Trabajo Práctico 1

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Trabajo práctico Nº1

Fecha de entrega: 04/12/20


Profesora Magalí Barreto
Lengua y Literatura
1º 1ª A E.P. 15
Como ya saben, este cuatrimestre vamos a trabajar sobre un tema general desde las
diferentes materias. El tema también ya lo saben y es el impacto que tienen ciertas prácticas
sobre el medioambiente y también su cuidado. En este trabajo vamos a ver dos temas en
conjunto por un lado el daño al medioambiente y por otro un tema específico de la materia que
es las clases de palabras. Sé por la actividad de diagnóstico que para muchos de ustedes las
clases de palabras va a ser un tema nuevo, pero para otros tantos va a ser un repaso.

Actividad:
1. A continuación tienen un anexo que es un artículo extraído del diario Página 12.
También lo pueden abrir con el siguiente link:
https://www.pagina12.com.ar/306876-las-siete-plagas-en-el-delta
Lean atentamente el artículo periodístico.
2. Tienen otro anexo que es la explicación de las clases de palabras extraído del
módulo 1 de Lengua y Literatura para Fines. En el siguiente link tienen el PDF del
libro entero: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL004338.pdf
Lean atentamente la Unidad IV Las clases de palabras. No entren en crisis si hay
cosas que no llegan a entender, siempre hay tiempo para preguntar y explicar de
otra forma los temas.
3. En el artículo periodístico busquen y marquen o transcriban al menos cinco ejemplos
de cada clase de palabra.
4. Escribí un texto de más de cinco renglones con una reflexión a partir del tema del
cuidado del medioambiente y la nota periodística que leíste.

Anexo 1: artículo periodístico.


22 de noviembre de 2020

La pandemia, cianobacterias, fertilizantes, el desmonte, los incendios, la contaminación y la bajante del


Río Paraná
Las siete plagas en el Delta

El desarrollo de cianobacterias capaces de producir toxinas en el Delta del Paraná puede


