Los Huespedes Secretos Manuel Del Cabral Completo
Los Huespedes Secretos Manuel Del Cabral Completo
Los Huespedes Secretos Manuel Del Cabral Completo
INICIO PRIMERO
INICIO SEGUNDO
INICIO TERCERO
HUÉSPED PRIMERO
HUÉSPED SÚBITO
HUÉSPED CAÍDO
HUÉSPED YA ENTERO
Y ahora...
Mientras oigo un gris rumor de flautas antiguas,
los hombres hablan apresurados de comercio;
yo no sé de dónde estoy llegando,
pero me encuentro anormal entre los hombres con espadas
ellos se rodean y viven de eso que sirve para la salud animal;
ellos mueven la lengua con cierto juicio de hormiga,
son metódicos, conocen cuántas veces
es que debe solamente moverse su lujoso sentimiento.
Pero, y tú, pequeña ironía que te llamas hombre,
¿sabes lo que es pensar para siempre
porque no tenemos otra cosa frente a las estrellas?
HUÉSPED SOLO
HUÉSPED DE FONDO
Todo aquí tiene sitio. Pero las cosas cuando yo las toco,
¿se parecen a ellas?
Yo vengo ahora mismo de un móvil pero fijo
territorio sin fecha. Puede el árbol nombrarme,
darme estatura el viento. Puedo decir también
que todas las cosas me esperaban.
Mi trato es el del río con el del día que lo besa.
Un pájaro que vuela comprende mi llegada.
El barquero
que espera los viajeros para llenarles los ojos
de otra ribera, sabe perfectamente
por qué he venido desde remotas tinieblas
a esperar a los hombres.
Quizá junto a los ojos que se van hacia adentro
para mirar las cosas de los ciegos, quizá junto al latido
del material que tiembla,y habla sólo temblando;
quizá junto a la herida que se llena de hormigas
como si con la muerte fabricaran la vida;
quizá junto al soldado que se va por el agua
que no tiene regreso y abrió la puñalada, quizá junto al soldado
que en vez de ver su herida se pone a ver la noche con estrellas,
como si por las altas rendijas de los astros
ve que hay algo más grande que está herido, y sonríe.
La muerte, su muerte, levanta la mañana
HUÉSPED DE LA SALIVA
EGO DE HUÉSPED
Entonces...
¿Quién es que aquí me dice: —mira esta niebla, ven
a recordar tu forma primitiva? ¿No sientes
que andan peces antiguos por tus venas recientes?
¿ Quién el útero virgen del pensamiento preña?
Algo que vaga, crea, si es un ocio que sueña...
Ven a mirar tu origen que es casi amorfo, ven.
No ves que hay un solemne misterioso vaivén:
una onda que viene de no terrestres puntos
y alimenta con hondo e inefable alimento
los más sutiles filtros que hay en el pensamiento.
Barro y alma ¿qué han hecho? ¿Quién los ha puesto juntos
en este espacio ardiendo que va en el cuerpo mío?
¿Hay acaso un sentido no propio que trabaja
desde un remoto aliento tercamente en mis cosas?
¿Si he sido yo otras veces, si tal vez soy el río
que desde alguna oculta montaña siempre baja,
puedo yo estar tranquilo de este andar que no es mío?
Aire puro, a ti solo puedo decirte algo;
si vengo de las nieblas, ¿quién me ha puesto de galgo
en esta caza oscura donde una voz escucho,
una voz que me empuja, una voz que me manda
a recoger, aún viva, la codiciada presa...?
Pero, aire puro, dime: ¿por qué con ella lucho,
y entre mis dientes sangra sólo luz que se agranda,
como si entre mi boca mordiera la belleza?
¿Dime, aire puro, dime, qué voz es la que escucho
que ya no me detengo y es con la luz que lucho?
¿Es que ya entre la sangre que va en el cuerpo mío
lo más distante tiembla con mi nombre,
igual que aquella altura que tiembla bajo el río?
EL HUÉSPED DE PIEDRA
EL HUÉSPED BOBO
HUÉSPED NO QUIERO
II
III
HUÉSPED DE LA LLAGA
Toda la noche
la cotorra del brujo picoteando el silencio.
Toda la noche
estuvieron los hombres bregando con trozos de tinieblas.
