Memorial Estado
Memorial Estado
Memorial Estado
MEMORIAL
“AGENTES DEL ESTADO”
Materia: Derecho Internacional de los Derechos Humanos
Paralelo: “D”
Universitarios:
➢ Conde Romero Jhosseline Alejandra
➢ Castedo Yupanqui Sue Helen
➢ Rodríguez Delgado Neftali Heric
➢ Mendieta Montesinos Marcos Mezger
➢ Mamani Choquetarqui Vania Ninoska
➢ Miranda Rodriguez Eddy Ariel
➢ Nuñez Saravia Yobana Isabel
➢ Nina Mamani Carlos Angel
➢ Sanchez Huanca Elvis
➢ Soria Alarcon Geraldine Luz
La Paz – Bolivia
2023
SEÑOR PRESIDENTE DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS.
EDDY ARIEL MIRANDA RODRIGUEZ, en mi calidad de Agente del Estado del Gobierno
de Vadaluz, calidad acreditada ante esta Honorable Corte, respetuosamente comparezco
ante ustedes para CONTESTAR LA DEMANDA, dentro del caso identificado como
CHAVERO VS. VADALUZ , clasificado por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos con el número 11.129, utilizando la terminología enumerada par el artículo 2
del Reglamento de la Corte, por lo cual expongo los siguientes:
HECHOS
La evolución de la pandemia provocada por el virus de origen porcino que tomó niveles
exponenciales de contagios a partir de inicios del año 2020, provoco que en nuestro país
el Poder Ejecutivo decida el 2 de febrero de 2020, declarar estado de excepción mediante
Decreto Ejecutivo No. 75/20, respaldado esto debido a los contagios con el fin de evitar
la propagación de tal virus.
De ese modo, al no haber otra medida que pueda conducir a mantener el distanciamiento
social en todo el territorio estatal, el Poder Ejecutivo optó por declarar el estado de
excepción.
Sin embargo, el día 3 de marzo de 2020, un grupo de personas, entre las que se
encontraba el señor Pedro Chavero, realizaron un manifestación pública, contrariando lo
dispuesto en el Decreto 75/20, los miembros de la Fuerza Pública intentaron
amablemente disuadir a los manifestantes de continuar con su movilización, sin embargo
los manifestantes hicieron caso omiso del pedido de los miembros de la Policía,
pretendiendo avanzar hacia el centro de la ciudad, por lo que se vieron obligados a
detener al señor Chavero, quien fue llevado inmediatamente a la Comandancia de Policía
No. 3.
Tras este suceso la abogada del señor Chavero interpuso una acción de hábeas corpus
junto con la petición de la adopción de una medida cautelar, alegando que la detención
del señor Chavero, constituía una vulneración de sus derechos a la libertad personal y a
manifestarse. La medida cautelar fue desestimada el 7 de marzo considerando que ese
mismo día el Sr. Chavero obtenía su libertad, en tanto que el 15 de marzo de 2020 se
resolvió negativamente la acción de hábeas corpus, ya que el Sr. Chavero estaba en
libertad.
La República Federal de Vadaluz protestó la celeridad con la que se trató este caso,
recordando la naturaleza subsidiaria del Sistema Interamericano, además de reconocer
que a nivel interno no tuvo la oportunidad de conocer del caso o reparar a las víctimas.
No pretende celebrar acuerdo de solución amistosa alguno.
El 8 de noviembre de 2020, el caso fue elevado ante la Corte IDH por la violación de
derechos de Pedro Chavero. Se menciona también que no puede utilizarse el derecho
de excepción para prohibir el derecho de protesta, ni imponer una pena sin un delito
debidamente tipificada.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
En el presente apartado se argumentará cómo Vadaluz cumplió con los estándares para
la correcta configuración de un estado de emergencia. Sumado a ello, se demostrará que
dicha circunstancia extraordinaria se sometió a adecuados límites y controles internos y
externos.
