Apuntes de Filosofia Juridica Primer Parcial

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TEMA 1

INTRODUCCION A LA FILOSOFIA DEL DERECHO

1. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

Es imperioso determinar inicialmente qué la Filosofía, es considerada como una ciencia madre
de la cual se desprenden casi todas las disciplinas especializadas que actualmente conocemos.
Centra sus intereses en la reflexión, sobre temas como la moral, la belleza, la ética, la
experiencia, el lenguaje y la existencia misma.

Esta ciencia que, surgió en el siglo VI a.C. en Grecia, de forma cuidadosa y detallada, busca dar
respuesta a una variedad de interrogantes, es por ello que se originó como una forma racional de
explicar los fenómenos que suceden en la naturaleza, a través de la promoción de las propias
capacidades humanas y marcando distancia de las explicaciones míticas, que para esa época,
predominaban en la cultura griega.

El termino filosofía proviene de los vocablos griegos filein “amar” y sofía “sabiduría”,
entendiéndose como amor al saber, a la sabiduría, pasión por comprender. Es imposible
comprender qué cosa es la filosofía sin tomar en consideración sus orígenes, su historia
particular y el lugar que aún ocupa en el mundo contemporáneo.

La filosofía es distinta de la búsqueda propuesta por la religión, ya que esta última se sustenta en
la fe, mientras que la filosofía lo hace en la razón humana. Se aleja también del esoterismo, el
ocultismo y las pseudociencias en que trabaja, con saberes comprobables, lógicos, organizados y
legítimos.

Sin embargo, dado que los campos de estudio filosóficos son tan amplios, éstos suelen coincidir
con los de muchas otras disciplinas; pero a la vez la filosofía los trasciende. A muy grandes
rasgos, es un saber sobre el saber, o sea, es pensamiento sobre el pensamiento mismo y sobre el
ser humano capaz de producirlo.

Existen variedad de definiciones sobe la Filosofía, según los diferentes estudiosos y expertos en
la materia, definiciones que también se han ido modificando según el transcurso de las etapas o
edades de la historia (edad antigua, edad media, moderna, contemporánea). En realidad no existe
una definición de la filosofía en la que todos los filósofos estén de acuerdo, el fondo común que
coinciden todas las definiciones y todos los sistemas de la filosofía es en el mismo objeto: “la
sabiduría”, por ello simplemente nos limitamos a mencionar definiciones generales sobre esta
ciencia.

“Filosofía. Hoy suele entenderse como reflexión sobre los fundamentos del saber y de la
conducta, ya en general, ya en campos más o menos específicos” (Diccionario enciclopédico
Grijalbo. 1986)
“El conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos de las
cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo” (Diccionario de Oxford
Languages)

2. RAMAS DE LA FILOSOFÍA

Las ramas y los problemas que componen la filosofía han variado a través de los siglos. Con el
tiempo, algunas ramas de la filosofía se han independizado como el estudi0o de los cielos que
hoy llamamos astronomía, o la antropología hoy ciencia independiente, por ello en los
diferentes textos y libros sobre filosofía, existe bastante variación en lo que respecta a las ramas
de esta ciencia.

Entre sus ramas tradicionales se pueden mencionar a la Epistemología, Metafísica, la Ontología,


Gnoseología, Ética, Estética y la Lógica que actualmente se encuentra a un paso de convertirse
en una ciencia independiente, e incluso algunos autores ya la consideran como tal. Otros autores
incluyen a la Axiología, la Filosofía de la ciencia y muchas otras.

La filosofía también puede tener un objeto de estudio en particular, un fenómeno de nuestra


realidad, por lo cual tiene diferentes áreas de estudio, como la Filosofía de la Religión, la
Filosofía del Lenguaje, la Filosofía de La Historia, la Filosofía de la Política, la Filosofía del
Derecho, etc.

3. EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO

La Filosofía del derecho, área especializada de la filosofía que estudia los fundamentos morales
y espirituales del derecho, analizando la relación entre el Estado y el ciudadano, surge en la
edad antigua, con una serie de reflexiones sobre los fundamentos filosóficos de la ley y de la
justicia, si bien, claro está el término “filosofía del derecho” no se acuñó hasta el siglo XVIII.

La Filosofía del Derecho emerge como reflexión sobre cuestiones jurídicas con la intención de
hallarles una explicación razonada y razonable, porque de ella se posee un confuso
conocimiento previo. Es pasar de la opinión al conocimiento (como decía Platón: la simple
opinión es un término medio entre el saber y la ignorancia). Mientras no se cuestionan las
opiniones y las creencias y no se adopta una actitud crítica, no aparece el logos, es decir, la
filosofía, que se presenta como una reflexión sólida que tiene su fundamento en una
argumentación racional crítica.

La filosofía del Derecho surge con los sofistas griegos, quienes pusieron en discusión el origen
divino del derecho, comenzaron a distinguir entre lo justo natural y lo justo legal, surgió así la
pregunta sobre si la justicia (diké) y las leyes (nómoi) se fundaban en la naturaleza o eran el
producto de una convención establecida por el hombre. Pensamientos que ya reflejaban,
reflexiones filosóficas a cerca de la naturaleza de las normas jurídicas y que configuran los
inicios de la Filosofía del Derecho.
Posteriormente, con San Agustín, quien sentó las bases filosóficas de la edad media, surge la
filosofía escolástica que propugna la tesis que la ley positiva contraria a la ley natural no es
verdadera ley, sino corrupción de ley, y por tanto no merece obediencia. La elaboración filosófica
medieval del Derecho Natural, aunque no se la pueda considerar como Filosofía del derecho, tal
como actualmente la conocemos, sí puede decirse que es una verdadera Filosofía sobre el
Derecho, que se apoya en la Teología cristiana. El iusnaturalismo, por algunos no aceptado como
Filosofía del Derecho, es todo un tratado de axiología jurídica porque establece una legalidad
superior que es modelo, fundamento y justificación del derecho positivo humano.

Durante el paso del siglo XVIII al XIX el término Derecho Natural va paulatinamente siendo
sustituido por el de Filosofía del Derecho, porque comienza a darse una nueva metodología en
la reflexión filosófica del derecho.

Esquemáticamente el origen de la Filosofía del Derecho puede configurarse de acuerdo a


las siguientes etapas:

PRIMERA ETAPA

La filosofía del Derecho tiene históricamente, sus primeros antecedentes en la concepción de un


derecho natural, que se supone opuesto al derecho positivo determinado por las leyes del Estado,
de esta manera, el pensamiento filosófico jurídico propiamente dicho se inicia con los sofistas,
pues son estos los primeros en contraponer claramente naturaleza “physis” y la Ley “nomos”.

SEGUNDA ETAPA

En el siglo XVI empieza la formación sistemática de un derecho natural, cuya raíz se busca en la
naturaleza especifica del hombre, o sea en su razón. Las concepciones y principios de ese
derecho natural son desarrollados por la razón pura, de modo “a priori”, concepción que llega a
dominar particularmente desde Hugo Grocio, muchas veces se combinan estas orientaciones con
la teorización de un estado de naturaleza de la humanidad, por ejemplo, en Thomas Hobbes y
Jean Jacques Rousseau. Hasta el siglo XIX puede decirse que el Derecho Natural como doctrina
coincidió con la propia Filosofía del Derecho.

TERCERA ETAPA

Al iniciarse el siglo XIX, el Termino Filosofía del Derecho comienza a ser utilizado ya
significativamente, en concordancia con una actitud crítica al Derecho Natural, esta etapa esta
puntualizada o concretada con la posición de los pensadores de la escuela Histórica del Derecho,
quienes rechazando pretendidos principios inmutables en el Derecho, mostraron en cambio su
naturaleza mutable e histórica.

CUARTA ETAPA
A partir del siglo XX, como reacción contra el historicismo y contra el positivismo, se retorna de
diversos modos a la idea de un Derecho Natural, idea que ha vuelto a inyectar, casi enteramente a
la Filosofía del Derecho contemporánea.
QUINTA ETAPA

Desde mediados del siglo XIX, la Filosofía del Derecho, ha ido estructurándose siguiendo la
influencia del idealismo clásico, particularmente las ideas de Inmanuel Kant y también de Hegel,
las orientaciones formalistas y normativistas tienen su raíz en aquellas ideas, ahí están
fundamentalmente las doctrinas de Rudolf Stammler, Hans Kelsen, Fritz Schreier, Etc.

SEXTA ETAPA

Ya en el siglo XX, se muestra que puede existir y existe, efectivamente, con fundamentos
propios, una Filosofía del Derecho independiente de las posiciones historicistas y de las
configuraciones iusnaturalistas. Esta nueva filosofía del Derecho se orienta en sentido exclusivo
de sus notas diferenciales, en relación a otras ciencias y en sentido de su carácter de disciplina
universalista destinada al estudio de los problemas generales del Derecho, tarea en la que puede
utilizar los métodos filosóficos y científicos más adecuados a su objeto.

Tema 2
EXPRESIONES DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS
SOBRE El DERECHO EN LA EDAD ANTIGUA Y LA EDAD MEDIA

1. EL CONTEXTO DE LA EDAD ANTIGUA

La Filosofía del Derecho antigua hizo importantes aportes al conocimiento de valores, como la
justicia, es en general, una Filosofía del orden. Se abordó el orden natural, el orden humano y el
orden divino, esto principalmente cuando -al final- se preparaba el camino para la santidad
medieval.

La cultura griega, más cohesionada, tuvo su centro de gravedad en el Derecho Público,


identificado al fin por los requerimientos de justicia general. La cultura romana, más constituida
por yuxtaposición, tuvo su núcleo en el Derecho Privado, caracterizado en última instancia por
las exigencias de justicia particular.

El espíritu crítico de los griegos les impulsó a reflexionar y discutir sobre la esencia del derecho
y la justicia.

2. LA ESCUELA PRESOCRÁTICA

La filosofía presocrática reune una serie de doctrinas concebidas por un grupo de pensadores
griegos, anteriores a Sócrates, que estaban preocupados por comprender y descifrar el origen
natural de todo aquello que les rodeaba. Estos pensadores griegos comenzaron a desarrollar una
serie de reflexiones racionales o logos, acerca de cuál era el principio de las cosas. Los filósofos
presocráticos iniciaron el llamado paso del mito al logos, es decir, iniciaron el pensamiento
racional. Fueron los primeros pensadores en romper con el esquema del pensamiento mitológico.
3. LA ESCUELA PITAGÓRICA

El Escuela Pitagórica, llamada así por su fundador, Pitágoras fue una corriente religiosa y
filosófica conformada por músicos, filósofos, astrólogos y matemáticos, que se ocupaba del
estudio de las matemáticas y de practicar el ascetismo.

Para Pitágoras la Justicia consistía en “lo igual multiplicado por lo igual”, o sea, “el número
cuadrado, porque produce lo mismo por lo mismo”, armonía que se manifiesta tanto en la moral
como en el Derecho, “como relación aritmética de igualdad entre dos actos o acciones” idea de
Justicia que posteriormente perfeccionaría Aristóteles.

4. LOS SOFISTAS.-

Vivieron alrededor del siglo V a.C. en Atenas, fue el primer grupo de filósofos griegos que se
ocuparon del problema humano, de la Política y de la Moral. Los Sofistas despertaron el espíritu
crítico de la gente de aquella época, cuestionaban si la Justicia tenía un fundamento natural y
objetivo, o si solo dependía de la voluntad y los intereses individuales. Según ellos la diferencia
entre justicia e injusticia no es obra de la naturaleza ni de la razón, sino más bien, producto de
opiniones y convencionalismos humanos, porque “lo justo” y “lo legal”, venían a ser la misma
cosa. Sus críticas agudas hacia el Derecho positivo de la época, beneficiaron a la ciencia jurídica
en lo referente a sus fundamentos axiológicos

Entre sus principales representantes estan están: Protágoras, fundador del Subjetivismo,
Gorgias, fundador del Relativismo, Calicles y Transímaco, quienes afirmaban que no había
ninguna razón valedera para obedecer a las leyes, si ellas acarreaban al hombre algún daño o
incomodidad, porque las leyes no eran más que la imposición arbitraria de la voluntad del más
fuerte‖ Hipias, fue el primero en plantear la cuestión del origen de las leyes, Hizo por primera
vez, la distinción entre Derecho natural y Derecho positivo

5. SÓCRATES

Nacido en el 470 a.C., no escribió nada, todo lo que ha trascendido de él es gracias a sus
discípulos, entre los que se encontraba Platón.

Según su concepción moral del Derecho, la justicia, es la virtud que rige las relaciones entre los
hombres; es el conocimiento y la observancia de las leyes que rigen las relaciones humanas.
Estas leyes pueden ser escritas, porque rigen las relaciones de los ciudadanos y no escritas, las
que proceden de un legislador superior, y se nos dan a través de la razón; (primeras ideas sobre
el Derecho natural).
Sócrates proclamó la obediencia incondicional a las leyes del Estado, inspirándose en que las
leyes humanas o Derecho positivo y la organización política o Estado, eran indispensables para
la existencia y perfeccionamiento del ser humano. Según Sócrates el hombre debe someterse a
las leyes aunque sean injustas, argumentaba que “es mejor sufrir una injusticia que cometerla”.

6. PLATÓN.

Platón, (427- 347 a.C.), fue el discípulo más brillante de Sócrates, sus obras fueron escritas bajo
la forma de diálogos entre las cuales tenemos: “La República”, obra maestra del genio universal,
que trata de “lo justo” en el Estado ideal. Para Platón, los males sociales terminarían cuando los
filósofos o sabios lleguen al poder, porque la Polis o Ciudad deberá ser fundada en el
conocimiento verdadero que es estrictamente racional.

