El documento discute el concepto de trabajo desde tres perspectivas: 1) El trabajo es cualquier actividad humana ordenada a un fin productivo que requiere esfuerzo y tiempo, excluyendo el descanso o el entretenimiento; 2) El trabajo en sentido objetivo implica dominar y someter la tierra, como se indica en el Génesis, lo que ha llevado al desarrollo de máquinas e industrias; 3) El trabajo en sentido subjetivo reconoce al ser humano como sujeto del trabajo, con capacidad de decisión racional y tendencia a la autor
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El documento discute el concepto de trabajo desde tres perspectivas: 1) El trabajo es cualquier actividad humana ordenada a un fin productivo que requiere esfuerzo y tiempo, excluyendo el descanso o el entretenimiento; 2) El trabajo en sentido objetivo implica dominar y someter la tierra, como se indica en el Génesis, lo que ha llevado al desarrollo de máquinas e industrias; 3) El trabajo en sentido subjetivo reconoce al ser humano como sujeto del trabajo, con capacidad de decisión racional y tendencia a la autor
Descripción original:
EL TRABAJO EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA CATOLICA
El documento discute el concepto de trabajo desde tres perspectivas: 1) El trabajo es cualquier actividad humana ordenada a un fin productivo que requiere esfuerzo y tiempo, excluyendo el descanso o el entretenimiento; 2) El trabajo en sentido objetivo implica dominar y someter la tierra, como se indica en el Génesis, lo que ha llevado al desarrollo de máquinas e industrias; 3) El trabajo en sentido subjetivo reconoce al ser humano como sujeto del trabajo, con capacidad de decisión racional y tendencia a la autor
El documento discute el concepto de trabajo desde tres perspectivas: 1) El trabajo es cualquier actividad humana ordenada a un fin productivo que requiere esfuerzo y tiempo, excluyendo el descanso o el entretenimiento; 2) El trabajo en sentido objetivo implica dominar y someter la tierra, como se indica en el Génesis, lo que ha llevado al desarrollo de máquinas e industrias; 3) El trabajo en sentido subjetivo reconoce al ser humano como sujeto del trabajo, con capacidad de decisión racional y tendencia a la autor
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CONCEPTO DE TRABAJO
El trabajo es la actividad humana ordenada a un fin, penosa de las cosas y de larga
duración. El hombre no trabaja cuando duerme o cuando juega, cuando se entretiene simplemente o cuando descansa, sino solamente cuando produce algo para satisfacer o mejorar determinadas necesidades. En sentido estricto, el trabajo humano es sólo aquella actividad humana que por su misma naturaleza se ordena a la producción de valores materiales o espirituales (bienes o servicios).
EL TRABAJO EN SENTIDO OBJETIVO: LA TÉCNICA
En el Génesis, primer libro de la Biblia, se determina al trabajo como una dimensión fundamental de la existencia humana sobre la tierra. El hombre es la imagen de Dios, entre otros motivos por el mandato recibido de su Creador de someter y dominar la tierra. La universalidad y la multiplicidad del proceso de “someter la tierra” ilumina el trabajo del hombre, de esta manera emerge el significado del trabajo en sentido objetivo, el cual halla su expresión en varias épocas de la cultura y la civilización. El hombre demona ya la tierra por el hecho de que se domestica los animales, los cría de ellos saca el alimento y vestidos necesarios. En la actualidad, en la industria y en la agricultura, la actividad del hombre ha dejado de ser en muchos casos, un trabajo prevalentemente manual, ya que la fatiga de las manos y de los músculos es ayudada por máquinas y mecanismos cada vez más perfeccionados “El sujeto propio del trabajo sigue siendo el hombre”
EL TRABAJO EN SENTIDO SUBJETIVO: EL HOMBRE SUJETO DEL TRABAJO
El libro del Génesis no habla indirectamente del trabajo en sentido objetivo, a la vez también habla del sujeto del trabajo, y lo que dicen es muy elocuente y está lleno de gran significado. El hombre debe someter la tierra, debe dominarla porque como “Imagen de Dios” es un ser subjetivo capaz de obrar de manera programada y racional, capaz de decidir acerca de sí que tiende a realizarse a sí mismo. Las principales verdades sobre este tema han sido recordadas por el CONCILIO VATICANO II en la Constitución Gaudium et spes, sobre todo en el Capítulo I. dedicado a la Vocación del Hombre. No hay duda de que el trabajo humano tiene un valor ético el cual está vinculado completa y directamente al hecho de que quien lo lleva a cabo es una persona, un sujeto consciente y libre, un sujeto que decide de sí mismo.
DIGNIDAD DEL TRABAJO
El cristianismo amplía algunos aspectos ya contenidos en el Antiguo Testamento, partiendo de todo el contenido del mensaje evangelico y sobre todo del hecho de que aquel, que siendo Dios se hizo semejante a nosotros en todo. Esta circunstancia constituye por sí sola el más elocuente “Evangelio del trabajo”, que manifiesta como el fundamento para determinar el valor del trabajo humano no es en primer lugar el tipo de trabajo que se realiza, sino el hecho de que quien lo ejecuta es una persona. La fuente principal de la dignidad del trabajo debe buscarse principalmente no en su dimensión objetiva, sino en su dimensión subjetiva. A esto va unida una consecuencia muy importante de naturaleza ética: es cierto que el hombre está destinado y llamado al trabajo; pero, ante todo el trabajo está en función del hombre y no el hombre, función del trabajo. El trabajo participa de la dignidad personal del hombre y merece, por tanto, la más alta estimación. De la dignidad personal del hombre participa el trabajo humano. Es la obra y el fruto no de la materia muerta ni de seres irracionales que son arrastrados por el impulso y la coacción de la naturaleza, sino de un ser independiente. Esta dignidad personal es propia, aunque con grados, de todo trabajo que el hombre realiza, con tal que sea moralmente irreprochable y se lleve a cabo con buena intención.