Toda la noche
el farol casi humano, con su poco de día,
matando la mirada dulce-azul del cocuyo.
Y nada.
El sepultado ni siquiera hedía.
Todo aire de muerto lo mataban las flores.
¿Es que se hundió como si fuera en agua?
Ayer, precisamente, se le vio en la bodega,
luchando entre penumbra con unos diosecillos
que saltaban sin tregua
desde el tonel del vino hasta la copa,
y corrían,
corrían,
como un grupo caliente de cosquillas
por su cuerpo varón y su neblina.
Toda la noche
estuvieron los hombres cucuteando,
registrando la tierra.
Sin embargo, mi perro está ladrando,
hoy a las siete de la mañana
mi perro está ladrando,
ladra junto a una mano que parece de náufrago fijo.
¡Creció el cadáver
igual que un árbol para dar su fruto
HUÉSPED EQUIVOCADO
Esta es la noche...
Después... pormenores... detalles...
Hay en aquella niebla un sueño escrito.
Un odio entre paredes que se busca a sí mismo.
Una llaga maestra que da clases de vida.
Un sacrificio anónimo en el árbol.
Un siempre luto espeso que se usa en la sangre.
Un "voy a esperar”.
Un grupo de conciencias que fabrican la nada.
Una mujer preñada que espera que comprendan
que una gota de semen puede ser presidente.
Y más allá en un oro que hierve de trajines
un grupo de comadres hormigas parecidas
a las conversaciones de los números,
Mientras unas palomas sin memoria
le salen de las venas al guitarrero herido.
Esta es la noche,
la que parece tierra,
la que puede llevarse bajo el pecho,
la que puede agarrarse entre los dedos,
como plomo,
como fruto,
como espada.
Esta es la noche,
la que también se pone del tamaño del hombre,
la que cabe en sus preguntas,
la que cabe en su mito de hueso,
la que le crea su fantasma sólido,
su religiosa,
su profunda presencia.
Esta es la noche,
sólo ésta es la noche.
En tanto unas palomas sin memoria
siguen saliendo de la sangre herida.
Siguen saliendo.
HUÉSPED AÚN
CÓMO
NO CAMINES
No camines conmigo,
no camines.
¿Pero quién eres
que me odias tanto?
¿Quién?
No ves que soy tu voz.
CARNE MÍA
Carne mía.
Barro mío.
¿Qué quieres?
No ves que estoy cantando
desde antes de tu forma.
ALGO
Algo volaba,
y de súbito,
cayó en mí,
más que en mi mano...
¿Y es verdad que esto se llama
aquí pájaro?
REVOLOTEABA
Revoloteaba el canario
entre los dos, pero a ratos
temblaba para cogerlo,
porque en verdad no sabía
si era en el pecho que estaba
la música o en el pájaro.
LA CARGA
SOLO
SED DE AGUA
FRACASO
Toda
la noche
vomitó
mis
píldoras.
No pudo
suicidarse
mi revólver
TRES VOCES PARA UN MOTIVO
II
III
ALGUIEN
Alguien me dice...
Me cuenta...
Pero es el viento.
No es alguien...
Alguien me hiere...
Me sangra...
Es la mañana.
No es alguien.
HUÉSPED DE UN ANTES
CONCRECIÓN
Línea.
Curva.
Sonido.
Lo que el Universo mide.
Esto.
Sí.
Sólo.
Todo.
Es tan bello, que es triste
EL HUÉSPED SONORO
AGUA VIVA
ROSTRO SOLO
Concéntrico equilibrio
que siempre va hacia adentro.
¿Cuánto habrá que quemarse,
quemar lo que transita,
no lo justo, lo casi
pelado de ser puro;
lo casi inadvertido
de ser lo que acumula
compactas claridades,
el aire enloquecido
de rojo clima hinchado?
¿Podrá quemar la llama
tanto fuego que piensa?
HUÉSPED EN POLVO
POESÍA
No conozco mejor definición de la
poesía que este poema de Cabral
Paul Eluard
VOZ
UNA SED
LA MUERTE DE LA NADA
ONIRICOMA
En ese punto
donde no sabemos si el pan es lo que sueña
o el cuchillo es un poco de ternura extraviada.