Es necesario mencionar dos ideas originales aportadas por Platón a las ciencias jurídicas: La idea
del Estado como medio propicio al pleno desarrollo del individuo porque la vida humana solo
puede alcanzar su fin último en el seno de la ciudad, y la ciudad (polis), tiene como misión
primordial hacer virtuoso al hombre, creando las condiciones necesarias para su
perfeccionamiento‖.

El Bien común, como criterio principal de la actividad política, puesto que el postulado
fundamental es el de la subordinación inflexible de las partes al todo, y por lo tanto, de las clases
sociales y de sus miembros al Bien común de la sociedad.

Para Platón la función del gobierno debe quedar en manos de los mejores. La base de este ideal
tiene su raíz última en el análisis de la naturaleza humana, porque para él, la República humana
no era más que un agregado de individuos: “En La República nos habla de cinco formas de
gobierno. Solo una es justa y legítima: La del gobierno de los sabios, o sea, la aristocracia del
espíritu”

7. ARISTÓTELES-

Aristóteles nació en Estagira, (384-322 a.C.), fue discípulo de Platón, estudió a la Justicia, en sus
manifestaciones sociales, viendo que en la sociedad cumplía una función de proporción y
medida; es decir, un equilibrio sin el cual sería imposible el mantenimiento del orden social.

La Justicia para Aristóteles, es más virtud social, que individual, que obliga a todos a respetar el
bien ajeno. Es llamada a regir las relaciones entre los miembros de una comunidad. Afirma que
la justicia universal representa la suma de las virtudes en las relaciones sociales; en cambio, la
justicia particular es una parte del total de las virtudes, que tiene como objeto la distribución e
intercambio de bienes

La Justicia particular se manifiesta bajo dos formas:


- Justicia conmutativa, cuando se trata de intercambio de cosas y bienes, exigiendo
igualdad entre los valores intercambiados, sin consideración a las personas, al
grado ó al mérito de ellas.

- Justicia distributiva, se refiere al reparto de ciertos bienes entre determinadas


personas atendiendo a sus merecimientos y méritos. Se basa en la proporción

Respecto al Derecho Natural, al que Aristóteles llama “lo justo por naturaleza”, afirma que se
funda en la naturaleza de las cosas y es independiente de las leyes positivas y de las resoluciones
que los hombres puedan tomar en un sentido u otro. Sostenía la Inmutabilidad del Derecho
Natural impreso en la naturaleza del hombre.

Respecto al Derecho Positivo, busca aplicar la idea universal de Justicia a circunstancias


concretas de la vida social y política, porque la idea inmutable de la ley natural, vive, se
desenvuelve y se diversifica en las leyes humanas, ya que, en éstas, el principio ideal de la
Justicia, es una especie de telón de fondo y un valor obligatorio. Sostenía la mutabilidad de la
Justicia legal o positiva, lo que no impide que sea obligatoria
8. LA EDAD MEDIA

La historia distingue dos épocas en la gestación, desarrollo y difusión de las ideas del
cristianismo. La primera, es de lucha y de evangelización; época en la que se elaboraron los
dogmas de la religión cristiana mediante la reflexión filosófica. Abarca los primeros siglos de
nuestra era. La segunda, de consolidación definitiva del pensamiento cristiano y su perduración
en la historia. Los dogmas cristianos ya definidos en la época anterior, fueron sistematizados,
buscando siempre armonizar la razón con la fe.

El primer período es denominado “La Patrística”, con su exponente principal: San Agustín de
Hipona. Al segundo, se le llamó “La Escolástica”, con su principal luminaria: Santo Tomás de
Aquino.

9. LA PATRÍSTICA- SAN AGUSTÍN

Formo parte de la Patrística que quiere decir Padres de la Iglesia, sus obras “Confesiones” y “La
Ciudad de Dios”, muestran los momentos cruciales del fin de una época y del nacimiento de otra.

En su obra cumbre “La Ciudad de Dios”, san Agustín contrapone la “Ciudad Terrena” o “del
Mundo”, a la “Ciudad de Dios”. Los preliminares de ambas, se encuentran en la historia de la
humanidad, pues ambas son coexistentes. La Ciudad Terrena, llegó a fundar imperios poderosos
como el de los griegos y de los romanos está destinada a perecer en el juicio final. Por el
contrario, la Ciudad de Dios, cuyas tradiciones han sido guardadas por el pueblo de Israel;
siendo su finalidad, la conquista espiritual y la salvación está destinada a prevalecer eternamente,
porque Dios, dispone y dirige sin menoscabo de la libertad humana, el acontecer histórico
dirigido hacia su culminación en el reino espiritual o comunidad perfecta.
La Ley Eterna, es la voluntad de Dios, que como Creador del Universo dictó un principio
regulativo, una ley que en los irracionales obra de manera necesaria, pero en el hombre debe ser
acatada, al ser éste, una criatura racional. La Ley Divina, se identifica con la Ley Eterna, pero
accedemos a ella mediante la Revelación. Es la voluntad de Dios manifestada en la conciencia
humana a través de sus mandamientos. La Ley Natural, que se expresa en la conciencia y en la
razón del hombre, forma parte de aquel principio superior divino (Ley Eterna), y sus exigencias
se imponen al espíritu racional del hombre porque es tan antigua como el hombre mismo. Para
San Agustín, no existe perversidad capaz de borrar esta ley impresa en el corazón humano; los
hombres por caídos que estuvieran, conservan la facultad de distinguir entre el bien y el mal, y
entre lo justo y lo injusto.

La Ley Humana, encuentra su base en la Ley Natural, que a su vez, es un aspecto de Ley
Eterna, pero las leyes varían acomodándose a las circunstancias y exigencias del momento
histórico. De esta manera, San Agustín sustituyó la fundamentación cosmológica del Derecho
Natural admitida por los griegos, con un Derecho Natural teocéntrico.

La verdadera misión del legislador humano es principalmente asegurar la paz y el orden social,
para que la humanidad pueda alcanzar su fin temporal; pero, por sobre todo, su fin espiritual.
Para San Agustín, una ley injusta no puede ser tal

10. LA ESCOLÁSTICA

La escolástica se desarrolló durante la Edad Media en Europa Occidental entre los siglos XI y
XV. Es el resultado de la unión del pensamiento filosófico y del pensamiento teológico para
comprender y explicar las revelaciones sobrenaturales del cristianismo.

La escolástica es una corriente filosófica que buscó relacionar e integrar de la mejor manera
posible la razón con la fe pero, colocando siempre la fe por encima de la razón. Se buscaba
responder de manera comprensible todas aquellas dudas que se generaban entre la razón y la fe,
en especial, porque para los escolásticos el ser humano es imagen de Dios, por ello se apoyó en
la dialéctica, la lógica, la ética, la teología, la cosmología, la metafísica y la psicología.

El conocimiento filosófico se coloca a la orden de la teología, se subordina, para permitir la


interpretación y comprensión de la fe, Santo Tomás de Aquino fue su máximo representante en
el siglo XIII.

10.1. EL PENSAMIENTO DE SANTO TOMÁS DE AQUINO (1224 - 1274)..-

Santo Tomás fue quien dio a la fusión de aristotelismo y Teología, una estructura más coherente
y definitiva, sin dejar a un lado la influencia de Platón, quien fue cultivado con el mismo
entusiasmo que Aristóteles.
En cuanto a su planteamiento de filosofía y Teología sostenía que la Filosofía, descansa en la luz
natural de la razón. La Teología descansa en la fe y dentro de ésta estaría la razón.

Santo Tomás construyó un edificio dialéctico que ha resistido muchos ataques y se ha mantenido
inconmovible hasta nuestros días, ya que los escolásticos modernos dan por aceptado que las tres
“Summa” (Summa Teológica, la Summa contra los Gentiles y la Summa Filosófica) son el
compendio más acabado de la Filosofía cristiana y de la filosofía de la Iglesia católica. Desde el
Concilio de Trento, su obra ha sido considerada como la exposición científica insuperable de los
dogmas religiosos.

Su pensamiento jurídico y político muestra un constante propósito de conciliar la obra


Aristotélica con la Teología cristiana, estableciendo primeramente la distinción entre el saber
filosófico-racional y la fe, a la que dio preponderancia sobre la razón. La doctrina tomista sobre
la Justicia, está inspirada exclusivamente en Aristóteles; para Santo Tomás, Justicia consiste en,
“el hábito con que cada uno atribuye a cada cual con perpetua y constante voluntad lo que le
pertenece”. (Summa Teológica). Coincide con Aristóteles, al afirmar que es la virtud que
gobierna las relaciones humanas, pero su fundamento, está en Dios.

La Ley para Santo Tomás es “La ordenación de la razón para el Bien común, promulgada por
quien tiene el cuidado de la comunidad” Entonces, las leyes son disposiciones racionales que
buscan el bien colectivo y que dimanan de la autoridad. Al igual que San Agustín, Tomás
distinguió tres clases de leyes:

- Ley Eterna, que no son otra cosa que los designios de la sabiduría y voluntad
divina, es la primera de todas las leyes sobre todas las otras.

- La Ley Natural, según Santo Tomás, es la participación de la ley eterna en la


criatura racional, cuyo supremo precepto es procurar el bien del hombre y en sus
principios es siempre la misma; se da solo a través de la naturaleza racional del
hombre, ya que fue dada por Dios a sus criaturas.

- La Ley Humana; conforma el Derecho Positivo. Siempre presentará deficiencias,


y conlleva amenazas y temor, pero es necesaria para el mantenimiento de la paz y
el orden, y para la propagación de las virtudes entre el género humano. La ley
humana es muchas veces injusta, pero siempre es necesaria, excepto cuando
contradice los preceptos divinos.
TEMA N° 3

EXPRESIONES DE LAS IDEAS FILOSÓFICAS JURÍDICAS


DEL RENACIMIENTO

1. EL RENACIMIENTO

La filosofía renacentista fue una corriente intelectual que surgió en las ciudades del norte de Italia
(Milán, Florencia y Venecia) en el siglo XV y que se extendió por toda Europa en el siglo XVI,
como pensamiento predominante y rompedor con las tesis medievales. La filosofía renacentista
supuso un antes y un después en la historia, ya que, puso las bases del actual pensamiento
occidental, estuvo directamente ligada al nacimiento del Humanismo, el cual, dio lugar a la
secularización del pensamiento y la expansión de la razón, la filosofía y la ciencia.
2. EL HUMANISMO

El humanismo surge con su amor por lo antiguo, por lo griego y lo romano “sitúa el ideal
formativo del hombre, en el estudio de la antigüedad pagana, lo seculariza independizándolo de
la Iglesia y distanciándolo de los criterios medievales”

Este humanismo se enlaza con el nuevo sentimiento de religiosidad, en la reforma luterana. El


interés por la naturaleza trasciende de su propia esfera y el hombre busca en ella la respuesta que
en el medioevo le brindara la teología. Busca un derecho natural, una religión natural, una moral
natural, un naturalismo humano que le pertenezca por el sólo hecho de ser hombre.

El humanismo como el derecho deben contener valores universales, para hacer una sociedad más
justa, más tolerante, con respeto a la dignidad humana, respetando las normas, entendido el derecho
desde la vida, donde las leyes deben de ser coherentes con ello, puesto que es ahí donde radica la
justicia, la cual es la cuestión más importante de todo humanismo.

3. LAS PRIMERAS BASES DEL CONTRACTUALISMO

Las primeras huellas de la teoría del contrato social se pueden encontrar mucho antes del siglo
XVI. El Contrato Social es una doctrina social y jurídica que considera a la sociedad humana
como resultado de un acuerdo de voluntades de los hombres, libres e iguales, para dar origen al
Estado. Según esta teoría existió un estado primitivo de naturaleza, en el cual el hombre aislado,
disfrutó de independencia absoluta. A ese estado sucedió el de sociedad, por medio de un
contrato consentido de manera común y tácita, el cual impone restricciones a la independencia
individual.

La idea básica de la doctrina contractualista, radica en la demostración de que el poder político


es emanación del pueblo, que además de constituirlo, puede también destituirlo o revocarlo,
desde el momento en que no cumpla con las obligaciones contraídas o no colme las aspiraciones
de la colectividad.
4. NICOLÁS MAQUIAVELO (FLORENCIA, 1469-1527).

Escritor y estadista florentino cuya célebre obra “El Príncipe” glorifica la omnipotencia del
Estado, y subordina los principios morales de la vida pública a los requerimientos del Estado. De
aquí se le señala como uno de los principales defensores de la política del poder, concibe un
Estado italiano unitario, dirigido por un gobernante o Príncipe que deberá recurrir si es
necesario, a la traición, la mentira y la violencia; porque el lenguaje de la fuerza, es el único que
Maquiavelo considera conveniente para mantener el poder.

Considera que contra la maldad humana y la lucha por el poder no es suficiente la fuerza, y por
eso, recomendaba que el Príncipe sea a la vez, zorro y león: “un zorro para colocar las trampas y
un león para espantar a los lobos”

El Príncipe debe reflejar hacia sus súbditos una imagen buena y venerable, parecer clemente,
fiel, humano, religioso, sincero aunque en realidad no tenga tales cualidades porque la apariencia
vale tanto o más que la verdad.