Se observa que el derecho internacional permite acudir a la salud pública como motivo
para configurar un estado de excepción, y a su vez suspender el ejercicio de derechos
con la única finalidad de restablecer la normalidad y garantizar el goce de otras
garantías36. Lo anterior se cumplió en el presente caso, ya que el Decreto 75/20 se
expidió exclusivamente para enfrentar una situación grave y extraordinaria como la
propagación de un virus desconocido, y proteger la vida y la salud de la población.
Adicionalmente, el estado de emergencia contenía un adecuado límite temporal, pues
este estaría vigente únicamente por el tiempo que se extendiera la crisis derivada de la
pandemia38. Dicha disposición cumplía además con el límite señalado por la
Constitución Nacional.
Por otro lado, si bien el control en cabeza del Congreso no se pudo ejecutar42, a la fecha
nuestros parlamentarios se encuentran reestructurando el funcionamiento de dicha
institución. Esto se observa en prácticas como las del Parlamento Británico, el cual ha
sesionado por vía telemática en tiempos de pandemia. Como se indicó se espera que,
con prontitud, el Congreso siga dicho ejemplo, pues esta posibilidad ya se está
debatiendo.
En segundo lugar, las medidas eran necesarias, pues no existía un medio menos lesivo
de protección para la salud pública y el interés general, pues atendiendo a lo señalado
por la CIDH y la OMS, este tipo de medidas eran las adecuadas. La CIDH señaló la
necesidad que los Estados actúen de forma inmediata y con diligencia, adoptando las
medidas pertinentes para proteger la salud de las personas49. Adicionalmente, manifestó
su preocupación cuando Nicaragua no tomó las acciones recomendadas por la OMS
como la prohibición de realizar aglomeraciones.
Por todo lo anterior, el Estado cumplió cabalmente con la protección de los derechos
emanados de los artículos 13, 15 y 16 en consonancia con el artículo 27 de la CADH.
Esto demuestra que el estado de emergencia y las medidas tomadas fueron realizadas
únicamente en procura de la población y la imperativa protección a su vida y salud.
Los parámetros esbozados se cumplieron con la redacción del Decreto 75/20. Así pues,
el artículo tercero, de forma expresa y clara determinó la sanción aplicable para quien
incumpliera la disposición normativa del numeral tercero del artículo 2. Con esta remisión,
se individualizó, de forma precisa, el supuesto de hecho sancionable, el cual era asistir a
reuniones o eventos de más de tres personas, incumplir los horarios autorizados de
circulación o dirigirse a lugares temporalmente cerrados. Con ello, y dado que esta
disposición fue creada y publicada con anterioridad a la imposición de la sanción a la
presunta víctima, se cumplió a cabalidad el principio de taxatividad.
Por otro lado, la CrIDH estipuló que no puede imponerse la pena más gravosa prevista
en un ordenamiento jurídico para sancionar una conducta. En relación con esto, la CIDH
recibió denuncias en contextos de pandemia por el empleo abusivo del sistema penal
para forzar el cumplimiento de cuarentenas y medidas de distanciamiento social, al
enmarcar las conductas directamente en tipos penales.
Por último, el principio de irretroactividad cuestiona la aplicación de una norma que haya
sido aprobada de forma posterior a la comisión de un hecho, evidenciando una aplicación
retroactiva66. Al respecto, en el caso no se aplicó en ningún momento una norma creada
con posterioridad a la infracción cometida por Chavero, el 03 de marzo de 2020, con lo
cual no se infringió dicho principio.
Sin embargo, la CrIDH contempla que una detención legal puede ser arbitraria cuando la
misma no es objetiva, justificada y vulnera derechos fundamentales, por ser irrazonable,
imprevisible o carente de proporcionalidad72. Por ello, deben cumplirse los elementos
del test de proporcionalidad, a saber: (i) la detención debe ser idónea para cumplir el fin
perseguido, (ii) necesaria en el sentido de ser absolutamente indispensable para
conseguir el fin deseado, y (iii) estrictamente proporcional, en el sentido en que el
sacrificio de la libertad no sea desmedido frente a las ventajas obtenidas.
