los pueblos (...) Rechazamos
que se nieguen las realizaciones de la civilización humana, de la que la existencia de las naciones
es una condición para la democracia» (Arrizabalo, 2014a:625- 650).
14
Sin embargo, en el mismo artículo, el autor defiende que el acceso de Mariano Rajoy a la presi-
dencia del gobierno se realizó «en unas condiciones de legitimidad indiscutibles».
164 Xabier Arrizabalo Montoro
No podía ser de otra forma: las costuras del «orden» vigente comienzan a
ceder por doquier debido a la presión social, alimentada por la regresión que
suponen las políticas aplicadas que atienden a las exigencias del capital. Mues-
tra de ello son las movilizaciones en toda Europa ante las imposiciones de la
«troika», supuesto triunvirato integrado por la Comisión Europea, el bce y el fmi,
que en realidad es un «caballo de Troya» para camuf lar la presencia directa de
15
En el documento se explica que: «Aunque tanto nd como el pasok han dado su apoyo por
escrito al mou, ambos han estado intentando distanciarse del mou durante la campaña» (ubs
Investments Research, 2012:8). El mou es el Memorandum of Understanding («Memorándum de Enten-
dimiento»), es decir, el paquete de ajustes impuesto por el fmi.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 165
Conclusiones
De acuerdo con el análisis que integra lo teórico con lo empírico, ¿cuáles son
las perspectivas de la economía mundial? Bajo el predominio de las relaciones
de producción capitalistas, las contradicciones no dejan de acrecentarse. El au-
mento de la productividad esperado de la mayor cualificación de la fuerza de
trabajo, que se apoya en los avances científicos y técnicos que ella misma hace
factible, supone de forma automática una posibilidad mayor de producción de
valores de uso. No obstante, es una posibilidad que, además, no podrá mate-
rializarse porque el objetivo del capital es su valorización, no la producción
de valores de uso. Dicha valorización se enfrenta a las dificultades crecientes
que fundamentan la ley del descenso tendencial de la tasa de ganancia, de
modo que con el propósito de contrarrestarlas se requiere de una explotación
siempre en aumento: «Restaurar la relación correcta entre el trabajo necesario
y el plustrabajo, sobre la cual en última instancia se fundamenta todo» (Marx,
1857-1858, i:407).
Se trata del nexo entre el «trabajo necesario» para la reproducción de la
fuerza de trabajo (trabajo pagado que se expresa en el salario del trabajador) y
el «plustrabajo» para la producción de la plusvalía (trabajo no pagado que se
apropia como ganancia el capitalista). Es decir, se trata de la explotación de la
clase trabajadora, que constituye la base de la ganancia y, por tanto, la fuerza
motriz de la acumulación capitalista y que debe ser constantemente aumenta-
da, lo que lleva a una inevitable huida hacia delante del capital que se expresa
en que la destrucción de fuerzas productivas es cada vez más sistemática.
Se desprende con claridad de los dos párrafos previos que la base del aná-
lisis radica en El capital, obra magna de Karl Marx cuyo libro primero cumplirá
166 Xabier Arrizabalo Montoro
150 años en 2017 y cuya plena vigencia revela su validez como marco teórico
para la comprensión del proceso de acumulación capitalista. En específico, la
gran contradicción constitutiva del capitalismo, pues el empobrecimiento es el
resultado final del aumento de la productividad, que puede servir para producir
más valores de uso pero no el valor que requiere el capital: «No es sino en el
modo de producción fundado en el capital, donde el pauperismo se presenta
como resultado del trabajo mismo, del desarrollo de la fuerza productiva del
trabajo» (Marx, 1857-1858, ii:111).
Por ello no hay oportunidad alguna de un capitalismo ordenado o civi-
lizado. No se puede decretar una reproducción equilibrada: «Lo que controla
la economía mundial no es el fmi o el Banco Mundial o el Tesoro de Estados
Unidos o Wall Street. Lo que controla la economía capitalista mundial es más
bien una ley impersonal, la ley del valor. Es impersonal en gran medida al
modo como lo es la ley de la gravedad: funciona independientemente de la
voluntad o intención de nadie» (Kliman, 2000).
Partiendo de la ley del valor —que rige hoy la economía capitalista mun-
dial— se desemboca en la ley del descenso tendencial de la tasa de ganancia
que niega toda posibilidad de desarrollo irrestricto de las fuerzas productivas,
indicando así los límites históricos del capitalismo:
La burguesía es una clase viva que ha crecido sobre bases económicas y produc-
tivas determinadas. Esta clase no es un producto pasivo del desarrollo económico,
sino una fuerza histórica, activa y viva. Esta clase ha sobrevivido a sí misma, es
168 Xabier Arrizabalo Montoro
decir que ella se ha convertido en el freno más terrible para la evolución histórica.
Pero esto no quiere decir que esta clase esté dispuesta a cometer un suicidio histó-
rico, que se preste a decir: «Habiendo reconocido la teoría científica de la evolución
que me he convertido en reaccionaria, abandono la escena». La burguesía, total-
mente contraria a las necesidades de la evolución histórica, sigue siendo aún la clase
social más potente. Más aún, se puede decir que, desde el punto de vista político, la
burguesía alcanza el máximo de su potencia, de la concentración de sus fuerzas y
sus medios, medios políticos y militares, de mentira, de violencia y de provocación,
es decir, el máximo del desarrollo de su estrategia de clase, en el momento mismo
en el que está más amenazada de su pérdida social (Trotsky, 1921:554-555).
16
En algunos planos, como la investigación médica contra el cáncer, el retroceso amenaza inclu-
so a los más ricos: «Los recortes draconianos a la investigación biomédica ralentizarán nuestro
progreso en el momento de mayor potencial científico y creciente necesidad en todo el mundo»
(Swain, 2013). El presidente de la American Society of Clinical Oncology, Clifford A. Hudis, abunda
en su fundamentada preocupación: «El estancamiento y la disminución del valor de los fondos
federales está causando que los investigadores abandonen el campo de estudio y está erosionando
la infraestructura de investigación del cáncer. Estos hechos tienen graves consecuencias poten-
ciales a largo plazo (...) Las oportunidades para avanzar en el cuidado del paciente se perderán
o retrasarán. Y una vez pasadas, se necesitarán muchos años para reconstruir nuestra fuerza de
trabajo investigadora y la infraestructura de investigación» (2013).
17
Este texto fue escrito en prisión en 1915 y publicado finalmente en abril de 1916, firmado con el
seudónimo de Junius.
Imperialismo, destrucción de fuerzas productivas y crisis crónica del capitalismo 169
Referencias
Arrizabalo M., Xabier (2014a), Capitalismo y economía mundial, Madrid, Instituto Marxista
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(2017), «El método marxista para el análisis económico: culminación histórica
de la mejor tradición de la ciencia económica», en Pedro José Gómez (ed.), La econo-
mía mundial. Enfoques críticos, Madrid, Catarata.
18
Cabe destacar que Marx no fue un sectario: ni teóricamente, y de ahí el subtítulo Crítica de la
economía política de El capital, que revela la «interlocución» que establece con los economistas bur-
gueses serios, aunque limitados de modo inevitable, para su superación; ni políticamente, como
evidencia, por ejemplo, su participación en la Asociación Internacinonal de Trabajadores, consti-
tuida el 28 de septiembre de 1864 en Londres, la Primera Internacional.
170 Xabier Arrizabalo Montoro
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173
Quase uma década após a eclosão da crise econômica mundial ainda não se
vislumbra uma solução para os problemas que comprometem o dinamismo
da economia mundial. Embora todos os organismos internacionais tenham
prognosticado que a crise seria de curta duração, prevendo reiteradamente
uma recuperação relativamente rápida, cuja trajetória, da perspectiva gráfi-
ca, assumiria a forma de uma letra v, u ou, na pior hipótese w, crescem as
evidências de que a superação dos problemas que paralisam a acumulação
de capital deve se arrastar por tempo indeterminado, assumindo uma forma
mais parecida com uma letra l. A gravidade do momento histórico fica patente
quando se constata que, não obstante o oceano de recursos públicos mobili-
zados para socorrer o grande capital e evitar o colapso do sistema financeiro
internacional, as providências tomadas para conter o pânico dos mercados
e interromper a espiral recessiva não foram suficientes para desanuviar as
incertezas dos empresários e permitir a retomada do desenvolvimento capita-
lista. Desde a eclosão espetacular da crise em 2008, a renda per capita dos países
desenvolvidos permanece estagnada; os investimentos continuam deprimidos;
a expansão do comércio internacional encontra-se bem abaixo de seu padrão
histórico; o desemprego atinge uma magnitude alarmante, sobretudo entre os
jovens; os salários sofrem forte pressão baixista; a concentração funcional da
renda aumenta em ritmo alarmante.
Com a interrupção do movimento expansivo de acumulação, a lógica do
capital ficou sob o império da lei do valor em tempos de crise. A necessidade
de eliminar capitais excedentes sem bases reais para alimentar o circuito de
valorização, cristalizados na forma de forças produtivas, mercadorias e capital
fictício, acirrou a concorrência intercapitalista, tranformando a disputa entre
as diferentes frações de capitais numa luta desesperada pela própria sobrevi-
vência. Instaurada a guerra fratricida entre capital novo e capital velho, a lei do
174 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
1
Sobre a concepção de crise econômica em Marx, ver Grespan (2012), Benoit e Antunes (2016). Um
resumo da controvérsia sobre a teoria da crise em Marx é objeto da ref lexão de Clarke (1994).
2
Sobre a noção de divisão internacional do trabalho, ver Bukarin (1984), e Harvey (1999), especial-
mente capítulo 13.
Crise econômica mundial e tendências 175
A solução americana
financeiros. As medidas tomadas pelo g-20 e pelo governo Obama para frear
a especulação desenfreada foram paliativos que apenas institucionalizaram o
cassino financeiro. Orientadas para conter os problemas gerados pela falência
dos mercados e não para preveni-los, as restrições às aplicações especulativas
dos bancos, o aumento do poder de fiscalização das autoridades monetárias e
a maior proteção aos consumidores de serviços financeiros mitigam os efeitos
mais perversos da liberalização financeira, mas não são suficientes para evitar
a reconstrução de pirâmides especulativas. Nada foi feito para enfrentar as
forças responsáveis pela ciranda financeira: o tamanho dos bancos não foi
limitado; as operações do sistema financeiro não foram segmentadas; o es-
paço para a criação de derivativos não foi restringido; a livre mobilidade dos
capitais não foi coibida (Stiglitz, 2010; Krugman, 2012). O pouquíssimo feito,
começou a ser desfeito por Donald Trump.