Su confianza en el Derecho se muestra llena de reservas, considera que solo hay dos modos de
acabar una disputa; el camino de un proceso regulado por el Derecho, o el camino de la
violencia. Dado que el primero no siempre trae una solución, a veces hay que recurrir al segundo
Para Maquiavelo, el Derecho es solo un producto de las fuerzas sociales, históricas, sociológicas
y económicas cuya base principal está en móviles utilitarios. En una cita de su obra “El Príncipe”
afirma: “A los hombres, hay que adularlos o destruirlos. Pues de una pequeña injusticia, siempre
podrán vengarse. Pero desde la tumba, ya no se venga nadie”

5. LA REFORMA PROTESTANTE

La Reforma religiosa del siglo XVI, fue otro fenómeno ligado al Renacimiento, marcó la
identidad teológica, histórica, intelectual, económica y política de Alemania, Europa y los países
occidentales. Permitió la formación de valores sobre los cuales se han construido las sociedades
libres, dio un impulso a la educación, dando inicio a una era de progreso y civilidad alrededor
del mundo.

La Reforma vino también a reformular la concepción existente del derecho. Algo que,
lógicamente, vino a hacer sin renunciar a sus creencias religiosas, simplemente acomodándolas a
una nueva forma de vivir (el ascetismo secular). Esta actitud supuso una peculiar disociación en
la que la vida religiosa quedaba desligada del ámbito secular o civil en un plano teórico e
institucional, pero no así en el efectivo y cotidiano.

Estos cambios influyeron en la posterior secularización del ordenamiento jurídico. Se llegó a la


comprensión de que, si lo natural en el hombre es vivir en sociedad, la ley natural no podía
ignorar la necesidad de mantener un orden en dicha sociedad, que inevitablemente había de
abarcar tanto a creyentes como a laicos. Todo ello abrió la puerta a un iuspositivismo que
todavía hoy no ha sido definitivamente superado.
La Reforma protestante, no rompió la relación entre religión y política; esta relación se hizo
todavía más estrecha, pero significativamente diferente. Gracias a la Reforma, el Estado no
necesitará someterse a la autoridad eclesiástica externa, para ser un Estado recto y justo, ganando
así en autonomía, y avanzando en la secularización del mundo, de la sociedad y de las leyes.

6. MARTIN LUTERO (1483–1536).

Monje agustino, teólogo y jurista, nacido en Alemania, propugnaba la tesis de que solo la fe en
Dios hace justos a los hombres, es la piedra angular de la teología luterana, y punto de partida de
todas sus reflexiones, incluyendo las políticas y jurídicas. Lutero sostenía: “Si todos tenemos un
solo Evangelio, cómo no íbamos a tener también el poder para apreciar y juzgar lo que es justo o
injusto en la fe.

La reforma luterana no fue la que abrió camino a la libre investigación científica y a una
filosofía libre de ataduras teológicas, porque Lutero solo postulaba la libre investigación y
estudio de las Escrituras. En general, la Reforma protestante contribuyó a la liberación de la
conciencia moral individual en el campo religioso, pero también fortaleció la autoridad del
Estado. También se le debe su contribución a la democracia y el respeto a la libertad del
individuo, quien se vuelve responsable sólo ante Dios, mediante la propia conciencia. Al ganar el
Estado autonomía con respecto al poder eclesiástico, también se avanzaría en la secularización
del Derecho.

La Reforma sitúa la conciencia como fuente autónoma de moralidad y desplaza la centralidad de


la persona en el Derecho, poniendo en su lugar a la subjetividad. Como consecuencia se
desequilibró el polo objetivo y el polo subjetivo del Derecho. La negación del Derecho divino
por Lutero abocó al Derecho a la necesidad de buscar nuevas instancias de legitimación, que
dieron lugar al Derecho racional. Las nuevas fuentes de legitimación han supuesto un
fortalecimiento del Estado o de las distintas instituciones de poder público El iusnaturalismo
racionalista de los juristas de la Reforma concibió dos órdenes o sistemas distintos y separados:
uno natural y otro positivo.

7. JUAN CALVINO

La doctrina de Martín Lutero, encontró muy pronto adeptos en toda Europa. Uno de ellos fue
Juan Calvino, quien crearía un modelo religioso singular que influyó en buena parte del mundo
durante siglos. Establecido en Ginebra Calvino logró actuar no solo como sabio teólogo y eficaz
director de conciencias, sino que organizó una nueva Iglesia, constituida por pastores elegidos
por el pueblo. Calvino se convierte en un gobernante prestigioso y obedecido (aunque en puridad
no ocupe ningún cargo dentro de las instituciones de la nueva ciudad), en esa Ginebra
independiente que se acaba de liberar tanto del antiguo obispo católico como de la familia ducal
de Saboya, señores indiscutibles antes de 1530.

El llamado puritanismo, sistema de vida, doctrina y moral desarrollado por Calvino, domino la
ciudad de 1541 a 1564, período en que se la conoce como la Nueva Roma, o la Jerusalén del
protestantismo. Para ello, los reformistas recomendaban la práctica de un duro ascetismo y de
una ruda labor profesional.

Una vez expulsado el obispo católico y alejado el peligro político de los duques de Saboya,
Ginebra se vio transformada en una república independiente. A causa de ello, dejó de ser una
ciudad luminosa y alegre para convertirse en una severa Jerusalén protestante. La Iglesia
calvinista lo interviene todo, se organiza un servicio de espionaje que se adentra hasta la
intimidad más profunda de los hogares.

El celo de Calvino en la persecución de presuntos herejes le llevó a cometer errores e injusticias.


como condenar y quemar en Ginebra a uno de sus más apasionados enemigos ideológicos, el
médico y teólogo español Miguel Servet.

Al igual que los luteranos, los calvinistas creían que la Biblia era la única fuente verdadera de
orientación religiosa, parte de la tarea de los líderes eclesiásticos era interpretar la Biblia y
legislar basados en ella. Por consiguiente, como resultado, en un estado calvinista, las reglas
religiosas también se convertían en leyes para el gobierno, todo el que pecaba también estaba
cometiendo un crimen. El infractor era castigado primero por el clero calvinista y después por el
sistema judicial local, los pecados como la blasfemia (faltarle el respeto a Dios) se castigaban
como delitos muy graves.

A través de una Teología de la Alianza, Calvino establece los términos de un contrato político en
el que las instituciones humanas son queridas y establecidas por Dios. El Estado cristiano según
Calvino es la plataforma desde la que se promueve el conocimiento de la Voluntad divina, a
través de la predicación y la positivación de leyes conformes a la misma. Las ideas del
reformador sobre la organización y la naturaleza de la política tuvieron en Ginebra una
realización evidente. Ni sus textos ni sus acciones nos permiten calificar a Calvino de
constitucionalista o republicano, sino más bien de hombre de orden y defensor de la tradición del
derecho divino de los reyes.

8. EL DERECHO NATURAL CLÁSICO

Los primeros pasos del Derecho Natural en la Edad Moderna, van aparejados a las necesidades
de la época, desarrollándose sobre bases filosóficas, teológicas y jurídicas antiguas, en un
proceso de secularización y crítica creciente del Derecho natural cristiano.

En los albores del Renacimiento comenzará una nueva concepción del Derecho natural, de
inclinación racionalista. La razón, será considerada como el máximo valor del individuo y de la
humanidad, y la configuración del Derecho Natural de la época será mediante un método
rigurosamente lógico y deductivo, ausente de todo sentido natural e histórico.

La revolución social iniciada en el siglo XV, haría posible rendir culto a la razón, sin tener que
recurrir a demostraciones de carácter religioso o de cualquier otro que no fuera estrictamente
racional. Renacía con nuevos bríos una confianza en la razón, que había desaparecido con la
civilización greco-romana.
El Derecho Natural de los siglos XVII y XVIII, introducirá algunos planteamientos nuevos en
consideración y análisis de la nueva situación humana y política a raíz del descubrimiento del
Nuevo Mundo y el consiguiente desarrollo del comercio. Asimismo, ofrecerá también un análisis
de otro fenómeno político de la época, que fue la aparición de las monarquías y de los Estados
absolutistas.

TEMA 4

EL DERECHO NATURAL CLASICO Y RACIONALISMO

1. FRANCISCO SUAREZ Y EL DERECHO NATURAL

Francisco Suárez de Toledo Vázquez de Utiel y González de la Torre, conocido como Doctor
Eximius, nació en Granada, en 1548, fue un teólogo, filósofo y jurista jesuita español. Una de las
principales figuras del movimiento de la Escuela de Salamanca, es considerado uno de los
mejores escolásticos. Sus contribuciones teológicas y filosóficas son muy amplias y afectan a
casi todos los problemas tratados por los escolásticos de la época, destacándose, entre otros, su
sistematización de la metafísica y su filosofía jurídica y política.

El pensamiento político de Suárez y su teoría legal se desarrolla principalmente en dos obras: De


legibus ac Deo legislatore (1612) y Defensio Fidei Catholicae (1613). Las obras mencionadas
son decisivas para comprender el establecimiento de algunos conceptos fundamentales en la
teoría clásica política del siglo XVII. Partiendo de Santo Tomás de Aquino, Suárez trata
cuestiones jurídicas como teólogo: Toda ley deriva de Dios, pero las leyes humanas no son las
mismas que las divinas, éstas están encaminadas a la prescripción de los fines propios de la
comunidad humana como sociedad de seres racionales que pueden actuar de diversos modos:
justa o injustamente. Sólo con relación a las comunidades humanas puede hablarse de leyes,
promulgadas por el legislador lo que le hace plantearse quién es el legislador: el legislador
supremo es Dios y la legislación humana participa en la divina, pero no es idéntica a ésta.
Desarrolla los conceptos de ley natural, ius gentium (ley de las naciones) y la ley civil, cada una
de ellas da lugar a un derecho propio.

La ley natural, no divina, participa de su universalidad y su eternidad. La ley de las naciones no


es divina ni natural, es positiva y humana y posee la universalidad que les dan las costumbres. La
ley civil es humana y positiva, posee una cierta universalidad; pero, está encaminada al bien
común de cada comunidad, idea similar a la del “contrato social”.

El Derecho natural. - La ley natural comprende todo el campo de la Ética, o normas que rigen
la conducta humana. La ley natural es pues la expresión de todo el sistema moral, universal y
verdadero, que ha sido puesto por Dios en la conciencia del hombre. Al igual que San Agustín y
Santo Tomás, enseña que, gracias a la Ley Natural, el hombre participa de la Ley Eterna. Por la
Ley Natural, podemos conocer los grandes principios que deben regular en forma general a
nuestra conducta. Por ejemplo: los tres principios fundamentales, “vivir moralmente; no hacer
daño a nadie; y dar a cada uno lo suyo; como también, los principios de las virtudes morales”.

“La creencia de que en el tiempo se está realizando un orden eterno, fundado en la verdad y la
Justicia; y la fe en la misión del hombre para conocer y co-participar en la realización de ese
orden, sirven a Suárez para matizar en forma nueva su doctrina del Derecho natural”

Para Suárez, la Ley Natural en sus principios más generales, es absoluta y perenne, como un
imperativo racional inmutable que refleja la Ley Eterna; pero referida a la naturaleza de las cosas
del mundo y a las circunstancias humanas, es variable y relativa a las situaciones en las que se
aplica. Al respecto Suárez afirma: “…Así como la Medicina aplica unos preceptos para los
enfermos y otros para los sanos; uno para los fuertes y otro para los débiles, y no obstante no
varían por esto las reglas de la Medicina, sino que se multiplican, y unas sirven ahora y otras
después; así el Derecho natural, permaneciendo el mismo, manda una cosa en tal ocasión y
obliga ahora”

Si el hombre fuera solo un ser espiritual, no necesitaría del Derecho, es su condición temporal y
corpórea, la que lo sitúa en los hechos y circunstancias históricas, sociológicas y económicas;
como también lo coloca entre otras influencias como son las pasiones y ambiciones humanas.
Cuando el legislador las ignora -según Suárez-, solo se elaboran “utopías”. “El Derecho aparece
cuando el legislador es capaz de descender de las altas esferas de la especulación sobre lo ideal y
de plasmar oportunamente esas aspiraciones ideales de armonía social, en la vida real y concreta
de una sociedad determinada”

2. HUGO GROCIO

Hugo van Groot, nació en Delft Holanda el 10 de abril de 1583, Jurista y teólogo holandés fue el
polo contrario de Maquiavelo. Juntamente con Francisco de Victoria y Francisco Suárez -ambos
españoles-, es considerado fundador del moderno Derecho Internacional, pero es a Hugo Grocio,
a quien se le debe la sistematización de tales doctrinas. Su obra notable “Del Derecho de la
Guerra y de la Paz”, marcó el advenimiento de una doctrina jurídica que separaría
definitivamente al Derecho, de la Teología y de la Religión.

La definición del Derecho natural que ofrece en su obra, está basada en la naturaleza racional del
hombre independiente de la existencia de Dios: “... Es el dictado de la recta razón que indica,
que un acto, según sea o no, conforme a la naturaleza racional y social del hombre, tiene en sí
una cualidad de bajeza o de necesidad moral”

Grocio no pretendía combatir la religión, su intención fue secularizar al Derecho, dándole un


fundamento puramente racional, aunque no lo separó de la Moral. Sostenía que “por debajo de
esa naturaleza racional del hombre, se halla el acto creador de Dios”

Haciendo a un lado los derechos positivos vigentes, Grocio propuso en su lugar, un sistema
jurídico fundamentado en la naturaleza racional y social del hombre. “Este nuevo Derecho
natural, tan diferente del Derecho natural tradicional, debería ser inmutable y válido igualmente
para todos los pueblos; subsistiría aún, cuando no hubiese Dios, o aún, cuando Dios no cuidase
de las cosas humanas, pues se fundaría en lo (racional) inmutable del hombre”

Existen reglas básicas del Derecho Natural, que si son transgredidas afectarían a la naturaleza
social humana, al ir en contra del orden social natural; ellas son: “Abstenerse de lo que pertenece
a otro, cumplir las promesas (Pacta sunt servanda), indemnizar por el daño causado a otro y dar
castigo a quien lo merezca”.

