Curso de La Prescripcion
Curso de La Prescripcion
Curso de La Prescripcion
A) SUSPENSIÓN:
La suspensión está prevista en el artículo 3983, y sus fundamentos en la nota del mismo.
3983. El efecto de la suspensión es inutilizar para la prescripción, el tiempo por el cual ella
ha durado; pero aprovecha para la prescripción no sólo el tiempo posterior a la cesación de
la suspensión, sino también el tiempo anterior en que ella se produjo.
CASOS:
1) Incapacidad de Hecho:
El sistema del código civil argentino protege a los incapaces, no para diferenciarlos respecto
de las personas capaces, sino para por lo menos tratar de equipararlos, y llegar a una cierta
igualdad en cuanto a los actos que pueden llevar a cabo, para evitar una situación injusta de
diferencia entre incapaces y capaces.
Tiende también el código a corregir la incapacidad de los incapaces, es decir, está planteado
sobre dos cuestiones:
a) Tratar de equiparar en la mayor cantidad de actos posibles que un incapaz puede desplegar
En este sentido el antiguo artículo 3980 establecía: "Si durante la incapacidad del sujeto se
cumplía el plazo de la posesión para la prescripción adquisitiva, la incapacidad de hecho
hacía suspender el curso de la prescripción que venía corriendo". De manera que no le era
oponible la prescripción adquisitiva a este sujeto que se encontraba en un estado de
incapacidad y luego devenía capaz, luego de que se cumplía el término de la posesión
establecida para prescripción adquisitiva.
La cuestión que se planteaba era un tanto injusta, porque si éste incapaz no tenía nombrado
representante y no sobrevenía situaciones que lo tornaran nuevamente capaz, por ejemplo la
curación de una demencia, o que siendo menor llegase a ser mayor de edad, quedaba
suspendido sine die el curso de la prescripción, y no se llegaba nunca a operar en contra de
éste sujeto.
Entonces, se le impone tres meses para que designado el representante del incapaz se tenga
acceso a la defensa posesoria para la articulación de las defensas que se puedan oponer.
No obstante ello, sigue manteniéndose la incapacidad de hecho del incapaz sin representante
como causal del curso de la prescripción con éstas limitaciones en el tiempo.
2) Matrimonio:
3969. La prescripción no corre entre marido y mujer, aunque estén separados de bienes, y
aunque estén divorciados por autoridad competente.
3970. La prescripción es igualmente suspendida durante el matrimonio, cuando la acción de
la mujer hubiere de recaer contra el marido, sea por un recurso de garantía, o sea porque lo
expusiere a pleitos, o a satisfacer daños e intereses.
Si una persona estaba en posesión de una cosa en propiedad de quién luego devenía su
cónyuge, este matrimonio suspendía el curso de la prescripción mientras durara.
Ya el antiguo artículo 3969 establecía la posibilidad de que el matrimonio se disolviera por
alguna razón. A la época de la sanción del código no existía lo que se conoce actualmente
como el divorcio vincular, que ya era conocido en otros países más civilizados. No obstante
ello, el codificador incluyó el término divorcio, no refiriéndose desde luego, al divorcio con
la disolución del vínculo - situación que se incorporó al derecho positivo más de 100 años
después - , pero existía la posibilidad de que por alguna razón estuvieran separados los
cónyuges.
De manera tal que la vieja lectura del código antes de la sanción de la ley de divorcio, alude a
que ese divorcio signifique la separación corporal y/o societaria de estos cónyuges, sin
necesidad de que el vínculo esté disuelto.
Un sujeto está en posesión de una cosa, propiedad de la persona del sexo opuesto con quien
contrae enlace civilmente y la existencia de ese matrimonio suspende el curso de la
prescripción entre las dos personas. Y se mantiene la suspensión hasta tanto el vínculo
matrimonial siga existiendo. Hoy en día, puede finalizar esa causal con el divorcio vincular
(porque disuelve el vínculo) o con la separación de cuerpos (separación personal) o con la
separación de la sociedad conyugal sin que implique separación corporal ni menos
separación vincular.
La fundamentación de esta causal de suspensión está dada en la misma nota del artículo
3969.
