Tipos de Procratinacionterminado 11
Tipos de Procratinacionterminado 11
Tipos de Procratinacionterminado 11
¿Qué nos lleva a esta dilación constante y, sobre todo, cómo podemos vencer
la procrastinación? Según los autores de It’s About Time!: The Six Styles of
Procrastination and How to Overcome Them, Linda Sapadin y Jack
Maguire, existen seis tipos de procrastinadores en base a las razones que
motivan esta actitud:
En una charla por Youtube que recientemente superó 170.000 visitas, en la que
Pychlyl imparte consejos a estudiantes sobre cómo dejar de procrastinar,
señala que dejar algo para después afecta las calificaciones, la salud mental y
física y aumenta el índice de abandono escolar.
Los profesores sufren del mismo mal, como atestigua la cantidad de entradas
en Twitter hablando de la batalla entre calificar exámenes y ver series de
televisión, y sobre lo que se conoce como la "culpa del escritor": la sensación
de que eres egoísta, idealista e irresponsable por ponerte a escribir cuando
podrías estar haciendo algo más rentable y práctico con tu tiempo.
Y con más gente estudiando online, el problema es más grande que antes.
Ahora, con sólo un clic, puedes reemplazar el ensayo que estás
escribiendo con un video de un gato estornudando o el álbum de fotos de tu
exnovia y su nueva pareja en vacaciones.
Sin embargo, hay que poner de relieve que estos resultados solo se refieren a
alumnos de séptimo a noveno curso de la educación secundaria obligatoria
portuguesa, que tienen edades comprendidas entre 12 y 15 años, por lo que
difícilmente se pueden comparar a los trabajos expuestos hasta ahora, todos
ellos llevados a cabo con alumnos mayores. En cuanto a los hábitos de demora
innecesaria en los estudios en niños más pequeños, antes de los 12 años, se
han encontrado muy pocas referencias en este sentido, quizás por la dificultad
de explorar con éxito la procrastinación académica en edades más tempranas.
En este sentido, los estudios analizados suelen empezar en la educación
secundaria, y no hacen mención de lo que sucede antes de esta etapa.
Como una excepción quizás se puede mencionar el trabajo llevado a cabo por
Clariana Cladellas, Gotzens, Badia y Dezcallar (2014), que muestra que los
alumnos varones de educación primaria —de 6 a 12 años— que practican
actividades extraescolares de deporte y las alumnas de la misma etapa
educativa que hacen extraescolares de artes y música, procrastinan
significativamente menos que sus pares que no realizan este tipo de
actividades fuera de la escuela. El trabajo hipotetiza que tener el día más lleno
—hasta cierto punto: como máximo tres horas de extraescolares a la semana—
obliga a organizar mejor el tiempo y las tareas, y es un precedente para
doblegar con más 50 DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA FACULTAD DE
CIENCIAS HUMANAS UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA ANNA
RODRÍGUEZ & MERCÈ CLARIANA fortuna la tendencia a la demora y el
descontrol en etapas educativas posteriores. Complementariamente, se puede
añadir que este estudio de la procrastinación académica mayormente realizado
con adolescentes puede ser debido a que, como hemos dicho, la demora se
relaciona inversamente con funciones cognitivas tales como la metacognición
(Howell & Watson, 2007), la autorregulación (Blouin-Hudon & Pychyl, 2015;
Ferrari & Emmons, 1995), el control del tiempo (Green, Fry, & Myerson, 1994) y
la consciencia (Clariana, 2013).
Como es sabido, estas características suelen desarrollarse a partir de la
adolescencia y con la aparición del pensamiento formal, lo que hace bastante
inviable estudiarlas en la infancia. Esto podría explicar por qué los
investigadores tienden a centrar sus análisis en estudiantes a partir de la
adolescencia, en otras palabras, a partir de la educación secundaria. La misma
razón se podría aducir para explicar por qué los alumnos de más edad
procrastinan menos que los más jóvenes, que no han tenido tanto tiempo y
ocasiones para desarrollar estas mencionadas funciones cognitivas.
Colateralmente y solo a modo de información, ya que los aspectos
psicofisiológicos no son motivo de estudio en el presente trabajo, se puede
añadir que en la actualidad, tanto los estudios post mortem como las
neuroimágenes muestran que el lóbulo frontal presenta un proceso de
desarrollo que se extiende más allá de la adolescencia y hasta los primeros
años de la juventud.
Algunos autores han demostrado que este desarrollo coincide con la mejora,
observable en adolescentes y jóvenes en relación a niños más pequeños, de
las funciones de toma de decisiones y de manejo de la memoria de trabajo
(Conklin, Luciana, Hooper, & Yarger, 2007). En cambio, estos expertos señalan
que tareas como la memoria mecánica, supuestamente relacionadas con
estructuras neurales posteriores a los lóbulos frontales, no resultan
diferenciales en relación a la edad de los participantes. Así pues, hoy en día es
posible asumir que a partir de la adolescencia los lóbulos frontales cerebrales
inician un proceso de desarrollo que culminará al final de la juventud, y que se
traducirá en una mayor capacidad para tomar decisiones que involucren tanto
la función verbal como la capacidad de organización espacial.
Es un modelo que incita al éxito, visto como indicador inmutable del sujeto que
cambia un conjunto de comportamientos para lograr el triunfo en diferentes
aspectos de su vida; por ende, el sujeto escoge entre dos enfoques: la fe de
lograr el triunfo o al temor a no alcanzar el triunfo; lo primero hace hincapié al
factor motivacional y lo segundo a la motivación para evadir un contexto que el
sujeto toma como negativo.
Por otro lado, Wolters (2003), refiere que los sujetos presentan un pensamiento
obsesivo cuando no cumplen sus metas propuestas, y manifiestan un pésimo
desarrollo de sus actividades, pues tienen dificultad para proyectar y organizar
su tiempo, por lo que fracasan constantemente (Stainton, Lay y Flett, 2000
citado por Wolters, 2003, p. 182). Así que, Albert Ellis, en su teoría de la terapia
racional emotiva, propuso el modelo ABC para complementar el estudio de la
procrastinación.
Por otro lado, Ellis y Knaus (2002), postularon a desarrollar la teoría Racional
Emotiva Conductual, donde se explican estas disonancias emotivas que
Procrastinación: Revisión Teórica 373 se despliegan por creencias irracionales
que posee una persona sobre su condición de vida; lo cual, ocasiona malestar
a nivel cognitivo, conductual y eomocional; asimismo, ambos autores coinciden
que la procrastinación se inicia al creer que es imposible desarrollar alguna
actividad y presentar poca tolerancia a la frustración para resolverla.
CONCLUSION: