Segunda Revolucion Industrial
Segunda Revolucion Industrial
Segunda Revolucion Industrial
La Segunda Revolución Industrial se refiere a los cambios interrelacionados que se produjeron aproximadamente
entre 1850 hasta 1914, cuando se inicia la Primera Guerra Mundial. Durante este tiempo los cambios sufrieron una fuerte
aceleración. El proceso de industrialización cambió su naturaleza y el crecimiento económico varió de modelo. Los
cambios técnicos siguieron ocupando una posición central, junto a las innovaciones técnicas concentradas,
esencialmente, en nuevas fuentes de energía como el gas o la electricidad, nuevos materiales como el acero y el petróleo;
y nuevos sistemas de transporte (avión, automóvil y nuevas máquinas a vapor) y comunicación (teléfono y radio) indujeron
transformaciones en cadena que afectaron al factor trabajo y al sistema educativo y científico; al tamaño y gestión de las
empresas, a la forma de organización del trabajo, al consumo, hasta desembocar también en la política.1
Este proceso se produjo en el marco de la denominada primera globalización, que supuso una
progresiva internacionalización de la economía, y que funcionaba de forma creciente a escala mundial por la revolución de
los transportes. Ello condujo a su extensión a más territorios que la primera revolución, limitada a Gran Bretaña, y que
llegaría a alcanzar a casi toda Europa occidental, la América anglosajona y El Imperio del Japón.2
Entre los cambios sucedidos en los países que vivieron la industrialización durante este periodo destacan las innovaciones
tecnológicas, los cambios organizativos en las empresas y los mercados y el nacimiento de lo que podría considerarse
como la primera globalización.3
NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA
El carbón había constituido la principal fuente de energía durante la primera revolución industrial, en la segunda se
utilizaron otras nuevas: el petróleo y la electricidad.
El petróleo se conocía desde la Antigüedad pero su aplicación industrial comenzó a mediados del siglo XIX. Primero como
fuente energética para el gas natural del alumbrado de las ciudades, a finales de siglo como combustible para los motores
de explosión de gasolina (inventados por el alemán Karl Benz en 1885) y de gasóleo (ideado por Rudolf Diesel en 1897).
El petróleo también se empleaba como materia prima para la fabricación de materiales plásticos, actividad que dio lugar a
la industria petroquímica.
La electricidad fue la gran innovación como fuente de luz, calor y energía. Tuvo múltiples aplicaciones en la industria, la
vida cotidiana, el alumbrado público, los transportes (los tranvías eléctricos sustituyeron a los tirados por mulas y
caballos), las comunicaciones (telégrafo, teléfono, radio) y el ocio (fonógrafo, cinematógrafo). Una serie de innovaciones
técnicas perfeccionaron la generación, el transporte y el uso de la electricidad: las dinamos, alternadores y
transformadores eléctricos, los cables de alta tensión y la bombilla de filamento incadescente (Edison).
La fabricación de material eléctrico impulsó la creación de grandes empresas como Philips en Holanda, Siemens y AEG
en Alemania, General Electric y Westinghouse en Estados Unidos.
INDUSTRIAS METALÚRGICAS
Las industrias pioneras de la primera revolución industrial mantuvieron su importancia gracias a la utilización de nuevos
metales: acero, aluminio, níquel, cinc, cromo, manganeso.
El acero (una aleación de hierro y carbono) se convierte en el metal de mayor uso en numerosas actividades económicas
(armamento, barcos, aparatos de precisión). La invención del convertidor Bessemer (1855) y del horno Martin-Siemens
(1867) permitieron la producción de grandes cantidades de acero a bajo precio. Las características del acero ---elasticidad,
dureza, resistencia--- se aplicaron en la construcción de puentes, barcos, ferrocarriles y en la fabricación de máquinas y
motores más precisos, ligeros y de menor tamaño.
La aplicación de otros metales como el cromo y el níquel creó aceros especiales (acero cromado, acero inoxidable) de alta
resistencia que se convertirán en la base de las industrias del automóvil, de la aeronáutica y del armamento.
El aluminio, un metal muy ligero y resistente, fue descubierto por Wökler en 1845 pero su uso no se generalizó hasta
1866 cuando se aplicó la electrólisis en el proceso de producción.
INDUSTRIA QUÍMICA
El nacimiento de la industria química a mediados del siglo XIX estuvo ligado a los avances científicos y técnicos. Su
aplicación se extendió a numerosos sectores: fibras artificiales y colorantes sintéticos para los textiles, explosivos
(dinamita, nitroglicerina), fertilizantes agrícolas, medicamentos, perfumes, material fotográfico, productos de base para
procesos industriales (sosa, ácido sulfúrico).
– La máquina de vapor fue el primer gran impulso que experimentó el transporte de mercancías. El enorme aumento de
producción que permitió la revolución industrial encontró en el barco a vapor y en la locomotora dos medios de transporte
rápidos y eficaces para todo un siglo.
– El motor de combustión interna vino a sustituir y a perfeccionar el transporte que posibilitaba la máquina de vapor. Poco
después hizo aparición el automóvil, otro invento revolucionario para el transporte de mercancías.
