Tesis Doctoral D. José de Terán Tendero

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UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA APLICADA I
E HISTORIA E INSTITUCIONES ECONÓMICAS Y FILOSOFÍA MORAL

Tesis Doctoral

Didáctica de los contenidos


de un curso de introducción a la economía

Autor:José de Terán Tendero


Directores: Luis Pires Jiménez y Rocío Gallego Losada

MADRID
2014

1
A José de Terán Martínez,
Ireneo Santos Ortega
y Paco de Terán Rodríguez,
in memoriam.

Agradezco a Rocío Gallego y Luis Pires, directores de este trabajo, la buena acogida
que dieron a esta tesis y a su enfoque didáctico, así como el apoyo que me han
proporcionado en todas las fases de su desarrollo.
Igualmente, agradezco a Fernando Castro Polinio, amigo y compañero de estudios, la
minuciosa y constructiva lectura de un borrador ya avanzado de este trabajo.

3
ÍNDICE

Pág.
Introducción 7
I. Taxonomía de los textos de introducción a la economía 17
1. Introducción…………………………………………………………………………….......... 23
2. Microeconomía. Mercado y tipos de mercado………………………………………….......... 33
3. Microeconomía. Mercado de factores…………………………………………………........... 37
4. Fallos del mercado………………………………………………………………………........ 41
5. El sector público…………………………………………………………………………....... 45
6. Macroeconomía I. Introducción y macromagnitudes……………………………………........ 47
7. Macroeconomía II. Enfoque, sector público, dinero y sistema financiero, inflación y ciclos.. 53
8. Macroeconomía III. Comercio internacional y crecimiento……………………………......... 57
9. RESUMEN GLOBAL DE CONTENIDOS de los textos seleccionados………………......... 60

II. Las reglas didácticas de los contenidos 63


1. La didáctica……………………………………………………………………………........... 63
2. Las teorías psicopedagógicas del conocimiento…………………………………………....... 69
3. Resumen…………………………………………………………………………………........ 77

III. Determinación de los contenidos conforme a las reglas didácticas 79


1. Objeto, enfoque y concepción de la economía………………………………………….......... 80
1. Resumen de las aportaciones a la economía……………………………………….......... 83
Antiguos.-Patrística y Escolástica.- Preclásicos.- Clásicos.- Marxistas.- Marginalistas.-
Escuela austríaca.- Escuela de Lausana.- Institucionalistas.- Neoclásicos.- Keynes.-
Keynesianos.- Monetaristas de la escuela de Chicago.- Otras escuelas.-
RESUMEN DE CONTENIDOS………………………………………………………........................ 109
2. Análisis didáctico…………………………………………………………………........... 111
1. Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto material …….............. 124
2. Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto formal ……................. 133
3. Propuesta de estructura expositiva. La concepción de la economía ……………............ 148
2. Relación de la economía con otras disciplinas…………………………………………............ 149
1. Resumen de las aportaciones a la economía……………………………………….......... 149
2. Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos…………........ 152
3. La Economía en el contexto de las ciencias……………………………………………......... 157
1. Resumen histórico………………………………………………………………….......... 158
La ciencia antigua.- La Edad Media.- La Revolución Científica.- El Positivismo y el el
antipositivismo: Epistemología de la ciencia; Epistemología de la economía.- Desde el
Círculo de Viena: Epistemología de la ciencia; Epistemología de la economía.-
RESUMEN DE CONTENIDOS………………………………………………................ 218
2. Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos………........… 223
4. Economía positiva y normativa………………………………………………………........…. 231
1. Resumen de las aportaciones a la economía……………………………………........….. 233
2. Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos……….........… 242

IV. Propuesta abreviada de Curso de introducción a la economía 245


ÍNDICE………………………………………………………………………………….......... 249
1. Introducción: el objeto material y el objeto formal de la economía............................................ 251
2. El objeto material de la economía: la actividad económica…………………………….......... 253
3. La economía en el contexto de las ciencias: la epistemología de la economía………….......... 361
4. El objeto formal de la economía: las escuelas económicas……………………………........... 363

V. Conclusiones 369
BIBLIOGRAFÍA 377

5
Introducción
El presente trabajo, Didáctica de los contenidos de un curso de introducción a la
economía, es una investigación tendente a proponer los contenidos de un curso
introductorio a la economía, mediante la aplicación de los criterios didácticos más
extendidos en la práctica educativa.
El término ‘didáctica’, referido a la disciplina del mismo nombre, extiende su ámbito a
todos los aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque en este trabajo nos
centraremos en la determinación de los ‘contenidos conceptuales’ de un curso
introductorio de economía. No se considerarán, por tanto, los denominados contenidos
procedimentales o actitudinales, ni tampoco otros aspectos didácticos, o del curriculum,
que deben tenerse en cuenta en la preparación de una programación didáctica de
cualquier tipo de curso, tales como la motivación del estudiante, el análisis del entorno,
la evaluación, la metodología, etc.
La referencia del título a un ‘curso’ de economía hay que entenderla en sentido amplio,
ya que puede referirse también a un ‘libro de texto’ de economía. Aunque, obviamente,
el concepto ‘curso’ es más amplio que el concepto ‘libro de texto’, si 1o referimos sólo
a los contenidos conceptuales y a su estructura u orden expositivo, deberían contener lo
mismo si tuvieran las mismas pretensiones.
El significado que atribuimos al término ‘introducción’ (a la economía) es más difícil de
precisar, si bien, en este caso, no significa divulgación. La definición de este término
según el diccionario de la RAE, “preparación, disposición para llegar al fin propuesto”,
es apropiada, pero muy general. Es un término flexible, cuyo alcance práctico, a veces,
está determinado por los créditos disponibles, posible restricción que hemos
considerado, o por la distinta preparación previa de los alumnos a quienes va dirigido,
restricción que eliminamos al suponer homogéneo el nivel de todos los alumnos. En
este trabajo el término ‘introducción’ opera como si fuera un objetivo didáctico, porque
nos indica hasta dónde llegar con los contenidos, el alcance del curso. En nuestro caso,
el curso trata de proporcionar el acervo de contenidos necesario para que los alumnos
sepan moverse entre las diferentes escuelas económicas y puedan acceder a estudios
superiores de economía.
Por tanto, nuestro objetivo principal será elaborar, partiendo de las reglas más
extendidas de la didáctica, un conjunto de contenidos mínimos y una estructura

7
expositiva de dichos contenidos que reflejen fielmente una aproximación al corpus de la
economía, en el nivel definido para un curso introductorio.

Antecedentes
Este trabajo se desarrolla en un contexto académico caracterizado, en el ámbito de la
didáctica, por el predominio casi absoluto de los postulados constructivistas (como
veremos en la parte II) y, en el ámbito de la economía, por una fuerte primacía de la
denominada ‘corriente principal’ en la configuración de la enseñanza de la economía y
de los libros de texto introductorios (como veremos en la parte I), y, simultáneamente,
el surgimiento de diversas manifestaciones críticas o simples rechazos a esa ortodoxia y
la coexistencia con otros paradigmas de menor presencia académica.
A continuación mostramos algunas de esas manifestaciones, poniendo de relieve
aquellos aspectos más directamente relacionados con nuestro trabajo, con el único
propósito de enunciarlos para describir mejor el marco actual, pero sin terciar en su
fundamentación ni en los argumentos favorables o adversos.
 En 1992, auspiciado por la European Association for Evolutionary Political
Economy, se publica el Manifiesto en demanda de un análisis económico pluralista
y riguroso1, en el que se denuncia el monopolio en el método y en los paradigmas de
la ‘corriente principal’ de la economía y se reclama el pluralismo en la formación de
economistas.
 En 2000, un grupo de estudiantes de economía de universidades francesas publicó
una Carta abierta en la que se declaraban descontentos con la enseñanza recibida
por las siguientes razones: “1) el divorcio entre el contenido de la enseñanza y el
‘mundo real’; 2) un uso incontrolado en las matemáticas; y 3) la falta de pluralismo
en las explicaciones” (Misas, 2004, p. 221).
La carta de los estudiantes fue seguida de otras dos Cartas de profesores: una
apoyando a los estudiantes, y otra “mostrando su inconformidad con el estilo
guerrerista y los ataques a la teoría neoclásica” (Cataño, 2004, p. 125) 2. Incluso en

1
Manifiesto firmado por cuarenta y cuatro economistas, cuatro premios Nobel entre ellos (Cuadernos de
Economía, Vol. 20, nº 57/58, enero-agosto, p. 291).
2“
El movimiento tomó una amplitud internacional con la creación de grupos de apoyo en diversos centros
académicos (Universidad de Cambridge, Universidad de Madrid, Portugal, y centros de discusión
internacionales, etc.) que derivó en una red de Internet (http://www.paecon.net) y que dio como resultado
el movimiento post-autista de la Economía que ya distribuye por correo electrónico una carta, la Post-
autistic Economics Newsletter. En junio de 2001, 27 estudiantes de la Universidad de Cambridge, del
Reino Unido, publicaron un manifiesto con el sugestivo nombre “Opening Up Economics” que firmaron
más de 600 economistas, entre ellos académicos renombrados como Mark Blaug, Bruno S. Frey, John

8
2002 se celebró un seminario internacional en Clermont-Ferrand para hacer un
seguimiento del Informe Fitoussi, elaborado por una comisión dirigida por el
economista Jean Paul Fitoussi, por encargo del gobierno francés, para investigar las
denuncias de la Carta abierta (Cataño, 2004, pp. 125-126).
 En 2001 apareció la Propuesta de Kansas. En ella, los economistas firmantes
solicitaron: “1) una concepción más amplia del comportamiento humano que la
tradicional del homo economicus; 2) un reconocimiento del papel de la cultura en
las relaciones económicas; 3) la consideración de la historia como expresión del
carácter dinámico de la economía; 4) una nueva teoría post-positivista del
conocimiento; 5) la fundamentación empírica de la teoría; 6) la diversificación
metodológica; y 7) la apertura al diálogo con otras disciplinas, especialmente en las
ciencias sociales”3.
 En 2003 se celebró la conferencia mundial de la Confederación Internacional de
Asociaciones para el Pluralismo en la Economía (ICAPE) en la Universidad de
Missouri, en la que se elaboraron diversas ponencias sobre el “Futuro de la
Economía Heterodoxa” (Cataño, 2004, p. 126).
 En 2011, en Harvard, un grupo de estudiantes abandonó la clase de ‘Economía 10’
de esa universidad y dirigió una Carta abierta a Greg Mankiw, responsable de dicha
clase. En dicha carta expresan “su descontento con el sesgo inherente de este curso
introductorio de economía” porque esperaban “adquirir una fundamentación amplia
e introductoria a la teoría económica”; y se quejaban de la falta de “una perspectiva
imparcial sobre la economía en un curso introductorio a 700 estudiantes que, según
su nombre, debería proporcionar una base sólida para continuar sus estudios en
economía”4.
 En 2013, en la Universidad Autónoma de Madrid, la Asociación de Estudiantes de
Económicas (AEE), publica la Carta de la AEE, firmada por más de mil alumnos
reclamando, entre otras acciones, las siguientes: “estudio crítico de todas las teorías
económicas”; “definir la función de las matemáticas”; “proponer algunas
asignaturas que consideramos clave, como […] Historia del pensamiento

Galbraith, Geoffrey Hodgson, Kurt W. Rothschild y Warren Samuels, “lo que fue seguido por otro
manifiesto de un grupo de estudiantes de la Universidad de Harvard.” (Cataño, 2004, p. 126).
3
Recensión del libro The Handbook of pluralist education, de La Roca, F. en Revista de economía
crítica, nº 11, primer semestre 2011, pp. 238-241, Universidad de Valencia.
4
Harvard Political Review, recuperado el 10 de mayo de 2012 de: http://hpronline.org/harvard/an-open-
letter-to-greg-mankiw/

9
económico, [...] Estadística aplicada a las ciencias sociales, Geografía económica...;
en lo relativo a las asignaturas más específicas, un curso de introducción a la
economía [...] antes de plantear cursos de microeconomía y macroeconomía”; que,
en Teoría Económica, “se replanteen los manuales utilizados hasta ahora”5.
 El curso 2012-2013 se constituyó en la Universidad de Manchester la Post Crash
Economic Society, en la que sus miembros, animados por “la creencia de que los
contenidos y los métodos de enseñanza de la economía pueden y deben ser
repensados”, proponen “ampliar la gama de enfoques y los métodos de enseñanza
utilizados en el Departamento de Economía” 6 ; y, con posterioridad, se creó la
Cambridge Society for Economic Pluralism para contribuir a objetivos similares7.
 Finalmente el 5 de mayo de 2014, cuarenta y dos asociaciones de estudiantes de
económicas de veintidós países diferentes, constituyen la International Student
Initiative for Pluralism in Economics (ISIPE). En su Carta abierta hacen un
llamamiento al pluralismo en la enseñanza de economía y en la investigación, a
“ampliar el rango de herramientas a disposición de los estudiantes a la hora de
analizar y entender los fenómenos económicos”, a “incluir enfoques
interdisciplinarios [...] con otras ciencias sociales” y a incluir “asignaturas que
proporcionen una contextualización y fomenten la reflexión sobre la disciplina
económica y sus métodos [...] tales como la filosofía y la epistemología de la
economía”, entre otras propuestas8.

Los diferentes pronunciamientos descritos tienen un elemento en común: denuncian la


falta de pluralismo en la enseñanza de la economía o, en otros términos, la abrumadora
presencia de la teoría económica estándar. Esta caracterización de la enseñanza de la
economía en la actualidad es analizada por algunos autores desde diferentes
perspectivas.
Así, el profesor Misas Arango, de la Universidad Nacional de Colombia, en su artículo
titulado El campo de la economía y la formación de los economistas, analiza el proceso
de “consolidación de la dominación de la teoría económica estándar […] que […] ha
contribuido a deslegitimar las corrientes científicas diferentes a la teoría neoclásica”, en

5
AEE de la UAM, recuperado el 5 de mayo de 2014 de: http://www.ibercampus.es/carta-de-la-
asociacion-estudiantes-de-economicas-de-la-UAM
6
Recuperado el 15 de junio de 2014 de: http://www.post-crasheconomics.com/
7
Recuperado el 2 de junio de 2014 de: http://www.cambridgepluralism.org/
8
Recuperado el 7 de junio de 2014 de: http://www.isipe.net/home-es

10
el que “la excesiva formalización y el uso de las matemáticas han jugado un papel
importante” (Misas, 2004, p. 205). Según este autor, en el origen de este proceso está
“la internacionalización de la economía o su ‘americanización’” (ib., p. 209) 9 .
Anteriormente, “Las tradiciones en las escuelas nacionales de pensamiento (austríaca,
sueca, alemana, francesa, inglesa, japonesa, india o latinoamericana), que, a partir de
unos elementos generales de la economía clásica, desarrollaron teorías completas para
pensar e interpretar sus patrones de acumulación –o su evolución económica– y que
fueron muy fuertes a lo largo de casi cien años (1850-1940), desaparecieron en
beneficio de la universalización de la teoría económica estándar (TEE) –teoría
neoclásica– convertida por la academia americana en la ciencia económica” (ib., p.
207). Esta evolución de la ciencia económica ‘americana’, formalizada y abstracta,
como predominante y casi única expresión de la economía ‘científica’ no estuvo exenta
de algunas críticas10 que, no obstante, no impidieron su consolidación.

9
Este proceso se desarrolló, según este autor, mediante la concurrencia de numerosos factores:
 La concesión de “cientos de becas otorgadas por el gobierno de Estados Unidos a estudiantes
europeos, indios y japoneses, para llevar a cabo estudios de postgrado” (ib., p. 209).
 Una “estrategia de profesores visitantes, en la que profesores procedentes de universidades
americanas se desplazaron a otros países para reformar o crear departamentos de economía a la
imagen y semejanza de los existentes en Estados Unidos” (ib., p. 209).
 La “migración masiva de grandes economistas europeos a las universidades americanas en los años
treinta, como consecuencia del ascenso de los [gobiernos europeos] totalitarios al poder” (ib., p. 210).
Se mencionan, entre otros, Koopmans, Leontief, Shumpeter, Marshack, Herbeler, Kuznets, Theil,
Lerner, Hayek, Modigliani y Hirschman.
 “Los avances en el campo de la formalización, las técnicas estadísticas y los desarrollos en las
matemáticas durante la guerra (programación lineal, teoría de juegos, etc.) seguidos con entusiasmo
por [algunos] economistas” como Arrow, Samuelson, Klein y Friedman; y “la consolidación de la
Cowles Commission, integrada por un grupo de jóvenes investigadores provenientes de diferentes
áreas: física, matemática, estadística, economía, que le dio un gran impulso a la formalización de la
economía” (ib., p. 207).
 La necesidad, en plena Guerra Fría, de “consolidar la teoría neoclásica –fundamento de las políticas
impulsadas por el gobierno americano y el FMI– como única corriente científica de la economía,
deslegitimando, de paso, otros enfoques teóricos, particularmente la economía política de origen
clásico y marxista, muy fuertemente arraigada entre los economistas europeos, especialmente en
Francia e Italia, las corrientes historicistas en Alemania y los keynesianos en Inglaterra, e igualmente
las corrientes nacionalistas como el estructuralismo latinoamericano impulsado por la CEPAL” (ib.,
p. 211).
10
“A principios de los cincuenta la discusión con los economistas matemáticos […] llega a su nivel más
álgido”. En 1951 la American Economic Association (AEA) encargó un estudio acerca de la dirección
que debía seguir la educación de postgrado en economía, en el que se “concluyó, de una parte, que no era
conveniente señalar un único sistema de formación y que se debería propugnar por la flexibilidad, y de
otra parte, que el currículo en economía debía mantener un núcleo básico en teoría económica que
incluyera: […] valor, distribución, moneda, empleo y al menos uno de los nuevos tópicos […] como
dinámica, teoría de juegos y economía matemática. Otra parte importante del núcleo sería historia
económica, historia del pensamiento económico, estadística y métodos de investigación” (ib. pp. 212).
Sin embargo, “el Panel convocado por la AEA [Solow, Tobin, Torgensen, Theil, Kley y Caves, entre
otros] con el mismo propósito a finales de los sesenta, recomendaba acelerar las tendencias que se venían
presentando” y proponía un “mayor énfasis en las herramientas matemáticas, estadística, econometría,
programas de computación” (ib., pp. 212-213).

11
Desde otro punto de vista, los profesores de la corriente institucionalista, Knoedler y
Underwood, analizan la situación actual de la enseñanza de la economía en su artículo
La enseñanza de los principios de economía: propuesta para un enfoque
multiparadigmático. En este trabajo se hacen eco “del descenso del número de
estudiantes que toman economía como área principal y de los que se matriculan en esta
carrera” (Knoedler, 2004, p. 39), que, en su opinión, se debería, entre otras causas, a la
enseñanza exclusiva del paradigma “de la corriente dominante”. Consideran que el
curso de ´Introducción´ “es la única oportunidad que tienen la mayoría de los
estudiantes para abordar la economía como disciplina académica” (2004, p. 40), y que
hay numerosas razones para abordarlo de forma diferente a como se hace actualmente11.
Proponen, como alternativa, un curso de introducción a la economía de enfoque
multiparadigmático y que traslade un conjunto de principios –“diez cosas que todo

A finales de los ochenta la AEA convocó una comisión para estudiar la formación ofrecida en las escuelas
de graduados de economía, presidida por Krueger y la asistencia de Arrow, Blanchard, Blinder, Holden,
Learner, Lucas, Panzar, Schultz, Stiglitz y Summers. Según el autor del trabajo, que se basa en los
documentos elaborados por la comisión y otra documentación particular de los participantes en dicha
comisión, “un gran número de participantes expresaron que ‘la enseñanza de la economía en las escuelas
de graduados estaba divorciada del mundo real de la economía’”; “Hay una gran debilidad –en las
escuelas de graduados– entre las relaciones que se establecen entre herramientas, teoría y econometría y
el mundo real de los problemas”; “los requisitos para ser admitidos […] en términos de matemáticas y
estadística, son estrictos, pero no se presenta igual énfasis en requisitos en términos de teoría económica y
de análisis económico”; “enseñamos la lógica de las matemáticas pero no la lógica de la economía”;
“tanto estudiantes como profesores expresaron que ‘la ausencia de hechos, la información institucional,
los datos, las alternativas acerca del mundo real, las aplicaciones y los problemas de política; hacían que
no pudiera existir una conexión con el mundo real a partir del núcleo de los cursos teóricos enseñados en
los campos o áreas temáticas’”; “los estudiantes graduados señalaron: ‘el insuficiente énfasis dado a los
problemas del mundo real, a las aplicaciones empíricas y a las opciones de política, el excesivo énfasis
dado a las técnicas matemáticas por las matemáticas mismas, la estrechez de contenidos, la falta de
atención a la historia económica y conocimiento interdisciplinario’”; “los Ph. D. graduados en 1977-1978
expresaban, diez años más tarde, la existencia de ‘considerables disparidades entre el conocimiento que
fue enfatizado en su entrenamiento como estudiantes graduados y el que utilizan en sus trabajos
actuales’” (ib., pp. 214-217).
Sin embargo, “la Comisión, después de haber realizado un trabajo riguroso de encuesta” se limitó a
“señalar algunas falencias en el proceso de formación” y a “un debate pedagógico” que “no pudo servir
de base para realizar un debate teórico y epistemológico, así como también un debate ideológico-
político”, que “no produjeron […] resultados sobre la formación de los economistas, diluyéndose sin
mayores efectos” (ib., pp. 220-221).
11
Las objeciones que hacen a los textos actuales de introducción a la economía se basan en un análisis de
nueve textos que cubren el 75 por ciento de los cursos introductorios en Estados Unidos. Estudian el
tratamiento que estos textos ofrecen respecto de cuatro aspectos: concepción de la economía; relación
entre teoría del crecimiento y ciclo económico; distinción entre economía positiva y normativa; y
enfoques alternativos. Los resultados que obtienen, entre otros, son: “siete de los textos [...] introducen el
tema de la economía en el marco estándar de la escasez y los costos de oportunidad”; “cuatro de ellos
establecen la distinción entre economía positiva y normativa, y sólo dos señalan que los juicios de valor
son inherentes a todas las discusiones de asuntos económicos”; “en siete [...] la presentación de la
macroeconomía se basa en el debate convencional entre monetaristas y keynesianos”; “en siete [...] no
hay ninguna mención a las ideas de Thorstein Veblen y sólo algunos mencionan a Karl Marx,
generalmente en un párrafo breve y descalificador” (ib. pp. 51-52).

12
estudiante debería aprender en el curso de introducción” (2004, pp. 64-65)- inspirado en
la “economía institucional” (2004, p. 58).

Desde un enfoque reciente –el que corresponde al paradigma de la complejidad- los


economistas de esta corriente rechazan numerosos aspectos de la economía tradicional.
Sostienen “que la era neoclásica en economía ha terminado y está siendo reemplazada
por una nueva” caracterizada por la asunción de que “la economía es una ciencia
compleja”12. Algunas notas que ilustran el enfoque de la economía de la complejidad
son: los agentes económicos no tienen información completa y son heterogéneos; las
relaciones entre ellos se producen en ámbitos más amplios que el del mercado; no hay
distinción entre macro y microeconomía; sus modelos de representación son abiertos y
no lineales y no tienden al equilibrio13...

Como hemos visto, el escenario de fondo en el que se realiza nuestro trabajo podemos
resumirlo así:
 En general, una enseñanza de la economía caracterizada por el predominio de la
‘corriente principal’ y la existencia de numerosas muestras de rechazo a dicha
corriente cuya significación es difícil de evaluar14.
 En particular, unos libros de texto de introducción a la economía mayoritariamente
afectados de las mismas notas anteriores.
La problemática anterior contiene numerosos aspectos de diferente índole; unos afectan
a la epistemología de la economía, otros a su metodología o a su objeto, otros al papel
de la historia en la economía, otros a su interdisciplinariedad, e incluso algunos se
derivan de planteamientos políticos o ideológicos previos. Sin embargo, en nuestra
propuesta de curso introductorio a la economía no hemos necesitado hacernos eco de
estas notas o rechazos a la ´corriente principal´, ya que la solución adoptada (v. parte
IV) incluye un curso con, básicamente, dos partes: una primera descriptiva de la
actividad económica, y una segunda, abierta, dedicada a la presentación de diferentes
escuelas, en la que caben diversos enfoques.

12
Véase Holt, R.P.F., Rosser, J.B. y Colander, D. (2010), The complexity era in economics, Vermont,
Department of economics, Middlebury College.
13
Puede verse una presentación reciente de cómo se presenta la economía de la complejidad en el trabajo
de W. Brian Arthur, 2013, Complexity Economics: A diferent framework for economics thought, Santa Fe
Institute, SFI Working paper 2013-04-012.
14
En Misas (2004) y Backhouse (2010, pp. 97-136) pueden encontrarse propuestas descriptivas y
analíticas de esta caracterización de la economía y ampliaciones de las muestras de rechazo
mencionadas.

13
Nuestra aportación a esa problemática no se plantea romper con la corriente principal;
pretende contextualizar ésta y las aportaciones de otras escuelas en un curso de
introducción a la economía elaborado con un enfoque didáctico.
Hipótesis de trabajo
La referencia o elemento de comparación de nuestro trabajo son los textos de
introducción a la economía habituales en las universidades y otros centros de enseñanza.
Lo que buscamos es encontrar, eventualmente, elementos de mejora de estos textos
introductorios, aplicando sistemáticamente las reglas didácticas más reconocidas.
Por tanto, lo que formulamos, en términos de conjetura, es que la aplicación de algunas
reglas mayoritariamente aceptadas de la didáctica –principalmente las orientadas a la
consecución de un aprendizaje significativo– dan como resultado unos contenidos y una
estructura expositiva diferente a la habitual en esos libros de texto.
De modo más preciso y formal, la hipótesis de trabajo que sometemos a análisis se
puede expresar en estos términos: los textos habituales de introducción a la economía
no se conforman, en sus contenidos y su estructura expositiva, a los que resultarían si
se aplicaran las reglas didácticas más extendidas en la práctica de la enseñanza.

Estructura del trabajo


El trabajo se organiza en cinco partes:
I. Taxonomía de los contenidos de los textos de introducción a la economía.
II. Las reglas didácticas de los contenidos.
III. Determinación de los contenidos conforme a las reglas didácticas.
IV. Propuesta abreviada de curso de introducción a la economía.
V. Conclusiones.
En la parte I hemos realizado una lectura detallada de una muestra de estos textos,
seleccionada entre los más utilizados, para listar y agrupar sus contenidos. Con este
detalle o taxonomía hemos elaborado, tomando los contenidos de mayor presencia, una
representación global o ´representante tipo´ de los libros de texto habituales, que se
muestra en I.9.
En la parte II hacemos una breve exposición introductoria a la didáctica, que sirve de
marco formal para presentar las reglas o criterios didácticos de mayor aceptación,
atinentes a los contenidos. Como se verá más adelante, estas reglas o criterios
didácticos, que son la guía utilizada para elaborar nuestra propuesta de curso
introductorio a la economía, se presentan, casi todas ellas, arropadas formalmente por

14
las teorías constructivistas del conocimiento. Sin embargo, en buena medida, son
también los del ‘sentido común’, las buenas prácticas que han venido utilizándose
tradicionalmente en la enseñanza.
En la parte III se desarrolla la parte principal del trabajo. Con los criterios didácticos
adoptados en II, nos aproximamos al conjunto de contenidos que nos ofrece el acervo de
las aportaciones más relevantes de los economistas a la disciplina de la economía, para
determinar cuáles y en qué orden deben incorporarse a un curso introductorio.
Para aproximarnos a ese conjunto de contenidos tan amplio hemos procedido a su
clasificación y acotación. La clasificación ha consistido en agruparlos en cuatro partes
y, en cada una de éstas, por orden cronológico.
En la primera, III.1, se han considerado únicamente los contenidos utilizados por los
economistas, relativos al objeto y el enfoque; en la parte segunda, III.2, se han tratado
los contenidos referentes a la relación de la economía con otras disciplinas; en III.3 se
han agrupado los contenidos metodológicos y epistemológicos; y en III.4 los contenidos
relacionados con la distinción entre economía positiva y normativa.
Las acotaciones, en general, han sido limitaciones en los contenidos considerados,
derivadas de la naturaleza introductoria del curso que contemplamos.
Una vez clasificados así los contenidos, hemos procedido a seleccionarlos y
estructurarlos con arreglo a los criterios didácticos adoptados en II.
En III.1 la aplicación de la regla didáctica de los ‘conocimientos previos’ ha tenido una
gran relevancia: ha determinado la separación de los contenidos materiales de los
formales, la definición de actividad económica, la asociación de los primeros a los
contenidos previos de los alumnos, la configuración de una primera parte del curso
muy amplia dedicada a la actividad económica, la prelación en la exposición de los
contenidos materiales frente a los formales y la exposición de las escuelas al final del
curso. En III.3, la misma regla didáctica ha sido también la principal determinante de la
estructura expositiva de los contenidos epistemológicos, consistente en un esquema
didáctico nuevo para la enseñanza de estos contenidos.
En la parte IV se concretan, pormenorizadamente, los resultados del trabajo en una
propuesta abreviada de curso de introducción a la economía, elaborada con observancia
de las reglas didácticas enunciadas en la parte II.
Finalmente, en la parte V se muestran las conclusiones, indicando, en síntesis, las
diferencias entre los contenidos de los textos habituales y los de nuestra propuesta.

15
I. Taxonomía de los textos de introducción a la economía
En esta parte se realiza una descripción global de los contenidos de los textos de
´Introducción a la economía´ utilizados habitualmente en la enseñanza universitaria y en
el bachillerato español. Esta descripción nos permitirá comparar los contenidos de los
textos usados habitualmente en esos cursos, con los que resultarían de aplicar las reglas
de la didáctica generalmente aceptadas. Así podremos contrastar nuestra tesis: ´los
textos actuales de introducción a la economía no se conforman en sus contenidos y en
su estructura expositiva a los que resultarían si se aplicaran las reglas didácticas más
extendidas en la práctica de la enseñanza´.

Como veremos, aunque estos libros de texto tienen contenidos muy semejantes,
mantienen algunas diferencias. Estas diferencias nos obligan a elegir una muestra de
ellos, entre los más utilizados, que sirva como referente o ´representante´ de la
población de libros de texto. La muestra de textos de introducción a la economía que
hemos utilizado es la siguiente:
 MOCHÓN, F. [c. 1989] (2009), Economía, teoría y política, Madrid, McGraw-Hill.
 LIPSEY, R.G. [1963] (1969), An introduction to positive economics, Londres [Trad.
cast.: Introducción a la economía positiva, Barcelona, Vicens-Vives, 3ª ed. 1969.
 SAMUELSON, P.A. y NORDHAUS, W.D. [1948] (1985), Economics, USA,
McGraw-Hill, 12th ed., Trad. cast. Economía. México, McGraw-Hill, 2ª ed., 1986
 MANKIW, N.G. [1997] (2007) Principles of Economics. USA, Thomson Corp. 4th
ed. Trad. cast.: Principios de economía, Madrid, Paraninfo, 2008.
 KRUGMAN, P., WELLS, R., GRADDY, K. [2005] (2011), Essentials of
economics, Worth Publishers, New York [Trad. Cast.: Fundamentos de economía,
Madrid, Editorial Reverté, S.A., 2013]
 MERA, Mª.T. (1999), Economía 1º Bachillerato, Madrid, Grupo Santillana de
Ediciones, S.A.
 PENALONGA, A. (2008), Economía 1º Bachillerato, Madrid, 3ª Ed. McGraw-Hill.
 FRANCH PARELLA, J. (2012), Economía 1º Bachillerato, Madrid, Unión
Editorial, S.A.
La muestra elegida se compone de ocho textos. Los cinco primeros utilizados
habitualmente como manuales básicos en cursos universitarios, y los tres últimos
utilizados como libros de texto en el bachillerato español. A su vez, la muestra de

17
textos universitarios contiene tres textos que podríamos considerar ´modernos´
(MANKIW, KRUGMAN y MOCHÓN), y dos textos, que aunque siguen vigentes con
versiones actualizadas, podemos considerar ´antiguos´ (LIPSEY y SAMUELSON). Esta
composición de la muestra nos permitirá apreciar algunas diferencias entre textos
universitarios y de bachillerato, y entre textos antiguos y modernos.

Los textos universitarios analizados se presentan por sus autores como textos
introductorios aptos para un curso anual o dos semestrales, divididos en micro y macro,
dirigidos a estudiantes de economía de primer curso o de otros estudios que tienen la
asignatura de economía en algún curso.

En general, se trata de textos de gran éxito comercial y difusión que han visto varias
ediciones, debido, según explicaciones de sus propios autores, a las necesarias
actualizaciones para adaptarse mejor a la comprensión de los problemas de actualidad.

La extensión de estos textos es muy diversa, aunque es mayor en los textos


universitarios que en los dirigidos al bachillerato. En los textos universitarios la
extensión oscila entre las 565 páginas (MOCHÓN) y las 1151 (SAMUELSON), y en
los de bachillerato entre las 279 (MERA) y las 399 (PARELLA). Podría considerarse
que el texto de SAMUELSON tiene una concepción no meramente introductoria; el
propio autor sugiere que para un curso básico pueden suprimirse 7 de sus 40 capítulos, y
si extendemos esta reducción a sus 12 apéndices de ampliación de contenidos, su
número de páginas se reduciría en, aproximadamente, 350. De este texto podría decirse
que es la continuación de la serie histórica de textos de economía que comienza con La
riqueza de las naciones de Smith (1776), continúa con Los principios de economía
política y tributación de Ricardo (1817), los Principios de economía política de Mill
(1848) y llega hasta Los principios de economía de Marshall (1890). Estos textos,
aunque se utilizaron como libros de texto, fueron redactados por sus autores con la
finalidad más amplia, entre otras, de compendiar y fijar el acervo de los conocimientos
económicos de sus correspondientes épocas.

Los textos de uso universitario son, todos ellos, de utilización muy extendida en
diferentes mercados geográficos.

El texto de SAMUELSON ha sido citado reiteradamente como el libro más usado en


cursos de introducción a la economía durante un largo período que abarca decenios; la

18
primera edición data de 1948, y la utilizada por nosotros es la traducción al castellano
de la duodécima en inglés, ésta de 1985; los propios autores indican en el prefacio que
se habían vendido “varios millones de ejemplares” y se había traducido “a más de una
veintena de lenguas” (Samuelson, 1985, p. vii), esto es, hace ya más de veinticinco
años15.

El texto de LIPSEY ha sido traducido a diversas lenguas y hay versiones especiales para
el mercado americano. Según la información que figura en la biografía de este autor, en
la web del Social Sciences and Humanities Research Council de Canadá, este libro ha
sido traducido a más de quince lenguas y se habían vendido “algunos millones de
copias”16 hasta 2007.

El texto de MANKIW figura desde hace años en las listas de libros de texto de
economía más vendidos que prepara la compañía Amazon. Según la información de la
web de esta compañía, que contiene una página dedicada a este autor, se han vendido
“varios millones de copias y ha sido traducido a veinte lenguas”17; en la lista de libros
de texto de cualquier materia más vendidos de Amazon, el de MANKIW es el único
representante de libros de introducción a la economía y figura en el quinto lugar18. Este
texto, juntamente con otros siete, son utilizados por cerca del 75 por ciento de los
estudiantes de Estados Unidos que siguen un curso de introducción a la economía19.
El de KRUGMAN es un libro de publicación más reciente. Su primera edición data de
2005, con el título de Economics, y la última, de 2012, con el título de Essentials of
economics. Ha sido traducido a varias lenguas, entre ellas al español, con los títulos de
Introducción a la economía y Fundamentos de economía.

El texto de MOCHÓN va por su sexta edición. Empezó a publicarse bajo formatos


diferentes “hace más de veinte años” para el “mercado español y latinoamericano” y es
utilizado por “un amplio número de profesores” (Mochón, 2009, pp. xix-xx).

15
Según Wikipedia, 5/12/2012, este texto “ha aparecido en diecinueve ediciones diferentes hasta 2010
[...] Fue el libro más vendido por décadas y ha sido traducido a cuarenta y un idiomas y, en total, ha
vendido más de cuatro millones de copias”.
16
Recuperado el 2de octubre de 2012 en la web del SSHRC de: http://www. rlipsey.com/awards//sshrc/
17
Recuperado el 16 de noviembre de 2013 de: http://www.amazon.com/N.-Gregory-Mankiw/e/
18
Recuperado el 18 de noviembre de 2013 de: http://www.amazon.com/N.-Gregory-Mankiw/e/
19
Según estudio de Michel Parkin (2000) citado en La enseñanza de los principios de economía:
propuesta para un enfoque multiparadigmático (Knoedler, J.T. y Underwood, D.A., 2004, Revista de
Economía Institucional, Vol. 6, nº 11, 2º sem., pp. 51 y 66 y ss.). Los otros siete textos corresponden a los
siguientes autores: McConnell y Bruce, Case y Fair, Miller, Baumol y Blinder, McEachern, Parkin y
Schiller.

19
La información del punto anterior ilustra sobre el alto nivel relativo de difusión de los
textos seleccionados; sin embargo, no disponemos de información suficiente para medir
la representatividad de la muestra utilizada frente a la población total de textos de
introducción a la economía. Por tanto, no podemos extrapolar las conclusiones de
nuestra muestra al conjunto de libros de texto de introducción a la economía. Así, el
RESUMEN GLOBAL DE CONTENIDOS de los textos de esta parte I (v. I.9) tendrá
esa limitación en su alcance. Sin embargo, esta limitación no afecta al cuerpo principal
de nuestro trabajo contenido en las partes II, III y IV.

Respecto de los libros de bachillerato, éstos se han incorporado a la muestra con la


finalidad especial de apreciar la diferencia con los universitarios en el tratamiento de los
contenidos. Se han utilizado tres: el de PENALONGA, el de MERA y el de PARELLA;
este último por ser el único, conocido por nosotros, en el que sus contenidos se abordan
explícitamente desde la perspectiva de la escuela austríaca, y no principalmente desde el
enfoque neoclásico, que es el habitual. El texto de PARELLA tiene una característica
peculiar: muestra una estructura expositiva de contenidos similar a la presentación
´neoclásica´ habitual en los libros de texto de bachillerato y, en paralelo, la crítica que la
escuela austríaca dedica a cada contenido. Este enfoque didáctico complica la
exposición de contenidos y, seguramente, dificulta el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El autor ha intentado algo difícil: compatibilizar el cumplimiento del currículo oficial,
de inspiración ´neoclásica´, con la presentación del punto de vista de la escuela
austríaca.

Todos ellos son de uso ´oficial´ en la enseñanza de bachillerato en España, y contienen


la mención expresa de adaptarse al currículo vigente en España para la etapa de
bachillerato. Los dos primeros son de utilización frecuente y habitual en los centros de
enseñanza; el tercero se ha publicado en 2012 y no disponemos de información sobre
su difusión.

Como partimos del supuesto de que hay numerosas semejanzas en los contenidos de los
libros de texto habituales, pero también algunas diferencias, nuestra primera tarea ha
sido listar los contenidos que podríamos considerar representativos de los libros de texto
seleccionados; esto es, los contenidos comunes o los que se presentan en el mayor
número de textos. Para ello, hemos realizado una lectura detallada de cada texto
seleccionado y ordenado sus contenidos con arreglo a un índice común. En concreto,

20
hemos utilizado las siguientes áreas o agrupaciones de contenidos, que son
convencionales y similares a las que encontraríamos en el ´índice´ de cualquier libro de
texto de introducción a la economía:
1. Introducción.- En esta área consideramos los contenidos que habitualmente figuran
al inicio de cualquier texto básico de economía tales como concepto y objeto de la
economía, metodología, enfoque, primeras aproximaciones a lo económico, etc.
2. Microeconomía. Mercado y tipos de mercado.
3. Microeconomía. Mercado de factores.
4. Fallos de mercado.
5. El sector público.
6. Macroeconomía I. Introducción y macromagnitudes.
7. Macroeconomía II. Enfoque, sector público, dinero y sistema financiero, inflación y
ciclos.
8. Macroeconomía III. Comercio internacional y crecimiento.
La clasificación anterior es convencional y se ha adoptado por ser la que consideramos
que se adapta mayoritariamente a los textos básicos más utilizados y, desde luego, a los
textos seleccionados.

En cada área hemos desplegado una lista detallada de los contenidos que dicho área
puede contener y asignado los símbolos S, X o N, para indicar el nivel de tratamiento
concedido a cada contenido en cada texto seleccionado.
 S indica que el texto o textos de referencia tratan, comparativamente, el contenido
considerado con mayor dedicación que los otros textos. En general, eso significa
que el elemento está tratado en el texto o textos correspondientes con mayor rigor
dentro de los de la muestra.
 N significa que el texto o textos de referencia no abordan el contenido considerado o
lo abordan de modo claramente insuficiente, comparativamente con los demás
textos.
 X indica que el texto o textos de referencia abordan el contenido considerado con
una dedicación intermedia en el conjunto de la muestra.
Este procedimiento tiene la finalidad de permitir una aproximación global o de conjunto
al tratamiento que los textos otorgan a los contenidos y facilitar la visualización de los
contenidos comunes o de las diferencias significativas.

21
La taxonomía anterior, realizada en cada área, nos permite realizar un análisis-resumen
para agrupar y sintetizar los contenidos que consideramos representativos de la muestra
(v. I.9) y que serán objeto de comparación con los contenidos que resulten de elaborar
un curso de introducción a la economía según las reglas de la didáctica (v. V).

22
I.1 Introducción

En esta área hemos incluido los contenidos que habitualmente figuran en la parte
introductoria de los libros de texto: Objeto de la economía, Concepto de economía,
Metodología, Sistema económico y Enfoque. Sin embargo, no todos los textos contienen
lo mismo en su parte introductoria. Algunos incluyen contenidos referentes a los fallos
de mercado, la intervención del estado, exposiciones elementales de la oferta y la
demanda u otros. En estos casos, la taxonomía abordada por nosotros relega estos
contenidos al área en que resulten mejor ubicados para nuestro propósito. Por tanto, en
esta área de Introducción hemos considerado solamente los contenidos indicados.

Como puede verse en la taxonomía detallada que figura al final de este epígrafe, cada
uno de los contenidos citados se ha desglosado en diferentes elementos para facilitar su
análisis.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Sobre el estilo.- En algunos de los textos seleccionados se aborda esta parte


introductoria con un estilo divulgativo y poco cuidado del rigor formal en las
explicaciones y las aproximaciones a los conceptos económicos básicos.
Así, en el texto universitario de MOCHÓN (2009, pp. 4-10) se incorporan en una
síntesis apretada, y en estilo de divulgación, términos como microeconomía,
macroeconomía, deslocalización, globalización, titulización, offshoring,
outsourcing, distribución de la renta, pobreza, crisis financiera actual, fallos de
mercado, economía clásica, proteccionismo, librecambio, tarifas arancelarias, …

En el texto de bachillerato de PENALONGA (2008, pp. 8-17), en un estilo


semejante, se muestran conceptos tales como escasez, necesidades y tipo de
necesidades, elección, coste de oportunidad, el ciclo producción-consumo-
distribución, factores de producción y tipos, agentes económicos, micro y
macroeconomía, modelos económicos, y otros (2008, pp. 28-39) como tecnología,
escasez de recursos, producción potencial, coste de oportunidad, crecimiento,
productividad, sistemas económicos y sus ventajas e inconvenientes,…

No así el texto universitario de LIPSEY, que muestra un estilo más académico y


formal, dedicado a alumnos “que quieren aprender y no tienen la mente cerrada” y

23
que “tratarán de criticar y evaluar lo que les han enseñado” (1963, pp. xxi-xxii y 3-
4).

Igualmente el texto de bachillerato de MERA (1999, pp. 14-20) dedica un amplio


espacio, expuesto con rigor y sistemática ordenada, a mostrar los problemas
metodológicos que afectan a la economía y a contextualizar ésta con las diferentes
aportaciones históricas de Smith, Ricardo, Marx, Friedman, etc.

El texto universitario de SAMUELSON muestra en su parte introductoria el mismo


estilo propio de un texto de divulgación, más que de uno científico. Como ejemplo,
recogemos las siguientes citas, entre otras muchas que podríamos haber transcrito
aquí:
 “Adam Smith publicó su libro pionero La riqueza de las naciones en 1776, año
notable también por la Declaración de Independencia de EEUU. No es
casualidad que ambos documentos aparecieran el mismo año: la liberación
pública de la tiranía monárquica estaba estrechamente relacionada con la
emancipación de los precios y los salarios de la mano interventora del Estado”
(Samuelson, 1985, p. 3).
 “¿Por qué estudiar Economía? La gente lo hace por muchas razones: Porque
espera ganar dinero; porque se considera analfabetos a aquellos que no
comprenden cómo se aplican en la energía las leyes de la oferta y la demanda;
[...] porque la economía es la reina de las ciencias sociales, la más antigua de las
artes, la más nueva de las ciencias” (1985, p. 3).
 “La economía… es una materia que combina el rigor de la ciencia con la
poesía de las letras” (1985, p. 6).
 “¿Por qué discrepan los economistas? … Parte de culpa la tienen los medios de
comunicación, pues las discrepancias sirven para hacer un buen reportaje”
(1985, p. 8).
 “En los últimos treinta años, la economía ha estado a la vanguardia en el
desarrollo de instrumentos que explican cómo afecta la incertidumbre a las
relaciones humanas. Como consecuencia de este trabajo, actualmente
comprendemos mejor las estrategias del póker, cómo debe invertirse en la bolsa
e incluso la carrera armamentística” (1985, p. 11)

24
El texto de MANKIW ahonda en el mismo estilo divulgativo, pero con mayor
intensidad.
 En su prólogo declara que “contiene más aplicaciones… y menos teoría
económica formal que otros muchos libros escritos para un curso de
introducción a la economía” (2007, p. xxiii).
 Enumera diez ´principios de economía´ al comienzo del texto y a lo largo del
libro va mostrando su aplicación teórica y práctica. En el prólogo explica la
naturaleza y utilidad de dichos principios y declara que “aunque los principios
de economía son eternos, su aplicación cambia con el tiempo a medida que se
desarrollan los acontecimientos y que los responsables de la política económica
consideran nuevas iniciativas” (2007, p. xxiii) y “… pueden aplicarse, pues, en
muchas situaciones de la vida diaria. Cuando en el futuro lea el periódico, dirija
una empresa o sea el presidente de su país, se alegrará de haber estudiado
economía.” (2007, p. xxix).
 Para comprender bien el enfoque general del libro es preciso tener presente los,
denominados por MANKIW, principios económicos:
1. Los individuos se enfrentan a disyuntivas.
2. El coste de una cosa es aquello a lo que se renuncia para conseguirla.
3. Las personas racionales piensan en términos marginales.
4. Los individuos responden a los incentivos.
5. El comercio puede mejorar el bienestar de todo el mundo.
6. Los mercados normalmente constituyen un buen mecanismo para organizar
la actividad económica.
7. El estado puede mejorar, a veces, los resultados del mercado.
8. El nivel de vida de un país depende de su capacidad para producir bienes y
servicios.
9. Los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero.
10. La sociedad se enfrenta a una disyuntiva a corto plazo entre la inflación y el
desempleo.
Los principios anteriores, que se enuncian al comienzo del libro, se presentan
como asertos que explican, prácticamente, el desarrollo de la actividad
económica. Dice el autor: “no se preocupe el lector si no los comprende todos al

25
principio o si no le parecen totalmente convincentes. En el resto de los capítulos
analizaremos estas ideas más extensamente” (2007, p. 3).

 Señala tres razones para estudiar economía: ayuda a la comprensión del mundo,
a convertirse en un participante más astuto en la economía y comprender mejor
las posibilidades y las limitaciones de la política económica (2007, p. xxix).
 En el desarrollo de sus principios de economía, MANKIW escribe: “Adam
Smith hizo la observación más famosa de toda la economía: Los hogares y las
empresas interactúan en los mercados como si fueran guiados por una “mano
invisible”, que los llevara a obtener unos resultados de mercado deseables. Uno
de los objetivos de este libro es comprender la magia de esta mano invisible”
(2007, p. 8). “La habilidad de la mano invisible para guiar la actividad
económica tiene un importante corolario: cuando un gobierno impide que los
precios se ajusten a las condiciones naturales de la oferta y la demanda, impide
que la mano invisible coordine a los millones de hogares y empresas que
constituyen la economía. Este corolario explica por qué los impuestos afectan
negativamente a la asignación de los recursos…” (2007, p. 8). “Una de las
razones por las que necesitamos al estado es que la mano invisible sólo puede
hacer su magia si el estado vela por el cumplimiento de las normas y mantiene
las instituciones que son clave para una economía de mercado” (2007, p. 8). “Tal
vez sólo sea una coincidencia el hecho de que la gran obra de Adam Smith… se
publicara en 1776, precisamente el año en que los revolucionarios americanos
firmaran la declaración de independencia. Pero los dos documentos comparten
un punto de vista predominante en la época, a saber, que normalmente lo mejor
es dejar que los individuos se las arreglen solos, sin que los guíe la enorme mano
del estado” (2007, p. 9).
 Aunque no pertenecen a la parte introductoria, mencionamos ejemplos de otras
partes del texto que ilustran el estilo divulgativo de este autor:
En el capítulo referente al monopolio figura al final una sección titulada
“Conclusiones: ¿Son frecuentes los monopolios?” en la que se dice: “Los
monopolios son frecuentes en cierto sentido… Sin embargo, son escasas las
empresas que tienen mucho poder de monopolio. Pocos bienes son realmente
únicos. La mayoría tiene sustitutivos que, aunque no sean exactamente iguales,
son muy parecidos …. El poder de monopolio es, en última instancia, una

26
cuestión de grado. Es cierto que muchas empresas tienen algún poder de
monopolio. También es cierto que su poder de monopolio normalmente es
reducido. En estos casos no nos equivocaremos mucho suponiendo que las
empresas actúan en mercados competitivos, aunque no sea exactamente así”
(2007, p. 233).

En el capítulo referente a la competencia monopolística, en una sección análoga


a la anterior, se lee: “La teoría de la competencia monopolística parece que
describe muchos mercados de la economía, por lo que es algo decepcionante que
no dé un consejo sencillo y persuasivo a los poderes públicos. Desde el punto de
vista del economista teórico … la asignación de los recursos no es perfecta. Sin
embargo, desde el punto de vista de un gobernante práctico es posible que se
pueda hacer poco para mejorarla” (2007, p. 264).
En las conclusiones del capítulo dedicado al desempleo se dice: “hemos visto
que la búsqueda de trabajo, la legislación sobre el salario mínimo, los sindicatos
y los salarios de eficiencia pueden contribuir todos ellos a explicar por qué
algunos trabajadores no tienen empleo. ¿Cuáles de estas cuatro explicaciones
… son más importantes? Desgraciadamente no es fácil saberlo. Los
economistas discrepan …” (2007, p. 436).

El texto de KRUGMAN también aborda la parte introductoria con estilo


divulgativo, aunque más contenido que el de MANKIW. Así, por ejemplo: “En
1776, el pionero de la economía, el escocés Adam Smith, en un famoso pasaje de La
riqueza de las naciones, escribió que los individuos, persiguiendo su propio interés,
a menudo contribuyen a mejorar los intereses del conjunto de la sociedad. [...]
Desde entonces, los economistas han usado la expresión ´mano invisible´ para
referirse a cómo la economía de mercado aprovecha el poder del propio interés para
obtener el bien de la sociedad. [...] Pero la mano invisible no siempre se porta como
una amiga...” (Krugman, 2011, p. 3); o “¿por qué discrepan los economistas? [...]
Una primera respuesta es que los medios de comunicación suelen exagerar las
verdaderas diferencias de opinión entre los economistas. [...] También conviene
recordar que a menudo la economía está inevitablemente unida a la política...”
(2011, p. 38).

27
Este texto también comienza con la enunciación de unos ´principios básicos´ que
define como “un conjunto de principios comunes que se aplican a muchas
cuestiones diferentes” (2011, p. 1). Los clasifica en tres apartados que figuran a
continuación (2011. pp. 5-16)20:
 Principios en los que se basa la economía de las decisiones individuales:
1. Los recursos son escasos.
2. El coste real de algo es aquello a lo que hemos de renunciar para
conseguirlo.
3. ´Cuánto´ es una decisión en el margen.
4. La gente suele aprovechar las oportunidades para mejorar.
 Principios básicos de la interacción entre las elecciones individuales:
5. El intercambio produce ganancias.
6. Los mercados tienden al equilibrio.
7. Para alcanzar los fines de la sociedad hay que usar los recursos de la manera
más eficiente posible.
8. Los mercados normalmente llevan a la eficiencia.
9. Cuando los mercados no consiguen la eficiencia, la intervención del
gobierno puede mejorar el bienestar de la sociedad.
 Principios básicos de la interacción en el conjunto de la economía:
10. Un gasto de una persona es un ingreso para otra persona.
11. El gasto total algunas veces no coincide con la capacidad productiva de la
economía.
12. Las políticas públicas pueden modificar el gasto.

El texto de PARELLA despliega una fuerte beligerancia en la defensa de los


postulados ´austríacos´ que, como hemos dicho, complica el proceso de enseñanza-
aprendizaje. El siguiente párrafo, entre otros muy numerosos que no citamos, ilustra
la afirmación anterior: en la unidad 1 se dice: “1. En un sentido muy amplio, la
economía es el estudio sistemático de la acción humana [...] Es una teoría general de
la acción humana. [...] Cualquier acto humano es objeto de estudio de la economía
([...] casarse o permanecer soltero...) [...] 2. En un sentido más restringido la

20
Nótense las diferencias existentes entre estos principios y los de MANKIW. Los principios 1 a 7 de
MANKIW son casi idénticos a los principios 1 a 9 de KRUGMAN; sin embargo los principios 8 a 10 de
MANKIW y los 10 a 12 de KRUGMAN, que son los que podríamos asociar al enfoque macro, son
diferentes. Este aspecto se confirmará en el análisis taxonómico de la macroeconomía (v. I.6 e I.7).

28
economía es la ciencia social que estudia la asignación de los recursos escasos entre
usos alternativos para satisfacer unas necesidades que son ilimitadas” (Parella, 2012,
pp. 10-11).

2. Sobre el objeto de la economía.- Se constata en la taxonomía que todos los textos


analizados (con la matización del texto de PARELLA) consideran que éste –el
objeto de la economía– es la actividad resultante de enfrentar necesidades ilimitadas
con recursos escasos. Como es bien sabido, este punto de vista procede de la
definición de economía que acuñó Robbins y que se ha consagrado como la
definición dominante.
En el análisis taxonómico también se constata que, salvo una ligera excepción en el
texto de bachillerato de MERA, todos los demás textos excluyen cualquier
referencia a otras configuraciones del objeto de la economía actuales o históricas.

3. Sobre el concepto de economía.- Destacamos en primer lugar que todos los textos
consideran que la economía es una ciencia. El texto de SAMUELSON la considera
también un arte (1985, p. 15). Además, con la excepción del texto de bachillerato de
PENALONGA, todos los demás textos consideran que es una ciencia social, aunque
no se detienen a explicar el alcance de esta caracterización.

4. Sobre la distinción entre economía positiva y normativa.- El texto de LIPSEY trata


este aspecto con cierta ingenuidad21, pero con profundidad suficiente para atisbar su
significado y trascendencia; los textos de MOCHÓN, MANKIW, KRUGMAN,
SAMUELSON y MERA lo tratan de un modo más superficial y el de
PENALONGA no lo menciona.
Sólo un texto, el de LIPSEY, declara excluir la economía normativa de su libro por
considerar que dicha economía no pertenece al terreno de la ciencia. No obstante,
como señala su traductor Juan Hortalá Arau, en el texto “existan problemas de no-
positividad latente, ya sea por … juicios de valor implícito, ya sea por el contenido
normativo, más o menos velado, que incorpora gran parte de la microeconomía
convencional” (Lipsey, 1963, p. IX).

21
Escribía este autor, defensor de la economía positiva, en la edición consultada: “Unos filósofos amigos
míos me han persuadido de que, en el límite, la distinción entre positivo y normativo se oscurece y
derrumba completamente” (1963, p. 5, nota 1).

29
5. Sobre la relación de la economía, sus puntos o superficies de contacto, con otras
ciencias o disciplinas.- Sólo el texto de SAMUELSON hace una breve digresión
sobre este asunto; el resto de textos no lo aborda.

6. Sobre la metodología.- Como vemos en la taxonomía, sólo dos textos tratan con
amplitud la mayoría de los elementos que hemos distinguido dentro del contenido
metodología: el de LIPSEY y el de MERA.
El texto de LIPSEY dedica un amplio espacio al enfoque científico adoptado y
desarrolla, de modo riguroso, el significado de las proposiciones deterministas y
estadísticas, la ley de los grandes números, la elaboración de teorías, la naturaleza de
las predicciones científicas y su contrastación y el estado actual de la ciencia
económica, desde su punto de vista (pp. 7-17 y 42-53). En la edición
correspondiente al texto analizado, el autor abandona la idea popperiana de
refutación, que mantenía hasta entonces, por la de las estadísticas de contrastación, y
considera que ni las refutaciones ni las comprobaciones pueden ser nunca definitivas
y lo máximo que puede conseguirse, sobre la base de un conocimiento limitado, es
un balance de probabilidades entre las diferentes hipótesis.

El texto de MERA, a pesar de ser un texto para el bachillerato, trata con suficiente
rigor, aunque con brevedad, la exposición de los problemas metodológicos que
afectan a la economía. Se repasan las aportaciones de Ricardo, Senior, Mill,
Robbins, Von Mises, Marx, Hutchinson, Friedman, Popper y Lipsey, y los
problemas de la experimentación económica y los derivados de su condición de
ciencia social (1999, pp. 14-17).

El de PARELLA se centra en la defensa del carácter apriorístico del método de la


economía y en la crítica del `cientismo´ o “aplicación indebida del método de las
ciencias naturales en el campo de la economía y de las ciencias sociales” (Parella,
2012, p. 13).

Los otros textos conceden poca relevancia a este contenido y lo consideran


superficialmente o no lo consideran, como es el caso del texto de bachillerato de
PENALONGA. El resumen es que los aspectos metodológicos son tratados con
dedicación muy diferente y, mayoritariamente, insuficiente.

30
7. Sobre la utilización del concepto de sistema económico.- Ninguno de los textos
concede una importancia relevante al concepto de sistema económico en la parte
introductoria; algunos no lo mencionan. Tampoco ninguno pone en relación formal
las características de la actividad económica con la existencia de contextos, marcos
históricos, reglas o leyes económicas diferenciadas, en el espacio o en el tiempo. En
general, se refieren a formas de organización económica con mercado o sin él, y a
las economías mixtas.

8. Sobre el enfoque.- Este contenido se refiere a la posible utilización de diferentes


´paradigmas´ o escuelas de economía en la parte introductoria, con la finalidad, por
ejemplo, de ilustrar puntos de vista diferentes sobre el concepto, la metodología o el
objeto de la economía. Sólo el texto de bachillerato de MERA presenta brevemente
algunas escuelas para ilustrar diferencias en las definiciones de economía y en la
metodología (1999, pp. 14-15).

9. Bajo la denominación didáctica hemos incluido en la taxonomía tres elementos: El


uso de la curva de la FPP, la descripción de modelos y teorías y la introducción de
diversos instrumentos de análisis matemático, estadístico, gráfico, etc., típicos del
análisis económico. Con las excepciones del texto de PENALONGA, que no
contempla los elementos segundo y tercero, y el de PARELLA, que no incluye
ninguno, hay un tratamiento semejante en todos los textos.

31
Taxonomía de´Introducción´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Objeto de la economía:
– Se presenta como actividad resultante de enfrentar
necesidades ilimitadas y recursos escasos………... S S S S S S S S
– Se mencionan otros alternativos al anterior………. N N N N N N N X
– Se mencionan otras aportaciones históricas………. N N N N N N N N

Concepto de economía:
– Se considera una ciencia………………………….. S S S S S S S S
– Se considera una ciencia social…………………… S X X X X N N X
– Se recoge la diferencia entre economía positiva y
normativa…………………………………………. S X X X X N N X
– Se aportan reflexiones sobre el significado de los
juicios de valor……………………………………. S X X N N N N N
– Se la relaciona con otras ciencias fronterizas……... N N X N N N N N

Metodología:
– Se reflexiona sobre el “método científico” en
economía………………………………………….. S X X N X X N S
– Se reflexiona sobre la dificultad de experimentar
en economía………………………………………. S X X N X X N S
– Se aportan reflexiones sobre los criterios de
falsación o contrastación de teorías…..................... S X N N N N N S
– Se reflexiona sobre los problemas de la
subjetividad en la apreciación de los hechos
económicos……………………………………….. N X X N X N N S
– Se explica el uso de la cláusula ceteris paribus…… S X X X X N N S
– Se explica el significado de la falacia post-hoc…... N N X N X N N N
– Se reflexiona sobre la ley de los grandes números.. S X X N N N N N

Sistema económico:
– Se introduce este concepto………………………... N X X N N X X X
– Se liga a actividades económicas con reglas
diferenciadas en el espacio o en el tiempo………... N N N N N X N X
– Se reduce a la dicotomía mercado/planificación (y
a un intermedio: la economía mixta)……………... S S S S S S S S

Enfoque:
– Se presentan diferentes escuelas………………….. N N N N N N N X
– Se utiliza en la introducción el esquema del FCR
para ilustrar las interacciones entre los agentes de
la actividad económica……………………………. N N X X X X S S

Didáctica
– Se presenta la formulación de modelos/teorías…… S X X S X N N S
– Se utiliza la curva de la FPP para ilustrar algunos
conceptos económicos básicos……………………. S S S S S N S S
– Se introducen instrumentos de análisis
matemático, estadístico, gráfico, financiero, etc.
apropiados para el análisis económico……………. S S X S X N N S

32
I.2 Microeconomía. Mercado y tipos de mercado

Como se verá en la taxonomía que figura al final de este epígrafe, hemos hecho una
primera clasificación de los contenidos analizados agrupándolos en teoría elemental y
teoría intermedia, siguiendo la terminología utilizada por el texto de LIPSEY. Hemos
adoptado esta clasificación para visualizar mejor la diferencia entre los textos
universitarios y los de bachillerato, ya que éstos suelen dedicar menos espacio a los
contenidos de la teoría intermedia.

Resumen del análisis taxonómico

1. Sobre la introducción de la microeconomía.-Los textos analizados introducen la


microeconomía, de modo similar todos ellos, como la parte de la economía que
responde a las siguientes preguntas: ¿Qué cantidad de bienes y servicios se
producen? ¿Con qué métodos de producción se obtienen estos bienes? enseguida se
introduce el mercado y se definen sus elementos –productos, precios, demandantes y
oferentes– y, en función de estos, dos estructuras de mercado diferenciadas:
competencia perfecta y competencia imperfecta. En cada una de ellas se describen
sus circunstancias particulares y, en general, se aborda si la asignación de bienes y la
eficiencia en la producción son óptimas y cómo se consigue esta optimización. El
enfoque marginalista, sobre todo en los contenidos de la taxonomía agrupados en
Teoría intermedia, Comportamiento del consumidor y Curvas de indiferencia es el
utilizado con generalidad en los textos universitarios analizados. Dado que este uso
casi exclusivo del enfoque marginalista lo trataremos en la parte dedicada a Fallos
del mercado, remitimos a los comentarios del epígrafe I.4.

2. El análisis taxonómico pone de manifiesto que los textos de bachillerato, con


excepción del de PARELLA, no incluyen contenidos pertenecientes al ámbito del
concepto de utilidad (véanse las “N” en todas las casillas correspondientes a las
agrupaciones de elementos Comportamiento del consumidor, Curvas de indiferencia
y, en general, las que se refieren al concepto de utilidad).

3. Se aprecia en general, aparte de lo consignado en el punto anterior, que los textos


universitarios tratan casi todos los contenidos con mayor amplitud y rigor que los
textos de bachillerato (véase la proporción de “S” en las casillas de los textos
universitarios frente a las casi exclusivamente “X” ó “N” de los textos de

33
bachillerato) con excepción del texto de MERA que mantiene un nivel superior al de
los otros textos de bachillerato.

4. Salvo lo indicado anteriormente, puede verse en la taxonomía que los textos


universitarios incluyen los mismos contenidos y elementos en la microeconomía.
Puede apreciarse la gran presencia de “S” en casi todos los elementos para cualquier
texto universitario, con excepción de los elementos relativos al análisis basado en
curvas de indiferencia del texto de LIPSEY (debido, posiblemente, al año en que fue
escrita la versión utilizada en nuestro trabajo) y el de KRUGMAN, y a algunas “X”
que tienen una significación menor.

34
Taxonomía de ´Microeconomía. Mercado y tipos de mercados´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Teoría elemental:
– Concepto de mercado. Descripción de participantes…. S S S X S S X X
– Tipos de mercado……………………………………... N S S X S N N N
– Teoría de la demanda:
Función de demanda Dx = f (Px, Ps, Pc, Y, T)……….. S S S S S X X S
Curva de demanda. . …………………………………. S S S S S X X X
Desplazamientos de la curva y a lo largo de la curva… S S S S S X X X
– Teoría de la oferta:
Función de oferta Ox = f (Px, Pfact., Obj.Emp., Tecn.) S S S S S X X S
Desplazamientos de la curva y a lo largo de la curva… S S S S S X X X
– Consecución del equilibrio:…………………………... S S S S S X X X
Casuística de movimientos de las curvas de oferta y
demanda y recuperación del equilibrio……………….. S S S S S X X X
Excesos de oferta y demanda…………………………. S S S S S X X X
– Elasticidad. Concepto y clases……………………….. S S S S S X X S
Elasticidad demanda precio…………………………... S S S S S X X S
Elasticidad demanda renta……………………………. S S N S S X N S
Elasticidad cruzada…………………………………… S S N S S X N S
Bienes normales, inferiores, de lujo, de primera
necesidad, complementarios y sustitutivos…………… S S X S X X X S
Elasticidad de oferta………………………………….. S S S S S N N S
Análisis formal de la elasticidad……………………… S S S N X N N X
– Legislación de precios máximos y mínimos…………. S S S S S X N X
– Efecto de los impuestos………………………………. S S S S S N N S
– Análisis dinámico. La telaraña………………………. S N S N N N N N

Teoría intermedia:
– Recta de balance
Variaciones de renta Vs. Variaciones de precio……… S S S X S N N N
Precios relativos y costes de oportunidad……………. S S S X S X N N
Renta real y renta monetaria…………………………. S S S X X X N N
– Comportamiento del consumidor…………………….. S S S X S X N N
Descripción de utilidad cardinal, ordinal, marginal y
contextualización histórica…………………………… X S S N X X N N
Ley de las utilidades marginales decrecientes……….. S S S X S X N N
Deducción de la curva de demanda a partir del
concepto de utilidad marginal………………………… N S S N X N N N
Excedente del consumidor y del productor…………... N S S S S X N N
La paradoja del valor…………………………………. S S S N N S N N
Recta de balance Vs. Restricción presupuestaria…….. S S S N S N N N
Efecto renta y efecto sustitución……………………… S S S N S N N N
– Curvas de indiferencia. Concepto……………………. N S S N S N N N
Tipos de curvas de indiferencia………………………. N S N N S N N N
Relación marginal de sustitución……………………... N S S N S N N N
Curvas de indiferencia Vs. Restricción presupuestaria. N S S N S N N N
Deducción de la curva de demanda a partir de las
curvas de indiferencia………………………………… N S S N S N N N

35
SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

– Teoría de la oferta
Naturaleza y motivación de la empresa………………. S S S X X X X S
Eficiencia técnica y eficiencia económica……………. S S S X X X X S
Tipos de empresa……………………………………... S S S N N X X S
Financiación de la empresa…………………………… S N S N N N N N
Elementos de contabilidad empresarial………………. X N S N X N N N
Coste de oportunidad…………………………………. S S S S S X N N
La función de producción…………………………….. S S S S S X N S
Ley de rendimientos decrecientes……………………. S S S S S X N S
Costes totales, medios y marginales………………….. S S S S S X X S
Costes a l/p y a c/p……………………………………. S S S S S X N S
Costes. Análisis gráfico y formal……………………... S S S X X X N S
Rendimientos de escala……………………………….. S S S S S X X S
Costes fijos y variables……………………………….. N S S S X X S S
Umbral de rentabilidad……………………………….. N S N S N X N S
– Modelos. Competencia perfecta……………………… S S S S S X X X
Descripción y supuestos……………………………… S S S S X X X X
Análisis gráfico y formal del equilibrio a c/p………… S S S S S X N N
Deducción de la curva de oferta de la empresa………. S S S S S N N N
Deducción de la curva de oferta de la industria………. S S S S S N N N
Descripción del equilibrio a l/p……………………….. S S X S S N N N
– Competencia imperfecta. Descripción y causas……… S S S S N X X X
– Modelos. Monopolio
Descripción y causas………………………………….. S S S S S X X X
Análisis gráfico y formal……………………………... S S S S S X N N
Análisis de efectos de intervención del gobierno…….. X S S S S X X X
Discriminación de precios. Análisis………………….. X S X X S X N X
– Modelos. Oligopolio
Concepto y descripción……………………………….. X S X S S X X X
Modelos………………………………………………. X X X X X X N X
Teoría de los juegos…………………………………... X X S N S N N X
– Modelos. Competencia monopolística
Concepto y descripción……………………………….. X S X S S X X X
Análisis gráfico y formal............................................... X S X X S X N N

36
I.3 Microeconomía. Mercado de factores

Esta área incluye los contenidos que habitualmente se tratan en los textos introductorios
bajo la denominación de distribución, teoría de la distribución, el mercado de factores,
asignación de rentas, etc. La excepción a esta regla es el texto de KRUGMAN. En dicho
texto no hay un capítulo o agrupación de contenidos dedicada al ´mercado de factores´
dentro de la micro; sólo se mencionan al hilo de la explicación de un gráfico del flujo
circular de la renta (Krugman, 2011, p. 35), y en la exposición de la curva de la función
de producción (2011, pp. 170-175). Tampoco se expone explícitamente el concepto de
´productividad marginal de un factor´. Los factores se muestran en la macro como
fuentes del crecimiento en el capítulo dedicado al crecimiento económico a largo plazo
(2011, pp. 364-369).

Para realizar el análisis taxonómico de esta área, que figura al final de este epígrafe,
hemos agrupado todos los elementos siguiendo la clasificación que, en líneas generales,
observan los textos analizados. Así, hemos distinguido Factor trabajo, Factor tierra y
Factor capital. Además, hemos incluido al principio dos agrupaciones de elementos: el
primero bajo la denominación de General, para analizar en detalle los criterios
generales con que se aborda esta área en los textos seleccionados, y el segundo,
Desigualdades de renta, para tratar este aspecto por separado.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Como pone de manifiesto el gran número de “N”, y cómo se distribuyen en la


taxonomía, esta área es la que muestra una mayor heterogeneidad en el tratamiento
de los contenidos.

2. En la agrupación de elementos realizada en la taxonomía bajo la rúbrica General


podemos apreciar que casi todos los textos presentan las demandas de factores como
demandas derivadas de los bienes a cuya producción contribuyen. Asimismo, casi
todos hacen uso del análisis marginal para explicar la forma de las curvas de
demanda. Se exceptúan solamente los textos de KRUGMAN y PENALONGA, este
último debido seguramente a una reducción intencionada del nivel de los contenidos
de un texto pensado para bachillerato. Del lado de la oferta, suelen utilizar las
diferentes características de cada factor para modelar las curvas de oferta.

37
3. Los textos de LIPSEY y SAMUELSON, no así el resto de textos, dedican un
espacio relevante a la teoría de la distribución, a su crítica y a su grado de
contrastación. Por ejemplo, en el texto de LIPSEY se dice: “cuando uno piensa en
todos los acalorados argumentos esgrimidos sobre esta teoría … es realmente
sorprendente observar la escasez de sus predicciones y la incontrastabilidad de la
mayoría de ellas” (1963, p. 468). Igualmente “… la teoría de la productividad
marginal no hace predicción alguna sobre la distribución de la renta, a no ser que se
sepa la elasticidad de la demanda de cada uno de los factores de producción. …
Estamos obligados, por el momento, a admitir la derrota; debemos reconocer que no
podemos tratar en absoluto esta clase de problemas” (1963, p. 478). En el libro de
SAMUELSON hay numerosos párrafos intercalados en el texto bajo la rúbrica de
´Resultados empíricos´ dedicados a hacer reflexiones sobre el grado de
contrastación de numerosas hipótesis o conclusiones derivadas de teorías. En
general, los resultados que se exponen son de muy diverso signo o están
condicionados por numerosas restricciones.

4. Desigualdades de renta.- Sobre los elementos incluidos en este contenido se


aprecian varias diferencias en su tratamiento. En los textos de bachillerato apenas se
trata este contenido, excepto en el de PARELLA, que lo hace de un modo
comparativamente amplio y peculiar 22 ; en los textos universitarios se trata
irregularmente y con diversa profundidad. Como se ve en la taxonomía algunos no
mencionan la curva de Lorenz o el índice de Gini; otros apuntan numerosas causas
de la desigualdad y otros sólo algunas de entre el grupo seleccionado en la
taxonomía. El texto de MANKIW sólo presenta datos de la desigualdad relativos a
la discriminación racial o por razón de sexo, y el de KRUGMAN no lo aborda. Por
último, ningún texto aporta explicación alguna sobre la persistencia de la
desigualdad, salvo la citada del texto de PARELLA.

5. La profusión en la taxonomía de “X” y “N” en los textos de bachillerato ilustra el


menor número de elementos y de amplitud en su tratamiento en dichos textos frente
a los universitarios.

22
Este texto sintetiza su posición sobre este contenido así: “la desigualdad en la distribución de rentas es
algo inherente a la acción del hombre [...] Resumiendo, igualdad material de rentas, no, e igualdad formal
ante la ley, sí” (Parella, 2012, p. 173).

38
Taxonomía de ´Microeconomía. Mercado de factores´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

General
– Se presenta como la parte de la economía que explica
cómo se obtienen las rentas de los factores y cómo se
asignan………………………………………………... S X S N S X X X
– Se presentan las demandas de cada factor como
derivadas de las demandas de los bienes que utilizan
los factores……………………………………………. S S S N X S N S
– Se aplica el análisis marginal: cada factor es retribuido
por el valor del producto marginal generado…………. X S S X S S N S
– Demostración a través de curvas isocuantas y rectas
isocostes………………………………………………. N N S N N N N N
– Se presentan las ofertas de cada factor con
condicionantes diferentes en función del factor……… X X X N N X X X
– Se presentan modelos especiales para analizar los
mercados de factores…………………………………. S N N N N X N X
– Se contemplan críticas y grados de contrastación de
las teorías expuestas……………………....................... S N S N N N N N

Desigualdades de renta
– Se muestran datos sobre desigualdad………………… S X S N X N N N
– Formas de medición:
Curva de Lorenz……………………………………… N S S N N N N N
Índice de Gini………………………………………… N S N N N N N N
– Causas aducidas: Físicas, mentales, temperamentales,
herencia, nivel de estudios, cantidad y /o calidad de
trabajo, desigualdad de riqueza……………………….. N X S N S X N N
– Se aportan otras explicaciones de la persistencia de la
desigualdad…………………………………………… N N N N N N N N

Factor trabajo
– Demanda de trabajo
La demanda de trabajo es una demanda derivada……. X S S N S X N S
Factores determinantes de la demanda de trabajo……. S S S N S X X S
La curva de demanda de trabajo es la Curva del Valor
del Producto Marginal del trabajo……………………. X S S X S X N S
Salario = Producto Marginal del trabajo x precio
unitario del producto………………………………….. X S S N S X N X
Curva de demanda del trabajo = Sumatorio de curvas
individuales…………………………………………… N S S N S X X X
Análisis de desplazamientos de la curva de demanda
de trabajo y a lo largo de la curva…………………….. X S S N S X X X
– Oferta de trabajo
Factores determinantes de la oferta de trabajo……….. S S S N S X X S
Oferta individual de trabajo derivada del análisis
efecto renta y sustitución entre renta y ocio………….. N S S N S N N N
Oferta de trabajo = Sumatorio ofertas individuales…... N S S N S X X X

39
SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

– Equilibrio del mercado de trabajo


Análisis de desplazamientos de y en la curva………… X S S N S X X X
– Desempleo
Causas: Imperfecciones de los mercado, rigideces en
las relaciones laborales, intervención de los poderes
públicos, Sindicatos, Salario mínimo,
Indemnizaciones por despido………………………… X S S X S S N X
Tipos.…………………………………………………. X S S X S S X S
– Población y mercado de trabajo. Estructura………….. N S S X S X X X
– Diferencias salariales entre grupos…………………… N S S X N X N N
– La Ley de hierro de los salarios………………………. N N S N N N N N
– El ejército de reserva de desempleados………………. X N S N N N N N
– Los sindicatos. Función y recensión histórica………... X S S X X X X S
– La negociación colectiva. Descripción……………….. X S S X X X X S

Factor tierra
– Demanda derivada de otros bienes…………………… X S S N X X N X
– Renta tierra / Renta agraria…………………………… N S S N N X N X
– Oferta fija / inelástica…………………………………. X S S N X S X X
– Efecto de los impuestos………………………………. X S S N N N N N

El capital
– Se presenta el tipo de interés a c/p como el punto de
corte de la curva de demanda de capitales (a cada tipo)
y la oferta de capital dado…………………………….. X S S S X N S S
– Ídem a l/p con una curva de oferta de capital más
elástica………………………………………………... X S S X X N N S
– Se obtiene la curva de demanda de capital (para cada
tipo de interés) mediante aplicación del análisis
marginal………………………………………………. X S S N X N N X
– Distinción capital físico y capital financiero…………. X S S X X N N S
– Valoración de activos………………………………… N N S N S N N S
– Tasa de rendimiento de capital (interés compuesto)…. S S S N S N N S
– Tipo de interés. Concepto……………………………. S S S N S N X S
– Tipo de interés real y nominal………………………... N N S S S N N S
– Diversos tipos de interés……………………………… X S S X S N N N
– Los beneficios………………………………………… X N S X X N N S
– Tª de Fisher sobre determinación del tipo de interés… N N S N S N N N
– Tª de la escuela austríaca............................................... N N N N N S N N

40
I.4 Fallos del mercado

Hemos acotado una parte de nuestro análisis de los textos seleccionados para los fallos
del mercado. Este es el esquema mayoritario de los textos seleccionados. En general,
como puede verse en la taxonomía que figura al final de este epígrafe, presentan esta
parte al final de la microeconomía para, por una parte, mostrar cómo de los
comportamientos individuales de consumidores y empresarios, se derivan los
equilibrios de cada mercado y el equilibrio global y, por otra, mostrar lo que se
consideran imperfecciones o fallos del mercado real frente a los supuestos del modelo
competitivo teórico usado en el análisis microeconómico. Estas imperfecciones serían
las que explican algunos problemas que se presentan en la actividad económica y las
que, al menos en parte, fundamentarían la intervención del estado en la actividad
económica.

Este enfoque, sin embargo, se concreta de modo diferente en cada texto. Así, el de
LIPSEY, fiel a su enfoque positivo, apenas contempla aspectos relacionados con
intervenciones normativas del sector público. Este texto no utiliza este tema para entrar
en la descripción y funciones del sector público; lo deja para cuando incorpora el sector
público al modelo keynesiano. Este texto, quizás por estar escrito en 1963, contiene una
exposición de contenidos menos amplia y adaptada a la sistemática de presentación
actual de los ´fallos del mercado´.

El texto de MOCHON, del mismo modo que el de LIPSEY, no utiliza este tema para
iniciar el desarrollo del sector público y fundamentar su papel en la actividad
económica; también lo remite al momento en que incorpora el sector público a los
modelos macroeconómicos.

El texto de SAMUELSON, sin embargo, aprovecha la presentación de los fallos del


mercado para entrar en un desarrollo de parte del sector público.

En nuestra clasificación hemos hecho un área específica para el sector público (v.
próximo epígrafe I.5). Consideramos que este es un agente económico de máxima
relevancia didáctica para entender la actividad económica actual en casi todos los
países, y merece un tratamiento por separado, del mismo modo que los consumidores,
las unidades económicas de producción o incluso el sistema financiero o el sector
exterior.

41
MANKIW no enfoca los capítulos que dedica a los fallos de mercado partiendo de que
los equilibrios parciales y el equilibrio general, en condiciones de competencia perfecta,
llevarían al óptimo de Pareto. Aborda directamente la intervención del Estado para
suplir las deficiencias existentes del mercado, sin plantearse su significado formal en
relación al equilibrio.

KRUGMAN no denomina fallos del mercado al capítulo dedicado a las externalidades


y los bienes públicos. Sólo utiliza esa denominación en el primer capítulo al referirse a
los principios básicos. Allí se dice “la expresión mano invisible se refiere a cómo la
búsqueda individual del propio interés puede generar buenos resultados para la sociedad
en su conjunto”, y si genera malos resultados “hay un fallo del mercado” (Krugman,
2011, p. 3). Sin embargo, el capítulo destinado a las externalidades y los bienes públicos
está ubicado al final de la micro y antes de iniciarse la macro, en línea con el enfoque
mayoritario, que presenta la necesidad de intervención del sector público “cuando los
mercados no consiguen la eficiencia” (2011, pp. 10 y 14-15). Por último, este texto
tampoco aprovecha la problemática de los fallos del mercado para hacer una
presentación detallada y autónoma del sector público, que aborda parcialmente en el
capítulo de la política fiscal.

PARELLA presenta los fallos del mercado como elaboraciones teóricas de los críticos
del mercado y hace énfasis en la capacidad de la función empresarial para su solución y
en que “el intervencionismo económico del Estado perjudica la eficiencia dinámica y es
[...] éticamente reprobable” (Parella, 2012, p. 273).

Resumen del análisis taxonómico:

1. Los textos universitarios, salvo el texto de LIPSEY y el de MANKIW, dedican este


epígrafe a resumir cómo los equilibrios parciales de cada mercado, descritos
conforme al análisis marginal, convergen en un equilibrio general, y que este
equilibrio conlleva un vector de precios para cada bien y factor que proporciona el
óptimo de Pareto. La comparación con la realidad pondría de manifiesto unos
fallos de mercado –desviaciones del funcionamiento de la actividad económica real
frente a los supuestos del modelo competitivo teórico– que explicarían la existencia
de suboptimalidades. Estos fallos justificarían, en parte, la intervención del estado.
Con menor aparato formal, los textos de bachillerato, con la excepción del enfoque

42
de PARELLA, tienen un planteamiento similar (véase la profusión de “N” y “X” de
estos textos en la taxonomía). Este enfoque –marginalista neoclásico– es el que se
propone al estudiante como planteamiento analítico para entender la actividad
económica, sin indicar que se trata del enfoque de una escuela de pensamiento
económico, entre otras existentes. Tampoco se muestran críticas a este
planteamiento ni las dificultades de contrastación de sus hipótesis.

2. Hay una diferencia en las manifestaciones de la actividad económica que se


consideran fallos del mercado entre los textos universitarios y los de bachillerato.
Estos últimos, con las matizaciones señaladas del texto de PARELLA, consideran
fallos los ciclos económicos y la desigual distribución de la renta; no así los textos
universitarios.

43
Taxonomía de ´Fallos del mercado´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Introducción
– Se describe el equilibrio parcial de cada mercado Vs
el equilibrio general de todos los mercados…………... S X S X X N N N
– Se parte de que en Competencia Perfecta el mercado,
en el equilibrio general, alcanzaría el óptimo de Pareto N S S X X X N N
– …pero el mercado real contiene FALLOS…………… X S S X S X X X
– …sin embargo, el modelo competitivo revela
importantes hipótesis sobre los mercados reales...…… X S S X X X X X
– …aunque, si no hay Competencia Perfecta, la
intervención del Estado puede compensar la falta de
competitividad………………………………………... N S S X X X X X

Fallos del mercado


– Externalidades. Concepto…………………………….. X S S S S X X X
Costes y beneficios privados y sociales………………. X S S S S X X X
Externalidades negativas……………………………... X S S S S X X X
Internalización. Impuestos…………………………. N S S S S X X N
Teorema de Coase………………………………….. N S S S S X N N
Externalidades positivas……………………………… X S X S S X X X
Internalización. Subsidios………………………….. N S X S S X N N
Efecto difusión……………………………………... N S X S S N N N
– Bienes públicos y bienes privados……………………. X S S S S X X X
Rivalidad y exclusión………………………………… N S N S S X N N
Provisión de bienes públicos…………………………. N S S S S X N N
Consumidor parásito………………………………….. N S N S S X N N
– Recursos comunes. Bienes rivales no excluibles……... N S S S S X N N
Tragedia de los bienes comunales................................. N S S N S N N N
– Información imperfecta………………………………. N S N N S N N N
Información asimétrica……………………………….. N S N N S N N N
Riesgo o azar moral…………………………………... N S N N S N N N
Selección adversa……………………………………... N S N N S N N N
– Ciclos económicos……………………………………. N N N N N X X X
– Competencia imperfecta……………………………… X S S N N X X X
– Distribución desigual de la renta……………………... N N N N N X X X

44
I.5 El sector público

Los textos analizados introducen el tema del sector público en sus temarios en
diferentes lugares y con diferente justificación: en parte, como respuesta a los fallos de
mercado, y en parte, como necesidad didáctica al exponer modelos macroeconómicos.
En general, no han considerado necesario dedicar un capítulo exclusivo dedicado a
describir la estructura, funciones y actividades del sector público.

Por nuestra parte, y para facilitar el análisis comparativo entre los textos analizados,
hemos optado, como puede verse en la taxonomía que figura al final de este epígrafe,
por dedicarle un área específica, aunque su papel como agente macroeconómico lo
incluimos en el epígrafe I.7 Macroeconomía II.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Como se deduce del análisis taxonómico que figura a continuación, todos los textos
universitarios, excepto LIPSEY, presentan la intervención del sector público
derivada, en buena parte, de la existencia de los fallos del mercado. Sin embargo, su
descripción se presenta en lugares diferentes en cada texto: al final del tema
correspondiente a los fallos del mercado, en los capítulos de política económica o en
otros. Se describen diferentes aspectos o partes del sector público a medida que se
exponen modelos macroeconómicos o microeconómicos o diferentes políticas
económicas que van requiriendo hacer sucesivos paréntesis en las exposiciones.

2. Los textos de bachillerato, en línea con lo ya expresado en las taxonomías


anteriores, dedican, en general, menos espacio al desarrollo de los contenidos,
aunque proporcionan una imagen más homogénea del sector público y más
autónoma respecto de la presentación de teorías o modelos macro o micro. Como
puede verse en la taxonomía, muestran presupuestos sintéticos completos,
incorporan clasificaciones de ingresos que incluyen la Seguridad Social y
desarrollan los principios que inspiran el control presupuestario; no así los textos
universitarios.

45
Taxonomía del ´Sector público´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHON

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Teoría de la elección pública…………………………….. N N S N N N N N


Se presenta la intervención del SP como derivada de los
fallos del mercado………………………………………... N S S X S N X S
Funciones del SP
– Mejorar la eficiencia y combatir los fallos del mercado N S S X X X X X
– Equidad. Mejora de la distribución de la renta……….. N S S X X X X X
– Anticíclica. Estabilización del crecimiento económico. N S S X X X X X
– Fijar el marco legal…………………………………… N S S X X X X X

El presupuesto
– Ingresos……………………………………………….. X S S X X X X X
Clasificación de los ingresos…………………………. N N N X X X X X
Cotización a la Seguridad Social…………………….. N N N X X N X X
Impuestos…………………………………………….. X S S X X X X X
Tipos de impuestos…………………………………. X S S X X X X X
Efectos de los impuestos…………………………… X S S X X X N N
– Gastos………………………………………………… X S S X X X S S
Clasificación funcional de los gastos………………… N N N X N X X X
Clasificación orgánica de los gastos…………………. N N N N N N X X
Clasificación económica de los gastos………………. N N N X N X X X
– Tipos de presupuesto………………………………… X S S S X N N X
– Déficit / Superávit……………………………………. X S S S X X X X
– Déficit cíclico / estructural…………………………… X S S S X N X X
– Deuda pública. Carga de la deuda................................. X S S X X X X X
– Princípios de control presupuestario.............................. N N N N N N N X
– Composición orgánica de los presupuestos………….. N N N N N N X X
– Estrutura del Sector Público......................................... N X X N X X N X

46
I.6 Macroeconomía I. Introducción y macromagnitudes

El desarrollo y la estructura expositiva de los contenidos de la macroeconomía en los


textos analizados ofrecen una diversidad notable. Esta diversidad se deriva de los
diferentes enfoques con que se aborda la macro, y se concreta en diferentes órdenes
expositivos de los contenidos en cada texto. Por ello, antes de entrar en el análisis de
este epígrafe, haremos una descripción a grandes rasgos del enfoque y la estructura
expositiva de los contenidos macroeconómicos en los textos analizados.

MOCHÓN.- Este texto introduce la macro después de la micro, que es el criterio


habitual. Comienza con unos capítulos introductorios en los que presenta las
macromagnitudes y algunas ideas básicas del modelo OA/DA. A continuación distingue
tres horizontes temporales de análisis: corto, medio y largo plazo. En el corto plazo
introduce enseguida el modelo keynesiano del multiplicador, inicialmente referido a una
economía cerrada y sin sector público ni dinero, después con sector público, luego con
dinero y, finalmente, con sector exterior. En cada avance va incorporando los objetivos
e instrumentos de cada política económica y describiendo la estructura y
funcionamiento del sector público, el sistema financiero y el sector exterior. En el
medio plazo se introducen las diferencias de supuestos entre el modelo keynesiano y el
clásico y la diferente forma de la curva de oferta agregada y del comportamiento del
mercado de trabajo. Aquí se incorporan los diferentes tipos de desempleo, la curva de
Phillips y la tasa de desempleo natural. En este horizonte temporal introduce el modelo
de la síntesis, con su característica curva de oferta agregada, y el modelo OA/DA. La
curva de DA se presenta derivada del modelo IS-LM. Se analizan la inflación y los
ciclos, con apoyo del modelo OA/DA y se muestran las diferentes políticas económicas
a que da lugar la visión keynesiana. Finalmente, el largo plazo sirve para introducir y
abordar los conceptos de crecimiento y desarrollo y algunas teorías sobre estas
categorías económicas.

SAMUELSON.- El texto de este autor presenta la macroeconomía al principio,


inmediatamente después de la parte introductoria del libro, a continuación la
microeconomía y, finalmente, el crecimiento y el comercio internacional. Estos dos
últimos contenidos los presenta, aparentemente, fuera del paraguas de la macro.
Presenta la macro en tres partes. En la primera se hace uso del modelo OA/DA para
presentar una panorámica de la macroeconomía y de las principales macromagnitudes e

47
instrumentos de política económica. A continuación se muestra el modelo keynesiano
del multiplicador en una economía cerrada y se muestran las diferencias con el modelo
clásico de determinación de la renta, haciendo énfasis en el diferente comportamiento
de los precios y de los salarios. Seguidamente se presentan el sector público y las
políticas fiscales, los ciclos, el desempleo y la inflación. En la segunda parte de la macro
se incorpora el dinero, los bancos, el sistema financiero y la política monetaria. En esta
parte introduce la teoría monetarista y la de las expectativas racionales, vuelve a la
política fiscal y aborda el problema de la deuda. Finalmente, presenta en un apéndice el
modelo IS/LM. En la parte posterior a la microeconomía se aborda el crecimiento
económico, la economía de los países en desarrollo y el comercio internacional.

LIPSEY.- De los textos universitarios éste es el que dedica un tratamiento menos


amplio a todas las categorías macroeconómicas. Esta circunstancia quizás sea debida a
su antigüedad y a un enfoque explícitamente positivo que implica una menor dedicación
al tratamiento de las diferentes políticas económicas. Comienza por abordar la visión de
la macro utilizando intensamente las posibilidades didácticas del esquema gráfico del
flujo circular de la renta. A continuación incorpora el esquema gráfico del modelo
keynesiano en una economía cerrada y desarrolla los conceptos de consumo, ahorro e
inversión, que llevan a la problemática de los ciclos. Después incorpora el comercio
internacional y el sector público, que da entrada al problema del déficit y la deuda. En la
parte siguiente, introduce el dinero y el sistema financiero que conduce al tratamiento de
la demanda y la oferta monetarias, al tipo de interés y a los precios. En estos capítulos
se presenta la curva de Phillips, la teoría cuantitativa y la teoría keynesiana del dinero y
las hipótesis del “tirón de demanda” y del “empujón de costes” como causa de la
inflación. En la tercera parte, se presenta la economía internacional, el crecimiento
económico y la economía del desarrollo.

MANKIW.- Este texto inicia la presentación de la macroeconomía comenzando con el


horizonte del largo plazo. Sus argumentos para este proceder son:

 Que el supuesto clásico de la flexibilidad de los precios está más relacionado con las
lecciones de la micro, que los estudiantes ya dominan (por presentar la micro antes
de la macro)…
 Que la dicotomía clásica de variables reales y nominales permite dividir el estudio
del largo plazo en varias partes más fáciles de asimilar por los estudiantes.

48
 Que es más lógico estudiar antes la senda del crecimiento a largo plazo y después
las fluctuaciones a corto plazo como una desviación de dicha senda.
 Que la teoría macroeconómica del largo plazo es menos controvertida entre los
economistas que la del corto plazo.
 Que la mayoría de los cursos superiores de macroeconomía estudian antes el largo
plazo (Mankiw, 2007, p. XXV).
La estructura general de la macro en este texto tiene una primera parte introductoria
similar a la de otros textos, referida a las macromagnitudes e ideas generales y básicas.

En la segunda parte, muy amplia, dedicada al largo plazo, se presentan numerosas


categorías, conceptos e instituciones –productividad, función de producción, ahorro,
inversión, derechos de propiedad, I+D, población, instituciones financieras, mercado de
fondos prestables, valor actual y valoración de activos, gestión de riesgo, desempleo,
salario mínimo, seguro de desempleo, salarios de eficiencia, sindicatos, dinero, bancos,
creación de dinero bancario, multiplicador del dinero, oferta monetaria, sistema
financiero, teoría clásica de la inflación, etc.– de un modo descriptivo y orientados a
desentrañar su relación con el PIB real en una economía cerrada, desde el punto de vista
del paradigma neoclásico. Esta parte acaba con un capítulo dirigido a estudiar la
relación entre el crecimiento del dinero y la inflación, utilizando la teoría clásica de la
inflación. En la tercera parte se estudian las economías abiertas y se describen los
movimientos internacionales de bienes y de capitales, los sistemas de tipos de cambio y
la oferta y demanda de fondos prestables y de divisas y sus efectos sobre la actividad
económica. Finalmente, en la cuarta parte se aborda, mediante el modelo OA/DA con
curva de OA con pendiente positiva, el estudio de las fluctuaciones a corto plazo, sus
causas, la influencia de las políticas monetaria y fiscal en su control y la disyuntiva
entre el desempleo y la inflación en el corto plazo.