afectar la llegada de turistas de quienes depende buena parte de la actividad isleña. El caso es
un buen ejemplo de cómo el desequilibrio ambiental que produce un sector repercute en
otros.
Por Esteban Magnani
El Delta está sufriendo la floración masiva de cianobacterias, algunas de las cuales
pueden producir toxinas peligrosas para la salud.
Luego de ocho meses de parálisis, el Delta del Paraná vuelve a respirar. Sus cerca de
20.000 habitantes pasaron un invierno durísimo, con un servicio de transporte reducido y sin los
turistas que resultan fundamentales para la economía, sobre todo en la primera sección. En las
últimas semanas de noviembre resurgió algo de la antigua normalidad: paseos en catamarán,
bares abiertos, cabañas alquiladas, gente remando y más.
Todo indica que en el verano se reforzará este proceso y el Delta, por su cercanía con
CABA y su baja densidad poblacional, estará entre los lugares más elegidos para pasar el verano.
Según un informe de la plataforma turística Booking, Tigre, uno de los municipios que nuclea
más islas con desarrollos turísticos, ascendió del lugar 49 al 4to puesto como favorito para estas
vacaciones solo por detrás de Bariloche, CABA y Mar del Plata.
Los cálculos extraoficiales indican que cerca de 10.000 personas viven del turismo y
luego de tantos meses de encierro y falta de ingresos necesitan la llegada de visitantes como si
fuera oxígeno. Sin embargo, con la pandemia aún en el horizonte, el Delta está sufriendo la
floración masiva de cianobacterias, algunas de las cuales pueden producir toxinas peligrosas
para la salud.
Manchas verdes
En las últimas semanas se multiplicaron las manchas verdes en las márgenes del río y en
las superficies. Este es un indicador de la floración masiva de cianobacterias, seres unicelulares
capaces de producir unas toxinas peligrosas para la salud, sobre todo del hígado, y que afectan
en especial a niños y mascotas.
Como explica el doctor en Biología Luciano Iribarren, miembro del Observatorio de
Humedales del Delta, "ya se demostró que la mancha es un indicador de la cianobacteria
responsable de la toxina, pero no es seguro que se esté produciendo. La toxina aparece en
situaciones de estrés o determinadas condiciones. Por eso hay que monitorearla
permanentemente".
Una vez en el agua puede ser ingerida y acumularse en especial en aquellas personas
que están en contacto frecuente con el río, un problema grave para los isleños. Además, como
se encuentra en el interior de la bacteria, al usar cloro u otro bactericida, la toxina se libera en
el agua.
"Las cianobacterias no las inventamos nosotros, sino que que existen casi desde el
origen mismo de la vida y son las responsables de que hoy existan las plantas y algas", explica
Iribarren. "Lo que es poco frecuente es que se expandan tanto como está ocurriendo en la
cuenca del Paraná. Eso sí tiene que ver con la intervención humana. En este caso está bastante
claro que influyó el nitrógeno de los fertilizantes y las consecuencias ecológicas del desmonte".
Fertilizantes
En estos últimos años aumentó de manera acelerada el uso de fertilizantes que en 2019
llegó a las 4,6 millones de toneladas, que se usan "sobre todo en etapa de siembra, como ahora.
Hace unas semanas, luego de los incendios intencionales del Delta se dieron fuertes lluvias que
seguramente arrastraron cenizas del incendio y gran cantidad de agroquímicos, lo que permite
suponer que aumentó la cantidad de nutrientes en el agua", indica el especialista.
Al aumento de sustancias orgánicas se suma la bajante record del Paraná que
incrementa la proporción de elementos orgánicos y reduce la renovación del agua.
La presencia del fenómeno en el Delta no debería ser una sorpresa. Su presencia ya
había sido detectada "Las represas favorecen la proliferación de estas cianobacterias que luego
van bajando por el río y se reproducen donde encuentran las mejores condiciones", explica
Iribarren.
Contaminación
Si bien de momento los estudios no demuestran la presencia de las toxinas, es de
esperar que aparezcan sobre todo cuando aumente el calor. Por eso las autoridades piden a la
población que no se acerque al agua verdosa ni la utilice con fines higiénicos, algo prácticamente
imposible para los isleños, sobre todo en la segunda y tercera sección del Delta que ni siquiera
accede a la distribución de agua potable que inició AySA en los comienzos de la pandemia.
Las expectativas sobre un enorme aumento del flujo turístico hacia las islas este verano
podría profundizar el problema porque los efluentes cloacales en general van a cámaras sépticas
que pueden desbordarse y filtrar parte de sus contenidos.
Los humedales podrían procesar al menos parte de esa materia orgánica y transformarla
en nuevas plantas reduciendo el daño, pero justamente han sido víctimas de incendios y
proyectos inmobiliarios que reducen su extensión. Estas limitaciones para que la naturaleza
cumpla su ciclo pueden reforzar el proceso de eutrofización (exceso de nutrientes en el agua)
que ya se venía dando.
Por eso diversas agrupaciones isleñas pelean por un uso respetuoso del ambiente en el
que viven. Lucas Steinhardt, especialista en turismo ecológico y miembro de la Cooperativa de
turismo comunitario Igarapé Delta, plantea que quienes quieren llevar adelante un turismo
sustentable, "sufren el extractivimo del turismo del Delta y de los grandes proyectos
inmobiliarios. Estamos en constante litigio con esos monstruos que no benefician a la población
isleña y destruyen el ecosistema".
A diferencia de los empresarios que vienen de afuera, los habitantes de las islas no
pueden irse a otro lado y pagarán las consecuencias con la salud propia y de sus familias.
"Nosotros venimos luchando hace años por la contaminación que trae el Reconquista. Esto no
es nuevo", cierra Steinhardt.
Por otro lado, el efecto dominó de la cianobacteria no se detiene con el turismo, si no
que afecta a otras industrias menos visibles de la economía popular como ocurrió con los
pescadores artesanales que debieron detener la actividad.
Ecosistema
El pronóstico indica que, por la escasez de lluvias y la bajante del Paraná, la
cianobacteria seguirá presente todo el verano.
Luis Cancelo, Director del plan de manejo del Delta cuenta: "Salimos con gente del ADA
(Autoridad del Agua de Provincia de Buenos Aires) a tomar muestras dos días seguidos. La
presencia de algas es real, es fuerte en todo el corredor del Paraná". Estos estudios permitirán
monitorear la presencia de toxinas, algo que deberá sistematizarse de manera similar al
seguimiento de la covid-19 en la población. También se están estudiando métodos de
purificación del agua que den alguna garantía, pero es todo aún muy incierto.
Tal vez lo peor es que, si los factores estructurales se mantienen, el fenómeno volverá
más fuerte en el futuro. El planeta es un entramado de ecosistemas que funcionan en red, con
conexiones específicas y no siempre visibles. Gracias a los investigadores se puede ver no solo
lo que un modelo productivo da, sino también lo que quita. Si no se sientan todos los sectores
en una misma mesa es difícil que se produzca un resultado equilibrado. Como dice Cancelo al
igual que otros especialistas, "resulta imprescindible discutir el modelo productivo nacional".

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