Este documento es la sentencia definitiva de un caso de despido. Resume lo siguiente:
1) Se confirma la decisión de primera instancia en rechazar varias de las causales de despido invocadas por el actor, pero se revoca en cuanto a una causal vinculada a la falta de registro de un período laboral.
2) En consecuencia, se hace lugar a la indemnización por despido y se calcula la suma adeudada considerando la antigüedad y remuneración del actor.
3) También se condena al pago de multas por fra
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Este documento es la sentencia definitiva de un caso de despido. Resume lo siguiente:
1) Se confirma la decisión de primera instancia en rechazar varias de las causales de despido invocadas por el actor, pero se revoca en cuanto a una causal vinculada a la falta de registro de un período laboral.
2) En consecuencia, se hace lugar a la indemnización por despido y se calcula la suma adeudada considerando la antigüedad y remuneración del actor.
3) También se condena al pago de multas por fra
Este documento es la sentencia definitiva de un caso de despido. Resume lo siguiente:
1) Se confirma la decisión de primera instancia en rechazar varias de las causales de despido invocadas por el actor, pero se revoca en cuanto a una causal vinculada a la falta de registro de un período laboral.
2) En consecuencia, se hace lugar a la indemnización por despido y se calcula la suma adeudada considerando la antigüedad y remuneración del actor.
3) También se condena al pago de multas por fra
Este documento es la sentencia definitiva de un caso de despido. Resume lo siguiente:
1) Se confirma la decisión de primera instancia en rechazar varias de las causales de despido invocadas por el actor, pero se revoca en cuanto a una causal vinculada a la falta de registro de un período laboral.
2) En consecuencia, se hace lugar a la indemnización por despido y se calcula la suma adeudada considerando la antigüedad y remuneración del actor.
3) También se condena al pago de multas por fra
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Poder Judicial de la Nación
SENTENCIA DEFINITIVA N° 65823
SALA VI Expediente Nro.: 31.643/10 (Juzg. Nª 53) AUTOS: “LEMOS SERGIO RODOLFO C/KRAVES GUILLERMO ENRIQUE Y OTROS S/DESPIDO”
Buenos Aires, 13 de noviembre de 2013
En la Ciudad de Buenos Aires reunidos los integrantes
de la Sala VI a fin de considerar los recursos deducidos en autos y para dictar sentencia en estas actuaciones practicando el sorteo pertinente, proceden a expedirse en el orden de votación y de acuerdo con los fundamentos que se exponen a continuación.
LA DOCTORA GRACIELA L. CRAIG DIJO:
Contra la sentencia de primera instancia viene en
apelación en cuanto al fondo del asunto, la parte actora, a tenor del memorial recursivo obrante a fs. 1147/1157, replicado por las demandadas a fs. 1160/1163 y por La Holando Cía. de Seguros SA a fs. 1166/vta. Asimismo, la parte demandada a fs. 1134 y la perito contadora a fs. 1174, cuestionan la regulación de honorarios. El actor en su queja se agravia por lo decidido en grado tanto en relación a la acción por despido como a la acción por reparación integral. En cuanto a la acción por despido, y tal como lo ha destacado la sentenciante de grado la relación laboral habida se extinguió por despido indirecto dispuesto por el actor quien exteriorizó su voluntad rupturista mediante telegramas del 17 de mayo de 2010, de los cuales surge la invocación por parte del trabajador de diferentes incumplimientos que han resultado injurias impeditivas de la prosecución del vínculo; tales como la consignación de una incorrecta fecha de ingreso, la falta de registración de un período; diferencias salariales derivadas de su trabajo cumplido para las demandadas, readecuación del clima y lugar de trabajo y falta de pago de intereses por atraso en la acreditación de los salarios. En el caso la sentenciante de grado ha rechazado la pretensión actora basada en todos los incumplimientos invocados, a excepción del correspondiente a la falta de pago de intereses por atraso en la acreditación de los salarios. En este orden de ideas y si bien se constató la existencia de tales atrasos en los pagos, la Sra. Juez a quo ha entendido que dicha falta no constituye injuria en los términos del art. 242 de la Ley de Contrato de Trabajo, puesto que se requiere una injuria que por su gravedad no consienta la prosecución