– El avión fue otro hito para la historia del transporte, principalmente para el transporte internacional de mercancías, puesto
que permitió alcanzar más rápidamente cualquier destino propuesto, independientemente de los océanos y accidentes
geográficos.
– El GPS permite conocer la situación exacta de cualquier vehículo destinado al transporte de mercancías desde mediados
del siglo pasado. Hoy en día se ha convertido en un elemento indispensable para cualquier conductor profesional.
– El internet de las cosas, o dicho de otra manera, la comunicación entre objetos a través de internet, ha revolucionado
totalmente la labor de las empresas de logística, mejorando la gestión y la movilidad. Por tanto, son muchas las mejoras
que han posibilitado la mejora del transporte internacional.
Las causas de las crisis del capitalismo son múltiples y no siempre resultan evidentes. Entre ellas se señalan:
Las consecuencias de estas crisis eran el cierre de empresas, el paro y la extensión de la pobreza y el descontento
social.
MONOPOLIOS Y OLIGOPOLIOS
Después de superar los límites de la misma Inglaterra, la Revolución Industrial creó la inclusión de otros países en la
obtención de los mercados de consumo en todo el mundo. En este sentido, nos encontramos con que la demanda de las
nuevas tecnologías no sólo era necesaria para el incremento y el abaratamiento de los costes de producción. La
renovación tecnológica fue también de importancia fundamental en la superación de la competencia entre las empresas
comerciales impuestas en el mismo sector. En caso de no tener acceso a las nuevas tecnologías, una empresa estaba
obligada gradualmente a la ruina. Las industrias mundiales con mayores existencias, los productos más baratos y mejores
máquinas devoraban a sus fervores competidores. De esta manera, vemos que el desarrollo tecnológico había abierto la
posibilidad para la formación de monopolios y oligopolios en el que las empresas más pequeñas no podían hacer frente a
las grandes industrias establecidas. El monopolio como término se utiliza cada vez que perciben la falta de competencia
comercial en una rama particular de la economía. En este caso, una sola industria o grupo económico domina el comercio
de un producto particular fabricado. En otros casos, cuando un grupo de empresas controla la venta o producción de un
bien particular, que influye en la disponibilidad y los precios del mismo, se observa la formación de un oligopolio. El poder
de control de un monopolio o un oligopolio puede variar con las situaciones que definen el proceso de concentración. En
este contexto, un grupo económico presiona a sus competidores y luego negociar con el resto de competidores en el
dominio del mercado de consumo. En este caso, las empresas pueden aliarse en un acuerdo para fabricar un mismo
producto o bien unir distintas ramas. Aún hoy día, se pueden apreciar prácticas monopolísticas a partir de la expansión
franca del capitalismo financiero. En la acción del holding encontramos una institución financiera o un banco que,
mediante la compra de acciones, controla varias ramas de la economía. En tal situación, se observa que la empresa
controladora pasa a administrar las inversiones y las políticas de varias empresas que pertenecen al mismo grupo de
sociedades. Este tipo de prácticas suelen ocurrir en periodos donde la posibilidad de crecimiento económico es notable.
Sin embargo, en tiempos de crisis, podemos ver que estas políticas centralizadoras, con el tiempo, pueden desestabilizar
gravemente la economía en varios sectores a la vez. De este modo, se observa que sólo a través del reordenamiento de
las políticas económicas es que estos monopolios y oligopolios pueden superar los impactos sufridos por una posible baja
en el consumo.
El petróleo se conocía desde la Antigüedad pero su aplicación industrial comenzó a mediados del siglo XIX. Primero como
fuente energética para el gas natural del alumbrado de las ciudades, a finales de siglo como combustible para los motores
de explosión de gasolina (inventados por el alemán Karl Benz en 1885) y de gasóleo (ideado por Rudolf Diesel en 1897).
El petróleo también se empleaba como materia prima para la fabricación de materiales plásticos, actividad que dio lugar a
la industria petroquímica.
La electricidad fue la gran innovación como fuente de luz, calor y energía. Tuvo múltiples aplicaciones en la industria, la
vida cotidiana, el alumbrado público, los transportes (los tranvías eléctricos sustituyeron a los tirados por mulas y
caballos), las comunicaciones (telégrafo, teléfono, radio) y el ocio (fonógrafo, cinematógrafo). Una serie de innovaciones
técnicas perfeccionaron la generación, el transporte y el uso de la electricidad: las dinamos, alternadores y
transformadores eléctricos, los cables de alta tensión y la bombilla de filamento incadescente (Edison).
La fabricación de material eléctrico impulsó la creación de grandes empresas como Philips en Holanda, Siemens y AEG
en Alemania, General Electric y Westinghouse en Estados Unidos.
INDUSTRIAS METALÚRGICAS
Las industrias pioneras de la primera revolución industrial mantuvieron su importancia gracias a la utilización de nuevos
metales: acero, aluminio, níquel, cinc, cromo, manganeso.