A estratégia dos Estados Unidos de transferir o sacrifício decorrente da
tendência à desvalorização de capitais para as demais economias provocou
à metástase da crise. A capacidade do império norte-americano de mani-
pular arbitrariamente o dólar, fazendo juros e câmbio oscilarem conforme
suas conveniências, bem como seu poder para impor pactos espúrios que
aprofundam o processo de liberalização acirraram as rivalidades nacionais
(Hudson, 2010, 2012). Submetidos à violência da guerra cambial, às vicissitudes
dos f luxos de capitais e à fúria do padrão de concorrência comercial imposto
por Washington, praticamente todos os países ficaram sujeitos a processos de
desestruturação que colocam em questão a integridade do sistema produtivo,
o equilíbrio estrutural das contas externas e a própria sobrevivência de suas
bases empresariais, permanentemente sujeitas à ameaça de desnacionalização
selvagem (Reinhart e Rogoff, 2003; Jessop, 2014).
O apoio incondicional da política econômica ao grande capital solapou a
eficácia dos dois principais instrumentos de intervenção do Estado na eco-
nomia. A nacionalização da bancarrota levou à escalada da dívida pública
e, como consequência, ao comprometimento da política fiscal com o «regime
de austeridade» que imobiliza a capacidade do Estado de fazer políticas pú-
blicas (Streeck, 2013). A decisão de utilizar a política monetária para financiar
indiscriminadamente a reestruturação da carteira das instituições financeiras
Crise econômica mundial e tendências 179
3
Sobre o papel das finanças impacientes no processo de valorização do capital, ver Prado (2014).
4
A ruptura das condições que sustentavam as relações cooperativas entre os grandes oligopólios
nas indústrias-chaves da economia mundial —automobilística, eletrônica, aérea, naval, bens de
consumo duráveis, aço, petroquímica e bancária—, que determinou o fim definitivo do equilíbrio
de forças que sustentava a competição cooperativa entre oligopólios gigantes que atuavam em
sistemas industriais ancorados em espaços econômicos nacionais, remonta à segunda metade dos
anos 1980s (Cawson et al., 1990). O padrão de concorrência instalado é examinado em Crotty (1992).
Crise econômica mundial e tendências 181
5
A importância econômica da nova plataforma de computação decorre de sua capacidade de
permitir que as conquistas na digitalização da informação sejam instrumentalizadas pelo capital
para o desenvolvimento das forças produtivas e a intensificação da mercantilização das relações
sociais (Zysman, 2013).
6
Estudo preparado para o governo norte-americano sobre as tendências da indústria avançada na
próxima década aponta para transformações que tendem a tornar obsoletas as formas tradicionais
de produção: «Over the next 10 years, advances in manufacturing will likely become increasingly
networked. In 20 years, manufacturing is expected to advance to new frontiers, resulting in an in-
creasingly automated and data-intensive manufacturing sector that will likely replace tradicional
manufacturing as we know today (Shipp et al., 2013: vi).
7
Serfati esclarece a noção de ativos intangíveis: «Intangible investments and assets have beco-
me a key component of modern economies. Unfortunately, there is no agreed definition among
Crise econômica mundial e tendências 183
economists, let alone between economists and accountants, on what intangible assets mean. Three
core characteristics are generally agreed upon to define intellectual assets: a) they are sources of
probable future economic profits; b) lack physical substance; c) to some extent, they can be, retai-
ned and traded by a firm. The list generally includes at least r&d, patents, and trademarks. They
include: 1. Human capital defined as the knowledge, skills and know-how that employees ‹take with
them when they leave at night›. 2. Relational capital which concerns the resources arising from the
external relationships of the firm with customers, suppliers and r&d partners. 3. Structural capital
which refers to the knowledge that stays with the firm ‹after the staff leaves at night› (organizatio-
nal routines, procedures, systems, cultures and databases)» (2008:46).
184 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
8
A síntese sobre os efeitos das novas tecnologias de computação sobre o processo de trabalho
baseia-se fundamentalmente nos resultados do Projeto works —works organisation and restruc-
turing in the knowledge society— financiado pela Comissão Européia. Os principais resultados
da pesquisa desenvolvida pelo projeto works estão resumidos nos 11 volumes do Relatório Final,
todos disponíveis online no endereço: www.worksproject.be
186 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
9
Cunhada por Baldwin, a noção de «integração profunda» é utilizada pela omc para caracterizar
a mudança de qualidade no grau de harmonização institucional que constitui a essência da nova
onda de acordos bilaterais, wto (2011).
10
Whalen (2005:35). Sobre o papel da arbitragem salarial como elemento central do processo de
desenvolvimento das cadeias de valor ver Smith (2010). A importância da arbitragem dos custos
salariais como elemento fundamental da concorrência intercapitalista é reconhecida pelas grandes
consultorias empresariais como um dos condicionantes fundamentais da concorrência intercapi-
talista. Ver Roach (2003:5-6).
Crise econômica mundial e tendências 189
11
Smith (2010). Oportuno observar que não há contradição entre o avanço do progresso técnico
que impulsiona o desenvolvimento das cadeias de valor e a importância decisiva do custo da
força de trabalho na determinação da competitividade das empresas. O reduzido peso relativo dos
salários nos custos das empresas não significa que o custo da força de trabalho tenha se tornado
um elemento residual. Paul Krugman, prêmio nobel da economia, explicou o aparente paradoxo,
destacando que o que antes aparecia como custo do trabalho reaparece como custo dos insumos
(1995:336).
12
A forma concreta do ataque representado pelo processo de arbitragem salarial será determinado
historicamente pelas possibilidades de desdobramento das cadeias de valor abertas pela nova onda
de inovações tecnológicas, pelos novos condicionantes institucionais da integração profunda e
seus efeitos sobre a divisão internacional do trabalho, e, sobretudo, pela capacidade de resistência
e dos trabalhadores às políticas de devastação do trabalho.
13
O impacto do processo de monopolização da propriedade intelectual sobre o padrão de conco-
rrência foi sintetizado por Perelman nos seguintes termos: «Intellectual property rights change the
nature of competition. Most industries that do not enjoy the protection of intellectual property
rights find themselves involved in intense competition, which lowers their profits. In contrast,
companies with intellectual property rights face limited competition and can enjoy elevated profits.
(...) For agricultural products, steel, and other commodity-like goods with no intellectual property
protection, competitive forces put powerful pressure on profits. If the entire economy were like
those industries, a severe crisis would engulf it. In particular, those industries that depended on
intellectual property would tend to be especially vulnerable. Reproduction costs for software,
pharmaceuticals, or movies are trivial. In the language of economics, marginal costs are small and
fixed costs are high. Without the legal protection of intellectual property rights, strong competition
190 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
in such industries would mean certain bankruptcy. Consequently, monopoly is made possible by
intellectual property rights protection» (Perelman, 2003:3-4).
14
Lazonick (2011). Sobre a importância decisiva dos direitos sobre propriedade intelectual no siste-
ma nacional de inovação, ver também Block and Keller (2011).
15
May (2000). Alguns autores caracterizam a crescente importância da renda obtida com a mono-
polização do conhecimento como uma mudança especificidade do capitalismo contemporâneo.
Ver, Vercellone (2008).
Crise econômica mundial e tendências 191
16
Sobre o enfraquecimento da capacidade de o Estado Nacional formular e executar políticas
públicas que contemple de uma ou de outra maneira os interesses gerais da Nação, ver Beck (2000).
17
Para uma visão de totalidade sobre o processo subjacente ao esvaziamento da soberania na-
cional, ver Screpanti (2014). O poder do capital de disciplinar o trabalho e os Estados nacionais é
visto pelos organismos internacionais como um corolário necessário da crescente integração da
economia mundial (wto, 2011).
192 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
18
Screpanti associa a emergência do Estado gendarme à necessidade de ampliar as condições de
exploração do trabalho como forma de contrabalançar a tendência decrescente da taxa de lucro
(Screpanti, 2014:116).
19
A intensidade das pressões para a constituição de um novo marco regulador para a circulação
internacional de capital fica patente quando se leva em consideração que, entre 1990 e 2010, o
número de Acordos Preferenciais de Comércio foi multiplicado por três, passando de 70 para 300.
Após a eclosão da crise econômica mundial, as iniciativas para a reformulação da instituciona-
lidade internacional aumentaram com o aparecimento de uma série de negociações envolvendo
mega-blocos econômicos. Desde 2010, países da Ásia, Oceania, América do Norte e América Latina
discutem a formação de um Acordo de Associação Trans-pacífico —tpp— e, a partir de 2013,
mais quatro iniciativas foram formalmente def lagradas —Acordo Transatlântico sobre Comércio
e Investimento entre Estados Unidos e União Européia, Acordo de Livre Comércio entre União
Européia e Japão, Associação Econômica Integral Regional entre os dez países da Associação de
Nações do Sudeste Asiático (asean), Austrália, Índia, Nova Zelândia, China, Japão e Coreia do Sul,
e Acordo de Livre Comércio entre China, Japão e Coréia do Sul (Cepal, 2013).
Crise econômica mundial e tendências 193
20
Um alto executivo de uma grande empresa européia de bebidas resumiu o espírito do processo
em curso de maneira simples e direta: «For simple work we move the jobs, for complex work we
move the people» (De Bruyn e Ramioul, 2009:3).
194 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
21
A relação entre a industrialização recente da Ásia e a crise terminal da industrialização lati-
no-americana não passou desapercebida pelos teoricos da globalização (Baldwin, 2011:24).
22
Sobre as características contemporâneas das empresas designadas como capital internacional,
em nosso trabalho indistintamente denominado como multinacional, corporação transnacional,
empresa transnacional (ver Dicken, 2015).
Crise econômica mundial e tendências 195
23
A relação entre a formação das cadeias de valor e sua concentração em blocos regionais é es-
tudada em wto (2013).
Crise econômica mundial e tendências 199
24
Sobre o assunto ver Dedrick, Draemer e Linden (2008); unido (2013).
200 Plínio de Arruda Sampaio Júnior
Conclusão
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Introducción
1
Este ensayo corresponde al capítulo 10 de la segunda edición de Arquitectura financiera internacional:
una genealogía de 1850 -2008, Madrid, Akal, a publicar. Asimismo, apareció en Revista Márgenes, Univer-
sidad Nacional de General Sarmiento, Buenos Aires, Argentina.