del vínculo, extremo que no se cumplimenta en el presente caso. Así las cosas, los agravios que vierte la parte actora en su memorial recursivo se dirigen concretamente a cuestionar lo decidido en grado en relación a la suerte que han corrido las distintas causales invocadas por el trabajador para considerarse en situación de despido. En este orden de ideas, coincido en términos generales con lo decidido en grado en relación a las diferencias salariales, a la readecuación del clima y lugar de trabajo y a la falta de pago de intereses por atraso en la acreditación de los salarios, sin que advierta en el escrito recursivo en examen elemento objetivo alguno que justifique una decisión distinta. Al respecto cabe recordar que es carga del impugnante de un decisorio formular, respecto de las partes que lo afectan, una crítica concreta y razonada. Tal carga, impuesta por el art. 265 del Código Procesal (y, en el procedimiento laboral, por el art. 116 de la L.O.) implica que la expresión de agravios debe estar dotada de idoneidad procesal e intelectual, y su incumplimiento provoca la deserción del recurso. Poder Judicial de la Nación
La expresión de agravios debe consistir en una
exposición jurídica que contenga un análisis razonado y crítico de la sentencia apelada dirigida a demostrar la errónea aplicación del derecho o la injusta valoración de la prueba producida. Tal como lo ha señalado la doctrina, "la ley adjetiva requiere un análisis razonado del fallo y también la demostración de los motivos que se tienen para estimarlo erróneo, de manera que en ausencia de objeciones especialmente dirigidas a las consideraciones determinantes de la decisión adversa al apelante, no puede haber agravio que atender en la alzada, pues no existe cabal expresión de éstos”. Sin embargo y sin perjuicio de lo expuesto, lo cierto es que, en mi opinión, en relación a la causal de injuria invocada por el trabajador vinculada con la falta de registración de un período, asiste razón al recurrente. En el presente caso, el actor ha invocado haberse desempeñado desde su ingreso para alguna de las sociedades del demandado Kraves, ya sea Sauler SA, Tel Rad Cuyo SA, Klin SA, Union Factoring o Dominion Nonwovens; en las cuales Kraves era accionista, ya sea mayoritario o minoritario en el caso de la última de ellas. El actor se ha desempeñado para Sauler SA entre junio de 1990 y febrero de 1996 (fs. 470) cesando por renuncia; pasando a prestar labores para Union Factoring Bank SA (fs. 470) desde marzo de 1996 hasta junio de 1996; luego reingresó a laborar a Sauler (fs. 470/471) en el mes de julio de 1996 hasta el mes de agosto de 1997 en que cesa por renuncia; seguidamente se desempeñó para Dominion Nonwovens Argentina -PGI Argentina SA- (fs. 471) a partir del mes de septiembre del año 1997 hasta agosto del año 1999 (fs. 424/425); con un reingreso en Sauler SA que data del mes de junio del año 2000 hasta su egreso en el mes de mayo del año 2010. En autos se reclama que en el período que transcurre entre el cese en Dominion Nonwovens Argentina y el reingreso a Sauler SA, el actor prestó servicios dependientes para las tres sociedades demandadas, sin que se hubiera registrado ese vínculo. En este sentido, el testimonio de Zoya Maximiliano (fs. 314/316) resulta claro en cuanto pone en evidencia que cuando el dicente ingresó a laborar a Sauler en el año 1999, el actor ya formaba parte del staff, y que estaba como responsable de comercio exterior –importaciones y exportaciones- y después como responsable de la parte de ventas del producto de Sauler (telas no tejidas). Esta declaración aunque aislada, permite concluir que el actor con posterioridad a su egreso de Dominion Nonwovens Argentina, volvió a trabajar para Sauler SA -y otras empresas del grupo- en una fecha anterior a la que figura en los registros de dicha demandada, la cual recién lo registra como reingresante y hace los aportes correspondientes a partir del 1 de junio del año 2000. Lo expuesto pone en evidencia la falta de registración del período comprendido entre septiembre del año 1999 y junio del año 2000, la cual en mi opinión constituye injuria suficientemente impeditiva de la prosecución del vínculo. Por tanto, habiéndose acreditado la causal disolutoria expuesta, y no siendo necesaria la demostración de las restantes injurias invocadas, propongo revocar el fallo apelado y en consecuencia, hacer