Pedagogia
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Pedagogia
Capítulo 1
El abc de la Pedagogía
Para qué educamos: Educamos con la finalidad de reproducir y conservar un orden social
establecido a través de los saberes social y culturalmente aceptados por la humanidad; y por
otra parte educamos para generar una transformación del orden social establecido y crear un
nuevo orden.
Se puede decir que la educación en sí es poder, ya que la educación moldea e incide en los
pensamientos y en las conductas de diferentes maneras. En la educación el poder siempre se
ejerce en forma de micro-poder.
La educación está compuesta por relaciones sociales y todas las relaciones sociales son
relaciones de poder.
Por otro lado, en la educación valoramos unas formas de poder sobre otras: las democráticas
sobre las impuestas; las consensuadas sobre las impuestas. Cuando educamos impartimos
saberes y el saber no es sólo información, pues él, incluye el saber actuar de una manera
eficaz; por lo tanto, el saber es también una conducta; la educación se encarga de la
transmisión de saberes, en el sentido amplio con que hemos usado el término, e implica
relaciones de poder.
6. ¿De qué habla el texto cuando habla del fenómeno educativo como un
fenómeno intencional y consciente?
Educación Sistemática: Se trata, en todos los casos, de una acción planificada, reglada y
graduada.
Educación Asistemática: otras formas de educación, más azarosas, pero con resultados
igualmente significativos en el aprendizaje, y que no pueden desconocerse.
Educación Permanente:es una respuesta social a los continuos nuevos saberes que se
producen y a los profundos cambios que se viven día a día en relación con el mundo del
trabajo.
Capítulo 2
¿Cuando se inventó la escuela?
En ocasiones , nos parece muy difícil cambiar situaciones , aun cuando deseamos
profundamente cambiarlas, nos parece casi imposible encontrar una forma de modificarlas;
muchas veces porque todo esto nos parece natural entonces la posibilidad de cambio se nos
presenta como impensable "... si la Escuela existió siempre y en todas partes, no sólo está
justificado que siga existiendo, sino que su universalidad y eternidad la hacen tan natural
como la vida misma...".
Para revertir esta suposición, es preciso realizar el ejercicio de considerar que la escuela no
es un fenómeno natural, sino que constituye un fenómeno histórico y social. Considerar el
carácter de construcción histórica de la escuela es saber que su naturaleza no es eterna, sino
contingente. La escuela de hoy es un fenómeno de la Modernidad, y saberlo nos habilita a
repensar las formas que asume la educación.
La mayoría de las personas vive sus prácticas cotidianas como si fueran de carácter natural,
no obstante, incluso las acciones de carácter biológico, han sido impregnadas por practicas
culturales: cuando comemos, nos sentamos en una silla ante una mesa, ponemos los cubiertos
a los costados del plato y los sostenemos de una cierta forma. Estas, y otras muchas prácticas
que experimentamos como naturales, son de carácter social, es decir, las hemos aprendido en
nuestra participación e interacción en la vida social.
Esto mismo sucede con una gran parte de las formas y prácticas educativas que conocemos:
● Un edificio con ciertas características, al que identificamos como escuela.
● Salones contiguos y diferenciados denominados aulas.
● Un mástil, un timbre o una campana, una portera, guardapolvos, formaciones, saludos
a la bandera.
● Etc.
La forma de educación que una sociedad utiliza y la manera en que las prácticas educativas
se institucionalizan se relaciona estrechamente con la acumulación de saberes.
Si una sociedad posee un escaso saber acumulado y sus procesos son simples, los procesos
educativos serán de corta duración. Por el contrario, a medida que una sociedad se vuelve
más compleja y posee más saberes, el proceso educativo requiere más tiempo.
Otro componente de gran importancia para el análisis de prácticas educativas son los
saberes, transmitidos y considerados socialmente significativos y necesarios, y además, el
destinatario de esos saberes.
Dado que la educación es necesaria para la producción y la reproducción de la sociedad, los
saberes considerados apropiados son transmitidos a las jóvenes generaciones que son quienes
han de contribuir para que la sociedad continúe y se proyecte con el tiempo.
En las sociedades primitivas, los saberes que se transmitían estaban ligados a la necesidad de
subsistencia y control del medio ambiente. En las comunidades primitivas, la enseñanza era
para la vida por medio de la vida. Con el progreso el hombre pasó de nómada a sedentario y
este cambio le permitió su independencia respecto de lo que la naturaleza le ofrecía.
Con el tiempo fueron apareciendo herramientas y más objetos que le permitían subsistir, con
esto se agrego a los saberes que se les enseñaría a las próximas generaciones.
Con el progreso que llevaba la sociedad se fue diversificando la cantidad de saberes y de
enseñanzas, debido a que por la cantidad de saberes, era imposible que todos se aprendieran
todo, asi que empezaron a dividir y a categorizar el conocimiento.
A medida que el caudal de lo acumulable iba incrementándose, la división entre el trabajo
manual –producción básica de alimentos y vestidos, y diversos oficios– y el trabajo
intelectual se intensificó. Y este proceso de distinción implicó, necesariamente, un proceso de
educación diferenciada.
En las primeras comunidades en que se organizaron los seres humanos, la educación estaba
caracterizada por su casi nula institucionalización, ya que la enseñanza era con la práctica y
observación. En aquellas primeras sociedades, no existía un ámbito especialmente dedicado a
los procesos educacionales, dado que los fenómenos educativos no estaban disociados de la
cotidianeidad. Sin embargo, las formas de inclusión en las sociedades de los inicios de la
humanidad, representadas en las formas de rituales de iniciación, poseían un modelo de
evaluación o prueba y, además, tenían la representación de una figura de maestro o alguien
capaz de transmitir cierto saber valioso para quienes debían integrarse en la comunidad.
Capítulo 3
Frankestein educador
Exigencias de la Pedagogía
● Explicar con tus palabras, y de manera breve (un renglón o dos), cada una de
las exigencias que nos plantea Meirieu.
Hay que reconocer el carácter inverosímil de todo nacimiento. Hay que ver al hijo nacido
como alguien que nos supera y no encerrarlo en nuestros sueños y lo que quisimos ser, sino
que él sea lo que quiere ser.
Es reconocer que los alumnos son seres que no quieren ser moldeados ni fabricados, ellos
mismos quieren construirse y por eso se oponen o resisten al educador, y hay que saber cómo
hacer frente a eso.
Consiste en reconocer que no todos los alumnos recibirán los saberes de la misma forma y
jamas se realiza de forma mecánica, sino que supone una reconstrucción, por parte del sujeto,
de saberes y conocimientos que ha de inscribir en su proyecto.
SOLO EL SUJETO PUEDE DECIDIR APRENDER
Consiste en que cada uno es dueño de decidir si quiere aprender o no, y no se puede obligar a
nadie a aprender nada.
Es responsabilidad del educador de buscar formas o métodos para que los alumnos no se
encierren en la idea de no aprender, y también entender que hay veces que el educador no
puede hacer nada.
LA AUTONOMÍA
Es permitirle e impulsar al alumno su desarrollo, para que el mismo se apropie de los saberes
y pueda re-utilizarlos por su cuenta y lo reinvierta en otra parte.