208 Óscar Ugarteche Galarza
Esto remite a dos ideas fuerza. Primero, que la economía siempre tiene
mercados autorregulados. Segundo, que estos mercados son homogéneos al
margen del tamaño del agente. En este sentido Polanyi se refiere a las altas
finanzas no como ajenas al mercado sino con otras funciones además del cré-
dito y circulación de dinero. Las altas finanzas tienen las mismas reglas que
las demás pero con funciones políticas más profundas. En el capítulo i de La
gran transformación Polanyi asevera:
Las altas finanzas no fueron diseñadas como un instrumento de paz. Esta función
le cayó por accidente, como dirían los historiadores, mientras que los sociólogos
preferirían llamarlo por la ley de la disponibilidad. El motivo de las altas finanzas
es la ganancia. Para lograrlo, era necesario mantenerse en buenos términos con los
gobiernos cuyo fin era el poder y conquista. Podemos descuidar a estas alturas la
distinción entre poder político y económico, y entre fines económicos y políticos
por parte de los Gobiernos. En efecto, era la característica de los Estados nación en
este periodo (ou 1870 -1910) que tal distinción era poco real, porque cualesquiera
Un enfoque teórico a los cambios en la arquitectura financiera internacional 209
que fueran sus objetivos, los gobiernos se esforzaron por alcanzarlos mediante el
uso y el aumento del poder nacional (1971:10).
Immanuel Kant entiende por sistema «la unidad de las formas diversas del
conocimiento bajo una sola idea». José Ferrater Mora agrega «donde la idea es
el concepto dado por la razón. Por eso, según Kant, el concepto determina a
priori no sólo el alcance del contenido, sino las posiciones recíprocas de las
partes, de suerte que podemos conseguir una unidad organizada (articulatio) y
no un mero agregado (coaceroatio), un orden que crece desde dentro (par intus
susccptionem) y no mediante sucesivas agregaciones» (Ferrater, 1964:687).
Étienne Bonnot de Condillac (1749, en Ferrater, 1964) definió el sistema como
«la disposición de las diferentes partes de un arte o una ciencia en un orden en
que todas las partes se sostienen mutuamente y en que las últimas se explican
por las primeras». El problema que esto plantea es: si los dos subconjuntos de
bancos, «demasiado grandes para quebrar» —subconjunto 1— y del tamaño
correcto para quebrar —subconjunto 2— ¿configuran estos un conjunto que
ordenadamente contribuyan hacia una idea? Condillac explica que es imposi-
ble que una cosa sea y no sea, como supuesto básico de un sistema. Dado que
no puede ser sujeto al riesgo y no ser sujeto al riesgo, no puede quebrar y no
quebrar, entonces no es un sistema en el sentido clásico filosófico, científico o
lingüístico.
En 2016 existían nueve bancos que eran «demasiado grandes para quebrar»
(gráfica 1). Representaban 0.1517% del total de bancos en Estados Unidos. Estos
se expresan dentro del poder político desde el año 1980 y fueron los que en el
2008 recibieron el apoyo del gobierno federal americano de 700 mil millones de
dólares en el denominado programa Troubled Asset Relief Programme (tarp),
de parte de la administración George W. Bush por demanda del secretario del
Tesoro, el ex ceo de Goldman Sachs: Hank Paulson. Traducido al español sig-
nifica «Programa de alivio de activos problemáticos» que generan las preguntas
en español «alivio para quién y problemáticos para quién», dado que los activos
no son problemáticos o están problematizados para sí mismos.
Un enfoque teórico a los cambios en la arquitectura financiera internacional 213
En ese momento los demás bancos que no recibieron esta ayuda, quebraron.
En total entre 2007 y 2016 quebraron 547 bancos, que eran del tamaño correcto
para quebrar. 24 más quebraron entre los años 2000 y 2007, en promedio tres y
medio bancos por año. A partir de 2008 y hasta 2016 quebraron 523 bancos, es
decir 52.3 bancos en promedio; 15.3 veces más bancos por año (cuadro 1).
La campana de distribución de los bancos quebrados está concentrada entre
los años 2009 y 2011, con colas similares a ambos lados, como se observa en el
gráfica 2. Éstos tenían el tamaño correcto, mientras que los más grandes fue-
ron incorporados a bancos aún mayores con recursos públicos. 1. J.P. Morgan
compró el banco de inversión Bear Stearns y Chase Manhattan Bank; 2. Bank
of America compró la casa de bolsa Merrill Lynch y Maryland Bank of North
America —tarjetas de crédito—; 3. Wells Fargo Bank compró Wachovia; 4. Ci-
tigroup, que compró Travelers Insurance en 1998, fue capitalizado; 5. Goldman
Sachs no compró ninguna otra entidad; 6. Morgan Stanley compró Smith Bar-
ney, otro banco de inversión; 7. us Bancorp compró First Bank and Colorado
National Bank; 8. pnc Financial Services Group compró National City Corpo-
ration, Sterling Financial, Yardville National Bancorp y Mercantile Banksha-
res Corporation; 9. Capital One compró ing Direct y ge Capital’s Healthcare
Financial Services Lending Business; 10. td group us Holdings compró Epoch
Holding Corporation y Scottrade Bank.
214 Óscar Ugarteche Galarza
Cuadro 1
Bancos quebrados entre 2000 y 2016 en Estados Unidos
200
150
100
50
0
2004
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2016
2007
2011
Cuadro 2
Tamaño de los nueve bancos más grandes de Estados Unidos 2007-2016
∆
Nombre Ciudad Valor total Valor total Valor total
2007-
del banco de residencia de activos 2016 de activos 2012 de activos 2007
2016
Morgan
New York,
Chase & Co. $2 490 972 000 $2 359 141 000 $1 397 018 748 778%
ny
(1039502)
Bank
of America Charlotte,
$2 189 266 000 $2 212 004 452 $1 667 392 017 331%
Corporation nc
(1073757)
Wells Fargo San
& Company Francisco, $1 930 115 000 $1 422 968 000 $529 761 884 2 264%
(1120754) ca
Citigroup Inc. New York,
$1 792 077 000 $1 864 660 000 $1 351 214 334 333%
(1951350) ny
216 Óscar Ugarteche Galarza
∆
Nombre Ciudad Valor total Valor total Valor total
2007-
del banco de residencia de activos 2016 de activos 2012 de activos 2007
2016
Goldman
New York,
Sachs group, $860 185 000 $938 770 000 $1 119 796 000 -23%
ny
Inc. (2380443)
Morgan
New York,
Stanley $814 949 000 $780 960 000 $1 045 409 000 -22%
ny
(2162966)
U.S. Bancorp Minneapolis,
$445 964 000 $353 855 000 $237 787 749 888%
(1119794) mn
PNC
Financial
Pittsburgh,
Services $366 872 249 $305 285 879 $138 920 000 1 164%
pa
Group, Inc.
(1069778)
Capital One
Financial Mclean,
$357 158 294 $313 040 688 $150 499 100 1 137%
Corporation Va
(2277860)
Total $11 247 558 543 $10 550 685 019 $7 637 798 832 447%
Risk/Return tradeoff
Low risk
Return
Low return
Higher risk
Higher potencial
return
El complejo financiero
Gran Tesoro-fed-fmi-bis-
banca ocde
Nueva
arquitectura
financiera
Gran prensa Academia.
financiera Opinión, teorías,
mundial recursos humanos
Fuente: elaboración propia.
Un enfoque teórico a los cambios en la arquitectura financiera internacional 223
Cuadro 3
Secretarios del Tesoro de Estados Unidos entre 1961 y 1979
Sin embargo, menos de un año más tarde, el mismo secretario del Tesoro
coaccionó al presidente Bush para que le entregara la suma de 700 mil dóla-
res en lo que se denominó el programa tarp (anteriormente mencionado) y
de inmediato se refirió a la crisis académicamente como «the great recession»
(Grusky, Western y Wimer, 2011) y, mejor aún, se refirieron a The system worked:
how the world stopped another great depression (Drezner, 2014) con el fin de que no
se pensara que era análoga a la de los 1930, pues en realidad lo era (Reinhart
y Rogoff ). De esto derivaron centenares de artículos académicos sobre la gran
recesión y cómo se evitó la gran depresión. La interrogante es, ¿se le evitó a
quién? A los desempleados en Estados Unidos y Europa Occidental, no; a la
Un enfoque teórico a los cambios en la arquitectura financiera internacional 225
dinámica del comercio internacional, tampoco (gráfica 5), a las tasas de creci-
miento económico de las economías maduras, tampoco.
Cuadro 4
Secretarios del Tesoro de Estados Unidos entre 1979 y 2017
Cuando estalló la crisis, el secretario del Tesoro giró dinero público con la
autorización presidencial de Bush y comunicó el 14 de octubre de 2008 que
consiguió 250 mil millones de dólares para inyectarle a nueve bancos grandes
en la forma de acciones preferentes (con tasas de interés fijas y sin voto) que los
bancos devolverán. La contradicción, entre la postura en el discurso de 2006 y
de 2008, muestra la utilidad del cargo en el manejo de recursos públicos en la
eventualidad que los bancos mayores estuvieran en peligro, para anular el ries-
go de quiebra. Esto se materializó en diciembre de 2008, mes y medio más tarde:
cerca de 20 mil millones de dólares en bonificaciones para los banqueros, 5 mil
millones de dólares para operadores de mercados y 15 mil millones de dólares
para los altos ejecutivos de los nueve bancos (Story y Dash, 2009). Es decir, esta
inyección de capital público sirvió a los banqueros y el concepto de «muy gran-
de para quebrar» parece servirle sólo al interés privado y no al público. La quie-
bra de un banco significaría, entonces, el traslado de su cartera a otros bancos,
pero no el abandono de la misma, por lo tanto no generaría el caos advertido.
Cuadro 5
Estructura del pib financiero 2004-2010
20
15
10
5
Anual percentage change
Exports
0
Imports
-5
-10
-15
-20
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2007
2011
fmi
Banco Mundial
Deudores soberanos
sujetos a condicionalidad Club de París
cruzada, encabezada Deuda de gobierno
por el fmi, para a gobierno
reestructurar la deuda
Banca privada
comercial
Acreedores
no garantizados
La crisis no ocurrió de inmediato en los años 1980, sino que fue diferida
a través de un manejo tributario de las carteras de malos créditos contra
utilidades futuras. Los gobiernos, según Miles Kahler, aseguraron la estabili-
dad del sistema financiero internacional de dos maneras: como prestamistas
de último recurso, y comprando la cartera cuando el riesgo era más alto de lo
que un actor privado estaba dispuesto a asumir. El papel de la intervención
estatal fue mantener la confianza en las instituciones. A pesar de ello, todos los
bancos señalados finalmente desaparecieron o se fusionaron con otros.