KRUGMAN.- La estructura expositiva del texto de este autor también presenta


diferencias con respecto al resto. En una primera parte presenta, utilizando como
escenario la crisis de 1929, el nacimiento de la macroeconomía, los ciclos, el PIB y el
IPC, el crecimiento económico a largo plazo, sus causas y sostenibilidad, y la inflación.
En una segunda parte introduce el esquema OA/DA, con curvas de oferta agregada de
corto y largo plazo y las características del equilibrio en ambos horizontes temporales.
En la tercera parte se da entrada al sector público y se analizan los efectos de políticas

49
fiscales expansivas y contractivas en el análisis del esquema OA/DA; se exponen los
multiplicadores; se analiza el presupuesto y las políticas presupuestarias frente al ciclo
económico; finalmente se aborda la problemática de la deuda. En la cuarta se describe
inicialmente el dinero y sus funciones, el funcionamiento de la banca y la creación de
dinero, la oferta monetaria y el banco central, la demanda de dinero, el tipo de interés de
equilibrio y los objetivos de la política monetaria, finalmente se aborda la relación entre
la política monetaria y la demanda agregada. En la quinta y última parte se expone el
comercio internacional, se explican los modelos de la ventaja absoluta y comparativa y
los efectos de las barreras al comercio, la balanza de pagos y los tipos de cambio.

PARELLA.-Este texto de bachillerato se inicia con una introducción habitual a los


conceptos de macroeconomía y macromagnitudes, acompañado de la crítica de la
escuela austríaca a los procesos de agregación. Continúa con una presentación del
equilibrio macro apoyado en gráficos de la OA y la DA y una descripción de los
supuestos keynesianos, mostrando las consecuencias de que la economía se encuentre
alejada o próxima al PIB potencial. Incluye una descripción crítica del modelo del
multiplicador y un análisis de la diferencia entre incrementos de inversión financiados
con y sin ahorro voluntario, que da entrada a una presentación amplia y detallada de la
inflación y sus tipos; en este punto se exponen las diferencias entre la escuela austríaca
y las escuelas neoclásica y keynesiana. En una segunda parte se muestra el desempleo y
sus tipos y las versiones austríaca y monetarista de la curva de Phillips a largo plazo. En
la tercera parte se describe el sector público y los objetivos generales de política
económica y de la política fiscal, así como los instrumentos para su desarrollo, con los
contenidos habituales. En la cuarta se exponen ampliamente los contenidos relativos al
dinero y el sector financiero, incorporando el punto de vista de la escuela austríaca.
Finalmente se abordan los contenidos del comercio internacional, del crecimiento
económico y del desarrollo.

MERA.-Este texto contiene una primera parte introductoria sobre macromagnitudes


muy completa; una segunda, en la que utiliza el modelo keynesiano de determinación de
la renta, primero con dos sectores, después con el sector público y, finalmente, con el
sector exterior, en la que incluye la política fiscal y sus instrumentos de actuación; en la
última introduce el dinero, el sistema bancario y financiero y la política monetaria.

50
PENALONGA.- Comienza con una introducción al concepto de las macromagnitudes,
el PIB, la inflación y algunos contenidos de la Contabilidad Nacional; continúa con una
aproximación al equilibrio macro basado en las curvas de OA y DA, que sirve para
profundizar en los conceptos del consumo, el ahorro, la inversión, los multiplicadores y
los ciclos; en la tercera parte aborda una aproximación general a las políticas
económicas y se centra en la política fiscal y en los presupuestos; En la última parte se
incorporan los contenidos básicos del dinero, los bancos y la política monetaria.

Como hemos visto, los enfoques macro de los textos analizados son diferentes y, por
tanto, también la estructura expositiva de contenidos de cada texto. Por ello, para
nuestro análisis taxonómico, hemos tenido que adoptar -como puede verse en la
taxonomía que figura al final de este epígrafe- una estructura de contenidos propia, sin
prejuzgar la de ningún texto analizado, con el propósito de realizar un análisis
taxonómico que nos facilite una lectura conjunta. De este modo hemos agrupado los
contenidos de la macroeconomía en tres partes:

 Macroeconomía I. Introducción y macromagnitudes (presente epígrafe I.6).


 Macroeconomía II. Enfoque, sector público, dinero y sistema financiero, inflación y
ciclos (epígrafe I.7).
 Macroeconomía III. Comercio internacional y crecimiento (epígrafe I.8).
En la taxonomía del presente epígrafe, que figura a continuación, distinguimos dos
subgrupos de contenidos: Introducción a la macroeconomía y Contabilidad nacional.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Las diferencias en los contenidos son menores: El texto de MANKIW no considera


índices alternativos al del PIB, ni sus diferentes métodos de cálculo; tampoco
considera necesario dedicar un apartado a la contabilidad nacional. El texto de
LIPSEY, en general, tiene un tratamiento de perfil más bajo que los del resto de
textos universitarios.

2. En los contenidos de este epígrafe –que no incluye teorías económicas- se aprecia


que los textos de bachillerato mantienen un nivel muy próximo, a veces superior, al
de los textos universitarios, y una estructura más homogénea y semejante entre sí
que la de éstos.

51
Taxonomía de ´Macroeconomía I. Introducción y macromagnitudes´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Introducción a la macroeconomía
– De la micro a la macro………………………………... S S S X S X X X
– Las macromagnitudes.................................................... X S S X X X X S
– El PIB
Concepto……………………………………………… X S S X S S S S
Índices alternativos…………………………………… N S S X N N X X
Cálculo del PIB………………………………………. X S S X N S S S
Método del gasto………………………………… X S S X N S S S
Método de los costes o rentas…………………… X S S X N S S S
Método de los valores añadidos…………………. N S N X N S S S
PIB real y nominal……………………………………. N S S X S X X X
El IPC y su cálculo………………………………. N S X X S X S X
El deflactor del PIB……………………………… N S S X S X S S
– Los objetivos del análisis macro................................... S S S X S S S S
– Los instrumentos de la política macro……………….. N S S X S S S S

Contabilidad nacional……………………………………. X S S X N X X S
– Principales identidades……………………………….. X S X X X X X S
El modelo del FCR………………………………………. X S N N X X X X
Las tablas input output…………………………………… X N X N N N N X

52
I.7 Macroeconomía II. Enfoque, sector público, dinero y sistema financiero,
inflación y ciclos.

Como hemos explicado en I.6, los diferentes enfoques de los textos analizados, y sus
correspondientes estructuras expositivas de contenidos, nos han aconsejado adoptar
nuestra propia agrupación de contenidos para poder realizar un análisis taxonómico
comparativo. Así, en este epígrafe de Macroeconomía II, hemos incluido todos los
contenidos macroeconómicos que no están en el epígrafe anterior I.6, ni en el epígrafe
próximo I.8. En otras palabras, en este epígrafe hemos considerado toda la
macroeconomía excepto la Introducción y la Contabilidad nacional del epígrafe I.6, y el
Comercio internacional y el Crecimiento del epígrafe I.8. A su vez, como puede verse
en la taxonomía que figura al final de este epígrafe, hemos hecho las siguientes
subagrupaciones de contenidos: Enfoque, Sector público, El dinero y el sistema
financiero, Inflación y Ciclos. La primera subagrupación –Enfoque– pretende facilitar el
análisis taxonómico o de detalle de los diferentes enfoques encontrados en los textos
analizados. El resto de las subagrupaciones se refieren a aspectos menos controvertidos
que el enfoque: se refieren al grado de profundidad con que cada texto afronta la
descripción del sector público, el sistema financiero, la inflación y los ciclos.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Sobre el enfoque.- La lectura de los textos y la taxonomía que figura al final de este
epígrafe, ponen de manifiesto que el orden expositivo de los contenidos viene
determinado por el enfoque adoptado en cada texto. Podría decirse que se da
prioridad a la exposición de teorías frente a la descripción de la actividad económica
y del comportamiento de los agentes e instituciones que actúan en su seno. Este
planteamiento genera estructuras de contenidos muy diferentes entre los textos y
plantea un asunto didáctico relevante: el papel de las teorías en la determinación de
la estructura expositiva de los contenidos en un texto introductorio.
Los textos universitarios inician su aproximación a la macroeconomía con el modelo
OA/DA de corto plazo y seguidamente pasan al modelo keynesiano del
multiplicador, excepto el texto de MANKIW que comienza con el modelo clásico de
largo plazo. El modelo IS-LM sólo se presenta en los textos de SAMUELSON y
MOCHÓN. El modelo de la síntesis sólo es mostrado con amplitud en los textos de
SAMUELSON y MOCHÓN. Los textos de bachillerato, en general, sólo presentan

53
el modelo de determinación de la renta keynesiano y, además, con poca
profundidad, excepto el texto de MERA. El texto de LIPSEY presenta menos
elementos de análisis macroeconómico que el resto de los textos universitarios.

2. Sobre el sector público.- En esta subagrupación de contenidos se confirma el


resultado que se obtiene en otros epígrafes: los textos de SAMUELSON y
MOCHÓN son los que tratan con un nivel superior los contenidos; los textos de
LIPSEY, KRUGMAN y MANKIW quedan por debajo, así como los textos de
bachillerato.

3. Sobre el dinero y el sistema financiero.- En esta subagrupación los resultados son


los mismos que los mencionados en el apartado anterior.

4. Sobre los ciclos.- En esta subagrupación los resultados son semejantes a los
indicados en los dos apartados anteriores.

5. Sobre la inflación.- Todos los textos apuntan varias hipótesis sobre las causas de la
inflación, excepto el de MANKIW, que se centra en la teoría clásica, y el de
KRUGMAN; los análisis sobre la disyuntiva entre inflación y paro sólo se abordan
en los textos universitarios y en el de PARELLA.

54
Taxonomía de ´Macroeconomía II. Enfoque, sector público, dinero y sistema
financiero, inflación y ciclos´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHON

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Enfoque
– Introducción con el modelo OA/DA de c/p…………... X S S N N X X S
– Introducción con el modelo clásico de l/p.................... N N N X S X N N
– Modelo keynesiano…………………………………… S S S X N S X S
Consumo……………………………………………… S S S X X S X S
Ahorro………………………………………………… S S S X X S X S
Inversión……………………………………………… S S S X X S X S
Determinación del equilibrio y perturbaciones……….. S S S X X X X S
El multiplicador………………………………………. S S S N X S X S
– Modelo IS/LM………………………………………... N S S S N N N N
– Modelo OA/DA
Obtención de la DA a partir del mod. IS/LM………… N S S N N N N N
OA keynesiana............................................................... X S S S X N N N
OA clásica...................................................................... X S S S S N N N
OA de la síntesis……………………………………… N S S X X N N N
– Tª de las expectativas racionales……………………... N S X N S N N N

El sector público
– Objetivos de la política fiscal………………………… S S S S X X S S
– Instrumentos de la política fiscal……………………... S S S S X X S S
– Gasto público…………………………………………. X S S X X X S S
– Impuestos……………………………………………... X S S X X X S S
– Fluctuaciones y presupuesto………………………….. S S S S X X X X
– Estabilizadores automáticos…………………………... X S S S S X X S
– Efecto “expulsión”……………………………………. N S S X S X N N
– Déficit y deuda pública……………………………….. X S S S X X X X
– Multiplicador del gasto público………………………. X S S S S N N S
– Multiplicador de los impuestos……………………….. X S S S X N N S

El dinero y el sistema financiero


– Dinero. Historia. Tipos. Funciones................................ S S S X X S S S
– Oferta monetaria. Componentes.................................... X S S S X S X S
– Demanda monetaria. Causas.......................................... X S S S X S X S
– El tipo de interés............................................................ X S S S S X X X
– Bancos
Historia de los bancos………………………………… S S S N N S N N
Bancos de reserva fraccionaria……………………….. S S S X X S N N
Funcionamiento………………………………………. S S S S X S X X
Balances bancarios……………………………………. S S S X X S N S
La creación de dinero bancario……………………….. S S S S S S X S
El multiplicador del dinero bancario…………………. S S S S S S X S

55
SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHON

MANKIW
LIPSEY

MERA
Contenido/Elemento analizado

Sistema financiero
– Intermediarios financieros bancarios…………………. N S X X X X S S
– Intermediarios financieros no bancarios……………… N S N N X X S S
– La bolsa……………………………………………….. N S S N X X X S
– El Banco Central……………………………………… X S S S X S X S
– Base monetaria y oferta monetaria…………………… X S S S X S X S
– El multiplicador monetario....………………………… X S S S S S X S
– Objetivos de política monetaria………………………. N S S S S S X S
– Instrumentos de política monetaria…………………… X S S S S S S S
– La trampa de la liquidez……………………………… X S S S S N N N
– Ecuación cuantitativa…………………………………. S S S N S S N S
– Equilibrio conjunto mercado bienes y dinero………… X S S S X N N N

Inflación
– Concepto……………………………………………… S S S S S S X S
– De demanda…………………………………………... S S S N N S S S
– De costes……………………………………………… S S S N N S S S
– Estructural…………………………………………….. X S S N N N N S
– Efectos………………………………………………... X S S S S S X X
– Teoría clásica de la inflación…………………………. X S S N S S N N
– Otras teorías sobre las causas de la inflación…………. X S S N N S N X
– La deflación…………………………………………... X S N S S N N N
– Inflación y paro. Curva de Phillips a c/p....................... X S S N S S N N
– Curva de Phillips a l/p. Tasa de paro natural ................ X S S N S N N N

Ciclos
– Concepto. Tipos. Fases.................................................. S S S S X X X X
– Desempleo cíclico......................................................... S S S S S X N X
– Teorías sobre el ciclo
Keynesianos. Demanda……………………………….. X S S X X N N N
Interacción acelerador y multiplicador……………….. X S S N N N N N
Síntesis………………………………………………... N S S N X N N N
Stocks comerciales……………………………………. S N N N X N N N
Monetarista…………………………………………… N S X N X N N X
Expectativas racionales……………………………….. N S X N X N N N
Austríaca........................................................................ N N S N N S N X
Ciclos económicos reales. Stocks de oferta................... N S S N X N N N
Ciclo político................................................................. N S S N X N N N

56
I.8 Macroeconomía III. Comercio internacional y crecimiento

En la clasificación de contenidos de este epígrafe hemos distinguido, siguiendo el


criterio de casi todos los textos, dos subagrupaciones: Comercio internacional y
Crecimiento. A su vez, dentro de estas subagrupaciones hemos hecho otras
clasificaciones de menor ámbito siguiendo, como puede verse en la taxonomía que
figura al final de este epígrafe, criterios convencionales.

Resumen del análisis taxonómico:

1. Sobre el Comercio internacional.- En esta subagrupación se aprecia mejor que en


otras un hecho significativo: en los contenidos de tipo descriptivo los textos de
bachillerato suelen tener un nivel igual o superior que los textos universitarios (por
ejemplo ´Balanza de pagos´, ´Bloques regionales y uniones aduaneras´ y ´Mercado
de divisas´). Esta regla se invierte, en general, cuando los contenidos incluyen
teorías o modelos, en cuyo caso los textos universitarios presentan más contenidos y
los tratan con más profundidad.

2. Sobre el Crecimiento económico.- En esta subagrupación de contenidos los


resultados son los indicados en otras clasificaciones: los textos de SAMUELSON y
MOCHÓN los tratan con un nivel mayor, y los de LIPSEY, KRUGMAN y
MANKIW, así como los textos de bachillerato, con un nivel menor.

3. Solo dos textos, el de KRUGMAN y el de MERA, abordan la problemática de los


límites al crecimiento.

57
Taxonomía de ´Macroeconomía III. Comercio internacional y crecimiento´

SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Elemento analizado

Comercio Internacional
– Las ganancias del comercio internacional……………. X S S S S X S X
– Ventaja absoluta y comparativa………………………. X S S S S S X S
– Libre comercio Vs proteccionismo…………………… S S S X S S X X
– Proteccionismo
Aranceles……………………………………………... S S S S S S X S
Contingentes o cuotas………………………………… N S S S S S X S
Subvenciones a la exportación……………………….. N S N N N S X S
Dumping……………………………………………… N S N N N S N S
Barreras no arancelarias………………………………. N S X X S S X X
– Balanza de pagos
Estructura general…………………………………….. N S X X S X S S
Las subbalanzas………………………………………. N S X X S X S S
Significado de los saldos……………………………... N S X X S X S S
Reglas de contabilización…………………………….. N S X N X N S S
– Bloques regionales y uniones aduaneras……………... X S X N N S S S
GATT…………………………………………………. S S S N S S S S
OMC………………………………………………….. N S N N N S S S
UE…………………………………………………….. S S N N N S S S
FMI…………………………………………………… S N N N N N S N
Banco Mundial………………………………………... S N N N N N S N
– Mercados de divisas
Depreciación del tipo de cambio……………………... X S X X X S S S
Tipo de cambio real/nominal…………………………. X S X X S S S S
Variaciones del tipo de cambio……………………….. X S X X X S S S
Demanda de divisas…………………………………... X S N X X S S S
Oferta de divisas……………………………………… X S N X X S S S
Tipo de cambio de equilibrio…………………………. N S N X S S S S
– Sistemas de fijación del tipo de cambio
Tipos de cambio flexibles……………………………. X S S S N S S S
Flotación sucia……………………………………….. X S S N N S S S
Tipos de cambio fijo………………………………….. X S S N N S S S
Teoría de la paridad del poder adquisitivo…………… N S S S S S N S
Devaluaciones y revaluaciones……………………….. X S S S X X S S
El patrón oro………………………………………….. S S S N X X S S

58
SAMUELSON

PENALONGA
KRUGMAN

PARELLA
MOCHÓN

MANKIW
LIPSEY

MERA
Elemento analizado

Crecimiento económico
– Crecimiento en el c/p y en el l/p……………………… X S S S X N N X
– Medición y características……………………………. X S S S X X N N
– Productividad y fuentes del crecimiento……………… X S S S S X N X
Incremento de calidad/cantidad de trabajo…………… X S S S S X N X
Incremento del capital físico…………………………. X S S S S X N X
Mejora de la tecnología………………………………. X S S S S X N X
– Teorías del crecimiento
Smith y Malthus………………………………………. N S S N X N N X
Modelo neoclásico con tecnología constante………… N S N N N N N N
Modelo neoclásico con cambio de tecnología (Solow). N S S N N N N N
Crecimiento endógeno................................................... N S N N N N N N
Schumpeter.................................................................... N N S N N N N X
Modelo Harrod-Domar.................................................. N N S N N N N N
Modelo de Rostow......................................................... N N N N N N N X

Los límites del crecimiento................................................. N N N S N N N X

59
I.9 RESUMEN GLOBAL DE CONTENIDOS de los textos seleccionados.

En las taxonomías realizadas en los epígrafes anteriores hemos mostrado los contenidos
de los textos seleccionados, ordenados con arreglo a las agrupaciones de Introducción,
Microeconomía, Fallos de Mercado, Macroeconomía,... etc. En este epígrafe hacemos
una síntesis aún mayor enunciando las características globales, las más comunes y
representativas de los contenidos en los textos seleccionados. Pretendemos facilitar su
visualización para poder compararlas (v. V) con las que resulten de nuestra propuesta
de contenidos elaborada conforme a las reglas de la didáctica.

1. Estilo de los contenidos.- Mayoritariamente divulgativo en la presentación de los


contenidos/conceptos económicos básicos.
2. Objeto de la economía.- Todos los textos configuran el objeto de la economía como
la actividad resultante de enfrentar necesidades ilimitadas con recursos escasos (sólo
un texto contempla, adicionalmente, otra configuración).
3. Concepción de la economía.- Mayoritariamente se concibe como una ciencia de tipo
social.
4. Economía positiva y economía normativa.- Tratamiento irregular y
mayoritariamente insuficiente sobre el significado de esta distinción.
5. Relación formal de la economía con otras disciplinas.- En general no se aborda este
aspecto.
6. Metodología y epistemología de la economía.- Tratamiento mayoritariamente
insuficiente de estos contenidos.
7. Sistema económico.- En general, se trata de modo insuficiente el significado de este
concepto u otros similares relativos a la posible influencia del marco político, social
o histórico en la actividad económica.
8. Escuelas económicas.- Escasa referencia a la existencia de escuelas diversas de
pensamiento económico.
9. Microeconomía.- Tratamiento formal muy similar en los textos. Tratamiento más
amplio en los textos universitarios que en los de bachillerato.
10. Enfoque microeconómico.- Utilización casi exclusiva del enfoque marginalista.
11. Fallos de mercado.- Se presentan como desviaciones de la actividad económica real
frente a los supuestos teóricos del modelo. Se utilizan mayoritariamente para
explicar las distorsiones de la actividad económica.

60
12. Sector público.- Su presencia se justifica mayoritariamente como derivada de la
existencia de los fallos del mercado, y a veces, como causa de éstos.
13. Sector público.- En los textos universitarios se presenta disperso en diferentes
unidades didácticas. Se describe a retazos, según se van exponiendo diferentes
teorías micro o macroeconómicas.
14. Macroeconomía.- Los enfoques macroeconómicos son diversos en los textos y
arrastran diferentes estructuras expositivas de contenidos.
15. Límites del crecimiento.- Sólo un texto aborda con una mínima introducción
divulgativa la problemática de los límites al crecimiento.
16. Textos universitarios vs textos de bachillerato.- Se aprecia que, en los contenidos
descriptivos de la actividad económica, los textos de bachillerato suelen tener un
nivel igual o superior al de los textos universitarios; regla que se invierte con los
contenidos descriptivos de teorías económicas.
17. Textos universitarios ´antiguos´ vs ´modernos´.- Los textos antiguos (LIPSEY)
tratan los contenidos epistemológicos (metodología y distinción entre economía
positiva y normativa) con más dedicación; igualmente sobre los contenidos críticos
de las teorías y sobre el grado de contrastación de éstas (LIPSEY y SAMUELSON);
por el contrario, los textos antiguos contienen menos variedad de enfoques
macroeconómicos (LIPSEY); y asimismo contienen menos dedicación (LIPSEY) a
algunas formulaciones microeconómicas (curvas de indiferencia).

61
II. Las reglas didácticas de los contenidos
En la Introducción hemos acotado nuestro trabajo a los contenidos conceptuales de un
curso de introducción a la economía. Asimismo, hemos precisado que, para determinar
dichos contenidos, exponerlos y ordenarlos, nos apoyaríamos en las reglas más
extendidas de la didáctica o, en términos menos formales, en los criterios más
extendidos y de general aceptación en las prácticas de la enseñanza. En esta parte del
trabajo nos proponemos enunciar estas reglas o criterios didácticos referidos a los
contenidos, contextualizándolos en el marco teórico de las disciplinas que tratan sobre
la enseñanza y el aprendizaje.
El valor que tienen estas reglas didácticas de los contenidos se basa en que son ‘las que
suelen usarse habitualmente’, fundamentadas en las teorías pedagógicas sobre el
conocimiento de mayor predicamento académico. Podría decirse que estas reglas
didácticas son los criterios didácticos generalmente aceptados de que disponemos en el
estado actual de las aportaciones a la didáctica.

II.1 La didáctica
El término didáctica procede del griego, que contiene varias palabras con la misma raíz,
relacionadas todas ellas con el significado del verbo enseñar, instruir, exponer con
claridad. En latín ha dado lugar a los verbos docere y discere que significan,
respectivamente, enseñar y aprender. Desde la antigüedad clásica griega, el sustantivo
didáctica ha sido el nombre del género literario que, precisamente, pretende enseñar y
formar al lector (Sepúlveda, 2007, pp. 27-28).
Ya fuera del ámbito etimológico, Comenio, considerado el padre de la pedagogía,
publicó en el siglo XVII su obra principal, Didáctica magna 23 , en la que definía la
didáctica como ‘el artificio universal para enseñar todas las cosas a todos’ (2007, p. 29)
y en la que “afirma la existencia de una ciencia universal enseñable fundada en
principios claros” (Robles, 2012, p. 7). Posteriormente, el término didáctica cayó en
desuso, hasta que en el siglo XIX fue recuperado por el psicólogo y pedagogo Herbert y
sus discípulos. Hoy el término didáctica está completamente extendido en todo el
ámbito europeo continental y países de su órbita cultural; no así en los países
anglosajones, que se refieren al mismo contenido de la didáctica bajo el término

23
Comenio, en la obra citada, ya recomendaba ‘enseñar unas cosas después de otras, con el debido
método’, o ‘proceder de lo conocido a lo desconocido, de lo simple a lo complejo’; este principio, relativo
a cómo enseñar los contenidos, se ha formulado desde entonces con diversas variantes y
fundamentaciones teóricas por prácticamente todas las escuelas pedagógicas.

63
curriculum, con referencias separadas a la enseñanza o al aprendizaje según el punto de
vista que se adopte (Robles, 2012, p. 4). Sánchez Delgado, profesor de didáctica lo
explica así: “Didáctica y curriculum no son conceptos idénticos ni sinónimos, aunque sí
tienden a la equivalencia […]. Son dos conceptos que hacen referencia a procesos
históricos diferentes en el tiempo y en el espacio, en la tradición y en el ámbito de
acción: la didáctica se desarrolló en la Europa continental y centró su atención en el
método, en cómo enseñar; el curriculum se desarrolló en el mundo anglosajón y centró
su atención en el contenido, en qué enseñar (Sánchez, 2006, p. 13).

El objeto de la didáctica
En general, hay acuerdo entre los pedagogos sobre el objeto de la didáctica, siendo éste
el proceso de enseñanza-aprendizaje. Las diferencias surgen al concretar los elementos
que lo componen y al distinguir entre objeto material y formal.
Para Mallart, el objeto material es el proceso de enseñanza-aprendizaje y el formal “la
prescripción de métodos y estrategias eficaces para desarrollar el proceso mencionado”
(en Sepúlveda, 2007, p. 39). Para Benedito, los elementos que componen el objeto de la
didáctica son: la enseñanza, el aprendizaje, la instrucción, la comunicación de
conocimientos, el sistema de comunicación y los procesos de enseñanza-aprendizaje (en
Sepúlveda, 2007, p. 39). Para Klafki, “se puede considerar que el objeto de la didáctica
es el estudio, elaboración y práctica del curriculum” que “no es, en el fondo, muy
distinto del proceso de enseñanza-aprendizaje” (en Sepúlveda, 2007, p. 39). Para
Ferrández, los elementos del objeto material son “el discente, el docente, el método y la
materia [contenidos]” (en Sepúlveda, 2007, p. 40) y el formal “la actividad del docente-
discente […] que emplea el método más adecuado a cada acto didáctico” (ib., p. 40).
Para Medina, la didáctica alcanza varios campos u objetos: el currículum, la enseñanza,
la instrucción y la enseñanza-aprendizaje (Medina, 2009a, p. 16). Para otros, la
didáctica estudia un objeto propio que definen como acto didáctico, en el que se
distinguen cuatro elementos: estudiante, profesor, instrucción (contenidos) y crítica
transformadora (Medina, 2009a, p. 23). Para Primitivo Sánchez, el objeto básico es el
estudio de los procesos de enseñanza y aprendizaje, los elementos del objeto material
serían los contenidos, la metodología, la ética y la estética, y el objeto formal sería “la
intención de conocerlos [esos procesos] para transformarlos en una dinámica de mejora”
(Sánchez, 2006, p. 12). Para Fernández Pérez los elementos del objeto material, que este
autor denomina “las tareas de la profesión de enseñar”, son: el análisis psicodidáctico de

64
la enseñanza, la programación de los contenidos que el alumno va a aprender, la
metodología didáctica, la evaluación y su análisis, la formación, investigación e
innovación educativa y la organización de los centros de enseñanza (Fernández, 1994,
pp. vii-xii).
Las referencias anteriores ponen de manifiesto que, aunque los especialistas en didáctica
tienen algunas diferencias en la definición de los diferentes elementos que configuran su
objeto de estudio, derivados seguramente de sus diferentes enfoques, mantienen algunos
elementos en común. Éstos serían, la enseñanza (y el profesor), el aprendizaje (y el
alumno), el contexto y los contenidos involucrados en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Los definimos como sigue:
 Contenidos: son cualquier conocimiento, dato, hecho, principio, norma, cuya
adquisición por el alumno se pretende en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dan
respuesta al qué enseñar y al qué aprender.
 Enseñanza. Es la actividad humana intencional (del profesor) orientada a la
consecución de aprendizaje (por el alumno).
 Aprendizaje. Es el proceso de atribución de significado o sentido, realizado por el
alumno, a elementos de su entorno, que antes del proceso no lo tenían o bien tenían
otro (Fernández, 1994, p. 239).
 Contexto. El entorno académico, institucional, político, administrativo, social,
ideológico, cultural…, en que se produce el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La concepción de la didáctica
La definición de lo que se entiende por didáctica –o curriculum en la terminología
anglosajona- es objeto de precisiones y variaciones por numerosos autores. Para Dolch
didáctica es la “ciencia del aprendizaje y de la enseñanza en general”; para Fernández
Huerta la “didáctica tiene por objeto las decisiones normativas que llevan al
aprendizaje gracias a la ayuda de los métodos de enseñanza”; para Escudero es la
“ciencia que tiene por objeto la organización y orientación de situaciones de enseñanza-
aprendizaje de carácter instructivo, tendentes a la formación del individuo”; para
Mallart “es la ciencia de la educación que estudia e interviene en el proceso de
enseñanza-aprendizaje con el fin de conseguir la formación intelectual del educando”
(en Sepúlveda, 2007, p. 30); para Rogers “es el arte y la técnica de orientar el
aprendizaje” (ib. p. 44); para Sánchez Delgado “la didáctica es la disciplina que tiene
como objeto básico de estudio los procesos de enseñanza y aprendizaje con la intención

65
de conocerlos para transformarlos en una dinámica de mejora rigurosa de estudio y
fundamentación de la actividad de enseñanza en cuanto propicia al aprendizaje
formativo de los estudiantes en los más diversos contextos” (en Medina, 2009a, p. 7);
para el profesor Gonzalo Vázquez “la educación puede entenderse como construcción
intencional de todo lo humano en el hombre; y la Pedagogía tomarse como un intento,
como la pretensión, de lograr una explicación comprensiva del fenómeno educativo”
(Vázquez, 2005, p. 39) .
Las citas anteriores son una simple muestra24 de la dificultad semántica existente para
encontrar una concepción de la didáctica asentada y única, de general aceptación.
Hemos visto que, desde el punto de vista epistemológico, algunos consideran esta
disciplina como una ciencia, otros como un arte y otros como una técnica; algunos
como una disciplina teórica y otros como una disciplina práctica25. Y desde el punto de
vista del objeto se señalan la enseñanza, el aprendizaje, el proceso de enseñanza-
aprendizaje, la instrucción o la formación. A menudo, incluso se reclaman todas las
notas o dimensiones anteriores, según el aspecto didáctico que se está contemplando.
Así, se dice: “en su dimensión de realización práctica, la didáctica requiere de unas
habilidades en sus agentes. Habilidades que se acrecientan con la experiencia más o
menos rutinaria. Por medio de la tradición y de la intuición los didactas van resolviendo
los problemas prácticos de cada día […] sin poder dar siempre razón de por qué sucede
así” (Mallart, en Sepúlveda, 2007, p. 33); “la dimensión tecnológica […] hay que
referirla a procesos orientados a mejorar la acción didáctica. Los procesos didácticos
son tecnológicos en el sentido de que están provistos de un soporte teórico científico
[…] cuya validez consta” (ib., p. 34); la dimensión científica se manifiesta en que la
didáctica “cumple criterios de racionalidad científica con tal que se acepte la posibilidad
de integrar elementos subjetivos en la explicación de los fenómenos” (ib. p. 34); para
Primitivo Sánchez “La didáctica en la actualidad puede concebirse como la conjunción,
que no la suma, de metodología, epistemología, ética y estética en un contexto real,
[…] determinado de forma que se produzca una constante interacción dialéctica entre

24
Una muestra mucho mayor de las diferentes definiciones de didáctica y educación se puede encontrar
en las citas que proporciona Mallart (2007, p. 4) y Robles (2012, p. 3).
25
El profesor Gonzalo Vázquez se refiere así a la dificultad para ubicar epistemológicamente nuestra
disciplina: “Uno de los problemas actuales de la Pedagogía [...] es el de la identificación del lugar común
del que nos ocupamos [...] ¿cuál es nuestra adscripción más legítima, a las humanidades, a las ciencias
sociales? [...] Esta confusión se observa en nuestra ubicación en los campus, en las comisiones
académicas e investigadoras, [...] en la clasificación documental de nuestros trabajos, etc.” (Vázquez,
2005, p. 38).

66
teoría y práctica de la enseñanza y el aprendizaje” (Sánchez, 2006, p. 15); para Medina
la dialéctica es una “disciplina pedagógica aplicada” que “amplia el saber pedagógico y
psicopedagógico aportando los modelos socio-comunicativos y las teorías más
explicativas y comprensivas de las acciones docentes-discentes, ofreciendo la
interpretación y el compromiso más coherente para la mejora continua del proceso de
enseñanza-aprendizaje” (Medina, 2009a, pp. 6 y 7).
Citaremos, por último, a Fernández Pérez, autor que en su tratado sobre didáctica,
titulado “Las tareas de la profesión de enseñar” trata, in extenso, el carácter
epistemológico de la didáctica. Este autor, elabora una propuesta de didáctica, respecto
de la cual afirma “queremos que sea científica” (Fernández, 1994, p. 100), y la somete
a análisis para ver si cumple una serie de requisitos de ‘cientificidad’. En primer lugar,
debe atenerse a “un código explícito para la descripción de los fenómenos y
formulación de los principios, leyes y regularidades que pueden establecerse”; “a algún
contraste objetivable […] de la racionalidad de los enunciados que se propongan como
verdaderos”; “a la coherencia sistémica”; y “a la expansividad del sistema construido”,
en el sentido de abierto a “nuevos contrastes probatorios” (1994. p. 103). En segundo
lugar, manifiesta que “la metodología científica […] válida para investigar y hacer
ciencia en la profesión de enseñar, dada su ubicación en el ámbito de las ciencias
humanas aplicadas, ha de ser una metodología hermenéutica, interpretativa”, porque la
diferencia en el tratamiento epistemológico entre los fenómenos naturales y los
humanos (entre éstos los educativos), es que, mientras en los primeros “lo que interesa
investigar […] es lo que hemos observado”, en los segundos es el “significado que da el
sujeto/actor al comportamiento observado” y “en las ciencias de la naturaleza basta con
explicar y entender (erklären), mientras que en las ciencias humanas es preciso
interpretar y comprender (verstehen)”26 (1994. p. 104).
En resumen, para el último autor citado, que puede representar la pretensión mayoritaria
de los autores que investigan sobre las disciplinas de la educación, “éstas [las ciencias
de la educación] poseen las mismas condiciones lógicas que el resto de los saberes
técnicos para constituirse como ciencias tecnológicas […][y], en este sentido, cualquier

26
Esta distinción epistemológica, relativa a la diferente forma de fundamentar la objetividad en las
ciencias naturales (en éstas mediante la causalidad o erklären) y en las ciencias sociales (en éstas
mediante la comprensión o verstehen), es analizada ampliamente en III.3 referida a la economía. En esta
parte del trabajo consideramos suficiente mencionar la vigencia de esta discusión en el caso de las
disciplinas de la educación, para contextualizar epistemológicamente la didáctica, la disciplina que
incorpora las reglas prácticas sobre los contenidos de la enseñanza.

67
saber pedagógico o ciencia de la educación (didáctica general, didácticas específicas,
tecnología educativa, organización de centros docentes […], etc.) reúne objetivamente
las condiciones, objetivadas por la teoría de la ciencia, para ser calificada de saber
científico y con entidad propia, como una ciencia más entre el resto de las ciencias
aplicadas” (Fernández, 1994, p. 126).
Esta posición epistemológica, que reclama el carácter científico de la didáctica,
mantenida por la mayoría de los especialistas de la educación, es objetada fuertemente
por otro grupo de analistas27 que, sin embargo, no pretende “devaluar el conjunto de
técnicas, procedimientos y metodologías inherentes al oficio de profesor, de las que se
ocupan los pedagogos y que pueden resultar de utilidad” (Robles, 2012, p. 1).

La relación de la didáctica con otras disciplinas próximas


Entre los autores sobre didáctica suele utilizarse la siguiente clasificación de las diversas
disciplinas que tratan sobre la educación (Mallart, en Sepúlveda, 2007, p. 36):
 Ciencias fundamentadoras y condicionantes
 Filosofía de la educación
 Antropología de la educación
 Psicología de la educación
 Otras
 Ciencias de la educación en el tiempo y en el espacio
 Historia de la educación
 Otras
 Ciencias estrictamente pedagógicas
 Pedagogía general
 Pedagogía aplicada
 Didáctica general
 Otras didácticas
En la clasificación anterior tiene interés señalar cómo los autores que utilizan esta
clasificación o similar (por ejemplo, Sepúlveda, 2007, p. 36 y Medina, 2009a, p. 36)
ubican la didáctica como una ciencia que se desgaja de la pedagogía, y destacan la
importancia que asignan a la psicología de la educación como una ciencia
fundamentadora de la propia didáctica. Esta opinión es compartida por Fernández Pérez

27
Véase, por ejemplo, La impostura pedagógica (Robles, 2012).

68
(1994, p. 123), que, de modo retórico, se pregunta “¿qué quedaría de la didáctica si se
elimina de ella el contenido de la psicología del aprendizaje? ¿Es que puede ser otra
cosa la metodología de la enseñanza […] que una literal aplicación deductiva de los
principios y leyes del aprendizaje humano?”. Como dice este mismo autor, “no se trata
de que la sociología, la filosofía, la economía o la biología, por ejemplo, tengan menos
que decir […] sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje”, sino de que la psicología
remite al “mundo psíquico del alumno, del profesor y de su interacción respecto de los
procesos didácticos que aquí nos ocupan” (1994, p. 164).
Medina (2009a, p. 7) explica así la relación entre la didáctica, la pedagogía y la
psicología: “La didáctica amplía el saber pedagógico y psicopedagógico aportando los
modelos socio-comunicativos y las teorías más explicativas y comprensivas de las
acciones docentes-discentes, ofreciendo la interpretación y el compromiso más
coherente para la mejora continua del proceso de enseñanza-aprendizaje”
Puede decirse que la didáctica es pedagogía aplicada, fundada sobre las teorías
psicológicas y del conocimiento. La didáctica se concibe como una disciplina con
proyección práctica que, respecto del proceso de enseñanza-aprendizaje, se plantea más
interrogantes que las otras disciplinas en las que se fundamenta o de las que se desgaja.
Estos interrogantes, según Medina (2009a, p. 7), son: ¿Para qué formar a los
estudiantes? ¿Qué mejora profesional necesita el profesorado? ¿Quiénes son los
estudiantes? ¿Cómo aprender? ¿Qué contenidos han de enseñarse?

II.2. Las teorías psicopedagógicas del conocimiento


Hasta aquí hemos hecho un repaso de la bibliografía básica sobre la didáctica, y
perfilado en líneas generales su definición, objeto y concepción desde el punto de vista
epistemológico; hemos constatado que los contenidos de la enseñanza forman parte del
objeto de la didáctica, y que esta disciplina fundamenta sus recomendaciones para
mejorar el proceso de enseñanza en diferentes teorías psicológicas o pedagógicas.
Ahora, repasaremos estas teorías, centrándonos en las de mayor predicamento
académico y en sus pronunciamientos o prescripciones sobre los contenidos.
La complejidad y diversidad de teorías sobre el aprendizaje nos obliga a clasificar éstas
en tres grandes grupos que, prácticamente, cubren el panorama de las principales
aportaciones teóricas para la comprensión del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Siguiendo la clasificación que proponen Medina y Domínguez (en Sepúlveda, 2007, pp.
85-93) distinguimos teorías conductistas, cognitivas y constructivistas.

69
El conductismo, “basado en los métodos experimentales, […] se centra en aquellas
variables que se pueden observar, medir y manipular, rechazando cualquier aspecto de
carácter subjetivo […]. No niega la existencia de procesos internos” (ib. p. 85) en el
alumno, pero los considera una ‘caja negra’ por ser inobservables. Por tanto, se
aproxima a la comprensión del aprendizaje con conceptos como la observación, la
atención, la conducta, el premio, el castigo, el refuerzo o las condiciones ambientales.
Conforme a este enfoque, el aprendizaje se logra reforzando y estimulando, mediante
incentivos, la conducta de los alumnos con aproximaciones sucesivas a la respuesta o
conducta deseadas.
Bajo este enfoque, el objetivo de la educación es conseguir del estudiante la respuesta
deseada cuando se presenta un estímulo determinado. Se trata de conseguir la secuencia
apropiada de estímulo-respuesta, basado en un supuesto comportamiento condicionado
objetivo, que puede mejorarse si se refuerza con estímulos adicionales. Por ello, el
docente debe orientar su trabajo al análisis y dirección de los procesos conductuales en
el aula y al diseño de tipos de refuerzo apropiados.
El enfoque conductista, que fue el paradigma dominante hasta la segunda mitad del
siglo XX, está caracterizado actualmente, de modo sumario, como el creador de la
enseñanza mecánica o por repetición y por concebir al alumno como un mero receptor
pasivo de contenidos. Sin embargo, respecto de los contenidos, señalamos que, bajo este
enfoque, el enseñante debe procurar una programación en pasos cortos, con un escalado
de la complejidad que facilite la respuesta de los alumnos. Así lo entiende Martínez
Delgado (1998, p. 184), para quien “el conductismo concedió gran importancia a la
conexión entre los conocimientos anteriores y aquéllos que se intentan aprender” y
expone, en apoyo de este pronunciamiento, el criterio de E.L. Thorndike, significado
autor conductista: “Un plan científico para enseñar aritmética debería empezar con un
inventario exacto del conocimiento de habilidades que el alumno ya posea”.

El enfoque cognitivo surge como respuesta al enfoque conductista. Se considera que


“ante una conducta exterior observable, debemos tener presentes, básicamente las
operaciones mentales”. Aunque éstas residen en una ‘caja negra’, se centra la atención
“en cómo la mente es capaz de recibir, recordar, comprender, organizar y utilizar la
información obtenida en el momento que sea necesario” (Medina, 2009b, p. 87). Se
supone, además, que “la experiencia desempeña un papel muy superior para determinar
la inteligencia que el que comúnmente se daba por sentado” (ib., p. 89).

70
Considera que “una enseñanza efectiva será aquella que ofrezca patrones de percepción
claros y organizados previamente, hecho que demuestra la importancia de la experiencia
anterior [y] la de una atención consciente” y que “para enseñar [es necesario tener en
cuenta] […] cuatro aspectos: predisposición [del alumno] hacia el aprendizaje,
estructuración de los conocimientos para que puedan ser interiorizados lo mejor posible
por parte del estudiante, secuenciación efectiva en la presentación del material [de los
contenidos], sin olvidar en ningún momento la naturaleza de los premios y castigos”
(ib., p. 88).
Bajo este enfoque se destaca la importancia de que el docente promueva la motivación
de los estudiantes, para que éstos descubran las relaciones entre los contenidos y
construyan sus propias proposiciones –el llamado ‘aprendizaje por descubrimiento’–,
bajo un formato organizado en complejidad progresiva –“contenidos en espiral o
andamiaje” (ib., p. 88).

El constructivismo –enfoque dominante en el terreno educativo 28 – hace numerosos


supuestos psicopedagógicos sobre el funcionamiento de la ‘caja negra’. Los
pronunciamientos de las teorías constructivistas afirman que el alumno “aprende en un
proceso activo interno de construcción de conocimientos mediante la interacción entre
la asimilación de la información –procedente de la realidad exterior– y de sus propias
capacidades innatas y nociones ya adquiridas” (Medina, 2009b, p. 89).
Para Piaget, autor inicial y básico de esta concepción, la inteligencia es el conjunto de
operaciones lógicas –de percepción, clasificación, abstracción, sustitución, cálculos,
etc.– para los cuales el ser humano está capacitado. Distingue cuatro estadios en el
desarrollo intelectual de las personas, ligados a la edad, “relacionados con actividades
del conocimiento (pensar, reconocer, percibir, recordar, entre otras) a través de las
cuales efectúa procesos de asimilación, acomodación y equilibrio que conducen a la
construcción de nuevos esquemas de conocimiento” (2009b, p. 90). El aprendizaje
equivaldría a un proceso de reestructuración del conocimiento que se inicia con cada
contenido nuevo: la aparición de un elemento [o contenido] no previsto origina un
conflicto y el consiguiente desequilibrio; la resolución del conflicto mediante su propia

28
Ya en 1994, los profesores Gómez-Granell y Coll escribían en Cuadernos de Pedagogía “En el
transcurso de las últimas décadas la teoría y la práctica educativa se han visto inundadas por una serie de
planteamientos que tienen su origen en la explicación del psiquismo humano conocido genéricamente
como ‘constructivismo’ […] la emergencia de un consenso alrededor de la concepción constructivista, se
ha convertido en uno de los hechos más relevantes […] en estos años, en lo que a las teorías del
conocimiento y el aprendizaje se refiere” (Gómez-Granell, 1994, p. 8).

71
actividad intelectual; la asimilación y adquisición de nueva comprensión y la
consecución, de nuevo, del equilibrio (2009b, p. 91). Fernández Pérez lo explica así:
“Todo conocimiento humano, toda nueva adquisición cognitiva, se produce al filo de un
mecanismo básico de interrelación del organismo inteligente con su entorno: el
mecanismo bifásico de la adaptación, con una fase de asimilación (el organismo
transforma el objeto de su entorno para adecuarlo a su relación con él), y una fase de
acomodación (el organismo modifica su propia estructura cognitiva) […] para hacer
posible la relación […] de sujeto cognoscente [alumno] a objeto conocido [los
contenidos, por ejemplo]” (Fernández, 1994, p. 181).
El modo en que Piaget describe la actividad cognitiva, “toda nueva adquisición del
sujeto que conoce, aprende y se desarrolla intelectualmente”, tiene consecuencias
didácticas de interés: si el contenido nuevo no produce perturbación o conflicto
cognitivo (interrogante, necesidad de saber lo que se desconoce, asombro) no habrá
aprendizaje alguno por falta de interés; por el contrario, si la perturbación que se
produce es excesiva, el sujeto puede quedar bloqueado, sin respuestas, sin salidas. Se
habla así de ‘nivel de desajuste óptimo’, entre lo conocido y los nuevos contenidos, para
que el aprendizaje sea eficaz (1994, p. 182).
Sánchez (2006, pp. 136-137) conceptúa así el conflicto cognitivo: “consiste en la
formulación de un problema que suponga un cierto choque con las ideas previas de los
estudiantes y que produzca un desequilibrio en su estructura cognitiva. El problema
debe ser lo más próximo posible […] a los participantes, pero suficientemente alejado
de sus capacidades de comprensión como para que al producirles un desequilibrio
cognitivo, fomente la búsqueda de respuestas para solucionarlo y, en consecuencia,
despierte o incremente el interés por el tema. El conflicto cognitivo es una forma de
desarrollar motivación” en el alumno.
De esta aproximación piagetiana Fernández deriva algunas aplicaciones prácticas
aplicables al proceso de enseñanza-aprendizaje (1994, p. 183). Destacamos las que
tienen relación con los contenidos: 1) “La necesidad de atender a los estadios evolutivos
de la estructura cognitiva de los alumnos”29; 2) “La utilidad de los conflictos cognitivos,

29
No aplicable en nuestro caso, ya que la edad de los alumnos de secundaria o primer curso de
universidad es superior a la del último estadio definido por Piaget.

72
de las perturbaciones del equilibrio intelectual vigente [en el alumno], para la
posibilidad de adquirir un nuevo conocimiento”30.
Otro autor que suele incluirse en el constructivismo es Vigotsky 31 . Este autor, y su
colaborador Leontiev, hicieron importantes aportaciones pedagógicas, con aplicación
directa al campo de la enseñanza. Nos referimos a los conceptos de ‘mediación social’ y
‘zona de desarrollo próximo’ en las tareas de aprendizaje (Fernández, 1994, p.177).
Frente a otros teóricos, que se centran principalmente en lo que ocurre en el interior del
sujeto que se desarrolla mentalmente y aprende, Vigotsky destaca sus orígenes sociales
y la importancia del entorno socio-comunicativo. Según Fernández, para Vigosky “no
existe posibilidad alguna de desarrollo individual inicial [de aprendizaje] sin esta
mediación social que induce en la mente humana las características de la hominización
específica [y] […] todas las funciones superiores de la mente proceden de una
transformación que hace el sujeto, en su interior, de la relación social externa con su
entorno humano comunicativo”32 (ib.).
Su segunda aportación –la ‘zona de desarrollo próximo’– guarda estrecha relación con
el ‘nivel de desajuste óptimo’ de Piaget. “Podría definirse como la diferencia entre el
desarrollo actual [los contenidos ya aprendidos por el alumno] y el desarrollo potencial,
es decir, lo que el sujeto sería capaz de llegar a adquirir con la mediación/ayuda de los
adultos [o profesores] de su entorno” (ib. p.178). Esta noción implica que el desarrollo
no está fijo, existe una distancia apropiada entre lo que el alumno ya sabe y lo que
puede alcanzar con ayuda del profesor. Es tarea de éste ‘estimar’ esa distancia para
actuar en ella y que la enseñanza y el aprendizaje sean eficaces. Gómez-Granell y Coll
consideran que este concepto es una premisa del constructivismo y la expresan así: “se
ha de establecer una diferencia entre lo que el alumno es capaz de hacer y aprender sólo,
y lo que es capaz de hacer y aprender con ayuda de otras personas, observándolas,
imitándolas, siguiendo instrucciones o colaborando con ellas […] que se sitúa entre el
nivel de desarrollo efectivo y el nivel de desarrollo potencial [y] delimita el margen de
incidencia de la acción educativa” (Gómez, 1994, p. 9).

30
Pero cuidando de ‘movernos’ dentro del ‘nivel de desajuste óptimo’. Por ejemplo, si suponemos que el
alumno tiene una concepción del dinero limitada a su uso como medio de pago, no introduciremos el
contenido ‘proceso de creación de dinero bancario’, pero sí el contenido ‘historia y tipos de dinero’.
31
Así lo recogen, por ejemplo, Gómez-Granell y Coll (1994, pp. 8-10) o Rajadell y Medina (Medina,
2009b, p. 92).
32
El caso más claro sería la adquisición del lenguaje por los niños.

73
Nos referimos, por último, a Ausubel, el autor más relevante del constructivismo. Su
idea más importante, por sus implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje, se
resume así: “Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio,
enunciaría este: de todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante
consiste en lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese en consecuencia”
(Ausubel, 1983, p. 151).
El concepto central de la teoría de Ausubel es el ‘aprendizaje significativo’. Se define
éste como “un proceso a través del cual una información [o contenido nuevo] se
relaciona, de manera no arbitraria y sustantiva (no literal) con un aspecto relevante
[previo] de la estructura cognitiva del individuo” (Moreira, 2000, pp. 10-11). Es decir,
en el proceso de aprendizaje los nuevos contenidos interaccionan con la estructura
cognitiva previa del alumno. Más concretamente, interaccionan con los contenidos,
conceptos, ideas o proposiciones -denominados ‘subsunsores’- ya existentes en su
estructura cognitiva, que sirven de ‘anclaje’ para los nuevos contenidos y permiten el
aprendizaje significativo de éstos. De este modo los nuevos contenidos pueden ser
aprendidos significativamente en la medida en que otros contenidos previos estén
disponibles en la estructura cognitiva del alumno y puedan servir como punto de anclaje
de los primeros.
Para este autor, el desarrollo del conocimiento es “un proceso dinámico en el que
nuevos y antiguos significados [contenidos] están constantemente interactuando y dan
como resultado una estructura cognitiva más diferenciada que tiende a una organización
jerárquica, en la cual los conceptos y proposiciones más generales ocupan la cúspide de
la estructura y abarcan, progresivamente, proposiciones y conceptos menos inclusivos,
así como datos factuales y ejemplos específicos” (Moreira, 2000, p. 34).
Esta teoría concibe “el almacenamiento de informaciones [o contenidos] en la mente
humana [la ‘caja negra’] como una estructura altamente organizada, formando una
especie de jerarquía conceptual, en la cual elementos más específicos de conocimiento
son ligados a (y asimilados por) conceptos, ideas o proposiciones más generales e
inclusivos” (Moreira, 2000, p. 12).
El autor de esta teoría distingue varios tipos de aprendizaje significativo. Atendiendo al
objeto aprendido: el aprendizaje representacional, que es el más básico, y supone la
atribución de significados a palabras o símbolos; el de conceptos, que es una variante
del anterior; y el de proposiciones, que implica la comprensión de enunciados.

74
Atendiendo al lugar que ocupan en la organización jerárquica de la estructura cognitiva:
aprendizaje subordinado, que se produce cuando un nuevo contenido adquiere
significación al interactuar con un contenido de la estructura cognitiva más abstracto,
general o inclusivo; aprendizaje superordenado, cuando un contenido nuevo más
inclusor, más general, más abarcador, interactúa con otro u otros contenidos de la
estructura cognitiva del alumno; y aprendizaje combinatorio, que se presenta cuando los
nuevos contenidos no pueden relacionarse jerárquicamente según los modos anteriores
de subordinación o superordenación con los contenidos de la estructura cognitiva del
alumno. En este último caso, la interacción de los nuevos contenidos, para producir
aprendizaje, se produciría “con la estructura cognitiva como un todo, de una manera
general”; por este motivo, este tipo de contenidos serían “más difíciles de aprender y
retener que las proposiciones [o contenidos] subordinados o superordenados. Ausubel
cita como ejemplos de este aprendizaje combinatorio “la relación entre calor y volumen,
o también entre precio y demanda” (Moreira, 2000 pp. 20-22 y 27-31).
“En contraposición con el aprendizaje significativo, Ausubel define el aprendizaje
mecánico como aquel en el que nuevas informaciones se aprenden prácticamente sin
interacción con conceptos relevantes existentes en la estructura cognitiva” (ib.); sería,
por ejemplo, el caso de la memorización de fórmulas o la memorización de los nombres
de determinadas ciudades de una región. La consecuencia que, según Fernández Pérez,
“se sigue de esta definición diferenciadora es la superioridad del aprendizaje
significativo frente al mecánico, tanto en la calidad de lo aprendido (se aprende no sólo
los contenidos, sino sus relaciones), como en la cantidad de información almacenable
[…], en la duración del almacenamiento […], en la facilidad de recuperación […], en la
mayor probabilidad de transferencia” (Fernández, 1994, p. 189).
Ausubel señala dos condiciones para que se dé el aprendizaje significativo: que el
material o contenido que va a ser aprendido sea potencialmente significativo y que el
alumno manifieste disposición para relacionar de manera no arbitraria el nuevo material.
Esto significa que para facilitar el aprendizaje “es preciso prestar atención al contenido
y a la estructura cognitiva [del alumno] procurando ‘manipular’ los dos. Es necesario
hacer un análisis conceptual del contenido para identificar conceptos, ideas,
procedimientos básicos y concretar en ellos el esfuerzo instruccional […]. Es preciso
buscar la mejor manera de relacionar, explícitamente, los aspectos más importantes del
contenido de la materia de enseñanza con los aspectos específicamente relevantes de la

75
estructura cognitiva del aprendizaje. Esta relacionabilidad es imprescindible para el
aprendizaje significativo” (Moreira, 2000, p. 91). En otras palabras, hay que procurar
que los contenidos nuevos estén próximos a los contenidos o conocimientos previos de
los alumnos, para que se puedan ‘anclar’ a éstos y producir aprendizaje significativo.
Ausubel propone, en relación a los contenidos de la enseñanza, que éstos se atengan a
cuatro principios programáticos: diferenciación progresiva, reconciliación integrativa,
organización secuencial y consolidación. Con arreglo al primer principio “las ideas y
conceptos más generales e inclusivos de la materia de enseñanza deben presentarse al
comienzo de la instrucción y, progresivamente, diferenciarse en términos de detalle y
especificidad”. Con arreglo al segundo principio, “explorar explícitamente, relaciones
entre conceptos y proposiciones, llamar la atención hacia las diferencias y semejanzas
relevantes y reconciliar inconsistencias reales o aparentes”. Con arreglo al principio de
organización secuencial de contenidos, éstos deben ordenarse “de manera tan coherente
como sea posible […] con las relaciones de dependencia naturalmente existentes en el
material de enseñanza”. El último principio hace referencia a la necesidad de avanzar en
la enseñanza de los contenidos sólo cuando los anteriores hayan sido aprendidos y
según la secuencia adoptada (Moreira, 2000, pp. 92-93).
En este punto conviene introducir una técnica o recurso didáctico, típica del enfoque
constructivista, para organizar y presentar los contenidos de modo que posean
significatividad lógica. Se trata de los denominados ‘mapas conceptuales’33, propuestos
por Novak, colaborador de Ausubel. “El mapa conceptual es un esquema con
topografía, es decir, un esquema en el que los conceptos [contenidos] aparecen
geográficamente distribuidos en el espacio, de modo que permite la representación de
[…] relaciones entre ellos”34 (Sánchez, 2006, p. 139). Son un modo gráfico de facilitar
la visualización de contenidos y sus relaciones de jerarquía o, en otras palabras, “una
representación gráfica que sintetiza los conceptos básicos […] atendiendo a la
significatividad lógica” (ib.).
Finalizamos esta breve referencia a las teorías constructivas con las aportaciones de
Fernández Pérez, autor próximo al constructivismo (1994, p. 255), quien, en su extenso
tratado sobre Las tareas de la profesión de enseñar, dedica un espacio específico a los
criterios que deben considerarse en la fijación de los contenidos (mencionamos sólo

33
En nuestra Propuesta abreviada de curso introductorio (v. IV) hemos hecho un uso intensivo de esta
técnica típica del constructivismo.
34
No desarrollamos su modo de elaboración, que es intuitivo (v. Sánchez, 2006, pp. 138-142).

76
aquellos que no han sido abordados anteriormente y que pueden tener relación con
nuestro trabajo):
 Los contenidos deben ser consistentes, en su determinación y ordenación a la lógica
interna de la materia correspondiente. La aplicación de este criterio deja abiertos, no
obstante, otros dos aspectos: la extensión de contenidos concretos a incluir en la
programación y la profundidad con que se aborden.
 Los contenidos deben incluir información sobre las relaciones lógicas que se
establecen entre ellos y sobre su proceso histórico de gestación.
 Los contenidos deben tener en cuenta la diversidad de conocimientos previos de los
alumnos y de sus entornos económico, poblacional, cultural, etc.
 Debe otorgarse prioridad curricular a los contenidos que presenten una mayor
facilidad de ‘transformación didáctica’, esto es, que sean de más fácil aprendizaje
(1994, pp. 467-492).

II.3 Resumen
Nuestra intención ha sido determinar las reglas didácticas de los contenidos más
aceptadas y de mayor predicamento académico que se contemplan en el ámbito de la
didáctica y en la práctica educativa. Aunque casi todas las reglas o criterios han sido
descritos en el marco del enfoque constructivista, esto no implica toma de posición
epistemológica alguna sobre las diferentes teorías del conocimiento. De esta forma, las
reglas didáctica que nos servirán de ayuda en nuestro análisis para la determinación de
los contenidos y de su estructura expositiva, serán las siguientes:
1. Los nuevos contenidos a enseñar requieren un análisis y estimación de los
contenidos previos del alumno (para tratar de reducir el ‘nivel de desajuste óptimo’
entre lo nuevo y lo ya aprendido [Piaget]; para conseguir el ‘anclaje’ de los
contenidos nuevos en los ‘conocimientos previos’ y alcanzar un ‘aprendizaje
significativo’ [Ausubel]; para movernos en la ‘zona de desarrollo próximo’
[Vigotsky]; para conectar los conocimientos nuevos a los viejos [Thorndike]; para
avanzar en ‘pasos cortos’ con un ‘escalado de la complejidad’ que facilite la
comprensión [Martínez Delgado]...).
2. Se buscará que los contenidos nuevos sean próximos a los contenidos previos para
que el alumno pueda ´construir´ aquéllos sobre éstos.

77
3. Se presentarán primero los contenidos más generales e inclusivos, y después los más
concretos, por derivación de aquéllos
4. Se mostrarán con claridad las semejanzas y diferencias entre contenidos.
5. Se respetará la lógica interna conceptual de la materia que se trate.
6. Se dará prioridad a los contenidos más fáciles desde el punto de vista de la
comprensión.
7. Se abordará alguna aproximación al proceso de gestación y evolución histórica de
los contenidos más básicos.
8. Siempre que sea posible, se contextualizarán los contenidos nuevos en entornos
próximos a los de los alumnos.
9. Se facilitará el aprendizaje con la ayuda de ‘mapas conceptuales’ y ejemplos
prácticos.
10. Se tendrá presente la posible utilización de la estrategia de ‘desarrollo del conflicto
cognitivo’ para los contenidos nuevos que resultan ‘alejados’ de los contenidos
previos de los alumnos (que, aumentando su motivación, contribuirán a facilitar su
aprendizaje).

78
III. Determinación de los contenidos conforme a las reglas didácticas
El objetivo de esta parte es revisar, con los criterios didácticos adoptados en la parte II,
los principales contenidos que componen el acervo de la economía para determinar
cuáles y cómo presentarlos en un curso de introducción a la economía.
Las aportaciones al acervo de la economía académica en el curso de la historia son de
naturaleza epistemológica muy diversa y compleja. Incluyen diversidad de enfoques,
concepciones, métodos y objetivos, a veces de deslinde difícil con otras disciplinas
fronterizas, mezcla de proposiciones normativas y positivas, hipótesis, teorías y
modelos, axiomas, supuestos, etc., que podemos encontrar también en el ámbito de otras
disciplinas consideradas sociales, como la psicología, la sociología o la politología. Este
complejo punto de partida nos obliga, teniendo en cuenta que nuestro propósito es la
elaboración de un curso introductorio de economía que debe responder a las
consideraciones didácticas expuestas en la parte II, a dotarnos de criterios que nos
permitan seleccionar y ordenar las diferentes aportaciones de los economistas, de
acuerdo a ese propósito. En otras palabras, se trata de elegir qué aportaciones
económicas incluir y cómo presentarlas conforme a criterios didácticos.
Para ordenar esta parte del trabajo clasificamos los contenidos objeto de este análisis en
los siguientes epígrafes:
 III.1 Objeto, enfoque y concepción de la Economía.
 III.2 Relación de la Economía con otras disciplinas.
 III.3 La Economía en el contexto de las ciencias.
 III.4 La distinción entre Economía positiva y normativa.
En cada epígrafe nuestro trabajo se centra, básicamente, en: 1º) hacer un resumen de los
contenidos incorporados en las aportaciones de los economistas, y 2º) analizar, con
apoyo de las reglas didácticas adoptadas, cómo deben presentarse dichos contenidos en
un curso introductorio a la economía. Además, podremos comparar esta presentación
con la de los textos seleccionados tal como se ha resumido en I.9 (v. V).
Intentamos presentar de modo sencillo, y a la luz de la didáctica, una introducción a las
aportaciones al acervo de la economía. Las conclusiones serán utilizadas en la
propuesta de Curso de introducción a la economía que se desarrolla en la parte IV.

79
III.1 Objeto, enfoque y concepción de la economía.
En una primera aproximación, podemos establecer que el objeto de la economía es la
actividad económica desplegada por la acción del hombre. Obviamente esta definición,
por su carácter circular, no tiene validez formal. Sin embargo, esta aproximación
simple, previa a un análisis formal, tiene justificación didáctica por estar dirigida a
alumnos que se acercan por primera vez a la economía y porque permite ilustrar una
primera idea de interés: Hay que diferenciar entre la “economía” -la ciencia elaborada
por los economistas- y otra, la “actividad económica” -el objeto de estudio de los
economistas-35.
Esta distinción tiene, en efecto, interés didáctico, ya que los alumnos que se acercan por
primera vez a la economía pueden tener numerosas ideas previas controvertidas sobre lo
económico. Posiblemente habrán encontrado numerosas veces referencias de la
expresión “economía española” o “economía china” referidas no a la ciencia económica
académica elaborada en España o en China -al modo en que pudiera emplearse, por
ejemplo, la expresión Medicina china o Ingeniería alemana- sino a la actividad
económica de esos países, a su estructura económica, a sus registros estadísticos, a su
población ocupada, a su inflación, etc.
Además, anticipando un resultado de nuestro análisis formal sobre el objeto de la
economía, podemos extraer otra idea fácilmente trasladable a los alumnos de un curso
introductorio: la actividad económica es previa a la economía, entendida ésta como
disciplina diferenciada de otras ramas del conocimiento. Precedencia lógica, ya que lo
que pretende explicarse, el objeto material de cualquier ciencia, existe antes que la
disciplina que pretende explicarlo. Efectivamente, es fácil constatar cómo numerosos
textos de economía o de historia -económica o no- se refieren a la actividad económica
en el feudalismo, en el Imperio Romano, en la Grecia clásica, en Egipto, en
Mesopotamia e incluso en el Neolítico o en el Paleolítico, todas ellas etapas anteriores
al siglo XVIII en el que puede situarse el consenso sobre el nacimiento de la ciencia
económica.

35
En la lengua inglesa los términos sinónimos son menos equívocos: se utiliza ´economics´ para referirse
a la ciencia económica y ´economy´ para referirse a la actividad económica de un territorio, una región o
a un sistema económico determinado, como ´British economy´, ´Spanish economy´, o ´Asian economy´,
por ejemplo.

80
Como veremos, los economistas no disponen de un consenso sobre cuál es el objeto de
la economía36, ni de una concepción única de la economía o cuál es el enfoque que hay
que adoptar para estudiar su objeto, sea cual sea éste. Sin embargo, en un curso de
economía hay que mostrar de algún modo a los alumnos la concepción, el enfoque y el
objeto de esta disciplina y, en su caso, su problemática, su complejidad o sus variantes.
Hemos anticipado didácticamente, por ejemplo, que el objeto de la economía es la
actividad económica. Pero es obvio que esta respuesta no es correcta: habría que
delimitar qué elementos del conjunto de los que componen la actividad humana, han
seleccionado los diferentes autores y escuelas económicas como integrantes de su objeto
de la economía. Unos se han centrado en los precios de los mercados como elemento
analítico, otros en el valor; unos en el comportamiento individual, otros en los
agregados, etc.
Esta tarea de delimitación de los elementos del objeto seleccionados por cada autor, no
es fácil. Normalmente los autores no explicitan con detalle el objeto de la economía.
Suelen hacer pronunciamientos sintéticos al inicio de sus trabajos; en general, fijan y
acotan con precisión sólo aquello en lo que ponen el foco de sus análisis. Aunque esto
no quiere decir que el objeto de la economía que tienen in mente los economistas se
limita al que expresan en sus trabajos: a veces está implícita o tácitamente incorporado
en los supuestos de sus análisis.
Respecto del enfoque de la economía se podría decir algo semejante: unos economistas
han abordado su contribución a la economía partiendo del supuesto de que hay un orden
natural; otros, considerando que la agricultura es el origen de toda riqueza; otros, en
apoyo de gobernantes; otros, suponiendo que el mercado proporciona óptimos de
eficiencia; otros, en fin, en el marco de consideraciones teleológicas.
Y lo mismo respecto de la concepción: unos han hecho sus contribuciones al acervo de
las categorías económicas en el curso de sus estudios sobre la moral, la virtud o la
religión; otros, considerando que contribuían al arte de administrar lo público; otros,
siendo conscientes de que estaban construyendo una disciplina diferente; otros, una

36
A este respecto Robbins decía: “Los esfuerzos de los economistas durante los últimos ciento cincuenta
años [...] no han logrado la unanimidad en cuanto a la naturaleza última de la materia común [...] Todos
hablamos de lo mismo, si bien no nos hemos puesto de acuerdo sobre el objeto de nuestra conversación”
(1932, p. 21). En apoyo de esta proposición citaba a cuatro autores -Marshall, Davenport, Cannan y
Beveridge- para ilustrar la diversidad de definiciones sobre qué se entendía por Economía (1932, p. 22).
Después de su Ensayo (1932), la definición de Robbins pasó a ser la aceptada mayoritariamente, aunque
no exclusivamente.

81
ciencia; otros, una ciencia histórica; otros, una ciencia del comportamiento o
praxeología.

Para movernos en este escenario tan complejo, hemos procedido, de acuerdo con el plan
de trabajo descrito al comienzo del epígrafe III, a desarrollar: 1º) En III.1.1 un resumen
histórico de las aportaciones de los economistas a los contenidos de los tres elementos
que abordamos en este epígrafe: concepción, enfoque y objeto; 2º) En III.1.2 un análisis
de esos contenidos con las reglas didácticas de la parte II, que nos permitan determinar
cuáles y cómo presentarlos en un curso de introducción a la economía.

82
III.1.1 Resumen de las aportaciones a la economía

En este epígrafe se describen los contenidos de las aportaciones de los diferentes


economistas tal y como fueron hechas por los propios autores, con una finalidad
meramente clasificatoria, sin hacer interpretaciones con finalidad didáctica, tarea ésta
que corresponde al epígrafe siguiente. Los hemos agrupado cronológicamente y por
escuelas, con un criterio didáctico y flexible que permita visualizar, a grandes rasgos, un
número reducido de escuelas o paradigmas, pero suficientemente representativos de la
disciplina.

Antiguos.

Siguiendo a Schumpeter, iniciamos la búsqueda de la concepción, el enfoque y el


objeto de la economía que presentaremos a los alumnos de nuestro curso
introductorio, en la época grecorromana. Según este autor, las teocracias de la
antigüedad egipcia, asiria o babilónica, el pueblo hebreo o la antigua China, entre
otras civilizaciones, presentan fenómenos y problemas que no debieron ser muy
diferentes a los nuestros (1954, p. 88). Ekelund y Hébert, aunque consideran que la
historia de la ciencia económica se consolida en el siglo XVIII, inician su Historia
de la ciencia económica en el período de la antigua Grecia porque suponen que aquí
radican los antecedentes necesarios para entender el período clásico de la economía
(Ekelund y Hébert, 1992, p. 8). De modo similar procede Roncaglia en su Historia
del pensamiento económico, obra en la que denomina ´Prehistoria de la economía
política´ al período anterior al siglo XVIII (2001, pp. 39-45).
Con esta consideración comenzamos en la época grecorromana.

Jenofonte (s. IV a.C.) en su Económica se refiere al administrador que toma


decisiones en la administración pública o en la hacienda familiar, y reflexiona sobre
los modos eficientes de proceder por medio de la habilidad, el orden y la división
del trabajo (Ekelund y Hébert, 1992, p. 17).

Platón (s. IV a.C.) sólo se refiere a algo relacionado vagamente con la actividad
económica en su obra República al tratar sobre la gestión práctica del gobierno de la
casa, seguramente una hacienda con actividad agraria y ganadera y mano de obra
esclava.
83
Aristóteles (s. IV a.C.) escribe sobre la búsqueda del ideal de virtud. Sin embargo,
bajo ese enfoque aporta algunos conceptos y definiciones que tienen relevancia en el
análisis de lo económico. Así, acuña los conceptos de precio justo y justicia
conmutativa, la distinción entre el valor de uso y valor de cambio de los bienes, una
definición del dinero y sus funciones y algunas reflexiones sobre el interés.
Para otros autores (Ekelund y Hébert, 1992, p. 23) Aristóteles estableció
“claramente las siguientes proposiciones:
 El comercio aparece claramente sólo cuando existe excedente.
 Debe haber diferentes estimaciones subjetivas [...] acerca del valor de cada
excedente.
 Los individuos deben establecer una relación que reconozca la ventaja mutua
[...] del intercambio.
 Si surge una disputa en el intercambio [...] tendrá que determinarse por parte de
una autoridad [...] teniendo en cuenta las reglas comunes de justicia, y el
bienestar del estado.”
Con todo, consideramos que en Aristóteles tampoco hay un enunciado del objeto de
la economía: no podía haberlo, ya que la economía no era entonces un saber
diferenciado de otros saberes, era una materia auxiliar de la política.
La aportación principal de los autores anteriores es la aplicación de la racionalidad
al estudio de algunos aspectos de la actividad humana que pertenecen al ámbito de
lo que hoy entendemos como áreas o categorías de lo económico.
La etapa de Roma es generalmente considerada por los historiadores como
irrelevante en las aportaciones al análisis económico. Sólo se destaca el depósito de
principios económicos tácitamente considerados en su cuerpo jurídico, que
fructificarían mucho más adelante en contenidos de naturaleza económica.

Patrística y escolástica.

En la larga etapa de la patrística y la escolástica, que abarca aproximadamente los


siglos IV al XV, las aportaciones relacionadas con lo económico fueron
principalmente variaciones basadas en las de Aristóteles, orientadas, asimismo, a la
búsqueda de la virtud, en este caso cristiana, y con abundantes consideraciones

84
jurídicas, que al final de esta etapa cristalizan en los conceptos de ley natural y bien
común como referentes.
Aunque algunos autores se detienen en el análisis de las obras de Alberto Magno,
Tomás de Aquino y otros, para significar la relevancia de sus contribuciones al
análisis de lo económico como un posible germen de la moderna teoría del valor,
otros mantienen que “los tratados eruditos de la época se centran principalmente en
la cuestión de la justicia y no en el origen de los precios” (Ekelund y Hébert, 1992,
p. 38).

Al llegar a este punto, antes de iniciarse las etapas en que comienzan a surgir
aportaciones a la disciplina económica como saber diferenciado, conviene destacar
un aspecto: Hasta este momento histórico no hubo economistas, no hubo ciencia
económica, académicamente hablando, pero sí había actividad económica.
Caracterizada ésta por las figuras de la esclavitud o de la servidumbre en el
feudalismo; con sistemas de propiedad de la tierra no absolutos, ceñidos al usufructo
y ligados a deberes con el rey o el señor; producción y distribución ligadas a
territorios muy pequeños orientados a la autosuficiencia y que limitaban el
intercambio; y principios de organización y relación basados en el rango y no en el
contrato.

Preclásicos.

Los pensadores que alrededor de los siglos XVI y XVII escribieron sobre economía,
encuadrados bajo las etiquetas de cameralistas, bullonistas o mercantilistas, hicieron
diversas contribuciones que no pueden reducirse fácilmente a características
comunes. No obstante, hay acuerdo entre los historiadores sobre que el objeto de
sus reflexiones giraba alrededor del poder de los estados nacionales en gestación y
de cómo incrementar éste a través de su riqueza nacional. Riqueza entendida como
acumulación de moneda o metales preciosos, o del saldo positivo de su balanza
comercial. Por ejemplo, según Ekelund y Hébert, “el tema más importante que
consideraron los autores mercantilistas fue [...] el del comercio y las finanzas
internacionales. El oro y los medios para adquirirlo eran por lo general el nexo de la
discusión” (Ekelund y Hébert, 1992, p. 46).

85
En una línea similar a sus antecesores, William Petty (1623-1687) centra el objeto
de sus análisis de “aritmética política” en el “cuerpo político”. Éste sería el conjunto
de relaciones entre los agentes sociales y los intercambios de bienes sujetos a una
autoridad política (Roncaglia, 2001, pp. 90 y ss.). Petty es más relevante por su
método y sus mediciones pero, en lo atinente a este epígrafe, lo significativo son los
fenómenos objeto de sus análisis: el dinero, la dinámica de los mercados, los precios
(distinguía precio natural, precio político y precio corriente) y una incipiente
acuñación del concepto de excedente, entre otros (Ekelund y Hébert, 1992, p. 80).

Cantillon (1680-1734) profundiza en la línea de Petty, y en su Ensayo sobre la


naturaleza del comercio en general (1755) fija el objeto de sus reflexiones en la
organización interna del sistema económico, en el dinero y su circulación, y en el
comercio exterior. Esta obra, escrita “probablemente entre 1728 y 1734, y publicada
póstumamente en francés en 1755, después de haber sido abundantemente plagiada
en inglés” (Roncaglia, 2001, p. 131), se considera el nexo entre los autores
anteriores y los fisiócratas y Adam Smith. Por el rigor de su contenido y por su
enfoque del análisis económico, separado de consideraciones morales y políticas,
mereció de Stanley Jevons el reconocimiento de la paternidad de la Economía
Política en su ensayo Richard Cantillon y la nacionalidad de la economía política
(1755, pp. 203-231).
En esta obra se clasifica la actividad económica en los sectores propios de su época
(agrario, artesanal y comercial) y los pone en relación con las zonas geográficas
(campos, pueblos y ciudades) y las diferentes clases de población (campesinos,
comerciantes, artesanos y nobleza). Además, profundiza en la relación entre el
precio de mercado de los bienes y su denominado valor intrínseco (Roncaglia, 2001,
p.131 y ss.).
Cantillon “fue uno de los primeros en:
 Tratar el crecimiento de la población como parte integrante del proceso
económico.
 Desarrollar una explicación económica de la localización de las ciudades y
núcleos de población.
 Hacer una distinción entre precio de mercado y valor intrínseco (es decir, precio
de equilibrio) y mostrar cómo los dos convergen a largo plazo.

86
 Demostrar que las variaciones de la velocidad de circulación del dinero son
equivalentes a las de la masa monetaria.
 Investigar los canales a través de los cuales las variaciones de la masa monetaria
influyen en los precios.
 Describir el mecanismo por el que los precios se ajustan en el comercio
internacional.
 Analizar los flujos de renta entre los principales sectores de la economía.”
(Ekelund y Hébert, 1992, p. 81).
Esta amplia lista califica por sí sola la obra de Cantillon y define bien lo que es
su objeto de la economía, que se acerca ya al de la economía actual.
En cuanto al enfoque, este autor se aproxima a la actividad económica como ya
se hacía en las ciencias físicas: considerando que la actividad económica era un
conjunto constituido por partes interrelacionadas que funcionaban de modo
racional, animadas por la búsqueda del beneficio, que sería el principio básico
que ajustaba constantemente los desequilibrios de dicha actividad.

Los fisiócratas, con Quesnay (1694-1774) a la cabeza, compartían la creencia en la


existencia de un orden natural y la idea de que la agricultura era el único sector
capaz de producir un excedente. Por ello, el objeto de sus estudios fue la descripción
del proceso de generación del excedente en la agricultura y cómo encajaba ese
proceso en un marco económico más amplio que formaba parte del orden natural.
Por tanto, se trataba ya de un enfoque de la economía que pretendía desentrañar y
enunciar las leyes que rigen el desarrollo de la actividad económica. Pero no sólo
había este componente positivo, típico del enfoque científico, sino otro de naturaleza
normativa. En efecto, cuando la coyuntura de los mercados no garantizaba un “bon
prix” suficiente para los agricultores, recomendaban al gobierno la adopción de las
políticas necesarias para facilitar su elevación (Roncaglia, 2001, p.138 y ss.).
Además, se fomentaba la discriminación positiva de la agricultura en detrimento de
los otros sectores económicos.
Consignamos un aspecto de interés: en el enfoque de los fisiócratas, en su tableau
economique, cristaliza por primera vez una visión de la actividad económica como
proceso circular en el que, período tras período, se suceden una tras otra las fases de
producción, distribución y consumo, asegurándose la continuidad del sistema.

87
Una síntesis gráfica del tableau, preparada por Ekelund y Hébert (1992, pp. 92-93),
se muestra a continuación.

Agricultores Artesanos Propietarios

En el gráfico, si cada línea representa un gasto de 1000 millones de um., puede


apreciarse cómo los agricultores necesitan 2000 millones para producir 5000
millones. La diferencia de 3000 millones -el produit net- proporciona la subsistencia
a los otros dos sectores.
Este esquema gráfico es muy similar al preparado por Shigeto Tsuru en el Apéndice
“Sobre los esquemas de reproducción” de la obra de Sweezy Teoría del desarrollo
capitalista (Sweezy, 1942, pp. 397 y ss.). En este Apéndice se comparan los
agregados económicos keynesianos con los que se derivan del análisis marxista y
los de éste con los de Quesnay.
Este enfoque, explícitamente circular de la actividad económica, es el primero de
una serie que continúa por Marx, Sraffa, Leontief y Von Neumann entre otros, y
establece una forma de aproximarse al conocimiento de la actividad económica, y a
su representación gráfica, de fuerte tradición académica.

Clásicos.

Adam Smith (1723-1790) en La riqueza de las naciones define la economía política


como “una de las ramas de la ciencia del legislador o estadista” y le asigna dos
objetivos: “El primero, suministrar al pueblo un abundante ingreso o subsistencia
[...] y el segundo, proveer al Estado o República de rentas suficientes para pagar los
servicios públicos (1776, p. 537).
El título completo de la obra, Investigación sobre la naturaleza y causa de la
riqueza de las naciones, es suficientemente expresivo de su objeto: qué debemos
entender por riqueza y cómo se genera ésta.

88
En dicha obra se abordan, concretamente, los siguientes aspectos de la actividad
económica: la división del trabajo y las técnicas de producción y la productividad
derivada de ambas, la generación del producto y su distribución entre las diferentes
“clases del pueblo”, la moneda, el precio natural y el “actual o mercantil”, las
ganancias, los salarios, las rentas de la tierra, el capital o “fondo”, la evolución de
las economías de los estados europeos después del Imperio Romano, el comercio
entre países, la crítica a las doctrinas mercantilistas y fisiocráticas y su idea de
riqueza nacional, los ingresos y gastos del “Soberano o de la República”, etc.
Pero, además, los asuntos objeto de análisis de Adam Smith no se agotan en los de
la obra citada. En el resto de su obra dirige su atención a los “sentimientos morales”,
los principios que guían la investigación filosófica, la retórica, las bellas artes, etc.
Como escribe Roncaglia (2001, p. 177), sus reflexiones sobre economía “forman
parte de una investigación más amplia sobre el hombre y la sociedad: dos elementos
que, [...], constituyen un solo objeto de estudio”.
La cita anterior tiene interés porque pone de manifiesto que Adam Smith
consideraba que el objeto de la economía requiere la consideración de otros aspectos
de la actividad humana. Así, en la Riqueza de las naciones estudia la evolución
histórica de las economías europeas en el Libro IV, la tecnología en el Libro I y el
papel del Estado en el Libro V, y en su obra anterior, La teoría de los sentimientos
morales, “analizaba la conducta humana en función de tres pares de motivos:
egocentrismo y altruismo; el deseo de ser libre y el sentido de la propiedad; el hábito
de trabajo y la propensión al intercambio [...] un orden social de armonías naturales
en el que cada hombre, al permitírsele perseguir sus propios intereses, promovía
inconscientemente el bien común” (Barber, 1967, p. 28).
Mostramos ahora algunos aspectos concretos de la obra de Smith que muestran más
claramente el objeto y el enfoque de este autor:
 Considera tres sectores económicos: agricultura, comercio y manufactura.
 Introduce tres elementos principales en su análisis: la división del trabajo, los
precios y el crecimiento.
 Concibe el orden natural como un marco que actúa a favor de la libertad del
individuo, en el que la interferencia gubernamental sería innecesaria e
indeseable en la mayor parte de las actividades.

89
 Concibe la competencia entre los hombres como la facultad que limita su
egoísmo.
 Desplaza la doctrina del precio justo en beneficio de la competencia en los
mercados y su tendencia hacia el precio central de equilibrio de las mercancías.
 Contiene una descripción consistente del crecimiento basada en la división del
trabajo y en el papel del capital o inversión.
 Extiende el concepto de trabajo productivo de la agricultura a la manufactura
pero no a los servicios.
 Distingue entre precio de mercado y precio natural, entendido éste
esquemáticamente como el sumatorio de los insumos de trabajo, tierra y capital.
 Entiende que los precios de mercado son los de corto plazo, que fluctúan en el
largo plazo alrededor del precio natural.
 Define el fondo de salarios como “los adelantos que el capitalista efectúa sobre
el ingreso que obtendrá en el futuro de aquello que los trabajadores producirán”,
y el beneficio sería la “recompensa por estos adelantos” (Perdices de Blas,
2007, p. 118), y el inicio de un proceso de acumulación que estaría en el origen
del crecimiento.
 No considera que el trabajo sea homogéneo y distingue los factores que pueden
alterar el salario correspondiente a cada tipo de actividad laboral.
 Entiende que los capitales se mueven hacia las actividades donde se obtiene
mayor beneficio y éste, por su parte, tiende a disminuir por efecto de la
competencia.
 Su visión histórica identifica cuatro estadios sucesivos en el curso del proceso
económico: caza, agricultura, pastoreo e intercambio. Para caracterizarlos
separadamente, acude a la diferente configuración de los derechos de propiedad
en cada estadio, la aparición del excedente económico como determinante de
jerarquías de riqueza y de poder, la aparición de ciudades, el crecimiento de la
población, el régimen esclavista o el de servidumbre, la especialización y la
división del trabajo, entre otras.
Esta parte del análisis económico, que se encuentra en el Libro IV de La riqueza
de las naciones, tiene interés especial para nuestro propósito. Smith analizaba la
actividad económica de cada época considerando como dadas, en cada contexto
histórico, una serie de reglas jurídicas y regímenes de relación (como el

90
esclavismo o la servidumbre). Sus estadios económicos son un modo de estudiar
la actividad económica troceando ésta en partes históricas, caracterizadas por
variables no económicas (políticas, sociológicas, jurídicas, religiosas, etc.), pero
que afectan al desarrollo de la actividad económica.

Malthus (1766-1834) nació cuarenta y un años después que Smith e impartió clases
de economía basadas en su libro La riqueza de las naciones (Roncaglia, 2001, p.
218). Por ello, sus enfoques y el ámbito de su trabajo, en líneas generales, eran
próximos a los de aquél y no nos detendremos más que a considerar un aspecto
particular de su Ensayo sobre el principio de población. Este principio de población
consistía básicamente en que el crecimiento de la población está necesariamente
limitado por el crecimiento de la oferta de alimentos.
Con independencia de su validez predictiva como teoría, este principio pone en el
centro de la actividad económica, y por tanto en el objeto de la economía, la
importancia del uso de los recursos naturales, en este caso los alimentarios.

David Ricardo (1772-1823) fija su interés principal en la distribución del excedente.


En concreto, escribe “El producto de la tierra, todo lo que se saca de su superficie
por la aplicación conjunta del trabajo, la maquinaria y el capital, se distribuye entre
las tres clases de la sociedad, es decir: los propietarios de la tierra, los del capital
necesario para cultivarla y los trabajadores que la cultivan. [...] El problema
principal de la economía política consiste en determinar las leyes que regulan esta
distribución” (1817, p. 31).
Podemos considerar que el objeto de sus análisis era un conjunto de aspectos de la
actividad económica similar a los de Adam Smith.
Sin embargo, sus elaboraciones teóricas de detalle divergieron en puntos concretos.
Por ejemplo, su teoría del valor trabajo basada en los costes reales y del capital
incorporados al producto, su teoría del estado estacionario o, como ya hemos
señalado, su objetivo central, el modo en que cambiaban las proporciones relativas
de renta correspondientes a la tierra, el trabajo y el capital, y sus efectos sobre la
inversión y el crecimiento.

91
Say (1767-1832) no aportó novedades en lo que se refiere a nuestro objetivo en este
epígrafe. Sin embargo, lo traemos a colación porque su famosa ley -´la oferta crea su
propia demanda´- fue adoptada como una de las hipótesis básicas de la tradición
clásica y neoclásica.

Senior (1790-1864) promovió activamente poner el foco de la investigación en la


economía positiva y desechar las aproximaciones normativas. Adoptó formalmente
una metodología con la que pretendía evitar la confusión, habitual entonces, entre la
ciencia de la economía y el arte de gobierno, intentando “formular, consciente y
explícitamente, los postulados necesarios y suficientes para [...] el pequeño aparato
analítico comúnmente conocido por teoría económica” (Schumpeter, 1954, p. 640).
Propuso “una teoría subjetiva del valor basada en la escasez y la utilidad” rozando
“el principio de la utilidad marginal decreciente [...] anunciando el enfoque
marginalista de la distribución que considera salarios, beneficios y rentas como
recompensas por los servicios de los ´factores de producción´: trabajo, capital y
tierra” (Roncaglia, 2001, pp. 306-307).

J. S. Mill (1806-1873) insiste en las ideas anteriores y concibe la economía como “la
ciencia que describe las leyes de aquellos fenómenos de la sociedad que se originan
en las operaciones continuadas de la humanidad para la producción y distribución de
la riqueza en la medida en la que esos fenómenos no quedan modificados por la
persecución de otro objeto” (1844, p. 164).
Sin embargo, Mill -último representante significativo del período clásico, que vivió
en pleno siglo XIX- ofrece novedades de gran interés.
Aunque el objeto de sus escritos económicos, en líneas generales, se ocupa de los
mismos o similares conceptos y categorías que sus inmediatos antecesores desde
Smith, se percató de que el estudio de la actividad económica necesitaba contar con
el apoyo de otras ciencias. En concreto afirma: “Para fines prácticos la economía
política está siempre entrelazada con otras muchas ramas de la filosofía social.
Excepto en cuestiones de detalle, quizás no existan cuestiones prácticas, incluso
entre las que más se aproximan al carácter de puramente económicas, que se puedan
solucionar sólo sobre premisas económicas. [...] Smith no perdió nunca de vista esta
verdad [...] apela siempre a otras consideraciones que las ofrecidas por la economía

92
política pura” (ib., p. 25). Profundizando en esta línea estableció la dicotomía entre
las leyes económicas de la producción y las leyes sociales de la producción. Las
primeras serían invariables y gobernadas por leyes naturales y constituirían el
ámbito propio de la economía; las segundas serían producto de las instituciones y la
voluntad humana y, por tanto, modificables ya que pertenecerían a ámbitos no
exclusivos de la economía como la historia, la sociología, etc. (Ekelund y Hébert,
1992, p. 86). En su obra Principios de economía política, los Libros I, II y III se
refieren a las leyes económicas y los Libros IV y V a las leyes sociales de la
distribución.

Como hemos visto, para los clásicos el enfoque del problema económico consistía
en un análisis de las condiciones que garantizaban el funcionamiento continuo de
una actividad económica basada en la división del trabajo. Se centraban en la
producción, la distribución, la acumulación y la circulación del producto; tenían una
idea circular de la actividad económica. Los precios adquirían el significado de
indicadores de dificultad relativa de producción y la distribución de las rentas era un
problema con características propias derivadas de las relaciones de poder entre ellas
(Roncaglia, 2005, pp. 373-374)
A partir de Smith y Cantillon la concepción de la economía comienza a mostrar
formas científicas: se empieza a indagar en la búsqueda de leyes que rigen el
funcionamiento de la actividad económica, los efectos de la división del trabajo, la
aparición de un excedente, su reparto, etc. Es la época en que se pasa de la
producción para el autoconsumo a la producción para el mercado, proceso facilitado
por la extensión de la propiedad privada y el crecimiento de la producción artesanal
(Roncaglia, 2001, pp. 39-44).

Marxistas.

Las aportaciones de Marx (1818-1883) se extienden, como mínimo, a los ámbitos de


la sociología, la filosofía, la política, la antropología y la economía. Ciñéndonos a
las aportaciones de sus obras reconocidamente económicas, destacamos solamente
lo que nos interesa de este autor en este epígrafe de nuestro trabajo, dedicado a la
búsqueda de contenidos del objeto, el enfoque y la concepción de la economía.

93
Su obra principal, El capital, se subtitula “crítica de la economía política”, por lo
que podemos decir, en principio, que los objetivos de sus análisis se referían a los
mismos elementos que los de la economía clásica anterior y coetánea a Marx. Esto
es, la producción, los salarios, los precios, el valor de los bienes, la distribución, etc.
Sin embargo, su obra acuña nuevas categorías analíticas, tales como la clase social
definida de un nuevo modo, la lucha de clases, la plusvalía, las relaciones de
producción, el modo de producción, la sobreproducción, etc. y postula nuevas leyes
como la ley del valor o la ley de la tasa decreciente de ganancia, entre otras.
Su concepto de modo de producción, básico en su acotación de lo económico, está
ligado a la historia. Su crítica a la economía política contenía, además de una crítica
a sus colegas economistas, una descripción de la actividad económica de su época,
definida por él como modo de producción capitalista. Pero, en su opinión, había
otros modos de producción, ligados al desarrollo de las fuerzas productivas, según
diferentes etapas de la historia, asociados cada uno de ellos a instituciones o culturas
diferentes que, por ello mismo, se rigen por reglas distintas (por ejemplo, el
esclavismo en la antigüedad o en el Imperio Romano, y el vasallaje o servidumbre
de la gleba en el feudalismo).
Este enfoque, similar al realizado por Adam Smith en lo concerniente a la
relatividad de los análisis económicos a las circunstancias históricas (y también al
de Mill en lo referente a la dicotomía entre las leyes económicas y las leyes sociales
de la distribución), tiene interés para nuestro propósito didáctico porque significa
que algunos autores consideran que hay un objeto de la economía o una actividad
económica diferente para cada etapa histórica diferenciada, que se rigen por leyes
diferentes.
En otras palabras, según este enfoque el objeto de la economía debería considerar
las distintas tipologías de actividades económicas que corresponden a cada etapa de
la historia37.

37
Incidentalmente reflejamos la observación de Engels contenida en una recensión a la Contribución a la
crítica de la economía política: “todas las ciencias que no son naturales son históricas” (Marx, 1859, p.
199).

94
Marginalistas.

Con Dupuit (1804-1866) se inicia el marginalismo. Aunque el concepto de utilidad


se inicia en Bentham, Dupuit fue el primero en presentar relacionados el concepto
de utilidad marginal y la curva de demanda.
Describió bien el concepto de excedente del consumidor, el monopolio y sus causas
y la discriminación de precios, y su análisis coste-beneficio proporcionó una buena
aproximación para la determinación de la provisión óptima de bienes públicos.

Gossen (1810-1858) fue el primero que desarrolló una teoría del consumo afianzada
en el concepto de utilidad marginal. Sus trabajos se orientaron hacia la
formalización matemática del cálculo hedonista de Bentham.
Formuló una primera ley en la que postulaba y describía gráficamente el principio
de la utilidad marginal decreciente y una segunda en la que describía la condición de
maximización de la utilidad.

Jevons (1835-1882) concibe la economía como un “cálculo del placer y el dolor”


(Jevons, 1876, p. 36).y como “una especie de matemática que calcula las causas y
los efectos de la actividad humana” (1876, p. 16).
Para Jevons “el problema de la economía [...] puede formularse así: Dada una cierta
población, con diversas necesidades y capacidades productivas, en posesión de
ciertas tierras y otras fuentes de materias primas: se pide el modo de emplear su
trabajo que maximice la utilidad del producto” (1876, p. 253).
Con su teoría subjetiva del valor intentó incorporar a la economía el método
matemático y su visión del placer y el dolor como motores de la actividad de los
hombres. En su obra Teoría de la economía política escribió: “Existen muchos
prejuicios contra los intentos de introducir los métodos y el lenguaje de las
matemáticas en cualquier rama de las ciencias morales [...] Mi teoría de la
economía, empero, es en esencia, puramente matemática” (1876, p. 68). Y también:
“El placer y el dolor son, indudablemente, los objetos últimos del cálculo de la
economía. Satisfacer nuestras necesidades al máximo con el mínimo esfuerzo, [...],
en otras palabras, maximizar el placer es el problema de la economía” (1876, p. 93).

95
Estableció el principio de equimarginalidad para los usos alternativos de mercancías
y para las elecciones entre bienes, y formuló la ley de las utilidades marginales
decrecientes.
Para Jevons el valor de cambio de cada bien era igual a la utilidad marginal de su
consumo y a la desutilidad marginal del trabajo necesario para producirlo.

Edgeworth (1845-1926) hizo dos aportaciones analíticas bien conocidas por los
estudiantes actuales de economía: las curvas de indiferencia y la curva de contrato,
en las que profundizaba en el “enfoque abstracto de la economía, mediante el cual se
descontextualiza el problema de su ámbito institucional específico y trata de
reducirse a su esencia matemática” (Perdices de Blas, 2003, p. 329).