Nota - 3969. Las relaciones que existen entre los esposos y en su incapacidad recíproca para
hacerse beneficios irrevocables, dejan sin valor alguno las consecuencias que se podrían
deducir de la posesión del uno y del silencio del otro. Aunque haya separación de bienes, la
prescripción debe suspenderse entre los esposos. A ninguno de ellos se le puede culpar de no
haber cobrado al otro lo que le debiese.
Supongamos que un marido hubiese poseído durante veinte años, con todas las condiciones
requeridas por la ley, un inmueble que ignoraba que pertenecía a su mujer. Era preciso bajar
del tiempo de su posesión, el tiempo del matrimonio, porque la prescripción no ha corrido
durante esa época de unión en que la mujer debía reposar sobre los cuidados del marido,
respecto a los bienes que a ella le pertenecían, y en que el marido habría sin duda abdicado el
pensamiento de adquirir un inmueble con perjuicio de su mujer, si él hubiese sabido que le
pertenecía.
Decimos aunque estén separados de bienes, y aunque estén divorciados por autoridad
competente. El marido regularmente tiene sobre la mujer un ascendiente que una separación
de bienes o un divorcio no tienen el poder de borrar. Cuando a la mujer se le restituyen sus
derechos civiles, no se le devuelve al mismo tiempo un corazón libre de toda afección, o
temor. Desde que el mismo principio de afección puede subsistir en una mujer separada de su
marido, que en la que no lo está, sería injusto que la prescripción a la cual, la una por
debilidad, y la otra por condescendencia con el marido pudiese exponerla, corriese contra la
una, y no corriese contra la otra. La separación de bienes tiene por fin la conservación de la
fortuna de la mujer, y si ella trajese consigo la prescripción, iría contra su fin. Retenida por el
amor, por el respeto o temor a su marido, la mujer dejaría perecer sus derechos.
Ninguna de los cónyuges puede reclamarse un bien, ni oponer prescripción adquisitiva, o
incluso la prescripción mientras exista el vínculo matrimonial. ¿Por qué? Porque la ley ha
querido proteger primero las relaciones que familias que el tráfico de los objetos en el
comercio.
En todo el sistema positivo argentino, por ejemplo en el derecho penal, en las querellas por
hurto, robo, daño, no están legitimados para oponerla los parientes cercanos, incluso los
parientes no consanguíneos, como los cuñados, los parientes políticos, que convivieran en un
mismo hogar. La ley prefiere mantener una situación de armonía, aunque en la realidad no
exista en los hechos, pero la ley no va a corroborar eso.
Al estudiar Derecho Romano, recordamos que los ciudadanos podían ser siu iuris y alieni
iuris. Los sui iuris eran aquellos que tenían derechos por sí mismos, en una primera época los
patricios varones mayores de edad, y luego todos los ciudadanos varones mayores de edad.
Luego se fue modificando, pero nunca en relación a la mujer, quien fue siempre una alieni
iuris. Es decir que era una persona que estaba parasitada sobre el derecho de un varón:
cuando era menor sobre los derechos del padre y bajo su tutela; cuando fallecía el padre bajo
la tutela de un pariente consanguíneo varón (un hermano mayor); y cuando contraía enlace
sobre los derechos de su marido, pero nunca era una persona sui iuris.
El codificador argentino, recogió esa tendencia por dos motivos: 1) por ser netamente
romanista, y 2) porque la tradición colonial argentina también lo imponía de esa forma.
Esta situación se mantuvo durante 60 años hasta la sanción de la ley 11.357 de los derechos
civiles de la mujer (1926). El autor de la ley de los derechos civiles de la mujer es Mario
Bravo, Tucumano Socialista, quien nació en Cocha, hijo de una mujer indígena. Era el vivo
ejemplo de la movilidad social en la Argentina, hasta la aparición del Fascismo. Después del
año 30 hasta el año 43, la movilidad social argentina se pierde, prácticamente no existe.
Mario Bravo quien era hijo natural, "llamado así en aquella época" por ser hijo de una
indígena, fue quien sancionó la ley de los derechos civiles de la mujer.
La mujer adquirió capacidad legal para tener su patrimonio y dejó de ser una persona
civilmente incapaz.
Antes de la reforma del 17.711 toda herencia era aceptada sin el beneficio de inventario.