Tras el aniquilamiento del papel del fmi como brazo extendido del Estado
americano, el reemplazo de los bancos comerciales como prestamistas y acree-
dores por bancos de inversión como intermediarios de los inversionistas, y de
los pagarés de interés flotante por bonos, como en el siglo xix, la nueva arqui-
tectura dejó de lado el papel mediador del fmi y le dio un papel determinante
a los contratos de emisión de bonos en Nueva York, utilizando las leyes del
estado de Nueva York y las cortes del distrito sur de Manhattan que atienden
al sector financiero instalado en la zona de Wall Street (gráfica 7). La relación
financiera se establece entre los bancos de inversión, que actúan a cuenta pro-
pia o a cuenta de sus clientes, y las calificadoras de riesgo, que determinan la
calidad de los instrumentos operados en el mercado internacional. Las relacio-
nes entre los tenedores de bonos y los deudores soberanos están mediatizadas
por los bancos de inversión y por fondos buitres, dedicados a la compra de
bonos problema para hacer cobranzas judiciales. Las operaciones de compra
venta y de depósito de estos bonos se llevan a cabo en paraísos fiscales, para
evitar el pago del iva o del impuesto a la ventas en las transacciones de crédito
internacionales.
Los fondos buitres actúan al final de la resolución de problemas de pagos,
cuando se resolvieron las disputas. Lo que hacen éstos es comprar instrumen-
tos que quedan sueltos en el mercado, después de la operación de cierre de las
negociaciones. Siempre abren juicios en Nueva York universalizando, de este
modo, una ley local. De la misma forma, el Securities and Exchange Commis-
sion (sec), regulador del mercado de Nueva York, se convierte en el regulador
de las operaciones de bonos internacionales emitidos en Nueva York. Final-
mente, si el sec detecta problemas de corrupción en la operación de los bonos,
230 Óscar Ugarteche Galarza
éstos pasan a ser sujeto de las leyes de Nueva York. El cambio de la arquitectura
financiera ha logrado universalizar las leyes neoyorkinas en vez de proseguir
por el camino multilateral del gráfico anterior establecido en la década de 1940,
que fue retomado en el Informe Stiglitz de 2009 (un, 2009).
Paraísos
fiscales
Conclusiones
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235
Introducción
Esta ponencia trata los temas referidos al capital financiero global y al trabajo
local/nacional. Parte de afirmar que es el capital financiero global el sujeto de la globa-
lización, que domina ya en la órbita de la economía y se encuentra avanzando
y disputando, desde 2008, la hegemonía contra la forma anterior de capital
financiero multinacional. El capital global es capital financiero global, por lo
tanto síntesis del capital industrial, que absorbe y subordina al capital bancario
(1870 -1900) y redefine la función de los bancos, que ahora deben coordinar toda
la estructura del capital financiero en su política expansiva, imperialista. En ese
sentido, sus momentos de acumulación pueden ocurrir mediante la producción
(real) o la especulación (ficticio) (aspecto importante a considerar particular-
mente a partir de la crisis de 2008).
Hoy, el capital financiero global lucha por la subordinación a su hege-
monía del capital financiero multinacional, porque ya es dominante en lo
económico-financiero. De ahí que adquiera relevancia observar la globali-
zación de la composición orgánica del capital y, por lo tanto, de la ley del
valor. Asimismo, el capital financiero global impone su forma de capital que,
en tanto categoría económica, asume la forma de red financiera global (rfg).
Conformada por una doble plataforma de ensamble de bienes y servicios,
de piezas y partes: plataforma global de servicios financieros y plataforma
global de bienes y servicios a la producción en general. Configurada como
red global de cities financieras con centro en los bancos centrales de cada país
—coordinados en el Banco de Pagos Internacionales o Banco de Basilea— y
1
Ponencia presentada en el encuentro «50 años de Estudios Latinoamericanos en la unam». Teoría
del valor y crisis, del 14 al 16 de marzo de 2017. Programa de Posgrado de Estudios Latinoamerica-
nos, Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México.
236 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
del Asia Pacífico (China, India y Rusia, teniendo como punto de partida a Siria,
Irak, Irán, Libia, Turquía, Ucrania), esto ha sido revertido y en la actualidad
la crisis —ya no sólo económica— se centra en Estados Unidos. El desarrollo
de la crisis/guerra económico financiera ha escalado a crisis militar y cultural
en escenarios secundarios de Oriente Medio y a crisis política institucional
dentro de Estados Unidos.
En el proceso de desarrollo del capital financiero global la confrontación
con el capital financiero multinacional se manifiesta bajo la forma de nafta /
tlcan versus Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión/ttip, uni-
polarismo financiero continental (nafta) versus unipolarismo financiero global
(ttip), guerra militar versus guerra financiera. Esta confrontación y su profundi-
zación permiten abordar el «hecho» Donald Trump y el brexit como formas de
la crisis. De manera semejante, es posible observar la emergencia del universa-
lismo multipolar del bloque Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (brics) como
del humanismo ecuménico interreligioso, la conjunción de las cinco grandes
religiones monoteístas,2 ambos como esquemas de poder universal alternativos
al globalismo (universalismo versus globalismo).
2
Cristianismo, judaísmo, hinduismo, budismo, islamismo.
238 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
Cuadro 1
gni per cápita, paridad de poder adquisitivo (ppp) (constante 2011 internacional $)
1990- 2008-
1970 1980 1990 2000 2007 2008 2014 2015
2015 2015
Mundo - - 8.846 10.245 12.612 12.789 14.386 14.674 66% 15%
Estados
- - 37.369 46.267 51.583 51.095 52.644 53.442 43% 5%
Unidos
China - - 1.529 3.663 7.301 7.996 12.775 13.515 784% 69%
Alemania - - 31.790 36.530 41.079 41.393 44.391 44.758 41% 8%
Francia - - 29.661 35.556 38.563 38.442 37.952 38.399 29% 0%
India - - 1.751 2.495 3.683 3.764 5.329 5.664 224% 50%
Brasil - - 9.982 10.827 12.604 13.020 14.858 14.145 42% 9%
Federación
- - 20.601 13.678 22.309 23.329 24.067 23.281 13% 0%
de Rusia
Reino
- - 26.732 33.184 38.650 37.826 37.485 37.750 41% 0%
Unido
Argentina - - 10.398 14.551 17.601 18.126 18.530 18.805 81% 4%
Cuadro 2
500
400
300
200
100
0
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
244 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
Los salarios pagados a los trabajadores en el Sur se ven afectados por factores que
no tienen relación con la productividad de estos trabajadores en el trabajo, factores
que se derivan de condiciones en el mercado de trabajo y estructuras y relaciones
sociales más generales que afectan a la productividad. La reproducción de la fuerza
de trabajo, incluida la supresión del libre movimiento internacional del trabajo y la
aparición de una vasta población excedente relativa en el Sur global. Esto produce
una gran grieta en el vacilante edificio de la economía dominante (Smith, 2016, en
Roberts, 2016).
246 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
múltiples países los componentes y partes, bienes y servicios que provee la red
global de proveedores.
La aludida relación social de producción está conformada por los trabaja-
dores que laboran en las plataformas de ensamble y por aquellos que lo hacen
en las unidades proveedoras de bienes y servicios, y la red de proveedores que
suministran a las líneas más importantes (Benjamin Coriat sostiene que Toyota
considera que en las primeras cuatro, de 14 líneas de proveedores, se encuentra
la red próxima y central de proveedores en la que Toyota no puede no tener
acciones controlantes).
La estructura financiera-industrial global tendió a ser y en consecuencia ya
es global la composición orgánica. De igual modo la red de proveedores locales
tiende a ser homogeneizada localmente según lo requiere la doble plataforma
financiera productiva global. Es por ello que se habla del par global/local o el
anglicismo glocal. No obstante, lo local es nacional en cuanto a los problemas
sociales de empobrecimiento, pérdida de poder adquisitivo del salario, reduc-
ción de las prestaciones de la salud, la vejez, la niñez, la educación, etcétera,
que el capital financiero crea. Para conseguirlo, el capital necesita destruir la
organización sindical, los partidos políticos policlasistas y el Estado-prácti-
co-nacional, con el fin de imponerse como hegemónico y después imponer a
los trabajadores y pequeños empresarios la misma condición de exclusión. Lo
local es fijo y rígido de acuerdo con las necesidades de lo global; mientras lo
global en la doble plataforma de ensamble es móvil, dinámico y f lexible.
Este capital financiero global crea una situación en todos los países donde
las autoridades políticas nacionales/locales administran las políticas globales
en lo local o expresan lo nacional/local ante los ceo globales. Tal fue la situa-
ción social y política hasta que los actores estratégicos universales insurgieron
en 2013 y 2014. En medio de la grieta creada por la lucha y la crisis del enfren-
tamiento entre el capital financiero global que, dominante en lo económico,
avanzaba sobre lo político y lo político estratégico y el capital financiero mul-
tinacional continental que se retrasa en lo económico y puja por no ceder en
lo político y en lo político estratégico.
248 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
En el desarrollo del capitalismo del siglo xix, en las metrópolis (luego países
centrales) la acumulación ampliada se llevaba a cabo por la apropiación de un
plustrabajo absoluto y relativo, y aún continuaba la superexplotación propia
de la acumulación originaria en las colonias (bajo formas de esclavitud en las
distintas minas de Latinoamérica) y también en el sur de la misma metrópoli
(véase La condición de la clase trabajadora en Inglaterra de Friedrich Engels).
Hoy, la superexplotación es visible en las economías del Norte global. Los
contratos de «hora cero», en los que los trabajadores están a la escucha de los
empleadores en todo momento por un salario mínimo, afectan a 2 millones
de trabajadores en Gran Bretaña. En todo el sur de Europa, donde las tasas de
desempleo juvenil se sitúan en torno de 40 -50%, los jóvenes se ven obligados
a vivir con sus padres y ganan cantidades lamentables en puestos de trabajo
minoristas y de ocio de bajos salarios. Los datos muestran que la pobreza ha
aumentado para 10% inferior de los hogares desde los 1980 en el Norte global
(incluyendo Estados Unidos). En cambio, junto con la superexplotación, se ex-
plota a los trabajadores del Sur a través de la plusvalía absoluta y con la última
tecnología para ahorrar mano de obra (plusvalía relativa), como lo fue en el
desarrollo del capitalismo industrial en el siglo xix.
Un tercio de los adultos estadounidenses que vive en la pobreza está traba-
jando, pero no gana lo suficiente para mantenerse a sí mismo y a sus familias.