La revolución marginalista que inician los autores anteriores representa un cambio


de objeto y de enfoque de gran alcance. Se traslada el foco de atención desde la
división del trabajo y sus efectos sobre la producción, la distribución, el consumo y
las relaciones entre los grupos sociales (agricultores, artesanos, comerciantes,
obreros) hacia la relación de los hombres, considerados individualmente, con los
bienes. Ahora se trata de saber cómo se maximiza la utilidad en el consumo y el
beneficio en la producción, y sus efectos sobre precios, renta de los factores, etc. En
otras palabras, se amplía la microeconomía y se analiza la actividad económica con
otro enfoque más subjetivista.
Los clásicos se movían en el marco institucional de una economía de empresa
privada y libre competencia que introducía una mayor división del trabajo y
especialización en un mercado creciente. Aunque este marco –el mercado y la libre
competencia– no cambia con el marginalismo, ahora es el mercado el que asigna los
recursos de forma eficiente y óptima. La teoría del desarrollo económico de los
clásicos es sustituida por el análisis del equilibrio y la introducción del principio de
maximización (de la utilidad en los consumidores o de los beneficios en las
empresas).

Escuela austríaca.

Menger (1840-1921), fundador de la escuela austríaca, mantuvo enfrentamientos


con los historicistas alemanes (que no hemos considerado necesario detallar en

96
nuestro repaso histórico), argumentando que el propio interés de los agentes
económicos y la maximización de la utilidad eran los fundamentos de la economía y
su objeto de análisis principal. Los análisis sobre agregados sólo podían realizarse
cuando descansaran sobre componentes individuales bien conocidos.
La escuela de Menger defendía el dualismo metodológico. Sus mentores creían que
las ciencias sociales, por ser diferentes de las ciencias físicas, requerían una
metodología diferente: la metodología individualista o atomística, basada en un
proceso de deducción de principios económicos a partir de axiomas evidentes sobre
la escasez, los gustos, la ordenación de preferencias individuales, etc.
Incorporó el concepto de necesidad como correlato de la utilidad: ésta sería la
capacidad que tienen las cosas para satisfacer necesidades. Así, formuló la teoría
subjetiva del valor, que resolvió la “paradoja del valor”.
Formuló con claridad el principio de equimarginalidad. Esto es, dados unos recursos
escasos, un individuo los consumiría de tal modo que las utilidades sean iguales en
el margen.
Desarrolló el concepto de coste de oportunidad en términos de renuncia a la
satisfacción de necesidades.
Menger consideraba “que la teoría clásica de determinación de los precios, tal y
como había sido elaborada por Adam Smith y sus seguidores anglosajones, dejaba
mucho que desear”, así que “pretendió establecer los nuevos fundamentos sobre los
[...] que era preciso reedificar toda la Ciencia Económica”. Según este autor era
necesario “abandonar el estéril ´objetivismo´ de la escuela clásica” y situarse en la
perspectiva del individuo que actúa, considerado el “actor creativo y protagonista de
todos los procesos sociales” (Huerta de Soto, 2000, pp. 64-65).
Postuló la ´teoría de los bienes económicos de distinto orden´, estableciendo etapas
sucesivas en la producción desde la más alejada del consumo hasta los bienes finales
de consumo. Esta distinción en etapas del proceso productivo sería necesaria para
entender cómo interviene el valor subjetivo y la utilidad en cada momento del
proceso.

Von Wieser (1851-1926) realizó numerosas ampliaciones de las aportaciones de


Menger sobre la utilidad y el valor de los bienes.

97
Formuló su doctrina de los costes alternativos, que considera los costes como
utilidades sacrificadas, e interpretándolos como los denominados posteriormente
costes de oportunidad (Perdices de Blas, 2007, p. 345).
Durante su vida profundizó en el papel que jugaban las instituciones y la historia en
su concepción subjetivista, pero su conclusión fue que la teoría económica
iluminaba a la sociología, y no ésta la que iluminaba el comportamiento económico
(Ekelund y Hébert, 1992, pp. 356-357). No obstante, en los últimos años de su vida
se inclinó por la sociología.

Böhm-Bawerk (1851-1914) consideró el mismo objeto de la economía que sus


compañeros de la escuela marginalista de Viena.
Sus aportaciones de referencia son la teoría del capital ligada al concepto de
“período medio de producción”, la descripción del tipo de interés como un pago por
el uso temporal del capital, y una teoría del interés basada en la preferencia temporal
positiva: los bienes presentes se prefieren a los futuros.

Von Mises (1881-1973). Su programa de investigación incluyó un ensayo que


pretendía mostrar la imposibilidad del cálculo económico en una economía
socialista, principalmente por la falta de precios que fueran buenas señales para
tomar decisiones económicas para planificar. Escribió la obra básica de esta escuela,
La acción humana, en la que consideraba a la economía como una parte de la
praxeología 38 , entendiendo ésta como una disciplina sobre la acción de los
individuos. Extendió la concepción marginalista al desarrollo de campos como la
teoría del dinero y del crédito y a los ciclos económicos (Perdices de Blas, 2007, p.
350). Teoría que se basaba en el perjuicio que causaba la autoridad monetaria
permitiendo crecer en demasía la oferta monetaria, a través de los bancos de reserva
fraccionaria, generando señales equívocas a los empresarios, con abundancia de
dinero, que acababa provocando una sobreinversión y la correspondiente crisis.

38
Este término lo acuñó Von Mises. Así lo expone Huerta de Soto (2000, p. 18):”para los austríacos la
economía queda subsumida o integrada dentro de una ciencia mucho más general y amplia, una teoría
general de la acción humana (y no de la decisión o elección humanas). Según Hayek, si para esta ciencia
general de la acción humana ´se necesita un nombre, el término ciencias praxeológicas, ahora claramente
definido y utilizado por Ludwig Von Mises, parece ser el más apropiado”

98
Von Hayek (1895-1992) contribuyó a los estudios sobre la imposibilidad del
cálculo económico en una sociedad planificada; postuló la existencia de un orden
espontáneo en los mercados y que éstos no se configuran de acuerdo a plan alguno,
sólo proporcionan el marco para que cada cual pueda alcanzar sus fines particulares;
negó, incluso, la pretensión de los estudiosos de descubrir las pautas racionales de
los mercados y planteó serias dudas sobre las propuestas de la teoría del equilibrio
(Perdices de Blas, 2007, pp. 353-355).
Fue beligerante con la intervención estatal, a la que consideraba responsable de los
ciclos, y propuso la desnacionalización del dinero por entender que la sociedad lo
puede suministrar con más eficacia que el Estado (Perdices de Blas, 2007, pp. 356-
358).

Esquemáticamente podría decirse que, para esta escuela, la sociedad se asemeja a un


proceso o estructura dinámica muy compleja que, mediante el mecanismo de la
´acción humana´, genera una coordinación social que deviene en un ´orden
espontáneo´, orden que, en el ámbito económico, y mediante la fuerza de la ´función
empresarial´, se concreta en el mercado.

Oskar Lange define la concepción económica de esta escuela como corriente


subjetivista. Según él, la hipótesis clásica de búsqueda del interés personal como
reguladora del comportamiento de los agentes económicos se eleva “a la categoría
de principio general que preside toda la actividad económica” (Lange, 1963, p. 209),
“en vez de una ciencia de las relaciones económicas entre los hombres, ha surgido
una ciencia cuyo objeto es la relación entre el hombre y las cosas; […] ha surgido
una ciencia formal sobre determinado modo de comportamiento, […] que es
simplemente un capítulo de la praxeología” (Lange, 1963, p. 216).
La siguiente colección de citas, recogidas del texto Economía Política de Oskar
Lange (1963, p. 217), ilustra con expresividad el cambio de objeto que representan
estas escuelas: << Wieser escribe: “La teoría de la economía simple parte de la
hipótesis idealizada de que el sujeto de la economía es un solo individuo” […],
Robbins afirma que “los fenómenos de la economía misma de cambio sólo pueden
ser explicados penetrando esas relaciones […] que se perciben mejor al observar la
conducta de un individuo aislado”. […] Menger ilustra su exposición con ayuda de

99
los ejemplos siguientes: “un habitante de la selva”, “el habitante de un oasis”, “un
individuo en una isla desierta”, “un agricultor que trabaja aislado” […] Böhm-
Bawerk comienza su exposición de la forma siguiente: “un hombre sentado cerca de
una fuente de agua potable”, “un viajero que se encuentra en el desierto”, “un
agricultor aislado del mundo” […], etc. >>

Hasta aquí hemos distinguido, a grandes trazos, tres grandes paradigmas bien
diferenciados respecto del enfoque y la concepción de la economía: el clásico (que
incluiría a sus precursores), el marxista y el marginalista, incluyendo en éste la
escuela austríaca.
A partir de aquí, veremos surgir el institucionalismo, como continuación de los
historicistas, la economía del bienestar y, sobre todo, la escuela neoclásica (que
incluiría keynesianos, monetaristas y otros).

Escuela de Lausana.

Walras (1834-1910) está asociado al análisis del equilibrio general. En contraste con
el equilibrio parcial de Marshall, que se refiere al equilibrio en un mercado aislado,
en el equilibrio general de Walras sólo es posible hablar de equilibrio si todos los
mercados están en equilibrio simultáneamente.
En sus análisis sobre los ajustes de los mercados, el precio era la variable de ajuste
de las cantidades demandadas u ofrecidas en las curvas de demanda u oferta. No así
en Marshall, cuyas funciones de demanda y oferta eran del tipo P(demanda)x=f(Qx)
y P(oferta)x=f(Qx).
Describió procesos dinámicos de ajuste o desajuste en los mercados en base a la
teoría de la telaraña.
Desarrolló y relacionó los conceptos de utilidad marginal, tasa marginal de
sustitución, restricción presupuestaria y maximización de la utilidad.
Walras dedicó buena parte de sus esfuerzos a completar el edificio del modelo de
equilibrio general, y a analizar las condiciones de existencia, estabilidad y unicidad
del equilibrio.
Formuló la ley de Walras que podría resumirse indicando que la existencia de
equilibrio en n-1 mercados, de un sistema que contenga n mercados, implica la
existencia de equilibrio en el n-ésimo.

100
Knut Wicksell (1851-1926), coetáneo de Böhm-Bawerk, elaboró una teoría
marginalista de la distribución de la renta entre capital, trabajo y tierra, basada en
sus respectivas productividades marginales, y desarrolló una distinción entre el tipo
de interés monetario y el tipo de interés natural.

Pareto (1848-1923) fue un partidario del equilibrio general de Walras y utilizó este
modelo para explorar y fijar con estas bases algunas áreas del análisis económico.
Definió el óptimo de bienestar, que lleva su nombre, como una situación en la que
ningún individuo pudiera ganar con el intercambio sin empeorar la situación de otro,
y demostró que el equilibrio competitivo es un óptimo de estas características.
Abrió la vía para investigar si se pueden especificar las condiciones en las que
podría darse una respuesta libre de juicios de valor cuando los cambios implican
ganadores y perdedores. En otras palabras, si se puede encontrar una función de
bienestar social exenta de juicios de valor.
Formuló la ley que lleva su nombre, según la cual la distribución de la renta es
función del tamaño de la población y de una serie de parámetros y, por tanto,
independiente de las vicisitudes históricas y sociales.

Fisher (1846-1947), neoclásico, realizó contribuciones al análisis económico basado


en la distribución entre flujos y stocks.
En su análisis del equilibrio utilizó curvas de indiferencia convexas y la recta de
restricción presupuestaria.
Formuló la ecuación que sirvió de fundamento a la moderna teoría cuantitativa:
MV=PQ.

Institucionalistas.

Veblen (1857-1929) es el primer economista reputado como institucionalista. Este


autor rechazaba radicalmente que alguna mano invisible o ley natural promoviera el
mayor bien para el mayor número de personas. No creía que las personas fueran
calculadores racionales de placeres y dolores.
Su concepción del mundo consideraba que las circunstancias materiales, de una
época dada en que se encuentren los humanos, son el factor más significativo que
afecta a su comportamiento.

101
Las instituciones -modos de hacer las cosas, modos de pensar, costumbres,
regulaciones legales o de otro tipo, sistemas de recompensa, etc.- surgen para incidir
sobre las circunstancias materiales. Tiene importancia, por tanto, reconocerlas y
analizar su naturaleza para saber el papel que desempeñan. Las interacciones entre
los hombres y las instituciones, constituyen los motores de cambio del sistema.
Veblen, contrariamente a Marx, no tenía una visión teleológica, no sabía cuáles eran
los fines que guiaban a la sociedad ni la meta, aunque creía que la sociedad
capitalista de su época se encontraba en una situación crítica.
Consideró útil distinguir entre propietarios, hombres de negocio, gerentes, empresas
industriales y financieras, bancos de inversión, etc. para hacer análisis de detalle de
las interacciones entre éstos y las instituciones.
Describió procesos concretos de regulaciones protectoras de intereses creados en
detrimento del interés general.
Analizó el ciclo económico en forma similar a como lo hizo Marx, señalando la
sobreproducción como elemento desencadenante de las crisis.

En una definición reciente de lo que se entiende, actualmente, por economía


institucional, K.W. Kapp –un institucionalista– hace suya la siguiente: “el estudio de
los cambiantes modelos culturales que se ocupan de la creación y distribución de los
bienes y servicios materiales escasos por parte de los individuos y grupos en función
de sus objetivos privados y públicos”39.

Los institucionalistas, y también los historicistas, han aportado, sobre todo, una
llamada de atención sobre el olvido del papel del marco institucional e histórico en
el análisis económico de la corriente económica principal, y el de haber planteado
cuestiones relevantes sobre el método de investigación económica.

Marshall.

Marshall (1842-1924), aunque reconocía que el nuevo rumbo marginalista era un


paso adelante, rechazaba aceptar que fuera una revolución y se propuso realizar una
39
G. Gruchy, Modern Economic Thought, New York, 1947, pp. 550-552, citado por K.W. Kapp en
Revista de Economía Crítica, nº 8, 2009, En defensa de la economía institucional.

102
síntesis de la economía política clásica y del enfoque marginalista. Sin embargo,
contribuyó en buena medida, quizás en contra de su intención, a orientar la
economía en la dirección marginalista (Roncaglia, 2001, p. 461).
El título de su obra, Principles of economics (1890), introdujo el término economic
science por primera vez, frente al anterior political economy, que estaba en boga
desde L’economie politique de Montchrétien en el año 1615. Esta denominación,
adoptada desde entonces mayoritariamente, marca el rumbo de la nueva concepción
de la ciencia económica a partir de este autor.
Orientó el centro de atención de la economía hacia el mercado, considerado como el
mejor mecanismo de asignación de recursos, y al análisis del comportamiento
individual de los agentes económicos que interactúan en él.
Marshall afirma que la economía analiza “aquella parte de la acción individual y
social que se relaciona más de cerca con la obtención y uso de los requisitos
materiales del bienestar” (Marshall, 1890, p. 5).
Asignó un papel central al concepto de equilibrio entre oferta y demanda como base
para fijar las relaciones de intercambio y al estudio de las causas de los
desequilibrios, y desarrolló la noción de competencia de modo similar a como se
estudia actualmente.
Para Marshall, según Barber (1967, p. 158), “la investigación económica debería
proceder de una manera análoga a la llevada a cabo en un laboratorio [...] se podía
simular la situación ideal a través de la formulación de modelos abstractos del
comportamiento de la economía, [...] [aunque] se admitía que tales sistemas
formales no podían ser considerados sino como aproximaciones”. Así, “intentaron
establecer que [...] la racionalidad como supuesto de comportamiento proporcionaba
una base realista para el estudio de los grupos sociales” (Barber, 1967, p. 162).
Distinguió equilibrios a diferentes plazos temporales, en función de las
características de la oferta, e introdujo la variable tiempo en sus análisis por medio
del recurso a la cláusula ceteris paribus o a otras cláusulas condicionantes.
Derivó las curvas de demanda del postulado de la utilidad marginal decreciente sin
hacer uso de las curvas de indiferencia.
Para la elaboración de las curvas de oferta se apartó de los procedimientos de los
marginalistas y utilizó las variaciones de los costes en la empresa ante los cambios
en la cantidad producida.

103
La intersección de las curvas de oferta y demanda determinaba el precio de
equilibrio, alrededor del cual gravitarían los precios reales de mercado y los
alejamientos de dicho precio de equilibrio, en condiciones de competencia, tendían a
volver a la situación inicial.
Acuñó y desarrolló para el análisis económico el concepto de excedente del
consumidor.
Desarrolló ampliamente el análisis de las externalidades y fijó el concepto de
elasticidad y su aplicación a la demanda derivada de factores.
Marshall profesionalizó e independizó el trabajo de los economistas. A partir de su
influencia “la economía ya no iba a ser vista como uno de los posibles campos del
saber de un científico social genérico, sino [...] como un conjunto de campos de
trabajo especializados conectados entre sí” (Roncaglia, 2001, p. 483).

Keynes.

Keynes (1883-1946) es uno de los economistas más relevantes del siglo XX. Es un
autor cuyas teorías están sujetas a numerosas interpretaciones controvertidas, que
mantuvo opiniones diferentes sobre teoría monetaria en diferentes obras y
momentos de su vida (Perdices de Blas, 2007, p. 464). Sin embargo, a los efectos de
fijar, a grandes rasgos, cuál era su concepción de la economía, su objeto y su
enfoque, entendemos que no ofrece tanta controversia.
Keynes escribe su obra principal, Teoría general, en el marco de la Gran Depresión,
y el análisis del desempleo es objeto principal de su trabajo. Ya el capítulo 3, Libro
I, de esa obra está dedicado a la crítica de los supuestos de la teoría clásica de la
ocupación (Keynes, 1936, pp. 16-31). Esta obra tiene una estructura analítica basada
“en tres pilares: la noción de demanda efectiva, el mecanismo del multiplicador y la
teoría del interés” (Roncaglia, 2001, p. 525).
Siguiendo la exposición de Perdices de Blas (2007, pp. 460 y ss.), Keynes comenzó
considerando el dinero como “un velo que cubre la economía”, sin relevancia en el
equilibrio a largo plazo de variables reales, pero acabó considerando que la
posibilidad de atesorarlo permitía exceder su función de simple medio de pago.
Consideró el tipo de interés como el resultado del cruce de la oferta y la demanda
monetaria, y como un “premio” por diferir el consumo y trasladar recursos a la
inversión.

104
Mantuvo ambigüedad sobre el carácter endógeno o exógeno de la oferta monetaria y
formuló la demanda monetaria en función de los motivos transacción, precaución y
especulación.
La inflación se consideraba causada por el incremento de la demanda efectiva.
Concedió una gran importancia a la demanda agregada y desarrolló, en su modelo,
un análisis en profundidad de sus componentes –consumo, inversión, ahorro y gasto
público– de sus causas y de sus interrelaciones.
Consideró que las decisiones de consumo e inversión se toman por categorías de
agentes diferentes y con lógicas de comportamiento asimismo diferentes.
Asignó un papel analítico relevante a las expectativas de los empresarios, en cuanto
a sus decisiones de inversión, y a ésta un papel más activo que al consumo o al
ahorro.
Fue el creador de la macroeconomía, tal y como la conocemos hoy, e inspirador
relevante de la estructura conceptual de las cuentas de la Contabilidad Nacional
(León y Marconi, 1999, p. 15).
Acuñó el concepto de paro involuntario y explicó el funcionamiento del mercado de
trabajo de forma diferente a los clásicos, apelando a la rigidez a la baja de los
salarios monetarios.
Su modelo es un modelo de demanda. En consecuencia, criticó la ley de Say y su
aplicabilidad en el corto plazo.
No confiaba demasiado en la eficacia de los mercados para combatir su objetivo
principal: el desempleo. Por eso, proponía aumentar el gasto público en las
ocasiones que fuera necesario, para estimular la demanda efectiva, incurriendo en
presupuestos desequilibrados y asumiendo el riesgo de inflación.

Keynesianos

Autores, como Hicks, Samuelson, Tobin y otros, denominados keynesianos,


promovieron el modelo IS-LM, donde confluyen los mercados de bienes y de
dinero, denominado de “la síntesis”, a mitad de camino entre la visión neoclásica y
la keynesiana.
Estos autores consideraban que el marco general del análisis macroeconómico es el
neoclásico, relegando a un caso particular el modelo de Keynes (Barbé, 2006, p.
593), en plena contradicción con éste que, en el comienzo del Capítulo 1 de su

105
Teoría General, manifestaba lo contrario: “sostendré que los postulados de la teoría
clásica sólo son aplicables a un caso especial” (Keynes, 1936, p. 15), el de pleno
empleo.
A partir de este esquema algunos se autodenominan keynesianos, si hacen énfasis en
la intervención estatal, o neoclásicos, si hacen énfasis en políticas de laissez-faire,
según la confianza de cada uno en la aparición de rigideces (Barbé, 2006, pp. 593-
594).
Este modelo, el neoclásico, ha sido ampliamente aceptado durante décadas en los
círculos académicos, pero finalmente se ha fragmentado en numerosos enfoques
diferentes.
La concepción de la economía y el enfoque que subyace en sus aportaciones, así
como su objeto, son una mezcla de los que corresponden al modelo de Keynes y al
de la síntesis neoclásica de Marshall, escorados, quizás, a favor de esta última
(Roncaglia, 2001, p. 503).
En la actualidad el término “neoclásicos” se aplica genéricamente a autores,
integrados en la “corriente principal” de la ciencia económica, tan diversos como
Friedman, Samuelson, Lucas, Stiglitz o Krugman.

Monetaristas de la Escuela de Economía de Chicago.

Para esta escuela, cuyo principal representante es Milton Friedman, la cantidad de


dinero es una variable determinante de la actividad económica.
Las tensiones inflacionistas serían producto de un aumento en la cantidad de dinero
y las inestabilidades cíclicas serían también consecuencia de variaciones esporádicas
en la tasa de variación de la oferta monetaria.
Consideró que la demanda de dinero es una función estable a largo plazo, pero que
en el corto plazo sus variaciones afectan a las variables reales de la economía, como
los tipos de interés, la producción y el empleo.
Formuló la teoría de la renta permanente, según la cual las decisiones sobre el
consumo se toman atendiendo a la renta futura esperada.
Partió del mismo supuesto básico de los clásicos -el hombre como agente
económico que actúa con racionalidad para explotar unos recursos escasos-, y
combatió las intervenciones gubernamentales por considerar que incorporaban
ineficiencia, en contra de las consideraciones keynesianas.

106
Otras escuelas

No hemos considerado necesario incluir escuelas posteriores porque no tienen


enjundia suficiente para constituir un paradigma diferenciado de las anteriores. En la
mayor parte de los casos se pueden considerar descendientes de alguna escuela
anterior, ya incluida en nuestro repaso, y se corresponden con el período de,
aproximadamente, los últimos 40-50 años que ha sido caracterizado por algunos
historiadores económicos como “la época de la fragmentación” (Roncaglia, 2001, p.
611) o como una “corriente de perfeccionismo instrumental” (Barbé, 2006, p. 592).
Siguiendo a Perdices de Blas (2007, pp. 481-500) enunciamos algunas:
 Teorías basadas en la corriente principal (equilibrio neoclásico)
 Monetarismo.
 Teoría de las expectativas racionales.
 Nueva macroeconomía del equilibrio.
 Enfoques postkeynesianos.
 Enfoques estructuralistas y neomarxistas.
 Teorías sobre el crecimiento y el desarrollo.
 Teoría de la elección pública.
 Enfoque económico del comportamiento humano.
 Enfoque sobre la distribución de la renta, la ética y la pobreza.
Otros autores incluyen otras. Así, por ejemplo, Roncaglia (2001, pp. 601-625):
 Escuelas sraffianas.
 Nuevas teorías de la empresa.
 Neoinstitucionalismo.

En este repaso histórico hemos puesto de manifiesto, en un resumen manejable para


nuestro propósito, las escuelas o enfoques más básicos desde los que se han abordado
las contribuciones al acervo actual de la economía, para considerarlos en un curso de
introducción a la economía.
Para ilustrar con más claridad este resumen, hemos preparado un cuadro esquemático
de los tres elementos analizados en este epígrafe –concepción, enfoque y objeto– y de
los contenidos que cada uno incluye, agrupados por escuela y orden cronológico.

107
Como muestra el cuadro, en la columna de la izquierda figuran las escuelas o autores
utilizados como referencia para la clasificación, y en las tres columnas de la derecha los
contenidos -agrupados por ´Concepción´, ´Enfoque´ y ´Objeto´- que, en términos
didácticos, vamos a considerar en nuestro análisis. Cada contenido está indicado con un
asterisco y, como puede apreciarse, no figuran todos los contenidos posibles en cada
agrupación, principalmente en ´Enfoque´ y ´Objeto´, aunque sí los más significativos.
Por ejemplo, los contenidos ´precio´, ´dinero´ o ´salario´ deberían figurar en todas las
escuelas pero, por obvios, no los hemos repetido en cada una de ellas.

108
Escuelas y RESUMEN DE CONTENIDOS (III.1) 1/2

Autores
Concepción Enfoque Objeto
Antiguos * Reglas morales o * Búsqueda de la virtud, la * Precios
Grecorromanos religiosas justicia * Intereses
Patrística aplicables a * Usura
Escolástica algunas categorías * Dinero
económicas * Justicia
* Disciplina no
diferenciada

Preclásicos * Disciplina de la * Apoyo al “cuerpo * Precios


Cameralistas administración político” de los estados * Intereses
Bullonistas pública nacientes * Dinero
Mercantilistas * Ciencia y arte de * Metales preciosos
gobierno * Excedente balanza
comercial
* Aritmética, estadísticas

Petty, Cantillon y otros * Ciencia incipiente * Actividad económica * Población,


y diferenciada como conjunto * Análisis de los precios,
interrelacionado con dinero y su velocidad de
leyes propias circulación,
* Flujos económicos entre
sectores

Fisiócratas * Ciencia * Actividad económica * Excedente de la


diferenciada como proceso circular agricultura
* Normativa enmarcado en un orden * Proceso de generación y
natural con leyes propias circulación

Clásicos * Ciencia * Orden natural, mano * División del trabajo.


(Smith, Malthus, diferenciada de la invisible, con leyes * Técnicas de producción
Ricardo, Mill, Say) riqueza propias * Productividad
* Positiva * Visión histórica: Cuatro * Excedente
estadios (A. Smith). * Crecimiento
Leyes sociales (J.S. Mill) * Precios, valor
* Recursos limitados: * Comercio internacional
Alimenticios (Malthus).
* Población y salarios
Tierras (todos los
autores) * Agregados económicos
* Distribución de rentas
* Estado estacionario

Marxistas * Ciencia social * Teleológico * Ídem clásicos


(Marx) histórica * Capitalismo etapa * Plusvalía
intermedia entre * Tasa de ganancia
feudalismo y socialismo * Tasa de explotación
* Materialismo histórico * Modo de producción
* Crítica de los clásicos * Relaciones de producción
* Clase
* Lucha de clases
* Crisis

109
Escuelas y RESUMEN DE CONTENIDOS (III.1) 2/2

Autores
Concepción Enfoque Objeto
Marginalistas * Ciencia del * Mercado: instrumento de * Utilidad
(Jevons) comportamiento asignación óptimo * Análisis del placer y
* Praxeología * Escasez de recursos dolor
* Comportamientos
individuales racionales
* Relación hombre-bienes
* Eficiencia
* Elección racional

Escuela austríaca * Ciencia del * Orden espontáneo * Individuo


(Menger, Von Wieser, comportamiento * Subjetivista y atomizado * Utilidad
Böhm-Bawerk, , Von * Praxeología * Psicológico * Valor: expresión de
Mises, Von Hayek) * Individualismo utilidad y escasez
metodológico específico * Interés individual
para las ciencias sociales * Relación hombre-bienes
* Antimarxista * Micro sobre lo macro
* Prevención frente a la * Actuación del estado
intervención pública
* Ciclos
* Prevención frente a lo
cuantitativo y los
agregados
* Escasez de recursos

Escuela de Lausana * Ciencia del * Formalismo matemático * Equilibrio general


(Walras, Wicksell, comportamiento * Escasez de recursos * Óptimo de bienestar
Pareto)

Institucionalismo * Ciencia social * Comportamiento * Instituciones


(Veblen) determinado por las * Interrelaciones entre
circunstancias materiales grupos e instituciones
* No orden natural * Procesos regulatorios
* Marco institucional * Ciclos

Síntesis Neoclásica * Ciencia del * Mercado: instrumento * Equilibrios parciales


(Marshall) comportamiento óptimo * Costes empresariales
* Desregulación de la * Utilidad marginal
actividad económica * Curvas de demanda y
* Escasez de recursos oferta
* Dinero y precios

Keynesianismo * Ciencia * Gran depresión 1929 * Macromagnitudes


(Keynes) * Arte * Paro * Demanda efectiva
* Crítica de los clásicos * Desempleo involuntario
* Corto plazo * Inversión
* Rigidez de los salarios * Intervención pública

Monetaristas * Ciencia del * Mercado: instrumento * Énfasis en la cantidad de


(Friedman) comportamiento óptimo dinero
* Desregulación de la * La inflación
actividad económica * Las expectativas
* Escasez de recursos * La renta permanente

110
III.1.2 Análisis didáctico

El RESUMEN DE CONTENIDOS anterior muestra con claridad la diversidad de los


contenidos más significativos, agrupados en concepción, enfoque y objeto según
escuelas y autores. A partir de aquí nuestro trabajo consiste en determinar cómo
trasladar esta amplia diversidad de elementos, a veces excluyentes o contrarios entre sí,
a un curso introductorio de economía y cómo mostrar a los alumnos los contenidos
resumidos anteriormente, referidos al objeto, el enfoque y la concepción de la
economía. De este modo podremos derivar, también, el análisis crítico de las
características generales de los textos seleccionados (detalladas en la parte I, véase I.9).
De acuerdo con las reglas de la didáctica adoptadas en la parte II, nuestro primer
esfuerzo se orienta a determinar cuáles, de esos contenidos, están relacionados con el
conocimiento previo y la experiencia de los alumnos para, partiendo de aquí, conseguir
que los mismos adquieran y accedan al aprendizaje significativo de dichos contenidos.
Una primera tentativa sería proceder heurísticamente, analizando uno a uno esos
contenidos para determinar cuáles de los incluidos en el resumen anterior pudieran
considerarse ´conectados con el conocimiento y la experiencia previos´ de los alumnos,
aplicando simplemente el sentido común. Así, por ejemplo, podríamos señalar, en
aproximación grosera y no exhaustiva, contenidos como población, dinero, precios,
empresas, consumidores, salarios, intereses, beneficios, etc., en la seguridad de que
estos elementos forman parte del ´conocimiento y la experiencia previos´ de los
alumnos, de sus ideas, correctamente formadas o no (esto no es relevante), de lo que
ellos asocian con ´lo económico´.
Del mismo modo, podríamos indicar que algunos contenidos como equilibrio, utilidad,
tasa de explotación, productividad marginal, plusvalía, acción humana, orden
espontáneo, fallos del mercado, demanda efectiva, etc., no formarían parte de lo que los
alumnos ´traen´ como ´conocimientos previos´.
Como puede apreciarse, este criterio sólo serviría para eliminar, por lejanos a los
conocimientos previos de los alumnos, los contenidos incluidos en las columnas de
´Concepción´ y ´Enfoque´ del RESUMEN DE CONTENIDOS. Sin embargo, los
contenidos incluidos en la columna ´Objeto´ plantearían dificultades insuperables, ya
que con este criterio no tendríamos seguridad formal para discernir cuáles son próximos
a la experiencia de los alumnos y cuáles no.

111
Por tanto, este procedimiento no nos proporciona un criterio didáctico claro de
delimitación que nos permita distinguir, con precisión y rigor formal, qué contenidos
están próximos al conocimiento previo que traen los alumnos cuando se acercan a una
clase de economía por primera vez.

Procediendo por analogía, podemos observar que lo que vamos buscando -diferenciar,
entre los contenidos del acervo de la economía, los relacionados y los no relacionados
con el ´conocimiento previo´ de los alumnos- guarda similitud con la diferencia entre el
objeto material y el objeto formal de las ciencias.
Según la tradicional distinción aristotélica -aceptada en cualquier aproximación básica a
una ciencia- el objeto material sería el conjunto de elementos, objetos o fenómenos de
la realidad que son objeto de estudio. En el caso de la economía, por ejemplo, los
´precios´ o los ´salarios´, tal y como los encontramos en la vida real, en la realidad no
analizada, tal y como se muestran a un observador no científico, son objeto material;
mientras que, por ejemplo, el ´precio natural´ o la ´productividad marginal del trabajo´,
no son objeto material, al ser categorías analíticas derivadas de la elaboración de alguna
escuela económica.
El objeto formal sería el punto de vista o el enfoque que se adopta para estudiar los
elementos del objeto material. Concepto semejante a lo que Barber denomina ´visión´
cuando escribe, al comienzo de su Historia del pensamiento económico, “Cada uno de
los sistemas intelectuales que se van a examinar –a saber, el clásico, el marxista, el
neoclásico y el keynesiano- proporciona una visión distinta de la naturaleza del universo
económico y de las maneras como los hombres pueden enfrentarse con él de la forma
más efectiva” (1967, p. 9). En el caso de la economía, los postulados del ´homo
economicus´ del paradigma neoclásico configuran, parcialmente, el punto de vista o
supuesto que la escuela neoclásica adopta; uno de cuyos correlatos es el ´precio de
equilibrio´ y otro la ´productividad marginal del trabajo´, como teorías que explicarían
los elementos del objeto material ´precios´ y ´salarios´, respectivamente.
La adopción de este criterio nos permitiría distinguir, de entre todos los contenidos de la
economía, los que están próximos a los conocimientos previos de los alumnos, que
serían los pertenecientes al ámbito del objeto material y se enseñarían en primer lugar; y
aquellos otros contenidos del ámbito del objeto formal o derivados de éste, considerados
´lejanos´ a la experiencia de los alumnos, que se abordarían didácticamente después.

112
Numerosos autores se aproximan al análisis del objeto de las ciencias distinguiendo
entre el objeto material y el objeto formal, como lo hemos descrito.
Por ejemplo, el filósofo Gustavo Bueno escribe que “Objeto material es, pues, el objeto
mismo al que se refieren las proposiciones científicas. Objeto formal es el especial
punto de vista desde el cual cada ciencia lo considera. [...] El objeto formal queda
descrito en los principios de las ciencias. Las definiciones y axiomas nos ofrecen ya el
punto de vista especial u objeto formal” (1955, pp. 135-136).
De modo semejante, el también filósofo Mauricio Beuchot dice que “...lo que se
considera de manera amplia se toma a modo de objeto material; [...] Sin embargo, la
ciencia se caracteriza, se unifica, y se distingue por lo que considera específicamente en
el objeto material, y esto es el objeto formal, de ahí que [la ciencia] se caracterice por el
objeto formal” (2004, p. 39).
O Erich Schneider que, en su tratado de economía, escribe: “Esta [la teoría económica]
no es la realidad; es simple instrumento, un medio para su comprensión” (1953, Vol. 4,
Tomo 3, p. 3). Y lo refuerza con una cita de la lección de ingreso de Marshall en la
Universidad de Cambridge: “La doctrina económica no es un cuerpo de verdades
concretas, sino una máquina para el descubrimiento de verdades concretas” (1953, p.
322). Es fácil deducir, por analogía, que la ´realidad´ o ´verdades concretas´ son nuestro
objeto material, y el ´medio para su comprensión´ o la ´máquina para el descubrimiento
de verdades concretas´ nuestro objeto formal.
También Piaget, en su Tratado de lógica, en el volumen dedicado a la clasificación de
las ciencias, hace una distinción similar al establecer el ´dominio material´ de una
ciencia definido “... como el conjunto de los objetos sobre los que ésta recae [...] y el
´dominio conceptual´ de esa ciencia definido como el conjunto de las teorías o
conocimientos sistematizados, elaborado por la ciencia sobre su objeto u objetos”
(1979a, p. 33).
Citaremos, por último, al filósofo argentino Gabriel Zanotti, que en su análisis sobre la
epistemología de las aportaciones de la escuela austríaca, afirma: “... según nuestra
reconstrucción la economía política [...] estudia la acción humana en el mercado desde
el punto de vista de las implicaciones formales de la descripción de acción. [...] Su
objeto material es la acción humana en el mercado; su objeto formal, aquellas mismas
implicaciones formales de la descripción de acción deducidas de la praxeología.”
(Zanotti, 1993, cap. 2.1)

113
Las consecuencias que se derivan para nuestro trabajo, al adoptar el criterio expuesto
más arriba, son relevantes.
 En primer lugar, la ya mencionada precedencia en la enseñanza de los contenidos
del objeto material respecto de los contenidos del objeto formal. Según las reglas
didácticas adoptadas, deberíamos mostrar a los alumnos primero los contenidos más
próximos a su experiencia y, después, los pertenecientes al objeto formal; esto es,
los contenidos pertenecientes a los diferentes enfoques, que no están, no pueden
estar, relacionados con los conocimientos previos de alumnos que se acercan por
primera vez al estudio sistemático de la economía. Pero es que, a su vez, los
contenidos del objeto formal deben construirse didácticamente sobre los contenidos
del objeto material. Resumiendo, en términos didácticos, el itinerario de los
contenidos en el proceso de enseñanza/aprendizaje debe ser: 1º los contenidos de la
experiencia previa, 2º los del objeto material, y 3º los del objeto formal.
Una solución parecida adopta J. R. Hicks, respecto al orden de exposición del objeto
material y del objeto formal que, ya en 1942, en el prefacio a su libro Estructura de
la economía (titulado Social framework originalmente) escribía: “Hasta hace no
mucho tiempo el problema de cómo iniciar el estudio de la economía se reducía a
una alternativa: bien comenzarlo por el estudio de la teoría económica [...] o bien
iniciarlo con la economía descriptiva, con los problemas reales de la industria y el
trabajo [...] Ahora podemos discernir una etapa preliminar en el estudio de la
economía [...] Si deseáramos darle un nombre la llamaríamos Contabilidad Social
[...] cuando un principiante haya dominado la esencia de este libro, estará en
situación de llegar a la teoría del valor con idea de lo que ésta puede darle” (1942,
pp. 7-8).
Y más claramente lo hace Schneider (1953) en la obra ya citada. Divide ésta en tres
partes (tres volúmenes en el original): el primero, titulado Teoría de la circulación
económica, pero dedicado realmente a describir los contenidos del objeto material,
con apoyo de esquemas, gráficos circulares semejantes al Flujo Circular de la Renta
y enfoques típicos de la Contabilidad Nacional o matriciales como las tablas input-
output; y el segundo y tercer volúmenes titulados Plan económico y equilibrio y
Teoría del dinero, del crédito, de la renta nacional y de la ocupación, dedicados a
los contenidos del objeto formal, denominados por el autor “Teoría del plan

114
económico de las unidades de consumo y de las empresas” y “Teoría del equilibrio
económico del dinero y del empleo” (1953, Vol. 1, Tomo 1, p. 14)40.
 En segundo lugar, nos obliga a definir un criterio que permita distinguir con rigor
los contenidos del objeto material, separándolos de los del objeto formal y, después,
concretar la forma de presentarlos en un curso introductorio.
El primer asunto es fácil de enunciar: pertenecen al objeto material los contenidos
que sean meramente descriptivos, que no se deriven de alguna elaboración basada
en el punto de vista o enfoque de alguna escuela. Como ya hemos indicado, estos
contenidos, libres de hipótesis, axiomas y postulados, conectarán más fácilmente
con el conocimiento previo de los alumnos y, seguramente, facilitarán su
aprendizaje.
Estos contenidos pueden ser los sujetos o agentes, sin hipótesis sobre su
comportamiento, y los conceptos, meramente descriptivos, que describen su
actividad y las relaciones entre ellos. Entre los primeros: consumidores y
productores de bienes y servicios, trabajadores, empleadores, parados, jubilados,
sector público, bancos y otros intermediarios financieros, etc. Entre los segundos:
bienes y servicios, producción, recursos, factores de producción, consumo, compra,
venta, intercambio, dinero, financiación, precios de los bienes y servicios, salarios,
rentas, alquileres, dividendos, intereses, ahorro, inversión, etc.
Los contenidos anteriores, aunque no están ordenados ni son exhaustivos, contienen
elementos que seguramente los alumnos han encontrado en su experiencia. Sin
embargo, tenemos que ordenarlos con algún procedimiento didáctico. Este trabajo
de ordenación, clasificación, acotación de sus significados, eliminación de ´errores
previos traídos por los alumnos´, presentación de relaciones entre los diferentes
agentes, etc. es la tarea didáctica del profesor, y pueden adoptarse diferentes
soluciones; la nuestra figura más adelante, en el epígrafe ´Propuesta de estructura
expositiva de los contenidos del objeto material´ (v. III.1.2.1).
Decíamos al principio del epígrafe III.1 que la actividad económica precedía a la
economía y que era precisamente su objeto de estudio. Ahora podemos concretar

40
El autor de la presentación de la obra citada en versión española, Manuel de Torres, se hace eco de lo
novedoso de esta estructura expositiva y escribe: “cuestión independiente [...] es la de si la introducción
[...] debe consistir o no en el estudio de la renta nacional, o como el autor lo llama, la teoría de la
circulación económica” (1953, p. x). Continúa con otras consideraciones que no hacen al caso, y
concluye: “Dentro de esta arbitrariedad he de confesar que, si yo me hubiese tenido que enfrentar con el
problema [de hacer un tratado de economía], sin duda habría dado la misma solución que el autor, aun
reconociendo las objeciones que pueden suscitarse a esta ordenación de la materia” (1953, p. xi).

115
más y asociar la actividad económica con el objeto material tal y como lo hemos
configurado. La actividad a la que nos referimos es la actividad humana realizada
por los sujetos del objeto material: unos producen, otros consumen, etc.
Bunge, en su libro Economía y filosofía (1982, p. 29), se plantea algo parecido a
nuestra búsqueda de un objeto material común a los diferentes enfoques de los
economistas. En concreto, se pregunta cuáles son los referentes genuinos de la
economía y, de acuerdo con su análisis, los encuentra en las categorías utilizadas en
las construcciones teóricas típicas de la economía. Las clasifica como sigue:
 “A) referentes a recursos naturales …;
 B) referentes a objetos no humanos bajo control humano – o sea, artefactos –
tales como tierras cultivables, … máquinas, …;
 C) referentes a agentes económicos … hogares, firmas, …, sindicatos, …;
 D) referentes a economías íntegras, p. ej. nacionales o regionales;
 E) mixtos: referentes a dos o más items de las categorías anteriores”.
Las del tipo A se referirían a recursos naturales potencialmente explotables; los
demás se refieren directa o indirectamente a personas incardinadas en algún sistema
social como la familia, la empresa, el sindicato, la nación, etc. Es decir, las
principales construcciones teóricas de la economía se referirían “a actividades
económicas, …, ejecutadas por seres humanos...” (Bunge, 1982, p. 30).
Si tuviéramos que acuñar una definición sencilla de actividad económica
propondríamos, didácticamente, la siguiente: La actividad humana consistente en la
producción de bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades, mediante
el concurso de su trabajo, los recursos naturales y la tecnología disponibles.
Esta definición, que sólo tiene la finalidad de presentar didácticamente los
contenidos del objeto material de un modo sintético, no coincide con otras
definiciones habituales en los libros de texto 41 ; se debe a que estas últimas

41
En concreto con la de Robbins. Su definición, la de mayor reconocimiento académico, incluye la
consideración de los recursos como ´escasos´. La razón para no introducir este término en la definición de
actividad económica no implica una toma de partido, radica en que dicho término pertenecería sólamente
al enfoque u objeto formal de algunas escuelas, y no al objeto material que, por definición, es común a
todas las escuelas. Los clásicos limitaban la aplicación de la escasez a las tierras y correlativamente a los
alimentos; los austríacos consideran que “las restricciones a la economía no vienen impuestas por
fenómenos objetivos o factores materiales del mundo exterior (por ejemplo, las reservas de petróleo), sino
por el conocimiento humano de tipo empresarial” (Huerta de Soto, 2000, p. 19); el término escasez
utilizado por los neoclásicos no está exento de subjetividad (véase Naredo, 1987, pp. 200-277, y
principalmente, 202-206, 233, 234 y 240), y su apreciación no sería inmediata para un alumno de un

116
contienen, implícitamente, hipótesis de comportamiento, supuestos de hecho, o
axiomas derivados de su enfoque que configuran la definición de cada escuela.
Entendemos que dichas definiciones explicarían ´bien´ como concibe cada escuela
la actividad económica. Consideramos que estas definiciones son aptas como
introducción al objeto formal de las diferentes escuelas, pero no para definir la
actividad económica como objeto material de la economía.
Como es sabido, es habitual que el concepto de actividad económica se presente, en
las aulas y en los libros de texto, apoyado en el recurso didáctico denominado Flujo
Circular de la Renta (FCR). Este recurso es un conocido esquema gráfico utilizado
prácticamente en todos los libros de texto como una representación gráfica de la
actividad económica. Aunque el uso del FCR no es sustantivo para la delimitación
epistemológica del objeto material, desde la perspectiva del proceso de
enseñanza/aprendizaje es un recurso que permite muchas posibilidades didácticas
para ilustrar relaciones y flujos entre los diferentes agentes intervinientes en la
actividad económica. Una variante ampliada del FCR –que denominamos EGAE
(esquema gráfico de la actividad económica)- es el recurso didáctico que
utilizaremos en la parte IV para exponer el objeto material dentro de nuestra
propuesta de curso de introducción a la economía.
 En tercer lugar, nos obliga también a definir qué contenidos de los incluidos en el
RESUMEN DE CONTENIDOS pertenecen al objeto formal y cómo presentarlos.
Una primera observación se deriva directamente del criterio adoptado: Pertenecen al
objeto formal los contenidos que no son descriptivos, esto es, que se derivan de
alguna elaboración basada en el punto de vista o enfoque de alguna escuela. Y una
segunda es que estos contenidos se encuentran repartidos entre los de la columna
´Enfoque´ -que pertenecerían al objeto formal todos ellos- y los de la columna
´Objeto´ -que pertenecerían sólo parcialmente-, como ya adelantamos.
Ahora bien, estos contenidos son de diversa naturaleza. Encontramos hipótesis de
comportamiento, principios, axiomas, supuestos o postulados que configuran
diferentes enfoques, y categorías analíticas, leyes o teorías que se derivan de cada
enfoque42.

curso introductorio que, seguramente, asocia este término con la acepción objetiva y física de un recurso
natural agotable al ritmo actual de consumo.
42
Aquí nos centramos en sacar conclusiones de la existencia de varios enfoques. El tratamiento de los
´contenidos constituyentes del enfoque´ y ´contenidos derivados del enfoque´ se contempla más adelante.

117
La diversidad de enfoques nos plantea el problema de cómo presentar los contenidos
del objeto formal en un curso introductorio. Las opciones oscilarían entre
presentarlos conjuntamente, realizando algún tipo de ´collage´ que proporcione una
apariencia de ciencia uniforme u homogénea, o agruparlos con arreglo a algún
criterio epistemológico (por ejemplo, escuelas empiristas, apriorísticas, históricas,
etc).
Otra posible solución sería presentar en un curso introductorio una síntesis que
redujera todos los enfoques, como hacen algunos historiadores económicos a modo
de resumen, a dos grandes paradigmas: Uno, el que procede de “la visión subjetiva
del valor, considerando que éste proviene de la oposición entre escasez y utilidad” y
otro, el que procede de “la visión objetiva del valor, basada en la noción de
excedente, que expresa las condiciones de reproducción en un sistema capitalista…”
(Roncaglia, 200, pp. 660-661).
Esta simplificación, u otras similares, que el propio Roncaglia considera demasiado
drásticas, consideramos que son inapropiadas para alumnos de un curso de
introducción, ya que exigen un grado de abstracción muy alto y unos conocimientos
de los contenidos de las escuelas económicas que no se corresponden con los
previsibles en alumnos de un curso de estas características.
Nuestra propuesta, de acuerdo con las reglas didácticas enunciadas en II, presenta
los contenidos del objeto formal agrupados por escuelas en su orden histórico de
aparición. La hemos incluido más adelante, en el apartado ´Propuesta de estructura
expositiva de los contenidos del objeto formal´.
Este último criterio es el que, en líneas generales, siguen numerosos tratadistas de la
economía que han expuesto, en síntesis de diversa intensidad, una panorámica
amplia de las diversas aportaciones al acervo de la economía.
Es el caso de Schumpeter en su Historia del análisis económico (1954) y en su
Síntesis de la evolución de la ciencia económica y sus métodos (1914), obras en las
que, aunque encontramos otros hilos conductores de la exposición, la clasificación
por escuelas o paradigmas está presente explícitamente.
También es el caso de Roncaglia, que utiliza las escuelas como criterio clasificador
de las aportaciones de los diferentes economistas en su obra La riqueza de las ideas.
Una historia del pensamiento económico, donde dice: “Para entender la variedad de
enfoques en el debate económico es necesario reconstruir las diferentes visiones que

118
han sido propuestas [...] El debate económico no sigue una trayectoria lineal...”
(2001, p. 8).
Con más énfasis, Barbé, en su texto El curso de la economía, de nivel introductorio,
mantiene que “... esta orientación de los temas del discurso económico, en función
de las escuelas y autores que los originaron, ofrece ventajas didácticas. En efecto,
bajo el patrón metodológico de los programas de investigación de Lakatos, se pone
de manifiesto la pervivencia actual del pensamiento de cada escuela, lo que confiere
a la ciencia económica una riqueza de puntos de vista que no puede ignorarse ni
mutilarse en aras de la sencillez” (2006, p. 9).
Piaget, en el volumen 6 de su Tratado de lógica y conocimiento científico, dedica un
largo apartado a la epistemología económica. En él, su autor reconoce la necesidad
de remontarse a la historia para descubrir el “aspecto genético” de los conceptos
económicos básicos, que podemos asimilar a los enfoques. En concreto, distingue
cuatro etapas que define así: El macroanálisis de los fisiócratas, el análisis clásico de
la actividad de la empresa, el ´mercado´ de los marginalistas y la dinámica marxista
(v. 1979b, pp. 96-101). El mismo autor sostiene, en el apartado del mismo texto,
titulado El análisis de los mecanismos económicos, que “la naturaleza misma del
objeto económico, según se le enfoque, es la que puede dar un sentido a las
diferentes especies de ´leyes económicas´” (1979b, p. 111) y, a continuación,
desarrolla cuatro ejemplos que considera representativos: el análisis marxista, el
neoclásico, el keynesiano y el que denomina econométrico.
Barber escribe: “Aunque los economistas [...] han estado embarcados en una
aventura común [...] sus esfuerzos han producido una variedad de sistemas
analíticos. Las diferencias entre estos sistemas se deben en parte a la diversidad de
situaciones institucionales a las que sus formuladores se referían”; a “los fines para
los que se construyeron cada uno de sus principales sistemas”; y a “los diferentes
temas en torno a los cuales se organizaron originalmente y que a su vez moldearon
las categorías usadas dentro de la estructura analítica” (1967, p. 14). Y concluye:
“Esta característica de las construcciones teóricas en economía nos proporciona una
justificación más para repasar la literatura del pasado. Si los economistas hubieran
perseguido siempre idénticos objetivos, probablemente estaría justificado [...]
restringir nuestra atención a sus más recientes hallazgos. Pero, de hecho, no ha sido
así” (1967, p. 15).

119
Otro autor, Furio Blasco, en su obra Los lenguajes de la economía (2005), intenta
poner de manifiesto cómo van surgiendo los que define como diferentes ´marcos
conceptuales´ en la ciencia económica, concepto semejante a los contenidos del
objeto formal según los hemos configurado en este trabajo. En su opinión, “la labor
de los científicos es construir marcos conceptuales o lenguajes que les permitan
precisar al máximo la naturaleza y contenido de la fracción del mundo que quieren
estudiar” y también “el rasgo más esencial de una corriente de pensamiento, de un
paradigma o de un programa de investigación es el hecho de compartir una
estructura o un marco conceptual” (2005, pp. 6-9). En esta obra se elabora una
clasificación de ´los lenguajes de la economía´ (2005, p. 37), en la que se denomina
´marco conceptual´ a cada escuela económica; ´conceptos fundamentales´ a lo que
nosotros denominamos contenidos del enfoque; y ´problemática´ a la orientación y
fines en el análisis de cada escuela. Como vemos, este autor también considera
necesario acercarse a la ciencia económica agrupando las aportaciones de los
economistas por lenguajes o marcos conceptuales, en una conclusión similar a la
nuestra, referida a los enfoques o escuelas. Asimismo la considera relevante para la
docencia (2005, pp. 8 y 36).
Como hemos reseñado, los autores mencionados han considerado necesario agrupar
los contenidos del objeto formal -postulados, axiomas, hipótesis o supuestos- por
escuelas, según han ido surgiendo. No son los únicos, prácticamente todos los
historiadores de la economía o metodólogos como Blaug (1962 y 1980), Ekelund y
Hébert (1992), Perdices de Blas (2002), Naredo (1997), Roncaglia (2001) o
Katouzian (1980) también lo hacen.
Consideramos que esta agrupación de las aportaciones a la ciencia económica en
diferentes enfoques y escuelas tiene un valor didáctico indudable, ya que permite
construir, sobre el objeto material ya ´enseñado/aprendido´, un nuevo aprendizaje
significativo: el del objeto formal de cada escuela o enfoque y las aportaciones
derivadas de cada enfoque correspondiente.

En la caracterización que hemos realizado del objeto material o actividad económica no


hemos hecho referencia al contexto general en el que dicha actividad se desarrolla, ni a
su posible relación con éste. Nos referimos a las diferentes condiciones de tipo social,

120
político, regulatorio, histórico, etc., en el que se desenvuelve la actividad económica y
sus agentes.
En principio, las características del contexto pueden ayudar a mejorar la comprensión de
las actuaciones de los sujetos de la actividad económica en un espacio y tiempo
concretos. Por ejemplo, piénsese en la actualidad, en países con marcos políticos,
culturales e institucionales tan diferentes entre sí como China, Estados Unidos, Suecia,
India o Rusia; O en un mismo país, en momentos distintos de su historia, con regímenes
sociales esclavista, feudal o capitalista.
Sin embargo, hemos decidido no incluir el contexto en nuestra propuesta de objeto
material, por entender que este aspecto (o contenido en términos didácticos) pertenece
al ámbito del objeto formal o al enfoque diverso de cada escuela. No obstante, por
razones didácticas, en la propuesta de curso introductorio de la parte IV, incluimos la
leyenda ´CONTEXTO´ en los gráficos del EGAE, para indicar que la actividad
económica se desarrolla en un contexto que puede variar en el tiempo y en el espacio,
pero sin indicar ningún efecto sobre dicha actividad económica (o de ésta sobre aquél,
ya que se podría postular efecto en ambos sentidos, según la escuela que consideremos).
La consideración de la relación entre el contexto y la actividad económica en la
literatura económica es diversa y controvertida. Algunos autores se muestran partidarios
de considerar el contexto, por entender que éste determina, en diferente grado, la
actividad económica.
En el resumen de las aportaciones a la economía (v. III.1.1) hemos visto cómo Smith
identifica cuatro estadios en el desarrollo histórico de la actividad económica, con reglas
diferenciadas en cada estadio, que afectarían a la propia actividad económica. También
a Mill argumentando la necesidad de acudir a ámbitos distintos de la economía para la
mejor comprensión de los procesos económicos; y a Marx, postulando un concepto de
modo de producción determinado por el desarrollo de las fuerzas productivas en
diferentes etapas de la historia.
Numerosos libros de texto introductorios suelen abordar este asunto cuando se refieren
a los ´sistemas económicos´. En general, definen éstos como las formas de organización
económica -o conjunto de relaciones institucionales, políticas, sociales, etc., entre los
agentes económicos- de que se dota una sociedad para responder a las preguntas
tradicionales de qué, cómo y para quién producir. Suelen referirse únicamente a dos

121
sistemas extremos -la autoridad y el mercado- y uno intermedio, denominado sistema de
economía mixta, aunque a veces, se incluye otro: la costumbre.
De modo más radical se manifestaba Joan Robinson en uno de sus artículos, La
enseñanza de la economía. Escribía: “¿Cómo me gustaría reformar la enseñanza? …
En beneficio de los estudiantes serios, me gustaría tomar el toro por los cuernos y
empezar desde el principio a analizar diversos tipos de sistema económico. Toda
sociedad (excepto Robinson Crusoe) debe tener algunas reglas de juego destinadas a
organizar la producción y la distribución del producto. El capitalismo del laissez-faire es
tan sólo uno de los posibles conjuntos de reglas, y uno que en realidad no puede jugarse
nunca en forma pura. Siempre debe mezclarse con algunas medidas de control
43
colectivo” (1973, p. 17) .
Con un criterio de fondo similar se manifiesta Juan Hortalá en su nota “consideraciones
del traductor” del libro de Lipsey (1963, p. viii), donde dice “…el contenido que, a mi
modo de ver, debería tener un curso introductorio vendría dado por cuatro partes. …
una tercera sobre sistemas y formas de organización económica…” y más adelante
“…con una descripción desapasionada del marco institucional, de la forma o sistema de
cómo, en definitiva, las economías se hallan organizadas en el mundo real, el estudiante
estará, sin duda alguna, en posición inmejorable para abordar conscientemente los
instrumentos analíticos, las herramientas conceptuales con que realizar, en su día, los
correspondientes diagnósticos y sugerir los oportunos remedios”. Y, finalmente, “la
descripción, por tanto, de los sistemas de organización económica debe ser previa al
conocimiento y manipulación de la ´caja de herramientas´”.
En este mismo libro (Lipsey, 1963, pp. xxix y xxx) su autor cuenta las circunstancias
que se produjeron al redactar la versión americana de la edición inglesa de su libro
Positive economics, que ponen de manifiesto las dificultades que se encontró al cambiar
el marco institucional, en este caso el país al que se refería el texto (del Reino Unido a
Estados Unidos): “La primera idea fue simplemente cambiar en las secciones teóricas
las libras, los chelines y peniques por dólares y centavos y añadir algún material sobre
instituciones americanas en las secciones descriptivas. Me insistieron en que el material
institucional no podría simplemente pegarse, sino que debía integrarse en el tratamiento
teórico a través de la pregunta: ´ ¿Influye la institución sobre el comportamiento que
estamos considerando?´ … Tan pronto como empezamos nos dimos cuenta de que

43
Publicado inicialmente en Economic weekly, Bombay, enero 1960.

122
debíamos hacer una completa reelaboración … prácticamente teníamos que hacer un
libro nuevo…”.
Bunge mantiene una posición también radical y en su texto Economía y filosofía expone
que “Los agentes económicos no son como partículas que se mueven en el vacío, sino
más bien como burbujas de aire en un líquido: poseen algunos de sus atributos en virtud
de ser componentes de un sistema social”, y más adelante, “La actividad económica y,
en general, la conducta social, es ininteligible cuando se la considera separadamente del
sistema en que ocurre dicha actividad” (1982, pp. 28-30).
En el mismo sentido se expresa Coase: “Tiene poco sentido para los economistas
discutir el proceso de intercambio sin especificar el marco institucional bajo el que los
intercambios tienen lugar, puesto que éste afecta a los incentivos para producir y a los
costes de transacción”, y también “el sistema legal tiene una gran influencia en el
funcionamiento del sistema económico” (Coase, 1988, p. 214).
Schneider (1953) lo expresa así: “El orden económico [...] es el resultado de un proceso
histórico. Es necesario, por consiguiente, reflexionar sobre qué posibilidades existen
fundamentalmente de ordenación de la economía y cómo se desarrolla el proceso
económico dentro de cada una de ellas... [...] Para el análisis de un orden económico
concreto es, pues, siempre necesario destacar cuidadosamente los diversos sujetos [...] y
su interacción” (1953, pp. 18-20).
Como vemos, el efecto del contexto sobre la actividad económica no es ajeno a las
preocupaciones de los economistas, aunque las tesis difieran según la escuela que lo
aborde. Por ello, hemos considerado que el significado del contexto en la actividad
económica depende del enfoque de cada escuela y pertenece al objeto formal; y también
por razones didácticas, ya que la presentación de cada escuela, junto a su particular
concepción de la relación del contexto con la actividad económica, favorecerá la
claridad en la exposición a los alumnos y la consecución de un aprendizaje significativo.

123
III.1.2.1 Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto material.

En los puntos anteriores hemos hecho un análisis epistemológico y didáctico que nos ha
llevado a adoptar algunos criterios básicos para la presentación, en un curso de
introducción a la economía, de los contenidos referentes al objeto material.
En los párrafos siguientes concretamos y exponemos los contenidos (que iremos
mostrando señalados en cursiva, según vayan surgiendo) derivados de aplicar esos
criterios y su orden expositivo.
A partir de aquí los criterios didácticos que adoptaremos para ir mostrando y
describiendo estos contenidos son los habituales (v. II. Resumen): iremos avanzando
desde los conceptos más generales hasta los más particulares, construyendo éstos por
desagregación de aquellos y ciñéndonos al terreno descriptivo que es el propio del
objeto material.
Además, como ya hemos indicado anteriormente, nos serviremos del EGAE, mapa
conceptual que, aunque es una simple opción entre otras como recurso didáctico,
entendemos que tiene una gran tradición en la literatura económica y proporciona
ventajas didácticas, que expondremos con más detalle en la parte IV (pp. 245-368).
Teniendo en cuenta las reglas expuestas, proponemos el siguiente orden y agrupación de
los contenidos del objeto material.
1º) Introducción (v. IV, pp. 251 y ss.).
Definición de actividad económica: La actividad humana consistente en la
producción de bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades, mediante el
concurso de su trabajo, los recursos naturales y la tecnología.
Presentar la actividad económica como:
 previa a la existencia de la economía como ciencia o disciplina diferenciada.
 el objeto de estudio de la economía.
 objeto material de la economía desde el punto de vista epistemológico y
diferente de su objeto formal.
2º) Representación gráfica de la actividad económica: construcción didáctica del EGAE
(v. IV, pp. 253 y ss.).
Elaboración en las fases sucesivas que se indican a continuación, de un EGAE
referido al país de los estudiantes o a un país ´tipo´ semejante, que facilite la
conexión de los contenidos que se van a mostrar con la experiencia previa de los
alumnos.

124
a) Presentar inicialmente sólo tres módulos44, el de producción, el de consumo, y el
de los recursos naturales, sin incluir aún el dinero.
Ilustrar los flujos físicos que se establecen entre ellos: el de prestación de
factores y el de entrega/adquisición de bienes y servicios.
b) Incluir el dinero como medio de pago y los flujos monetarios derivados, sin
considerar aún el sector financiero, mostrando el intercambio, las compra-ventas
y la aparición de los mercados de bienes y servicios y de factores.
c) Incluir el módulo del sector público y los correspondientes flujos monetarios
derivados del pago de Impuestos directos e indirectos, cuotas de de la Seguridad
Social, etc., así como de los cobros en concepto de transferencias y
subvenciones, y los flujos físicos por prestaciones de seguridad, educación,
sanidad, etc.
d) Añadir el sector financiero y mostrar los flujos monetarios derivados de su
intermediación entre la captación de fondos de unos agentes y la prestación a
otros.
e) Añadir el sector exterior e ilustrar con los correspondientes flujos físicos y
monetarios las diferentes vías de comunicación con el exterior, como las
importaciones o las exportaciones, la concesión de préstamos entre
residentes/no residentes y su posterior devolución, la prestación de servicios
entre residentes/no residentes y su pago, etc.
3º) Proporcionar una idea de conjunto del gráfico elaborado, desarrollando un ejemplo
sencillo, con algunos supuestos restrictivos que limiten su complejidad, que permita
apreciar el ´funcionamiento´ del gráfico y muestre la naturaleza ´circular´ de la
actividad económica, en el sentido de reproductiva y repetitiva, su complejidad y la
interdependencia de sus actores (v. IV, pp. 259 y ss.).
4º) En este punto, hacer una digresión hacia otras coordenadas de lugar y tiempo,
diferentes a las del país de referencia utilizado en el gráfico del EGAE, para llamar
la atención del alumno sobre la existencia de diferentes ´contextos´.
Para ello, podrían mostrarse gráficos de alguna actividad económica que se
desenvuelva en contextos muy diferentes del elaborado previamente. Por ejemplo,
relativos al feudalismo o algún país con fuerte planificación central.

44
Por módulo entendemos cada área específica del FCR o EGAE que agrupa contenidos de alguna
homogeneidad con valor descriptivo. En concreto, Recursos Naturales, Producción, Consumo, Mercado
de Bienes y Servicios, Mercado de Factores, Sector Público, Sector Financiero y Sector Exterior.

125
Nótese que aquí no podemos suponer que, en el proceso de enseñanza/aprendizaje,
estamos presentando algo próximo a los conocimientos previos del alumno, puesto
que hemos desplazado las coordenadas ´lejos´ de las suyas. En este caso deberíamos
apelar a la denominada estrategia de ´desarrollo del conflicto cognitivo´ que, como
hemos visto en la parte II, suscitaría el interés del estudiante con preguntas del tipo
¿Cómo hacer un gráfico del EGAE para el neolítico, o para el feudalismo, o para un
país totalitario, o para un país con grandes reservas petrolíferas,...?
5º) Volver al gráfico del EGAE referido a territorio y tiempo próximos a los de los
alumnos, e iniciar un desglose o desagregación detallada y ordenada de los
contenidos más particulares que, a su vez, incorpora cada módulo del gráfico y sus
flujos físicos o monetarios asociados (v. IV, pp. 262 y ss.).
En este estadio del proceso de enseñanza-aprendizaje, los alumnos ya habrán
adquirido una idea básica y de conjunto sobre el carácter circular de la actividad
económica y de la interdependencia entre los diferentes elementos del EGAE
–recursos naturales, consumidores, empresas, necesidades, bienes, dinero, sector
público, sector financiero, sector exterior y contexto-. A partir de aquí, y
apoyándonos en estos conocimientos, podemos abordar la presentación de otros
contenidos nuevos más concretos y complejos, de manera que los alumnos puedan
´encajarlos´, construirlos sobre los anteriores y ubicarlos en el conjunto de la
actividad económica.
A continuación, en forma de esquema-resumen, se muestran los contenidos que
consideramos incluidos en cada módulo del EGAE y las pautas de exposición
didácticas que hemos seguido.
 Las necesidades y los bienes. Los flujos físicos.- (v. IV, pp. 262 y ss.).
Definiciones y clasificaciones de necesidades y bienes y servicios.
 Recursos naturales.- (v. IV, pp. 284 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Clasificación: Renovables, No renovables, Minerales no energéticos,
Energéticos, Biológicos, Ambientales, etc.
 Descripción.
 Estadísticas más significativas.
 Módulo de consumo.- (v. IV, pp. 265 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:

126
 El conjunto de los consumidores que componen este módulo es también la
población total que, a su vez, incluye a las personas que aportan los diversos
factores de producción: tierra, trabajo y capital.
 Los consumidores acuden al mercado de bienes y servicios para satisfacer
sus necesidades, generando la demanda en ese mercado (se mostrará el flujo
del EGAE que ilustra este contenido).
 Además, los consumidores que poseen factores de producción aportan el
trabajo o la cesión de uso de otros factores a la producción, a través del
mercado de factores, percibiendo la correspondiente renta de los factores -
salarios, rentas, alquileres, dividendos, intereses, etc. (se mostrarán los
flujos del EGAE que ilustran estos contenidos).
 Gráfico de la pirámide de población, referido al país del EGAE.
 Datos de la población del país del EGAE conteniendo porcentajes de empleo,
paro, pensionistas, personas en edad de trabajar, etc.
 Desarrollo de los conceptos de tasa de paro, desempleo, tasa de actividad,
clases de paro, procedimientos de medición del paro (encuesta de población
activa, registros de la Seguridad Social).
 Distribución personal, sectorial y factorial de la renta. Medición de la
desigualdad en la distribución personal de la renta (curva de Lorenz, índice
de Gini).
 Módulo de producción.- (v. IV, pp. 267 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Concepto de unidad económica de producción: empresa o empresario que
combinan los factores de producción adquiridos en el mercado de factores,
para su transformación en los bienes y servicios que ofrecerán a los
consumidores en el mercado de bienes y servicios, generando la oferta en
dicho mercado (se mostrará el flujo del EGAE que ilustra este contenido).
 Clasificaciones de las empresas con arreglo a los criterios de titularidad,
dimensión, tipo de actividad, etc.
 Diferenciar la naturaleza de los bienes y servicios para la producción y de
los bienes de inversión, destacando el concepto de amortización y su
repercusión en la determinación del beneficio contable.

127
 Mostrar una Cuenta de Resultados de una empresa sencilla para introducir
algunos conceptos contables básicos y su relación con los flujos del EGAE:
Ventas, compras, gastos de personal, gastos por uso de otros factores,
amortizaciones, beneficio bruto, impuestos, beneficio neto, dividendos,... (se
mostrarán los flujos del EGAE que ilustran estos contenidos).
 Clasificación de las actividades de producción por sectores: primario,
secundario y terciario.
 Distinción de la eficiencia técnica y la eficiencia económica.
 Desarrollar y relacionar los conceptos de productividad total, media y
marginal, corto y largo plazo en la producción, costes fijos y variables,
costes totales, medios y marginales, rendimientos de escala, etc.
 Módulo del mercado de bienes y servicios (v. IV, pp. 274 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Génesis histórica de los mercados.
 Descripción de los elementos básicos de los mercados: producto, precio,
demanda y oferta (se mostrarán los flujos del EGAE que ilustran estos dos
últimos contenidos).
 Descripción de los factores que afectan a los elementos básicos de los
mercados.
 Descripción de los tipos de mercado y las estructuras más relevantes.
 Descripción de los casos más habituales en los que el sector público actúa en
los mercados como demandante u oferente.
 Descripción del concepto de elasticidad.
 Módulo de los mercados de factores. (v. IV, pp. 279 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Se presentarán como unos mercados con características específicas respecto
de los mercados de bienes, en las que se intercambian las prestaciones de los
diferentes factores -trabajo, tierra y capital- con las correspondientes
contraprestaciones satisfechas por las unidades económicas de producción
tales como salarios, rentas, intereses, dividendos, etc. (se mostrarán los
flujos del EGAE que ilustran estos contenidos).
 Respecto del factor trabajo, se abordarán los siguientes contenidos: demanda
y oferta de trabajo y factores que las afectan, salario, clases de salarios,

128
salarios de eficiencia, diferencias compensatorias, discriminación laboral,
contrato laboral, perfil del puesto de trabajo, condiciones laborales, salario
mínimo, negociación colectiva, sindicatos y patronales, factores
regulatorios, organizaciones empresariales, intervenciones del Estado,
población activa, población ocupada, tasa de actividad...
 Respecto del factor tierra y recursos naturales se abordarán los siguientes
contenidos: su demanda condicionada por la demanda derivada de los bienes
en cuya producción intervengan, la rigidez de su oferta, su incorporación a la
producción por la vía del arrendamiento y no de la venta, en muchos casos;
su condición de bienes públicos, en otros y su condición de agotables o no
renovables...
 Respecto del factor capital, se mostrará la diferencia entre capital físico y
capital financiero y, respecto de éste, se describirá el interés como el precio
por disponer del dinero durante un período de tiempo (se mostrará algún
flujo del EGAE que ilustre este contenido).
Se mostrará cómo en este mercado se enfrenta la capacidad de ahorro y la
necesidad de inversión, intermediada por el sector financiero.
Se desarrollarán los métodos habituales para decidir la rentabilidad de una
inversión (método del valor actual y método de la tasa interna de
rentabilidad), y la regla de capitalización compuesta como la regla
generalmente adoptada para calcular desplazamientos de montos de dinero
en el tiempo.
 Módulo del sector público. (v. IV, pp. 291 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Se abordará una breve reflexión sobre la génesis histórica del sector público.
 Descripción de los mecanismos de actuación del Sector Público en la
actividad económica a través de dos grandes vías: los ingresos y gastos del
Estado (se mostrarán los flujos del EGAE que ilustran estos contenidos), y la
capacidad regulatoria.
 La composición del sector público y sus diferentes niveles de
administración.

129
 Los Presupuestos Generales del Estado: definición; estructura de los
presupuestos; ingresos y gastos y sus diversas clasificaciones; el ciclo
administrativo de los presupuestos.
 Los impuestos: Concepto y tipos (se mostrarán algunos flujos del EGAE que
ilustren diferentes tipos de impuestos).
 El déficit o superávit. El déficit y su financiación. La deuda pública.
Relación entre esos conceptos.
 Las funciones e instrumentos del sector público.
 Las políticas económicas del sector público. Tipos.
 Módulo del sector financiero (v. IV pp. 300 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 El Sistema Financiero. Concepto y visión de conjunto.
 Tipología de las operaciones financieras
 La ´función de transformación´ en el sistema financiero.
 Los intermediarios financieros. Bancarios y no bancarios.
 Los activos financieros. Concepto, características y clases.
 Los mercados financieros. Clasificaciones.
 El dinero: Historia, características, funciones y clases.
 Los bancos. Historia, funciones y balance.
 El coeficiente legal de caja.
 La creación de dinero bancario en los bancos de reserva fraccionaria.
 El tipo de interés. Concepto y clases.
 El Banco Central. Funciones y balance.
 La base monetaria y la oferta monetaria. El multiplicador.
 La ecuación cuantitativa: Conexión entre el dinero y la actividad económica
no monetaria45.
 Módulo del sector exterior (v. IV pp. 328 y ss.).
Se abordarán los siguientes contenidos:
 Tipología de las operaciones que forman el comercio internacional (se
mostrarán los flujos del EGAE que ilustran este contenido).

45
Sin introducir supuestos que deriven en alguna de las formulaciones de la teoría cuantitativa.

130
 La Balanza de Pagos: concepto, estructura y método de registro de las
transacciones internacionales.
 Las subbalanzas. Significado de sus saldos.
 Proteccionismo y librecambio.
 Bloques regionales y áreas económicas internacionales.
 Organismos internacionales relacionados con la regulación del comercio
internacional.
 El mercado de divisas (se mostrará con apoyo del EGAE).
 El tipo de cambio y los Sistemas de tipos de cambio.
 La Contabilidad Nacional. Introducción básica (v. IV, pp. 340 y ss.).
La incorporación de los datos agregados en la descripción del objeto material
tiene su justificación didáctica en la propia existencia de la Contabilidad
Nacional. Mediante este sistema de cuentas se obtienen y registran numerosos
datos de la actividad económica de los diferentes agentes económicos. Su uso es
general en prácticamente todos los países, y algunas de sus conceptualizaciones
–PIB, IPC, Consumo, Ahorro, Inversión, Gasto público, etc.– con toda
seguridad forman parte de la experiencia previa de los alumnos.
Aunque la concepción de la Contabilidad Nacional está influida por las
formulaciones keynesianas (León y Marconi, 1999, p. 20), y está firmemente
objetada por representantes de la escuela austríaca (Huerta de Soto, 1998, pp.
245-249) 46 , entendemos que su inclusión es inevitable en cualquier texto
descriptivo de la actividad económica, cuidando de no introducir elementos de
opinión y señalando sus limitaciones.
Se abordarán los siguientes contenidos:
 La Contabilidad Nacional. Descripción de las convenciones clasificatorias y
de registro.
 PIB. Concepto, componentes, métodos de cálculo y limitaciones al alcance
de su significado.
 Otras cuentas: PNB, RN, RPD, IB, IN, CNF, etc.
 Identidades básicas.

46
No obstante, otro representante de esta escuela, Franch Parella, en su reciente libro de texto para
Bachillerato, también incluye la Contabilidad Nacional, aunque lo hace con reservas expresas y quizás
para cumplir con el currículo oficial.

131
En la descripción de estos contenidos se buscará mostrar la correspondencia
entre los conceptos de la Contabilidad Nacional y de sus identidades básicas
con los flujos del EGAE
 Los indicadores de precios. IPC, IPCA, el deflactor implícito del PIB.
 La inflación, tipos y efectos.
 El crecimiento económico y los ciclos.

132
III.1.2.2 Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto formal.

Corresponde ahora construir, sobre los contenidos del objeto material, el aprendizaje
significativo de los contenidos del objeto formal, esto es, del conjunto de hipótesis,
supuestos de comportamiento, axiomas, categorías analíticas, leyes, teorías, etc., que
constituyen las aportaciones al acervo de la ciencia económica.
Anteriormente llegamos a la conclusión de que ´pertenecen al objeto formal los
contenidos que no son descriptivos, esto es, que se derivan de alguna elaboración
basada en el punto de vista o enfoque de alguna escuela´, y también que debíamos
presentar dichos contenidos ´agrupados por escuelas en su orden histórico de aparición´.
Podríamos decir, por tanto, que la exposición del objeto formal es la exposición
histórica de los contenidos de las escuelas.
Sin embargo, la observancia estricta de las dos conclusiones anteriores nos conduciría a
un repaso histórico de escuelas tan amplio, por su extensión, que seguramente no
tendría cabida en el tiempo dedicado habitualmente a un curso introductorio. Por ello,
debemos hacer algunas consideraciones previas que nos permitan acotar el número de
escuelas, para decidir cuáles y cuántas y con qué contenidos cada una, deben incluirse
en una propuesta de curso de introducción a la economía.

En principio, las escuelas y sus contenidos deben ser los mínimos posibles para que
puedan incluirse en el tiempo disponible en un curso introductorio de duración normal -
posiblemente seis créditos en un cuatrimestre.
Hay que tener en cuenta que la exposición del objeto material, según la hemos
configurado en el punto anterior, tiene una extensión considerable comparada con los
libros de texto habituales; en los libros de texto seleccionados es difícil hacer esta
apreciación debido, seguramente, a que en dichos textos no se establece una distinción
tan radical entre el objeto material y el formal, entre la actividad económica y las
escuelas, y los contenidos de ambos planos se encuentran mezclados y, a veces,
fundidos.

Sin embargo, las escuelas y contenidos deben ofrecer suficiente variedad de enfoques a
los alumnos para que éstos puedan disponer de un punto de partida que les permita
abordar, con bagaje suficiente, el estudio de otros paradigmas o cursos de economía más
avanzados.

133
Este criterio implicaría incluir escuelas con enfoques muy diferentes, si no contrarios,
por ejemplo, escuelas historicistas y no historicistas, y escuelas antiguas o clásicas y
actuales. Así se contribuiría al objetivo didáctico de conseguir que los alumnos puedan
enfrentar, por sí solos, el estudio del abanico de enfoques, plurales y controvertidos, que
se disputan la interpretación del funcionamiento de la actividad económica. Aunque es
muy difícil objetivar y concretar este criterio, consideramos que es insoslayable, y
numerosos autores se manifiestan en este sentido.
Así, Schumpeter afirma que “los economistas no podemos reconocernos unos a otros la
posibilidad de resumir el ´estado de la ciencia´”. Y más adelante se pregunta por qué
estudiar historia económica y dice: “en economía es mucho más verdad que en física,
por ejemplo, que los problemas, los métodos y los resultados no se puedan entender del
todo sin algún conocimiento de cómo los economistas han llegado a razonar como lo
hacen” (1954, p. 40).
Roncaglia afirma que “para entender la variedad de enfoques en el debate económico es
necesario reconstruir las diferentes visiones que han sido propuestas [...] a lo largo del
tiempo sobre el funcionamiento de los sistemas económicos” (2001, p. 9).
Barbé orienta la exposición de su libro introductorio, El curso de la economía, por
escuelas, y lo argumenta “porque la pervivencia actual del pensamiento de cada escuela
[es] lo que confiere a la ciencia económica una riqueza de puntos de vista que no puede
ignorarse ni mutilarse en aras de la sencillez” (2006, p. 9).
Hortalá Arau, en su Consideraciones del traductor al libro de Lipsey, Introducción a la
economía positiva, defiende que un curso introductorio debería incluir una parte
dedicada a la ´formación evolutiva del concepto´ de economía, ya que “al principiante le
es muy conveniente que en sus comienzos se le ofrezca una panorámica de la evolución
seguida por la Ciencia Económica. [...] desde luego, a un nivel muy elemental con
objeto de que pueda situar ordenadamente autores, obras, escuelas, períodos,...y así
valorar las polémicas, avances, aportaciones, etc. Con ello se dará cuenta, en definitiva,
junto a la evolución del concepto, del significado específico de los grandes maestros a
quienes necesariamente tendrá que recurrir en estadios más avanzados de su carrera”
(Lipsey, 1963, p. viii).
Barber también se plantea por qué estudiar escuelas diferentes y escribe: “En la historia
de las ideas económicas destacan cuatro tradiciones analíticas fundamentales: la clásica,
la marxista, la neoclásica y la keynesiana. Cada una fue organizada en torno a un

134
conjunto diferente de cuestiones. [...] No obstante, muchas de las cuestiones centrales
que enfocaron los pioneros formuladores de estos ´modelos maestros´ se han
replanteado posteriormente [...] Así, el estudio de estos sistemas no pierde nunca su
actualidad...” (1967, p. 15). Y, en otro lugar, “... las ideas que contienen han sobrevivido
a sus autores y han sido adaptadas posteriormente para tratar de problemas muy
diferentes...” (1967, p. 9).
Schumpeter, de nuevo, previene contra la tesis de utilizar simplemente un tratado o
texto de economía y olvidarse de estudiar la historia de la economía: “A menos que el
tratado [...] presente un mínimo de aspectos históricos, se difundirá entre los
estudiantes, o al menos entre una mayoría de ellos, la sensación de falta de orientación y
de sentido, por muy correcto, original, riguroso y elegante que sea el libro” (1954, p.
38).
Entendemos que en un curso de introducción a la economía, la variedad en la selección
de escuelas, con la amplitud y flexibilidad indicadas, no debería verse constreñida por la
aplicación de la libertad de cátedra. En nuestra opinión, el criterio de incluir varias
escuelas –las suficientes para proporcionar al alumno una visión plural 47 – viene
determinado por la realidad epistemológica de la economía, consistente en escuelas
diversas, con enfoques e hipótesis diferentes o muy diferentes, además de metodologías
y concepciones científicas también plurales.

La limitación del número de escuelas o enfoques elegidos en la presentación del objeto


formal no sería suficiente para que la exposición tenga cabida en un curso introductorio,
si no introdujéramos otra limitación. Ésta se refiere a la extensión e intensidad
dedicadas a cada una de las escuelas que incluyamos en la propuesta de curso, que debe
ser breve y tener necesariamente alcance introductorio. De no hacerlo así, el curso de
introducción a la economía podría convertirse, al menos parcialmente, en un curso de
historia económica de las principales escuelas.
Aunque esta acotación es difícil de concretar, proponemos incluir los siguientes
contenidos o elementos mínimos, orientados a hacer una exposición breve e
introductoria de cada escuela:

47
Este criterio coincide con la petición realizada en el Manifiesto en demanda de un análisis pluralista y
riguroso auspiciado por cuarenta y cuatro economistas -cuatro premios Nobel entre ellos-: “Los
economistas están sometidos a un monopolio en los métodos y en los paradigmas [...] Creemos que el
nuevo pluralismo se debería reflejar en el carácter del debate científico, [...] y en la formación [...] de los
economistas” (Cuadernos de Economía, Vol. 20, nº 57/58, enero-agosto, p. 281).

135
 Contenidos constituyentes del enfoque: Se incluyen los axiomas, hipótesis de
comportamiento, supuestos o visiones apriorísticas de la actividad económica
exclusivas de cada escuela.
 Contenidos derivados del enfoque: Se incluyen solamente las más básicas categorías
analíticas, leyes o teorías, exclusivas de cada escuela48.

Queda por definir cómo exponer los contenidos anteriores para que el proceso de
enseñanza/aprendizaje sea significativo y eficaz didácticamente.
Hemos definido el objeto formal como el punto de vista o enfoque que se adopta para
explicar los contenidos del objeto material, en nuestro caso la actividad económica. En
otras palabras, hay que mostrar cómo funcionan, cómo se comportan, cómo varían, los
elementos de la actividad económica (o contenidos del objeto material) a través del
prisma de los elementos que aportan los enfoques de cada escuela (los contenidos del
objeto formal).
Dando por supuesto que los alumnos ya se han familiarizado con la actividad
económica, y ya han ´aprendido´ sus contenidos, procedería ahora ir, escuela a escuela,
mostrando cómo los elementos mínimos que hemos definido configuran su enfoque y
cómo ´explican´ algunos contenidos de la realidad. Esta propuesta se concreta,
básicamente, en las páginas siguientes en un formato de esquema que enfrenta, de un
lado, los contenidos (formales) del enfoque que ´explican´ y, del otro, los contenidos
(materiales) ´explicados´ de la actividad económica.

Resumiendo, el número de escuelas que proponemos debe ser mínimo en atención a la


duración del curso y suficientemente variado para que refleje la pluralidad de la ciencia
económica; además, debemos exponer cada escuela con brevedad de alcance
introductorio, pero con unos contenidos mínimos que permitan una comprensión
general de las implicaciones del enfoque de cada escuela en su interpretación del
funcionamiento de la actividad económica. Una posible selección de escuelas que, en

48
La reducción de los contenidos de la ciencia económica, o de cualquier otra, a dos tipos básicos –
aportaciones que configuran el enfoque y aportaciones derivadas del enfoque- es la misma que utiliza
Schumpeter al describir los elementos epistemológicos que se deben incluir en la teoría económica (o en
otras ramas de la ciencia). Respecto de los primeros, dice “es indiferente que llamemos a las cosas
(proposiciones) que se toman como dadas, hipótesis, axiomas, postulados, supuestos o incluso
principios”; respecto de los segundos, “no menos importante es arbitrar otros expedientes mediante los
cuales se puedan obtener resultados de las hipótesis [...] como los conceptos [...] relaciones entre
conceptos y métodos para manipular estas relaciones”; y, finalmente, “la suma total de esos expedientes –
sin olvidar los supuestos [...]- constituye propiamente la teoría económica” (1954, pp. 50-51).

136
nuestra opinión, cumple los criterios señalados es la siguiente: Clásica, Marxista,
Neoclásica, Keynesiana y Austríaca.

En los puntos que siguen mostramos, en esquema, cómo interpretamos la brevedad en la


presentación de introducciones a las escuelas seleccionadas, conforme a los criterios
expuestos. Obviamente, la concreción en un curso de los criterios anteriores -referidos a
la brevedad, la pluralidad y la forma de presentación de cada escuela– es muy difícil, si
no imposible. En nuestra opinión, lo más relevante desde el punto de vista didáctico,
es mostrar ´enfrentados´ los contenidos derivados del enfoque de cada escuela con los
de la actividad económica, para hacer patente, de modo claro y significativo, cómo
aquéllos ´explican´ éstos; la brevedad y la pluralidad, aunque son difícilmente medibles,
serían alcanzables desde diferentes planteamientos.
Las presentaciones siguientes no agotan, naturalmente, los contenidos de cada escuela;
entendemos que la extensión dedicada a cada escuela, o únicamente a alguna o algunas
de ellas, excede del alcance de este trabajo.

137
ESCUELA CLÁSICA (introducción breve)
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque)
 Creencia en un ´orden natural´ que, mediante la búsqueda de los intereses
particulares, procura el bien global de la sociedad. Es decir, en un orden que
coordina la vida de los individuos y haría innecesaria y hasta indeseable, la
intervención de la autoridad en la mayor parte de las actividades.
 Orientación en el estudio al análisis de lo que se entendía por riqueza, al proceso de
crecimiento y a la distribución de la renta entre los grupos sociales.
 Acuñación del concepto ´división del trabajo´ como un elemento básico para
explicar, junto con la extensión de los mercados, el progreso económico.
 Consideración del trabajo como un elemento básico, medida del valor de las cosas y
de sus precios.
 Consideran que el trabajo es diferente según actividades y se retribuye también con
salario diferente atendiendo a diversas circunstancias.
 Utilización de datos agregados en el análisis.
 Se considera que la tierra es un bien limitado con numerosas consecuencias
derivadas.
 Pesimismo sobre el crecimiento futuro, estado estacionario.
 Teoría de la población.
 ...............................

138
Contenidos analíticos derivados del Contenidos de la actividad económica
enfoque. explicados.

* Mano invisible/orden natural.................. * Explicaría el funcionamiento global y


sostenido de la actividad económica.

* Trabajo no homogéneo........................... * Explicaría, en parte, las diferencias de


salarios entre unas actividades y otras y
entre diferentes personas.

* Trabajo como medida de valor............... * La cantidad de trabajo incorporado en


las mercancías indicaría el valor relativo
entre los bienes (precio natural).

* Precio natural.......................................... * Los precios reales se moverían hacia


aquél en el largo plazo.

* Fondo de salarios. Se define como "los * Su adelanto explicaría el beneficio del


adelantos" que el capitalista efectúa empresario como una recompensa.
sobre los ingresos que obtendrá en el
futuro de aquello que sus trabajadores
producirán (Perdices de Blas, 2007, p.
118).

* División del trabajo................................ * Factor importante para explicar el


progreso y el crecimiento económico.

* Clasificación de los agentes económicos * Determina tres fuentes de renta en la


en terratenientes, capitalistas y actividad económica, con implicaciones
trabajadores analíticas

* ................................... * ................................

139
ESCUELA MARXISTA (introducción breve).

Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque).


 Derivada de la escuela clásica.
 Lo económico es determinante fundamental de las relaciones sociales y del
comportamiento de las personas.
 El desarrollo de las fuerzas productivas determina, en cada etapa de la historia,
formas de producción que inducen leyes económicas diferentes, lo que implica una
visión histórica de la ciencia económica.
 La sociedad capitalista queda dividida en dos grandes grupos sociales, derivados de
su relación con los medios de producción: la de los que tienen su propiedad y la de
los que no.
 La división anterior provoca la explotación de los trabajadores no propietarios del
capital y el inicio de una dinámica que es necesario estudiar: los trabajadores se ven
obligados a desarrollar más tiempo de trabajo del que necesitan para su subsistencia
y la diferencia se la apropiaría el empresario/capitalista.
 Visión finalista: la etapa actual estaría llamada a ser superada por otra posterior y
última.
 ................................

140
Contenidos analíticos derivados del Contenidos de la actividad económica
enfoque. explicados

* Fuerzas productivas............................... * Su desarrollo determina contextos


diferentes, con sus propias leyes
económicas cada uno, que afectarían
decisivamente al comportamiento de los
agentes económicos.

* Modo de producción............................. * Su identificación y caracterización es


importante para comprender las leyes de
cada etapa histórica que se analice.

* Relaciones de producción..................... * Son las que se establecen entre los


agentes económicos y el capital; unos
tienen su propiedad, los capitalistas, y
otros no, los trabajadores. Queda
establecida una relación de dependencia
de éstos frente a aquéllos.

* Clases sociales. Burguesía y * La sociedad queda dividida en dos


proletariado…………………………… clases. Su existencia determina una
desigual participación en la distribución
de la renta y es causa de enfrentamientos
entre ambas clases y de conflictos
sociales.

* Lucha de clases...................................... * El carácter antagónico de las dos clases


sociales es una rémora, a largo plazo,
para el desarrollo continuado de la
actividad económica y desencadenante
de la crisis del sistema.

* Plusvalía, capital fijo y variable, tasa de * La combinación de esas categorías


plusvalía, tasa de explotación, tasa de analíticas pretende explicar la
beneficio, ejército de reserva…………. acumulación de capital, el paro debido a
la introducción de maquinaria, la
persistencia del paro, la tendencia de los
salarios al nivel de subsistencia, la
tendencia declinante de la tasa de
beneficios,...

* ................................... * .........................

141
ESCUELA NEOCLÁSICA (introducción breve).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque)
 Se parte de la consideración de necesidades ilimitadas y recursos escasos y de usos
alternativos.
 Centro de atención orientado al mercado como sistema de asignación de recursos y,
por tanto, al comportamiento de los agentes económicos que participan en él.
 Creencia en el funcionamiento del mercado como la ´mano invisible´ que hace
tender la actividad económica hacia el equilibrio, y la mejor garantía de asignación
eficiente de los recursos.
 Utilización de modelos de análisis para simular, por aproximación, el
funcionamiento de la actividad económica.
 Se introduce el supuesto de racionalidad como hipótesis de comportamiento de los
agentes económicos –´homo economicus´– como supuesto más eficaz para analizar
el objeto de la economía.
 Orientación al estudio de comportamientos individuales, en vez de agregados.
Enfoque casi exclusivamente microeconómico, y reducido, en los agregados
macroeconómicos, apenas al estudio del nivel general de precios.
 Incorporación del análisis marginal al centro del análisis.
 Subjetivista en el análisis micro y holístico o global en el análisis macro.
 ....................................

142
Contenidos analíticos derivados del Contenidos de la actividad económica
enfoque. explicados

* Homo economicus: Conjunto de * Explicaría el comportamiento de


supuestos de comportamiento de los consumidores y empresarios dentro de la
agentes económicos................................. actividad económica.

* Modelo competitivo: Supuestos que * La aproximación de la realidad a esos


concurrirían en la estructura de los supuestos aseguraría la consecución de
mercados para que éstos tiendan al la eficiencia económica y la asignación
equilibrio………………………………. óptima de los recursos.

* Utilidad y escasez, utilidad marginal, * Explicarían las características de la


maximización de la utilidad, curvas de demanda y la relación entre precios y
demanda. cantidades demandadas.

* Costes de producción, costes marginales * Explicaría las características de la


crecientes, maximización del beneficio, producción y de la oferta, así como la
curvas de oferta……………………….. relación entre precios y cantidades
ofrecidas.

* Precio de equilibrio................................ * Sería el punto de corte de las curvas de


oferta y demanda y explicaría el valor
alrededor del que girarían los precios
reales del mercado.

* Productividad marginal de los factores... * Esa categoría determinaría el importe de


los salarios, intereses y rentas con que se
retribuye a los diferentes factores.

* Excedente del consumidor y del * Categorías que sirven para analizar la


productor………………………………. eficiencia de los mercados.

* ......................................... * .................................

143
ESCUELA KEYNESIANA (introducción breve).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque).
 Se desarrolla en un marco de crisis económica, con altas tasas de paro y, finalmente,
la Gran Depresión.
 Desconfianza en las políticas económicas de la época.
 Desconfianza, en general, en la capacidad de los mercados, por sí solos, para
alcanzar el equilibrio
 Se inicia, con la voluntad expresa de su fundador, de criticar las tradiciones
académicas anteriores. No acepta la ley de Say, la existencia de paro voluntario, la
flexibilidad de precios y salarios preconizada por los clásicos, etc.
 Adopción de un modelo de demanda diferente del propuesto por los neoclásicos.
 Orientación al análisis de los agregados económicos y al papel estabilizador del
Estado.
 ...............................

144
Contenidos analíticos derivados del Contenidos de la actividad económica
enfoque. explicados

*´Ilusión monetaria´ de los salarios.......... *Lo relevante en el mercado de trabajo


son los salarios monetarios y no los
reales. Esta circunstancia explicaría la
lentitud en adaptarse a los desajustes del
mercado.

*Demanda efectiva insuficiente por *Esta insuficiencia de la demanda efectiva


incapacidad del mercado……………….. es la que produce el paro involuntario.

*Inversión y expectativas (´animal spirit´). *La inversión tiene un papel más activo
en el crecimiento que el ahorro. La
disminución de expectativas produce,
en ocasiones, una ralentización de la
inversión que es necesario incentivar de
otro modo que con el tipo de interés.

*Gasto público como estímulo de la *Base de una política económica


demanda…………………………………. orientada a la reducción del paro.

*Tipo de interés......................................... *Está determinado por la oferta y la


demanda del mercado monetario. El
tipo de interés keynesiano no afecta al
ahorro; éste está determinado, sobre
todo, por la renta.
*Inflación.................................................... *La explicación de los procesos
inflacionarios radica en la presión de la
demanda agregada sobre la oferta
cuando se ha alcanzado el pleno
empleo.
*Multiplicador............................................ *Permite determinar la respuesta de la
renta a un incremento de la inversión,
en función de la propensión marginal al
consumo.
* ............................. *......................................