Grocio es el que combina el Derecho Natural y el Voluntario o Positivo, tuvo el mérito de


introducir la idea del Derecho en las relaciones internacionales. Trató de demostrar que los
convenios celebrados entre Estados, producto del consentimiento común, tienen validez y
obligatoriedad jurídicas por Derecho Natural. Entendía al Estado como, “una asociación
completa de hombres libres reunidos para el disfrute de derechos y para sus comunes intereses”.

En cuanto al origen de la sociedad, está también en el contrato o pacto que hará posible su
existencia. Según él, no existe un contrato social único, sino habrán, cuantos den lugar a las
muchas Constituciones existentes. Esta doctrina del contrato social que refiere Grocio, en ese
entonces todavía está en germen.

3. EL RACIONALISMO FILOSÓFICO

El racionalismo es una corriente filosófica, la cual defiende que el conocimiento se obtiene a


partir de la razón. El racionalismo se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII, y su autor más
destacado fue René Descartes.

Por “Racionalismo” se entiende, en un sentido amplio, toda doctrina filosófica en la que se


exagera el papel de la razón con detrimento del papel de la experiencia; en un sentido más
preciso, es el método de investigación científica cuyo criterio de verdad son los datos obtenidos
por deducción, con exclusión de los datos empíricos obtenidos por inducción.

La influencia de la razón como elemento principal en el desarrollo de la humanidad, obviamente


da un cambio en el pensamiento filosófico y jurídico, dando nacimiento al racionalismo jurídico
o Escuela Clásica del Derecho Natural. La influencia del racionalismo ha desembocado en el
formalismo jurídico y en el positivismo jurídico.

4. EL RACIONALISMO JURÍDICO

La posición racionalista del Derecho a partir del siglo XVII, en que la Escuela racionalista del
Derecho natural hizo la separación entre la Ciencia y la Práctica del Derecho, reúne las
características siguientes:

- El Derecho es considerado como un conjunto de normas conocidas racionalmente, sin


influencia de los datos de la experiencia.
- Este conjunto de normas, forma un sistema racional lógicamente entrelazado, y que
parte de una serie de principios seleccionados por la razón, construyendo
deductivamente todo el sistema jurídico.
- El método utilizado con preferencia, es el lógico-deductivo.
- El fundamento último de todo el sistema se asienta en algún aspecto de la naturaleza del
hombre; por ejemplo: la felicitas de Thomasius; la facultad racional-a priori de Kant; el
pensar específicamente jurídico de Kelsen; la Idea universal de Hegel, etc.
- El sistema racional del Derecho es inmutable y de validez universal; por lo tanto, deberá
imperar en toda sociedad humana, independientemente de las circunstancias sociales,
históricas, económicas y científicas.
- El Derecho racionalista es el modelo e ideal, como también, el fundamento de todo el
Derecho Positivo, cuya validez radica en los puntos de coincidencia con el Derecho
racional.
- Las circunstancias históricas que moldean la singularidad de cada Derecho positivo, no
justifican las características del mismo; al contrario, para la posición racionalista,
significan causas perniciosas que impiden la evolución de tal Derecho positivo hacia su
transformación en un orden normativo ideal.

5. EL RACIONALISMO DE RENÉ DESCARTES

Considerado como “padre de la Filosofía Moderna”, nació en Francia, en 1596. Todo el


pensamiento de Descartes está marcado en la búsqueda incesante de la certeza, el criterio de
verdad, de tal modo dice que, si hay algo de lo que pueda tener la más mínima duda es mejor
rechazarlo y tenerlo como falso, en este punto Descartes está influenciado por el esplendor del
nuevo método científico y por la rigurosidad de las matemáticas que dan resultados exactos,
precisos e indudables.

Descartes pretendía reemplazar la filosofía y la ciencia aristotélicas por la suya, consideraba su


obra máxima “El Mundo o el Tratado de la luz”. Decía que su metafísica contenía el cimiento
sólido de su física: Una vez demostrada la existencia de Dios y revelado que el mundo consistía
de materia en movimiento que seguía las leyes naturales garantizadas por Dios; todo lo que Él
necesita para poner el mundo en movimiento era darle un empujón. Descartes afirmaba que las
estrellas y los planetas, la Tierra y todo lo que contenía se formarían mediante la unión y
separación de los cuerpos a medida que giraban uno alrededor del otro.

En su obra Discurso del Método, propone que la filosofía tiene que cambiar de método, un
método que sea igual de riguroso que las matemáticas y en este nuevo método de conocimiento
va cobrando importancia la duda, solo dudando de todo al menos una vez en la vida, dice, se
puede alcanzar a alguna verdad, solo a través de la duda como método podríamos llegar a
establecer las bases indiscutibles del edificio de la filosofía, llegar a fundamentar el
conocimiento de una manera sólida y segura, la duda curiosamente es un método, el camino, la
vía para llegar a la certeza.
Descartes, estableció como la base fundamental de su filosofía: “Pienso luego existo” (Cogito
ergo sum) y lo expuso en 1641 en sus “Meditaciones sobre la filosofía primera”. Este era para
Descartes un principio real para llegar a un conocimiento real. El hombre, es definido por
Descartes como: “res pensante” (cosa pensante), y a partir de allí, se construirá todo su sistema
filosófico racionalista.

Racionalismo significa pues, “Filosofía de la razón”, porque se trabaja preferentemente, con


conceptos, con pensamientos y con razonamientos, aunque también se sirve de los sentidos,
porque lo que la experiencia sensible proporciona a la inteligencia “debe leerse, interpretarse,
relacionarse y juzgarse conforme a leyes, digamos, apriorísticas”

El planteamiento de Descartes influye en el pensamiento jurídico. Si todo era puesto en duda, el


Derecho no podía escapar a esto, la validez del Derecho no podría sujetarse a planteamientos
dados para siempre. La importancia del pensamiento de Descartes en el Derecho es la condición,
desde él, de que toda idea tendría que medirse y pensarse. Incluso, si la ciencia era objeto de
duda ya no sería ciencia.

Las dudas, errores y contradicciones que asaltaron el espíritu del joven Descartes lo resolvieron a
estudiar por sí mismo. Así elaboró cuatro reglas que creyó le bastarían. La primera (evidencia)
fue no admitir nada como verdadero, salvo que lo supiese de manera clara y distinta; la segunda
(análisis), dividir las dificultades en tantas partes como fuera posible, para su examen y
resolución; la tercera (síntesis), hacer ascender gradualmente los pensamientos, desde los objetos
más simples hasta el conocimiento de los más conplejos, y la cuarta (enumeración), hacer en
todos un recuento y revisión generales, hasta estar seguro de no omitir nada. Por tales medios -de
naturaleza lógica- no habrá cosa que no pueda ser alcanzada o descubierta.

Esta categoría pensante, que adoptará desde ahora el hombre será la determinante para el
movimiento del pensamiento moderno. La necesidad del pensar se convierte en un factor
también de la interpretación jurídica del mundo.

TEMA 5
EL EMPIRISMO DE LA EPOCA MODERNA

1. EL EMPIRISMO.

Del griego “émpeiros”, experiencia, el empirismo es una doctrina filosófica que considera la
experiencia sensible como la única fuente de nuestros conocimientos. Enfatiza el papel de la
experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación del conocimiento, tratando de
reducir la filosofía al campo de las ciencias naturales. Para el empirismo más extremo, la
experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino también en
cuanto a su contenido. Hay un empirismo, tanto idealista como materialista.

EL EMPIRISMO IDEALISTA (Berkeley, Hume, Mach, Avenarius, Bogdanov) limita la


experiencia a un complejo de sensaciones o representaciones, negando que el
fundamento de la experiencia es la Naturaleza material.

EL EMPIRISMO MATERIALISTA (Bacon, Hobbes, Locke, los materialistas franceses


del siglo XVIII) considera que los objetos de la naturaleza material son el fundamento
de la experiencia sensible.

2. EL EMPIRISMO FILOSÓFICO - FRANCIS BACON.

Considerado el padre del empirismo, Francisco Bacon nació en Londres 1561, filósofo, político,
abogado, escritor y canciller inglés. Representa en la historia de la Filosofía, la ruptura definitiva
con el predominio de Aristóteles; y la orientación práctica del pensamiento filosófico encaminado
más hacia problemas reales inmediatos que hacia cuestiones metafísicas trascendentales.

Bacon compara la mente humana con un espejo defectuoso que refleja imágenes deformadas de
los objetos. Es decir, la mente produce una imagen inexacta de las cosas al tratar de acomodar la
naturaleza a las formas humanas. Para él, esa es la razón por la cual el conocimiento no prospera.
La causa principal de esas deformaciones es lo que Bacon llama “Ídolos”, que son algo así como
debilidades del intelecto que constantemente conducen al hombre a errores

Consideraba que el escepticismo es dañino para el progreso de la ciencia y que es indispensable


recobrar la confianza en las capacidades de los seres humanos. El mayor de todos los obstáculos
al progreso de las ciencias y a las conquistas, factibles en su dominio, es la desesperación de los
hombres y la presunción de imposibilidad. Desde esta perspectiva es fácil entender cómo parte
importante de su plan es preparar las mentes de los hombres para que recuperen la confianza en
sus capacidades de conocer y controlar la naturaleza.

Según Julian Martin “Los procedimientos de Bacon en filosofía natural fueron adaptados por él
de la ley inglesa. Específicamente de ciertos procedimientos en la investigación legal y juicios
judiciales” para aclarar esta afirmación es importante tener en cuenta que derecho anglosajón es
estable y funciona con unos pocos principios, todos extraídos de la experiencia.

Respecto a la ley manifestaba que: “la ley común es más valiosa que la ley estatuida (positiva),
sin embargo, la ley de la naturaleza es más valiosa que ambas”

3. EL EMPIRISMO JURÍDICO.

Surge de aplicar los principios filosóficos del empirismo al derecho. Partiendo de esta corriente
filosófica, el empirismo jurídico trata de elaborar una teoría general del derecho, prescindiendo
de elementos axiológicos y subjetivos, empleando en las investigaciones métodos
exclusivamente empíricos.
Estas doctrinas consideran al Derecho como un producto de las fuerzas a las que está sujeta la
sociedad: las fuerzas sociales (históricas, sociológicas, económicas), que se pueden conocer por
la experiencia, tendrían la última palabra en la elaboración y desarrollo del Derecho; y el
individuo no sería más que un juguete de esas fuerzas impersonales. El verdadero Derecho, será
solo aquél que reconoce las realidades de la experiencia dentro de la vida social,
independientemente de la conciencia individual, que escapan del control de la voluntad libre y
racional del hombre

El Derecho y el Estado no son creaciones del hombre sino productos naturales y sociales,
resultantes de:

- La desigualdad de las fuerzas sociales.


- La variedad de las necesidades y,
- Los diversos lazos sociales entre los hombres.

Las leyes que rigen la vida social y sus transformaciones, encontrarán su explicación en las
diversas teorías y doctrinas jurídicas de orientación empírica, que ya aparecen en la época del
Renacimiento con autores como Nicolas Maquiavelo, quien consideraba al Estado, como un mero
mecanismo del juego de fuerzas de las pasiones humanas, y Juan Bodino, quien realizó estudios
sociológicos e históricos para mejor entender al Derecho.

El Empirismo jurídico se fue elaborando lentamente, interesándose, en principio por la


Sociología, la Historia del Derecho y el Derecho Comparado, apareciendo nuevos autores como
Juan Bautista Vico, Carlos de Montesquieu, y Carlos de Savigny, quienes enriquecieron la
concepción general del Derecho. Sin embargo, ya en el siglo XIX, -como veremos más adelante-,
se llegó a la exageración de “despreciar los elementos morales y racionales del Derecho”

Esta tendencia anti-racionalista y anti-metafísica propia de la Época contemporánea (siglo XIX),


daría origen a diversas orientaciones del pensamiento jurídico que agrupadas reciben el nombre
de Positivismo Jurídico. Tanto el Empirismo jurídico como el posterior Positivismo jurídico
tienen en común los siguientes lineamientos básicos.

- No hay más Derecho que el que nace de los acontecimientos conocidos por la
experiencia, sean naturales o sociales.

- El jurista deberá dejar a un lado todas las especulaciones que tienen por origen los
anhelos de Justicia o el prurito razonador lógico o el metafísico, porque estas
especulaciones no son comprobables por la experiencia.

- Así, comprendido, el Derecho tiene una rigurosidad y necesidad casi matemática,


porque se basa en hechos existentes comprobados y verificados experimentalmente
y no en actos libres de los individuos.
4. JHON LUCKE.

John Locke, considerado uno de los fundadores del empirismo, nació en Bristol en 1632, fue un
ferviente defensor del liberalismo y, en general, de los ideales ilustrados de racionalidad,
tolerancia, filantropía y libertad religiosa.

Al pensador político se lo aprecia como el padre del liberalismo por sostener que todo gobierno
surge de un pacto o contrato revocable entre individuos, con el propósito de proteger la vida, la
libertad y la propiedad de las personas, teniendo los signatarios el derecho a retirar su confianza
al gobernante y rebelarse cuando éste no cumple con su función.

Sostenía que la mente del hombre, cuando nace, es como un papel en blanco, sin idea de Dios ni
de ninguna cosa. La base del conocimiento son las ideas simples que proceden de la experiencia
sensible, mientras que las ideas complejas no son más que fusiones y combinaciones de las
anteriores. Rechazó los puntos de vista metafísicos afirmando que nada podemos saber con
certeza acerca de la naturaleza esencial de las cosas ni de la finalidad del universo.