Una cuarta parte de los empleos en Estados Unidos paga por debajo de la línea
de pobreza federal para una familia de cuatro integrantes (23.050 dólares). No
sólo son muchos puestos de trabajo de bajos salarios, también son tempora-
les e inseguros. En los últimos tres años, la industria de empleos temporales
agregó más trabajos en Estados Unidos que en cualquier otro país. El empleo
temporal aumentó de 185 mil temporadas al día en 1970 a más de 400 mil en
1980 —el mismo número cada año en 1963. En el auge económico de los 1990,
el empleo temporal creció de menos de 1 millón de trabajadores por día a casi
3 millones en el año 2000.
Capital financiero global 249
Crisis
En el gran debate producido sobre las causas de la crisis de 2008, que profundi-
zó la de 1999/2001, es central discutir la idea de que «la crisis financiera mundial y
la gran recesión son de origen financiero». Reducir la consideración de las cau-
sas de la crisis financiera global al plano financiero, desplaza el debate al plano
económico financiero y oculta la dimensión de la lucha de poder entre capi-
tales financieros, lucha interimperialista, entre una forma de capital financiero
que se retrasa y otra que avanza, asciende a dominante y plantea las cuestiones
de la hegemonía global. Asimismo, el hecho de desplazar y ocultar nos lleva a
no observar los nuevos esquemas de poder, ni unipolares ni financieros, que
insurgen como alternativas, los universalismos multipolares.
20
19
18
17
16
15
14
13
12
11
10
9
1964
1952
1955
1958
1961
1982
1985
1988
1991
1994
2000
2003
2006
2009
1997
1973
1970
1976
1979
Como sostiene John Smith el capital financiero del Norte restableció gran
parte de la caída de su rentabilidad sufrida en los 1970 a raíz de la superex-
plotación del Sur: «La plusvalía extraída de estas nuevas legiones de trabaja-
dores mal pagados ayudó a sacar sistema capitalista fuera de su agujero en
los años 1970» (en Roberts, 2016). En el camino también hubo cambios, dejó
de ser corporación multinacional de país central y se convirtió en red global
de cities financieras para transformar la corporación multinacional en global
y lo nacional en local. En este proceso sólo una fracción logró avanzar hacia
la forma de capital financiero global en red; la otra permanece, retrasándose
en la realización de un proceso de acumulación ampliada, pero en lucha con
aquella que sí avanza y se transforma.
Un hecho se nos impone crudamente a partir de la crisis de 2008: el au-
mento de la deuda, de una deuda compuesta de emisión de dólares por la Re-
serva Federal sin respaldo en la economía real. El aumento tiene dos grandes
momentos: el primero permite el desarrollo global del capital a partir de la
relación país-nación dependiente deudor versus país central acreedor, que va
transformándose en países naciones deudores versus redes financieras globales
acreedoras. El acreedor es la gran banca en tanto que unidad administrativa
práctica de lo global.
El segundo momento, el de la crisis financiera, luego económica y política
y hoy geoestratégica, la deuda pasa de una relación economía real/economía
ficticia de 1-a-3 en 2008, a una realidad hoy de 1-a-20 a partir de la política
de la Reserva Federal de emisión flexible sin respaldo (eq). Está operando con
el propósito de garantizar una carpa global de ingresos artificiales-ficticios
en una economía mundial paralizada, hasta que la lucha interimperialista fi-
nanciera defina un ganador y, en particular, para que el ganador sea el capital
financiero global.
Así, el endeudamiento por emisión efectuado por la Reserva Federal de dó-
lares sin respaldo, y luego por todos los bancos centrales, ha creado una reali-
dad donde la profundidad de la crisis impacta sobre las monedas de referencia
internacional. Impacta en el dólar estadounidense como moneda de referencia
internacional y reserva, ya que no tiene modo de respaldarse con oro y tam-
poco con fuerzas militares muy bien pertrechadas y nada agotadas como las
252 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
que cada vez más tienen en cuenta la realidad. Por ejemplo, en Argentina, 33%
del trabajo es formal (en una relación de dependencia con el capital, las pymes
y el Estado), 37% es informal (en una relación de dependencia con el capital,
las pymes y el Estado) y 30% es parte de la economía popular de subsistencia
(en una relación de dependencia con el Estado). A los datos anteriores habría
que agregar la realidad de los productores directos que se encuentran en re-
producción simple e hiperespecializados en el bien o servicio, que trabajan y
son dueños de sus medios de trabajo, tanto en la industria como en el agro, el
comercio, la construcción, el transporte, etcétera.
Desarrollan organización económico-gremial y político-gremial al copiar
la geografía histórica de la experiencia sindical. Por ello se empieza a hablar y
luchar, proponer e imponer, diseñar y armar con el propósito de lograr la le-
gislación de la emergencia social que legaliza las paritarias sociales y el consejo
social, cuya contraparte patronal es el gobierno. Como si fuesen empleados
del Estado, como si el Estado fuese responsable de garantizar el trabajo y la
vida a su pueblo y nación. Justo cuando el capital financiero global avanza en
sentido global y se sitúa más allá del trabajo, de lo nacional, del pueblo que
sigue existiendo aún como Estado, el trabajo se reafirma universalmente como
nación, como pueblo y como trabajadores con relación al capital y al Estado.
Para 33% de los trabajadores de la economía popular y las familias de
los trabajadores informales y formales, el ingreso social complementario (que
toma forma de planes sociales desde la política de gobierno) es ya una parte
sustancial de su ingreso familiar. Por ende, legitimar el derecho al ingreso
social complementario, ser reconocidos como trabajadores de la economía
popular y no pobres con subsidios, y legalizar las instituciones sociales de
los trabajadores de la economía popular hace posible institucionalizar sus
organizaciones populares como organizaciones gremiales de trabajadores, con
derecho a participar en las confederaciones nacionales de trabajadores.
Esta lucha político cultural e ideológica, es también una lucha política y
gremial que le permite a la heterogénea y diversa clase trabajadora en su con-
junto romper la situación de fragmentación, que el capital financiero global le
ha impuesto, un indicador de su debilidad frente al capital global. Y a partir de
la unidad en esa nueva heterogeneidad, variedad de condiciones y situación
254 Walter Formento | Wim Dierckxsens | Mario Sosa
Referencias
La cuestión de la innovación
en la era de los monopolios generalizados
1
En los Grundrisse... (1976 [1858]), Marx alude al General Intellect como una fuerza inmediata de pro-
ducción, que entraña una combinación de habilidades tecnológicas e intelecto social o conoci-
miento general social. Se refiere, en ese sentido, al General Intellect como forjador del cambio radical
en la subsunción del trabajo al capital propio de la tercera fase de la división del trabajo.
258 Raúl Delgado Wise
A manera de contextualización:
radiografía del capital monopolista
2010). En opinión de Sergio Rodríguez Lascano (2015), implica una mutación del
ciclo básico del capital d-m-d’ en d-d’.
2. La configuración de redes globales de capital monopolista generadas a partir de
una estrategia de reestructuración encabezada por las grandes corporaciones
multinacionales que, por medio de operaciones de outsourcing y cadenas de
subcontratación, extienden segmentos de sus procesos productivos, comercia-
les, financieros y de servicios a los países periféricos en busca de mano de obra
flexible y barata. Un claro ejemplo de esa estrategia son las plataformas de
exportación que operan como economías de enclave en los países periféricos.
El giro hacia lo que algunos autores, entre ellos Gary Gereffi y Timo-
thy Sturgeon (2013), caracterizan como cadenas globales de valor ha sido
espectacular: «Las 100 mayores corporaciones globales han desplazado su
producción hacia sus filiales extranjeras [en concreto en el Sur], donde ahora
se localizan cerca de 60% del total de sus bienes y empleados y más de 60%
de sus ventas a nivel global» (unctad, 2010). En realidad entraña un «nuevo
‹nomadismo› surgido al interior del sistema de producción global, en el que
la selección de localidades se determina en buena parte a partir de dónde es
más barata la mano de obra» (Foster et al., 2011a:18). En esa perspectiva, cabe
destacar que: a) al menos 40% del comercio mundial se asocia a operaciones
de outsourcing, incluyendo subcontrataciones y comercio intrafirma entre filia-
les de una misma compañía (Andreff, 2009); y b) se estima que en la periferia
capitalista hay 85 millones de trabajadores directamente empleados en más de
3 mil 500 zonas de procesamiento para la exportación ubicadas en 130 países
(Dobbs et al., 2012).
La estrategia de reestructuración en cuestión ha modificado la geografía
global de la producción; en la actualidad poco más de 70% del empleo indus-
trial se localiza en países periféricos (Foster et al., 2011b). Lo significativo de la
estrategia es que descansa en el aprovechamiento y la profundización de las
brechas salariales entre países y regiones; esto es, el llamado arbitraje laboral
global que para autores como Intan Suwandi y John Bellamy Foster (2016)
constituye el rasgo distintivo del imperialismo contemporáneo. Bajo tal me-
canismo, las grandes corporaciones multinacionales logran obtener ganancias
extraordinarias con el establecimiento de límites a la libre movilidad de la
La cuestión de la innovación 261
Tan sólo ocho personas (ocho hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza
que 3 mil 600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper
concentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está
beneficiando a los que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo
el mundo y especialmente los sectores más pobres, se están quedando al margen
de la reactivación de la economía. El modelo económico y los principios que rigen
su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto extrema,
insostenible e injusta. Es hora de plantear una alternativa (Oxfam, 2017:1).
266
Inventions International Authorities Carry out search,
(isa, sisa and ipea) prepare written opinion
are the
object of and transmit reports to
transmit patentscope
filed with applications to publishes on communicates to grant
International International Patents
Cuadro 1
Solicitud de patentes: balance en el horizonte Norte-Sur (1990 -2010)
Tasa Distribución
Año
Dirección Periodo de crecimiento porcentual
de flujos 1990-2010
1990 2010 1990-2010 1990-2010 1990 2010
ocde*
Individuos 5.1
Sector público 7.6
Corporaciones 76.4
Global
Individuos 5.7
Sector público 8.2
Corporaciones 75.7
Teniendo en cuenta este nuevo escenario, que perfila lo que podría conce-
birse como la implantación de un sistema imperial de innovación, a continuación se
describirá la estrategia en materia de derechos de propiedad intelectual seguida
por Estados Unidos a partir de 1990. No debe perderse de vista —atendiendo
a lo reseñado en este apartado— que las patentes encierran una permanente y
creciente tensión entre los beneficios de las grandes corporaciones, los intereses
de los innovadores y las necesidades de los consumidores y de la sociedad en
general. En dicha tensión es, precisamente, donde el «derecho internacional»
impuesto por los organismos internacionales al servicio de Estados Unidos
devela, sin ambages, su carácter eminentemente parcial a favor de las primeras.