145
ESCUELA AUSTRÍACA (introducción breve).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque).
 Subjetivismo radical. Orientación al individuo y rechazo de cualquier planteamiento
holístico. Escepticismo frente a los agregados.
 Consideran que la actividad económica forma parte de una realidad más amplia: la
acción humana
 En el desarrollo de la acción humana cabe contemplar la incertidumbre, el error y
las consecuencias no previstas, por lo que la previsión resulta poco indicada. En esta
concepción de la actividad humana destaca la correspondiente a los empresarios,
denominada función empresarial.
 Para esta escuela el hombre es un homo agens y lo importante son los medios que
utiliza en sus acciones para la consecución de sus fines, no siendo éstos el objeto de
su análisis.
 Postulan que las instituciones sociales, por ejemplo el mercado, son el resultado de
unos órdenes espontáneos ajenos a la voluntad de los agentes.
 En línea con su visión subjetivista, proponen una metodología para la economía
diferente de la de las ciencias naturales.
 Por la misma concepción subjetivista, el valor de los bienes se determina atendiendo
a las percepciones individuales de utilidad.

146
Contenidos analíticos derivados del Contenidos de la actividad económica
enfoque. explicados

*Acción humana......................................... *Explica la actividad humana, no sólo la


económica, como una relación entre
fines y medios para alcanzar dichos
fines.

*Órdenes espontáneos................................ *Este principio explica cómo el desarrollo


de la actividad humana, y en concreto la
económica, genera modos de
funcionamiento no buscados como, por
ejemplo, la institución del mercado.

*Función empresarial.................................
*Este concepto se refiere a la capacidad
creadora y coordinadora de los
empresarios que configura el
funcionamiento de los mercados.
*Preferencia temporal.................................
*Principio que postula la preferencia en el
tiempo de los bienes presentes frente a
los futuros. Así, se concibe el tipo de
interés como un ´premio´ al ahorro, por
aceptar cambiar consumo próximo por
consumos más lejanos en el tiempo.
*Ciclo económico.......................................
*Conforme a esta escuela, el origen de las
crisis radica en la expansión artificial de
la oferta monetaria sin el respaldo de
ahorro efectivo, que propiciaría –al
enviar señales erróneas a los
empresarios- un incremento excesivo de
determinadas inversiones y la aparición
de excesos de producción, cuya
eliminación sería la plasmación de la
crisis.

* ................................
*................................

147
III.1.2.3 Propuesta de estructura expositiva. La concepción de la economía.

En los puntos anteriores hemos centrado el análisis en los contenidos agrupados bajo las
rúbricas de ´objeto´ y ´enfoque´ de la economía. Nos referimos ahora a la ´concepción´
de la economía. Las diferentes concepciones que hemos incluido en el RESUMEN DE
CONTENIDOS (III.1) se han obtenido de los diferentes textos estudiados, según
consideración de los propios autores o de los tratadistas que han analizado sus obras.
La concepción que subyace en el trabajo de los economistas a veces no está explicitada
o reconocida expresamente por los autores de las aportaciones; a veces es imputada por
terceros y, a veces, es controvertida. Pero, en cualquier caso, está implícita en su trabajo
y es relevante para entender cómo elaboraban sus aportaciones, y para adquirir el
conocimiento significativo de una escuela.
En los casos concretos de las escuelas seleccionadas en la Propuesta de estructura
expositiva del objeto formal del punto anterior, la concepción que corresponde a cada
escuela, según el criterio de sus propios autores, es la siguiente:
 Escuela Clásica: Ciencia/disciplina diferenciada.
 Escuela Marxista: Ciencia social histórica.
 Escuela Neoclásica: Ciencia del comportamiento.
 Escuela Keynesiana: Ciencia y arte (Política económica)
 Escuela Austríaca: Ciencia del comportamiento. Rama de la praxeología.
La concepción remite al problema epistemológico de si sus aportaciones se realizaban
siguiendo una metodología científica o de otro tipo, lo que analizaremos en el epígrafe
III.3, donde estudiaremos cómo trasladarlo didácticamente a un curso de introducción a
la economía.
En este epígrafe aportamos sólo una reflexión: las concepciones aparecen ligadas a las
escuelas y están estrechamente relacionadas con la metodología y el enfoque de cada
escuela. Por tanto, didácticamente, deberán presentarse unidas a la presentación de cada
una de ellas.

148
III.2 Relación de la economía con otras disciplinas.

En la revisión de los textos seleccionados abordada en la parte I se elaboró un


RESUMEN GLOBAL DE CONTENIDOS (v. I.9) en el que se señaló el escaso
tratamiento que los textos analizados dedicaban a la relaciones de la economía con otras
disciplinas (v. 5 en I.9).
Siguiendo el esquema general de trabajo iniciado de esta parte III, realizaremos un
resumen del estado de las relaciones de la economía con otras disciplinas, basado en las
aportaciones de algunos autores, y después un análisis basado en las reglas de la
didáctica adoptadas en la parte II.
Como resultado de este análisis, podremos comparar estos resultados con los de los
textos seleccionados tal como se han resumido en I.9 (v. V). Además, las conclusiones
que adoptemos en el análisis se trasladarán a la propuesta de curso introductorio de la
parte IV.

III.2.1 Resumen de las aportaciones a la economía.

Incluiremos sólo las aportaciones necesarias de otros autores para formarnos una
opinión básica acerca del tratamiento que ofrecen sobre la posible relación entre la
economía y otras disciplinas.

Ya se ha indicado en III.1.1 que Cantillon “fue uno de los primeros en [...] desarrollar
una explicación económica de la localización de las ciudades y núcleos de población”
(Ekelund y Hébert, 1992, p. 81), que Malthus incorporó el crecimiento de la población
en su obra principal, y que otros autores consideraron también la evolución de la
población como un factor importante del crecimiento económico.
Esta consideración de la población como un elemento relevante en el análisis
económico, que llegó hasta finales del s. XIX, pone de manifiesto que la Demografía
era una disciplina utilizada ampliamente en economía. Sin embargo, esta situación se
modificó al cambiar el paradigma dominante en la economía, en este caso la llegada del
marginalismo. Schumpeter explica así este cambio: “porque el sistema de utilidad
marginal no dependía de ninguna hipótesis determinada acerca de las tasas de natalidad
o de mortalidad [...] Por eso la rama ´Población´ de la economía general tendió a
secarse...” (1954, 971-972). Una primera conclusión que podemos extraer de este

149
sencillo ejemplo es que la relación entre la economía y alguna disciplina surge cuando
el enfoque de alguna escuela determinada lo plantea.

Igualmente hemos visto en el epígrafe III.1.1 la opinión de Mill, haciéndose eco de la


de Smith en el mismo sentido, sobre la relación de necesidad que tiene la economía
respecto de otras disciplinas: “Para fines prácticos la economía política está siempre
entrelazada con otras muchas ramas de la filosofía social. Excepto en cuestiones de
detalle, quizás no existan cuestiones prácticas [...] que se puedan solucionar sólo sobre
premisas económicas” (Mill, 1848, pp. 53-54).

La escuela marxista, y todas las escuelas próximas al enfoque historicista, hacen un


reconocimiento expreso de la relación recíproca entre la Historia y la Economía.

De los libros de texto seleccionados, el de Samuelson es uno de los pocos que aborda
este asunto de la relación de la economía con otras ciencias, concretamente en el
epígrafe titulado La economía en las ciencias sociales, aunque lo hace de un modo
superficial, al limitarse a consignar que “la economía limita con otras importantes
disciplinas académicas. La ciencia política, la psicología y la antropología son todas
ellas ciencias sociales cuyo objeto de estudio coincide parcialmente con el de la
economía” y que “la economía también se basa considerablemente en el estudio de la
historia”. Y, curiosamente, al final del epígrafe, pero dentro de éste, dice que “entre las
muchas otras materias relacionadas con la economía, es de especial importancia la
estadística” (1985, pp. 6-7). Este autor mezcla disciplinas con una relación con la
economía meramente instrumental, como la Estadística, con otras cuya relación con la
economía se deriva de su condición de fronterizas con ella.
Hicks trata este asunto de modo parecido en su libro Estructura de la economía, y
afirma que “la economía pertenece [...] a [...] las Ciencias Humanas, [...] aquellas que
tratan de la conducta humana. Hay otras [...] además de la economía: la psicología y la
política [...] y quizás también la sociología. Todas estas ciencias afectan a la economía
por lo que el estudiante hará bien en mantener cierto interés en ellas” (1942, p. 11).
Como vemos, estos dos autores confirman la existencia de relaciones de dependencia
entre la economía y otras disciplinas, pero no profundizan en su significado
epistemológico ni derivan consecuencias y apenas mencionan las relaciones de tipo
instrumental, quizás por su obviedad.

150
Leontief escribió una “Nota sobre la interpretación pluralista de la historia y el
problema de la cooperación interdisciplinaria” (1966, pp. 15-25) en la que se aborda la
existencia de espacios comunes entre las ciencias como un asunto que remite al
problema general de la relación entre disciplinas y, en particular, al de las ciencias
sociales. En dicha Nota simplemente presentaba los perfiles básicos del problema y al
final del escrito apuntaba que “lejos de ser miembros de una familia bien integrada, las
disciplinas individuales aún mantienen su soberanía en la mayoría de los casos” (1966,
p. 25). Habría que entender, sensu contrario, que si las disciplinas individuales fueran
una familia bien integrada reconocerían sus espacios comunes y avanzarían conjunta y
armónicamente en sus investigaciones. En definitiva, de este escrito de Leontief se
deduce implícitamente la existencia de espacios comunes, que son los que
determinarían algún tipo de relación entre la economía y otras disciplinas.

Para Pasinetti hay “una discriminación brusca entre aquellos problemas económicos que
se tienen que resolver sobre la base de sólo la lógica –para los que la teoría económica
es enteramente autónoma- y aquellos problemas económicos que surgen en conexión
con instituciones concretas, o con grupos particulares o la conducta individual, para los
que la teoría económica no es ya autónoma y tiene que integrarse con hipótesis
adicionales, que pueden provenir muy bien de otras ciencias sociales” (Pasinetti, 1985,
p. 15).

Bunge llega a una conclusión similar, pero por un camino muy diferente. En su libro
Economía y filosofía analiza la condición científica de la Economía, tomando como
referencia una serie de requisitos elaborados por él mismo. Uno de ellos es que “el
campo de investigación” de la propia disciplina sea, a su vez, “un componente de un
campo cognitivo más amplio...” (1992, pp. 103-104). En su opinión, no lo cumple
porque “No sólo la economía política no crece en el suelo de la psicología experimental
y de la antropología contemporáneas, sino que no hace caso de sus hermanas, la
sociología y la politología”, y añade, en línea con su concepción sobre la situación
actual de la economía, “Esta ausencia de solapamiento con las ciencias vecinas es un
defecto [...] porque el aislamiento de los demás campos cognitivos es una característica
de la pseudociencia” (1982, pp. 108-109)49.

49
En estas citas Bunge no se dirige a una escuela en particular, sino a la economía en general.

151
Schumpeter también da por hecho que la historia del análisis económico no se puede
entender sin contemplar “para cada uno de los períodos que estudiemos [...] algunos
desarrollos contemporáneos que se hayan producido en otras ciencias” (1954, p. 61) y lo
hace detallada y sistemáticamente a lo largo de la obra citada, dedicando numerosos
epígrafes, y aún capítulos completos, a las relaciones entre la Economía y la Historia, la
Sociología, la Psicología y la Política.

Lo anterior confirma la existencia y relevancia de las relaciones de la economía con


otras disciplinas, al menos desde el punto de vista de algunos enfoques económicos. Sin
embargo, faltaría dotarnos de criterios capaces de trasladar didácticamente, de modo
sencillo y significativo, los contenidos de este epígrafe a los alumnos. Esta tarea la
abordamos a continuación.

III.2.2 Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos

En el epígrafe III.1 se ha realizado una clasificación de los contenidos de la economía


que se puede resumir así:
 Contenidos del objeto material o de la actividad económica.
 Contenidos del objeto formal o de cada escuela que, a su vez, se pueden desglosar
en dos grupos:
 Contenidos constituyentes del enfoque propiamente dicho de cada escuela, tales
como hipótesis, supuestos, axiomas, concepciones de la sociedad o
concepciones metodológicas.
 Contenidos derivados de cada enfoque, tales como categorías analíticas, leyes o
teorías.
Entendemos que esta aproximación a los contenidos de la economía nos sirve para
abordar formalmente la posible relación de la economía con otras disciplinas y, en su
caso, tenerla en cuenta en un curso introductorio.

Así, en la Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto material, del
epígrafe anterior, encontramos numerosos ejemplos en los que se pone de manifiesto la
utilidad de otras disciplinas para analizar y describir propiamente el detalle y los
contenidos de la actividad económica. A continuación mostramos algunos:
 Profundizar en la descripción y desarrollo de los contenidos del módulo del Sector
Financiero del EGAE, exige acudir a la disciplina de las Matemáticas Financieras o

152
Actuariales, o a la legislación en materia de regulación de los intermediarios
financieros.
 Profundizar en el conocimiento y registro de los agregados de la actividad
económica, exige acudir a la disciplina de la Contabilidad Nacional.
 Profundizar en la tipología y naturaleza de las unidades empresariales del módulo de
Producción del EGAE, nos lleva a la disciplina del Derecho Mercantil o a la
Economía de la Empresa, y avanzar en el conocimiento de los balances y cuentas de
resultados de dichas unidades empresariales, nos conduciría a la Contabilidad de
Costes, General o de Sociedades.
 Para avanzar en el conocimiento de los flujos de ingresos y gastos del Sector
Público, necesitamos acudir al Derecho Fiscal.
 Para comprender mejor numerosos aspectos de la oferta de las empresas o del
comportamiento de los consumidores, tenemos que acudir a la disciplina del
Marketing o a la Psicología.
 Para medir agregados o estimar características de una población en base a los datos
de una muestra, tendríamos que apoyarnos en la Estadística Descriptiva o en la
Estadística Inferencial.

La relación de la economía con las disciplinas anteriores, y otras no mencionadas, tiene


un carácter meramente instrumental, porque su uso sólo tiene la finalidad de utilizarlas
como instrumento para comprender mejor la naturaleza de los contenidos que nos
encontramos en la descripción de la actividad económica.
Hay, además, otras disciplinas, como las Matemáticas y sus diversas ramas que, por su
propia naturaleza formal, son también apoyo instrumental de numerosas disciplinas, una
de ellas la Economía; por ejemplo, el uso del cálculo diferencial o del álgebra vectorial
para formalizar el análisis marginal o desarrollar el análisis input-output,
respectivamente50.

Hay otro tipo de relación diferente entre la economía y otras disciplinas, que se da
exclusivamente en el plano del objeto formal, esto es, de las escuelas. Se trata de los

50
Según Bunge “así es como la física, [...], la economía y las demás ciencias recurren a la matemática,
empleándola como herramienta para realizar la más precisa reconstrucción de las complejas relaciones
que se encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos; dichas ciencias [la
economía entre ellas] no identifican las formas ideales con los objetos, sino que interpretan las primeras
en términos de hechos y de experiencias (o, lo que es lo mismo, formalizan enunciados fácticos)” (1966,
p. 7).

153
casos en que el enfoque de alguna escuela derive en algún contenido –generalmente
referido al contexto o sus componentes sociológicos, institucionales, culturales o
incluso psicológicos- que pertenezca también a otra disciplina, o que se solapen
parcialmente, o cuyo significado sea objeto de discrepancia entre esas disciplinas. En
otras palabras, estaríamos ante una escuela económica que tuviera algún espacio común
con otra disciplina en sus respectivos objetos formales.
En estos casos se trata de una relación que podemos denominar de dependencia mutua o
interdependencia entre disciplinas, como la que encontramos en la relación de la
Economía con la Sociología, la Politología, la Psicología, la Antropología o la Historia.

Por tanto, hemos definido y caracterizado dos tipos de relaciones entre la economía y
otras disciplinas: relaciones instrumentales y de dependencia mutua.
Respecto de las instrumentales, se aprecia inmediatamente la necesidad de adquirir un
alto grado de competencia en ellas para tener un conocimiento claro y de detalle de la
actividad económica, el objeto material de la economía común a todas las escuelas.
Obviamente, en un curso introductorio no se pretende alcanzar ese grado de
competencias en las disciplinas instrumentales51, se trata más bien de que sepan de su
existencia, pero entendemos que un conocimiento mínimo de esas disciplinas es
necesario, y nos obligaría a hacer algunas ´interrupciones´ o incisos en la exposición del
curso, para facilitar el aprendizaje significativo de los contenidos relacionados con la
disciplina instrumental que corresponda.
Aunque es difícil concretar con precisión el alcance de esos incisos o refuerzos,
consideramos que en la Propuesta de estructura expositiva de los contenidos del objeto
material hemos incorporado un detalle de contenidos que permite hacerse una idea del
alcance que tendrían estas aproximaciones a las disciplinas instrumentales.
Respecto de las relaciones de dependencia mutua -la disciplina o disciplinas con las que
una escuela económica concreta tenga contenidos comunes en su objeto formal-, puede
decirse que tienen un interés dependiente del grado de profundidad con que se esté
abordando la enseñanza/aprendizaje de una escuela determinada. Aunque el interés
epistemológico de este aspecto es indudable, creemos que su inclusión en la
introducción a alguna escuela –dentro, a su vez, de un curso introductorio- no llevaría

51
Normalmente, en los planes de estudio, la adquisición de esas competencias se concreta en materias
separadas que se imparten en paralelo o posteriormente al curso de introducción a la economía.

154
aparejado hacer una ´interrupción´ importante. Además, la casuística de este aspecto
puede ser tan abundante, y sujeta a opinión de diferentes autores, que excede el ámbito
de nuestro trabajo, por lo que entendemos que su gradación debería dejarse al arbitrio
del responsable del curso.

155
III.3 La economía en el contexto de las ciencias

En el epígrafe III.1 hemos analizado cómo tratar didácticamente los contenidos de la


economía que pertenecen a los objetos material y formal de esta disciplina. Sin
embargo, hay otros aspectos que pueden generar contenidos didácticos en un curso
introductorio de economía. Son los que se refieren al estatus científico de la economía, a
su ubicación en el contexto de las ciencias, a su metodología y, en general, a la
consideración epistemológica de la disciplina de la economía.
Se trata de decidir, con las reglas didácticas adoptadas, qué respuestas trasladar a los
alumnos de un curso introductorio a las preguntas de ¿es la economía una ciencia?
¿Cómo se clasifica en el conjunto de las demás ciencias? ¿Es una ciencia social? ¿Cuál
es su metodología? ¿Qué es la economía positiva y normativa?
Como hemos visto en la taxonomía de los textos seleccionados de introducción a la
economía de la parte I, diversas respuestas a esas preguntas forman parte de los
contenidos de dichos textos. Por nuestra parte, damos por supuesto que es procedente
abordar esta problemática fijando los contenidos que deben incluirse en un curso de
introducción a la economía.
Abordaremos esta tarea en epígrafes separados. En éste analizaremos el estatus
científico de la economía, su metodología, su condición de ciencia social y su
clasificación en el conjunto de las ciencias, y en el siguiente –el III.4- abordaremos la
problemática de la economía positiva y normativa.

Ciñéndonos a los aspectos que corresponden a este epígrafe –estatus científico,


metodología y clasificación de la economía– procederemos de modo similar a como ya
hemos hecho en otros epígrafes de esta parte III: 1º) Haremos un resumen histórico de
los pronunciamientos o contenidos más significativos que diferentes autores han hecho
sobre la naturaleza científica de la economía, su metodología y su clasificación entre las
ciencias; 2º) Analizaremos, con las reglas didácticas adoptadas en la parte II, cómo
deberían presentarse dichos contenidos en un curso de introducción a la economía.
Además, como resultado de este análisis podremos comparar éstos con los de los textos
seleccionados tal como se han resumido en I.9 (v. V). Finalmente, las conclusiones que
adoptemos en el análisis se trasladarán a la propuesta abreviada de curso introductorio
de la parte IV.
Igual que en los epígrafes anteriores no pretendemos terciar en las controversias
existentes, epistemológicas en este caso; simplemente presentaremos los
157
pronunciamientos más significativos de la filosofía de la ciencia de modo sencillo y en
forma de contenidos didácticos, en los casos en que proceda presentarlos, a los alumnos
de un curso introductorio de economía.

Adentrarse en la epistemología de la economía o de las ciencias sociales exige hacerlo


en la epistemología de la ciencia en general, por ser temas anudados entre sí. Así, la
búsqueda de nuestros contenidos didácticos la haremos en un repaso histórico de las
aportaciones de los autores –filósofos, historiadores o economistas- que se hayan
pronunciado sobre los asuntos que nos interesan en este epígrafe.

III.3.1 Resumen histórico.

Hacer un resumen sobre los pronunciamientos de la epistemología de la ciencia en


general y de la economía en particular, aunque sea, como en nuestro caso, a grandes
rasgos, presenta algunas dificultades. La cantidad y variedad de formulaciones son tan
amplias que quedaría fuera de nuestro alcance intentar siquiera abarcarlas. Por tanto,
hemos limitado la relación de autores a los más representativos de cada corriente de
pensamiento, destacando únicamente las notas epistemológicas que más interesan a
nuestro propósito didáctico; aunque tratando de abarcar un panorama suficientemente
amplio que nos permita recoger las aportaciones más significativas del inventario ´vivo´
de los aspectos epistemológicos que conciernen a la economía.

Por otra parte, hemos optado por mostrar los diferentes posicionamientos
epistemológicos sobre la ciencia o la economía en una ordenación meramente
cronológica, prescindiendo de otros hilos conductores, como pudieran ser la relación de
la ciencia con la historia en general, con el desarrollo de la filosofía o escuelas de
pensamiento o con alguna otra manifestación de la actividad humana. Algunos autores
de textos sobre la historia de la filosofía de la ciencia suelen apuntar esquemas
interpretativos diversos que recorren toda la línea del tiempo histórico52; sin embargo,
entendemos que para nuestro objetivo, es suficiente inicialmente con una mera
ordenación cronológica de las aportaciones más significativas sobre la ciencia y la
52
Así, por ejemplo, Mardones (1991, pp. 20-21) en el contencioso sobre la cientificidad de las ciencias
humanas o sociales dice: “Si miramos el panorama de la filosofía de la ciencia y de lo que tiene que ser
considerado por tal, desde la altura de la historia, se distinguen dos tradiciones importantes: la llamada
aristotélica y la denominada galileana … dos tradiciones vivas que llegan, con su caudal enriquecido
por las vicisitudes históricas, hasta nuestro hoy, y persisten en una confrontación o pugilato, cuyo lugar
más visible es la fundamentación de las disciplinas humanas o sociales como ciencia”.

158
economía realizadas por autores que se han pronunciado sobre su epistemología; con
dichas aportaciones, y los criterios didácticos adoptados en la parte II, intentaremos
decidir qué contenidos y de qué modo presentarlos en un curso de introducción a la
economía.

El resumen que sigue se ha ordenado cronológicamente en cinco etapas: la Ciencia


Antigua, la Edad Media, la Revolución Científica, el Positivismo y el antipositivismo y
el Círculo de Viena. En las tres primeras hemos seguido el orden que adopta L. W. H.
Hull en su Historia y Filosofía de la Ciencia (1959), y en las siguientes hemos fijado
dos hitos –el Positivismo y el Círculo de Viena- que suelen usarse por numerosos
autores y que permiten mostrar el discurrir paralelo de la Filosofía de la Ciencia en
general y el de las Ciencias Sociales en particular.

La ciencia antigua53

Los orígenes
De acuerdo con Hull, las civilizaciones babilónica y egipcia disponían de “abundantes
observaciones sistemáticas y registradas sobre las cuales se basaban ciertas
generalizaciones empíricas”, (1959, p. 19) derivadas de sus observaciones astronómicas.
Probablemente su interés astronómico estuviera ligado a las rutinas de las estaciones,
de los eclipses, o a su relación con la agricultura. En cualquier caso, no hay registrados
intentos de explicar el movimiento de los astros. Para estas civilizaciones, “la geometría
no era un cuerpo de conocimientos articulado. Era una colección de reglas prácticas de
medida y agrimensura” (1959, p. 22).

Los primeros griegos


Los filósofos griegos del siglo VI a. de C., “subestimaban la importancia de la
observación [creyendo] que podrían obtener un conocimiento del mundo externo por
deducción a partir de principios generales basados en sus particulares impresiones de lo
que debía ser [...] un universo bien organizado”. Su explicación del movimiento de los
astros se podría formular así: “Sea un conjunto de objetos T, a, b, c,…Se conocen los
movimientos aparentes de a, b, c,… vistos desde T. Hallar una disposición de los
objetos T, a, b, c,… y un conjunto de movimientos relativos entre ellos que sea

53
Tomamos esta denominación, así como el fraccionamiento y duración de esta etapa, de la obra de Hull
(1959).

159
compatible con sus movimientos aparentes y al mismo tiempo, lo más sencillo posible”
(1959, pp. 28-29). Como se advierte, era un procedimiento especulativo, se trataba de
buscar una teoría o hipótesis en la que encajaran los hechos observados: en otras
palabras, una generalización por inducción. Así, “concibieron la idea de que la tierra
podría sostenerse sola, sin apoyo, en el espacio vacío” (1959, p. 34).

Tales de Mileto “dedujo algunos teoremas generales partiendo de premisas que eran
más sencillas y fáciles de aceptar que las conclusiones” (1959, p. 32), iniciando la
concepción del método deductivo. Los pitagóricos avanzaron en este sentido y
“construyeron un sistema coherente en el que todos los teoremas se siguieran
demostrativamente de unos pocos axiomas explícitamente afirmados. Si los axiomas
eran verdaderos lo serían todas las demás proposiciones” (1959, p. 39). Esta geometría
pitagórica “ha sido considerada al arquetipo de todos los sistemas deductivos y […] la
primera matemática genuina” (1959, p. 42), así como posteriormente la de Euclides, que
fue una versión revisada y ampliada de ésta.
Inicialmente, los axiomas eran proposiciones o enunciados tan evidentes que se
aceptaban sin demostración, pero pronto pasaron a ser algo que no necesitaba
demostración, y “la modesta afirmación de que los teoremas de la geometría se siguen
de sus axiomas fue sustituida por la pretensión […] sin fundamento de que los teoremas
de la geometría eran verdaderos respecto del mundo físico porque se seguían de los
axiomas” [...] “el error metafísico […] ha consistido en suponer que métodos análogos
[…] son por sí mismos capaces de revelar la verdad material” (1959, pp. 44-45). Sin
embargo, como dice el mismo autor, “no hay más que un camino para averiguar si los
axiomas de la geometría son de hecho enunciados verdaderos sobre el mundo; ese es el
camino empírico” (1959, p. 43)

El período ateniense
En el periodo denominado ateniense, s. V a. de C., considerado el de máximo esplendor
filosófico, surgieron algunas aportaciones a la concepción de la ciencia relevantes para
el resto de la historia, aunque muchos de sus pronunciamientos incluyeran numerosos
elementos meramente especulativos. Así, en Física y Astronomía, Anaxágoras y otros
postularon que la composición de la materia incluía elementos como el fuego, la sangre
o el plomo, mientras que Leucipo y Demócrito mantuvieron la teoría atomista, según la
cual la materia estaría compuesta por átomos, partículas indivisibles e indestructibles;
según esta teoría todo lo que existe estaría compuesto de átomos o de vacío; el cambio
160
sería una nueva redistribución de átomos, pero sin cambios en el propio átomo. Según
Hull “debe considerarse puramente casual” (1959, p. 61) la confirmación posterior de
este enfoque que, en el fondo, era una especulación más.

Para Platón, sin embargo, la “única verdadera realidad” son las ideas, y el conocimiento
es el estudio de las ideas, ya que “los sentidos no pueden proporcionar conocimiento”.
Los sentidos no pueden revelar más que una imagen falsa y confusa de la realidad, apta
para engañar al hombre” (1959, pp. 85-86). Por eso, este autor –Hull- piensa que las
teorías de Platón son opuestas a la observación y al experimento típicos de la ciencia.
Afirma, en concreto, que “la fe en la teoría platónica conduce al tipo de pensador
apriorístico que intenta embutir la naturaleza en un esquema intelectual preconcebido”
(ib).

Aristóteles también incluyó en algunas de sus aportaciones numerosos elementos


especulativos contrarios a cualquier concepto de ciencia. Pero en otras aportaciones su
relevancia para la filosofía del conocimiento y para la ciencia tuvo alcance histórico.
Este autor distinguió en el análisis de las causas de los fenómenos entre la causa final y
la causa eficiente (p.ej.: el rayo sería la causa eficiente del trueno y la ganancia la causa
final del intercambio). Para Hull (1959, p. 65) “la causa final aparece sólo en un
contexto que incluya actividades mentales. Es por lo tanto irrelevante en la ciencia
física, que trata de cuerpos inanimados […] Lo que importa es el hecho de que la
búsqueda de causas eficientes ha probado ser un procedimiento científico mucho más
poderoso que la búsqueda de causas finales”.
El concepto de causa final le sirve a Mardones “para entender por qué la tradición de la
ciencia que se remite a Aristóteles discurre al compás de los esfuerzos por comprender
los hechos de modo teleológico o finalista” (1991, p. 23). Este autor sintetiza, en este
marco, la aportación de Aristóteles así: “…pensaba la explicación científica como una
progresión o camino inductivo desde las observaciones hasta los principios generales o
principios explicativos […] Esta etapa consiste en obtener principios explicativos a
partir de los fenómenos que se han de explicar: se denomina inducción […] todavía
existía un segundo momento o etapa en la explicación científica: el deductivo. Consiste
en deducir enunciados acerca de los fenómenos a partir de las premisas que incluyan o
contengan los principios explicativos. Aristóteles exigía una relación causal entre las
premisas y la conclusión del silogismo acerca del hecho o fenómeno a explicar […] la

161
causa tiene […] cuatro aspectos: la causa formal, la causa material, la causa eficiente y
la causa final […]. No podía faltar a una pretendida explicación científica de un
fenómeno o hecho, el dar cuenta de su causa final o telos […] Aristóteles exigía
explicaciones teleológicas, que aclarasen ´con el fin de que´ ocurren los fenómenos […]
Es precisamente este acento puesto por Aristóteles y la ´ciencia aristotélica´ en la
explicación teleológica o finalista el que se considera prototipo de esta tradición y
permite encontrar semejanzas con posturas actuales” (1991, p. 22).
La concepción aristotélica de la ciencia es relevante de suyo para iniciar el
entendimiento de la propia ciencia y también porque algunos representantes de escuelas
económicas actuales reclaman el influjo de Aristóteles en su fundamentación. Este sería
el caso de Menger, cuya reclamada fundamentación aristotélica es sometida a crítica por
R. Crespo (González et alia, 2008, pp. 73-81). Para este autor, Aristóteles divide las
ciencias atendiendo a la naturaleza de su objeto de estudio, en ciencias especulativas o
teóricas, prácticas y poéticas o técnicas. Las ciencias especulativas “tendrían como
objeto de estudio a los entes separados, inmóviles o que tienen en sí mismos el principio
de movimiento”, propios de la matemática, la física y la teología. Las ciencias prácticas
y las técnicas versarían sobre las acciones humanas o sea objetos “que tienen el
principio de movimiento en quien las realiza”.
Sobre las ciencias teóricas considera que son “conocimiento verdadero y cierto, infalible
sobre un objeto necesario” […] no de lo particular, sino de lo universal, de “lo que se da
en cada uno en sí y en cuanto tal […]. Lo universal es lo que muestra la causa. Por eso
la ciencia es conocimiento de y por las causas”. Para Aristóteles, ciencia es el
conocimiento de lo que es necesariamente así y no puede ser de otro modo. La ciencia
práctica, sin embargo, sería “ciencia por semejanza […] En primer lugar, porque los
actos humanos no son necesarios, sino contingentes. En segundo lugar, porque en ésta
se pierde el carácter desinteresado que tiene la ciencia especulativa […].´ La verdad
[…] tratándose de cuestiones prácticas, se juzga por los hechos y por la vida, que son en
ellas lo principal´ […] ´el fin de la ciencia teórica es la verdad y el de la ciencia
práctica, la obra´”. Las características de las ciencias prácticas serían:
 Inexactitud.- Debido a las diferencias, fluctuaciones e incertidumbre propias de las
acciones, esta limitación no se considera un demérito de estas ciencias sino el
resultado de su adaptación a su objeto de estudio. “El yerro no está en la ley ni en el

162
legislador, sino en la naturaleza de la cosa, puesto que tal es, desde luego, la índole
de las cosas prácticas”.
 Fin práctico.- Ya se ha dicho que su fin es la obra. Sin embargo, se abre la
posibilidad que fuera una ciencia teórica con un objeto práctico. Ante esta
pretensión se aclara que “aunque la ciencia en cuestión sea teórica por el fin, o tenga
una parte teórica y otra práctica, la implícita ordenación a la acción es la que manda
en cuanto a su encuadramiento epistemológico”.
 Carácter normativo-ético. Las ciencias prácticas serían ciencias morales. “Lo es en
primer lugar la política […] el fin de la política es […] aprender cuáles son las cosas
buenas y justas”. Comprendería conocimientos referidos tanto a la racionalidad ética
de las acciones como a su racionalidad técnica.
 Contacto estrecho con la experiencia.- “Estas ciencias están muy cerca de lo
singular y de lo contingente. Requieren […] una consideración de las circunstancias
sociales culturales e históricas, del lugar y del tiempo […] [Aunque] esto no
equivale a un relativismo cultural o historicista, ya que la razón pone orden en
dichas opiniones y experiencias, las enfrenta dialécticamente y extrae conclusiones
también generales”.
 Metodológicas.- “No es posible limitarse a la utilización de un método único, sino
que es preciso recurrir a una pluralidad […] haciendo uso de cada uno de ellos en la
medida y el ‘momento’ adecuado”.
Finalmente, en la interpretación aristotélica que estamos trasladando sobre las ciencias,
se consigna que las ciencias prácticas incluyen la política, la estrategia, la retórica, la
economía… Ya “que para Aristóteles, la economía es un acto humano concreto: el uso
de lo necesario para la vida buena”.
Aristóteles inició el desarrollo de la lógica al clasificar los razonamientos según sus
formas. “Se dio cuenta de que la estructura de un argumento puede estudiarse
separadamente de su tema […] La intención de Aristóteles era enumerar esas formas y
establecer las reglas mediante las cuales puede establecerse su validez” (Hull, 1959, p.
87). Aunque no contempló muchas formas de razonamiento, su importancia radica en
que inició el estudio sistemático de las formas abstractas.

Los sabios alejandrinos


Nos referimos ahora al período de los sabios denominados “los alejandrinos”. Estos
sabios desarrollaron su trabajo alrededor de la Biblioteca del Museo de Alejandría, al

163
que deben su nombre. Eran de origen griego en su mayor parte, aunque recibieron
influencias de otras culturas no helénicas. “Los fundadores del Museum estaban bajo la
inspiración de Aristóteles” y abandonaron los planteamientos meramente especulativos
de Platón, por lo que sus métodos para alcanzar el conocimiento consistieron en
“programas de observación sistemática” y destacaron especialmente en astronomía y
matemáticas, aunque también hicieron aportaciones relevantes en física y en ingeniería
(1959, pp. 93-95).

En este período Euclides redacta sus Elementos, obra de geometría de corte


arquetípicamente deductivo, concepción y método que ya hemos comentado al
mencionar la geometría pitagórica. En esta obra, que ha sido libro de texto durante casi
dos mil años, se presenta una información sistemática de toda la geometría griega y de
las matemáticas entonces conocidas; redujo el número de axiomas o proposiciones
indemostradas de las que dependían las demostraciones; incorporó el método lógico de
reducción al absurdo; incorporó rigor, sencillez y elegancia inigualadas hasta entonces
en las exposiciones y en las deducciones de los teoremas. Sobre esta obra, el
epistemólogo Trevijano dice: “Los Elementos de Euclides no surgieron de la nada, sino
que lo que pretendían y lograron fue recopilar y estructurar de una manera didáctica
todos los conocimientos y teoremas geométricos de su época. Pero el mérito del
recopilador ha sido el método utilizado, que se ha convertido en el prototipo de toda una
serie de ciencias a las que denominamos formales” (1994, p. 22). Y más adelante, “no
sólo los griegos, sino también los medievales y los modernos, incluyendo entre éstos a
Newton, creían que nuestro mundo real en su estructura geométrica era euclidiano. Por
eso se suponía que los axiomas eran evidentes y verdaderos. En esta expresión
verdadero significa existente en el mundo físico. Y ésta es todavía la idea que tiene la
mayor parte de la población de la humanidad. [...] Durante mucho tiempo se la ha
considerado como la ciencia más exacta, y se creía que era verdadera en el sentido que
se correspondía con la naturaleza de nuestro mundo físico. Luego se comprobó [...] que
había otras geometrías posibles además de la de Euclides, y que ninguna era de por sí
superior a las otras. Esto hizo comprender que no eran sino ciencias formales, exactas,
con los datos previamente admitidos por nosotros, los axiomas, pero que no nos
enseñaban nada acerca de la naturaleza del mundo real.” (1994, pp. 40-41).

Los ´sabios´ que mencionamos a continuación, relacionados notablemente con el campo


de la astronomía, quizás tengan una relación lejana con el propósito inmediato de
164
nuestro trabajo, pero sus aportaciones a esa disciplina, y a la ciencia en general, y su
nexo de unión entre la ciencia antigua y la ciencia ´europea´ de la Edad Media,
contribuyeron, seguramente, al surgimiento de la Revolución Científica, referencia
principal de este recorrido por la ciencia. Recorrido que, como es sabido, aunque
discurre por diferentes caminos, el más relevante y el que fijó el concepto moderno de
ciencia es el de la astronomía, que llega hasta la Ley de Gravitación Universal.

Aristarco de Samos intentó determinar por procedimientos trigonométricos las


distancias entre la Luna, la Tierra y el Sol. Aunque erró en sus cálculos, éstos estaban
basados en la observación, la medición y grandes dosis de ingenio. Con iguales recursos
trató de calcular los tamaños de la Tierra y de la Luna y, aunque no acertó, fijó un
tamaño para la Luna –su radio sería la mitad del de la Tierra– que chocaba con el
tamaño insignificante que entonces se le suponía.

Eratóstenes estimó con bastante aproximación el diámetro de la Tierra utilizando


cálculos trigonométricos y haciendo un uso avanzado de las proporcionalidades en
geometría. Para ello se valió de la posición del sol respecto a dos lugares en un mismo
momento. Es, asimismo, autor del calendario Juliano, adoptado después por Julio César,
entre otros descubrimientos, como por ejemplo la inclinación del eje de la Tierra
respecto a la elíptica.

Arquímedes es, según numerosos historiadores, uno de los hombres de ciencia más
importantes de la historia. Su trabajo se desplegó en el área de la geometría, la
aritmética, la física y la ingeniería. Acometió el estudio de la medición de figuras
limitadas por líneas curvas, utilizando el método de exhaustiones que, básicamente,
consistía en inscribir las figuras curvas –por ejemplo, un círculo– entre figuras
poligonales y regulares cada vez de mayor número de lados, para finalmente poner un
límite superior y otro inferior al área buscada del círculo. Extrapoló el método citado a
numerosos problemas de áreas y volúmenes. Resolvió el problema de dividir un ángulo
en tres partes, mediante la introducción de la célebre espiral que lleva su nombre.
Escribió un estudio sobre la teoría de la palanca que extendió a las poleas, con
intencionalidad práctica. Ideó un dispositivo –la hélice arquimédica– para extraer agua
de los ríos, con la misma intencionalidad práctica; etc. Arquímedes fue el primero en
resolver problemas de medición utilizando métodos experimentales, como la pesada, y

165
utilizó la inferencia para estimar el valor de una variable en función de otra, por
ejemplo, el volumen y el peso de dos sólidos del mismo material.

Hubo otros autores relevantes: Apolonio de Perga; Hiparco –que descubrió el


movimiento de precesión debido al cambio de dirección del eje de la Tierra e inventó
formalmente la trigonometría fijando la relación entre distancias y medidas angulares–;
Herón –que inventó una embrionaria turbina de vapor–; Ptolomeo –que describió un
modelo de sistema plantetario, vigente hasta Copérnico, capaz de explicar muchos de
los movimientos aparentes de los astros con la Tierra en el centro–; etc.

Los sabios anteriores imprimieron un florecimiento asombroso de la ciencia a este


período, que acaba con la llegada del poder romano a Alejandría. Aunque ya hemos
indicado algunas notas que caracterizaron su trabajo científico –observación, medición,
inferencia, utilización apropiada de la matemática y orientación práctica de su trabajo en
algunos casos–, añadimos esta otra aplicada a Arquímedes por el historiador L.W. H.
Hull que entendemos se puede hacer extensiva al conjunto de los sabios alejandrinos:
“era hombre moderno en materia de libertad heurística” (1959, p. 113). Esta referencia a
la libertad heurística se manifestaba en muchos aspectos de su trabajo científico: no se
limitaban a contemplar los fenómenos, los medían, registraban, comparaban, no se
limitaban a explicar los fenómenos, buscaban aplicaciones prácticas de sus
descubrimientos, utilizaban modelos basados en la proporcionalidad y aplicaban las
matemáticas.

La Edad Media

Esta etapa se inicia con el fin del imperio romano y la irrupción del Cristianismo y llega
hasta el siglo XV. Durante este período la ciencia entra en decadencia: “el pensamiento
cristiano fue tan incoherente con la ciencia como la acción romana” (Hull, 1959, p.
137). El filósofo Escohotado dice de esta etapa: “Aunque se habla de una "filosofía
cristiana, cuyos representantes más eminentes son Agustín de Hipona (para la llamada
Patrística) y Tomás de Aquino (para la Escolástica), el término filosofía se emplea aquí
sólo analógicamente, ya que el Cristianismo es en todo momento una religión. Como tal
religión constituye uno de los hitos absolutos de Occidente, y una perspectiva de
enorme influjo en todos los órdenes, pero diverge radicalmente de aquello que los
griegos inventaron como amor al saber” (1989, p. 182). Esta situación se prolongó

166
durante siglos y sólo algunos hechos tienen interés para nuestro objetivo de acopiar
notas caracterizadoras de la epistemología de las ciencias.

El mundo árabe, presente en el Norte de África, con una actitud diferente a la romana o
cristiana, heredará los conocimientos de Alejandría y algunos procedentes de la India.
Así, Aljuarismi introdujo la numeración decimal, acontecimiento trascendental para
facilitar el cálculo numérico, y Alhacén hizo notables aportaciones en óptica y estudió la
refracción atmosférica, entre otros fenómenos.

A partir del siglo VIII comenzaron a llegar a Europa los conocimientos de los árabes y
con éstos los procedentes del helenismo. Lentamente, y debido a diversas circunstancias
–viajes, guerras, expediciones comerciales, cruzadas, etc.– que incrementaron el
contacto de Europa con otras culturas, se fue gestando el humanismo y la llegada del
Renacimiento. Este proceso se produjo con muchas dificultades. Como dice Hull:
“Durante mucho tiempo esos prometedores signos fueron esporádicos y debidos más
bien a un reducido número de notables personalidades. Tales fueron el Papa Silvestre II,
el emperador Federico II […], y el franciscano Rogerio Bacon. [Éste] habría sido muy
importante en la historia de la ciencia si sus contemporáneos hubieran aceptado lo que
él enseño. Su opinión […] de que el conocimiento del mundo tiene que conseguirse
mediante la observación y no por la autoridad, no impresionó gran cosa a los hombres
de la época, que prefirieron aplaudir la simultánea entronización de Aristóteles realizada
por San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino” (Hull, 1959, p. 151). Hay que
observar que este Aristóteles es el de la causa final o teleológica de los fenómenos.

Al final de esta etapa hubo otros procesos, éstos positivos, que contribuyeron a sentar
las bases de la próxima etapa de la ciencia. “Crecieron y se desarrollaron los centros de
enseñanza hasta cristalizar en escuelas bien ordenadas, catedralicias o monásticas, de las
que toma su nombre [...] la Escolástica [cuyo] horizonte intelectual empezó a ampliarse
cuando llegaron traducciones latinas de las versiones árabes de los clásicos de la ciencia
y el pensamiento griego” (1959, p. 155). De un modo similar se expresa Escohotado:
“La fidelidad a las Escrituras y a su exclusivo intérprete que es el Papado asfixia
durante un milenio largo la consideración objetiva de los fenómenos. [Aunque] No es
menos cierto que el retorno al proyecto de una investigación científica se verificará
gracias al apoyo de altos dignatarios eclesiásticos desde el siglo XIV. De hecho, lo que

167
la Escolástica pueda tener de filosofía surge cuando declina el interés por la teología
dogmática y los clérigos comienzan […] a pensar” (1989, p. 184).

En otro orden de cosas, hay que reseñar los conocimientos técnicos y habilidades que
fueron adquiriendo los artesanos y que luego resultaron de incalculable valor para el
desarrollo de la ciencia (Hull, 1959, p. 155). Podría decirse que el cambio de escenario
estaba apuntando un cambio correspondiente en la ciencia.

La Revolución Científica

Los precursores de esta etapa son numerosos autores que cronológicamente podrían
situarse al final de la Edad Media, pero que ubicamos dentro de este epígrafe por esa
condición de antecesores o adelantados. El clérigo Guillermo de Occam mantiene que la
razón no es sierva de la fe, que el saber racional parte de la observación y que en ciencia
sólo es aceptable lo que sea objeto de un conocimiento ´intuitivo´ (próximo a empírico
en este autor). El teólogo Rogerio Bacon, de formación amplia, típicamente
renacentista, “defendió con énfasis la matematización del conocimiento y la experiencia
inmediata”. (Escohotado, 1989, p. 194). El Obispo Grosseteste fue maestro del anterior
autor y de formación y orientación semejantes. El filósofo Jean Buridán, discípulo de
Occam y rector de la Universidad de París, realizó estudios y experimentos relativos a la
cinemática. Su sucesor en el rectorado de París, el obispo Alberto de Sajonia, estudió y
experimentó con la cinemática derivada de la gravedad; etc.

Los éxitos de la astronomía en el siglo XVII para explicar las inconsistencias de las
teorías anteriores, respecto de los movimientos de los astros, fueron un acontecimiento
decisivo para restaurar la confianza perdida en el uso de la razón como fuente de
conocimiento. “El progreso de la astronomía fue rector para las demás ciencias” (Hull,
1959, p. 158) y contribuyó a perfilar un concepto de ciencia que posteriormente se
convertiría en referencia de numerosos enfoques epistemológicos. Además, significó un
cambio drástico en la noción que el hombre tenía de su lugar en el Universo y de sí
mismo. Por ello, nos detendremos en esta etapa lo suficiente para caracterizar la
concepción de ciencia que se gestó en este período.

Copérnico (1473-1543) dio el primer paso. Retomó de Aristarco la idea de que la Tierra
girase alrededor del Sol. Tras años de paciente trabajo de observación y cálculos,
comenzó a encajar todos los movimientos aparentes de los astros en su modelo: El Sol
168
en el centro; los planetas alrededor en círculos concéntricos y en su orden –Mercurio,
Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno–; la Luna alrededor de la Tierra; los planetas
más cercanos al Sol girando más rápido que los lejanos; la Tierra girando sobre su eje
una vez al día; etc. Si bien mantuvo algunas ideas previas de naturaleza no científica
(procedentes de la tradición griega) como, por ejemplo, la creencia pitagórica en la
perfección de la esfera y la circunferencia, lo que determinó que postulase estas formas
para el universo, los astros y sus trayectorias. Diversas dificultades con la autoridad
religiosa determinaron que su obra De revolutionibus sólo pudiera publicarse en 1543,
año de su muerte.

Tycho Brahe (1546-1601) no aceptó la teoría copérnicana pero, paradójicamente, su


habilidad, precisión y paciencia en las observaciones y mediciones astronómicas
posibilitaron el trabajo de otros científicos posteriores, en el camino hasta la
confirmación del heliocentrismo.

Kepler (1571-1630), que fue discípulo del anterior, adoptó y defendió las ideas de
Copérnico. Su discapacidad visual no le facilitaba los trabajos de observación, así que
se basó, en buena medida, en los trabajos de Tycho Brahe. Sin embargo, era un gran
matemático y demostró una poderosa imaginación y creatividad para la realización de
cálculos y mediciones de distancias astronómicas, aunque tuvo que superar algunos
prejuicios pitagóricos, consistentes en suponer que debían existir algunas
correspondencias mágicas entre los números y las distancias entre los astros.
Finalmente, superó estos apriorismos y tras la elaboración y prueba de numerosísimas
hipótesis pudo formular las leyes que llevan su nombre54.
Kepler representó una nueva forma de acercarse a los fenómenos. Antes de él, con
excepción de Copérnico, los científicos observaban los astros tratando de constatar que
su movimiento se atenía a lo previsto en un modelo. Si encontraban diferencias,
buscaban la forma de explicarlas con sucesivas modificaciones del modelo utilizado
(p.ej. el de Ptolomeo). Kepler se afana en entender el porqué físico de cada variación
descubierta. Así, descubrió que los planetas se desplazan más lentamente en su
trayectoria cuando están lejos del Sol que cuando están cerca. Este descubrimiento le
llevó a plantear hipótesis explicativas del mundo de la física, una de ellas muy próxima
54
1ª Ley: Los planetas, en su movimiento alrededor del Sol describen elipses, en uno de cuyos focos está
el Sol; 2ª Ley: El radio vector que une cada planeta al Sol barre áreas iguales en tiempos iguales; 3ª Ley:
El cuadrado de los períodos de la órbita de los planetas es proporcional al cubo de la distancia promedio
al Sol.

169
a la futura ley de gravitación universal. Así continuó descubriendo que las órbitas no
son circulares sino elípticas, que el universo no es uniforme, etc. El filósofo Escohotado
lo describe así: “Precisamente esto explicará que la obra maestra de Kepler se llame
Astronomía nueva fundada sobre causas o física celeste, expuesta en comentarios sobre
la estrella Marte. Lo ´nuevo´ absolutamente es hallarse fundada sobre causas
exclusivamente corpóreas, que transforma todo el problema de los cielos en un
problema físico y barre de golpe toda la astronomía meramente matemática de los
epiciclos, subsistente aún en Copérnico” (1989, p. 214)

Mientras Kepler desarrollaba sus investigaciones astronómicas, Galileo Galilei (1564-


1642) trabajaba también fecundamente en ese campo y en otros como la cinemática,
óptica, mecánica… Enseguida se mostró partidario de las ideas copernicanas y comenzó
a defenderlas con demostraciones experimentales. La invención del telescopio en
Flandes sirvió para que Galileo lo perfeccionase y comenzase una serie de
descubrimientos –las manchas solares, los anillos de Saturno55, las lunas de Júpiter, las
fases de Venus, etc.– que le dieron fama y reconocimiento en todas las capas de la
sociedad, incluidas las autoridades de la Iglesia. “Tuvo contactos con artesanos para
trabajar en su laboratorio y solucionar problemas físicos de las bombas de agua,
artefactos militares, etc.” (Mardones, 1991, p. 26). Estudió el movimiento
uniformemente acelerado, y llegó a asociarlo con el de caída de los graves, con
ingeniosos experimentos de laboratorio y con apoyo de cálculos matemáticos. Galileo
fue perseguido por la Inquisición por sus posiciones heliocéntricas y se vio obligado a
renegar de ellas. Desde su retiro, impuesto por la Inquisición, publica su obra principal
“Discursos y demostraciones sobre dos nuevas ciencias, donde abre camino a la […]
perspectiva de una física matemática que codificará Newton” (Escohotado, 1989, p.
225). Puede decirse que fijó las características del método experimental, demostrando
las conclusiones con la experiencia. Su “nueva ciencia […] va a considerar como
explicación científica de un hecho aquella que venga formulada en términos de leyes
que relacionan fenómenos determinados numéricamente, es decir, matemáticamente.
Tales explicaciones tomarán las formas de hipótesis causales” (Mardones, 1991, p. 26),
pero causal no en el sentido de la causa final o teleológica de Aristóteles, sino en el
sentido de causa eficiente, con connotaciones de funcional, mecanicista, práctica. Ya no
55
Lo que apreció con su telescopio no fueron realmente anillos, por lo que los denominó “la triple estrella
de Saturno” (Escohotado, 1989, p. 223 ).

170
se trata de averiguar el ser (real) de las cosas a través de sus causas finales, “en vez de
investigar ‘causas’ se tratará de descubrir ‘leyes’, porque lo real no es algo que brote
espontáneamente, sino una materia gobernada, legislada, por un agente inmaterial.
Quien logre descubrir esta legislación alcanzará, nos dice Galileo, ‘una sabiduría
idéntica a la divina’” (Escohotado, 1989, p. 229).

La sociedad culta de la época no aceptó fácilmente las conclusiones heliocéntricas. La


teoría era contradictoria con la literalidad de los textos de las Escrituras. Además, había
otras preguntas que contestar: si la Tierra se mueve ¿por qué no sentimos el
movimiento? ¿Por qué no somos desplazados? ¿Por qué la atmósfera no es arrebatada a
la Tierra?

El filósofo Francis Bacon (1561-1626) se identifica con las nuevas formas de hacer
ciencia. Formula la separación de la filosofía y la ciencia. “El afán puramente
contemplativo es, según él, algo que ‘corrompe a la ciencia’ cuya única finalidad
racional consiste en averiguar las leyes naturales y permitir al hombre explotar dicho
conocimiento en su beneficio […]. Propone como procedimiento prácticamente único la
experimentación” (Escohotado, 1989, p. 231).

Podría decirse que hasta Galileo y Bacon la filosofía y la ciencia eran lo mismo, aunque
con diferentes objetos pero, a partir de entonces, la ciencia, unida a la técnica, se separa
de la filosofía, persiguiendo la eficacia a través de la metodología experimental. “La
nueva ciencia recoge ese interés pragmático, acorde con el intento de dominar la
naturaleza, y señala una actitud tecnológica del conocimiento y sus aplicaciones. F.
Bacon será el gran apóstol de esta actitud científica” (Mardones, 1991, p. 25)

Newton (1643-1727), que ya participaba de la nueva visión científica, contestó a las


preguntas anteriores. Formuló la hipótesis, en la que ya habían trabajado otros
científicos, de que todas las partículas de materia se atraen entre sí y, partiendo de las
leyes de Kepler, llegó a enunciar la ley de la gravitación universal en estos términos:
“Todo par de partículas, P y P’, cuyas masas sean respectivamente m y m’, se atraen
recíprocamente con una fuerza F dada por la fórmula F=Gmm’/d2, siendo d la distancia
que las separa y G una constante –igual para todo tipo de materia y tiempo– llamada
constante de gravitación” (Hull, 1959, p. 209). Los conceptos que utilizó fueron
espacio, tiempo y masa, todos medibles y, por tanto, matematizables. “En la ciencia
física Newton no admitía conceptos que no fueran susceptibles de dicho trato” (Hull,
171
1959, p. 200). En su famosa obra los Principios se exponen las leyes que regulan, con
carácter general, el movimiento de los cuerpos y, por tanto, también el de los cuerpos
del sistema solar. En su elaboración tuvo que superar algunas dificultades de naturaleza
matemática. Para ello desarrolló el método de las ‘fluxiones’ –ahora cálculo diferencial
e integral– una novedad de gran alcance en las matemáticas y que, casualmente,
descubrió al mismo tiempo que Leibniz.
Hacia el final del texto de los Principios, Newton escribe “Hasta el presente no he sido
capaz de descubrir la causa de las propiedades de la gravedad partiendo de los
fenómenos, y no propongo hipótesis […] Basta que la gravedad exista realmente, y
actúe con arreglo a las leyes que hemos explicado, y dé cuenta de todos los
movimientos de los cuerpos celestes y de nuestros mares” (cita de Escohotado, 1959,
pp. 258-259). Como puede apreciarse, Newton se desentendió explícitamente de
investigar la causa final y consideró que lo importante es la explicación de los
fenómenos concernientes al movimiento, las causas eficientes, diríamos en términos
aristotélicos. En una carta del científico inglés al clérigo Bentley le dice: “La gravedad
debe ser causada por un agente que actúa de modo constante según ciertas leyes, pero
dejo a la consideración de mis lectores si es material o inmaterial” (cita de Escohotado,
1989, p. 262).

Durante este período hubo otros descubrimientos importantes en campos como el de la


óptica, la química, la electricidad, el magnetismo, el movimiento ondulatorio, etc. pero
no los detallamos por entender que los mencionados son suficientes para ilustrar cómo
se fue conformando el modo de conocimiento denominado científico.
“Poco a poco se fue comprendiendo que los objetivos de la ciencia, aunque limitados y
superficiales, eran alcanzables y provechosos, mientras que los de la filosofía
especulativa, aunque profundos y muy deseables, estaban por el momento fuera de toda
posibilidad humana” (Hull, 1959, p. 231). Francis Bacon había defendido “la tesis de
que el conocimiento del mundo físico no puede proceder más que de la experiencia: la
observación sistemática tiene que ser su fuente” (ib., p. 232). Sin embargo, en el trabajo
de los científicos “hay algo más que la mera apelación a la observación. La formación
de hipótesis rectoras y un discreto uso de métodos matemáticos son también elementos
esenciales del método científico” (ib., p. 232).
Hasta aquí hemos reseñado cómo se acercaban al conocimiento de los fenómenos de la
naturaleza los científicos más relevantes. Este modo de hacer ciencia –empirista e

172
inductista– fue refrendado por filósofos como Locke, Berkeley o Hume, entre otros,
principalmente británicos.

Al mismo tiempo, otra corriente de procedencia continental, con menor influencia en el


mundo de la ciencia, con Descartes, Leibniz, Kant y Hegel entre otros representantes,
“siguió creyendo en la posibilidad de un conocimiento a priori” (Hull, 1959, p. 248),
que podría obtenerse mediante la introspección y la intuición seguida de la deducción.
Las objeciones a ese método inductivo/empirista son bien conocidas: en primer lugar,
que los sentidos pueden tener percepciones engañosas de la realidad y, en segundo
lugar, que un número de observaciones n que corrobore una teoría no impide que haya
una observación n+1 que la contradiga.

En esta línea, Descartes afirma la capacidad del sujeto investigador para construir,
mediante la introspección y la lógica, conocimiento verdadero y cierto, al margen de
experiencias previas y contrastes empíricos posteriores. La famosa sentencia, cogito
ergo sum, significaba que “si yo sé que existo porque pienso, entonces puedo conocer la
existencia de los otros porque pienso. Por consiguiente, el cogito no sólo elevó la razón
humana hasta una suprema posición desde la que demostrar el mundo externo, también
tendió a hacer subjetivo y a priori todo conocimiento de él” (Katouzian, 1985, p. 35).
La objeción que se presenta a este método deductivo/racionalista es la dificultad para
discernir si las premisas utilizadas en la deducción son verdaderas, en cuyo caso las
conclusiones serían verdaderas, o falsas, en cuyo caso las conclusiones serían falsas.

Kant, que vivió en una época caracterizada por el fuerte desarrollo del progreso
científico –sobre todo de las matemáticas, la física y la química– mantuvo una postura
ecléctica sobre ambos métodos. Distinguió entre los juicios sintéticos, elaborados a
posteriori de la observación y la experimentación, defendidos por los
inductistas/empiristas, y los juicios analíticos, de carácter lógico y racional elaborados a
priori de la observación, defendidos por los deductivistas/racionalistas.

Locke (1632-1704) postuló la separación de la filosofía y de las ciencias. Éstas tendrían


como tarea la adquisición de conocimientos y aquélla la labor de presidir y coordinar
ese cometido de las ciencias, examinando sus fundamentos y la armonización de sus
conclusiones. Proclamó su creencia en que todo conocimiento es, en último término,
empírico e intentó destruir las argumentaciones favorables a la existencia de ideas
innatas. Este autor “Cree que no podemos alcanzar el conocimiento absoluto, y que más
173
vale ocuparnos en buscar cuanto conocimiento de ‘sombras’ seamos capaces de obtener
mediante el uso conjunto de la inteligencia y los sentidos” (Hull, 1959, p. 248).

Hume (1711-1766) mantuvo que la inducción era superior a la deducción y justificaba


la inducción como una especie de necesidad lógica: lo que había sucedido reiteradas
veces, debido a una misma causa, era un fuerte argumento a favor de que ocurriría de
nuevo por dicha causa. “Las uniformidades observadas en el pasado persistirán
probablemente en el futuro” (ib., p. 297). Sin embargo, matizó esta posición, precisando
que, este camino al conocimiento, aunque no contiene una certeza plena, es el mejor que
tenemos.

Hemos mostrado cómo esta acuñación de ‘lo científico’ frente a ‘lo filosófico’ llevó a
Locke a postular la separación o clasificación de los campos de la ciencia y de la
filosofía. Sin embargo, el avance de la ciencia se producía, a su vez, en varios campos:
la astronomía, la física, la química, la óptica, la electricidad, etc. Era lógico que se
propusieran clasificaciones de las diferentes ciencias (o del conocimiento en general).
Con anterioridad a este período de separación de la ciencia y la filosofía, hubo
clasificaciones del conocimiento en general o, en otras palabras, del saber filosófico. En
esta línea, Kedrov distingue “dos grandes períodos en el proceso de clasificación
científica que se corresponden con las dos grandes etapas de la historia universal de la
ciencia: la etapa filosófica en la cual filosofía y ciencia constituían un único cuerpo de
conocimiento, hasta […] el Renacimiento, y la etapa de la disgregación del
conocimiento en saber filosófico […] y saber científico […] a partir de la separación
definitiva de las ciencias naturales de la filosofía” (Gimeno Perelló, 202, p. 13).

Al comienzo de este resumen reseñamos la clasificación del saber, según Aristóteles, en


especulativo –Matemáticas, Física y Teología–, práctico –Ética, Política, Económica y
Retórica– y saber creador. Esta clasificación, que respondía al criterio de ordenar los
saberes conforme al objeto de estudio, permaneció hasta el final de la Edad Media y
comienzos de la Edad Moderna. Así, por ejemplo, Avicena, en el siglo XI, distingue
entre ciencias especulativas y prácticas, y Santo Tomás, en el siglo XIII, divide el saber
en especulativo y práctico. Para este autor “la ciencia especulativa es la que no es
operable por quien la sabe” o, en otras palabras, cuando el que investiga las cosas no las
puede modificar. Y la ciencia práctica, en la que podríamos encontrar a la Economía, en
esta tradición aristotélica, es ajena a la ciencia especulativa por estar “ordenada al fin de

174
la operación”. (Gimeno Perelló, 2002, p. 15). Aunque podríamos encontrar otras
clasificaciones correspondientes a este período 56 , entendemos: 1) que la tradición
aristotélica es la mayoritaria; 2) que el criterio de clasificación de los saberes es el
objeto de éstos; 3) la Economía o Económica se ubica en un grupo diferente de la Física
o de las Matemáticas57.

El Positivismo y el antipositivismo

En las dos etapas que restan, distinguiremos las aportaciones a cada una de ellas en dos
apartados: Epistemología de la Ciencia y Epistemología de la Economía. De este modo
intentamos contemplar con más claridad la evolución diferente, aunque paralela en el
tiempo, de la epistemología de la ciencia en general y de la economía en particular.

Epistemología de la Ciencia

Una vez que la ciencia encontró el camino abierto por Copérnico, Kepler, Galileo y
Newton, entre otros, su desarrollo continuó imparable en diversos campos durante dos
siglos. La Revolución Industrial fue el escenario donde la nueva ciencia, las ciencias
naturales, desplegaron su utilidad. A finales del siglo XVIII un acontecimiento histórico
alteraría muchos cimientos que hasta entonces parecían firmemente establecidos,
incluído el de la filosofía de la ciencia. Este acontecimiento fue la Revolución Francesa.
La crisis de la sociedad europea significó una reflexión sobre el fenómeno social. “La
crisis, el estado crítico en que se encontraron los hombres y las sociedades occidentales,
enfrentados con la necesidad de una nueva reordenación social […] sacudió los espíritus
en favor de una intervención consciente y reflejo de la sociedad sobre sí misma”
(Mardones, 1991, p. 28). No es extraño que comenzaran estudios sobre materias
sociales no estudiadas anteriormente desde el nuevo enfoque científico, tales como la
historia, la psicología, la economía, la sociología, etc. Así, llegamos “a mediados del
siglo XIX con una ciencia natural asentada cada vez más fuertemente sobre los pilares
de la tradición galileana, y unas ciencias humanas […] con pretensiones científicas” (ib.
p. 28). Igualmente, era previsible que se suscitara la reflexión entre los filósofos de la

56
Véase Gimeno Perelló (2002, pp. 14-16).
57
La Enciclopedia (c. 1750) organizaba el conocimiento humano en tres partes: memoria (historia), razón
(filosofía) e imaginación (poesía). La economía, bajo la denominación de economique, estaba ubicada en
la filosofía, y etiquetada como ciencia moral dentro de las ciencias del hombre y fuera de las ciencias de
la naturaleza.

175
ciencia, sobre las ciencias naturales y su relación con las nuevas disciplinas que recaían
sobre objetos diferentes a los de aquéllas, como la sociedad o el individuo.
La primera posición frente a este asunto es la del positivismo, término que acuñó Saint
Simon (1760-1825), creador de una especie de religión, con el propósito de introducir
mejoras en la sociedad. Comte (1798-1857), que fue su secretario durante algunos años,
en su obra Discurso sobre el espíritu positivo, enumeraba las notas que caracterizaban
lo positivo: 1) lo real o “accesible a nuestra inteligencia” frente a lo quimérico; 2) lo útil
frente a lo ocioso; 3) lo seguro frente a lo dudoso; 4) lo preciso frente a lo vago; 5) lo
afirmativo en vez de lo negativo; y 6) lo relativo en vez de lo absoluto (Escohotado,
1989, pp. 372-376). Para este autor, el conocimiento y la sociedad pasan por tres
estadios: el teológico o mitológico, el especulativo y el positivo o científico. Rechaza
todo tipo de metafísica o espiritualismo, es un materialista sin matices. Para él “el
conocimiento válido es el conocimiento científico, que se ha de extender a todo campo
de investigación” (Mardones, 1991, p. 135). Clasifica las ciencias en abstractas y
concretas, en el orden cronológico en que han ido adquiriendo el estadio positivo. Así
distingue Matemáticas, Física, Química, Biología y finalmente, la Física social o
Sociología, en la que podríamos considerar incluida, según su criterio, la Economía.
Excluye, sin embargo, a la Psicología, considerando que no es una ciencia ni puede
llegar a serlo ya que “el individuo pensante no puede dividirse en dos […] siendo el
observado y el órgano observador el mismo ¿cómo podría efectuarse la observación?”
(citado por Escohotado, 1989, pp. 376-377). Su prescripción para alcanzar el
conocimiento científico pasaba por las fases de observación, experimentación y
comprobación.

Según Katouzian, Comte contribuyó a trasladar al campo de las ciencias sociales el


método de las ciencias naturales en estos términos: “1) las ciencias naturales están libres
de los juicios de valor; 2) así podía, y debía, ocurrir en las ciencias naturales; 3) las
teorías de las ciencias naturales son resultado de generalizaciones directas sobre hechos,
observaciones empíricas y datos; 4) así podían y debían ser las teorías de las ciencias
sociales; 5) la historia es la fuente de datos fácticos para la formulación de leyes acerca
de la sociedad; 6) por consiguiente, las ciencias sociales deberían construir leyes
científicas por medio de generalizaciones a partir de datos históricos; 7) tales leyes sólo
serían relevantes para el período histórico del que se obtuvieron los datos” (Katouzian,
1980, p. 53).

176
Durkheim, sociólogo (1858-1917), se afanó “por dotar a las ciencias sociales del rigor y
objetividad de las ciencias naturales” (Mardones, 1991, p. 138). Fue, por tanto, un
genuino representante del positivismo de Comte en el campo de las ciencias sociales.
En su obra Las reglas del método sociológico escribe: “Nuestro método […] supone que
los hechos sociales son cosas cuya naturaleza, aunque flexible y maleable, de todos
modos no puede modificarse a voluntad […]. Nuestro principal objetivo es extender a la
conducta humana el racionalismo científico, destacando que […] puede reducírsela a
relaciones de causa y efecto, y que mediante una operación no menos racional es
posible luego transformar estas últimas en reglas de acción para el futuro” (Durkheim,
1976, pp. 8-10). Esta regla de tratar los hechos sociales como cosas “no implica ninguna
concepción metafísica […] a lo sumo exige que el sociólogo asuma el estado de espíritu
que caracteriza a los físicos, los químicos, los fisiólogos, cuando se internan en una
región inexplorada de su dominio científico” (ib, pp. 12-16). Para ello propone descartar
sistemáticamente todas las nociones previas sobre los fenómenos sociales objeto de
estudio: “es necesario que [el investigador] se libere de estas falsas pruebas que
dominan el espíritu del vulgo […] de estas categorías empíricas que a menudo ejercen
un poder tiránico por obra de un prolongado acostumbramiento” (ib. pp 54-55).
Como vemos, este autor propone un enfoque para explicar los hechos sociales que
consiste en aproximarse a la sociedad rechazando las nociones previas y tratando a ésta
como un ente diferente de la suma de sus individuos. Durkheim lo formuló así: “Pero,
se nos dirá, como los únicos elementos de que está formada la sociedad son los
individuos, el origen primero de los fenómenos sociológicos sólo puede ser psicológico.
Razonando así se puede establecer con idéntica facilidad que los fenómenos biológicos
se explican analíticamente por los fenómenos orgánicos. Es completamente exacto que
en la célula viva sólo hay moléculas de materia inerte. Sólo que en ella están asociados,
y es esta asociación la que es causa de esos nuevos fenómenos que caracterizan la vida y
de los que no se puede encontrar ni siquiera el germen en ninguno de los elementos
asociados. Y es que un todo no es idéntico a la suma de sus partes […] En virtud de este
principio, la sociedad no es una mera suma de individuos, sino que el sistema formado
por su asociación representa una realidad específica que tiene caracteres propios […].
Es en la naturaleza de esta individualidad y no en la de las unidades que la componen
donde hay que ir a buscar las causas próximas y determinantes de los hechos que se
producen en ella” (citado en Rodríguez, M., 2003, p. 527). “Para Durkheim, la

177
sociología no puede basarse en la deducción a partir de leyes generales, sino en
descubrir relaciones [entre los hechos sociales] y formular leyes concretas; es decir,
debe proceder inductivamente” (Escohotado, 1989, p. 539), esto es, como en las
ciencias naturales. Por hecho social entiende “todo modo de hacer, fijo o no, que puede
ejercer sobre el individuo una imposición exterior […] modos de actuar, de pensar y de
sentir exteriores al individuo, y que poseen un poder de coacción en virtud del cual se le
imponen” y deben ser observados por el investigador ateniéndose a la siguiente regla:
“Debemos considerar los fenómenos sociales en sí mismos, separados de los sujetos
conscientes que los representan; es necesario estudiarlos desde fuera, como a cosas
exteriores” (ib. pp. 540-541). Podríamos resumir diciendo que, para este autor, el
enfoque apropiado para estudiar el objeto de las ciencias sociales es el mismo que el de
las ciencias naturales.

La presentación de los autores anteriores nos permite hacer un esquema de los rasgos
básicos del positivismo:
 Monismo metodológico. Según este rasgo, todas las disciplinas abordan el estudio
de sus correspondientes objetos materiales con un único método: el denominado
método científico, ya se encuentren en el ámbito de las ciencias naturales o en el de
las sociales.
 El método científico es el acuñado para las ciencias naturales, que sería algo así
como el canon de la ciencia.
 Un interés en conocer la naturaleza con vistas a su control.

Este positivismo científico pretendió hacer ciencia social, histórica, económica,


siguiendo el canon de la Física, acentuando la relevancia de las leyes generales y de la
causalidad para la explicación de los fenómenos. Esta fundamentación del conocimiento
denominada explicación (o Erklären en la tradición alemana) fue rápidamente
contestada por otra, denominada comprensión (o Verstehen), próxima a autores que se
movían en el ámbito de la Historia. Éstos rechazaron el monismo metodológico del
positivismo, la condición de canon de la Física y su afán predictivo y causalista. En los
puntos que siguen reseñaremos los autores más significativos y las notas de interés
sobre su caracterización de las ciencias sociales en general.

Dilthey (1833-1911) es un autor relevante de esta reacción frente al positivismo. “Toda


su vida intelectual se puede entender como un esfuerzo inacabado por fundamentar la

178
especificidad del conocimiento de las ciencias humanas o del espíritu” (Mardones,
1991, p. 88). Para él, el conocimiento de la realidad histórico-social no podía adquirirse
por el procedimiento propuesto por los positivistas. Veía el conjunto de disciplinas
clasificado en dos grupos: ciencias naturales y ciencias del espíritu. “Lo que caracteriza
a las segundas es un objeto (el mundo histórico-social mundano) que podemos
comprender ‘desde dentro’, mientras las primeras se ocupan de un objeto (la naturaleza
material) que nos es extraño y resulta siempre algo externo” (Escohotado, 1989, p. 399).
Puede decirse que para Dilthey y la concepción ‘verstehen’ o ‘comprensión’ lo
determinante para entender los fenómenos se deriva de la diferente naturaleza de los
objetos a investigar. El propio autor, en su obra Introducción a las ciencias del espíritu,
escribe: “De aquí nace la diferencia entre nuestra relación con la sociedad y con la
naturaleza. Las situaciones en la sociedad nos son comprensibles desde dentro; […]La
sociedad es nuestro mundo. [...] Tenemos que dominar la imagen de su estado mediante
juicios de valor siempre en actividad, que transformarlo, al menos en idea, mediante
una acción incesante de la voluntad. [...] Las regularidades que se pueden establecer en
la esfera de la sociedad son muy inferiores en número, importancia y precisión formal a
las leyes que han podido formularse acerca de la naturaleza [...] Las ciencias de la
sociedad no pueden permitir tal satisfacción del entendimiento. [...] Y sin embargo, todo
esto queda más que compensado por el hecho de que yo mismo, que vivo y me conozco
desde dentro de mí, soy un elemento de ese cuerpo social, y de que los demás elementos
son análogos a mí y, por consiguiente, igualmente comprensibles para mí en su
interioridad. Yo comprendo la vida de la sociedad. […] La facultad de comprensión que
actúa en las ciencias del espíritu es el hombre entero; los grandes resultados en ellas no
proceden de la mera fuerza de la inteligencia, sino de una potencia de la vida personal”
(Dilthey, 1980, p. 82).

Otro autor relevante, de gran influencia posterior, que sigue la senda del ‘verstehen’, es
Weber (1864-1920), “uno de los pioneros de la llamada sociología comprensiva”
(Mardones, 1991, p. 248). Su concepto de ‘comprensión’ se basa en la peculiaridad de
que los hechos sociales (o económicos) tienen ‘sentido’ para, partiendo de dicho
‘sentido’, fundamentar una causalidad correcta desde el punto de vista científico.
‘Comprensión’ equivale a captación interpretativa del ‘sentido’ de las acciones de los
sujetos, y ‘sentido’ sería el sentido de los sujetos de las acciones, construido a base de
tipos ideales. Weber escribe en su libro Economía y sociedad. Esbozo de sociología

179
comprensiva: “El método científico consiste en la construcción de tipos, investiga y
expone todas las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadas, del
comportamiento que influyen en la acción, como ‘desviaciones’ de un desarrollo de la
misma ‘construido’ como puramente racional con arreglo a fines […] La construcción
de una acción rigurosamente racional con arreglo a fines sirve en estos casos […] como
un tipo (tipo ideal), mediante el cual comprender la acción real, influida por
irracionalidades de toda especie (afectos, errores), como una desviación del desarrollo
esperado de la acción racional” (citado en Mardones, 1991, p. 251). Su concepción de
las leyes que rigen los fenómenos sociales figura en su obra Economía y sociedad: “son
determinadas probabilidades típicas, confirmadas por la observación, de que
determinadas situaciones de hecho transcurran en la forma esperada, ciertas acciones
sociales que son comprensibles por sus motivos típicos y por el sentido típico mentado
por los sujetos de la acción. Y son claras y comprensibles, en su más alto grado, cuando
el motivo subyacente en el desarrollo de la acción […] es puramente racional con
arreglo a fines” (1991, pp. 259-260). El objetivo de este autor es la creación de las
categorías metodológicas necesarias para que el conocimiento por ‘comprensión’ en el
área de las disciplinas sociales sea científico: así los ‘tipos ideales’, el ‘sentido’, la
‘acción racional con arreglo a fines’, etc.
Señalamos, por último, la significación que merecía a Weber la existencia de valores y
subjetividades entre los actores de los fenómenos sociales. En su obra Sobre la teoría de
las ciencias sociales dice: “No existe ningún análisis científico ‘objetivo’ de la vida
cultural o bien de los fenómenos ‘sociales’, que fuese independiente de unas
perspectivas especiales y ‘parciales’” y “…carece de sentido un estudio ‘objetivo’ de los
procesos culturales en el sentido de que el fin ideal del trabajo científico debe consistir
en la reducción de la realidad empírica a unas ‘leyes’” o también “todo conocimiento de
la realidad cultural es siempre un conocimiento bajo unos puntos de vista
específicamente particulares” y finaliza “Por lo tanto, el conocimiento científico-
cultural, tal como lo entendemos aquí, se halla ligado a unas premisas ‘subjetivas’[…]
Pero a pesar de ello, sigue siendo un conocimiento puramente causal, en el mismo
sentido que el conocimiento de los acontecimientos […] de la naturaleza que tienen un
carácter cualitativo” (Mardones, 1991, p. 263-271).

Según Rodríguez Martínez (2003, pp. 557-560), Weber se aproximó a las posiciones de
Menger en materia de Economía y pone como ejemplo unas notas del curso que aquél

180
impartió en 1898 en el desempeño de su cátedra de Economía en Friburgo, que
reproducimos: “La teoría abstracta parte del tipo de hombre moderno occidental y de su
actividad económica. Intenta descubrir en primer lugar los fenómenos elementales de la
vida económica de este tipo de hombre completamente adiestrado desde el punto de
vista económico. Para este fin pone como fundamento un «sujeto económico»
construido, en cuya construcción la teoría respecto del sujeto empírico: (a) ignora todos
los motivos presentes en el sujeto empírico que no sean específicamente económicos y
los considera como no existentes; y (b) supone ficcionalmente que determinadas
cualidades de las que el hombre empírico carece en todo o en parte están presentes en
él, como son la total información económica, la economicidad absoluta y un impulso
incansable hacia el beneficio” (ib. p. 558). Argumenta, pues, sobre la base de un hombre
´tipo´ de manera análoga a una figura ideal matemática. Se puede apreciar cómo Weber
estaba presentando en su curso una concepción de la economía próxima a su propia
concepción epistemológica de las ciencias sociales y a la de Menger.

Los autores seleccionados ilustran, en nuestra opinión, las nuevas posiciones


epistemológicas que surgen después de la aparición de la concepción de ciencia
correspondiente a la ‘revolución científica’ que vimos en la etapa anterior: una
concepción positivista radical considera que el modo de hacer ciencia de las disciplinas
naturales –como la Física o la Química– es el único que merece el calificativo de
científico, y que debe extenderse a las disciplinas sociales, humanas o del espíritu –
como la economía, la sociología y otras–; otra concepción, aunque ésta con variantes y
formulaciones diferentes, considera que el objeto de las disciplinas sociales exige una
forma diferente de hacer ciencia o dar cuenta de los fenómenos sociales.

Epistemología de la economía

Los economistas, en el inicio del período que corresponde a esta etapa, estaban
comenzando la historia académica de la economía. Blaug denomina a esta etapa inicial
de la economía “La prehistoria de la metodología económica” (1980, p. 75).

Los mercantilistas desarrollaron una práctica investigadora consistente principalmente


en recopilar numerosos datos cuantitativos sobre su propio período que sirvieran de
base a sus argumentaciones inductivas. En general, puede decirse que se interesaron
más por la experiencia de los hechos que por la especulación.

181
Petty, como se indicó en el epígrafe III.1., puso especial interés en separar la moral y la
opinión de la ciencia. Estuvo muy influenciado por Bacon y pretendió crear un método
que denominó aritmética política, y ponía el foco de atención en los datos. Sus
aportaciones no estaban orientadas a la construcción de una ciencia, sino a elaborar
propuestas para resolver cuestiones de orden práctico al cuerpo político.
Cantillon fue un paso más adelante: trató de descubrir los principios básicos por los que
se regía la actividad económica y buscó analogías entre el funcionamiento económico y
el del cosmos, al estilo de la interpretación newtoniana. Creyó encontrarlo en el interés
individual como generador de beneficio global para la sociedad58.
Los fisiócratas elaboraron un modelo descriptivo del funcionamiento de la actividad
económica: el tableau economique. Este modelo les servía como sistema analítico y
estaba basado en el principio de la existencia de un orden natural, cuyas leyes había que
desentrañar.
Los autores/escuelas anteriores, desde el punto de vista estrictamente metodológico, no
tenían un perfil muy acusado o definido. De los mercantilistas y Petty podría decirse, en
su caso, que reflejan un inductivismo/empirismo incipiente. De Cantillon y los
fisiócratas, sin embargo, se podría afirmar con más seguridad su deductivismo, aunque
también incipiente. El perfil epistemológico más definitorio del trabajo de los
economistas anteriores sería la sistemática creciente de sus aportaciones y el inicio de
modelizaciones teóricas, como soporte analítico para el estudio de la actividad
económica.

Adam Smith (1723-1790) no elaboró explícitamente una propuesta de metodología para


la economía. Sin embargo, sí la desarrolló implícitamente en su obra, aunque fue de
signo diverso según quien la interprete. Por un lado, su obra generó numerosas teorías
que dedujo de un método altamente abstracto y deductivo. Por otro, sus numerosas
referencias a datos y hechos de diferentes países son interpretadas por unos como signo
inductivista, y por otros, como algo con poca relevancia para rebajar su calificación
como deductivista (Backhouse, 1985, p. 41).
Para Blaug, el caso de Smith es especialmente sorprendente ya que éste “empleó formas
de razonamiento radicalmente diferentes en las distintas partes de su obra. Los libros I y
II de La riqueza de las naciones utilizan con profusión el método de estática
comparativa, asociado posteriormente con la obra de Ricardo (próximo al

58
Su obra fue calificada por Jevons como el “primer tratado de economía” (Cantillon, 1755, p. 212).

182
deductivismo), mientras que los libros III, IV y V […], así como la mayor parte de su
Teoría de los sentimientos morales, constituyen ejemplos de utilización de la
metodología característica de la llamada Escuela Histórica Escocesa (próxima al
inductivismo)”59 (1980, p. 76). Metodología ésta consistente en una “firme creencia en
las etapas históricas, basada en la relación entre ´modos´ o tipos definidos de
producción económica y ciertos principios de la naturaleza humana” (Blaug, 1980, p.
77).

Ricardo combinó teorías de otros autores para ofrecer una interpretación global del
sistema económico. Fue criticado por el excesivo grado de abstracción de sus
razonamientos deductivos y la utilización de supuestos sumamente simplificadores.
Schumpeter se expresa así cuando analiza el método de trabajo de Ricardo:
“…despedazaba el sistema general, ataba las mayores partes del mismo que podía y las
almacenaba y congelaba, para que el mayor número de cosas fueran rígidas y ´dadas´.
Luego amontonaba una tras otra las suposiciones simplificadoras hasta que, tras
resolverlo todo mediante esos supuestos, […], los resultados deseados surgieran casi
como tautologías” (Schumpeter, 1954, p. 532). Lo mismo opina Katouzian: Ricardo
“fue el fundador de la ´teoría económica pura´ como un ejercicio de lógica pura casi
autónomo. Todo lo que necesitaba eran unos cuantos supuestos y lo demás se seguiría
de ellos. Si las teorías resultantes eran lógicamente consistentes, serían verdaderas y
aceptables. Si no, [...] falsas y deberían ser rechazadas” (1980, p. 42). También Blaug:
para éste, Ricardo es considerado como un apriorista-deductivista que “niega
categóricamente que los hechos puedan nunca hablar por sí solos” y que, sin embargo,
“estaba siempre diciéndole al Parlamento que algunas de las conclusiones de la
Economía eran tan ciertas como el principio de gravitación” (Blaug, 1980, p. 78). En
resumen, podemos considerar que la metodología de Ricardo es la deductivista, aunque
no la formulara explícitamente.

Smith, Ricardo y Malthus “no vieron la necesidad de expresar explícitamente” la forma


en que desarrollaban su disciplina, quizás por considerar este aspecto tan obvio que no
fuera necesario hacerlo. En el caso de Smith, según Blaug (1980, p. 77), su método
parece consistir en una combinación de “firme creencia en las etapas históricas […] y
ciertos principios de la naturaleza humana”. Smith, que vivió en pleno esplendor de la

59
El contenido de los paréntesis es nuestro.

183
ciencia newtoniana, rehusó describir a ésta, cuando tuvo la ocasión, como “la verdad,
contrastando radicalmente con la actitud general de la época” (ib. p. 78).

Ya bajo la influencia del positivismo, Senior y Mill se manifiestan explícitamente sobre


la metodología en la economía (v. III.1.1). Senior defiende el método deductivo y dice:
“Las premisas [de los economistas] consisten en unas pocas proposiciones muy
generales, provenientes de la observación, o de la introspección, que apenas requieren
pruebas, o ni siquiera declaración formal, y que cualquier hombre, tan pronto las oye,
las admite como parte de su pensamiento; y sus deducciones son casi tan generales y, si
ha razonado correctamente, tan ciertas como sus premisas” (citado en Ekelund y Hébert,
1992, pp. 169-170). Incluso “llegó hasta a reducir esas ´pocas proposiciones muy
generales´ a cuatro, a saber: 1) que cada persona desea maximizar su riqueza con el
menor sacrificio posible; 2) que la población tiende a crecer con más rapidez que los
medios de subsistencia; 3) que el trabajo, mediante la utilización de máquinas, es capaz
de generar un producto neto positivo; y 4) que la agricultura está sujeta a rendimientos
decrecientes” (cita de Bowley, en Blaug, 1980, p. 79). Como dice Schumpeter,
“corresponde a Senior el destacado honor de haber sido el primero en [...] suministrarle
[a la teoría económica] una base axiomática” (1954, p. 640). Además, Senior diferencia
entre economía positiva –la que no incorpora juicios de valor en sus proposiciones– a la
que considera ciencia, y economía normativa –la que incorpora juicios de valor– a la
que califica como arte.

Mill (1806-1873), al igual que Senior, caracteriza a la economía “como una ‘ciencia
mental’ referida a las motivaciones humanas y formas de conducta de la vida
económica” (ib. p. 80). Su enfoque considera que “la Economía Política trabaja sobre
dos abstracciones: una, la conducta realmente motivada por la renta monetaria [el homo
economicus], y otra, la conducta que supone ‘impulsos de otro tipo’” (ib. p. 82), que
equivaldría a las ‘causas perturbadoras’ de Senior. Estas ‘causas’ serían el
reconocimiento de que el homo economicus se encuentra sometido a influencias
colaterales de naturaleza extraeconómica, pero también las que se invocarían para no
rechazar las conclusiones de una teoría ante el fracaso de una verificación. Mill
considera a la Economía en el campo de las ciencias morales (o sociales) y que esta
circunstancia impide la realización de experimentos controlados, por lo que el método a

184
priori es “la única forma legítima de investigación […] en el campo de las ciencias
morales” (ib. p. 84).
Mill añade a su condición de economista la de filósofo de la ciencia, por lo que también
expuso explícitamente sus ideas sobre la metodología en la ciencia y en la economía.
Sin embargo, lo hizo de modo contradictorio. Así, en su obra Sistema de lógica propone
el método inductivo y rechaza el deductivo como procedimiento único para el desarrollo
del conocimiento, pero en la misma obra defiende la validez del deductivismo para las
ciencias sociales. Y en su obra Principios de economía política utiliza los dos métodos:
el deductivo para describir lo que él consideraba las leyes inmutables de la producción,
y el inductivo para analizar las leyes cambiantes de la distribución.

Blaug, en su análisis del ensayo de Mill, Sobre la definición de la Economía Política,


extracta la posición de éste en dicho ensayo sobre la ciencia económica, en la que
considera a ésta “un cuerpo de análisis deductivo basado sobre premisas psicológicas
supuestas, y que abstrae, incluso respecto de dichas premisas, todos los aspectos no
económicos de la conducta humana” (Blaug, 1980, p. 83). Y sobre su metodología:
“Debido a la imposibilidad de realizar experimentos controlados en los temas que
implican acciones humanas; el método mixto inductivo-deductivo a priori es ´la única
forma legítima de investigación filosófica en el campo de las ciencias morales´. Y el
método específicamente inductivo a posteriori entra en escena ´no como medio de
descubrir la verdad, sino de verificarla´” (1980, p. 84). La verificación, así presentada,
no pretendía contrastar la validez de las teorías, sino sólamente delimitar su ámbito de
aplicación, ya que las teorías elaboradas deductivamente serían obviamente ciertas. La
refutación no significaría que la proposición es falsa y que habría que descartarla, sino
que sería insuficiente. Hasta aquí la descripción crítica que Blaug hace de la verificación
según la entendía Mill. Sin embargo, considera impecables las precisiones de éste sobre
las ´leyes de tendencia´ en la Economía. En efecto, cuando lo que ´tendería a ocurrir´ no
ocurre, solía achacarse por los economistas de este período a ´causas perturbadoras´,
que tendrían su paralelo en las actuales cláusulas ´ceteris paribus´ que van unidas a las
formulaciones de leyes económicas. Para Blaug, esas ´causas perturbadoras´ (o
restricciones incluidas en las cláusulas ´ceteris paribus´) son el equivalente a las
hipótesis auxiliares que aparecen unidas a las leyes de las ciencias naturales. En otras
palabras, lo importante no es la diferencia entre las leyes científicas y las denominadas
´leyes de tendencia´ sino la definición exacta de las ´causas perturbadoras´ (o de las

185
características de las cláusulas ´ceteris paribus´) que las pueden afectar, así como el
signo de la variación que inducen y su magnitud (Blaug, 1980, pp. 85-87).

Mill, que fue simpatizante del positivismo de Comte, mantiene opiniones diferentes a
las reseñadas en el párrafo anterior en su obra Sistema de Lógica (v. Blaug, 1980, pp.
89 y ss.). Hemos optado por no incluirlas al entender que las reseñadas están más
próximas al ámbito concreto de la economía y al grupo de autores economistas
coetáneos.

Cairnes (1823-1875) mantiene concepciones epistemológicas sobre la economía muy


similares a las de los dos autores anteriores. “Se muestra más […] dogmático al negar
que las teorías económicas pueden ser refutadas por simple comparación de sus
implicaciones con los hechos”; “las premisas de la Economía Política […] están basadas
sobre ‘hechos indudables de la naturaleza humana y del mundo’”; “La Economía
presenta realmente una ventaja en relación con las ciencias naturales”, ya que el
“economista parte de un conocimiento de las causas últimas” (1980, pp. 97-101); etc.
En palabras de Cairnes, citado por Blaug: “Las doctrinas de la economía política deben
entenderse en el sentido de que afirman no lo que ocurrirá, sino lo que debería o
tendería a ocurrir, y sólo en este sentido sus proposiciones serán ciertas” (Blaug, 1980,
p. 98).

Finalizamos aquí la lista de autores representativos de la escuela clásica y preclásica que


hemos seleccionado para caracterizar su quehacer metodológico. Sin embargo, para
nuestro propósito didáctico, nos parece interesante incluir el juicio que a Schumpeter le
merece el proceder metodológico de estos autores. Se puede extractar así:
 “Sus esfuerzos fueron, pues, de naturaleza analítica, […] lo que se designa en
general […] por medio de los términos ´deductivo´, ´abstracto´, ´a priori´. Se
trataba, ante todo, para ellos, de poner intelectualmente en orden, […] con vistas a
comprender, en primer lugar, los procesos más fundamentales. […] Pusieron de
relieve los factores que les parecían importantes, procurando representar como
ocurrirían las cosas si no interviniera ningún otro factor. Redujeron estos factores a
algunas nociones fundamentales simples que la experiencia ponía a su alcance. Los
aislaron y procedieron por abstracción” (Schumpeter, 1914, p. 100).

186
 “Pero utilizaron este método sólo para un conjunto de problemas que les parecían
específicamente importantes […] cada vez que se discutieron problemas
individuales […] usaron sin más los datos a su alcance” (Schumpeter, 1914, p. 100).
 “Produce, a menudo, estupefacción ver lo que consideraban una demostración
suficiente y con qué ligereza se contentaban con explicaciones de pura apariencia”
(Schumpeter, 1914, p. 102).
 “El método de esta época nos muestra […] los rasgos característicos de todas las
disciplinas jóvenes […] pero facilita la tarea de la crítica futura que ésta lleva a cabo
[…] con todo el encarnizamiento […]” (Schumpeter, 1914, p. 102).
 “No obstante […] el buen sentido y la rectitud de juicio de los clásicos les pusieron
al abrigo de métodos erróneos en su principio […]” (Schumpeter, 1914, p. 101).
Considerando el enfoque constructivo y comprensivo de Schumpeter, creo que podemos
resumir las características de la práctica metodológica de los economistas clásicos y
preclásicos con las siguientes notas:
 Metodología incipiente, e implícita en muchos autores, propia de una disciplina
joven.
 Insuficientemente formalizada.
 Diversa, según escuelas y autores.
 Mayoritariamente deductivista, apriorística y verificacionista.
 Seguidora de un camino diferente al mayoritario en las ciencias naturales.

Ahora dirigiremos nuestro repaso a las principales escuelas y autores que no hemos
encuadrado en los clásicos. En concreto, pasaremos revista a la metodología de Marx, a
los historicistas, a John Neville Keynes, los institucionalistas y los marginalistas de la
primera etapa.

Marx (1818-1883) fundador de la escuela que lleva su nombre, es coetáneo del


positivismo. Su visión de la realidad económica es profundamente histórica. Las
‘fuerzas productivas’ van generando, en su desarrollo, diferentes ‘modos de producción’
que, a su vez, determinan unas ‘relaciones de producción’ características de cada etapa
histórica y determinan una diferenciación de la sociedad en ‘clases’ con intereses
contrapuestos. Cada ‘modo de producción’ entra en contradicción con el preexistente
dando lugar a revoluciones sociales, hasta la llegada del comunismo. Lo que podría
llamarse su teoría económica está plagada de categorías novedosas: aparte de las

187
Mencionadas, podemos señalar la ´plusvalía´, la ´tasa de ganancia´o la tasa de
esplotación´, y lo mismo podríamos decir respecto de las leyes que formuló.
Marx fue un escritor especialmente prolífico y polifacético, además de controvertido,
por lo que es difícil deslindar sus aportaciones como economista “puro”, de sus
aportaciones sociológicas, políticas o históricas, y lo mismo puede decirse respecto de
su metodología.
El propio Marx explica su metodología en la obra El método de la economía política:
“Cuando se estudia la economía política de un país se analiza en primer lugar la
estructura de su población: cómo está dividida en clases y cómo está distribuida entre la
ciudad y el campo; [...] las distintas ramas de la producción, [...] la producción [...] los
precios [...]. Puede parecer un buen método comenzar [...] a través de la población [...]
Sin embargo, bien mirado este método es erróneo. La población resulta una abstracción
si, por ejemplo, paso por alto las clases de que se compone. A su vez, estas clases no
tienen sentido si ignoro los elementos sobre los cuales descansan [...] Si, en
consecuencia, comenzara sencillamente por la población, tendría una visión caótica de
conjunto. Pero si procediera mediante un análisis cada vez más penetrante, llegaría a
nociones cada vez más simples: partiendo de lo concreto que yo percibiera, pasaría a
abstracciones cada vez más sutiles para desembocar en las categorías más simples. En
este punto, sería necesario volver sobre nuestros pasos para arribar de nuevo a la
población. Pero esta vez no tendríamos una idea caótica del todo, sino un rico conjunto
de determinaciones y de relaciones complejas” (Marx, 1857, p. 41).
Según Katouzian, Marx “no se limitó a especular; sin duda puso más énfasis en los
hechos, esto es, en el conocimiento empírico e histórico, que en la teoría ´pura´ […] La
única ocasión, […] importante, en que Marx cayó en la abstracción pura fue [al]
desarrollar su teoría del valor-trabajo” (1980, p. 45). Para este autor el método de Marx
“era una combinación de teoría y hechos, de lógica e historia. No era ni un especulador
puro ni un puro empirista” (Katouzian, 1980, p.46).
En opinión de Mardones, “desde el punto de vista epistemológico la postura de Marx es
ambigua. Como hombre del siglo XIX estuvo deslumbrado con el ideal de ciencia
ofrecido por la matemática newtoniana; pero, de hecho, Marx hizo otra cosa diferente
del método que alababa. Desarrolló un tipo de pensamiento y metodología que sigue la
orientación dialéctico-hermenéutica. Sus leyes quieren ser universales y necesarias, pero
acentúan el carácter intencional, teleológico y práctico” (1991, p. 319).