Por otro lado, el artículo 7.5 contempla la prerrogativa de ser llevado sin demora ante un
juez o autoridad jurisdiccional, disposición que tiene especial relevancia en detenciones
sin orden judicial. Vadaluz presentó ante el Jefe de la Comandancia Policial No. 3 a la
presunta víctima al día siguiente de su detención, destacando que dicha autoridad cumple
con los parámetros interamericanos al tratarse de una autoridad que ejerce funciones
jurisdiccionales, permitiendo un control adecuado.
Por último, el derecho de acudir ante juez para recurrir la legalidad de la detención se ha
interpretado como parte fundamental del control sobre las privaciones a la libertad,
estableciendo como ente competente a una autoridad judicial. En cumplimiento de este
mandato, la detención de la presunta víctima tuvo un control adecuado, pues Chavero
interpuso el recurso de habeas corpus que permitió que un operador judicial conociera
de su situación.
Por todo lo anterior, la CrIDH debe declarar el cumplimiento del derecho a la libertad
personal a Pedro Chavero. Siendo así, se acreditó la debida legalidad y ausencia de
arbitrariedad en su detención, junto con la comunicación en tiempo debido las razones
de su detención, permitiéndole ser llevado sin demora ante autoridad con funciones
jurisdiccionales y recurrir la privación de la libertad.
El debido proceso legal se refiere al conjunto de requisitos que deben observarse en las
instancias procesales a efectos de que las personas estén en condiciones de defender
sus derechos, las mismas son aplicables a cualquier procedimiento de carácter
sancionatorio. Es relevante establecer que esta garantía debe aplicarse aún bajo dicho
régimen de suspensión. Entre esas garantías, se encuentra en el artículo 8.1 el derecho
a ser oído por los órganos encargados de determinar derechos y obligaciones.
En el caso de la presunta víctima, dicha garantía de ser oído se cumplió, pues una vez
fue aprehendido se le garantizó el ser escuchado ante el Jefe de Comandancia Policial
No. 3, autoridad con funciones jurisdiccionales competente y ante la cual pudo brindar su
declaración y la cual fue considerada al momento de aplicar la sanción93. Con ello
Vadaluz le garantizó el derecho a ser oído a Chavero.
Por otro lado, es jurisprudencia reiterada que el artículo 8.2.b de la CADH determina la
necesidad de comunicar al “inculpado” la “acusación” en su contra, incluso antes de que
se formule una “acusación” en sentido estricto, y dicha notificación debe ser previa a que
el individuo rinda su primera declaración ante cualquier autoridad pública.
Adicionalmente, la CrIDH explicó que dentro de las garantías del debido proceso legal,
es esencial contar con el tiempo y medios adecuados para preparar su defensa, según
lo estipulado en el artículo 8.2.c 96. Esta prerrogativa implica que la defensa no sea solo
formal sino eficaz, oportuna y realizada por personal técnico, pues cualquier forma de
defensa ilusoria resultaría violatoria de la CADH.
Por último, frente a la garantía de recurrir el fallo ante juez superior, consagrada en el
artículo 8.2.h, la CrIDH ha referido que consiste en una garantía primordial para que una
sentencia adversa pueda ser revisada por un juez distinto y de superior jerarquía.
Específicamente para los casos de sanciones administrativas de privación de libertad, la
CrIDH entendió que debe brindarse un recurso especial a toda persona sancionada como
garantía de su defensa.
En el caso en concreto, dicha garantía se cumplió por parte del Estado con el habeas
corpus, medio idóneo para garantizar la libertad y permitir el respeto a la vida e integridad
de la persona. Sumado a ello, la sentencia de habeas corpus al interior del ordenamiento
jurídico podía ser apelada y hasta excepcionalmente conocida por otro superior jerárquico
como es la CSF. En ese sentido se ofreció a la presunta víctima una protección reforzada
a su derecho a la doble conformidad.
CONCLUSIONES
1. Es pertinente concluir diciendo que Pedro Chavero fue detenido legalmente ya que
el estado de Vadaluz estaba precautelado los intereses del bien colectivo ya que
por la pandemia se tuvo que abolir temporalmente el derecho a la asociación
pacifica para evitar contagios. A su vez se pudo demostrar que el señor Chavero
tuvo la oportunidad de declarar ante autoridad competente y no fue incomunicado
le fueron reconocidos todos sus derechos.