lugar a las indemnizaciones derivadas del despido. El planteo recursivo vinculado con las diferencias salariales pretendidas no resulta atendible, puesto que no se advierten eficazmente controvertidos los argumentos expuestos por la sentenciante de grado para proceder a su rechazo (art. 116 LO). Igual solución confirmatoria propongo en relación a la responsabilidad que le cabe a las demandadas en su calidad de sujetos empleadores plurales (art. 26, LCT) tal como ha sido expuesto en la sentencia de grado (art, 116 LO). En cuanto al cálculo de la indemnización por despido, estaré a la remuneración establecida en el informe pericial Poder Judicial de la Nación
contable (fs. 865) de $5.061,43; y a la antigüedad
reconocida por la codemandada Sauler SA (según recibos adjuntos por dicha parte a fs. 80). En consecuencia, la indemnización por despido se establece en la suma de $101.228,6; la sustitutiva del preaviso en $10.122,86 más la suma de $843,57 en concepto de SAC sobre preaviso; integración del mes de despido y salario de mayo 2010 en $5.061,43; las vacaciones proporcionales en $2.125,72; el SAC proporcional en $1.898,03. Habiendo sido acreditado el fraude en la registración del vínculo dependiente con el actor en el período comprendido entre el mes de agosto del año 1999 y el mes de junio del año 2000; corresponde condenar al pago de las multas previstas por la Ley Nacional de Empleo. En relación a la prevista por el art. 9 LE la misma no resulta procedente en atención a la falta de cumplimiento del requisito de comunicación a la AFIP (art. 11, ley 24013); sin embargo y de conformidad con lo decidido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (in re “Di Mauro José Santo c. Ferrocarriles Metropolitanos SA y otro” del 31/5/2005), dicho incumplimiento no alcanza a la multa prevista por el art. 15, ley 24.013; la cual se establece en la suma de $113.637,46. Por lo demás, y dándose en autos los presupuestos fácticos que tornan procedente el incremento indemnizatorio previsto en el art. 2 de la ley 25323, propongo que el mismo se fije en la suma de $56.818,73. A los montos precedentemente consignados deberá adicionarse el correspondiente a los intereses por falta de pago en término de los salarios por la suma de $120.91, establecida en primera instancia. Asimismo, corresponde hacer lugar al reclamo vinculado con la multa prevista por el art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo, pues las certificaciones agregadas no contienen los datos objetivos de la relación laboral. Por tanto, la misma se establece en la suma de $15.184,29; y se dispone asimismo, que las demandadas condenadas en autos, deberán hacer entrega al trabajador de las correspondientes certificaciones previstas por el art. 80 LCT, bajo apercibimiento de astreintes para el caso de incumplimiento. Los agravios vertidos en el punto IV (fs.1156 vta/1157) en mi opinión no resultan atendibles puesto que ningún elemento objetivo se ha aportado en la presentación en examen que justifique un apartamiento de lo decidido al respecto. El recurrente no efectúa una crítica concreta y razonada de los fundamentos dados al respecto en grado (art. 116 LO). Por lo expuesto, de prosperar mi voto propongo revocar el fallo apelado en cuanto a la acción por despido, y establecer el correspondiente monto de condena en la suma de $307.040,87; la cual llevará intereses de conformidad con la tasa activa promedio que utiliza el Banco de la Nación Argentina para otorgamiento de préstamos, desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago. En cuanto al reclamo por reparación integral con fundamento en el derecho civil, tampoco asiste razón al presentante. En el caso, el actor ha invocado que las condiciones del ambiente de trabajo en el cual prestaba sus labores no revestían las condiciones mínimas de orden, higiene y salubridad; argumentando asimismo que a dichas condiciones se agregaba una intensa presión por parte del demandado Kraves; todo lo cual confluyó negativamente en su salud, presentando un cuadro de profunda depresión de hipertimia displacentera y stress reactivo a conflicto laboral. De los distintos elementos probatorios aportados a la causa, no se desprende la configuración de los presupuestos de hecho que, en el marco del derecho común, permitirían establecer un vínculo de causalidad entre la minusvalía y el factor objetivo de atribución de responsabilidad. No se ha logrado demostrar que la afección que presenta el actor se encuentre vinculada causalmente con la naturaleza y modalidades del trabajo cumplido. No se probó, Poder Judicial de la Nación