Después de su sanción la herencia se presume aceptada con beneficio de inventario.
Entiéndase por activo todos los bienes que forman el capital en ese patrimonio, y las
expectativas de acreencias del activo (lo que tengo actualmente y lo que puedo reclamar para
tener, forma mi activo). El pasivo es todo lo que se adeuda, las obligaciones por cumplir.
Ese inventario también se puede hacer en una herencia y con beneficio de ese inventario
aceptarla o no. ¿Que acepto y que no acepto de la herencia? Si la herencia es la continuación
de la personalidad del causante, el heredero va a ser acreedor o deudor de todo lo que el
causante era acreedor o deudor. De manera que si existía más pasivo que activo, éste pasivo
caía en cabeza y bajo responsabilidad del heredero.
B) RENUNCIA DE LA PRESCRIPCIÓN:
Tendríamos que decir con el artículo 3965 que la renuncia de la prescripción está prohibida
por la ley, como una disposición de orden público. Pero lo que si puede renunciarse es la
prescripción ya ganada, porque la prescripción adquisitiva es una institución de orden público
en miras de la seguridad jurídica.
La prescripción adquisitiva hace un sujeto sin justo título, sin buena fe que ha poseído un
inmueble de otro por el término de 20 años, con ánimo de dueño y demás características,
pueda intentar mediante las vías legales, la consolidación de esa situación de hecho, en virtud
del principio de la seguridad jurídica, pero nadie por esa razón puede renunciar
anticipadamente a la prescripción.
3965. Todo el que puede enajenar, puede remitir la prescripción ya ganada, pero no el
derecho de prescribir para lo sucesivo.
Nota 3965 - Renunciar a una prescripción cumplida, es renunciar al objeto mismo que la
prescripción ha hecho adquirir, y por consiguiente puede hacerlo el que tenga capacidad
para enajenar. Pero renunciar con anticipación a la prescripción, es derogar por pactos una
ley que interesa al orden público, y autorizar convenciones que favorecen el olvido de los
deberes de un buen padre de familia, fomentando la incuria en perjuicio de la utilidad
general. Si se permitiese tales renuncias, vendrían a ser de estilo en los contratos, y la
sociedad quedaría desarmada, desde que se le quitaba su más firme apoyo.
872. Las personas capaces de hacer una renuncia pueden renunciar a todos los derechos
establecidos en su interés particular, aunque sean eventuales o condicionales, pero no a los
derechos concedidos, menos en el interés particular de las personas, que en mira del orden
público, los cuales no son susceptibles de ser el objeto de una renuncia.
Está normado en una ley especial 14.159. Dicha ley del año 54, es una de las llamadas leyes
ómnibus, que los poderosos de turno dictan cuando circunstancialmente tienen mayoría en el
parlamento y la pueden dictar. Se llaman leyes ómnibus porque tratan muchas cuestiones
distintas en un mismo cuerpo legal. El artículo 24 versa sobre el juicio de prescripción
adquisitiva. Los demás artículos versaban sobre otras cosas totalmente distintas.
24. * En el juicio de adquisición del dominio de inmuebles por la posesión continuada de los
mismos (artículo 4.015 y concordantes del Código Civil), se observarán las siguientes
reglas:
a) El juicio será de carácter contencioso y deberá entenderse con quien resulte titular del
dominio de acuerdo con las constancias del Catastro, Registro de la Propiedad o cualquier
otro registro oficial del lugar del inmueble, cuya certificación sobre el particular deberá
acompañarse con la demanda. Si no se pudiera establecer con precisión quien figura como
titular al tiempo de promoverse la demanda, se procederá en la forma que los Códigos de
Procedimientos señalan para la citación de personas desconocidas.
b) Con la demanda se acompañará plano de mensura, suscripto por profesional autorizado y
aprobado por la oficina técnica respectiva, si la hubiere en la jurisdicción.
c) Se admitirá toda clase de pruebas, pero el fallo no podrá basarse exclusivamente en la
testimonial. Será especialmente considerado el pago, por parte del poseedor, de impuestos o
tasas que gravan el inmueble, aunque los recibos no figuren a nombre de quien invoca la
posesión.
d) En caso de haber interés fiscal comprometido el juicio se entenderá con el representante
legal de la Nación, de la Provincia o de la Municipalidad a quien afecte la demanda.