El empirismo de Locke niega la existencia de ideas innatas, pero su obra política deja de lado esta
creencia y asume la existencia de derechos naturales innatos que provienen de la ley natural,
impresos en “el corazón de los hombres”. Surge aquí un conflicto entre los supuestos
fundamentales de su teoría del conocimiento y sus premisas políticas. De aquí que se lo considere
como el menos consistente entre todos los grandes filósofos.

Las dos declaraciones de los derechos del hombre, la de Estados Unidos de 1787 y la de Francia
de 1789, se inspiraron directamente en el Segundo tratado (obra de Jhon Lucke). La separación
de poderes que sugiere Locke (ejecutivo, legislativo y federativo) constituye posteriormente el
eje de la teoría de Montesquieu.

La teoría política de Locke tuvo una especial repercusión en los Estados Unidos. Nathan Tarcov
escribió: “ Los estadounidenses podemos afirmar que Locke es nuestro filósofo político porque
podemos reconocer en su obra nuestra separación de poderes, nuestra creencia en el gobierno
representativo, nuestra hostilidad a toda forma de tiranía, nuestra insistencia en el estado de
derecho, nuestra fe en la tolerancia, nuestra demanda por un gobierno limitado...”

5. THOMAS HOBBES

Thomas Hobbes (1588-1679) filósofo inglés, también empirista. Sostiene que el conocimiento se
funda en la experiencia, y su interés es la instrucción del hombre para la práctica.

Hobbes parte de la igualdad entre todos los hombres. Cree que todos aspiran a lo mismo; y
cuando no lo logran, sobreviene la enemistad y el odio; el hombre tiene ciertas pasiones y deseos
que lo llevan a buscar cosas y querer arrebatárselas a los demás. Como todos conocen esta
actitud, desconfían unos de otros. Pero el hombre se da cuenta que esta situación de inseguridad
es insostenible; en este estado de lucha se vive miserablemente, entonces el hombre se ve
obligado a buscar la paz.
Para conseguir seguridad, el hombre intenta sustituir el status naturae por un status civilis,
mediante un convenio en que cada uno transfiere su derecho al Estado. EI soberano representa,
simplemente, esa fuerza constituida por el convenio, los demás hombres son sus súbditos. El
Estado así constituido tiene poder absoluto, lo mismo que antes el individuo, no tiene restricción.
Al despojarse los hombres de su poder, lo asume íntegramente el Estado, que manda sin
limitación.

Hobbes distingue entre jus derecho, que interpreta como libertad, y lex o ley, que significa
obligación. El hombre tiene libertad, es decir tiene el derecho, para hacer cuanto pueda y quiera;
pero, con un derecho se pueden hacer tres cosas: ejercerlo, renunciar a él, o transferirlo. Cuando
la transferencia del derecho es mutua, a esto se llama pacto, contrato o convenio. Esto lleva a la
idea de la comunidad política, del pacto social.

Una ciencia del derecho, como la que él pretende que puede deducirse de su filosofía política,
debe tener la misma forma que la geometría, y sus conclusiones deben ser rigurosamente
deducidas a partir de premisas. La función judicial es, entonces, ante todo subsunción de un
hecho bajo normas. Nótese cómo encontramos aquí en Hobbes claramente la idea del silogismo
jurídico, idea cuyo origen se atribuye normalmente a Beccaria.

El Juez se encuentra estrictamente sometido a la ley, no puede cambiarla ni dejar de aplicarla.


La posibilidad de que el Juez ejerza razonamiento teleológico o aplique la equidad no significa
que pueda dejar de aplicar la ley una vez determinado su sentido o su rango de aplicación.
Hobbes cree que dicha sujeción del Juez a la ley sólo se puede garantizar si se entiende al Juez
como delegado del soberano, vale decir, del legislador. No puede haber separación de poderes, ya
que un Juez independiente del soberano es un juez no sujeto la ley. Sujeción a la ley significa
sujeción al legislador, es decir al soberano.

EN LO QUE RESPECTA A LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY, lejos de cualquier


formalismo ingenuo, Hobbes reconoce que hay leyes cuya interpretación es dudosa, por ende,
tiene claro que siendo el tenor literal el primer elemento de interpretación de las mismas, no
puede ser el único. De este modo, expresa que el Juez puede “sin peligro apartarse de la letra de
la ley”, si no lo hace “del significado y sentido de la ley”. El sentido de la ley puede ser
fácilmente encontrado por un hombre sabio (tal como lo son comúnmente los jueces) por el
preámbulo, la época cuando fue hecha, y los inconvenientes por los cuales fue hecha, la finalidad
que buscaba el legislador al momento de dictarla.

Del mismo modo, corresponde al Juez interpretar la ley natural, que rige en caso de silencio de
las leyes positivas: “La interpretación de la ley de la naturaleza, es la sentencia del juez
constituido por la autoridad soberana, para oír y determinar tales controversias que dependan de
ella, y consiste en la aplicación de la ley al caso actual”.

EN LO QUE RESPECTA A LA INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS, estos deben


interpretarse teleológicamente. Aquí Hobbes se enfrenta al conocido problema de los términos
implícitos en un contrato, ellos deben descubrirse atendiendo al fin que han tenido las partes al
contratar.

Por ello, “si un hombre por palabras, u otros signos, parece despojarse del fin, para el cual dichos
signos fueron establecidos; no debe entenderse como si lo hubiese significado, o que era su
voluntad; sino que era ignorante respecto de cómo tales palabras y acciones habrían de ser
entendidas”.

Este principio sirve para determinar los derechos no especificados por las partes en el contrato:
atendido el fin de contrato se determinan cuáles fueron los derechos transferidos, y una vez
determinados estos, se determinan cualesquiera otros derechos transferidos en atención a su
carácter de medios respecto de los primeros. Así, “el que transfiere cualquier derecho, transfiere
los medios de disfrutarlo, tanto como esté en su poder. Como el que vende terreno, se entiende
que transfiere el pastizal, y cualquier cosa que crezca sobre él; aquél que vende un molino no
puede desviar la corriente que lo mueve”.

6. DAVID HUME

David Hume (1711- 1776), nacido en Edimburgo (Escocia), puede ser considerado el filósofo
escéptico más consistente de la historia de la filosofía y representa la culminación del
pensamiento empirista.

Lo que Hume pretende es hacer una organización de todas las ciencias existentes (matemáticas,
física, lógica, moral, etc.) utilizando como "cimientos" de esta organización una ciencia del
hombre, o lo que es lo mismo, una ciencia de la naturaleza humana. Hume se propone unificar
todas las ciencias en un mismo "sistema científico" cuyos cimientos van a consistir en un estudio
de la naturaleza humana, un análisis de lo que es el hombre. El título de su primera obra fue
“Tratado de la Naturaleza Humana”

Para hacer realidad estos propósitos propuso seguir un determinado método, poniendo su
atención en el método que el físico Isaac Newton (1644-1728) utilizó en la ciencia física. Se trata
de un método empírico basado en la observación y en la experimentación (lógico viniendo de un
empirista como lo es Hume.

En la Introducción a su obra “Tratado de la Naturaleza Humana”, presenta un diagnóstico


pesimista de la situación de la filosofía afirmando que ha caído en el descrédito como
consecuencia de que los filósofos aceptan principios no demostrados adecuadamente y de sus
incoherencias y argumentaciones erróneas. De este modo muestra su insatisfacción por la
situación de la filosofía del momento, proponiendo su reforma y la construcción de una nueva
teoría filosófica que fundamente tanto a la filosofía como a las mismas ciencias.

De este modo, la filosofía debe tener como objetivo el estudio de la naturaleza humana, pues todo
gira alrededor de ésta. Este estudio tiene que hacerse utilizando el mismo método que tanto éxito
ha alcanzado aplicado al conocimiento de la Naturaleza: la experiencia y la observación.
Ahora bien, es este escenario: ¿existe una filosofía del derecho en Hume? Como respuesta se
puede afirmar que sus argumentos pueden reducirse, en términos generales, a dos: su concepción
del derecho (que implica a su vez una postura política) y su juicio en torno a la justicia (valor que
él articula de manera indefectible con la propiedad, con la labor judicial y con el sistema jurídico
en general).

La concepción del derecho hecha por el pensador escocés está íntimamente ligada a la
concepción de justicia que él ofrece, por lo cual, la consideración de un aspecto involucra,
necesariamente, la comprensión del otro.

En la noción que del derecho manejaba Hume, lo consideraba como una convención, un artificio
de las sociedades para evitar y acallar los brotes que van en contra de la sociedad misma.

En cuanto a la justicia surge de un modo artificial y no existe otro motivo real de observancia de
la justicia que el hecho de su utilidad a la sociedad. Además, este criterio de justicia como fruto
de la utilidad pública está respaldado por una sociedad que la considera como una buena vía para
preservar la propiedad y mantenerla como baluarte de la organización comunitaria. Es enfático
afirmando que la utilidad pública da fuerza a la justicia, sin necesidad de recurrir a otras
consideraciones.

La justicia es una convención humana; sin embargo, esto no hace que pierda fuerza alguna, sino
que se valore su sentido a partir de la utilidad que presta a la sociedad política. La justicia,
además, se concreta en el derecho de propiedad, que igualmente es un derecho fruto del artificio.
Así las cosas, la propiedad no es un derecho innato, o un atributo divino dado a los hombres por
la misericordia de Dios. La propiedad es una convención que, al ser útil, se sustenta a lo largo de
las generaciones.

7. GEORGE BERKELEY

Berkeley fue un obispo, filósofo y científico irlandés, nació en Dysert, en 1685. Propone, un
sistema filosófico, para eliminar la creencia de que la realidad es una substancia material. Si
lograba suprimir tal evidencia, quedaban al descubierto todas las objeciones de los científicos,
materialistas y ateos de la época en relación con esa categoría. Los cuatro hilos racionales
encontrados en la teoría del conocimiento de Berkeley son nominalismo, inmaterialismo,
espiritualismo y teísmo. Estas fuentes de pensamiento aparecen en su tratado filosófico, llevan su
sistema al empirismo extremo y afirman que, únicamente, se puede conocer un objeto si este es
percibido por la mente.

El nominalismo explica que todo lo que existe es particular, y, por tanto, los universales no
existen, esta premisa, le sirve como fundamento para sustentar la tesis del inmaterialismo, ya que
la materia, según este filósofo, es una idea abstracta.
Berkeley sustenta la tesis de que la colonialidad, es constitutiva de la modernidad y las
propuestas filosóficas, entre ellas, las esbozadas por Berkeley, son entonces, prolongaciones de la
gnosis europea, en procura de constituir un sistema-mundo, que permitiera en todos sus extremos,
llevar el progreso y en nombre de este, justificar la expropiación de los pueblos de sus riquezas
naturales, espirituales y culturales, es decir, privarlos de una subjetividad para la vida y para el
bien común.

Berkeley nació 168 años posteriores a la promulgación de la Reforma protestante, cuando Martín
Lutero, publicó Las 95 tesis y se dio la Contrarreforma o Reforma católica en respuesta a las tesis
luteranas. Es decir, nació en un mundo occidental cristianizado; pero, dividido; el descubrimiento
del Nuevo Mundo, es la consecuencia para obtener todos los recursos necesarios dentro del
marco de procesos civilizatorios llevados a cabo por Europa, para expandir su cultura, su lengua
y enriquecerse del producto del trabajo de los pueblos que dominó.

Así pues, Berkeley explicaba en sus sermones que el cristianismo permitía la esclavitud, y
justificaba que era mejor tener un negro esclavo bautizado, argumentando que el bautismo les
permitía ser mejores esclavos.

TEMA 6

IDEAS FILOSÓFICAS JURIDICAS DE LA ILUSTRACION

1. LA ILUSTRACIÓN - SU INFLUENCIA.

La Ilustración es un movimiento filosófico, político, literario y científico que se ha desarrollado


en Europa y en las colonias durante el siglo XVIII, como resultado del progreso y difusión de las
Nuevas Ideas y de los nuevos conocimientos científicos; los mismos que iluminaron la mente de
los hombres, a la vez que contribuyeron a modificar su espíritu. La ilustración alcanzó su mayor
desarrollo en el siglo XVIII, llamado, por ello “Siglo de las Luces”.

El pensamiento ilustrado se extendió por toda Europa, especialmente entre la burguesía y parte
de la aristocracia, a través de los medios impresos y de las reuniones sociales; también fue
difundida por intelectuales y divulgadores que escribían sobre ciencia, filosofía, política y
literatura. Se caracterizaba por apostar abierta y totalmente por la razón humana y el progreso
como las vías para construir una sociedad mejor, más justa y más feliz, lo que significaba valorar
los saberes humanos y divulgarlos a la sociedad entera, así como el combate contra la
ignorancia, la superstición y el fanatismo religioso.

Un enfoque laico y secular de la sociedad, que relegaba a la religiosidad y a la Iglesia de la


conducción de la sociedad y de la administración de los saberes: educación laica, fe en la ciencia,
y la consideración de cualquier saber no proveniente de la razón como meras supersticiones.
Estas corriente se ponía a la tiranía y al absolutismo monárquico, a favor del republicanismo y
del establecimiento de una sociedad más libre e igualitaria, propia de las sociedades burguesas
que surgirían más adelante. Esto implicó también oponerse a la sociedad de castas heredada del
medioevo. En su seno tuvieron origen distintos movimientos filosóficos y culturales, como
fueron el Racionalismo, el Empirismo, el Materialismo, el Idealismo, el Enciclopedismo y el
Universalismo.

Posteriormente surgió una transformación profunda de los modelos económicos, políticos y


sociales de Europa y Occidente, con el advenimiento de la Revolución francesa, la Revolución
estadounidense, y la Revolución industrial en Inglaterra.