188
Schumpeter, que también señala la dimensión polifacética de la obra de Marx y se fija
en los elementos sociológicos y económicos del sistema marxista, escribe: “por lo que
hace a la teoría pura, hay que considerar a Marx como un ´clásico´, y más precisamente
como miembro del grupo ricardiano […] el método de Marx en el trabajo puramente
teórico es la crítica de Ricardo […] Marx, en cuanto teórico de la economía, ha sido un
autor esencialmente de su época” (1954, p. 445).
Hay un rasgo, sin embargo, de la teoría económica marxista en que Schumpeter
reconoce plena autonomía a Marx: su intento de elaborar un modelo explícito del
proceso capitalista. Así, escribe: “La teoría de Marx es evolucionista en un sentido en
que no lo ha sido ninguna otra teoría: la teoría marxista intenta descubrir el mecanismo
que, por su mero funcionamiento y sin la ayuda de factores externos, transforma
cualquier sociedad dada en otra sociedad” (Schumpeter, 1954, p. 446).
A los efectos que nos interesan en este apartado, podemos señalar que las notas que
caracterizan la economía de Marx serían: enfoque histórico y concepción holística de la
sociedad, una aproximación a la realidad a veces inductiva y a veces apriorística y un
modo de explicar los fenómenos económicos y sociales denominado por él mismo
materialismo histórico.
Respecto al proceso de contrastación de la teoría con la realidad en el caso de Marx,
Blaug nos dice: nunca se consideró “la cuestión de si existe alguna forma de demostrar
que una teoría es falsa” (1980, p. 101) ni por Marx ni por la corriente principal de
autores de la economía clásica.

Los historicistas de esta época centraban sus críticas a los clásicos en dos puntos
principalmente. Postulaban la necesidad de un enfoque que tuviera en cuenta el contexto
histórico, político y social en economía y, por tanto, proponían una metodología más
inductivista que permitiera incorporar en los análisis económicos los hechos, datos
estadísticos, etc. de la actividad económica en estudio y de su contexto.
Según resume Katouzian, los historicistas “[…] afirmaron que la Economía, por su
misma naturaleza, era incapaz de formular hipótesis generales y abstractas; […] que el
procedimiento correcto para el estudio de los problemas económicos era la
investigación histórica; que tal investigación histórica, además, conduciría con el
tiempo a la formulación de ´leyes generales´ a través de un proceso de inducción; que
[…] esas leyes generales inductivas serían, sin embargo específicas para ciertas etapas
históricas” (Katouzian, 1980, pp. 55-56).

189
Este enfrentamiento, hechos versus teorías, o inductivismo versus deductivismo, se
manifestó académicamente en la llamada batalla de los métodos, personalizada en el
historiador Gustav Schmöller y el austríaco Karl Menger.
John Neville Keynes terció en la disyuntiva inductivismo/deductivismo intentando
conciliar las dos tradiciones metodológicas. Aunque, como dice Blaug, la propuesta de
Neville Keynes defiende en lo esencial el método abstracto-deductivo, que se puede
resumir en las siguientes tesis: “1) que es posible distinguir entre una ciencia positiva y
un arte normativo de la Economía Política; 2) que los acontecimientos económicos
pueden ser aislados, al menos hasta cierto punto, de otros fenómenos sociales; 3) que la
inducción directa a partir de hechos concretos, o el método a posteriori, resulta
inadecuado como punto de partida en Economía; 4) que el procedimiento correcto es el
método a priori, que parte de ´unos pocos hechos fundamentales referentes a la
naturaleza humana…tomados en relación con las propiedades físicas del suelo y la
constitución fisiológica del hombre´; y 5) que el homo economicus es una abstracción y
que, por consiguiente, la ´Economía Política es tan sólo una ciencia de tendencias y no
de hechos consumados´ [y][…] lo que puede considerarse como una sexta tesis: […] ´la
apelación a la observación y la experiencia, antes de que las leyes hipotéticas de la
ciencia puedan ser aplicadas a la interpretación y explicación de los hechos concretos´”
(Blaug, 1980, pp. 102-103). Esta sexta tesis sería la concesión al historicismo. En
resumen, Neville Keynes toma posición a favor de los planteamientos deductivistas y
apriorísticos más extendidos entre los clásicos.

En la década de 1870 aparece el marginalismo, que aporta un enfoque analítico nuevo


en el corpus teórico de la economía. De tanta importancia que, como dice Backhouse
(1988, p. 160), “la teoría de la asignación de los recursos basada en el análisis marginal
ha constituido el núcleo de la teoría económica”.
Este cambio de enfoque significó poner el foco del interés de los economistas en otras
categorías diferentes –la utilidad y la escasez principalmente– para entender la actividad
económica. Y trajo consigo los correspondientes cambios metodológicos que esta nueva
visión subjetivista necesitaba. Así, adoptaron el individualismo metodológico,
denominado también atomismo metodológico (García-Bermejo, 2009, p. 155), que
convenía a su visión subjetivista del valor. Este término implica un enfoque
individualista o subjetivista al acercarnos a la realidad, tanto para elaborar premisas,
hipótesis o supuestos, cuanto para explicar o dar cuenta de los fenómenos económicos.

190
Además, se mostraron acérrimos partidarios del dualismo metodológico, considerando
que las diferencias entre las ciencias naturales y las sociales eran irreconciliables, y que
éstas requerían un método especial. Para ellos, “Los fenómenos económicos son tan
variables y complejos que no permiten el tipo de análisis experimental que puede usarse
en otras ciencias […] la economía debe construirse sobre la base de razonamientos
lógico-deductivos a partir de unos pocos axiomas fundamentales” (Perdices de Blas,
2007, p. 339).

Menger (1840-1921), fundador de la escuela austríaca, incorpora en la investigación


económica el individualismo metodológico. Este término, que implica un enfoque
individualista al acercarnos a la realidad, implica también “mirar el mundo desde la
perspectiva del actor, de modo que lo que la gente considera que son sus fines, los
medios que estima necesarios para conseguirles, los costes y los beneficios de las
diferentes opciones posibles, sólo adquieren sentido y pueden ser explicados [por el
investigador] desde el punto de vista del individuo” (Perdices de Blas et al., 2003, p.
335) y, correlativamente, mostrar una gran prevención frente a los agregados, la
estadística y las contrastaciones empíricas. Este subjetivismo se deriva de su teoría del
valor: “el valor de una cosa no depende de su naturaleza objetiva, sino de la estimación
completamente subjetiva de los seres humanos” (Perdices de Blas et al., 2003, p. 336).
Para esta escuela “los principios de la economía se descubren mediante un proceso de
deducción a partir de principios evidentes por sí mismos” (2003. p. 339). Por eso, la
introspección y no la inducción es la base para la elaboración de las premisas y las
categorías analíticas de esta escuela. En esto la concepción de este autor se asemeja a
los clásicos anteriores. También en su concepción de la economía como ciencia social
diferente de las ciencias naturales y, por ende, necesitadas de un método diferente al de
éstas. Sin embargo, se diferencia en su enfoque: este autor se declara subjetivista
radical; los anteriores admiten el enfoque holístico. También en la importancia de los
contextos históricos: para aquéllos el valor de la teoría económica tenía un valor relativo
en función de cada contexto histórico; no así para este autor que no admitía esta
provisionalidad. A partir de aquí algunos autores comienzan a sentar las bases de la
escuela mayoritaria de la economía moderna, denominada neoclásica, que siguió
defendiendo, en lo esencial, el método abstracto-deductivo y apriorístico.

Los institucionalistas -estadounidenses y con algunas raíces en los historicistas


alemanes-, desarrollaron una fuerte crítica a la economía ortodoxa y propusieron un
191
método alternativo que consistía en una complicada combinación de: “1) una hipótesis
implícita de que los acontecimientos históricos (sociales, económicos y políticos) se
determinan y se describen mejor por las características de grupo [instituciones]
formadas por la suma de comportamientos humanos basados en instintos y hábitos; y 2)
una visión del cambio darwiniana (evolutiva), no determinista, como instrumento
apropiado para tratar fenómenos económicos y sociales” (Ekelund y Hébert, 1992, p.
485).

Finalmente, incluimos como metodólogo de la economía a Robbins, aunque se ubica


fuera del período comprendido en esta etapa, porque en su obra Ensayo sobre la
naturaleza y significado de la Ciencia Económica, de gran difusión en el ámbito
académico, se describe y compendia el método seguido mayoritariamente por los
economistas hasta entonces. Blaug lo expresa así: “Robbins decidió que era hora de
reformular en terminología moderna las ideas de Senior-Mill-Cairnes, con objeto de
demostrar que lo que los economistas ortodoxos habían hecho y estaban aún haciendo
tenía sentido” (Blaug, 1980, p. 107), y añade que había elementos en dicha obra “que
provenían de la tradición austríaca más que de la angloamericana” (ib.). Así, se
mantiene que “la validez de una determinada teoría depende de su derivación lógica de
los supuestos generales de los que parte. Pero su aplicabilidad a una situación dada
dependerá de la medida en la cual sus conceptos reflejen de hecho las fuerzas que
operan en dicha situación” (citado por Blaug, 1980, pp. 107-108).
“Robbins dividió los supuestos del sistema neoclásico en dos categorías básicas: los
´supuestos fundamentales´ y los ´supuestos auxiliares´ 60 . Pretendió entonces que la
verdad de los supuestos que caen bajo la primera categoría era autoevidente (y, en
consecuencia, universalmente válidos), mientras que los de la segunda categoría podían
no disfrutar de validez universal” (Katouzian, 1980, p. 62). “Todas las deducciones
lógicas basadas [en los primeros] deberían ser universalmente verdaderas en el tiempo y
en el espacio [...] Tal caracterización servía para demostrar la verdad universal [...] de
las teorías económicas más importantes” (Katouzian, 1980, p. 103).
“El principal postulado de la teoría del valor es el hecho de que los individuos pueden
disponer sus preferencias en un orden determinado y que de hecho así lo hacen. El
postulado principal de la teoría de la producción no es otro que el de la existencia de
más de un factor de producción [...] Para establecer su validez no necesitamos

60
Denominados ´principales´ y ´subsidiarios´ por Robbins (1932, pp. 114-115).

192
experimentos controlados; constituyen tan a menudo nuestra experiencia diaria, que
exponerlos es cuanto necesitamos para reconocerlos como evidentes” (Robbins, 1932,
p. 114). “En economía […] los componentes básicos de nuestras generalizaciones
fundamentales nos resultan conocidos por comprensión inmediata” o “Probablemente es
de esperar un daño menor de la insistencia en las diferencias existentes entre las ciencias
sociales y las naturales que de la insistencia en sus semejanzas” (citado por Blaug,
1980, pp. 107-108).

Resumen de este período.– Al comienzo de esta etapa, que comprende


aproximadamente los siglos XVIII y XIX, nos encontramos con unas ciencias naturales
–principalmente la Física y la Química, aunque no solo éstas– que ya habían acuñado,
con notable éxito, una forma de trabajar en sus diferentes campos de investigación y que
podríamos denominar el modelo galileo-newtoniano. Algunos autores –los positivistas–
postularon la validez universal de este modelo para el estudio de cualquier disciplina,
incluídas las llamadas morales, humanas, del espíritu o sociales, en las que solía
incluirse a la economía (monismo metodológico). Otros autores de estas disciplinas –la
mayoría– optaron por buscar otras formas de entender los fenómenos sociales, basados
en la diferente naturaleza de sus objetos materiales de estudio (dualismo metodológico).
En esquema, diríamos que el modelo de las ciencias naturales –denominado
‘explicación’ o ‘erklären’– se basa en la concatenación física causa-efecto de los
fenómenos naturales, y el propugnado para las ciencias sociales buscaba la
‘comprensión’ o ‘verstehen’ de las motivaciones e intenciones de las acciones de los
sujetos involucrados en los fenómenos sociales.
Los economistas de este período se posicionaron, en general, fuera del positivismo pero
con unas particularidades muy acusadas. Lo que algunos de éstos consideraron
economía científica guarda un gran parecido con la geometría de Euclides: un conjunto
de principios que se consideran verdaderos (axiomas) y un proceso de deducción que
arroja leyes (teoremas) igualmente verdaderos que no precisan contrastación.
El propio Blaug resume así su opinión sobre la corriente principal de los economistas de
este período: “centraron su atención sobre las premisas de las teorías económicas, y
advirtieron insistentemente a sus lectores que la verificación de las predicciones
económicas era, en el mejor de los casos, tarea harto azarosa. Se consideraba que las
premisas habían de derivarse de la introspección o de la observación casual de lo que
hacen nuestros semejantes y que, en este sentido, aquéllas podían considerarse como

193
verdades a priori, conocidas, por así decirlo, previamente a la experiencia; un proceso
puramente deductivo llevaba de las premisas a las implicaciones, pero dichas
implicaciones serían ciertas a posteriori tan sólo en ausencia de causas perturbadoras.
Por consiguiente, el objetivo de la verificación de las implicaciones consistía en
determinar el campo de aplicación de las teorías económicas, y no en evaluar su validez.
Estos autores del siglo XIX desplegaron un ingenio sin límites a la hora de proporcionar
razones que les permitiesen ignorar lo que parecían ser claras refutaciones de las teorías,
pero nunca llegaron a establecer las bases, empíricas o de otro tipo, sobre las que
hubiese sido posible rechazar una determinada teoría económica. En resumen, [...] eran
verificacionistas, y no falsacionistas, y predicaban una metodología defensiva destinada
a proteger a la joven ciencia frente a cualquier ataque” (1980, pp. 75-76).
Si tuviéramos que hacer un resumen global de este largo período sobre la metodología
de la economía, podríamos reproducir la del profesor de Economía Aplicada de la
URJC, Luis Pires, que compartimos, “Sorprende la estabilidad en la defensa del método
apriorístico durante más de un siglo, que apenas se vio influenciada por las críticas
metodológicas, mayoritariamente inductivistas, de las corrientes heterodoxas de la
economía (historicistas, marxistas, institucionalistas), y que iba en contra de la corriente
metodológica predominante en el resto de las ciencias naturales y sociales (el
positivismo)” (2001, p. 40).
Además, la variedad de enfoques correspondientes a las diferentes escuelas que ya
apuntaban, complican su clasificación. Algunas adoptaron un enfoque subjetivista
(individualismo o atomismo metodológico), como Menger; otros un enfoque holístico
(Smith parcialmente y Marx); unos buscaban las premisas en los datos de la historia
(Smith y Marx); otros eran aprioristas y las buscaban en la introspección (el resto); la
mayoría eran escépticos respecto de la utilidad de contrastar sus conclusiones. El único
punto en común es que prácticamente ninguno consideraba la economía como una
disciplina enmarcada entre las ciencias naturales.
Igual que hicimos en el apartado anterior, hacemos ahora un resumen de las notas
metodológicas que, a grandes rasgos, caracterizan a las escuelas y autores no clásicos
que hemos elegido como representantes de este período:
 Corriente principal o mayoritaria: Enfoque apriorístico, dualismo metodológico,
metodologia deductivista y verificacionista.

194
 Marginalismo: Enfoque apriorístico, dualismo metodológico, metodologia
deductivista, individualismo/atomismo metodológico y verificacionista.
 Institucionalismo: Enfoque evolucionista no determinista y metodología
inductivista.
 Historicismo: Enfoque por contextos históricos y metodología inductivista.
 Marxismo: Enfoque analítico evolucionista y combinación de metodologías
deductivistas e inductivistas, materialismo histórico.

Desde el Círculo de Viena

Epistemología de la Ciencia

Volvemos ahora a la filosofía de la ciencia en general. La habíamos dejado a finales del


XIX con una visión dominante: la del positivismo. El hito que utilizamos para el inicio
de esta etapa es la escuela conocida como Círculo de Viena, cuya primera publicación
data de 1929. Los autores de esta escuela pretendieron, o al menos reflexionaron, “sobre
la unidad de todas las ciencias y sobre la manera de lograrla” (Rodríguez M., 2003, p.
656). Uno de sus representantes –Hempel– formalizó con precisión el modelo
denominado hipotético-deductivo. Según Esther Díaz, los pasos que ha de seguir una
investigación científica, con arreglo a este modelo, serían los siguientes: 1)
Planteamiento del problema.- La observación no es el punto de partida de las teorías,
como para los empiristas, sino la existencia de problemas; 2) Formulación de hipótesis.-
Son enunciados o conjeturas que se proponen como explicaciones del problema , que
son resultado de la creatividad del investigador, entre otros factores; 3) Deducción de
las consecuencias observacionales.- Una vez formulada la hipótesis se trata de deducir
lógicamente consecuencias de la misma que sean contrastables mediante la observación;
4) Contrastación empírica.- Contrastación de las consecuencias observacionales. Si
éstas resultan confirmadas por la realidad, la hipótesis se considera confirmada. Si no,
queda refutada; 5) Formulación de leyes o teorías.- Si la hipótesis se confirma
suficientemente se toma como ley (1996, pp. 8-10). Esta concepción se conoce
indistintamente por empirismo lógico, positivismo lógico o neopositivismo. Este
método puede resumirse así, en palabras de Blaug: “incluye al menos una ley universal,
más una delimitación de los condicionantes iniciales relevantes que en conjunto
constituyen el explanans, o premisas, de las cuales se deduce el explanandum, o

195
afirmaciones acerca del fenómeno que se trata de explicar, con la única ayuda de las
reglas de la lógica deductiva” (1980, p. 21).
Una descripción similar del positivismo lógico es la realizada por Katouzian, que
extractamos así: “El proceso de investigación científica comienza con la observación
[...] Tales observaciones se formulan bajo la forma de hipótesis que a través del análisis
lógico dan lugar a las teorías generales. Tales teorías se someten entonces a contratación
por medio de un método apropiado [...] para verificar sus implicaciones. Si la
contrastación conduce al éxito en la verificación de una teoría, ésta debería ser aceptada;
en caso contrario debería ser descartada” (1980, p. 71). La clave es la verificabilidad.
“Por consiguiente, todos los enunciados y teorías que no sean verificables no son más
que ´ruidos sin significado´ (1980, p. 71). “El positivismo lógico pretendía producir una
síntesis entre esos dos procedimientos [se refería al racionalismo –deductivo y a priori-,
y al empirismo –inductivo y a posteriori-], aun cuando no tuvo el suficiente éxito”
(1980, p. 71).
En este método, la investigación científica parte de los problemas, no de los hechos. Las
hipótesis creadas para explicar el problema -creadas por analogía, comparación, etc.,
pero no inferidas directamente de los hechos observados por el investigador- guían todo
el desarrollo de la práctica científica, al formular soluciones tentativas y las
consecuencias observacionales implicadas en la hipótesis que serán las que, previa
contrastación, permitirán la confirmación o refutación (Díaz, 1996, p. 9).
La consecuencia de este modelo para sus mentores era la tesis de la simetría. Según
ésta, la operación denominada explicación implica las mismas reglas lógicas que la
predicción, aunque aquélla se produce a posteriori y ésta a priori de los fenómenos en
cuestión. Esta tesis permitiría dotarnos de un criterio claro de demarcación de lo
científico: las leyes serían científicas si pueden explicar y predecir. Las críticas a esta
tesis son conocidas. Hay leyes que predicen pero no explican y viceversa (p.ej.: la teoría
de la gravitación de Newton y la teoría de la evolución de Darwin, respectivamente).
Para Carnap, otro representante del Círculo de Viena, “el gran objetivo, a la larga, era
típicamente positivista: reconstruir racionalmente todos los posibles enunciados de la
ciencia unitaria, universal, lógicamente trabada” (Mardones, 1991, p. 33). Afirmaban
que “únicamente los enunciados sometidos a la lógica y la verificación empírica pueden
ser calificados como científicos. Los demás deben ser considerados de antemano como
absurdos y sin sentido. Científico es sólo, por tanto, aquel análisis de la realidad que

196
trabaje con estos dos pilares: la teoría de la relación lógico-matemática y la fase o
verificación empírica” (1991, p. 33). No es extraño que dedicara esfuerzos al análisis
lógico del lenguaje en su búsqueda de un lenguaje nuevo, neutral, sin lastres históricos,
que permitiera formalizar con exactitud absoluta (1991, p. 34) y que afirmara que
únicamente se tendrán por verdaderas las afirmaciones capaces de ser sometidas a
observación directa y comprobación mediante experimentos (1991, p. 34). En otras
palabras “el significado de una proposición científica es su verificación empírica […] lo
que no fuese esto era tachado de metafísica y eliminado del ámbito científico”
(Rodríguez M., p. 656). Esta concepción rechazaba cualquier pretensión de cientificidad
de los partidarios de la ‘comprensión’ o ‘verstehen’, y las ciencias sociales se quedarían
sin su alternativa metodológica.
Las pretensiones unitaristas del Círculo no consiguieron eliminar las visiones diferentes
entre inductivismo y deductivismo o entre ´erklären´ y ´verstehen´, y además, los
nuevos derroteros de la ciencia en esos años –la teoría de la relatividad , la dependencia
entre el científico observador y el experimento observado, el cuestionamiento de las
ciencias como acumulación sucesiva de certezas, el principio de indeterminación o la
puesta en entredicho del principio de causalidad– introdujeron numerosos elementos
metodológicos nuevos, de manera que se reabrió el debate sobre la metodología en la
ciencia.

Popper (1902-1994), racionalista crítico situado en la corriente positivista (Mardones,


1991, p. 35), critica la posición del Círculo de Viena y niega la relevancia que éste
asigna a la experiencia 61 : “la experiencia no puede verificar de modo absoluto una
proposición o teoría científica, pues siempre está abierta la posibilidad de que aparezcan
hechos nuevos que la refuten, por lo que la función de lo empírico reside en su
capacidad de refutar teorías” (Rodríguez M., p. 656).
Para Popper la observación de los datos de la experiencia es un punto de partida en la
investigación, pero aquélla –la observación– se hace desde un conocimiento previo,
desde un marco teórico. Por eso, la experiencia debe usarse de modo crítico no para
probar verdades absolutas sino para, en su caso, mostrar su falsedad.
Popper subraya la denominada asimetría de la contrastación: ésta se refiere a que el
rechazo de los hechos nos obliga a rechazar la hipótesis, pero la confirmación de los

61
Para una descripción breve y concisa de las diferencias entre Popper y los positivistas lógicos puede
consultarse Katouzian (1980, pp. 95-100).

197
hechos no nos permite confirmarla. En otras palabras: existe lógica de la refutación,
pero no existe lógica de la verificación (Blaug, 1980, p. 32). Para él la inducción no es
válida porque las generalizaciones inductivas no están libres de intuiciones previas, se
reducen a conjeturas derivadas de la observación de la realidad. En otros términos, la
inducción se sustituye por una “operación no-lógica que nos permite saltar desde el caos
que es el mundo real a la corazonada que supone una conjetura tentativa respecto de la
relación que realmente existe entre un conjunto de variables relevantes” (Blaug, 1980,
p. 35).
Aparece así el denominado criterio de demarcación entre las teorías científicas y las
pseudocientíficas. En concreto, “una teoría es científica si en su planteamiento deja
abierta la posibilidad de ser refutada por la experiencia, es decir, si no se limita a
formular sus hipótesis y sus consecuencias, sino que además precisa el modo o modos
en que dichas consecuencias podrían ser refutadas experimentalmente” (Mardones,
1991, p. 657).
Según este criterio, una disciplina se considera científica si elabora proposiciones sobre
el mundo real que se puedan falsar por contrastación empírica, mediante el enunciado
claro de los hechos que, caso de producirse, la invaliden. Así, la ciencia se caracterizaría
no por su contenido o pretensiones de certeza, sino por su capacidad para formular
proposiciones falsables. Según este autor, el acervo de la ciencia, en un momento dado,
sería el conjunto de proposiciones falsables no-falsadas-aún.
Sin embargo, falsar una teoría significa contrastar la hipótesis junto con sus premisas
auxiliares y, “nunca podremos estar seguros de que lo que hemos confirmado o refutado
es la hipótesis en si” (Blaug, 1980, p. 37).
Esta dificultad para conseguir una refutación concluyente y completa de las teorías,
abriría la puerta a que se rechazasen teorías por una simple refutación (falsacionismo
ingenuo) o a que se aceptasen ante la dificultad de la falsación con argumentos espurios.
Considerando esta problemática, Popper añade algunas reglas metodológicas. Tomamos
de la selección de Blaug (1980, p. 38) algunas de ellas: 1) adoptar reglas que aseguren la
falsabilidad; 2) incluir sólo proposiciones falsables intersubjetivamente; 3) aceptar sólo
las premisas que no disminuyan el grado de falsabilidad del sistema en cuestión; 4)
utilizar con la menor frecuencia posible hipótesis auxiliares, etc.
Popper se inclinó por el deductivismo al considerar que la lógica deductiva es el método
que nos puede llevar a la verdad. Pero no consideró que el criterio de demarcación de lo

198
científico radicara en los aspectos metodológicos anteriores. Como dice Blaug, “no
podemos pretender […] que exista depositado en algún lugar un método perfectamente
objetivo, […], un método intersubjetivamente demostrativo, que pueda convencer de
forma concluyente a cualquiera acerca de lo que es, o no es, una teoría científica
aceptable” (1980, p. 47).
Su opinión sobre la aplicabilidad del método científico a las ciencias sociales la
derivamos de las siguientes citas: Popper afirma en su obra La miseria del historicismo
que “todas las ciencias teóricas […] usan el mismo método, ya sean ciencias naturales o
sociales”. El método […] consiste en ofrecer una explicación causal deductiva y en
experimentar […]. Este ha sido llamado a veces el método hipotético-deductivo”. “Lo
que es importante es darse cuenta de que en ciencia siempre nos ocupamos de
explicaciones, de predicciones y experimentos” (1973, pp. 146-148). Más adelante se
extiende en el significado de la experimentación y la falsación, y escribe: “Ahora bien;
todo esto […] no es verdad sólo para las ciencias naturales, sino también para las
ciencias sociales”, e incluso, “es indudablemente cierto que tenemos un conocimiento
del ‘interior del átomo humano’ mucho más directo que el que tenemos del átomo
físico, pero este conocimiento es intuitivo. Dicho de otra forma, ciertamente usamos
nuestro conocimiento de nosotros mismos con el fin de construir hipótesis sobre algunas
otras personas […] Pero estas hipótesis tienen que ser experimentadas, tienen que ser
sometidas al método de la selección por eliminación” (ib., pp. 150-153). De modo
similar se pronuncia en su ensayo La lógica de las ciencias sociales: “Hay un método
permanente objetivo en las ciencias sociales al que cabe muy bien calificar de método
objetivamente comprensivo o de la lógica de la situación. Semejante ciencia social
objetivamente comprensiva puede ser desarrollada independientemente de todas las
ideas subjetivas o psicológicas […] La ‘comprensión’ objetiva radica en nuestra
consciencia de que la conducta era objetivamente adecuada a la situación”.
Como es fácil advertir, el falsacionismo no resuelve completamente los problemas
metodológicos de la ciencia. Sin embargo, el enfoque de Popper abre una nueva forma
de aproximarse a la ciencia. El interés se desplaza del método propiamente dicho (¿cuál
es el método apropiado para el trabajo científico?) a la validez de las teorías de los
científicos (¿qué teoría debemos considerar válida, aunque sea provisionalmente?).
Respecto de la primera cuestión es muy esclarecedor el comentario de Blaug sobre
Popper: “la teoría del método científico […] no es una lógica de los descubrimientos

199
científicos, […] porque el problema de cómo se descubren hipótesis científicas nuevas y
fructíferas ha sido considerado desde el principio por Popper como un tema psicológico
y, como tal, dejado de lado” (1980, p. 39).
La segunda cuestión enunciada remite al período más reciente que podría llamarse “la
nueva heterodoxia” (Blaug, 1980, p. 48) o “el debate metodológico después de Popper”
(Pires, 2001, p. 47). Ambas denominaciones ponen el énfasis en un aspecto de interés
didáctico que luego retomaremos: la importancia de Popper y el falsacionismo como un
hito relevante en la filosofía de la ciencia. El período que se abre aquí contiene autores
como Khun, Lakatos y Feyerabend, entre otros.

Así como para Popper la historia de la ciencia es una sucesión permanente de conjeturas
y refutaciones, para Khun la historia de la ciencia está compuesta de largos períodos con
un statu quo determinado que, en ocasiones, se ven alterados por saltos discontinuos de
un paradigma a otro. Cada paradigma sería el conjunto de creencias y valores
compartidos por la comunidad científica de una disciplina entre un salto y el siguiente.
En cierto sentido, esta aproximación a la ciencia es más histórica que metodológica,
pues nos explica, o pretende explicar, cómo avanza la ciencia entre un paradigma y
otro. Quizás sólo nos ayudaría a entender la resistencia de los científicos a abandonar
las proposiciones refutadas separadamente hasta que se refuta globalmente el paradigma
en el que están contenidas.

Podría decirse que la metodología de Popper es agresiva y rigurosa con las


proposiciones de los científicos y la de Khun defensiva y comprensiva del trabajo de
éstos. Lakatos se sitúa, desde este punto de vista tan simplificador, en un punto
intermedio. Este autor considera que lo que debe evaluarse del trabajo de los científicos
no son teorías concretas o aisladas, sino grupos de teorías relacionadas que denomina
programas científicos de investigación (PCI). Cuando estos programas se enfrentan a
falsaciones puede ocurrir que salgan reforzados y vayan incorporando nuevos
fenómenos o que necesiten ajustes sucesivos específicos para acomodarse a la realidad
observada. A los primeros los denomina programas progresivos y a los segundos
programas degenerados. Es de interés destacar que los PCIs se evalúan y caracterizan
como progresivos o degenerados en comparación con otros coetáneos, a diferencia del
paradigma de Khun que se evalúa frente al anterior o al posterior.

200
Aunque las propuestas de Khun y Lakatos parece que contemplan en exclusiva la
perspectiva histórica del discurrir de la ciencia, tienen también un componente de
criterio metodológico, porque definen cómo interpretar los resultados del proceso de
refutación y confirmación de teorías propuestas por Popper. Podría decirse que ambos
autores mitigan el duro criterio de demarcación del falsacionismo.
Feyerabend va más lejos. En su obra Contra el método –cuyas ideas más relevantes
están resumidas por Blaug (1980, p. 63)– niega la existencia de cánones metodológicos
respetados en la ciencia, afirma que el progreso de ésta se ha producido sin compromiso
con la filosofía de la ciencia, niega la existencia de un criterio de demarcación entre la
ciencia, la no-ciencia y la ideología. Por esta vía llegaríamos al ´todo vale` y
consideraríamos igual a la astronomía que a la astrología.
Frente a esta posibilidad, la respuesta que utilizaremos, para el propósito de nuestro
trabajo, es, parcialmente, la que nos proporciona Blaug, que proviene de las afueras de
la ciencia: “La única respuesta […] a la filosofía del todo vale es la disciplina que
proporcionan los ideales de la ciencia. La ciencia, con todos sus fallos, es el único
sistema autocrítico y autocorrector que el hombre ha inventado […]; a pesar de la
inercia intelectual, a pesar de su conservadurismo inherente y a pesar de la tendencia a
cerrar filas para mantener a raya a los heréticos…” (1980, pp. 65-66). Hay que indicar
que los tres últimos autores prestaron gran atención a las ciencias sociales, seguramente
en su afán por trasladar la metodología de las ciencias naturales a aquéllas.

Frente al Círculo de Viena y al positivismo en general se opone también, aunque por


razones muy diferentes, la Escuela de Frankfurt, cuya concepción de la ciencia se
conoce como teoría crítica de la sociedad (Mardones, 1991, p. 38). Según esta escuela,
el investigador positivista “no advierte que su ver, percibir, etc., está mediado por la
sociedad (burguesa capitalista) en la que vive”: su ignorancia de la totalidad social del
momento histórico que vive le condena a percibir apariencias (ib. p. 38). No niegan el
valor de la experiencia, pero creen que ésta es insuficiente. “Lo que es, no es todo”,
según Adorno, uno de los representantes de esta escuela (citado por Mardones, 1991, p.
39). Sería necesario “dar cuenta del todo social que enmarca y da sentido a los hechos
sociales concretos” (ib. p. 40). Aceptan “las aportaciones de la lógica científica y del
falsacionimo de Popper, pero acentúan la peculiaridad de las ciencias humanas y
sociales”. “La sociedad no puede concebirse como un objeto más […] en razón de su
estructura es algo objetivo y subjetivo” (ib. p. 41). La crítica no debe limitarse a “los

201
enunciados, métodos y aparatos conceptuales”, debe extenderse a la sociedad. Y, por
último, su componente teleológico: el interés que impulsa a las ciencias sociales, para
esta escuela, continuadora de la tradición marxista, es o debe ser “la supresión de la
injusticia social” (ib. p. 41).

En la tradición de Weber se sitúan algunos autores (v. Mardones, 1991, p. 46 nota 50)
que se oponen al positivismo excluyente del ‘erklären´ desde la corriente denominada
‘etnometodología’. El primero de ellos es Schütz (1899-1959). Para este autor, las
construcciones científicas de las ciencias sociales “trabajan con un modelo de
interpretación subjetiva de las acciones sociales o fenómenos que deberá ser coherente
lógicamente y, sobre todo, adecuarse asimismo a la comprensión que de dicha acción
tienen el actor social y sus semejantes (expresada en términos de sentido común)”
(Mardones, 1991, p. 46). El siguiente extracto de su obra El problema de la realidad
social ilustra mejor su concepción de cómo debe investigarse en las ciencias sociales:
“¿Cómo procede el experto en ciencias sociales? Observa ciertos hechos y sucesos de la
realidad social que se refieren a la acción humana, y construye pautas típicas de
conductas o de cursos de acción a partir de lo que ha observado. A continuación
coordina, con estas pautas típicas de cursos de acción, modelos de un actor o actores
ideales, a quienes imagina dotados de conciencia. Esta conciencia, sin embargo, está
restringida de tal modo que no contiene más que los elementos significativos para
aplicar las pautas de cursos de acción observadas. Así, atribuye a esta conciencia ficticia
un conjunto de nociones, propósitos y fines típicos a los que se presupone invariables en
la conciencia específica del actor-modelo imaginario […]. Por ejemplo, puedo construir
un modelo de un productor que actúa en condiciones de competencia no regulada y otro
de un productor que actúa bajo restricciones impuestas por cárteles, y luego comparar la
producción de la misma mercadería por la misma firma en los dos modelos. De este
modo, es posible predecir cómo podría comportarse tal títere o sistema de títeres en
ciertas condiciones, y descubrir ciertas ´relaciones determinadas entre un conjunto de
variables, en términos de las cuales [...] pueden explicarse [...] regularidades
empíricamente discernibles´. [...] Es fácil advertir que cada paso requerido para
construir y utilizar el modelo científico puede ser verificado por la observación
empírica, siempre que no limitemos este término a las percepciones sensoriales de
objetos y sucesos del mundo externo, sino que incluyamos también la forma
experiencial por la cual el pensamiento de sentido común comprende, en la vida

202
cotidiana, las acciones humanas y su resultado en términos de los motivos y fines
subyacentes”62 (Schütz, 1974, pp. 83-85).

Bunge (1919), en la corriente del realismo científico –en la que él es parte relevante–,
considera que “el método científico y la finalidad a la cual se aplica (conocimiento
objetivo del mundo) constituyen la entera diferencia entre la ciencia y la no-ciencia”
(1969, p. 29). En otras palabras podríamos desarrollar ciencia en cualquier tipo de
disciplina con tal de utilizar el citado método y proponernos la búsqueda del
conocimiento objetivo del mundo.
Su formulación del método científico incluye numerosas etapas: 1) Descubrimiento del
problema; 2) Planteamiento preciso del problema, en lo posible en términos
matemáticos, aunque no necesariamente cuantitativos; 3) Búsqueda de conocimientos o
instrumentos relevantes al problema (inspección de lo conocido para ver si puede
resolver el problema); 4) Tentativa de solución del problema con la ayuda de los medios
identificados); 5) Invención de nuevas ideas (hipótesis, teorías o técnicas) o producción
de nuevos datos empíricos que resuelvan el problema; 6) Obtención de una solución; 7)
Investigación de las consecuencias de la solución obtenida, de las predicciones que se
deriven de la hipótesis adoptada; 8) Puesta a prueba (contrastación) de la solución: Si la
solución es satisfactoria se acepta provisionalmente y si no lo es, se corrigen las
hipótesis y se inicia un nuevo ciclo; y 9) Corrección de hipótesis (1980, pp. 33-34). A
pesar de esta larga lista de fases por las que atraviesa la investigación científica, en otro
lugar afirma “aquello que caracteriza al conocimiento científico es su verificabilidad:
siempre es susceptible de ser verificado (confirmado o disconfirmado)” (1980, p. 27). Y
en otro manifiesta que las proposiciones científicas deben ser no sólo contrastables sino
compatibles con el grueso del conocimiento científico acumulado (1980, p. 34).
En línea con lo anterior, clasifica las hipótesis en: incontrastables, que se
desechan por no científicas, y contrastables. Estas, a su vez, pueden contrastarse
empíricamente –directa o indirectamente–, y teóricamente. Las hipótesis no
contrastadas aún se dividirían en incontrastables, que se desecharían por no científicas,
y contrastables. Estas, a su vez, podían ser compatibles con el grueso del conocimiento
(científicas) o incompatibles, que también se desecharían por no científicas. En

62
El entrecomillado interno de la cita es una referencia irónica a Ernest Nagel, positivista-lógico,
proclamando que el método expuesto no sería formalmente diferente del científico.

203
resumen: científico es equivalente a contrastable y compatible con el grueso del
conocimiento (1980, pp. 30-33).
Para este autor, el valor de la experiencia, de los datos, en la fase de contrastación es
intermedio respecto del que le asignan los empiristas y los deductivistas. Sobre este
aspecto concreto, se afirma en su obra La investigación científica: “Como las
contrastaciones empíricas son una parte de una compleja batería de contrastaciones, [los
datos] no son decisivos, aunque si significativos: (i) si son favorables sugieren cosas,
aunque no concluyentemente; (ii) si son desfavorables, tienen aún más importancia,
pero no por eso son concluyentes, pues la contrastación puede ser errada” (1969, p.
896). Y sobre el valor de los datos en la creación de hipótesis muestra un eclecticismo
semejante: “Los datos (i) son ocasiones del descubrimiento de problemas y (ii) tienen
un papel instrumental en la formación de las generalizaciones empíricas, de máxima
importancia en la protociencia (primeros estadios de la ciencia); pero “en cuanto a las
hipótesis propiamente dichas, no pueden ni sugerirlas” (ib.).
Bunge es un enérgico defensor de la aplicabilidad del método científico, según lo hemos
perfilado, a todas las disciplinas, sean estas naturales o sociales, como es el caso de la
economía. En palabras del propio autor, “la diversidad de las ciencias está de manifiesto
en cuanto que atendemos a sus objetos y a sus técnicas; y se disipa en cuanto que se
llega al método general que subyace a aquellas técnicas”: el método científico (1969, p.
38). En línea con esta concepción, su clasificación de las ciencias se realiza con el
criterio de atender al objeto material de cada disciplina. Así, distingue por su objeto
entre ciencias formales y factuales: las primeras tendrían como objeto las ideas y las
segundas los hechos. Entre las formales estarían la lógica o las Matemáticas; las
factuales se dividirían, a su vez, en naturales y culturales. Entre las naturales estarían la
Física, la Química o la Biología, y entre las culturales estarían la Sociología, la Historia
o la Economía. Incluye, además, otro criterio de clasificación. Se trata de la finalidad: si
se persigue un fin meramente cognitivo, estaríamos en las ciencias puras; si se persigue,
además, aplicarlo a la práctica, nos encontraríamos en las ciencias aplicadas. Según este
criterio tendríamos, por ejemplo, a la Psicología individual como ciencia factual natural
pura y a la Pedagogía como ciencia factual natural aplicada o, en nuestro caso, a la
economía como ciencia factual cultural (o social) pura y a la Política Económica como
ciencia factual cultural (o social) aplicada.

204
En un temprano trabajo suyo –La ciencia, su método y su filosofía (1966, pp. 10-23)– ya
mantenía que los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan o pueden
alcanzar las ciencias de la naturaleza y de la sociedad –el conjunto de las ciencias
fácticas– son la racionalidad y la objetividad. A continuación describía las
características de estas ciencias y lo hacía de un modo que podemos asimilar al método
científico, según lo expuso en obras posteriores. También, en un texto posterior –
Epistemología (1980, pp. 44-45)–: “el método científico no es ni más ni menos que la
manera de hacer buena ciencia, natural o social, pura o aplicada, formal o fáctica. Y
esta manera puede adoptarse en campos que antes no eran científicos pero que se
caracterizan, al igual que la ciencia, por la búsqueda de pautas generales”. En este
mismo texto escribe: “Aplicación del método científico a las ciencias sociales: los
primeros en emplear [lo] en las ciencias sociales fueron los economistas, hace de esto ya
más de un siglo. Los economistas científicos, tales como Marx, Cournot y Walras, lejos
de limitarse a juntar datos o a enumerar hipótesis especulativas, formularon modelos
precisos […] y predicciones que, a lo largo, permitieron evaluar [los]. El que dichos
modelos hayan sido toscos no impide que hayan sido concebidos y utilizados de manera
científica […]. A finales de siglo empezaron a sumarse a las filas de la comunidad
científica los sociólogos, los psicólogos sociales […] y otros” (ib. p. 37). Finalmente,
confirma su concepción monista de la ciencia escribiendo “Las ciencias sociales han
sufrido, pues, una revolución en el curso del último siglo. Esta revolución […] fue
resistida por los filósofos idealistas y kantianos, quienes afirmaban dogmáticamente que
es imposible estudiar al hombre al modo en que se estudia una roca o un animal” (ib. p.
37). En la misma obra expone, sin embargo, que los éxitos de las ciencias sociales “son
más bien modestos, como lo fueron los primeros éxitos de la física científica durante el
siglo XVII” (ib. p. 38), aunque su opinión sumaria sobre el proceso de cientifización de
las ciencias sociales es inequívoco: “En suma, el método científico no se rompió cuando
se lo estiró para que abarcara los problemas sociales. Tampoco se rompe si se lo aplica a
otras disciplinas, en particular las humanísticas”, y afirma incluso “…también la
filosofía debiera ser compatible con la ciencia y, de esta manera, quedar sujeta
indirectamente, al imperio del método experimental” (ib., pp. 42-43).
Este autor ha analizado concretamente el estatus científico de la práctica de los
economistas en su obra Economía y filosofía, y su conclusión no es satisfactoria para
algunas escuelas y áreas de la Economía. En esta obra pondera la condición científica de

205
la economía conforme a una serie de criterios de su propia elaboración (v. 1982, pp.
102-110), y concluye que “es una semiciencia o protociencia con sectores de ciencia
madura y otros de pseudociencia” (ib. p. 110).
En resumen, Bunge entiende que la Economía es una ciencia en tanto siga el método
científico, y no considera que la naturaleza de su objeto material, ni la complejidad de
éste, o la coincidencia de objeto y sujeto, sean dificultades insuperables para su
desarrollo como ciencia, si bien, considera que, en su práctica, sólo respeta parcialmente
el procedimiento científico; además la clasifica como una ciencia fáctica (por oposición
a formal) y social o cultural (por oposición a natural).
Por último, recogemos la descripción que hace Bunge de las tres formas posibles de
concebir la sociedad humana, que son de interés para el análisis de las ciencias sociales:
la globalista u holística, la sistémica y la individualista o subjetivista. A su vez, en cada
una de ellas, distingue dos componentes: el ontológico, que concierne a la naturaleza
que cada concepción asigna a la sociedad humana, y el metodológico, que se refiere a la
forma de estudiarla. Muy resumidamente lo desarrolla así:
 Concepción individualista.
 Ontológicamente la sociedad son los individuos y, por tanto, las características
sociales son resultantes de la agregación de las características de los individuos,
y el cambio social es la totalidad de los cambios de sus individuos.
 Metodológicamente lo que hay que estudiar es el comportamiento de los
individuos, y la explicación de los hechos sociales hay que buscarla en la
conducta individual. Por tanto, las proposiciones que se formulen hay que
probarlas mediante la observación de los comportamientos individuales.
 Concepción holística.
 Ontológicamente la sociedad es una totalidad que trasciende a los individuos que
la componen y sus características son globales. La sociedad se impone sobre los
individuos y no al contrario. El cambio social supera a los individuos y los
determina.
 Metodológicamente hay que estudiar sus propiedades globales y sus
instituciones. Las hipótesis que se propugnan hay que contrastarlas con datos
agrupados e históricos.
 Concepción sistémica.

206
 Ontológicamente la sociedad es un sistema de individuos interconectados y,
como tal sistema, sus propiedades son sistémicas o globales. El comportamiento
de cada individuo depende de su propia individualidad genética y de la función
que desempeña en el sistema. El cambio social es un cambio de estructura, por
lo que afecta tanto al sistema como a los individuos.
 Metodológicamente hay que estudiar los grupos, los individuos en sociedad y
sus interacciones. Las teorías se ponen a prueba confrontándolas con datos
sociológicos e históricos, pero éstos se construyen a partir de datos referentes a
individuos y grupos, ya que sólo éstos son parcialmente observables (resumen
propio, de Bunge, 1980, pp. 187-189).

Piaget (1896-1980) es el creador de una novedosa epistemología -comparada con las


anteriores-, denominada epistemología genética o científica. Esta teoría de la ciencia se
propone “el análisis de la formación y el desarrollo [...] del conocimiento científico”, y
postula que éstos “sólo son posibles porque hay interacción entre un sujeto cognoscente
y un objeto de conocimiento”. Para esta escuela, las epistemologías se distinguen
básicamente por otorgar un ‘peso’ grande en esa interacción, al objeto (empiristas) o al
sujeto (aprioristas): “el empirismo supone que el sujeto es esencialmente pasivo [...] que
el conocimiento tiene su origen en el dato [...] suministrado por el objeto. El
conocimiento es un modelo-copia del objeto”; El apriorismo supone que el sujeto,
mediante sus estructuras cognitivas, “captura al objeto para producir el conocimiento”.
Sin embargo, “para Piaget, el conocimiento no es resultado ni de la sola actividad del
sujeto, ni tampoco de la sola presencia del objeto, el conocimiento [...] surge de la
interacción del sujeto y el objeto, en la cual cada uno influye sobre el otro [...][como]
una unidad dialéctica indisociable”. El conocimiento sería el resultado de la interacción
sujeto-objeto y de la transformación que resulta de cada nueva interacción. “La
naturaleza de los contenidos producidos en la relación sujeto-objeto depende del grado
de desarrollo cognitivo de este sujeto. La construcción de las estructuras cognitivas
comienza, de acuerdo a la teoría piagetiana, desde el nacimiento mismo del sujeto”. En
este enfoque, con una significativa carga psicológica, la objetividad no es “algo que
puede existir al margen del sujeto, al margen del observador”. Un dato físico aislado,
sin interpretación del sujeto, es algo caótico, sin sentido; “sólo la actividad cognitiva del
investigador lo torna inteligible”. “En la medida en que el sujeto actúe sobre un
determinado objeto, aumentará el grado de objetividad de sus conocimientos sobre

207
dicho objeto pues ese grado no puede medirse sino de acuerdo a la forma endógena de
conocimiento producido. La objetividad es la del conocimiento endógeno” (resumen
propio y citas de Moreno, 1996, pp. 5-23).
Con el enfoque esbozado anteriormente, Piaget se pregunta qué es la ciencia, por
comparación con la filosofía, con la que comparte varios elementos en común: “No veo
más que un criterio distinto entre las ciencias y la filosofía; aquellas se ocuparían de
problemas particulares, mientras que ésta apuntaría al conocimiento total”. Esta
circunstancia obliga a la ciencia a dos condiciones: 1) delimitar cuidadosamente su
campo (“por convención y casi por una especie de ´gentlement’s agreement´”) y 2)
verificar las respuestas a los problemas con hechos experienciales y con razonamientos
coherentes y buscar el consenso de los pares científicos (resumen propio y citas de
Piaget, 1970, pp. 115-122).
Este autor divide las ciencias en cuatro grandes grupos: Ciencias lógico-matemáticas,
físicas, biológicas y psicosociales. Esta clasificación corresponde a una estructura
circular que mostraría las relaciones entre las distintas disciplinas (Piaget 1979a , pp.
45-76). Dichas relaciones se iniciarían en la lógica y las matemáticas y seguirían por el
resto de ciencias hasta volver de nuevo a las ciencias lógico-matemáticas para, una vez
alcanzada una mayor validez cognitiva, reiniciar de nuevo el proceso. A su vez, el grupo
de las ciencias psicosociales se dividirían en: 1) Ciencias de leyes: Sociología,
antropología cultural, economía política y econometría, demografía, etc.; 2) Disciplinas
históricas: Historia, filosofía, etc.; 3) Disciplinas jurídicas: Filosofía del derecho,
Historia del derecho, etc.; y 4) Disciplinas filosóficas: Moral, Metafísica, etc. (Piaget,
1970, p. 161).

Por último, mencionamos en este resumen a Gustavo Bueno (1924), filósofo español
fundador de la escuela del materialismo filosófico, cuya obra está dedicada, en buena
parte, al análisis de la naturaleza de la ciencia y, derivativamente, de las ciencias
humanas y, en particular, de la economía.
En su obra ¿Qué es la ciencia? distingue cuatro acepciones de ciencia por orden
cronológico de aparición: 1) Ciencia como saber hacer.- Un concepto según el cual la
ciencia se asimilaría al ‘arte’ en su sentido técnico, algo así como la ‘ciencia de los
artesanos’. Por extensión, podríamos referirla también al ‘saber hacer’ de los ‘sabios’ de
muy diversas materias (navegación, políticos, etc.). El escenario de esta acepción sería
principalmente el ‘taller’ y los oficios y su período de vigencia serían los orígenes de

208
casi todas las culturas; 2) Ciencia como ‘sistema ordenado de proposiciones derivadas
de principios’.- Sería aproximadamente la acepción que Aristóteles expone en sus
Segundos analíticos y ligada inicialmente a una disciplina preexistente, la Geometría.
Obviamente esta acepción exigía la existencia de una cultura que incluyera la escritura y
permitiera el debate organizado. Este modo de hacer ciencia llegó a los escolásticos y se
generalizó a los analistas teológicos y filósofos en general. Su escenario es la Academia,
la escuela y los monasterios, con exclusión y distanciamiento de los ‘talleres’ y de su
relación con la ‘práctica’. Se asocia con la cultura de los libros y la mera reflexión
teórica. Su vigencia temporal abarca desde el siglo IV a. de C. al siglo XVI, y hoy
permanece vigente sólo en algunos ámbitos; 3) Las llamadas ‘ciencias positivas’.-
Surge en la época moderna europea y acompaña a los principios de la Revolución
Industrial. Es la época de Galileo y Newton y de los grandes descubrimientos. Su
escenario está en los ‘laboratorios’. Su alcance es pretendidamente universal y llega
hasta la actualidad; y 4) La extensión de la anterior a ámbitos que anteriormente se
ubicaban en la filosofía, las humanidades y la cultura.- Esta acepción es relativamente
reciente y ha logrado el reconocimiento académico de los ámbitos oficiales. Hoy se
habla de Facultades de Ciencias de la Información, Ciencias de la Educación, Ciencias
Empresariales, etc. y sus representantes manifiestan su voluntad de pisar en el terreno
firme de una ciencia positiva que nada quiere saber de las especulaciones filosóficas
(resumen propio, de Bueno, 1995, pp. 12-15).
A partir de esta clasificación de las acepciones de ciencia, Bueno se pregunta “por la
estructura lógico-material que comprende el análisis de la génesis y el desarrollo de las
ciencias positivas, de las ciencias en su tercera acepción y, por extensión, de las ciencias
en la cuarta acepción de las reseñadas […] busca delimitar que sea aquello por lo cual
las ciencias positivas son lo que son” (1995, p. 19). En el estilo de este autor, antes de
responder la pregunta, presenta las respuestas que han dado otros filósofos
epistemólogos o gnoseólogos anteriores. Resumiendo al máximo, las clasifica en cuatro
familias de teorías: a) Descripcionistas.- Aquellas teorías que tienden a primar los
hechos en la explicación de la verdad científica. Según cita el propio Bueno: “el fin de
la ciencia es dar una descripción verdadera de los hechos. Y esto comporta la presencia
inmediata, intuitiva, del hecho” (1995, p. 29). Sus representantes más genuinos serían
los autores del Círculo de Viena; b) Teoreticistas.- Para estas teorías la verdad científica
descansa sobre las construcciones teóricas. Priman la forma frente a los hechos. Aquí se

209
encontrarían algunas concepciones de principios del siglo XX, anteriores al
neopositivismo y al falsacionismo de Popper; c) Adecuacionistas.- Para Bueno esta
sería la ‘teoría tradicional’. Según éstos “la verdad científica descansa a la vez sobre la
forma y sobre la materia […] las verdades científicas se definen por la relación de
adecuación o isomorfismo entre la forma proposicional […] desplegada por las ciencias
y la materia a la que aquella forma va referida”; d) Materialista.- Bueno rechaza las
teorías anteriores y propone la suya, denominada ‘teoría del cierre categorial’ (resumen
propio y citas, de Bueno, 1995, pp. 27-34).
Con arreglo a esta teoría, los elementos del cuerpo de una ciencia quedan clasificados
en tres rúbricas: subjetuales, objetuales y formales o simbólicos y se formula que “la
objetividad reclamada por una construcción científica […] [habrá que] entenderla como
una ‘neutralización’ de los componentes del sujeto. Unos componentes que se
reconocen, sin embargo, como ineludibles en el proceso de constitución” de la ciencia
(ib., p. 56)... “La teoría del cierre categorial apela, como única posibilidad abierta para
lograr esta constitución objetiva, a los procesos de construcción cerrada en virtud de los
cuales unos objetos que mantienen relaciones dadas entre sí, compuestos o divididos
con otros de clases diferentes, puedan llegar a determinar terceros objetos capaces de
mantener relaciones del mismo género con los objetos a partir de los cuales se
originaron. La construcción se llama ´cerrada´, por tanto, en sentido similar al que un
álgebra o una aritmética dan a sus operaciones cerradas (la operación aritmética ´5+7´
es cerrada en el campo de los números naturales porque su resultado es un término de
ese mismo campo, a saber, el ´12´” (ib., p. 56). Este sería el proceso que, según Bueno,
se daría en las ciencias positivas de la acepción 3) anterior.
El proceso anterior, que permite alcanzar la objetividad de las construcciones científicas
neutralizando los elementos subjetuales, se vuelve problemático en las ciencias que se
ocupan del hombre, debido precisamente a que en este tipo de ciencias, en las que el
sujeto se hace objeto, surge la dificultad para eliminar la influencia del sujeto. En otra
obra suya –En torno al concepto de ‘ciencias humanas’– se expresa así: “La tesis es,
pues, la siguiente: que todas las ciencias implican un sujeto gnoseológico (SG); que las
ciencias naturales y formales son ciencias de cuyos campos ha de ser eliminado el
propio sujeto gnoseológico, en tanto sujeto operativo que construye en esos campos […]
y que esta eliminación es un proceso formal interno a la construcción misma de las
verdades científicas naturales y formales; que las ciencias humanas se caracterizarían,

210
esencialmente, porque en sus campos reaparece el sujeto gnoseológico y que [nos
conduce] a la misma estructura problemática de tales ciencias” (1978, p. 24).
Sin embargo, la separación entre ciencias naturales y ciencias humanas o sociales, por
causa de la ‘neutralización de los elementos subjetuales´ –o su imposibilidad– no se da
absolutamente (v. 1995, pp. 75-88 y también 1978, pp. 44-46): “La dicotomía no es
absoluta” (1995, p. 79), pero la dialéctica interna que se produce en las ciencias
humanas “las aproxima a sistemas internamente antinómicos e inestables […] imagen
[que] corresponde muy puntualmente con el estado histórico y social de las ciencias
humanas, continuamente agitadas por polémicas metodológicas, por debates
´proemiales´, por luchas entre escuelas que disputan, no ya en torno a alguna teoría
concreta, sino en torno a la concepción global de cada ciencia, y que niegan, no ya un
teorema, sino su misma cientificidad […]. La antinomia entre las metodologías (debida
a la presencia del sujeto gnoseológico y a su dificultad de neutralización) 63 […] de las
ciencias humanas, no es episódica o casual ni cabe atribuirla a su estado histórico de
juventud (¿acaso la Química no es tan joven, o todavía más, como la Economía
Política?); el conflicto es constitutivo. Y, lo que es más, no hay por qué desear (en
nombre de un oscuro armonismo) que se desvanezca, si no se quiere que, con él, se
desvanezca también la propia fisonomía de estas ciencias” (1995, pp. 78-79).
En síntesis, para nuestro resumen histórico de contenidos en este repaso, podríamos
decir que Bueno acredita a las disciplinas como científicas si son capaces de desarrollar
un ‘cierre categorial’, y considera que, en general, las ciencias humanas tienen
dificultad para adquirir ese estatus debido a la coincidencia en éstas de sujeto y objeto.

Epistemología de la economía

Ahora veremos cómo se ha ido conformando en esta etapa la metodología económica


paralelamente al marco de la filosofía de la ciencia bosquejado anteriormente. En este
período la economía tuvo un fuerte desarrollo, con numerosas aportaciones a añadir al
legado de la economía neoclásica de Marshall, y alcanzó gran reconocimiento social.
Esta efervescencia no fue ajena a los pronunciamientos metodológicos de algunos
autores.

En primer lugar citaremos a Schumpeter. Este autor no se presta fácilmente a sintetizar


su concepción epistemológica de la economía. Se pregunta directamente “¿es la
63
El contenido de este paréntesis es nuestro.

211
economía una ciencia?, pero contesta indirectamente: “depende [...] de lo que
entendamos por ciencia”. En su opinión, si el término ´ciencia´ se refiere a la física
matemática “esto excluye, como es evidente, todas las ciencias sociales y por lo tanto
también la economía” y “tampoco resulta ser una ciencia el conjunto de la economía si
consideramos característica definitoria de la ciencia el uso de métodos análogos a los de
la física matemática. En este caso sólo una reducida parte de la economía es
´científica´” (1954, p. 41). Sin embargo, este autor relativiza la importancia de que un
conocimiento sea denominado científico: “llamar ciencia a un campo del conocimiento
no debería implicar ni elogio ni denigración”.
Adoptando un enfoque sociológico y práctico, distingue dos tipos de ciencia: una
ciencia ´exacta´ para las disciplinas “que usan métodos más o menos semejantes en su
estructura lógica a los de la física matemática”, y otra, apropiada “para nuestros fines”,
más amplia, que reúne las siguientes connotaciones: “cualquier tipo de conocimiento
que haya sido objeto de esfuerzos conscientes [métodos o técnicas] para
perfeccionarlo”, “cualquier campo de conocimiento que haya desarrollado técnicas
especiales para el hallazgo de hechos y para la interpretación o la inferencia”, “cualquier
campo de conocimiento en el que haya personas, llamadas investigadores, o científicos,
o estudiosos, que se dedican a la tarea de mejorar el acervo de hechos y métodos
existente y que, en el curso de ese proceso, consiguen un dominio de los unos y los
otros que los diferencia del ´lego´ y al final del mero ´práctico´ de ese mismo
conocimiento”, “ciencia es sentido común refinado” y “ciencia es conocimiento
instrumentado”. Escribe, incluso, que “se podrían encontrar muchas otras definiciones
no menos satisfactorias” (1954, pp. 41 y 42).
Y acaba, matizando la concepción de ciencia económica que utilizará en su obra
Historia del análisis económico: “cuando hablamos de ciencia ´moderna´ [...] sus reglas
de procedimiento [...] se pueden describir por medio de dos características destacadas:
reducen los hechos que se nos proponen con fundamento científico a la categoría, más
reducida, de los ´hechos verificables por observación o experimento´; y reducen el
ámbito de los métodos admisibles a la ´inferencia lógica a partir de hechos verificables´.
A partir de aquí nos situaremos en este punto de vista de la ciencia empírica, al menos
en la medida en que sus principios se reconocen en economía”.

Hutchison rompe con la larga tradición apriorística y propone el criterio de demarcación


de Popper: propuso que el trabajo de los economistas se ciñera a las proposiciones

212
empíricas contrastables. Según Blaug, para este autor “el trabajo empírico en Economía
puede ser tan útil en la contrastación de los supuestos como en la de las implicaciones
de las teorías” (1980, p. 117). Este planteamiento chocaba, como hemos recordado, con
el enfoque metodológico dominante, que consideraba a la economía como un sistema de
deducciones derivado de algunos postulados no sujetos a contrastación. Por ello,
algunos autores, criticaron a Hutchison desde posiciones basadas en la diferencia entre
las ciencias naturales y las ciencias sociales.

Samuelson también se muestra falsacionista, aunque a través del operacionalismo,


término éste que, en el análisis que hacen Blaug y Machlup, identifican con el
falsacionismo (Blaug, 1980, p. 121).

Friedman es, según Blaug, el autor de la obra metodológica central del período de
postguerra -Ensayo sobre la metodología de la economía positiva-, leída prácticamente
por todos los economistas de hoy (1980, p. 123). Comienza su ensayo distinguiendo
entre economía positiva y normativa y postulando una metodología unitaria con las
ciencias naturales para la economía positiva: el monismo metodológico. En concreto, se
inclina por el falsacionismo de Popper pero sin citar a éste o algún otro filósofo de la
ciencia (Blaug, 1980, p.124). Sin embargo, en dicha obra defiende la polémica tesis de
la irrelevancia de los supuestos. Conforme a ésta, lo que se necesita contrastar son las
predicciones de las teorías, pero no sería necesario contrastar los supuestos en que se
apoyen. Es más, afirma que no es preciso que los supuestos sean realistas y que, incluso,
sería mejor que fueran poco realistas (v. Friedman, 1953, pp. 15-42 y principalmente p.
19).
Se ha intentado interpretar el significado de supuestos poco realistas para atemperar una
tesis tan radical. Algunos consideran que la expresión remite a un alto grado de
abstracción de los supuestos, necesaria en las simplificaciones e idealizaciones en que
se incurre en la elaboración de teorías. Otros, que los supuestos imputan a los agentes
económicos motivaciones del tipo ´como si´ que, aunque no sean realistas, son capaces
de predecir o explicar bien sus comportamientos posteriores.
Esta reflexión llevó a la cuestión de cuál es el papel de los supuestos y sus diferentes
tipos en la construcción de teorías y a posicionamientos diversos frente a esta cuestión.
Los críticos de la posición de Friedman, partidarios de la verificación directa de los
supuestos, argumentan: “1) que las predicciones fiables no son la única prueba relevante
a la hora de evaluar la validez de una teoría y que si lo fuese, sería imposible distinguir
213
entre las correlaciones genuinas [las que muestran causalidad] y las espurias [las que no
muestran causalidad]; 2) que la evidencia directa [...] de los supuestos no es [...] más
difícil de obtener que los datos [...] necesarios para contrastar las predicciones [...]; 3)
que los intentos de contrastar los supuestos [...] serán de ayuda a la hora de interpretar
los resultados de las contrastaciones de las predicciones; 4) que si a lo único que
podemos aspirar es a la contrastación de las implicaciones de las teorías basadas en
supuestos que claramente se contradicen con los hechos, deberíamos exigir
contrastaciones realmente severas de dichas teorías” (Blaug, 1980, p. 130). A pesar de
sus dificultades, “la metodología de Friedman y de algunos seguidores como Machlup,
fue la más aceptada por los economistas en las décadas de 1950 y 1960” (Pires, 2001, p.
61). Blaug explica el éxito de esta visión metodológica así: “Considerando en
perspectiva la totalidad del debate que ha rodeado el ensayo de Friedman […]. La idea
de que las teorías pueden dividirse claramente entre sus componentes esenciales y que
la luz de la investigación debe dirigirse únicamente hacia las implicaciones, sin enfocar
jamás otras partes de la teoría, puede entenderse tan sólo como la reacción en contra de
un siglo de bombardeo crítico y dirigido hacia la teoría ortodoxa, que la Escuela
Histórica Alemana protagonizó primero, y que continuaron los institucionalistas
americanos”... y continúa “enfrentados con la acusación de que no es posible tomarse en
serio ninguna teoría que incluya supuestos contrarios a la realidad, la tesis de la
irrelevancia de los supuestos resulta casi inevitable” (1980, p. 140). Katouzian dice algo
muy parecido: “la afirmación explícita del instrumentalismo por parte de los
´economistas positivos´ fue una reacción ante la creciente cantidad de evidencia y
críticas en relación con los supuestos de la teoría neoclásica” (1980, p. 103).

Backhouse (1954) distingue cuatro tipos de respuestas en el debate metodológico


reciente: En primer lugar estarían los que se oponen directamente a las prescripciones
metodológicas en la economía; en segundo lugar estarían los que critican la corriente
principal de la economía por su configuración como una ciencia de la racionalidad
separada del resto de las ciencias sociales; un tercero considera que el falsacionismo no
es un método muy apropiado, porque las teorías incluyen gran cantidad de condiciones
iniciales, en buena medida incontrolables; y un cuarto que se considera falsacionista.
Backhouse, en las conclusiones finales de su Historia del análisis económico moderno
expresa su opinión global, netamente positiva, sobre la economía convencional. Lo dice
así: “A pesar de todas sus limitaciones –y éstas son muchas– se ha aplicado con éxito en

214
los últimos cien años a una variedad cada vez mayor de problemas,…” (1985, p. 458).
Sin embargo, en las mismas conclusiones, expresa una opinión diferente y matizada,
directamente relacionada con la metodología: “…la manera más probable de que avance
el análisis económico es que los economistas investiguen problemas específicos,
valiéndose de las técnicas que tengan aparentemente mayores probabilidades de generar
hipótesis contrastables y contrastadas, en lugar de intentar reemplazar la economía
convencional por algo totalmente diferente” (1985, p. 457). De esta última cita se
deducen dos puntos de vista del autor: uno, defensivo de la economía convencional, y
otro, de interés para este epígrafe, en el que propone lo que parece que no se hace
suficientemente por los economistas: la elaboración de hipótesis contrastables.
Del resumen de la metodología económica para el período de este apartado, en palabras
de Blaug, “no hemos obtenido nada que se parezca a un consenso entre economistas”.
En opinión del mismo autor, la mayoría de los economistas piensan que “las teorías
económicas deberán ser juzgadas, en último término, por sus implicaciones respecto de
los fenómenos que pretenden explicar” (1980, p. 148). Su pesimismo sobre la práctica
metodológica de los economistas le hace decir que “…los economistas actuales
predican con frecuencia el falsacionismo, pero raramente lo practican…” (1980, p. 148).
De la misma opinión es Hausman, que calificó este proceder de “esquizofrenia
metodológica imperante entre los economistas, que sostienen que hacen algo que es [...]
diferente de lo que, en realidad, practican” 64 . Su optimismo, el de Blaug, queda
condicionado a que los economistas concedan absoluta prioridad a la tarea de generar y
contrastar teorías económicas falsables (1980, p. 179).

Katouzian. en su obra Ideología y método en economía, en el capítulo dedicado a la


teoría neoclásica, resume su punto de vista sobre este período: “Nuestra discusión sobre
la economía positiva ha mostrado que: en la teoría, ha habido cierta confusión entre
Popper y los positivistas lógicos por parte de los economistas positivos; en la práctica,
los economistas positivos no han seguido sus propios criterios de cientificidad, algunos
de ellos han efectuado una traslación de sus bases metodológicas al instrumentalismo
(de Friedman y Machlup, por ejemplo)65, lo que resulta estrictamente incoherente con la
filosofía del positivismo lógico y está en franca oposición con la popperiana,…” (1980,
p. 109); y, en otro lugar de la misma obra, “con frecuencia los economistas no se

64
Citado en el artículo de Victor A. Becker ¿Es la economía una ciencia?, incluido en Gonzalez et alia,
(2002, p.16).
65
El paréntesis y su contenido son nuestros.

215
molestan en averiguar el significado y trascendencia de la metodología que ellos
mismos afirman que mantienen y mucho menos descubrir el significado y naturaleza del
enfoque metodológico correspondiente en el campo de la filosofía de la ciencia” (1980,
p. 69).

Antes de hacer nuestro propio resumen, orientado a decidir qué y cómo trasladar la
evolución y el estado de la metodología económica a los alumnos de un curso de
introducción a la economía, anotamos la opinión de otro autor –Bunge–, en este caso de
fuera del campo económico, pero especializado en filosofía de la ciencia. Este autor,
muy crítico con los procedimientos seguidos por numerosos economistas, aunque no
con las posibilidades de la economía como ciencia, cita en su opúsculo Economía y
filosofía a Von Mises, Hayek, Arrow y a todos los que consideran a la economía como
una ciencia de decisiones, imputándolos la pretensión de “que las teorías económicas no
son descriptivas sino normativas, y por lo tanto incomprobables”. Según él “parecería
que es la gente la que debe ser sometida a pruebas para averiguar si se comporta a la
altura de los altos niveles de racionalidad propuestos por los teóricos” (1982, p. 79).
Más aún, en su opinión “las teorías y modelos económicos debieran ser puestos a
prueba lo mismo que cualesquiera otros modelos y teorías de la ciencia. Pero, de hecho,
las teorías económicas más conocidas presuponen o contienen hipótesis que no son
comprobables por medios objetivos, tales como las que conciernen al valor y la
utilidad” (1982, p. 98).

Se podrían añadir numerosas opiniones de autores diferentes, pero entendemos que no


modificarían significativamente las características generales de la metodología
económica en el período contemplado en este apartado. Entendemos que, si hemos
acertado en el resumen anterior, las notas que caracterizan a la metodología de nuestra
disciplina, durante esta etapa, son las siguientes:
 Respecto del estatus científico de la economía: Controversia entre los propios
economistas y entre los epistemólogos.
 Respecto del método:
 Dualismo metodológico versus monismo en las ciencias naturales.
 Orientación mayoritaria a contrastar sólo las predicciones.
 Renuencia mayoritaria a aceptar la contrastación de los supuestos o a formular
éstos de modo que sean falsables.

216
 Disparidad entre los pronunciamientos metodológicos teóricos, generalmente
falsacionistas, y la práctica real de los economistas.
 Falta de consenso: Pronunciamientos metodológicos diversos según escuelas.
 Respecto del enfoque:
 Diversos, según escuelas: holístico, individualista,...
 Respecto de la clasificación y denominación de la economía:
 Mayoritariamente, ciencia social.

El trabajo realizado hasta aquí, análogamente al de III.1.1, ha pretendido elaborar un


resumen histórico, ordenado y manejable, de las aportaciones epistemológicas a la
ciencia y a la economía, que sirva para fundamentar los contenidos didácticos de un
curso introductorio a nuestra disciplina.
Para ilustrar con más claridad el resumen anterior y facilitar su análisis, se ha preparado
el cuadro que figura a continuación, denominado RESUMEN DE CONTENIDOS III.3
En su primera columna figuran, agrupados por ´etapas´, los ´autores o grupos de
autores´ considerados, en la segunda, los contenidos, notas o categorías caracterizadores
de la ciencia o de la economía de cada grupo, en la tercera, los contenidos o criterios de
clasificación de las ciencias y de la economía y, en la cuarta, las contenidos o categorías
denotativos de la metodología de las ciencias y de la economía. Sólo se han incluido los
contenidos que hemos considerado más relevantes y hemos distinguido los referidos a la
ciencia en general de los de la economía, mostrando estos últimos en formato negrita.

217
RESUMEN DE CONTENIDOS (III.3) 1/5
Contenidos Contenidos
Contenidos
clasificatorios de la metodológicos de la
Período / Escuela caracterizadores de la ciencia
ciencia ciencia
/ de la economía
/ de la economía / de la economía
Ciencia
Antigua
Babilonios y  Mero registro de observaciones y
egipcios generalizaciones de base empírica.

 Elaboración de modelos especulativos


con pretensiones explicativas.
Primeros griegos
 Inicio de modelos deductivos basados
en axiomas no demostrados.
 Elaboración de modelos especulativos  Apriorístico
Período ateniense con pretensiones explicativas.
 Enfoque apriorístico. La experiencia  Apriorístico
Platón no proporciona conocimiento. Estudio
de las ideas (previas).
 Conocimiento de y por las causas.  Teóricas,  Inductivo y
 Conocimiento de lo verdadero y prácticas y deductivo
necesario. técnicas
 Conforme a un método
Aristóteles  Necesidad de la lógica
 No es una ciencia teórica  Pluralidad
 Su fin es la obra, no la verdad  Es una ciencia metodológica
 Es inexacta y normativa por semejanza
 Enfoque heurístico  Ciencia práctica

Período  Observaciones sistemáticas


Alejandrino  Análisis no meramente especulativo
 Prototipo de ciencias formales: la  Apriorístico y
Geometría. deductivo
Euclides  Enfoque apriorístico para la
enunciación de axiomas y deductivo
para la obtención de teoremas.
 Inicio de métodos experimentales.  Heurístico:
 Inferencia entre variables. experimentación,
 Utilización de las Matemáticas. observación,
Arquímedes  Orientación práctica. inferencia,
 Libertad en el enfoque: enfoque matematización, …
heurístico.

Edad
Media
 Ordenación del conocimiento.  Similar a  Escolástico. Base
Creación de Universidades Aristóteles aristotélica
 Introducción del sistema decimal
 Avances técnico-artesanales

218
RESUMEN DE CONTENIDOS (III.3) 2/5
Contenidos Contenidos
Contenidos
clasificatorios de la metodológicos de la
Período / Escuela caracterizadores de la ciencia
ciencia ciencia
/ de la economía
/ de la economía / de la economía
Revolución
científica
 Observaciones sistemáticas y medición
de éstas.
 Búsqueda de las causas de los
fenómenos.
Copérnico
 Superación de apriorismos históricos y
Tycho Brahe
creatividad en la formulación de
Kepler
hipótesis
 Utilización de las Matemáticas
 Verificaciones sucesivas. Prueba y
error.
 Utilización de instrumentos de  Empirista en la
laboratorio y observación. observación y en la
 Demostración experimental de las experimentación.
Galileo conclusiones.  Inductivista en la
 Uso instrumental de las Matemáticas. elaboración de
hipótesis.
 Elaboración de hipótesis causales.
 Clasificaciones  Uso instrumental
 Propuesta de separación de Ciencia y diversas. Criterio de las Matemáticas.
Filosofía. clasificatorio más  Elaboración de
F. Bacon  Aprovechamiento práctico del extendido: El conclusiones en
conocimiento. objeto de las forma de leyes.
disciplinas.  Empirista en la
 Práctica experimental. contrastación de
 Observación. conclusiones.
 Fijación de variables de análisis  Investigación de
Newton medibles y matematizables. causas eficientes.
 Abandono de la investigación sobre la Abandono de la
causa final de los fenómenos. causa final.
 Abandono de los
 Confirma la concepción de la ciencia
métodos de la
de los autores anteriores.
Filosofía.
 Propone la segregación de ciencia y
filosofía.
Locke  Afirma el origen empírico del
conocimiento científico.
 Proclama la superioridad de la
inducción sobre la deducción.

Positivismo y
antipositivismo
 ‘Explicación’ o ‘erklaren’: Los  Acceso a la  Observación,
fenómenos sociales se explican de condición de experimentación
igual modo que los de las ciencias ciencia positiva. y comprobación
Comte naturales: por el principio de
Durkheim causalidad.
 Monismo metodológico: Las ciencias
sociales deben seguir el mismo método
que las naturales.

219
RESUMEN DE CONTENIDOS (III.3) 3/5
Contenidos Contenidos
Contenidos
clasificatorios de la metodológicos de la
Período / Escuela caracterizadores de la ciencia
ciencia ciencia
/ de la economía
/ de la economía / de la economía
Positivismo y
Antipositivismo (cont.)
Dilthey  ‘Comprensión’ o ‘Verstehen’: Los  Ciencias naturales  Dualismo
fenómenos sociales tienen diferente y del espíritu metodológico
naturaleza que los físicos y sólo son  Economía:
comprensibles en su propia Ciencia social
perspectiva por el investigador.
 Dualismo metodológico: Las ciencias
sociales deben seguir un método
diferente a las naturales

Weber  ‘Comprensión’ o ‘Verstehen’. Con  Economía:  Dualismo


pretensiones de causalidad. Ciencia moral metodológico
 Sociología comprensiva: ‘tipos
ideales’, ‘acción racional’, ‘sentido’.
etc.
Economistas  Sistemática creciente en sus  Disciplina  Incipientes e
preclásicos trabajos. incipientemente implícitos
 Inicio de modelos teóricos. diferenciada.
 Mezcla de inductivismo y
deductivismo.
Smith  Enfoque mixto: Histórico, holístico,  Ciencia  Mixto:
estático, subjetivo. diferenciada Inductivo y
deductivo

Ricardo  Principalmente apriorista.  Ciencia  Apriorista y


diferenciada deductivista.

Senior  Generación apriorística de axiomas,  Ciencia moral o  Dualismo


Mill seguidos de deducción. social metodológico
Cairnes  Verificacionistas. Escepticismo  Economía positiva  Deductivistas
frente a la refutación. y normativa.  Subjetivistas
 Apriorísticos

Historicistas  Inductivismo. Contexto histórico.  Ciencia social  Inductivismo.

Marx  Enfoque mixto: Histórico, holístico,  Ciencia social  Materialismo


evolucionista... histórico

Marginalistas  Modelos apriorísticos.  Ciencia social  Dualismo


Menger  Enfoque subjetivista. metodológico.
Verificacionismo.Escepticismo
  Subjetivismo.
frente a la contrastación.
 Deductivismo.

Institucionalistas  Empirismo (´instituciones´)  Ciencia social  Inductivistas


 Evolucionismo.

220
RESUMEN DE CONTENIDOS (III.3) 4/5
Contenidos Contenidos
Contenidos
clasificatorios de la metodológicos de la
Período / Escuela caracterizadores de la ciencia
ciencia ciencia
/ de la economía
/ de la economía / de la economía
Desde el Círculo
de Viena
Círculo de Viena  Positivismo lógico.  Ciencias y no-  Modelo
 Monismo metodológico. ciencias. hipotético-
deductivo.

Popper  Criterio de demarcación científica:


falsacionismo.  Deductivista.
 Negación de la inducción.
 Escepticismo sobre el método.

Khun  Relatividad de lo científico:


paradigmas.

Lakatos  Relatividad de lo científico: programas


científicos de investigación.

Feyerabend  Relativización de la ciencia y la no-  Niega su


ciencia. vigencia.

Escuela de  La experiencia, en ciencias sociales, es  Ciencia social.  Falsacionistas y


Frankfurt insuficiente: es preciso incluir la deductivistas.
crítica social y el objetivo de ´suprimir
la injusticia social´.

Schultz  En la tradición del ´verstehen´.

Bunge  Lo contrastable y compatible con el  Ciencias: Formales  Conjunto de


acervo de conocimiento. y Factuales etapas orientadas
 Monista metodológico. (Naturales y a la racionalidad,
 Eclecticismo frente al empirismo. culturales o la objetividad y la
sociales). verificabilidad.
 Economía: ciencia
factual y social.

Piaget  La objetividad del conocimiento está  Lógico-


ligada a la interacción de sujeto y matemáticas,
objeto. físicas, biológicas y
 El conocimiento de las ciencias es el psicosociales.
conocimiento filosófico acotado al  Economía: ciencia
campo de cada disciplina. de leyes, incluida
en psicosociales.

221
RESUMEN DE CONTENIDOS (III.3) 5/5
Contenidos Contenidos
Contenidos
clasificatorios de la metodológicos de la
Período / Escuela caracterizadores de la ciencia
ciencia ciencia
/ de la economía
/ de la economía / de la economía
Desde el Círculo
de Viena (cont.)

Bueno  Las disciplinas que son capaces de  Ciencias formales


desarrollar un cierre categorial. y naturales.
Dificultad intrínseca en las ciencias  Ciencias humanas
humanas. o sociales.
 Economía: ciencia
social.

Blaug  Falsacionista.  Proposiciones


 Escéptico sobre el método. falsables.
 Énfasis en la
contrastación de
los supuestos.

Hutchison  Contrario al apriorismo.  Contrastación


 Proposiciones empíricas de los supuestos.
contrastables.

Friedman  Contrastación de predicciones.  Contrastación


Machlup  Irrelevancia de los supuestos. de predicciones.
 Ciencia ´positiva´

Samuelson  Falsacionista
 Ciencia ´positiva´

222
III.3.2 Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos

El RESUMEN DE CONTENIDOS anterior muestra una selección, que consideramos


representativa, de las aportaciones de diferentes autores que han contribuido a
caracterizar qué se entiende por ciencia o por metodología de la ciencia o cómo se
clasifica la economía en el contexto de las ciencias. Este conjunto de contenidos es la
referencia de la que tenemos que partir para decidir cuáles de ellos presentar y de qué
forma, en un curso de introducción a la economía.

El primer elemento a considerar se deduce de tener presente que el objetivo central de


este trabajo es un curso introductorio de economía, no sobre epistemología de la
economía, y el segundo, el tiempo disponible que, forzosamente, tendrá que ser una
pequeña parte del total del curso. No se trata de que los alumnos adquieran un
aprendizaje significativo centrado en la epistemología de la ciencia y de la economía: se
trata de un curso de introducción a la economía. Por tanto, los contenidos a incluir
deben ser solamente los suficientes para que los alumnos puedan contextualizar
adecuadamente la economía en el ámbito epistemológico, para que les ayude a una
mejor comprensión de la economía en un nivel introductorio.

Las limitaciones anteriores –de alcance y de tiempo– implican descartar la tentativa de


trasladar a los alumnos una exposición de contenidos de tipo histórico-cronológico,
como la de nuestro resumen, o incluso alguna variante más reducida 66 . Igualmente
descartamos la tentativa consistente en hacer nuestra alguna propuesta del tipo de las
que hacen Piaget, Bueno, Bunge o Mardones, por ejemplo. En estos casos, además de
por extensas y de difícil aprendizaje, por estar ligadas a sus correspondientes puntos de
vista, que las hace inapropiadas a nuestro propósito, que implica no adoptar en
exclusiva el punto de vista de alguna escuela.
Así, podemos formular el propósito de este epígrafe de este modo: Proporcionar a los
alumnos un resumen, o exposición breve, que incluya los contenidos o categorías
epistemológicas mínimas y suficientes para adquirir un aprendizaje significativo que les
66
Por ejemplo la de González (2000). Este autor, en el artículo citado distingue cuatro “principales
polémicas metodológicas” que han afectado a la Economía. “En primer lugar, el Methodenstreit entre
Menger y Schmoller , que debate la historicidad del conocimiento y el método de la Economía […]; en
segundo término, la discusión sobre la objetividad de la Economía, asociada a la cuestión de la Ciencia
como ‘libre de valores’, que arranca de Max Weber […]; en tercera instancia, la controversia sobre la
primacía de la teoría o de la experiencia en la verificación del conocimiento económico, que enfrentó a
Machlup y Hutchison; y finalmente, la polémica sobre el realismo de los supuestos y el papel de la
predicción en Economía, que surge con Friedman y donde han participado, entre otros, varios premios
Nobel, […]” (2000, pp. 21-22).

223
permita iniciar una reflexión propia sobre la condición científica de la economía y su
metodología. En el punto siguiente se concreta esta propuesta y cómo se llega
didácticamente a ella.

Los contenidos o categorías epistemológicas que proponemos figuran, al final de este


punto, en el cuadro o mapa conceptual que hemos elaborado siguiendo los siguientes
pasos:
 Los primeros contenidos se han determinado conforme a la regla didáctica de
empezar por los más próximos al ‘conocimiento previo’ o ‘zona de desarrollo
próximo’ de los alumnos, de nuestro RESUMEN DE CONTENIDOS. De acuerdo
con la idea de Blaug, postulamos que el ‘conocimiento previo’ del ‘hombre de la
calle’ 67 , y más seguramente de los alumnos que provienen de la enseñanza
secundaria68, será alguna idea de la ciencia similar al positivismo de mediados del
siglo XIX. Según esto, la ciencia sería un procedimiento caracterizado por las
siguientes notas:
1. Observaciones de hechos y recogida de datos.
2. Formulación de proposiciones, por inferencia inductiva, basadas en esas
observaciones.
3. Comprobación de los elementos de verdad contenidos en las proposiciones,
mediante la experimentación o contrastación de sus implicaciones con la
realidad.
Este punto de arranque nos permite iniciar el proceso de enseñanza de los
contenidos epistemológicos con la concepción inductista-empirista de la ciencia y
formalizar y definir con nitidez –y ´garantía´ didáctica- las siguientes categorías o
contenidos epistemológicos que la distinguen: empiristas, por la importancia

67
Este autor escribe en su obra La metodología de la Economía, “Las ideas generalmente aceptadas
acerca de la filosofía de la ciencia a mediados del siglo XIX postulaban que las investigaciones científicas
se inician a partir de una observación de los hechos […]; siguen con la formulación de leyes […] y
teorías. Tanto las leyes como las teorías son sometidas a un proceso de comprobación de los elementos de
verdad que contienen por medio de la comparación […]. Este enfoque inductivo de la ciencia […] sigue
siendo hoy en día la idea que el hombre de la calle tiene de la ciencia” (Blaug, 1980, p. 20).
En un sentido similar se expresa Katouzian al referirse al método inductivo: “Desde los empiristas
ingleses del siglo XVII, y especialmente desde Francis Bacon, estamos familiarizados con esa noción de
método científico” (1980, p. 52); o Schumpeter: “En el hablar cotidiano […] el término [ciencia] se usa a
menudo denotando la física matemática” (1954, p. 41); y también Bueno: “Vivimos en la época de la
ciencia […][esta] se ha convertido hoy en el prototipo y paradigma total del conocimiento humano […].
Procedimientos como la experiencia, la observación y la formulación de teorías se consideran elementos
de un método especial de carácter lógico para obtener información fidedigna sobre el mundo material”
(1987, p. 251).
68
2º de Bachillerato en el caso español.

224
asignada a los datos de la realidad, a lo empírico, tanto en el inicio del trabajo
científico, como al final, en el proceso de comprobación de las proposiciones
mediante la contrastación, e inductivistas, por el modo o método de elaboración de
proposiciones y leyes, infiriendo éstas de la observación de la realidad mediante
generalizaciones basadas en la repetición de particularidades.
 La fijación y formalización de esta concepción epistemológica, basada en el
‘conocimiento previo’, nos permite avanzar un paso más en la construcción
significativa de contenidos. Ahora podemos presentar, apoyándonos en dicha
concepción, otra de fácil aprendizaje utilizando la técnica del ‘conflicto cognitivo’:
la ‘contraria’, esto es, la apriorista-deductivista: apriorista, porque niega el valor de
los datos, de la experiencia, de la observación de la realidad, y apela a la
introspección y a la reflexión como punto de partida para elaborar supuestos o
hipótesis, y deductivista, porque hace uso de la deducción y las reglas de la lógica
para elaborar proposiciones y teoremas. Esta concepción se muestra escéptica frente
a la contrastación.
 La construcción de estas dos concepciones ‘extremas’ nos permite introducir otras
concepciones o contenidos epistemológicos ´intermedios´ y más ´precisos´, de
interés para nuestro propósito. Ahora es posible incorporar la controversia
metodológica ‘erklaren’ versus ‘verstehen’, referida al modo de fundamentar la
objetividad del trabajo científico, derivada de la aparición de las ciencias sociales.
Ambos contenidos se refieren a la forma de explicar o dar cuenta de los fenómenos
involucrados en las proposiciones de los científicos. Respecto al primero, asociado
generalmente a las ciencias naturales, las proposiciones se explican mediante la
aplicación del principio de causalidad a éstas y a los datos observados, a su
contrastación, verificación o falsación; respecto al segundo, el fundamento de la
objetividad se alcanzaría mediante la comprensión, la congruencia de sentido o la
verosimilitud, por lo que contempla la contrastación con escepticismo.
Como hemos mostrado en el resumen histórico, las ciencias naturales se asocian al
‘erklaren’ o ‘explicación’, pero las ciencias sociales están divididas. Algunos
autores reclaman que éstas deben seguir el mismo método que las ciencias naturales
(monistas), pero otros defienden que, por la naturaleza de su objeto material de
análisis, deben seguir el método del ‘verstehen’ o ‘comprensión’ y reclaman la

225
necesidad de los dos métodos (dualistas), uno para las ciencias naturales y otro para
las ciencias sociales.

 Igualmente, ahora podemos incorporar otras categorías epistemológicas. Así, el


contexto de descubrimiento y el contexto de justificación 69 : el primero incluye
aquellos procesos de muy variada naturaleza (histórica, sociológica, psicológica,
etc.) que conducen al inicio del proceso científico o al descubrimiento de una línea
de actuación científica (cuya importancia está, actualmente, muy relativizada en
el análisis epistemológico) y el segundo es el conjunto de procesos racionales
–demostraciones, experimentos, argumentaciones, etc.– en virtud de los cuales se
establece o verifica la validez de las proposiciones científicas. Este contexto tiene
más relevancia, ya que en su seno se producen discrepancias relevantes entre
enfoques y escuelas. Así, por ejemplo, la mencionada en el punto 3.1.2 anterior,
referida al alcance de las contrastaciones (falsacionismo, por ejemplo), o la
problemática entre predicción y explicación.
En el cuadro que figura a continuación pueden verse, en esquema, los contenidos
incluídos en los contextos de descubrimiento y de justificación, y como ambos
conforman el método (corresponde a la trama gris del cuadro). Éste contendría el
recorrido completo, desde el inicio del trabajo científico hasta su verificación o
validación. En esta fase de la presentación convendría destacar que, actualmente, las
primeras fases del método han perdido relevancia entre los epistemólogos frente a la
última, la verificación. La fase de contrastación, y cómo se interpreta ésta, es el
principal elemento separador entre unas concepciones y otras, que oscilan entre las
que exigen la contrastación de proposiciones y supuestos y las que sólo exigen la
contrastación de predicciones o la fundamentación ‘verstehen’.

69
Aunque se discute el orden en que se presentan ambos contextos y su deslinde conceptual exacto,
pasamos por alto estas precisiones en aras de la utilidad didáctica que tiene su presentación para entender
la idea de ‘método’ en las ciencias.

226
CONTENIDOS EPISTEMOLÓGICOS PROPUESTOS
PARA UN CURSO DE INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA

Contexto de
Contexto de justificación
descubrimiento

Modo de
Punto de Fundamento
elaboración Concepciones
MÉTODO partida de la de la Contrastación
de de la sociedad
ciencia objetividad
proposiciones

Categorías Empirismo Inductivismo ´Erklären´ Contrastación


epistemológicas (causalidad) de proposiciones
asociadas a la idea de y supuestos
ciencia que reside en el
‘conocimiento previo’ o
‘zona de desarrollo
próximo’ de los alumnos

Falsacionismo
Monismo
Holística
Sistémica
Dualismo Subjetivista
Verificacionismo
Categorías
epistemológicas que
surgen históricamente de
posiciones racionalistas,
antipositivistas y de ´Verstehen´ Contrastación
resultas de la aparición de Apriorismo Deductivismo (comprensión) de predicciones
las ciencias sociales

Entendemos que la propuesta de contenidos incluída en el cuadro anterior, así como el


orden y la estructura expositiva adoptados, muestran los contenidos epistemológicos
básicos para que el alumno adquiera un aprendizaje significativo suficiente sobre la
epistemología de la ciencia en general, que le permita, a su vez, iniciar el aprendizaje
de las notas epistemológicas que caracterizan los enfoques o escuelas principales de la
economía.
Queda por determinar en qué momento del curso se presentan estos contenidos que, en
parte, se refieren a la ciencia en general y, en parte, a la economía.
Los contenidos epistemológicos se refieren a las ciencias y a sus diferentes enfoques, no
a su objeto material, no a la actividad económica en el caso de la economía; son
necesarios para comprender las diferentes escuelas o enfoques de la economía y su lugar
en el contexto epistemológico.
Como hemos visto en el resumen histórico, los diferentes enfoques o escuelas
económicas se presentan con diferentes características epistemológicas y metodológicas

227
(véanse resúmenes, en este sentido, en el RESUMEN DE CONTENIDOS III.3
anterior). Por ello, los contenidos epistemológicos que caracterizan a la economía deben
ordenarse y presentarse didácticamente por escuelas70, cuando se presenten éstas. Esta
secuencia permitirá que los alumnos se aproximen a cada escuela con un bagaje más
completo de este tipo de contenidos para la comprensión de cada una de ellas y de sus
diferencias.
Sin embargo, los contenidos epistemológicos más básicos, limitados al significado de
la distinción entre objeto material y objeto formal, deberán presentarse al inicio del
curso. De este modo podrán aproximarse al curso con una visión clara, diferenciando,
desde el comienzo, entre la actividad económica y las teorías económicas.
Resumiendo, nuestra propuesta de estructura expositiva sobre los contenidos de este
epígrafe, se concreta así:
 Respecto de los contenidos epistemológicos.
1º) Presentar, al comienzo del curso, una introducción limitada al significado de la
distinción entre el objeto material y el objeto formal en las ciencias y en la
economía.
2º) Presentar una introducción más avanzada, basada en el cuadro anterior y en su
estructura expositiva, de las características epistemológicas de cada escuela
económica, cuando se presenten cada una de éstas.
En otras palabras, estamos proponiendo trasladar contenidos epistemológicos
introductorios en dos momentos diferentes: una parte de ellos al principio del curso,
centrados en la diferencia entre el objeto material y el formal; otra parte, cuando se
aborden las escuelas (en ese momento ya se habrán presentado los contenidos de la
actividad económica -el objeto material de la economía-, y los alumnos estarán en
condiciones de comprender ´significativamente´ las proposiciones teóricas de las
escuelas, su relación con la realidad y su caracterización epistemológica).
Esta propuesta tiene el carácter de mínima, pero no excluye, obviamente, las
ampliaciones que en cada circunstancia concreta del proceso de enseñanza-
aprendizaje se consideren oportunas. En nuestra Propuesta de estructura expositiva
de los contenidos del objeto formal (v. III.1.2.2) llegamos a la conclusión de que los
contenidos derivados del objeto formal debían presentarse ‘agrupados por escuelas’.