2
Este apartado tiene como antecedente el ensayo: «Patentad, patentad: apuntes sobre la apropiación
del trabajo científico por las grandes corporaciones multinacionales», de Delgado y Chávez (2015).
La cuestión de la innovación 269
3
Estas industrias enfrentan altos costos de investigación y desarrollo (i+d), mientras que el costo
marginal de reproducción de los nuevos bienes es muy reducido; las patentes les proveen de una
ventaja competitiva de mercado.
270 Raúl Delgado Wise
4
Cabe apuntar que parte de la agenda del tpp por el convenio bilateral Estados Unidos-Unión Euro-
pea es penetrar en los mercados internos de varios países de la Unión Europea, donde el arribo de las
grandes corporaciones multinacionales ha sido contenido mediante normas internas de protección.
La cuestión de la innovación 271
2011
8
4. 2
2006
7 millones
1999
6 patentes
(millones)
1991
5
1980
4 1976
3 1961
2 1935
1
1911
0
1790 300 años 21 años
Cuadro 2
Solicitudes de patentes, pct-wipo* 1996-2010
Solicitudes Solicitud
País País
patentes patentes
Total global 4 482 343
América Latina
Total ocde** 4 032 186 30 366
y el Caribe
Primeros seis países
Primeros 10 países 3 673 953 de América Latina 26 778
y el Caribe
Estados Unidos 1 237 060
5
Debido a la complejidad del marco institucional de patentamiento establecido por el tcp- ompi,
que protege de facto a los solicitantes de patentes por tres años antes de que obtengan el reconoci-
miento formal, las estadísticas suelen referirse a las solicitudes de patentes en vez de a las patentes
otorgadas por ser un indicador al día —y no desfasado— del dinamismo y concentración de la
propiedad intelectual.
La cuestión de la innovación 273
Solicitudes Solicitud
País País
patentes patentes
Francia 212 571 Colombia 1 673
China 208 665 Chile 1 522
República de Corea 183 584 Cuba 1 503
Canadá 102 917
Países Bajos 93 105
Suecia 81 595
*Patent Cooperation Treaty (pct), World International Patent Organization (wipo).
**No incluye a México, Chile y Turquía.
Fuente: estimaciones propias con datos de Miguelez y Fink (2013).
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281
La industria tóxica:
ganancias basadas en el riesgo a la salud y el ambiente
Guillermo Foladori1
Introducción
1
Unidad Académica en Estudios del Desarrollo, Universidad Autónoma de Zacatecas «Francisco
García Salinas». Correo-e: [email protected]
282 Guillermo Foladori
Uno de los logros más notables del análisis de Karl Marx es lo que denomina
el doble carácter del trabajo.2 Los trabajadores establecen relaciones técnicas
con los medios de producción y relaciones sociales con los demás participan-
tes del proceso productivo. La distinción entre relaciones técnicas y sociales
es un instrumento metodológico que sirve para analizar el sistema capitalista
y también para estudiar las sociedades precapitalistas y postcapitalistas, por-
que arranca de un supuesto histórico-evolutivo: el hecho de que la sociedad
humana se distingue del resto de los seres vivos por la utilización de instru-
mentos que están separados del cuerpo biológico, lo cual permite diversas
combinaciones sociales para disponer de tales instrumentos.3 Muchas otras
especies de seres vivos emplean instrumentos, pero el ser humano es la única
que los acumula y perfecciona de generación en generación.
Con ese punto de partida, el trabajo se sitúa en el centro ontológico del
análisis marxista. Marx coloca al trabajo como centro porque supone que
es el único medio que tiene el ser humano para transformar la naturaleza y
metabolizar. El resto de los seres vivos adquiere los recursos de la naturaleza
de modo directo, metaboliza sin la mediación de instrumentos acumulados.
Inclusive aquellas especies que de manera eventual usan instrumentos no los
acumulan, no consiguen que las actividades presentes potencien las activida-
des pasadas objetivadas en instrumentos, por lo que cada generación arranca
prácticamente de cero. Trabajo es un concepto social humano, que explica la
organización mediada por instrumentos para la transformación de la natura-
leza externa.4
2
Marx escribe en carta a Friedrich Engels del 24 de agosto de 1867 refiriéndose a El capital: «Los
mejores puntos de mi libro son: 1. El doble carácter del trabajo, según que sea expresado en valor
de uso o en valor de cambio (toda la comprensión de los hechos depende de esto, se subraya de
inmediato en el primer capítulo). 2. El tratamiento de la plusvalía independientemente de sus formas
particulares» (Marx y Engels, 1973).
3
«Al operar por medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a él y transformarla, trans-
forma a la vez su propia naturaleza» (Marx, 2013a:215-216).
4
«Concebimos el trabajo bajo una forma en la cual pertenece exclusivamente al hombre» (Marx,
2013a: 216).
284 Guillermo Foladori
Funciones
El trabajo que se objetivan
Diseño mental:
plan y manejo de Transición a la
Mano como motor, actividad e instrumento
información pasada hominización
Diseño mental:
plan y manejo de Mano como motor y actividad Instrumento Chopper
información pasada
Diseño mental:
plan y manejo de Mano como impulso Movimiento y efecto Fuero arco/
información pasada motor y movimiento desencadenado f lecha propulsor
Diseño mental:
plan y manejo de Reprogramación automática Control
información pasada de actividades numérico 1950
1 400
1 200
Thousand dollars
1 000
800
600
400
200
0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2007
2011
Fuente: Green (2016).
5
La International Federation of Gynecology and Obstetrics declaró en 2015 que «The global health
and economic burden related to toxic environmental chemicals is in excess of millions of deaths»
(Di Renzo et al., 2015 [47]).
6
«Of the 3,000 chemicals that the us imports or produces at more than 1 million lbs/yr, a new epa
analysis finds that 43% of these high production volume chemicals have no testing data on basic
toxicity and only seven percent have a full set of basic test data» (epa 2010).
7
«Of the tens of thousands of chemicals on the us Environmental Protection Agency (epa) chemi-
cal inventory, nearly 7,700 are manufactured or imported into the United States at ≥ 25,000 pounds
per year (us epa, 2012). The us epa has identified nearly 3,000 chemicals that are produced or im-
ported at > 1 million pounds per year (us epa 2006). Only a minority of chemicals has been evalu-
ated for neurotoxic effects in adults. Even fewer have been evaluated for potential effects on brain
development in children (Grandjean and Landrigan, 2006; 2014). Further, toxicological studies and
regulatory evaluation seldom address combined effects of chemical mixtures, despite evidence
that all people are exposed to dozens of chemicals at any given time» (Bennett et al., 2016).
La industria tóxica 291
han sido retiradas del mercado en determinados países. Dado este contexto
no es sorprendente la alarma en diversas ong ante la potencial avalancha de
nuevos químicos al mercado, como son los materiales químicamente nano-
manufacturados.8
La pandemia mundial que el uso de químicos tóxicos ha provocado tiene
como causa más profunda la carrera de la industria química por aumentar las
ganancias. En los sectores económicos menos tecnificados, en ramas como la
textil, se emplean muchos trabajadores, y las empresas compiten migrando ha-
cia países con salarios más baratos e incrementando la duración de la jornada
laboral, la intensidad del trabajo o contratando a menores. Pero en los sectores
altamente tecnificados como la industria química el empleo es calificado y
muy reducido. Es muy difícil elevar las ganancias por la vía de la explotación
de los trabajadores. Esto no es impedimento para que la industria química
se desplace hacia países en desarrollo en busca de materia prima más barata,
regulaciones más leves o flexibles e incluso trabajo calificado más barato.
Hay, sin embargo, otro mecanismo que viene siendo utilizado desde la
década de 1980: la reducción del tiempo de rotación del capital mediante la
eliminación de fases laborales. Muchos de los productos químicos se apli-
can a biocidas, medicinas, cosméticos y la industria de alimentos. En todos
esos casos se enfrentan a reglamentaciones más estrictas que en otras ramas.
Los productos deben pasar por pruebas in vitro primero, luego en peces, en
ratones, en primates y eventualmente hasta en humanos. Son exámenes de-
morados y caros. Esta es la principal razón por la cual la industria química
cabildea para reducir o anular cualquier tipo de regulación, y así acortar los
ciclos de rotación del capital.9
Cuando se alude al efecto de los químicos sobre la salud se interpreta como
un resultado no buscado, debido al desconocimiento o a la dificultad de es-
tablecer relaciones causales entre un elemento químico y determinadas enfer-
medades o biomarcadores. Pero en muchos casos la industria química sabe
perfectamente que sus productos son tóxicos, debido a ello oculta información
8
Para una contrastación entre el discurso halagüeño de corporaciones y el de las ong véase
Azoulay et al. (2009).
9
Véase un ejemplo de finales de 2016 en Kelland (2016).
292 Guillermo Foladori
y emplea el lobby político para presionar por una legislación favorable (DiGan-
gi, 2003; Latham, 2016; Michaels y Monforton, 2013; ucs, 2012). Cuando nada de
esto da resultado, y frente a la evidencia levantada por científicos, ong y otras
instituciones, la industria química usa otros mecanismos de dilación. A conti-
nuación se exponen tres muy generalizados.
El primero se conoce como regrettable substitution (sustitución lamentable). Es
cuando un químico prohibido por tóxico es sustituido por otro químico igual
o más tóxico que el anterior. Existen abundantes ejemplos; uno de ellos es la
cola para pegar espuma utilizada en empresas de mobiliario, de reparación
de autos, de lavanderías, de electrónicos y otras. A principios de los 1980 se
empleaba como pegamento el químico tca. Fue prohibido porque afectaba la
capa de ozono. La industria lo sustituyó por clorudo de metileno, catalogado
por la epa como posible cancerígeno; luego por npb (bromopropane) a finales
de la década de 1990. En su versión de aerosol, como se usaba en la industria
del mobiliario, produce daños neurológicos e infertilidad y, por contacto, cán-
cer. Para 2016 aún no había sido prohibido (Urbina, 2013).
Otro ejemplo es el químico bpa (Bisphenol a), empleado desde finales de
los 1950 para hacer resinas y plásticos, y aplicado en equipo deportivo, cd,
dvd, tuberías, envases de alimento y bebidas y otros. Al constatar que era un
disruptor endócrino comenzó a ser retirado del mercado, inclusive de manera
voluntaria por algunas empresas. En la ue ha sido recientemente prohibido en
biberones. Actualmente el bpa está siendo sustituido por bps, que es casi igual
químicamente aunque tal vez hasta más tóxico (Latham, 2016; Zimmerman y
Anastas, 2015), o por bhpf (fluorene-9-bisphenol), también un potencial dis-
ruptor endócrino (Nature Communications, 2017).