Fue el pensamiento de la Ilustración en todas las latitudes el que mayor atención dedicaría a la
conceptualización del Estado, los derechos humanos y la democracia.

Las reflexiones humanistas de los ilustrados latinoamericanos sobre la cuestión de los derechos
humanos no partió de análisis leguleyos abstractos, sino de la polémica iniciada desde la
conquista de América sobre la racionalidad y, por tanto, el derecho al autogobierno de sus
pueblos aborígenes. Muchos de los ilustrados abogaron por tales derechos entre ellos Garcilaso
de la Vega y Guamán Poma de Ayala.

3. PRINCIPALES REPRESENTANTES DE LA ILUSTRACIÓN

Entre los principales representantes del pensamiento de la Ilustración podemos destacar, a René
Descartes, David Hume, John Locke, Francis Bacon, Voltaire.

Otros representantes relevantes de la ilustración fueron: Juan Jacobo Rousseau, el Barón de


Montesquieu e Immanuel Kant, a quienes nos referiremos en el presente tema.

3.1. JUAN JACOBO ROUSSEAU

Filósofo nacido en Ginebra (Suiza). Reaccionó contra el excesivo racionalismo de los


enciclopedistas, el trabajo de Rousseau es una crítica a la sociedad de su tiempo, dirigido
primeramente contra la depravación moral, y en segundo término, contra las diferencias sociales
que llevan, a algunos a una gran acumulación de riqueza, y a los más a la pobreza. Desarrolla la
tesis de que, en su estado original y primitivo, los hombres eran esencialmente buenos, libres y
felices, puesto que no existan las perversiones artificiales impuestas a su naturaleza, por una
civilización pervertida.

Sostenía que el establecimiento de la propiedad privada es el momento en que se rompe el


encanto del estado natural, pues, introducida la propiedad, se introduce la desigualdad moral. A
la propiedad privada, se sumó la dominación política que, por el influjo de ciertas pasiones, en
especial, la ambición y el deseo de poder, instituyó una situación de desventajas y diferencias
odiosas entre los seres humanos.
EL CONTRATO SOCIAL.

Uno de sus mayores aportes al pensamiento moderno fue su libro “El Contrato Social” donde
afirmaba que el mejor sistema de gobierno sólo podía provenir de un "contrato social", a través
del cual las gentes cederían parte de su libertad para que el Estado los gobierne, pero el Estado
les devolvería su libertad y sus derechos a través de normas que los ciudadanos hubieran
otorgado el poder de dar.

Rousseau piensa que el hombre ha nacido libre, pero el estado de naturaleza no podría ser
mantenido, pues ello sería el triunfo del más fuerte. Para su protección mutua los hombres hacen
un contrato tácito que da origen a la sociedad y el Estado, hay un acuerdo de voluntades, y el
individuo se somete por libre consentimiento a las leyes emanadas de la voluntad general. El
problema consiste en: “Hallar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza
común la persona y los bienes de cada asociado y por la cual, cada uno, uniéndose a todos, no
obedezca; sin embargo, más que a sí mismo y quede tan libre como antes”.

El Estado formado tendrá como fin el bien común. Hay que cumplir, además, con la voluntad
general, que será el sustento de la formación y conservación del Estado. El Derecho positivo está
dirigido a realizar automáticamente la utilidad pública.

La ley, es por su parte, debe ser la expresión de la voluntad general, no un mandato arbitrario.
Los mandatos arbitrarios no son legítimos, puesto que no se fundamentan en la voluntad general,
que se expresa a través de la ley. La importancia y relevancia de la ley, se desprende de la teoría
de que el sometimiento de los hombres a las leyes, hace a los hombres libres, por ser estas leyes
sólo manifestaciones de la voluntad general. Las leyes no solo deben ser impuestas, sino también
consentidas, de modo que se las obedece por un acto de libertad y no de imposición, porque en el
ciudadano deberá existir la calidad de súbdito y de soberano, al mismo tiempo.

Para Rousseau el Derecho es el centro de la vida social, y piensa que una sociedad sin leyes no
es, en último análisis, una verdadera comunidad.

El gobierno es un órgano del pueblo, y ejecutor de la voluntad general, es el encargado de la


ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad, tanto civil como política. “Los
depositarios del poder ejecutivo no son los amos del pueblo, sino sus oficiales; él puede
establecerlos y destituirlos cuando le plazca; no se trata para ellos de contratar, sino, de
obedecer”

La soberanía del Estado es inalienable, imprescriptible e indivisible, reside esencial y


originariamente en el pueblo, aunque el gobierno sea confiado a órganos o a individuos
determinados, es en la Voluntad General donde radica la Soberanía; “esta voluntad general no
corresponde a cada individuo, a un grupo o a una clase social, sino que pertenece siempre y
necesariamente al pueblo, porque el pueblo, constituye un Estado”
3.2. CARLOS DE MONTESQUIEU

Charles-Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu, filósofo, escritor y


político francés, nació en 1689, fue uno de los precursores de la antropología jurídica, al
defender la necesidad de las leyes para determinar la naturaleza de las cosas.

El pensamiento de Montesquieu estaba muy influenciado por el ambiente de la época, así,


defendía la tolerancia religiosa, la libertad, el poder de la razón, la idea de que el ser humano es
bueno por Naturaleza.

ESPÍRITU DE LAS LEYES (1748),

Según el propio Montesquieu fue el “Espíritu de las leyes”, la obra en la que trabajó toda su
vida. En general, puede ser considerada como: Una teoría sociológica sobre los diversos
caracteres nacionales. Una hipótesis acerca de las diferencias sicológicas, políticas y culturales
de los pueblos. Una filosofía cíclica de la historia, y un estudio sobre el origen de las
constituciones moderadas y los gobiernos despóticos.

En el “El Espíritu de las Leyes”, afirma que “La ley, en general, es la razón humana en tanto
gobierna a todos los pueblos de la tierra, y las leyes políticas y civiles de cada nación no deben
ser sino los casos particulares a que se aplica la misma razón humana”.

Esta definición contradice la concepción habitual de los profesores del Derecho Natural de la
época, pero que ha de entenderse considerando a ley en el sentido de las ciencias naturales, pero
extensivas a la sociedad. El doble carácter de la palabra ley, como Ley Natural y a la vez Ley
Social, y como Ley Positiva, permitió a Montesquieu comprender dentro de ella, tanto a las leyes
en sentido político y jurídico, como a las regulaciones naturales y sociales, que expresan la
influencia recíproca entre los modos de vida, de producción y trabajo y las costumbres,
tradiciones e instituciones jurídicas de los pueblos.

En general, la ley es para los hombres lo mismo que la razón. Sin embargo, las leyes de las
diferentes naciones o Estados, son especiales y deben adecuarse a las circunstancias; es por este
motivo que no existe un mejor o peor sistema de gobierno en general, sino para cada caso en
particular. El mejor sistema será aquel cuyas instituciones “correspondan de modo óptimo a las
disposiciones del pueblo para el que fueron creadas”, así, la relación existente entre las
condiciones físicas, psicológicas e institucionales es lo que forma “El espíritu de las leyes”:

Sus ideas, probablemente influidas por el racionalismo de su tiempo, admiten que las leyes son
una expresión de la razón, y no así de una voluntad soberana y arbitraria. Cada pueblo tendrá una
legislación conveniente a su naturaleza, sus circunstancias y a su historia; las diferencias entre
ellas, demuestran las diferencias entre los pueblos mismos.

Referente al Derecho Natural, señala que el hombre como un ser natural, está sometido a las
leyes de la naturaleza, pero en él también existe una ley exclusiva a su naturaleza racional, se lo
puede encontrar también en los animales; sin embargo, los animales no están en guerras
constantes contra los miembros de su misma especie, porque al percibirse como iguales, no
sienten ninguna necesidad de atacarse; por lo tanto, el autor consideró que el primer derecho
natural es la paz.

Al igual que Rousseau, suponía que el hombre primitivo, en su estado de naturaleza era pacífico
por debilidad y temor, pero al entrar en contacto con los demás, pierde el miedo y por
consiguiente, cambia; será en este momento cuando aparecerá la guerra tanto entre grupos como
entre individuos. El Derecho de Gentes, es el que tiene validez en las relaciones entre grupos
sociales y naciones, y que según Montesquieu los conduce a “hacerse en la paz, el mayor bien
posible, y en la guerra el menor mal posible, sin dañar los propios intereses”

En lo referente a su doctrina de la Separación del Poder, sostenía que el despotismo, sólo se


puede evitar “si los poderes están divididos y encargados a órganos distintos autónomos, entre
los que se establecerían controles recíprocos que aseguran su funcionamiento armónico y en
cooperación”

Una máxima de este autor es “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder
detenga al poder...” significa que los tres poderes del Estado deberán frenarse y equilibrarse
recíprocamente. Posteriormente fue llamado sistema de frenos y contrapesos. Por otra parte, las
ideas de separación del poder y del mantenimiento de autonomías locales en manos de una
nobleza que contrapese el poder real, son indispensable para Montesquieu, porque él creía en la
razón y en el progreso.

Para él la libertad política, no consiste en hacer lo que uno quiera, sino hacer lo que se debe
hacer y lo que las leyes permitan. Los anteriores elementos caracterizan lo que Montesquieu
denominó, gobierno moderado, que será aquél que asegura y garantiza las libertades ciudadanas.

Es innegable que las funciones del Estado, se entienden tradicionalmente según la concepción
clásica de división del poder, ya esbozada levemente por Aristóteles, fortalecida por John Locke
y delineada definitivamente por Montesquieu.
3. 3. IMMANUEL KANT

Inmanuel Kant es uno de los "más grandes" filósofos de todos los tiempos. Nació en la ciudad
prusiana de Köningsberg en el año 1724. Toda su vida transcurrió en esta ciudad dedicado a la
enseñanza como catedrático y la investigación.

Sus dos obras fundamentales fueron la “Crítica de la Razón Pura” y la “Crítica de la Razón
Práctica”; obras magistrales en las cuales Kant vislumbró más que ninguno de sus
contemporáneos, un sistema metafísico que oscurecía todos los sistemas anteriores, y que
gravitaría sobre todo el pensamiento filosófico posterior con una fuerza ineludible. Entre las
obras kantianas que interesan a nuestro estudio tenemos los escritos titulados “Para la Paz
Perpetua” y “Principios Metafísicos de la Doctrina del Derecho”.
El origen del kantismo esta principalmente en el racionalismo de Descartes, que atribuía a la
razón todas las posibilidades para alcanzar la verdad filosófica y científica, Kant fue el fundador
del criticismo y su máximo exponente, y precursor del idealismo alemán. Su Crítica de la razón
pura es considerada un texto que cambió para siempre la historia del pensamiento filosófico
occidental, y que aún goza de vigencia.

Kant admite la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. La razón exige necesariamente el
premio o el castigo futuro por nuestras acciones; sin Dios, no podrían darse estas penas y
recompensas. Las tres nociones metafísicas: “Dios”, “alma” y “libertad”, no pueden ser sabidas
sino creídas; esta certidumbre es moral, y no teórica o científica.

PARA KANT EL DERECHO, es un ordenamiento de la razón. Abarca el conjunto de los


hechos humanos pasibles de coerción; se apoya en la legalidad de la conducta y se desentiende
de la moralidad de la misma; su fin es coordinar la libertad de cada uno, con la libertad de los
demás. El Derecho no se refiere a las reglas que nos conducen al bien absoluto, como lo persigue
la moral; sino al bien relativo del hombre; es decir, lo considerará en sus relaciones externas y
recíprocas con los demás, porque el Derecho se manifiesta en los actos externos del hombre.

El Derecho se resume en: “El respeto mutuo de la libertad de todos los hombres que viven en la
sociedad civil”

La libertad y Derecho están en directa relación; un acto será legal, cuando respeta la libertad de
los demás permitiendo que la libertad personal coexista con la libertad del otro.

EL DERECHO NATURAL: La libertad es el derecho único y primitivo del hombre, es aquél


que le corresponde por el solo hecho de ser hombre, ya que, en la libertad se compendian todos
los demás derechos naturales.

En su “Principios metafísicos del Derecho”, Kant formula el supremo principio del Derecho
(Derecho natural): “obra exteriormente de modo que el libre uso de tu albedrío (o voluntad
libre), pueda conciliarse con la libertad de todos, según una ley universal”

Al referirse concretamente al derecho natural expresa: “El Derecho Natural viene a ser el
conjunto de principios universales, absolutos, perfectos e inmutables, derivados de la razón
humana, que rigen la conducta del hombre de acuerdo con el imperativo categórico”

Esta valoración de la libertad como derecho natural supremo por parte de Kant, muestra la
influencia de Rousseau en su pensamiento jurídico.

Kant pone la moralidad muy por encima de la ciencia, afirmando que en la moral radica la
dignidad humana, el hombre es digno y es persona, porque es moral. Por lo tanto, “es inmoral
emplear a los hombres como meros medios para nuestros propios fines” ya que el ser humano es
“un fin en sí mismo” es un ser libre y moral y esa libertad lo coloca por encima del mundo de los
fenómenos.
Kant hizo una primera división general del Derecho, diferenciando el Derecho Natural, que
compete a cada cual por naturaleza (la libertad), y el Derecho Adquirido, que tiene su principio
en la voluntad del legislador y le viene a cada uno por un acto jurídico.

DIFERENCIAS ENTRE LA MORAL Y EL DERECHO: En su obra “Principios Metafísicos


del Derecho”, Kant consideraba que los preceptos de la Moral y del Derecho tienen un carácter
de universalidad, ya que, para él, la verdadera ciencia del Derecho es el conocimiento
sistemático del Derecho Natural, que jamás podrá extraerse de la experiencia, sino de la razón
práctica, porque solo ella (la razón) nos proporciona el criterio general para distinguir lo justo de
lo injusto.