70
Pueden hacerse extensivos a este criterio los argumentos expuestos en el epígrafe III respecto de la
conveniencia didáctica de presentar los elementos del objeto formal clasificados por escuelas (v.
III.1.2.2).

228
Pues bien, la presentación de los contenidos de cada escuela es el lugar que
proponemos para incluir las ampliaciones que se consideren apropiados, respecto de
esta propuesta mínima.
 Respecto de los contenidos relativos al estatus científico de la economía.
Este contenido se deriva de las consideraciones anteriores. Entendemos que es
suficiente con trasladar a los alumnos que el estatus científico de la economía, así
como, en general, el de las ciencias sociales, es objeto de controversia, tanto entre
autores del ámbito de la economía como fuera de éste. La exposición y desarrollo
del cuadro anterior permitirá relativizar o matizar esta afirmación.
 Respecto de los contenidos relativos a la clasificación de la economía en el
conjunto de las ciencias.
De entre todas las clasificaciones analizadas, sugerimos utilizar la de Bunge. Ésta
se atiene al criterio clasificatorio del objeto material de las diferentes disciplinas,
que es el más común, y tiene una amplia difusión en la enseñanza. En cualquier
caso, esta clasificación tiene un valor meramente nominal y no prejuzga la
naturaleza epistemológica de las distintas disciplinas. Según hemos visto en el
resumen histórico anterior, con arreglo a ese criterio la economía está considerada
mayoritariamente una ciencia social o humana.

229
III.4 Economía positiva y normativa

Hemos considerado obvio introducir la problemática de la distinción entre economía


positiva y normativa en nuestro trabajo atendiendo a dos circunstancias: en primer lugar
porque se aborda en todos los textos seleccionados de introducción a la economía y, en
segundo, por la extensa bibliografía y controversia que ha generado y genera en la
literatura económica.

El método a seguir en el trabajo de este epígrafe es semejante al desarrollado en otros de


esta parte III: 1º) Elaboramos un resumen histórico o inventario de las diferentes
aportaciones o manifestaciones más significativas que diferentes autores han hecho
sobre el significado de la distinción entre economía positiva y economía normativa; 2º)
Analizamos, con las reglas didácticas de la parte II, qué contenidos de esta materia y de
qué forma presentarlos en un curso de introducción a la economía. Además, como
resultado de este análisis podremos comparar éstos con los de los textos seleccionados,
tal como se han resumido en I.9 (v. V). Finalmente, las conclusiones que adoptemos en
el análisis se trasladarán a la propuesta de curso introductorio de la parte IV.

La relación de aportaciones que figura a continuación se ha realizado teniendo presente


que el asunto de este epígrafe es ‘difícil’ de abordar. Difícil por lo controvertido, por el
gran número de enfoques con que se ha abordado y por las complejas implicaciones
epistemológicas o ideológicas que, generalmente, subyacen a dichos enfoques. Baste
como ejemplo de esa dificultad algunas observaciones que hace Hutchison en la
Introducción a su obra Economía positiva y objetivos de política económica y otras que
recoge de diferentes autores. Hutchison: “lo que a lo largo de un siglo se ha convertido
en el punto de vista más o menos ortodoxo, o casi ortodoxo, de esta cuestión [la
distinción entre economía positiva y normativa] ha sido puesto en duda por una ola de
críticas escépticas […]. El desacuerdo en torno a la misma, en vez de menguar, parece ir
en aumento, […] tanto en alcance como en intensidad, abundando las opiniones
autorizadas rotundamente contradictorias”. Friedman: “la economía puede ser y en parte
lo es, una ciencia positiva… La economía positiva es independiente, en principio, de
cualquier posición ética o de cualesquiera juicios normativos”. Myrdal: “jamás ha
existido una ‘ciencia social desinteresada’ [...] que, por razones lógicas no puede
existir…; nuestros conceptos están cargados de valores, no pueden ser definidos si no es
en términos de valoraciones políticas”. Smithies: “difícilmente ninguna teoría

231
económica puede ser considerada ideológicamente neutral”. Stigler: “no parece
necesario replegarse al terreno familiar para demostrar que la economía como ciencia
positiva es éticamente –y por tanto políticamente– neutral”. Schumpeter: “el problema
epistemológico en sí, ni es difícil, ni muy interesante, y puede ser resuelto en pocas
palabras”. Friedman de nuevo: “las divergencias sobre política económica […] se deben
más a la diversidad de predicciones acerca de las consecuencias económicas […]
-divergencias que pueden ser eliminadas en principio mediante el progreso de la
economía positiva– que a diferencias fundamentales en los valores básicos”. Devons:
“Las discusiones en pro o en contra de una determinada política, pueden explicarse más
precisamente en términos de política que de economía”. El propio Hutchison de nuevo:
“no cabe duda de que resultará mucho más difícil alcanzar [un área o grado de consenso
razonable] acerca de las distintas políticas si no existe acuerdo o incluso claridad, no
sólo sobre qué premisas de valor y presupuestos políticos y éticos están aplicándose y,
en este caso, en qué puntos, sino también sobre si o hasta qué punto, dichos
presupuestos son necesarios o están siendo, en realidad, incluidos en el razonamiento; o
sobre si están siendo innecesaria, o incluso ‘ilegítimamente’, introducidos; o hasta qué
punto son políticamente neutrales o aparecen exentos de toda apreciación subjetiva las
teorías económicas que están siendo aplicadas”; y la importancia de estas cuestiones
radica en que “la aplicación práctica del saber económico gira, hasta cierto punto [a su
alrededor]. Las cuales, como ya hemos visto, reciben respuestas totalmente
contradictorias” (1971, pp. 1-9). Incluso el propio Keynes, en carta a Harrods, de 1938,
manifestó concepciones contradictorias: “Me parece que la economía es una rama de la
lógica” y “La economía es esencialmente una ciencia moral y no una ciencia natural. Es
decir, emplea introspección y juicios de valor” (citas de Barceló, 1985, p. 232, y Blaug,
1980, pp. 10 y 11).
Por ello, hemos intentado seleccionar una variedad de aportaciones que muestre
suficientemente las posiciones más diferenciadas en torno al significado de la distinción
entre economía positiva y normativa. Como en otros epígrafes de esta parte III,
trataremos únicamente de describir con el criterio expuesto los pronunciamientos más
significativos, sin exponer nuestra opinión, con el objetivo de convertirlos en contenidos
didácticos sencillos y con el alcance apropiado a un curso de nivel introductorio.

232
III.4.1 Resumen de las aportaciones a la economía

La separación entre economía positiva y normativa se inicia en los análisis de


Senior, Mill y Cairnes. Estos autores distinguieron entre ‘ciencia’, que incluía
solamente proposiciones descriptivas, y ‘arte’, que incluía juicios de valor. Esta
distinción implicaba que un economista, en cuanto tal, no podía ni siquiera ofrecer
asesoramiento. Cairnes expresó este planteamiento de modo categórico: “La ciencia
económica no tiene más relación con nuestro sistema industrial moderno que la que
pueda tener la ciencia de la mecánica con nuestro actual sistema de ferrocarriles”
(citado por Blaug, 1980, p. 163).

La división anterior tiene sus antecedentes en el Tratado sobre la naturaleza humana de


Hume, quién estableció la proposición de que “no puede deducirse el ‘deber ser’ a
partir del ‘ser’, es decir que las proposiciones puramente fácticas, descriptivas, tan sólo
podrán implicar otras proposiciones fácticas, descriptivas, y nunca normas o
pronunciamientos éticos o prescripciones que ordenen una determinada actuación”
(1980, p. 151).
J. N. Keynes fue más lejos; distinguió entre ‘ciencia positiva’, ‘ciencia normativa o
regulativa’ y ‘arte’. El objetivo de la primera sería el establecimiento de leyes, el de la
segunda la fijación de ideales u objetivos, y el de la tercera la formulación de preceptos.
Esta clasificación a tres bandas no tuvo gran aceptación y se mantuvo, en general, entre
los economistas británicos, la división entre economía positiva y normativa. En el
continente, sin embargo, la línea divisoria se fijó “no entre la economía positiva y
normativa, sino entre economía pura y aplicada”, aunque con un gran paralelismo entre
ambas clasificaciones.
Blaug resume así el estado de este asunto en sus inicios: “En algún momento, situado en
la segunda mitad del siglo XIX, esta distinción quedó unida y prácticamente
identificada con la distinción utilizada por los filósofos positivistas entre el ‘ser’ y el
‘deber ser’, entre hechos y valores, entre las proposiciones declarativas y supuestamente
objetivas acerca del mundo y las evaluaciones prescriptivas respecto de sus diversos
estados. Se decía, en consecuencia, que la economía positiva se refería a los hechos,
mientras que la economía normativa se ocupaba de los valores” (1980, p. 150).

La clasificación anterior deja abierto el problema de cómo saber qué proposiciones se


refieren al ‘ser’ y cuáles al ‘deber ser’. Blaug establece inicialmente que “una

233
proposición referente a ´lo-que-es´ es, simplemente una proposición que puede ser
materialmente verdadera o falsa; una proposición que afirma algo respecto del estado
del mundo, algo que es así y así, y no de otra manera, y respecto de la cual es posible
utilizar métodos de contrastación interpersonal para descubrir si es cierta o falsa. Por su
parte, una proposición normativa expresa una evaluación sobre el estado del mundo -
aprueba o desaprueba, alaba o condena, se regocija o deplora- y lo único que podemos
hacer al respecto es emplear argumentos que persuadan a otros a aceptarla” (1980, p.
151). Sin embargo, introduce dudas sobre la posibilidad de eliminar completamente
elementos normativos en las proposiciones fácticas. Dice exactamente: “mi argumento
es que no existe proposición empírica, descriptiva, que sea considerada cierta, que no se
base sobre un consenso social definido acerca de que ‘debemos’ aceptar dicha
proposición sobre lo que es” (1980, p. 153).
Nagel trata de resolver esta problemática distinguiendo dos tipos de juicios de valor en
las ciencias sociales: juicios de valor caracterizados, que se refieren a la elección del
tema a investigar y a la metodología elegida y juicios de valor estimativos o normativos,
que se refieren a proposiciones evaluativas, como la deseabilidad de ciertos tipos de
comportamiento humano y las consecuencias sociales que generan dichos
comportamientos. Para este autor “la ciencia, como actividad social que es, no puede
funcionar sin juicios de valor metodológicos, pero […] puede liberarse, al menos en
principio, de cualquier compromiso con los juicios de valor estimativos” (1980, p. 153).
Blaug se hace eco de la distinción de Sen entre juicios de valor básicos y no básicos,
que prefiere denominar ‘puros’ e ‘impuros’. Los juicios de valor puros serían los
aceptables para una persona bajo cualesquiera circunstancias concebibles, e impuros
cuando esto no ocurra (resumen de Blaug, 1980. pp. 154 y 155). Este punto de vista
exige la discusión previa sobre los juicios de valor para determinar si estamos ante los
del tipo ‘puros’ o ‘impuros’. Sen opina “que se puede demostrar que algunos juicios de
valor son impuros, pero no es posible demostrar la existencia de un solo juicio de valor
puro” (1980, p.155); y Blaug estima “que la mayor parte de los juicios de valor que se
expresan en torno a los problemas sociales son altamente impuros” (1980. p.155). Como
vemos, se establecen clasificaciones tendentes a precisar cuándo nos encontramos ante
juicios de valor que, teóricamente, resuelven el problema, pero, en la práctica, lo dejan
abierto.

234
Weber llega a posiciones semejantes: “No negaba que las ciencias sociales […] están
entreveradas de juicios políticos; pero es precisamente por esta razón por la que predicó
la posibilidad de unas ciencias sociales libres de juicios de valor. […] insistió en que las
[…] discusiones sobre valores no sólo eran posibles [racionalmente] sino también
altamente útiles” (1980, p.156).
En este punto Blaug introduce la siguiente consideración: “La negación de la
objetividad en ciencias sociales es más común en la Sociología que en la Economía. En
realidad, la actitud de los economistas respecto de la dicotomía ser/deber ser, es más
bien complaciente, como si creyesen que basta con establecerla claramente para que
resulte obvia” (ib. p. 157).

Heilbronner considera que “todo científico social enfoca su tarea con el deseo,
consciente o inconsciente, de demostrar la funcionalidad o disfuncionalidad del sistema
social que está investigando”, por lo que los economistas no pueden ser imparciales o
desinteresados y “los juicios de valor, de tipo sociológico en parte, y en parte referentes
al comportamiento, han impregnado la Economía desde sus proposiciones pioneras
hasta sus representaciones más recientes y sofisticadas” (cita de Blaug, 1980. p. 158).
Según Blaug, Heilbronner designa por juicio de valor a “cualquier proposición
metafísica incontrastable que pueda colorear la visión del economista”. Con esta
descripción de juicio de valor tan amplia, no es extraño que diga: “debo afirmar con
toda la fuerza de que soy capaz que no creo que el economista tenga el derecho, en
nombre de los valores que defiende, a […] promover o promulgar recomendaciones de
política sin evidencia que las apoye, o hacer pasar sus conclusiones cargadas de
valoraciones por conclusiones que poseen una validez ‘científica’” (1980, p. 160).
No obstante los pronunciamientos anteriores, este autor cree que es posible avanzar en
el conocimiento científico de la actividad económica, siguiendo el método de “la
apertura en los procedimientos por los cuales la ciencia aborda su tarea, exponiéndose
a…un doloroso escrutinio en relación con sus premisas, experimentos, razonamientos y
conclusiones” (1980, p.160). En resumen, este autor no cree en una economía libre de
juicios de valor pero considera que hay un camino para avanzar en economía por la
senda de la objetividad científica.
Myrdal también es de la opinión de que la economía está impregnada de juicios de valor
y que es una pretensión vana intentar distinguir la economía positiva de la normativa.
Pero su solución no consiste en suprimir los juicios de valor, ni en discernir en qué

235
punto entran a formar parte de las argumentaciones para separar lo positivo de lo
normativo. Propone “declararlos abiertamente al inicio del análisis […] [exponiendo]
nuestras valoraciones claramente, de forma consciente, específica y explícita,
permitiendo que determinen la investigación teórica… En sí, los conceptos cargados de
valoración no tienen nada de malo si están claramente definidos en términos de
premisas valorativas claramente establecidas” (1980, p.161). Esta recomendación le
parece a Blaug ‘misteriosa’ y carente de fuerza explicativa (1980, p. 161).

Pareto formuló las condiciones de optimalidad afirmando “que la competencia perfecta


maximizaría automáticamente la ofelimidad [utilidad] colectiva […], en el sentido de
que ninguna asignación de recursos alternativa podría beneficiar a nadie sin perjudicar
al menos a una persona” y, desde su punto de vista, “ésta era una proposición de
Economía pura, completamente independiente de cualquier juicio de valor ético” (1980,
p.163).
Blaug rechaza esta adscripción de la economía del bienestar a la economía positiva
(véase 1980, pp. 163-171). En concreto, hace, entre otros, los siguientes comentarios:
“Los tres postulados de la Economía Paretiana del Bienestar […] son considerados
frecuentemente como inocuos porque son principios que reciben un asentimiento casi
universal. La creencia de que casi todo el mundo acepta los postulados paretianos se
interpreta muchas veces como una demostración de que la economía paretiana está libre
de juicios de valor. Estamos aquí ante otra definición sin sentido de los juicios de valor:
los juicios de valor son aquéllas prescripciones éticas que generan controversia”. Y más
adelante: “En realidad los economistas […] se han prohibido a sí mismos en gran parte
el análisis de los juicios de valor como área fructífera de investigación. Y la absurda
tesis de que los valores no controvertidas no son juicios de valor, no ha contribuido
precisamente a aclarar las cosas”. (1980, pp. 170-171).
Blaug utiliza otro razonamiento para ubicar la Economía del Bienestar en el campo de la
Economía Normativa: “La base de la argumentación está en el significado del teorema
de la mano invisible. Es cierto que el mecanismo de mercado permite a los individuos
ser los mejores jueces de sus propios intereses; que les estimula efectivamente a actuar
con independencia de lo que hagan los demás […], que genera resultados colectivos en
los que sólo cuentan las preferencias individuales como argumentos de la función social
de bienestar; y que impone una distribución funcional y personal de la renta que no
estará necesariamente en conformidad con las nociones éticas de justicia distributiva

236
extramercado. Sólo hay que añadir a esto una tecnología apropiada (que excluya los
rendimientos crecientes a escala) y algunas condiciones acerca de la información y los
costes de las transacciones (eliminando las externalidades que pudieran surgir), y
habremos llegado a una posibilidad de equilibrio en competencia perfecta, que es
óptima en el sentido de Pareto. Este es el teorema de la mano invisible, y para
formularlo o demostrarlo sólo necesitamos, al parecer, manejar los resultados puramente
objetivos de los procesos de mercado. Así pues, el teorema de la mano invisible parece
pertenecer a la Economía Positiva […][Ahora bien], si el teorema de la mano invisible
es un teorema de Economía Positiva, será empíricamente falsable, porque la Economía
Positiva es una rama de la Economía que contiene todas las hipótesis falsables de que la
Economía dispone. Pero el teorema de la mano invisible no es falsable […] y si […] no
es falsable, pertenecerá a la Economía Normativa y no a la Economía Positiva” (1980,
pp. 168-169). Como vemos en este razonamiento de Blaug, la separación entre lo
normativo y lo positivo se pone de manifiesto con la contrastación.
Sin embargo, otros economistas defienden el punto de vista de que la Economía del
Bienestar no descansa sobre juicios de valor y que pertenece, por tanto, a la Economía
Positiva. El propio Blaug expone en su obra citada (1980, pp. 165 y ss.) la
argumentación de Archibald. No desarrollamos aquí sus explicaciones, pero dejamos
constancia de que, frente a un asunto tan significativo como la base positiva o normativa
del enfoque epistemológico de la Economía del Bienestar, hay puntos de vista diferentes
si no contarios.

Robbins, en su famoso Ensayo (1932), hace consideraciones sobre la economía positiva


y normativa cuando se plantea la significación de la ciencia económica –según su propia
concepción– para la vida social y su alcance práctico. Comienza por acotar y restringir
el alcance de su concepción de la economía, rechazando, por ejemplo, que la ley de la
utilidad marginal decreciente sirva para hacer comparaciones interpersonales de utilidad
o para justificar traspasos interpersonales –“del rico al pobre”, por ejemplo– que
aumenten la satisfacción total. Sobre la teoría pura del equilibrio nos dice “que permite
describir cuál distribución de recursos, de acuerdo con las valoraciones de los
individuos interesados, satisface más plenamente la demanda; pero por sí misma no
proporciona ninguna justificación ética […] Alrededor de la teoría del equilibrio no
existe una penumbra de aprobación. El equilibrio es el equilibrio. Nada más” (resumen
propio y citas de Robbins, 1932, pp. 23-28).

237
Este autor resume su punto de vista así: “El criterio de economía que se desprende de
nuestras definiciones originales no es otro que el de la consecución de determinados
fines con el menor número de medios […] La Economía es neutral por lo que se refiere
a los fines; no puede pronunciar una sola palabra acerca de la validez de los juicios
finales de valor […] Entre las generalizaciones de los estudios positivos y los de los
normativos existe un abismo lógico que no puede disfrazarse ni salvarse […] Las
proposiciones que suponen los verbos ‘debe ser’ son de naturaleza diferente a las que
suponen el verbo ‘ser’” (Robbins, 1932, pp. 29-31). Pero, a continuación, mantiene que
lo anterior no significa que los economistas no puedan adoptar como postulados juicios
diversos de valor; “la Economía aplicada consiste en proposiciones del tipo de: ‘si
quiere usted hacer esto tiene que hacer aquello’”; la utilidad de la Economía consistiría
precisamente en que “gracias a ella, podemos ver con claridad las consecuencias de los
diferentes fines entre los que podemos elegir” (1932, p. 33).
Robbins concibe la economía “como algo ahistórico e inmutable, lo que convierte a las
leyes económicas en universales, capaces de orientar la acción humana en cualquier
situación. Esto implica una concepción positiva de la Economía, en cuanto a que es
ajena a cualquier juicio de valor, aunque puede ser utilizada para la Economía
normativa, es decir, para la acción política o práctica” (Pires, 2001, p. 75).

Friedman inicia su ensayo Sobre la metodología de la Economía Positiva (1953) con


algunas reflexiones sobre la relación entre la economía positiva y la normativa. Se hace
eco de la clasificación tripartita de J.N. Keynes y de la preocupación de éste por la
confusión sobre los límites de la ciencia económica positiva. Confusión que considera
“hasta cierto punto” inevitable, ya que “las conclusiones de la Economía Positiva
parecen ser, y lo son, inmediatamente relevantes […] para los problemas de qué es lo
que debería hacerse y cómo puede alcanzarse determinado objetivo”. Sin embargo, en
esta relación “la Economía Positiva es, en principio, independiente de cualquier
posición ética o cualesquiera juicios normativos”, aunque considera que “la Economía
Normativa y el arte de la economía no pueden ser independientes de la Economía
Positiva”.
Friedman considera que la relación de dependencia de la economía normativa respecto
de la positiva no es directa, ya que si lo fuera “no existiría una ciencia normativa
separada”. En otras palabras, una actuación de política económica se toma considerando
“diferentes predicciones acerca de las consecuencias económicas de la actuación” y

238
diferentes opciones sobre los “valores básicos”. Y, en su opinión, las divergencias se
producen más por causa de las diferencias en las predicciones que de las diferencias en
los valores.
La conclusión lógica que se deriva del planteamiento anterior es que lo importante, para
acertar en la política económica, radica en el progreso de la economía positiva –según la
concibe el autor– y en distinguir claramente ésta de la economía normativa (resumen y
citas de Friedman, 1953, pp. 9-12)

La opinión global de Blaug sobre la conveniencia de distinguir entre economía positiva


y normativa la podemos extractar así:
1. “Muy pocos mantenemos juicios de valor en estado puro, y […] a pesar de la
guillotina de Hume, el campo de ‘lo que es’ invade continuamente el campo de ‘lo
que debe ser’”.
2. “Las proposiciones sobre el-ser son constantemente valoradas a la luz de
proposiciones sobre lo-que-debe-ser”.
3. “No hay en ello paradoja alguna. La mutua interacción de hechos y valores es
precisamente el combustible […] del trabajo científico, y ello ocurre tanto en el
campo de las ciencias sociales como en el de las ciencias físicas”.
4. “El progreso científico se produce únicamente cuando conseguimos maximizar el
papel que juegan los hechos y minimizar el que juegan los valores […] Los
economistas tendrán que conceder absoluta prioridad a la tarea de generar y
contrastar teorías económicas falsables […] sólo podemos confiar en el mecanismo
de la contrastación de hipótesis para erradicar los prejuicios políticos y sociales a un
ritmo mayor que aquél al que las nuevas circunstancias los recrean […] La Meca del
economista es el propio método científico”. (1980, pp. 178-179).
Aunque este autor mantiene que la interacción de lo normativo y lo positivo se da en
todas las ciencias (ver párrafo 3 anterior), afirma en otro lugar de la obra citada que
“existen prejuicios especiales que los economistas tienden a adoptar con [...] frecuencia,
y que no tienen paralelo en las ciencias físicas” originados, en buena medida, en “la
íntima conexión existente entre ciertas proposiciones de la Economía Positiva y
proposiciones muy semejantes de la Economía Normativa” (1980, p. 175); se refiere,
entre otras proposiciones, a las incluidas en “los teoremas de la Economía del Bienestar
[que] están continuamente pasando del campo de la Economía Normativa al de la
evaluación de la evidencia empírica de la Economía Positiva” (1980, p. 176).

239
Katouzian, en su obra Ideología y método en economía (1980), analiza en profundidad
la problemática de los juicios de valor. Comienza afirmando que hay una gran confusión
derivada de “la opinión muy extendida de que el científico, qua científico, debe
ocuparse de lo que hay más que de lo que debe haber (en realidad, a veces se cree que
ése es un criterio suficiente para distinguir entre ciencia y no ciencia) […]. En teoría
económica tal cosa se ha convertido en la línea de demarcación entre Economía Positiva
y Normativa. Nadie puede negar que hay enunciados que pertenecen explícitamente a
cuestiones de hecho y enunciados que se refieren explícitamente a cuestiones de valor,
pero […] esa distinción o es trivial o es irrelevante” (1980, p. 170). Para argumentar
este punto de vista se plantea “dos cuestiones: i) ¿cabe la posibilidad de que un
individuo desarrolle teorías […] que están enteramente libres de valor?; ii) caso de ser
así, ¿sería esto posible […] en todas las ciencias o sólo en las ciencias naturales?”
(1980, pp. 171-172). Según este autor, los científicos suelen contestar a estas preguntas
con dos tipos de respuestas: unos, afirmativamente a ambas preguntas; otros,
afirmativamente sólo a la primera y a la segunda, afirmativamente para las ciencias
naturales, pero negativamente para las ciencias sociales. Su respuesta es que “no es
probable en ninguna ciencia presentar ideas del tipo que sea que […] estén
completamente libres de subjetividad […] cualquier teoría científica estaría impregnada
de elementos subjetivos por la simple razón de que […] es un producto de la mente
humana […]. Una hipótesis a priori es subjetiva por definición; [aunque] eso no
significa que sea necesariamente deshonesta ni, ciertamente, que sea necesariamente
incorrecta” (1980, p. 173). “Resumiendo, es imposible que una idea esté enteramente
libre de valores aun cuando haya sido formada por medio de la ‘observación directa’;
con respecto a esto no hay ninguna diferencia fundamental entre las ciencias naturales y
las sociales […] [pero] […] ¿significa ello que el conocimiento objetivo sea
intrínsecamente imposible? En absoluto” (1980, pp. 174-175). La respuesta que ofrece
es que los enunciados estén abiertos a la crítica y, además, sujetos a la concordancia con
los acontecimientos reales.
Respecto de los juicios de valor o enunciados normativos, este autor distingue dos tipos:
1) Juicios morales o enunciados éticos, que contienen explícitamente opiniones
personales (por ejemplo; una distribución más igualitaria de la renta es moralmente
superior); y 2) Juicios políticos o enunciados prescriptivos, que no contienen opiniones
personales indemostrables, que están abiertos a la crítica y a la contrastación (por

240
ejemplo: una distribución más igualitaria de la renta mitiga los riesgos para la salud
pública). Sólo los segundos constituyen aportaciones a la ciencia económica.
Afirma el autor que “las proposiciones de algunas disciplinas científicas son típicamente
prescriptivas por naturaleza y no descriptivas. La Medicina es una de ellas; la
Economía, otra”, y continúa, “no sólo los enunciados de política económica, sino casi
todos los enunciados fundamentales de la ciencia económica son de un modo u otro
prescriptivos; es decir, la economía es característicamente no una ciencia ‘positiva’ –
esto es, descriptiva– sino normativa –esto es, prescriptiva” (1980, pp. 177-178).

Bunge dedica poco espacio a la economía normativa. Su opinión sobre la ciencia en


general y sobre la economía positiva la hemos contemplado en el epígrafe III.3 anterior.
En su obra Economía y Filosofía (1982) se pregunta: “¿Qué sucede con la Economía
Normativa?”. Considera que es una ‘sociotécnica’, una tecnología o ciencia aplicada,
“no una ciencia básica o pura [positiva], de modo que no debe juzgársela por los
mismos cánones de esta última”. Aquélla busca la verdad y ésta la eficiencia en la
consecución de unos fines. Y si esta ciencia aplicada “es social […] presupone también
un sistema de valores y normas, y por lo tanto está comprometida moral e
ideológicamente”. En su opinión, las políticas económicas que se elaboren con este
enfoque “no implica que éstas sean subjetivas o incomprobables: toda política
económica se pone a prueba en cuanto se la pone en vigor. Lo que ocurre es que tales
pruebas son múltiples: son pruebas de verdad, eficacia, equidad y popularidad”. Una
política económica puede ser científica o acientífica según que se base “sobre un cuerpo
de conocimientos científicos y un sistema de valores y normas compatibles con la
ciencia, o puede guiarse tan sólo por la costumbre, el prejuicio, la intuición y los
intereses creados”.
El propio autor finaliza así: “En resumidas cuentas, la economía normativa, aunque es
una técnica social y por lo tanto está comprometida ideológicamente, puede ser
científica, semicientífica o pseudocientífica, al igual que la economía positiva” (Bunge,
1982, pp. 110-111).

241
III.4.2 Análisis didáctico y propuesta de estructura expositiva de los contenidos

El inventario de manifestaciones que hemos recogido sobre el significado de la


economía positiva y normativa no es exhaustivo, pero creemos que muestra
suficientemente la diversidad de aportaciones de los economistas y nos permite decidir
qué contenidos trasladar a los alumnos de un curso de introducción a la economía.

Seguramente entre los conocimientos previos de los alumnos se encuentren dos


contenidos de interés para nuestro propósito didáctico: 1º) la distinción básica, en
términos filosóficos, entre el ser y el deber ser, adquirida en cursos anteriores en la
materia de Filosofía, y 2º) los conocimientos adquiridos en la presentación
correspondiente al epígrafe III.3.3.2 anterior (véase cuadro de CONTENIDOS
EPISTEMOLÓGICOS PROPUESTOS) relativos a la epistemología de la ciencia y de
la economía.
Apoyándonos en ese conocimiento previo, podemos iniciar la construcción del
aprendizaje significativo de la materia de este epígrafe, con las siguientes definiciones:
 Proposiciones positivas o juicios de hecho: Son las proposiciones cuyos enunciados
se refieren a lo que existe/es/hay y son, por tanto, de naturaleza descriptiva.
 Proposiciones normativas o juicios de valor: Son las proposiciones cuyos
enunciados se refieren a lo que debe existir/ser/haber y son, por tanto, de
naturaleza prescriptiva.

Sobre los contenidos anteriores, que son comunes a todas las ciencias, podemos
presentar –construir significativamente en términos didácticos– los dos enfoques
básicos en los que se han polarizado los pronunciamientos de los economistas sobre esta
materia:
 En un extremo estarían los que consideran que esa distinción de proposiciones
delimita dos disciplinas diferentes: La economía positiva, que sería la que incluye
únicamente proposiciones positivas o juicios de hecho , y la economía normativa o
prescriptiva que incluye proposiciones normativas o juicios de valor. Para éstos –
que son mayoritarios– la distinción anterior es muy relevante: consideran que la
economía positiva es una ciencia cuyos pronunciamientos se pueden contrastar y
sujetar al método científico. No así la economía normativa, que se refiere a los fines
y, por tanto, estaría en el terreno de la ética y no en el de la ciencia, se asimilaría con
la política económica y estaría subordinada a la economía positiva.

242
 En el otro extremo se encuentran los que no conceden gran relevancia a la
distinción epistemológica entre proposiciones positivas o juicios de hecho y
normativas o juicios de valor. Para éstos prácticamente todas las proposiciones
positivas tienen algún componente valorativo. Lo relevante es que las proposiciones
-positivas o normativas- se presenten abiertas a la crítica y sean susceptibles de
contrastación con la realidad.
La clasificación anterior puede considerarse excesivamente sintética, considerando la
gran diversidad de matices intermedios que históricamente ha aportado esta materia. Sin
embargo, teniendo en cuenta las mismas consideraciones que hemos hecho en el
epígrafe III.3 anterior, relativas al alcance de los contenidos epistemológicos que
deberían incorporarse en un curso introductorio, hemos optado por esta fuerte
simplificación. Por supuesto, los contenidos que, con este criterio, hemos incluido
tienen el carácter de mínimos y no excluyen, obviamente, posibles ampliaciones o
clasificaciones más detalladas, a determinar por el responsable del curso.

Después del paso anterior estamos en condiciones de suscitar las siguientes preguntas
relevantes en la materia de este epígrafe, si es que no las hacen antes los alumnos. Para
este propósito podríamos acudir a la estrategia de desarrollo del conflicto cognitivo en
forma de preguntas.
 ¿Cuál es el significado, la relevancia práctica de los enfoques anteriores?
 Para ilustrar la respuesta de los mentores del primer enfoque, podemos citar a
Robbins: “no existen fines económicos. Lo económico o antieconómico sólo
puede aplicarse a los medios para lograr determinados fines […] aquí es,
justamente, donde la economía adquiere su significación práctica: gracias a ella
podemos ver con claridad las consecuencias de los diferentes fines entre los que
podemos elegir” (1932, pp. 29 y 33). Su concepción de la economía “no
descansa en el supuesto de que los individuos actúen siempre racionalmente,
aunque depende, por lo que se refiere a su razón de ser práctica, del supuesto de
que es conveniente que así sea” (ib. p. 36)
 Para ilustrar la de los segundos, podemos citar, con matices, a Blaug: “La mutua
interacción de hechos y valores es precisamente el combustible […] del trabajo
científico y ello ocurre tanto en el campo de las ciencias sociales como en el de
las físicas” (1980, p. 179) y sin matices, a Katouzian: “no sólo los enunciados de
política económica, sino casi todos los enunciados fundamentales de la ciencia

243
económica son de un modo u otro prescriptivos; es decir, la economía es
característicamente […] prescriptiva” (1980, p. 178).
 La adscripción a un enfoque u otro produce también consecuencias en el
contenido de la Economía Aplicada respecto del de la Teoría Económica,
aunque hemos considerado que este aspecto queda fuera del alcance de un curso
introductorio (para ampliar este asunto v. Luis Pires Jiménez, 2001, Proyecto
docente, pp. 79-85 y Barceló, 1985, pp. 232-234).
 ¿Por qué se produce esta controversia con tanta intensidad en economía y no en
otras ciencias?
 Desde un punto de vista epistemológico, la razón que se apunta con más
frecuencia se centra en la relación entre el objeto y el sujeto del conocimiento.
En las ciencias sociales los investigadores son, a la vez, sujeto y objeto de sus
análisis; no así en las ciencias naturales. Esta circunstancia podría dificultar el
alcance de la objetividad y facilitar la presencia de subjetividades o juicios de
valor en los pronunciamientos de las ciencias sociales.
 Desde un punto de vista práctico, se suele mencionar que el objeto de estudio de
los economistas se considera de vital importancia para políticos, empresarios,
legisladores, etc., que generalmente mantienen diferencias sobre los objetivos
sociales. No es extraño que la proximidad en tantos espacios comunes, con
políticos, empresarios, legisladores y gestores de la administración pública,
donde se toman decisiones con fines no coincidentes que afectan a la actividad
económica, produzca una compleja mixtura de apreciaciones sobre lo
descriptivo y sobre lo normativo, en la que sea difícil distinguir la ciencia de la
no-ciencia.
 La dificultad para llevar a cabo experimentos en las ciencias sociales -frente a
las ciencias naturales- que impiden resolver con facilidad diferencias entre
proposiciones alternativas.

244
IV. Propuesta abreviada de Curso de introducción a la economía.

De resultas del análisis realizado en la parte III, hemos deducido los contenidos y el
orden o estructura expositiva de dichos contenidos que, conforme a unas determinadas
reglas didácticas enunciadas en la parte II, procede incluir en el proceso de enseñanza-
aprendizaje de un curso introductorio de economía. En esta parte del trabajo
recopilamos dichos contenidos, organizándolos y secuenciándolos conforme a un
esquema expositivo de propuesta abreviada de Curso de introducción a la economía.
No pretendemos elaborar una propuesta completa de libro de texto. Por tanto, no
abordaremos todos los contenidos posibles, ni su desarrollo completo; nos centraremos
en señalar y desarrollar los contenidos básicos y en ubicarlos en una estructura
expositiva, según el orden didáctico que hemos ido perfilando en la parte III.

Nuestra propuesta abreviada de curso, de acuerdo a la restricción que nos hemos


impuesto en este trabajo, se refiere sólo a los contenidos conceptuales y a su orden
expositivo y, por ello, no incorpora otros aspectos didácticos o curriculares (por
ejemplo, fijación de objetivos, criterios de evaluación, etc.). No obstante, hemos
introducido un recurso didáctico de apoyo que, obviamente, no es un contenido
conceptual en sí mismo: se trata de un Esquema Gráfico de la Actividad Económica (en
adelante EGAE) similar al conocido esquema gráfico del Flujo Circular de la Renta (en
adelante FCR). Este gráfico –mapa conceptual en terminología didáctica– tiene la
finalidad y la potencialidad teórica de facilitar la consecución de un aprendizaje
significativo. En nuestro caso, facilitará la descripción del objeto material de la
economía y el reconocimiento de los elementos del objeto material a que se refieren las
proposiciones de las diferentes escuelas económicas.

El gráfico del FCR –que, en ocasiones, y con pretensiones analíticas, se denomina


‘modelo’– es, a veces, objeto de crítica71 con el argumento de que sólo proporciona una
visión estática de la actividad económica. En nuestra opinión, esta crítica, aun siendo
cierta, no privaría a este gráfico sobre la actividad económica de la potencialidad
didáctica que, como mapa conceptual, tiene. Su valor didáctico se refiere a su capacidad

71
El profesor Huerta de Soto, por ejemplo, considera este gráfico como una forma de concebir la
economía “en equilibrio, unidimensional y horizontal”, propia de la escuela neoclásica y diferente a la
forma “dinámica” y “desagregada” de la escuela austríaca (2000, p. 133). El mismo autor expone también
este punto de vista en su obra Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, donde considera que el
modelo del FCR “induce al error, al no recoger la estructura temporal por etapas del proceso productivo”
(1998, p.245, nota 36).

245
para mostrar y fijar, mediante ilustraciones, algunos aspectos de la actividad económica,
tales como la tipología de los diferentes agentes económicos, de las principales
relaciones que surgen entre ellos, de su interdependencia y de la complejidad de los
procesos económicos. En resumen, en nuestra propuesta no utilizamos el EGAE como
un modelo con valor analítico ligado al enfoque de escuela alguna, sino como un simple
recurso didáctico de apoyo para describir la actividad económica, el objeto material de
la economía.
Los antecedentes en la utilización de gráficos de apoyo en la bibliografía económica son
muy numerosos. La práctica totalidad de los libros de texto introductorios los utilizan
como ayuda en la descripción de la idea de circuito o circulación que subyace en la
actividad económica. Por ejemplo, todos los textos seleccionados para el análisis
taxonómico de la parte I. También son abundantes los textos que utilizan gráficos
similares al FCR en apoyo explicativo de las cuentas y otros conceptos de la
Contabilidad Nacional. Y también, aunque en menor número, se utilizan gráficos en
textos especializados e incluso en tratados de economía. Así, en el Tableau Économique
de Quesnay, que fue el primero 72 y data de 1758, los Cuadros del proceso de
reproducción en El Capital de Marx (1985, pp. 469-475), el Ecocírculo de Ragnar
Frisch, que data de 1933 (citado por Figueroa, 1969, p. 154), el circuito económico de
Richard Stone, de 1952 (íb, p. 159) o los numerosos gráficos con finalidades diversas en
el tratado de economía de Schneider (1953, Tomo 1, pp. 55-121), entre otros.
Como hemos visto, los gráficos de apoyo tienen fuerte raigambre en la bibliografía
económica 73 . Ya sea para facilitar la descripción de ciertos aspectos de la actividad
económica o para facilitar la comprensión de modelos o teorías económicas. En
cualquier caso, entendemos que la utilización de un EGAE es neutral respecto a las
diferentes escuelas y no prejuzga una concepción determinada perteneciente al objeto
formal de la economía.

72
En este caso, el mapa conceptual o gráfico ‘dibujado’ por los fisiócratas, se utilizó como ayuda para
ilustrar una concepción de la actividad económica consistente en un sistema de flujos en continua
renovación y con agentes interdependientes. Aunque este hallazgo estaba latente en aportaciones
anteriores, “Hasta entonces […] no podía percibirse claramente el proceso de conjunto que se desarrolla
durante un período económico”...“La idea de la circulación no era desconocida por la opinión corriente y
por los mercantilistas […] pero no se pensaba más que en el fenómeno exterior de la circulación
monetaria”, y “fueron los fisiócratas quienes abrieron la brecha decisiva por la que había de pasar todo el
progreso técnico posterior” (Schumpeter, 1914, pp. 54-55).
73 En la singular obra de J.A. Sanz Serrano, Esquemas de historia del pensamiento económico, se
muestran prácticamente todas las aportaciones significativas a la economía ‘traducidas’ a esquemas
gráficos o mapas conceptuales (Sanz, 2006).

246
Teniendo en cuenta estas consideraciones previas, presentamos la Propuesta abreviada
de Curso de introducción a la economía, en forma de cuadros o esquemas que
muestran las líneas generales del curso, los contenidos básicos y su desarrollo, y la
estructura expositiva de éstos, realizada ateniéndonos a las siguientes reglas, derivadas
del análisis realizado en la partes II y III:
 Exponer primero los contenidos del objeto material y después los del objeto formal.
 No incluir contenidos del objeto formal en la descripción del objeto material.
 En la exposición de contenidos descriptivos de la actividad económica, partir del
‘conocimiento previo’ que hemos supuesto en los alumnos.
 En los grupos de contenidos relacionados entre sí, separar primero los más generales
y desagregar sucesivamente desde éstos hasta los más concretos.
 Presentar los contenidos formales agrupando éstos por escuelas y ordenando éstas
cronológicamente.
 Presentar con brevedad y de forma introductoria una variedad de escuelas o
enfoques, suficiente para mostrar una visión diversa y plural de las aportaciones
básicas de los economistas.
 Mostrar con claridad la distinción entre los contenidos formales de cada escuela y
los contenidos materiales de la actividad económica que se pretenden explicar.
 Los contenidos epistemológicos, que son una reflexión de los propios economistas y
de terceros sobre la economía como ciencia, se han presentado en dos partes y
momentos diferentes del curso: una primera, muy básica, al comienzo del curso,
antes del objeto material –la actividad económica-, y una segunda, más avanzada,
con el objeto formal -las escuelas económicas-.

247
PROPUESTA ABREVIADA DE
CURSO DE INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA

ÍNDICE

Pág.

1. Introducción: el objeto material y el objeto formal de la economía 251

2. El objeto material de la economía: la actividad económica 253

 Definición de actividad económica………………………………………..... 253


 Un mapa conceptual representativo de la actividad económica:
Construcción del EGAE (esquema gráfico de la actividad económica)...….. 253
 Descripción de los elementos principales de la actividad económica:
Desagregación del EGAE………………………………………………...… 262
 Las necesidades y los bienes. Los flujos físicos…………....………....... 262
 La población. El módulo de consumo……………………….................. 265
 Las empresas. El módulo de producción………………………...…....... 267
 Los mercados de bienes y servicios……………………………….......... 274
 Los mercados de factores: el trabajo, la tierra y los recursos naturales,
la tecnología y el capital…………………………………....................... 279
 El sector público……………………………………………………....... 291
 El sector financiero………………………………………………........... 300
 El sector exterior……………………………………………………....... 328
 La Contabilidad Nacional…………………………………………......... 340
 Los precios y la inflación………………………………………….......... 354
 El crecimiento económico y los ciclos……………………………......... 358

3. La economía en el contexto de las ciencias: la epistemología de la economía 361

4. El objeto formal de la economía: las escuelas económicas 363

 Escuela clásica…………………………………………………………........ 364


 Escuela marxista…………………………………………………………..... 365
 Escuela neoclásica………………………………………………………...... 366
 Escuela keynesiana………………………………………………………..... 367
 Escuela austríaca…………………………………………………………..... 368

249
IV.1 Introducción: el objeto material y el objeto formal de la economía.

 La ciencia económica elaborada por los economistas es diferente de la actividad


económica, que es su objeto de estudio.
 La actividad económica es previa a la economía, entendida ésta como disciplina
diferenciada del conocimiento.
 La actividad económica es aquella parte de la actividad humana consistente en
la producción de bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades,
mediante el concurso del trabajo, los recursos naturales y la tecnología.
 El objeto material y el objeto formal en las ciencias (contenido ampliable).
 El objeto material de una ciencia es la parte de la realidad que dicha ciencia estudia.
El objeto material de la economía es la actividad económica, su objeto de
estudio.
 El objeto formal de una ciencia es el enfoque, modo, punto de vista o concepción
con que dicha ciencia se aproxima al objeto material para estudiarlo y
comprenderlo.
 El objeto formal de la economía son los enfoques y concepciones que adoptan
las escuelas económicas para comprender y explicar los fenómenos que se
producen en el seno de la actividad económica.

251
IV.2 El objeto material de la economía: la actividad económica.

Definición de actividad económica


La actividad económica es la actividad humana consistente en la producción de bienes
y servicios para la satisfacción de sus necesidades, mediante el concurso del trabajo,
los recursos naturales y la tecnología.
La actividad económica es previa a la ciencia económica, es su objeto de estudio;
epistemológicamente es su objeto material, diferente de su objeto formal.

Un mapa conceptual representativo de la actividad económica:


Construcción del EGAE (esquema gráfico de la actividad económica).

Con esta representación gráfica pretendemos esclarecer parte de la complejidad que se


encierra en la sintética definición de la actividad económica, en la tipología de los
elementos y agentes intervinientes y en las múltiples relaciones que se generan entre
ellos. Abordaremos su construcción en varias fases, teniendo presente que pretendemos
representar la actividad económica de un país similar al de los alumnos.

1ª fase: Construimos un primer gráfico –el EGAE nº 1- que muestra a la población


como consumidora de bienes y servicios y a las empresas como productoras de los

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 1/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 1

CONSUMO bienes y servicios PRODUCCIÓN


consumidores

familias empresas

particulares unidades
económicas
economías de producción
domésticas
emprendedores

empresarios

trabajo (horas de trabajo) autónomos

propietarios tierra (cesión inmob.) ... ... ...


de factores
capital (cesión capitales)

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA

mismos: a la población como propietaria de factores (trabajo, activos inmobiliarios,


capital, etc.) y aportadora de éstos a las empresas que los utilizan en su actividad de

253
producción de bienes y servicios. La flecha de la parte superior muestra los flujos
físicos de bienes y servicios que adquieren los consumidores a las empresas y las
flechas de la parte inferior, los flujos físicos que representan las aportaciones de factores
de producción que hace la población, propietaria de éstos, a las empresas, (ubicadas en
el módulo de la producción), que los utilizan para producir los bienes y servicios que, a
su vez, adquiere la población consumidora (ubicada en el módulo del consumo).
Finalmente, esta actividad queda enmarcada en una dotación determinada de recursos
naturales y tecnología, representada por el rectángulo exterior.
Este primer gráfico ya muestra algo interesante: la población, además de actuar como
consumidora, actúa, además, como propietaria de los factores de producción (trabajo,
tierras rústicas o urbanas o bienes inmuebles, recursos naturales, capitales, etc.)
necesarios para que las empresas puedan producir los bienes y servicios.

2ª fase: Incluimos el dinero como simple medio de pago –sin bancos ni sector
financiero-, el intercambio, las compraventas, y los mercados. Esta ampliación
permite mostrar –véase EGAE nº2- los flujos monetarios (en trazo discontinuo)
correspondientes a cada flujo físico y los ‘lugares de encuentro’ de compradores

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 2/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 2

MERCADOS de
BIENES y S ERVICIOS
bienes y servicios
CONSUMO € pago bienes y serv. PRODUCCIÓN

MERCADOS
de FACTORES
trabajo
salarios
tierra.
rentas inmob.alquiler
capital
rendtos. de capitales

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA

y vendedores: los mercados de bienes y servicios (donde se ‘encuentran’ los


consumidores, pagando por sus adquisiciones de bienes y servicios, y las empresas
cobrando por sus ventas de bienes y servicios) y los mercados de factores de

254
producción (donde se ‘encuentran’ los propietarios de los factores de producción,
cobrando por la cesión de dichos factores y las empresas, pagando por su uso).
La información de este gráfico, con sus flujos monetarios, ya proporciona una idea
intuitiva, aunque todavía rudimentaria, de la naturaleza circulatoria del proceso
económico. El gráfico permite mostrar claramente cómo al flujo físico de consumo de
‘bienes y servicios’ le corresponde el flujo monetario ‘pago bienes y servicios’ a las
empresas del módulo de producción. Al flujo físico de la aportación ‘horas de trabajo’ le
corresponde el flujo monetario ‘salarios’, por el pago de las empresas a los trabajadores
del módulo consumo. Al flujo físico ‘tierras’ le corresponde el flujo monetario
‘alquileres’, por el pago a los propietarios de tierras o inmuebles que se ubican en el
módulo consumo, etc.

3ª fase: Añadimos ahora un módulo nuevo, que representa al sector público. La


inclusión de este agente económico –véase EGAE nº 3- permite visualizar aspectos

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 3/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 3

M ERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
bienes y servicios
CONSUMO € pago bienes y serv PRODUCCIÓN

T(i)IVA
bs. y serv. € pago bs.y serv.
NOTA

SECTOR PÚBLICO
horas de trabajo
salarios NOTA T(d) Sdes.
Transf.
Subvenc.
Servic.(...)
T(d) IRPF.
Transf.
Subvenc.
Servic.(Seguridad,Sanidad,Educ....)

S.Soc. T(d)

MERCADOS
de FACTORES T(d) T(d)+T(i)
horas de trabajo
salarios
cesión inmob.
rentas inmob. Alquiler
cesión capitales
rendtos. de capitales

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


NOTA: Por simplicidad, no incluiremos estos dos pares de flujos en los siguientes gráficos del FCR, ni los de la fiscalidad asociada.

relevantes de su papel en la actividad económica. Las flechas o flujos que apuntan hacia
el módulo sector público representan los recursos o factores que emplea éste, sus
fuentes de financiación (principalmente los impuestos), y las que parten de dicho
módulo simbolizan las aplicaciones o pagos de éste (pensiones, subvenciones, etc.).
Casi todos los flujos son monetarios; la excepción son algunos flujos de ‘salida’ que no

255
implican la entrega de dinero, sino la prestación de servicios del sector público (como
sanidad, educación, seguridad, etc.). La idea relevante que puede transmitirse en esta
fase de la elaboración del EGAE es la del ‘poder’ del sector público para ‘orientar’ y
‘variar´ los flujos modificando las actuaciones de los integrantes de los dos módulos
básicos, el del consumo y el de la producción.

4ª fase: Incorporamos ahora el sector financiero. La incorporación de este agente

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 4/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 4

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
bienes y servicios
CONSUMO € pago bienes y serv PRODUCCIÓN

MERCADOS FINANCIEROS

Ahorro (S) SECTOR Ahorro (S)


Retrib.ahorro FINANCIERO Retrib.ahorro
Financiac.(C) Financiac.(I)
Int.Financ. Int.Financ .
T(i)IVA

Ahorro (S) SECTOR PÚBLICO


horas de trabajo Retrib.ahorro
€ salarios Financiac.(C)
NOTA Int.Financ . T(d) Sdes.
Transf.
Subvenc.
Servic.(...)

T(d) IRPF.
Transf.
Subvenc.
Servic.(Seguridad,Sanidad,Educ....)

S.Soc. T(d)

MERCADOS
de FACTORES T(d) T(d)+T(i)
horas de trabajo
salarios
cesión inmob.
rentas inmob. Alquiler
cesión capitales
rendtos. de capitales

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


NOTA: Por simplicidad no incluiremos este par de flujos en los siguientes gráficos ni su fiscalida asociada.

económico en el EGAE nº 4 permite ilustrar, en un nivel meramente introductorio,


algunos contenidos básicos. Así, el ahorro que pueden realizar los agentes de los otros
módulos y cómo dicho ahorro se canaliza, a través de este módulo del sector financiero,
hacia agentes de otros módulos cuyas necesidades sean superiores a sus recursos. En
otras palabras, permite mostrar la condición de intermediarios (financieros) de los
agentes que se encuentran en dicho módulo (bancos, cajas, etc.). También permite
referirse a los agentes que integran el sector financiero como necesarios para asegurar el
funcionamiento de unos sistemas de pagos tan complejos como los de la actualidad. Los
integrantes de este módulo se relacionan con los integrantes de los otros módulos

256
(consumo, producción y sector público) a través de dos posibles pares de flujos: un par
que representa el posible ahorro de éstos (flujo de entrada en el sector financiero) y la
correspondiente retribución a ese ahorro (flujo de salida del sector financiero) y otro
par de flujos para recoger la posible financiación o entrega de fondos a los integrantes
de los otros módulos que lo requieran (flujo de salida del sector financiero) y el
consiguiente cobro de intereses por dicha financiación (flujo de entrada en el sector
financiero). Por último, esta visión del dinero permite apuntar, aunque sea
introductoriamente, al concepto de los mercados financieros.

5ª fase: La incorporación del sector exterior –véase el EGAE nº 5- permite mostrar

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 5/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 5

SECTOR EXTERIOR

Pagos al ext. Cobros del ext. Pagos por Cobros por Transf. al ext. Transf. del ext.
por rtas. del por rtas. del flujos fros. al flujos fros. del Exp.(X)Cobro(X
trabajo y de trabajo y de exterior exterior MERCADOS de
la propiedad la propiedad BIENES y SERVICIOS Import.(M) Pago(M)
bienes y servicios
CONSUMO € pago bienes y serv PRODUCCIÓN

MERCADOS FINANCIEROS

Ahorro (S) SECTOR Ahorro (S)


Retrib.ahorro FINANCIERO Retrib.ahorro
Financiac.(C) Financiac.(I)
Int.Financ. Int.Financ.
T(i)IVA

Ahorro (S) SECTOR PÚBLICO


Retrib.ahorro
Financiac.(C)
Int.Financ . T(d) Sdes.
Transf.
Subvenc.
Servic.(...)

T(d) IRPF.
Transf.
Subvenc.
Servic.(Seguridad,Sanidad,Educ....)

S.Soc. T(d)

MERCADOS
de FACTORES T(d) T(d)+T(i)
horas de trabajo
salarios
cesión inmob.
rentas inmob. Alquiler
cesión capitales
rendtos. de capitales

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA

los tipos de transacciones que relacionan la actividad económica de un país o territorio


determinado con otras economías del exterior. La inclusión del resto del mundo en el
gráfico revela los nuevos flujos físicos (exportación e importación de bienes y
servicios) o monetarios (pagos correspondientes a esos flujos físicos, o a otras rentas
recibidas o pagadas por el trabajo y el capital aportados al o por el resto del mundo, o
257
debidos a transferencias en los dos sentidos) que también conforman la actividad
económica que estamos considerando. Aunque, por simplicidad, el EGAE no muestra,
de momento, el mercado de divisas ni los mercados financieros internacionales o los
mercados internacionales de bienes o de factores, podría aprovecharse esta fase de
elaboración del gráfico para revelar la existencia de estas instituciones y, también, para
introducir las diferencias entre una economía abierta y otra cerrada.

6ª fase: Introducción del contexto. La introducción del contexto –véase el EGAE nº 6-


trata de poner de manifiesto que la actividad económica puede adquirir diversas
características según que nos refiramos a un país u otro o a un momento u otro del
tiempo, a un país con un sistema político u otro, etc. y, por tanto, su representación
gráfica –el EGAE– debería también incluir o informar sobre estas variables para

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA (CONSTRUCCIÓN DEL EGAE 6/6)


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 6

SECTOR EXTERIOR

Pagos al ext. Cobros del ext. Pagos por Cobros por Transf. al ext. Transf. del ext.
por rtas. del por rtas. del flujos fros. al flujos fros. del Exp.(X)Cobro(X)
trabajo y de trabajo y de exterior exterior MERCADOS de
la propiedad la propiedad BIENES y SERVICIOS Import.(M) Pago(M)
bienes y servicios
CONSUMO € pago bienes y serv PRODUCCIÓN

MERCADOS FINANCIEROS

Ahorro (S) SECTOR Ahorro (S)


Retrib.ahorro FINANCIERO Retrib.ahorro
Financiac.(C) Financiac.(I)
Int.Financ. Int.Financ .
T(i)IVA

Ahorro (S) SECTOR PÚBLICO


Retrib.ahorro
Financiac.(C)
Int.Financ. T(d) Sdes.
Transf.
Subvenc.
Servic.(...)

T(d) IRPF.
Transf.
Subvenc.
Servic.(Seguridad,Sanidad,Educ....)

S.Soc. T(d)

MERCADOS
de FACTORES T(d) T(d)+T(i)
horas de trabajo
salarios
cesión inmob.
rentas inmob. Alquiler
cesión capitales
rendtos. de capitales

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

258
ofrecer una descripción representativa adecuada de la actividad económica que intenta
reflejar. En resumen, el contexto recuerda que la actividad económica se desarrolla en
un marco o entorno sociológico, histórico, político, cultural, institucional, etc.
determinado. En el EGAE nº 6 el nuevo marco exterior en trama gris hace referencia y
recuerda los posibles condicionantes del contexto.
La presentación de este concepto abstracto puede facilitarse didácticamente haciendo
una digresión en el hilo expositivo que estamos siguiendo, abandonando el país próximo
a los alumnos y preparando un nuevo EGAE referido a un país completamente diferente
o de otra época; de este modo se pondría de manifiesto el valor descriptivo del contexto.

7ª fase: Finalizado el proceso de construcción del EGAE, se muestra un sencillo


EJEMPLO –con algunos supuestos restrictivos que limiten su complejidad en este
inicio del curso– para poder apreciar el ‘funcionamiento’ del gráfico, la ‘circularidad’
del proceso económico, su complejidad y la interdependencia entre sus agentes
principales.

ENUNCIADO:
El conjunto de las empresas del país “X” producen en un período bienes y servicios por
importe de 100 M., que se vende a los consumidores en su totalidad y soporta un 20%
en concepto del IVA.
Las cuentas agregadas del conjunto de las empresas ofrecen la siguiente información.

Concepto Importe (um)


INGRESOS TOTALES 100
Gastos por salarios -60
Gastos por alquileres -30
BENEFICIOS TOTALES 10

Suponemos que no hay inversiones ni amortizaciones.


Los salarios soportan una retención (que supondremos tributación definitiva) del 20% y
una contribución a la Seguridad Social a cargo del trabajador del 6% (supondremos
también que no hay seguridad social a cargo de la empresa).
Los alquileres soportan una retención del 20% (que supondremos tributación definitiva).
Los accionistas se reparten el total de los beneficios y soportan una retención del 20%
(que supondremos tributación definitiva).
El sector público dedica todos sus ingresos al pago de pensiones a los jubilados.

259
Por último, suponemos que en el país “X” no hay sector exterior ni sector financiero

SE PIDE:
1. Reflejar en un EGAE las operaciones descritas.
2. Comprobar cómo los diferentes módulos (consumo, producción y sector público se
mantienen en equilibrio igualando sus flujos monetarios de entradas y salidas.
3. Explicar cómo modifica la distribución de la renta el sector público.
4. Explica cómo la actividad económica del país “X” es de naturaleza circular y
repetitiva.

SOLUCIÓN:
Las respuestas a las preguntas 1 y 2 están explícitas en la información incluida en el
EGAE nº 3bis que figura a continuación; la respuesta a la pregunta 3 requiere

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA EJEMPLO NUMÉRICO


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 3 bis

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
CONSUMO bienes y servicios Flujo físico de b. y serv. PRODUCCIÓN
Flujo de salida € pago bienes y serv 120 100 100 100 flujo de entrada
por pago compras 120 por cobro ventas
20
RESUMEN Ventas/ingr. 1 0 0 ,0
Salidas 120 Seg.Social -3,6
Entradas IRPF -12,0
43,6+44,4+24,0+8,0= 120 Salario neto -44,4
Saldo.............. ......0 Salarios Brutos -60,0
IRPF alquileres -6,0
Alquileres netos-24,0
T(i)IVA Alquileres Brutos -30,0
20 Total Gastos -90,0
SECTOR PÚBLICO Beneficios 10,0
Entrada Impuestos20
RESU MEN
Entradas (por imptos.) Dividendos Brutos 10,0
20+3,6+12+2+6= 43,6 IRPF dividendos 2,0
Salidas (pensiones) 43,6 Divid.repartidos 8,0
Saldo.....................0

Entrada cobro 43,6 43,6 Transf. PENSIONES 43,6 43,6 Salida pago RESUMEN
Por pensiones por Pensiones Entradas 100
Entradas por Impuestos Salidas
3,6 12 2 6 60+30+10= 100
S.Soc. T(d) Saldo...................... 0
3,6 12
MERCADOS
de FACTORES T(d) T(d)
Flujo fisico trabajo horas de trabajo 2 6 Pagos
Entrada cobro 44,4 44,4 salarios 60 60 Salida Salario(Bruto)
por trabajo (neto) Flujo físico cesión inmueb. cesión inmob.
Entrada cobro 24 24 rentas inmob. Alquiler 30 30 Salida Alquiler(Bruto)
por alquileres (neto) Flujo cesión capitales cesión capitales
Entrada cobro 8 8 rendtos. de capitales 10 10 Salida Dividendo (Br.)
por dividendos (neto)

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA

aclarar que las rentas netas conjuntas derivadas de los ingresos por salarios, alquileres y
dividendos han sido reducidas en 43,6 M. por el sector público para dedicarlas a los

260
pensionistas; y la pregunta 4 se responde indicando que el país “X”, al no tener
inversiones ni depreciación, sólo necesita, para continuar ininterrumpidamente el
proceso de la actividad económica en sucesivos períodos, que los trabajadores reinicien
su trabajo en las mismas condiciones, que los arrendadores-propietarios de la tierra
continúan alquilando a igual precio la tierra o los inmuebles, que los propietarios de las
acciones de las empresas continúen repartiéndose íntegro el beneficio y que el sector
público mantenga sus tipos tributarios. Naturalmente, en esta hipótesis, el país “X” no
puede crecer,… ni decrecer.

261
Descripción de los elementos principales de la actividad económica:
Desagregación del EGAE.

Una vez ´construido´ el EGAE y comprendido el significado y alcance globales de la


actividad económica, procedemos a hacer de nuevo el recorrido por sus elementos, pero
esta vez desagregando y desarrollando con mayor detalle los contenidos básicos, antes
meramente enunciados.
Los contenidos que se inician en esta parte del curso son, obviamente, muy numerosos.
Por ello, atendiendo al alcance que nos hemos propuesto, mostraremos esquemas-
sinopsis de los contenidos de cada epígrafe, desarrollando únicamente los contenidos
básicos. Naturalmente, esto no excluye ampliaciones en su implementación en el aula.

Las necesidades y los bienes. Los flujos físicos.

Las necesidades.
Son el origen de la actividad económica, son las de la población en tanto que
consumidora.
 Tipos: primarias y secundarias (contenido ampliable).
 Clasificación: Pirámide de Maslow (contenido ampliable).

Los bienes.
Por el circuito de la actividad económica circulan, básicamente, tres tipos de bienes:
1. Los factores de la producción. Son los recursos, inputs o insumos que utilizan las
empresas para combinarlos, transformarlos y convertirlos en productos intermedios
que, a su vez, venden a otras empresas, o en bienes y servicios finales que venden a
los consumidores (el sector público, a veces, se comporta como las empresas del
módulo de producción: toma factores de producción y los convierte en bienes y
servicios finales. Este proceso está indicado en el EGAE nº 7 adjunto, con los flujos
físicos representados en las flechas de entrada y salida del módulo del sector
público). Podemos distinguir los siguientes:
- Trabajo o tiempo de esfuerzo físico o intelectual aportado a las empresas por
una parte de la población (circula en el sentido de las flechas en la trama gris
inferior del EGAE nº 7 adjunto)

262
- Tierra y recursos naturales, también denominado capital físico. Si son de
propiedad privada son aportados por sus propietarios a las empresas (siguiendo
el itinerario que se indica en el EGAE).
Los recursos naturales (y ambientales) “desde un punto de vista económico
general […] producen servicios vitales […] forman parte de los bienes finales
[…] son utilizados como insumos básicos para cualquier actividad
transformadora, como la energía […] componen la base material compartida de
muchos ecosistemas […] constituyen una parte sustantiva de las actividades de
distribución […] como el suelo, las aguas, el aire” (Alonso, 2009, p. 143). Se
clasifican básicamente como sigue (2009, p. 144):

Clasificación de los recursos naturales y ambientales

Minerales no energéticos (hierro,cemento,...)


No renovables
Recursos naturales Energéticos (petróleo, gas, carbón,...)
y ambientales
Biológicos (bosques, pesquerías,...)
Renovables
Ambientales (agua, aire,...)

- Tecnología y procedimientos de fabricación, o los conocimientos, patentes,


sistemas y medios técnicos con los que cuentan las empresas en su proceso
transformador.
- Dinero, o los recursos monetarios dedicados a la creación de empresas, o a la
financiación de sus inversiones, también denominado capital financiero.
2. Los productos intermedios. Son bienes que tienen un grado de acabado intermedio,
producidos por empresas, para otras empresas que, a su vez, los utilizan para
obtener los bienes y servicios finales. Generalmente no ‘salen’ del módulo de
producción, ya que suelen ser objeto de intercambio exclusivamente entre empresas
(ver EGAE adjunto nº 7, trama gris en el centro del módulo de producción).
3. Los bienes y servicios finales (circulan por la trama gris superior del EGAE en el
sentido de las flechas). Son los que producen las empresas (del módulo de
263
producción) para atender directamente las necesidades de la población (ubicada en
el módulo de consumo).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LAS NECESIDADES Y LOS BIENES


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 7

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
bienes y servicios finales
CONSUMO PRODUCCIÓN

MERCADOS FINANCIEROS

necesidades SECTOR
FINANCIERO

SECTOR
PÚBLICO productos
intermedios

trabajo
capital

MERCADOS
de FACTORES
trabajo
tierra y recursos naturales
t e c n o l o g í a y p r o c e d. d e f a b r i c a c i ó n
dinero

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

Otras clasificaciones de los bienes.


 Por su naturaleza: Tangibles e intangibles (servicios).
 Por su función: Bienes de consumo (duraderos o perecederos) que se ubican en la
trama gris superior, y bienes de inversión que se ubican en la trama gris central
correspondiente a los productos intermedios.
 Por la relación que mantienen entre sí, frente al consumo: Sustitutivos,
complementarios e independientes.
 Por la forma en que se accede a ellos: Bienes privados y bienes públicos (ampliable
con contenidos de rivalidad y exclusión).

264
La población. El módulo de consumo

El módulo de consumo incluye toda la población del país o territorio que represente el
EGAE. Los individuos que componen la población desempeñan básicamente dos
actividades: la del consumo –representada en el EGAE nº 8 en la parte superior-, que se
concreta en la adquisición de bienes y servicios finales en los diferentes mercados, y la
de prestación de factores -representada en la parte inferior-, que se concreta en la
oferta de éstos en el mercado de factores. Por tanto, en este módulo nos encontramos:

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA POBLACIÓN


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 8

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
CONSUMO bienes y servicios
pago de b. y s. PRODUCCIÓN

CONSUMIDORES MERCADOS FINANCIEROS

TRA SECTOR
BA FINANCIERO
JA
DO
RES

MERCADOS
aportan factor trabajo de FACTORES
REN obtienen salarios
TIS aportan factor capital
TAS obtienen rentas del capital
aportan otros factores
obtienen rentas otros factores
pr opie t a r ios
RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA
CONTEXTO

Los consumidores: son todos los individuos de la población con independencia de su


edad y de otras circunstancias económicas.
Los trabajadores: son la parte de la población (ver gráfico) que ofrece su trabajo a
través del mercado de factores, en este caso el mercado laboral y, a cambio, percibe en
contraprestación una renta denominada salario, para atender sus necesidades.
Los rentistas: son una parte de la población, generalmente menor que la de los
trabajadores (ver gráfico), que ofrece otro tipo de factores (inmuebles, tierras, fincas
urbanas, capital u otros) y a cambio percibe unas rentas (alquileres, dividendos, etc.).

265
La condición de consumidor se da en todos los individuos de la población, pero la de
trabajador o rentista sólo en una parte, y pueden coincidir ambas condiciones en un
mismo individuo (estos casos se representan en el EGAE con el conjunto intersección
de los conjuntos de trabajadores y rentistas, que, a su vez, son subconjuntos de la
población total).

Otros contenidos complementarios (algunos de los contenidos que figuran a


continuación se abordan en otras partes del curso):
- Tipología del consumidor (impulsivo, ocasional, indiferente, etc.; ampliable con
criterios clasificatorios de marketing) (contenido ampliable).
- Tipología de los trabajadores (fijo, temporal, manual, etc.; ampliar con criterios del
derecho laboral y de la sociología) (contenido ampliable).
- Gráfico de la pirámide de población: para mostrar la estructura por edades y sexo
del país del alumno (ampliar).
- Tasa de natalidad y Tasa de mortalidad. (contenido ampliable)
- Gráfico con datos de la población que muestran los totales correspondientes a:
población total, personas menores de 16 años, mayores de 65, población empleada,
en paro y pensionista (contenido ampliable).
- Paro y tipos de paro (contenido ampliable).
- Desarrollo de los conceptos tasa de paro, desempleo, actividad, etc. (contenido
ampliable)
- Formas de medición del paro: Encuesta de población activa, Paro registrado del
INEM, Afiliación a la Seguridad Social (contenido ampliable)
- Distribución personal de la renta: describir y explicar las formas de medición
(curva de Lorenz e índice de Gini) (contenido ampliable).
- Distribución funcional de la renta (por factores), sectorial y espacial (contenido
ampliable).

266
Las empresas. El módulo de producción.

Las empresas y los empresarios son las unidades económicas de producción (UEP)
encargadas de combinar los factores de producción –adquiridos en los mercados de
factores- para su transformación en los bienes y servicios finales que ofrecerán a los
consumidores en los mercados de bienes y servicios.
En esta compleja tarea, las UEP, además de adquirir factores de producción, se
compran y venden entre sí bienes y servicios –denominados productos o consumos
intermedios- para finalmente obtener los bienes y servicios que se ofrecen a los
consumidores. En el gráfico adjunto se muestran varias UEP. La 1 vende bienes y
servicios a la 4; la 2 también a la 4; la 3 a la 5 y 6; la 4 a la 7; la 5 a la 8; la 6 a la 8 y 9;
y finalmente, las 7, 8 y 9 y una parte de la producción de la 5 se venden a los
consumidores finales del módulo de consumo.

C O N S UM O

PR OD UCCI ÓN

7 8 9

4 5 6

1 2 3

Los bienes y servicios que se intercambian entre sí pueden ser bienes y servicios para la
producción que se consumen por la UEP compradora en el período en que se adquieren,
o bienes de inversión, cuya vida útil se extiende más allá de un período. Aunque estos
intercambios no estaban representados en los gráficos que hemos mostrado hasta aquí,
en el EGAE nº 9 que figura a continuación los hemos incluido en las líneas 4 y 6 sólo
para indicar que estos intercambios también ‘pasan’ por los mercados para fijar sus
precios, si bien los flujos físicos y monetarios que representan estas compra-ventas, ‘no
salen’ del módulo de producción, ‘circulan’ en su interior.

267
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA PRODUCCIÓN
(Su representación mediante el EGAE ) Nº 9

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
CONSUMO unidades físicas q
VENTAS p.q 1 PRODUCCIÓN

MERCADOS
FINANCIEROS SECTOR IMPUESTOS 7
SECTOR PÚBLICO
FINANCIERO SUBVENC. 2

B y S para
PRODUCCIÓN
4
6
B. INVERSIÖN

MERCADOS
de FACTORES cesión factor capital
DIVIDENDOS 8
cesión otros factores
OtrasRENTAS(Gastos) 3
horas de trabajo
SALARIOS(Gtos.Pers.) 5

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

Las compras de bienes de inversión de la línea 6 (por ejemplo maquinaria,


instalaciones, edificios, elementos de transporte, equipos informáticos, etc.) son
especialmente importantes para que la producción se renueve cada año. Es fácil
comprender que si todos los bienes de inversión quedaran obsoletos, ‘gastados’ o
‘agotados’, la producción de una empresa se paralizaría, no podría continuar. Por eso, es
necesario renovarlos cuando finaliza la vida útil de cada uno de estos bienes. El
desembolso necesario en cada ejercicio para esta renovación es lo que se denomina la
inversión empresarial. La suma total de los bienes de inversión que se producen por
empresas dedicadas a producir este tipo de bienes, que normalmente compran otras
empresas, es lo que en Contabilidad Nacional se denomina formación bruta de capital
fijo (en este caso inversión agregada de todas las empresas).

Las empresas determinan sus resultados enfrentando los ingresos que obtienen por la
venta de sus productos con los gastos en que incurren para desarrollar su actividad.
Sintéticamente, diríamos:
RESULTADOS (Beneficios o pérdidas) = INGRESOS – GASTOS = p.q – GASTOS,

268
siendo q las unidades físicas de producto vendidas y p el precio de venta unitario (ver
EGAE nº 9 ó nº 9bis).

Los gastos o costes pueden ser de dos tipos, atendiendo a su relación con el volumen de
producción:
 Costes Fijos (CF): los que no varían con el número de unidades físicas producidas.
 Costes Variables (CV): los que varían con las unidades producidas.
Y, con estos conceptos, los Resultados (beneficio o pérdida) se podrían expresar así:
BENEFICIO = p.q – (CF + CV)
La expresión anterior nos permite determinar el UMBRAL DE RENTABILIDAD o
volumen de unidades físicas (producidas y vendidas) necesario para hacer que el
beneficio sea cero o, en otros términos, para absorber todos los costes fijos con el
margen variable [q . (p–CVunitario)] (ampliar y profundizar con gráficos y extender
al caso de dos o más productos).

Los resultados de cada UEP se determinan, en la práctica, a través de un proceso de


medición contable que se plasma en la denominada Cuenta de Resultados o Cuenta de
Pérdidas y Ganancias. Ésta adopta una estructura que puede sintetizarse como sigue:

CUENTA DE RESULTADOS
u.m. Ref.
Concepto Importe EGAE
INGRESOS
VENTAS + xxx 1
SUBVENCIONES + xxx 2

GASTOS
COMPRAS de FACTORES - xxx 3
COMPRAS de b.y s. PRODUCCIÓN(a otras empresas) - xxx 4
PERSONAL - xxx 5
AMORTIZACIONES b. de INVERSIÓN(a otras empr.) - xxx 6

BENEFICIO BRUTO xxx


IMPUESTOS - xxx 7
BENEFICIO NETO xxx

269
La conexión de cada concepto de esta cuenta de resultados con la actividad económica,
considerada en conjunto, es fácil de apreciar contemplando el EGAE nº 9bis, en el que
hemos ´refundido´ esta cuenta de resultados y el EGAE anterior.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA PRODUCCIÓN


(Su representación mediante el EGAE ) La Contabilidad de la empresa Vs los flujos de la actividad económica Nº 9 bis

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
CONSUMO BIENES y SERVICIOS unidades físicas q
VENTAS p.q 1 PRODUCCIÓN
CTA. RESULTADOS
MERCADOS (de empresa típica)
FINANCIEROS INGRESOS
SECTOR 1 Ventas +
FINANCIERO SECTOR 2 Subvenciones +
PÚBLICO IMPUESTOS 7
GASTOS
3 *Compras de
SUBVENC. 2 FACTORES -
4 *Compras b.ys.
de producción -
5 *Gastos de
Personal
6 *Amortizac.
-
NOTA: Los GASTOS 4 y 6 se explican en el texto. El 4 representa de b.inversión -
compras a otras empresas, que están en el módulo de producción,
por lo que no hay pago hacia ´fuera´; el 6 son Amortizaciones. Bº BRUTO +
7 Impuestos
Bº NETO
-
+
MERCADOS
de FACTORES cesión factor capital
DIVIDENDOS 8 Bº NETO +
cesión otros factores
OtrasRENTAS(GASTOS) 3
8 Dividendo
Bºno distribuido
-
+
horas de trabajo
PERSONAL (salarios) 5

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

Puede observarse que los dos importes positivos, el 1 y 2, corresponden a flujos


monetarios de entrada en la empresa: el 1 corresponde a los cobros de la empresa a los
consumidores por las ventas de ésta, y el 2, a un cobro de subvenciones procedente del
sector público. Los importes negativos, 3, 4, 5, 6, y 7, corresponden a flujos monetarios
de salida de la empresa: el 3 representa los pagos a los propietarios de factores
(diferentes al del trabajo); el 4 representa el pago de la empresa por la compra de bienes
y servicios para la producción a otras empresas (por ejemplo, pago por la compra de
neumáticos de una empresa fabricante de automóviles a otra empresa fabricante de
neumáticos); el 5 corresponde a los salarios pagados a los empleados de la empresa; el
6 y 7 se explican a continuación.

Hemos expuesto anteriormente que las empresas realizan adquisiciones a otras empresas
de bienes de inversión. Estos bienes, debido a su vida útil superior a un período, no se

270
pueden considerar gasto del ejercicio en que se adquieren en su totalidad. En estos
casos, el importe total de su adquisición se reparte como gasto entre sus ejercicios de
vida útil, con el objetivo de ir reflejando como gasto en sucesivos ejercicios el importe
total de su adquisición a medida que se va utilizando, gastando o depreciando. Este
procedimiento contable, generalmente aceptado, se denomina AMORTIZACIÓN y es el
que se refleja en la cuenta de resultados con la ref. 6 como una partida dentro de los
GASTOS.
Por ejemplo, si una empresa realizase la compra de un bien que tuviera una vida útil de
5 años, con un coste de adquisición de 1.000 um, debería imputar contablemente como
gasto por amortización de ese bien, 200 um cada año en su cuenta de resultados.
La amortización es una convención contable que sirve para imputar como gasto a un
período una parte del valor de adquisición de un bien de inversión que tenga una vida
útil de varios períodos.

La diferencia entre INGRESOS y GASTOS determina, en caso de ser positiva, un


BENEFICIO BRUTO que, generalmente, está sujeto a tributación. En este caso, la
empresa calculará la cantidad a pagar en concepto de IMPUESTOS, y su pago efectivo
generará un flujo monetario de salida a favor del sector público. Dicho flujo está
representado en el EGAE con la ref. 7.
Si la empresa, con la Cuenta de Resultados que hemos mostrado anteriormente, tiene un
BENEFICIO NETO positivo después de pagar los IMPUESTOS, decide repartir a los
accionistas un DIVIDENDO del 30% de dicho beneficio, en el momento de pagarlo,
surge un flujo monetario de salida como el reflejado en el EGAE con la ref. 8.

Volviendo de nuevo al gráfico adjunto, mostraremos cómo se determina la producción


agregada, P, en un período determinado, de las empresas del módulo de producción.
C O N S UM O

PR OD UCCI ÓN

7 8 9

4 5 6

1 2 3

271
1º) Sumaríamos las Ventas de todas las empresas que venden a los consumidores, C,
(del módulo de consumo). En nuestro caso las empresas 7, 8, 9, y 5.
2º) No sumaríamos, en principio, las ventas de las empresas que venden a otras
empresas, en nuestro caso las empresas 1, 2, 3, 4, 5 y 6, ya que estas ventas estarán
incluidas en las compras de las otras, las 7, 8, 9, y 5. En caso contrario,
duplicaríamos estos importes.
3º) Sin embargo, habría falta añadir –de las compras anteriores– la parte que sean
compras de bienes de inversión, I, ya que éstas no figuran entre los gastos de las
empresas.
4º) Finalmente, del importe anterior habría que deducir las amortizaciones, D, de estos
bienes de inversión (correspondientes al ejercicio considerado) que sí figuran entre
los gastos de las empresas 7, 8, 9 y 5
Resumiendo, tendríamos que producción agregada P = C + I – D

Otros contenidos complementarios:


 Objetivos de la empresa: beneficios, crecimiento, cuota de mercado, estabilidad,
objetivos sociales,… (contenido ampliable)
 Marketing mix (ampliar con los contenidos básicos de ´las cuatro ‘pes’´ del
marketing).
 Tipología de las UEP. PYMES, autónomos, multinacionales, cooperativas,
sociedades anónimas, sociedades de responsabilidad limitada, etc., con arreglo a
los criterios de titularidad jurídica (pública o privada de la propiedad), actividad
económica, CNAE, ámbito de actuación, forma jurídica, sector productivo
(primario, secundario y terciario), etc. (contenido ampliable).
 Caracterización contable de la empresa (contenido ampliable).
 Caracterización de la empresa como estructura organizativa (contenido ampliable).
 Caracterización de la empresa como sistema (contenido ampliable).
 La producción. Relación de las unidades físicas producidas y las unidades físicas de
factores usados en la producción. La productividad. Eficiencia técnica y eficiencia
económica (contenido ampliable).
 La división del trabajo y la especialización en la consecución de la eficiencia
económica (contenido ampliable).
 Producto total, medio y marginal (contenido ampliable).
 Costes totales, medios y marginales (contenido ampliable).
272
 El largo plazo en la producción. Economías de escala (contenido ampliable).

La influencia del contexto en la producción.


En la descripción que hemos hecho de este módulo hemos mencionado la existencia de
las empresas o UEP refiriéndonos, sólo de pasada, en la clasificación de éstas, a que,
con arreglo al criterio de propiedad, las empresas pueden ser de capital público
(propiedad del sector público) o de capital privado (propiedad privada). Éste es un
criterio que se usa a menudo para caracterizar globalmente el tipo de actividad
económica de un país, y que seguramente resultará próximo a la ´experiencia´ del
alumno.
Efectivamente, se suele considerar que los países con escaso número de empresas bajo
control del sector público se asocian, en la terminología habitual, con las denominadas
economías de mercado; por el contrario, los países con un alto número de empresas
bajo control del sector público, con numerosas barreras para constituir empresas por los
agentes económicos privados, se asocian en la misma terminología a las economías
centralizadas; finalmente, los países que se encuentran en el espacio intermedio se
suelen denominar economías mixtas. (Esta aclaración debe entenderse simplemente
como una aproximación parcial, para facilitar al alumno la comprensión de algunos
términos de uso habitual poco precisos).
Consideramos que está fuera del alcance de este curso introductorio abordar
formalmente una tipología precisa que tipifique la actividad económica según el
contexto.

273
Los mercados de bienes y servicios

Los mercados surgieron en la historia posiblemente en los momentos en que


aparecieron los primeros excedentes de producción en diferentes unidades productivas.
Excedentes que hicieron posible el intercambio o trueque de diferentes productos entre
productores también distintos.
Los mercados actuales son la evolución de esos antiguos mercados de trueque en los
que no intervenía el dinero. La especialización en la producción y el surgimiento del
dinero como medio de pago generalmente aceptado determinaron la aparición de los
mercados actuales, en los que el intercambio de bienes por dinero es la regla general.

En la actividad económica el mercado de bienes y servicios es el ´lugar´ donde


concurren los flujos físicos de bienes y servicios ofrecidos por las UEP y los flujos
monetarios ofrecidos, a cambio de dichos bienes, por los consumidores (véase EGAE nº
10 a continuación).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LOS MERCADOS DE BIENES Y SERVICIOS


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 10

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
bienes y serv. DEMANDA OFERTA bienes y serv.
CONSUMO pago precio cobro PRODUCCIÓN

Mercado del bien 1


Mercado del bien 2
Mercado del bien...
Mercado del bien n
MERCADOS
FINANCIEROS
SECTOR c
FINANCIERO SECTOR
b PÚBLICO
d
a

MERCADOS
de FACTORES

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

Podemos concebir los mercados como la institución donde se intercambian bienes o


servicios por dinero; también como el ‘lugar de encuentro’ de compradores y
vendedores donde, a cambio de dinero, se formalizan las adquisiciones de bienes y

274
servicios. Las transacciones finalizan con el pago del precio, que es el valor monetario
asignado a cada transacción, expresado en dinero, y la entrega por el comprador al
vendedor de las unidades monetarias acordadas, y por el vendedor al comprador de los
bienes.
Resumiendo, podemos señalar los siguientes elementos básicos de un mercado:
 El producto, bien o servicio, objeto de las transacciones.
 La oferta, constituida por las unidades físicas de producto que los vendedores-
productores ofrecen en dicho mercado.
 La demanda, constituida por las unidades físicas del producto que los compradores-
consumidores desean.
 El precio, que constituye la valoración monetaria de cada unidad de producto a la
que se realizan las transacciones.

El equilibrio de los mercados. Obviamente, la situación ideal de un mercado es aquélla


en que la demanda de los compradores-consumidores coincide con la oferta de los
vendedores-productores (se dice entonces que los mercados están en equilibrio o que ‘se
vacían’); de lo contrario, podríamos estar ante un exceso de demanda, si la producción
no fuera suficiente y la demanda quedara insatisfecha, o ante un exceso de oferta, si la
demanda fuera insuficiente, con el consiguiente despilfarro de recursos. La realidad
muestra que se presentan ambas situaciones persistentemente, por lo que la ciencia
económica considera este aspecto de los mercados en la actividad económica como un
asunto central de su investigación.

Variaciones en los precios.- La realidad muestra también que los precios de cada
mercado registran frecuentes variaciones al alza o a la baja. Indicamos algunos factores
que, entre otros, se suelen señalar como la causa de esas fluctuaciones en los precios:
 Las modificaciones en las rentas disponibles de los consumidores.
 Las variaciones en los gustos de los consumidores.
 Los precios de los productos sustitutivos o complementarios.
 Las variaciones en los costes incurridos en la producción por los vendedores.
 Las modificaciones en la tecnología o procedimientos utilizados en la producción.
 Las políticas comerciales de los vendedores.
 La etapa en que se encuentre cada producto en su ciclo de vida (contenido ampliable
con el tratamiento que recibe en marketing).

275
 Los volúmenes de demanda o de oferta.
 La existencia de condiciones regulatorias.
 Las características de los propios mercados.

Clasificación de los mercados:


 Transparentes: cuando todos los intervinientes disponen de información completa
sobre los elementos básicos del mercado.
 Opacos: si la información es incompleta.
 Libres: cuando los agentes actúan sin mediar presión externa alguna.
 Intervenidos: cuando los agentes deben atenerse a alguna regla externa.
 Atendiendo al grado de influencia de los vendedores sobre los precios, se clasifican
según el siguiente esquema:

TIPOS DE MERCADOS
Competencia Competencia Oligopolio Monopolio
Criterio perfecta monopolística
Número de Muy Muchos Pocos Uno
vendedores numerosos (rivales o
cooperantes)
Barreras de Ninguna Ninguna Fuertes Muy fuertes
entrada o salida libertad libertad
Características Homogéneo Diferenciados Diferenciados Sólo un
del producto o similares producto
Influencia Ninguna Alguna Alta Muy alta
sobre los precios

La intervención del sector público en los mercados.


Hemos reflejado en el EGAE nº 10 de este epígrafe cuatro formas de actuación del
sector público en los mercados:
- Como un comprador más en cualquier mercado. Por ejemplo, cuando compra
ordenadores para uso de la administración pública. Marcado con ‘b’ en el gráfico.
- Asumiendo directamente la prestación de un servicio con sus propios medios y
personas. Por ejemplo, cuando presta atención médica gratuita desde sus propios
hospitales. Marcado con ‘a’ en el gráfico.

276
- Cuando presta, a su costa, un servicio, pero lo subcontrata con un tercero. Por
ejemplo, cuando financia la prestación médica o la enseñanza secundaria gratuitas
concertándolo con un hospital o un colegio privado. Marcado con ‘d’ en el gráfico.
- Cuando produce un bien o servicio directamente y acude al mercado en
concurrencia con otros vendedores. Por ejemplo, cuando desde una empresa pública
ofrece servicios de transporte público de pasajeros o mercancías en concurrencia
con otras empresas privadas de transporte. Marcado con ‘c’ en el gráfico.

Lo dicho hasta aquí indica que los mercados son muy numerosos y específicos, al
menos tantos como productos diferenciados e, igualmente, es muy numerosa la
casuística que afecta a los elementos básicos de cada mercado, diferenciándolos. Este es
el sentido del EGAE de este epígrafe, en el que ‘el mercado’ se escinde en ‘los
mercados’.

La consideración global o agregada de los mercados, esto es, conceptos como demanda
agregada, oferta agregada o nivel general de precios, exigiría un buen conocimiento
estructural de los mercados74. Sólo con una información detallada de los mercados sobre
las características que configuran la oferta, demanda y precios de dichos mercados
podrían hacerse consideraciones globales con seguridad. Es fácil constatar que, en un
momento dado, pueden encontrarse, simultáneamente, un grupo de mercados que
tengan exceso de demanda, otros que estén vaciándose sin dificultades y otros que
tengan exceso de oferta. Además, podríamos estar ante mercados con evoluciones de
precios diferentes, debidas a diversos factores (como los señalados anteriormente).

La influencia del contexto en los mercados.


En el punto anterior hemos mencionado cómo se concreta, en un país próximo al del
alumno, la intervención del sector público en los mercados. Estas intervenciones,

74
Sobre los peligros de la agregación Leontief señala: “Nadie comenta la aversión que tiene la inmensa
mayoría de los economistas académicos actuales al estudio empírico sistemático, ni los trucos
metodológicos que emplean para evitar el uso de información concreta basada en hechos. En vez de
construir modelos teóricos capaces de preservar la identidad de los cientos, incluso miles, de variables
que son necesarias para la descripción concreta y el análisis de una economía moderna, nada más empezar
recurren a la ´agregación´. La información primaria, ya detallada, es reunida en un relativamente pequeño
número de paquetes con las etiquetas de ´Capital´, ´Trabajo´, ´Materias primas´, ´Bienes intermedios´,
´Nivel general de precios´, etc. Estos paquetes se suelen encajar después dentro de un ´modelo´, que es un
pequeño sistema de ecuaciones que describen toda la economía en términos de un pequeño número de
variables ´agregativas´ correspondientes. [...] Mientras [...] masas de información concreta y detallada
contenida en publicaciones técnicas, informes de empresas de ingeniería y de organizaciones privadas de
márqueting, son despreciadas¨.” (La economía académica, en Revista Hacienda Pública Española, 1991,
nº 118, pp. 159-161).

277
dependiendo de la regulación de cada país, y de la voluntad y capacidad políticas de sus
administradores, pueden llegar a ser significativas y alcanzar un grado tal, que
impliquen un juicio global sobre el país o el territorio económico que estemos
contemplando. El análisis de estos escenarios excede el alcance de nuestro curso
introductorio; sin embargo, sí ayuda a entender, al menos parcialmente, algunas
denominaciones al uso, tales como economía de mercado o capitalista, economía
mixta y economía centralizada o socialista. Así, diremos que en la economía de
mercado el sector público no tiene una influencia significativa; en la denominada
economía mixta el sector público tiene una participación variable pero significativa; y la
economía centralizada se asocia con una participación del sector público muy alta y
dominante.
Debemos advertir que estas observaciones son, simplemente, una aproximación parcial
para facilitar al alumno la comprensión del significado que suele atribuirse a algunos
términos de uso habitual, pero sin valor descriptivo muy preciso.

Otros contenidos complementarios.


- Características y causas de los diferentes tipos de mercados: monopolio, monopolio
natural, monopsonio, duopolio, tipos de oligopolios, etc. (contenido ampliable).
- Mercado negro: causas, descripción, relación con economía sumergida (contenido
ampliable).
- Tipología de las transacciones: directa, lonja, electrónica, regateo, diversidad de los
medios de pago, etc. (contenido ampliable).
- Describir las intervenciones del sector público consistentes en la fijación de precios
máximos o mínimos o en someter a impuestos las transacciones (contenido
ampliable).
- Concepto de elasticidad y tipos (contenido ampliable).
- La distribución desde el vendedor al comprador y la comunicación (ampliar con
contenidos referentes a estos conceptos de marketing).

278
Los mercados de factores

Es importante destacar que en este epígrafe se aborda un aspecto de la actividad


económica de gran importancia para las personas que componen la población de un país
o territorio determinados: las rentas que los individuos obtienen para afrontar la
satisfacción de sus necesidades, rentas cuyas diferencias interpersonales dependen
fundamentalmente de las diferencias salariales y de la distribución de la riqueza.
Estas rentas son las que proporcionan los factores de producción (tierra, trabajo y
capital). Aquellas con las que las empresas retribuyen a los propietarios de los factores
por el uso de éstos.
La distribución personal de la renta mide cómo se reparten estas rentas entre las
personas de la población. Los métodos más habituales para medir la distribución
personal de la renta, o las diferencias de renta entre grupos de personas, son la curva de
Lorenz y el índice de Gini (ampliar y mostrar datos con estos métodos de medición que
se refieran al país de los alumnos, y de otros que posibiliten la comparación). Hay otros
criterios para estudiar la distribución de la renta: funcional, agrupando por los factores
que las producen (salarios, beneficios e intereses y rentas de la tierra); sectorial,
clasificando las rentas según procedan del sector primario (agricultura y ganadería)
secundario o industrial y terciario o financiero y servicios; y espacial (por áreas
geográficas). (Otros contenidos para ampliar esta introducción: Renta transitoria y
renta permanente; ciclo vital de la renta; tasa de pobreza).

Abordamos ahora la descripción de los mercados de los bienes denominados factores


de producción. Hemos distinguido cuatro grupos de factores: trabajo, tierra y recursos
naturales, tecnología y capital.
Observación previa: los contenidos generales sobre los mercados, desarrollados al tratar
los mercados de bienes y servicios en el epígrafe anterior, son también aplicables a los
mercados del factor trabajo y a los del factor tierra y recursos naturales, con las
excepciones que se indiquen.

El factor trabajo.
Definimos el factor trabajo como la aportación, física o intelectual, generalmente
expresada en horas, que realiza una parte de la población –los trabajadores- a la
producción de bienes y servicios. Denominamos salario a la renta que pagan las
empresas a cambio de dicha aportación. Hay que señalar una peculiaridad exclusiva de

279
este factor: la íntima unión entre el ofertante de trabajo –el trabajador– y el trabajo
mismo que oferta.
Como se ve en el EGAE nº 11, el mercado del factor trabajo es el mercado que pone en
relación la oferta de trabajo (horas de trabajo) de una parte de la población (la
población activa) con la demanda del mismo factor (horas de trabajo) de las empresas
que lo requieren para la producción.
En general, el acuerdo entre el trabajador y la empresa se plasma, en el sector privado
de la producción, en un contrato laboral que recoge, entre otros elementos, el salario,
la jornada laboral y otras condiciones laborales. Suelen formalizarse en el marco de
una relación bilateral (cada trabajador con su empresa) o en el marco de una
negociación colectiva (con participación de representantes de grupos de trabajadores)
(ampliar contenidos: resolución de contrato, indemnización por despido, etc). En el
sector público el proceso es diferente (contenido ampliable).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LOS MERCADOS DE FACTORES: EL TRABAJO


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 11

SECTOR EXTERIOR

P CONSUMO PRODUCCIÓN
MERCADOS de
O menores BIENES y SERVICIOS
de 16 años
B MERCADOS
mayores de 16 FINANCIEROS
L años inactivos SECTOR
(estudiantes, FINANCIERO
A jubilados, SECTOR
incapacitados, PÚBLICO
C otros)

I P
ocupados O
Ó B b
(sector privado) L
N a A
C
I
T O MERCADOS
N del FACTOR TRABAJO
O
(sector público) A horas de trabajo OFERTA DEMANDA horas trabajo
T b C cobro de salarios salario pago salarios a
T (+condic.lab.)
A parados I
V Puesto de trabajo 1
L A Puesto de trabajo 2
Puesto de trabajo....
Puesto de trabajo n
RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA
CONTEXTO

Como ya se ha indicado, el salario, que es la retribución del factor trabajo que se


incluye en cada contratación, es una forma de precio. Por eso, en el EGAE se ha

280
consignado ‘salario’ justamente donde en los mercados de bienes y servicios poníamos
‘precio’.