Hay muchos otros ejemplos de sustituciones lamentables en diferentes sec-
tores económicos. Monsanto sustituyó el químico 2,4,5-t por el Roundup.
Singenta el Atrazine por Terbuthylazine, que es un químico parecido con
similares efectos tóxicos a la salud y al medio ambiente (Latham, 2016). En la
industria de pesticidas el paso de un químico tóxico a otro es historia repetida.
Primero fueron los pesticidas a base de arseniato de plomo que la industria
perfeccionó a partir de la producción de los propios agricultores. Fue susti-
tuido por ddt y otros pesticidas organoclorados que, debido a su toxicidad,
La industria tóxica 293
10
Jonathan Latham argumenta que cuando se pugna para retirar un químico tóxico del mercado
se está avalando, involuntariamente, que la regulación es correcta y el error está en la «manzana
podrida», cuando en realidad todo el sistema de regulación es errado: «The chemical ‹bad actor›
framing strongly implies that the methods and institutions of chemical regulation are not at fault»
(2016).
11
«The military is responsible for about 900 of the approximately 1 300 currently listed Superfund
sites, many of which have been contaminated by these chemicals for decades» (Brown y Gross-
man, 2015).
294 Guillermo Foladori
Grossman, 2015).12 Esa técnica de análisis acorta los tiempos de examen, con
ello acelera la rotación del capital y se convierte en un mecanismo para apro-
piarse de plusvalor social.
Desde la perspectiva de corporaciones y agentes de regulación, este pro-
cedimiento podría considerarse como un aumento de la productividad del
trabajo toxicológico. Para que ello fuese así el resultado final debería ser seme-
jante al que se obtenía con los métodos anteriores, o mejor. No obstante, lo que
sucede es que se sustituye una técnica por otra que deposita en el consumidor
la detección del posible efecto tóxico. En ese sentido, la industria transfiere ta-
reas productivas al consumidor, pero en realidad se trata de acortar el tiempo
de rotación del capital anulando determinadas fases del proceso y aumentan-
do la enajenación del consumidor.
Que lo anterior signifique un mecanismo de captura de ganancia lo se-
ñalan, indirectamente, los estudios sobre «costos de la inacción» como son
llamados por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud), que
es el monto financiero que le cuesta a la sociedad cubrir las enfermedades y
muertes derivadas del uso de cosas que contienen tóxicos (unep, 2013a).13
Otro procedimiento dirigido a evadir la reglamentación es el acuerdo en-
tre empresas y agencias de regulación para aceptar como válidas sólo las in-
vestigaciones realizadas según las guías desarrolladas durante los 1970 y 1980
y generalizadas en los 1990, nombradas como «Buena práctica de laboratorio»
(Good Laboratory Practice-glp). Dichas guías han estandarizado los procedi-
mientos de evaluación toxicológica y restringido cualquier medición alterna-
tiva y más actualizada, lo cual hace el proceso de su formulación engorroso,
dificulta el seguimiento por muchos de los laboratorios de universidades y
centros independientes y garantiza que sean principalmente los laboratorios
gubernamentales e industriales quienes puedan cumplir los requisitos. Las
glp fueron aprobadas y generalizadas por la ocde desde 1990, y junto a la
12
«Or, as University of Notre Dame biologist (...) Models can offer a means of avoiding the conclusions derived
from actual experiments. In other words, pbpk models can be customized» (Brown y Grossman, 2015).
13
«Trasande and Liu (2011) report that «the costs of lead poisoning, prenatal methylmercury expo-
sure, childhood cancer, asthma, intellectual disability autism, and attention deficit hyperactivity
disorder were usd 76.6 billion in 2008» (unep, 2013a:30).
La industria tóxica 295
14
Warren Cornwall (2017) relata que en 2014 la fda vetó 161 artículos científicos al analizar eviden-
cias del efecto del bpa en la salud y sólo aprobó cuatro, de los cuales al menos dos eran investiga-
ciones financiadas por la industria química.
296 Guillermo Foladori
15
Se llaman de propósito general (enabling technologies) a las tecnologías que permiten su aplicación
en un vasto rango de sectores económicos (Bresnahan y Trajtenberg, 1995; Shea et al., 2011).
La industria tóxica 297
16
«The small sizes and the great surface area of npm imply higher biological activity per given mass
compared to larger particulate forms, which may lead to enhanced toxicity should they be taken
up into living organisms» (Helland et al., 2008:644).
17
«All biological objects, biomolecules, proteins that exist in living organisms evolved over billions
of years to adapt to each other. Nanoparticles which are synthesised in the laboratory are thus
considered by a living organism as something foreign. It is a big challenge to make them compa-
tible and not toxic» (Baulin, 2017).
298 Guillermo Foladori
18
Datos aproximados promedio para los años 2010 -2015. «The annual quantity of raw nanoscale
materials is estimated to be around 11.5 million tonnes, where carbon black and amorphous silica
accounts for about 9.6 million tonnes (85%) and 1.5 million tonnes (12%) respectively. The remai-
ning 3% are nanomaterials made from e.g. aluminium oxide, barium titanate, titanium dioxide,
cerium oxide and zinc oxide. Carbon nanotubes, graphene and fullerenes have annual production
amounts in the hundred tonnes range. Nanosilver is estimated to be produced in about 20 tonnes
per year» (nia, s/f ).
300 Guillermo Foladori
a los efectos que pudieran tener en el desempleo (etc Group, 2005; Joy, 2000).
Un ejemplo de los cambios en el empleo son las impresoras 3d, que pueden
reproducir prácticamente cualquier objeto, inclusive réplicas de piel humana
(Dormehl, 2017), e igualar los costos de la producción individual a los de la
producción en masa (Hart, 2012). Muchos productos de las nanotecnologías
son multifuncionales, como todo tipo de envase de alimento que alargue la
vida útil en los anaqueles de los supermercados, o que advierta al consumidor
respecto a la caducidad o el deterioro del contenido, reduciendo las activi-
dades de transporte, almacenamiento y supervisión; o el hecho de conectar
cada mercancía en las tiendas con la cuenta bancaria del comprador, a fin de
economizar en cajeros y supervisores.19
Estos cambios tecnológicos son indicadores de que el trabajo humano vivo
ya no requiere ser el eje sobre el cual gira la distribución de la riqueza material;
algo que ya había previsto Marx:
19
«Amazon Go is a new kind of store with no checkout required. We created the world’s most ad-
vanced shopping technology so you never have to wait in line. With our Just Walk Out Shopping
experience, simply use the Amazon Go app to enter the store, take the products you want, and go!
No lines, no checkout. (No, seriously)» (Amazon, s/f ).
La industria tóxica 301
La creciente reducción del trabajo vivo implica una dificultad en los sec-
tores altamente tecnificados para mantener las tasas de ganancia; a pesar de
todos los mecanismos contratendenciales que se siguen aplicando. No debe
sorprender que los sectores con mayor composición orgánica de capital, como
es la industria química, usen medios extraeconómicos para capturar plusvalor
social.
Lejos de cualquier política precautoria, la industria química presiona a las
agencias reguladoras para que sus productos entren al mercado sin examen
de toxicidad, o que se mantengan los criterios de la materia en tamaño mayor
para analizar la misma materia en tamaño menor, lo cual es una incongruen-
cia. En la actualidad no existe reglamentación específica para materiales en
tamaño nano; debido a ello se les aplican los criterios ya conocidos para los
materiales mayores (Azoulay et al., 2009); éste es el más contundente ejemplo
de cómo la industria química ha coaccionado para evadir la reglamentación,
en su búsqueda por acortar los ciclos de rotación del capital de las nuevas
sustancias químicas.
Conclusiones
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promise_of_technologies_towards_transatlantic_regulatory_cooperation(lsero).
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309
Manuel Sutherland
Resumen
La situación económica actual muestra el ciclo recesivo más fuerte que ha su-
frido en su historia. Por tercer año consecutivo, Venezuela posee la inflación
más alta del mundo (en 2015 fue de 181% y se estima que en 2016 será de 700%),
un déficit fiscal de dos dígitos (por quinto año consecutivo), una caída de 75%
de los precios del petróleo (que representó cerca de 94% de sus exportaciones
en 2014), el riesgo país más alto del globo (en 2016: jp embi+4145 puntos), la
estrepitosa caída del pib (-7.1% al tercer trimestre de 2015), las reservas interna-
cionales más bajas del decenio y una tremenda escasez de bienes y servicios. A
ello se le suma la fuga de capitales más elevada del planeta. Ante tamaña crisis
estructural es menester plantear que, según la evidencia empírica, hay razones
estructurales y cíclicas que parecen determinar el devenir económico del país,
más allá de la lucha política de los partidos que se disputan el poder en Ve-
nezuela. Esto no implica que no se haga una crítica a las políticas económicas
estatales y a la utilización improductiva privada de la renta.
del capital social que intenta acumularse desde el ámbito que abarca su pro-
pio mercado nacional. Al plantear alianzas o acuerdos comerciales, el equipo
diplomático sale a defender en exclusividad a sus representados (la clase capi-
talista local) frente a otros representantes de la burguesía foránea. Así, al tratar
de imponer lo que más le conviene a la burguesía local, el cuerpo negociante
manifiesta la apariencia invertida de que dirige un proceso de acumulación
nacional que sólo se enfrenta a otros como externalidades competitivas. Pero
no es así. El proceso de acumulación de capital es en esencia mundial y está
fundamentado en una serie de capitales que desarrollan una escala de produc-
ción ampliada que les permite valorizarse a través del mundo sin distinción de
nacionalidad. Por ende, todo gobierno por más progresista que se denomine,
es parte integral de un proceso mundial de acumulación de capital que lo de-
termina completamente. Aunque en periodos de bonanza eso parezca difuso,
en el estallar virulento de las crisis capitalistas, la realidad de la valorización
mundial de capital se hace patente.
Lo que de manera errónea argumentan algunos intelectuales que propo-
nen la posibilidad de «desconectarse» de las crisis capitalistas, por la vía de
acuerdos comerciales o de cooperación, se erige como una graciosa ilusión. Es
imaginar a las sociedades como componentes agregativos que se yuxtaponen
(sin mezclarse) en relaciones externas de intercambio. Dejarse llevar por esa
apariencia es clave en el error que estriba en la creencia de que procesos na-
cionales de acumulación de capital pueden ser dirigidos con éxito por gobier-
nos «progresistas», que sin tocar los intereses de las burguesías locales pueden
llevar a cabo promesas rimbombantes del tipo: justicia social, igualdad de
clases, pobreza cero y la mentada «independencia» económica.