El acero (una aleación de hierro y carbono) se convierte en el metal de mayor uso en numerosas actividades económicas
(armamento, barcos, aparatos de precisión). La invención del convertidor Bessemer (1855) y del horno Martin-Siemens
(1867) permitieron la producción de grandes cantidades de acero a bajo precio. Las características del acero ---elasticidad,
dureza, resistencia--- se aplicaron en la construcción de puentes, barcos, ferrocarriles y en la fabricación de máquinas y
motores más precisos, ligeros y de menor tamaño.
La aplicación de otros metales como el cromo y el níquel creó aceros especiales (acero cromado, acero inoxidable) de alta
resistencia que se convertirán en la base de las industrias del automóvil, de la aeronáutica y del armamento.
El aluminio, un metal muy ligero y resistente, fue descubierto por Wökler en 1845 pero su uso no se generalizó hasta
1866 cuando se aplicó la electrólisis en el proceso de producción.
INDUSTRIA QUÍMICA
El nacimiento de la industria química a mediados del siglo XIX estuvo ligado a los avances científicos y técnicos. Su
aplicación se extendió a numerosos sectores: fibras artificiales y colorantes sintéticos para los textiles, explosivos
(dinamita, nitroglicerina), fertilizantes agrícolas, medicamentos, perfumes, material fotográfico, productos de base para
procesos industriales (sosa, ácido sulfúrico).
– La máquina de vapor fue el primer gran impulso que experimentó el transporte de mercancías. El enorme aumento de
producción que permitió la revolución industrial encontró en el barco a vapor y en la locomotora dos medios de transporte
rápidos y eficaces para todo un siglo.
– El motor de combustión interna vino a sustituir y a perfeccionar el transporte que posibilitaba la máquina de vapor. Poco
después hizo aparición el automóvil, otro invento revolucionario para el transporte de mercancías.
– El avión fue otro hito para la historia del transporte, principalmente para el transporte internacional de mercancías, puesto
que permitió alcanzar más rápidamente cualquier destino propuesto, independientemente de los océanos y accidentes
geográficos.
– El GPS permite conocer la situación exacta de cualquier vehículo destinado al transporte de mercancías desde mediados
del siglo pasado. Hoy en día se ha convertido en un elemento indispensable para cualquier conductor profesional.
– El internet de las cosas, o dicho de otra manera, la comunicación entre objetos a través de internet, ha revolucionado
totalmente la labor de las empresas de logística, mejorando la gestión y la movilidad. Por tanto, son muchas las mejoras
que han posibilitado la mejora del transporte internacional.
Las causas de las crisis del capitalismo son múltiples y no siempre resultan evidentes. Entre ellas se señalan:
Las consecuencias de estas crisis eran el cierre de empresas, el paro y la extensión de la pobreza y el descontento
social.
MONOPOLIOS Y OLIGOPOLIOS
Después de superar los límites de la misma Inglaterra, la Revolución Industrial creó la inclusión de otros países en la
obtención de los mercados de consumo en todo el mundo. En este sentido, nos encontramos con que la demanda de las
nuevas tecnologías no sólo era necesaria para el incremento y el abaratamiento de los costes de producción. La
renovación tecnológica fue también de importancia fundamental en la superación de la competencia entre las empresas
comerciales impuestas en el mismo sector. En caso de no tener acceso a las nuevas tecnologías, una empresa estaba
obligada gradualmente a la ruina. Las industrias mundiales con mayores existencias, los productos más baratos y mejores
máquinas devoraban a sus fervores competidores. De esta manera, vemos que el desarrollo tecnológico había abierto la
posibilidad para la formación de monopolios y oligopolios en el que las empresas más pequeñas no podían hacer frente a
las grandes industrias establecidas. El monopolio como término se utiliza cada vez que perciben la falta de competencia
comercial en una rama particular de la economía. En este caso, una sola industria o grupo económico domina el comercio
de un producto particular fabricado. En otros casos, cuando un grupo de empresas controla la venta o producción de un
bien particular, que influye en la disponibilidad y los precios del mismo, se observa la formación de un oligopolio. El poder
de control de un monopolio o un oligopolio puede variar con las situaciones que definen el proceso de concentración. En
este contexto, un grupo económico presiona a sus competidores y luego negociar con el resto de competidores en el
dominio del mercado de consumo. En este caso, las empresas pueden aliarse en un acuerdo para fabricar un mismo
producto o bien unir distintas ramas. Aún hoy día, se pueden apreciar prácticas monopolísticas a partir de la expansión
franca del capitalismo financiero. En la acción del holding encontramos una institución financiera o un banco que,
mediante la compra de acciones, controla varias ramas de la economía. En tal situación, se observa que la empresa
controladora pasa a administrar las inversiones y las políticas de varias empresas que pertenecen al mismo grupo de
sociedades. Este tipo de prácticas suelen ocurrir en periodos donde la posibilidad de crecimiento económico es notable.
Sin embargo, en tiempos de crisis, podemos ver que estas políticas centralizadoras, con el tiempo, pueden desestabilizar
gravemente la economía en varios sectores a la vez. De este modo, se observa que sólo a través del reordenamiento de
las políticas económicas es que estos monopolios y oligopolios pueden superar los impactos sufridos por una posible baja
en el consumo.