En el dominio de la Moral y del Derecho, existen; sin embargo, antagonismos que no se refieren
precisamente a la cualidad de sus preceptos, toda vez que ambos imponen reglas categóricas e
universales. La diferencia entre ambos radica en los motivos en los que se inspira el agente (el
hombre). Así, en la Moral, el motivo determinante de la acción es siempre la noción del deber;
en el Derecho por el contrario, el motivo determinante para la conducta humana es la
coexistencia de la propia libertad con la de los demás.

La moral extiende su imperio a todos los actos del hombre ya sean internos o exteriores; el
Derecho en cambio, solo impera en los actos externos del hombre, porque solo éstos pueden
impedir la coexistencia de la libertad recíproca.

“Mientras la Moral excluye todo género de la coacción, porque en ella el único motivo
determinante de las acciones debe ser la idea del propio deber; el Derecho por su parte, admite la
coacción en cuanto ésta puede servir, y es indispensable para obtener la coexistencia de la
libertad de cada uno con la de todos. El Derecho es una coacción universal, que protege la
libertad de todos”. De esta manera, el Derecho queda situado en “la pura legalidad exterior de las
acciones, bajo la fuerza coactiva de la ley”

EL ESTADO: Es una institución de carácter jurídico cuya función esencial es asegurar la


libertad de los individuos y no así procurar su bienestar material. Kant define al Estado como
“una multitud de hombres bajo leyes jurídicas” la cual deberá también ser entendida como
“asociación en virtud de un contrato en el que interviene la voluntad de todos”.

Kant aceptó también, la doctrina de la división de poderes que ya habían propugnado Locke,
Montesquieu y Rousseau. Los fines del Estado quedarán reducidos a la “tutela del Derecho”; el
Estado deberá pues asegurar a los ciudadanos el disfrute de sus derechos, sin inmiscuirse en los
intereses particulares e individuales. “Un Estado podrá ser considerado Estado de Derecho,
cuando ha asegurado la libertad de todos sus súbditos”. Sostiene también, que cuando la
Constitución adolece de errores, es el poder soberano el que deberá reforzarla, pero jamás le
corresponde al pueblo, el derecho a la revolución y a la rebelión porque ello entrañaría el
desconocimiento de las leyes. De esta manera, Kant aseguró la autoridad plena del Estado por
sobre el ciudadano, apartándose de las teorías de Rousseau.
LA PAZ PERPETUA: La meta de la evolución histórica consiste en llegar a una Constitución
política óptima, y la paz perpetua es un ideal al que todos los pueblos deben aspirar, ya que es
obligación o deber de todos, contribuir al progreso de la humanidad. Según Kant, los Estados
deberán salir del “estado de naturaleza” en el que se encuentran para seguir el imperativo
categórico, “no debe haber guerra”

La aspiración de la humanidad deberá ser la formación de un Estado o Liga de Naciones, una


sociedad jurídica cosmopolita, como única institución posible para la garantía de la paz perpetua;
lo que es, por lo tanto, un deber de justicia en las relaciones entre los pueblos. Kant propugnó un
Derecho internacional encaminado a evitar contiendas internacionales. En su obra “Para la Paz
Perpetua”, expuso una serie de principios de Derecho que orientan hacia la instauración de una
paz duradera entre todos los Estados del mundo.

La Paz Perpetua deberá ser la dirección que tomará la conducta de todo ciudadano, ya que el
establecimiento de una paz universal y duradera es el auténtico y último fin de la teoría del
Derecho.

TEMA 7
LAS DOCTRINAS DE LA ESCUELA HISTORICA Y
EL IDEALISMO JURIDICO.

1 La Escuela Histórica.
2 Edmundo Burke.
3 Carlos Savigni.
4 La filosofía Idealista en los estudios jurídicos.
5 Guillermo Hegel y su planteamiento de la Razón Absoluta.
6 Friedrich Wilhelm Joseph (von) Schelling.
7 Arturo Schopenhauer.

1. LA ESCUELA HISTÓRICA

En los albores del siglo XIX nace en Alemania la Escuela Histórica del Derecho, una corriente
de pensamiento jurídico liderada por Federico Carlos de Savigny, llamada a marcar desde su
nacimiento el curso científico del Derecho hasta nuestros días. Nace como reacción al
iusnaturalismo racionalista y la subsiguiente codificación del Derecho.

Para la Escuela de Exégesis francesa "el Derecho positivo lo es todo, y todo el Derecho positivo
está constituido por la ley". No existen más principios jurídicos que los del Derecho positivo
emanado del legislador.

La promulgación del Code Civil napoleónico desató la polémica en Europa entre los partidarios
a ultranza de la codificación y los detractores de ésta. En Alemania, Savigny (crítico del
movimiento codificador) y Thibaut protagonizaron la discusión. La Escuela Filosófica de
Thibaut, con un planteamiento codificador, pretendía hacer prácticamente tabla rasa del pasado.
Frente a este planteamiento, surge la Escuela Histórica del Derecho.

Muchos consideran a Savigny como el fundador de la Escuela Histórica, según la cual el


Derecho es la expresión natural del espíritu del pueblo (Volksgeist). La misión del legislador no
era la de crear Derecho, sino la de buscarlo en el Derecho histórico y proceder a su estudio y
sistematización. El origen del Derecho debe situarse en base a la evolución histórica de los
pueblos, cuyo espíritu se manifestaba originariamente en las costumbres y en las tradiciones.

La Escuela Histórica del Derecho utiliza al método histórico para determinar desde cada estadio
evolutivo, el derecho propio de cada nación y su significado.

Según los representantes de esta corriente el Derecho y Estado son un producto de la evolución
histórica del organismo social. G. del Vecchio, designa como Historicismo a las varias opiniones
que se manifestaron en contra de las doctrinas del Derecho Natural apoyado en un estricto
racionalismo, e hizo la distinción entre las tres corrientes predominantes dentro de la Escuela
histórica. Ellas son:

- El Historicismo filosófico de Hegel y Schelling.


- El Historicismo jurídico o Escuela de los juristas alemanes con su precursor, el
inglés Edmundo Burke, y con Carlos de Savigny como principal exponente y
fundador.
- El Historicismo político, con aquellos pensadores que se opusieron a las
exageraciones de la Revolución Francesa.

2. EDMUND BURKE
Nació en Dublín, 12 de enero de 1729, fue un escritor, filósofo y político, considerado el padre
del liberalismo conservador británico, tendencia que él llamaba viejos liberales.

Burke fue un acérrimo enemigo Revolución francesa. Los redactores de la Declaración de los
derechos del Hombre y del ciudadano, quisieron darles un valor universal, recogiendo en un texto
legal los principales derechos, Burke arguye que esto, obliga a dar una formulación abstracta a
los derechos, que la hace inaplicable. Lo que existe son derechos específicos de cada pueblo, no
derechos humanos. Una concepción de derechos “humanos” cae en el error de considerar que los
hombres son intercambiables y faltos de identidad histórica.

Para Burke, las libertades y las restricciones varían según las épocas y según las circunstancias,
según una evolución que es histórica y que los humanos no pueden reproducir según la razón.

“La historia de las sociedades sigue, en efecto, una evolución sobre la cual la razón de los
hombres no tiene ninguna influencia”. Los derechos humanos constituyen una pura especulación
y producirían una especie de universalismo vacío, y como consecuencia una uniformización que
imponía a todos los pueblos un mismo tipo de derecho. La crítica de Burke incide por vez
primera en la argumentación que todos los comunitaristas actuales (Etzioni, Taylor, etc.). Si cada
cultura es distinta, si cada tradición es diversa, no tiene sentido una uniformización de derechos.
3. CARLOS SAVIGNY

Federico Carlos de Savigny, el célebre y conocidísimo iniciador y mantenedor de los principios


de la escuela histórica del Derecho, nació en Francfort, en 1779, es considerado como fundador
de la Escuela Histórica, cuyos principios se encuentran comprendidos en su obra “Sobre la
vocación de nuestro siglo para la Legislación y la Ciencia del Derecho”.

La obra de Savigny tuvo dos etapas:

La primera, fue de pugna contra la Escuela racional, modificando aquel carácter dogmático que
le había introducido la influencia de la Escuela racionalista, a las doctrinas jurídicas, hasta
entonces más conocidas. En efecto, Savigny escribe en su artículo introductorio de la Revista de
la Escuela Histórica: “Según la teoría de los otros, no se da ninguna existencia humana
completamente individual y separada; antes bien, aquello que puede ser considerado como
individual, ha de mirarse, por otra parte, como miembro de un todo superior”

Asimismo, consideraba que: “No es, pues ya la Historia solamente una colección de ejemplos
políticos y morales, sino el único camino para el conocimiento de nuestro propio Estado”

En la segunda etapa, Savigny se inclinó hacia una conciliación con los principios de la Escuela
racional, admitiendo que no se podía desconocer la inmensa cantidad de materiales recogidos por
los partidarios de la Escuela racional, porque en aquella enorme e indefinida variedad de hechos
históricos se revela la influencia de la razón. Los partidarios de la Escuela histórica tuvieron pues
que reconocer, que el estudio de los hechos sería estéril si la razón no interviniera para
ordenarlos y para formular las leyes que los rigen, pero los ideales jurídicos, no pueden ser
resultado de una mera especulación racional construida en los gabinetes de los juristas y
filósofos, porque todo ideal jurídico es primeramente un producto del espíritu colectivo de cada
pueblo.

Para Savigny, el Derecho Positivo es el único Derecho auténtico, y los ideales jurídicos deben
ser recogidos de la realidad de la conciencia popular espontánea, de manera que las leyes tendrán
función secundaria. El Derecho se crea primero por la costumbre y las creencias populares, y
luego por la jurisprudencia, en virtud de una fuerza interior y tácitamente activa, jamás en virtud
del arbitrio de ningún legislador. En este contexto Savigny afirma que “el Derecho vive sobre
todo en la práctica judicial y en la costumbre”

Savigny aconsejaba no intentar codificaciones generales ni definitivas, hasta que la conciencia


jurídica de un pueblo no haya llegado a cierta madurez en sus manifestaciones, porque podría
anticiparse a ella. Afirmaba también, que no es prudente trasladar o aplicar una legislación o una
institución jurídica de un pueblo a otro, cuando las condiciones sociales de éstos sean diversas,
“porque lo que es adecuado para un pueblo, podría en cambio ser completamente inadecuado
para otro”

Savigny llegó a reconocer que entre los pueblos civilizados se ha ido formando una comunidad
de Derecho, que deriva del consentimiento y del mutuo acuerdo en la aceptación de ciertos
principios jurídicos. Esta Comunidad de Derecho, viene a ser un desarrollo del Ius Gentium al
que llegaron los romanos, que tenía un carácter eminentemente histórico y comparativo.
Actualmente, existen principios jurídicos de los cuales ninguna nación civilizada se atrevería a
apartarse, porque sería arrojada del conjunto de las llamadas sociedades cultas y evolucionadas.

Principios comunes de la Escuela Histórica del Derecho.- Son:

- El hombre es esencialmente un ser histórico y social, surgido en la naturaleza, que


evoluciona y se desarrolla formando primero grupos sociales y posteriormente
pueblos y Estados.

- El Derecho, al igual que el Estado, es un producto de la evolución histórica.

- El Derecho deja de ser una idea abstracta, fruto exclusivamente racional; por el
contrario, el Derecho es la expresión de la conciencia jurídica de los pueblos, a lo
que llaman también “espíritu o alma popular”, que nace, se desarrolla y se
perfecciona juntamente con la evolución de cada pueblo.

- La conciencia jurídica de los pueblos se manifiesta primero en las costumbres, que


son la expresión espontánea de su instinto jurídico, cuyo órgano interpretativo
fueron en primer término los jurisconsultos. Posteriormente en los pueblos más
adelantados surge un poder especial, (el Poder Legislativo), al que le corresponderá
tal labor.

- El Derecho Consuetudinario es de vital importancia para la Escuela Histórica, por


ser la verdadera expresión del espíritu del pueblo o “alma popular”.

- Repulsa de las codificaciones porque “paralizan durante mucho tiempo, el curso y


la evolución espontánea del Derecho al ofrecer síntesis sistemáticas de leyes que
adquieren gran estabilidad y fijeza”

En relación a la Justicia, la Escuela histórica se opuso al criterio universalista del Derecho


Natural racional, porque consideraba imposible la existencia de un concepto universal, absoluto
e inmutable de lo que es la Justicia; por el contrario, “lo justo” será relativo a la cultura y a la
situación histórica de cada pueblo.