En ese punto de estrella fija
en que no podemos confirmar si el amor es un caballo
que ha salido del pecho
o es el horizonte que ha entrado en una llaga
por donde salen pájaros cuya fosforescencia
volveremos a ver en los cadáveres
que regresan con todas las raíces.
Sin embargo,
estamos trabajando con secretos
sencillos como vacas cuando miran un tren,
estamos trabajando con la rosa
en donde duermen monstruos y están todas las fuerzas.
ANUNCIACIÓN
VELANDO A LA MUERTE
LOS MUERTOS
Los hombres
no saben repartir su eternidad,
los poderosos
siempre creen que la muerte es su fortuna
y amontonan el tiempo detenido en la espada.
Pero la tierra los espera,
allí les tiene juntos
todos,
todos los huesos que amueblaron el mundo,
allí les tiene intacta
el hambre que no pudo llegar a sus palacios,
allí les tiene limpia
el agua de limosna que le dieron al llanto,
allí les tiene tibio
el beso que une a veces dos abismos...
UN CABALLO GALOPA
Un caballo galopa,
que nadie lo espere, que nadie lo persiga.
Su cola es tan antigua
que antes de que la hiciera temible en las fogatas,
le inventaba ya al náufrago en los mástiles
peligrosas banderas invisibles,
con su respiración huracanada.
Un caballo galopa.
Que nadie lo vigile.
Que hace ya muchos siglos que trotó por la tierra
y se quedó en las venas del hombre
galopando.
Y va por dentro, pero no encerrado...
Lo sentimos,
lo vemos...
va corriendo sin tregua.
No podemos tocarle.
Porque galopa alto...
y mucho antes
que el tiempo,
mucho antes
que el hombre y la palabra...
Un caballo galopa,
a lo lejos su cola, ya infinita,
se prolonga
en cada nebulosa
haciendo caracoles siderales,
caracoles que tienen
un rumor interior, un inefable
rumor de terco océano,
tan vasto,
tan visible,
tan secreto
que sólo los cadáveres lo escuchan.
LA CARGA
SUMA DE LA NADA
A UN RECIÉN NACIDO
II
Ya lo ves, sanguijuela,
te estás poniendo eterna con mi sangre.
LO QUE GUARDARON
FETO
Difunto arrepentido
que abandonas de pronto tu sepulcro y tu cuna,
si en tu pequeña historia de encerrado
está la edad del mundo que se paró en dos patas;
tú que naciste anciano
y te llenas de pronto de futuro,
tú que llegaste envuelto como un secreto náufrago,
tú,
contrabando de bodas que humillaron a besos
tú que sucio naciste con tu cuerpo enredado,
tú que llegaste
con tus patas sin uso pero llenas de viajes,
tú,
desterrado del lápiz feroz de los notarios,
tú,
buzo anfibio que traes agua virgen profunda,
tú,
semilla de planeta carnicero,
viejo feto, sonámbulo del vientre,
todavía te usa la sonrisa enfermera;
la sonrisa es aún
la almohada con que duermen el monstruo de tu ángel,
es la almohada
donde aún se acomoda tu fracaso de puente,
tu teléfono roto
para el diálogo urgente del alma y la materia.
ESPEJO
BONZO
PANTERAS
HABLO DEL YO
SABOR DE SOMBRA
Alguien me dice:
—Tú estás al revés—.
Precisamente,
he virado los naipes
porque todos tienen el rostro mío.
Pero ahora... Pero siempre.
¿Quién me puso de trampa
en el juego más alto,
en el perpetuo?
EL ESCULTOR CIEGO
RULETA
III
IV
LEY
AMÉRICA ROTA
REO
EL ENTERRADO
PAN Y CIELO
Cuando el primer ladrón dijo:
me están robando,
comenzó la civilización.
Pero la cultura le alargó los brazos,
tanto,
que el animal volvió a sus cuatro patas.
No importa que con ellas pise ahora la luna,
O le tome la fiebre a las estrellas,
O nos ponga en los ojos todos los horizontes.
No importa.
No importa.
Que un frac en cuatro patas va pisando los astros.
Que el monstruo no digiere los espacios que come.
No importa.
No importa.
Entre el pan y el mendigo hay más espacio
que entre el cielo y la tierra.
ZAPATO
GOLONDRINA
CRUCIFIJO
EL ÚLTIMO HUÉSPED