Los Laicos, Pellitero
Los Laicos, Pellitero
Los Laicos, Pellitero
El testimonio propio de los laicos manifiesta la capacidad que tienen las realidades temporales el
mundo en cuanto mundo de ser asumidas por Cristo, y, por tanto, de contribuir a la edificación del
misterio de la Iglesia. Así se puede comprender, a nuestro juicio, la complementariedad entre la
vocación y misión propia de los laicos con la propia de los religiosos y de los consagrados. Esta
complementariedad viene pedida por la sacramentalidad de la Iglesia, signo e instrumento de
salvación universal para el mundo. Es decir, como signo de la esencial relación de la secularidad
cristiana con el orden de la creación que ha sido asumido en la Encarnación y sanado en la
redención.
Los laicos están llamados a ordenar las realidades temporales según Dios. Ciertamente esto
pertenece a todos los cristianos, pero solamente los fieles laicos lo realizan en a través del mundo,
mientras que los consagrados dan testimonio del Reino de Dios ante el mundo. La secularidad no
es exclusiva ni de los laicos ni de los consagrados. Al mismo tiempo, la índole secular denomina el
modo propio de la secularidad de los laicos. Ahora bien, en esta profundización la palabra
específica debe ser usada con cuidado, para no pasar sin más del orden lógico donde los géneros
se dividen en especies y éstas poseen unas diferencias específicas claras y distintasal orden
teológico de las vocaciones y condiciones de vida en la Iglesia, que participan de una misma vida,
la de Cristo, por la acción del Espíritu Santo que estructura y diversifica los miembros de la Iglesia
sin separarlos.
Pero al mismo tiempo es claro que los elementos fundamentales de la teología del laicado deben
buscarse en la eclesiología del Concilio, puesto que los laicos son miembros del Pueblo de Dios,
más aún, son la mayoría del Pueblo de Dios. Dejó abierta la comprensión de la misión de la Iglesia
como una y única, junto con la diversidad de modos de participación de los cristianos en esa
misión.