2. El comportamiento célere de la CIDH fue subjetivo y sin una motivación jurídica
valida, se demuestra la arbitrariedad en la tramitación del caso. Se generó un
grave error por la CIDH al no respetar sus propias normas afectando el derecho a
la defensa de Vadaluz, a quien no le otorgo el termino mínimo que la normativa le
concedía para ejercer las múltiples actuaciones de defensa posibles.
3. Las medidas tomadas por Vadaluz fueron legítimas, contrario a lo afirmado por la
presunta víctima ya que estas eran necesarias, pues no existían un medio menos
lesivo de protección para la salud pública y el interés general, pues por lo señalado
por la CIDH y la OMS, este tipo de medidas eran las adecuadas.
4. El estado de Vadaluz acudió a la vía menos lesiva para reprochar este tipo de
infracciones. La presenta víctima fue procesada por la vía administrativa, donde
su sanción no podía exceder el termino de cuatro días, sin lesionar de ninguna
forma el principio de legalidad y sobretodo aplicando la ley más favorable.
5. El Estado garantizo los estándares del debido proceso legal, pues a la presunta
víctima conto con el derecho a ser oído, se le comunico la imputación del ilícito de
manera previa y oportuna.
Se considera propicio que por todas las razones de hecho y de derecho expuestas
anteriormente, de forma respetuosa solicitamos:
PRIMERO: Se declare la procedencia del control de legalidad por el error grave y daño a
la tutela internacional que se generó por la actuación célere de la CIDH, tramitando
nuevamente la petición ante la CIDH y tomando las demás medidas que la CrIDH
considere pertinentes.
TERCERO: Se solicita el apoyo de la CrIDH para que junto con Vadaluz y todos los
interesados se realice una audiencia temática en la cual se compartan buenas prácticas
en materia del derecho a la protesta, acceso a la justicia y detenciones en el marco de
una pandemia.
DOCUMENTOS DE PRUEBA
- CADH ( Convención Americana sobre Derechos Humanos), Art 27.2 - Art. 15,
establece tres principios: (i) máxima taxatividad legal, (ii) aplicación de la ley penal más
favorable y (iii) el principio de irretroactividad
Art. 7. CADH, protege de forma amplia la libertad y seguridad donde las personas puedan
organizar su vida de forma autónoma pero lícitamente permitido y contiene una
regulación específica de garantías como el derecho a no ser privado de la libertad
ilegalmente o arbitrariamente, a conocer las razones de la detención y los cargos
formulados en su contra, al control judicial de la privación de la libertad y la razonabilidad
del plazo de la prisión preventiva, a impugnar la legalidad de la detención y a no ser
detenido por deudas.
Art 7.5 contempla la prerrogativa de ser llevado sin demora ante un juez o autoridad
jurisdiccional, el Estado de Vadaluz presentó ante el Jefe de la Comandancia Policial No.
3 a la presunta víctima al día siguiente de su detención
_ Art. 8 CADH. El estado garantiza el debido proceso legalen el marco del procedimiento
administrativo. En el artículo 8.1 garantiza el derecho a ser oído por los órganos
encargados de determinar derechos y obligaciones. En el caso de la presunta víctima,
dicha garantía de ser oído se cumplió, pues una vez fue aprehendido se le garantizó el
ser escuchado ante el Jefe de Comandancia Policial No. 3, autoridad con funciones
jurisdiccionales competente y ante la cual pudo brindar su declaración y la cual fue
considerada al momento de aplicar la sanción.
Art. 25 CADH, el Estado brinda garantías de la protección judicial a Pedro Chavero en
estado de excepción
- Reglamento de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. tiene por objeto
regular la organización y procedimiento de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos
3.Las Resoluciones pertinentes al presen caso emitidos por los Tribunales de la
Republica de Vadaluz.
1. Resolución N° 0777/2020 de fecha 05 de marzo de 2020 emitido por la Corte
Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
2. Resolución N° 557/2020 de fecha 30 de mayo emitido por la Corte Suprema Federal
de Vadaluz.