La demanda de trabajo por las empresas se concreta en puestos de trabajo, que se


caracterizan por un perfil de formación, habilidades y experiencia concretos que vienen
determinados por la búsqueda de la combinación óptima de factores para la empresa
demandante. Frente a estas necesidades, desde el lado de la oferta, pueden ofrecer sus
horas de trabajo los trabajadores que reúnan ese perfil u otro similar. Esta circunstancia
determina la existencia de varios mercados de trabajo, al menos tantos como puestos de
trabajo diferenciados. Este es el significado que tiene en el EGAE la escisión del
mercado de trabajo en ´n´ mercados de trabajo: uno por cada puesto de trabajo
diferente (por ejemplo: el mercado de profesores de matemáticas de enseñanza
secundaria, el de profesores de cálculo en las escuelas superiores de ingeniería, el de
reponedores de gran superficie, el de escaparatistas, el de especialistas en diseño
gráfico, el de auditores contables externos, etc.).
Como puede apreciarse, la concordancia de oferta y demanda de puestos de trabajo en
un número tan elevado de mercados es difícil de alcanzar y genera casi
permanentemente la existencia de un paro friccional, que se mitiga, en parte,
facilitando la rotación por diferentes puestos de trabajo de un mismo trabajador,
mediante la formación.

La demanda de trabajo en cada mercado es el número de personas (horas de trabajo)


que los empresarios desean contratar en determinadas condiciones (salario incluido).
Obviamente, en cada contratación, los empresarios del sector privado pretenderán que
el incremento de gastos de personal derivado de la contratación sea menor que el
incremento de ingresos esperados por dicha contratación.

Suele calificarse a la demanda de este factor (y de los otros factores) como una
demanda derivada, porque los factores no se demandan por sí mismos, sino para
producir un bien o servicio final u otros productos intermedios.

Además, la demanda de trabajo de cada mercado se puede ver afectada por los
siguientes aspectos, entre otros: las expectativas del negocio de cada empresa
demandante; los cambios en su tecnología y/o sus procedimientos de fabricación que
impliquen cambios en la combinación de factores más eficiente económicamente; la
capacidad de sustitución de factores de diferente precio…
281
La oferta de trabajo en cada mercado es el número de horas que los trabajadores desean
ofrecer en unas condiciones determinadas (salario incluido). Su volumen dependerá de
los siguientes elementos:
 El montante monetario de los salarios.
 Las variables demográficas y las alteraciones producidas por la emigración o la
inmigración.
- La valoración que hagan los trabajadores de la disyuntiva ocio-trabajo.
- La posibilidad de rotación.

El salario o precio al que se realizan efectivamente las contrataciones, puede verse


afectado, lógicamente, por los elementos anteriores que afectan a la demanda y la oferta
de cada mercado y además, en su caso, por la concurrencia de algunas de las siguientes
circunstancias:
- La intervención del sector público, que puede adoptar las siguientes modalidades
básicas: fijación de salario mínimo (contenido ampliable); establecimiento de
indemnizaciones por despido (contenido ampliable); fijación de cuotas obligatorias
a la Seguridad Social a cargo del trabajador y a cargo de la empresa para cubrir
diversas contingencias tales como la atención sanitaria, el seguro de enfermedad, el
seguro de desempleo, las pensiones futuras, etc. (contenido ampliable);
modificación de la tributación sobre los rendimientos del trabajo…
- Los sindicatos y la negociación colectiva. Estas instituciones afectan a diversos
mercados de trabajo y empresas fijando unas referencias salariales, generalmente al
alza, frente a mercados semejantes y empresas a las que no alcanza el perímetro de
la negociación colectiva (contenido ampliable).
- La actuación de las patronales.
- La formación y cualificación de cada puesto de trabajo.
- La naturaleza diferente de cada puesto (en general, a mayor nivel jerárquico en el
organigrama corresponde un salario mayor).
- Las diferencias compensatorias o pago de retribuciones en especie que retribuyen
circunstancias especiales (contenido ampliable).
- Los salarios de eficiencia o retribución ligada a la consecución de objetivos
(contenido ampliable).
- La existencia de discriminaciones por causa del sexo, raza, nacionalidad, etc.
(contenido ampliable).

282
En el módulo de consumo del EGAE adjunto se muestra la estructura de la población
derivada de su relación con los mercados de trabajo: los menores de 16 años son la
parte de la población que se supone que no están en condiciones potenciales de entrar en
los mercados laborales; los mayores de 16 años, que estando en condiciones potenciales
de prestar trabajo, no optan a incorporarse a los mercados por diferentes razones y
forman la población inactiva; finalmente, está el resto, la parte de la población que se
denomina población activa. Esta parte está integrada por aquellos que han alcanzado su
puesto de trabajo, los ocupados, y los que, aun queriendo trabajar, no encuentran un
empleo, los parados.
Los principales ratios que se utilizan para analizar la composición global de la
población en relación al empleo son la tasa de actividad y la tasa de paro (contenido
ampliable). Las estadísticas muestran que la existencia de tasas de paro significativas es
una realidad persistente en el área de la actividad económica próxima a la de los
alumnos (contenido ampliable con estadísticas referidas al país de los alumnos y de
otros próximos con un contexto semejante).

En el EGAE se muestra también un dato significativo, derivado de la intervención del


sector público en esta área de la actividad económica: una parte de la población de
ocupados (marcado con ‘a’ en el gráfico) encuentra empleo en el sector privado (el
módulo producción), y otra parte, menor, aunque significativa en términos
comparativos, encuentra empleo en el sector público (marcado con ‘b’ en el gráfico).
Las diferencias entre estos dos colectivos son numerosas pero, probablemente, las de
mayor valor analítico se refieren a sus regulaciones diferentes (los empleados del sector
privado se rigen básicamente por el Estatuto de los trabajadores y los del sector
público por el Estatuto de la función pública) y a las condiciones que afectan al acceso
al puesto de trabajo, a su estabilidad, y al despido.

283
El factor tierra y recursos naturales
Los mercados de los factores de este epígrafe tienen características especiales que los
diferencian de otros mercados de bienes. Estas diferencias se derivan de la peculiar
naturaleza de estos recursos.

La principal característica que afecta a estos mercados viene del lado de la demanda. La
demanda de estos factores es una demanda derivada de los bienes que contribuyen a
producir.

Otra característica es la rigidez de su oferta. En general, estos factores se presentan en


una cuantía o stock fijos (la superficie de la tierra está dada, las reservas de petróleo o
carbón también están dadas, etc.). Aunque este aparente stock de partida es susceptible
de modificarse, hasta cierto límite, con el avance tecnológico (la fertilidad de la tierra
puede aumentarse con semillas seleccionadas, las tierras que no son apropiadas para un
cultivo pueden aprovecharse, con ligeros cambios, para otro diferente, los pozos de
petróleo que antes no podían explotarse o se explotaban en un porcentaje reducido de
sus reservas ahora pueden aprovecharse en mayor medida, las reservas de petróleo y
gas a grandes profundidades, o bajo el manto submarino, antes apenas se explotaban y
ahora son una fuente de producción importante, etc.).

Algunos de estos bienes no son objeto de compraventa sino objeto de alquiler o


arrendamiento, por lo que el mercado de referencia de ese bien se refiere a su renta, no
a su precio de compraventa (habitual en inmuebles, explotaciones agrícolas y
explotaciones forestales). En esos casos la demanda sería la demanda de uso de ese
factor, la oferta sería la cantidad de factor disponible para su arrendamiento, no para su
venta y el precio sería la renta.

En numerosos casos los recursos naturales y ambientales son bienes públicos (no
rivales, no excluibles), por tanto, el consumidor no ‘expresa’ su demanda y puede
esperarse un consumo superior a las necesidades (por ejemplo, el despilfarro de agua en
países desarrollados o la sobreexplotación de pesquerías). En este caso de factores que
son bienes públicos, también puede señalarse la dificultad para determinar la oferta
óptima o apropiada. El administrador encargado de regular su consumo sólo puede
guiarse del criterio de eficacia técnica, no económica, en el suministro.

284
La incorporación de estos mismos bienes a la producción puede generar, y de hecho
genera en numerosos casos, debido a la naturaleza física de estos bienes y a las técnicas
de producción utilizadas, procesos de contaminación, sobreexplotación o su propio
deterioro (ampliar los contenidos relacionados: externalidades y tragedia de los
comunes).

Los recursos naturales no renovables o agotables son aquellos recursos o bienes cuya
formación requiere miles o millones de años, por lo que se considera que tienen un
stock inicial fijo respecto a la escala humana del tiempo (Alonso, 2009, p. 147). Se
distingue entre reservas, las dotaciones conocidas, y recursos, que incluye aquéllas
dotaciones “a las que no se puede acceder por razones económicas o tecnológicas”
(2009, p. 148). En estos bienes lo relevante es determinar cómo gestionar su utilización,
teniendo en cuenta su condición de agotable (ampliar con estadísticas que muestran la
evolución del consumo en el siglo XX de algunos productos como el hierro, aluminio y
cobre y la evolución de sus precios en términos constantes, e igualmente respecto del
petróleo y el carbón).

En el caso de los recursos naturales no renovables energéticos, se describe así la


situación mundial del mercado de estos factores (2009, p. 159):
- A pesar de la evolución del consumo, las reservas ‘probadas’ de petróleo no han
dejado de crecer.
- Las reservas probadas de la OPEP alcanzan el 75,5% del total mundial y el 61,1% se
encuentran en Oriente Medio.
- El sector del transporte es la demanda derivada –el principal demandante- que más
impulsa el consumo de combustible fósil.
- La aparición de los biocombustibles o los programas de energías renovables
(eólica, fotovoltaica, etc.) no permite aún reducir la fuerte dependencia de los
combustibles fósiles.
- La concentración geográfica de las áreas de extracción produce fuertes tensiones
políticas internacionales.

Los recursos naturales renovables biológicos (por ejemplo, bosques y pesquerías) son
fundamentales para la vida y el bienestar de los seres humanos. Se caracterizan por estar
sometidos a ciclos biológicos que permiten su reproducción; y ofrecen una

285
problemática en la que hay que contemplar el stock existente, el ritmo de reproducción
y el ritmo de extracción.
En el caso de los bosques, “en términos agregados del planeta, las tasas de
extracción –por talas o incendios– son muy superiores a las tasas de reproducción
provocando la deforestación, que pone en peligro la continuidad de ciclos naturales
básicos” (Alonso, 2009, p. 154). La presión de la demanda derivada –la demanda de
madera o de pasta para papel– se refleja “en unos precios relativos internacionales de la
madera que no han dejado de crecer en los pasados ciento cincuenta años, sin que ello
haya sido suficiente para conservar las superficies de bosques naturales” (2009, p. 154).
Las pesquerías han sido, hasta hace poco, un recurso o factor de libre acceso. En este
factor lo determinante han sido las innovaciones tecnológicas en la extracción y la
conservación en frío de las capturas. “Según la FAO, en más del 90% de pesquerías del
mundo existen condiciones de sobreexplotación” (2009, p. 155). Para compensar esta
sobreexplotación se acordó en 1982 extender las zonas marítimas nacionales exclusivas
a 200 millas, ya que, según la FAO, casi el 90% de las capturas se encontraban dentro
de estos límites costeros, y se acordó regular –sin éxito– el tráfico de peces transzonales.
Sin embargo, “la flota pesquera se ha duplicado a lo largo de los últimos treinta años
[…] lo que impone una presión desmedida sobre los recursos biológicos del mar”
(2009, p. 155).

Los recursos naturales renovables ambientales: el caso del agua. La cantidad de este
recurso ha permanecido inalterable, mientras la demanda derivada del crecimiento de la
población, del desarrollo de la industria, de las necesidades de la agricultura de regadío
y de los procesos de urbanización masiva, ha aumentado continuamente. “Mientras la
población creció desde mediados del siglo pasado a una tasa del 2%, los usos de agua lo
hicieron a una media anual del 3%” (2009, p. 158). Otros datos característicos de este
factor: desigual distribución geográfica; concentración del 70% de la demanda en la
agricultura; difícil acceso al agua en los países menos desarrollados; 500 millones de
personas afectadas de escasez hídrica; sobreconsumo en países desarrollados;
contaminación del recurso en numerosas zonas; fuerte correlación entre la falta de agua
potable y el deterioro de la salud en las poblaciones afectadas (2009, pp. 158-159).

286
La tecnología

Es un factor de producción que permite producir una mayor cantidad de bienes y


servicios con la misma cantidad de los otros factores, o producir una cantidad
equivalente de bienes o de sustitutivos con menos costes, o producir nuevos productos o
mejoras en los antiguos, que atiendan nuevas necesidades o las mismas con menos
costes. Es, por tanto, un factor importante del crecimiento en la producción (ampliar
contenidos de innovación de producto o innovación de proceso).

La creación de tecnología, la oferta de este factor, algunos la consideran endógena


respecto de la propia actividad económica o producida por ésta, fruto de un esfuerzo
deliberado y costoso; otros la consideran exógena, o producida ‘fuera’, de modo
espontáneo o aleatorio, o que va adquiriéndose a medida que se va ‘aprendiendo’
(learning by doing).

En función del proceso o tipo de actividad implicada en la creación de nuevas


tecnologías, podemos distinguir entre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
La investigación sería la producción de nuevos conocimientos y, a su vez, puede ser
básica, si los conocimientos son meramente teóricos o experimentales, sin la pretensión
de aplicarlos directamente, o práctica, si tienen una finalidad práctica predeterminada.
El desarrollo estudia los procesos de adaptación de esos conocimientos a la producción
de nuevos materiales, aparatos, sistemas, diseños, etc. Y la innovación define la
aplicación directa de esos inventos o nuevas técnicas o procedimientos a la producción.
En cualquier caso, el éxito en la aplicación de recursos, generalmente cuantiosos, a la
producción de nueva tecnología es un proceso con riesgo y normalmente asumido por el
sector público, grandes empresas o empresas involucradas en actividades económicas
muy especializadas (laboratorios). Es frecuente que el esfuerzo financiero de los
programas de I+D+i sea compartido entre el sector público y el sector privado.
El éxito de la innovación tecnológica proporciona ventajas a la empresa innovadora y
los costes en que incurre son previsiblemente recuperables con fuertes beneficios.

287
El factor capital

El factor de producción llamado capital o bienes de capital es muy peculiar, porque es


un bien ya producido que sirve, a su vez, para producir otros bienes. Es muy
heterogéneo: la clasificación más básica distingue entre capital físico y capital
financiero. El capital financiero lo precisan las empresas para conseguir el capital
físico que necesitan para realizar sus actividades productivas (véase, a continuación, el
EGAE nº 12).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LOS MERCADOS DE FACTORES: EL CAPITAL


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 12

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS
CONSUMO PRODUCCIÓN

MERCADOS
FINANCIEROS
SECTOR
FINANCIERO SECTOR
PÚBLICO

EL MERCADO Proyectos
Ahorro DE CAPITAL de
inversión
dinero OFERTA DEMANDA dinero
tipo
intereses y principal de intereses y principal
(interés compuesto) interés (interés compuesto)

préstamos (dinero)
(regla de capitaliz. compuesta)
RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA
CONTEXTO

Aquí contemplamos, de modo muy simplificado, el mercado del factor capital, referido
al mercado donde se ofrece o demanda el capital financiero –el dinero– que las
empresas solicitan para financiar sus necesidades de capital físico, para poner en
marcha sus proyectos de inversión. El dinero se solicita en forma de préstamo a un tipo
de interés r y se devuelve, en el plazo acordado, el principal y los intereses que
devengue a ese tipo r, intereses que se calculan habitualmente aplicando la regla del
régimen de capitalización compuesta (contenido ampliable).
En este epígrafe, aunque no consideramos la existencia del sector financiero,
suponemos que el dinero disponible en el mercado procede de los ahorradores del
módulo de producción y que lo tienen depositado en los bancos.

288
La demanda de capital financiero también es una demanda derivada, en este caso de la
demanda de bienes de inversión (el capital físico). En otras palabras, se produce
demanda de dinero cuando las empresas toman la decisión de acometer algún proyecto
de inversión.
Las empresas utilizan generalmente dos métodos para decidir si realizan o no una
inversión: El método del Valor Actual y el método de la Tasa Interna de Rentabilidad.
- El método del Valor Actual.
Suponiendo que un proyecto de inversión exige un desembolso inicial Co (flujo de
caja inicial negativo) y produce unos rendimientos netos futuros (flujos de caja
positivos) por importes R1, R2 y R3 en los próximos tres años, el gráfico temporal
del proyecto sería

R1 R2 R3

0 1 2 3

Co

Según este método el empresario convierte o descuenta los flujos positivos al valor
actual (su valor en el momento 0) según la siguiente fórmula:

Rt
VA = Valor actual de todos los Rt = ∑
t
(1+d)

donde t representa el año y d es la tasa de descuento. Esta tasa es el tipo de interés


que el empresario podría obtener si depositara estos fondos en un depósito bancario
(contenido ampliable).
Esta fórmula de actualización se deriva de la aplicación del régimen de
capitalización compuesta, regla generalmente aceptada en las relaciones financieras
entre agentes económicos (contenido ampliable). El método finaliza comparando el
VA con el desembolso inicial Co.
Así VAN = VA – Co
Si el VAN es positivo, la inversión merece la pena y se acomete; si es negativo, se
desecha.

289
- El método de la Tasa Interna de Rentabilidad.
Si aplicamos este método al mismo proyecto inversor del ejemplo anterior y
calculamos qué valor de d hace igual el VA con el desembolso inicial, Co,
tendremos lo siguiente

Rt
Co = ∑
t
(1+d)

En otras palabras, calcularíamos la d que hace el VAN igual a cero. Si el valor que
obtenemos para d es mayor que el tipo de interés de los depósitos bancarios
(contenido ampliable), la empresa debe acometer el proyecto, ya que obtendría
mejor resultado invirtiendo el dinero en este proyecto inversor que dejándolo en el
banco a un tipo de interés menor; y si fuera menor lo desecharía.
La conclusión es que los criterios de estos métodos habituales de decisión
consideran que la inversión y, por tanto, la demanda de capital financiero, se
favorece si el tipo de interés ofrecido por los bancos disminuye y, lógicamente, se
reduce si dicho tipo sube.
No obstante, la realidad muestra que la demanda de capital para afrontar proyectos
de inversión depende también de otras variables, como las expectativas de los
empresarios, el marco fiscal, las expectativas de inflación, las variaciones en la
tecnología, el riesgo comercial del proyecto (la incertidumbre sobre los Rt).

La oferta de capital financiero procede de los depósitos que tienen los agentes
económicos (particulares, rentistas, trabajadores, empresas, sector público) en las
instituciones del sector financiero (por simplicidad, en el EGAE hemos supuesto
que todos estos fondos ‘salen’ del módulo de consumo).
Estos depósitos proceden del ahorro, de las rentas no destinadas al consumo por
los agentes económicos. Cuanto menos consuman éstos habrá más oferta de capital
prestable para atender la demanda de capital para inversión en las empresas. Y,
lógicamente, un factor determinante de ese comportamiento es el tipo de interés que
ofrezcan los bancos a los ahorradores.
Otros factores que podrían afectar al ahorro y, por tanto, a la oferta de capital, serían
las expectativas de inflación de los posibles ahorradores, la evolución de su renta,
etc…

290
El sector público
Al referirnos al sector público estamos contemplando, en general, cualquier actuación
de los poderes del Estado que afecte a la actividad económica.
La intervención del Estado en la actividad económica ha adoptado, a lo largo de la
historia, diferentes formas, enfoques, justificaciones e instrumentos, en función de los
diferentes contextos y de las diferentes concepciones económicas. Podría hablarse de la
intervención del Estado desde que existe el Estado moderno tal y como se configura
actualmente, e incluso ir más atrás. En la actualidad sigue siendo objeto de discusión el
perímetro idóneo de las intervenciones del sector público y su propio tamaño (ampliar
con descripción de planteamientos neoclásicos y keynesianos y contenidos relacionados
con el estado del bienestar).

El sector público como agente económico es un conjunto de instituciones públicas o


agentes que actúan con la legitimidad que les proporciona el sistema de elección y
representación pública de que esté dotado el Estado correspondiente. La composición
del sector público, referida al caso de España, se estructura como sigue:
- Las Administraciones Públicas (su producción suele estar destinada al consumo sin
venta)
 Administración Central: Estado y Organismos Autónomos
 Administración Autonómica
 Administración Local
 Administración de la Seguridad Social
- El sector público productivo (su producción está destinada a la venta)
 Organismos autónomos comerciales e industriales
 Empresas públicas
 Entes públicos
 Sociedades de servicios
- El sector público financiero

Las actuaciones del sector público son tan diversas que afectan a casi cualquier aspecto
de la actividad económica. Estas actuaciones son tan numerosas que se hace necesario
clasificarlas, tomando en consideración diferentes criterios. La primera clasificación la
haremos atendiendo a los pagos/cobros que realiza a/de los otros agentes económicos:

291
son los denominados ingresos y gastos fiscales. Estos flujos monetarios se recogen en
el Presupuesto.
Un presupuesto es una descripción sistemática de las previsiones de gastos e ingresos,
referida a un período, generalmente anual, que se suele elaborar el año anterior al que va
a ser ejecutado. Es el marco jurídico y financiero al que las diferentes administraciones
y entes del sector público deben ajustar sus actuaciones. Los gastos tienen carácter
limitativo y los ingresos estimativos.

Por ejemplo, en su forma más sintética, el Presupuesto consolidado del sector público
español correspondiente a 2011 arroja las siguientes cifras:

PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO CONSOLIDADOS 2011


INGRESOS GASTOS

Capítulo (millones de €) Capítulo (millones de €)

I. Impuestos directos I. Gastos de personal 32.919


y cotizaciones sociales 189.728 II. Gastos corrientes en b. y serv. 8.011
II. Impuestos indirectos 36.142 III. Gastos financieros 27.461
III. Tasas y otros ingresos 6.735 IV. Transferencias corrientes 208.363
IV. Transferencias corrientes 11.196 OPERACIONES CORRIENTES 276.755
V. Ingresos patrimoniales 9.637 V. Fondo de contingencia 2.472
OPERACIONES CORRIENTES 253.438 VI. Inversiones reales 8.230
VI. Enajenación inversiones reales 283 VII. Transferencias de capital 9.969
VII. Transferencias de capital 2.188 OPERACIONES DE CAPITAL 18.199

OPERACIONES DE CAPITAL 2.471 TOTAL OPERACIONES NO FINANCIERAS 297.425


TOTAL OPERACIONES NO FINANCIERAS 255.910 VIII. Activos financieros 18.566
VIII. Activos financieros 16.453 IX. Pasivos financieros 46.797
TOTAL OPERACIONES FINANCIERAS 65.363

TOTAL INGRESOS 272.363 TOTAL GASTOS 362.788

Los ingresos y gastos del presupuesto anterior están adaptados a la nomenclatura de la


contabilidad pública y contienen numerosas consolidaciones de ingresos y gastos entre
las diferentes administraciones, central, autonómica y local y empresas y otras entidades
públicas.

El ciclo presupuestario. El presupuesto atraviesa cuatro fases: elaboración, discusión y


aprobación, ejecución y control.
La elaboración corresponde al Gobierno, que deberá realizarla ateniéndose a unos
formatos y fechas determinadas. La discusión y aprobación corresponde a las Cortes
292
Generales, que deberán examinarlo y, en su caso, enmendarlo y aprobarlo, tramitándolo
como una ley. La ejecución corresponde a los órganos del Estado, con arreglo a un
procedimiento que incluye la autorización del gasto, la liquidación o reconocimiento de
la deuda con terceros, la ordenación del pago, y el pago (contenido ampliable). El
control se despliega en tres instancias: la interna, por la Intervención General de la
Administración del Estado, la externa, por el Tribunal de Cuentas y la política, que se
realiza en el Parlamento.

Los ingresos del presupuesto son los recursos del sector público que financian los
gastos. La clasificación de los ingresos con criterio económico es la siguiente:
Ingresos por operaciones corrientes
- Impuestos directos: Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF, v. flujo 2
en el EGAE nº 13 adjunto) e Impuesto sobre sociedades (IS, v. flujo 3) (ampliar
contenidos sobre estos impuestos que incluyan los conceptos básicos de sujeto
pasivo, hecho imponible, base imponible, tipo impositivo, cuota, deducciones, etc.).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA EL SECTOR PÚBLICO: EL PRESUPUESTO


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 13

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de
BIENES y SERVICIOS flujo físico de b. y serv.
CONSUMO pago de los b. y serv. PRODUCCIÓN
6 4

MERCADOS
FINANCIEROS
SECTOR
FINANC. SECTOR PÚBLICO
PRESUPUESTO
Gastos Ingresos
11 8 6 Compra b.y serv. Cotizac.Seg.Soc. 1 1
7 Gtos. de Personal Imptos.Directos
Fros. Corrientes IRPF........... 2
8 8 Int. de Deuda IS................ 3 3
Transf.Corrientes Imptos.Indirect.
CCAA y otros IVA............ 4
9 9 Pensiones IE............... 5 5
10 10 Desempleo Contr.yTasas
Otras Transf.Ctes.yOtr.
Inv.yTr.deCapital Ingr.de Capital
Financieros Ingresos Fros.
11 11 Amort.Deuda

SUPERÁVIT o DÉFICIT

MERCADOS
horas de trabajo de FACTORES
pago de salarios 7 2 1
cesión de otros factores
rentas de otros factores 2

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO
Nota: Se han incluido sólo los capítulos y flujos habitualmente más significativos del Presupuesto.

293
 Impuestos indirectos: Impuestos sobre el valor añadido (IVA, v. flujo 4), Impuestos
especiales (IE, v. flujo 5), etc. (ampliar contenidos sobre estos impuestos, que
incluyan los conceptos básicos de sujeto pasivo, hecho imponible, base imponible,
tipo impositivo, cuota, deducciones, etc.).
 Contribuciones y tasas (contenido ampliable).
Los ingresos por los tres capítulos anteriores sumaron en el presupuesto del 2011
adjunto, un total de 90.258 millones de euros, representando un 35,3% del Total
Operaciones No Financieras (ampliar contenidos relativos a la proporcionalidad,
progresividad o regresividad de cada impuesto).
 Contribuciones a la Seguridad Social (v. flujo 1, que procede del módulo de
producción, cuando es a cargo de la empresa y del flujo de salarios cuando es a
cargo del trabajador). Los ingresos por este capítulo en 2011 ascendieron a 135.611
millones de euros, representando un 53% del Total Operaciones No Financieras
(ampliar contenidos sobre el régimen de cotizaciones y prestaciones de la Seguridad
Social).
 Transferencias corrientes. Son ingresos, sin contrapartida, que reciben los entes
públicos de otros agentes por realizar operaciones corrientes.
 Ingresos patrimoniales. Son intereses, dividendos, alquileres, etc. derivados del
rendimiento del patrimonio estatal.
Ingresos por operaciones de capital
 Enajenación de inversiones reales. Son ingresos que se obtienen por la venta de
activos reales de propiedad pública.
 Transferencias de capital. Son ingresos sin contraprestación que se reciben de
otros agentes por realizar operaciones de inversión.
Ingresos por operaciones financieras
 Relativos a activos financieros. Son ingresos por venta de acciones propiedad del
sector público, por reintegro e préstamos concedidos anteriormente por el sector
público, o por depósitos en instituciones financieras.
 Relativos a pasivos financieros. Son ingresos por emisión de deuda pública, por
préstamos recibidos del exterior o del Banco Central, etc.

Los gastos del presupuesto se pueden clasificar también con criterio económico,
analizando en qué se gasta. Esta clasificación tiene importancia porque permite integrar
la contabilidad pública en la contabilidad nacional (que se expondrá más adelante).

294
Gastos por operaciones corrientes
 Gastos de personal. Los dedicados al pago de funcionarios y personal laboral de
todos los entes del sector público (v. flujo 7 en el EGAE adjunto). Sólo los del
Estado ascendieron a 32.919 millones de €, sin contar los de las CC.AA. y otros
entes, que se encuentran clasificados en el capítulo IV en la rúbrica de
Transferencias corrientes.
 Gastos de bienes y servicios. Son las compras de bienes y servicios necesarios para
el funcionamiento diario de los servicios públicos (v. flujo 6). Sólo las del Estado
ascendieron en 2011 a 8.011 millones de €, las del resto se encuentran en el capítulo
IV.
 Gastos financieros. Recogen los intereses de la deuda pública y otros préstamos (v.
flujo 8). En 2011 ascendieron a 27.400 millones de €
 Transferencias corrientes. Son pagos a otros sujetos públicos o privados, sin
contraprestaciones, para realizar operaciones corrientes. Incluye transferencias a
CCAA y otros entes, que ascendieron a 42.811 millones de €, pagos por pensiones
(v. flujo 9) que ascendieron a 112.215 millones de €, pagos por desempleo (v. flujo
10) que ascendieron a 30.474 millones de € y otros.
Gastos por operaciones de capital
 Inversiones reales. Son inversiones directas de los entes públicos en activos del
inmovilizado material (terrenos, edificios, maquinaria,…).
 Transferencias de capital. Son transferencias a otros sujetos públicos o privados
para financiar operaciones de capital.
Gastos por operaciones financieras
 Pagos financieros. Son pagos derivados, principalmente, de la amortización de la
deuda pública o de otros préstamos o créditos recibidos en el pasado (v. flujo 11).
Su importe ascendió en 2011 a 46.799 millones de €.

El déficit público y la deuda pública. Se habla de déficit público cuando los gastos del
presupuesto superan a los ingresos (lo contrario se denomina superávit). Cuando surge
esa situación, lo que ocurre con frecuencia, hay que obtener fondos por el importe del
déficit, que financien/atiendan los gastos no cubiertos con los insuficientes ingresos. Se
puede intentar cubrir el importe del déficit vendiendo activos propiedad del sector
público (por ejemplo, formulando Ofertas Públicas de Venta de acciones –OPV- de
empresas públicas), aumentando los tipos impositivos de los impuestos existentes o

295
creando otros impuestos nuevos, aunque lo más habitual ha sido contemplar dos vías de
financiación del déficit.
- Recurrir al Banco Central para que emita dinero por el importe del déficit (en la
actualidad España no puede utilizar este recurso, por su pertenencia a la UE). Los
países que pueden utilizar esta vía se enfrentan a los problemas derivados de un
aumento del dinero en circulación.
- Recurrir a los agentes económicos que quieran prestarlo (bancos, particulares,
nacionales o extranjeros, empresas, etc., ver EGAE nº 14 adjunto). En cuyo caso se
entregan a cambio títulos denominados deuda pública (que pueden ser a corto plazo
-letras y pagarés del Tesoro- y, a medio y largo plazo -deuda, bonos y obligaciones
del Estado-), que se retribuyen a tipos de interés diferentes según los plazos (a
mayor plazo, mayor tipo de interés). Así, la deuda pública es el conjunto de títulos,
generalmente cotizados en Bolsa, emitidos por el sector público para financiar sus
déficits (o, eventualmente, para cubrir desajustes temporales de tesorería).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA SECTOR PÚBLICO


(Su representación mediante el EGAE ) DÉFICIT. DEUDA PÚBLICA. SU FINANCIACIÓN Nº 14

SECTOR EXTERIOR

MERCADOS de f
BIENES y SERVICIOS i
CO NSUMO n PRO DUCCIÓ N
a
MERCADO S n
FINANCIERO S financ iac ió n banc aria c.
SECTO R
FINANCIERO SECTOR PÚBLICO e
PRESUPUESTO (año n) x
Gastos Ingresos t
e
r
P i
DÉFICIT(n) D Ú o
E B r
Inters.Deuda U L
DÉFICIT(n-1) D I financiac. empresas
DÉFICIT(n-2) A C
DÉFICIT(n-3) A

financ iac ió n priv ada

MERCADOS
de FACTORES

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

296
Si se acumulan déficits durante varios ejercicios (como se muestra en el EGAE adjunto)
la deuda pública crece y también los intereses financieros que devenga (denominados
servicio de la deuda). En una situación como ésta, la deuda pública aumenta a un ritmo
que depende de los tipos de interés a los que se haya contraído.
Se suele distinguir entre déficit primario, que es la diferencia entre ingresos y gastos, y
déficit total, que es igual al déficit primario más los intereses de la deuda. En el EGAE
se muestra cómo los déficits de los años n-3, n-2 y n-1, se acumulan para formar los
intereses de la deuda o servicio de la deuda del año n. Se muestra también como la
deuda pública (total) es la suma de todos los déficits más los intereses de la deuda.
Cuando los tipos de interés están por encima de la tasa de crecimiento del PIB se está
en la denominada trampa de la deuda, que implica que la relación deuda/PIB aumente
aunque no haya déficit primario.
El crecimiento continuado de la deuda puede llegar a detraer tantos fondos para el
sector público que se reduzca el montante de los fondos necesarios para las inversiones
de los agentes privados. Este fenómeno se conoce como efecto desplazamiento o efecto
expulsión (crowding out).

Funciones del Estado en la actividad económica. Hemos visto en el presupuesto


algunas actuaciones posibles del sector público en la actividad económica. Ahora
veremos de modo más general las posibles funciones del Estado.
- Función normativa/reguladora. Esta función se despliega cuando el Estado
mantiene o modifica la estructura legal básica (Constitución y Leyes generales o
básicas) en materias que afectan a la actividad económica. También cuando
establece reglamentaciones de menor rango legal en áreas que afectan al proceso
económico (contenido ampliable).
- Función redistribuidora. Se da esta función cuando el Estado fija los impuestos y
las cotizaciones a la Seguridad Social, el régimen de pensiones, las percepciones por
desempleo, por enfermedad, las pensiones no contributivas, etc., y modifica la
distribución primaria de la renta (la que resultaría sin la actuación del sector
público) en el marco de la distribución secundaria (ampliar este contenido y su
problemática).
- Función asignadora. Esta función se deriva del concepto de eficiencia: el sector
público tiene que buscar la eficiencia en su actuación y permitir que los demás
agentes económicos también puedan ser eficientes. Algunas veces esta función se ha

297
concretado en la creación de monopolios, otras en la lucha contra los monopolios; a
veces internalizando externalidades (como quizás en el caso del tabaco); a veces en
la producción de bienes públicos que otros agentes no pueden o no desean producir
y otras produciendo bienes y servicios en competencia con el sector privado; a veces
suministrando servicios sin precio explícito (justicia y defensa, por ejemplo), otras
suministrándolos a cambio de un precio que sólo parcialmente cubre las costes
(transporte público, por ejemplo) etc. En algunos casos, los consumidores no
revelan sus preferencias, su demanda, y la determinación de la oferta la hace el
administrador público como sustitutivo del mercado (ampliar este contenido y su
problemática).
- Función estabilizadora. Consiste en las actuaciones del sector público orientadas a
mantener estables las variables (generalmente macromagnitudes) más significativas,
como el nivel de empleo, el PIB y el nivel general de precios. Se trata de una
función orientada a suavizar los efectos de las fluctuaciones en la actividad
económica (contenido ampliable).

Instrumentos económicos del sector público. Son las técnicas de que se vale el Estado
para desarrollar sus funciones en el área de la actividad económica. Se pueden clasificar
como sigue:
- Impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social. Este instrumento permite favorecer
o desalentar la producción de ciertos bienes, modificar la distribución de la renta,
internalizar externalidades, favorecer o desalentar el ritmo de crecimiento, etc.
(contenido ampliable).
- Compras y gastos. A través del presupuesto el Estado puede atender el
mantenimiento de sus propios órganos, producir bienes públicos, incrementar o
reducir el crecimiento económico, etc. (contenido ampliable).
- Transferencias. Este instrumento permite atender las contingencias contempladas
en el régimen de la Seguridad Social, fomentar sectores o industrias determinadas,
atender áreas económicas en dificultades o desastres para su recuperación, etc.
(contenido ampliable).
- Saldo presupuestario. Incurrir en déficit o superávit presupuestario y el modo de
financiar la deuda son técnicas con incidencia directa en la actividad económica y en
la situación financiera (contenido ampliable).

298
- Regulatorios. La interpretación de aspectos concretos de la estructura legal básica;
su posible modificación; la regulación de áreas concretas de la actividad
económica… son aspectos fundamentales que definen el contexto en el que se
desenvuelve la actividad económica.
- Monetarios. Son los que utiliza principalmente el Banco Central (Banco de
España), que es un órgano del Sector público, aunque con autonomía estatutaria.
Los veremos al describir el sector financiero.

La Política Económica del sector público. Es cualquier combinación de los


instrumentos económicos del sector público para incidir en el desarrollo u orientación
de la actividad económica. Según el peso que tengan estos instrumentos y su
orientación, se puede hablar de Política Fiscal o Presupuestaria, Política Monetaria,
Política Exterior, Política de Rentas, etc. Según que se dirijan a sectores concretos o a
la generalidad, se denominan verticales o transversales, según que busquen el
crecimiento o su ralentización, se llaman expansivas o contractivas. También pueden
ser redistributivas; discrecionales, etc. (contenidos ampliables).

Otros indicadores del sector público


- Peso del sector público en la actividad económica: Gasto público/PIB.
- Presión fiscal: Se denomina presión fiscal a la relación entre el total de impuestos y
cotizaciones a la Seguridad Social y el PIB (ampliar este contenido y mostrar cuadro
comparativo con algunos países diferenciados).
- Capacidad (Necesidad) de Financiación del Sector Público: Superávit (Déficit).
- Deuda Pública: Pasivo del Sector Público derivado de los déficits y de sus intereses.
Frecuentemente se expresa en términos de su relación con el PIB.
- Servicio de la deuda. Los intereses financieros asociados al montante de deuda.

299
El sector financiero
El sector financiero forma parte de un contenido más amplio: el sistema financiero. Así
que empezamos describiendo éste y, en su desarrollo, nos encontraremos el sector
financiero.

El sistema financiero
Hasta ahora los flujos monetarios o de dinero que hemos encontrado en la actividad
económica (representados con flechas de trazo discontinuo en los EGAE anteriores)
surgían, en general, como contrapartida a algún flujo físico de bienes, servicios o
factores (representado con flechas de trazo continuo en los EGAE) o ligados a gastos /
ingresos del sector público.
Sin embargo, hay otras actividades, como el ahorro o la inversión, que también generan
flujos de dinero; éstos se producen en el seno del sistema financiero. Son los derivados
de las transferencias de fondos desde las unidades o agentes económicos que tienen
superávit hacia los que tienen déficit. Normalmente estas transferencias de fondos son
intermediadas por los agentes del sector financiero (los intermediarios financieros) en
los mercados correspondientes (los mercados financieros).
En el EGAE nº15 adjunto se muestran las operaciones más habituales que se producen
en el seno del sistema financiero. Así, la flecha 1 puede representar a un consumidor
particular con ahorros (superávit) que deposita éstos en un banco en forma de una
imposición a 3 años a un interés del 5% anual, o a una familia con exceso de tesorería
que toma una participación en un fondo de inversión ofrecido por una entidad
financiera. La flecha 2 puede representar el envío de fondos a la cuenta corriente de un
banco español por un grupo inversor extranjero que tiene previsto realizar inversiones
en el sector inmobiliario español. La flecha 4, la colocación de los excesos temporales
de tesorería de una empresa en pagarés a tres meses con un tipo de interés del 3%,
ofrecido por un banco. La flecha 6 podría representar a algún ente público colocando
sus excedentes de tesorería en algún banco, buscando rentabilidad por el tiempo que
disponga de dichos fondos. Las flechas y los ejemplos mostrados representan, en todos
los casos, flujos de fondos que fluyen desde las unidades que tienen superávit o
tesorería excedente hasta el sector financiero (los intermediarios financieros).
Los intermediarios financieros, que han recibido estos fondos a diferentes plazos y
retribuido a tipos de interés diferentes, lo ofrecen ahora a las unidades que tienen
déficits, o necesidades temporales de tesorería, o que van a acometer inversiones en

300
capital físico y no disponen de fondos suficientes, a diferentes plazos y tipos de interés.
Así la flecha 5 podría representar a una empresa industrial que recibe fondos en forma

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CIRCULACION FINANCIERA. LOS FLUJOS


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 15

SECTOR EXTERIOR Agentes con Agentes


empresas de seguros, particulares, SUPERÁVIT con DÉFICIT instituc. de crédito, empresas no fras, fondosde inversión, etc.

CONSUMO PRODUCCIÓN

Agentes con 2 3 Agentes con


SUPERÁVIT 1 4 SUPERÁVIT

SECTOR
FINANCIERO
Agentes Agentes
con DÉFICIT 8 5 con DÉFICIT
intermediarios
financieros SECTOR PÚBLICO
y
particulares otros 6 Agentes con empresas
agentes SUPERÁVIT no financieras
familias
7 Agentes
economías domésticas con DÉFICIT
MERCADOS FINANCIEROS
RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA
CONTEXTO

de préstamo sin garantía real a 3 años al 6% anual en 3 plazos anuales postpagables de


igual importe, o a una empresa similar que recibe los mismos fondos bajo el mismo
título de préstamo, pero con garantía real, a 3 años, al 3,5% anual y pagadero en la
misma forma. La flecha 7 puede representar al Estado emitiendo títulos de deuda
pública a 5 años al 3% anual para financiar el déficit, en la parte suscrita por las
entidades bancarias. La flecha 8 podría representar a una familia que recibe fondos de
su banco en forma de préstamo hipotecario, a devolver en 30 años, a un tipo de interés
variable equivalente al Euribor más 200 puntos básicos, o a un particular que recibe
fondos de un intermediario financiero para especular invirtiendo en bolsa, a devolver en
6 meses al 8% anual, ofreciendo como garantía los propios títulos adquiridos en la
bolsa.
Como hemos visto en los ejemplos, los flujos de entrada de los fondos en el sector
financiero se producen en unas condiciones (de tipos de interés y plazos) que no se
adaptan a las condiciones (de tipos de interés y plazos) de los flujos de salida. Esta
tarea de los agentes del sector financiero, consistente en adaptar el conjunto de fondos
que reciben en unas condiciones determinadas, a otras diferentes, para los fondos que
ofrecen a las unidades con déficit (o viceversa), es lo que se denomina función de

301
transformación de los intermediarios financieros. Entre otras transformaciones
merece señalarse la transformación del corto plazo (al que suelen recibirse los fondos
de las unidades con superávit) al largo plazo (al que suelen ofrecerse los fondos a las
unidades con déficit).
Sin embargo, aunque la mayoría de la financiación se produce como hemos descrito, no
todos los fondos atraviesan esta función transformadora en su camino desde las
unidades con superávit hasta las unidades con déficit. En algunos casos, una unidad con
déficit puede acudir directamente a las unidades con superávit (por ejemplo, cuando
una empresa solicita fondos para ampliar capital y las acciones las suscribe
directamente un particular determinado) sin el concurso de ningún agente del sector
financiero o con su simple mediación o asesoramiento.

Para ilustrar mejor la tipología de flujos de financiación posibles nos fijamos en el


siguiente esquema, en el que hemos colocado a la izquierda las unidades con superávit
y a la derecha las unidades con déficit (en ambos casos con independencia de su
adscripción a cualquier ‘módulo’ del EGAE).

EL SISTEMA FINANCIERO: TIPOS DE FINANCIACIÓN


sector financiero

FINANCIACIÓN DIRECTA
fondos (dinero)
UA Activos U
N particulares (títulos) activos financieros directos financieros particulares I N
I H directos I
D economías SIMPLE MEDIACIÓN (o primarios) economías ND
A O domésticas fondos (dinero) domésticas A
D VD
E R familias (títulos) activos financieros directos familias E
S Corredores ES
R Comisionistas
c Agentes R
o A mediadores -Pagarés c
n empresas AGENTES -Letras del Tesoro empresas S o
D MEDIADO RES -Deuda del Estado n
S -Bonos O
UO Activos INTERMEDIARIOS -Deuda corporativa
P financieros FINANCIEROS -Obligaciones RD
E R sector indirectos -Acciones sector É
R público fondos (secundarios) Bancos y cajas fondos -Empréstitos público EF
ÁE (dinero) Cooperativas de Crédito. (dinero) -Préstamos y I
V Entidades de Financiación créditos SC
I S act.fros.indirectos Sociedades de Cartera act.fros.directos -Otros I
T (o secundarios) -Cuentas corrientes Compañías de Seguros (o primarios) T
-Depósitos a plazo Fondos de Pensiones
corto plazo -Pagarés Otros largo plazo
-Imposiciones a p/fijo
-Otros

FUNCIÓN DE TRANSFORMACIÓN

302
En este gráfico se muestran, leyendo de arriba abajo en la parte central, los tres tipos
básicos de financiación:
1. La financiación directa. En este caso una unidad con superávit, por ejemplo una
familia, entrega fondos de dinero –su ahorro– a una unidad con déficit, una empresa
recién constituida (flecha con trazo discontinuo). A cambio, recibe títulos
denominados activos financieros directos o primarios, que son las acciones de la
empresa y representan una parte de su capital (flecha en trazo continuo).
2. Con simple mediación. Es un caso semejante al anterior. Las unidades con déficit
emiten activos financieros directos o primarios, que son suscritos y desembolsados
directamente por las unidades con superávit, pero en la gestación de la operación
interviene asesorando o facilitándola algún agente mediador que, sin embargo, no
asume riesgo alguno en dicha operación.
3. Con función de transformación. Es el caso más importante. En este tipo los
intermediarios financieros entregan los fondos que necesitan las unidades con
déficit (flecha discontinua de la derecha) y suscriben o reciben los activos
financieros directos o primarios que emiten ésas (flecha continua de la derecha).
Normalmente estos fondos son solicitados para devolver en un plazo medio/largo.
Los intermediarios financieros, a su vez, para poder financiar las entregas de fondos
realizadas a las unidades con déficit, emiten activos financieros indirectos o
secundarios y se los ofrecen a las unidades con superávit. Si éstas los aceptan,
entregan los fondos a los intermediarios financieros (flecha discontinua de la
izquierda) y, a cambio, reciben los activos secundarios (flecha continua de la
derecha). Normalmente, estos fondos se entregan por las unidades ahorradoras a un
plazo corto/medio.
La función de transformación consiste en transformar la necesidad global de fondos
a largo plazo de las unidades inversoras (concretada en los activos primarios) en
financiación a corto plazo por las unidades ahorradoras (a través de los activos
secundarios emitidos por los intermediarios financieros). Esta función de
transformación ‘de plazos’ suele incluir también transformación de ‘riesgos’ u otras
variables de los activos financieros (contenidos ampliables).

Los sistemas financieros podrían clasificarse globalmente en dos categorías, si bien con
cada vez más aproximaciones entre ellas. Por un lado, los sistemas basados en las
instituciones, en las que el papel de éstas es fundamental para la financiación de las

303
actividades del sector real de la economía y, por otro, los sistemas basados en los
mercados, en los que la financiación se lleva a cabo, fundamentalmente, a través de los
mercados financieros75.

Como hemos visto, el sistema financiero, se compone, básicamente, de tres elementos:


los participantes, los activos financieros y los mercados financieros.
- Los participantes
 Las unidades con déficit o inversores.
 Las unidades con superávit o ahorradores.
 Los intermediarios financieros: Bancos, Cajas, Entidades de dinero electrónico,
Cooperativas de crédito, Sociedades de Garantía Recíproca, Sociedades y
Agencias de Valores, Sociedades y Fondos de Capital Riesgo, Instituciones de
Inversión Colectiva, Entidades Aseguradoras, Entidades Gestoras de Fondos de
Pensiones (contenido ampliable).
 Los órganos de control y supervisión y los órganos políticos decisorios 76 .
Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Dirección
General de Seguros y Gobierno, Ministerio de Economía y Hacienda, y CC.AA.
(contenido ampliable).
 Las agencias de rating (contenido ampliable).
- Los activos financieros. Son los títulos o documentos (o, cada vez más, simples
anotaciones contables 77 ) emitidos por los participantes que buscan fondos; son
propiedad de los participantes que aportan los fondos para su adquisición. Los
títulos o activos financieros son un pasivo para quiénes los emiten y un activo para
quiénes entregan los fondos, que los poseen (en los gráficos anteriores son un activo
para los que se encuentran al comienzo de las flechas de trazo discontinuo y un
pasivo para los que se encuentran al final de las mismas flechas).
 Características de los activos financieros:
Liquidez: Capacidad de convertirse en dinero sin pérdidas (ampliar con
ejemplos). El dinero legal es el activo líquido por excelencia.

75
Parejo, J.A. et al., 2008, p. 4
76
ib., p. 28
77
ib., p. 4

304
Riesgo: Probabilidad de que el emisor no cumpla con las condiciones de
rentabilidad y amortización pactadas. El riesgo depende de la solvencia del
emisor y de las garantías aportadas (contenido ampliable).
Rentabilidad: Capacidad de producir rendimientos, en términos de intereses,
dividendos, plusvalía o rentabilidad fiscal (contenido ampliable).
Plazo: Fecha de vencimiento del activo financiero (contenido ampliable).
 Clasificación de los activos financieros: Primarios (o directos), los que emiten
las unidades deficitarias o inversoras para obtener el dinero que necesitan
(ampliar con ejemplos), y secundarios (o indirectos), los que emiten los
intermediarios financieros (ampliar con ejemplos). Los activos financieros
pueden clasificarse también con arreglo a su liquidez, riesgo o rentabilidad.
El cuadro siguiente contiene una clasificación de los activos financieros más
utilizados.

CLASIFICACIÓN PRÁCTICA DE ALGUNOS ACTIVOS FINANCIEROS DE USO FRECUENTE

Criterios de clasificación ACTIVOS FINANCIEROS


Variabilidad Renta Bonos del Tesoro, Pagarés Corporativos,...
del rendimiento Fija Deuda corporativa, Deuda del Estado,...
Renta Acciones
Variable
Emisor Público Letras del Tesoro, Bonos del Tesoro, Deuda Pública,...
Emitidos por Acciones, Obligaciones, Pagarés, Bonos,...
Privado empr. NO fras. Deuda Corporativa,
Emitidos por Depósitos c/c, Pagarés, Partcipac.Fondos Inv,Seguros,
intermed. Fros. Imp. Plazo fijo,Depósitos a plazo, Libretas de Ahorro,...
De - a + líquidos Acciones - Obligaciones - Depósitos - Efectivo

- Los mercados financieros. Son los mercados en los que se intercambian (compran o
venden) activos financieros y se determinan sus precios.
Los mercados se califican atendiendo al grado en que cumplen con las siguientes
características: amplitud, transparencia, libertad, profundidad y flexibilidad.
Clasificación de los mercados financieros:
Por las características de sus activos:
 Mercado monetario: se negocian activos financieros de corto plazo, bajo riesgo
y gran liquidez, emitidos por el sector público, los intermediarios financieros o

305
las grandes empresas. Los más importantes son el mercado interbancario de
depósitos, el mercado primario de deuda pública, el mercado secundario de
deuda pública, el mercado primario de renta fija privada y los mercados
secundarios de renta fija privada (ampliar contenidos y ejemplos).
 Mercado de capitales: se negocian activos financieros de medio y largo plazo.
Tiene dos modalidades: mercado de valores que, a su vez, se divide en de renta
fija y de renta variable (Bolsa) y mercado de créditos a largo plazo (ampliar
contenidos y ejemplos).
Por el modo de funcionamiento:
 Mercado directo: sin la concurrencia de intermediarios financieros.
 Mercado intermediado: con la participación de, al menos, un intermediario
financiero.
 Mercado de subasta.
Por el grado de intervención:
 Mercados regulados: con alteraciones administrativas que afectan al precio o al
volumen de títulos negociados.
 Mercados libres: sin intervenciones ajenas a los demandantes y ofertantes de
títulos.
Por la fase de negociación de los activos:
 Mercados primarios: aquellos en los que los títulos adquiridos son de nueva
creación.
 Mercados secundarios: aquellos en que se comercializan títulos ya existentes,
cambiando su titularidad. Estos mercados no suponen la existencia de nueva
financiación. Su importancia radica en que dotan de liquidez a los activos
primarios, al posibilitar su venta, y permiten conocer, permanentemente, el
precio de los títulos (contenido ampliable).
Por su grado de formalización:
 Mercados organizados.
 Mercados no organizados (contenido ampliable).
Según el plazo de las operaciones que se realizan:
 Mercados spot (o de contado).
 Mercados derivados (a plazo) (contenido ampliable).

306
Los intermediarios financieros
Ya hemos visto en el esquema anterior, en el tercer tipo de financiación, cómo una serie
de instituciones, denominadas intermediarios financieros, toman activos primarios
entregando dinero a las unidades económicas que lo precisan y, a su vez, entregan
activos secundarios a las unidades ahorradoras, recibiendo a cambio sus fondos de
dinero.
Es importante diferenciar entre éstos –los intermediarios financieros- y los agentes
mediadores o dealers, que compran y venden activos financieros sin que su actividad
genere ningún cambio en los activos negociados, puesto que los dealers no crean nuevos
y diferentes activos a los ya existentes. Por el contrario, los intermediarios financieros
adquieren activos primarios y no los revenden, sino que, en base a dichos activos
primarios, crean activos nuevos, secundarios, que colocan entre los ahorradores,
obteniendo de éstos los fondos necesarios para la realización de sus inversiones.

Se distingue entre intermediarios financieros bancarios y no bancarios. Los bancarios


están constituidos por el Banco Central y las entidades bancarias, y se caracterizan
porque alguno de los activos financieros indirectos que emiten –billetes o depósitos a la
vista– son generalmente aceptados como medio de pago por el público; son, por tanto,
dinero. Por ello, los intermediarios financieros bancarios no se limitan a realizar una
función de mediación, sino que pueden generar recursos, dinero bancario (la creación
de dinero bancario se expondrá más adelante).
Los intermediarios no bancarios no pueden realizar la función anterior y se limitan a
realizar la función mediadora o transformadora que se ha expuesto. Tienen esta
denominación las sociedades de Cartera, Compañías de Seguros, los Fondos de
Inversión Mobiliaria, etc.
Por último, los intermediarios financieros realizan la denominada gestión del
mecanismo de pagos. Se trata de la gestión que hacen estas instituciones, generalmente
los bancos, referidas no sólo a las transacciones que hemos considerado incluidas en el
sistema financiero, relacionadas con el ahorro y la inversión, sino a las de todos los
flujos de dinero contemplados hasta ahora, (representadas con flechas discontinuas en
todos los EGAE), que permite el cobro o pago de todo tipo de transacciones: las
transferencias de fondos, los pagos de nóminas, servicios, alquileres, recibos, letras, etc.
Se trata, como es evidente, de una actividad vital para el desarrollo de la actividad
económica.

307
Hasta ahora, al hablar de la actividad en el seno del sistema financiero, nos hemos
referido únicamente a los flujos de dinero y de su contrapartida, los flujos de títulos. Sin
embargo, debemos contemplar también los stocks o saldos derivados de esos flujos en
un momento determinado.
En el EGAE nº 15 hemos mostrado algunos de los flujos posibles entre los grandes
sectores agregados de la actividad económica. En general, cada flujo corresponde a una
operación en su inicio, pero, a medida que pasa el tiempo y se van cumpliendo los
plazos de amortización y se van pagando por el prestatario los rendimientos, los flujos
de dinero se van produciendo en sentido contrario, hasta el término de cada operación.
Si en algún momento hiciéramos un inventario de los saldos agregados deudores o
acreedores pendientes de cada sector de la actividad económica con todos los demás,
podríamos conocer la posición neta o saldo neto de cada sector con cada uno de los
otros y con todos conjuntamente.
Hemos realizado este ejercicio referido a España en los años 1995, 2007 –el año de
inicio de la actual crisis– y 2012. Se muestra en los EGAE nº 16, 17 y 18 que figuran a
continuación. En estos gráficos cada flecha indica el saldo de un sector con cada uno de
los otros. Si la flecha ‘sale’ de un sector con dirección a otro, indica que este último
tiene saldo deudor o es deudor frente al primero por el importe indicado junto a la
flecha. Por ejemplo, en 1995 (EGAE nº 16) la flecha que une el sector financiero con el
sector producción indica que el conjunto de las empresas de este sector, al 31 de
diciembre de 1995, tenían una posición neta agregada deudora por 108.412 millones de
€ frente a las entidades del sector financiero, que eran acreedoras frente a esas empresas
por el mismo importe. En el mismo año se muestra (intercalado en una elipse en el
EGAE) que el saldo del sector público frente al conjunto de todos los demás sectores es,
al final de 1995, -209.211 millones de €, lo que indica que tiene una posición neta
global deudora por este importe frente al resto de agentes económicos.
Las flechas, representativas de saldos, de estos EGAE se han ‘dibujado’ de modo que su
anchura en los gráficos es proporcional a los importes de los saldos. De este modo
puede apreciarse fácilmente una característica básica del sistema financiero español en
1995: las necesidades de financiación del sector producción (-167.273) y del sector
público (-209.211), estaban atendidas, en su mayor parte, por el sector financiero
(+108.412 y +145.645 respectivamente) y, en menor medida, por el sector exterior

308
(+62.512 y +59.084 respectivamente) y que, a su vez, el sector financiero, se financiaba
principalmente de las economías domésticas (-289.728).

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CIRCULACION FINANCIERA. LOS SALDOS. 1995


(Su representación mediante el EGAE ) Saldos netos intersectoriales . España (1995- millones de €) Nº 16

SECTOR EXTERIOR
SALDO=+2.566-47.439+59.084+62.512=+76.723

instituciones de crédito, empresas no financieras, fondos de inversión, empresas de seguros, particulares, familias,etc.
2.566 59.084 62.512

CONSUMO PRODUCCIÓN
15.060

SALDO=
-2.566 47.439 SALDO=
-15.060 289.728 SECTOR FINANCIERO 108.412 -11.409
+289.728 -108.412
+15.891= +15.060
+287.993 SALDO= -62.512=
-289.728 -167.273
+47.439
+108.412
+145.645=
+11.760 145.645 empresas
SECTOR PÚBLICO no financieras
particulares
SALDO=
-145.645 PIBpm de 1995
familias -59.084 a precios corrientes
+11.409 447.205
economías MERCADOS FINANCIEROS -15.891= millones de €
domésticas 15.891 -209.211 11.409

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO
Fuente: Ontiveros (1997, p. 27) y elaboración propia.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CIRCULACION FINANCIERA. LOS SALDOS. 2007


(Su representación mediante el EGAE ) Saldos netos intersectoriales . España (2007- millones de €) Nº 17

SECTOR EXTERIOR
SALDO=-86.767+467.711+157.221+295.855=+834.020

instituciones de crédito, empresas no financieras, fondos de inversión, empresas de seguros, particulares, familias,etc.
467.711 157.221 295.855

86.767
CONSUMO 540.013 PRODUCCIÓN

SALDO=
+86.767 SALDO=
+540.013 344.986 SECTOR FINANCIERO -295.855
+344.986 756.477 -540.013
+12.877= -756.477
+984.643 SALDO= -48.865=
-344.986 -1.641.210
-467.711
+756.477
+66.238=
+10.018 empresas
66.238 SECTOR PÚBLICO no financieras
particulares
SALDO=
-66.238 PIBpm de 2007
familias -157.221 a precios corrientes
+48.865 1.053.537
economías MERCADOS FINANCIEROS -12.877= millones de €
domésticas 12.877 -187.471 48.865

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO
Fuente: Banco de España, Cuentas Financieras 2007, y elaboración propia.

309
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CIRCULACION FINANCIERA. LOS SALDOS. 2012
(Su representación mediante el EGAE ) Saldos netos intersectoriales . España (2012- millones de €) Nº 18

SECTOR EXTERIOR
SALDO=-68.290+467.783+295.407+244.284=+939.184

instituciones de crédito, empresas no financieras, fondos de inversión, empresas de seguros, particulares, familias,etc.
467.483 295.407 244.284

68.290
CONSUMO 372.739 PRODUCCIÓN

SALDO=
+68.290 SALDO=
+372.739 434.150 SECTOR FINANCIERO -244.284
+434.150 657.738 -372.739
+20.907= -657.738
+896.086 SALDO= -89.445=
-434.150 -1.364.206
-467.786
+657.738
+386.039=
+141.841
386.039 SECTOR PÚBLICO empresas
particulares no financieras
SALDO=
-386.039
familias -295.407 PIBpm de 2012
+89.445 a precios corrientes
economías MERCADOS FINANCIEROS -20.907= 1.029.002
domésticas 20.907 -612.908 89.445 millones de €

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO
Fuente: Banco de España, Cuentas Financieras 2012, y elaboración propia.

Si ahora contemplamos el año 2007 podemos observar, en primer lugar, el fuerte


crecimiento del sistema financiero (visible en el fuerte aumento del ancho de las
flechas), mucho mayor que el crecimiento del PIB entre esos años, que ha pasado de
447.205 millones de € a 1.053.537 (v. EGAE nº 16 y 17). También puede apreciarse el
fuerte crecimiento del papel de financiador del sector exterior de la actividad económica
en España, que ha pasado de una posición acreedora neta de 76.723 en 1995 a 834.020
en 2007 y el aumento de la financiación de las empresas por parte de las economías
domésticas, que ha ascendido a 540.013 en 2007 frente a un importe negativo de 15.060
en 1995.
Y si analizamos el año 2012 (EGAE nº 18), apreciamos que la estructura financiera de
los sectores es muy similar al año 2007, excepto el fuerte crecimiento del
endeudamiento del sector público, que pasa de -187.471 en 2007 a -612.908 en 2012.
Las sencillas observaciones anteriores, que podrían ampliarse y acompañarse de datos
desagregados para una descripción más precisa, ponen de manifiesto la importancia de
la ‘economía financiera’ para entender la ‘economía real’, ya que ambas conjuntamente
son la actividad económica. Para entender mejor el significado de los flujos y saldos, es
necesario profundizar en la naturaleza de su activo más líquido, el dinero, que está
presente en todas las transacciones, sean de la actividad financiera o de la economía
real.

310
El dinero. Historia y tipos de dinero
El dinero surge, históricamente, para facilitar la complejidad del intercambio mediante
el trueque. Mediante el trueque directo se intercambiaba un bien X, propiedad de A, por
el bien Y propiedad de B, sin complicaciones. La dificultad surgía en el trueque
indirecto, en el que, para llevar a efecto un intercambio, hacía falta incorporar otros
bienes y personas.
Seguramente, la incipiente división del trabajo y la especialización hicieron necesaria
la identificación, previo acuerdo, de algún tipo de mercancía que evitara la complejidad
del trueque indirecto y pudiera usarse como medio de pago comúnmente aceptado. En
un principio, este tipo de dinero-mercancía fue algún objeto o producto de uso común y
frecuente, como la sal, los cereales u otros similares, o muy solicitados, como objetos de
adorno o especias.
Es fácil comprender que este tipo de mercancía-dinero, por su uso continuado,
evolucionara hacia objetos que fueran fácilmente transportables, divisibles,
almacenables y no perecederos. Así comenzaron a utilizarse, primero metales como el
hierro y el cobre y luego metales preciosos, como el oro o la plata. Este dinero-metálico
tenía un valor intrínseco determinado por su peso.
La inseguridad respecto al peso dio lugar a la aparición de la moneda estampada. Con
esta acuñación, el emisor de la moneda –generalmente representantes del poder
político– garantizaba la pureza y el peso del metal contenido en cada moneda. En estas
monedas su valor nominal o facial (expresado en unidades o fracción de dracmas,
denarios 78 o la denominación que fuera) dependía del valor intrínseco del metal que
estaban hechas. A veces, se emitieron monedas con la finalidad de servir como moneda
fraccionaria, en las que su valor intrínseco o material era sólo una parte de su valor
nominal.
El dinero-papel surge en diferentes momentos en China y en Europa, como respuesta al
problema de trasladar o transferir con seguridad el dinero metálico de un lugar a otro.
Orfebres o personas de reconocida solvencia emitían unos recibos que servían como
certificados de la cantidad de dinero metálico depositado en sus arcas. De este modo,
en las transacciones, en lugar de transferir o entregar físicamente los metales preciosos,
esto es, el dinero metálico, se entregaban recibos por el importe equivalente. Estos
recibos acabaron emitiéndose al portador, lo que favoreció y extendió su uso como

78 El denario, moneda romana, es el antecedente etimológico de la palabra dinero.

311
medio de pago en las transacciones comerciales y la aparición del dinero-papel, que
certificaba la deuda del orfebre (origen de los bancos) con el titular de los recibos.
Cuando un país utiliza oro como dinero o dinero-papel convertible en oro, se dice que
su economía se rige por el sistema de patrón oro.
Con el tiempo, algunos orfebres o notables, que actuaban como depositarios del dinero-
metálico o de metales preciosos y joyas, comprobaron que las transacciones se resolvían
con los recibos de papel, que circulaban con profusión y confianza entre los
comerciantes, y que el dinero-metálico de sus cajas de seguridad era sólo parcialmente
reclamado. Así que estos orfebres, convertidos ya en bancos, comenzaron a prestar este
dinero-papel a terceros no depositarios, emitiendo nuevos recibos que, obviamente, no
tenían contrapartida en sus arcas. Este es el origen de los bancos actuales, denominados
bancos de reserva fraccionaria, porque sólo una parte o fracción de los recibos
emitidos está garantizada con dinero-metálico o metales preciosos. Obviamente, si
todos los depositantes reclamaban simultáneamente el dinero o los metales entregados
en depósito, estos bancos no podían hacer frente a sus demandas –como ha ocurrido
numerosísimas veces en la historia de la banca– y se verían abocados al cierre, con las
consiguientes pérdidas para los depositantes.
Poco a poco, se fue asumiendo que el dinero-papel no fuera convertible en los metales
preciosos que tuvieran los bancos en sus reservas, y fijando la confianza en la
consideración del dinero-papel como dinero fiduciario. Este dinero actual se denomina
así porque está basado en la fe, en la confianza de los agentes económicos en su
aceptación general como medio de pago. Este dinero fiduciario suelen emitirlo, en la
actualidad, los Bancos Centrales de cada país, y se denomina dinero legal. En estos
casos se dice que su sistema monetario es un sistema fiduciario. En economías
complejas y desarrolladas, como la que representamos en los EGAE, hay otro tipo de
dinero, diferente al contemplado hasta la fecha, que es el denominado dinero bancario.
El dinero bancario son los activos indirectos emitidos por los intermediarios
financieros bancarios, que son generalmente aceptados como medios de pago. Se trata
de los depósitos de los bancos movilizables mediante talones, cheques, tarjetas u otras
formas, para su uso como medios de pago.
Resumiendo, en la actualidad, encontramos básicamente, dos tipos de dinero:
- Dinero legal. Es el dinero-signo emitido por la institución que tiene asignado, por
ley, el monopolio de su emisión, generalmente el Banco Central. Este dinero no es

312
convertible a metales preciosos y su uso se basa en la confianza de su aceptación
general o en la obligación impuesta por el poder político para su utilización en las
transacciones. A su vez, distinguimos dos tipos: monedas, de metales nobles o no, y
billetes o papel moneda.
- Dinero bancario. Constituido por los depósitos de los bancos que son aceptados
generalmente como medios de pago.
Esta última definición de dinero, debido a la evolución y diversificación de activos de
los sistemas bancarios modernos, exige alguna precisión. Como luego veremos, los
depósitos de los bancos pueden ser a la vista, de ahorro o a plazo y, aunque todos ellos
se pueden utilizar como medio de pago, unos se pueden utilizar con más facilidad –
como los depósitos a la vista– y otros con menos. Esta cualidad depende de su liquidez.
Además, hay otros activos financieros que también se usan, precisamente en función de
su liquidez, como medio de pago y que no son depósitos, como los valores públicos a
corto plazo, algunos activos de la banca, o incluso valores privados a corto plazo.
Esta diversidad ha determinado que, por convención, se definan unos agregados
monetarios (v. cuadro siguiente), consistentes en agrupaciones de activos financieros,
que se aceptan como medio de pago y se consideran dinero. Su importancia radica en
que los Bancos Centrales los utilizan para tomar decisiones respecto a la cantidad de
dinero que circula en la economía y para efectuar análisis de la situación financiera.
Estos agregados monetarios son los siguientes:

AGREGADOS MONETARIOS (básicos)


Nombre del
agregado Activos financieros principales que incluye Otras equivalencias de interés
M1 Efectivo en manos del público (Ep) Base
Efectivo en poder de los bancos (Eb) Reservas Monetaria
Depósitos de los bancos en el Banco Central (DbBC) Bancarias(RB) (BM)
Depósitos a la vista (Dv)
M2 Los de M1 + Depósitos
Depósitos a plazo (Dp) totales
Depósitos de ahorro con preaviso (Da) (Dt)
Otros Oferta
M3 Los de M2 + Por tanto: Monetaria
Participaciones en fondos del mercado monetario BM=Ep+Eb+DbBC
Valores de renta fija RB=Eb+DbBC (OM)

Cesiones temporales Dt=Dv+Dp+Da


Otros OM=Ep+Dt

313
Sintetizando, podemos concretar las siguientes notas distintivas del dinero:
- Permite la realización de transacciones, facilita la división del trabajo, posibilita el
ahorro, el préstamo y los pagos repartidos en el tiempo.
- Debe ser de general aceptación, trasladable, duradero, divisible y de oferta limitada.
- Sirve como medio de cambio, unidad de cuenta, depósito de valor y como patrón de
pagos diferido (contenido ampliable).
- Su importancia determina que la cantidad de dinero sea una variable de política
económica del sector público.

La actividad bancaria
En la breve referencia histórica del dinero, hemos visto cómo evolucionaron las
iniciales actividades de depósito y custodia de los orfebres hasta los actuales bancos de
reserva funcionaria.
Estos bancos, como se muestra en el gráfico del sistema financiero, son intermediarios
financieros que canalizan las reservas de los ahorradores hacia los inversores.
Para realizar estas funciones de canalizadores del ahorro hacia la inversión y de
gestores del mecanismo de pagos de la actividad económica, tienen facultad legal para
el desarrollo de las siguientes actividades u operaciones:
- Operaciones pasivas o de captación de recursos (corresponden, en general, a las
ubicadas a la izquierda del gráfico anterior EL SISTEMA FINANCIERO).
Con estas operaciones los bancos consiguen los recursos o fondos que necesitan
para el desarrollo de su actividad. Estos recursos provienen de dos fuentes: los
recursos propios, que son las aportaciones directas de sus socios o accionistas, en el
momento de la fundación de la entidad o posterior (que pueden instrumentarse como
acciones ordinarias, cuotas participativas, acciones sin voto y participaciones
preferentes), y los recursos ajenos, que son, cuantitativamente, más importantes.
Entre éstos, destacamos: Cuentas corrientes o depósitos a la vista, que son
contratos bancarios por los que el titular ingresa fondos en la entidad y puede
incrementarlos, reducirlos o retirarlos libremente mediante movimientos de efectivo,
transferencias o traslados de cualquier naturaleza, y el banco se reserva el derecho a
usar los saldos libremente con tal de atender las peticiones del titular en cualquier
momento; cuentas de ahorro, que son similares a las anteriores, aunque se
instrumentan en libretas, y tienen movilidad menor (por ejemplo, no pueden
moverse con talones); depósitos o imposiciones a plazo fijo, en las que el titular se

314
compromete a mantener los fondos hasta el vencimiento acordado, y con la
posibilidad, más reducida aún, de retirar los fondos o hacerlos líquidos entre tanto;
letras libradas por un banco y aceptadas por el cliente; cesiones de operaciones
activas, a cambio de un rendimiento; créditos o préstamos recibidos del Banco
Central o de otros bancos en el mercado interbancario; etc. Estas operaciones, por
su naturaleza, figuran contablemente, en el pasivo del balance de situación de los
bancos (contenidos ampliables).
- Operaciones activas o de inversión de los recursos captados (corresponden, en
general, a las ubicadas a la derecha del gráfico citado).
Estas operaciones, en general, toman la forma de créditos o préstamos concedidos y
otras la de anticipos sobre documentos, adquisición de valores públicos o privados,
adquisición de inmovilizado, concesión de avales, descubiertos de cuenta corriente
y descuento comercial. Por su naturaleza, figuran contablemente en el activo del
balance de situación de los bancos.
La diferencia más significativa entre crédito y préstamo se concreta en que, en el
primero, el cliente recibe una cantidad determinada y en el segundo, el banco pone a
disposición del cliente una cantidad hasta cierto límite, de la que el cliente va
disponiendo según sus necesidades. Estas operaciones se suelen documentar en
póliza o escritura pública, pueden destinarse al consumo o a la inversión, pueden
otorgarse a corto, medio o largo plazo, pueden estar garantizados con garantía
personal o real (como las hipotecas), pueden devengar un tipo de interés fijo o
variable y adoptar diferentes plazos y reglas de amortización.
- Operaciones de servicios a su clientela. Estos servicios, no representados en el
gráfico, son los que permiten atender la gestión del mecanismo de pago de los
agentes económicos. Son, entre otros, los servicios de tesorería (cobros y pagos de
transacciones), de compensación, domiciliaciones (recibos, tasas, letras, etc.), de
transferencias entre cuentas de la misma o diferente entidad y en la misma o
diferente plaza, servicios de factoring, servicios de leasing, de seguros en sus
diferentes modalidades (vida, accidentes, incendios, etc.), de planes de pensiones, de
asesoramiento comercial, jurídico, financiero o de inversión, de gestión de cobro y
aceptación de efectos, servicios de cajeros automáticos, de tarjetas de crédito, de
pago de nómicas, de cajas de seguridad, etc. El desarrollo y fuerte crecimiento de
estas operaciones ha estado ligado al uso intensivo de los medios informáticos.

315
La contabilidad básica de un banco
La información sobre las actividades de un banco queda reflejada, contablemente, en un
Balance de Situación como el que figura a continuación (contenido ampliable). Puede
verse el paralelismo entre este cuadro y el del SISTEMA FINANCIERO (aunque en
este último las operaciones activas estaban a la derecha y las pasivas a la izquierda, y en
el BALANCE están, por razones contables, al contrario).

BALANCE DE SITUACIÓN (básico) DE UN BANCO


al 31/12/20XX (saldos)
ACTIVO PASIVO
Saldos de las operaciones activas Saldos de las operaciones pasivas
(Destinos, usos de los recursos) (Recursos, fuentes de financiación)
Importe Importe
RESERVAS BANCARIAS(activos líquidos) FONDOS PROPIOS
Monedas y billetes en la caja del banco x Capital y beneficios no distribuidos.... x
Depósitos del banco en el Bco. Central x
PRÉSTAMOS DEL BANCO CENTRAL x
ACTIVOS RENTABLES
Créditos y préstamos a agentes ecos.. xxx DEPÓSITOS (de clientes)
Valores públicos o privados............... xxx A la vista........................................ xxx
Otros............................................... xxx De ahorro....................................... xxx
A plazo........................................... xxx
Otros.............................................. xxx
Total Activo XXXX Total Pasivo XXXX

En principio, puede pensarse que los bancos actuales, por su naturaleza de bancos de
reserva fraccionaria, tienden a prestar (realizar operaciones activas) por todo el importe
de los depósitos recibidos (sus operaciones pasivas), para incrementar su beneficio; de
este modo, su volumen de Activos Rentables (ver Balance) tendería a ocupar casi todo
el Activo, y su volumen de Depósitos ocuparía casi todo el Pasivo. Sin embargo, el
Banco Central, por razones de prudencia, limita esta posibilidad por medio del
denominado coeficiente de caja, de reservas, de liquidez o encaje, que es el porcentaje
de Reservas Bancarias sobre los Depósitos de los bancos.
Este coeficiente de Reservas, que llamamos cR, lo expresamos así:
RB
cR =
D

316
Siendo RB las Reservas y D los Depósitos según la composición indicada en el Balance.
De este modo, si cR = 10%, significa que por cada 100€ recibidos en depósito, deben
constituirse Reservas y retenerse por un importe de 10€, y el resto, 90€, es de libre
utilización. En otros términos –contemplando el Balance– si un banco ha recibido
Depósitos por 1.000 millones de €, debe tener Reservas por 100 millones de €, bien en
efectivo, en moneda o billetes en sus cajas, bien en depósitos en el Banco Central.
Contemplando el Balance puede apreciarse otra característica del negocio bancario. Si
los Activos Rentables tuvieran problemas de cobrabilidad, aunque fuera una parte
relativamente pequeña, podrían reducir los Fondos Propios, o impedir el pago de
intereses de los Depósitos (ampliar estos contenidos con referencia a la crisis bancaria
actual). Para impedir que se produzca esta situación, la autoridad monetaria –el Banco
Central– establece el coeficiente de garantía, que es el porcentaje mínimo que deben
representar los Fondos Propios sobre el total de Depósitos.
Es fácil apreciar que, dada la naturaleza de la actividad bancaria, los bancos deben
conjugar tres variables: la liquidez, para devolver en dinero los depósitos, cuando lo
exijan los clientes en la operativa diaria; la solvencia, para atender sus compromisos en
los plazos previstos; y la rentabilidad, para atender a la retribución de sus accionistas e
impedir el deterioro de los Fondos Propios.
La rentabilidad puede analizarse comparando los Beneficios con los Fondos Propios.
El cuadro CUENTA DE RESULTADOS, que figura a continuación, permite
comprender cómo se forma el Beneficio (o la Pérdida) de un banco. La partida más
importante es el Margen de intermediación, la diferencia entre los Ingresos por las
operaciones activas y los Gastos por las operaciones pasivas. Esta rúbrica debe ser
positiva, considerando que el tipo de interés medio que se aplica a las operaciones
activas es mayor que el que corresponde a las operaciones pasivas; de otro modo, la
actividad bancaria no tendría sentido como actividad empresarial. Los componentes
siguientes son los que habitualmente se denominan Ingresos por comisiones que son,
de suyo, positivos; los gastos por costes de gestión, que son los normales de
sostenimiento de la estructura de personal e inmovilizados y, finalmente, los Impuestos,
que se restan para determinar el Beneficio del período.

317
CUENTA DE RESULTADOS (básica) DE UN BANCO
durante el período 1/1/20XX-31/12/20XX (flujos)
Importe

INGRESOS (de operaciones)


*De las operaciones activas (en forma de intereses,
dividendos, comisiones y otros rendimientos).......... xxx
GASTOS (de operaciones)
*De las operaciones pasivas (en forma de intereses
y otros rendimientos).............................................. (xx)
Margen de intermediación................ X
INGRESOS POR SERVICIOS
*De las operaciones de servicio (en forma de comi-
siones, básicamente, y otros rendimientos)............... xx
COSTES DE GESTIÓN
*Gastos de personal, alquileres, servicios informá-
ticos, seguridad, amortizaciones inmovilizado,etc.).... (x)
Impuestos (x)
RESULTADOS BENEFICIOS(PÉRDIDAS) X

La creación de dinero bancario


Hemos visto que hay, básicamente, dos tipos de dinero: El dinero legal, que son las
monedas y billetes emitidos por el Banco Central, y el dinero bancario, que son los
depósitos de los bancos, generalmente aceptados como medio de pago y movilizables
por diversos procedimientos. El primero es una cantidad que depende en exclusiva del
Banco Central, mientras que el segundo depende de los bancos y del coeficiente de
Reservas, cR, que establezca el Banco Central.
Ilustramos con un ejemplo el proceso: el Sr. A recibe del extranjero 10.000€ que
deposita en el Banco X en una cuenta corriente a la vista. En este momento el dinero
bancario del sistema se ha incrementado en 10.000€. Si el cR es, por ejemplo, del 10%,
nada impide que este Banco preste 9.000€ al Sr. B y mantenga en su caja los 1.000€ que
tiene obligación de mantener como Reservas. El Sr. B utiliza los 9.000€ recibidos en
préstamo para pagar una deuda que tenía por ese importe con el Sr. C, y éste formaliza
un depósito a la vista de 9.000€ en el Banco Y con el dinero recibido. En este momento

318
el dinero del sistema se ha incrementado en otros 9.000€. Este proceso puede continuar,
idealmente, hasta su agotamiento.
Teniendo en cuanta que la sucesión de depósitos que se van generando es una
progresión geométrica decreciente de infinito número de términos y razón 0’9, podemos
calcular sus efectos como sigue:

cR=10% Reservas
Depósitos en Caja Préstamos

1º Banco X Situacion inicial 10.000 1.000 9.000


2º Banco Y proceso de expansión 9.000 900 8.100
3º Banco Z proceso de expansión 8.100 810 7.290
4º Banco n proceso de expansión 7.290 729 6.561
... ... ... ... ... ... ... ... ...
Situación final 100.000 10.000 90.000
Expansión Total 90.000 9.000 81.000

Como vemos, el primer depósito de 10.000€ inicia un proceso de expansión o creación


de dinero bancario, de los depósitos, que alcanzaría hasta un importe total de
10.000/(1-0’9) = 100.000€
En otros términos, podemos decir que los 10.000€ iniciales se han multiplicado por
1/0’1 = 1/cR, expresión que denominamos multiplicador del dinero bancario, que es el
inverso del coeficiente de Reservas; o, también, que DF = DO ·1/cR y la creación de
dinero bancario producida por el primer depósito de 10.000€ es la diferencia
DF – DO = 100.000 – 10.000 = 90.000.
Puede apreciarse que las Reservas y los Préstamos experimentan un proceso de
expansión análogo.
En este ejemplo hemos supuesto que los bancos agotan hasta el máximo legal sus
posibilidades de utilizar los fondos de los depósitos recibidos y que el dinero se lleva
inmediatamente a los bancos en su totalidad. No tiene que suceder así exactamente, pero
los supuestos no afectan a lo que ocurre sustancialmente: los bancos de reserva
fraccionaria modifican al alza la cantidad de dinero existente en el sistema. Cómo afecta
esta variable a otras de la actividad económica –PIB o el nivel general de precios, por
ejemplo– es objeto de estudio por parte de la teoría económica.

319
Análogamente, podríamos hablar del proceso de destrucción de dinero que se inicia
cuando se cancela un depósito de cuenta corriente y el dinero se retira del perímetro de
los bancos (contenidos ampliables)

El Banco Central
(Para facilitar la introducción al Banco Central, en los paralelismos con el caso español,
no distinguimos entre el Banco de España y el Banco Central Europeo u otros
organismos de la Unión Monetaria Europea; consideramos que el Banco Central es una
sola institución, con independencia de que la actividad o funciones descritas se deban
asociar al Banco de España o a otros organismos de la Unión).
El Banco Central es una entidad de propiedad pública que tiene a su cargo la
regulación y supervisión del sistema financiero y el desarrollo y ejecución de la
política monetaria.
Los actuales bancos centrales son herederos de la banca de depósito que emitía billetes.
Sus funciones, sin embargo, han cambiado: hoy tienen el monopolio de emisión del
dinero legal y ya no realizan actividades comerciales; sus relaciones se limitan a las que
mantienen con organismos públicos y con el resto de los agentes del sector financiero,
principalmente las instituciones de crédito.

Funciones del Banco Central


- Determinar la cantidad de billetes y monedas que han de ser emitidos y puestos en
circulación.
 Actuar como servicio de tesorería y agente financiero del Gobierno. Se encarga de
la teneduría contable de las cuentas del Tesoro, actuando por cuenta de éste.
También de la gestión administrativa de la deuda pública (con una restricción
importante: no puede comprar directamente estos títulos).
 La supervisión y control de las entidades de crédito.
 Gestión del sistema de las transacciones entre bancos y de las correspondientes al
mercado de deuda, entre otros mercados.
 La política de tipo de cambio y gestión de reservas.
 La asesoría y elaboración de estadísticas para el Gobierno, así como la gestión de la
Central de Riesgos y la Central de Balances, entre otras actividades.

320
 Diseñar la política monetaria, entendida ésta como el conjunto de decisiones que el
Banco Central puede tomar para modificar la cantidad de dinero o el tipo de
interés.

Instrumentos de la política monetaria


Para desarrollar esta función dispone de los siguientes instrumentos:
- Operaciones de mercado abierto: Se realizan, a iniciativa del Banco Central, en los
mercados financieros, para aumentar o reducir la cantidad de dinero en el sistema.
Hay varios tipos:
 Operaciones simples: Compras o ventas de activos financieros, al contado o a
plazo, con trasmisión plena de la propiedad (las compras por el Banco Central
aumentan la liquidez o cantidad de dinero y las ventas la reducen)
 Operaciones temporales, con pacto de recompra o reventa. Similares a las
anteriores pero con una finalidad coyuntural.
 Concesión o toma de préstamos con activos de garantía (la concesión aumenta
la liquidez y la toma la reduce)
 Emisión de certificados de deuda del Banco Central de plazo inferior al año (su
emisión reduce la liquidez, su cancelación al vencimiento la aumenta).
 Captación de depósitos a plazo fijo (su formalización reduce la liquidez)
- Facilidades permanentes: Son créditos o depósitos que el Banco Central pone a
disposición de los bancos para que éstos puedan ajustar su liquidez diaria (los
primeros aumentan la liquidez y los segundos la reducen)
- Fijación del coeficiente de Reservas, cR (su aumento reduce el margen de los
bancos para conceder préstamos y reduce la liquidez del sistema y su reducción lo
aumenta).
- El tipo de interés oficial de referencia. Es el tipo de interés que cobra el BC a los
bancos por las operaciones temporales. La importancia de este tipo de interés se
concreta en tres hechos: en primer lugar, en que ayuda a controlar la cantidad de
dinero que el BC desea poner en circulación. Si el BC desea reducir (aumentar) la
base monetaria, aumentará (reducirá) este tipo de interés, disuadiendo
(incentivando) a los bancos a tomar (entregar) dinero prestado, ya que eleva
(reduce) el coste del crédito. En segundo lugar, en que este tipo de interés forma

321
parte de los costes de los bancos y se traslada al tipo de interés que éstos aplican a
sus clientes. Y, en tercer lugar, en que este tipo de interés actúa como un ´mensaje´ a
los agentes económicos, que lo valoran de forma destacada, como señal de cuál es la
tendencia que seguirán los tipos de interés a corto plazo (Mochón, 2009, p. 369).

Los principales tipos de interés


Además del mencionado tipo de interés oficial, mencionamos los siguientes (Requejo,
2007, pp. 167-168), según su período de extensión:
 Tipos de interés a corto plazo, normalmente a menos de un año. Por ejemplo, el tipo
de interés interbancario, el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero entre
sí, y que sirve como referencia para determinar el coste de los créditos a terceros
(día a día, semanales, mensuales, seis meses, doce meses). Es el caso del EURIBOR
(Europe Interbank Offered Rate) réplica del LIBOR (London Interbank Offered
Rate), que se obtienen como media ponderada de un conjunto de operaciones de un
grupo seleccionado de bancos, o los tipos a corto de los pagarés de empresa,
normalmente a un plazo de hasta un año.
 Tipos de interés a largo plazo, a más de un año. Son los generalmente asociados a
los rendimientos de la deuda pública, a tres, cinco o diez años y los de las
obligaciones privadas, como los bonos de las empresas.

Otros contenidos relacionados con el tipo de interés:


 Tipos de interés de activo y de pasivo
 Tipo de interés nominal y real
 Tasa anual equivalente (TAE)
 Tipos de interés fijos y variables
 Diferencial de interés (spread) o prima de riesgo país (contenidos ampliables).

322
El Balance del Banco Central
Las operaciones anteriores quedan reflejadas en un balance que, esquemáticamente,
puede representarse como se indica en el cuadro de este apartado.

BALANCE DE SITUACIÓN (básico) del BANCO CENTRAL


al 31/12/20XX (saldos)
ACTIVO PASIVO
Importe Importe

Reservas de oro y divisas xx Efectivo en manos del público (Ep) xxx Pasivo o
Reservas Bancarias (RB) Base
Préstamos y créditos a los bancos xxxx Efectivo de los Bcos. en sus cajas(Eb) x monetaria
Depósitos de los Bcos.en el BC(DbBC) xx (BM)
Titulos o activos financieros xx
Depósitos del sector público x Pasivo
Otros activos x Otros pasivos del BC. x
no
Fondos Propios x monetario

Total Activo XXXX Total Pasivo XXXX

Si nos fijamos en el Pasivo está compuesto de dos apartados.


El primero, denominado Pasivo monetario, liquidez de base o Base Monetaria (BM),
recoge el efectivo en manos del público (Ep) y las Reservas bancarias (RB), que
integran el efectivo en poder de los bancos (Eb) y los depósitos de los bancos en el
banco Central (DbBC). Estas partidas forman el denominado dinero de alta potencia.
Históricamente, tendrían su contrapartida contable en las Reservas de oro y divisas del
Activo que, eventualmente, habría que entregar a los poseedores de los billetes a su
requerimiento, aunque hemos visto que, en la actualidad, esto no es así y su
contrapartida son otras cuentas del Activo. Estas cuentas representan los activos (oro,
divisas, créditos y préstamos frente a los bancos y otros títulos) que adquiere el Banco
Central a cambio de efectivo (o depósitos abiertos a favor de terceros) que constituyen
un proceso de monetización de activos. Se dice que el Banco Central crea base
monetaria cuando adquiere activos que paga con pasivos monetarios (o integrados en
la base monetaria, esto es, con efectivo, Ep, o con depósitos a favor de los bancos,
DbBC).

323
El segundo, denominado pasivo no monetario, recoge la deuda del Banco Central con
el Sector Público, otros pasivos de menos importancia en términos relativos y los
Fondos Propios.
Hemos visto como el Banco Central puede crear base monetaria o reducirla. Pero, a
veces, la base monetaria se modifica por factores autónomos, no controlables por el
Banco Central; es el caso de un déficit o superávit en el presupuesto público (o en la
balanza de pagos). Sin embargo, el objetivo último de las decisiones del Banco Central
es la cantidad de dinero u oferta monetaria, que es un agregado más amplio que el de la
base monetaria, aunque sobre ésta tiene un control más próximo.

La relación entre la base monetaria y la oferta monetaria


El siguiente cuadro muestra la posición del BC frente a su objetivo último: la oferta
monetaria o cantidad de dinero. En medio se encuentra la base monetaria, el agregado
más cercano a su control, aunque parcial, porque ya hemos mostrado cómo en el
proceso de creación de dinero intervienen tres agentes: el propio BC que crea la base
monetaria, los bancos, que crean el dinero bancario, los depósitos y el público, que
decide qué parte de su dinero deposita en los bancos y qué parte en ‘su bolsillo’

LA RELACIÓN ENTRE LA BASE MONETARIA Y LA OFERTA MONETARIA

Banco Central

B ASE MONETARIA
Efectivo (Ep) + Reservas Bancarias (RB)

O F E R T A M O N E T A R I A
Efectivo (Ep) + D e p ó s i t o s (Dt)

Llamamos cR al cociente entre RB y los Dt, y L a la fracción de efectivo, Ep, sobre


depósitos, Dt, que el público desea mantener. O sea, cR = RB/Dt y L = Ep/Dt
Si definimos la oferta monetaria (que queremos relacionar con la base monetaria) como
un agregado monetario, OM = Ep + Dt, tenemos que:

324
Ep Dt
+
OM Ep + Dt Dt Dt L+1
= = =
BM Ep + RB Ep RB L + cR
+
Dt Dt

Y, despejando OM, queda:

L+1
OM = BM
L + cR

La expresión (L + 1) / (L + cR) se denomina multiplicador del mercado monetario y es


siempre mayor que 1 (ya que L y cR son menores que 1).
El multiplicador está basado en los supuestos de que L y cR son constantes, lo que no es
necesariamente cierto. Sin embargo, sí nos permite establecer las siguientes
conclusiones:
- El multiplicador monetario es mayor cuanto menor sea L, ya que cuanto menor es
L, mayor es la cantidad de dinero que les queda a los bancos para crear dinero
bancario (lo que ocurriría si, por ejemplo, aumentase sensiblemente el número de
cajeros automáticos y el público considerara que puede reducir su dinero de
‘bolsillo’).
- El multiplicador monetario es mayor cuanto menor sea el cR fijado por el BC, ya
que cuanto menor es éste, más préstamos conceden los bancos y más dinero crean.
- Un aumento de la base monetaria aumentará la oferta en proporción mayor de 1, al
estar multiplicada por el multiplicador monetario.
La base monetaria, a su vez, aumentaría en los siguientes casos:
 Cuando aumenten los préstamos que el BC concede a los bancos, ya que, de este
modo, éstos pueden realizar más préstamos a terceros y crear dinero bancario.
 En operaciones de mercado abierto, cuando el BC compre títulos de deuda
pública entregando a cambio dinero de curso legal.
 Cuando aumenten las reservas internacionales por aumento de las exportaciones,
la entrada de turistas o las entradas de capital extranjero.

325
La demanda de dinero
En los apartados anteriores hemos definido el dinero y los activos financieros (depósitos
bancarios principalmente) que se comportan como medios de pago y hemos descrito
quiénes lo crean o quiénes lo ofrecen. Así, hemos definido la oferta monetaria y su
componente principal, la base monetaria.
La pregunta que surge inmediatamente es si la cantidad de dinero creada (por el BC, los
bancos y el público) es la adecuada a las necesidades de la actividad económica, si
coincide con la demanda monetaria que requiere el público, las empresas y el Estado o,
en otros términos, ¿qué efectos induciría, una cantidad de dinero inadecuada, si es que
induce algunos, en la producción, en los precios, en el empleo, en la distribución o, en
general, en la actividad económica?
La contestación a esta pregunta, una de las más importantes de la ciencia económica,
pertenece al campo de la teoría económica, y se han dado numerosas respuestas a la
misma desde diferentes escuelas económicas.
Por último, para facilitar la introducción a las teorías monetarias, mencionamos una
característica del dinero no mencionada hasta aquí: la velocidad de circulación del
dinero, o el número de veces que una unidad monetaria cambia de manos en un período
de tiempo, al realizar las transacciones económicas.
Se comprende inmediatamente que una sencilla economía que tenga por norma pagar a
todos sus trabajadores mensualmente necesita, por este concepto, una cantidad de dinero
mayor –aproximadamente el cuádruple– que otra que pague las nóminas semanalmente.
Esta reflexión puede extrapolarse a todas las transacciones y permite plantear la
siguiente identidad:
M · V = P · T79
Donde M es la cantidad de dinero existente, V es la velocidad media de circulación del
dinero, P es el precio ponderado de la transacción representativa de todas las que se
realizan, y T el número total de transacciones. Esta identidad, según la hemos
formulado, es una tautología y no constituye una teoría si no se introducen hipótesis o
supuestos sobre el comportamiento de las variables (Fernández, 2003, p.5). Sirve sólo

79
Esta formulación se conoce en la ciencia económica con las denominaciones de ‘ecuación de la
circulación social’, debida a S. Newcomb (Fernández, 2003, p. 4), ‘ecuación de cambios’, o ‘ecuación
cuantitativa’. Aunque sin esta formulación explicita, ya Cantillon había dedicado una buena parte de su
Ensayo (1755, pp. 82-127) a describir el intercambio y la velocidad de circulación del dinero en términos
parecidos. Este autor escribe: “Para estimar la cantidad de dinero circulante, hay que considerar siempre
la velocidad de su circulación” (1755, p. 88).

326
para ilustrar el concepto de velocidad de circulación del dinero y su relación con la
cantidad de dinero y los precios (contenido ampliable).