en mi opinión, que el ambiente de trabajo haya provocado la
incapacidad que ostenta el trabajador o que el demandado haya hostigado al actor. Como concluye la sentenciante de grado, no se demostró que las tareas cumplidas hayan actuado como causal eficiente en el desarrollo de la incapacidad del actor, no pudiendo constituirse en un factor de causación en el ámbito normativo previsto por el art. 1113 CC. Por lo demás, no se advierte en el escrito recursivo en examen elementos objetivos que justifiquen un apartamiento de lo decidido al respecto. En cuanto a la acción por despido, propongo que las costas de primera instancia sean soportadas por las demandadas vencidas (Sauler SA, Tel Rad Cuyo SA, Klin SA) – art. 68 CPCCN- y las correspondientes a la acción entablada respecto del codemandado Guillermo Enrique Kraves, por su orden en atención a la naturaleza de la cuestión planteada (art. 68, 2do. párrafo CPCCN). Estimo los honorarios de la representación y patrocinio letrado de la parte actora, demandada Sauler SA, Tel Rad Cuyo SA, Klin SA, Guillermo Enrique Kraves y perito contador en el 16%, 12%, 12%, 12%, 12%, y 6% respectivamente del monto de condena con intereses. Las costas de esta alzada también serán soportadas por las demandadas vencidas, a cuyos efectos estimo los honorarios de los presentantes de fs. 1147/1157 y de fs. 1160/1163 en el 25% de lo regulado en la etapa anterior. En cuanto al reclamo por reparación integral con fundamento en el derecho civil, en atención a la cuestión debatida, considero que el actor pudo considerarse asistido de un mejor derecho a litigar, en consecuencia propongo que las costas de esta acción sean soportadas por su orden. En cuanto a los honorarios correspondientes a la representación y patrocinio letrado de la parte actora, demandada Sauler SA, Tel Rad Cuyo SA, Klin SA, Guillermo Enrique Kraves, la Holando Sudamericana Compañía de Seguros SA y peritos psicólogo e ingeniero; propongo mantener los regulados en grado. Ello así en atención a la naturaleza y extensión de los trabajos profesionales cumplidos en autos, al resultado final del pleito y a las pautas arancelarias vigentes (art. 38 LO, dto. 16638/57) Las costas de alzada también serán soportadas por su orden (art. 68, 2do párrafo CPCCN) a cuyos efectos estimo los honorarios de los presentantes de fs. 1147/1157, fs. 1160/1163 y fs. 1166 en el 25% de lo regulado por los trabajos cumplidos en grado.
EL DOCTOR LUIS A. RAFFAGHELLI DIJO:
Que adhiere al voto que antecede.
Por lo que resulta del acuerdo que antecede (art. 125
de la ley 18345) EL TRIBUNAL RESUELVE: A) En cuanto a la acción por despido: I. Modificar el fallo apelado. II. Establecer el monto de condena en la suma de $307.040,87, que llevará intereses de conformidad con la tasa activa promedio que utiliza el Banco de la Nación Argentina para otorgamiento de préstamos, desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago. III. Imponer las costas de primera instancia a cargo de las demandadas vencidas (Sauler S.A, Tel Rad Cuyo S.A., Klin S.A.) –art. 68 C.P.C.C.N.- IV. Imponer las costas de la acción entablada respecto del codemandado Guillermo Enrique Kraves, por su orden (art. 68, 2do. párrafo C.P.C.C.N.). V. Fijar los honorarios de la representación y patrocinio letrado de la parte actora, demandada Sauler S.A., Tel Rad Cuyo S.A., Klin S.A., Guillermo Enrique Kraves y perito contador en el 16%, 12%, 12%, 12%, 12% y 6% respectivamente del monto de condena con intereses. VI. Imponer las costas de esta alzada a las demandadas vencidas. VII. Fijar los honorarios de los presentantes de fs. 1147/1157 y de fs. 1160/1163 en el 25% de lo regulado en la etapa anterior. B) En cuanto al Poder Judicial de la Nación
reclamo por reparación integral: I. Confirmar lo decidido
en primera instancia. II. Imponer las costas de primera instancia por su orden. III. Imponer las costas de alzada por su orden. IV. Fijar los honorarios de los presentantes de fs. 1147/1157, fs. 1160/1163 y fs. 1166 en el 25% de lo regulado por los trabajos cumplidos en grado.
Oportunamente, cúmplase con lo dispuesto en el art. 1º
de la ley 26856 y con la Acordada de la CSJN Nº 15/2013. Regístrese, notifíquese y vuelvan