Al analizar críticamente la economía venezolana debe comprenderse que
ésta es apenas una fracción de un proceso mundial de acumulación de ca-
pital que la determina de modo concreto. Por ende, su devenir económico
está más ligado al movimiento cíclico de la acumulación de capital a escala
mundial, que a la picardía o impericia de las políticas económicas que los
gobiernos efectúan. Lo anterior no implica que la superestructura (sobre
todo el Estado) sea un sujeto pasivo en el proceso de acumulación. Como
bien decía Friedrich Engels, el Estado puede ejercer políticas que estimulen
Crisis económica actual de Venezuela 311
Una de las maneras más sencillas para percibir el avance de un proceso nacio-
nal de acumulación de capital, es estudiar las variaciones del pib per cápita. Es
posible observar la evolución del ingreso en una economía sin reparar en la
distribución del mismo, tema que sería adecuado para otro artículo.
Aunque el pib de Venezuela en su comportamiento evidencie la normal
ciclicidad de toda economía capitalista, el pib per cápita muestra más bien las
tendencias de la acumulación puestas en relación con el crecimiento poblacio-
nal, que en Venezuela ha sido bastante alto. La gráfica 1 indica desde 1951 hasta
nuestro tiempo la evolución del pib per cápita, que con la llegada del gobierno
bolivariano detentó de inmediato un ligero repunte, para luego desplomarse
en 2003 en medio de huelgas patronales, golpes de Estado y sabotajes a la
producción petrolera. El posterior control de la situación política se entroncó
312 Manuel Sutherland
2 200 20%
2 000 15%
1 800 10%
1 600 5%
1 400 0%
1 200 -5%
1 000 -10%
800 -15%
2015*
1990
1950
1960
1980
2000
2010
2013
1970
10 000%
1 000%
100%
10%
1990
1940
1950
1960
1980
2000
2010
2015
1970
97.3 99.5
100
80 78
60
60
52
40
28 41
20
21.5
14
0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2007
2011
*Para 2015 se promedió el último trimestre
con los tres anteriores ya que aún no había sido publicado.
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del bcv, «valor fob
de las exportaciones y valores cif de las importaciones».
El lema del gobierno parece ser: «Todo lo que pueda ser importado, será im-
portado». Lejos de favorecer a la industria nacional, estatal o privada, el gobier-
no se ha visto estimulado a resolver necesidades diversas a fuerza de importa-
ciones masivas. Para angustia de nuestra balanza de pagos, las importaciones
estatales han experimentado crecimientos exponenciales. Lo idóneo sería que
esa inversión al menos fuese dirigida al estímulo de la producción nacional,
pero se hizo lo contrario. Aunque se pudiera pensar que sólo el sector privado
tiene incentivos para la importación, el sector público es quien ha aumentado
en 1,033% las importaciones que realizó (2003-2013) con incrementos interanua-
les en las importaciones que alcanzaron 51% (2007), como se observa en la
gráfica 4.
316 Manuel Sutherland
Importaciones totales
Incremento interanual
sector público
34 60%
32 0.514312467
34.298 50%
30
33.198
28
0.493706294 0.402199778 40%
26
0.307808946
24
30%
Millones de dólares
22
20
20%
18
16 10%
14
14.951
12 0%
10
8 -10%
3.45 -0.085211692
6
4 -20%
2
0 -30%
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
2007
2011
200
Millones de dólares
150
100
50 54
3
0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2007
2011
*Para julio de 2016 la última cifra anual disponible es la de 2013.
**En 2014 sólo se tiene el primer semestre, el segundo se estima de manera lineal.
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del ine, «valor fob de las importaciones»,
Centro de Investigación y Formación Obrera.
1 400
2 000 000
1 200
1 000 1 500 000
1 293.978532
800
1 000 000
600 240 744.00
400 9.947561
321 053.00 137 856.00 500 000
200
0 0
2014*
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2007
2011
Nota: Esta información se cruzó con el sistema de consulta del comercio exterior del ine.
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del ine,
«valor fob de las importaciones y exportaciones».
54.76671539
45.15113356
60
31.80655293
50
Millones de dólares
40
14.25038669
16.878963
12.54887399
17.958260
30
13.166860
9.138790418
8.33660331
20
10
0
1998 2003 2012 2013 2014
es de 2 mil 900 dólares (Neuman y Torres, 2015). Tanto Patricia Torres como
William Neuman y analistas del New York Times creemos que en ese contexto se
está exento de cualquier sospecha de marxismo que deteste la burguesía local.
La gráfica 7 así lo evidencia.
65 10
9
60
Miles de millones de doláres
9
55 8
50 8
45 7
7
40
6
35 6
30 5
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
1997
2007
2011
16.80%
13.38%
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
1997
2007
2011
25
20
15
10
0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
1997
2007
2011
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del bcv, «Oferta y demanda global»,
Centro de Investigación y Formación Obrera.
Industria automovilística:
el corazón de la manufactura se apaga
450 433
400 382
350
300
250
198
200
150 116
100
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2007
2011
La caída en la producción de vehículos entre 2006 y 2011 fue de 54.26%.
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del bcv, «índice de producción física, 1997»,
Centro de Investigación y Formación Obrera.
140
120
100
80
60
40
20
0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2007
2011
Juan Iñigo Carrera explica la productividad del trabajo como una relación
puramente material, en la cual se puede medir la cantidad de unidades (output)
que se producen con base en una determinada cantidad de un input, en este
caso, fuerza de trabajo (Iñigo, 2008). El nivel de la productividad del trabajo es
un índice trascendental del carácter progresivo de un modo de producción de
un régimen social dado; todo nuevo régimen social, indicó Vladímir Ilich Le-
nin (1899), vence al que le precede pues consigue una mayor productividad del
trabajo. Elevar la productividad del trabajo significa economizar trabajo vivo,
es decir, reducir el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir una
mercancía, disminuir su valor, ello la abarataría y tendería a incrementarse el
poder adquisitivo del obrero.
La caída en los niveles de productividad en la actividad industrial para 2015
supera al estrepitoso descenso que se apreció en 2003. Como se aprecia en la
gráfica 13, la productividad en el trabajo ostenta su nivel más bajo en 20 años.
El decremento de 28% es alarmante, seguramente es el descenso más fuerte en
nuestra historia moderna y se correlaciona con una baja sensible en el nivel
salarial, asunto que no será abordado en el presente artículo.
328 Manuel Sutherland
7.0
6.6
6.5
6.0
5.5
5.0 4.77
4.5
4.0
2004
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2005
2006
2008
2009
2010
2012
2013
2014
2015
1997
2007
2011
*El cuarto trimestre de 2015 fue estimado de manera lineal.
Población ocupada en la industria, cortesía del ine.
Fuente: elaboración propia con datos oficiales del bcv, «pib por sectores».
1
Me he abocado a esa fuga en otros artículos, en particular Sutherland (2016).
2
La cotización del dólar medida en bolívares que se venden en la frontera colombo-venezolana
está disponible en https://dolartoday.com
Crisis económica actual de Venezuela 329
Gráfica 14. Aumento de 125 mil por ciento en la Base Monetaria (bm)
7 000
Miles de millones de bolívares
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
Diciembre 2016
Enero 2017*
*El aumento en la base monetaria emitida por bcv
para el periodo 1999-2017 (enero) fue de 125.399,64%.
Fuente: bcv, estadísticas del sector financiero.
acciones que el Estado compró, pagó mil 50 millones de dólares, a pesar de que
el banco fue adquirido (93% del paquete accionario) por el grupo Santander en
menos de 300 millones de dólares (Wikipedia, 2012). Las mejores empresas del
país no se han estatizado, lamentablemente la mayor parte de las que recién
lo han hecho son las que arrastran los más graves problemas de atraso tec-
nológico y obsolescencia técnica. Lo anterior provoca que dichas empresas no
puedan ser productivas sin una inyección enorme de capitales, debido a ello
sus antiguos dueños las abandonaron. Empresas como Invepal, Inveval, Clo-
rox, sidor y otras estatizadas en la actualidad son muy ineficientes, al punto
que el salario que devengan sus obreros sale en muchas ocasiones del bolsillo
de otra empresa estatal: pdvsa.
2. La imprescindible «reforma tributaria» no ha llegado. El gobierno luego
de 18 años de mandato no ha impulsado cambios sustanciales en el impuesto
sobre la renta (isrl), para al menos tratar de exigir mayores tributos a los
grandes capitales. Según la Cepal, los países que mostraron los incremen-
tos más notables desde 1990 en sus promedios de ingresos fiscales sobre el
pib fueron Bolivia (20.6 puntos porcentuales) y Argentina (18.8), mientras que
Venezuela registró un descenso (4.5 puntos porcentuales) (Montes, 2015). La
ultraliberal ley de impuestos que impusieron los llamados «Chicago boys» en
los 1990, aún se mantiene sin cambios trascendentales. Impuestos tan regresi-
vos como el iva han desplazado a impuestos progresivos con ciertas posibi-
lidades redistributivas.
3. A pesar de la compra del Banco de Venezuela la banca estatal se encuen-
tra en minoría al alcanzar alrededor de 30% de la banca total. Peor aún ha sido
la fragmentación en decenas de instituciones financieras de escaso capital y de
vigorosa ineficiencia. En estos años el gobierno ha creado: banco de la mujer,
banco del pueblo, banca comunal, banco de las fuerzas armadas, banco de de-
sarrollo y un montón de instituciones que representan la fragmentación de un
capital que concentrado pudiera acumularse de modo eficaz. La fragmentación
de la banca estatal se ha acompañado con una política de ofrecer créditos ba-
ratos (tasas de interés patentemente negativas) a familias, cooperativas y pymes
con baja capacidad de pago y que de ninguna forma impulsan la producción y
el desarrollo de fuerzas productivas.
332 Manuel Sutherland
3
Movimiento de personas que afirman que lo mejor de vivir es vivir de la basura de los demás.
Una reseña de esa secta se encuentra en Movimiento Líquido (4 de marzo de 2013).
334 Manuel Sutherland
Referencias
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teoria-de-la-escasez--un-fenomeno-economico-con-im.aspx
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336 Manuel Sutherland
Semblanzas
Óscar Ugarteche Galarza (Perú). Investigador titular b (sni nivel iii) del Institu-
to de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de
Semblanzas 343
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