327
El sector exterior
El comercio internacional.
Una parte significativa de la actividad económica se desarrolla, en la actualidad, a través
de transacciones con el resto del mundo, que se despliegan, ya en el ámbito real, ya en
el financiero. Una parte de la producción interior se dedica a los mercados
internacionales; una parte del consumo interior se atiende con producción exterior; los
capitales atraviesan fronteras, bien para financiar proyectos empresariales, bien para
buscar activos financieros más seguros o más rentables; la población busca empleo en
países diferentes al de su residencia y envían, como remesas de dinero, parte de sus
ahorros, etc.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA EL SECTOR EXTERIOR. EL COMERCIO INTERNACIONAL


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 19

SECTOR EXTERIOR

10.Envío de fondos a Colombia de tra- 7.Inversión en cartera de un Fondo 1.Importación


bajadores colombianos en España de Inversión árabe+Q1094 en una empresa 6.Compra de deuda pública de crudo
española, y cobro de dividendos. española por un banco extranjero, y su pago.
11.Remesa de fondos de trabaja- pago de intereses y amortización. 2.Exportación de
dores españoles en Inglaterra 8.Inversión de control de una vehículos y su cobro.
empresa japonesa en una espa- 5.Cobro de una
12.Compra de acciones ñola y cobro de dividendos. subvención de la
de una sdad. americana ONU.
por un particular español 9.Préstamo de un banco español 3.Adquisición de asistencia
y cobro de dividendos a una empresa extranjera, cobro de técnica y su pago.
intereses y amortización.
CONSUMO MERCADOS DE PRODUCCIÓN
BIENES Y SERVICIOS

4.Pago de la
MERCADO FINANCIERO contribución
española a la
SECTOR ONU.
FINANCIERO

SECTOR
M ERCADOS PÚBLICO
de FACT ORES

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

En el EGAE nº19 se muestra el resto del mundo, representado en el módulo del sector
exterior, y algunas transacciones habituales con el exterior del país del EGAE
(representadas por flechas, de trazo discontinuo si representan flujos de dinero, y
continuo si representan flujos físicos de bienes y servicios). Son una muestra del
comercio internacional del país del EGAE con el resto del mundo. Por ejemplo, la
transacción 1 muestra una importación de crudo por alguna empresa española; la flecha
de trazo continuo indica el sentido en que circula el crudo, en este caso del exterior

328
hacia España, y el flujo de trazo discontinuo indica el sentido del dinero correspondiente
al pago, ahora al contrario. La transacción 2 es una exportación de vehículos fabricados
en España enviados al exterior o resto del mundo; también incluye dos flujos que se
explican de modo análogo a la transacción anterior. La transacción 3 muestra una
adquisición de asistencia técnica por alguna empresa española, suministrada por alguna
empresa extranjera; los flujos son del mismo sentido que en una importación de
mercancías. La transacción 4 representa el pago de alguna contribución de España al
presupuesto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); esta operación no tiene
otro flujo de contrapartida. La 5 se refiere al cobro, por algún organismo público
español, de una subvención concedida por la UE; igual que la anterior, esta transacción
no tiene flujo de contrapartida. La 6 es una compra de títulos de Deuda Pública española
por algún banco extranjero; esta transacción genera tres flujos: el primero, la flecha de
la izquierda, representa el dinero que entra en España para adquirir los títulos; el
segundo, la flecha del centro, corresponde a la salida de dinero de España por el pago de
los intereses y el tercero, la flecha de la derecha, es el flujo que se producirá al
vencimiento, cuando el Tesoro español devuelva el dinero correspondiente a la
amortización del principal. La 7 es una inversión de un fondo árabe en una empresa
española, que representa una participación en el capital de ésta menor del 10 por 100
(por eso se denomina inversión ‘en cartera’); el flujo de entrada representa la llegada
del dinero a España para adquirir las acciones y el de salida la posible salida de dinero
desde España, en el caso de pago de dividendos. La 8 es una operación semejante, pero
con la característica de que en este caso la inversión se denomina ‘directa’ porque el
inversor tiene intención de control sobre la empresa española. La 9 se refiere a la
concesión de un préstamo a una empresa extranjera por un banco español; esta
transacción genera tres flujos de dinero similares a los descritos en la transacción 6,
aunque de sentido contrario. La 10 y la 11 representan remesas de emigrantes y tienen
un solo flujo de fondos cada una. Finalmente, la 12 es una operación de compra de
acciones de una empresa americana por un particular español, que da lugar a dos flujos
de dinero: uno por la salida de fondos para pagar al anterior propietario americano y
otro por la entrada de fondos correspondiente a los posibles dividendos posteriores
(incidentalmente diremos que esta última transacción se calificará en el país de
residencia de la empresa adquirida como una inversión ‘en cartera’, de modo análogo a
la transacción 7 respecto de España).

329
Las transacciones anteriores son una pequeña muestra del complejo y amplio conjunto
de operaciones que componen el comercio internacional entre un país determinado y
los diferentes países del resto del mundo.

La balanza de pagos
Para tener un conocimiento ordenado y manejable del conjunto de las operaciones
económicas que los residentes de un país realizan con el resto del mundo, se ha
adoptado un estado contable, homologado internacionalmente, denominado Balanza de
Pagos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) es el organismo internacional
encargado de establecer los criterios de anotación y registro en dicho estado contable.
Según el FMI, la balanza de pagos es el documento contable que ofrece un “registro
sistemático de las transacciones económicas ocurridas durante un período de tiempo
determinado entre los residentes de un país y los residentes del resto del mundo”. Por
tanto, con arreglo a esta definición, en la balanza de pagos:
 Se registran todas las operaciones económicas entre los residentes del país y
cualquier no residente (ampliar contenido de residente).
 Se registran todas las transacciones económicas, pertenezcan al ámbito de lo real
(compra y venta de bienes o servicios) o al ámbito financiero (inversiones en
acciones, préstamos o compra y venta de activos financieros), y tengan o no
contrapartida (como las transacciones 4, 5, 10 y 11 de nuestra muestra).
 Se registran transacciones durante un período determinado, por lo que son variables
flujo.
 Las transacciones se anotan con arreglo a criterios contables. Este procedimiento
implica que las transacciones se registran según el principio de la partida doble,
esto es, cada operación se anota simultáneamente en dos apartados: Ingresos o
Pagos y Variación de Activos Financieros (VAF) o Variación de Pasivos
Financieros (VPF). Véase a continuación un cuadro con la Balanza de Pagos de
España para el año 2007.

330
La BALANZA DE PAGOS de ESPAÑA. Año 2007 (millones de €) EJEMPLO del texto

Concepto Ingresos Pagos Saldo Ingresos Pagos Saldo

CUENTA CORRIENTE 341.849 448.050 -106.201 0 20.000 -20.000

Comercial (Exportaciones/Importaciones) 184.150 272.609 -88.459 0 20.000 -20.000

Servicios 93.404 71.033 22.371


Turismo (forma parte de Servicios) 42.201 14.360 27.841
Rentas 45.331 78.244 -32.913
Transferencias corrientes 18.964 26.164 -7.200

CUENTA DE CAPITAL 6.389 1.577 4.812 0

CUENTA CORRIENTE Y DE CAPITAL 348.239 449.628 -101.389 0 20.000 -20.000

Concepto VPF VAF Saldo VPF VAF Saldo

CUENTA FINANCIERA 101.869 20.000

Sin Banco de España 87.547


Invers. Fras. directas (del exterior/de España) 43.349 84.243 -40.894
Invers. de cartera (del exterior/de España) 95.587 -7.507 103.093
Otras inversiones(del exterior/de España) 84.264 53.993 30.271 10.000 0 10.000
Otros -4.923
Banco de España 14.322
Reservas 164
Activos Eurosistema -28.239 0 -10.000 10.000
Otros activos netos 13.843
Errores y omisiones -480
Fuente: Las Cuentas de la Nación (Muñoz, 2008, p. 179).

Además, se contabiliza y ordena la información con arreglo a una estructura de cuentas


determinada. Estas cuentas o balanzas agrupan las transacciones atendiendo a su
semejanza. Son las siguientes:
- Balanza por cuenta corriente. A su vez, se descompone en cuatro subbalanzas:
 Subbalanza comercial. En esta subbalanza se registran las exportaciones de
bienes en la columna de Ingresos y las importaciones en la de Pagos
 Subbalanza de servicios. Aquí se registran las transacciones asociadas al
turismo, fletes, seguros relativos al tráfico comercial, comunicaciones y
servicios entre empresas. Las exportaciones de servicios se registran en Ingresos
y las importaciones en Pagos.
 Subbalanza de rentas. Recoge las retribuciones recibidas por los factores
nacionales (capital o trabajo) que operan en el exterior, que se contabilizan en

331
Ingresos, y las pagadas a los factores extranjeros que operan en España que se
contabilizan en Pagos.
 Subbalanza de Transferencias corrientes. Recoge transacciones o
transferencias sin contrapartida. Las recibidas se anotan en Ingresos y las
enviadas en Pagos.
 Balanza por cuenta de capital. Tiene una importancia relativa menor. Recoge las
transferencias de capital y las operaciones sobre activos no financieros y no
producidos.
 Balanza por cuenta financiera. Recoge operaciones sobre activos y pasivos
financieros, aunque están asociadas a operaciones corrientes o de capital. Se
distinguen a su vez otras subbalanzas:
 Inversión directa. Recoge adquisiciones directas de capital social de una
empresa en porcentajes superiores al 10 por 100 o préstamos matriz-filial.
 Inversión en cartera. Recoge adquisiciones menores que las anteriores, propias
de inversores que no se vinculan directamente a la dirección de la empresa.
 Otras inversiones. Recoge préstamos ligados a operaciones comerciales o
financieras a corto y largo plazo.

El siguiente EJEMPLO facilita la comprensión del procedimiento contable descrito.


EJEMPLO (Alonso, 2009, p. 174): un empresario español realiza una importación por
valor de 20.000€, paga la mitad al contado y la otra mitad con un crédito a un año
concedido por un banco extranjero.
SE PIDE su registro en la Balanza de Pagos.
SOLUCIÓN:
El registro será el siguiente: 20.000 en la columna de Pagos para reflejar el flujo físico
de la importación; 10.000 en la columna de VAF con signo negativo por la reducción
correspondiente al pago de divisas del contado; y 10.000 en la columna de VPF por la
deuda contraída con el banco extranjero, por la parte aplazada. En el esquema siguiente
se muestra el registro de esta operación:

332
Contabilización del EJEMPLO
Ingresos Pagos
Balanza por cuenta corriente
Balanza comercial 0 20.000
VPF VAF
Balanza por cuenta financiera
Otras formas de inversión 10.000 0
Variación de activos líquidos 0 -10.000

En el cuadro de la BALANZA DE PAGOS ESPAÑA 2007 hemos incluido un


suplemento en el que se muestra el traslado de este EJEMPLO a la estructura completa
de una Balanza de Pagos.

Como puede deducirse de lo dicho hasta aquí, el saldo global de la balanza de pagos
salvo errores u omisiones estadísticas80 debe ser cero. Por este motivo, para describir
las relaciones económicas de un país con el exterior se suelen tomar determinadas partes
de la balanza susceptibles de interpretarse económicamente.
- Subbalanza comercial o saldo comercial: es la diferencia entre las exportaciones y
las importaciones. Muestra en qué medida la actividad exportadora de mercancías
cubre las necesidades de importación de mercancías de un país.
- Subbalanza o saldo de bienes y servicios. Es análoga a la anterior pero extiende su
perímetro a los servicios. Se llama tasa de cobertura al cociente expresado
porcentualmente de exportaciones e importaciones, incluidas las de servicios.
- Saldo de cuenta corriente. Es la diferencia entre ingresos y pagos de las rúbricas
comercial, de servicios, rentas y transferencias corrientes. Expresa si el país en
cuestión ha gastado más de lo que le permite su renta. En caso afirmativo el país se
endeuda o pierde divisas.
- Saldo de activos líquidos. Es el saldo que registra la variación de reservas.

80
Sobre las discrepancias estadísticas, Alonso (2009, p. 176) hace dos observaciones de interés. 1ª: “el
año 2007 y para el total mundial, la partida de errores y omisiones llega a 133,2 mil millones de dólares,
que es una cantidad mayor que toda la ayuda internacional al desarrollo. Este tipo [de errores][…] se ha
amplificado como consecuencia de la liberalización creciente de los intercambios internacionales”; 2ª
“una de las consecuencias más sorprendentes de estas deficiencias estadísticas […] se produce al observar
el saldo corriente de la economía mundial […] cabría expresar que los saldos de signo positivo de unos
países se comparasen con los negativos de otros […]. No obstante, […] en 2007 el mundo registra un
superávit de cuenta corriente de 316 mil millones de dólares”. El propio FMI da algunas razones de estas
anomalías: intereses de inversiones no registradas en el país de destino, ingresos por fletes de flotas con
‘bandera de conveniencia’ no comunicados y dificultades para registrar el comercio que se produce a
través de la red de Internet.

333
Proteccionismo y librecambio
A lo largo de la historia, la actitud del Estado respecto al comercio internacional ha
oscilado entre dos extremos: el proteccionismo de la economía nacional o el
librecambio, es decir, la libertad de comercio con el exterior. Esta disyuntiva se ha
planteado en algún momento en todos los países, y ha estado mezclada con posiciones
ideológicas previas o intereses de grupos económicos, beneficiarios de un sesgo u otro
de la política de comercio exterior de cada país.
El proteccionismo implica reducir la competencia de otros países, encareciendo,
limitando, o incluso prohibiendo, la entrada de productos extranjeros. Los argumentos
que se han esgrimido a su favor, entre otros, son:
- Proteger alguna industria estratégica para la seguridad nacional.
- Proteger industrias nacionales nacientes, al menos en sus etapas iniciales.
- Evitar crisis en la balanza de pagos por déficits reiterados en la balanza por cuenta
corriente.
- Fomentar el empleo nacional, sustituyendo importaciones por producción nacional.
- Protección frente a competencia extranjera desleal.
- Para hacer frente al dumping social.

Los instrumentos o medidas proteccionistas que, en general, se han adoptado se


relacionan a continuación:
- Aranceles: impuesto que recae sobre los bienes importados. Puede ser específico, si
es una cuantía fija sobre cada unidad física importada y ad valorem, si es un
porcentaje sobre el valor de lo importado.
- Contingentes o cuotas: son limitaciones de cantidad a los bienes importados.
- Barreras no arancelarias y otros obstáculos: medidas administrativas diversas que
pretenden dificultar la entrada de productos extranjeros, tales como barreras
administrativas, sanitarias, licencias previas, subvenciones a la exportación,
dumping, subsidios a la producción nacional, control sobre los tipos de cambio,
orientados a dificultar las importaciones, etc.

El librecambio, basado en el principio del laissez-faire, deja libertad de acción a los


agentes del comercio internacional y reduce al mínimo la intervención estatal.
A raíz de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión del año 1929, se generó una
fuerte competencia entre los países que desembocó en un proteccionismo a ultranza que
duró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En este escenario proteccionista se
334
firmó, en 1947, el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio, GATT, para avanzar
en la liberalización del comercio internacional. Este acuerdo implicó una fuerte
reducción de aranceles y se establecieron unas ‘rondas’ de negociación, orientadas a la
eliminación de las barreras arancelarias. Hasta 1973 se produjo un rápido crecimiento
del comercio entre países que se frenó con la crisis del petróleo en ese año. El nuevo
brote proteccionista recurrió a barreras protectoras nuevas distintas del arancel, tales
como barreras administrativas, técnicas, etc.
En 1994 se constituyó la Organización Mundial de Comercio, OMC, que sustituyó al
GATT y se firmaron nuevos acuerdos orientados a la liberalización y seguridad en el
comercio internacional. Desde su fundación se han celebrado diversas ‘rondas’, en las
que se han abordado los problemas tradicionales del comercio mundial y otros más
recientes, como el medio ambiente o la diferenciación en el trato comercial a los países
pobres.
El resumen de la evolución de los flujos del comercio internacional indica que ha
habido una liberalización progresiva en los últimos cincuenta años que se manifiesta en
el mayor ritmo de crecimiento del comercio respecto a la evolución de las producciones
nacionales; que los intercambios se han concentrado en torno a los países
desarrollados; que la naturaleza de los flujos de comercio entre los países desarrollados
consiste, cada vez más, en el denominado comercio intraindustrial y la de los países en
desarrollo consiste en el comercio interindustrial (contenido ampliable).
Para finalizar este apartado, podemos señalar que el comercio internacional representa
un porcentaje cada vez mayor de la actividad económica mundial y cada vez más países
optan por integrar sus estrategias económicas insertándose en los mercados
internacionales. Lo que subyace a esa opción es el reconocimiento implícito de los
efectos beneficiosos de la apertura al comercio internacional. Sin embargo, ¿está bien
fundado este supuesto? ¿cuáles son los beneficios que se derivan del comercio
internacional? ¿por qué los países persisten en mantener barreras protectoras al
comercio en determinadas actividades? ¿por qué estas barreras crecen en tiempo de
crisis? (Alonso, 2009, p. 199). O, incluso, ¿hay leyes que expliquen el desarrollo del
comercio entre las naciones? ¿hay leyes que expliquen o den soporte al comportamiento
de las autoridades en esta materia? Las respuestas a estas preguntas no son objeto de
esta parte del curso y se abordan por las diferentes teorías económicas del comercio
internacional.

335
Bloques regionales del comercio internacional
Son acuerdos firmados entre distintos países que normalmente incluyen fórmulas de
liberalización comercial selectiva y discriminatoria: se eliminan barreras entre los
firmantes, pero se mantienen frente al resto del mundo.
Se distinguen tres tipos:
- Áreas de libre comercio. Normalmente eliminan aranceles internos pero sus
miembros quedan en libertad frente al resto del mundo (por ejemplo, el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte, NAFTA, entre Estados Unidos, México y
Canadá).
- Uniones aduaneras. Eliminan todas las restricciones al comercio entre sus
miembros, con supresión de aduanas y establecen una tarifa externa común a las
importaciones del resto del mundo (por ejemplo, MERCOSUR).
- Mercados comunes. Es una unión aduanera que, además, dispone de un sistema
común de legislación comercial que permite la libre circulación interior de bienes y
servicios, capital y mano de obra (por ejemplo, la Unión Europea).

El mercado de divisas
Cada país, en el interior de su economía, utiliza su propia moneda para realizar
transacciones. Pero cuando los nacionales de ese país realizan transacciones en el
ámbito del comercio internacional, necesitan establecer una relación de cambio entre
su moneda nacional y las monedas extranjeras de los otros países. Para el nacional de
un país, las monedas de otros países son moneda extranjera, son divisas.
La relación de cambio o tipo de cambio entre las diferentes monedas de los países se
determinada en los mercados de cambio o mercados de divisas. El tipo de cambio, al
ser un precio relativo, se puede expresar de dos formas equivalentes. Por ejemplo, si
para obtener 1€ hay que entregar 1’4$ podemos expresarlo así:
Tipo de cambio $/€ =1’4 indica el número de dólares necesarios para obtener un euro, o
Tipo de cambio €/$ = 0’714 indica el número de euros necesarios para obtener un dólar.

El mercado de divisas lo forman el conjunto de personas, instituciones y medios


dedicados al intercambio de divisas o monedas que se necesitan para atender los pagos
internacionales. Las normas y procedimientos de gestión y registro de las transacciones
en este mercado los dicta el FMI y el encargado de su supervisión y llevanza es el
Banco de Pagos Internacional, BPI.

336
Este mercado, que es una necesidad para el funcionamiento de la actividad económica
mundial, debe cumplir los siguientes requisitos: Liquidez, permitiendo un crecimiento
de los recursos acorde al crecimiento de los pagos internacionales; Confianza,
proporcionando seguridad y Flexibilidad, ajustándose a los cambios.
Las divisas utilizadas son el dólar, el euro y el yen, siendo utilizado el dólar, por su
relevancia, como moneda vehicular (por ejemplo, para valorar yenes en pesos
argentinos, se ‘intermedia’ con el dólar).
Este mercado no tiene una localización geográfica concreta, sino que las operaciones
tienen lugar entre los múltiples centros financieros distribuidos por el mundo, siendo los
principales Londres, Nueva York, Tokio, Frankfurt y Singapur. Casi todas las
transacciones consisten en anotaciones en depósitos bancarios. Es el mercado más
activo del mundo por volumen de negocio y funciona las veinticuatro horas del día. Las
transacciones diarias en este mercado ascendieron, en 2007, a 3,2 mil millones de
dólares (Alonso, 2009, p. 179) y, aproximadamente un tercio se negocia en Londres.
El mercado de divisas se caracteriza por tener una alta volatilidad y gran influencia
sobre el resto de la actividad económica (Alonso, 2009, p. 186) ya que, supuestos unos
niveles de precios en los países, las modificaciones en sus tipos de cambio alteran los
precios relativos y, por tanto, su competitividad.
En estos mercados actúan, de forma simplificada, dos tipos de agentes: agentes cuyo
negocio no son las divisas en sí mismas pero que requieren de éstas para completar sus
operaciones (como las utilizadas en la muestra del EGAE nº 19) y agentes cuyo negocio
son las propias divisas, como los especuladores, que asumen riesgo tomando posiciones
determinadas, y los arbitrajistas (ampliar este contenido mostrando la no existencia de
riesgo).
Para comprender mejor este mercado lo mostramos gráficamente en el EGAE nº20. Este
gráfico se deriva del EGAE nº19, en el que se ha intercalado, en forma de rectángulo de
trama gris, el mercado de divisas. Como puede verse, todas las transacciones que
utilizamos como muestra del comercio internacional ‘entran’ en este mercado para
cambiar unas monedas o divisas por otras. Hemos supuesto, por razones didácticas, que
el país del EGAE es España –el de los estudiantes–, que la moneda nacional es el euro y
que en el resto del mundo hay otras divisas, esto es, ignoramos los otros países del euro.
Puede apreciarse que todos los flujos monetarios de salida de España implican demanda
de divisas y oferta de euros y todos los flujos monetarios de entrada implican oferta de

337
divisas y demanda de euros. El EGAE muestra también una clasificación sencilla de las
operaciones que generan oferta y demanda de divisas (demanda y oferta de euros).
Entre los factores que pueden afectar a la oferta y demanda de divisas (euro incluido,
en una consideración global del mercado de divisas) y, por tanto, al tipo de cambio entre
las diferentes monedas, señalamos los siguientes:
- El nivel de renta.- Una elevación de los flujos de renta implica un mayor volumen
de transacciones en el comercio internacional y, por tanto, de importaciones y
exportaciones de bienes y servicios.
- El precio relativo de los bienes nacionales. Por ejemplo, si los precios nacionales se
encarecen respecto de los extranjeros, el consumo nacional se desplazará, vía
importaciones, hacia los bienes extranjeros.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA EL SECTOR EXTERIOR. EL MERCADO DE DIVISAS


(Su representación mediante el EGAE ) Nº 20

SECTOR EXTERIOR

10 12 7 8 9 6 6 4 3 1

MERCADO
OFERTA DE DIVISAS (demanda de €) DE DEMANDA DE DIVISAS (oferta de €)
(transacciones que la generan:11,12,7,8,9,9,6,5,2) DIVISAS (transacciones que la generan: 10,12,7,8,9,6,6,4,3,1)
O D
*Exportaciones nacionales (o importaciones extranj.) F E *Importaciones nacionales (o exportaciones extranj.)
*Turismo extranjero en España. E M *Turismo nacional en el extranjero.
*Inversiones extranjeras en España. R A *Inversiones nacionales en el extranjero.
*Remesas de trabajadores españoles en el extranjero. T N *Remesas de trabajadores extranjeros en España.
*Pagos de no residentes en España a residentes. A D *Pagos de residentes en España a no residentes.
A
11 12 7 8 9 9 6 5 2

CONSUMO M ERCADOS DE PRODUCCIÓN


BIENES Y SERVICIOS

MERCADO FINANCIERO

SECTOR SECTOR
FINANCIERO PÚBLICO
M ERCADOS
de FACTORES

RECURSOS NATURALES Y TECNOLOGÍA


CONTEXTO

- Factores financieros.- Actualmente la mayor parte de las transacciones que se


realizan en el mercado de divisas se debe a factores financieros. En 2007 la
facturación en un solo día en este mercado equivale, aproximadamente, a la quinta
parte del comercio mundial de bienes y servicios a lo largo de todo el año.
Igualmente, en un solo día se mueve un volumen de fondos igual a 1’75 veces el
total mundial anual de flujos de inversión directa extranjera (Alonso, 2009, p. 180).

338
- Los tipos de interés.- Si los tipos de interés de los activos financieros nacionales son
más altos que los tipos de interés del exterior, se hace más atractivo invertir en la
economía nacional, con lo que se reducirá la demanda de divisas.
- Las expectativas sobre el contexto político, la situación económica o sobre la
intervención de las autoridades en el propio mercado de divisas.

Los sistemas de tipo de cambio


Los tipos de cambio fluctúan a diario en función de la influencia de los factores
mencionados. Se habla de apreciación de una moneda cuando ésta se encarece en
términos de otra por la simple evolución del mercado, y de depreciación cuando se
abarata. Y se habla de devaluación cuando se trata de una decisión de política
económica, destinada a reducir el valor de una moneda en términos de otra, y de
revaluación cuando la decisión implique un incremento en el valor de la moneda.
Un sistema de tipos de cambios es un conjunto de reglas que describen el papel del
Banco Central en el mercado de divisas. Se distinguen, básicamente, dos:
- Sistema de tipos de cambio fijo. Se caracteriza por la existencia de un compromiso
de las autoridades de mantener el valor de su moneda ligado a un patrón de medida
que suele ser el dólar (o antes el oro). El compromiso consiste en vender (o
comprar) la moneda nacional para conseguir que baje (o suba) hasta el tipo de
cambio establecido.
- Sistema de tipos de cambio flotante (o flexible o libre). En este sistema el tipo de
cambio se determina sin la intervención del Banco Central, según resulte de las
fuerzas actuantes en el mercado de divisas. El tipo de cambio fluctuará ‘libremente’,
apreciándose o depreciándose. Cuando el Banco Central no cumple su compromiso
de no-intervención y actúa según su conveniencia, se dice que estamos ante un
sistema de tipo de cambio denominado ‘flotación sucia’.

339
La contabilidad nacional.

La contabilidad nacional o sistema de cuentas de la nación es un conjunto de


convenciones y técnicas contables utilizado para registrar y ordenar, por el método de la
partida doble, las transacciones económicas entre los distintos agentes económicos, para
estimar y medir la producción y otras magnitudes de significación económica. En el
caso de España, esta contabilización de las transacciones económicas la realiza el
Instituto Nacional de Estadística (INE), ateniéndose a las normas del Sistema Europeo
de Cuentas (SEC-95).
En este proceso de medición y contabilización de las transacciones, el SEC-95 agrupa
los agentes económicos con arreglo a un criterio institucional –quiénes producen– y con
arreglo a un criterio funcional –qué producen–.
En el cuadro siguiente se muestra la clasificación con arreglo al primer criterio. Como
puede apreciarse, esta agrupación se asemeja a la que hemos utilizado en el EGAE, con
la única diferencia del sector 5, ISFLSH, que nosotros consideramos integrado en el
sector 4, el módulo de Consumo. El 1 estaría representado en el EGAE por el módulo
de Producción, el 2 por el módulo del Sector Financiero, el 3 por el módulo del Sector
Público y el 6 por el módulo del Sector Exterior.

Clasificación de agentes económicos de la Contabilidad Nacional


según criterio institucional
Sector Función Fuente de ingresos
1 Sociedades no financieras Producción de bienes y servi- Sus ventas

cios de mercado.
2 Instituciones financieras Producción de servicios de Intereses y comisiones.
mediación financiera.
3 Administraciones públicas (AAPP) Producción de servicios no de Impuestos
mercado
4 Hogares(incluye las empresas Consumo (y producción para Rentas y Transferencias
individuales pequeñas) las empresas incluidas)
5 Instituciones sin fines de lucro Producción de servicios no de Aportaciones voluntarias
al servicio de los hogares(ISFLSH) mercado
6 Resto del mundo (RM) - -

Además, como se ha indicado, esta clasificación se complementa con otra de tipo


funcional que distingue a los agentes económicos transversalmente, conforme a ramas

340
de actividad. Según este criterio, las unidades se agrupan por afinidad con los bienes y
servicios objeto de su producción. Se distinguen básicamente las siguientes: rama
agraria y pesquera (agricultura y ganadería y pesca), rama industrial (energía, industria
y construcción) y rama de los servicios (comercio, hostelería, transporte y
comunicaciones, intermediación financiera, inmobiliarias, educación, sanidad, servicios
públicos, servicio doméstico y otros).
Además, la compleja variedad de transacciones que hemos visto en el proceso de la
actividad económica se reduce, en el marco de la contabilidad nacional, a algunas
categorías generales que facilitan su uso en el lenguaje económico. Se distinguen tres
grandes categorías.
- Operaciones sobre bienes y servicios. Incluye las siguientes operaciones:
 Producción, P. Es la suma de todas las cifras de negocio/ingresos de todas las
empresas de un país.
 Consumos intermedios, Ci. Representan el valor de los bienes y servicios
utilizados como insumos o inputs en el proceso de producción, excluidos los
bienes de inversión o activos fijos (como las máquinas o las instalaciones). En el
cuadro que figura a continuación se muestra una descomposición de la cifra de
negocio de una empresa tipo, que muestra la P y los Ci de dicha empresa tipo.
 Valor añadido bruto, VAB. El cuadro muestra que, por definición, el valor
añadido es la diferencia entre el valor de la producción total y el de los
consumos intermedios. Esto es, VAB = P – Ci
 Consumo privado, C. Son los bienes producidos por las empresas destinados a
ser consumidos directamente por la población del módulo ‘consumo’.

DETALLE DE LA CIFRA DE NEGOCIO


DE UNA EMPRESA TIPO
Ingresos, ventas totales o cifra de negocio (P) +XXXXXXXX
(incluidos impuestos indirectos, Ti)
- Consumos intermedios (Ci) -XXX
(compras de bienes y servicios a otras empresas)
VALOR AÑADIDO BRUTO (VAB) +XXXXX
- Retribución al factor trabajo o Salarios (S) -XX
Excedente Bruto (EBE) +XXX

341
 Consumo público, G. Son los bienes producidos, destinados a ser consumidos
por los consumidores a través del sector público.
En el EGAE nº 21 hemos consignado en rojo todas estas convenciones para
incluirlas en el formato gráfico adoptado en nuestra descripción de la actividad
económica y poder distinguirlas.
 Formación bruta de capital, FBK. Son, básicamente, los bienes de inversión
analizados en la descripción del módulo de producción. Incluye también las
materias primas, bienes en proceso de fabricación o productos terminados que se
almacenan para su uso en períodos posteriores, aunque en este caso se
denominan Variación de existencias, VEx.
 Consumo de capital fijo, D. Es la parte de la producción que se dedica a reponer
el desgaste de los bienes de inversión. Se le denomina, en términos contables,
amortización o depreciación (véase explicación de este concepto en la
descripción del módulo de producción). Puede decirse que el esfuerzo inversor
de un país o una empresa se concreta, por un lado, en la adquisición de activos
fijos o bienes de inversión nuevos, FBKF, y, por otro, en reponer el desgaste de
los viejos, D. Y, si consideramos la valoración de existencias, VEx, podemos
escribir:
Inversión bruta, IB = FBK = FBKF + VEx = FNKF + D + VEx
Inversión neta, IN = IB – D = FBKF – D + VEx = FNKF + VEx
 Exportaciones, X. Son los bienes y servicios producidos en el país de referencia
consumidos por los residentes de otros países.
 Importaciones, M. Son lo contario: bienes y servicios producidos en el exterior
y consumidos por los residentes del país de referencia.
 Impuestos, Ti y Subvenciones, Sb, que recaen sobre la producción y las
importaciones, tales como el Impuesto sobre el valor añadido, los Impuestos
especiales, los Aranceles, el Impuesto sobre actividades económicas, el
Impuesto sobre bienes inmuebles, etc. La eliminación de los impuestos permite
convertir agregados expresados a precios de mercado, que incluyen estas
partidas, a agregados al coste de los factores, que son valoraciones sin computar
los impuestos ni las subvenciones.
- Operaciones de distribución. Son aquellas operaciones mediante las cuales se
distribuye o reparte el valor añadido entre los que han contribuido a su obtención.

342
Suele distinguirse entre distribución primaria, la que hacen las empresas,
repartiendo su valor añadido entre salario al factor trabajo y demás rentas a los otros
factores, y distribución secundaria, las modificaciones en esa distribución que se
introducen posteriormente, a través de los impuestos, las subvenciones y las
transferencias.
 Remuneración de asalariados, RS. Comprende todos los pagos en dinero o en
especie realizados por las empresas como retribución al factor trabajo. Incluye
los sueldos y salarios brutos, junto con las cotizaciones a la Seguridad Social.
Nótese que en el EGAE nº 21 este flujo figura ‘saliendo’ del módulo de
producción hacia el de consumo.
 Excedente Bruto de explotación, EBE. Es una partida diferencial o residual,
como se ve en el cuadro anterior. Es lo que queda del valor añadido, descontados
los salarios. En el EGAE nº 21 este flujo se muestra como el anterior.
 Rentas mixtas, RMx. Son las rentas correspondientes al pequeño comercio,
pequeñas explotaciones agrícolas, profesionales, etc. Este concepto se ha
acuñado ante la dificultad para distinguir entre RS y EBE en las pequeñas
empresas familiares.
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CONTABILIDAD NACIONAL
(Su representación mediante el EGAE ) Nº 21

RM

CONSUMO PRODUCCIÓN M X
+-TrRM +-RRM
C método del gasto
+-TrRM C +C
+-RRM = RNDBpm AAPP +G
+PIBpm G G +IB =PIBpm
SB +X
Instituciones SECT OR PUBLICO -M
financieras
IB=FBKF+VEx D

Hogares SECT OR FINANCIERO P-Ci = PIB pm=VAB


(empr. individ.) sin impuestos ni subvenciones
ISFLSH método de la oferta
Ti Sociedades
SB< = >IB Sb no financieras
RMx
CNF RS método de la renta
EBE con imptos. y subvenc.
+Ti
-Sb
PIBpm PIBpm= +RMx
+RS
+EBE
RECURSOS NAT URALES Y T ECNOLOGÍA
CONT EXT O

343
 Rentas de la propiedad o del trabajo recibidas del o pagadas al resto del
mundo, RRM. Este tipo de operaciones aumentan o disminuyen las
retribuciones anteriores derivadas de las relaciones con el resto del mundo.
 Transferencias recibidas del o pagadas al resto del mundo, TrRM. Son
operaciones sin contrapartida pero afectan a la distribución secundaria de la
renta de modo similar a las anteriores.
- Operaciones financieras. En este apartado nos referimos sólo a la
Capacidad/Necesidad de Financiación, CNF, de una economía. Este concepto,
como veremos más adelante, informa sobre la relación de la actividad económica de
un país con el resto del mundo.
Una vez definidas las operaciones o flujos anteriores y los agentes afectados, la
contabilidad nacional se enfoca al cálculo de tres macromagnitudes principales: el
Producto Interior Bruto (PIB), la Renta Nacional Disponible Bruta (RNDB) y la
Capacidad o Necesidad de Financiación (CNF).
Para la obtención y cuantificación de los flujos correspondientes a las operaciones
anteriores, se acude a encuestas, declaraciones fiscales o administrativas, declaraciones
en las aduanas, información de las nóminas, estadísticas del Banco de España, Mº de
Economía y Hacienda y otros organismos públicos, etc.
Por otra parte, es necesario introducir algunas convenciones relativas a la acotación de
qué se mide, qué actividades se considera que forman parte de la actividad económica, y
cuáles no. Así, no entran en la producción de bienes y servicios las tareas domésticas
realizadas por los miembros de la propia familia, no se considera producción la
proliferación de peces en el mar o el desarrollo de los bosques silvestres o la lluvia, pero
sí forma parte de la producción el crecimiento de peces en una piscifactoría, de la
madera de un bosque en explotación o el embalse y transporte de agua; tampoco se
considera producción las actividades humanas básicas, como comer, dormir, etc. En
general, sólo se considera producción económica el conjunto de transacciones realizado
bajo control y responsabilidad de las unidades económicas en las que se utiliza trabajo y
capital para obtener otros productos que satisfagan, directa o indirectamente,
necesidades humanas. En otras palabras, las actividades dirigidas a la satisfacción de
necesidades a través del cambio o que ‘pasen’ por el mercado.
Además, hay que mencionar algunas particularidades que caracterizan la información de
la contabilidad nacional: no incluye, hasta ahora, la economía sumergida ni la

344
actividad amateur, la utilización de viviendas utilizadas por sus propietarios se
computa como un servicio equivalente al alquiler presunto de cada año, etc.

El Producto Interior Bruto a precios de mercado (PIBpm)


Se define como el valor, a los precios de mercado, de todos los bienes y servicios
finales producidos en un territorio o país durante un año. Las notas que caracterizan su
definición son:
- Es un flujo de bienes y servicios, sólo referido a flujos físicos.
- Finales, sin considerar consumos intermedios o ventas interempresas.
- Producidos en un país, producción interior.
- En un año, es una magnitud flujo de periodicidad habitual anual.
- Valorado en unidades monetarias.
Estas notas nos permiten definir, en el módulo de producción, el PIBpm como la
diferencia entre el sumatorio de las cifras de negocio de todas las empresas menos los
consumos intermedios. Por tanto,
PIBpm = P – Ci y también igual al VAB, supuesto que no haya impuestos, así que
PIBpm = P – Ci = VAB
(véase, en el EGAE nº 21, la parte central del módulo de producción).
Este método de obtención del PIBpm se denomina método de la producción, de la
oferta o de los valores añadidos. Como hemos visto, esta vía de obtención del PIBpm
agrega de modo homogéneo los valores de las empresas del módulo de producción,
agrupadas en las tres ramas básicas de la producción: agraria y pesquera, industria y
servicios.
Nótese que lo que se produce se corresponde con lo que se gasta y con las rentas
ganadas por los factores de producción. Estas correspondencias dan lugar a otros dos
métodos de obtención del PIBpm.
Por el método de la demanda o del gasto, el PIBpm agrega (véase parte superior del
módulo de producción del EGAE nº 21) los componentes del gasto, esto es, el gasto a
que se hace frente con la producción. Lo que hay que atender es el consumo privado, C,
el consumo público, G, los bienes de inversión que se deciden producir, IB, y lo que nos
compren fuera, X, y, para ello disponemos de nuestro propio PIBpm y de los bienes y
servicios que importamos, M. Lo anterior puede formularse así
C + G + IB + X = PIB pm + M , y por tanto,
PIB pm = (C + G + IB) + (X – M)

345
El primer paréntesis contiene la demanda interna y el segundo la demanda externa. El
total es la demanda agregada (la formulación última se muestra en la trama gris de la
parte superior del módulo de producción del EGAE nº 21, con sus componentes ligados
a los flujos de demanda que representan).
Por el método de la renta es inmediato apreciar que el PIBpm es igual a los
componentes del Valor Añadido, VAB, si no hay impuestos o subvenciones sobre la
producción y las importaciones, Ti y Sb o, lo que es igual, el PIBpm será las Rentas del
trabajo, RS, más el Excedente de las empresas, EBE. Por tanto, tendremos que
PIBpm = VA = RS + EBE
Si hubiera impuestos y subvenciones y, además, distinguiéramos entre las Rentas
Mixtas, RMx, de las pequeñas empresas individuales, tendríamos (véase la trama gris
inferior del EGAE nº 21):
PIBpm = Rentas + Impuestos - Sunvenciones = RS + EBE + RMx + Ti – Sb
Si, en el caso anterior, eliminásemos impuestos y subvenciones, obtendríamos el PIB al
coste de los factores
PIBcf = PIBpm – (Ti – Sb) = RS + EBE + RMx
Si del PIBpm elimináramos la amortización (depreciación o consumo de capital fijo),
D, obtendríamos el PINpm (Producto Interior Neto), que es una macromagnitud que
señala con más claridad las rentas que pueden repartirse los factores sin que el capital y
la capacidad de crecimiento futuro se reduzca.
PINpm = PIBpm – D

De la producción a la renta nacional disponible bruta. La contabilidad nacional se


enfoca ahora al cálculo de la renta disponible por la población –el sistema en conjunto–
para consumir e invertir o ahorrar.
En primer lugar, convertimos el producto ‘interior’ bruto en producto ‘nacional’ bruto,
añadiendo a aquél las Rentas de la propiedad o del trabajo obtenidas por los nacionales
en el extranjero y quitando las Rentas análogas de los extranjeros obtenidas en la
‘nación’. Esto es,
PNBpm ó RNB pm = PIBpm ± RRM
También podríamos depurar esta magnitud eliminando la depreciación o consumo de
capital fijo y obtener su expresión ‘neta’:
PNNpm ó RNNpm = PNBpm – D

346
y, eliminando el efecto de impuestos y subvenciones, obtenemos la Renta nacional neta
al coste de los factores
RNNcf = RNNpm – Ti + Sb
En segundo lugar, añadimos (o restamos) las Transferencias recibidas de (o pagadas al)
resto del mundo, para obtener la Renta nacional disponible bruta. O sea,
RNDBpm = RNBpm ± TrRM
(El proceso descrito se muestra en el EGAE nº 21 en la trama gris superior del módulo
de consumo)
Esta magnitud representa la suma de rentas y transferencias que pertenecen a los
agentes residentes en un territorio y obtenidos en el mismo o en otros territorios. Su
división por la población total media nos proporciona la renta per cápita o renta por
habitante.
RNDB
Renta per cápita =
Población total media

Cuando se usa el PIB obtenemos el denominado PIB per cápita


PIB pm
PIB per cápita =
Población total media

El flujo circular de la renta y el resto del mundo


Lo que hemos mostrado hasta ahora es cómo se concibe, desde la contabilidad
nacional, el flujo circular de la renta y su relación con el resto del mundo. La
generación de valor añadido en el sistema productivo da lugar a rentas que varían por la
relación con el resto del mundo, vía rentas del trabajo y de la propiedad o vía
transferencias. Así llegamos a la renta nacional disponible bruta por la población de un
país: la RNDB. Esta magnitud cuantifica la capacidad de gasto de sus habitantes para
destinarla bien al consumo, C, bien al ahorro, S. A su vez, como veremos a
continuación, el ahorro será utilizado para financiar la inversión o acumulación de
capital, IB. El siguiente gráfico ilustra esta explicación.

347
Flujo circular de la renta y operaciones con el RM

Resto del Mundo Resto del Mundo


Valor
Añadido

PIB
Exportaciones Rentas
Importaciones Gasto Renta Transferencias
RNDB

C SB
Fuente: Muñoz (2008, p. 60)

De la renta disponible a la capacidad o necesidad de financiación, CNF


La renta disponible calculada puede utilizarse en consumir la producción de bienes y
servicios, (C + G), o en ahorrar, SB (estos destinos de la RNDB se muestran en el
EGAE nº 21 en los flujos o flechas de la parte superior, indicados con C, G y SB). Esto
es, el ahorro es la parte de la renta disponible que no se utiliza en el consumo final
privado o público.
RNDB = (C + G) + SB = Consumo final + SB
SB = RNDB – (C + G) = RNDB – Consumo final
Este ahorro, SB, puede canalizarse hacia la inversión, IB, y puede ocurrir que el ahorro
sea mayor, igual o menor que la inversión realizada. Si el ahorro es mayor que la
inversión decimos que hay Capacidad de financiación frente al resto del mundo, y si es
menor, que hay Necesidad de financiación, en cuyo caso una parte de la inversión
estaría financiada por el resto del mundo (o, en otros términos, si la inversión, IB, es
mayor que el ahorro, SB, es porque se ha financiado con las operaciones realizadas con
el resto del mundo y éstas han permitido acometer una inversión mayor que el importe
del ahorro). Algebraicamente,
CNF = SB – IB y, por tanto,
CNF = 0 si SB = IB y no habrá capacidad ni necesidad de financiación,
CNF > 0 si SB > IB y habrá capacidad de financiación, y por último,
CNF < 0 si SB < IB y habrá necesidad de financiación.
348
Las convenciones de la contabilidad nacional nos muestran cómo se relaciona la
actividad económica, limitada a un país o territorio, con el resto del mundo,
precisamente a través de la cuenta CNF. (Esta relación se muestra con claridad en el
EGAE nº 21: a la parte interior del módulo de consumo llega el flujo del PIB en forma
de flujo de rentas y éste aumenta (o disminuye) con los flujos positivos (o negativos)
con el resto del mundo para determinar la renta disponible para gastar o ahorrar).
El saldo de la CNF tiene que ser el saldo de la Balanza por cuenta corriente (no
contemplamos, en esta introducción, transacciones que afecten a la balanza por cuenta
de capital).
CNF = Saldo de las operaciones corrientes con el RM

En el siguiente EJEMPLO ilustramos gráfica y algebraicamente esta relación de la CNF


con el saldo de la Balanza por cuenta corriente.

ENUNCIADO
Supongamos una economía imaginaria, IMAGIN, en la que han tenido lugar las
siguientes operaciones.

Datos económicos del país IMAGIN


Operación Agricult. Industr. Servic. TOTAL
Producción............................................. 1.500 9.800 18.000 29.300
Consumos intermedios............................ 700 3.900 7.700 12.300
Valor añadido......................................... 800 5.900 10.300 17.000
Salarios.................................................. 200 2.100 4.800 7.100
Excedente empresarial............................ 600 3.800 5.500 9.900
Rentas del trabajo recibidas del RM......................................................... 100
Rentas del trabajo pagadas al RM............................................................ 50
Rentas de la propiedad y empresa recibidas del RM................................. 350
Rentas de la propiedad y empresa pagadas al RM.................................... 1.300
Transferencias corrientes recibidas del RM.............................................. 1.150
Transferencias corrientes pagadas al RM................................................ 200
Exportaciones........................................................................................ 2.300
Importaciones........................................................................................ 3.500
FBK fijo................................................................................................ 3.200
Variación de Existencias......................................................................... 300
Consumo de las familias.......................................................................... 12.200
Consumo colectivo................................................................................. 2.500
Fuente: Las Cuentas de la Nación (Muñoz, 2008, p. 55).

349
SE PIDE
1. Calcular el PIBpm por los tres métodos.
2. Calcular la RNDBpm.
3. Calcular la CNF.
4. Mostrar en un EGAE los resultados anteriores.
5. Mostrar el reflejo de la CNF en la Balanza por cuenta corriente de IMAGIN.

SOLUCIÓN
1. PIBpm por el método del valor añadido:
PIBpm = VA agricult. + VA indust. + VA serv.=800 + 5.900 + 10.300=17.000 um
Por el método de la renta:
PIB pm = RS + EBE = 7.100 + 9.900 = 17.000 um
Por el método del gasto:
PIBpm = C + G + FBKF + VEx + X – M =
=12.200 + 2.500 + 3.200 + 300 + 2.300 – 3.500 = 17.000 um
2. RNDB = PIBpm ± RRM (trabajo) ± RRM (propiedad) ± TrRM =
=17.000 + 100 – 50 + 350 – 1.300 + 1.150 – 200 = 17.050 um
3. CNF = SB – IB
SB = RNDB – Consumo final = RNDB – (C + G) =
=17.050 – (12.200 + 2.500) = 2.350 um
IB = FBCF + VEx = 3.200 + 300 = 3.500 um
Por tanto:
CNF = 2.350 – 3.500 = – 1.150 um
El signo menos indica una Necesidad de financiación de 1.150 um
4. Se muestra el EGAE nº 22 que figura a continuación.
En el módulo de producción hemos incluido la información sobre los tres sectores
productivos. Éstos nos proporcionan el PIB por el método del valor añadido y, en
forma de rentas, llega a la población que, con la incorporación neta de las rentas y
transferencias con el resto del mundo, nos permite calcular la RNDB. Ésta se gasta
en consumir (C+G) y en invertir IB y, como el ahorro bruto, SB, es insuficiente para
financiar la inversión bruta, IB, implica que este país tiene una Necesidad de
financiación de -1.150 um, que es aportada por el saldo de la Balanza de pagos por
cuenta corriente. Hemos representado los flujos de las operaciones contempladas
con flechas de trazo rojo grueso para visualizar mejor su formación y su

350
transformación sucesiva en valor añadido, renta y gasto, junto con los añadidos
derivados de las transacciones con el RM así como la idea de circulación conocida
como ‘flujo circular de la renta’.
LA ACTIVIDAD ECONÓMICA LA CONTABILIDAD NACIONAL
(Su representación mediante el EGAE ) EJEMPLO: EL PAIS IMAGIN Nº 22

SECTOR EXTERIOR

CONSUMO PRODUCCIÓN
+50 -950 +950 +2300 -3500
RNDB C=12200 C
RRM TrRM TrRM 17.050 +12200 X M
G=2500 SECT OR
PÚBLICO
G
+2500

SECT OR FBKF
FINANCIERO IB=3200+300=3500 +3200
SB VEx
2350 +300
SB<IB

NECES IDAD DE FINANCIACIÓN PIB=C+G+FBCF+VEx+X-M=17000


NF=2350-(3200+300)=-1150
TOTAL SECTORES
Serv. Indust. Agric.
Saldo Balanza
por cuenta corriente 29300 Producción 18000 9800 1500
- 1150 12300 Consumos Intermedios 7700 3900 700
PIB 17000 Valor Añadido 5900 5900 800
+7100 RS 7100 Salarios 2100 2100 200
+9900 EBE 9900 Excedente Bruto Empr. 3800 3800 600
RECURSOS NAT URALES
CONT EXT O

5. La Balanza de pagos que figura a continuación muestra el registro de todas las


operaciones con el resto del mundo de IMAGIN.

La Balanza de Pagos de IMAGIN


Concepto Ingresos Pagos Saldo
CUENTA CORRIENTE 3.900 5.050 -1.150
Comercial (Exportaciones/Importaciones) 2.300 3.500 -1.200
Servicios 0 0 0
Rentas 100 50 50
" 350 1300 -950
Transferencias corrientes 1.150 200 950
CUENTA DE CAPITAL 0 0 0
Concepto VPF VAF Saldo
CUENTA FINANCIERA 0 -1.150 1.150
Invers. Fras. directas(del exterior/de España) 0 0 0
Invers. de cartera(del exterior/de España) 0 0 0
Otras inversiones(del exterior/de España) 0 0 0
Otros 0 0 0
Activos de reserva 0 2.300 -2.300
" 0 -3.500 3.500
" 0 100 -100
" 0 -50 50
" 0 350 -350
" 0 -1.300 1.300
" 0 1.150 -1.150
" 0 -200 200

351
El saldo de las operaciones corrientes, -1.150 um, indica cómo el conjunto de las
transacciones con el RM ha participado con este importe en la financiación
necesaria para poder afrontar inversiones, IB, por un importe de 3.500 um; el resto,
lo ha proporcionado el ahorro interno, SB, de 2.350 um.

La riqueza
Todas las operaciones que se han definido hasta ahora, en el marco de la contabilidad
nacional, son magnitudes flujo (la renta, el consumo, la inversión, etc.).
Sin embargo, todas ellas proceden de un stock previo denominado la riqueza nacional.
Esta magnitud fondo se expresa referida a un momento dado y está constituida por el
conjunto de bienes y derechos que, en dicho momento, pertenecen a las familias, las
Administraciones Públicas (AAPP) o las empresas.
El concepto de riqueza es muy similar al de patrimonio, esto es, conjunto de bienes y
derechos menos las deudas.
Los bienes pueden ser físicos, como las fábricas, los bienes de consumo, los terrenos o
las viviendas, y financieros, como las acciones, los bonos u otros títulos.
Teniendo en cuenta que la riqueza es una magnitud fondo, la relación de ésta con los
flujos de las operaciones de la actividad económica podría representarse gráficamente
como se indica en el siguiente esquema.

La relación entre el fondo de Riqueza y los flujos de la actividad económica

Riqueza actividad económica Riqueza


al i n i ci o del período desarrollo de op eraciones durante el p eríodo al fi n al del período

(FONDOS inic.) + (FLUJOS) = (FONDOS fin.)


Balance Balance
de ape rtura de cie rre
(Riqueza inicial) (Riqueza final)
RM
Activos Activos
materiales HOGARES SDES. materiales
AAP P NO FRAS.

Activos Activos
financieros financieros

Si consideramos globalmente una economía cerrada, el total de la riqueza estaría


constituida solamente por los activos físicos o materiales, ya que los financieros se
352
neutralizarían entre sí. Sin embargo, si consideramos una economía abierta, la riqueza
total de un país sería la suma de sus activos materiales más los activos financieros netos
frente al resto del mundo.

353
Los precios y la inflación
Los precios agregados. Las valoraciones nominales y reales.
Como hemos visto en capítulos anteriores, los precios son las valoraciones monetarias
que resultan en las transacciones referidas a cada unidad de producto.
Cuando se calcula la producción agregada, P, de un período, t, se multiplica la cantidad
física, q, de cada producto, i, por su precio, pi. Así
Pt = Ʃ qi · pi
Si hacemos lo mismo en otro período, por ejemplo el t+1, calculamos Pt+1, que
normalmente es diferente.
La variación entre un año y otro puede deberse a que se haya modificado la cantidad y/o
el precio de los productos. Se dice entonces que la variación se debe a la suma de dos
efectos, denominados efecto cantidad o componente de variación real, y efecto precio
o componente de variación monetaria.
Cuando calculamos la producción de varios años a los precios de cada año, se dice que
la producción de cada uno de estos años está expresada en precios corrientes. Se habla
entonces de magnitudes nominales y si calculamos la producción de esos mismos años
a los precios de un ejercicio dado, decimos que la producción de cada uno de esos años
está expresada en los precios constantes de ese ejercicio dado. Se habla entonces de
magnitudes reales.
Esta última, la producción a precios constantes, es fácil de calcular cuando se está ante
pocos productos y precios. Sin embargo, cuando se trata de complejas magnitudes
agregadas, se hace necesario disponer de un índice de precios que nos permita
convertir fácilmente magnitudes nominales en reales, y tasas de variación nominales en
reales. A este proceso consistente en eliminar el efecto precio de una serie de
magnitudes nominales para convertirlas en reales, se le denomina deflactar y, para su
cálculo, se utilizan diferentes indicadores o índices de precios (contenido ampliable).

El Índice de precios al consumo, IPC.


Es el indicador de precios más conocido. Mide la variación de los precios pagados en la
última fase de comercialización (esto es, cuando los bienes y servicios ‘entran’ en el
módulo de consumo de nuestro EGAE). Los precios de cada producto se ponderan en
función de su participación en el gasto de las familias. Lo calcula el Instituto Nacional
de Estadística, INE, como un índice de Laspeyres (contenido ampliable).

354
Para determinar la ponderación de cada producto en el gasto familiar, el Instituto
Nacional de Estadística (INE) elabora la Encuesta de Presupuestos Familiares con el
objetivo de determinar el gasto de una familia típica en alimentos, vestido, menaje, etc.
Cada mes se actualiza el incremento medio de los precios de cada uno de estos bienes
que forman la cesta de la compra –471 artículos– mediante la toma de precios en
determinados puntos de venta –130 municipios y 29.000 establecimientos–. Dado que el
comportamiento y los gustos de los consumidores cambian a lo largo de los años, se
modifica cada cierto tiempo la cesta de productos y la ponderación de cada uno de ellos.

EJEMPLO simplificado de cálculo del IPC


ENUNCIADO: calcúlese el IPC (%) del mes de julio a partir de los siguientes datos,
con respecto al mes anterior.
Tasa Ponderación
% %
IPC del Grupo de Alimentos 3 33,02
IPC del Grupo General de NO Alimentos 0,3 66,98

SOLUCIÓN
IPC julio(%) = [(3x33,02)+(0,3x66,98)]/100= 1,2%

Limitaciones del IPC. Su utilización como indicador de las variaciones de precios está
limitada por las siguientes circunstancias: no incluye los gastos derivados de la compra
de vivienda, ni los gastos por créditos hipotecarios y utiliza una cesta referida a un año
base que, aunque se revisa cada cierto tiempo, implica un cierto retraso o desfase en
adaptarse a la realidad del consumo de las familias.

Otros índices de precios


- El IPC Armonizado, IPCA.
Este índice, similar al anterior, contiene algunas diferencias en la composición de
los productos, orientadas a disponer de un índice de precios común en la Unión
Europea (contenido ampliable).
- El Índice de precios y servicios y bienes elaborados no energéticos, IPSEBENE
Este índice, orientado a la determinación de la variación de los precios sin
considerar los alimentos no elaborados y los productos energéticos, sirve para

355
calcular la inflación subyacente (la subida de precios sin tener en cuenta los
productos indicados).
 El deflactor implícito del PIB
Este indicador de las variaciones de precios muestra una panorámica más amplia de
dichas variaciones que el IPC, ya que este último incluye sólo los bienes y servicios
que integran el consumo, y el deflactor implícito del PIB incluye todos los
componentes de la demanda final (consumo, gasto público, inversión, exportaciones
e importaciones). Para su cálculo basta con dividir el PIB a precios corrientes de un
año por el PIB a precios constantes del mismo año (contenido ampliable).

La inflación
Se define como el crecimiento sostenido y generalizado de los precios.
Se mide con los indicadores de precios que hemos mostrado anteriormente.
La inflación produce un aumento nominal de las valoraciones monetarias de los bienes
y servicios, de modo que con las mismas unidades monetarias se pueden adquirir menos
unidades físicas.
Su importancia es obvia: Hemos visto que los precios son un elemento básico del
intercambio en los mercados. Su estudio, por tanto, es un objetivo prioritario de los
economistas y los bancos centrales de Europa, EEUU y Japón, entre otros, incluyen
como objetivo principal de su cometido la estabilidad de precios.
Los procesos inflacionarios son frecuentes, aunque de diferente intensidad. A lo largo
de la historia ha habido variaciones de precios intensas y prolongadas que afectaron
profundamente la actividad económica de los países que las sufrieron (por ejemplo, la
inflación que acompañó a las remesas de oro y plata procedentes de las posesiones
españolas en América, la hiperinflación de Alemania en 1922-25, las hiperinflaciones
de Argentina, Bolivia y Brasil en el siglo XX, la inflación posterior a la crisis del
petróleo del 73, la deflación que acompañó a la crisis del 29, etc.).

Modalidades de la inflación: estanflación, inflación estructural, inflación esperada o


imprevista, deflación, desinflación, inflación subyacente, inflación residual, reptante,
etc. (contenidos ampliables). Atendiendo a su intensidad, suele hablarse de inflación
moderada (entre el 3 y el 10% anual), galopante (entre el 10 y el 200%), latente (menor
del 3%) e hiperinflación (superior al 200%).(Contenido ampliable).

356
Entre los economistas hay consenso sobre la definición de los síntomas de la inflación y
de sus posibles efectos, pero no sobre su naturaleza y sus causas, sobre las que hay casi
tantas posiciones como escuelas económicas. Este aspecto correspondería afrontarlo en
la parte de esta propuesta de curso introductorio dedicada a los contenidos formales.
Respecto de los efectos de la inflación, podemos distinguir dos escenarios.
 En un escenario de inflación esperada los efectos serían entre otros:
 Incertidumbre entre los inversores
 Asimetría entre prestamistas y prestatarios. Los prestatarios pagarían menos en
términos reales y los prestamistas cobrarían menos
 Los prestamistas tenderían, en las nuevas operaciones, a incluir una tasa
adicional en los tipos de interés para compensar la inflación esperada.
 Las rentas del capital soportarían un deslizamiento hacia los tramos más altos en
el caso de los impuestos progresivos.
 Y en un escenario de inflación imprevista, los efectos serían:
 Asimetría entre deudores y acreedores: éstos perjudicados y aquéllos
beneficiados.
 La carga de la deuda pública disminuiría en términos reales.
 Trabajadores, pensionistas y jubilados verían mermadas sus percepciones en
términos reales, salvo compensaciones.
 Distorsión de los precios relativos, confusión e incertidumbre en los mercados.
 Frente al exterior, pérdida de competitividad de los productos exportados.

357
El crecimiento económico y los ciclos

Por crecimiento económico se entiende un proceso sostenido en el que los niveles de


actividad económica –los flujos del EGAE- aumentan a lo largo del tiempo.
El crecimiento económico suele asociarse a la tasa de crecimiento del PIB real, o del
PIB real per cápita, para eliminar el efecto debido al aumento de población.
En el largo período que va de 1870 a principios del siglo XXI, los datos asociados al
crecimiento económico revelan la importancia de dicho proceso. El PIB en términos
reales de la población del mundo se ha multiplicado por 42,6 veces, la población total
por 5,1, el PIB per cápita en términos reales por 8,3 y la exportación de mercancías por
115,5 veces (Alonso, 2009, p. 49).
La siguiente expresión nos proporciona una primera aproximación a las causas o
factores del crecimiento:
ó ó ó
PIBper cápita = = x
ó ó ó

ó
y, considerando que la fracción representa la productividad y la
ó
ó
fracción representa la tasa de actividad, ahora podemos escribir
ó

crecimiento económico = PIBper cápita = f(productividad, tasa de actividad).


La expresión anterior nos indica que el crecimiento económico es función,
sintéticamente, de dos factores: la productividad y la tasa de actividad.
Sin embargo, un análisis más detallado de las causas que, a su vez, pueden afectar a la
productividad y a la tasa de actividad, nos permite apreciar que el crecimiento
económico puede verse modificado por:
 Variaciones en la población activa sin que se modifique proporcionalmente la
población total (debidas, por ejemplo, a la incorporación de la mujer al trabajo,
movimientos migratorios que afecten a la tasa de actividad o cambios en el número
de horas de trabajo por persona o a cambios en la cualificación de la mano de obra).
 Variaciones en las dotaciones de capital físico (capital productivo, infraestructuras o
disponibilidad de recursos naturales) que impliquen un aumento de la producción
total.
 Mejoras en la tecnología que permitan incrementar la producción total con igual o
menor utilización de recursos.

358
 Algunos elementos que, en el ámbito del contexto, coadyuvan a la mejora de los
anteriores, tales como la estabilidad financiera, las políticas económicas y
monetarias favorables a la inversión o una cultura favorable a la actividad
empresarial.
Hasta aquí hemos agrupado los factores o causas del crecimiento económico en torno a
tres grandes elementos: el trabajo, el capital y la tecnología (contenidos ampliables).
La determinación y cuantificación del efecto que estos elementos tienen, separada o
conjuntamente, sobre el crecimiento económico, así como la interacción entre ellos, es
objeto de análisis, bajo distintos enfoques, por las teorías económicas de las diferentes
escuelas. Éstas intentan contestar, además, a interrogantes tales como “¿qué políticas
cabe desplegar para mejorar el crecimiento económico?, ¿cambia la estructura
económica a medida que se avanza en el proceso [...]?, ¿alienta este cambio la dinámica
económica?, ¿cabe detectar algún proceso de convergencia que tienda a reducir las
diferencias en los niveles de renta entre los países?” (Alonso, 2009, p. 89).
Anteriormente hemos mencionado el fuerte crecimiento económico registrado entre
1870 y el comienzo del siglo XXI. Sin embargo, este crecimiento no ha sido
uniforme. Las estadísticas del PIB confirman que la evolución temporal de la
producción ha crecido fuertemente, pero lo ha hecho de modo no uniforme, con tasas de
variación positivas y negativas del PIB. Estas variaciones del PIB se denominan ciclos
económicos, y pueden definirse como el proceso económico caracterizado por
oscilaciones intensas del PIB, acompañadas de variaciones relacionadas de la inversión,
el empleo y otras variables, con expansiones y contracciones alrededor de una
tendencia.
Algunos ciclos económicos de gran intensidad, como los iniciados en 1929 y 2007, han
tenido efectos que han excedido el marco estrictamente económico, con consecuencias
sobre otros ámbitos.
Cada ciclo económico atraviesa sucesivamente por cuatro fases: depresión,
recuperación, auge y contracción.
La naturaleza de los ciclos económicos, las causas que los activan, los motivos que
llevan a su cese, el carácter acumulativo de los procesos de crecimiento y decrecimiento
que implican o las variables involucradas, son objeto de estudio por numerosos autores
que se aproximan a este fenómeno desde los diferentes enfoques de las escuelas
económicas (contenidos ampliables).

359
IV. 3 La economía en el contexto de las ciencias: la epistemología de la economía.
 Conceptos epistemológicos introductorios:

CONTENIDOS EPISTEMOLÓGICOS PROPUESTOS


PARA UN CURSO DE INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA

Contexto de Contexto de justificación


descubrimiento
Punto de Modo de Fundamento
MÉTODO partida elaboración de de la Verificación Concepciones
de la ciencia proposiciones objetividad de la sociedad
Categorías epistemológicas Empirismo Inductivismo ´Erklären´ Contrastación
asociadas a la idea de ciencia que (causalidad) de proposiciones
reside en el ´conocimiento previo´ y supuestos.
o ´zona de desarrollo próximo´ de
los alumnos.
Monismo Holística
Falsacionismo Sistémica
Verificacionismo Subjetivista
Dualismo
Categorías epistemológicas que
surgen históricamente de posiciones
racionalistas, antipositivistas y de
resultas de la aparición de las ´Verstehen´ Contrastación
ciencias sociales. Apriorismo Deductivismo (comprensión) de predicciones

 Estatus científico de la economía: controvertido (contenidos ampliables).


 Clasificaciones de las ciencias: La de Bunge (contenidos ampliables).
 Clasificación de la economía en el conjunto de las ciencias: Ciencia Social
(opinión mayoritaria) (contenidos ampliables).
 Economía positiva y economía normativa
Esta distinción arranca de la diferenciación que suele establecerse entre
proposiciones positivas y normativas.
 Proposiciones positivas o juicios de hecho: son las proposiciones cuyos
enunciados se refieren a lo que existe/es/hay y son, por tanto, de naturaleza
descriptiva.
 Proposiciones normativas o juicios de valor: son las proposiciones cuyos
enunciados se refieren a lo que debe existir/ser/haber y son, por tanto, de
naturaleza prescriptiva.

361
La opinión mayoritaria considera que la distinción anterior establece una
diferencia relevante, dentro de la ciencia económica, entre la economía positiva
y la economía normativa. Otros consideran que lo relevante es que las
proposiciones –positivas o normativas– se presenten abiertas a la crítica y sean
susceptibles de contrastación (contenidos ampliables).
 Relación de la economía con otras ciencias: Instrumental y de dependencia
mutua (contenidos ampliables).

362
IV. 4 El objeto formal de la economía: las escuelas económicas.

Ya hemos expuesto (v. III.1.2.2) que el objeto formal de la economía está formado por
los contenidos formales que constituyen los diferentes enfoques o puntos de vista que
los economistas han adoptado para comprender y explicar los hechos que se producen
en el seno de la actividad económica (contenido ampliable). También se han expuesto
las reglas didácticas y los criterios adoptados para la presentación de dichos contenidos
(contenido ampliable).
Las introducciones a las diversas escuelas económicas que figuran a continuación
–clásica, marxista, neoclásica, keynesiana y austríaca- son una simple guía o
aproximación a dichas escuelas, y no agotan, obviamente, todos los contenidos formales
que incluye cada enfoque. Queda abierta, por tanto, la ampliación de los contenidos de
alguna o varias de las escuelas en función de los objetivos del curso, del plan de
estudios o del criterio del responsable del curso.

363
ESCUELA CLÁSICA (introducción breve ampliable).

Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque):


 Creencia en un ´orden natural´ que, mediante la búsqueda de los intereses particulares, procura el
bien global de la sociedad, o sea, en un orden que coordina la vida de los individuos y haría
innecesaria y hasta indeseable, la intervención del Estado en la mayor parte de las actividades.
 Orientación en el estudio al análisis de lo que se entendía por riqueza, al proceso de crecimiento y a
la distribución de la renta entre los grupos sociales.
 Acuñación del concepto división del trabajo como un elemento básico para explicar, junto con la
extensión de los mercados, el progreso económico.
 Consideración del trabajo como un elemento básico, medida del valor de las cosas y de sus precios.
 Consideran que el trabajo es diferente según actividades y se retribuye también con salarios
diferentes, atendiendo a diversas circunstancias.
 Utilización de datos agregados en el análisis.
 Se considera que la tierra es un bien limitado con numerosas consecuencias derivadas.
 Pesimismo sobre el crecimiento futuro, estado estacionario.
 Teoría de la población.
 ......................

Contenidos de la actividad económica


Contenidos analíticos derivados del enfoque. explicados.

* Mano invisible/Orden natural.............................. * Explicaría el funcionamiento global y sostenido


de la actividad económica.

* Trabajo no homogéneo........................................ * Explicaría, en parte, las diferencias de salarios


entre unas actividades y otras y entre diferentes
personas.

* Trabajo como medida de valor............................. * La cantidad de trabajo incorporado en las


mercancías indicaría el valor relativo entre los
bienes (precio natural).

* Precio natural........................................................ * Los precios reales se moverían hacia aquél en el


largo plazo.

* Fondo de salarios. Se define como "los * Su adelanto explicaría el beneficio del


adelantos" que el capitalista efectúa sobre los empresario como una recompensa. Sería
ingresos que obtendrá en el futuro de aquello también una aproximación al concepto de
que sus trabajadores producirán (Perdices de capital.
Blas, 2007, p. 118)

* División del trabajo.............................................. * Factor importante para explicar el progreso y el


crecimiento económico.

* Clasificación de los agentes económicos en * Determina tres fuentes de renta en la actividad


terratenientes, capitalistas y trabajadores............ económica, con implicaciones analíticas

* ……………… * ………………

364
ESCUELA MARXISTA (introducción breve ampliable).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque):
 Derivada de la escuela clásica.
 Lo económico es determinante fundamental de las relaciones sociales y del comportamiento de las
personas.
 El desarrollo de las fuerzas productivas determina, en cada etapa de la historia, formas de producción
que inducen leyes económicas diferentes, lo que implica una visión histórica de la actividad
económica.
 La sociedad capitalista quedaría dividida en dos grandes grupos sociales, derivados de su relación
con los medios de producción: la de los que tienen su propiedad y la de los que no.
 La división anterior provoca la explotación de los trabajadores no propietarios del capital y el inicio
de una dinámica que es necesario estudiar: los trabajadores se ven obligados a desarrollar más tiempo
de trabajo del que necesitan para su subsistencia, y la diferencia se la apropiaría el
empresario/capitalista.
 Visión finalista: la etapa actual estaría llamada a ser superada por otra posterior y última.
 ......................
Contenidos de la actividad económica
Contenidos analíticos derivados del enfoque. explicados

* Fuerzas productivas.............................................. * Su desarrollo determinaría contextos diferentes


con sus propias leyes económicas cada uno, que
afectarían decisivamente al comportamiento de
los agentes económicos.

* Modo de producción............................................ * Su identificación y caracterización es importante


para comprender las leyes de cada etapa
histórica que se analice.

* Relaciones de producción.................................... * Son las que se establecen entre los agentes


económicos y el capital; unos tienen su
propiedad, los capitalistas, y otros no, los
trabajadores. Quedaría establecida una relación
de dependencia de éstos frente a aquéllos.

* Clases sociales. Burguesía y proletariado........... * La sociedad quedaría dividida en dos clases. Su


existencia determinaría una desigual
participación en la distribución de la renta y
sería causa de enfrentamientos entre ambas
clases y de conflictos sociales.

* Lucha de clases................................................... * El carácter antagónico de las dos clases sociales


sería una rémora, a largo plazo, para el
desarrollo continuado de la actividad económica
y factor desencadenante de la crisis del sistema.

* Plusvalía, capital fijo y variable, tasa de * La combinación de esas categorías analíticas


plusvalía, tasa de explotación, tasa de beneficio, pretenderían explicar la acumulación de capital,
ejército de reserva,.............................................. el paro, debido a la introducción de maquinaria,
la persistencia del paro, la tendencia de los
salarios al nivel de subsistencia, la tendencia
declinante de la tasa de beneficios,...

* ………………... * ….........................

365
ESCUELA NEOCLÁSICA (introducción breve ampliable).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque):
 Se parte de la consideración de que hay necesidades ilimitadas y recursos escasos y de usos
alternativos.
 Centro de atención orientado al mercado como sistema de asignación de recursos y, por tanto, al
comportamiento de los agentes económicos que participan en él.
 Creencia en el funcionamiento del mercado como la ´mano invisible´ que hace tender la actividad
económica hacia el equilibrio, y la mejor garantía de asignación eficiente de los recursos.
 Utilización de modelos de análisis para simular por aproximación el funcionamiento de la actividad
económica.
 Se introduce el supuesto de racionalidad como hipótesis de comportamiento de los agentes
económicos –homo economicus– como supuesto más realista para analizar el objeto de la economía.
 Orientación al estudio de comportamientos individuales, en vez de agregados. Enfoque casi
exclusivamente microeconómico, y reducido, en los agregados macroeconómicos, apenas al estudio
del nivel general de precios.
 Incorporación del análisis marginal al centro del análisis.
 Subjetivista en el análisis micro y holístico o global en el análisis macro.
 .......................

Contenidos de la actividad económica


Contenidos analíticos derivados del enfoque. explicados

* Homo economicus: Conjunto de supuestos de * Explicaría el comportamiento de consumidores


comportamiento de los agentes económicos...... y empresarios dentro de la actividad económica.

* Modelo competitivo: Supuestos que concurrirían * La aproximación de la realidad a esos supuestos


en la estructura de los mercados para que éstos aseguraría la consecución de la eficiencia
tiendan al equilibrio.............................................. económica y la asignación óptima de los
recursos.

* Utilidad y escasez, utilidad marginal, * Explicarían las características de la demanda y la


maximización de la utilidad, curvas de relación entre precios y cantidades demandadas.
demanda,...............................................................

* Costes de producción, costes marginales * Explicaría las características de la producción y


crecientes, maximización del beneficio, curvas de la oferta, así como la relación entre precios y
de oferta,............................................................... cantidades ofrecidas.

* Precio de equilibrio.............................................. * Sería el punto de corte de las curvas de oferta y


demanda y explicaría el valor alrededor del que
girarían los precios reales del mercado.

* Productividad marginal de los factores.............. * Esa categoría determinaría el importe de los


salarios, intereses y rentas con que se retribuyen
los diferentes factores.

* Excedente del consumidor.................................. * Categoría que sirve para analizar la eficiencia de


los mercados.

* ……………… * ………………

366
ESCUELA KEYNESIANA (introducción breve ampliable).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque):
 Se desarrolla en un marco de crisis económica, con altas tasas de paro y, finalmente, la Gran
Depresión.
 Desconfianza en las políticas económicas de la época.
 Desconfianza, en general, en la capacidad de los mercados por sí solos para alcanzar el equilibrio
 Se inicia, con la voluntad expresa de su fundador, de criticar las tradiciones académicas anteriores.
No acepta la ley de Say, la existencia de paro voluntario, la flexibilidad de precios y salarios
preconizada por los clásicos, etc.
 Adopción de un modelo de demanda diferente al de oferta propuesto por los neoclásicos.
 Orientación al análisis de los agregados económicos y al papel estabilizador del Estado.
 ...........................

Contenidos de la actividad económica


Contenidos analíticos derivados del enfoque. explicados

*´Ilusión monetaria´ de los salarios...................... *Lo relevante en el mercado de trabajo son los
salarios monetarios y no los reales. Esta
circunstancia explicaría la lentitud en adaptarse a
los desajustes del mercado.

*Demanda efectiva insuficiente por incapacidad * Esta insuficiencia de la demanda efectiva es la


del mercado............................................................ que produce el paro involuntario.

*Inversión y expectativas (´animal spirit´)............ *La inversión tiene un papel más activo en el
crecimiento que el ahorro. La disminución de
expectativas produce, en ocasiones, una
ralentización de la inversión que es necesario
incentivar de otro modo que con el tipo de interés.

*Gasto público como estímulo de la demanda. *Base de una política económica orientada a la
reducción del paro.

*Tipo de interés...................................................... * Está determinado por la oferta y la demanda del


mercado monetario. El tipo de interés keynesiano
no afecta al ahorro; éste está determinado, sobre
todo, por la renta.

*Inflación.............................................................. *La explicación de los procesos inflacionarios


radica en la presión de la demanda agregada sobre
la oferta cuando se ha alcanzado el pleno empleo.

*Multiplicador....................................................... *Permite determinar la respuesta de la renta a un


incremento de la inversión en función de la
propensión marginal al consumo.

*............................ *........................

367
ESCUELA AUSTRÍACA (introducción breve ampliable).
Enfoque (contenidos constituyentes del enfoque):
 Subjetivismo radical. Orientación al individuo y rechazo de cualquier planteamiento holístico.
Escepticismo frente a los agregados.
 Consideran que la actividad económica forma parte de una realidad más amplia: la acción humana
 En el desarrollo de la acción humana cabe contemplar la incertidumbre, el error y las consecuencias
no previstas, por lo que la previsión resulta poco indicada. En esta concepción de la actividad
humana destaca la correspondiente a los empresarios, denominada función empresarial.
 Para esta escuela el hombre es un homo agens y lo importante son los medios que utiliza en sus
acciones para la consecución de sus fines, no siendo éstos el objeto de su análisis.
 Postulan que las instituciones sociales, por ejemplo el mercado, son el resultado de unos órdenes
espontáneos ajenos a la voluntad de los agentes.
 En línea con su visión subjetivista, proponen una metodología para la economía diferente de la de las
ciencias naturales.
 Por la misma concepción subjetivista, el valor de los bienes se determina atendiendo a las
percepciones individuales de utilidad.
 ...........................

Contenidos de la actividad económica


Contenidos analíticos derivados del enfoque. explicados

*Acción humana......................................... *Explica la actividad humana, no sólo la


económica, como una relación entre fines y
medios para alcanzar dichos fines.

*Órdenes espontáneos................................. *Este principio explica cómo el desarrollo de la


actividad humana, y en concreto la económica,
genera modos de funcionamiento no buscados
como, por ejemplo, la institución del mercado.

*Función empresarial.................................. *Este concepto se refiere a la capacidad creadora y


coordinadora de los empresarios que configura el
funcionamiento de los mercados.

*Preferencia temporal................................. *Principio que postula la preferencia en el tiempo


de los bienes presentes frente a los futuros. Así, se
concibe el tipo de interés como un ´premio´ al
ahorro, por aceptar cambiar consumo próximo por
consumos más lejanos en el tiempo.

*Ciclo económico....................................... *Conforme a esta escuela, el origen de las crisis


radica en la expansión artificial de la oferta
monetaria sin el respaldo de ahorro efectivo, que
propiciaría –al enviar señales erróneas a los
empresarios- un incremento excesivo de
determinadas inversiones y la aparición de excesos
de producción, cuya eliminación sería la
plasmación de la crisis.

*......................................... *.......................................

368
V Conclusiones
El presente trabajo se refiere, conforme al alcance que nos propusimos en la
Introducción, exclusivamente a los contenidos conceptuales que debe incluir un curso
de introducción a la economía.
En I.9 elaboramos un RESUMEN GLOBAL DE LOS CONTENIDOS a partir de una
muestra de la población de los libros de texto habituales de introducción a la economía,
y en la parte III (v. III.1.2, III.2.2, III.3.2 y III.4.2,), determinamos los contenidos que,
con arreglo a las reglas didácticas generalmente aceptadas (v. II.3), deberían incluirse en
un curso introductorio a la economía.
En esta parte V, realizamos una comparación entre ambos resultados y extraemos las
siguientes conclusiones:

1. Sobre la estructura expositiva de los contenidos.


Nuestra propuesta separa con claridad el objeto material y el objeto formal de la
economía. El objeto material sería la actividad económica, entendida ésta como la
actividad humana consistente en la producción de bienes y servicios para la
satisfacción de sus necesidades, mediante el concurso del trabajo, los recursos
naturales y la tecnología disponible; y el objeto formal, el conjunto de contenidos
derivados del enfoque de cada escuela, aportados por éstas para la comprensión de
los procesos que se dan en el seno de la actividad económica.
Esta distinción clásica –que se atiene a la separación tradicional en las ciencias del
objeto material y el objeto formal– tiene una gran utilidad didáctica, porque permite
diferenciar entre los contenidos del objeto material o de la actividad económica,
‘próximos’ a los ‘conocimientos previos’ de los alumnos, y los contenidos del
objeto formal o relativos a las teorías económicas, ‘lejanos’ a dichos ‘conocimientos
previos’.
Como hemos mostrado en la parte III, la separación clara entre los contenidos
materiales o descriptivos de la actividad económica y los contenidos formales de las
escuelas económicas, facilita el aprendizaje significativo de los alumnos, porque
permite apreciar con claridad a qué elementos de la actividad económica se refieren
las proposiciones teóricas de las diferentes escuelas.
Por su parte, los textos habituales definen el objeto de la economía como la
actividad resultante de enfrentar necesidades ilimitadas con recursos escasos.

369
Entendemos que esta definición del objeto de la economía es una mezcla del objeto
material y formal81, en la que se solapan contenidos relativos al objeto de estudio de
la economía y contenidos pertenecientes al enfoque concreto que se adopte por las
diferentes escuelas económicas.
Esta confusión o solapamiento entre el objeto material y el formal supone una
‘transgresión’ didáctica con numerosas consecuencias del tipo de las encontradas en
los textos analizados. Así, los fallos del mercado se presentan como desviaciones de
la actividad económica real frente a los supuestos teóricos del modelo, lo que podría
inducir a los alumnos, si no fuera una sinrazón, a que algunas características del
objeto material, esto es, de la actividad económica, se perciban como desviaciones
de la realidad respecto de la teoría económica; o el sector público, cuya presencia se
justifica, mayoritariamente, por la existencia de los fallos de mercado y, a veces,
como la causa de éstos; o la descripción del propio sector público, que se muestra a
retazos, desdibujado y disperso en diferentes unidades didácticas, según se van
exponiendo diferentes teorías; o los diversos enfoques macroeconómicos de cada
texto, que arrastran estructuras expositivas de contenidos diferentes para adaptarse a
los enfoques de cada escuela económica.
Las consecuencias didácticas de solapar los contenidos del objeto material (por
ejemplo, los precios que se encuentran en la realidad) con los contenidos del objeto
formal (por ejemplo, los precios de equilibrio) son relevantes, porque pueden
inducir en el alumno aprendizajes erróneos (por ejemplo, que los precios reales
tienden necesariamente, o frecuentemente, a los precios de equilibrio).
En nuestra propuesta se separan completamente los contenidos del objeto material,
que se presentan al principio del curso, de los contenidos del objeto formal, que se
presentan después. Concretamente, los fallos de mercado se presentan como
características de la actividad económica, y el sector público se describe,
separadamente, como un agente relevante de dicha actividad económica, ambos en
la primera parte; en la segunda, cada escuela presenta su propio enfoque respecto de
esos contenidos materiales.
Primera conclusión: en los textos analizados, los contenidos materiales, se
presentan mezclados o solapados con los contenidos formales o teóricos, lo que, de
81
La definición más habitual –la de Robbins- contiene implícita, incluso, una propuesta metodológica que
prejuzga, no solamente la metodología aplicable a la gran variedad de fenómenos que se producen en el
seno de la actividad económica, tal y como la definimos en este trabajo, sino el ámbito de la propia
actividad económica.

370
acuerdo con los postulados constructivistas de la enseñanza, no facilita el
aprendizaje significativo; y en nuestra propuesta didáctica, con separación clara de
los que se refieren a la descripción de la actividad económica y los que se refieren a
las teorías económicas de cada escuela, lo que, conforme a los mismos postulados
didácticos, facilita la comprensión de los alumnos sobre los contenidos de la
actividad económica y la relación de éstos con los pronunciamientos teóricos de
cada escuela.

2. Sobre los contenidos materiales.


En nuestra propuesta puede apreciarse que los contenidos materiales, o descriptivos
de la actividad económica, son numerosos y representan la mayor parte de los
contenidos del curso; esta apreciación no puede establecerse fácilmente en los textos
seleccionados, debido, como hemos indicado, a que en éstos se mezclan los
contenidos materiales y los formales. En este aspecto debemos distinguir entre los
textos universitarios y los de Bachillerato. Los de Bachillerato suelen tener un nivel
igual o superior a los universitarios en los contenidos descriptivos de la actividad
económica.
El criterio que hemos seguido en la elaboración de nuestra propuesta de curso
introductorio (v. IV), ha sido el de mostrar los contenidos descriptivos de la
actividad económica con exhaustividad, con la extensión y el alcance suficientes
para abarcar cualquiera de los elementos de dicha actividad económica que
pudieran ser objeto de estudio por las diferentes teorías económicas.
Segunda conclusión: los contenidos materiales o descriptivos de la actividad
económica de nuestra propuesta son más extensos que los de los textos analizados
en la parte I.

3. Sobre los contenidos formales.


Nos referimos en este apartado a los contenidos de las teorías económicas de las
diferentes escuelas. En los textos seleccionados hemos encontrado que estos
contenidos, –dejando aparte su exposición conjunta con los contenidos materiales
que hemos mencionado en el punto anterior –, se caracterizan por: escasa referencia
a las diversas escuelas de pensamiento económico, tratamiento similar en los

371
diferentes textos, aunque con mayor amplitud en los universitarios que en los de
Bachillerato (v. 9, en I.9) y utilización casi exclusiva del enfoque marginalista82.
En nuestra propuesta didáctica se sugiere ordenar los contenidos formales agrupados
por escuelas, presentando un número de éstas reducido, pero suficientemente
variado o multiparadigmático, que refleje la pluralidad de la ciencia económica y
ordenadas cronológicamente.
Los contenidos formales que se presentan en los textos se refieren, mayoritaria y
casi exclusivamente, al enfoque marginalista-neoclásico, y son más numerosos que
los considerados para esta escuela en nuestra propuesta de curso introductorio; por
el contrario, no presentan apenas contenidos de otras escuelas económicas.
La tercera conclusión es la diferencia encontrada en los contenidos formales, o
relativos a las proposiciones teóricas de las diferentes escuelas económicas, entre
los textos analizados en la parte I y los de nuestra propuesta didáctica. Aquellos
contemplan contenidos formales referidos, casi exclusivamente, al enfoque
neoclásico-marginalista, y nuestra propuesta incluye contenidos introductorios de
escuelas diferentes, que muestran la diversidad de enfoques económicos, y un orden
cronológico que facilita una aproximación a la evolución histórica de la teoría
económica.

4. Sobre los contenidos metodológicos y epistemológicos.


En la parte I de nuestro trabajo resumimos el tratamiento que los textos habituales
ofrecen sobre estos contenidos con dos notas: presentaban la economía como una
ciencia social y otorgaban un tratamiento mayoritariamente insuficiente de los
aspectos metodológicos y epistemológicos de la economía.

82
En un trabajo de campo realizado en 2007 por el profesor Actis di Pasquale, con algunos objetivos
similares al nuestro, de título Un análisis de los condicionantes que facilitan el Aprendizaje Significativo.
El caso de la enseñanza de Introducción a la Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y
Sociales de la Universidad nacional de Mar del Plata, se señala que “el estudio de la significatividad
lógica del material [el libro de texto introductorio] nos muestra que el tema de las Doctrinas Económicas
aparece como un texto aislado, que pasa inadvertido entre los estudiantes y no llega a ofrecer un
panorama acerca de la concatenación de las diferentes ideas. De esta manera, no resulta relacionable y,
por lo tanto no es susceptible de dar lugar a la construcción de significado. [...] A esto se suma la
derivación de contenidos que comienza a partir de la definición misma de ciencia económica, por lo que
los mismos se ven sesgados hacia una rama [escuela] de esta disciplina. [...] la experiencia demuestra que
los alumnos no pueden captar el verdadero sentido de la disciplina. La definición de economía estudiada
debería presentarse como la definición correspondiente estrictamente a la economía neoclásica, y no
como la única [...] y universalmente aceptada” (p. 53). En otro lugar se dice “es preciso indagar si la
materia [el curso] realiza una introducción a la ciencia económica o simplemente está dirigido hacia los
contenidos que les serán útiles a los alumnos en las materias correlativas, que estudian básicamente
aspectos de la economía neoclásica” (p. 23).

372
Nuestro análisis didáctico incluye la propuesta de un conjunto de contenidos
epistemológicos apropiados para un curso introductorio de economía y una
secuencia concreta en su presentación. En concreto, nuestra sugerencia incluye:
 Presentar al inicio del curso una introducción al significado de la distinción entre
objeto material y formal, en las ciencias en general y en la economía.
 Presentar una introducción más avanzada, basada en el conjunto de contenidos
epistemológicos del cuadro que figura en III.3.2, de utilidad para comprender la
caracterización epistemológica de las diferentes escuelas económicas y, en
general, de cualquier disciplina.
 Presentar y relativizar la controversia sobre el estatus científico de la economía y
otras ciencias clasificadas como sociales.
La cuarta conclusión es la notable diferencia encontrada en los contenidos de
naturaleza metodológica o epistemológica, entre los contenidos de los textos –que
consideramos insuficientes- y nuestra propuesta.

5. Sobre los contenidos relativos a la distinción entre economía positiva y normativa.


En el análisis desarrollado en la parte I concluimos que el tratamiento que ofrecen
los textos seleccionados es irregular y mayoritariamente insuficiente.
Nuestra propuesta se extiende en una definición y diferenciación de las
proposiciones positivas y normativas, en la descripción de los dos enfoques básicos
que han polarizado los pronunciamientos sobre esta materia, y en su significado y
relevancia práctica.
La quinta conclusión, referida a los contenidos sobre la distinción entre economía
positiva y normativa, pone de manifiesto un tratamiento más amplio en nuestra
propuesta didáctica, que persigue la adquisición por los alumnos de un aprendizaje
significativo en esta materia, que en los textos seleccionados, limitada en la
mayoría de los casos, a una simple definición de economía positiva y normativa.

6. Sobre los contenidos relativos a la relación de la economía con otras disciplinas.


En el trabajo realizado en la parte I se puso de manifiesto que los textos de
introducción a la economía seleccionados no abordan, en general, este
aspecto.
La propuesta didáctica que sugerimos profundiza en las relaciones de la economía
con otras disciplinas, y define y caracteriza formalmente dos tipos de relaciones:

373
instrumentales y de dependencia mutua. Relaciones que obligan a intercalar algunos
contenidos introductorios de estas disciplinas en la propuesta de curso de
introducción a la economía (v. IV).
La sexta conclusión, relativa a la relación de la economía con otras disciplinas,
muestra que nuestra propuesta didáctica introduce una sistemática en el
tratamiento de estos contenidos, para que los alumnos puedan ubicar la economía
en el contexto de las demás disciplinas, que no se encuentra en los textos
analizados.

7. Sobre los contenidos relativos al concepto de sistema económico.


En los textos analizados en la parte I se trata de modo insuficiente el significado de
este concepto u otros similares -tales como entorno, contexto, modo de producción,
etc.-, relativos a la posible influencia del marco político, social o histórico en la
actividad económica; se limitan a distinguir formas de organización económica con
mercado, sin él, o mixtas.
En nuestra propuesta didáctica no utilizamos el concepto sistema económico; en su
lugar introducimos la idea del ´contexto´ para llamar la atención del alumno sobre
las diferentes condiciones políticas, históricas, culturales, etc., en las que se
desarrolla la actividad económica, pero sin derivar en clasificaciones de sistemas
económicos o conceptos similares.
La séptima conclusión, relativa a la posible influencia de las condiciones políticas,
históricas, culturales, etc., en la actividad económica, es el diferente enfoque
ofrecido en los textos analizados y en nuestra propuesta didáctica.

8. Sobre los contenidos relativos a los límites del crecimiento.


De los textos analizados en la parte I se deduce que sólo un texto aborda, con una
mínima introducción, la problemática de los límites del crecimiento.
Nuestra propuesta aborda este asunto, indirectamente y de modo meramente
introductorio, al desarrollar los recursos naturales (v. IV).
La octava conclusión, relativa al tratamiento de los límites al crecimiento, es el
diferente tratamiento ofrecido en la mayoría de los textos analizados, que
mayoritariamente no lo tratan, y el ofrecido en nuestra propuesta.

En el cuadro siguiente se muestra un resumen de las conclusiones anteriores.

374
CONTENIDOS: diferencias entre los de los ´textos seleccionados´ y los de
´nuestra propuesta´, desarrollada conforme a las reglas didácticas habituales
tipo de contenidos presentación en los presentación según
´textos seleccionados´ ´nuestra propuesta´
Estructura expositiva de los se exponen mezclados se exponen separados:
contenidos materiales vs. contenidos materiales y formales primero los materiales,
contenidos formales (v. 2.,11.,12.,13. y 14. en I.9) después los formales
(v. III.1.2 y IV)
Contenidos del objeto material desarrollo insuficiente se desarrollan con amplitud
(la actividad económica)
contenidos del objeto formal se exponen los de la escuela se exponen contenidos
(las teorías económicas) neoclásica-marginalista introductorios de cinco escuelas
casi exclusivamente (clásica, marxista, neoclásica,
(v. 8.,9. y 10. en I.9) keynesiana y austríaca)
en orden histórico de aparición
(v. III.1.2.2 y IV)
Contenidos metodológicos y tratamiento insuficiente elaboración de un conjunto
epistemológicos (v. 3. y 6. en I.9) sistemático de contenidos
epistemológicos introductorios
(v. III.3.2 y IV)
Economía positiva y tratamiento insuficiente tratamiento amplio y abierto
economía normativa (v. 4. en I.9) (v. III.4.2 y IV)
Relación de la economía en general, no se aborda tratamiento amplio
con otras disciplinas (v. 5. en I.9) (v. III.2.2 y IV)
Sistema económico tratamiento insuficiente introducción del ´contexto´
(v. 7. en I.9) (v. III.1.2 y IV)
Límites al crecimiento en general, no se aborda introducción de esta problemática
(v. 15. en I.9) en la descripción de los
recursos naturales
(v. III.1.2 y IV)

En el trabajo desarrollado en la parte IV puede apreciarse que nuestra ´propuesta


abreviada de Curso de introducción a la economía´ enfatiza los contenidos del objeto
material. Allí se ha puesto de manifiesto que la descripción exhaustiva de la actividad
económica, previa a la exposición de las propuestas teóricas de las escuelas, es un
aspecto didáctico y epistemológico muy relevante que ocupa una parte importante del
curso. La actividad económica es una realidad muy amplia, diversa y compleja, con
numerosos elementos diferenciados que configuran, a su vez, numerosos objetos de
estudio diferentes, objetos éstos que, por su diversidad, quizás requieran metodologías
diferentes para su análisis.
Así, el sistema financiero, el mercado de trabajo, el sector público o el mercado de
divisas, por ejemplo, son contenidos o conjuntos de contenidos de tal complejidad que

375
requieren un aprendizaje y conocimiento detallado de sus características, a desarrollar
con anterioridad a la enseñanza de las formulaciones teóricas, la introducción de
hipótesis y supuestos de comportamiento, o la presentación de modelos de simulación
de su funcionamiento.
De resultas del trabajo realizado, podemos decir que, por exigencias didácticas ligadas a
la consecución del aprendizaje significativo, o sencillamente, ligadas a la comprensión
de los alumnos, procede exponer primero los contenidos materiales y después los
formales. Si no se separan ambos tipos de contenidos, se asume el riesgo de introducir
confusión en el proceso de enseñanza-aprendizaje y, eventualmente, provocar falta de
motivación en el alumno, dificultando su aprendizaje.
Nuestra ´propuesta de curso introductorio´ es pluralista: muestra varias escuelas
económicas diferenciadas. Esta pluralidad no es resultado de un posicionamiento
ideológico previo, sino la consecuencia pedagógica de algo obvio en un curso de
introducción a la economía: tratar de introducir en el proceso de enseñanza-aprendizaje
lo que encontramos en el acervo de las aportaciones de los economistas o, al menos, lo
que consideramos más relevante y diverso. Por otro lado, nuestra propuesta no excluye
la profundización, en cursos posteriores o en el propio de introducción, en el desarrollo
de los contenidos teóricos de alguna escuela concreta.
Postulamos que el aprendizaje de teorías económicas diferentes por los alumnos
contribuye, por la vía del contraste y el ´conflicto cognitivo´, a suscitar el interés de los
alumnos y a facilitar la comprensión y el aprendizaje de los diferentes enfoques que
constituyen la ciencia económica.

Entendemos que, considerando los resultados anteriores, podemos concluir que nuestra
hipótesis de trabajo, referida a los textos habituales de introducción a la
economía -sujeta a que la muestra de textos seleccionada sea representativa de la
población de libros de texto- se confirma: los textos más usuales de introducción a la
economía no se conforman, en sus contenidos y en la estructura expositiva de éstos, a
los que resultarían si se aplicaran las reglas didácticas más extendidas en la práctica
de la enseñanza y, por tanto, no contribuyen a la construcción y adquisición de
aprendizaje significativo, más bien las dificultan.

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