Las disposiciones precedentes no regirán cuando la adquisición del dominio por posesión
treintañal no se plantea en juicio como acción, sino como defensa.
Serán asimismo subsidiarias del régimen especial a que puede someterse por leyes locales,
la adquisición por posesión de inmuebles del dominio privado de la Nación, Provincias o
Municipios.
Características:
1) Que el juicio sea contradictorio: Según haya o no litis (pelea), los procesos pueden ser
contenciosos (contradictorios) o voluntarios. En un proceso contencioso hay contendientes, el
que tiene el derecho real (titular de dominio) y el que pretende el derecho real (el poseedor
que pretende el dominio). Se tramita contra el titular del dominio.
Carátula: Juicio: Rocchio vs. Squiavone s/Prescripción Adquisitiva. (Rocchio es
poseedor y Squiavone es propietario). (s/: sobre).
b) Si se traba de inmuebles, debe adjuntar plano de mensura del inmueble. Como la posesión
se ejerce sobre cosas ciertas y determinadas, la certidumbre y la determinación de la cosa que
está bajo nuestra posesión, no puede quedar librada a otro tipo de probanza que no tengan la
fuerza y la eficacia de un plano de mensura.
¿En qué consiste la verificación de la mensura? En que el agrimensor (el mismo que hizo la
mensura u otro) concurrirá al inmueble y verificará que los datos de la mensura y que los
datos catastrales (que figuran en la Dirección General de Catastro) coincidan con la realidad
material de la determinación del objeto de la posesión.
El plano de mensura debe ser confeccionado por un profesional matriculado, pasado por la
autoridad competente y la oficina de registro. El profesional competente en la provincia de
Tucumán es el agrimensor o el ingeniero geodesta.
Una vez que pasa esta instancia matemática viene el agrimensor con el plano de mensura,
pasado por el colegio respectivo y aprobado por la dirección de catastro.
Como todo trámite sumario tenemos, en conclusión: a) la probanza de la titularidad de
dominio <el informe registral>, b) el plano de mensura, y c) además se debe acompañar toda
la demás prueba documental. Lo central, el nudo de la prescripción adquisitiva es la etapa de
la prueba.
Caso: El Sr. Rocchio va a venir en la demanda a decir: Sr. Juez yo fulano de tal, he sido
poseedor en forma pacífica, pública e ininterrumpida de una propiedad inmueble cuyos datos
aparecen en plano de mensura y que tiene tal extensión y tales características, desde hace 22
años, ejercida la posesión por mí mismo, o por accesión de posesiones que he hecho de mi
padre.
Como se trata de una posición de hecho, si la posesión fuere un derecho, aquilatando
sumariamente la prueba de la posesión, ya estaría el juicio de prescripción adquisitiva en
estado de dictar sentencia.
Pero aquí se trata de una situación de hecho, hay que probar posesión.
Por más que el Sr. Squiavone no conteste la demanda el va abrir a prueba el juicio. Capaz
que Rocchio diga: Sr. Juez para qué va abrir la instancia de la prueba, si Squiavone si
siquiera ha contestado. Para que el Juez declare que Rocchio es dueño, tiene que probar que
ha sido poseedor.
c) Prueba de la posesión:
1) La ley establece que la posesión puede probarse por cualquier medio de prueba. Sólido
argumento a favor de la tesis que dice que la naturaleza jurídica de la posesión es un hecho;
si fuera un derecho no admitiría cualquier medio de prueba.
2) Pero obstante, dice la Ley que la sentencia que se dicte, no podrá basarse exclusivamente
en la prueba testimonial.
3) De manera que en la etapa probatoria habrá una prueba que es la que tiene menos eficacia,
que es la probanza testimonial. Y habrá una prueba que tendrá un rango de excelencia
notoria, que es el pago de impuesto por más que las facturas no estén a su nombre.
La luz, el agua y el gas no son impuestos, sino exteriorizaciones de actos posesorios
En conclusión, la sentencia tendrá carácter de título suficiente del dominio del prescribiente a
partir de que quede firme con autoridad de cosa juzgada (que no puede ser revisada por
ningún otro tribunal).