4. LA FILOSOFÍA IDEALISTA EN LOS ESTUDIOS JURÍDICOS


El idealismo, o inmaterialismo, es la familia de teorías filosóficas que afirman la primacía de las
ideas o incluso su existencia independiente. Afirman que la realidad, o la realidad que podemos
conocer, es fundamentalmente un constructo de la mente o inmaterial. El idealismo supone que
los objetos no pueden tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos. Para
poder conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la conciencia, las ideas, el sujeto y el
pensamiento en este tenor surge la posición de Guillermo Hegel, Federico Schelling, Arturo
Schopenhauer.
5. GUILLERMO HEGEL

Nació en Alemania, 1770 fue profesor universitario durante muchos años. Su filosofía fue la
precursora de la teoría de la historia de Karl Marx; pero, a diferencia de Marx, que era
materialista, Hegel fue un idealista en el sentido de que pensaba que la realidad era espiritual en
última instancia, y que esta realidad se desarrollaba según un proceso de: “ tesis – antítesis –
síntesis”.
SU PLANTEAMIENTO DE LA RAZÓN ABSOLUTA

Hegel trataría de superar ese dualismo que predominaba en la filosofía y en la concepción del
mundo: Materia y Espíritu, o dicho de otra forma: lo real, palpable por nuestros sentidos y lo
ideal, espiritual o abstracto, que solo tiene acceso al entendimiento o razón. Hegel responderá
que lo real y lo ideal son manifestaciones de algo superior: lo Absoluto, o la Razón Absoluta que
está realizándose en un perpetuo movimiento dialéctico; de ahí su frase “todo lo real es racional,
y todo lo racional es real”. A la pregunta de la metafísica ¿Qué es lo que realmente existe?,
Hegel contestará que existe la Razón o el pensamiento; y los fenómenos son solo
manifestaciones de la razón. La Razón es dinámica, llena de posibilidades y en continuo
movimiento que se va desenvolviendo a través del tiempo. Así, “todo el Cosmos está animado
por la Idea universal y única, a la que Hegel llama “lo Absoluto”;

Para llegar al saber de “lo Absoluto”, la razón se va desdoblando en trilogías relacionadas la una
con la otra, hasta culminar en la “Idea Absoluta”. Razonar, idear o pensar, según Hegel, consiste
en proponer una explicación o hallar un concepto de lo que “El Ser” es. Este es el primer paso o
“Tesis” del método dialéctico. En el segundo paso, se niega o contradice lo que se había
afirmado en la “Tesis”. A esta segunda fase Hegel la llamó, “Antítesis”. Sin embargo, la razón
no se conforma ni queda estática, pasando a un tercer estado, al que llama “Síntesis”, que viene a
ser una nueva afirmación resultante de las dos anteriores, pero enriquecida y superada, la que a
su vez servirá como una nueva Tesis del proceso dialéctico eternamente sucesivo y continuo.

HEGEL Y LO QUE CONSIDERABA FILOSOFÍA DEL DERECHO

Para Hegel, la Filosofía del derecho, es una especie de Sociología general construida desde el
punto de vista de la libertad. Los temas fundamentales que estudia esta ciencia filosófica, son el
derecho, la moralidad y la eticidad, temas que están conectados dialécticamente; es decir, el
derecho está presente en los tres estadios, transformando progresivamente su concepto, y la
eticidad es la síntesis de los tres. Por tanto, la eticidad está presente en germen ya en el derecho,
dotando a éste y a la moral de significado pleno.

La figura concreta última que representa la eticidad es para Hegel el pueblo. Éste es la unidad
efectiva de los hombres en un grupo, unidad que contiene tanto a esos hombres como las
múltiples conexiones que se dan entre ellos, desde la base natural (clima, geografía), pasando por
las determinaciones psicológicas de los individuos, sus relaciones económicas, jurídicas, morales,
políticas, etc. Esta totalidad ética que constituye cada uno de los pueblos que hay en la tierra es
la figura de la eticidad absoluta. Cada pueblo constituye así una individualidad y se relaciona con
los otros pueblos de dos maneras: en forma de paz y en forma de guerra.

Frente a las doctrinas empiristas y formalistas, Hegel plantea su propia visión de la Ciencia del
derecho natural. Teniendo por objeto esta ciencia filosófica dar unidad y necesidad a todas las
determinaciones de lo jurídico, o sea, crear el sistema científico de la realidad jurídica, Hegel
piensa que la realidad infinita del derecho es una fluidez múltiple, pero que se concreta en
momentos necesarios, y que el resultado de esta concreción son las figuras éticas. La eticidad es
esa fusión de lo infinito y lo finito, de lo ideal y lo real, del concepto y su realización, todo ello
regido por la necesidad lógica inserta en la propia historia de los hechos. La eticidad se va
plasmando en cada momento histórico en figuras concretas, que son los pueblos. Cada pueblo
que existe es una figura de la eticidad.

Por eso, el derecho real de un pueblo es la fusión de la moralidad y del derecho natural
efectivamente vividos, lo cual constituye su sustancia ética. Los antiguos griegos expresaban esto
diciendo que "lo ético consiste en vivir de acuerdo con las costumbres éticas del propio país". En
conclusión, la expresión máxima de la eticidad es, para Hegel, el sistema de legislación, en la
medida en que las leyes de un país reflejan perfectamente la realidad ética de ese país, es decir,
"las costumbres éticas vivientes actualmente" en dicha sociedad.

En esto último se aprecia ya cuál es el sentido de la filosofía del derecho hegeliana: ésta es una
ciencia filosófica que estudia el derecho de un país como el sistema de leyes vigentes en un
momento dado, pero entendidas éstas como leyes vivientes, efectivamente asumidas y
observadas, que expresan, por tanto, toda la cultura del pueblo, tanto la moralidad subjetiva como
la legalidad objetiva realizada en cada individuo y, por consiguiente, en la totalidad social.

RELACIÓN ENTRE LA CIENCIA FILOSÓFICA DEL DERECHO NATURAL Y LAS


CIENCIAS JURÍDICAS POSITIVAS.

Como hemos visto, para Hegel la Ciencia del derecho natural estudia la legislación, pero ésta, al
reflejar las costumbres éticas de un pueblo, está imbuida de contenidos y relaciones morales entre
los individuos, que son objeto de estudio de la Ciencia moral. Ahí se da, por tanto, una relación
estrecha, aunque diferenciada, entre ambas ciencias filosóficas. Ahora se trata de ver la relación
que mantiene la Ciencia filosófica del derecho natural con las ciencias particulares que estudian
el derecho positivo. Con ello Hegel plantea cuál es la naturaleza y función de esta disciplina que
más tarde él mismo denominará "Filosofía del derecho".
Al construir la Idea de la eticidad absoluta, Hegel unifica, con sus respectivas diferencias, la
moralidad y la legalidad. De la misma manera, intenta hacer ver que en esa Idea de la eticidad
están unidas, también con sus diferencias respectivas, el derecho natural y el derecho positivo y
esta unificación ha de llevarla a cabo la Ciencia del derecho natural o Filosofía del derecho.

ACTUALIDAD Y UTILIDAD DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO DE HEGEL

En sus escritos sobre filosofía jurídica Hegel supera definitivamente los planteamientos
unilaterales de las doctrinas del derecho natural y la propia concepción iusnaturalista, que
separaba el derecho natural del derecho positivo y exigía que éste se adecuase plenamente a
aquél.

Su crítica al empirismo y al formalismo de aquellas doctrinas vale también para las posiciones
contemporáneas del derecho natural y del positivismo jurídico, respectivamente. El concepto del
derecho no se puede reducir sólo a principios extraídos de una situación humana concreta y
elevados al plano de lo general, como hacen las doctrinas del derecho natural; ni tampoco a
principios puramente formales de carácter ideal, como el concepto de deber ser o el de coerción,
sin ningún contenido factual social, como hace el positivismo.

La filosofía jurídica de Hegel abarca todo el dominio que corresponde hoy a la Filosofía del
derecho y, además, en su tratado del mismo nombre lo hace de una manera sistemática,
manteniendo el equilibrio entre las dos grandes áreas de estudio de esta disciplina.

Una Filosofía del derecho actual se compone de dos partes complementarias: la Teoría general
del derecho (incluida la epistemología jurídica), y la Teoría social del derecho (que incluye ética
y política jurídicas, entre otros temas). En la obra de Hegel estas dos partes se hallan entrelazadas
dialécticamente, como aspectos de una realidad común, el derecho.
6. FRIEDRICH WILHELM JOSEPH (VON) SCHELLING.-

Conocido como Federico Schelling, nació en Leonberg, Wurtemberg, 27 de enero de 1775, fue
un filósofo alemán, uno de los máximos exponentes del idealismo y de la tendencia romántica
alemana.

La teorías de Hegel, dominaban en aquella época; sin embargo, filósofos de la línea también
idealista como Schelling, pusieron el principio de todo existe, en la “Voluntad Absoluta”, y no
así en la razón; porque a juicio de ellos, con la pura razón, jamás se podrá explicar el devenir del
mundo. La Voluntad, a diferencia de la razón, es esencialmente activa, por tanto, puede explicar
el devenir del mundo. A la “Voluntad Absoluta”, Schelling la llamó también, “Ley del Proceso
Cósmico”, que rige el mundo físico, y el mundo espiritual y moral. Es, además, el principio de
existencia tanto de la Naturaleza como de la Historia, porque mueve o es el motor de todo lo que
existe en el mundo físico, desde los seres más elementales, hasta la humanidad misma a través de
su desenvolvimiento histórico.
Respecto al Ordenamiento Jurídico Schellig afirma que “... por encima de la naturaleza sensible,
debe elevarse una naturaleza superior, en la cual domina también la ley natural, pero distinta de la
que gobierna la naturaleza sensible, puesto que es una ley natural que concierne a los seres
provistos de libertad...”

Esta ley, no es otra más que la Ley Jurídica, cuyo estudio no forma una parte de la moral, sino lo
establece una ciencia puramente teórica, que determina el “mecanismo natural” por medio del
cual los seres libres pueden gobernar sus acciones. La producción de este orden jurídico, para
Schelling, es obra de la necesidad natural de los hombres, que los obliga a sustraerse de la
violencia universalmente ejercida en contra de ellos. El Derecho, es pues una “ciencia teórica”
que para el filósofo “deduce sólo el mecanismo natural por el cual los seres libres pueden venir
pensados en recíproca acción”. De ahí que “el ordenamiento jurídico no sea un ordenamiento
moral, sino puramente natural, y sobre el cual la libertad puede tan poco como sobre la
naturaleza sensible”

El Estado, según palabras de Schellig, “ Es la creación más perfecta del Espíritu. Es la unión de
lo ideal y de lo real, es una reunión de la libertad y la necesidad”

Es por eso, que el Derecho, lejos de ser un aspecto de la razón, es “creación de la voluntad
universal”, que se va esforzando cada vez más, por acercarse a ese ordenamiento jurídico ideal,
suministrado por la razón.

Dicha realización progresiva del ordenamiento jurídico ideal, es el objeto único de la Historia;
así, el grado de progreso de un pueblo y de una sociedad, determina el cómo la humanidad se irá
aproximando a la constitución de una comunidad jurídicamente ideal, porque Schelling creía que
la seguridad y supervivencia de los Estados particulares sería superficial y precaria si solo se
funda en el equilibrio de los tres poderes del Estado. Al respecto escribe, que es necesaria “una
organización que trascienda los Estados, y que garantice la propia constitución de sus
componentes” . Así, sólo mediante esta organización, se podrá alcanzar el ideal de la sociedad
política, que actualice plenamente el orden universal, sin apartarse del modelo del orden natural.
7. ARTURO SCHOPENHAUER

Nació en Danzig, actual Gdansk, Polonia, considerado uno de los más brillantes pensadores del
siglo XIX y de más importancia en la filosofía occidental, siendo el máximo representante del
pesimismo filosófico. Su filosofía, puede ser considerada como puente con la filosofía oriental,
en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta, afirmando principios como el ascetismo y la
noción de la apariencia del mundo.

Su obra filosófica puede ser descrita como una abierta polémica contra los desarrollos
metafísicos postkantianos de sus contemporáneos, constituyéndose, en una manifestación
ejemplar de pesimismo filosófico.

Para Schopenhauer, la voluntad está por encima de la inteligencia, la vida no es más que “la
manifestación de la Voluntad inconsciente e irracional de existir”. La comprensión racional del
hombre, está en el fondo, movida por la fuerza vital de la Voluntad, que es como un “deseo
ciego e inconsciente por la vida”.

La moral consiste en olvidarse (el hombre), por completo de sí mismo, de su propia


individualidad, y reconocerse e integrarse como parte del Universo. La mejor moral para
Schopenhauer viene a ser, la antiquísima moral practicada por Buda, porque para Shopenhauer,
la Filosofía hindú era un maravilloso tesoro de realismo y comprensión del mundo y de la vida.

La base de toda conducta moral debe ser “la piedad” que es el único sentimiento moral, y el
móvil de la conducta moral, que impulsa al hombre para hacer el bien a sus semejantes. “La
piedad, es fuente de la Justicia, y de la caridad”. La culminación de la vida moral, está dada por
la castidad, que juntamente con el ascetismo, significan la negación de la voluntad de vivir y de
propagarse como especie.

Schopenhauer piensa que los remordimientos por un sufrimiento infligido a otro constituyen una
piedra de toque fundamental para compulsar nuestro comportamiento ético. Es en este contexto
en donde el concepto de injusticia toma relevancia: toda afirmación de la voluntad de vivir que
vaya más allá de sus límites y, por ende, implique la negación de otras voluntades, es injusta.
“Injusticia es la irrupción en los límites de la afirmación de la voluntad ajena”.

Schopenhauer afirma que la injusticia no se manifiesta en los hombres de forma abstracta a


través de razonamientos. Por el contrario, su manifestación se da directamente en los individuos
como un sentimiento; por supuesto, éste varía dependiendo del lado en el que se encuentra el
individuo en la injusticia. El victimario siente la negación de la voluntad en el otro como
remordimiento de conciencia o el sentimiento de la injusticia cometida. La víctima, por su parte,
experimenta la irrupción y la negación de su voluntad como un sufrimiento tanto físico como
espiritual

El filósofo alemán diferencia dos tipos de injusticia según la causalidad involucrada en su


ejecución: las injusticias físicas y las injusticias por medio de la astucia.

Las injusticias físicas son denominadas así debido a que implican un uso de la fuerza corporal
para su realización. En la injusticia por astucia, quien obra injustamente falsea el conocimiento
de los demás individuos con mentiras para convencerlos de actuar y servir a su voluntad mientras
estos piensan que sirven a la propia.

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