8 Cosas Que Hieren A Nuestros Hijos

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8 COSAS QUE HIEREN A NUESTROS HIJOS Y NO TE HAS DADO

CUENTA
1ERA PARTE: Todos los niños necesitan de sus padres amor y cuidado, pero, ¿Qué ocurre si es todo
lo contrario? ¿cómo te sentirías si te dijera que en el año 2021 el ministerio de salud reportó que más de
10,659 casos (6,033 casos de niñas y 4,626 de niños) fueron declarados víctimas de abuso emocional?
independientemente de que si lo que dicen los padres tienen intención de hacer daño o no, puede dejar
cicatrices o recuerdos que duran un tiempo o toda la vida. Los comentarios hirientes pueden venir de
seres queridos como los padres. El daño psicológico y emocional puede ser muy perjudicial
especialmente para sus hijos, la forma en que sus padres educan a sus hijos y cómo se comportan
cuando están con ellos constituyen la base o fundamento sobre el que los niños construyen su
personalidad o autoestima
Entonces quieres saber ¿qué cosas están hiriendo a nuestros hijos y no te has dado cuenta.?

2DA PARTE: Para concluir, aunque las palabras no son físicamente dañinas son extremadamente
perjudiciales para el bienestar emocional. La infancia es un capitulo esencial en la vida de un ser humano.
Nuestra infancia cimienta nuestra personalidad, comportamientos y creencias. ¿Te has identificado con
alguna de estas formas de abuso? ¿cómo te sientes? Ahora, ya sabes sobre la importancia de cómo hablar
y tratar a sus hijos.

1.- Las promesas se cumplen


A veces nos ocurre, como padres, que lanzamos al aire promesas, sin darle demasiada importancia,
luego no las cumplimos. Para los hijos significará que no puede confiar en sus padres, porque le han
defraudado. Sin embargo, para nosotros parecerá una tontería, pero para los niños esto tendrá una
terrible consecuencia porque se convertirá en un adulto terriblemente controlador, que no deje
absolutamente nada a merced de la improvisación.

2.- Sentirse rechazado


Si un padre habla constantemente de su hijo como un estorbo, o le hace creer que no es el hijo que él
esperaba, el niño terminará creyendo que de verdad es un estorbo. Cuando el niño siente que a sus
padres “no les gusta como es” por cualquier cosa, se sentirá rechazado. De mayor, tendrá una gran
dificultad para expresar sus emociones. El miedo constante al rechazo le convertirán en un
adulto incapaz de entablar relaciones personales estables.

3.- La humillación
Cada vez que le dices a tu hijo cosas como ¡Que torpe! o ¡Eres un niño malo!, le estás humillando. Un
niño humillado por sus padres crecerá con una terrible herida en su autoestima. Si las personas que más
quiere, le reprochan constantemente aquello que no hace bien, sus pequeños errores, su incapacidad
para hacer ciertas cosas o resalta cualquier pequeño defecto que pueda tener, estará minando para
siempre la confianza del niño en sí mismo.
Cuando crezca, será terriblemente tímido, se sentirá inferior a los demás, o por el contrario, intentará
hacer lo mismo que sus padres hicieron con él, convirtiendo a los demás en foco de burlas, llamando la
atención mediante un comportamiento inadecuado o intentando 'camuflar' su baja autoestima bajo una
falsa máscara de prepotencia y tiranía hacia los demás.

4.- Ausencia de los padres


Cuando el niño siente que sus padres no están, se siente abandonado. Esto le genera un vacío y una
serie de miedos con los que tendrá que luchar el resto de su vida.
Muchos de estos niños que se sintieron abandonados o no queridos de pequeños, durante su edad
adulta, buscan emociones fuertes, actividades de riesgo. Tendrán problemas para entablar relaciones
estables y trabajos o proyectos duraderos.
5.- Anular las emociones de los niños.
Debemos dejar que nuestros hijos expresen sus sentimientos, aunque en ocasiones sea
llorando. Expresar sus emociones es el primer paso para que aprendan a manejarlas y posteriormente a
gestionarlas.
Por el contrario, de mayor, será incapaz de gestionar sus emociones porque no aprendió a hacerlo de
pequeño, y se mostrará como un adulto frío y terriblemente racional, o por el contrario, al no ser capaz
de controlar las emociones, puede que se transforme en un adulto demasiado impulsivo, incapaz de
dominar sus momentos de euforia, pánico o ira.

6.- Arrebatarle la infancia


Algunos padres exigen responsabilidades de adulto a los niños. Esos niños que trabajan con 8 años, o
aquellos que deben cuidar de sus hermanos siendo ellos aún niños, niños a los que se les exige sacar
siempre las mejores notas, a los que se les castiga si no son capaces de sacar la mejor puntuación en
todo lo que hacen...
El sentir responsabilidades de adultos o una presión demasiado grande por parte de sus padres les
hace madurar antes de tiempo y les priva de una infancia que jamás recuperarán. Esto les genera una
frustración que, ya durante la etapa adulta, se transformará en falta de confianza en sí mismos y en
algunos casos, desilusión por la vida.

7.- La falta de afecto.


Muy similar a la sensación de ausencia de los padres, cuando no se da suficiente cariño a un hijo,
experimenta cierto retraso en el crecimiento, tanto físico como emocional. De mayor tendrá muchos
problemas para relacionarse con los demás, porque será incapaz de mostrar sus emociones. La falta de
afecto de los padres anula en el niño el sentimiento de afecto hacia los demás, de empatía y compasión.
"El amor de un padre hacia un hijo es incondicional, y eso es algo que debemos hacerles saber en todo
momento".

8.- La injusticia
Sabemos que la justicia es algo que cambia en los niños según sea su edad. Por ejemplo, hacer con
frecuencia regalos a uno de los hermanos y al otro no, tratar a los hijos de forma diferente, tener
preferencia por uno de los hijos y que el resto lo note.
El sentimiento de injusticia hará que tu hijo, cuando crezca, intente ser lo más rígido posible con todos:
alguien autoritario, terriblemente perfeccionista y exigente consigo mismo y con los demás. Muy poco
dado al sentido del humor, será un adulto ante todo, racional. Tendrá problemas para canalizar sus
emociones.

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